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Por Manuel Anido

Espacios urbanos, su evolución y


territorialidad

INDICE

Introducción Pág. 2
Espacios urbanos: ¿creación artificial? Pág. 3
Cobertura territorial desde lo urbano Pág. 4
Nuevas formas de vida urbana Pág. 7
Conclusiones Pág. 12
Bibliografía Pág. 13

1
Introducción

El surgimiento o creación de los espacios urbanos tiene una larga historia


que según Charles Redman1: “La congregación de personas en grandes centros
urbanos marca una de las principales transformaciones de la historia de la
humanidad. Hace unos 6.000 años empezaron a formarse en diferentes partes
del mundo grandes pueblos y, más tarde, ciudades… Este proceso, bautizado
frecuentemente como revolución urbana, implicaba… importantes cambios en la
forma de interacción de las personas, en las relaciones de los seres humanos
con su entorno y en la manera en que los pueblos estructuraban la sociedad.
Los procesos e instituciones que surgieron en aquella época no han cesado de
evolucionar y han conformado la estructura básica de la sociedad urbana
actual”.
Esta revolución urbana puede rastrearse en Mesopotamia (amplio
territorio que en la actualidad incluye Irak, así como el suroeste de Irán y el
oriente de Siria), China, India o Mesoamérica 4.000 ó 5.000 años a. C. Sin
embargo, la humanidad habitó predominantemente, hasta mediados del siglo
XVIII, en pequeños asentamientos, cuya economía dependía directamente de
las actividades primarias. En esta fecha los avances médicos y la mejora de las
condiciones de vida aceleraron bruscamente el ritmo del crecimiento
poblacional que se había mantenido muy lento hasta entonces. El proceso de
urbanización no puede separarse de estas coordenadas demográficas.
Si aceptamos que los seres humanos han existido en la Tierra desde hace
por lo menos un millón de años, durante los primeros 990.000, el tamaño de la
población mundial crecía tan lentamente, que se calcula que 8.000 años a. C.
había unos ocho millones de habitantes, es decir un incremento natural de 15
personas anuales por millón de habitantes. Como consecuencia de la revolución
agrícola acaecida en el Neolítico, el crecimiento se aceleró, y la población se
duplicaba cada 1.500 años: en el año cero de nuestra era había unos 300
millones de personas.
Desde la época romana, hasta el comienzo de la Revolución Industrial la
tasa de crecimiento se incrementó algo y la población mundial alcanzó un
tamaño de 800 millones. Desde entonces, la tasa de crecimiento demográfico
mundial ha aumentado peligrosamente. Entre 1750 y 1950, el descenso de las
tasas de mortalidad, la mayor higiene, y la mejora en la alimentación
permitieron que la humanidad se triplicara, pasando de 800 a 2.500 millones;
veinticinco años más tarde se añaden al cómputo demográfico mundial más de
1.500 millones de personas, haciendo un total de 4.000 millones, lo que implica
un tiempo de duplicación de apenas 37 años. La barrera de los 5.000 millones
se ha saltado en 1990, y la ONU calculó que al remontar el siglo habría unos
6.000 millones de seres humanos. El crecimiento de la población mundial ha
sido acompañado por procesos migratorios hacia las regiones que tenían un
crecimiento poblacional más lento. Y estos procesos migratorios implicaron
también el trasvase de población desde zonas rurales hacia zonas urbanas.
A finales del siglo XVIII, sólo tres de cada 10 personas vivían en
ciudades, y menos del 1 por 100 de la población mundial lo hacía en ciudades de
más de 100.000 habitantes.
En la década de 1970, sin embargo, casi la cuarta parte de la humanidad vivía
en ciudades de ese tamaño. La redistribución de la población desde las zonas
rurales a las urbanas fue más acentuado en los países industrializados. En
realidad, el proceso actual de urbanización comenzó en el Reino Unido, cuna de
la Revolución Industrial, en 1900, cuando su población urbana superó en

1
Charles Redman Profesor de Antropología y director del Centro de Estudios Medioambientales
en la Universidad Estatal de Arizona. Es autor, entre otras publicaciones, de Human Impact on the
Ancient Environment. Biblioteca de Consulta Microsoft Encarta 2005.

2
número a la rural, y el proceso se extendió a Europa. De forma lenta al
principio, y bruscamente después ampliándose al resto del mundo tras la I
Guerra Mundial. Al finalizar el siglo XX uno de cada dos habitantes mundiales
vivía en ciudades, y en el año 2025, más del 60 por 100% de la población se
cree estará clasificada como urbana. Pero estudiar la ciudad y el proceso de
urbanización supone la dificultad inicial de hallar una definición que pueda ser
interpretada como coherente, amplia y aceptada, en este trabajo intentaremos
acercarnos a la respuesta de las interrogantes planteadas.

