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Punto de vista

Tendencias en resucitación cardiopulmonar


RAÚL J. GAZMURIa Y JESÚS-ANDRÉS ÁLVAREZ-FERNÁNDEZb
a
Panellist of the International Consensus Conference on CPR & ECC Science with Treatment Recommendations – ILCOR
C2005. Professor of Medicine and Associate Professor of Physiology and Biophysics. Rosalind Franklin University of Medicine
and Science. North Chicago VA Medical Center and Medical Service. Section of Critical Care Medicine. Chicago. Illinois.
Estados Unidos.
b
Delegado del Plan Nacional de RCP de la SEMICYUC en la Conferencia ILCOR C-2005. Unidad de Neurosonología
y Hemodinámica Cerebral. Hospital Hospiten-Rambla. Santa Cruz de Tenerife. Islas Canarias. España.

Menos del 10% de las personas que sufren una est potential for improving outcome can be rec-
parada cardíaca son resucitados con éxito y re- ognized in cardiopulmonary resuscitation (CPR):
gresan a sus hogares para vivir vidas producti- (1) systems to prevent cardiac arrests through
vas. Nuevos enfoques de la resucitación podrían recognition of early warning signs and timely in-
modificar de forma sustancial este resultado tan tervention, (2) a shift towards a flow-based resus-
triste. Cuatro tendencias en resucitación cardio- citation emphasizing the delivery of high-quality
pulmonar (RCP) parecen tener el mayor potencial uninterrupted CPR limiting the role of ventilation,
para mejorar el pronóstico: a) los sistemas para (3) the growing role of technology in driving re-
la prevención de la parada cardíaca mediante suscitation interventions, incrementally enhanc-
reconocimiento precoz de los signos de alarma ing the human decision-making process, and (4)
e intervención oportuna; b) el cambio hacia una the use of hypothermia.
resucitación orientada hacia el flujo sanguíneo
enfatizando la realización ininterrumpida de una KEY WORDS: Resuscitation. Emergency cardiovascular care.
RCP de alta calidad con un papel limitado de la
ventilación; c) el papel creciente de la tecnología
que guía las intervenciones en resucitación y me- INTRODUCCIÓN
jora el proceso humano de toma de decisiones, y
d) el empleo de hipotermia.
La resucitación tras una parada cardíaca continúa
siendo un desafío formidable. Sólo en los Estados
PALABRAS CLAVE: Resucitación. Cuidados de emergencias. Unidos entre 400.000 y 460.000 personas sufren cada
año un episodio de parada cardíaca1, que supera el
millón de afectados si se suman las ocurridas en los
TRENDS IN CARDIOPULMONARY países de la Unión Europea2; en España la incidencia
RESUSCITATION de paradas cardíacas extrahospitalarias de todas las
Less than 10% of those individuals who suffer causas supera los 50.000 casos anuales3,4. Sin embar-
an episode of sudden cardiac arrest are success- go, menos del 10% de estos individuos son resucita-
fully resuscitated and return home to live pro- dos con éxito y regresan a sus hogares para vivir vidas
ductive lives. New approaches to cardiac resus- productivas5-7. Por consiguiente, hay una urgente ne-
citation could substantially improve such dismal cesidad de nuevos enfoques de la resucitación que
outcome. Four current trends that have the great- puedan modificar de forma sustancial este resultado
tan triste.
Actualmente pueden ser reconocidas muchas ten-
dencias en resucitación cardiopulmonar (RCP). Sin
Correspondencia: Dr. R.J. Gazmuri.
Medical Service (111F).
embargo, hay cuatro que, en nuestra opinión, tienen
North Chicago VA Medical Center. el mayor potencial para mejorar el pronóstico: a) los
3001 Green Bay Road; North Chicago, Illinois, 60064 sistemas para la prevención de la parada cardíaca me-
Correo electrónico: raul.gazmuri@rosalindfranklin.edu
diante reconocimiento precoz de los signos de alarma
Manuscrito aceptado el 19-10-2007. e intervención oportuna; b) el cambio hacia una resu-

