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LA PLENITUD DEL EVANGELIO

La naturaleza de la

Trinidad
El primero de una del Padre, del Hijo y del
serie de artículos Espíritu Santo; sin em-
bargo, testificamos que
que explican las cre- estos tres miembros de
encias básicas del la Trinidad son tres seres
Evangelio restaura- distintos y separados.
do, doctrinas que También testificamos
que Dios el Padre no es
son únicas de La sólo un espíritu sino una
Iglesia de Jesucristo persona glorificada, con
de los Santos de los un cuerpo tangible, co-
Últimos Días. mo lo es Su Hijo resuci-
tado, Jesucristo... En

L
“ a Iglesia de Jesucristo contraste, muchos cris-
de los Santos de los tianos rechazan la idea
Últimos Días tiene muchas creencias en común con de un Dios tangible y de una Trinidad compuesta de tres
otras iglesias cristianas”, dijo el élder Dallin H. Oaks, del seres separados. Creen que Dios es espíritu y que la
Quórum de los Doce Apóstoles, “pero también tenemos Trinidad es un solo Dios. De acuerdo con nuestro punto
diferencias, y son esas diferencias las que explican por qué de vista, esos conceptos son evidencia de una separación
enviamos misioneros a otros cristianos, por qué edifica- de la verdad que llamamos la Gran Apostasía”2.
mos templos, además de las capillas, y por qué nuestras Poco después de la muerte de los Apóstoles del
creencias nos brindan tanta felicidad y fortaleza para hacer Salvador del Nuevo Testamento, las ideas de la filosofía
frente a las dificultades de la vida y de la muerte”1. griega comenzaron a transformar las verdades claras y pre-
ciosas del Evangelio. Las doctrinas contradictorias sobre la
Tres seres distintos naturaleza de la deidad llevaron al Emperador Constantino
“Junto con las demás denominaciones cristianas”, conti- a reunir a un concilio de toda la iglesia en Nicea, en el año
nuó el élder Oaks, “creemos en una Trinidad compuesta 325 d. de J.C., lo que dio origen al Credo de Nicea, el que
eliminó el concepto de que los seres de la deidad son se- los Santos de los Últimos Días
res distintos al declarar que Jesucristo es “una substancia sobre nuestra naturaleza y

C
omo dice en la
con el Padre”. nuestro potencial. El profeta
Biblia, nosotros,
“Hubo concilios posteriores”, explicó el élder Oaks, “y José Smith enseñó una vez: “El
al igual que
de sus decisiones, y de los escritos de religiosos y filósofos, primer principio del evangelio
Adán, somos creados
surgió una síntesis de la filosofía griega y de la doctrina cris- es saber con certeza la naturale-
“a imagen de Dios”.
tiana... Las consecuencias de ello persisten en los varios cre- za de Dios... que en un tiempo
dos cristianos que declaran una Trinidad de un solo ser”3. fue hombre como nosotros...
Cuando subís por una escalera, tenéis que empezar desde
Se restaura la verdad divina abajo y ascender paso a paso hasta que llegáis a la cima; y
La verdad concerniente a la naturaleza de la Trinidad se así es con los principios del evangelio: tenéis que empezar
restauró en la primavera de 1820 cuando José Smith entró por el primero, y seguir adelante hasta aprender todos los
en la Arboleda Sagrada. Mientras oraba, apareció una co- principios que atañen a la exaltación. Pero no los aprende-
lumna de luz, la cual describió que era “más brillante que réis sino hasta mucho después que hayáis pasado por el
el sol... Al reposar sobre mi la luz”, escribió, “vi en el aire velo [morir]”5.
arriba de mí a dos Personajes, cuyo fulgor y gloria no admi- El presidente Joseph F. Smith (1838–1918) enseñó:
ten descripción. Uno de ellos me habló, llamándome por “Dios el Eterno Padre... es el Padre literal de nuestro Señor
mi nombre, y dijo, señalando al otro: Éste es mi hijo ama- y Salvador Jesucristo y de los espíritus de la raza humana...
do: ¡Escúchalo!” (José Smith—Historia 1:16–17). Durante Somos hijos de Dios”6.
esa visión, José aprendió, entre otras verdades, que Dios el La creencia de que somos creados a la imagen de
Padre y Su Hijo Jesucristo son personajes glorificados y dis- nuestro Padre Eterno “no significa que afirmemos poseer
tintos y que nosotros, como lo enseña la Biblia, somos cre- la suficiente madurez espiritual como para comprender a
ados “a imagen de Dios” (Génesis 1:27). Dios”, señaló el élder Oaks, “ni tampoco comparamos
IZQUIERDA: LA PRIMERA VISION, POR TOM HOLDMAN, PROHIBIDO COPIAR; DERECHA: ADÁN, POR DEL PARSON.

