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EL BARROCO
A.-Definición
-Etimología
-Concepto
D.-Artes y artistas
-Urbanismo barroco
-La Europa de las capitales
-Las plazas mayores
-Conjuntos jardineros
-La arquitectura barroca
-Italia
-Maderno
-Bernini
-Borromini
-Otros
-Francia
-Resto de Europa
-La escultura barroca
-Bernini
-Otros escultores barrocos
-La pintura barroca en el s. XVII
-Italia y Francia
-Barroco naturalista
-Caravaggio y sus seguidores
-Naturalistas franceses
-Barroco clasicista
-Barroco clasicista
-Los Carracci y sus seguidores
-Poussin
-Barroco decorativo
-Rubens y los pintores flamencos
-Rembrandt y los pintores holandeses
-La pintura barroca en el siglo XVIII
-Italia
-Francia
-Inglaterra
E.-Bibliografía
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Arturo Caballero
Arte Barroco
DEFINICIÓN
Etimología
El término Barroco fue empleado por vez primera para definir una
obra de artes plásticas en el siglo XVIII; lo hizo Salomón de Brossess
ante el palacio Pamphili. Se han tratado de buscar diferentes etimologías
al término que van desde el silogismo barocco hasta el italiano parruca
pasando por la denominación barruecas o barrocas que se da a ciertas
perlas defectuosas, berrocal que se emplea para designar un lugar
abrupto y rocoso, barroquer término francés por curvar y muchos otros.
Luis Vives y Montaigne emplearon el término barroco para designar a
ciertos filósofos oscuros y retorcidos.
Hay opciones, pues, para todos los gustos sin que se excluya,
necesariamente, ninguna.
Concepto
Como vemos, el término barroco parece ser patrimonio, en un
primer momento, filosófico. En el siglo XVII, con respecto a la escultura y
la pintura, se empleaban las denominaciones de naturalismo o
decorativismo. Como muchas otras denominaciones artísticas tuvo un
sentido peyorativo, de esta forma aparece en La Enciclopedia que lo
vincula a lo ridículo; ese sentido utiliza, también, el teórico neoclásico
Milizia. En España se ha empleado con profusión el término
churrigueresco que no responde a la amplitud de contenidos que podemos
encontrar en esta época y que, igualmente, se consideraba calificación
despectiva.
Tendremos que esperar al siglo XIX para que sea usado no como
criterio de valor sino para la designación de una época histórico-artística.
Tampoco se ponen de acuerdo los teóricos sobre el sentido y
amplitud del concepto. Unos historiadores, como Werner Weisbach, lo
vinculan a la Contrarreforma, lo que no es cierto puesto que también se
emplea para el arte de los protestantes; se puede pensar, también, que es
una forma de superar la crisis religiosa, o que se trata de una
hipersensibilidad en este campo, tal como cree Emil Male. Hay quienes
piensan, por último, que Barroco es un término como otro cualquiera para
designar un puro juego formal que se ha repetido con mayor o menor
fortuna a lo largo de la historia del arte, Wolfflin y D'Ors serían los
defensores más cualificados de esta tesis. En sus famosas antinomias de
conceptos, Wollflin oponía el Renacimiento al Barroco de la siguiente
forma: Lineal (dibujo, límite, plástico, perfilista, objeto, filosofía del ser)
frente a pictórico (mancha, indefinido, áspero, indeciso, relación de
vecindad, filosofía del parecer), superficial a profundo, forma cerrada a
forma abierta, múltiple a unitario y claro a menos claro.
Sociedad
A finales del siglo XVI Europa era sustancialmente distinta que a
los comienzos. España, que había dominado la política internacional
durante el Quinientos estaba durmiendo un sueno dorado. Francia
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Arturo Caballero
Arte Barroco
Religión
La religión seguirá siendo un elemento determinante en la
conciencia europea. Los protestantes habían optado por una cultura
religiosa casi anicónica pero no así los católicos que acentúan aún más la
presencia de lo religioso en el mundo plástico. El Concilio de Trento había
definido el perfil del arte católico que se alejaba de las tradiciones erróneas
(por lo que ya no nos encontraremos con los sabrosos temas extraídos de
La Leyenda Dorada ni de los Evangelios Apócrifos que animaron la pintura
gótica o renacentista) y prohibía el desnudo en el arte religioso (texto 1)
aunque lo permitiese en el civil. Todo ello en aras de la decencia que debía
imperar en las composiciones artísticas como le ocurre a Caravaggio
quien debió corregir algunas de sus composiciones (San Mateo y el Angel)
o sufrir las iras eclesiásticas por La dormición de la Virqen dado que la
iconografía no se ajustaba a lo prescrito por la Iglesia.
A principios del siglo XVII la Iglesia católica estaba eufórica, en
1600 se celebró el Jubileo Romano y se aprovechó para proporcionar al
orbe la nueva imagen contrarreformista; la conciencia de su triunfo
permitió que hacia 1620 se bajase la guardia y la imagen religiosa volviese
a su tradicional tono amable aunque conservando un cierto rigor doctrinal
que hacían compatible con la ampulosidad y las nuevas iconografía
surgidas de las múltiples canonizaciones.