¿Espacios urbanos: creación artificial?

Como decíamos en la Introducción, el surgimiento o creación de espacios


urbanos, viene de larga data y si bien son, una creación artificial, tienen una
serie de condicionantes o factores causales. Las ciudades comenzaron a surgir
en el neolítico, cuando los grupos de cazadores y recolectores nómadas
adoptaron una vida sedentaria y agrícola. Para protegerse ellos mismos y sus
provisiones de alimentos de los ataques de los nómadas depredadores,
construían sus viviendas dentro de zonas amuralladas o en espacios con
defensas naturales. También era un factor importante poder disponer de agua,
motivo por el cual normalmente se establecían a la orilla de un río. Estos
asentamientos estables condujeron a la especialización y división del trabajo.
Surgieron mercados en los que los artesanos podían cambiar sus productos por
otros diferentes; una clase religiosa iba apareciendo y contribuía a la vida
intelectual.
De este modo las ciudades fueron el lugar adecuado tanto del desarrollo
del comercio y de la industria, como del arte y las ciencias, y desempeñaron una
función esencial en el nacimiento de las grandes civilizaciones. Entre las
ciudades más notables de la antigüedad se encontraban, según el orden de su
desarrollo, Tebas, Menfis, Babilonia, Nínive, Susa, Tiro, Cartago y Jerusalén. Se
cree que Alejandría llegó a superar los 500.000 habitantes, y que Roma fue aún
mayor. Constantinopla, capital del Imperio romano de Oriente, sucedió a Roma
como la ciudad más importante de Europa. En el Oriente islámico, durante parte
de la Edad Media, Bagdad, Damasco y El Cairo contaban con las poblaciones más
numerosas; Córdoba fue la mayor ciudad del Occidente Islámico y, durante un
tiempo, de toda Europa.
En el Lejano Oriente, Chang-An (actual Xi'an), la capital de la dinastía
Han, era hacia el siglo VI la mayor ciudad del mundo construida con anchas vías
públicas trazadas a cordel. En la América precolombina la civilización maya y
otras construyeron vastas ciudades de piedra. En América Latina en el siglo VI
existía ya la ciudad de Teotihuacán, de 21 km2 con toda clase de servicios.
Hacia el siglo IX se ha localizado la ciudad de Chab Chan (cerca de la actual
Trujillo, en Perú: llegó a tener una población de 200.000 habitantes. La ciudad
de Cuzco se fundó en el siglo XI y a la llegada de los españoles, a comienzos del
XVI tenía entre 150.000 y 200.000 habitantes.
Tenochtitlán2 (en el México actual) se fundó en 1325. Capital del Imperio azteca
o méxica pronto inició una expansión que la convirtió en la urbe cabeza de una
red de ciudades cercanas, con más de 300.000 habitantes en el momento de la
llegada de los españoles.

2
Tenochtitlán, ciudad mesoamericana, levantada sobre un grupo de islotes en el lago de Texcoco,
agrupó en una sola ciudad dos fundaciones más antiguas: Tlatelolco y la primigenia Tenochtitlán;
fundada ésta hacia 1325, fue destruida en 1521 por las tropas de Hernán Cortés. Sobre sus restos
se erigió lo que es la ciudad de México.

3
En cambio en Europa el desarrollo de las ciudades en Europa fue uno de
los signos de la desintegración del feudalismo. A principios del siglo XVI, Europa
poseía 6 o 7 ciudades con 100.000 o más habitantes y a finales de siglo ya eran
unas 13 o 14. Aunque aumentó la cantidad de las ciudades durante el siglo
XVII, la población de Europa permaneció estacionaria. La mayor urbe del mundo
a finales del siglo XVIII era Edo (la actual Tokio), con 1,4 millones de
habitantes, producto de la civilización comercial del periodo Tokugawa.
Sin embargo, y refiriéndonos a estos conglomerados como espacios urbanos,
debemos dentro de la Geografía, como ciencia social que no se reduce a una
esfera meramente descriptiva, considerar que en los espacios confluyen y se
combinan objetos geográficos, naturales, sociales y lo propia sociedad en
movimiento que los anima y da vida, ya que esa sociedad, como contenido no es
independiente de los objetos geográficos dice, refiriéndose a los espacios
geográficos, ya que se podría sintetizar el concepto de espacio como un
producto social.
El proceso de urbanización puede definirse como un proceso espacial
compuesto por un conjunto de mecanismos que involucran un mundo dominado
por la ciudad, proceso que comprende dos realidades: crecimiento "urbano" y
"urbanización". El primero hace referencia a la importancia creciente de las
ciudades como concentraciones de población y recursos en un sistema
económico y social determinado. El término "urbanización" se refiere a los
cambios en el comportamiento y en las relaciones sociales que se producen en
la sociedad como resultado de vivir un número creciente de población en las
ciudades.