El presidente Gordon B. Hinckley ha dicho: “La expe- nuestros cuerpos mortales imperfectos con Su ser inmor-
riencia que José Smith tuvo en sólo unos momentos un día tal y glorificado. Pero en cambio, podemos entender lo
de primavera de 1820, trajo mayor luz y conocimiento y que Él ha revelado sobre Sí mismo y sobre los otros
comprensión sobre la personalidad y la realidad y la subs- miembros de la Trinidad. Y ese conocimiento es esencial
tancia de Dios y de Su Amado Hijo que la que el hombre para comprender el propósito de la vida terrenal y de
hubiese logrado durante siglos de especulación”4. nuestro destino eterno como seres resucitados después
En 1843, José Smith resumió lo que había aprendido so- de esta vida.
bre la Trinidad por medio de la revelación directa: “El “En la teología de la Iglesia restaurada de Jesucristo, el
Padre tiene un cuerpo de carne y huesos, tangible como el propósito de la vida terrenal es prepararnos para lograr
del hombre; así también el Hijo; pero el Espíritu Santo no nuestro destino como hijos e hijas de Dios: de llegar a ser
tiene un cuerpo de carne y huesos, sino es un personaje como Él”7. ■
de Espíritu. De no ser así, el Espíritu Santo no podría mo-
NOTAS
rar en nosotros” (D. y C. 130:22). 1. “La Apostasía y la Restauración”, Liahona, julio de 1995, pág. 95.
2. Liahona, julio de 1995, pág. 95.
3. Liahona, julio de 1995, pág. 96.
La naturaleza del hombre
4. En Conference Report, abril de 1960, pág. 82.
No sólo sabemos que Dios posee un cuerpo glorificado 5. Principios del Evangelio, págs. 306–307.
6. Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: Joseph F. Smith, 1999,
de carne y huesos, sino que gracias a ese conocimiento págs. 380–381.
restaurado de la naturaleza de Dios, viene la creencia de 7. Véase Liahona, julio de 1995, pág. 97.
LA PLENITUD DEL EVANGELIO

antes La vida

del nacimiento

Serie de artículos que explican las no ha tenido existencia hasta el nacimiento del hombre en
creencias básicas del Evangelio restau- esta vida”1.
rado, doctrinas que son únicas de La La solución al misterio de la vida
Iglesia de Jesucristo de los Santos de los El presidente Boyd K. Packer, Presidente en Funciones
Últimos Días. del Quórum de los Doce Apóstoles, se refirió a la impor-
tancia de esta doctrina: “No hay forma de que la vida tenga

D
e todas las principales iglesias cristianas, la única sentido si no existe el conocimiento de la doctrina de una
que enseña que los seres humanos vivieron en una vida preterrenal… Cuando llegamos a comprender la doc-
existencia preterrenal con Dios el Padre y Su Hijo trina de la vida preterrenal, entonces se arman las piezas
Jesucristo es La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los del rompecabezas y puede verse el propósito”2.
Últimos Días. “Una de las cosas que para mí resultan Si no entendemos nuestra vida preterrenal, no nos es
extrañas”, escribió el presidente Joseph Fielding Smith posible comprender correctamente la relación que tene-
(1876–1972), “es que tanta gente crea que en el hombre mos con nuestro Padre Celestial ni darnos cuenta comple-
hay un espíritu y que cuando el hombre muere, ese espíri- tamente del propósito de esta vida terrenal y de nuestro
tu continúa viviendo como ente inmortal, y sin embargo destino divino. “Esta doctrina de la vida preterrenal”, dijo
el presidente Packer, “era conocida por los algunos de los hechos que se nos han reve-
antiguos cristianos. Por casi 500 años se en- lado de nuestra existencia preterrenal:
señó esta doctrina, pero más tarde fue re- • Somos literalmente hijos espirituales
chazada como herejía por un clero que se de Dios y, como tales, tenemos el potencial
había perdido en la oscuridad de la aposta- de llegar a ser como Él (véase Romanos
sía. Una vez rechazada esta doctrina… per- 8:16–17; D. y C. 93:33–34).
dieron la posibilidad de resolver el misterio • Participamos en un gran concilio del
de la vida. Llegaron a ser como un hombre cielo, en el que oímos el plan del Padre pa-
que trata de enhebrar perlas para hacer un ra nuestra salvación. Optamos por seguir a
collar con un hilo que es demasiado corto. Jesucristo, que fue elegido para venir a la

