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Ley 25.065
Indice Cronológico
A continuación se presenta un cuadro donde se detalla el tratamiento legislativo
de la ley 25.065 ordenado los datos cronológicamente desde su presentación original
hasta la publicación en el Boletín Oficial.
Debate
Sesión: 14/08/99
(Versión Taquigráfica. Página
223)
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
Cámara de Diputados
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
TITULO I
Disposiciones generales
Artículo 1º- Del sistema de tarjetas de crédito. A los fines de la presente ley se entiende
por sistema de tarjetas de crédito el conjunto completo y sistematizado de contratos
individuales, que conforman el contrato de crédito cuya finalidad consiste en otorgar
financiación al usuario.
Artículo 2º- De la tarjeta de crédito. Es tarjeta de crédito para esta ley el instrumento
material identificatorio magnético o de cualquier otra tecnología, intransferible e
incompleto por el cual el usuario titular de aquella se encuentra habilitado activa y
pasivamente para el ejercicio del conjunto de derechos emergentes de la relación
contractual que lo vincula con el emisor, integrada por adhesión y de cumplimiento
continuado diferido y/o periódico.
TITULO II
El contrato de emisión
Artículo 4º- Del contrato de emisión. El contrato de emisión de tarjeta de crédito e aquel
acuerdo oneroso por el cual una parte, denominada titular o usuario de la tarjeta de
crédito, conviene con otra denominada emisor, el otorgamiento de la tarjeta descripta
por el artículo 2º, habilitando al titular para celebrar negocios jurídicos de adquisición,
locación de bienes, servicios, u obra, en aquellos comercios o instituciones adheridas al
sistema, sin abonar en efectivo el correspondiente importe y difiriendo el pago a una
fecha determinada o financiándola según alguna de las estipulaciones contractuales.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
Artículo 6º- Interés de financiación. La carga financiera que deba aplicar la entidad
emisora a administradora, no podrá exceder la tasa activa implícita publicada por el
Banco Central de la República Argentina.
A los efectos de este artículo se entiende por interés de financiación o compensatorio
aquel aplicable a los saldos financiados entre la fecha de vencimiento de pago del
resumen mensual y la de cumplimiento efectivo de la prestación realizada por el titular.
Artículo 7º- Intereses punitorios. El interés punitorio aplicable al titular moroso no debe
exceder el 20% de la carga financiera mencionada en el artículo 6º. A los efectos de este
artículo se entiende por interés punitorio aquel que se computa sobre saldos vencidos
impagos del resumen mensual o sobre cuotas vencidas impagas desde que el deudor no
cumple con su obligación en tiempo convenido.
TITULO III
Artículo 12.- Supletoriedad. A los efectos de esta ley se aplicará como norma supletoria
la ley 24.240 (Defensa del Consumidor) y disposiciones análogas.
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FUNDAMENTOS
Señor Presidente:
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Por otra parte, según la misma fuente un 24,3% de los consumidores tiene y
utiliza tarjeta de crédito.
El mercado de tarjetas revela características oligopólicas con un lato grado de
concentración, ya que tan solo tres marcas participan con un 87% del total (datos de
1996).
En estas condiciones, los comercios adheridos de pequeño tamaño carecen de
capacidad de negociación y soportan descuentos por sus operaciones con tarjeta, como
mínimo del orden del 9%, muy superiores a las que se aplican a las grandes bocas de
expendio.
Este descuento se distribuye en promedio del siguiente modo: 63,3% para el
banco emisor, 23,3% para la empresa administradora y 13,4% para el banco pagador. El
banco emisor sostiene la relación con el tenedor de la tarjeta, fija los términos de pago y
crédito y el arancel de renovación periódica del plástico. Garantiza el pago al banco
pagador a cambio de percibir la tasa de intercambio.
Al comparar internacionalmente surge que los descuentos aplicados en nuestro
país son muy altos.
En los países de la Unión Europea por caso, los márgenes varían entre un 0,75%
y un 5% y solo excepcionalmente se verifican descuentos de hasta el 7%.
Los consumidores por su parte, enfrentan dos tipo de cargos administrativos, la
renovación anual del plástico y la emisión del resumen, que en muchos países no
existen.
En cuanto al financiamiento a través de las tarjetas, la tasa de interés que pagan
los consumidores en la Argentina, es muy superior a los niveles internacionales y a
otros tipos de financiamiento en el mercado doméstico.
El proyecto que se propicia tiene a corregir los problemas derivados del
funcionamiento oligopólico del mercado, a través de un conjunto de medidas.
Los requisitos de fijar claramente las condiciones en forma previa a la
realización de operaciones, y de informar cualquier modificación con una antelación
prudencial, permiten hacer transparente la relación contractual entre partes.
En cuanto a los aranceles que se cobran a los comercios adheridos, se limitan a
un máximo total del cinco por ciento, margen que cubre razonablemente la tasa de
intercambio y los costos administrativos de los agentes intervinientes, a la vez que se
ubica en los niveles internacionales.
Un capítulo especial merece el tema de las tasas de interés.
Si bien es cierto que el principio jurídico fundamental en materia de tasas de
interés, es que las mismas se rigen por la voluntad de las partes (el propio codificador
Vélez Sarfield así lo recomendaba en la nota al artículo 622 del Código Civil), así debe
serlo en la medida que no se transgreda el orden público.
El orden público en materia de tasas de interés está constituido por la armónica
relación entre el ahorro, el mercado de capitales y los intermediarios financieros, por
una parte, y por la otra la economía de los inversores y de los consumidores.
Todo lo que destruya esta ecuación o comprometa su equilibrio afecta el orden
público. Entre ambos intereses hay una profunda relación que no es generalmente
advertida.
De ahí que el criterio fijado en el artículo 6º, no vulnera el libre juego de merado
en materia de tasas, pero da un marco referencial genuino alejado de la arbitrariedad de
los emisores de tarjetas, y cercano a las necesidades de la gente.
Señor presiente, este marco normativo contiene la pretensión de recoger si más
no fuera mínimamente el espíritu del artículo 42 de la Constitución Nacional. Para
nosotros, los representantes del pueblo, e un imperativo dictar aquellas leyes que
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
20 de mayo de 1998
Sr. ARIAS.- Señor presidente: en nombre del bloque Justicialista tengo el honor de
informar sobre el sistema legal de tarjetas de crédito que se propone mediante este
proyecto de ley. Esta última referencia tiene el objeto de aclarar que el alcance de la
normativa que en la fecha vamos a considerar es de carácter general, es decir que no
constituye una normativa federal sino que integra el conjunto del derecho común
vigente en la República.
Se trata de un sistema en el cual confluyen distintos tipos de contratos, entre
diferentes partes, que es necesario precisar y diferenciar de otras clases de contratos.
Sr. VICCHI.- ¿Me permite una interrupción, señor diputado, con la venia de la
Presidencia?
Sr. ARIAS.- Si bien todavía no he enunciado ninguna idea concreta, se la concedo por
una cuestión de cortesía.
Sr. VICCHI.- Señor presidente: quisiera que la Presidencia aclare qué proyecto es el
que está en consideración.
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Sr. VICCHI.- Hago esta consulta porque hay varios proyectos sobre este tema.
Sr. PRESIDENTE (PIERRI).- La Presidencia desea conocer las dudas que tiene el
señor diputado por Mendoza.
Sr. VICCHI.- Señor presidente: deseo saber qué proyecto vamos a tratar, ya que han
sido varias las comisiones que han considerado este tema. Por lo tanto solicito que el
señor diputado Arias aclare sobre qué proyecto vamos a trabajar.
Moción de orden
Sr. PRESIDENTE (PIERRI).- Para una moción de orden tiene la palabra el señor
diputado por Río Negro.
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Conferencia
- Resulta afirmativa.
Sr. ARIAS.- Señor presidente: a fin de dar satisfacción a la inquietud formulada por el
señor diputado del bloque radical, dejo constancia de que el proyecto que vamos a
analizar es la resultante de cuatro años de trabajo y la síntesis de los aportes realizados
por todos y cada uno de los legisladores que durante ese tiempo efectuaron propuestas
tendientes a modificar los proyectos integrales elaborados por otros señores diputados.
Asimismo, hemos tomado en cuenta los dictámenes producidos por las distintas
comisiones, en particular los de Legislación General, de Comercio y de Finanzas. Con
esto quiero significar que hemos intentado hacer una síntesis armónica y razonable que
contemple todas las iniciativas que entendimos son las que más adecuadamente
solucionaban la problemática de las tarjetas de crédito.
Es de particular trascendencia tratar en el día de hoy este tema porque así lo
reclaman los usuarios, los comerciantes y también las entidades emisoras y sus agentes,
es decir, los bancos a través de los cuales se efectúa la operatoria del sistema de tarjetas
de crédito.
No perdemos de vista que existen alrededor de ocho millones de usuarios de
tarjetas de crédito. Además, para tener conciencia de la dimensión de esta cifra
tomamos como referencia que en la República Argentina deben existir alrededor de
ocho millones y medio de núcleos familiares, es decir, personas que se abastecen,
resuelven sus problemas de subsistencia y concretan las contrataciones cotidianas por
medio del sistema de tarjetas de crédito.
Es verdad que en su inicio, allá por 1969, cuando comenzó a utilizarse, el uso
del "dinero plástico" era privativo de los sectores pertenecientes a la clase alta y media
alta. Luego, con el transcurso de los años, su empleo se fue divulgando al extremo de
que en la actualidad es de uso masivo y mueve entre 12 y 15 mil millones de pesos por
año.
Esta realidad también debe ser correlacionada con otros datos y referencias,
como por ejemplo el número de reclamos en los organismos oficiales encargados de
receptar las quejas de los usuarios. En esos ámbitos se puede advertir que entre el 12 y
el 14 por ciento de los usuarios presentan sus observaciones, quejas, pedidos de
protección o reclamos tendientes a lograr una solución a los incumplimientos por parte
de las entidades emisoras.
En los últimos tiempos, se ha instalado un debate referido a distintos elementos
propios del sistema, y lo que aparentemente más preocupa a determinados sectores de la
sociedad, y en particular a los financieros, es la eventualidad de una regulación.
Sostienen que la sanción de normas de regulación de funcionamiento del sistema
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Sr. ARIAS.- Entiendo que los legisladores estamos autorizados a efectuar estas
consideraciones porque desde este Parlamento hemos acompañado -en particular los
integrantes de la Cámara de Diputados y especialmente los miembros de este bloque- el
proceso de transformación, de desregulación, la ley de convertibilidad y todo aquello
que nos permitió alcanzar un sistema económico en el que funcionan plenamente las
leyes del mercado. Además, asumimos el compromiso que tenemos para con la gente de
no descuidar nuestras responsabilidades en materia de protección del usuario. Digo esto
porque debemos dar cumplimiento no solamente al mandato de quienes nos han votado
sino también al mandato constitucional relativo a la protección de los usuarios y de los
consumidores.
Por las razones expuestas, solicito a la Honorable Cámara que adopte como
despacho de comisión el proyecto que hemos elaborado, a fin de proceder
oportunamente a su consideración en particular y posterior sanción.
Sr. FAYAD.- Señor presidente: con su habitual sencillez, el representante del bloque de
la mayoría ha expresado algunos criterios que me parece interesante rescatar a fin de
disentir con ellos.
Estamos considerando un tema que no sólo preocupa a los legisladores que
durante mucho tiempo hemos trabajado en proyectos tendientes a poner límites a los
abusos que se están produciendo en el sistema actual, sino también a los millones de
argentinos que están involucrados en esta situación.
Decía el señor diputado preopinante que inclusive a ellos, que pusieron en
vigencia el modelo de libertad de mercado y libertad económica en el país, les resultaba
casi una imposición dictar una norma de estas características, siempre en cumplimiento
de la confianza otorgada por el voto popular.
Se trata de una declaración que encierra una confesión, porque hace tiempo
hemos advertido desde esta bancada que la libertad de mercado debe tener límites y no
puede ser absoluta. El mercado por sí mismo no regula todas las situaciones que atañen
a la vida cotidiana de las personas. En este sentido, ocurre lo mismo con la salud y la
educación, que en una gran parte se encuentran lastimosamente sometidas a las reglas
del libre mercado.
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Incluso, esta concepción parece antigua, porque aun en los países donde el libre
mercado rige en su forma más ortodoxa, advertimos en sus dirigentes principios que
sintetizan nuestro pensamiento en las circunstancias actuales.
En algunos de estos países, por ejemplo, se dice que en el mercado debe regir
toda la libertad posible y todo el control necesario. En este sentido, hace algunos años
tuvimos la iniciativa de advertir las distorsiones que se estaban produciendo gracias a
este principio del libre mercado.
Entonces, hoy tenemos una situación de desproporcionalidad en las
contrataciones. Existen contenidos contractuales verdaderamente abusivos y situaciones
de injusticia, donde no solamente una de las partes está prácticamente en indefensión,
sino que tampoco tiene el amparo legal necesario para que el sistema funcione
adecuadamente, en pos de buscar soluciones de equilibrio y de justicia en la aplicación
de una norma que no existe.
También debo decir que en este tema la Cámara no ha funcionado con la
seriedad y la responsabilidad que debió haber asumido. En caso contrario, hoy no
estaríamos constituidos en comisión, tratando de dictar una norma que exige mucho
estudio, discusiones pormenorizadas y un detallado análisis de todas y cada una de las
situaciones que vamos a contemplar en el texto legal.
Es necesario que el Estado intervenga en estas situaciones como en tantas otras,
pero especialmente cuando uno advierte que es cierto lo que indicaba el señor diputado
Arias en relación con la historia de las tarjetas de crédito en la Argentina.
Comenzó siendo un instrumento de pago, no de crédito. Se circunscribía a
ciertos y determinados sectores de la sociedad. Luego se transformó en un mecanismo
de financiamiento que facilitó todo tipo de adquisiciones, abarcando otras franjas
sociales mediante modalidades particulares en la contratación, y así como la primera
tarjeta de pago comprendía a sectores minoritarios de la sociedad, las tarjetas de crédito
ampliaron el espectro a otros niveles sociales, quienes entonces pudieron acceder a
bienes o cubrir necesidades que por la situación económica que todos conocemos no
podrían satisfacer si no fuera por el crédito.
Pero ¿qué pasa cuando el emisor de la tarjeta comienza a obtener beneficios casi
usurarios? No olviden que de hecho se fijan tasas del 0,25 por ciento de interés diario,
que representan el 7 por ciento mensual, al que deben agregarse los intereses punitorios
que anualizados llegan en algunos casos al 90 por ciento, cuando estamos viviendo con
una tasa de inflación cero.
Este ha sido el detonante que nos llevó a impulsar el tratamiento de una norma
que debió haberse elaborado mucho más, y esto lo indiqué en el seno de la Comisión de
Finanzas. Sin ánimo de polemizar, creo que se ha utilizado demagógicamente el tema, y
es a partir de allí que se desvirtúa el principal objetivo que nos habíamos fijado quienes
participamos en la redacción de algunos de los proyectos presentados.
Se dijo que hay que tener en cuenta la situación actual por la que atraviesa
nuestra sociedad, circunstancia que nos hace advertir situaciones que se están dando y
que no constituyen un hecho nuevo ni desconocido para todos nosotros.
Más adelante las tarjetas de crédito se utilizaron para financiar compras a través
de los bancos y se dejó librado a estos últimos la fijación de tasas de interés para los
créditos correspondientes, otorgándose total libertad en los contratos pertinentes. En
este avance hoy se están ofreciendo tarjetas de crédito a sectores que obtienen haberes
mensuales que oscilan entre los 300 y 600 pesos, quienes por medio de este dinero
plástico creen poder acceder en su plenitud a la fiebre consumista que impone este
modelo, sin saber que se están sometiendo de por vida al pago de tasas de interés y
punitorios que no van a poder cumplir, y esto las entidades emisoras lo saben.
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Sr. VICCHI.- Señor presidente: celebro que esta Cámara se haya constituido en
comisión, porque los avatares que sufrieron los despachos de las respectivas
comisiones, que han desembocado en una iniciativa del oficialismo que para nosotros
está jugando a las escondidas porque debe estar en algún escritorio que no es el nuestro,
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han generado una serie de inconvenientes sobre el tratamiento de una ley que tendría
que tener un prestigio excepcional, que este Parlamento no le está dando.
También quiero decir que las actitudes demagógicas siempre terminan mal. Con
sensatez y con sencillez dije que no es bueno que el Poder Ejecutivo ya esté vetando una
norma que el Congreso todavía no ha sancionado. Lo dije en la sesión pasada y lo
transmití a muchos señores legisladores.
¿Qué es la tarjeta de crédito? es un instituto jurídico que nació en los Estados
Unidos de Norteamérica en los años sesenta...
Sé que hay mucha gente a la que no le interesa el tema; no me importa si hablan
mientras expongo siempre y cuando lo hagan fuera del recinto porque tengo problemas
de dicción y me cuesta seguir la ilación.
Sr. VICCHI.- Señor presidente: la tarjeta de crédito nació sin regulación alguna en los
Estados Unidos allá por los años 60 durante el gobierno de John Fitzgerald Kennedy, en
aquella época que se conoció como la de la fiebre del consumismo.
Los hombres de derecho, los contadores y otros profesionales saben que este
instrumento nació en un país que cuenta con un sistema jurídico distinto al nuestro, ya
que el common law nada tiene que ver con el sistema romano, aunque, por distintas
circunstancias, prefiero llamarlo grecorromano. Por lo tanto, cuando uno pretende
encajar un instituto jurídico de un sistema en otro no siempre cuadra bien, tal como
ocurrió con el tema del arrepentido, que terminó –perdonen la expresión- "reventado"
en el Senado.
Si hablamos de la naturaleza jurídica de la tarjeta de crédito debemos definir si
se trata de un título valor, contemplado como tal en el derecho romano pero no en el
common law. Este es el tipo de definiciones que tenemos que encarar seriamente para
poder legislar sobre esta figura. Por lo tanto, en lugar de haberse escondido a redactar
los dictámenes en lugares donde el consenso pasaba sólo por el bloque oficialista,
podríamos haber redactado el proyecto de ley que se merece un país serio.
Tampoco tengo empacho en decir que una norma de esta envergadura no puede
legislar sólo sobre la tasa de interés, aunque sabemos que esta es la preocupación de
mucha gente que está atravesando dificultades económicas.
Ante la situación difícil que viven muchas personas encontramos una salida
mediática: por medio de un artículo pretendemos dar soluciones, pero ello no es así, a
pesar de que fuera de este recinto muchos piensan que estamos generando una especie
de condonación de deuda sobre el régimen de la tarjeta de crédito que los tiene
atosigados y que no están en condiciones de pagar. Pero aquí no estamos promoviendo
una condonación de deuda ni eximiendo de ningún pago; sólo estamos disponiendo una
regulación jurídica, y mi amigo Arias –que es un jurista excepcional- tiene en claro este
tema. Tanto es así, que nos llevó muchos años de trabajo elaborar un proyecto que fuera
evolucionando y madurando con el tiempo.
Considero que este instituto jurídico es un titulo valor, pero soy consciente de
que entre los presentes hay muchos que con mayor jerarquía jurídica piensan distinto.
En mi opinión se trata de un título valor atípíco que debería tener una regulación tan
seria y responsable como la que correspondería para el cheque, la letra de cambio, el
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pagaré y algunos otros institutos. Sostengo esto porque a mi juicio esta es la moneda del
futuro; las monedas electrónica y plástica reemplazarán en términos de seguridad y
agilidad la mayor parte del funcionamiento comercial.
En el marco de un análisis de naturaleza jurídica corresponde señalar que este es
justamente un negocio jurídico. No sólo yo sostengo esto; algunos autores afirman que
se trata de un título valor atípico que requiere una legislación especial. En ese sentido,
me parece una aberración que por ser un título valor atípico se pretenda decir -in voce,
porque no existe despacho- que genera la vía ejecutiva ipso facto. La preocupación se
refiere a la cantidad de gente que podría caer en las manos de los poderosos por medio
de los juicios ejecutivos -sin haber abierto la boca- y a cuánto dinero le podrían sustraer
del bolsillo. Pero ese es un error gravísimo. Una cosa es generar un instrumento atípico
-que prepara la vía ejecutiva para brindar la seguridad y la estabilidad que ameriten la
confianza de la gente- y otra diferente darle vía ejecutiva como un cheque, por el solo
hecho de que se remite un resumen que nadie sabe si se recibió o no, en particular por
los problemas que existen en la República Argentina en materia de notificaciones,
domicilios legales, ordinarios, reales, etcétera.
En este sentido, hubiera sido muy importante descubrir cuál es la diferencia
entre la legalidad y la ilegalidad. Sostengo esto porque en la Argentina de 1998, casi a
fines del siglo, tenemos una moneda dura y estable, que el oficialismo se la atribuye a
su presidente, y al respecto, como opositores nosotros formulamos un reconocimiento
serio y responsable. Sin embargo, desde el oficialismo no se distingue la usura de la
legalidad; nunca han querido legislar sobre la usura, que es uno de los puntos
prioritarios para determinar un esquema político serio en el marco comercial. También
habría que haber legislado sobre las leyes antimonopolio. ¿Saben dónde se ampara
fundamentalmente la legislación americana de las tarjetas de crédito? En las leyes
antimonopolio y de usura.
Nosotros no tenemos una ley de usura, que es la que determina dónde finaliza la
legalidad y donde comienza el delito.
Entonces me parece que aquí estamos legislando cuestiones que nos van a vetar,
en algunos casos con razón y en otros sin ella.
El otro tema es el de la gente que está sufriendo por las altas tasas de interés. No
nos equivoquemos: es el sistema el que pone las altas tasas de interés. Muchachos no se
equivoquen: es el sistema el que pone las altas tasas de interés. ¿O ustedes vieron a los
opositores diciendo que hay que levantar las tasas de interés para que no haya tanto
consumo? Lo hizo el señor ministro de Economía de este gobierno, no nosotros, y
cuando le dijimos que lo iba a vetar el Poder Ejecutivo porque no se ajustaba al plan que
tenía, no nos prestó atención. Pero el propio presidente lo dijo en la Convención de
Bancos, y por las dudas los volteó a ustedes y a nosotros.
Nos volteó, nos dejó como si fuéramos de quinta, como si en este recinto no se
razonara, como si aquí no se pensara ni se estudiaran las cosas.
Entonces ahora vamos a pedir al bloque oficialista que actúe con inteligencia y
que no pierda la oportunidad de producir una ley seria. Si ustedes quieren que fijemos
una brecha distinta en las tasas de interés, lo podemos hacer en un día; si están
dispuestos a ello. Podemos sancionar una norma que legisle en materia de usura, porque
la usura no está sólo en las tarjetas de crédito, también está en la cuentas corrientes
mercantiles, en las cuentas corrientes bancarias, en el descuento de documentos, en la
compra de cheques y en muchas otras operaciones. Si lo hacemos seremos un Congreso
mucho más serio y eficiente, no para el gobierno de turno sino para el país que necesita
cosas serias.
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Voy a cerrar mi exposición con un último tema. Esta no era una ley para hacerle
masticar tierra a nadie; tampoco nadie se puede sentir avergonzado de querer arreglarle
los problemas a la gente. Nosotros estamos dispuestos a aprobar un artículo que fije una
tasa de interés razonable, más una tasa punitoria para el caso específico de las deudas,
pero creemos que, tal como se anticipó, no va a ocurrir nada. Tenemos miedo de generar
en la gente una esperanza que no corresponde.
No hay derecho a que a un gran supermercado le retengan una tasa ínfima y que
al pequeño y mediano comerciante lo estafen con una tasa del 10 por ciento. Por eso es
que dijimos que no debe haber una diferencia de más de tres puntos en la misma
actividad entre aquellos a quienes más les retienen y los que sufren menores
retenciones.
De esta manera no será necesario establecer topes porque a los grandes no les
van a cobrar una barbaridad y, aunque no haya topes, ello nos garantiza que no le
cobren cifras enormes a los pequeños y medianos comerciantes, empresarios o
industriales, tan necesarios para el desarrollo de nuestro país.
Discúlpenme si me extiendo demasiado en mi exposición, pero debo señalar que
no vale la pena equivocarse en demagogia. Digo esto porque la gente puede estar
esperanzada en algo que no le vamos a brindar desde aquí.
Si ustedes creen que esa es una actitud política y que los va a ayudar a crecer,
pues háganlo; pero también carguen con la irresponsabilidad que hacerlo implica,
porque la gente no merece que se juegue con ella. La gente es el principal capital que
tiene este país. (Aplausos.)
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conciencia de que la deformación del sistema a la que hemos llegado es producto del
famoso piloto automático al que alude cotidianamente el señor ministro de Economía.
Todos somos conscientes de que hace falta una norma que regule esta materia;
ya lo hemos dicho en alguna de las tantas reuniones de comisión en las que abordamos
esta cuestión. Este no es un proyecto por el que se pretenda restringir la actividad
económica de nadie. Lo que se pretende es garantizar el funcionamiento del mercado,
porque cuando nos hablan del mercado pareciera ser que algunos desconocen la
situación de fuertes y débiles que en él se plantea. Tengamos en cuenta que es
responsabilidad del poder público garantizar la existencia de un mercado realmente libre
y competitivo. Y no hay mercado libre si la parte más débil en la relación de consumo
está sometida por la parte más fuerte, sea éste prestador de bienes o de servicios.
Lo que estoy señalando no es materia opinable. Esto surge de la ley de defensa
del consumidor, que asegura la protección a la parte más vulnerable. Como si esto fuera
poco no podemos dejar de mencionar el artículo 42 de la Constitución Nacional -no lo
voy a leer en este momento- del que también surge con claridad que este tema no es
materia opinable, porque es responsabilidad del Estado -repito- proteger a la parte más
débil en la relación de consumo que se da en el mercado. Este artículo señala: "Las
autoridades proveerán a la protección de esos derechos,...", es decir que lo establece en
forma imperativa y como una obligación. Por eso éste no es un tema discutible.
Cuando uno empieza a analizar esta situación se pregunta qué hubiera sucedido
si se hubiesen respetado las normas constitucionales, si se hubiese cumplido con lo que
establece la ley de defensa del consumidor y qué hubiese sucedido si el Banco Central,
como autoridad de aplicación de la ley de defensa del consumidor en las operaciones a
crédito, hubiera cumplido con el espíritu que emana de esa norma. Pero aquí no estamos
discutiendo sólo un problema financiero. En mi opinión estamos engañando a la
ciudadanía si planteamos esta discusión exclusivamente en términos financieros. En los
últimos tiempos hemos empezado a tomar conciencia -es bueno que el legislador
también lo haga- de que las nuevas formas de comercialización masiva convirtieron al
contrato de adhesión en un instrumento de utilidad cotidiana. ¿Qué se hizo frente a esta
realidad? Absolutamente nada.
En general es muy difícil explicar en los ámbitos internacionales del
consumismo -donde hay muchos países que están peleando por implementar sus propias
leyes de defensa del consumidor- que en la Argentina, donde ya tenemos una ley y
donde existe una tutela constitucional, se presente tal grado de desprotección sistémica
del ciudadano como consumidor.
En las audiencias públicas de las empresas telefónicas escuché a los
representantes de las propias empresas y de la Secretaría de Comunicaciones señalar de
qué manera beneficiaba al consumidor todo lo que ellas hacían. Por lo tanto, en este
momento en el que estamos sesionando en conferencia -dado que no contamos con un
dictamen de comisión- no quisiera que discutiéramos el nivel de las tasas y que luego,
en el debate en particular, nos encontráramos con que en realidad habilitamos la vía
ejecutiva y que ella es la prenda de negociación frente a la temática de las tasas. Nuestra
propia acción como legisladores ha generado lo que era razonable que se iba a provocar.
Hoy ya se habla de la autorregulación y existen convenios para que los bancos
disminuyan las tasas de interés, lo que confirma la justicia de los planteos con los que se
estaba discutiendo esta norma.
¿Qué se hizo frente a todo esto? Alguien dirá que el Banco Central no entiende
en estas cuestiones. ¿Qué hicieron la Secretaría de Comercio o la Inspección General de
Justicia, donde se encuentran registrados todos los contratos de adhesión? ¿Qué hizo
frente a contratos de uso masivo que, por ejemplo, dicen: "Tenemos derecho a modificar
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Sr. PRESIDENTE (SORIA C.E.).- Tiene la palabra el señor diputado por Buenos
Aires.
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Sr. PRESIDENTE (SORIA C.E.).- Tiene la palabra el señor diputado por Tucumán.
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bancario pasó a ser bancario, razón por la cual los bancos se introdujeron en un mercado
en el cual antes no participaban. Esto aceleró un proceso brutal y grotesco de
transferencias de ingresos, al cual se han referido quienes me precedieron en el uso de la
palabra.
Por eso es que esta tipificación y descripción de los derechos y obligaciones
entre partes es sin duda un elemento necesario. Yo diría que es casi imprescindible que
este instrumento no se desnaturalice, para que siga siendo útil en las relaciones
económicas y comerciales.
Deseo enfatizar dos temas puntuales que a mi entender hacen al corazón del
funcionamiento de este sistema.
El representante Justicialista ha expresado conceptos que pueden tener certeza
técnica, pero que están orientados en una filosofía, esquema y rumbos diferentes. Me
refiero a las tasas de interés. Los bancos y los emisores de tarjetas de crédito pretenden
justificar las altas tasas de interés en la gran morosidad que tiene el sistema. Es decir,
compensan la alta morosidad con elevadas tasas de interés. Esta es la esencia del
razonamiento, que se ha expresado incluso en reuniones de comisión.
A nuestro entender, es necesario desvincular el tema del costo del servicio y el
respectivo interés del referido a la morosidad, a fin de no seguir manejándolos de la
manera en que lo hemos estado haciendo hasta ahora para justificar el abuso.
La iniciativa elaborada por la Alianza prevé una tasa de interés no superior a dos
veces y media la tasa pasiva bancaria.
En primer lugar cabe aclarar que cuando no hay un proceso de estabilidad plena,
se modifican velozmente las tasas activas; en cambio, las tasas pasivas tienen un
comportamiento más pausado y no sufren un incremento similar al de las anteriores.
En segundo término, consideramos que la estimación realizada responde a un
criterio técnico. En este sentido cabe advertir que resulta curioso que tanto en el
dictamen de mayoría como en la propuesta formulada por el señor miembro informante
se hable de una tasa de interés de un 35 por ciento a pesar de que en los últimos tiempos
los miembros del bloque oficialista decían que no debía superar el 20 por ciento; por lo
tanto, no cabe duda acerca de que los sucesos de estos últimos días han provocado una
variación en el criterio de los señores diputados.