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citación orientada hacia el flujo sanguíneo enfatizan- electrocardiográfica, como las unidades de cuidados
do la realización ininterrumpida de una RCP de alta intensivos, las salas de telemetría o los quirófanos, y
calidad con un papel limitado de la ventilación; c) el sin esta capacidad. La decisión de dónde ingresar al
papel creciente de la tecnología en la guía de las in- paciente está basada inicialmente en el proceso que
tervenciones en resucitación y en la mejora del proce- motivó la consulta hospitalaria y puede tener un pro-
so humano de toma de decisiones, y d) el empleo de fundo impacto en la supervivencia de una parada car-
hipotermia. díaca hospitalaria. Su supervivencia oscila entre el 15
y el 20%. La mayoría de las paradas cardíacas en las
que el paciente sobrevive suceden en áreas de moni-
PREVENCIÓN DE LA PARADA CARDÍACA
torización; a menudo se tratan de FV en el seno de
La prevención de la parada cardíaca afrontando los eventos isquémicos cardíacos primarios. En estas cir-
procesos con gran riesgo de producirla tiene el mayor cunstancias las intervenciones diagnósticas y tera-
potencial para reducir su incidencia. Un ejemplo ex- péuticas pueden iniciarse con mínima demora. Por el
celente es el de la enfermedad coronaria, en la que la contrario, los pacientes admitidos en áreas sin moni-
modificación del estilo de vida y el empleo de trata- torización desarrollan típicamente paradas cardíacas
mientos que alteran la evolución de los procesos pa- como consecuencia de reducciones progresivas en la
tológicos pueden tener un profundo impacto pronós- oxigenación o el flujo sanguíneo a órganos vitales
tico. Sin embargo, la prevención a la que hacemos que siguen a deterioros en la función respiratoria, cir-
referencia en este capítulo es la relacionada con el culatoria o del sistema nervioso central. Cuando ocu-
reconocimiento precoz por el público general y los rren estas paradas cardíacas, frecuentemente el perso-
profesionales sanitarios de un evento que comprome- nal que encuentra al paciente inconsciente y sin
te la vida, que permitirá evitar la parada cardíaca o ventilación realiza el diagnóstico. Se pierde así un
iniciar sin demoras las maniobras de RCP. tiempo precioso y, a menudo, se inicia la RCP con
mayores demoras que en las áreas monitorizadas, lo
que explica un mayor daño cardíaco y cerebral que
Prevención de la parada cardíaca hace imposible una supervivencia significativa inclu-
extrahospitalaria so aunque se recuperara inicialmente la actividad car-
díaca.
En la población adulta la mayoría de los episodios
Estudios recientes han demostrado que los proble-
de parada cardíaca extrahospitalaria no traumática
mas respiratorios y circulatorios que llevan a parada
ocurren en más del 90% de los casos como resultado
cardíaca en pacientes hospitalizados no son reconoci-
de eventos cardíacos primarios productores de fibrila-
dos a tiempo y, de serlo, no son tratados adecuada-
ción ventricular (FV), actividad eléctrica sin pulso
mente13. Los estudios han demostrado también que
(AESP) o asistolia. El mecanismo precipitante es a
los médicos y las enfermeras que trabajan en las salas
menudo un evento coronario agudo con trombosis co-
de hospitalización convencional no están bien entre-
ronaria en cerca del 50% de las víctimas8. El recono-
nados para reconocer los deterioros en la funciones
cimiento precoz de los síntomas y signos del evento
fisiológicas ventilatoria, circulatoria y neurológica ni
coronario agudo puede servir para activar el sistema
para intervenir adecuadamente o pedir ayuda a perso-
de emergencias médicas (SEM) y permite realizar
nal competente de forma oportuna y efectiva13.
precozmente acciones para evitar o tratar la parada
En respuesta a este problema tan extendido, mu-
cardíaca y llevar a la víctima al hospital para comple-
chos hospitales han comenzado a desarrollar sistemas
tar su manejo. Los síntomas de un posible síndrome
para reconocer y tratar precozmente los deterioros
coronario agudo que deben ser conocidos incluyen: a)
fisiológicos que preceden a la parada cardíaca13-16.
molestia torácica que dura más de unos pocos minutos
Estos sistemas pueden tener diferentes características
(y puede recurrir) y es percibido como sensación de
en diferentes instituciones, pero pueden identificarse
presión, estrujamiento, plenitud o dolor; b) molestias
dos componentes básicos comunes en todos ellos,
en otra localización, como brazos, espalda, cuello,
uno orientado a la detección precoz de las situaciones
mandíbula o epigastrio; c) limitación de la ventilación
de riesgo vital y otro a la intervención oportuna y
que precede, acompaña o sigue al malestar torácico, y
efectiva. El primero adopta habitualmente la forma
d) otros síntomas, como sudor frío, náuseas, aturdi-
de un sistema de alarma estandarizado que puede ser
miento o mareo. Los esfuerzos para educar a la pobla-
aplicado por los profesionales sanitarios a cargo de la
ción en el reconocimiento de estos síntomas y en la
monitorización de los signos vitales del paciente. Un
activación precoz del sistema de emergencias (p. ej.,
enfoque es asignar puntos a los signos vitales rutina-
llamando al teléfono 911 en Estados Unidos y al 112
rios y acciones según la puntuación total, que pueden
en Europa), junto con la promoción del conocimiento
ser desde aumentar la frecuencia de las determinacio-
de la RCP, pueden tener un impacto favorable cuanti-
nes hasta la inmediata llamada de petición de ayuda.
ficable en el pronóstico de la parada cardíaca9-12.
Otro enfoque es asignar un umbral de valores a las
variables fisiológicas que lleva a la inmediata peti-
ción de ayuda en caso de ser superado. La tabla 1
Prevención de la parada cardíaca hospitalaria
muestra un ejemplo de un sistema de alarma precoz
Las áreas de hospitalización se pueden clasificar desarrollado según umbrales de valores. Debe men-
en dos grupos: con capacidad para monitorización cionarse que este sistema no está basado en la eviden-