E
n nuestra vida
No hay forma de enhebrarlas a todas”3. preterrenal opta- tierra como nuestro Salvador y Redentor, y
mos por seguir a nos regocijamos ante esa maravillosa opor-
El hombre es eterno Jesucristo, que fue elegi- tunidad (véase Job 38:7; Abraham 3:24–28).
Al haber restaurado el Señor la verdad di- do para venir a la tierra • Lucifer, “un ángel de Dios que tenía
vina por medio del profeta José Smith, se como nuestro Salvador. autoridad delante de Dios” (D. y C. 76:25),
hizo de fundamental importancia el conoci- dijo: “…redimiré a todo el género huma-
miento de la existencia preterrenal a fin de no, de modo que no se perderá ni una sola
poder comprender el plan de nuestro Padre Celestial para alma… (Moisés 4:1). Pero quería que Dios le diera Su pro-
nuestra salvación. “También el hombre fue en el principio pio poder y gloria y propuso cambiar las condiciones de
IZQUIERDA: FOTOGRAFÍA POR DAVID STOKER, TOMADA CON MODELOS; DERECHA: EL CRISTO PREMORTAL, POR ROBERT T. BARRETT; PROHIBIDA LA REPRODUCCIÓN.

con Dios”, reveló el Señor. “La inteligencia, o sea, la luz de nuestra experiencia terrenal destruyendo nuestro albedrío;
verdad, no fue creada ni hecha, ni tampoco lo puede ser” sin éste, no hubiéramos podido llegar a ser como nuestro
(D. y C. 93:29). Es así que, teniendo en cuenta que nuestra Padre Celestial, por lo que su propuesta fue rechazada por
inteligencia siempre ha existido, no tuvimos principio. Dios y por las dos terceras partes de Sus hijos. Por consi-
Pero en algún momento remoto de nuestro pasado prete- guiente, Lucifer se rebeló, hubo una guerra en los cielos —
rrenal, se crearon cuerpos espirituales para nosotros y lle- una guerra de palabras y un conflicto espiritual— y fue
gamos a ser, literalmente, hijos e hijas espirituales de expulsado con “la tercera parte de las huestes del cielo”
padres celestiales4. que lo siguieron (D. y C. 29:36); llegó a ser conocido como
El conocimiento de que somos hijos espirituales de Satanás, y él y sus seguidores procuran ahora destruir
Dios, de que vivimos con Él antes de nuestro nacimiento nuestras almas con diabólica determinación (véase
terrenal y de que deseamos llegar a ser como Él define la Apocalipsis 12:7–9; D. y C. 29:36–39; Moisés 4:1–4).
relación que tenemos con nuestro Padre Celestial. José • Vinimos a la tierra sin la memoria de nuestra existen-
Smith enseñó que “Dios… porque era más inteligente, cia anterior, pero trajimos nuestras fortalezas y habilidades
consideró propio instituir leyes por medio de las cuales individuales, así como las debilidades que debemos esfor-
[Sus hijos] podrían tener el privilegio de avanzar como Él zarnos por superar (véase Éter 12:27; D. y C. 104:17;
lo había hecho”5. Un elemento indispensable para que 138:55–56; Abraham 3:23).
avanzáramos era que saliéramos de la presencia de nuestro • La vida terrenal no es el principio ni el fin de nuestra
Padre, que se pusiera un velo de olvido en nuestra mente y existencia, sino que es al mismo tiempo una prueba y una
que anduviéramos por la fe, aprendiendo a obedecer Sus etapa crucial de nuestro continuo desarrollo. La forma de
mandamientos. comportarnos en esa prueba determinará nuestro futuro
eterno (véase Abraham 3:25–26). ■
Lo que sabemos NOTAS
Por haber venido a la tierra para ser probados y andar 1. Doctrina de Salvación, comp. por Bruce R. McConkie, 3 tomos,
1954–1956, tomo I, pág. 53.
por la fe, el Señor no nos ha revelado muchos detalles so- 2. Citado en “Antes del nacimiento”, Liahona, febrero de 2001, pág. 36.
bre nuestra vida preterrenal; sin embargo, lo que se nos ha 3. Véase “Antes del nacimiento”, págs. 36–37.
4. Véase “La familia: Una proclamación para el mundo”, Liahona,
revelado es suficiente para que cumplamos nuestro propó- octubre de 2004, pág. 49.
sito aquí en la tierra. A continuación se encuentran 5. Enseñanzas del Profeta José Smith, pág. 439.
LA PLENITUD DEL EVANGELIO