En los países de economía estable cuando los créditos son menores a un plazo de
treinta días las tasas de interés oscilan entre el 25 y el 37 por ciento, y los que
comprenden un plazo de entre sesenta y noventa días tienen tasas menores al 20 por
ciento. En consecuencia, no parece un criterio técnicamente correcto esta propuesta de
una tasa de interés de un 35 por ciento.
Consideramos necesario desvincular este tema del referido a la morosidad,
porque vemos que en esta posición deformada a la que los bancos y los sistemas de
tarjetas fueron llevando a los mecanismos vigentes se ha dado una suerte de sociedad de
garantía solidaria a través de un plus en la tasa de interés para cubrir la morosidad o los
índices de morosidad previstos.
Entendemos que el sistema debe contar con un régimen de seguro de
incobrabilidad que debe ser incorporado en el presente proyecto de ley, porque de esa
forma daríamos una solución cierta al problema de la morosidad. Asimismo entendemos
que este seguro deberá ser controlado por el Banco Central y tendrá carácter obligatorio
para todo titular beneficiario del régimen de tarjetas de crédito.
Adelanto que en la discusión en particular abundaré en mayores
consideraciones.(Aplausos.)
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
Sr. PRESIDENTE (SORIA C.E.).- Tiene la palabra el señor diputado por La Pampa.
Sr. SUAREZ.- Señor presidente: el interés de todos los bloques es dar solución a este
problema que afecta a un número millonario de usuarios de tarjetas de crédito, sometido
a un régimen muy discrecional y abusivo.
Es sabido que en todo debate que se desarrolla en este recinto siempre se
encuentra la ocasión de realizar una observación o alguna pequeña chicana. En ese
sentido muchas veces se adjudica a este bloque o a alguno de sus miembros la
utilización de recursos demagógicos o ventajosos desde el punto de vista político. Más
allá de que no comparto ese mecanismo, sé que está establecido por los usos y
costumbres, en especial de la oposición y para todos los temas que nos toca analizar;
pero esto me lleva a sostener que pareciera que algunos ven la paja en el ojo ajeno y no
la viga en el propio.
Estoy de acuerdo con el señor diputado Vicchi en el sentido de que es imperioso
que se sancione un proyecto de ley antimonopólica. Aun en el caso de que la norma que
estamos considerando resulte aprobada, vamos a quedar rengos jurídicamente en
algunos aspectos. Por ello coincido en que es necesario, conveniente y urgente
sancionar un proyecto de ley antimonopolios y otro antiusura. Asimismo considero que
todos han advertido los efectos perjudiciales que causan los denominados contratos de
adhesión en las relaciones comerciales entre una parte poderosa del mercado y otra
débil.
Es cierto que, si las tres normas mencionadas hubieran sido sancionadas, tal vez
hoy no estaríamos discutiendo el régimen de las tarjetas de crédito en razón de que ya
estarían resueltos los problemas que hoy pretendemos enmendar. Pero la realidad es que
el problema existe, que es de vieja data y que esas tres leyes de fondo que siguen siendo
necesarias todavía no se han dictado.
Por otra parte, no es admisible que con memoria frágil se sostenga que trajimos
el tema al debate entre gallos y medianoche, cuando los señores diputados Arias y
Alterach presentaron un proyecto de regulación de las tarjetas de crédito hace ya cuatro
años, y quien habla dos años atrás, sin mencionar otra serie de iniciativas que en el
mismo sentido formularan diferentes señores diputados.
En consecuencia, en lugar de echarnos la culpa mutuamente, con honestidad
intelectual la oposición y el oficialismo deberíamos reconocer que el cuerpo en su
conjunto es el que está en mora en relación con la solución de este problema. Es el
cuerpo el que está en mora con la sociedad pues en tanto tiempo no ha sancionado
proyectos de ley antimonopolio, antiusura y de regulación de los contratos de adhesión
y de tarjetas de crédito.
A sabiendas de que todos estamos inspirados en un mismo sentido, invoco la
voluntad y buena fe de todos los señores diputados para resolver este problema de la
mejor manera.
En verdad no comprendo el motivo -probablemente porque no he sido
informado- por el que se constituyó el cuerpo en comisión, pues de acuerdo con las
conversaciones previas y lo resuelto por mi propio bloque, tenía entendido que se iba a
desarrollar el debate en general, que íbamos a aprobar la norma en general, avanzando
luego en particular sobre los puntos que ya estaban consensuados no sólo por el bloque
oficialista sino también por la oposición. Y en cuanto a los puntos controvertidos, por la
importancia y la seriedad que merece el tema, se iba a pasar a un cuarto intermedio para
trabajar intensamente hasta la semana que viene tratando de consensuarlos y
considerando los artículos pendientes, a fin de culminar en la sanción de la ley.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
Ese proyecto sería la base sobre la que podríamos apoyarnos para cambiar la
mecánica de este tratamiento, de modo tal de votar en general y luego pulir los detalles
particulares. Como las coincidencias son mucho más grandes que las disidencias, y las
diferencias existentes son muy pequeñas, con buena voluntad podríamos resolverlas
rápidamente.
Sr. PRESIDENTE (SORIA C.E.).- Tiene la palabra el señor diputado por Catamarca.
Sr. FADEL.- Señor presidente: sin lugar a dudas todos los miembros de este cuerpo
compartimos que este no es el tratamiento más adecuado para una norma de esta
jerarquía.
Tendríamos que haber profundizado su consideración a fin de evitar una
solución intervencionista, pero sin abandonar el propósito de que sea operativa.
Estamos hoy debatiendo un tema que ha generado gran expectativa en la
sociedad argentina. No sería nada bueno defraudar a todos esos argentinos que han
creído que este Parlamento podía sancionar una norma que dé protección al grupo más
importante: el de los consumidores, el de los usuarios, que son los más débiles y los que
tienen menos capacidad de organización.
La voluntad manifiesta del Congreso de la Nación de debatir y sancionar una
norma que regule la actividad vinculada al sistema de tarjetas de crédito nos obliga a
hacer algunas reflexiones que tiran abajo los argumentos de los fundamentalistas del
mercado. Hay quienes aseguran que el "señor mercado" es capaz de garantizar
competencia y transparencia; pero en esta voluntad que hoy estamos manifestando
dejamos explícita la existencia en la República Argentina de un mercado lleno de
imperfecciones y distorsiones donde la usura está a la orden del día, ya que el sistema
de tarjetas de crédito es uno a través de los cuales se canaliza esa usura.
Hay muchos temas que tenemos que tratar en el Congreso que están vinculados
con la usura. Un ejemplo de ello -que también se relaciona con los bancos- es la
necesidad de estudiar e investigar a las financieras que dan préstamos a tasas usurarias,
que están constituidas por las mismas entidades bancarias que pagan tasas de interés del
7 u 8 por ciento a quienes depositan sus recursos en esas instituciones, pero que luego lo
prestan por afuera a tasas exageradas y desproporcionadas.
Considero que no debemos analizar superficialmente las imperfecciones y
distorsiones de este mercado. Tampoco podemos dejar de señalar quiénes son los que
tienen mayores responsabilidades frente a estas distorsiones. En este sentido no
podemos dejar de referirnos a los funcionarios que tienen la responsabilidad de aplicar
muchas de las normas que existen en esta materia. Seguramente esa legislación es
imperfecta pero, si se aplicara, quizás hoy no tendríamos que estar debatiendo este
proyecto. De lo contrario, observemos qué ha ocurrido a partir del momento en el que
este Parlamento se aprestó a analizar una iniciativa de esta naturaleza: los propios
bancos se sentaron a discutir y a acordar una autorregulación. Hoy día circulan
versiones en el sentido de que estarían dispuestos a autorregular una tasa del 20 por
ciento y una comisión del 7,5 por ciento como máximo, cuando en la actualidad se está
cobrando una comisión del 10 por ciento y una tasa que en algunos casos llega al doble
de la que acabo de mencionar.
Eso muestra claramente que, si hubiese actuado la autoridad encargada de
aplicar las normas que ya existen en materia de protección al consumidor, les
hubiéramos ahorrado mucho dinero a los argentinos. Los bancos ya hicieron su negocio
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
y ahora están dispuestos a sentarse para autorregularse. Pero no le creamos tanto a esa
autorregulación; tenemos que seguir trabajando y aprobar en el día de hoy un proyecto
que regule esta actividad y que garantice protección al grupo económico más
importante, es decir, los usuarios.
Nos resulta muy difícil entender la libertad de mercado y la sana competencia si
no tenemos un Estado que garantice, en primer lugar, la transparencia y la información
veraz al usuario, lo que está perfectamente definido en la ley de defensa del consumidor,
que no se aplica.
Lamentablemente, como decían otros señores diputados, circulan contratos de
adhesión con cláusulas abusivas y leoninas y escritos con letra chica, que sorprenden al
usuario en su buena fe. Por ello afirmamos que la buena salud del mercado siempre va a
estar en relación directa con la transparencia, que debe ser garantizada por el propio
Estado.
Sr. FADEL.- Esa mayor transparencia evitará que el usuario sea sorprendido en su
buena fe con cláusulas contractuales ilegibles y leoninas, con tasas abusivas y usurarias,
con renovaciones automáticas compulsivas y con resúmenes de cuentas poco claros; en
algunos casos, inclusive, se omite información que debería llegar en tiempo y forma al
usuario.
El ejemplo más claro de la última cuestión que acabo de expresar es la
renovación automática, que yo denomino casi compulsiva. En esto tengo experiencia
propia, porque cuando quise desprenderme de una tarjeta de crédito, cada vez que me
presentaba para hacerlo, me informaban que ya me habían descontado el costo anual en
resúmenes anteriores de la tarjeta de crédito.
Este es uno de los puntos que está contemplado en el proyecto que hemos
logrado acordar en el marco de la Alianza. Allí la cuestión se resuelve a partir de una
información oportuna y legible con respecto al vencimiento de la tarjeta, a fin de no
complicar la vida al usuario haciéndolo concurrir -como figura en otras iniciativas- a
firmar otro contrato o a manifestar por escrito su voluntad de continuar.
Así establecemos que es necesario que se informe perfectamente en los tres
últimos resúmenes anteriores al vencimiento de la tarjeta la fecha en la que se va a
producir dicho vencimiento. Si el usuario no manifestara su voluntad de desistir de la
utilización de esa tarjeta, ella se renovaría automáticamente.
Otro tema que nos preocupa es la cuestión de fijar las tasas de interés o de
colocarles un techo. Llegamos a este extremo porque, lamentablemente, no hubo un
tratamiento donde se pudieran discutir otras alternativas, como la que hoy expuso el
señor diputado Martínez Zuccardi cuando hablaba del seguro de incobrabilidad.
Menciono esto último porque los bancos dicen que las tasas de interés altas
responden al elevado índice de incobrabilidad que hay en la Argentina. Olvidan decir
que las altas tasas de incobrabilidad surgen de la distribución masiva de tarjetas -que en
muchos casos se imponen de manera compulsiva- para ampliar su universo y, por ende,
su margen de ganancia, pero que no quieren ampliar su riesgo; este último que lo pague
el usuario cumplidor. Esto me hace acordar a la política tributaria que se ha aplicado en
los últimos años, en la que, en lugar de combatir la evasión, creamos nuevos impuestos
y hacemos que los cumplidores paguen las consecuencias.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
Este criterio de que las elevadas tasas de interés respondan al alto nivel de
incobrabilidad de los bancos me lleva a pensar en la posibilidad de incorporar un seguro
obligatorio de incobrabilidad, como existe en otros países, de manera que no se pueda
dar más esa excusa referida a la incobrabilidad. Dejemos que las tasas se ubiquen en
niveles internacionales y que se aplique este seguro mínimo que, si bien va a implicar
un nuevo gasto para el usuario, éste será insignificante en comparación con la menor
tasa de interés que le aplicarán.
En el entendimiento de que no es un tema cerrado, esta es una alternativa a
debatir respecto de un proyecto que hubiera merecido un tratamiento más serio y
responsable atento a su naturaleza.
En cuanto a la vía ejecutiva, el proyecto de la Alianza considera que debe existir
una preparación previa a partir de los contratos de adhesión que se establezcan en
función de lo que esta ley determine y con los resúmenes como corresponde.
Atento a la baja transparencia y a la falta de información entre los usuarios, es
altamente riesgoso transformar el resumen en un título ejecutivo, por más que
establezcamos otras normas como las que fijan un techo para las tasas de interés o las
comisiones, porque existe la posibilidad de que ocurra lo que ha sucedido en otras
ocasiones en que el Poder Ejecutivo ha vetado sólo las normas dictadas a favor del
usuario, con lo que dejaría vigente la vía ejecutiva del resumen. Evidentemente, esta
combinación sería explosiva y no queremos cometer tamaño error.
No quiero dejar de mencionar otros sistemas que apuntan a sectores de menores
recursos, porque pareciera que, cada vez que se alude a las tarjetas de crédito, se hace
referencia sólo a las más conocidas. Por eso queremos hacer hincapié en la redacción
del proyecto, a fin de aclarar que esta ley debe alcanzar asimismo a todos los sistemas
de crédito provinciales e incluso a las tarjetas provenientes de emisiones de bancos
estatales, que también cometen usura.
El ejemplo está en lo que sucede en la provincia de Buenos Aires, donde se
cobran tasas de interés superiores al ciento por ciento anual a partir de la necesidad de
mucha gente de menores recursos que no puede acceder a las tarjetas de crédito
tradicionales y recurre a las de financieras y comercios que emiten estas tarjetas y
abusan de los usuarios.
Como decía, hay también tarjetas de crédito emitidas por bancos estatales de
provincia que, además de pagar con atraso los sueldos, cobran sobre esas tarjetas
intereses abusivos. Es decir que, por un lado, a la gente no se le paga el sueldo, y por el
otro, se les brinda la posibilidad de disponer de una tarjeta de crédito sobre la que se
aplican intereses abusivos. Aquí desaparece el argumento del alto índice de
incobrabilidad, porque el descuento se efectúa por planilla. Esta usura estatal es aún
mucho más grave que la usura privada.
Por ello, debemos definir perfectamente en este proyecto de ley que este sistema
alcanzará a todas las tarjetas de crédito, sean bancarias, financieras o comerciales,
emitidas por entidades privadas, mixtas o estatales.
A partir de la gran expectativa generada en los argentinos considero que hoy no
podemos irnos de este Congreso sin haber votado un despacho que sea el fruto del
consenso entre los diferentes sectores. Sabemos que tanto al oficialismo como a la
Alianza les ha llevado mucho tiempo lograr la síntesis de los proyectos de sus distintos
integrantes.
Por lo expuesto, desde nuestro bloque solicitamos que hoy se vote en general y
en particular un proyecto de ley que regule el sistema de tarjetas de crédito. (Aplausos.)
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
Sr. PRESIDENTE (LOPEZ ARIAS).- Tiene la palabra el señor diputado por Santa
Fe.
Sr. LAMBERTO.- Como decía, señor presidente, aquel proyecto no tuvo buena suerte
porque para algunos regulaba muy poco y, para otros, demasiado. Estos son los
argumentos que siempre se utilizan cuando se quiere impedir la sanción de una
iniciativa: unos están muy a la derecha y otros muy a la izquierda, y finalmente la
aprobación del proyecto no prospera.
Es imperioso disponer de una legislación sobre tarjetas de crédito en razón de la
cantidad de intereses que están en juego y del número de personas que utilizan el
sistema. Por ejemplo, al respecto se habla de compras por 15 mil millones de dólares y
de una cantidad de 9 millones de usuarios. Evidentemente, estamos refiriéndonos a un
tema que tiene altísima repercusión social.
¿Qué legislación regula el sistema de tarjetas de crédito? En relación con ellas
no hay legislación alguna, o es mucho menor que para la libreta de almacenero; y lo que
es más grave, es unilateral e impuesta por los colocadores de tarjetas sobre la base no de
una decisión del Estado sino de un contrato de adhesión que es mucho peor que el
contrato de las compañías de seguro, al que tenemos acceso más allá de su letra chica.
Pero muy pocas personas –creo que nadie- tienen acceso al contrato que firman cuando
reciben una tarjeta de crédito, y en consecuencia no conocen ni sus obligaciones ni sus
derechos. Es decir que quien firma algo de esa naturaleza prácticamente está
renunciando a todo tipo de derechos.
Por lo tanto, se trata de lograr una legislación sobre tarjetas de crédito que
empiece a definir cuáles son los derechos de los participantes del sistema; es decir, qué
derechos y obligaciones tiene el usuario, qué derechos y obligaciones tienen los que
financian dicho régimen y qué derechos y obligaciones tienen los comerciantes. De esta
manera lograremos establecer reglas claras a fin de que el conjunto de los participantes
del sistema sepan a qué atenerse.
Lo enmarañado y condenable de este régimen es que se juega sin reglas, y
cuando ello sucede los que pierden son los que no conocen el juego. Entonces, un
sistema que tiene que tener transparencia, parte de la base de que la gente tiene que
saber qué cosa contrata y en qué términos lo hace. Este es el objeto principal de una ley
que regule el uso de las tarjetas de crédito.
Alguien dijo que se han legislado casi todos los instrumentos del comercio y al
hacerlo se logró definir las relaciones del Estado y los particulares, proteger derechos y
hacer cumplir las obligaciones. Esto es lo que nosotros esperamos de una legislación en
materia de tarjetas de crédito. Me refiero a una normativa que no tenga el sesgo
policíaco de hacer temer que se puedan llegar a alterar las reglas por decisión de una
ley. Lo que se puede hacer es fijar qué derechos y obligaciones tienen los participantes
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
de este sistema, cuáles son los límites para las voluntades de los que tienen mayor poder
de decisión y en qué condiciones puede una persona participar en él.
Además, es fundamental garantizar la información para el usuario. Una tarjeta de
crédito o de compra no es el camino hacia la felicidad que permite comprar ahora y no
pagar nunca. Implica realizar un uso responsable de un instrumento para que la persona,
dentro de sus posibilidades, pueda pagar y disponer. Esto también es responsabilidad
del ente emisor.
Si se actúa irresponsablemente, sin reglas, los costos los paga el usuario. Cuando
hay mora excesiva se traslada a las tasas; cuando hay pérdidas por mala administración,
se trasladan a las tasas. Finalmente, todo esto lo paga la gente.
Cuando hace mucho tiempo se vivió un proceso de hiperinflación que provocó
grandes quebrantos en el sistema financiero, gran parte de ellos se enjugaron con
débitos a las tarjetas de crédito. Este fue el primer motivo por el que se trató de legislar
en esta materia. Es importante que esta noche el Congreso de la Nación brinde al país
una legislación sobre tarjetas de crédito. Además, resulta conveniente extremar los
esfuerzos a fin de consensuar un articulado que otorgue garantía a todos los sectores.
Por ello es fundamental que los miembros de las comisiones trabajen a fin de llegar a un
texto adecuado, teniendo en cuenta la seriedad del tema y la cantidad de intereses y
personas que están en juego.(Aplausos).
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
ende, ver qué ley los vincula. Se trata de leyes estadísticas pero dadas por la ciencia
económica.
Algo de todo esto ocurrió el año pasado. Excepto el señor diputado Balter y
quien les habla, que votamos en contra, esta Cámara votó con muy buenas intenciones
la ley de factura de crédito para bajar las tasas de interés que tenían las Pyme. Hoy
tenemos que derogar la ley de factura de crédito porque no tuvo el efecto buscado.
Aquí pasa exactamente lo mismo. Con este proyecto de ley no bajaremos las
tasas de interés ni las comisiones, sino que agravaremos el problema.
Llevando las cosas a la realidad económica, digamos que si esta norma se llega a
sancionar como ha sido propuesta los principales perjudicados serán justamente los que
queremos beneficiar. Los que puedan tener tarjeta de crédito la tendrán emitida en
Montevideo, en Santiago de Chile o en Nueva York, con lo cual esta ley no tendrá
ninguna aplicación práctica, porque confunde la causa con el efecto.
En la economía los bienes tienen precio; los servicios tienen comisiones o tasas
de interés. Cuando nosotros pretendemos poner un tope a los precios dados por la tasa
de interés estamos volviendo a un pasado argentino de desabastecimiento, de fraude y
de todo tipo de maniobras, porque se va en contra de leyes naturales de la economía.
Estos son los efectos no deseados.
Hay mecanismos para poder avanzar en este tamaño despropósito que estamos viviendo
con el costo del sistema de financiamiento de las tarjetas de crédito. Pero empecemos a
trabajar en las causas; no como el disparate que han puesto en este proyecto, en el
artículo 2°, donde se habla de tarjeta de crédito o "dinero electrónico". Hay alguien que
evidentemente no ha leído la ley de convertibilidad, ni la Carta Orgánica del Banco
Central y en consecuencia confunde el signo monetario de la República Argentina con
esto que no es dinero.
Este es un problema conceptual, de absoluta ignorancia. La tarjeta de crédito no
es dinero ni cuasidinero. No se la puede ni siquiera asimilar. Aquí se están equivocando.
Por otro lado, y comparando con situaciones que tenemos en países vecinos, con una
organización administrativa, judicial y financiera que funciona mejor que la nuestra,
como por ejemplo, Chile, se advierte que los sectores medio y medio bajo trabajan con
chequera y con la tasa de interés de adelanto en cuenta corriente, porque la tarjeta de
crédito es para sectores de mayor poder adquisitivo.
Lamentablemente, no es posible implementar ese sistema en nuestro país porque
el Parlamento no ha dado solución a los miles de cierres de cuentas corrientes ocurridos
después del Tequila. ¿Qué diferencia hay en dar a una persona que maneja una
costosísima tarjeta de crédito, una chequera en condiciones normales para operar? Ello
no es así porque el sistema bancario argentino ha restringido la capacidad prestable de
acuerdo con resoluciones emitidas por el Banco Central. Por lo tanto, aquel productor,
comerciante o industrial al que le cerraron la cuenta bancaria le resulta imposible
acceder a una chequera propia para operar y se ve obligado a vender el cheque que ha
recibido en pago al usurero al que los bancos sí le dan créditos. Es en este tema en el
que debemos trabajar y no en el disparate que hoy se propone.
En concreto, es necesario que nos aboquemos al estudio de la rehabilitación de
los millones de cuentas corrientes cerradas a fin de rehabilitar la bancarización del
sistema financiero que está sólido pero que lamentablemente no llega a todos.
En segundo lugar, estoy proponiendo la autorregulación del sistema, que es lo
que han salido a anunciar hoy asustados por las medidas que podían tomarse. Pero para
ello no necesitamos de una ley sino que lo pueden hacer la Secretaría de Industria y
Comercio o el Banco Central obligando a las entidades emisoras a hacer la misma
publicación que rige para los créditos hipotecarios, círculos de ahorro para automóviles
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usurarias que se cobran a los adherentes, a las comisiones que se perciben de los
comercios adheridos -a las que también de alguna manera se les fija un techo-, y
fundamentalmente se torna previsible todo el régimen de las tarjetas de crédito.
Para finalizar, deseo celebrar que la agenda parlamentaria coincida con la de
nuestra sociedad.
- Asentimiento.
Sra. MOSSO.- Señor presidente: considero que lo primero que es necesario destacar en
este debate es que en 1998 estamos hablando de un mercado de 8 millones de usuarios
que mueven alrededor de 15 mil millones de pesos, lo que era impensable pocos años
atrás en la República Argentina.
Actualmente, la cuestión de las tarjetas de crédito constituye en nuestro país un
tema social. Nunca antes podría haberlo sido cuando la economía argentina en lugar de
crecer como hoy, sólo se circunscribía a un mercado cada vez más chico, que en la
década del 80 en vez de incrementarse disminuyó a un ritmo inferior al cero por ciento.
Por eso resulta extraño que algunos miembros de la oposición -algunos
comprovincianos que me precedieron en el uso la palabra- hablen hoy de usura al
referirse a estas tasas, cuando en la época en que ellos gobernaban éstas se aumentaban
a cada minuto. Considero que no deberíamos tener esta actitud de añoranza regulatoria,
que nos extraña sobre todo después de que nuestra política económica ha logrado el
mayor de los triunfos al que puede aspirar una parcialidad política: que la oposición
reconozca su éxito y sus beneficios, como por lo menos así nos lo hicieron saber
algunos días antes de las últimas elecciones. Nosotros lo creímos, y teniendo en cuenta
que comparten esta política que ha sacado al país del estancamiento, esperamos que
continúen acompañándonos en la misma dirección.
Por lo expuesto, no parece justo que cada vez que se habla de temas económicos
se cargue contra el presidente de la República. Al respecto, deseo expresar que tanto el
doctor Menem como quienes con valentía, visión y decisión lo acompañaron en la
adopción de normas que nunca apoyó la oposición -a veces por medio del dictado de
decretos o de vetos-, han mantenido la dirección correcta para llegar a lo mejor para la
República Argentina y su pueblo.
Por eso debemos subrayar el hecho de que el sistema de tarjetas de crédito que
existe en la Argentina es multitudinario, por lo que hay que tener mucho cuidado acerca
de lo que vamos a decidir. Este mercado mueve 15 mil millones de pesos y el detonante
para esta legislación han sido las altas tasas que se cobran sobre un sector de este
mercado.
El sector que está sometido a estas altas tasas es de alrededor de un 5 por ciento
de la totalidad del mercado, es decir, representa unos 800 o 1.000 millones de pesos.
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Sr. ALSOGARAY.- Señor presidente: el proyecto que hoy estamos tratando constituye
un episodio en cierta medida intrascendente, pero que constituye un símbolo y un
síntoma de que hay fuerzas que todavía tienden a hacernos retroceder frente a los
avances indudables que hemos experimentado merced a la política socioeconómica que
se ha implementado.
En realidad no voy a entrar en el articulado de este proyecto porque directamente
voy a votar en contra por considerarlo inconveniente para el país.
Me referiré, en cambio, a esos aspectos simbólicos o sintomáticos que he citado.
Para ello necesariamente tengo que examinar lo ocurrido durante los últimos años y
citar algunos puntos doctrinarios que se relacionan con el tema que estamos tratando.
En 1945, al terminar la Segunda Guerra Mundial, la Argentina ocupaba el
séptimo u octavo lugar en el mundo. A mediados de 1989 nuestro país estaba ubicado
entre los puestos 70 y 80 del ranking mundial.
¿Por qué se produjo ese retroceso? No se puede decir que la culpa la tuvieron
ciertos gobiernos, porque los hubo de toda clase -peronistas, radicales, militares- y, si
bien eran gobiernos muy distintos, debe haber existido debe haber existido algún
vínculo o común denominador que explique por qué, a pesar de haber dependido del
Estado en condiciones tan diferentes, siempre hemos retrocedido. En nuestra opinión la
causa de este retroceso se debe a las políticas económicas y sociales aplicadas por todos
los gobiernos durante ese período, sólo con diferencias de grado y forma. Todos fueron
estatistas, dirigistas, intervencionistas e inflacionarios. En el fondo aplicaron políticas
de extracción socialista, aunque los socialistas rechacen esa afirmación. Desde nuestro
punto de vista, esas políticas son las que hundieron al país en la forma indicada.
Ese sistema es el responsable del deterioro argentino. Funcionó a lo largo de
cuarenta años y terminó en el cuasicolapso del 8 de julio de 1989. Debemos recordar
que en ese momento -no pretendo abusar de la paciencia de los señores diputados
refiriéndome a temas que son conocidos por todos- los servicios públicos estaban
agotados: conseguir un teléfono era un problema de quince años; había apagones de luz;
las empresas del Estado eran todas deficitarias; la deuda pública superaba los 66 mil
millones de dólares, a los cuales había que agregar 20 mil millones de deuda potencial
que se fue precipitando, y sobre todo debimos enfrentar la hiperinflación, que es el
mayor desastre social que puede experimentar un país. En el caso de la Argentina la
hiperinflación nos llevó al desabastecimiento, al asalto de los supermercados y a
desórdenes de toda clase. Fue una de las consecuencias de la destrucción de la moneda.
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Sr. ALSOGARAY.- No soy muy optimista con respecto a que valga la pena continuar
mi exposición, pero como estoy al final de ella, quiero completarla.
Las tarjetas de crédito son muy interesantes, pero ayudan al llamado
consumismo. A quien usa la tarjeta de crédito no debemos protegerlo mediante tasas de
interés máximas, sino que debemos educarlo para que no se endeude demasiado. El
endeudamiento es siempre muy peligroso. Crea angustias sociales, porque después hay
que pagar las cuentas.
Las tarjetas de crédito inducen al exceso del gasto. Lo que habría que hacer es
tratar de que el público ahorre. El público argentino debería ahorrar en lugar de
dedicarse a consumir y pagar tantas cuotas como las que se ofrecen en el comercio
actualmente.
Por último, si colocamos precios máximos, pronto aparecerán las tarjetas negras
o "truchas". Eso no lo podríamos evitar. En cuanto hay un precio máximo, aparece el
mercado negro, ya sea en el mercado de trabajo, de bienes y servicios o de cambios.
Siempre se encuentra la manera de violar la regla del precio máximo.
Finalmente, quisiera que algún día depuremos un poco los términos. Estas
expresiones que siempre se usan, como "capitalismo salvaje", "neoliberalismo",
"fundamentalismo de mercado", etcétera, son fáciles de decir, pero no tienen contenido
y, sobre todo, no corresponden a la realidad.
No pretendo resolver ese problema en esta sesión; sólo he querido señalar que lo
que estamos considerando es un episodio negativo, porque nos lleva al retroceso. Sé que
no vamos a ir muy lejos en el retroceso, porque hay cosas que no se pueden volver para
atrás, pero para qué crear estos inconvenientes cuando podemos continuar con una
política que lleva al país adelante. (Aplausos.)
Sr. PRESIDENTE (LOPEZ ARIAS).- Tiene la palabra el señor diputado por Salta.
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Sr. FOLLONI.- Se podrá pensar que quienes propiciamos esta iniciativa –por supuesto
con grandes reservas respecto de la forma en que han sido elaborados estos proyectos,
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Sra. MELOGNO.- También se cuestionan las formalidades que creemos que deberían
contener los contratos: tipo de letra, tamaño, tiempos de envíos del resumen, plazos de
impugnación y el procedimiento ejecutivo, buscándose con esto proteger al usuario, ya
que generalmente en la letra chica consta lo más importante, y los plazos establecidos
actualmente para los otros temas mencionados carecen de aplicación práctica.