Cobertura territorial, desde lo urbano

Si nuestra intención es avanzar o aproximarnos a intentar analizar


cualquier sistema urbano, ello será una tarea, que necesariamente requerirá la
interpretación del funcionamiento del territorio, ya que ello abarca no
solamente la realidad de las ciudades en él asentadas, sino sus vínculos, los que
conforman una suerte de malla cuya densidad y extensión sobre el espacio
geográfico pueden ser variables. Según Juan A. Roccatagliata: “Es lógico que al
hablar de ciudades, no sólo se hace referencia al fenómeno en sí, sino a su
población, sus funciones y su jerarquía. Los vínculos entre las ciudades se
establecen a través de las redes; es decir los medios de comunicación y
transporte”3.
Del mismo modo, que cada urbe, tiene un área de influencia, sus
superposiciones, crean las áreas de influencia de los subsistemas o regiones
funcionales, hacia lo que es la cobertura territorial y su posibilidad de
alcanzarlos por parte del sistema urbano nacional. Y ya que tocamos el tema de
las regiones debemos señalar que diversos geógrafos han expresado sus teorías
o aportes al respecto, y en honor a la síntesis no nos referiremos a todas ellas.
No obstante, y según Gloria Zamorano de Montiel en su libro Geografía
Regional, habla al respecto de que quien categoriza de una manera más
coherente las regiones es Dervent Whittlesey4, quien de acuerdo a sus
caracteres las clasifica en tres: regiones de característica única; regiones de
características múltiples, diferenciando en éstas las que él llama nodales y
uniformes, según se organicen en torno a un foco o centro; y regiones totales.
Es William Bunge5 quien sostiene que los tipos de regiones y su clasificación no

3
Roccatagliata, Juan A. Argentina hacia un nuevo ordenamiento territorial. Buenos Aires:
Editorial Planeta, 2ª ed., 1989.
4
Dervent Whittlesey , profesor de Harvard, publica en 1944 en su obra "The Earth and the
State" define a la geohistoria como la ciencia que estudia el grado de relación existente entre el
Estado y el medio natural, tanto cuando coinciden como cuando discrepan entre sí.

4
es más que un problema taxonómico, común a las ciencias, planteando que
referirnos a una región uniforme, implica hablar de una clase areal dentro de
una clasificación ya que una región de un solo carácter está basada en una sola
categoría, en tanto una región que contempla múltiples elementos, es una
clasificación que involucra varias categorías. De modo que para la geografía la
atención debe enfocarse hacia la consideración de las clases areales.
En esta línea, detrás de las regiones formales, homogeneas o uniformes,
no existe la concepción de su tratamiento como casos singulares, sino como
clases que son susceptibles de comparación a escala global. Del mismo modo,
William Bunge considera a las regiones funcionales, nodales o polarizadas,
conectadas con la teoría del lugar central, teoría espacial que intenta explicar la
cantidad, el tamaño y la forma en que están distribuidos los asentamientos,
elaborando un sistema, como punto de partida para estudiar su estructura
mundial.
Esta teoría fue planteada por el geógrafo alemán Walter Christaller6, en
1933, y modificada por el economista August Lösch, también de origen alemán,
en 1954, la misma sostiene que las ciudades o asentamientos se comportan
como centros vinculados a sus zonas circundantes, a las que les proporcionan
uno o más servicios; el tipo de importancia radicará en el número y categorías
de las ciudades o pueblos que mantengan con ese lugar central dependencia y
con el tipo y cantidad de funciones o servicios que éste les proporcione.
También categoriza los tipos de servicios: de orden o rango inferior (como los
suministrados por un comercio local), y los de orden superior, en los que
incluye por ejemplo, la existencia de grandes almacenes, u hospitales.
Esta teoría también considera la distancia que los individuos están
dispuestos a recorrer para obtener un servicio (alcance). Esta distancia, a la
que se denomina alcance del producto o alcance del servicio, la cual a su vez
determina la extensión del área de mercado de es asentamiento, es decir, su
zona de influencia, donde reside el mayor porcentaje de población que utiliza
sus servicios. Cuanto más alto, en esa escala, sea el orden de un lugar central,
mayor es su alcance. De modo, que los lugares en los que sólo se realicen
funciones de orden inferior tendrán limitada su área de mercado, debiendo los
residentes del área necesitar trasladarse a otros lugares centrales de orden
superior para obtener servicios de esa categoría.
Christaller estableciendo un modelo geométrico, plantea que, en las
zonas llanas con asentamientos diseminados de manera uniforme (llanuras
isotrópicas), las áreas de mercado son hexagonales y los asentamientos se
encuentran en el centro de los mismos. No obstante, ocurre habitualmente que
los asentamientos son de distintos órdenes y aquellos de órdenes superiores
compiten por abarcar a los de órdenes inferiores dentro de sus áreas de
mercado. Debido a esta causa, es posible establecer diversos patrones de
asentamientos, también en estructuras hexagonales, los que suelen resultar a
veces un tanto complejos. Suponiendo que existan sólo dos órdenes de lugares
centrales —en lugar de los siete que había establecido Christaller—, los
asentamientos de orden superior se hallarán en el centro de los hexágonos de
sus zonas de mercado adyacentes. De acuerdo con esta teoría de, estarán seis