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TABLA 1. Sistema basado en signos precoces mente efectivo y restablecer con éxito la actividad
de alarma cardíaca con mínima o ninguna intervención adicio-
¡Llamar al teléfono previsto de la UCI de traspasarse alguno de estos umbrales!
nal. Sin embargo, en los casos en que la resucitación
se inicia tras intervalos prolongados de parada cardía-
Suceso Umbral ca no tratada, la capacidad de restablecer la actividad
cardíaca depende de generar, con medios artificiales,
Nivel de conciencia Cambio agudo en el estado mental flujos sanguíneos coronarios por encima de un um-
 o caída > 2 puntos en la escala de bral crítico de resucitación.
Glasgow del coma
Movimientos anormales Convulsiones repetidas Las compresiones torácicas manuales son el pri-
 o prolongadas mer medio para generar flujos sanguíneos anterógra-
Frecuencia respiratoria < 8 o > 28 respiraciones/min dos y, por lo tanto, coronarios durante la parada car-
Esfuerzo inspiratorio Estridor o uso de la musculatura díaca. Sin embargo, los reanimadores a menudo
 accesoria respiratoria
Saturación arterial < 90% a pesar de oxígeno tienen otras prioridades y los esfuerzos para conse-
de oxígeno  suplementario o necesidad de FiO2 guir flujo sanguíneo anterógrado pueden entrar en
> 0,6 conflicto con los de asegurar la vía aérea, promover
pH arterial < 7,25 unidades la ventilación o restablecer la actividad eléctrica car-
Frecuencia cardíaca < 40 o > 130 lat/min díaca.
Presión arterial sistólica < 90 mmHg
Diuresis < 200 ml en 8 h (recogida mediante Hay actualmente un creciente reconocimiento de
 sonda) en un paciente que la importancia crucial de la generación de flujo san-
no recibe diálisis guíneo para el éxito de la resucitación19-23. El mensaje
Sangrado agudo Hematocrito < 22% o necesidad marco de las nuevas recomendaciones para RCP y
 de transfusión de más de
4 concentrados de hematíes
cuidados cardíacos de emergencia24,25 es que los re-
en menos de 24 h animadores deben centrar sus esfuerzos en proporcio-
Sodio en sangre > 165 mEq/l nar RCP de calidad reduciendo al mínimo las inte-
rrupciones relacionadas con la ventilación, la
desfibrilación, la administración de fármacos o la va-
loración del pulso.
El análisis detallado de la hemodinámica de la
cia científica, pero refleja el juicio clínico colectivo
RCP revela que una clave determinante de la resuci-
dirigido por la fisiopatología de la enfermedad críti-
tación inicial es la presión de perfusión coronaria.
ca.
Esta presión se define como el gradiente establecido
Una vez que se reconoce la situación de riesgo vi-
entre la aorta y la aurícula derecha durante la fase de
tal, deben iniciarse sin demora las actuaciones tera-
relajación de la compresión torácica. Ya que la is-
péuticas apropiadas. Los hospitales han mantenido
quemia induce máxima vasodilatación coronaria, el
tradicionalmente equipos que se los llamaba después
aumento de la presión de perfusión se sigue de au-
de producirse la parada cardíaca. Sin embargo, para
mentos proporcionales en el flujo sanguíneo. Se han
intervenir antes de que ésta se produzca algunos hos-
demostrado en modelos animales y en víctimas hu-
pitales han comenzado a implantar «equipos de emer-
manas de paradas cardíacas umbrales críticos de es-
gencias», cuya responsabilidad primaria es responder
ta presión de perfusión coronaria para una resucita-
ante los signos de riesgo previamente mencionados.
ción con éxito. Tales umbrales se corresponden con
Estos equipos varían en su composición y finalidad;
unos 10 mmHg en cerdos26, 20 mmHg en ratas27 y
pueden ser similares a los equipos de parada o, de
perros28, y unos 15 mmHg en humanos29. Por lo tan-
hecho, ser el mismo equipo de parada con responsa-
to, los esfuerzos para aumentar la presión de perfu-
bilidades ampliadas. Una información más detallada
sión coronaria por encima del umbral de resucita-
sobre los diversos sistemas disponibles excede los
ción son esenciales para el éxito de la maniobra (fig.
objetivos de este capítulo pero está disponible en va-
1). Una vez que se ha superado este umbral dichas
rios artículos recientes13-18. Este esquema, basado en
presiones deben mantenerse durante varios minutos
signos de alarma y equipos de intervención, está to-
para promover las condiciones metabólicas miocár-
davía en sus comienzos y sería precipitada su implan-
dicas necesarias para el éxito de la resucitación22:
tación general antes de confirmarse su efectivi-
las interrupciones pueden ser muy perjudiciales en
dad17,18.
la RCP19,30.
El principal determinante de la perfusión coronaria
ResucitACIÓN ORIENTADA HACIA es la presión diastólica aórtica, que refleja el efecto
EL FLUJO SANGUÍNEO combinado del flujo sanguíneo anterógrado y de la
resistencia vascular periférica. La presión diastólica
Fundamentos
auricular derecha se mantiene sin cambios durante la
Cuando fallan los esfuerzos para evitar la parada resucitación a tórax cerrado y es mínimamente sus-
cardíaca, los reanimadores se enfrentan al formidable ceptible de manipulación terapéutica. Por lo tanto,
reto de intentar restaurar la vida. En las paradas car- pueden conseguirse incrementos en la presión de per-
díacas presenciadas un tratamiento rápido de la causa fusión coronaria aumentando el flujo sanguíneo ante-
desencadenante (p. ej., desfibrilación eléctrica de la rógrado, la resistencia vascular periférica o ambos. El
FV o ventilación de la asfixia) puede ser absoluta- primero se aumenta mediante intervención mecánica