Frente a estos temas, vistos como negativos para la economía por parte de los
bancos y emisores, sería interesante pensar qué impacto tendría sobre el consumo la
disminución de las tasas de interés y cómo afectaría un marco legal transparente sobre
todo el sistema. Sin duda alguna la confianza que esto daría al consumidor lo alejaría de
la actual incertidumbre y el resultado sería el mayor consumo, algo positivo para todos.
Pensemos también que con la aprobación del proyecto se estará dando sólo un primer
paso para solucionar un tema que se busca regularizar desde hace más de diez años.
(Aplausos.)
Sr. PERNASETTI.- Señor presidente: escuché con atención las palabras del señor
diputado Lamberto, cuando nos hacía recordar que fue el primero en presentar un
proyecto regulatorio del régimen de las tarjetas de crédito. Tiene razón, pero quiero
recordar a la Honorable Cámara que en 1994 en la Comisión de Legislación General se
resolvió la integración de una comisión especial para tratar el tema de las tarjetas de
crédito. Fue en esa época cuando se comenzaron a analizar los proyectos presentados
por los señores diputados Lamberto, Alvarez, Arias, Bisciotti, Becerra, Vanossi, Gentile
y otros ex señores diputados.
Recuerdo que en aquel momento la preocupación se centraba en cómo debía ser
la tarjeta de crédito, es decir, si era bueno o no que llevase la foto del titular, cómo debía
ser el contenido del resumen de cuentas, cuáles eran los plazos de los que disponía el
usuario para impugnarlo, etcétera. Nuestra intención era evitar que las empresas
emisoras siguieran obligando al usuario a retirar el respectivo resumen en la sede
emisora en caso de que éste no hubiese llegado a su domicilio.
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Estas eran las cuestiones que pretendíamos regular; nadie hablaba de la tasa de
interés. En cambio, debo reconocer que discutíamos sobre la naturaleza de título
ejecutivo o no de los resúmenes de las tarjetas de crédito. Algunos opinaban que debían
ser títulos ejecutivos porque quizá de esa manera lograríamos abaratar el costo del
sistema.
Buscando antecedentes de aquella época encontré un ejemplar de "La Ley" del
miércoles 18 de mayo de 1994, en el que figura un artículo firmado por Ernesto
Eduardo Martorell sobre la ejecución de las deudas de las tarjetas de crédito.
Recuerdo que invitamos al doctor Martorell a la comisión y a raíz de su
exposición aquellos que estaban convencidos de que los resúmenes de las tarjetas de
crédito podían ser considerados títulos ejecutivos, cambiaron de opinión.
A raíz de esa experiencia surgió un nuevo proyecto de ley cuyo autor era el
señor diputado Arias, que resumía magníficamente todo lo que habíamos analizado
hasta ese momento en la Comisión de Legislación General, pero recuerdo que esa
iniciativa no contenía ninguna disposición que considerara título ejecutivo a los
resúmenes. Por el contrario, habíamos convenido en la necesidad de considerar una pre-
vía ejecutiva, y en ese sentido se expresaron los distintos proyectos.
¿Qué pasó después? Los predictámenes quedaron demorados y en la Cámara no
había voluntad política para seguir adelante con el tema. Pero ahora, cuando en los
medios aparece la noticia referida a las tasas de interés que cobran los bancos, todo el
mundo comienza a preocuparse e iniciamos esta carrera demagógica, este campeonato
para ver quién queda mejor con los usuarios.
En virtud de ello se propone establecer límites en las tasas de interés y hacer
creer a la gente que con el proyecto de ley que vamos a sancionar solucionaremos los
problemas financieros que muchos tienen con los bancos emisores. Pero ello no es así;
lo que estamos haciendo es regular una institución que aún es adolescente en el derecho,
pero siempre hay una antinomia entre la realidad y la tipología jurídica, como bien lo
manifestó Martorell.
¿Qué nos pasó para abandonar ese camino de responsabilidad y estudio y entrar
en esta competencia desmedida por quedar bien? En verdad no sé ante quiénes se quiere
quedar bien, cuando es sabido que lo único que se intenta concretar es la regulación de
un instituto que la necesita.
Asimismo, se pretende evitar los abusos que hasta ahora se han cometido pues
por la falta de regulación los bancos utilizaron diversos mecanismos para perseguir el
cobro de los resúmenes. Algunos hacían firmar poderes para que el banco abriese una
cuenta corriente, debitara de ella el costo del resumen, y como su saldo era título
ejecutivo podían proceder por medio de ese instrumento. La jurisprudencia se opuso a la
utilización de este mecanismo en razón de que desnaturalizaba el sistema de la cuenta
corriente bancaria, creado para librar cheques y no para debitar conceptos de tarjetas de
crédito. También la jurisprudencia fue cerrando el paso a todos aquellos que planteaban
que podía ser un título ejecutivo de otra naturaleza o incluso un prepago vía ejecutiva.
Se sostuvo asimismo la necesidad de reglamentar el contenido mínimo del
contrato entre el emisor y los proveedores de los servicios, y de que las disposiciones
figuraran en letra grande para la cabal comprensión de todos. Este era el sentido de la
regulación planteada, y no el que después se salió a vender a la opinión pública en el
sentido de que todo se arreglaba con la cuestión de la tasa de interés.
Ahora resulta que como el presidente de la Nación anunció que vetará cualquier
tope que se fije a la tasa de interés que se cobra en este sector, con apuro se pretende
introducir algo que no figura en ninguno de los dos proyectos de dictamen. Obran en mi
poder una copia de la propuesta firmada por algunos diputados del Partido Justicialista y
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
el texto suscripto por los representantes de la Alianza; en ninguno figura el tema del
título ejecutivo para los resúmenes de las tarjetas de crédito. Eso se introdujo ahora, y
me lleva a pensar que los únicos que saldrán gananciosos de esta polémica artificial
entre los diputados serán los bancos. Por esta vía sólo se logrará que los bancos
obtengan lo que siempre han querido: la posibilidad de que los resúmenes de las tarjetas
de crédito sean título ejecutivo; todo lo demás, lo que en verdad constituía una
preocupación, quedará como accesorio o secundario. No habrá topes para las tasas de
interés que se perciben y sí título ejecutivo. En ese sentido cabe preguntar si ese título
ejecutivo será el cupón firmado por el usuario, el resumen o el contrato.
Estas son cuestiones serias que ameritan que la Cámara se detenga a analizarlas,
sin avanzar más allá de la votación en general, pero a sabiendas de lo que se está
aprobando. Si en verdad todos deseamos defender a los usuarios, asumamos el
compromiso de analizar cada una de las disposiciones de las distintas iniciativas que se
han presentado con el objeto de diseñar la mejor regulación para este instituto joven que
afecta a muchos argentinos. Hoy ellos no están esperando del Congreso de la Nación la
solución para todos sus problemas económicos y financieros -que por supuesto no pasa
por la sanción de una ley-, sino la tranquilidad de conocer cuáles son sus derechos frente
a los bancos y los comercios. Por su parte los comercios también quieren saber cuáles
son sus derechos frente a los usuarios de las tarjetas de crédito y quienes las financian.
Por lo expuesto, nosotros propiciamos la aprobación del texto propuesto por la
Alianza, pero con el compromiso de trabajar con firmeza para lograr la adecuada
regulación de este instituto, sin reconocer el carácter de título ejecutivo a los resúmenes
de cuenta (Aplausos.)
Sr. DAS NEVES.- Señor presidente: deseo brindar algunas reflexiones, aunque en
función del acuerdo y de la necesidad de votar de inmediato, voy a dejar varias de ellas
para el tratamiento en particular y sólo me voy a remitir a las más importantes.
Comparto en gran medida las expresiones de los distintos señores diputados,
pero creo que vale la pena hacernos entre todos esta pregunta: ¿qué hubiera pasado si el
Congreso, y los diputados en particular en los últimos diez o veinte días no hubiesen
puesto en discusión en la escena política y en el debate de la comunidad el tema de la
necesidad de condenar y dar un corte al abuso que partiendo de las entidades
financieras, único sector que no se ha reconvertido en nuestro país, alcanza a ocho
millones de argentinos? ¿Reitero: qué hubiera pasado si no hubiéramos avanzado en
esta cuestión?
Como dijo algún señor diputado, tal vez no hayamos sido demasiado prolijos en
la consideración de la cuestión, pero todos vamos a coincidir en que esta noche, desde
este Congreso se emite un mensaje en el sentido de que estamos decididos a poner coto
a los abusos que se cometen en algunos sectores de la economía argentina.
Esto no hubiera sucedido, si no hubiera estado presente el debate en la sociedad.
Tampoco se hubiera dado la reacción de las entidades financieras que en las últimas
cuarenta y ocho horas han mostrado su preocupación por la decisión que este Congreso
iba a tomar. Asimismo, no se hubiera dado la reunión entre las entidades financieras y la
Cámara Argentina de Comercio, en una nueva práctica oligopólica, anunciando que van
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
Sr. DAS NEVES.- Acepto chicanas y no las contesto. Estoy tratando de cerrar el
debate, para votar de inmediato ya que tenemos en este momento ciento treinta y cinco
señores diputados en el recinto.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
Sr. DOMINA.- Señor presidente: durante el transcurso de este debate, de este trabajo
de la Cámara constituida en comisión se ha dicho mucho y bueno, de modo que es poco
lo que podemos agregar.
Sin embargo, me permito señalar que no llegamos a este tratamiento de la
manera más ordenada posible. Todos hubiéramos deseado que el diligenciamiento
parlamentario de esta importante norma hubiera tenido mayor propiedad y hubiera sido
más ajustado a los mecanismos propios de esta Cámara.
No voy a abundar sobre esa circunstancia porque quiero destacar que, a pesar de
ello, estamos tratando el proyecto. Eso significa que prevaleció la buena voluntad, el
esfuerzo, la actitud y el aporte constructivo de muchos diputados de todos los bloques
que ayudaron a que -aun tumultuosamente- lleguemos hoy a aprobar en general un
dictamen sobre esta norma trascendente. Si bien no conformará en un ciento por ciento
a todos -siempre es así-, significará un avance.
Quiero poner de manifiesto que la ley no significará un retroceso, tal como aquí
se ha querido presentar. Sin duda constituye un avance porque se trata de legislar sobre
un instrumento que hoy utilizan casi 9 millones de argentinos, que involucra a miles de
comercios y a todo el sistema financiero argentino y que, en conjunto, mueve 15 mil
millones de pesos anuales en compras y más de 3 mil millones en créditos.
El señor diputado Pernasetti decía con mucha razón que se trata de un
instrumento que debe contar con una normativa. Pero no debe tratarse de una regulación
que perjudique a unos a favor de otros o establezca discriminaciones.
Debemos lograr una normativa adecuada, equilibrada, que proteja al sistema en
su conjunto, porque es bueno para nuestro país que el sistema de tarjetas de crédito
crezca y que haya cada vez más gente que lo utiliza.
El hecho de que aumente la bancarización es índice de una economía
desarrollada; nadie puede estar en contra de este proceso. Muchas veces nos gusta
compararnos con los países más desarrollados y evolucionados y tomar como ejemplo
economías importantes como la de Estados Unidos.
Justamente en ese país la bancarización alcanza un índice de más del 70 por
ciento. Muchos colegas se preguntarán qué es eso de la bancarización. No quiero dar
una lección ni hacer de maestro ciruela; sólo me permito señalar que la bancarización es
la cantidad de gente que utiliza productos bancarios, sea cuales fueren: depósitos a plazo
fijo, cuentas corrientes, tarjetas de crédito, cajeros automáticos o cualquier otro servicio.
En la Argentina la bancarización todavía es baja y, por eso, probablemente muchos
costos del sistema son altos. Somos pocos los argentinos que utilizamos los distintos
productos del mercado financiero y muchos –entre los que me incluyo-, los que
seguimos aferrados a la vieja cultura del inmigrante de pagar al contado, de no contraer
deudas y de guardar la plata debajo del colchón. Esta es la mentalidad y la cultura muy
respetable con la que se construyó este país.
Quiero aportar algo a lo mucho que se dijo a lo largo de este importante debate.
Tenemos que legislar con responsabilidad. No podemos tomar parte a favor de ninguno
de los actores. Debemos defender el interés general y el bien común. Esto es lo que
tenemos que tener en cuenta en el momento de legislar.
Estamos regulando un sistema, es decir, la interacción de las partes y de los
actores que tienen derechos y obligaciones recíprocos, intereses concretos y objetivos
determinados. En consecuencia, mal podemos legislar si tomamos parte a favor de unos
o de otros.
Justamente, el papel del legislador radica en ponerse por encima de los
acontecimientos sin olvidar que el Parlamento sólo produce leyes y no mensajes
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
políticos. Las leyes no tienen valor testimonial, tienen imperio. Por eso, cuando una
norma es aprobada por el Congreso y luego promulgada por el Poder Ejecutivo es de
cumplimiento obligatorio. Por lo tanto, tengamos cuidado cuando alguien quiere
mandar un mensaje político por medio de una ley; para eso están los medios, y para
legislar para el bien de la gente están las leyes.
Por estas razones destaco la responsabilidad con la que se trabajó, el esfuerzo
que se hizo y los aportes que se volcaron a lo largo del debate. Soy optimista y creo que
a pesar de todo el país va a tener una buena ley de tarjetas de crédito. (Aplausos.)
- Resulta afirmativa.
- Resulta afirmativa.
27 de mayo de 1998
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
Sr. ALVAREZ GARCIA.- Pido la palabra para formular una moción de apartamiento
del reglamento.
Sr. FAYAD.- Entiendo que sería conveniente que el proyecto fuera considerado por
artículos.
Sr. FAYAD.- Señor presidente: entiendo la buena voluntad y predisposición del señor
diputado Arias, pero él parte de la base de que el cuerpo aprobó en comisión algún
dictamen, cuya copia ha sido distribuida a los señores diputados, sobre el que también
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
Sr. PRESIDENTE (LOPEZ ARIAS).- Discúlpeme, señor diputado, pero para ordenar
el debate quiero señalar que, habiendo una propuesta para tratar como artículo 1° el
artículo 3°, deberíamos discutir en primer término ese tema. Sobre este particular los
dos bloques principales están de acuerdo. Posteriormente consideraríamos el artículo 1°,
que pasaría a ser 3°.
Tiene la palabra el señor diputado por Mendoza.
Sr. VICCHI.- Deseo hacer una aclaración a efectos de poner un poco de orden en esta
discusión.
Debemos tratar artículo por artículo y no por capítulos porque, de lo contrario,
no podremos llegar a un acuerdo.
Aquí hay definiciones de orden jurídico...
Sr. VICCHI.- Señor presidente: no quisiera que los señores diputados continúen
equivocados en su concepto. Celebro que se haya tomado la decisión de cambiar el
artículo 1° porque por una cuestión de confección de una ley es importante el marco de
las definiciones, en este caso, del sistema de tarjetas de crédito. Digo esto porque si no
existe una definición genérica del instituto jurídico que estamos considerando es
imposible que podamos avanzar en su regulación marco.
Yendo a lo práctico, la definición que se propone como artículo 1° -tal cual lo
dijo mi colega y correligionario de bancada- es ambigua y no contiene una definición
precisa, como lo exige la técnica legislativa. Por ello, decir que hay contratos
sistematizados o complejos me parece que no tiene razón de ser, porque los contratos de
tarjeta de crédito también pueden no ser complejos y hasta no ser sistematizados; todo
depende de quién los celebre. Pero sí es importante definir que se trata de un negocio
jurídico donde existe una entidad emisora, un receptor –que es el que va a tomar la
tarjeta de crédito- y todas las figuras que están jugando en el medio.
Entiendo que quien redactó la segunda parte del artículo 3° aplica lo justo, lo
correcto: aborda los sujetos y las distintas figuras específicamente, pero hace una
introducción que no necesariamente es importante en la definición del artículo. Por eso
nosotros creíamos que este artículo, tal como lo estábamos planteando, era mucho más
justo, definitorio, correcto e incluso abarcativo de todo el negocio jurídico multiplural
que puede desarrollarse a partir del sistema de tarjetas de crédito.
Sr. PRESIDENTE (LOPEZ ARIAS).- Tiene la palabra el señor diputado por Buenos
Aires.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
Sr. PRESIDENTE (LOPEZ ARIAS).- De acuerdo con la propuesta del señor diputado
Arias, el artículo 3° pasaría a ser el 1°, es decir, haría referencia al sistema de la tarjeta
de crédito.
Sr. ADAIME.- Señor presidente: a fin de esclarecer la cuestión planteada señalo que es
cierto lo que ha manifestado el señor diputado preopinante.
Desde el punto de vista hermenéutico y metodológico se trata de un contrato
consensuado y oneroso, y por lo tanto tiene finalidades que están determinadas por su
contenido.
Además, por su naturaleza jurídica es un contrato bilateral, no un contrato de
adhesión. Por ello es necesario definirlo, y nuestra bancada no admite adherir a un
artículo 1° determinado conceptualmente por la primera minoría.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
Sr. PRESIDENTE (LOPEZ ARIAS).- Tiene la palabra el señor diputado por Buenos
Aires.
Sr. ARIAS.- Señor presidente: nuestro bloque no está de acuerdo con la propuesta que
se acaba de plantear.
- Resulta afirmativa de 83 votos; votan 153 señores diputados sobre 163 presentes.
Sr. PRESIDENTE (LOPEZ ARIAS).- Para evitar todo tipo de dudas la Presidencia
desea aclarar a los señores diputados que el miércoles pasado la Cámara -constituida en
comisión- adoptó un despacho que es el que en este momento se está considerando en
forma particular.
En consideración el artículo 2°.
Tiene la palabra el señor diputado por Jujuy.
Sr. SNOPEK.- Señor presidente: propongo que se modifique el inciso f) del artículo 2°,
de la siguiente forma: donde dice "bienes o servicios" debería decir "bienes, servicios u
obras". Si no hacemos tal modificación estaremos excluyendo esta tipología especial
incluida en otros artículos del proyecto. Su omisión es algo que atribuyo a un error de
redacción.
Sr. PRESIDENTE (LOPEZ ARIAS).- Tiene la palabra la señora diputada por San
Juan.
Sra. AVELIN.- Señor presidente: lamento que no me haya dado la palabra cuando la
pedí en oportunidad de la consideración del artículo 1°.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
Considero que podemos cometer un error jurídico. Si bien se ha dicho que esta
norma responde a una necesidad social, como legisladores tenemos la obligación de que
este proyecto respete las técnicas legislativas y, fundamentalmente, los efectos jurídicos
que puedan derivarse.
Aclaro a los señores diputados que integro una de las comisiones en las que el
tema se trató y no he sido consultada, por lo que rápidamente se dijo que no se aceptaba
la modificación propuesta anteriormente. Es decir, el señor diputado Fayad formuló una
proposición -que comparto- tendiente a definir el sistema de tarjetas de crédito,
estableciendo quiénes son los sujetos, cuál es el objeto y, por último, cuáles los efectos.
Su planteo no fue aceptado.
Por lo tanto advierto un contrasentido, teniendo en cuenta que se define el
sistema de tarjetas de crédito como el conjunto complejo y sistematizado de contratos
individuales, abordándose las finalidades en los tres incisos siguientes. Fácil resulta
advertir que en ningún lado se habla del emisor, que es una de las partes esenciales en
este contrato.
Sin embargo, en el artículo 2° que ahora propone el oficialismo se dice: "A los
fines de la presente ley se entenderá por: a) emisor..." y continúa la definición, lo cual
ha sido omitido en el artículo 1°.
En mérito a los argumentos expuestos formulo moción en el sentido de que se
reconsidere el artículo 1°, ya que lo que estamos planteando no es un criterio político
sino jurídico.
En caso de que la Honorable Cámara acepte la reconsideración que estoy
solicitando, propongo que sea tenida en cuenta la propuesta recientemente leída por el
señor diputado Fayad.
- Resulta negativa.
Sr. FADEL.- Señor presidente: en relación con el artículo 2°, contenido en el Capítulo I
-Definiciones-, considero innecesario definir la tarjeta de débito o dinero electrónico
porque ello no es objeto de esta norma. Lo que estamos regulando es el régimen de
tarjetas de crédito, es decir, el pago diferido y/o la financiación, mientras que el otro
caso implica la existencia de fondos del cliente.
Por las razones expuestas solicito que se elimine el inciso e) del artículo 2°.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
Sr. FAYAD.- Señor presidente: por lo que advierto, empezamos mal y vamos a seguir
peor, porque no se hace lugar a cuestiones fundamentadas en el derecho y en la razón.
El artículo 2° define a las partes. Por ejemplo, el inciso a), relativo al emisor,
dice: "Es la entidad financiera, comercial o bancaria que en nombre propio emite
tarjetas de crédito..." ¿Por qué se expresa "en nombre propio"? Debemos hablar lisa y
llanamente del emisor pues la redacción propuesta es sumamente confusa.
El inciso a) concluye diciendo: "...previa calificación financiera del titular". En
relación con este último punto –la calificación financiera- debo decir que más adelante,
cuando tratemos los requisitos para la formulación del contrato de servicios de tarjeta de
crédito propondremos que se recurra a esta calificación.
El inciso c) habla del "usuario, titular adicional o beneficiario de extinciones",
pero corresponde aclarar que no se trata de la misma persona, por lo que entiendo que la
redacción es ambigua.
En el inciso d) se define la tarjeta de compra, pero ésta requiere de un contrato
distinto al que ahora estamos tratando, ya que contempla una relación bilateral mediante
la que uno contrata con una firma comercial a fin de que ésta extienda una tarjeta de
compra con la que se estará habilitado para adquirir bienes sólo en esa compañía. En
consecuencia, este tipo de tarjeta tiene una naturaleza jurídica distinta de la figura que
ahora estamos considerando.
El inciso e) habla de la tarjeta de débito o dinero electrónico. Con respecto a este
punto debo reconocer que en la discusión en general el señor diputado Gutiérrez indicó
fundada y acertadamente que el dinero electrónico no existe; no podemos asimilar la
moneda de curso legal al dinero electrónico. Por lo tanto, entiendo que debe eliminarse
el presente inciso.
Esta figura no se corresponde con lo que es una tarjeta de crédito; es otro tipo de
tarjeta que el proyecto define así: "Aquella que las instituciones bancarias..." -en lugar
de ‘bancarias’ debería decir ‘emisoras’- "...entregan a sus clientes para...", continuando
la redacción como está prevista.
Por otra parte, en el inciso f) se define lo que se considera proveedor o comercio
adherido. Opino que solamente hay que hablar de proveedor, porque la expresión
‘comercio adherido’ es innecesaria. Dicho inciso dice textualmente: "Aquel que en
virtud del contrato celebrado con el emisor, proporciona bienes o servicios..." –el señor
diputado Snopek proponía agregar ‘u obras’, lo que me parece correcto- "...al usuario
aceptando percibir el importe mediante un sistema de tarjeta de crédito...", y en nuestro
criterio el resto de la redacción estaría de más.
Sr. PERNASETTI.- Señor presidente: coincido con lo manifestado por los señores
diputado Fayad y Fadel. No encuentro sentido a que se coloque esta exigencia en el
sentido de que la emisión tiene que ser en nombre propio. Según lo que observamos en
la actividad normal y corriente, existen bancos que emiten dos tarjetas de crédito. Por
ejemplo, el Banco de la Nación Argentina puede emitir Mastercard y Visa, y lo hace en
nombre propio: esta es una situación que al usuario no le interesa: me refiero a cuál es la
relación entre el banco y el titular de la tarjeta de crédito. Por lo tanto, creemos que esta
expresión resulta innecesaria.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
Sr. PRESIDENTE (LOPEZ ARIAS).- Tiene la palabra el señor diputado por Santa
Cruz.
Sr. ACEVEDO.- Señor presidente: deseo hacer una aclaración a los señores diputados
preopinantes en cuanto al inciso f). Puede suceder que el proveedor no sea comerciante.
Además cabe aclarar que el régimen jurídico de un proveedor comerciante y el de otro
proveedor que no lo sea no es el mismo. Entonces, no me parece mal que se haga esa
distinción entre proveedor y comerciante.
Sr. VICCHI.- Señor presidente: en primer lugar quiero aclarar que es importante que
no haya actos que malquisten a alguien. Nadie debe enojarse porque este es un proyecto
muy extenso y difícil de confeccionar. Evidentemente, se necesita cierto consenso para
su sanción, y si éste no existe la redacción final no será la más adecuada.
En segundo lugar quiero reiterar que hemos partido de un mal comienzo. Creo
que aquí se ha deslizado un error de concepto en el sentido de cómo definimos el
sistema.
Si nos encerramos en nuestras posiciones, esto seguramente terminará mucho
peor, lo cual no resulta razonable, salvo que pretendamos que la iniciativa no sea
aprobada por el Senado o no sea promulgada la ley.
También deseo señalar que en el artículo 1° se define el sistema de tarjetas de
crédito. ¿Qué deberíamos colocar en el artículo 2°? Obviamente, la definición de tarjeta
de crédito. Quienes estudiamos abogacía, esto lo aprendimos en el primer año de la
carrera. Realmente me parece una barbaridad que establezcamos la definición del
sistema y no incluyamos después la tipificación concreta de tarjeta de crédito. Después
vendrán los sujetos o las demás partes de la legislación, pero lo que señalo es lo que
corresponde por una cuestión de técnica jurídica, y es el mecanismo que tendríamos que
haber seguido.
Por eso no debemos enojarnos ni malquistarnos, cerrándonos en nuestras
posiciones. Nuestro proyecto, incluso, puede tener muchos errores, que seguramente
habrá que corregir. Para eso estamos dispuestos a trabajar sobre el dictamen aprobado.
Pero estamos cometiendo errores y abordando cuestiones que no tendrían que ser
consideradas.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
Sra. AVELIN.- Señor presidente: en realidad hice uso de la palabra para solicitar una
reconsideración del artículo 1° y ahora haré referencia al artículo 2°.
Recién explicaba que el artículo 1° habla del sistema, pero no define ni
menciona la palabra emisor, que es uno de los sujetos esenciales en este contrato.
Advierto que en el artículo 2° se señala que a los fines de la presente ley, se
entenderá por emisor la entidad financiera, comercial y bancaria que en nombre propio
emite tarjetas de crédito, previa calificación financiera del titular.
Aquí también se omite decir que el emisor es quien suscribe el contrato. Como
se trata de una de las partes contratantes, que por ende se obliga una vez que suscribe el
contrato, hago moción para que se incluya en la definición al emisor, que es el sujeto
que formula el contrato, eliminándose la expresión "en nombre propio" pues, al
suscribirlo, por ende emite la tarjeta.
Sr. PRESIDENTE (LOPEZ ARIAS).- Tiene la palabra el señor diputado por Buenos
Aires.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
Sr. FAYAD.- ¿Me permite una interrupción, señor diputado, con la venia de la
Presidencia?
Sr. ARIAS.- Señor presidente: espero que el señor diputado Fayad no lo tome a mal,
pero voy a continuar con mi exposición.
Sr. ARIAS.- Señor presidente: le voy a conceder la interrupción al señor diputado para
que el debate sea claro.
Sr. PRESIDENTE (LOPEZ ARIAS).- Para una interrupción tiene la palabra el señor
diputado por Mendoza.
Sr. FAYAD.- Señor presidente: hay tarjetas que son emitidas por el mismo titular que
las patrocina, y no por medio de una institución bancaria. Por ejemplo -me veo en la
obligación de citar un caso-, si uno quiere sacar una tarjeta American Express lo hace
sin que intervenga ningún banco. De ahí que hablemos del emisor, sea quien fuere.
No nos podemos ajustar a lo que ha indicado el señor diputado preopinante, porque
parte de un criterio errado. Por lo tanto, tiene que aceptar la modificación que le hemos
sugerido.
Sr. FADEL.- ¿Me permite una interrupción, señor diputado, con la venia de la
Presidencia?
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
Sr. PRESIDENTE (LOPEZ ARIAS).- Para una interrupción tiene la palabra el señor
diputado por Catamarca.
Sr. FADEL.- Señor presidente: solicitamos al señor diputado Arias que reconsidere la
posición pues después, cuando analicemos el artículo 6°, observaremos que resurgirá el
inconveniente, ya que en su inciso d) habla de la identificación del emisor y de la
entidad bancaria emisora. Es decir que en el mismo dictamen, en el artículo que estamos
considerando, no se efectúa la correspondiente aclaración. Entonces habría que
modificar en el artículo mencionado la situación, debiéndola dejar debidamente aclarada
cuando consideremos el artículo 6°. De esta forma se evitará un conflicto innecesario.
Sr. PRESIDENTE (LOPEZ ARIAS).- Tiene la palabra el señor diputado por Buenos
Aires.
Sr. ARIAS.- Señor presidente: en cuanto a las observaciones formuladas por el señor
diputado preopinante, las tomaremos en consideración en el momento en que
específicamente se trate el artículo 6°.
Por las razones brindadas por el señor diputado Fayad, mantenemos la
aclaración en cuanto a las expresiones contenidas en el inciso a), al que sólo le
introducimos una modificación al final del párrafo. En lugar de "previa calificación
financiera del titular", debe decir: "o que haga efectivo el pago."
En lo que se refiere al inciso e), aceptamos la sugerencia de suprimir el término
"o dinero electrónico".
Aclaramos que tenemos predisposición para escuchar todas las modificaciones
que estimemos razonables y en ese sentido en el inciso f) proponemos eliminar las
últimas palabras: "en forma diferida a la operación principal".
Asimismo aceptamos el agregado propuesto por el señor diputado Snopek y en
consecuencia se hablará de "bienes, obras o servicios".
Con las modificaciones propuestas, solicito que se apruebe este artículo.
- Resulta afirmativa.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
Sr. VENSENTINI.- Señor presidente: en este tema existe una cuestión que a mi
entender dio origen a una seria discusión, referida a la mayoría de los proyectos
considerados para la elaboración del dictamen. Pero, entre las leyes involucradas como
de carácter supletorio, no aparece la 24.240, de Defensa al Consumidor.
En consecuencia, propongo su inclusión, pues junto con el proyecto de ley que
habremos de sancionar aquella norma conformará un marco de protección adecuado.
Sr. PRESIDENTE (LOPEZ ARIAS).- La Presidencia entiende que en ese caso habría
que modificar la denominación del capítulo en cuestión.
Tiene la palabra el señor diputado por Buenos Aires.
- Resulta afirmativa.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
- Resulta afirmativa.
Sr. FADEL.- Señor presidente: a los efectos de una técnica legislativa razonable
consideramos que es conveniente unificar los artículos 5° y 6°.