El albedrío

Una serie de artículos que examinan anterior al nacimiento terrenal; de hecho, teníamos albe-
las creencias básicas del Evangelio res- drío en nuestra existencia preterrenal. El Señor reveló:
“También el hombre fue en el principio con Dios. La in-
taurado, doctrinas que son exclusivas teligencia, o sea, la luz de verdad, no fue creada ni hecha,
de La Iglesia de Jesucristo de los Santos ni tampoco lo puede ser.
de los Últimos Días. “Toda verdad es independiente para obrar por sí misma
en aquella esfera en que Dios la ha colocado, así como

U
na creencia básica del cristianismo es que Dios ha toda inteligencia; de otra manera, no hay existencia.
dado a Sus hijos el albedrío, es decir, la capacidad y “He aquí, esto constituye el albedrío del hombre”
el privilegio de escoger. Sin embargo, el concepto (D. y C. 93:29–31).
del albedrío, como se enseña en el Libro de Mormón y lo Nosotros no creemos en un Dios determinista, es decir,
imparten los profetas y apóstoles de los últimos días, en un Dios que decide de antemano el destino final de Sus hi-
consonancia con otras verdades del Evangelio, es una doc- jos. Más bien, creemos en un Dios que tiene un perfecto
trina rebosante de poder y con implicaciones eternas. conocimiento previo de las decisiones que van a tomar Sus
hijos, y tal vez emplee dicha precognición para guiarnos e
Un principio eterno incluso para advertirnos, pero nunca la empleará para pri-
El albedrío es esencial para el plan que nuestro Padre varnos de nuestro albedrío. Él nos permite llegar a ser
Celestial tiene para Sus hijos, pues sin ese principio, no quienes realmente queremos ser. Tal como escribió el él-
podemos llegar a ser como Él. El albedrío es un atributo der James E. Talmage (1862–1933), del Quórum de los
eterno de todos los seres inteligentes; su origen es Doce Apóstoles: “[Dios] sabe lo que cada cual hará
en determinadas condiciones, y conoce el fin La desobediencia. “He aquí, esto consti-
desde el principio. Su precognición se basa tuye el albedrío del hombre y la condena-
en la inteligencia y la razón. Él prevé lo futuro ción del hombre; porque claramente les es
como un estado que natural y seguramente manifestado lo que existió desde el princi-
ha de llevarse a cabo; no como una situación pio, y no reciben la luz… Y aquel inicuo
que tiene que ser porque Él arbitrariamente viene y despoja a los hijos de los hombres
ha dispuesto que así sea”1. de la luz y la verdad, por medio de la deso-
La mayoría de las iglesias cristianas creen bediencia” (D. y C. 93:31, 39). La desobe-
que Dios creó a Sus hijos ex nihilo, es decir, diencia daña nuestro albedrío de dos
de la nada. De ser así, a Él se le podría atri- maneras: Primero, cuando perdemos la luz
buir la responsabilidad de cualquier mal que y la verdad, nos volvemos ciegos a las mu-
pudiésemos ocasionar al habernos creado chas oportunidades que se nos presentan
con imperfecciones y debilidades. Pero sabe- de hacer el bien. Segundo, ciertas formas