Frente al triunfalismo católico, el protestantismo se refugia en un
arte más sentido e íntimo en el que no tendrán cabida los espectaculares
programas iconográficos pero si los pequeños cuadros religiosos con
escenas, preferentemente, del Antiguo Testamento. El protestante hizo
derivar su gusto hacia el paisaje, el bodegón, el tema de género que,
aunque no estuviesen ausentes en los territorios católicos, alcanzaron,
entre los protestantes, un valor intrínseco.
El artista
En este contexto dividido, la posición del artista presenta una gran
ambigüedad. Estaba saliendo de su postración pero el reconocimiento
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Arturo Caballero
Arte Barroco
sólo iba a afectar a unos pocos, los más dotados: Bernini, Rubens,
Velázquez viven como señores, rodeados hasta de lujo y reconocidos en
su esfera de actuación. Frente a ellos no es descartable el artista que
apenas sobrevive o incluso que llega al final de sus días en una situación
de indigencia después de haber tenido todo, los ejemplos más
representativos serían los de Rembrandt y Zurbarán pero no fueran
únicos (texto 2).
En los países protestantes, especialmente en Las Provincias
Unidas (actual Holanda), se desarrolló una fórmula de comercialización
artística por la que el pintor, por ejemplo, trabajaba para un marchante y
no para un comitente, salvo el caso de los retratos, de esta forma el artista
se separaba de la sociedad o, por decirlo según la terminología marxista,
se alienaba.
Una breve visión sobre los comportamientos sociales de los
artistas barrocos nos conduciría a pensar que, como en todas las épocas,
los artistas no son sino iguales al resto de los humanos de tal forma que
nos vamos a encontrar con actitudes asociales como las de Caravaggio y
otras perfectamente integradas en un mundo piadoso y recatado; no son
pocos los artistas que profesaron en una orden y en el resto hay algunos
que practicaban más a menos asiduamente los Ejercicios Espirituales de
San Ignacio de Loyola.
El mundo de las artes plásticas estaba reservado a los hombres y
sólo como excepción pueden aparecer en él mujeres son muy conocidos
los casos de Artemisa Gentilleschi (texto 3) o de La Roldana.
Barroco naturalista
Se ha definido como un intento de reconquistar para el arte el
mundo de la realidad; aparece en los últimos años del siglo XVI y sus
manifestaciones serían: en pintura el Naturalismo y el Tenebrismo, en
escultura el Verismo y en arquitectura el retorno al orden propuesto por
Maderna. Estas definiciones valen para lo italiano y sólo de forma
tangencial para lo francés, lo español y lo holandés. Constituiría un primer
momento en el desarrollo del Barroco.
Barroco clasicista
Surge en época tan temprana como el anterior, amparado en la
clase dirigente y convencional de Roma donde los Carracci o Poussin
tenían sus mejores clientes al contrario que Caravaggio quien gozaba del
favor de los "snobs". El Barroco clasicista juega la baza del contenido
mental y se separa de lo popular. Era una especie de vuelta hacia el arte
de principios del XVI antes de su deslizamiento hacia el Manierismo.
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Arte Barroco
Barroco decorativo
Denominado, también, Pleno barroco. Estaba implícito en algunas
propuestas de Rubens aunque será característico del último tercio del
XVII y se prolongará a lo largo del XVIII hasta fundirse con el Rococó.
Frente a sus planteamientos el hombre se sentirá empequeñecido, es una
catarata de formas y colores a la búsqueda de la teatralidad absoluta.
ARTES Y ARTISTAS
Urbanismo barroco
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Arturo Caballero
Arte Barroco
La arquitectura barroca
Características generales
Frente a los edificios renacentistas, los barrocos aparecerán llenos
de movimiento tanto en sus plantas como en sus alzados, adquiriendo sus
elementos arquitectónicos extraordinaria potencia; no son extraños tanto el
orden gigante como las columnas salomónicas o los frontones partidos y
las líneas arquitectónicas quebradas. En cuanto a las cubiertas se suelen
preferir las abovedadas dándose una gran importancia a las cúpulas, en
ambos casos existe una tendencia a la emancipación de las cubriciones
respecto a las plantas. Las paredes adquieren una significación dinámica
evitando todo planismo por lo que las columnas sobresalen, se abren
nichos, se desarrollan cornisas; los interiores y exteriores se recubren de
abundante decoración añadida (vegetación, placas recortadas, etc.).
Desaparecerá la visión diferenciada de los elementos arquitectónicos en
una clara tendencia hacia la fusión de las formas e incluso a un intento de
unir el exterior con el interior; un buen ejemplo lo proporcionan las
fachada-retablo de muchos edificios hispanos. Se huirá de la visión frontal
del edificio para valorar éste en profundidad, de ahí la importancia de las
torres, las columnas, los juegos cóncavo-convexos.
Italia
Los principales edificios barrocos italianos los vamos a encontrar
en Roma aunque se produzcan algunas obras notables tanto en Venecia
como en Turín.