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Paradas cardíacas
extrahospitalarias (n = 100) 1,5
80 9/12

Gasto cardíaco normalizado


5/7

60 1,0
Resucitados (%)

10/23
40
0,5
20

0/58
0 0
< 15 15-20 21-25 > 25 0 2 4 6
Presión de perfusión coronaria
(mmHg) Profundidad de la compresión (cm)

Figura 1. Relación entre la presión de perfusión coronaria y la Figura 2. Relación entre la profundidad de las compresiones
recuperación de la circulación espontánea en víctimas adultas de torácicas y el flujo sanguíneo anterógrado generado. Las medi-
paradas cardíacas extrahospitalarias. La presión de perfusión co- das fueron realizadas en un modelo canino de parada cardíaca.
ronaria se midió a la llegada al servicio de urgencias de pacientes Modificado de Babbs et al35.
en los que habían fracasado los esfuerzos iniciales de resucitación.
Adaptado de Paradis et al29.

y el último, mediante administración de agentes vaso- dose de forma considerable de la profundidad, la fre-
presores. cuencia y la relación compresión-ventilación
recomendadas40-42. Una pobre RCP se verá empeora-
da por interrupciones frecuentes que harán que un
Aumento del flujo sanguíneo anterógrado
elevado número de compresiones sean menos profun-
La compresión torácica manual se enseña en el das de lo recomendado20,43. Se cree que una RCP de
mundo entero al público general y a los resucitadores baja calidad es la causa del fracaso en la resucitación
profesionales, y representa la técnica básica sistemá- de un considerable número de víctimas de parada car-
tica para generar flujo sanguíneo durante la RCP es- díaca, aunque la magnitud exacta del problema es
tándar. El mecanismo por el que la compresión torá- difícil de determinar. Por lo tanto, se ha emprendido
cica manual genera flujo incluye, predominantemente, una campaña vigorosa para alertar a los resucitadores
un mecanismo de bomba cardíaca en el que el flujo sobre su realidad y promover esfuerzos para mejorar
sanguíneo anterógrado es, en parte o completamente, la calidad de la RCP.
el resultado de la compresión directa del corazón en- Se requieren, por lo tanto, soluciones creativas.
tre el esternón y la columna vertebral31-34. Como se discutirá más adelante, los sistemas de mo-
Desde esta perspectiva la profundidad de la com- nitorización que ofrecen retroalimentación en tiempo
presión torácica es un determinante crítico del flujo real están siendo desarrollados e incorporados a des-
sanguíneo anterógrado. Se ha demostrado en estudios fibriladores externos automáticos (DEA) en un inten-
con modelos animales que debe excederse un umbral to por guiar a los resucitadores para administrar com-
de compresión antes de que el flujo sanguíneo ante- presiones torácicas manuales de acuerdo con las
rógrado pueda generarse y que tras superarse ese um- recomendaciones. De forma añadida, los resucitado-
bral el flujo aumenta en proporción a la profundidad res pueden guiar sus compresiones torácicas cono-
de la compresión35,36. Sin embargo, una vez alcanzada ciendo estimaciones del flujo sanguíneo anterógrado.
una profundidad de compresión máxima no se obtie- Una de estas medidas es la presión de CO2 telespira-
nen mayores beneficios hemodinámicos, pero au- toria que ha mostrado una estrecha relación con el
menta el riesgo de lesionar la pared torácica o las flujo sanguíneo anterógrado y la presión de perfusión
vísceras abdominales37-39. Por lo tanto, la compresión coronaria generada, y es un predictor del pronóstico
torácica manual actúa dentro de una estrecha relación inicial de la resucitación44-48. La monitorización con-
profundidad-flujo por lo que debe prestarse gran tinua de la pCO2 telespiratoria, mediante el empleo de
atención a la calidad de la técnica para maximizar su los dispositivos ya comercializados o de los sensores
efectividad hemodinámica (fig. 2). incluidos en los DEA, permite a los resucitadores
Desafortunadamente, estudios recientes han mos- ajustar la técnica de compresión torácica para obtener
trado que la calidad con que se realiza la compresión la mayor pCO2 telespiratoria posible, por lo que sería
torácica –incluso por resucitadores entrenados y ex- deseable un mayor empleo de estos dispositivos en
perimentados– es sorprendentemente pobre, desvián- resucitación.