En el caso de los incisos, el inciso a) del artículo 5° debería desdoblarse de la
siguiente forma: "a) su nombre" y "b) número interno de inscripción". En consecuencia,
el resto de los incisos quedaría así: "c) firma ológrafa; d) la fecha de emisión;..." -
suprimiríamos los términos "de la misma", pues al estar hablando de la tarjeta de crédito
esa referencia es redundante-; "...e) la fecha de vencimiento; f) los medios que aseguren
la inviolabilidad". Respecto del inciso d) del artículo 6°, que se refiere a la
identificación del emisor y de la entidad bancaria emisora, entiendo que deberíamos
corregirlo de la misma manera que lo hicimos en relación con el artículo 2°. De esa
forma, el inciso g) del artículo unificado debería decir: "la identificación del o los
emisores".
Concretamente, esa es nuestra propuesta.
Sr. FAYAD.- Señor presidente: coincido con lo expuesto por el señor diputado Fadel,
pero sobre lo que acaba de plantearse me permito señalar que si se establece que como
medida de seguridad, tanto para el emisor como para el usuario de la tarjeta, se agregue
una fotografía, habrá que otorgar un plazo para cumplir con dicho requerimiento.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
Según entiendo, una sola de las tarjetas existentes ha implementado este sistema.
Además, he escuchado comentarios en cuanto a que este recaudo no ha dado resultado
en otros lugares del mundo.
Por lo expuesto es que sugiero que se prevea un plazo especial si es que se
decide agregar el requisito de la fotografía impresa en la tarjeta, considerando que en
ese caso perderán vigencia la mayoría de las que se encuentran en circulación. No es
ésta una proposición sino simplemente una advertencia.
Por lo demás, acompañamos al señor diputado Fadel en su propuesta.
Sr. ADAIME.- Señor presidente: deseo volver sobre el inciso a) del artículo 5°; allí
dice: "su nombre, número interno de inscripción". Debería decir: "su nombre y
apellido...". En la tarjeta no puede consignarse solamente, por ejemplo, "Carlos"; debe
indicarse el nombre y apellido.
Sr. FAYAD.- El Código Civil dice que "nombre" significa nombre y apellido.
Sr. PRESIDENTE (LOPEZ ARIAS).- Tiene la palabra el señor diputado por Buenos
Aires.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
Sr. PRESIDENTE (LOPEZ ARIAS).- Mientras reunimos quórum para votar, tiene la
palabra el señor diputado por Mendoza.
Sr. PRESIDENTE (LOPEZ ARIAS).- Ruego a los señores diputados que sean breves
en sus consideraciones y que vayan tomando asiento a fin de verificar si se ha reunido
quórum.
Tiene la palabra el señor diputado por Santa Fe.
Sr. FADEL.- Señor presidente: quiero aclarar brevemente que cuando hablamos de la
fusión de los artículos 5° y 6° es a los efectos de cambiar toda la redacción, inclusive el
encabezamiento, o sea que nos referimos a los datos identificatorios que debe contener
la tarjeta sin separar los que constituyen datos identificatorios referidos al usuario del
resto.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
3 de junio de 1998
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
- Resulta negativa.
Sr. ARIAS.- Señor presidente: le aclaro que este artículo 5° había sido consensuado,
tras la serie de observaciones que se habían formulado en el recinto. Y cabe recordar
que había sido unificado con el texto del artículo 6°.
Sr. PRESIDENTE (LOPEZ ARIAS).- Es decir que el texto que va a ser sometido a
votación es el que surge de la propuesta, que unifica los artículos 5° y 6°.
Tiene la palabra el señor diputado por Buenos Aires.
Sr. FADEL.- Señor presidente: a los efectos de saber qué estamos considerando, sería
interesante que se dé lectura de la propuesta en cuestión, es decir, cómo quedaría
redactado el artículo que unifica los artículos 5° y 6°. No olvidemos que la sesión
anterior terminó en forma desordenada, y este pedido sirve para dar luz a la cuestión.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
Sr. ARIAS.- Señor presidente: dicho texto dice así: "Identificación. El usuario,
poseedor de la tarjeta, estará identificado en la misma con: a) su nombre; b) número
interno de inscripción; c) su firma ológrafa; d) la fecha de emisión de la misma; e) la
fecha de vencimiento; f) los medios que aseguren la inviolabilidad de la misma; g) la
identificación del emisor y de la entidad bancaria emisora."
Sr. FADEL.- Señor presidente: en el inciso a) debería decirse "su nombre y apellido".
Sr. FAYAD.- Señor presidente: entiendo la inquietud del señor diputado Fadel, pero en
realidad cuando el Código Civil habla de nombre se refiere al nombre y al apellido, por
lo que no sería necesaria la aclaración.
En el artículo en que se habla de la identificación del emisor y de la entidad
bancaria emisora consideramos innecesario que diga "y de la entidad bancaria emisora",
porque puede haber tarjetas de crédito que se contraten directamente con las firmas que
extienden las tarjetas de crédito. Tengo entendido que esto había sido aceptado por la
comisión; en consecuencia, sólo restaría lo atinente al último inciso, referido a la
identificación del emisor.
Sr. ADAIME.- Señor presidente: me parece bien que la comisión haya aceptado la
sugerencia que realicé en la última reunión en el sentido de que era necesario agregar el
apellido –el nombre en forma genérica y el apellido marcando la individualidad- a la
tarjeta de crédito.
Si se quisiera abundar en mayores detalles también se podría considerar la
inclusión de una fotografía.
Sr. PRESIDENTE (LOPEZ ARIAS).- Tiene la palabra el señor diputado por Buenos
Aires.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
Por supuesto que aceptamos el agregado del apellido pues ese era el sentido del
texto original.
Asimismo aceptamos la eliminación en el último párrafo de la palabra "emisora"
luego de la expresión "entidad bancaria", reemplazándola por "interviniente".
Sr. PRESIDENTE (LOPEZ ARIAS).- Se va a votar el artículo 5°, que unifica los
artículos 5° y 6° del dictamen, con las modificaciones propuestas y aceptadas.
- Resulta afirmativa.
- Asentimiento.
Sr. FAYAD.- Señor presidente: he solicitado hacer uso de la palabra previo al informe
del miembro informante de la comisión a fin de plantear una cuestión que a mi juicio no
es menor, porque el Capítulo IV se refiere al contrato de emisión de tarjeta de crédito.
Tanto en el debate de la comisión que preside el señor diputado Dómina como
en el que se desarrolló en otras, se planteó qué tipo de contrato...
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
constancia ya que no le dejan copia del contrato que firmó, y se crea una situación de
inseguridad jurídica tanto para el usuario como para el emisor.
En virtud de ello, y teniendo en cuenta que el contrato referido a la tarjeta de
crédito por su definición es un típico contrato consensual, es decir, que se perfecciona
con su firma y no con la entrega de la tarjeta de crédito, entendemos que debe incluirse
un capítulo previo referido a la característica que debe tener el contrato de emisión. Este
capítulo en el que hablamos de la solicitud de tarjeta de crédito consta de dos artículos
en los que se establece un mecanismo a través del cual el solicitante presenta a la
entidad emisora una solicitud firmada con los datos que le sean requeridos a los efectos
de que si está en condiciones, de acuerdo con la evaluación del emisor, procederá a
suscribir el contrato definitivo de crédito e inmediatamente, junto con la firma del
contrato, recibirá la respectiva tarjeta de crédito.
Proponemos que se incluya un nuevo capítulo, que sería el IV, denominado "De
la solicitud y calificación financiera", compuesto de dos artículos. El primero de ellos,
cuya numeración quedará a cargo de la Presidencia, tal como se acaba de autorizar,
dice: "Quien pretenda obtener la emisión de una tarjeta de crédito deberá llenar una
solicitud al emisor respectivo para posibilitar su calificación financiera, debiendo poner
a disposición del mismo toda la documentación que se le requiere." El segundo artículo
dice así: "Presentada la solicitud prevista en el artículo anterior el emisor contará con un
plazo de treinta días como máximo para aprobar o no la misma. En caso afirmativo se
citará al solicitante a efectos de proceder a la firma del contrato, acto en el cual se le
emitirá y entregará la o las tarjetas de crédito correspondientes."
Sr. VENSENTINI.- Señor presidente: aclaro que me había anotado para hacer
referencia al artículo 7°, pero el señor diputado preopinante ha formulado una propuesta
que debería ser considerada antes de pronunciarnos sobre el artículo que está en
consideración.
Sr. PRESIDENTE (LOPEZ ARIAS).- Tiene la palabra el señor diputado por Buenos
Aires.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
Sr. VENSENTINI.- Señor presidente: el artículo 7°, que se vincula con el contenido
del contrato, me parece que tiene cuestiones que no son formales ni menores.
Por ejemplo, se dice que las comisiones fijas o variables que se cobren al titular
por cada compra o locación deberán estar incluidas en el contrato de emisión -aclaro
que hoy el régimen de tarjetas de crédito no posee comisiones fijas ni variables-, con lo
que se está habilitando una nueva vía que hoy no utiliza el sistema y que aquí no
inocentemente aparece en la redacción del dictamen.
El inciso l) debería ser eliminado por lo que significa para el contenido del
contrato de emisión de tarjetas de crédito.
De la misma forma debería ser eliminado de este dictamen contradictorio y poco
prolijo el segundo párrafo que se refiere al "incremento de los cargos administrativos".
Sería poco serio que en el artículo 15 digamos que serán nulas las cláusulas que faculten
al emisor a modificar unilateralmente las condiciones del contrato cuando al hablar de
éstas facultamos al emisor a hacerlo.
Si no suprimimos este segundo párrafo no podemos venir a hablar de que la
futura norma va a ser para defender al usuario.
Además, el tercer párrafo del artículo 7° dice lo siguiente: "Está prohibido al
emisor facturar o convenir cargos por el servicio de cobranza de los saldos totales o
parciales de la cuenta corriente de la tarjeta en tanto no haya mora." Pero las
condiciones para el cobro en el caso de mora están previstas en el contrato original. Por
eso me parece que incluir adicionales para el cobro en caso de mora es una forma de
introducir de contrabando una cláusula en este párrafo.
En consecuencia, proponemos eliminar el inciso l) del artículo 7°, al igual que el
segundo párrafo y la parte final del tercer párrafo del mismo artículo que dice: "...en
tanto no haya mora."
Sr. ADAIME.- Señor presidente: con respecto al artículo 7° es importante eliminar las
cláusulas e) y f), en las que se habla de tasas compensatorias o financieras y punitorias.
El Código Civil clasifica las tasas en tres tipos: compensatorias, moratorias y punitorias.
Por eso nuestro proyecto se refiere en el inciso d) del artículo 6° al tipo y monto de
intereses, con lo que es suficiente.
Con respecto a lo que ha dicho el señor diputado preopinante, coincido
totalmente con él.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
Sr. FAYAD.- Señor presidente: cuando hace un instante pedí la inclusión de un capítulo
que hablara de la solicitud lo hice a fin de que respetáramos una técnica legislativa
adecuada por la importancia de la norma que vamos a sancionar.
El Capítulo IV del dictamen del oficialismo se refiere al contrato de emisión de
tarjeta de crédito, y como no se tomó en cuenta lo que argumenté en derecho, insisto en
que el contrato no es de emisión de tarjetas de crédito, sino de tarjeta de crédito. O sea
que queda perfeccionada la relación con la firma del contrato y no con la entrega de la
tarjeta de crédito.
Si vamos a continuar perseverando en el error, a pesar de las advertencias, me
atrevo a indicar que en el artículo 7° habría que eliminar la parte que alude al contrato
de emisión, porque éste no es un contrato de emisión. La obligación principal no está
dada por la emisión de la tarjeta de crédito, que es una consecuencia del contrato
consensual que en general se firma previamente a la entrega de la tarjeta.
Además, en el inciso h) se mencionan el tipo y el monto de cargos
administrativos o de permanencia en el sistema, discriminándose el costo de
financiación y aclarándose que éste se debería percibir desde la fecha de cada operación
o del vencimiento del resumen mensual actual.
No es correcto que a los efectos de la mora se considere el momento de
realización de la operación, salvo en las tarjetas que se pueden utilizar para retirar
dinero. Este inciso, incluso, es contradictorio con otras normas del mismo proyecto del
oficialismo.
Sr. PRESIDENTE (LOPEZ ARIAS).- Tiene la palabra el señor diputado por Buenos
Aires.
Sr. ARIAS.- Señor presidente: quisiera que el señor diputado Fayad precisara su
propuesta de modificaciones.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
Sr. PRESIDENTE (LOPEZ ARIAS).- Tiene la palabra el señor diputado por Jujuy.
Sr. SNOPEK.- Señor presidente: tengo una legítima preocupación en relación con el
domicilio de celebración del contrato.
Señalo esto porque el contrato de emisión de tarjetas de crédito podría verse
desnaturalizado en su esencia por ambas partes si por la existencia de contratos de
mutuo tipo que a veces vienen impresos la entidad emisora estableciera un lugar de
celebración del contrato distinto del domicilio del titular de la tarjeta de crédito.
Por esta razón voy a formular dos propuestas concretas. La primera de ellas
consiste en que en el epígrafe del artículo 7°, donde dice "El contrato de emisión de
Tarjeta de Crédito ...", la frase continúe diciendo: "...deberá celebrarse exclusivamente
en el lugar del domicilio del titular de la tarjeta, y contener los siguientes requisitos...",
continuando el artículo con la redacción que ya posee.
La segunda propuesta, siguiendo este mismo orden de ideas, consiste en agregar
un inciso nuevo a este artículo que claramente deje sentada la renuncia expresa de la
entidad emisora a prorrogar la jurisdicción o competencia territorial de los jueces.
Este nuevo inciso que llevaría la letra "c)" sugiero que sea redactado en los
siguientes términos: "Renuncia expresa por la entidad emisora a la prórroga de la
competencia territorial."
Sr. FAYAD.- Señor presidente: en el capítulo que sigue al del contrato de emisión de
tarjeta de crédito nosotros establecíamos como mecánica una serie de nulidades de
carácter absoluto que no podían contener los contratos, entre las cuales indicábamos las
que importan prórroga de la jurisdicción establecida en la ley.
Cuando fijamos las jurisdicciones y domicilios a tomar en cuenta determinamos
que por fórmula contractual la relación entre el emisor y el titular se debe regir por el
domicilio del titular.
Por lo tanto, propongo que o bien adoptamos la orientación que se indicó recién
-aunque estimo que vamos a sobreabundar en la redacción de esta norma- o bien cuando
consideremos el tema de las nulidades y de los domicilios y jurisdicciones que se fijarán
en el contrato se cree un capítulo especial al respecto, circunstancia que responde a una
mejor técnica legislativa.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
Sr. PRESIDENTE (LOPEZ ARIAS).- Tiene la palabra el señor diputado por Buenos
Aires.
Sr. DUMON.- Señor presidente: a pesar del accidentado comienzo que tuvo el
tratamiento de esta iniciativa, creo que los señores diputados nos hemos visto
impresionados por el estado de abuso que padecen los consumidores en relación con las
emisoras de las tarjetas de crédito.
Una de los aspectos que facilita esos abusos radica en el carácter de adhesión de
los contratos que se celebran, es decir que el usuario tiene que adaptarse en su totalidad
a lo que dice la emisora, a cualquier modificación que se opere con posterioridad e
incluso a las aceptaciones tácitas.
Ahora estamos tratando este proyecto de ley sobre tarjetas de crédito que supone
darle derechos al consumidor, por lo cual es muy importante que rescatemos el interés
jurídico que éste tiene, que solamente va a encontrar espacio llevando esto a la categoría
de un contrato más consensual y menos de aceptación.
Le pido a la bancada mayoritaria que reflexione, toda vez que desde allí se han
hecho manifestaciones en defensa del consumidor.
El señor diputado Fayad ha formulado una propuesta que no fue aceptada, de
incluir en esta ley normas sobre la solicitud. Esto permitiría al consumidor conocer
exactamente las reglas de juego. Pero ahora la Alianza propone eliminar la última parte
del artículo 7º, por ser característica de un contrato de adhesión unilateral. Esto es, el
emisor modifica las cláusulas a su antojo sin que se realice un nuevo contrato.
En consecuencia, si a esto le sumamos las autorizaciones conferidas en este
artículo para el cobro de comisiones, veremos cómo se está agravando la situación del
consumidor frente al emisor.
Por lo tanto, quisiera que la bancada mayoritaria reconsidere la propuesta del
señor diputado Fayad y que la comisión apoye nuestra propuesta de eliminar la última
parte del artículo 7º, así como la facultad de fijar comisiones.
Sr. FADEL.- Sin perjuicio de las propuestas realizadas por los diputados de la Alianza,
y para el caso de que no se acepte su solicitud, quisiera que el señor miembro
informante nos explique el inciso l), cuya eliminación propuso el señor diputado
Vensentini, referido a las comisiones, porque nosotros entendemos que ya en los incisos
e), f) y g) están contemplados los intereses compensatorios, los punitorios y todas las
cargas administrativas. Entonces, no entendemos a qué se refiere con esto de comisiones
fijas o variables.
En caso de que no se acepte la eliminación de este inciso, sería conveniente que
el miembro informante aclarara las cosas para evitar una mala interpretación, por cuanto
así se dejaría una puerta abierta para que se siga abusando de los usuarios de tarjetas de
crédito.
Sr. PRESIDENTE (LOPEZ ARIAS).- Tiene la palabra el señor diputado por Jujuy.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
Sr. SNOPEK.- Señor presidente: no puedo compartir las expresiones que se acaban de
verter en cuanto a que la redacción de este artículo no estaría contemplando aquello que
todos queremos evitar: los abusos que se han venido sucediendo en forma
ininterrumpida en la temática que estamos tratando.
Tampoco podemos aceptar que el hecho de que el contrato deba celebrarse
exclusivamente en el lugar del domicilio del titular de la tarjeta pase a formar parte de
un capítulo de nulidades. Este es un requisito esencial que forma parte de una correcta
hermenéutica jurídica.
Insisto en que entre los requisitos establecidos en el artículo 7º debe estar la
obligatoriedad de que el contrato se celebre exclusivamente en el lugar del domicilio del
titular de la tarjeta. Tampoco podrá haber prórroga de la competencia territorial,
conforme lo he dejado propuesto y señalado.
Sr. PRESIDENTE (LOPEZ ARIAS).- Tiene la palabra el señor diputado por Buenos
Aires.
Sr. DUMON.- ¿Me permite una interrupción, señor diputado, con el permiso de la
Presidencia?
Sr. PRESIDENTE (LOPEZ ARIAS).- Para una interrupción tiene la palabra el señor
diputado por Buenos Aires.
Sr. DUMON.- Señor presidente: es necesario que precisemos de qué estamos hablando
cuando nos referimos al domicilio. Para ello vamos a dar un ejemplo práctico. Yo puedo
residir en Mar del Plata, fijar allí mi domicilio y contratar una tarjeta en Buenos Aires.
Lo que no se puede aceptar es la prórroga de jurisdicción natural establecida legalmente
en la formulación de los contratos cuando dicha prórroga es unilateral. No debemos
dictar normas que entorpezcan el negocio jurídico que estamos tratando de regular. Esta
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
Sr. ARIAS.- Señor presidente: con respecto a la observación que formulara el señor
diputado Fayad en torno de la denominación que contiene el Capítulo IV, entendemos
que es necesario mantener el texto pero modificando el título, habida cuenta de que se
trata de un contrato "para la emisión de la tarjeta de crédito" y no de un "contrato de
tarjeta de crédito". La tarjeta de crédito constituye un sistema complejo en el que se
involucra un conjunto de contrataciones. En este caso estamos hablando de la relación
contractual u obligacional entre el emisor y el titular de la tarjeta. Por lo tanto,
aceptamos la sugerencia de modificar la denominación del capítulo, pero en el sentido
referido.
Por otra parte, estamos de acuerdo con la sugerencia de eliminar el inciso l) del
artículo 7°, por las razones expuestas por el señor diputado Vensentini.
Asimismo, aceptamos la inclusión en el inciso h) de los términos "del cierre
contable de las operaciones", como uno de los límites a considerar.
En cuanto a la sugerencia que acaba de plantear el señor diputado Dumón en
torno de la prórroga de jurisdicción, adelanto que en su momento el señor diputado
Snopek va a formular una propuesta de incorporación equivalente a la señalada.
Por último, solicito al señor diputado Dumón que dé lectura del párrafo cuya
supresión solicita.
Sr. DUMON.- Señor presidente: hace muchos años que venimos trabajando estos textos
con el diputado Arias, y supongo que toda la Cámara los conoce.
Cuando reparen en la redacción verán que la modificación se produce
unilateralmente por el emisor -el titular sólo puede aceptarla o no- con un proceso de
notificación que hasta puede ser dudoso y dar lugar a la aceptación tácita.
Ahora sí paso a leerlo: "El incremento de los cargos administrativos del inciso
h), los importes por seguro del inciso j) y las modificaciones sobre los montos y plazos
previstos en los incisos b), c), e), f) y l), solamente pueden ser informados mediante
comunicación fehaciente cursada al titular con no menos de cuarenta (40) días de
anticipación a su aplicación efectiva. La negativa del titular implicará la rescisión o
resolución contractual, aplicándosele a todos los saldos impagos las condiciones
contractuales originales. Está prohibido al emisor facturar o convenir cargos por el
servicio de cobranza de los saldos totales o parciales de la cuenta corriente de la tarjeta
en tanto no haya mora."
Lo que sostenemos es que el emisor no puede tener esta facultad unilateral
porque estaríamos en presencia de un nuevo contrato. Si quiere, que concrete la
rescisión del contrato.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
No queremos otorgar esa facultad porque muchas veces los usuarios están
pagando créditos, no pueden interrumpir el contrato, sufren cambios en las condiciones
y no tienen ninguna defensa para anteponerse y ejercer la negativa.
Lo que solicitamos -sé que el señor diputado Arias me está comprendiendo
porque conozco su pensamiento sobre el particular- es que no otorguemos esta facultad
unilateral.
Sr. FAYAD.- Señor presidente: me permitiré insistir en nuestra postura porque creo
advertir en el espíritu del señor diputado Arias una mayor permeabilidad a nuestra
sugerencia.
Cuando en el artículo 9° se hace referencia al perfeccionamiento de la relación
contractual, se establece que el contrato se perfecciona cuando se firma el mismo, se
emiten las respectivas tarjetas y el titular las recibe de conformidad.
Esto es contradictorio y no es algo que diga el diputado Fayad. Se trata de un
contrato consensual que se perfecciona con la firma. Así lo sostienen Mosset Iturraspe,
Moisés Depané, Bielsa y la jurisprudencia argentina actual. No es una actitud
caprichosa, señor diputado Arias; está fundada en derecho, tal como lo dije desde un
principio.
Si confundimos la relación contractual y su perfeccionamiento y lo mezclamos
con la entrega de la tarjeta de crédito vamos a seguir incurriendo en un error jurídico
tremendo.
Sr. PRESIDENTE (LOPEZ ARIAS).- Tiene la palabra el señor diputado por Buenos
Aires.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
Sr. PRESIDENTE (LOPEZ ARIAS).- Para una aclaración tiene la palabra el señor
diputado por Mendoza.
Sr. VICCHI.- Señor presidente: me parece que aquí se está mal interpretando una serie
de cuestiones previas a esta sesión, que hemos tratado de reproducir seriamente para que
fructifiquen en una mejor ley, aunque quizás no sea la mejor de todas.
Nosotros hemos hablado con gente de los distintos bloques y también nos
comunicamos con la bancada oficialista para referirnos a estos temas. Pero ocurre que el
oficialismo incurre en un error de concepto al creer que el consenso es generado nada
más que por su gente. Están equivocados: trabajar en consenso es trabajar con el resto
de los sectores, es escuchar las ideas, analizarlas y mejorarlas. Tengamos en cuenta que
aquí no hay un problema de ideología sino un problema jurídico que resolver,
problemas de la gente, de todos los días...
Sr. VICCHI.- No quiero que haya malas interpretaciones ni que se digan en el recinto
cosas que no son...
- Resulta afirmativa.
Sr. PRESIDENTE (LOPEZ ARIAS).- Tiene la palabra el señor diputado por Buenos
Aires.
- Resulta afirmativa de 78 votos; votan 150 señores diputados sobre 163 presentes.
77
Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
- Resulta afirmativa de 78 votos; votan 148 señores diputados sobre 163 presentes.
- Resulta negativa de 78 votos; votan 154 señores diputados sobre 165 presentes.
- Resulta negativa de 82 votos; votan 161 señores diputados sobre 166 presentes.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
Sr. PRESIDENTE (LOPEZ ARIAS).- Señores diputados: con toda la buena fe estoy
tratando de conducir el debate. Intenté hacer votar la moción de rectificación planteada
por el señor diputado Dumón, pero en sucesivas votaciones las abstenciones
modificaban el resultado.
Como la Presidencia desea facilitar el trámite de la sesión directamente planteo
una nueva votación del artículo, que es en última instancia lo que proponía el señor
diputado Dumón.
Sr. DUMON.- Lamento tener que plantear una cuestión de privilegio contra la
Presidencia por el afecto que siento por quien la está ejerciendo en este momento; pero
usted, señor presidente, ha cometido un gravísimo error: saltar sobre las prescripciones
del reglamento, en las que se basa nuestra labor.
La Presidencia no puede modificar la moción que yo formulé; debe someterla a
votación -como corresponde-, y en el caso de que se registren abstenciones, repetirla. En
ningún caso el reglamento de la Cámara autoriza a la Presidencia a dejar de considerar
una moción para tratar otra referida a un artículo cuestionado.
Todos estamos en competencia, y las competencias se van a hacer cada vez más
ríspidas, de modo que con ánimo absolutamente constructivo deseo recalcar que no
estamos considerando una cuestión de competencia electoral. Tal como hoy lo
mencionaba con acierto el señor diputado Vicchi, se trata de una cuestión meramente
jurídica. De cómo se desarrolle aquí el trabajo dependerá qué se deberá resolver después
en la comunidad, salvo que exista el secreto y desde luego maligno propósito de que la
sanción de este cuerpo muera en el Senado, lo que denotaría muy poca seriedad de parte
de esta Cámara.
El señor diputado Arias –creo en su buena fe y honorabilidad- dijo hace unos
instantes que tendríamos que haber trabajado en conjunto. Al respecto quiero decir que
desde que me reincorporé, en el día de ayer y hoy estuvimos en el despacho del señor
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
diputado Fayad y luego en el del señor diputado Vicchi esperando el llamado del bloque
de la mayoría para trabajar en conjunto.
De cualquier modo reitero que estamos dispuestos a trabajar en conjunto porque
esta no es una cuestión de competencia electoral, y las dudas sobre las votaciones deben
quedar evacuadas con claridad por el respeto que nos debemos. Desistiría de plantear la
cuestión de privilegio si la Presidencia pusiera en consideración la moción de
rectificación que formulé y la sometiera a votación. Luego, a partir de allí solicito que
busquemos algún mecanismo parlamentario para que de esta sesión pueda surgir algo
que no sea el fruto de la improvisación ni la ligereza. El señor diputado Arias acaba de
preguntar por qué no dijimos esto antes; yo le respondo que tal vez no lo hicimos
porque no encontramos el ámbito propicio, y en ese sentido la responsabilidad es de
todos.
Reitero que solicito que se proceda a someter a votación la moción de
rectificación y luego nos aboquemos a hallar algún mecanismo que nos permita trabajar
con propiedad, acierto jurídico y, fundamentalmente, sentido común.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
la situación ni trampear el resultado. Por el contrario, intentó que todo fuese lo más
claro posible; tanto es así que cuando puso en consideración la propuesta formulada por
el señor diputado Dumón intentaba zanjar una diferencia que no se podía solucionar por
medio de la rectificación de la votación.
Más allá de que la Presidencia invite a pasar a cuarto intermedio, debemos tener
en claro que la única solución de la que podemos echar mano es seguir votando la
rectificación propuesta por el señor diputado Dumón, porque es lo que
reglamentariamente corresponde.
Sr. DUMON.- Señor presidente: durante el cuarto intermedio hemos mantenido una
conversación muy provechosa, que si la hubiera habido antes de concurrir al recinto
seguramente hubiésemos mejorado la redacción.
Me parece que debería hacer uso de la palabra un representante del oficialismo
para dar una respuesta a la moción que presentamos con respecto al artículo 7°. Además
creo que el señor diputado Frigeri propondría un cambio que consideramos lógico
respecto del inciso que nosotros habíamos objetado.
Sr. PRESIDENTE (LOPEZ ARIAS).- Tiene la palabra el señor diputado por Buenos
Aires.
Sr. ARIAS.- Señor presidente: como consecuencia del diálogo que hemos tenido
durante el cuarto intermedio, se avanzó en el contenido del proyecto en tratamiento.
Como resultado de tal diálogo se cambió el texto del inciso l), para que pase a
tener el siguiente texto: "Las comisiones fijas o variables que se cobren al titular por el
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
retiro del dinero en efectivo". Este texto reemplaza al que estaba impreso y luego se
eliminarían los dos últimos párrafos del artículo 7°.
Sr. PRESIDENTE (LOPEZ ARIAS).- Tiene la palabra el señor diputado por Jujuy.
Sr. PRESIDENTE (LOPEZ ARIAS).- Tiene la palabra el señor diputado por Buenos
Aires.
Sr. PRESIDENTE (LOPEZ ARIAS).- La Presidencia no quiere que queden dudas con
respecto al procedimiento por adoptarse.
Nos encontramos en una situación en que la rectificación de la votación requiere
contar con la lista de los señores diputados presentes en su momento. Como ello no es
posible, existen dos vías.
En primer lugar, la Cámara podría autorizar a la Presidencia a someter a
votación nuevamente el artículo 7°, entendiendo que tal votación significaría aceptar la
reconsideración del artículo, y en la que no se requeriría la nómina de diputados
presentes en la anterior oportunidad. En segundo lugar, la Cámara podría autorizar a
votar la rectificación sin tomarse en cuenta los diputados presentes en la anterior
votación.
Tiene la palabra el señor diputado por Buenos Aires.
Sr. VICCHI.- Señor presidente: me queda sólo una duda con respecto al inciso h) del
artículo 7°, donde dice: "Tipo y monto de cargos administrativos o de permanencia en el
sistema (discriminados por tipo, emisión, renovación, envío y confección de resúmenes,
cargos por tarjetas adicionales para usuarios autorizados, costos de financiación desde la
fecha de cada operación..."