Se considera a Carlo Maderna (1556-1629) como el primer
arquitecto barroco; concluirá las obras de San Pedro proporcionando al
edificio una planta basilical y dotándolo de una potente fachada donde se
abandonan los planteamientos manieristas en un cierto retorno al orden
clásico (texto 4); para Sta. Susana empleará los esquemas viñolescos
aunque su planteamiento acentúa la vertical a pesar de utilizar dos
cuerpos unidos por aletones; trabajó, también, en el Palacio Barberini,
concluido por Bernini, donde contó con la ayuda de Borromini.
Gian-Lorenzo Bernini (1598-1680) es el prototipo de artista
integral, al estilo de Miguel Angel, su obra posee un cierto aire clasicista
frente a las innovaciones más decorativas de otros contemporáneos
suyos; su construcción más barroca es el Baldaquino de S. Pedro (1624-
1633) donde consagra el uso de la columna salománica; terminó el
Palacio Barberini y construyó el Chigi-Odescalchi y el de Montecitorio su
dominio de las técnicas perspectivas le lleva a convertir un estrecho pasillo
en la luminosa Escala Regia del Vaticano donde alarga la distancia por
medio de efectos ópticos y por la creación de una zona de luz central;
construyó la Columnata de S. Pedro en la que recurre a técnicas
semejantes dando a su construcción un evidente sentido simbólico; realizó
las iglesias de La Asunción, en Ariccia, y S. Andrés del Quirinal donde
juega con la curva y contracurva tanto de la fachada como de las tapias
que crea para realzar el dinamismo del edificio.
Francesco Borromini (1599-1667) se ha presentado como
contraposición del anterior y su imagen ha sido utilizada como
la de un artista "maldito" que termina suicidándose por la incomprensión
de que fue objeto, pero esto no es exactamente así, a su muerte dejó
notables propiedades y gozó en vida de gran prestigio si bien no contó,
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Arte Barroco
tanto como Bernini, con el favor papal (texto 5). Comenzó en el oficio
trabajando de cantero y de dibujante para Maderna lo que le proporcionó
un excelente dominio de todas las técnicas constructivas quizá es por ello
por lo que no duda en usar el ladrillo en sus trabajos de menor importancia
económica con resultados altamente satisfactorios. Entre sus obras más
representativas se encuentran: El Oratorio de los filipenses (1637-1640) en
el que usa una fachada cóncava; San Carlos de las Cuatro Fuentes (planta
1638-1641 y fachada 1665-1667) donde utiliza una planta oval con
exedras a la cabecera y a los pies usando como decoración para la
bóveda un complejo juego geométrico, la fachada, posterior, es muy
dinámica, con un gran medallón en su parte superior, una cornisa muy
movida empleando figuras de ángeles como elementos arquitectónicos.
Para S. Ivo della Sapienza (1642-1650) utiliza una planta estrellada con
abundantes juegos de espacios cóncavos y convexos proporcionando a la
cúpula en su exterior un remate en espiral; realizó la decoración interior de
S. Juan de Letrán y comenzó a trabajar en Santa Inés en la plaza Navona
(1653-1655) para la que diseñó una planta central con fachada cóncava y
dos hermosas torres siendo concluido el edificio por Rainaldi en 1666.
Trabajó en S. Andrés de los Hermanos (1653-1665) y en el Colegio de
Propaganda Fide; su dominio de la perspectiva lo demostró en la Galería
del Palacio Spada fingiendo un espacio mucho mayor del existente.
Pietro de Cortona (1596-1669) fue, ante todo, pintor pero
demostró excelentes dotes como arquitecto en Sta. María de la Paz y en
la iglesia de los Santos Luca y Martina en las que se puede apreciar un
interesante juego de luces y sombras.
Otras obras romanas interesantes son: La fontana de Trevi y la
ordenación de la Plaza de España.
En Venecia debemos destacar las obras de Baltasar Longhena
(1598-1682), en especial Sta. María della Salute, construida a partir de
1631, de plan central y enorme cúpula abombada, de reminiscencias
bizantinas, sostenida por impresionantes volutas.
Turín constituyó otro centro muy interesante desde el punto de
vista arquitectónico; en el siglo XVII trabajó Guarino Guarini (1624-1683)
cuyas obras contienen tanto influencias borrominescas como hispano-
musulmanas; además de arquitecto fue matemático, místico y cabalista
siendo sus edificios más representativos la Cúpula de S. Lorenzo,
construida a base de nervios y el Santo Sudario obra en la que imita a
Borromini por la estructura estrellada. Filippo Juvarra (1676-1736) fue el
más importante arquitecto italiano de siglo XVIII, su obra capital es la
iglesia de la Superga (1717) en la que juega con los elementos formales
del Panteón pero proporcionando al pronaos una mayor profundidad y a la
cúpula más esbeltez. Levantó el Palacio Madama y dio los planos para el
Palacio Real de Madrid realizado por su discípulo Sachetti.
En Nápoles merece mención el Palacio de Caserta, realizado por
Luigi Vanvitelli (1700-1773).
Francia
Además de Versalles, conjunto del que ya hemos hecho
referencias, en Francia se desarrolla una arquitectura barroca con
planteamientos bastante clasicistas, condicionada, en gran medida, por la
aparición de la Academia que va a imponer unos gustos eclécticos y
comedidos.