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Retorno venoso para resucitadores sanitarios podría tener un efecto


favorable inmediato en el pronóstico de las resucita-
Como el corazón latiendo normalmente, el flujo ciones. Sin embargo, se requiere un trabajo adicio-
sanguíneo anterógrado generado por la compresión nal para definir de forma más precisa los requeri-
torácica también produce retorno venoso y precarga mientos ventilatorios durante la RCP. Los estudios
adecuados. El retorno venoso hacia el tórax es causa- han demostrado que no están justificados los esfuer-
do por el gradiente de presión establecido entre las zos para eliminar CO2 mediante ventilación con vo-
estructuras vasculares extratorácicas e intratorácicas; lúmenes minuto fisiológicos. El estado de muy bajo
esos cambios en la presión intratorácica son los que flujo existente durante la RCP excluye a numerosos
influyen en el retorno venoso. Este relativamente lechos vasculares y limita la cantidad de CO2 que es
simple (aunque todavía no ampliamente reconocido) transportada hacia los pulmones54. Incluso si ocu-
concepto está adquiriendo relevancia práctica gracias rriera retención de CO2 la resucitación sólo estaría
a recientes estudios que han demostrado que el retor- comprometida con cifras muy altas de PCO2, habi-
no venoso (y el ulterior flujo sanguíneo anterógrado) tualmente por encima de 100 mmHg55. Además, en
puede reducirse por la hiperventilación49,50 y aumen- condiciones de deprivación de oxígeno las células
tar por los dispositivos que generan vacío intratoráci- aprecian más un medio ácido que alcalino56-58. Por lo
co51-53. tanto, no hay argumentos para ventilar agresivamen-
En un estudio realizado en 13 víctimas de parada te durante la RCP.
cardíaca extrahospitalaria una ventilación meticulosa Aplicando el mismo razonamiento, los descensos
realizada por resucitadores profesionales administró en la presión torácica podrían utilizarse para aumen-
una media de 30 ± 3,2 (intervalo, 15-49) ventilacio- tar el retorno venoso. Estudios de laboratorio y clíni-
nes/min. La duración de cada ventilación fue de 1 ± cos demostraron precozmente que se podía aumentar
0,1 s de forma que el porcentaje de tiempo en el que el retorno venoso mediante descompresión activa de
se registró una presión positiva en los pulmones fue la cavidad torácica59, con un dispositivo de copa de
el 47 ± 4%. Ningún paciente sobrevivió en este estu- succión que permitía la elevación manual de la pared
dio49. Los investigadores examinaron entonces este anterior del tórax60,61. Se esperaba que el vacío intra-
fenómeno en un modelo animal de parada cardíaca y torácico generado aumentase el retorno venoso; sin
encontraron que un incremento de 12 a 20 y 30 en el embargo, pronto se vio que tal vacío podía disiparse
número de ventilaciones por minuto se acompañaba fácilmente si la vía aérea estaba permeable permitien-
de aumentos en la presión intratraqueal media de 7 ± do entrar aire en lugar de sangre en la cavidad toráci-
1 a 12 ± 1 y 18 ± 1 mmHg y descensos en la presión ca. Entonces el doctor Keith Lurie desarrolló un dis-
de perfusión coronaria de 23 ± 1 a 20 ± 2 y 17 ± 2 positivo de válvula para permitir la entrada de aire en
mmHg. En otra serie de experimentos la superviven- los pulmones sólo cuando se superaba un determina-
cia se vio gravemente comprometida por ventilación do umbral de presión62,63. El llamado «dispositivo de
a 30 veces/min comparada con 12 veces/min49. Este umbral de impedancia» se ha mostrado capaz de au-
efecto no era explicable por hipocapnia, pues la adi- mentar el retorno venoso tanto en la RCP como en
ción de CO2 al 5% al gas respirado no mejoró el pro- otros estados de bajo flujo, como el shock hemorrági-
nóstico. co (fig. 3)64-67. Las recomendaciones 2005 para RCP
Por lo tanto, evitar frecuencias mayores que las y cuidado cardiovascular de emergencia concluyeron
12 ventilaciones/min actualmente recomendadas que este dispositivo probablemente sea efectivo y le