Me parece que es incorrecto que los intereses se puedan cobrar desde el
momento de efectuarse la compra, en lugar de tomarse en cuenta la fecha de
vencimiento del resumen de la tarjeta o la de su notificación. Considero que habría que
cambiar la redacción de esta parte del inciso.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
Sr. ARIAS.- Señor presidente: aclaramos que las alternativas que hemos agregado en
relación con la propuesta son las siguientes: "desde la fecha de cada operación, o desde
el vencimiento del resumen mensual o desde el cierre contable de las operaciones hasta
la fecha de vencimiento del resumen mensual actual, hasta el vencimiento del pago del
resumen mensual, consultas de estado de cuenta, entre otros."
Estamos considerando las características y modalidades propias de facturación
de las distintas empresas emisoras de tarjetas de crédito y por ello fijamos diversas
posibilidades.
Además, el inciso d) queda redactado de la siguiente manera: "Montos máximos
de compras o locaciones, obras o retiros de dinero mensuales autorizados."
Se suprimen los dos últimos párrafos desde "El incremento..." hasta "...no hay mora."
Sr. PRESIDENTE (LOPEZ ARIAS).- Tiene la palabra el señor diputado por San
Juan.
-Resulta afirmativa de 132 votos; votan 134 señores diputados sobre 143 presentes.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
inmediatamente después del artículo 7°, es decir, antes de ingresarse a la redacción del
contrato de tarjeta de crédito pues esta otra parte puede acarrear algún tipo de nulidad.
Sr. FAYAD.- Señor presidente: para mayor ilustración de la Cámara voy a proceder a
leer la redacción del nuevo artículo que proponemos: " Artículo 8°. Cláusulas nulas.
Serán nulas de nulidad absoluta las siguientes cláusulas: a) Que importen la renuncia,
por parte del titular a cualquiera de los derechos que le otorga esta ley. b) Que faculten
al emisor unilateralmente a modificar las condiciones generales del contrato. c) Las que
autoricen al emisor la rescisión unilateral incausada. d) Las que le impongan
compulsivamente al titular un representante. e) Las que permitan la habilitación directa
de la vía ejecutiva por cobros de deudas que tengan origen en el sistema de Tarjeta de
Crédito. f) Las que importen prórroga a la jurisdicción establecida en esta ley..."
Deseo advertir que he cometido el error de no haber mocionado incluir entre las
condiciones del contrato la obligatoriedad de una redacción clara con tipografía legible
a simple vista, además de las cláusulas contempladas en el artículo 6º.
Entonces, pido perdón por la omisión involuntaria cometida y agrego en el inciso g) la
adhesión.
Sr. PRESIDENTE (LOPEZ ARIAS).- Tiene la palabra el señor diputado por Buenos
Aires.
Sr. ARIAS.- Señor presidente: hemos acordado trasladar las nulidades a continuación
del artículo que acabamos de aprobar; y ahora el señor diputado Fayad realiza una
propuesta en torno precisamente a la enunciación de las nulidades.
En consecuencia, solicito al señor diputado por Mendoza que nos haga llegar el
texto escrito de la propuesta que formula, a fin de valorarla adecuadamente. Mientras
tanto, pediría a la Presidencia pasar a votar el artículo 8º del texto en consideración.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
- Asentimiento.
- Resulta afirmativa de 138 votos; votan 141 señores diputados sobre 147 presentes.
- Resulta afirmativa de 92 votos; votan 107 señores diputados sobre 143 presentes.
Sr. FAYAD.- Señor presidente: hace instantes mencioné que en la terminología del
proyecto existen aspectos contradictorios.
Acabamos de aprobar el artículo 9°, según el cual el perfeccionamiento de la
relación contractual exige tres requisitos. La jurisprudencia y la opinión de diversos
autores indican que un contrato consensual se perfecciona únicamente con el
consentimiento expresado con la firma. Sin embargo, acá estamos requiriendo, además
de la suscripción del contrato con firma, la emisión de las respectivas tarjetas y la
recepción de conformidad por parte del titular. Por otro lado, es correcto que el emisor
deba entregar tantas copias del contrato como partes intervengan en él, sugerencia que
habíamos efectuado al señor diputado Arias y que está contemplada en el dictamen.
Es importante que reflexionemos sobre el artículo 9°, pues estamos
estableciendo una forma jurídica distinta de la que contiene el Código Civil en esta
materia, así como la opinión de buena parte de nuestra doctrina y jurisprudencia.
Sr. PRESIDENTE (LOPEZ ARIAS).- Tiene la palabra el señor diputado por Buenos
Aires.
Sr. DUMON.- Señor presidente: coincido con la observación efectuada por el señor
diputado Fayad. En realidad, estamos creando un contrato de naturaleza sui generis, que
casi se convierte en un contrato real, que se perfecciona con la entrega de la cosa y no
con la firma. Con un espíritu constructivo, tal vez deberíamos encontrar una redacción
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
Sr. PRESIDENTE (LOPEZ ARIAS).- Tiene la palabra el señor diputado por Buenos
Aires.
Sr. ARIAS.- Señor presidente: nuestra posición es la de mantener el texto tal como ha
sido presentado para dejar en claro que las tratativas contractuales en este caso no
generan responsabilidad para el titular de la tarjeta.
Sr. VICCHI.- Señor presidente: deseo aclarar que en algunos artículos votamos en
contra -como por ejemplo en en el caso de los artículos 9° y 10- porque tenemos
propuestas distintas. Un ejemplo es la incorporación de un capítulo específico vinculado
con una serie de relaciones que derivan en un aspecto contractual que se define
expresamente y cuyo concepto madre se reconoce en los términos del artículo 1.140 del
Código Civil.
Por lo tanto, si votamos en contra de determinados artículos, ello se debe a que
tenemos una concepción distinta de algunas definiciones sustentadas en el proyecto del
oficialismo.
-Resulta afirmativa de 79 votos; votan 132 señores diputados sobre 141 presentes.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
Sr. ARIAS.- Sugiero que en primer término se voten en forma conjunta los artículos
11,12 y 13.
Sr. FAYAD.- Señor presidente: habíamos acordado votar artículo por artículo.
Por otra parte, el próximo artículo es el referido a la prórroga del contrato, tema
sobre el que mantenemos una pequeña diferencia con la redacción proyectada.
Sobre el particular proponemos que se establezca que el emisor deberá indicar al
titular en los tres últimos resúmenes anteriores al vencimiento de la relación contractual
la fecha en que éste opera. Para que no se produzca la prórroga automática del contrato,
el titular deberá manifestar por un medio fehaciente, con treinta días de anticipación al
plazo del vencimiento del contrato, su voluntad de no continuar con la relación
contractual.
Teniendo en cuenta la modalidad operativa de los entes emisores estaríamos
dispuestos a aceptar el plazo más prolongado de sesenta días. Sin embargo, insistimos
en que el emisor debe advertir al usuario la fecha del vencimiento del contrato en los
tres últimos resúmenes que le emita.
Sr. FADEL.- Señor presidente: este es uno de los temas que más preocupa a la gente,
que muchas veces se ve sorprendida en su buena fe.
Suele ocurrir -lo digo por experiencia propia- que quien no quiere renovar su
tarjeta se encuentra con que ya le fueron debitados los costos del año siguiente y queda
así "enganchado" en este sistema perverso.
Solicito al señor diputado Arias que, en representación del oficialismo, considere
la propuesta a la que hizo referencia el señor diputado Fayad.
Este tema se podría solucionar sin modificarse todo el artículo, con el agregado
de un último párrafo que dijera lo siguiente: "El emisor deberá notificar al titular en los
tres últimos resúmenes anteriores al vencimiento de la relación contractual la fecha en
que opera el mismo." Esto es a los efectos prácticos y de no acortar el plazo al usuario,
que en lugar de sesenta días tendría treinta.
En efecto, si decimos que el usuario tiene que informar al emisor con sesenta
días de antelación a su vencimiento y, por otro lado, el segundo párrafo establece que en
los tres últimos resúmenes se informe cuándo opera el vencimiento, le estaríamos
dejando al usuario un mes de margen para hacer la comunicación por medio fehaciente.
Entonces, tendríamos que poner treinta días para que operen los tres resúmenes; de lo
contrario, no tendría sentido hacerlos.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
Sr. PRESIDENTE (LOPEZ ARIAS).- Tiene la palabra el señor diputado por Buenos
Aires.
- Resulta afirmativa de 114 votos; votan 119 señores diputados sobre 137 presentes.
Sr. PRESIDENTE (LOPEZ ARIAS).- Tiene la palabra el señor diputado por Buenos
Aires.
Sr. DUMON.- El artículo que propongo dice así: "Prohíbese la adhesión tácita a
servicios anexos al sistema."
Sr. PRESIDENTE (LOPEZ ARIAS).- ¿El señor diputado Dumón propone que este
artículo forme parte del artículo 12 o sea un artículo separado?
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
Sr. FAYAD.- Señor presidente: es correcta la apreciación del señor diputado Dumón,
pero le aclaro que habíamos acordado incluir esta prohibición dentro del capítulo de las
nulidades; por lo tanto, le pediría que su propuesta sea incluida como inciso en el
artículo que habla de nulidad de cláusulas.
Sr. FADEL.- Señor presidente: deseo solicitar que se reconsidere el artículo 11 y que se
acepte la propuesta de modificar el plazo de sesenta a treinta días, a fin de que sea
operativo el segundo párrafo, cuya incorporación aceptó la Cámara. Por lo tanto, diría:
"...comunicando su decisión por medio fehaciente con treinta (30) días de antelación."
- Resulta afirmativa.
- Resulta afirmativa.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
Sr. POLINO.- Señor presidente: quisiera saber si el inciso c) del artículo 15 del
dictamen permanece en la nueva redacción propuesta.
Sr. PRESIDENTE (LOPEZ ARIAS).- Tiene la palabra el señor diputado por Buenos
Aires.
Sr. ARIAS.- Señor presidente: el texto propuesto es el siguiente: "Serán nulas las
siguientes cláusulas: a) Las que importen la renuncia por parte del titular a cualquiera de
los derechos que otorga la presente ley. b) Las que faculten al emisor a modificar
unilateralmente las condiciones del contrato. c) Las que impongan un monto fijo por
atrasos en el pago del resumen. d) Las que impongan costos por informar la no validez
de la tarjeta, sea por pérdida, sustracción, caducidad o rescisión contractual. e) Las
adicionales no autorizadas por la autoridad de aplicación. f) Las que autoricen al emisor
la rescisión unilateral incausada; g) Las que le impongan compulsivamente al titular un
representante; h) Las que permitan la habilitación directa de la vía ejecutiva por cobro
de deudas que tengan origen en el sistema de tarjetas de crédito; i) Las que importen
prórroga a la jurisdicción establecida en esta ley; j) Las adhesiones tácitas a sistemas
anexos al sistema de tarjetas de crédito.
"Podrá facultarse a debitar en cuentas corrientes bancarias los saldos de tarjetas,
sin que por ello se genere la habilitación de la vía ejecutiva."
Sr. FAYAD.- Señor presidente: aclaro al señor diputado que estamos hablando de la
nulidad de cláusulas. Por lo tanto, si se estableciera la facultad de debitar en cuentas
corrientes bancarias los saldos de tarjetas y ello generara la habilitación de la vía
ejecutiva, ésta sería nula y, por contrario imperio, es correcta la redacción del inciso c)
del texto original del artículo 15 del dictamen.
Sr. PRESIDENTE (LOPEZ ARIAS).- Tiene la palabra el señor diputado por Buenos
Aires.
Sr. ARIAS.- Señor presidente: teniendo en cuenta que nuestra intención es desvincular
de este proyecto todo lo relativo a las cuentas corrientes bancarias, suprimimos el
último párrafo del artículo 15 del dictamen.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
Sr. PRESIDENTE (LOPEZ ARIAS).- Tiene la palabra el señor diputado por Jujuy.
Sr. PERNASETTI.- Señor presidente: el señor diputado Arias acaba de anunciar que
se elimina la facultad de debitar de las cuentas corrientes los resúmenes de las tarjetas
de crédito, pero entiendo que la inquietud que se ha suscitado al respecto queda
satisfecha con la aclaración formulada por el señor diputado Fayad, ya que es normal
que un cliente autorice al banco a debitar el resumen de su cuenta corriente, lo que no
significa habilitar la vía ejecutiva.
Por lo expuesto y a fin de no causar perjuicios, considero que debe otorgarse la
posibilidad de descontar de la cuenta corriente el resumen de la tarjeta de crédito.
En segundo lugar deseo saber si se mantiene el artículo 14 del dictamen.
Sr. PRESIDENTE (LOPEZ ARIAS).- Tiene la palabra el señor diputado por Buenos
Aires.
Sr. ARIAS.- Señor presidente: debe quedar en claro que todo lo vinculado con cuentas
corrientes bancarias queda excluido del articulado del proyecto. En consecuencia, se
suprime el último párrafo al que hice referencia anteriormente.
- Resulta afirmativa de 110 votos; votan 118 señores diputados sobre 135 presentes.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
Sr. VICCHI.- Señor presidente: deseo que quede todo perfectamente aclarado, por si
algún día se produce un juicio y se quiere recurrir al pensamiento que tuvo el legislador.
Con respecto al inciso c) del artículo 15 original del dictamen, que no me quedó claro si
se suprimió o no, debo manifestar que no deben existir dudas en cuanto a que se pueden
hacer todas las operaciones de descuento en cuenta corriente. El único
condicionamiento que establece la ley es que estos montos debitados en cuenta
corriente, fruto de la operatoria del negocio jurídico tarjeta de crédito, no pueden ser
ejecutados en sede judicial -perdóneseme la redundancia- por la vía ejecutiva.
Esto lo quería aclarar, porque podríamos estar habilitando la vía ejecutiva en
forma indirecta, y hay que tener mucho cuidado.
Sr. PRESIDENTE (LOPEZ ARIAS).- Tiene la palabra el señor diputado por Buenos
Aires.
Sr. DUMON.- Señor presidente: lo que acaba de plantear el señor diputado Vicchi tiene
una larga tradición jurídica. En algún momento los emisores de las tarjetas de crédito
usaron el resumen de la cuenta corriente bancaria como título ejecutivo. Esto originó
una jurisprudencia favorable en un principio, hasta que el profesor Fernando Legón
redactó aquel famoso artículo que todos conocemos y que se titula "¿Una cuenta
corriente sin cheque?".
En función de ello la jurisprudencia comenzó a variar y a no otorgar título
ejecutivo a los resúmenes de tarjeta de crédito. Sin embargo, la costumbre indica que los
saldos de los resúmenes de tarjeta de crédito se anotan como un ítem más en la cuenta
corriente bancaria, pudiendo adquirir por esta vía título o viabilidad ejecutiva.
Con acierto el dictamen del oficialismo hablaba de que podrá facultarse a debitar
en cuentas corrientes bancarias los saldos de tarjeta, sin que por ello se genere la
habilitación de la vía ejecutiva.
Lo que nosotros planteamos junto al señor diputado Vicchi es que no se
modifique el último párrafo, esto es, que no se genere la habilitación de la vía ejecutiva.
Sr. VICCHI.- Señor presidente: es muy importante este tema, que el señor diputado
Arias conoce con suficiencia.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
Sr. PRESIDENTE (LOPEZ ARIAS).- Los artículos ya se han votado, por lo que no
corresponde ninguna otra consideración.
Tiene la palabra el señor diputado por Catamarca.
Sr. PRESIDENTE (LOPEZ ARIAS).- Tiene la palabra el señor diputado por Buenos
Aires.
Sr. ARIAS.- Señor presidente: quiero señalar que hemos tenido en cuenta las
explicaciones que se nos han brindado para fundar la moción de reconsideración. Por
eso propusimos la eliminación del inciso correspondiente.
También tuvimos en cuenta que la cuenta corriente bancaria tiene una regulación
autónoma en el Código de Comercio. Por ello hemos preferido no interferir en sus
mecanismos para evitar que la norma sea calificada de intervencionista y para no
desvirtuar el funcionamiento de otros institutos, que son trascendentes en el
funcionamiento del sistema financiero argentino.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
- Resulta negativa de 63 votos; votan 132 señores diputados sobre 143 presentes.
Sr. DUMON.- Señor presidente: propongo que se incluya a continuación del artículo
que acaba de aprobar la Cámara una nueva disposición que diga que el régimen de
tarjeta de crédito, sus efectos jurídicos, el cobro de sus saldos, no tendrá vinculación con
el instituto de la cuenta corriente bancaria.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
Sr. PRESIDENTE (LOPEZ ARIAS).- Tiene la palabra el señor diputado por Buenos
Aires.
Sr. ARIAS.- Señor presidente: mantenemos el texto del artículo 12 en los términos que
han sido propuestos.
Sr. MAQUEDA.- Señor presidente: solicito que nuevamente se lea el texto del nuevo
artículo que se ha propuesto.
Sr. PRESIDENTE (LOPEZ ARIAS).- Tiene la palabra el señor diputado por Buenos
Aires.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
Sr. VICCHI.- Señor presidente: lo que dije con anterioridad se fundamenta en muchos
fallos judiciales existentes.
Sé que a los banqueros no les gusta mucho todo esto, e incluso les causa hasta
odio, pero las anotaciones por descuento en cuenta corriente son contables y
perfectamente determinables; y así como algunos dicen que pueden ser deudas líquidas
y exigibles, también pueden ser líquidas y determinables para debitarlas del otro lado.
Por eso, la sala E de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial determinó que
en ningún caso esto puede habilitar la vía ejecutiva, porque no se cumple con ninguna
de las formalidades de la ley, ni siquiera en materia de excepciones procesales.
Reconozco públicamente que en un principio pensaba diferente; esto es, que
para dar seguridad a las tarjetas de crédito había que asignarles la vía ejecutiva. Pero es
mentira. Lo que hay que generar es la preparación de la vía ejecutiva porque existe una
serie de requisitos formales que deben ser cumplidos. Voy a mencionar un ejemplo
concreto. Hay muchos bancos que incluían en los contratos de tarjetas de crédito una
cláusula que los habilitaba a abrir una cuenta corriente a nombre del mismo usuario a
efectos de poder ejecutar por vía ejecutiva en caso de que no pagara. Así nació un
proceso judicial basado en un fraude a la ley. Por más que los legisladores no lo
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
contemplemos, seguramente algún buen juez, alguna buena Cámara o alguna buena
Corte lo calificarán de inconstitucional.
Sr. ARIAS.- Señor presidente: se ha abierto el debate en torno del artículo 12. La
propuesta que formuló el señor diputado Dumón, con la fundamentación brindada por el
señor diputado Vicchi, se relaciona con la vía procesal a los fines del cobro de los
saldos resultantes de la utilización de las tarjetas de crédito y no con la conclusión o
resolución de la relación contractual. Por lo tanto, solicito que este debate se postergue
hasta la consideración del Título III, referido al procedimiento ejecutivo.
Sr. PRESIDENTE (LOPEZ ARIAS).- Tiene la palabra el señor diputado por Buenos
Aires.
-Resulta afirmativa de 59 votos; votan 116 señores diputados sobre 141 presentes.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
-Resulta afirmativa de 76 votos; votan 134 señores diputados sobre 142 presentes.
-Resulta afirmativa de 80 votos; votan 114 señores diputados sobre 141 presentes.
Sr. FADEL.- Señor presidente: de acuerdo con el texto original dejaríamos habilitada la
posibilidad de que los bancos sigan cobrando comisiones excesivas a los comercios y de
que continúe en marcha la autoregulación a la que hicieron referencia y según la cual
esas comisiones bajarían de un 10 a un 8,75 por ciento.
Nuestra propuesta consiste en poner un límite del 5 por ciento. Este no es un
porcentaje caprichoso; se relaciona con la media internacional establecida para el cobro
de comisiones, que fue reconocida por las propias empresas emisoras de tarjeta de
crédito. El promedio internacional de las comisiones que se cobra a los comercios es del
4,86 por ciento.
Por tal motivo proponemos eliminar el primer párrafo de este artículo 16, que
dice: "Las comisiones se pactarán libremente entre el emisor y el proveedor o
comerciante en el respectivo contrato." De esta forma el segundo párrafo se convertiría
en primero y agregaríamos un nuevo párrafo con la siguiente redacción: "Sin perjuicio
de lo dispuesto en el presente artículo, el emisor no podrá en ningún caso efectuar
descuentos superiores a un 5 por ciento sobre las liquidaciones presentadas por el
proveedor."
Propongo que el párrafo que ahora quedaría en primer término quede redactado
de la siguiente manera: "El emisor no podrá cobrar comisiones que difieran en más de
tres (3) puntos..." a efectos de compatibilizarlo con el límite del 5 por ciento del que
hablamos en el último párrafo.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
Creíamos que era más importante fijar un tope máximo en este sentido para no
generar esa gran diferencia entre los grandes supermercados, por ejemplo, y el pequeño
o mediano comerciante de los centros urbanos que hoy en día está tratando de sobrevivir
de una u otra manera en una competencia sumamente desleal, porque en la Argentina
todavía no tenemos una ley antimonopólica importante ni algunas otras leyes
complementarias. Entonces, un gran emporio puede especular con la entidad financiera
y hacer las operaciones comerciales de este negocio jurídico con un descuento del 0,5
por ciento o del uno por ciento de interés. Por ejemplo, el que vende un televisor marca
equis recibiría un descuento del 0,5 o uno por ciento del monto de la operación. En
cambio, el pequeño y mediano comerciante que vive en el centro de la ciudad -a la que
alimenta con sus impuestos-, que con su trabajo de todos los días genera a su vez nuevas
fuentes de trabajo, por vender el mismo televisor marca equis más caro -porque se lo
venden más caro en virtud de que tiene menos poder de compra- debe pagar por el
mismo negocio jurídico de la tarjeta el 10 por ciento, o sea que no hay relación entre la
situación de unos y otros.
Sr. VICCHI.- Por eso nos parecía importante fijar esta diferencia y decir que la tasa
máxima que se le puede descontar por este tipo de negocio es del 5 por ciento y que
entre los que operan en el mismo rubro no puede haber una diferencia de más de tres
puntos.
En definitiva, esto no es más ni menos que tratar de hacer sobrevivir al pequeño
y mediano comerciante, prestador de servicios o empresario de nuestro país que hoy en
día están en una situación de bancarrota.
Sr. PRESIDENTE (PIERRI).- Tiene la palabra el señor diputado por Buenos Aires.
Sr. DUMON.- Señor presidente: se está tratando en esta Cámara desde hace muchísimo
tiempo el proyecto de ley de defensa de la competencia, que es parte de un conjunto de
normas sobre la materia, la primera de las cuales fue la ley de defensa del consumidor.
En la mencionada ley de defensa de la competencia quedó establecido lo que se llama la
"posición dominante", que ha descripto crudamente el señor diputado Vicchi. ¿En qué
consiste la posición dominante? Consiste en aquella situación que se da en el mercado
por la que las empresas pueden determinarle condiciones incluso gravosas al resto del
comercio. La condición, en este caso, es que los grandes centros de intermediación
comercial imponen determinadas reglas a las emisoras de tarjetas de crédito.
Obsérvese que hasta ahora estuvimos hablando de una norma que trata de
preservar los derechos del consumidor o del usuario de tarjetas de crédito. En este caso,
lo que estamos tratando de preservar es la defensa de la competencia. Esto genera
condiciones de comercio sustancialmente mejores para los grandes emprendimientos en
relación con los pequeños.
Pero si estableciéramos sólo la diferencia planteada en el dictamen, que además
es de cuatro puntos, podríamos encontrarnos con que para los pequeños comercios la
comisión sea del 8 por ciento y para los grandes, del 4 por ciento, lo que significaría una
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
desventaja para los comercios chicos, particularmente aquellos que venden artículos de
gran valor. Pero también a posteriori significaría una ventaja muy importante respecto
de quienes trabajan al menudeo.
De manera que, en defensa de la competencia, esta disposición debería estar
incluida en esta norma, estableciéndose que no debería existir una diferencia de más de
tres puntos en las comisiones. Si dispusiéramos una diferencia de tres puntos y no
estableciéramos un tope máximo, esa diferencia se diluiría en el funcionamiento del
comercio, razón por la cual insistimos en que no puede haber un tope máximo de cinco
puntos, y que la diferencia en ningún caso puede ser de más de tres puntos.
Sr. FAYAD.- Señor presidente: no voy a abundar en los acertados fundamentos que ya
dieron los señores diputados Vicchi y Dumón, pero sí voy a señalar concretamente que
la Alianza va a mocionar el siguiente texto para el artículo 16: "El emisor no podrá fijar
aranceles que diferencien en más de los tres puntos en concepto de comisión entre
comercios que pertenezcan a un mismo rubro o con relación a iguales o similares
productos o servicios."
Aquí voy a tomar una parte del dictamen, con lo cual el artículo seguiría de la
misma manera: "...con excepción de los comercios dedicados a la venta de combustibles
y aquellas operaciones relacionadas con el sector público nacional, provincial y/o
municipal, entidades de bien público o fundaciones." Y el texto continuaría así: "Se
entiende que pertenecen a un mismo rubro los comercios que intermedian la oferta y la
demanda en iguales o similares productos o servicios, con independencia del volumen
de facturación o cualquier otro parámetro de diferenciación que tienda a discriminar en
perjuicio de los pequeños y medianos comerciantes o altere la defensa de la
competencia en las expresiones de la ley 22.262.
"Sin perjuicio de lo dispuesto, el emisor no podrá en ningún caso efectuar
descuentos superiores a un 5 por ciento sobre las liquidaciones presentadas por el
proveedor."
Deseo realizar una breve explicación sobre por qué aceptamos la incorporación
del sector público nacional, provincial o municipal. El proceso de bancarización que
está viviendo el país motiva que la dinámica de cumplimiento de los pagos de algunos
servicios se realice a tasa cero. En consecuencia, el pago de retribuciones, tasas,
impuestos y tributos en el ámbito del Estado nacional, provincial y/o municipal debe
constituir una excepción, y coincidimos en ello. También estamos de acuerdo con lo
referido a las entidades de bien público porque ese objetivo no es directamente
comercial, y muchísimo menos en el caso de las fundaciones.
Sr. FADEL.- Señor presidente: solicito a los diputados del oficialismo que reflexionen
en este sentido para que no se siga cobrando a los pequeños comerciantes las
comisiones abusivas que ya se han mencionado.
Este es uno de los problemas más graves que tienen los pequeños comerciantes,
y en un mercado lleno de imperfecciones estamos agregando un elemento disparador
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
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Sr. VICCHI.- Señor presidente: algunas cosas no puedo dejar pasar por alto. En primer
lugar, cuando uno habla de libertad y liberalismo debe ser consecuente con ello.
El liberalismo es una concepción ideológica –también económica- que abarca
todos los aspectos de la sociedad. Por ello no corresponde decirse liberal cuando en
realidad se es conservador. Los conservadores son aquellos que nada dicen cuando se
agreden los intereses del pueblo pero sí protestan cuando se agreden los intereses de
algunas corporaciones.
No he escuchado al señor diputado preopinante atacar el contexto de la futura
norma mediante la regulación de la figura de la tarjeta de crédito, pero sí escuché
sostener que se eliminen los supuestos topes a precios y salarios. O sea que nos están
mandando un mensaje que, a lo mejor, es el de las corporaciones, y éstas nunca han
podido gobernar bien un país, sino que siempre lo hicieron a costa de la mayoría de la
gente.
Otra cosa que quiero señalar es que no se está estableciendo un tope, sino una
relación que no se fijó antes, pues si en este país se hubiera reglamentado -como en una
de las cunas de la libertad, Francia- que un gran supermercado no puede estar ubicado a
menos de 100 kilómetros de un centro urbano, los pequeños y medianos comerciantes
sobrevivirían tranquilamente. Pero aquí no lo hicimos antes. Aquí, como han dicho
algunos autores, todo es laissez faire, laissez passer, es decir, dejar hacer, dejar pasar.
Esto significa que los lobos se comen a las gallinas del gallinero, a lo que también hizo
referencia los otros días el señor diputado Fayad.
Por eso también es bueno recordar que lo que el verdulero regalaba no era un
atado de verduritas, sino perejil, con el que atraía a la gente para venderle el resto de las
cosas. En mi provincia esos verduleros prácticamente han desaparecido gracias a la
existencia de los otros grandes. Eso es malo, pues implica la desaparición de una
importante capa de la sociedad argentina, que fue la que construyó esta Nación. Mi
viejo y mi abuelo fueron inmigrantes, empezaron de abajo, vinieron con una mano atrás
y otra adelante y ayudaron a construir este país, con el pensamiento de que podían
crecer y constituirse en clase media; hasta vinieron desconociendo lo que era la
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Sr. DOMINA.- Señor presidente: vamos a mantener el texto del artículo 16, con el
agregado en la última parte del 2° párrafo de: "...y entidades de bien público."
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
Sr. PRESIDENTE (PIERRI).- Vamos a dar los nombres de los señores diputados que
votaron sin llave.
El diputado Brandoni votó sin llave. Eso no quiere decir que no se haya
registrado el voto, sino que no se registró a quién perteneció.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
Sr. PRESIDENTE (PIERRI).- El voto del señor diputado Robles no figuró con el
número de su llave; lo mismo ocurrió con el voto de los señores diputados Giustiniani y
Zapata Mercader.
Sr. BALTER.- Eso era lo que quería señalar. No puede aparecer el voto de alguien que
no está.
Sr. PRESIDENTE (PIERRI).- Ruego al señor diputado Viaña que abandone su banca
ya que no puede participar en la votación.
Se va a votar nuevamente el artículo 16.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
Sra. GARRE.- Señor presidente: creo que el sistema está demostrando que no es
confiable pues en las sucesivas votaciones hemos detectado demasiados errores. Esta es
una votación importante y sus resultados parecen ser ajustados. En consecuencia,
considero que lo más confiable, transparente, serio y ordenado que podemos hacer –
aunque nos lleve algo más de tiempo- es que cada uno emita su voto de viva voz.
- Votan por la afirmativa los señores diputados Abán, Abasto, Acevedo, Aguirre,
Alterach, Arias, Baladrón, Bianculli, Cafiero (M.A.H.), Caillet, Camaño (E.O.),
Camaño (G.), Cardoso, Carrara, Castillo, Corchuelo Blasco, Chaya, Chica, D’Errico,
Das Neves, De Sanctis, Dómina, Domínguez (D.C.), Dragicevic, Drisaldi, Estrada,
Fernández (A.M.), Ferreyra, Frigeri, Gabrielli, Galmarini, García, Godoy, González
(M.L.), González (O.F.), Gorvein, Gudiño, Gutiérrez (D.B.), Herrera, Herrera Arias,
Irrazábal, Joga, Lamberto, Latorre, López, Maqueda, Martínez Garbino, Mayans, Merlo
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
de Ruiz, Mondino, Mosso, Mouriño, Müller, Nicotra, Obarrio, Olima, Ortega, Pérez,
Pezoa, Pichetto, Pinto Bruchmann, Pruyas, Quinzio, Rampi, Remes Lenicov, Rivadera,
Robles, Rollano, Roy, Salto, Salvatori, Santander, Sat, Scioli, Sebastiani, Snopek, Soria
(C.E.), Soria (E.V.), Speratti, Suárez, Tulio, Ubaldini, Valdovinos y Zacarías.