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Arte Barroco
Otros países
En Inglaterra van a destacar los edificios de Iñigo Jones
(Palacio de la reina, en Greenwich; Antigua Bolsa de Londres) quien tras
su viaje a Italia traerá una idea arquitetónica de fuertes influencias
palladianas que pervivirán durante largo tiempo en las islas y, sobre todo,
los de Christopher Wren (1632-1723) quien, además de los planos para
la reconstrucción de Londres después del incendio de l666, diseñó un
variado conjunto de iglesias para la ciudad, el Hospital de Greenwich y su
obra más conocida, la Catedral de S. Pablo, en Londres, cuyos primeros
planos hubieron de ser corregidos por asemejarse bastante a los de un
edificio católico; San Pablo destaca por la majestuosidad de su cúpula,
que recuerda la arquitectura de Bramante y por una fachada con
columnata exenta y dos torres de reminiscencias borrominescas. Como
vemos la arquitectura inglesa es bastante deudora de la italiana y con
fuertes dosis clasicistas.
La arquitectura en Europa central tendrá un desarrollo algo más
tardío pero, en algunos casos, interesante. En Austria, la influencia italiana
de la primera mitad del XVII dará paso a la obra autóctona de Fischer von
Erlach, autor de la iglesia de S. Carlos Borromeo, en Viena, realizada a
principios del XVIII con dejes borrominescos. A lo largo del XVIII se
impondrán los modelos franceses con decoraciones rococó; merecen
destacarse las obras de los alemanes Baltasar Neumann, en especial su
castillo de Würzburg y Poppelmann, autor del Zwinqer de Dresde.
Escultura
Características generales
La base escultórica del Barroco es el naturalismo. El escultor
barroco no duda en acercarse al "pathos" en su intento de reflejar
pasiones y sentimientos por lo que en no pocas ocasiones caerá en la
pura teatralidad. En los países católicos proliferarán las representaciones
ascéticas y místicas que cierran el ciclo de las piadosas leyendas
medievales asumiendo la ortodoxia marcada por Trento; en estos temas la
figura humana aparece grandiosa dentro de su humildad. Se llega a
representar la crueldad y el espanto: martirios, cadáveres putrefactos,
etc...
Estas iconografías exigían la representación del movimiento,
espontáneo e imprevisible; las piernas y los brazos se estiran buscando la
diagonal; las figuras se funden con el ambiente y aparecen en grupos para
destacar más el espacio; los ropajes se mueven para conseguir un mayor
dinamismo y para proporcionar claroscuro; el retrato se convierte en algo
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Arturo Caballero
Arte Barroco
Renacimiento Barroco
Simetría Asimetría
Plasticidad Pictoricismo
Naturalismo idealizado Naturalismo pleno
Movimiento en potencia Movim. en acto
Retrato espiritual Retrato integro
Superficie tersa Superficie de calidades
Italia y Francia
Bernini
Pero la escultura barroca tiene un nombre propio Gian Lorenzo
Bernini (1598-1680). Una larga vida y grandes encargos hicieron de él el
escultor por excelencia (texto 6). Napolitano por nacimiento y por origen
materno (ya que su padre era florentino) Bernini es, antes que nada,
romano por adopción y por trabajo. Sus primeros pasos comenzaron de la
mano de su padre y en fecha tan temprana como 1615 comienza a dar
muestras de su genio con La cabra Amaltea. Su consagración empieza
cuando el Cardenal Scipione Borghese lo toma bajo su protección y realiza
el grupo Eneas y Anquises (1618-19) con resabios manieristas tomados
de Gianbologna. A principios de los años veinte era el escultor más
buscado de Roma; las obras maestras van a sucederse sin interrupción:
David (1623) en el que da cumplida réplica a las obras renacentistas
retorciendo el gesto del personaje y recreando una ilusión visual; Apolo y
Dafne (1622-25) donde crea una dinámica diagonal estropeada, en parte,
por los gestos sosos de los personajes, Plutón v Proserpina.
Si sus primeras obras maestras tenían una temática mitológica, en
el resto de sus encargos supo tocar todos los géneros ayudado por un
impresionante taller.
Será el creador de la nueva iconografía cristiana con obras como
Sta. Bibiana (1624) y Longino (l629-38) pero en especial con su grupo
Éxtasis místico de Sta. Teresa (1645-52) para la Capilla Cornara en Sta.
María de la Victoria, ha sido esta obra considerada paradigmática de lo
barroco y de lo sensual, pues no parece claro si el arrebato místico
obedece a causas espirituales o a simples causas naturales, la
contraposición de la figura abandonada de la santa y la pícara sonrisa del
ángel crean un efecto muy variado y naturalista, al igual que el cuidadoso
ambiente, teatral, en el que se desarrolla la escena; artificio semejante
utilizará en otra obra posterior Éxtasis de la beata Ludovica Albertoni
(1674).
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Arturo Caballero
Arte Barroco
Otros escultores
Comparados con Bernini, los otros grandes escultores barrocos
en Roma pasan totalmente desapercibidos.