S
mos que nuestro Padre Celestial no nos creó i utilizamos nues- de desobediencia son adictivas, por lo que
de la nada y que no es responsable de nues- tro albedrío con nos vemos atrapados por comportamien-
tras debilidades ni de nuestros pecados. Él prudencia, las posi- tos extremadamente difíciles de abando-
simplemente nos coloca a nosotros, Sus hijos bilidades de hacer el nar. Incluso podemos llegar a perjudicar a
espirituales, en esferas donde podemos bien y de bendecir a otras personas y dañar su albedrío.
aprender y progresar mediante el ejercicio otras personas se tornan La falta de responsabilidad. Satanás
del albedrío, si lo usamos correctamente. infinitas. nos susurra al oído y nos dice: “…Comed,
bebed y divertíos; no obstante, temed a
Condiciones necesarias para que haya albedrío Dios, pues él justificará la comisión de unos cuantos pe-
El élder Bruce R. McConkie (1915–1985), del Quórum cados… y si es que somos culpables, Dios nos dará algu-
de los Doce Apóstoles, enseñó que el albedrío necesita nos azotes, y al fin nos salvaremos en el reino de Dios”
cuatro condiciones: (2 Nefi 28:8). Algunos creen erróneamente que después
que hayamos “afirmado [creer] en Cristo” y de haber
1. Deben existir leyes decretadas por un poder omnipo-
sido “salvos por la gracia”, no importa lo que hagamos,
tente, leyes que podamos obedecer o desobedecer.
somos salvos. Esa doctrina es una sutil manifestación del
2. Debe haber opuestos: lo bueno y lo malo, lo correcto y
engaño al que continuamente nos somete Satanás res-
lo incorrecto.
pecto a que no somos responsables de nuestros pecados
3. Debemos tener conocimiento del bien y del mal; preci-
y que éstos carecen de consecuencias.
samos saber la diferencia que hay entre los opuestos.
4. Debemos poseer el poder de elección sin restricciones2.
Las bendiciones del albedrío
ILUSTRADO POR GREG RAGLAND; FOTOGRAFÍA POR CHRISTINA SMITH, TOMADA CON MODELOS.

Además, para disfrutar plenamente del albedrío, es ne- Cuando empleamos el albedrío para escoger lo correc-
cesario que seamos responsables de nuestras elecciones. to, Dios no sólo nos bendice a nosotros, sino que nuestro
Las leyes existentes deben acarrear consecuencias, y no propio albedrío se ve fortalecido y realzado. Cuando nues-
sólo las consecuencias naturales resultantes de nuestras tro Padre Celestial ve que puede confiar en nosotros por-
acciones, como por ejemplo la pérdida del respeto por que tomamos decisiones correctas, hace lo que haría
parte de la gente cuando mentimos o engañamos, sino cualquier padre amoroso: nos bendice con nuevas oportu-
que también, si las obedecemos, deben traernos las bendi- nidades y con más responsabilidad. De ese modo, si utili-
ciones de Dios, y el castigo si no lo hacemos. zamos nuestro albedrío con prudencia, las posibilidades
de hacer el bien y de bendecir a otras personas se tornan
Satanás ataca nuestro albedrío infinitas. La obediencia siempre conduce a más albedrío y
El Señor dice de la existencia preterrenal: “…Satanás se a un aumento de posibilidades, mientras que el pecado
rebeló contra mí, y pretendió destruir el albedrío del hom- restringe nuestras opciones. ■
bre” (Moisés 4:3). A causa de esa rebelión, Lucifer fue ex-
pulsado del cielo, pero sigue minando nuestro albedrío NOTAS
1. Jesús el Cristo, pág. 29.
aquí en la tierra y lo hace de muchas maneras, dos de las 2. Véase Mormon Doctrine, 2ª edición, 1966, pág. 26; véase también
cuales son: 2 Nefi 2:10–29.
LA PLENITUD DEL EVANGELIO

La caída de Adán y Eva

Una serie de artículos que analizan permanecido en el jardín de Edén...


doctrinas exclusivas de La Iglesia de “Y no hubieran tenido hijos; por consiguiente, habrían
permanecido en un estado de inocencia, sin sentir gozo,
Jesucristo de los Santos de los Últimos porque no conocían la miseria; sin hacer lo bueno, porque
Días. no conocían el pecado.