Puerto ventilatorio
Luces indicadoras de frecuencia
ventilatoria para indicar al socorrista
la frecuencia adecuada para
optimizar el gasto cardíaco Botón interruptor de la asistencia ventilatoria
y la oxigenación para emplear o no las luces indicadoras

Sistema sensor de presión atmosférica


para aumentar el flujo sanguíneo
hacia el corazón cuando la presión Señalización como material no reutilizable
intratorácica es negativa

Regulador de resistencia para impedir la Puerto del paciente para permitir una conexión
inspiración si se recupera la ventilación rápida y sencilla a un tubo endotraqueal a otro
espontánea accesorio ventilatorio

Figura 3. Ejemplo de dispositivo comercializado de umbral de impedancia para crear un vacío intratorácico entre compresiones. Incluye
también un temporizador para guiar a los socorristas en la administración de un número adecuado de ventilaciones y compresiones (dispo-
nible en: http://www.advancedcirculatory.com).

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asignaron una clase IIa para su recomendación de uso nual) a tórax abierto77-80 y la circulación extracorpó-
durante la RCP24,25. rea a través de un acceso venoso periférico81-85. Estas
técnicas son capaces de producir flujos sanguíneos a
niveles próximos al gasto cardíaco normal con el ma-
saje cardíaco directo o incluso superiores con la cir-
Nuevas técnicas de resucitación
culación extracorpórea86. Sin embargo, el uso de estas
La búsqueda de técnicas más potentes de resucita- técnicas requiere una formidable dedicación de per-
ción ha dado frutos en el pasado que todavía no se han sonal entrenado y de equipamiento; aunque todavía
materializado en técnicas de amplia aceptación, a pe- no hay pruebas definitivas de que puedan mejorar el
sar de demostrar que son capaces de aumentar el flu- pronóstico final de los pacientes. Para que estas téc-
jo sanguíneo anterógrado. Éste es el caso de la RCP nicas tengan éxito hay que aplicarlas muy precoz-
con compresión abdominal interpuesta («contrapul- mente tras el inicio de la parada cardíaca; aunque con
sación abdominal»), que consiste en la compresión frecuencia son un último recurso, cuando la RCP con-
del abdomen durante la fase de relajación de las com- vencional ha fracasado y, por lo tanto, en situaciones
presiones torácicas68-70. El propósito es aumentar el en que los órganos vitales han sufrido ya lesiones gra-
retorno venoso inmediatamente antes de la compre- ves de isquemia y reperfusión.
sión torácica y limitar el flujo aórtico distal para au-
mentar la presión de perfusión aórtica central. En una
AVANCES TECNOLÓGICOS
reciente revisión bibliográfica, Babbs71 encontró que
la mayoría de los estudios en animales y clínicos apo- La tecnología desempeñará, probablemente, un
yaban la efectividad de la compresión abdominal in- papel cada vez más prominente durante la resucita-
terpuesta. ción cardíaca, no sólo por la posibilidad de nuevos y
Recientemente se ha desarrollado un vendaje para más efectivos dispositivos, sino también por incor-
compresión automática que genera flujo anterógrado porar datos en tiempo real capaces de mejorar el
constriñendo circunferencialmente la pared anterior proceso de toma de decisiones. Por ejemplo, los
del tórax contra un tablero rígido (AutoPulse™)72,73. DEA no son sólo cajas de desfibrilación, además de
El concepto proviene de estudios previos que emplea- sus capacidades iniciales de reconocer arritmias