Alessandro Algardi (1595-1654) fue un artista marcado por el
clasicismo. Entre sus obras podemos destacar: Sta. María Magdalena, la
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Arte Barroco
Italia y Francia
Barroco naturalista
Michelangelo Merisi, el Caravaggio (1573-1610) es uno de esos
artistas que surgen de vez en cuando y revolucionan la teoría y la práctica
de la pintura. Se había formado en un taller manierista donde había
realizado tareas de copia del natural actividad para la que estaba
especialmente dotado. Cuando se independice, su estilo estará basado en
una fidelidad a la naturaleza que fue interpretada por muchos como
incapacidad para las grandes ideas o liso y llano servilismo.
El Naturalismo de Caravaggio se basaba en una copia literal de
la realidad para lo que se inspiraba en modelos cotidianos a los que se
aplicaba una compleja organización espacial y un extraordinario manejo de
la luz que irrumpía violentamente en una composición donde predominaba
la oscuridad, por ella recibió la denominación de tenebrismo, para
individualizar los objetos. Con todo ello lo que consigue es crear una
atmósfera irreal y un ambiente misterios que fueron del gusto de los
"snobs" constituidos, fundamentalmente, por la alta burguesía.
Sus cuadros maestros se suceden en un escaso período de
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Arte Barroco
Barroco Clasicista
El Clasicismo surge al mismo tiempo que el naturalismo y
también como él reacciona frente al mundo extravagante del Manierismo.
Suponía la vuelta a una realidad a la que se embellecía y moderaba
sometiéndola a un proceso intelectual para librarla de todo lo grosero y
vulgar. Sus comienzos suelen situarse en el ambiente universitario de
Bolonia en el que los Carracci fundan, en 1585, la Academia
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Arturo Caballero
Arte Barroco
Barroco decorativo
Aunque el Barroco decorativo no sea una creación puramente
italiana, dado que Rubens tuvo mucho que ver en el surgimiento de este
tipo de manifestación pictórica, alcanza en este ámbito algunas de las
manifestaciones más espectaculares.
Se ha visto en el Barroco decorativo el resultado de las
presiones ejercidas sobre los artistas por una sociedad, fundamentalmente
católica y aristocrática, que manifiesta su afán de lujo a través de las
ampulosas alegorías y de un estilo declamatorio y exagerado, lleno de
color, de perspectivas forzadas (preferentemente "sotto in su") y muy
orientado hacia lo puramente ornamental.
Esta pintura, generalmente realizada al fresco, que ocupa paredes
y techos, manifestando la ideología de sus promotores, arranca de
Mantegna, pasa por Correggio y comienza a consolidarse con Guercino.
Sus mejores logros se deben a un grupo poco numeroso de
artistas que pertenecen a dos generaciones diferentes.
Pietro di Cortona (1596-1669) es el primero de sus grandes
cultivadores; usa algunos de los esquemas compositivos clasicistas
aunque subordinándolos al efecto ornamental. Su factura suelta, el
dinamismo de sus figuras y la visión perspectiva de abajo hacia arriba
pueden apreciarse en el Palacio Barberini de Roma.
Agostino Mitelli y Michelangelo Colonna, florentinos, trabajaron
en Florencia, Roma y España.
Otra figura descollante fue Andrea Pozzo (1642-1709), jesuita,
quien aprendió mucho de Rubens aunque su obra sería inexplicable sin el
contacto con el mundo romano. Su trabajo más celebrado es la
decoración de la Iglesia de S. Ignacio en la que demuestra su virtuosismo
técnico y sus habilidades para las grandes superficies. Llamado a Viena,
contribuirá a la prolongación en Centroeuropa del barroco decorativo en
el s. XVIII.
Lucas Jordán (1634-1705), napolitano, fue seguidor de Ribera en
su juventud y mantuvo muchos rasgos del naturalismo en sus obras pero
la influencia veneciana terminó por imponerse. Una clientela religiosa y
aristocrática le permitió participar en ambiciosos proyectos. Su obra es
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Arte Barroco
Italia
La pintura italiana durante el s. XVIII sufre un estancamiento del
que unicamente saldrán los pintores venecianos. En Nápoles los dos
pintores más destacados son Francisco Solimena y Conrado Giaquinto
que continúan la tradición del barroco decorativo bajo la influencia de
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Arturo Caballero
Arte Barroco
Francia
La pintura francesa del XVIII abandona la ampulosidad de la etapa
anterior y se concentra en el pequeño formato del que quedaban excluidos
los temas mitológico o religiosos. Los lienzos se convierten en algo
superficial, trivial, cargados de erotismo y sensualidad, con colores suaves
y tonalidades vaporosas. Antoine Watteau (1684-1721) será el más
dotado de todos estos artistas; su obra, cargada de melancolía, busca el
placer de la naturaleza, de las fiestas galantes o de la comedia del arte.
François Boucher (1703-1770) posee un innegable dominio de la técnica y
una rara habilidad para reflejar los eróticos desnudos femeninos que le
hicieron célebre. Jean-Honoré Fragonard (1732-1806) cultivó temas
semejantes a los del anterior pero con una mayor minuciosidad en la
pincelada. Debemos mencionar a Hubert Robert, excelente pintor de
ruinas y paisajes, o Jean Baptiste-Simeón Chardin, especialmente
dotado para los bodegones y las naturalezas muertas, siempre intimistas y
humildes, y a Maurice Quentin de la Tour, excelente retratista al pastel.