L
a mayoría de las iglesias cristianas enseñan que la “Pero he aquí, todas las cosas han sido hechas según la
Caída fue una tragedia, que si Adán y Eva no hubie- sabiduría de aquel que todo lo sabe.
ran participado del fruto prohibido, ellos y toda su “Adán cayó para que los hombres existiesen; y existen
posteridad podrían estar viviendo en la actualidad en el los hombres para que tengan gozo” (2 Nefi 2:22–25).
Jardín de Edén disfrutando de una dicha inmortal. Sin em- Una vez que Adán y Eva participaron del fruto del árbol
bargo, la verdad revelada a los profetas de los últimos días de la ciencia del bien y del mal, les fueron abiertos los ojos,
nos enseña que la Caída no fue una tragedia; sin ella, Adán y Eva expresó su complacencia por la oportunidad que les
y Eva no hubieran tenido posteridad. Por tanto, la Caída proporcionó su transgresión: “…De no haber sido por
fue un paso necesario del plan del Padre Celestial, destina- nuestra transgresión, nunca habríamos tenido posteridad,
do a llevar a cabo la felicidad eterna de Sus hijos. ni hubiéramos conocido jamás el bien y el mal, ni el gozo
de nuestra redención, ni la vida eterna que Dios concede
Ni muerte, ni posteridad, ni progreso a todos los que son obedientes” (Moisés 5:11).
“…si Adán no hubiese transgredido”, enseñó Lehi El participar del fruto dio pie a la vida terrenal, con sus
a su hijo Jacob, “no habría caído, sino que habría muchas oportunidades de escoger entre el bien y el mal,
y permitió que Adán y Eva tuvieran hijos. De fueron separados de la presencia de Dios
este modo, la Caída abrió la puerta a los hijos (véase Alma 42:9).
del Padre Celestial para que vinieran al mun-
do, obtuvieran un cuerpo físico y participa- El pecado original
ran en “el gran plan de felicidad” (Alma 42:8). El resultado de la transgresión de
“…así que esta vida llegó a ser un estado de nuestros primeros padres, según explicó
probación”, un tiempo para aprender y cre- el presidente Smith, “fue la expulsión de la

T
cer, para arrepentirnos y vencer debilidades, odos los descen- presencia de Dios y el advenimiento al mun-
“un tiempo de preparación para presentarse dientes de Adán do de... la muerte física. La mayoría... [de los
ante Dios” (Alma 12:24). y Eva heredan cier- cristianos] sostiene que todo niño que llega
tos efectos de la Caída, a este mundo nace con la mancha del ‘peca-
Una transgresión, no un pecado pero, gracias a la expia- do original’, o participa en la transgresión de
El presidente Joseph Fielding Smith ción de Jesucristo, sólo Adán en su nacimiento. El segundo Artículo
(1876–1972) dijo: “Cuando me refiero a la somos responsables de de Fe contradice esta errónea y descabellada
IZQUIERDA: ADÁN Y EVA EN EL JARDÍN, POR STANLEY GALLI; DERECHA: DETALLE DE CRISTO EN GETSEMANÍ, POR HEINRICH HOFMANN, CORTESÍA DE C. HARRISON CONROY CO.