- Votan por la negativa los señores diputados Abella, Adaime, Alessandro, Allende,
Alvarez, Aramburu, Aubia, Avelín, Balestra, Balter, Barberis, Baylac, Becerra, Bonino,
Brandoni, Bravo (A.P.), Bravo (L.A.), Bussi, Caballero Martín, Cafiero (J.P.), Caputo,
Cardesa, Carrió, Casella, Castro, Colombo, Colucigno, Conti, Cruchaga, Curletti, De
Bariazarra, Díaz Colodrero, Dumón, Estévez Boero, Fadel, Fayad, Fernández de
Combes, Flores, Fontanetto, Francos, García Decano, Garré, Giles, Giustiniani,
González Cabañas, Guevara, Gutiérrez (G.E.), Herrera Páez, Illia, Isequilla, Leyba de
Martí, Lissi, Marelli, Massei, Méndez de Medina Lareu, Moreno Ramírez, Musa,
Natale, Nieva, Pando, Parentella, Pascual, Passo, Pereyra de Montenegro, Pernasetti,
Pinchetti de Sierra Morales, Piñón Avila, Polino, Puiggrós, Raimundi, Recio, Rivas,
Rodil, Romero, Saggese, Sánchez, Sáquer, Soñez, Stolbizer, Torres Molina, Vago,
Vensentini, Vicchi y Volando.
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Sr. PRESIDENTE (PASCUAL).- Tiene la palabra el señor diputado por Santa Fe.
Sr. NATALE.- Señor presidente: las tasas de intereses compensatorios y punitorios que
cobran los bancos emisores de tarjetas de crédito son realmente abusivas y
escandalosas.
No es verdad, como dicen los bancos, que esas altísimas tasas sean consecuencia
del alto grado de morosidad que ellos tienen en sus carteras. Aunque ello fuera así, el
alto grado de morosidad estaría determinado por la grandísima discrecionalidad con que
se han distribuido las tarjetas de crédito.
Estoy seguro de que ningún banco entregaría un crédito personal con la ligereza
con que reparte tarjetas de crédito a cualquier persona que se le ocurra pasar por una
calle en la que está instalada una mesa distribuidora de tarjetas de crédito.
El sistema se generalizó a causa de esa actitud de los componentes del sistema
financiero. Como consecuencia de ello, las moras fueron muy grandes y, naturalmente,
provocaron un encarecimiento en el costo del dinero, que quiere ser compensado por la
vía de intereses realmente abusivos y escandalosos.
¿Cuál es la solución a este problema? La primera y la segunda minorías nos
proponen regular las tasas de interés. El señor diputado Fayad ha señalado con precisión
que las tasas de interés a las que llega el despacho del oficialismo son tan escandalosas
como las que están cobrando actualmente los bancos. La propuesta de la segunda
minoría es algo más severa, pero también llega a magnitudes importantes.
Parecería que el objetivo buscado no se logra; pero lo más grave es que nos están
proponiendo volver a vivir una película que ya hemos visto, conocido y practicado.
Creíamos que ello estaba agotado en la Argentina.
La política de las tasas de interés reguladas comenzó hace cincuenta años en
nuestro país, y se creyó originariamente que ellas contribuirían a que los modestos
tomadores de créditos pudieran disponer de él en mejores condiciones.
Sin embargo, las cosas no fueron así. Hace cuarenta o cincuenta años siguieron
gozando del crédito los grandes tomadores o los privilegiados, los amigos del sistema
financiero, pero los tomadores corrientes desaparecieron y el crédito en la Argentina se
extinguió, porque tasas que resultaban negativas en función de la inflación que se vivía
llevaron a que el ahorro se escondiera en otras disponibilidades, se fuera al extranjero o
se agotara en inversiones muchas veces innecesarias para el país.
Restablecimos el equilibrio de nuestra moneda. Conocimos la estabilidad
monetaria, que para nuestra generación era un dato novedoso en nuestras vidas dado los
años que llevábamos transitados sin ella. El crédito reapareció en el país. Las tasas de
interés que hasta los años 92 y 93 eran altas y preocupantes comenzaron a descender, y
finalmente hubo crédito para el consumo, para la vivienda y para otras demandas, a
veces con tasas elevadas y en ocasiones con tasas accesibles. Ultimamente el crédito
para la vivienda ha comenzado a expandirse en condiciones bastante similares a las de
los mercados internacionales.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
Sin embargo, por los abusos evidentes, ostensibles, notorios, en que ha incurrido
el sistema financiero respecto del tema que nos ocupa se llega a que volvamos a ver una
película conocida. Entonces, si hoy nos parece abusivo el interés -realmente lo es- y lo
queremos regular, ¿por qué no regulamos el interés del sobregiro, por ejemplo? Todos
sabemos que el interés sobre descubiertos asciende al 4 ó 5 por ciento mensual,
circunstancia que representa un abuso en época de estabilidad. Sin embargo, hasta ahora
a nadie se le ha ocurrido regularlo.
¿Cuál es el interés del crédito para consumo? ¿Alguna vez alguien se puso a
contabilizar lo que cuesta un televisor, una heladera u otro bien de consumo durable o
semidurable si se compra al contado o se paga en cuotas? Las tasas de interés en estos
casos son altísimas.
Entonces, ¿por qué no regular las tasas de interés? Si regulamos el interés de las
tarjetas de crédito también podemos regular el interés del descubierto, el interés de los
créditos para consumo y, a fuerza de imaginación, podríamos regular así todas las líneas
de créditos que se nos ocurrieran. Por supuesto, después habrá que pagar las
consecuencias. Esa experiencia ya la vivimos: sabemos lo que es un país donde no hay
crédito para nadie o lo hay sólo para los privilegiados, los amigos del gobierno, de los
bancos o de las grandes empresas; para el pequeño productor o consumidor ese crédito
se habrá extinguido. Hemos vivido durante cuarenta o cincuenta años sin que existiera
el crédito y ahora estamos comenzando a recorrer el mismo camino que transitó la
historia económica de la Argentina y que también siguió nuestra generación.
Muchas veces escuché decir a mi amigo y ex diputado Jorge Vanossi que el ser
humano es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra, y me parece que
estamos dando el ejemplo al que aludía Vanossi.
¿Cuál es la experiencia de los países europeos en esta materia? Porque no se ha
hablado de este tema. Sabemos que existe la Unión Europea integrada por quince
naciones con gobiernos de distinto color político. Tengo en mi poder legislación
europea sobre este tema, que nos sirve como ejemplo para esta detallada discusión a la
que estamos abocados. El 8 de diciembre de 1987 la Comisión Ejecutiva de la
Comunidad Económica Europea dictó una recomendación denominada Código Europeo
de Buena Conducta en Materia de Pago Electrónico que adopta todas las normas
necesarias para que no se engañe al usuario del crédito, para que no se distorsione el
contrato que firma y otra serie de disposiciones para que exista igualdad entre las partes
contratantes. Pero no se les ocurrió introducir todas las regulaciones que nosotros
pretendemos establecer en nuestro país. No se les ocurrió fijar tasas a los créditos de las
tarjetas. Inclusive tienen una regulación del 30 de mayo de 1987 sobre liberación del
tipo de interés, comisiones y normas de actuación de las entidades crediticias. Allá
tienen liberadas las tasas de interés y las comisiones, aunque sí adoptan normas para
asegurar un trato equitativo, que no haya engaños, etcétera. Este es el modelo europeo
que siguen los liberales, los socialistas y la Unión Europea.
Hace un par de días estuve leyendo en "La Nación" un interesante reportaje que
Germán Sopeña le hizo a Laurent Fabius, primer ministro socialista de Mitterand, hoy
presidente de la Asamblea Nacional francesa. Cuando el periodista le pregunta cómo
responde a los que dicen que el suyo es un gobierno de izquierda que hace una política
económica de derecha, Fabius, que es un veterano socialista, dice lo siguiente: "No hay
que hacer caso a esas definiciones; sea uno de derecha o de izquierda hay que actuar con
responsabilidad y realismo en las cuestiones económicas."
El realismo y la responsabilidad en las cuestiones económicas nos dicen que si
regulamos como dispone el despacho del justicialismo, o lo hacemos en los términos de
la propuesta de la Alianza, en definitiva será pan para hoy y hambre para mañana,
111
Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
Sr. NATALE.- Pasaron varios años. Hoy el ciudadano sabe que un descubierto cuesta
muy caro y entonces no lo toma así porque sí. Hoy se fija en la tasa de interés que paga.
Hoy se fija si un crédito para vivienda cuesta el 9, el 10 o el 11 por ciento de interés;
además averigua cómo es la cuestión de la comisión, el seguro y los conceptos extras.
Esto ha permitido que el ciudadano empezara a acostumbrarse a vivir en libertad para
tomar sus propias decisiones e incluso las más favorables.
Si volvemos a la política de la regulación el crédito se va a extinguir en el país y
los perjudicados no serán los poderosos sino los que menos acceso tienen al crédito. En
definitiva, estaremos escribiendo una historia negra que ya vivimos. Por eso estoy en
contra de estos artículos.
Sra. PANDO.- Señor presidente: en los últimos días hemos asistido a la guerra
periodística de los más fuertes contra los más débiles. Obviamente la batalla presentada
es entre los que pretenden volver a un mercado regulado y los que defienden la libertad
de mercado. Así se presenta hoy –a mi juicio erróneamente- el problema de las tasas de
interés financieras o punitorias para las tarjetas de crédito.
Cuando analizamos esta cuestión no podemos obviar qué es lo que estamos
adquiriendo por medio de una tarjeta de crédito. Generalmente se adquieren productos
de consumo diario y familiar. Es difícil que el consumidor pueda elegir si toma o no el
descubierto, porque las opciones y el producto son diferentes.
Entonces, estamos ante dos situaciones distintas. Por un lado, existe un mercado
que vende y que es totalmente oligopólico y se ha constituido en colusorio en cuanto a
112
Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
las relaciones de comercio. Por otro lado nos encontramos con todos los consumidores
que pueden elegir exclusivamente a 4 ó 5 clientes de la banca nacional e internacional
que tienen cautivo el mercado.
No podemos engañar a la gente y plantear esta cuestión como libertad de
mercado o regulación por parte del Estado. Creo que sería un poco más sensato de parte
nuestra pensar que los dos integrantes de esta relación comercial –el consumidor y
tomador de la tarjeta, y el que la ofrece o banco emisor- tienen posturas opuestas en sus
posibilidades económicas y de elección. Cuando hay una diferencia muy importante en
el mercado entre las dos partes contratantes para un mismo producto, no podemos
permitir el libre juego de las reglas de mercado. La libertad de mercado únicamente
funciona cuando hay igualdad de posibilidades, porque de lo contrario estaríamos
beneficiando exclusivamente al sector más poderoso.
Como debemos analizar la legislación desde el punto de vista general,
considerando a la totalidad de los actores –consumidores y emisores-, creo que
estaríamos errando el camino si pretendiéramos confundir y expresar que la fijación de
los intereses en el consumo de la tarjeta de crédito va a significar la vuelta a un mercado
regulado. Ello no es así porque las situaciones no son iguales entre los 10 millones de
clientes semicautivos en un mercado oligopólico y las cuatro o cinco empresas que
concentran la emisión de las tarjetas.
Lo que pretendemos crear es igualdad de condiciones para situaciones
económicas diferentes.
Tal como dice el señor diputado Natale, es cierto que hay que educar al
soberano, al consumidor. Pero mientras tanto hay mayor exclusión y más desequilibrio
social.
En este interregno no podemos ser más papistas que el Papa ni más liberales que
los fundadores de la doctrina liberal; no podemos ser más liberales que Inglaterra,
Francia o los Estados Unidos. Esos tres Estados cuidan que el mercado no se desfase.
(Aplausos.)
Lo que estamos haciendo con actores de diferente posibilidad económica es
beneficiar exclusivamente al que más tiene.
El Estado tiene que aparecer fuerte para equilibrar la relación económica de
todos los habitantes y hacer realidad la propuesta del señor diputado Natale consistente
en la culturización en la elección y uso de una tarjeta de crédito y en el rechazo de los
intereses que no le son convenientes.
No establezcamos un interés que signifique una regulación, pero sí brindemos
parámetros según los cuales no se puedan establecer porcentajes más allá de lo que los
mismos bancos pagan a un jubilado o a un pequeño ahorrista cuando colocan su dinero.
Establezcamos una relación entre la tasa que paga el banco y la que cobra a todos los
argentinos.
Debemos formular una propuesta adecuada para todos: para el arco de la
producción, para el arco empresario y financista, pero fundamentalmente para la
mayoría, para los diez millones de argentinos que estamos en manos de un mercado
oligopólico, ya que todos somos clientes cautivos.
Hasta tanto aparezca en el mercado una relación que signifique una paridad de
fuerzas económicas, establezcamos parámetros que no impliquen una regulación sino
una metodología que halle relación de tasas teniendo en cuenta la que pagan los mismos
bancos.
Por ello fijamos nuestra posición como representantes del partido Liberal. Pero
para nosotros Liberal significa libertad, igualdad de condiciones y, fundamentalmente,
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
igualar a todos los argentinos en sus posibilidades teniendo en cuenta la ley de la oferta
y al demanda. (Aplausos.)
Sr. POLINO.- Señor presidente: cuando solicité el uso de la palabra lo hice para
observar una cuestión de forma y otra de fondo en relación con el artículo 17.
La cuestión de forma se vincula con el hecho de que en el artículo 17 se
establece que el límite de los intereses compensatorios o financieros que el emisor
aplique al titular no podrá superar en más del treinta por ciento a la tasa promedio.
A mi juicio no es el límite lo que no puede superar el treinta por ciento, sino que
son los intereses los que no pueden superar ese porcentaje. Se trata de un problema de
redacción, ya que la elegida no es muy feliz.
La cuestión de fondo sería la metodología para establecer la tasa. Coincido con
lo que ha dicho el señor diputado Fayad: el despacho de mayoría no favorece los
derechos ni los intereses de los usuarios. Es mucho más conveniente a los intereses de
los sectores medios de la sociedad la redacción propuesta en nombre de la Alianza por
el señor diputado Fayad.
Tengo sobre mi banca una información suministrada por la Secretaría de
Industria, Comercio y Minería correspondiente al mes de abril de este año, que ha
enviado a las distintas entidades de defensa del consumidor, iniciando una práctica que
a mi juicio es bastante positiva: la difusión de la información requerida y aportada por
los bancos y por las tarjetas de crédito. Si bien dice que dicha información no
comprende a la totalidad de las entidades bancarias -sesenta y tres se encuentran en
mora-, me parece que el hecho de dar a conocer a la Cámara estos datos es muy
importante, sobre todo por partir de un organismo oficial.
El informe dice que la tasa nominal anual en dólares, referida a las tasas
máximas de intereses punitorios, varía entre el 5,5 por ciento y el 36,6 por ciento. El
Banco de la Provincia de Buenos Aires es el que tiene la tasa de interés más baja; en
cambio, American Express es la que tiene la tasa más alta.
En cuanto a las tasas máximas de intereses punitorios en pesos, establece para el
Banco de la Provincia de Buenos Aires el 5,5 por ciento, ascendiendo luego hasta llegar
a la astronómica cifra de 148,76 por ciento.
La tasa máxima para adelantos en efectivo en dólares es del 24,2 por ciento la
mínima y del 36,5 por ciento la máxima. En lo que se refiere a la tasa máxima para
adelantos en efectivo en pesos, la mínima -que corresponde al Banco de la Ciudad de
Buenos Aires- es del 38,9 por ciento, y la máxima -la del Citibank-, del 68,9 por ciento.
La tasa máxima de financiamiento en pesos va del 18 por ciento al 144,8 por ciento, y la
tasa máxima de financiamiento en dólares va del 12,2 por ciento al 60,8 por ciento.
Es decir que estamos ante tasas realmente usurarias que dejan en una situación
de total indefensión y desprotección a los usuarios y consumidores. De modo que el
Estado no puede permanecer indiferente frente a esta situación, aunque debe aclararse
que la regulación que hoy discute este cuerpo no significa volver al dirigismo de otras
épocas sino que trata de poner límites a tantos abusos que a diario se cometen contra
tanta gente.
Para terminar, reitero la observación de forma y pongo el acento en la de fondo.
La fórmula propuesta por la Alianza, por las razones ya explicadas por el señor diputado
114
Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
que las fundó, es a todas luces más equitativa y responde a la actual situación
económica y financiera del país, en la que urge evitar estos abusos.
Sr. SUAREZ.- Señor presidente: es una misión realmente complicada poderse ubicar
en este tema, entre una posición desde la que nos critican porque nos hemos quedado
cortos en la determinación de los topes de la tasa, y otra posición que señala que en
virtud del dogma liberal hay que dejar que la gente se embrome porque la cuestión es
salvar el dogma. Pero aquí hay una sola verdad, que es la realidad.
Todos han oído, han aceptado y reconocido que estamos frente a un abuso, que
en cifras va del 50 a más del ciento por ciento. Eso significa que en esta economía de
mercado, como en cualquier otra, cuando no funciona la competencia tampoco funciona
el mercado, y cuando hay abusos el Estado no puede renunciar a su responsabilidad de
intervenir para equilibrar y armonizar los intereses de la sociedad, del Estado y de los
individuos. Eso es lo que estamos intentando hacer ante un abuso que ha sido
reconocido y donde, como respuesta a un tema que ha repercutido en este Congreso de
la Nación, los propios autores del abuso lo han admitido públicamente, empezando a
hablar de autorregulación, señalando que en un plazo no muy largo podrían llegar a
disminuir la tasa de intereses punitorios a un 30 por ciento.
Esta misma gente ha estado reconociendo que no han funcionado las reglas del
mercado y de la sana competencia y, por lo tanto, es legítimo que el Congreso
intervenga como está intentando hacerlo.
Hay películas más nuevas y otras más viejas. Si vamos a hablar de películas
puedo recordar algunas de hace cincuenta o sesenta años, donde había tanta libertad que
ningún trabajador tenía derechos y debía trabajar de sol a sol. Entonces estaba bien
protegido el dogma liberal, porque el Estado no intervenía para nada, era un Estado
ausente. Hoy mismo se critica que en algunos sectores el Estado sigue ausente, cuando
debería aplicar algún tipo de regulaciones en los casos en que no funciona la
competencia y en los que algunos sectores dominantes gozan de privilegios,
apropiándose de la transferencia de ingresos que se está produciendo.
En mi opinión se confunde el interés compensatorio con el interés punitorio.
Resulta claro que el interés por financiamiento es el interés compensatorio. En ese
sentido, un diputado dijo en este debate que si aplicaba un 30 por ciento sobre el 20 por
ciento le daba como resultado 27 –a mí me da 26-, pero resulta que además sostenía que
el punitorio representaba la mitad, o sea, 13, y sumaba 50 en lugar de 40. Tal vez se
trató de un error o quizá de una picardía, pero lo cierto es que los números no son esos.
Mezclando los intereses compensatorios, que son los generados por financiamiento a
quien decide con libertad hacer uso de él, tendríamos una tasa sensiblemente inferior al
30 por ciento, cuando hasta hace muy poco tiempo nadie se rasgaba las vestiduras
porque se cobraba desde un 50 hasta más de un ciento por ciento.
La realidad es más fuerte que muchos argumentos y es lo que da legitimidad a
nuestra actitud. Por otra parte, estamos interviniendo con cierta sensatez, pues en
definitiva tampoco estamos determinando un precio fijo sino estableciendo referencias,
que por supuesto pueden incrementarse o disminuir, porque eso tampoco está prohibido.
Nuestra propuesta –a la que seguidamente se dará lectura- es lo posible dentro de un
marco en el que, a pesar de la estabilidad, las tasas de interés de todo el sistema
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
financiero son en verdad muy altas. Sería un milagro que todas las demás sigan siendo
muy altas y las de este sistema resultaran, por ejemplo, inferiores a las de un descubierto
bancario.
Como lo expresé al comienzo de mi intervención, nos estamos debatiendo entre
dos posiciones –palos por la izquierda y palos por la derecha-, cuando sólo estamos
tratando de hallar el justo equilibrio en el convencimiento de que la peor ley es aquella
que nunca se sanciona. Creemos que debemos tratar de aprobar algo porque
corresponde intervenir cuando hay abuso. No funciona el mercado –no embromemos-,
no hay competencia en este sector. La reacción de autorregulación ha sido tardía y
consecuencia de este debate que se ha producido en el Congreso de la Nación.
Sr. FADEL.- Señor presidente: es indudable que estamos pasando por momentos
bastante difíciles en un debate en el que quienes hacen fundamentalismo del mercado
pretenden empujarnos hacia el otro extremo, haciéndonos aparecer como los grandes
reguladores. Estas actitudes dogmáticas crean una falsa antinomia entre libertad de
mercado y regulación. Pero a los que hacen fundamentalismo de mercado no los
escuché cuestionar la falta de transparencia del mercado financiero argentino.
Hablar de mercado implica también hacer referencia a la competencia, es decir, a
la libertad de elegir, que está directamente ligada a la información y formación de los
usuarios y consumidores.
Cuando la Honorable Cámara comenzó a debatir el proyecto de ley que regula el
sistema de tarjetas de crédito, la Secretaría de Industria y Comercio publicó el ranking
de las tasas de interés que cobran los bancos, actitud que debería haber tomado mucho
tiempo antes.
Ahora los bancos alegremente dicen que en cuatro o cinco meses la tasa
promedio del 55 por ciento será reducida a un 38 por ciento. ¿Qué cambió para que
ahora digan que se van a autoregular? Por supuesto, ello fue consecuencia de la actitud
tomada por la Secretaría de Industria y Comercio, que se vio presionada por el
Congreso al decidir –primero fue un leve intento y ahora una decisión concreta-
considerar un proyecto de ley que regule las tasas de interés de las tarjetas de crédito a
fin de que el sistema sea más transparente.
Una vez más nos encontramos con que a la gente se la sorprende en su buena fe,
porque cualquiera podría pensar que los grandes bancos son los que cobran las tasas de
interés más bajas del mercado y que , por el contrario, las entidades más chicas aplican
altas tasas; pero la realidad nos indica lo contrario.
En los últimos tiempos los grandes bancos ampliaron su universo de manera
compulsiva, a tal punto que han otorgado alrededor de 12 millones de tarjetas de
crédito, cuyo 80 por ciento está concentrado en dos de ellas. Estas entidades argumentan
que se ven obligadas a cobrar las tasas que todos conocemos debido a la gran cantidad
de tarjetas a la que muchos argentinos pudieron acceder y a la elevación de los índices
de incobrabilidad.
Está bien que quieran ampliar el mercado y, por ende, sus ganancias, pero los
riesgos no son asumidos por estas entidades sino que los transfieren automáticamente a
las tasas de interés y perjudican a quienes cumplen. Esta es una de las imperfecciones
más graves que tiene el mercado financiero argentino.
116
Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
Sr. PRESIDENTE (LOPEZ ARIAS).- Tiene la palabra el señor diputado por San
Juan.
Sr. BRAVO (L.A.).- Señor presidente: luego de escuchar a los señores diputados
preopinantes uno llega a la conclusión de que no existe una razón absoluta en este tema.
Sin duda que los señores diputados Pando y Natale han sido lo suficientemente claros
en cuanto a cómo interpretar dentro de un mercado libre el tema de la responsabilidad.
117
Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
Pero pareciera que los únicos responsables tenemos que ser nosotros cuando vamos a
legislar de alguna forma.
En definitiva, si hay voluntad política debemos apoyar el proyecto de la Alianza
por una simple razón: es el más duro contra los banqueros. Y esto lo digo porque ellos,
que son los que deberían interpretar de mejor manera el liberalismo económico que
vivimos en la Argentina, acuden a un capitalismo salvaje en donde los que tienen un
poco más de poder se quedan absolutamente con todo.
Es lamentable que el presidente Menem haya dicho tan rápidamente que iba a
vetar esta norma en caso de que fuese aprobada por el Congreso. La verdad es que los
banqueros se empezaron a asustar cuando se dieron cuenta de que algo íbamos a hacer.
No habían pasado más de diez días desde que empezamos a hablar de un proyecto que
regulara las tasas de interés, cuando ya los banqueros comenzaron a decir -porque tenían
miedo de perder un poco de plata- que no hiciéramos nada, porque ellos iban a reducir
sus tasas de interés. Nos estaban dando la razón. Decían: es verdad que la financiación
está un poco cara; por ello la vamos a bajar solitos; no es necesario que ustedes
intervengan.
Mientras tanto, observábamos a la pobre gente, a los millones de usuarios de
tarjetas de crédito, que pertenecen a las clases media y baja, ya que cuando los bancos
entregan las tarjetas de crédito no se fijan ni formulan preguntas. Saben que después
pueden llegar a tener algunos problemas, pero si varias personas dejan de pagar, a
quienes abonen les cobrarán intereses altísimos. Por lo tanto, la situación está siempre
compensada a favor de los bancos.
Yo no soy un especialista en temas económicos, por lo que he escuchado con
atención a los que saben de la materia. Los diputados de la Alianza dicen que los
intereses deberían calcularse en función de una tasa de interés equivalente al doble de la
pasiva, mientras que los intereses punitorios deberían surgir de una tasa de interés tres
veces superior a la pasiva.
El justicialismo dice algo distinto. Señala que la tasa de interés no puede superar
más de un 30 por ciento a la tasa de interés que cobran los bancos para sus créditos
personales sin garantía real, que en este momento es del 25 por ciento.
Cuando contamos todo esto a la gente, la empezamos a confundir. Es necesario
decir con claridad que aquí existen dos proyectos que tienden a un objetivo similar:
regular las tasas de interés que la gente paga en este país. Sin embargo, una de las
iniciativas regula mucho más, y está bien que ello sea así. Estamos regulando más
porque los bancos han cobrado intereses excesivos durante mucho tiempo.
Si es verdad que esta globalización nos lleva a una libertad de comercio donde la
tasa se fija entre quien presta dinero y quien lo recibe, si los banqueros aprenden su
lección, en el futuro siempre será posible derogar esta norma. Los diputados se vuelven
a juntar, dicen que los banqueros han aprendido a trabajar mejor y que los ciudadanos
también comprendieron que no deben endeudarse en demasía, y eliminan esta
legislación. Cuando ello ocurra, se demostrará que existe adultez entre todos los que
componen la sociedad argentina.
Hoy no existe esa adultez, que sí encontramos en las sociedades de la
Comunidad Económica Europea o en los Estados Unidos, y que sirve para defender a
sus ciudadanos, como decía la señora diputada Pando.
De modo que no está mal que en este tema digamos claramente que hemos sido
obligados por las circunstancias, pues los diputados no habíamos pensado en regular
esta cuestión. Es necesario recordar que al Congreso concurrieron la Liga de
Consumidores y los comerciantes a plantear un problema real a sus representantes. Así
señalaron que las tasas de interés de las tarjetas de crédito eran muy altas. Cuando uno
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
se atrasa, ya no puede pagar más. Si se demora dos o tres meses, ya se tiene que pensar
en vender el auto.
Sr. VICCHI.- Señor presidente: los artículos 17 y 20 del dictamen, que se refieren al
tema de los intereses, conjuntamente con el recientemente aprobado artículo 16,
autorizan a sostener un argumento que entiendo es valedero y fundamental en esta
discusión.
No advierto que la ley del cheque o la de los títulos de crédito regulen los
intereses de los pagarés, de los cheques o de la cuenta corriente bancaria, porque cuando
se regula un instituto jurídico nada tienen que hacer en esa regulación cláusulas que son
de absoluta transitoriedad, como sucede con los intereses.
En pocas palabras, estamos incorporando a una legislación de fondo un conjunto
de artículos que no tienen envergadura para figurar en ella, y desgraciadamente éste va a
ser el argumento que se va a utilizar para vetar la ley. Espero que no me echen la culpa
por haber expuesto el justificativo dado que ya lo anticipó el presidente Menem, según
lo manifestó el señor diputado Leopoldo Bravo.
Por distintas razones nunca se ha dado una discusión a fondo sobre el tema de
los intereses en el seno de esta Cámara que amerite tal envergadura y calidad de sus
miembros que alguna vez se disponga un razonamiento lineal, sustancial, profundo,
sobre por qué en un país que ha trazado un modelo económico que no nace de la
libertad -como me lo refrescaron recientemente- sino de una ley de equivalencias de uno
a uno con el dólar para recién después jugar en el ámbito de la libertad, nadie ha hecho
alusión a uno de los temas más trascendentes, que es la deuda que tiene este gobierno
con el pueblo; porque en su momento también el señor diputado Cavallo lo integró y se
comprometió a encarar una reforma financiera que nunca llevó a cabo.
Ahora me referiré al tema de los intereses, que es el que nos atañe. ¿Alguna vez
se han preguntado por qué en un país con moneda dura como la República Argentina,
con una ley de equivalencia de uno a uno con el dólar, donde el peso se equipara con
una moneda estabilizada, fuerte y solidificada en el mundo entero, sin embargo cuando
se lleva el capital a trabajar cambia sustancialmente el juego de los intereses? Esto tiene
que tener una respuesta y el hombre común seguramente se debe formular ese
interrogante. ¿Cómo se puede explicar que la Argentina siga jugando dentro de este
sistema financiero con moneda dura y semejante barbaridad en las tasas de interés? Y
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
aquí viene el otro problema: porque la Argentina no supo ni quiso en este tiempo
sancionar las normas que tenía que sancionar, que eran las leyes regulatorias.
Todos saben que yo no quería la reforma constitucional. Voté en contra. Pero de
esa Constitución nacieron un montón de obligaciones para este Congreso, en cuanto al
dictado de leyes que no se sancionan. Este Congreso tiene la falencia de no haber
legislado durante estos nuevos tiempos sobre una figura jurídica penal que es
trascendente en este país del primer mundo.
Sr. BALTER.- Señor presidente: seré muy breve en mi exposición habida cuenta de
que durante la discusión en general el señor diputado Gutiérrez –en representación de
nuestra bancada- fijó con claridad y precisión nuestra postura respecto de esta iniciativa.
