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Una de las novedades que ha incluido la Ley de Contratos del Sector Público (en
adelante LCSP) es la regulación de valoración de las ofertas cuando se utilizan
diversos criterios de adjudicación. En la anterior norma, la valoración de la
“calidad”, el “diseño”, la “rentabilidad”, las “condiciones de mantenimiento”, o
cualquier otro criterio de valoración de las ofertas que precisara un juicio de valor
lo hacía una sola persona, normalmente aquella que necesitaba el bien o servicio
que motivaba el expediente de contratación.
Según el art. 135.2º, puede haber dos clases de criterios de valoración de las
ofertas:
1. Los que pueden valorarse mediante cifras o porcentajes obtenidos a
través de la mera aplicación de las fórmulas establecidas en los
pliegos y
2. Los que no pueden valorarse automáticamente y requieren un
juicio de valor.
En el caso, de que los criterios de valoración de las ofertas que requieren un juicio
de valor tengan una ponderación superior a los criterios evaluables de forma
automática por aplicación de fórmulas establecidas en los pliegos, su valoración se
hará mediante un Comité de expertos.
Pues según dice el art. 135.2º 2 “será necesario cuando en una licitación que se
siga por un procedimiento abierto o restringido”.
Esto sí que está claro. El Comité estará compuesto por tres personas (art. 134.2º).
LA VALORACIÓN DE LAS OFERTAS POR EL COMITÉ DE EXPERTOS
EN LA LEY DE CONTRATOS DEL SECTOR PÚBLICO
Pues sí, legalmente no pueden formar parte del Comité aquellas personas que
formen parte del órgano proponente del contrato (art. 134.2º).
Cuando menos es paradójico que los legalmente designados (D.A.2ª 10ª)) por su
cualificación para formar parte del órgano que valora las ofertas, la Mesa de
contratación, (art. 295.1º), por mandato legal (art. 134.2º) no puedan formar
LA VALORACIÓN DE LAS OFERTAS POR EL COMITÉ DE EXPERTOS
EN LA LEY DE CONTRATOS DEL SECTOR PÚBLICO
Pues es otra duda. Parece que los expertos no pueden venir de la Mesa de
contratación, pero en cuanto a su nombramiento lo podría hacer:
1. El órgano de contratación o
2. La Mesa de contratación.
Una vez recibidas las ofertas en toda licitación deberían darse las siguientes
actuaciones:
En lo que se refiere a la segunda variable, en principio, creo que sólo hay dos
criterios que se puede valorar automáticamente mediante fórmulas establecidas
en el pliego: el precio y el plazo. Dejando al margen el plazo, sobre el precio hay
que decir que:
1. Es un criterio que “debería” ser siempre un criterio obligatorio de
valoración de las ofertas, ya que, según el art. 1 el objetivo de un contrato
público debería ser “la selección de la oferta económicamente más
ventajosa”. Sobre la posibilidad de no valorar el precio como criterio de
selección de las ofertas, el Informe de la Junta Consultiva de Contratación
Administrativa (JCCA) 28/1995, de 24 de octubre, admitió de forma
“excepcional” que el precio pudiera no ser tenido en cuenta como criterio
de valoración en los concursos si se justificaba adecuadamente en el
expediente; criterio recogido también en el dictamen de la Junta Regional
de contratación Administrativa de la comunidad Autónoma de Murcia,
informe 4/2003, de 27 de junio.
2. Obligatoriamente deberemos valorar el precio como criterio de valoración,
pero, hasta dónde podemos ponderar el precio. ¿Podemos ponderar el
precio hasta un 51% para evitar constituir el Comité?
Pues creo que no. La ponderación del precio debe ser la adecuada.
1. Hay que reconocer que es difícil diseñar una licitación de tal forma que
el único criterio de valoración de las ofertas sea el precio. Sólo hay que
leer el art. 134.3º y ver la amplia gama de opciones que se plantean:
i. Proyectos o presupuestos no hayan podido ser establecidos previamente.
ii. La prestación es susceptible de ser mejorada por otras soluciones técnicas.
iii. Cuando se faciliten medios propios cuya buena utilización exija garantías
especiales.
iv. Cuando se precise tecnología especialmente avanzada.
v. Que la ejecución sea particularmente compleja.
vi. En los suministros en todos los casos, salvo que los productos a adquirir
estén perfectamente definidos por estar normalizados.
vii. En los servicios, lo mismo, en todos los casos, salvo que las prestaciones
estén perfectamente definidas técnicamente.
2. Por otro lado, hay que tener presente que muchos de los contratos que se
hacen están cofinanciados con el dinero de otra Entidades, dinero que es
de difícil y costosa obtención. Una vez obtenido, los gestores debemos
poner en práctica todas nuestras “habilidades” para que todos o la mayor
parte de los fondos obtenidos sean invertidos.
CONCLUSIONES.
LA VALORACIÓN DE LAS OFERTAS POR EL COMITÉ DE EXPERTOS
EN LA LEY DE CONTRATOS DEL SECTOR PÚBLICO