Inglaterra
Hasta el s. XVIII, Inglaterra había dependido de los extranjeros en
cuanto a pintura se refiere. El anglicanismo les impedía dedicarse con
profusión al género religioso pero tendrán en las pinturas de paisajes, en el
retrato, en los temas de animales y en la pintura de género un excelente
campo de actuación.
William Hogarth (1697-1764) es un extraordinario crítico social,
comparable a Goya, dejándonos muestras del ruin ambiente político de su
tiempo pero manteniendo, a la vez, un alto tono moralista como en las
series dedicadas a la Carrera de una prostituta o a la Carrera de un
libertino. Los ingleses destacaron en el arte del retrato después de las
lecciones aprendidas de Van Dyck, Sir Joshua Reynolds (1723-1792),
conocedor de lo veneciano, de Rafael y de Murillo, va a caracterizarse por
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Arte Barroco
TEXTOS Y BIBLIOGRAFÍA
TEXTO 1
Un requisito necesario de la belleza es el evitar cualquier desnudo que no sea
estrictamente exigido por la verdad del misterio, o que pueda ofender la delicadeza de ánimo
y disminuir la devoción de los observadores. Por mi parte nunca he podido convencerme del
sentido del artificio pictórico de representar hombres e incluso mujeres desnudos, desde el
momento que ni los unos ni las otras vemos de ese modo pasear por las calles y plazas; y si
alguno pudiéramos contemplar sería ciertamente desagradable y repugnante. Además no
es cosa nueva el revestir y velar la desnudez porque la antigua pintura de los romanos así lo
hacía, desdeñando la mala costumbre de los griegos que se complacían con las figuras
desnudas [...].
De este modo vemos la inconveniencias de aquellos que pintan el divino Niño
mamando de forma que muestra desnudos el seno y el cuello de la Santa Virgen, cuando
esas partes no se deben pintar sino con gran cautela y modestia. No pocos retratan
desnudas las piernas de santos y santas y las acercan entre sí de un modo que pueden
despertar en el ánimo algún pensamiento molesto. Esta práctica deshonró en épocas
anteriores a un artista de gran nombre, del que fue necesario corregir en sus telas tal
desorden [...].
FEDERICO BORROMEO, Tratado de pintura sagrada, 1625.
TEXTO 2
... Sus obras se vendieron frecuentemente a peso para tener dinero constante, por
muy excelentes y valiosas que fueran, y aunque trabajó mucho no fue él (Brouwer), sino
principalmente otros que le siguieron, los que recibieron la recompensa de su trabajo; se
comportaba de tal manera que ni su persona, ni su casa, ni su bolsa estaban provistas ante
las más pequeñas necesidades. Se guasoneaba y se reía de sí mismo por ser capaz de
deshacerse de todos sus medios tan rápida y limpiamente. Tan mal estaba su patrimonio,
que después de su muerte le dieron un miserable entierro de pobre en un cementerio. Pero
luego, tras la declaración prestada por los más entendidos de la profesión, su cadáver fue
llevado con gran solemnidad a la iglesia, acompañado de los caballeros más nobles de
Amberes, tanto eclesiásticos como laicos, y se esculpió un maravilloso epitafio en su lápida
sepulcral.
JOACHIM SANDRAT, 1675
TEXTO 3
Una hija del suplicante ha sido desflorada a la fuerza y conocida carnalmente
muchas veces por Agostino Tassi, pintor, amigo íntimo y colega del suplicante. También está
envuelto en este asunto obsceno un amigo de Tassi, Cosimo Quorli. Se sabe que, aparte de
la desfloración, el dicho Cósimo, con sus mentiras, ha arrancado de las manos de la joven
varias pinturas y, especialmente, una Judit de considerables dimensiones. Y puesto que,
Bendito Padre, éste es un hecho tan brutal y depravado, y ha causado detrimentos y
perjuicios tan serios y gravosos al pobre solicitante, particularmente porque fue perpretado
so pretexto de amistad, se siente como si todo esto le hubiera matado.
ORAZIO GENTILESCHI, Petición al Santo Padre, 1612
TEXTO 4
Por esto a cada peso y parte superior siempre se le debe colocar debajo algo
sólido o lleno para que haga la función de base y de apoyo de las partes superiores de las
construcciones. Así, cuando encima de las columnas o encima de los pilares se adelanta el
arquitrabe junto con el friso y la cornisa, se hace continuar más hacia atrás el mismo
arquitrabe y se muestra que el resto del entablamento queda suspendido y sin base alguna,
ya que la columna o el pilar están colocados solamente para sostener el arquitrabe que
resalta, junto con lo que está encima, pero no para sostener lo que sobra que aparece como
suspendido en el aire. Esto no sucede cuando el arquitrabe se hace continuado y corrido sin
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Arte Barroco
resaltar, ya que de esta manera la obra se sostiene en lo vivo y lo sólido de los pilares y de
las columnas tal y como se requiere y conforme a las enseñanzas de la Naturaleza.