En relación con este artículo en particular, y después de las muy buenas exposiciones de
los señores diputados Natale y Pando, creo que es poco lo que podemos agregar para
enriquecer este debate. Simplemente deseo expresar que los problemas no se solucionan
sólo con fines altruistas ni con buenos objetivos. Todos estamos preocupados por las
excesivas tasas que cobran las tarjetas de crédito. Nadie podría estar sensatamente en
contra de ello. Sin embargo, adviértase cuántas buenas intenciones ha tenido este
120
Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
Congreso al legislar para lograr ese objetivo. En este sentido, no hace mucho tiempo se
sancionó casi por unanimidad –creo que fue sólo con dos votos en contra- el régimen de
la factura de crédito. Basta leer los Diarios de Sesiones para recordar que uno de sus
objetivos fue precisamente disminuir la tasa de interés para las pequeñas y medianas
empresas. ¿Cuál fue el resultado? ¿Bajaron las tasas o se obligó a muchos pequeños y
medianos comerciantes a pasar a la clandestinidad o a la marginalidad en sus
operaciones? Nadie dudaba entonces del claro objetivo que se perseguía.
Aquí no se trata de hacer liberalismo con minúscula, como alguien pudo haber
expresado con alguna ligereza, ni de desproteger al ciudadano. Cuando los liberales –
que son uno solo, con minúscula y con mayúscula- tienen que intervenir, lo hacen, y lo
han hecho en nuestro país no hace cincuenta años sino hace ochenta o noventa. Siempre
lo hicieron con inteligencia, claridad y realismo. Si bien hoy hay algunos que están en
contra, en su momento Carlos Pellegrini creó el Banco de la Nación Argentina para dar
respuesta y protección cuando se vislumbraba la necesaria actuación del Estado.
Aquellas eran respuestas inteligentes y sensatas; no se pretendía modificar la ley
de gravedad. Hoy hay quienes desean modificar los elementos que componen la ley de
gravedad para que la caída sea más suave. Eso no es posible, porque si lo intentáramos
estaríamos confundiendo los objetivos. Lo que queremos es bajar la tasa, y para ello hay
elementos. No es por la presión o por el miedo que imponía este Congreso que los
banqueros comenzaron a bajar las tasas -y en esto disiento con la opinión de un amigo-
sino por la transparencia de la información y de las comunicaciones. Cuando se puso en
conocimiento de los consumidores cuánto cobraba cada una de las tarjetas,
inmediatamente comenzaron a bajar las tasas de interés. Esto es lo que ocurrió, por
ejemplo, en el caso de los créditos hipotecarios. No hizo falta una ley de este Congreso
sino simplemente una resolución por la cual se obligaba a las distintas entidades
financieras a publicar el ranking de las tasas que se cobraban. Por esta operatoria los
bancos cobraban tasas del 40 al 60 por ciento y no había créditos. Luego de que se
obligara a hacer transparente el mercado se empezaron a conseguir créditos a 15 y 20
años con tasas del 9 y 10 por ciento. Era necesario proteger al consumidor y se logró
con la transparencia en la información.
¿Qué ha pasado con el financiamiento en el mercado automotor? Según algunos
avisos, con una mínima parte de contado se financia a tasa cero el resto de la operación
a determinado plazo.
Hay que ver los avisos de las distintas automotrices para ver cómo funciona un
mercado transparente y de competencia.
No voy a abundar en otros ejemplos que han tenido lugar en la vida de la
República y que demuestran cómo, potenciando la competencia y siempre tratando de
proteger la libertad del consumidor, se obtienen mejores resultados.
Escuché atentamente la exposición de quien me antecedió en el uso de la
palabra. Utilizó un argumento de peso que sirve para estar más convencido que nunca
de que esta ley no va a ser buena. Según ese razonamiento vamos a llegar a la sanción
de esta ley y corremos el riesgo de que se produzca un veto parcial, dejando más
desprotegidos que nunca a los consumidores, porque existirá el instrumento de la
ejecutividad de la deuda pero no habremos logrado resolver el problema que se buscaba
salvar con la sanción de esta ley.
Sr. PRESIDENTE (LOPEZ ARIAS).- Tiene la palabra el señor diputado por Buenos
Aires.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
Sr. ARIAS.- Señor presidente: era natural que en el tratamiento de este artículo
escuchásemos las intervenciones más vehementes y apasionadas, porque constituye la
columna vertebral de todo el proyecto.
En este artículo se instrumenta normativamente la protección para la gente, para
el conjunto de los usuarios de tarjetas de crédito, que en su gran mayoría son cautivos
del sistema. La sociedad contemporánea obliga al uso de este sistema y una vez que se
entra en su mecánica es muy difícil salir de él.
Escuchaba con mucha atención intervenciones vehementes pero incoherentes.
Advertía de pronto la incoherencia política de la coincidencia del liberalismo ortodoxo
apoyando propuestas de la izquierda intervencionista y haciendo suyos proyectos
proteccionistas. Fue una sorpresa.
¿Cómo vamos a desconocer las ventajas de la economía de mercado y del juego
de la oferta y la demanda en este terreno? Tenemos experiencia y tenemos memoria. No
en balde transcurrieron para nosotros los últimos veinte años con su cuota de marcada
intervencionismo en el ámbito financiero.
Fue una política iniciada por la dictadura sanguinaria, y preservada y conservada
por el primer gobierno democrático. Fuimos nosotros quienes a través de distintas
medidas financieras desactivamos esos mecanismos perversos que ocasionaron
gravísimos perjuicios al conjunto de la sociedad argentina.
¿O es que los señores diputados no recuerdan la cuenta de regulación monetaria?
¿No tienen presente quién tenía la titularidad de los depósitos bancarios y quiénes
percibían cuantiosas retribuciones del Tesoro nacional precisamente por maniobrar y
especular con los depósitos de los ahorristas que estaban en las instituciones financieras,
muchos de los cuales estaban destinados a las mesas de dinero que actuaban como
cuevas subsidiarias de los grandes entes financieros?
Esto significó para la República, en los diez años que nos precedieron, un daño
del orden de los cien mil millones de pesos, tomando al peso como equivalente al dólar;
o sea que fueron cien mil millones de dólares transferidos por el Estado nacional a los
sectores financieros. Esta política -reitero- fue también aplicada por quienes tuvieron el
manejo de las finanzas luego de superada la etapa de la dictadura.
Nosotros tenemos memoria y muy en claro cuáles fueron estos mecanismos
perversos que debimos desactivar, que estuvieron legitimados no solamente a través de
la legislación sino también de las circulares que dictaba el propio Banco Central.
El camino de las acciones judiciales estaba cerrado porque toda esta maniobra se
consumaba precisamente a partir de normativas emanadas de la autoridad competente.
Pero nosotros entendimos que el camino que se había transitado estaba equivocado. Ese
camino nos había conducido a la hiperinflación y prácticamente al borde de la
disgregación nacional. Por ello fue que comenzamos con el dictado de la ley de
convertibilidad y continuamos con la ley de reforma del Estado; y esto es mérito
exclusivo, -al igual que el conjunto de normas con particular incidencia en el área
financiera- del Partido Justicialista.
Por lo expuesto, nos sentimos orgullosos de toda la política desarrollada por el
gobierno del presidente Menem, y en particular de ésta, que nos permitió no solamente
dejar atrás la dolorosa experiencia de la hiperinflación sino también afrontar
exitosamente la crisis del efecto "tequila" y la que fue producto de la situación
económico financiera que se vivió hace muy poco en el sudeste asiático.
Hoy exhibimos con mayor orgullo aún una situación financiera sumamente
floreciente. Podemos decir con gran satisfacción que el sistema financiero argentino está
fuerte, robusto y consolidado, y como un elemento para exteriorizar estos logros puede
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
tomarse en cuenta solamente que la plaza financiera argentina tiene más de 70 mil
millones de dólares en depósitos. O sea que no solamente recuperamos aquellos que nos
abandonaron frente a los vaivenes de la situación económico financiera producto de
estas crisis en el mundo globalizado sino que hemos ido en permanente crecimiento y
hoy tenemos estos logros que exhibimos -repito- con inmenso orgullo.
En consecuencia, nuestro proyecto tiende en lo posible a mantener la regulación
del mercado en el ámbito propio de los préstamos personales, de acuerdo con la ley de
la oferta y la demanda.
Por ello es que decimos que el préstamo de las tarjetas de crédito no constituye
más que una modalidad dentro del género préstamos personales y les permitimos que
sea cada institución bancaria la que fije la base y el punto de referencia a fin de
establecer límites que combatan la usura y que también imposibiliten los abusos, que
son del conocimiento del conjunto de la sociedad y, en particular, de los integrantes de
esta Cámara, porque no tengo ninguna duda de que la mayoría tiene cuatro o cinco
tarjetas de crédito, es decir que están sometidos a los rigores y los vaivenes que se
producen en los mecanismos que se aplican con la moneda plástica.
Sobre esta base, hemos fijado como límite máximo el del 25 por ciento respecto,
precisamente, de estos intereses que se aplican en cada una de las entidades bancarias
para los préstamos personales.
Para aquellas instituciones o empresas de tarjetas de crédito que no pertenecen al
sistema bancario, tomamos como referencia el promedio de tasas del sistema para
operaciones de préstamos personales publicado mensualmente por el Banco Central de
la República Argentina.
Entendemos que de esta manera estamos conciliando dos situaciones que
queremos preservar: el funcionamiento de la economía de mercado en el ámbito
financiero, y el combate a los abusos para evitar situaciones de usura.
Por eso, antes de concluir voy a proceder a dar lectura del artículo respectivo
para que tengamos en cuenta las modificaciones que hemos introducido al texto
original.
Dice así: "Artículo 17.- Interés compensatorio o financiero. El límite de los
intereses compensatorios o financieros que el emisor aplique al titular no podrá superar
en más del veinticinco por ciento (25 %) a la tasa que el emisor aplique a las
operaciones de préstamos en moneda corriente para clientes.
"En caso de emisores no bancarios, el límite de los intereses compensatorios o
financieros aplicados al titular no podrá superar en más del veinticinco por ciento (25
%) al promedio de tasas del sistema para operaciones de préstamos personales
publicados del día 1 al 5 de cada mes por el Banco Central de la República Argentina.
"La entidad emisora deberá obligatoriamente exhibir al público en todos los locales la
tasa de financiación aplicada al sistema de tarjeta de crédito."
- Resulta afirmativa de 85 votos; votan 152 señores diputados sobre 157 presentes.
123
Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
miércoles. En ese sentido, y en virtud de las facultades que el artículo 171 del
Reglamento le acuerda, invito a la Honorable Cámara a pasar a cuarto intermedio hasta
el próximo miércoles a las 15.
10 de junio de 1998
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
Sr. PRESIDENTE (LOPEZ ARIAS).- Dado que para la consideración del conjunto de
los artículos se hallaban anotados para hacer uso de la palabra los señores diputados
Dumón, Pernasetti y Vicchi, por la Unión Cívica Radical, y Vensentini, Fadel y Flores,
por el Frepaso, la Presidencia desea saber si, además del señor diputado Dumón, desea
hacer uso de la palabra algún otro diputado del bloque radical.
Sr. FAYAD.- Si me permite, señor presidente, a los efectos del ordenamiento de los
artículos habíamos pensado que correspondía un capítulo especial referido a la
publicidad que, como bien señalara el señor diputado Dumón, a veces resulta engañosa
o no del todo clara de parte del emisor. El artículo 18 habla de la publicación, y en el
125
Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
caso de la tasa tope será la aplicada a las operaciones de créditos personales que
publique mensualmente el Banco Central de la República Argentina.
El artículo que estamos considerando está estrechamente vinculado con el 17 y
con el 20, es decir, con la normativa que venimos tratando. El artículo 17 establece una
base para cuya aplicación se requiere información del Banco Central. En tal sentido y en
virtud de la redacción del artículo 18, que dice que el Banco Central publicará
mensualmente la tasa promedio de préstamos personales sin garantía real del conjunto
del sistema, quiero decir que se está tomando un parámetro que queda sujeto a una
publicación del Banco Central.
Por tal motivo, proponemos para el artículo 18 el siguiente texto: "El Banco
Central de la República Argentina publicará del 1° al 5 de cada mes..." -quiere decir que
queda suprimida la palabra "mensualmente"- "...la tasa promedio de préstamos
personales sin garantía real del conjunto del sistema."
Cuando hablemos de la publicidad que deben observar los emisores en la
difusión de sus operaciones de oferta al público, vamos a ratificar lo expuesto por el
señor diputado Dumón.
Sr. PRESIDENTE (LOPEZ ARIAS).- Tiene la palabra el señor diputado por Buenos
Aires.
Sr. ARIAS.- Señor presidente: el artículo 18 trata una situación específica y concreta
que corresponde a la segunda parte del artículo 17. Estamos hablando de la publicación
por parte del Banco Central de la tasa promedio de préstamos personales sin garantía
real para los casos de emisores no bancarios exclusivamente. Por eso mantendremos el
del artículo en debate tal como está.
Sr. PASSO.- Solicito que la votación del artículo 18 se realice en forma mecánica.
- Resulta afirmativa de 74 votos; votan 140 señores diputados sobre 157 presentes.
- Resulta afirmativa de 80 votos; votan 156 señores diputados sobre 163 presentes.
126
Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
- Resulta afirmativa de 81 votos; votan 160 señores diputados sobre 165 presentes.
Sr. PRESIDENTE (LOPEZ ARIAS).- Para que no queden dudas, vamos a votar
nuevamente el artículo 18.
- Resulta afirmativa de 81 votos; votan 159 señores diputados sobre 165 presentes.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
Sr. ARIAS.- Señor presidente: requerimos del señor diputado Vicchi que concrete la
propuesta que formulara, porque aceptaríamos su indicación en caso de que sugiera la
supresión del artículo 18 por entender que hay una evidente tautología.
Sr. VICCHI.- Señor presidente: en primer término, aclaro que la propuesta que formulo
es distinta a la moción realizada por el señor diputado Fayad.
Mi indicación consiste en suprimir el artículo 18 porque se encuentra contenido en el
artículo 17.
Sr. PRESIDENTE (LOPEZ ARIAS).- Tiene la palabra el señor diputado por Buenos
Aires.
Sr. ARIAS.- Señor presidente: aceptamos la propuesta formulada por el señor diputado
Vicchi.
- Resulta afirmativa.
Sr. FAYAD.- Señor presidente: me cuesta mucho seguir la numeración de los artículos
luego de las eliminaciones dispuestas. Sé que la Presidencia está autorizada para
establecer la correlación numérica.
Me referiré al artículo 19 del proyecto en consideración, que dice: "Sanciones.
El BCRA sancionará a las entidades que no cumplan con la obligación de informar o, en
su caso, no observen las disposiciones relativas al nivel de las tasas a aplicar."
La objeción del bloque de la Alianza consiste en que estamos sancionando una
norma penal en blanco. No establecemos qué tipo de penalidad aplicará el Banco
Central a las entidades que no informen adecuadamente.
Por lo tanto, sugerimos que se modifique la redacción incorporando algún tipo
de penalidad para de ese modo poder votar afirmativamente en conjunto los integrantes
de la primera minoría y el resto de los legisladores.
128
Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
Sr. PRESIDENTE (LOPEZ ARIAS).- Tiene la palabra el señor diputado por Buenos
Aires.
Sr. ARIAS.- Señor presidente: mantenemos el texto tal como se encuentra redactado,
pero en atención a lo señalado por el señor diputado Fayad, deseo aclarar que en cuanto
a la aplicación en concreto de las sanciones nos remitimos a la normativa de la Carta
Orgánica del Banco Central de la República Argentina.
Sr. FAYAD.- Señor presidente: reitero que no podemos sancionar una norma penal en
blanco.
Si vamos a remitirnos a las sanciones del Banco Central por aplicación de la ley
de entidades financieras, introduzcamos aquí la aclaración: "de acuerdo con lo
establecido por la ley de entidades financieras." Es simplemente un agregado.
Sr. PRESIDENTE (LOPEZ ARIAS).- Tiene la palabra el señor diputado por Buenos
Aires.
Sr. ARIAS.- Señor presidente: para demostrar nuestra buena voluntad ante la
colaboración que nos brindan los legisladores de la Unión Cívica Radical, aceptamos la
inclusión solicitada.
Sr. PRESIDENTE (LOPEZ ARIAS).- ¿El agregado debe hacer referencia a la ley de
entidades financieras o a la Carta Orgánica del Banco Central?
Sr. PRESIDENTE (LOPEZ ARIAS).- Tiene la palabra el señor diputado por Buenos
Aires.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
- Resulta afirmativa.
Sr. POLINO.- Señor presidente hay tarjetas que recargan con un 10 por ciento los
excesos en el límite de compra y luego sobre eso aplican los intereses punitorios.
Para salvar esta situación, proponemos la siguiente redacción: "No podrán
imponerse cargos fijos o porcentuales por excesos en el límite de compra o de crédito, u
otros conceptos que sustituyan a los intereses punitorios establecidos."
Reitero que hay algunas tarjetas de crédito que establecen esos cargos, lo que
implica una doble imposición. Con la redacción propuesta evitaríamos el problema.
130
Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
Sr. VICCHI.- Señor presidente: la propuesta del señor diputado Polino tendría que
figurar como un inciso -que sería el k)- en el artículo 7°, que se refiere a la nulidad de
las cláusulas.
Quiero resaltar lo expresado por el señor diputado Martínez Zuccardi, a los fines
de que conste en el Diario de Sesiones el pensamiento de los legisladores del bloque de
la minoría.
Reiteradamente, la Justicia ha puesto coto a la suma de distintos tipos de interés,
por considerar que configuran cláusulas leoninas. A su vez, en esa suma, se encuadra un
juego para extraer al deudor una mayor cifra, lo que genera un grave perjuicio y un
enriquecimiento indebido al acreedor.
Por eso, todas las cláusulas que fijen intereses punitorios deben ser tomadas en
forma absolutamente restrictivas, por lo menos, en la concepción del juez.
Sr. PRESIDENTE (LOPEZ ARIAS).- Tiene la palabra el señor diputado por Buenos
Aires.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
- Resulta afirmativa de 74 votos, votan 143 señores diputados sobre 157 presentes.
Sr. PRESIDENTE (LOPEZ ARIAS).- Teniendo en cuenta que se han registrado trece
abstenciones, se va a votar nuevamente.
- Resulta afirmativa de 81 votos, votan 161 señores diputados sobre 166 presentes.
- Resulta empate de 85 votos, votan 170 señores diputados sobre 173 presentes.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
- Resulta afirmativa.
Sr. PRESIDENTE (LOPEZ ARIAS).- El artículo 22 está incluido dentro del artículo
20.
En consideración el artículo 23.
Tiene la palabra el señor diputado por Mendoza.
Sr. FADEL.- Señor presidente: en el entendimiento de que los incisos a), c) y d) son
confusos apoyamos la propuesta formulada por el señor diputado por Mendoza.
Consideramos que es correcta la redacción propuesta por el señor diputado
Fayad para el inciso b) y que se podría agregar a continuación el siguiente texto: "Para
el caso de anticipo dinerario, desde la fecha de extracción hasta la fecha de vencimiento
del pago del resumen mensual." En nuestra opinión, de este modo la redacción resulta
más clara.
133
Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
Sr. PRESIDENTE (LOPEZ ARIAS).- Tiene la palabra el señor diputado por Buenos
Aires.
Sr. ARIAS.- Señor presidente: la mayoría ha decidido mantener el texto del artículo en
consideración tal como fue aprobado en general.
- Resulta afirmativa.
Sr. FAYAD.- Señor presidente: quiero aclarar que acabamos de aprobar un artículo que
contiene incisos, algunos de ellos con defectos de redacción. Si bien el señor diputado
por la Capital tiene derecho a no aceptar nuestras propuestas, por lo menos debe
permitírsenos la posibilidad de considerar cada inciso y formular sugerencias tanto en lo
formal como en su contenido. Por ejemplo, nos quedan dudas sobre el inciso c), que no
entendemos a qué se refiere.
Sr. DUMON.- Señor presidente: deseo formular una pregunta a nuestros pares. ¿Saben
lo que estamos votando? ¿Tienen idea de lo que estamos haciendo, de la ley que
estamos sancionando?
Dos o tres integrantes de la Alianza han formulado objeciones, pero el señor
diputado que responde en nombre de la mayoría no puede escucharlos porque otros
legisladores le hablan al mismo tiempo. En consecuencia, naturalmente, después dice
que se mantiene el texto.
En algunos casos, como acaba de señalar mi "alumno", el señor diputado Fayad,
se han considerado a la vez dos incisos de un artículo y luego se ha cerrado la discusión
sin que haya terminado el tratamiento de ese artículo.
Por ello, el proyecto de ley que habremos de sancionar será un verdadero mamarracho.
Si no logramos mantener el orden ni escucharnos ni tener en cuenta los aportes que se
hacen -o por lo menos prestarles atención-, el resultado de nuestro trabajo será muy
malo.
Por lo tanto, solicito el ordenamiento de este debate; de lo contrario, tendremos
que buscar otro mecanismo o tratar de armonizar las propuestas de la mayoría y la
134
Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
minoría, pues no podemos seguir por el camino que hemos adoptado. Si lo hacemos, en
el Senado o en el Poder Ejecutivo –o cuando la ley entre en vigencia-, será muy difícil
entender esta normativa.
Aquí se acaba de decir que no a la propuesta formulada respecto de los incisos a)
y b). ¿Sabe cuántos incisos contiene el artículo 23, señor presidente? Cuatro.
Sr. DUMON.- Señor presidente: en forma muy amable estoy solicitando que ponga
orden en esta sesión porque ésta no es la forma de sancionar una norma tan importante.
Sr. FAYAD.- Señor presidente: me voy a referir al artículo que usted señala, pero
aclaro que el artículo 23 autoriza a los emisores a cobrar intereses desde el momento en
que el cliente o el usuario efectúa la compra, ya que así lo establece su inciso a).
Vamos a tratar de seguir haciendo aportes a esta norma para que no nos
avergoncemos como cuerpo de haber sancionado un verdadero mamarracho, como
señaló acertadamente el señor diputado Dumón.
El artículo 24, que se refiere a los intereses punitorios, señala que procederán
sobre los saldos impagos mínimos -aquí debe haber un error de redacción porque los
adjetivos debieron haber estado invertidos- del resumen mensual o de las cuotas
vencidas impagas desde la fecha de la mora si no existiera refinanciación pactada.
No nos resulta clara la redacción: no sabemos a qué cuotas se refiere, pero de
todas maneras, vamos a proponer la siguiente redacción: "Los intereses punitorios se
aplicarán a partir del incumplimiento del pago del saldo mínimo y de la falta de pago en
término del crédito otorgado."
135
Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
así como que los intereses corran desde cada operación, y también la acumulación de
intereses sobre intereses, no sólo se está violando el Código Civil sino que se cercenan
los derechos que los sistemas de tarjetas de crédito actualmente otorgan a los usuarios.
En cuanto a la tasa de interés, si se mantuviera el actual sistema, se aplicaría al
usuario la tasa de interés del Banco Nación, pero con la propuesta que se pretende
aprobar, la tasa que finalmente deberá pagar el usuario será mucho más gravosa.
Consecuentemente, en los artículos que se han aprobado, salvo en lo respectivo a
la tipificación contractual de las tarjetas de crédito, las disposiciones son favorables para
los emisores de las tarjetas y contrarias a los intereses de los usuarios.
Sr. VICCHI.- Señor presidente: voy a solicitar la reconsideración del artículo 23, y en
ese sentido deseo dar un pequeño ejemplo para que se pueda discernir con claridad qué
tendríamos que corregir.
Supongamos que una persona compra un televisor el día 15 de enero, la tarjeta
cierra el 7 de febrero y el vencimiento del resumen que contiene el costo de dicha
operación se produce el 20 de febrero. Esta persona no paga el televisor en ese momento
porque no tiene el dinero disponible y decide hacerlo cinco días después. En el próximo
resumen figuran debitados los intereses desde el día 15 de enero -fecha en la cual el
banco no pagó la operación al emisor-, en lugar de figurar desde el 20 de febrero, por
los cinco días que se atrasó en el pago. En otras palabras, el banco o financista
interviniente no entregó el dinero al comerciante en la fecha de compra. Por lo tanto,
habría un enriquecimiento ilícito, para decirlo de alguna manera. Creo que en una
norma de la envergadura de la que estamos considerando, no puede incluirse una
cláusula que permita generar un enriquecimiento ilícito.
Por lo expuesto, sugiero que se modifique la redacción del inciso a) del artículo
23, para lo cual formulo moción de reconsideración.
Respecto del artículo 24 me remito a lo expresado por los legisladores de la Alianza.
Sr. ARIAS.- Señor presidente: a los fines de unificar criterios, solicito un cuarto
intermedio de quince minutos en las bancas.
- A la hora 18 y 50:
136
Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
- Resulta afirmativa.
Sr. ARIAS.- Señor presidente: en primer término destacamos que las dificultades que
se nos presentan son lógicas, por cuanto no sólo procuramos acercar posiciones de los
distintos bloques sino porque además hay intereses que naturalmente pueden sentirse
afectados por el tratamiento de una ley de estas características.
Las modificaciones a introducir en este artículo 23 son: en el inciso a) se
suprimen las palabras "o de cada operación".
En el inciso b), luego del término "de" y antes de "extracción", se agrega el
artículo "la" y se suprime la expresión "del anticipo".
La redacción del inciso b) quedaría de la siguiente manera: "...entre la fecha de
la extracción dineraria y la fecha de vencimiento del pago del resumen mensual."
En el inciso c) se cambia la palabra "préstamo" por "crédito".
Estas son las modificaciones a introducir.
- Resulta afirmativa.
- Resulta afirmativa.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
Sr. PRESIDENTE (LOPEZ ARIAS).- Tiene la palabra el señor diputado por Chubut.
Sr. DAS NEVES.- Señor presidente: formulo moción de reconsideración del artículo 16
aprobado en la reunión anterior -aquel cuya votación original terminó empatada-, a los
efectos de que se me permita introducir un agregado en su texto.
Sr. DAS NEVES.- Señor presidente: el segundo párrafo del artículo 16 dice que "el
emisor no podrá cobrar comisiones que difieran en más de 4 puntos entre comercios que
pertenezcan a un mismo rubro o con relación a iguales o similares productos o
servicios..."
Nos reunimos con la gente de la Secretaría de Industria y Comercio, e incluso
con el contador Garrigan, que es el subsecretario del área, y tomamos conocimiento de
que los rubros censados son 213, aproximadamente. Nos expresaron la dificultad que
existe en poder fiscalizar este tema de los 4 puntos, por lo cual nosotros proponemos
agregar, a continuación de este párrafo: "En ningún caso la comisión podrá superar el 5
por ciento."
- Resulta afirmativa.
138
Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
Era necesario que existiese un máximo del 5 por ciento, porque de lo contrario
sería imposible poner en práctica el artículo. La Alianza no quiere realizar ahora un
discurso, pero el tema lo habíamos estudiado profundamente y nos habíamos conectado
con los sectores involucrados. De todos modos, el mérito es tanto de quien lo propone
como de quien se rectifica, por lo que felicitamos al bloque Justicialista.
Sin este tope máximo del 5 por ciento, esa diferencia de tres o cuatro puntos -a
nuestro juicio, debería ser de tres- habría sido imposible de poner en práctica.
De manera que nosotros avalamos absolutamente la propuesta, que coincide con
el artículo 31 de nuestra iniciativa. Estamos de acuerdo totalmente con el techo del 5 por
ciento, y propongo a la bancada Justicialista que se anime a lo menos -ya que se animó a
lo más-, adoptando una diferencia que no sea mayor a tres puntos.
Así dejo planteado nuestro apoyo a la modificación propuesta.
Sr. FADEL.- Señor presidente: simplemente quiero congratularme por el hecho de que
se haya aceptado poner el tope del 5 por ciento. Ello es mucho más operativo que hablar
de diferencias.
A partir del fundamento que brindó el señor diputado Das Neves, creo que
habría que reconsiderar reducir los cuatro puntos a tres, como señalaba el señor
diputado preopinante, ya que una diferencia de cuatro puntos resultaría poco práctica
con un techo del 5 por ciento.
Sabemos que la tasa mínima que se está cobrando a los grandes hipermercados
es del 1 por ciento. En consecuencia, si colocamos un tope del 5 por ciento, los cuatro
puntos de diferencia perderían sentido, sobre todo cuando se argumenta -para aceptar
dicho techo- que es muy difícil el control entre los distintos rubros, dada la cantidad de
rubros que existen y los rubros cruzados que se presentan en los distintos comercios en
la Argentina.
Propongo una redacción simple, sencilla y operativa, que indique que el emisor
no podrá descontar más de cinco puntos sobre las liquidaciones presentadas por el
proveedor.
Sr. FAYAD.- Señor presidente: teniendo en cuenta lo expuesto por los señores
diputados Das Neves, Dumón y Fadel voy a sugerir una nueva redacción para el artículo
referido a las comisiones, que dice lo siguiente: "El emisor no podrá fijar aranceles que
diferencien en más de tres puntos en concepto de comisión entre comercios que
pertenezcan a un mismo rubro o con relación a iguales o similares productos o servicios.
Se entiende que pertenecen a un mismo rubro los comercios que intermedian la oferta y
demanda en iguales o similares productos o servicios con independencia del volumen de
facturación o cualquier otro parámetro de diferenciación que tienda a discriminar en
perjuicio de los pequeños y medianos comerciantes o altere las condiciones de
139
Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
Sr. PRESIDENTE (LOPEZ ARIAS).- Tiene la palabra el señor diputado por Buenos
Aires.
Sr. ARIAS.- Señor presidente: solicito que se postergue el análisis y la votación del
artículo sometido a reconsideración a fin de efectuar una evaluación del tema, dado que
no hay criterio unificado.
Mientras tanto, podemos continuar con la discusión de los restantes artículos del
proyecto de ley.
Sr. PRESIDENTE (LOPEZ ARIAS).- Tiene la palabra el señor diputado por Buenos
Aires.
Sr. DUMON.- Señor presidente: estimo que todos los señores diputados nos sentimos
impresionados y presionados por una situación que contiene dos o tres aspectos que son
agresivos para la comunidad.
En primer lugar, cabe mencionar los excesos y abusos que se cometen con las
tarjetas de crédito en perjuicio de los usuarios. En segundo término, la discriminación a
que son sometidos los pequeños comerciantes por parte de las emisoras y las entidades
bancarias.