5
Dervent Whittlesey , profesor de Harvard, publica en 1944 en su obra "The Earth and the
State" define a la geohistoria como la ciencia que estudia el grado de relación existente entre el
Estado y el medio natural, tanto cuando coinciden como cuando discrepan entre sí.
6
Walter Christaller (1893-1969), geógrafo alemán, uno de los máximos exponentes de la
nueva geografía cuantitativa. En la década de 1930, Christaller realizó varios estudios sobre el
espacio agrícola y las redes urbanas en Alemania meridional. En contraposición al tradicional
trabajo inductivo sobre el terreno, Christaller elaboró una teoría deductiva con validez
completamente independiente de la realidad, como se pudo comprobar, pero apta por su lógica: la
teoría del lugar central, expuesta en su obra Los lugares centrales del sur de Alemania (1933)
Biblioteca Microsoft Encarta

5
asentamientos de orden inferior, lo rodearán, ubicados conforme a tres
patrones principales. En el primer modelo, los lugares centrales de orden
inferior podrían estar situados en los seis puntos del hexágono que circunda el
lugar central de orden superior; si el resultado fuera una estructura de panal
con hexágonos contiguos, esto supondría que los tres lugares centrales de
orden superior vecinos competirían por cada lugar de orden inferior.
En el segundo modelo, los lugares centrales de orden inferior podrían estar
situados en el centro de los lados del hexágono, lo que significaría que estarían
dentro de las áreas de mercado de los dos lugares centrales de orden superior
adyacentes.
Por último, es posible que todos los lugares centrales de orden inferior
estuvieran contenidos en los hexágonos del área de mercado de los lugares
centrales de orden superior. A los efectos de ilustrar, tal vez un poco más
claramente sobre los planteamientos de Christaller, agregamos un gráfico
de su modelo. Este modelo básico, ideado por Walter Christaller, fue redefinido
por varios investigadores, especialmente por August Lösch, que tuvo en cuenta
otros factores, como la topografía de un región. El modelo o patrón resultante
de las teorías de Lösch, en el diagrama de la derecha, muestra un paisaje menos
regular.

Modelo de Christaller

Algunos autores señalan que cada una de las fases del desarrollo económico
requiere una cierta estructura del sistema que lo favorezca, sosteniendo que el
sistema urbano es un elemento causal o generador de ese desarrollo y no su
mera consecuencia.
Con este tipo de razonamientos diferentes autores explican como nuestro país
forma parte de aquellos países en vías de desarrollo, no solo a partir de
indicadores macroeconómicos, sino y relacionados linealmente con estos, en
cuanto a su infraestructura y planificación geográfica.
Cuando uno se refiere a infraestructura atiende a un análisis del sistema
urbano que interpreta el desenvolvimiento de una población, su funcionamiento