ron chalecos circunferenciales parecidos a un gran desfibrilables e indicar a los socorristas el momento
manguito de presión arterial y enrollados alrededor de la descarga mediante señales acústicas, los DEA
del tórax que, cuando eran inflados y desinflados, po- actuales también indican a los socorristas cuándo
dían generar presiones durante la RCP que eran supe- deben realizar RCP. De hecho, se ha argumentado
riores a las generadas por la RCP convencional72,74. que algunos de los efectos favorables de la implan-
Recientemente se investigaron los efectos hemodiná- tación de programas de acceso público a la desfibri-
micos del AutoPulse™ en 31 sujetos que habían su- lación87 son resultado de promover la RCP del pú-
frido una parada cardíaca hospitalaria y en los que blico independientemente de su capacidad para la
habían fracasado 10 min de soporte vital avanzado desfibrilación precoz.
estándar. Se introdujeron catéteres hasta la aorta torá- Por otra parte, las compañías están desarrollando
cica y hasta la aurícula derecha para calcular la pre- algoritmos para el análisis en tiempo real de la mor-
sión de perfusión coronaria. Los sujetos recibieron fología de las FV, lo que podrá permitir no sólo dis-
períodos de RCP estándar a 100 compresiones/min tinguir entre los ritmos desfibrilables o no desfibrila-
alternando con períodos de AutoPulse™ aplicados a bles, sino también determinar la probabilidad de éxito
60 compresiones/min. Todos los sujetos fueron intu- de una descarga para recuperar una actividad eléctri-
bados y ventilados a 12 insuflaciones/min mediante ca cardíaca organizada. Esta capacidad añadida per-
una bola con válvula unidireccional. Se administró mitirá facilitar una mejor sincronización de las des-
adrenalina (1 mg en bolo) a intervalos de 3 a 5 min. cargas eléctricas, minimizando los efectos
AutoPulse™ produjo mayores presiones máximas perjudiciales en la resucitación derivados de la inte-
aórticas (153 ± 28 mmHg frente a 115 ± 42 mmHg; p rrupción en las compresiones torácicas30 y del excesi-
< 0,0001) y mayores presiones de perfusión corona- vo número de descargas eléctricas88.
rias (20 ± 12 mmHg frente a 15 ± 11 mmHg; p < Las empresas líderes en la fabricación de desfibri-
0,015). Aunque el beneficio hemodinámico parece ladores están desarrollando también tecnologías para
modesto, los pequeños incrementos en la presión de monitorizar la frecuencia y la profundidad de las
perfusión coronaria pueden tener un impacto crucial compresiones. Una de estas tecnologías consiste en
en la resucitación. Sin embargo, dos ensayos clínicos un acelerómetro introducido en un dispositivo que se
amplios han dado resultados contradictorios y en el coloca en la pared anterior del tórax y permite una
que los pacientes fueron asignados de forma aleatoria monitorización continua de los desplazamientos del
a RCP estándar o AutoPulse™ los autores no encon- esternón, lo que facilita al socorrista información re-
traron diferencias en el pronóstico75,76. Por lo tanto el troalimentada para asegurar una frecuencia y una
asunto todavía está en evaluación y se requerirán más profundidad apropiadas en las compresiones. Estos
estudios para determinar el papel de AutoPulse™ en nuevos dispositivos también pueden monitorizar la
la resucitación. ventilación y emitir señales para asegurar frecuencias
Otras técnicas más potentes para generar flujo an- adecuadas de ventilación y compresión, junto con in-
terógrado incluyen el masaje cardíaco directo (ma- formación retroalimentada para corregir errores.