TEÓFILO GALLACINI, Tratado sobre los errores de los arquitectos, 1767
TEXTO 5
... fue acometido otra vez con una violencia aún mayor por una hipocondría que le
redujo en pocos días a tal estado que ya no le reconocía nadie como Borromini, tan
macilento estaba su cuerpo y tan pavorosa su cara. Se le torcía la boca de mil maneras;
ponía los ojos en blanco de una manera que daba miedo y a veces rugía y se estremecía
como un león airado. Su sobrino (Bernardo) consultó a los médicos, escuchó los consejos de
los amigos y mandó que le visitasen varios curas. Todos convinieron en que no se le debía
dejar nunca a solas, ni darle ocasión para trabajar y que deberían de intentar hacerle dormir
a toda costa, de modo que su espíritu se tranquilizara. Ésta fue la orden precisa que
recibieron todos los criados de su sobrino y que cumplieron. Pero en lugar de mejorar, su
enfermedad empeoró. Viendo que jamás se le obedecía, puesto que todo lo que pedía le
era denegado, se imagin6 que esto se hacia para enojarse y no por su propio bien, así que
aumentó su desasosiego y con el paso del tiempo su hipocondría se convirtió en dolores de
pecho, asma y una especie de frenesí intermitente. Una tarde, mediado el verano, se había
echado por fin en la cama, pero después de dormir apenas una hora se volvió a despertar,
llamó al criado de guardia y pidió una luz y lo necesario para escribir. Al decirle el criado que
éstos le habían sido prohibidos por los médicos y por su sobrino, volvió a la cama e intentó
dormirse. Pero como no lo conseguía en esas horas calurosas y sofocantes, empezó a dar
vueltas agitadamente, como de costumbre, hasta que se le oyó exclamar: «¿Cuándo
dejaréis de afligirme?, oh pensamientos lúgubres. ¿Cuándo dejará de agitarse mi mente?
¿Cuándo me abandonarán todos estos pesares?... ¿Qué hago yo aún en esta vida cruel y
aborrecible?» Se levantó hecho una furia y corrió hacia una espada que, desgraciadamente
para él y por el descuido de los que le servían, estaba sobre una mesa; y dejándose caer
bárbaramente sobre la punta se atravesó de pecho a espalda. El criado entró corriendo al
sentir el ruido y, viendo el terrible espectáculo, llamó a los demás en su auxilio, y así, medio
muerto y cubierto de sangre, le llevaron a la cama. Dándose cuenta entonces de que
verdaderamente había llegado al final de su vida, llamó a su confesor e hizo testamento.
GIAMBATTISTA PASSERI, Vida de los pintores, escultores y arquitectos... 1772
TEXTO 6
No existió en su época y en épocas anteriores nadie con más facilidad y soltura en
trabajar el mármol. Dio a sus obras una maravillosa morbidez, de la que aprendieron
después grandes artistas que trabajaron en Roma en su época. Algunos condenaban los
ropajes de sus estatuas por sus excesivos pliegues y hendiduras. El consideraba esto un
mérito específico de su cincel, que así demostraba ser capaz de vencer la dificultad de
convertir, por así decirlo, en plegable el mármol, y de saber en cierto modo unir la pintura y la
escultura. Si los otros artífices, decía, no han hecho esto se debe a que no se les ha
otorgado el coraje necesario para reducir las piedras a la obediencia de la mano, como si
fueran de pasta o de cera. Esto lo decía no con ánimo de jactancia y presunción sino para
hacer justicia a sí y a sus obras, ya que respecto a la valoración de su propio talento tuvo
siempre un bajo concepto de sí, pues decía a menudo que cuanto más trabajaba más veía
que no sabía nada [ ]. De esta moderación en la estima de sí mismo nace en Bernini una
gran discreción al hablar de las obras de los demás, que le lleva a alabar lo bueno y a callar
lo defectuoso.
Decía además Bernini que el hombre de mérito no es el que no comete errores,
porque no cometerlos es imposible para el que trabaja, sino aquel que comete menos que
los demás; y que él ha cometido más errores que ningún otro porque ha hecho más obras
que ningún otro [...].
Quería que sus discípulos se enamoraran de lo más hermoso de la naturaleza
pues el objetivo del arte consiste en saber reconocerlo y encontrarlo. De ahí que no admitía
la idea de aquellos que afirman que Miguel Angel y los antiguos maestros griegos y romanos
han dado a sus obras una cierta gracia que no se encuentra en la naturaleza. El decía en
cambio que la naturaleza da a sus partes toda la belleza que necesitan, pero que la dificultad
consiste en saberla descubrir en cada ocasión.
FILIPPO BALDINUCCI, Vida del caballero G.L. Bernini, 1682
TEXTO 7
Los pintores vivos se reducen a cuatro órdenes, clases o mejor escuelas, una de
las cuales es la del Caravaggio, bastante seguida. Caminan por ella con éxito, diligencia y
saber Bartolomeo Manfredi, el Españoleto, Francesco llamado Cecco del Caravaggio,
Spadarino y en parte Carlo Venetiano. Es propio de esta escuela el iluminar con una luz
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Arte Barroco
unitaria y alta, sin reflejos, como la que habría en una habitación con una ventana y las
paredes pintadas de negro, con lo que se obtienen sombras y luces muy intensas que dan
relieve a la pintura, pero de un modo no natural, que no ha sido realizado ni pensado por
otros siglos ni por pintores más antiguos como Rafael, Tiziano, Correggio y otros. Esta
escuela en su modo de obrar es muy fiel a la realidad, y procura tener siempre el modelo
cuando opera. Hace bien una figura sola, pero en la composición de la historia y en las
pasiones, como éstas dependen de la imaginación y no de la observación de la realidad, no
parece que valga, dado que retratan la realidad que tienen delante y es imposible tener en
una habitación una multitud de hombres que representen la historia con la luz de esa sola
ventana, tener uno que ría o llore o camine o esté en pie para dejarse copiar. Por eso las
figuras del cuadro aunque tengan fuerza les falta pasión, gracia y movimiento, elementos
que encontraremos en otros modos de obrar [...].