6
y la jerarquía7que ocupa dentro de un territorio, y las relaciones vinculares que
de ella se generan. Y por otra parte, cuando nos referimos a planificación lo
hacemos en la relación inseparable del dicho sistema con su territorio.
En ese contexto y volviendo al primer párrafo en donde se sitúa a nuestro país
en el staff de aquellos en vías de desarrollo habría que entender el por que de
tal situación.
Un elemento proviene de la región geográfica funcional, término acuñado
a partir de la relación entre la cobertura territorial y el desenvolvimiento de las
ciudades y su influencia y afluencia.
Daus8, señala que a la Argentina le costó atravesar el proceso que va de su
estructura agroportuaria a la de sociedad industrial, y esto surge con meridiana
claridad del análisis del sistema urbano actual en donde este en cuanto a su
morfología es concentrado, desequilibrado en cuanto a niveles jerárquicos,
centralizado y radiocéntrico por su unidad funcional, con subsistemas con
escasa interacción entre sí y con gran dependencia del área central, textura
diferencial, con tramas cerradas en proximidad de los grandes centros y lo
contrario cuando nos alejamos, y la presencia de un sistema de cobertura
variable si se mira desde la relación entre sistema urbano y extensión
territorial.
También es necesario reflejar la incidencia indudable de una concepción
histórica que proviene de la vieja contradicción que aún nos persigue,
civilización y barbarie.
Lo dicho más arriba es lo mismo que decir, un territorio con una concentración
poblacional y económica en grandes centros de importancia distinta9, con una
dispersión en relación con la distancia hacia ellos, y que no guarda relación
alguna con el resto de la superficie geográfica, produciendo desequilibrios por
las relaciones diferenciales y desiguales en su faz económica, social, y de
provisión de infraestructura.

Nuevas formas de vida urbana

En la economía mundial se dieron algunas transformaciones


vinculadas a la reestructuración capitalista que tuvieron incidencia en el
funcionamiento de las áreas urbanas, con la formación de bloques económicos,
nuevas condiciones de la producción industrial, nuevas tecnologías, el
desarrollo del sector servicios y la generalización de pautas de consumo a nivel
global.

REESTRUCTURACION INDUSTRIAL CAPITALISTA

Esta reestructuración económica tuvo como consecuencias el cierre y


reconversión industrial (principalmente en el Primer Mundo) y su relocalización.
A raíz de ello, la tradición de la etapa fordista resultó notoriamente afectada, en
ciudades como Detroit, Pittsburg, Cleveland, Osaka, Nagoya, Manchester,
Birmingham y Marsella las que se vieron comprendidas en la reconversión de
las industrias, como las siderúrgicas y las automotrices. De la misma forma

7
Jerarquía: niveles vinculados a flujos comerciales y de servicios, aunque no todas las
relaciones económicas
8
Federico Alberto Daus (1901-1988), geógrafo argentino. Nacido en la ciudad de La Plata, se
graduó de profesor en Geografía e Historia en 1922. En 1928 ingresó en el claustro de la Facultad
de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Buenos Aires, de la cual fue nombrado profesor
extraordinario en 1938 y titular en 1942. Biblioteca de Consulta Microsoft Encarta.
9
Importancia distinta: depende de la escala o nivel de análisis, sean estos sistemas y
subsistemas

7
ocurrió en algunas ciudades industriales de países subdesarrollados, como
Buenos Aires y Río de Janeiro, lo que produjo: la disminución del ritmo de
crecimiento de la población, desempleo masivo, paralización de las actividades
económicas ligadas a la industria (servicios, comercio) y deterioro de las
condiciones de vida de la población.
Una situación distinta se vivió en aquellas ciudades favorecidas con la
rápida industrialización causando el crecimiento urbano en gran escala de Seúl,
San Pablo, Ciudad de México y Yakarta, en el último trentenio.
Surge en ese contexto las grandes áreas metropolitanas, que son grandes
aglomeraciones urbanas, con cientos de miles de habitantes, con diversificación
de funciones e interrelación económica de magnitud con otras metrópolis del
mundo. Entre los 70´ y los 80´, las metrópolis se desconcentraron parcialmente
hacia ciudades más pequeñas y nuevos espacios urbano-industriales.
Este proceso se revierte en el período de finales de los 80´y en los 90
´, recuperando las metrópolis su protagonismo con otras facetas, ya que el
espacio no es compacto y continuo sino que se discontinúa y amplia hacia áreas
de distanciamiento progresivo y que se vinculan funcionalmente, reforzando el
crecimiento y expansión de estas grandes urbes.

Concentración es la palabra clave

En el mundo esto ha producido una concentración del PBI nacional en


su principal metrópolis, de lo cuál existen múltiples ejemplos, y lo propio ocurre
respecto de las comunicaciones, la información, la investigación, el desarrollo
de productos industriales, la educación superior, y respecto de estratos sociales
con mayor ingreso y formación más calificada. En este marco, la metrópolis
actual se caracteriza por los fuertes contrastes socioeconómicos, hecho que se
produce del mismo modo en países desarrollados como en menos desarrollados.
Esa nueva realidad implica el deterioro de viviendas en las áreas centrales, el
aumento de aquellos sectores de la población desprotegidos, el surgimiento de
los barrios cerrados para los sectores de mayores ingresos localizados en las
afueras, aumento de la violencia, todo lo que es parte de la problemática
generada por las nuevas condiciones económicas y sociales.