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Otra muestra interesante de la tecnología que se hielo, la evidencia de su utilidad ha estimulado el in-
está desarrollando es la alarma implantable de parada terés por desarrollar enfoques tecnológicos más con-
cardíaca. Actualmente se está probando en humanos venientes no sólo para el enfriamiento externo, sino
un prototipo experimental tras su desarrollo en mode- también para el enfriamiento interno mediante dispo-
los animales. Este dispositivo se coloca subcutánea- sitivos intravasculares. Actualmente hay una firme
mente en la región precordial y su contenido electró- tendencia hacia un más amplio uso de la hipotermia
nico le permite monitorizar de forma continua el tras resucitación con esfuerzos por iniciarla lo antes
electrocardiograma. Su señal se transmite a una esta- posible, idealmente durante la propia parada cardía-
ción remota en la que se puede monitorizar el electro- ca. Se cree que la hipotermia además tiene otros efec-
cardiograma. En caso de ritmo cardíaco que compro- tos favorables, con respuestas tisulares adaptativas,
meta la vida, puede activarse un sistema de respuesta que pueden implicar la activación de vías de supervi-
que incluya al servicio de emergencias, junto con una vencia y la modulación de la inflamación97.
alarma local que atraiga a personas próximas a la víc-
tima para que respondan rápidamente de forma apro-
piada hasta la llegada del personal de emergencias.
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posibles buenos resultados incluso tras períodos pro- pital cardiac arrest. Ann Emerg Med. 1999;34:517-25.
longados sin flujo y prolongados esfuerzos de resuci- 6. Fredriksson M, Herlitz J, Nichol G. Variation in outcome in
tación89,90. Por estas razones los investigadores han si- studies of out-of-hospital cardiac arrest: a review of studies con-
forming to the Utstein guidelines. Am J Emerg Med. 2003;21:276-
do tentados durante décadas por la idea de inducir la 81.
hipotermia durante la parada cardíaca. Diversos estu- 7. Rea TD, Eisenberg MS, Sinibaldi G, White RD. Incidence
dios experimentales realizados en modelos animales of EMS-treated out-of-hospital cardiac arrest in the United States.
de parada cardíaca apoyaron el concepto de que la hi- Resuscitation. 2004;63:17-24.
potermia durante la parada cardíaca es efectiva para 8. Spaulding CM, Joly LM, Rosenberg A, Monchi M, Weber SN,
Dhainaut JF, et al. Immediate coronary angiography in survivors of
minimizar el daño, ya que promueve un mejor funcio- out-of-hospital cardiac arrest. N Engl J Med. 1997;336:1629-33.
namiento miocárdico y cerebral tras la resucitación91,92. 9. Herlitz J, Ekstrom L, Wennerblom B, Axelsson A, Bang A,
Sin embargo, hay importantes dificultades logísticas Holmberg S. Effect of bystander initiated cardiopulmonary resus-
que limitan la aplicación de la hipotermia durante la citation on ventricular fibrillation and survival after witnessed car-
diac arrest outside hospital. Br Heart J. 1994;72:408-12.
parada cardíaca, aunque se han considerado factibles 10. Gallagher EJ, Lombardi G, Gennis P. Effectiveness of bys-
soluciones sencillas como la administración rápida de tander cardiopulmonary resuscitation and survival following out-
suero salino frío. of-hospital cardiac arrest. JAMA. 1995;274:1922-5.
También se han realizado estudios para investigar 11. Spearpoint KG, McLean CP, Zideman DA. Early defibrilla-
el papel de la inducción de hipotermia tras la resuci- tion and the chain of survival in ‘in-hospital’ adult cardiac arrest;
minutes count. Resuscitation. 2000;44:165-9.
tación de una parada cardíaca. Aunque inicialmente 12. Zafari AM, Zarter SK, Heggen V, Wilson P, Taylor RA,
su empleo es contrario a la intuición al haberse pro- Reddy K, et al. A program encouraging early defibrillation results
ducido ya el daño isquémico, los estudios han mos- in improved in-hospital resuscitation efficacy. J Am Coll Cardiol.
trado que este enfoque es efectivo. Dos ensayos clíni- 2004;44:846-52.
cos aleatorizados han demostrado que los pacientes 13. Kause J, Smith G, Prytherch D, Parr M, Flabouris A,
Hillman K. A comparison of antecedents to cardiac arrests, dea-
que persisten comatosos tras la resucitación de la pa- ths and emergency intensive care admissions in Australia and
rada cardíaca se benefician de un período de 12 a 24 New Zealand, and the United Kingdom –the ACADEMIA study.
h de hipotermia a una temperatura interna entre 32 y Resuscitation. 2004;62:275-82.
34 °C93,94. Estos estudios, junto con datos preclínicos 14. Bristow PJ, Hillman KM, Chey T, Daffurn K, Jacques TC,
sólidos y muchos otros ensayos clínicos más peque- Norman SL, et al. Rates of in-hospital arrests, deaths and intensive
care admissions: the effect of a medical emergency team. Med J
ños, han aportado la evidencia requerida por muchas Aust. 2000;173:236-40.
autoridades, incluidas las redactoras de las más re- 15. Bellomo R, Goldsmith D, Uchino S, Buckmaster J, Hart G,
cientes pautas en CPR y cuidados cardiovasculares de Opdam H, et al. Prospective controlled trial of effect of medical
emergencia, para recomendar el empleo clínico de la emergency team on postoperative morbidity and mortality rates.
Crit Care Med. 2004;32:916-21.
hipotermia tras resucitación95,96. Aunque los dos ensa- 16. DeVita MA, Braithwaite RS, Mahidhara R, Stuart S, Foraida
yos clínicos antes mencionados realizaron intensos M, Simmons RL. Use of medical emergency team responses to
esfuerzos para el enfriamiento de superficie, que in- reduce hospital cardiopulmonary arrests. Qual Saf Health Care.
cluía la circulación de aire frío o el uso de bolsas de 2004;13:251-4.

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