La segunda escuela es la de los Carracci, de los tres hermanos y sobrino, con
Guido (Reni), Albano, Domenichíno, activos éstos en Bolonia. Esta tiene como objetivo
propio la inteligencia del arte con gracia y correcta expresión de las pasiones o sentimientos,
propiedad y buena composición en las historias. En definitiva intenta unir la manera de
Rafael con la manera de Lombardía, porque estudia del natural, extrae de él lo mejor, deja lo
malo, o sea lo mejora y con luz natural da color y sombra con las actitudes y gracias. De
esta escuela se ven muchas cosas aquí en Roma y muchísimas en Lombardía, y en especial
en Bolonia donde es común seguirla.
GIULIO MANCINI, Consideraciones sobre la pintura, 1617-21
TEXTO 8
...no sólo fue plagiada su composición por unas personas envidiosas, ávidas de
ganancias injustas, sino que, mediante la imitación de su estilo, en Roma se vendían copias
como originales de su pluma; con esto se estaba desacreditando al maestro, el cliente para
el cual se pintaban los cuadros era mal servido y se engañaba a los compradores, puesto
que se les daba copias en lugar de originales. Pero el asunto no par6 allí porque lo mismo
aconteció con todos los cuadros que pintaba a partir de ese momento. El pobre Claudio, que
era un hombre de costumbres inocentes, no sabía de quién guardarse entre las numerosas
personas que acudían a su estudio ni qué decisión tomar. Cada día se le traían cuadros
semejantes para que dijera si eran de su mano o no. En consecuencia, decidió llevar un libro
y empezó a copiar la composición de todos los cuadros que salían de su estudio,
describiendo con toque magistral las menudencias del propio cuadro, para quién se había
pintado y, si mal no recuerdo, los honorarios que había percibido por él. A este libro le dio el
nombre de Libro de las Composiciones o Libro de la Verdad.
FILIPPO BALDINUCCI, Noticias de los profesores de dibujo de Cimabúe hasta aquí, 1681-
1728
TEXTO 9
Ahora, desde hace tres años, por la gracia divina, he encontrado la tranquilidad de ánimo,
habiendo renunciado a todo tipo de empleo ajeno a mi amada profesión. Experti sumus
invicem fortuna et ego (La Fortuna y yo hemos llegado a conocernos. Tácito, Historiae, 2,
47). A la Fortuna le debo una gran obligación, pues puedo decir sin presunción que mis
misiones y viajes a España e Inglaterra salieron muy favorablemente. Llevé a cabo
negociaciones de la mayor importancia, y a la total satisfacción de los que me enviaron y
también de las demás partes interesadas. Y para que sepáis todo, entonces me encargaron
a mí, y sólo a mí, todos los asuntos secretos de Francia referentes a la huida de la Reina
Madre y del Duque de Orléans del país, así como la licencia que se les concedió para buscar
asilo entre nosotros. Así podría proporcionar mucho material a un historiador, y la pura
verdad del caso, muy diferente de lo que generalmente se cree.
Cuando me encontré en aquel laberinto, abrumado noche y día por una serie de
obligaciones urgentes; ausente de mi casa durante nueve meses y obligado a estar
continuamente presente en la Corte, habiendo alcanzado el colmo del favor de la Serenísima
Infanta (que en gloria esté) y de los primeros ministros del Rey; y habiendo dado toda
satisfacción a las partes interesadas en el extranjero, tomé la decisión de forzarme a cortar
este nudo dorado de la ambición para recobrar mi libertad. Dándome cuenta de que un retiro
de este tipo debe efectuarse mientras se está en ascenso y no en descenso, que se debe
abandonar a la Fortuna mientras todavía nos sea favorable y no esperar hasta que nos haya
vuelto la espalda, aproveché la ocasión, un corto viaje secreto, para arrojarme a los pies de
Su Alteza y suplicar, como la única recompensa de tantos esfuerzos, la exención de tales
tareas y la licencia de servirla desde mi propia casa. Ese favor lo obtuve con más dificultad
que cualquier otro que haya concedido jamás... Desde entonces no he tomado parte alguna
en los asuntos de Francia, y jamás he lamentado tal decisión. Ahora, por la gracia de Dios,
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Arte Barroco
como habéis sabido por M. Picquery, estoy llevando una vida tranquila con mi esposa e
hijos, y no tengo otra pretensión en el mundo que vivir en paz.
PEDRO PABLO RUBENS, Carta a Peiresc, 1634
BIBLIOGRAFÍA:
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