Relocalizaciones en la nueva realidad urbana

La tendencia en cuanto a las industrias, es localizarse fuera de la


ciudad principal, en ciudades más pequeñas ubicadas a decenas de kilómetros
del centro, cercanas a redes de transporte rápido y masivo. No obstante, estas
empresas mantienen con la metrópolis estrechas vinculaciones sobre todo en el
rubro servicios complejos concentrados en áreas metropolitanas, entendiéndose
por estos desde los financieros, de investigación y desarrollo, consultorías,
publicidad y marketing, elaboración y procesamiento de datos.
Consecuencia de esto es el bajo crecimiento poblacional de la zona
central y el incremento en la periferia, lo que conlleva un desplazamiento de la
mano de obra a través de los medios de transportes masivos rápidos y
automóviles. Ayuda a este crecimiento de la metrópolis los sistemas de
comunicación y de informatización que permiten la transmisión inmediata de
datos entre oficinas y fábricas localizadas en diferentes puntos, y el teletrabajo.
Como resultado de esta realidad surgen los emprendimientos comerciales del
tipo shopping, los que constituyen una forma nueva de distribución minorista de
productos, asociado con supermercados y opciones de recreación (cines,
parques infantiles, patios de comidas, etc.). Si bien algunos de estos shoppings,
se ubican en antiguos barrios comerciales, la mayor parte de ellos lo hace en
relación a sistemas de autopistas o vías de acceso rápido.

Dos procesos simultáneos

8
Globalmente se producen dos procesos simultáneos, por un lado, la
dispersión de la producción industrial en nuevas localizaciones, procesos de
industrialización en nuevos países y la circulación libre del capital financiero por
el mundo entero. Por otro lado, la economía se concentra en empresas
trasnacionales, con origen de capitales difusos cuyo accionar superan las
fronteras de los estados.
La localización de las industrias esta condicionado por múltiples
factores, como la disposición de mano de obra con costos menores o de
profesionales y técnicos capacitados, provisión asegurada de materias primas,
infraestructura adecuada de transporte y comunicaciones, seguridad jurídica y
económica.
Investigaciones recientes sobre diferentes metrópolis acuñan el término de
ciudad global, concluyendo que tres ciudades se encuentran en la cúspide de
esa jerarquía como Nueva York, Tokio y Londres, las que poseen una historia
prolongada en su faz comercial y financiera y altamente industrializados.
Estas ciudades son clave en la prestación de servicios complejos de
apoyo a la producción, contando con requerimientos tecnológicos que sustentan
operaciones globales, además de ser sede de los más importantes mercados
financieros del mundo. Los principales bancos se encuentran en ellas y sus
bolsas de valores, donde se cotizan las acciones de las empresas más
importantes, son las que movilizan los volúmenes de capital más elevados y las
que reciben las mayores inversiones. Estas bolsas se encuentran además
profundamente interrelacionadas, de modo tal que las novedades y el
movimiento de cada una de ellas repercuten en las demás.
En otra categoría de jerarquización aparecen ciudades como París, Frankfurt,
Milán, Los Ángeles, Seúl, Hong Kong, Singapur, Sydney, San Pablo, Ciudad de
México, Buenos aires, Río de Janeiro y Santiago de Chile, entre otras, que
forman parte de esta red, pero sin la dimensión de las señaladas ut-supra.

Ejemplos de redes urbanas

La Red urbana europea


La economía y la sociedad europea están fuertemente integradas, en
virtud de su antigua urbanización y densidad. Hoy la Comunidad Económica
Europea esta integrada por 16 países que históricamente tuvieron experiencias
en redes comerciales e industriales, esto sobre todo en los siglos XVIII y XIX, y
caracterizada por el nivel de integración de la red urbana europea a través de
los medios de comunicación que unen las principales ciudades entre sí.
Albergó a las mayores metrópolis del mundo hasta comienzos del siglo
XX, logro primero compartido y luego superado como consecuencia de la gran
urbanización iniciada en países latinoamericanos y asiáticos, perdiendo su
posición pero no su importancia, ya que Londres, París, Berlín, Ámsterdam,
Milán, Zurich y Frankfurt siguen estando entre los principales centros de la
economía mundial.
Existen en la urbanización dos rasgos estrechamente asociados en
cuanto a su distribución, uno de ellos por el trazo de las líneas costeras, y el
otro bordeando los grandes macizos europeos, pudiendo distinguirse dos ejes
principales: uno norte-sur, desde el Mar del Norte hasta el Mediterráneo,
siguiendo los caminos que siguieron los mercaderes hace siglos y otro eje
asociado con la expansión de la industrialización, que s extiende desde Gran
Bretaña hasta Polonia. Algunos autores hablan de una megalópolis en
formación en Europa en forma de media luna, que se extendería desde
Inglaterra hasta el norte de Italia, incluyendo las áreas de densa urbanización
del norte de Francia, Bélgica, Holanda, Alemania y Suiza.
Si tipificamos a las ciudades europeas, de acuerdo con las actividades
más dinámicas que desarrollan, podemos distinguir tres grupos:

9
El primer tipo, comprende las ciudades con predominancia del sector servicios,
y vinculados al sistema económico, social e institucional mundial, albergando
bancos y organismos internacionales de relevancia, como sedes de la ONU y la
CEE (Ginebra y Bruselas).
El segundo tipo, abarca la combinación de industrias y de servicios vinculados
con la producción como motor económico de la ciudad, destacándose los
servicios que coordinan los flujos de bienes y capitales y la investigación para el
desarrollo de nuevos productos (París, Milán y Turín).
El tercer tipo, cumple funciones más tradicionales, desde el comercio y los
servicios a la población hasta la administración pública (Lyon, Marsella,
Barcelona, Nápoles y Copenhague).
En este contexto, se produce una competencia entre ciudades, que
presentan una integración económica y cultural, por atraer inversiones, sedes
de las empresas, infraestructura de transporte y de comunicaciones, en virtud
de que las ciudades mejor localizadas y vinculada con el contexto mundial, son
las que consiguen mayores ventajas.

Realidad africana

Contrastando con la realidad urbana europea, no resulta comparable a


escala continental, aunque un grupo de países posee características similares,
situados en el sur del Sahara.
La urbanización africana es relativamente baja, residiendo la mayoría de la
población en áreas rurales, proceso con tendencia a modificarse en los últimos
años, por la migración de habitantes rurales sin ser potenciado por un proceso
de industrialización.
Analizar el conjunto de ciudades africanas requeriría tener en cuenta
la configuración de su economía en el contexto internacional, la cual todavía
mantiene la primacía de la producción primaria volcada hacia la exportación y
su baja industrialización, siendo aún una realidad los grupos que desarrollan
una agricultura de subsistencia. Gran parte de su economía y organización de
sus espacios geográficos, se encuentran condicionados por la dominación
colonial, a través de empresas de los países desarrollados. Es por ello, que en la
mayoría de sus ciudades cumplen funciones terciarias más simples, comercio
minorista, servicios de salud y educación y servicios administrativos y
gubernamentales.
Las ciudades africanas se distinguen por categorías. La primera de
ellas la integran las sedes de la dirección política y económica, dependiente de
capitales procedentes de los países centrales (en muchos casos, las antiguas
potencias coloniales). Otras actividades que se desarrollan son los servicios
tales como educación y salud, prestados al conjunto de la nación y no sólo para
sus habitantes. La estructura social es dual, con grupos de altos ingresos con
servicios de lujo, culturales y recreativos, y una mayoría empobrecida.
La segunda categoría es la formada por centros locales, de diferente tamaño,
vinculadas estrechamente con el área rural, con equipamientos de salud y
educación que las convierten en centro de servicios para los habitantes vecinos,
siendo el centro administrativo de referencia para los mismos.
La tercera de las categorías menos definida incluye el resto de las ciudades del
Sahara, destacándose los enclaves mineros, con escasas vinculaciones con el
medio local, y fuertemente ligadas a las características del yacimiento, con
realidades de apogeo o fantasmalización. En esta categoría se abarca las
ciudades que funcionan como centros regionales, encargadas de la interacción
de ciudades más grandes.

La globalización y las ciudades pequeñas y medianas

10
En el contexto de la red internacional, en Europa participan las
grandes metrópolis y las ciudades medianas y pequeñas, ya que se encuentran
insertas en ese contexto urbano mayor, con distancias cercanas, facilidades de
movilidad, redes de transporte rápido, haciendo que sus funciones no se limiten
a prestar servicios a su entorno inmediato.
En el mundo, las ciudades pequeñas estaban en cuanto a su actividad ligadas a
la atención de las necesidades de la población vecina, proporcionada a través
del comercio y de los servicios más simples, en cambio, las ciudades medianas,
prestaban funciones regionales, con comercios y servicios más sofistificados.
Con los cambios en la economía, y los cambios en el transporte y las
comunicaciones, hay ciudades medianas que pueden integrarse más fácilmente
al mundo, como ocurre con las situadas en las cercanías de grandes metrópolis
privilegiadas para alojar nuevas industrias.
En muchos casos, cuentan con mano de obra calificada,
infraestructura energética, de transportes y de comunicaciones, posibilidades
de acceso a servicios culturales y recreativos de las metrópolis circundantes
que no posee.
Algunas de ellas son hoy polos tecnológicos, en donde Universidades,
Institutos de Investigación Estatal y empresas, forman asociaciones para la
creación y el desarrollo de nuevos productos y nuevas tecnologías (Silicon
Valley).