parte que le correspondió a Eva en la Caída, nuestros propios doctrina”3. Todos los descendientes de Adán
nunca la califico de pecado, ni tampoco pecados. y Eva heredan ciertos efectos de la Caída,
acuso de pecado a Adán… Ésta fue una pero gracias a la expiación de Jesucristo
transgresión de la ley, pero no un pecado… porque era sólo somos responsables de nuestros propios pecados.
algo que Adán y Eva tenían que hacer”1. Los niños que mueren antes de la edad de responsabilidad
Con respecto a esa distinción, el élder Dallin H. Oaks, “viven en Cristo” (Moroni 8:12) y no necesitan el arrepenti-
del Quórum de los Doce Apóstoles, observó: “Este con- miento ni el bautismo (véase Moroni 8:8–11).
traste que se indica entre un pecado y una transgresión
nos recuerda las claras palabras del segundo Artículo de Los mandamientos en el Jardín
Fe: ‘Creemos que los hombres serán castigados por sus El Señor les dio mandamientos a Adán y a Eva en el
propios pecados, y no por la transgresión de Adán’ (cur- Jardín de Edén, dos de los cuales eran el de fructificar y
siva agregada). También se asemeja a una distinción que multiplicarse (véase Génesis 1:28) y el de no tomar del fru-
se hace en la ley y que nos es bien conocida: Algunos ac- to del árbol de la ciencia del bien y del mal (véase Génesis
tos, como el asesinato, son delitos porque son en sí de 2:17). Esos dos mandamientos tenían por objeto colocar a
naturaleza mala; otros, como manejar un vehículo sin li- Adán y a Eva en una situación en la que debían tomar una
cencia de conducir, son delitos sólo por estar prohibidos decisión. El presidente Smith enseñó: “El Señor le dijo a
por la ley. De acuerdo con esas distinciones, el hecho Adán que si deseaba permanecer tal como estaba en el
que dio como resultado la Caída no fue un pecado — Jardín, entonces no debía tomar del fruto, pero que si de-
o sea, algo de naturaleza mala— sino una transgresión, seaba tomarlo y experimentar la muerte, tenía la libertad
algo que era malo por estar prohibido. Estas palabras no de hacerlo”4. Frente a ese dilema, Adán y Eva escogieron
siempre se emplean para denotar algo diferente, pero la muerte —tanto física como espiritual— la cual abrió la
esta diferencia parecería propia si la aplicamos a las cir- puerta para que ellos y su posteridad obtuvieran conoci-
cunstancias de la Caída”2. miento y experiencia y participaran en el plan de felicidad
Aunque Adán y Eva no habían pecado, debido a su del Padre que conduce a la vida eterna. ■
transgresión tuvieron que hacer frente a ciertas conse-
NOTAS
cuencias, dos de las cuales eran la muerte espiritual y la 1. Doctrina de Salvación, tomo 1, pág. 109.
muerte física. La muerte física les sobrevendría al final de 2. “El gran plan de salvación”, Liahona, enero de 1994, págs. 85–86.
3. Answers to Gospel Questions, comp. Joseph Fielding Smith, hijo, 5
su vida terrenal, mientras que la muerte espiritual tuvo tomos, 1957–1966, tomo I, pág. 82.
lugar cuando se les desechó del Jardín de Edén, cuando 4. Answers to Gospel Questions, tomo IV, pág. 81.
LA PLENITUD DEL EVANGELIO

El propósito de la vida

Una serie de artículos que examinan mundo preterrenal, y para hacerlo realidad sabíamos que
las doctrinas que son exclusivas de La tendríamos que abandonar Su presencia, obtener un cuer-
po físico, aprender a caminar por la fe y, mediante la
Iglesia Jesucristo de los Santos de los Expiación de Jesucristo, llegar a ser sumisos, mansos, hu-
Últimos Días. mildes, pacientes y llenos de amor (véase Mosíah 3:19).

N
o podemos comprender el propósito de esta vida
terrenal —por qué estamos aquí— a menos que Un cuerpo físico
primero comprendamos quiénes somos, de dónde “Adán cayó para que los hombres existiesen”, declaró
vinimos y cuál es nuestro destino eterno. Estas verdades, Lehi, “y existen los hombres para que tengan gozo” (2 Nefi
que se encuentran en las Escrituras y que fueron restaura- 2:25). No obstante, no podemos alcanzar el gozo eterno
das por conducto del profeta José Smith, nos enseñan que que disfruta nuestro Padre Celestial a menos que posea-
literalmente somos hijos espirituales de Dios, que vivimos mos un cuerpo físico glorificado y resucitado. “…Los ele-
con Él en la existencia preterrenal y que llevamos en nues- mentos son eternos”, enseña el Señor, “y espíritu y
tro interior las semillas de la divinidad, el potencial de lle- elemento, inseparablemente unidos, reciben una plenitud
gar a ser como Él es. Ése fue nuestro mayor deseo en el de gozo” (D. y C. 93:33–34).
Todas las personas que vienen a esta tierra y “Los probaremos”
obtienen un cuerpo mortal resucitarán, pero la En la Perla de Gran Precio se relata la vi-
gloria y el gozo de la vida eterna en la presen- sión que Abraham tuvo de la existencia pre-
cia de Dios se reservan para quienes “vencen terrenal. Dirigiéndose a los espíritus “que
por la fe” (D. y C. 76:53) en el Señor Jesucristo. se hallaban con él” en el mundo preterre-
“Vinimos a este mundo con objeto de obtener nal, Jesucristo dijo: “…haremos una tierra
un cuerpo”, enseñó el profeta José Smith, sobre la cual éstos puedan morar; y con
“y… presentarlo puro ante Dios en el reino esto los probaremos, para ver si harán to-

