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FUNDACION UNIVERSITARIA INTERNACIONAL DEL TROPICO AMERICANO

Sandra Liliana Silva Agudelo


ECONOMIA VII
13 de marzo de 2009

¿COLOMBIA HA SIDO RESPONSABLE EN


LA ADOPCION DEL CONVENIO DE BASILEA?

La implantación de leyes medio ambientales ha sido el tema de mayor


preponderancia a nivel mundial, y que por lo tanto nuestro país Colombia por
sus condiciones de potencia en biodiversidad no podría quedarse relegado.
Pero ¿Porque adoptar una ley para hacernos responsables de los daños
resultantes de los movimientos transfronterizos de desechos peligrosos y su
correspondiente eliminación? ¿Qué mejoras nos ha traído la Ley 945 de 2005
en nuestro país?

Por medio de la siguiente ponencia se pretende identificar las causas que


generaron la adopción del Convenio de Basilea por medio de la Ley 945 de
2005. Y en segundo lugar reconocer los beneficios y/o fracasos en su
implementación.

Por medio de la siguiente ponencia se pretende explicar las razones de haber


adoptado el Convenio de Basilea y si realmente ha traído beneficios para
proteger y conservar nuestra biodiversidad.

Como antecedentes tenemos que la situación preocupante que se evidenció en


la década de los ochenta a nivel internacional en relación con el manejo
inadecuado de desechos y la vulnerabilidad de los países en desarrollo frente a
la llegada masiva de cargamentos de desechos provenientes de los países del
Norte para ser enterrados o dispersados en su territorio, generó el "Convenio
de Basilea sobre el control de los movimientos transfronterizos de los desechos
peligrosos y su eliminación", el cual fue adoptado por más de 158 países con el
auspicio del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente PNUMA.

También se acordó de que por lo menos cada seis años, se evaluaría su


eficacia y, si fuera necesario, a estudiar la posibilidad de establecer una
prohibición completa o parcial de los movimientos transfronterizos de los
desechos peligrosos y otros desechos a la luz de la información científica,
ambiental, técnica y económica más reciente.

El convenio fue adoptado por Colombia en la Ley 253 de 1996 y en la Ley 430
de 1998 por el riesgo del daño para la salud humana, la propiedad y el medio
ambiente causado por los desechos peligrosos y otros desechos y su
movimiento transfronterizo, además por la preocupación que genera el
problema del tráfico ilícito transfronterizo de desechos peligrosos y otros
desechos; adicionando a esto que Colombia produce alguna serie de desechos
peligrosos y los cuales son exportados. Dichas Leyes se actualizaron en la que
ahora conocemos como la Ley 945 de 2005.
Colombia no desconocía por completo este problema antes de la adopción de
la Ley 253 en ya que en el artículo 81 de la Constitución Nacional de 1991 se
prohíbe la introducción de desechos tóxicos.

La siguiente ponencia se guía bajo la hipótesis de que “La Ley 945 de 2005 ha
no ha traído los beneficios esperados para la preservación del medio
ambiente”, por medio de la cual pasaremos a refutarla o afirmarla a través de
un ejemplo en Colombia en el que se ha implementado dicha Ley.

Con la adopción de los términos y desechos peligrosos considerados en la


convención de Basilea se busca tratar y eliminar (por medio de rellenos
sanitarios o reciclaje) los desechos peligrosos lo más cerca posible de su lugar
de generación y si es posible minimizar su producción (volumen y peligrosidad),
incluyendo un régimen de control.

La problemática actual sobre los residuos peligrosos se genera por el hecho de


nuestra industrialización, además se conoce que existe un gran volumen de
información por manejar, cerca de 2´000.000 de sustancias químicas, de ellas
aproximadamente el 70% son activamente usadas en el comercio, y más del
30% son usadas con frecuencia1. Además en la convención se desconocen
como residuos peligrosos los elementos electrónicos (celulares, computadores)
que ingresan a nuestro país en grandes cantidades,

A continuación describiremos un caso donde se evidencia la acción que


realizan las autoridades para dar cumplimiento del Convenio:

“En una bodega de Caracolicito, en El Copey, estuvieron almacenadas 160


toneladas de agroquímicos tóxicos, que inicialmente se planearon para que
fueran tratados en la planta de incineración de Nobsa, Boyacá. Sin embargo,
las autoridades locales y la misma comunidad se opusieron a la iniciativa y
entablaron una acción judicial que ordenó suspender el proceso. El Ministerio
propuso entonces su envío a una planta europea para su incineración. Esa
decisión costó cerca de 250.000 euros y se llevó a cabo en 2004, a pesar de
múltiples inconvenientes ya que los técnicos que ayudaron a sacar los venenos
no estaban preparados.2 Pero Caracolicito y los municipios vecinos no son los
únicos que viven en permanente riesgo. Municipios de Antioquia, Bolívar,
Atlántico, Guainía, Meta, Cundinamarca y Tolima dan cuenta de un problema
mayúsculo que el país todavía no ha valorado en sus verdaderas dimensiones:
los desechos tóxicos.

En total, de acuerdo con inventarios de la Oficina de la ONU para la Agricultura,


FAO, e informes de la Procuraduría General, en Colombia hay por lo menos
5.400 toneladas de desechos tóxicos enterrados o mal embodegados en el
territorio nacional que podrían afectar directa o indirectamente la salud
humana, generando malformaciones congénitas, cáncer y la muerte”.

1
Departamento Nacional de Planeación Unidad De Política Ambiental, Corporación FIUN, PIRS
Universidad Nacional de Colombia
2
Revista Cambio. Editado en Julio 25 de 2006.
Con esta publicación se evidencia la insuficiente acción de la política ambiental
en Colombia, que aunque actualmente existen las leyes el problema es que no
se cumplen, sería una propuesta llegar a prohibir el ingreso de absolutamente
todos lo residuos peligrosos que no puedan ser nuevamente utilizados y que no
sean necesarios en la producción del país, dicha prohibición sería mientras
Colombia cuenta con la infraestructura y cultura ambiental necesaria para la
gestión eficiente y limpia de este tipo de residuos.

Si no es posible realizar esta prohibición seria también prudente realizar un


listado de los productos elaborados por nuestro país y determinar los costos
que representan para Colombia el tratamiento de residuos peligrosos a nivel
nacional y del control en otros territorios e imponerlos a las empresas
generadoras de ellos.

Conclusiones

• El Convenio de Basilea es un tratado ambiental global que regula


estrictamente el movimiento transfronterizo de desechos peligrosos y
estipula obligaciones a las partes para asegurar el manejo ambientalmente
racional de los mismos, particularmente su disposición.

• Se debe direccionar la política ambiental Colombiana y tener en cuenta que,


aunque algunas clases de residuos peligrosos pueden ser devueltos al ciclo
productivo como materia prima para algunos procesos industriales, se
deben prohibir los que no sean reciclables.

• Actualmente se desconocen los efectos directos o indirectos a la salud


humana de algunos de los residuos peligrosos generados a nivel nacional.

• Como reflexión se debe recalcar que la peligrosidad de un residuo se puede


controlar por medio un manejo adecuado y responsable.

Bibliografía
LEY 945 DE 2005 (febrero 17) por medio de la cual se aprueba el "Protocolo de
Basilea sobre responsabilidad e Indemnización por daños resultantes de los
movimientos transfronterizos de desechos peligrosos y su eliminación",
concluido en Basilea el diez (10) de diciembre de mil novecientos noventa y
nueve (1999).

Convenio de Basilea sobre el control de los movimientos transfronterizos de los


desechos peligrosos y su eliminación. Naciones unidas – 1989.

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