Conclusiones

A partir de las tres últimas décadas del siglo XX las ciudades del mundo
desarrollado han ido experimentado un creciente proceso de transformación de
determinados sectores de sus áreas centrales provocando su revitalización
funcional y el cambio en la composición social de sus habitantes. Esa
transformación ha afectado, en gran medida, a los barrios populares de antigua
formación y que presentaban un importante deterioro de sus edificaciones,
mediante intervenciones dirigidas tanto a la rehabilitación como a la
construcción de nuevos edificios. Para denominar este proceso se aplica, en el
ámbito anglosajón, el término gentrification existiendo unanimidad en atribuir
su autoría a la socióloga británica Ruth Glass10 (1964) en su trabajo sobre los
cambios experimentados en Londres.
Algunos años más tarde, se utilizó la expresión "reconquista urbana"
para referirse a las operaciones de rehabilitación y renovación, emprendidas
entre 1955-1970, en numerosos barrios de París. Se planteó que lo que se
estaba realizando era "más el cambio de la ocupación social del espacio" que la
mejora de la vivienda, y que ese propósito dirigía las actuaciones renovadoras,
identificando, asimismo, otros rasgos como la posición céntrica y la paralela
transformación funcional de los barrios afectados. Estas intervenciones
acentuaban la segregación residencial aumentando la presencia de los estratos
superiores en la ciudad mientras las clases populares eran expulsadas hacia la
periferia.
Los resultados de la mayor parte de las investigaciones establecen que en
este proceso de gentrificación los nuevos habitantes pertenecen a nuevas
fracciones de clase media y media-alta, vinculadas a sectores de actividad en
10
Ruth Glass Socióloga Autora del concepto de gentrification, utilizado por primera vez en 1964,
el que ha traspasado sus márgenes originarios, incluyendo no ya sólo la renovación residencial de
áreas deterioradas y ocupadas por sectores de población de escasos recursos, sino también los
nuevos desarrollos urbanos.

11
expansión, con ingresos elevados que les permiten acceder a las viviendas
caras así como artistas y grupos que, además por su capital social y cultural
pueden participar de ese estilo de vida.
El mismo Pierre Bourdieu destaca “la importancia del capital cultural
"heredado" que funciona como un anticipo o ventaja inicial para los grupos
privilegiados, a lo que se añade que los mecanismos de distribución del capital
cultural tienden a reproducir las estructuras sociales”11. La posesión, por las
clases altas, de lo antiguo expresa un poder social sobre el tiempo. Asimismo,
estas élites disponen de suficiente capital económico y cultural para producir o
modificar espacios a los que incorporan una identidad social excluyente.
También la nueva clase media busca un entorno donde expresar su estilo
y gusto distintivo de clase. De ahí la conversión de los barrios populares y viejas
zonas industriales en objetos estéticamente relevante para los mismos. Tal vez
debiéramos recordar lo que nos dijera Platón, lo cual sería aplicable a la nueva
realidad a la que estamos asistiendo:
“¿Puede haber mal mayor para la ciudad que aquello que la divide y hace de
ella muchas ciudades, y mayor bien que aquello que la une y hace de ella una
sola ciudad?”.

Bibliografía

11
Pierre Bourdieu La distinción. Criterio y bases sociales del gusto p. 69 Madrid:
Taurus, 1988. Referencia extraída de Revista Bibliográfica de Geografía y Ciencias
Sociales- Universidad de Barcelona

12
Geografía Mundial Contemporánea J. Blanco, V. Fernández Caro y R. Gurevich Aique
Grupo Editor Buenos Aires. 2005
Geografía Regional Gloria Zamorano de Montiel. Buenos Aires 1994
Argentina, hacia un nuevo ordenamiento territorial Juan A. Roccatagliata Buenos
Aires: Editorial Planeta, 2ª ed., 1989.
La distinción. Criterio y bases sociales del gusto. Pierre Bourdieu Madrid: Taurus,
1988.
Revista Bibliográfica de Geografía y Ciencias Sociales- Universidad de Barcelona
La República Platón Centro Editor de Cultura 2003 Argentina
La distinción. Criterio y bases sociales del gusto .Madrid Taurus. Revista
Bibliográfica de Geografía y Ciencias Sociales- Universidad de Barcelona. 1988
Enciclopedia Clarín Tomo 23. Visor Enciclopedias Audiovisuales. Buenos Aires.1999

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