P
celestial”1. ara superar la das las cosas que el Señor su Dios les man-
El élder Dallin H. Oaks, del Quórum de los prueba de la vida dare” (Abraham 3:24–25). Esta vida, por
Doce Apóstoles, amplió este concepto: terrenal debemos tanto, se convierte en un periodo de prue-
“Creemos que el propósito de la vida terrenal arrepentirnos de nues- ba, “un estado de probación” (Alma 12:24),
es adquirir un cuerpo físico y que, por medio tros pecados, recibir las un tiempo para demostrar que somos capa-
de la expiación de Jesucristo y de la obedien- ordenanzas esenciales, ces de aferrarnos al poder de la expiación
cia a las leyes y ordenanzas del Evangelio, po- concertar convenios con de Cristo y ser santificados, como Él.
demos cumplir con los requisitos para Dios y guardarlos y per- Esta prueba de nuestra fe determina si
obtener el estado celestial, glorificado y resu- severar en la rectitud haremos o no “todas las cosas que el Señor
citado llamado exaltación o vida eterna”2. hasta el fin. [nuestro] Dios [nos] mandare”. Para supe-
rar la prueba de la vida terrenal, debemos
Andamos por fe, no por vista arrepentirnos de nuestros pecados, recibir
IZQUIERDA: FOTOGRAFÍA POR ROBERT CASEY, TOMADA CON MODELOS; DERECHA: FOTOGRAFÍA POR MATTHEW REIER, TOMADA CON MODELOS.

Durante nuestra vida preterrenal, estuvimos en la pre- las ordenanzas esenciales, concertar convenios con Dios y
sencia de Dios. Andábamos según lo que veíamos. Sin em- guardarlos y perseverar en la rectitud hasta el fin. No obs-
bargo, en esta vida, como nos recuerda el apóstol Pablo: tante, al Señor no sólo le preocupa lo que hagamos en esta
“por fe andamos, no por vista” (2 Corintios 5:7). Las vida, sino que también se interesa en sumo grado por lo
Escrituras nos enseñan: “Es… la fe… la convicción de lo que somos y lo que lleguemos a ser. “…el Señor requiere
que no se ve” (Hebreos 11:1; cursiva agregada), y también: el corazón y una mente bien dispuesta” (D. y C. 64:34).
“…si tenéis fe, tenéis esperanza en cosas que no se ven, y También requiere que cada uno de nosotros lleguemos a
que son verdaderas” (Alma 32:21). El andar por vista res- ser “santo[s] por la expiación de Cristo el Señor” y seamos
tringe nuestra capacidad de progresar y de ejercer la fe. “como un niño: sumiso, manso, humilde, paciente, lleno
“…sin fe es imposible agradar a Dios” (Hebreos 11:6). de amor y dispuesto a someterse a cuanto el Señor juzgue
No podemos salvarnos sin fe en Jesucristo. Cuando vivía- conveniente imponer sobre él, tal como un niño se somete
mos en la presencia de Dios, éramos capaces de adquirir y a su padre” (Mosíah 3:19). Él espera que vengamos a Él y
de ejercer cierto grado de fe, pero era necesario que salié- que experimentemos “un potente cambio… en nuestros
semos de Su presencia y que por nuestra memoria pasara corazones” y que ya no tengamos “más disposición a obrar
un velo, con el fin de que lográramos la fe suficiente para mal, sino a hacer lo bueno continuamente” (Mosíah 5:2).
tener acceso a la vida eterna. La verdadera prueba de la vida terrenal es ver si estare-
Moroni explaya la idea de que “la fe es las cosas que se mos dispuestos a aceptar al Salvador de todo corazón, a
esperan y no se ven” y nos explica que Dios no nos conce- aplicar Su sangre expiatoria a nuestra vida, a hacer “cuanto
de la certeza sino hasta que se ponga a prueba nuestra fe: podamos” (2 Nefi 25:23) por guardar Sus mandamientos y,
“…no contendáis porque no veis, porque no recibís nin- por último, a ser perfectos en Cristo por la gracia de Dios
gún testimonio sino hasta después de la prueba de vuestra (véase Moroni 10:32). ■
fe” (Éter 12:6). Por tanto, otro de los propósitos principa-
NOTAS
les de abandonar la presencia de Dios y de venir a la tierra 1. Enseñanzas del Profeta José Smith, pág. 217.
consiste en poner a prueba nuestra fe. 2. “La Apostasía y la Restauración”, Liahona, mayo de 1995, pág. 95.

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