Por lo tanto, cualquier postergación que se decida debe estar dirigida a proteger
los intereses de los usuarios de las tarjetas y de los pequeños comerciantes.
Por eso propongo que se vote la propuesta realizada por el señor diputado Das
Neves, se fije un tope del cinco por ciento y pasemos a un cuarto intermedio a fin de
consensuar una redacción que beneficie a los pequeños comerciantes. Pero, dado que la
bancada mayoritaria se ha brectificado, no pasemos por alto esta oportunidad de que el
cuerpo se pronuncie. De lo contrario, la lectura volverá a ser equivocada, como ha
pasado tantas veces en este lamentable episodio de la elaboración de la ley de tarjeta de
crédito.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
Sr. DUMON.- Señor presidente: con toda amabilidad y cordialidad quiero decirle que
la postergación que ha solicitado el señor diputado Arias debe ser sometida a votación.
Esto es algo que usted no puede decidir.
- Resulta afirmativa.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
Sr. PRESIDENTE (LOPEZ ARIAS).- Parece que el señor diputado Dumón quiere
introducir el voto ponderado además del que se hace por signos.
Sr. FAYAD.- Señor presidente: no corresponde que nos manejemos así. Por una parte
estamos buscando el consenso; por otra, nos estamos peleando, y finalmente estamos
interpretando mal el reglamento.
La solicitud del señor diputado Dumón en el sentido de que se votara
mecánicamente expresaba la voluntad del bloque de la Alianza y estaba suficientemente
avalada. Usted no puede negarse a practicar una votación en forma mecánica acerca de
si se posterga o no el tratamiento de ese artículo.
Más allá de que se haya puesto en consideración el artículo 25, le pido que
recapacite y que se vote nuevamente esa moción en la forma que indicara el señor
diputado Dumón en nombre del bloque de la Alianza.
Sr. FAYAD.- Señor presidente: pido entonces que se reconsidere la moción formulada
por el señor diputado por Buenos Aires y que la votación se practique en forma
mecánica. ¿Ahora hay avales?
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
- Resulta negativa de 57 votos; votan 137 señores diputados sobre 153 presentes.
Sr. STUBRIN.- ¡Así no se procede, señor presidente, nada le cuesta el consenso! Más
allá de la vergüenza por el modo en que se está llevando adelante este debate...
Sr. FAYAD.- Señor presidente: en realidad cuesta mucho tratar de hilvanar alguna idea
con este clima.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
Sr. FAYAD.- Si no hay otra alternativa continuaremos debatiendo esto, pero quiero
desnudar esta maniobra. La oposición acompañó una reconsideración sobre un artículo
en especial que introducía mejoras sustanciales, que ya habíamos propuesto, y que por
tozudez no se aceptó. Ahora, que nosotros lo apoyamos, desandan el camino y dejan
caer la modificación sustancial que habíamos aprobado y que el señor diputado Das
Neves ha impulsado y reconocido como favorable para la norma.
De todos modos, no vamos a rehuir la consideración artículo por artículo,
motivo por el cual seguidamente me abocaré al artículo 25 que se ha puesto en
consideración, y que se refiere al contenido del resumen.
Sr. FAYAD.- Señor presidente: el artículo 25, que se refiere al contenido del resumen
mensual del emisor, de acuerdo con la técnica legislativa se halla mal ubicado, pues a
continuación, en el artículo 26, se establece que el emisor deberá confeccionar ese
resumen mensual de operaciones. En consecuencia, el artículo 26 debería estar antes del
25.
Por otro lado, solicito que el artículo 26 –que en razón de nuestro pedido pasaría
a ser artículo 25- quede redactado de la siguiente manera: "Resumen mensual de
operaciones. El emisor deberá confeccionar y enviar mensualmente un resumen
detallado de las operaciones realizadas por el titular o sus autorizados." De esta manera
se suprimen las palabras "bajo su responsabilidad", que son sobreabundantes, pues eso
ya está incluido dentro de las obligaciones del emisor.
Sr. PRESIDENTE (LOPEZ ARIAS).- Tiene la palabra el señor diputado por Buenos
Aires.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
Sr. ARIAS.- Señor presidente: en primer lugar deseo solicitar al señor diputado Fayad
que no presuponga. Lo único que nosotros pedimos fue la postergación de la
reconsideración del artículo 16 a los fines de unificar criterios al respecto, porque ello se
estaba produciendo en pleno debate. Entonces, para no improvisar, pretendimos
tomarnos cierto tiempo para analizar ese artículo mientras continuábamos con la
discusión en particular del proyecto.
No advierto el motivo de tanto nerviosismo y de tanta vehemencia. No había
ninguna razón para presumir o sacar conclusiones que, en verdad, no encontraban
justificativo. Digo esto para tranquilidad no sólo del señor diputado preopinante sino
también del resto de los legisladores que integran el bloque de la Unión Cívica Radical,
a quienes escuchamos con mucha atención y les agradecemos todos los aportes que
realizan. Ello, porque nuestro objetivo es sancionar una ley que sirva a los fines que
buscamos y que contenga la menor cantidad de defectos posible.
En segundo lugar, aceptamos la propuesta formulada en el sentido de que el
artículo 26 pase a ser 25, de acuerdo con su texto actual. En razón de esa modificación,
el artículo 25 del dictamen pasaría a ser 26, pero lo consideraríamos con posterioridad.
Sr. PRESIDENTE (LOPEZ ARIAS).- Señor diputado: esta Presidencia escuchó las
agresiones, y creo que provinieron del señor Cornide. Pero como quiero ayudar a que
esta ley sea sancionada, hice caso omiso de ello a pesar de que realmente agredió al
cuerpo, porque lo que deseo es que esta norma sea sancionada lo mejor posible, más allá
de los intereses que puede haber en juego.
En este sentido la Presidencia aprovecha la oportunidad para reiterar que la
discusión sobre el artículo 16 no ha sido cerrada sino que sigue abierta y se va a
concretar con toda profundidad. La Presidencia va a posibilitar su discusión en tal
sentido.
Tiene la palabra el señor diputado por Córdoba.
Sr. ROGGERO.- Señor presidente: ante las agresiones que estamos recibiendo en una
situación insólita durante todos estos años que llevo transitando en esta Cámara,
entendemos que es imposible seguir tratando este proyecto de ley.
Por un lado, no quise formular una cuestión de privilegio frente a las agresiones
de algún legislador, y por otra parte tampoco quise aludir a la agresión que se produjo
desde el palco bandeja.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
Sr. STUBRIN.- Señor presidente: ¿sabe cuál fue el origen de este error? Usted no
respetó el reglamento en el momento en que se discutió la reconsideración de un
artículo ya votado. En realidad, se trataba de una rectificación, y la Presidencia debió
haber aplicado el artículo 195 del reglamento, que establece dicho mecanismo para el
caso en que se suscitaren dudas respecto del resultado de una votación, lo que requiere
simple mayoría. Cabe aclarar que este procedimiento fue aplicado correctamente en la
primera oportunidad que se manifestó duda respecto de una votación.
Sr. STUBRIN.- Insisto en que el error surgió a raíz de que la Presidencia sometió a
votación una moción de reconsideración, cuando en realidad se trataba de una
rectificación de una votación, porque su resultado generó dudas. Lo establecido en los
artículos 135 y 195 del reglamento -que se presumen conocidos- me eximen de mayores
comentarios al respecto.
Este fue el origen de la enojosa situación que nos llevó a votar por dos tercios
una cuestión que requiere simple mayoría, como es la rectificación de una votación. Si
bien es tarde, esta aclaración resulta oportuna a los efectos de la futura presentación que
hará la Presidencia ante la Comisión de Asuntos Constitucionales.
Sr. CASELLA.- Señor presidente: considero que, aun cuando el señor diputado Fayad
hubiera propuesto la reconsideración de un asunto cuando en realidad debió haber
pedido la rectificación de la votación, equivocado el término desde el punto de vista
jurídico, una de las obligaciones de la Presidencia consiste en aplicar la norma de igual
manera que lo hace un juez; es decir, no debe ampararse en la designación equivocada
que una de las partes puede efectuar en una presentación sino aplicar el principio iura
novit curia.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
15 de julio de 1998
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
tal sentido quisiera saber si el artículo 16, que tiene una numeración distinta, está
vinculado a dicha reconsideración. En todo caso, lo que habíamos pactado era votar en
primer lugar una moción de reconsideración referida al tope de las comisiones.
Sr. PRESIDENTE (PIERRI).- Tiene la palabra el señor diputado por Buenos Aires.
Sr. DUMON.- Señor presidente: no quiero presentar una discrepancia sino simplemente
referirme a la numeración del artículo, porque en el texto que tenemos nosotros el
artículo que se refiere a las comisiones es el 15. Lo que queremos saber es si el artículo
16 es el que se vincula con el tope de las comisiones. Si así fuera, no tenemos ningún
inconveniente en continuar con las votaciones.
Sr. PRESIDENTE (PIERRI).- Tiene la palabra el señor diputado por Buenos Aires.
Sr. PRESIDENTE (PIERRI).- Tengo entendido que se han llevado a cabo reuniones
con el objeto de consensuar este proyecto.
Sr. PRESIDENTE (PIERRI).- Sugiero, entonces, que lea este artículo y, si no hay
observaciones, que votemos en un solo acto el resto del articulado.
149
Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
- Resulta afirmativa.
Del Resumen
ARTICULO 23.- Contenido de resumen. El resumen mensual del emisor o la entidad que opere por su
cuenta deberá contener obligatoriamente:
a) Identificación del emisor, de la entidad bancaria, comercial o financiera que opere en su nombre.
b) Identificación del titular y los titulares adicionales, adherentes, usuarios o autorizados por el titular.
c) Fecha de cierre contable del resumen actual y del cierre posterior.
d) Fecha en que se realizó cada operación.
e) Número de identificación de la constancia con que se instrumento la operación.
f) Identificación del proveedor.
g) Importe de cada operación.
h) Fecha de vencimiento del pago actual, anterior y posterior.
i) Límite de compra otorgado al titular o a sus autorizados adicionales.
j) Monto hasta el cual el emisor otorga crédito.
k) Tasa de interés compensatorio o financiero pactado que el emisor aplica al crédito, compra o
servicio contratado.
1) Fecha a partir de la cual se aplica el interés compensatorio o financiero.
m) Tasa de interés punitorio pactado sobre saldos impagos y fecha desde la cual se aplica.
n) Monto del pago mínimo que excluye la aplicación de intereses punitorios.
ñ) Monto adeudado por el o los periodos anteriores, con especificación de la clase y monto de los
intereses devengados con expresa prohibición de la capitalización de los intereses.
o) Plazo para cuestionar el resumen en lugar visible y caracteres destacados.
p) Monto y concepto detallados de todos los gastos a cargo del titular, excluidas las operaciones
realizadas por éste y autorizadas.
ARTICULO 24.- Domicilio de envío del resumen. El emisor deberá enviar el resumen al domicilio que
indique el titular en el contrato o el que con posterioridad fije fehacientemente.
150
Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
ARTICULO 25.- Tiempo de recepción. El resumen deberá ser recibido por el titular con una
anticipación mínima de cinco (5) días anteriores al vencimiento de su obligación de pago,
independientemente de lo pactado en el respectivo contrato de Tarjeta de Crédito.
En el supuesto de la no recepción del resumen, el titular dispondrá de un canal de comunicación
telefónico proporcionado por el emisor durante las veinticuatro (24) horas del día que le permitirá
obtener el saldo de la cuenta y el pago mínimo que podrá realizar.
La copia del resumen de cuenta se encontrará a disposición del titular en la sucursal emisora de la
tarjeta.
CAPÍTULO X
Del cuestionamiento o impugnación de la liquidación o resumen por el titular
ARTICULO 26.- Personería. El titular puede cuestionar la liquidación dentro de los treinta (30) días
de recibida, detallando claramente el error atribuido y aportando todo dato que sirva para esclarecerlo
por nota simple girada al emisor.
ARTICULO 27.- Recepción de impugnaciones. El emisor debe acusar recibo de la impugnación dentro
de los siete (7) días de recibida y, dentro de los quince (15) días siguientes, deberá corregir el error si lo
hubiere o explicar claramente la exactitud de la liquidación, aportando copia de los comprobantes o
fundamentos que avalen la situación. El plazo de corrección se ampliará a sesenta (60) días en las
operaciones realizadas en el exterior.
ARTICULO 29.- Aceptación de explicaciones. Dadas las explicaciones por el emisor, el titular debe
manifestar si le satisfacen o no en el plazo de siete (7) días de recibidas. Vencido el plazo, sin que el
titular se expida, se entenderán tácitamente aceptadas las explicaciones.
Si el titular observara las explicaciones otorgadas por el emisor, este último deberá resolver la cuestión
en forma fundada en el plazo de diez (10) días hábiles, vencidos los cuales quedará expedita la acción
judicial para ambas partes.
ARTICULO 30.- Aceptación no presumida. El pago del mínimo que figura en el resumen antes del
plazo de impugnación o mientras se sustancia el mismo, no implica la aceptación del resumen
practicado por el emisor.
CAPITULO XI
De las operaciones en moneda extranjera
ARTICULO 31.- Cuando las operaciones del titular o sus autorizados se operen en moneda
extranjera, el titular podrá cancelar sus saldos en la moneda extranjera o en la de curso legal en el
territorio de la República al valor al tiempo del efectivo pago del resumen sin que el emisor pueda
efectuar cargo alguno más que el que realiza por la diferencia de cotización el Banco Central de la
República Argentina.
TITULOII
De las relaciones entre emisor y proveedor
CAPITULO I
ARTICULO 32.- Deber de información. El emisor, sin cargo alguno, deberá suministrar a los
proveedores:
a) Todos los materiales e instrumentos de identificación y publicaciones informativas sobre los
usuarios del sistema.
b) El régimen sobre pérdidas o sustracciones a los cuales están sujetos en garantía de sus derechos.
c) Las cancelaciones de tarjetas por sustracción, pérdida, voluntarias o por resolución contractual.
151
Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
ARTICULO 33.- Aviso a los proveedores. El emisor deberá informar inmediatamente a los proveedores
sobre las cancelaciones de Tarjetas de Crédito antes de su vencimiento sin importar la causa.
La falta de información no perjudicará al proveedor.
ARTICULO 36.- Pagos diferidos. El pago con valores diferidos por parte de los emisores a los
proveedores, con cheques u otros valores que posterguen realmente el pago efectivo, devengarán un
interés igual al compensatorio o por financiación cobrados a los titulares por cada día de demora en la
efectiva cancelación o acreditación del pago al proveedor.
CAPITULO II
Del contrato entre el emisor y el proveedor
ARTICLTLO 38.- El contrato tipo entre el emisor y el proveedor deberá ser aprobado por la autoridad
de aplicación y contendrá como mínimo:
a) Plazo de vigencia.
b) Topes máximos por operación de la tarjeta de que se trate.
c) Determinación del tipo y monto de las comisiones, intereses y cargos administrativos de cualquier
tipo.
d) Obligaciones que surgen de la presente ley.
e) Plazo y requisitos para la presentación de las liquidaciones.
f) Tipo de comprobantes a presentar de las operaciones realizadas.
g) Obligación del proveedor de consulta previa sobre la vigencia de la tarjeta.
Además deberán existir tantos ejemplares como partes contratantes haya y de un mismo tenor.
TITULO III
ARTICULO 39.- Preparación de vía ejecutiva. El emisor podrá preparar la vía ejecutiva contra el
titular, de conformidad con lo prescripto por las leyes procesales vigentes en el lugar en que se
acciona, pidiendo el reconocimiento judicial de
a) El contrato de emisión de Tarjeta de Crédito instrumentado en legal forma.
b) El resumen de cuenta que reúna la totalidad de los requisitos legales.
Por su parte el emisor deberá acampanar
a) Declaración jurada sobre la inexistencia de denuncia fundada y válida, previa a la mora, por parte
del titular o del adicional por extravío o sustracción de la respectiva Tarjeta de Crédito.
b) Declaración jurada sobre la inexistencia de cuestionamiento fundado y válido, previo a la mora, por
parte del titular, de conformidad con lo prescripto por los artículos 27 y 28 de esta ley.
ARTICULO 40.- El proveedor podrá preparar la vía ejecutiva contra el emisor pidiendo el
reconocimiento judicial de:
a) El contrato con el emisor para operar en el sistema.
b) Las constancias de la presentación de las operaciones que dan origen al saldo acreedor de cuenta
reclamado, pudiendo no estar firmadas si las mismas se han formalizado por medios indubitables.
c) Copia de la liquidación presentada al emisor con constancia de recepción, si la misma se efectuó.
152
Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
ARTICULO 41.- Pérdida de la preparación de la vía ejecutiva. Sin perjuicio de quedar habilitada la vía
ordinaria, la pérdida de la preparación de la vía ejecutiva se operará cuando:
a) No se reúnan los requisitos para la preparación de la vía ejecutiva de los artículos anteriores.
b) Se omitan los requisitos contractuales previstos en esta ley.
c) Se omitan los requisitos para los resúmenes establecidos en el artículo 23 de esta ley.
ARTICULO 42.- Los saldos de Tarjetas de Créditos existentes en cuentas corrientes abiertas a ese fin
exclusivo, no serán susceptibles de cobro ejecutivo directo. Regirá para su cobro la preparación de la
vía ejecutiva prescrita en los artículos 38 y 39 de la presente ley.
TITULO IV
Disposiciones Comunes
ARTICULO 43.- Controversias entre el titular y el proveedor. El emisor es ajeno a las controversias
entre el titular y el proveedor derivadas de la ejecución de las prestaciones convenidas salvo que el
emisor promoviera los productos o al proveedor pues garantiza con ello la calidad del producto o del
servicio.
ARTICULO 45.- Incumplimiento del emisor con el proveedor. El titular que hubiera abonado sus
cargos al emisor queda liberado frente al proveedor de pagar la mercadería o servicio aún cuando el
emisor no abonara al proveedor.
ARTICULO 46.- Cláusulas de exoneración de responsabilidad. Carecerán de efecto las cláusulas que
impliquen exoneración de responsabilidad de cualquiera de las partes que intervengan directa o
indirectamente en la relación contractual.
ARTICULO 49.- Cancelación de autorización. La cancelación no impide que el titular pueda iniciar
las acciones civiles y penales para obtener la indemnización correspondiente y para que se apliquen las
sanciones penales pertinentes.
ARTICULO 50.- Autoridad de aplicación. A los fines de la aplicación de la presente ley actuarán como
autoridad de aplicación:
a) El Banco Central de la República Argentina: en todas las cuestiones que versen sobre aspectos
financieros.
b) La Secretaría de Industria, Comercio y Minería de la Nación: en todas aquellas cuestiones que se
refieran a aspectos comerciales.
ARTICULO 51.- Del sistema de denuncias. A los fines de garantizar las operaciones y minimizar los
riesgos por operaciones con tarjetas sustraídas o perdidas, el emisor debe contar con un sistema de
recepción telefónica de denuncias que opere las veinticuatro (24) horas del día, identificando y
registrando cada una de ellas con hora y número correlativo, el que deberá ser comunicado en el acto
al denunciante.
ARTICULO 52.- De los Jueces Competentes. Serán jueces competentes, en los diferendos entre:
a) Emisor y titular, el del domicilio del titular.
b) Emisor y fiador, el del domicilio del fiador.
c) Emisor y titular o fiador conjuntamente, el del domicilio del titular.
153
Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
ARTICULO 53.- Prohibición de informar. Las entidades emisoras de Tarjetas de Crédito, bancarias o
crediticias tienen prohibido informar a las "bases de datos de antecedentes financieros personales"
sobre los titulares y beneficiarios de extensiones de Tarjetas de Crédito u opciones cuando el titular no
haya cancelado sus obligaciones, se encuentre en mora o en etapa de refinanciación. Sin perjuicio de
la obligación de informar lo que correspondiera al Banco Central de la República Argentina.
Las entidades informantes serán solidaria e ilimitadamente responsables por los daños y perjuicios
ocasionados a los beneficiarios de las extensiones u opciones de Tarjetas de Crédito por las
consecuencias de la información provista.
ARTICULO 54.- Las entidades emisoras deberán enviar la información mensual de sus ofertas a la
Secretaría de Industria, Comercio y Minería, la que deberá publicar en el mismo período, el listado
completo de esa Información en espacios destacados de los medios de prensa de amplia circulación
nacional.
El Banco Central de la República Argentina aplicará las sanciones que correspondan en caso de
incumplimiento a la obligación de informar, establecida precedentemente, que se denuncie por la
Secretaría de Industria, Comercio y Minería.
ARTICULO 55.- En aquellos casos en que se ofrezcan paquetes con varios servicios financieros y
bancarios, incluyendo la emisión de Tarjetas de Crédito, se debe dejar bien claro, bajo pena de no
poder reclamar importe alguno, dentro de la promoción, el costo total que deberá abonar el titular
todos los meses en concepto de costos por los diferentes conceptos, especialmente ante la eventualidad
de incurrir en mora o utilizar los servicios ofertados.
ARTICULO 56.- Tarjetas de Compra exclusivas y de Débito. Cuando las Tarjetas de Compra
exclusivas o de Débito estén relacionadas con la operatoria de una Tarjeta de Crédito, le serán
aplicables las disposiciones de la presente ley.
ARTICULO 57.- Orden Público. Las disposiciones de la presente ley son de orden público.
- Resulta afirmativa.
- El artículo 58 es de forma.
154
Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
TARJETAS DE CREDITO
TITULO I
De las relaciones entre emisor y titular o usuario
CAPITULO I
Del sistema de la Tarjeta de Crédito
c) Abonar a los proveedores de bienes o servicios los consumos del usuario en los
términos pactados.
CAPITULO II
Definiciones y Ley aplicable
b) Titular de Tarjeta de Crédito: Aquel que está habilitado para el uso de la Tarjeta
de Crédito y quien se hace responsable de todos los cargos y consumos realizados
personalmente o por los autorizados por él mismo.
155
Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
e) Tarjeta de Débito: Aquella que las instituciones bancarias entregan a sus clientes
para que al efectuar compras o locaciones, los importes de las mismas sean
debitados directamente de una cuenta de ahorro o corriente bancaria del titular.
f) Proveedor o Comercio Adherido: Aquel que en virtud del contrato celebrado con
el emisor, proporciona bienes, obras o servicios al usuario aceptando percibir el
importe mediante el sistema de Tarjeta de Crédito.
ARTICULO 3º.- Ley aplicable. Las relaciones por operatoria de Tarjetas de Crédito
quedan sujetas a la presente ley y supletoriamente se aplicarán las normas de los
Códigos Civil y Comercial de la Nación y de la ley de Defensa del Consumidor
(Ley 24.240).
CAPITULO III
De la Tarjeta de Crédito
a) Su nombre y apellido.
c) Su firma ológrafa.
e) La fecha de vencimiento.
CAPITULO IV
Del contrato de emisión de Tarjeta de Crédito
156
Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
l) Las comisiones fijas o variables que se cobren al titular por el retiro de dinero en
efectivo.
m) Consecuencias de la mora.
n) Una declaración en el sentido que los cargos en que se haya incurrido con motivo
del uso de la Tarjeta de Crédito son debidos y deben ser abonados contra recepción
de un resumen periódico correspondiente a dicha tarjeta.
157
Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
c) Que las cláusulas que generen responsabilidad para el titular adherente estén
redactadas mediante el empleo de caracteres destacados o subrayados.
d) Que los contratos tipo que utilice el emisor estén debidamente autorizados y
registrados por la autoridad de aplicación.
a) No se opera la recepción de las Tarjetas de Crédito renovadas por parte del titular.
CAPITULO V
Nulidades
ARTICULO 13.- Nulidad de los contratos. Todos los contratos que se celebren o se
renueven a partir del comienzo de vigencia de la presente ley deberán sujetarse a sus
prescripciones bajo pena de nulidad e inoponibilidad al titular, sus fiadores o
adherentes. Los contratos en curso mantendrán su vigencia hasta el vencimiento del
plazo pactado salvo presentación espontánea del titular solicitando la adecuación al
nuevo régimen.
158
Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
a) Las que importen la renuncia por parte del titular a cualquiera de los derechos que
otorga la presente ley.
c) Las que impongan un monto fijo por atrasos en el pago del resumen.
d) Las que impongan costos por informar la no validez de la tarjeta, sea por pérdida,
sustracción, caducidad o rescisión contractual.
h) Las que permitan la habilitación directa de la vía ejecutiva por cobro de deudas
que tengan origen en el sistema de tarjetas de crédito.
CAPITULO VI
De las comisiones
ARTICULO 15.- El emisor no podrá fijar aranceles que difieran en más de tres
puntos en concepto de comisiones entre comercios que pertenezcan a un mismo
rubro o con relación a iguales o similares productos o servicios.
En todos los casos se evitarán diferencias que tiendan a discriminar, en perjuicio de
los pequeños y medianos comerciantes.
El emisor en ningún caso efectuará descuentos superiores a un cinco por ciento (5%)
sobre las liquidaciones presentadas por el proveedor.
CAPITULO VII
De los intereses aplicables al titular
159
Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
CAPITULO VIII
Del cómputo de los intereses
a) Sobre los saldos financiados entre la fecha de vencimiento del resumen mensual
actual y la del primer resumen mensual anterior donde surgiera el saldo adeudado.
c) Desde las fechas pactadas para la cancelación total o parcial del crédito hasta el
efectivo pago.
CAPITULO IX
Del Resumen
160
Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
m) Tasa de interés punitorio pactado sobre saldos impagos y fecha desde la cual se
aplica.
p) Monto y concepto detallados de todos los gastos a cargo del titular, excluidas las
operaciones realizadas por éste y autorizadas.
ARTICULO 25.- Tiempo de recepción. El resumen deberá ser recibido por el titular
con una anticipación mínima de cinco (5) días anteriores al vencimiento de su
obligación de pago, independientemente de lo pactado en el respectivo contrato de
Tarjeta de Crédito.
En el supuesto de la no recepción del resumen, el titular dispondrá de un canal de
comunicación telefónico proporcionado por el emisor durante las veinticuatro (24)
161
Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
horas del día que le permitirá obtener el saldo de la cuenta y el pago mínimo que
podrá realizar.
La copia del resumen de cuenta se encontrará a disposición del titular en la sucursal
emisora de la tarjeta
CAPÍTULO X
Del cuestionamiento o impugnación de la liquidación o resumen por el titular
b) Podrá exigir el pago del mínimo pactado por los rubros no cuestionados de la
liquidación.
CAPITULO XI
De las operaciones en moneda extranjera
ARTICULO 31.- Cuando las operaciones del titular o sus autorizados se operen en
moneda extranjera, el titular podrá cancelar sus saldos en la moneda extranjera o en
la de curso legal en el territorio de la República al valor al tiempo del efectivo pago
del resumen sin que el emisor pueda efectuar cargo alguno más que el que realiza
por la diferencia de cotización el Banco Central de la República Argentina.
TITULO II
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
CAPITULO I
ARTICULO 36.- Pagos diferidos. El pago con valores diferidos por parte de los
emisores a los proveedores, con cheques u otros valores que posterguen realmente el
pago efectivo, devengarán un interés igual al compensatorio o por financiación
cobrados a los titulares por cada día de demora en la efectiva cancelación o
acreditación del pago al proveedor.
a) Aceptar las tarjetas de crédito que cumplan con las disposiciones de esta ley.
CAPITULO II
Del contrato entre el emisor y el proveedor
163
Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
ARTICULO 38.- El contrato tipo entre el emisor y el proveedor deberá ser aprobado
por la autoridad de aplicación y contendrá como mínimo:
a) Plazo de vigencia.
Además deberán existir tantos ejemplares como partes contratantes haya y de un mismo
tenor.
TITULO III
ARTICULO 39.- Preparación de vía ejecutiva. El emisor podrá preparar la vía ejecutiva
contra el titular, de conformidad con lo prescripto por las leyes procesales vigentes en el
lugar en que se acciona, pidiendo el reconocimiento judicial de :
ARTICULO 40.- El proveedor podrá preparar la vía ejecutiva contra el emisor pidiendo
el reconocimiento judicial de:
164
Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
c) Se omitan los requisitos para los resúmenes establecidos en el artículo 23 de esta ley.
TITULO IV
Disposiciones Comunes
ARTICULO 45.- Incumplimiento del emisor con el proveedor. El titular que hubiera
abonado sus cargos al emisor queda liberado frente al proveedor de pagar la mercadería
o servicio aún cuando el emisor no abonara al proveedor.
165
Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
a) El Banco Central de la República Argentina: en todas las cuestiones que versen sobre
aspectos financieros.
ARTICULO 51.- Del sistema de denuncias. A los fines de garantizar las operaciones y
minimizar los riesgos por operaciones con tarjetas sustraídas o perdidas, el emisor debe
contar con un sistema de recepción telefónica de denuncias que opere las veinticuatro
(24) horas del día, identificando y registrando cada una de ellas con hora y número
correlativo, el que deberá ser comunicado en el acto al denunciante.
ARTICULO 54.- Las entidades emisoras deberán enviar la información mensual de sus
ofertas a la Secretaría de Industria, Comercio y Minería, la que deberá publicar en el
mismo período, el listado completo de esa información en espacios destacados de los
medios de prensa de amplia circulación nacional.
El Banco Central de la República Argentina aplicará las sanciones que correspondan en
caso de incumplimiento a la obligación de informar, establecida precedentemente, que
se denuncie por la Secretaría de Industria, Comercio y Minería.
ARTICULO 55.- En aquellos casos en que se ofrezcan paquetes con varios servicios
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
ARTICULO 57.- Orden Público. Las disposiciones de la presente ley son de orden
público.
Eduardo Camaño
Eduardo Rollano
167
Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
Cámara de Senadores
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
7 de diciembre de 1998
Sr. YOMA.- Señor presidente: es para pedir el tratamiento sobre tablas del proyecto de
ley en revisión que establece el marco regulatorio para las tarjetas de crédito.
169
Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
Incorporar texto
Sr. BRANDA.- Señor presidente: la presidencia de la comisión tiene poco para opinar
dado que no hay dictamen. Es un tratamiento sobre tablas y el debate es libre. Por lo
tanto, trataré sucintamente de formular algunas consideraciones para que podamos
comprender qué estamos abordando.
170
Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
llegamos a 1981, cuando una empresa muy conocida fue la que marcó fuertemente en el
mercado una escala importante de lo que es este instrumento.
Actualmente, el uso de la tarjeta de crédito es una necesidad casi imperiosa para
el habitante común. En la actualidad hay alrededor de diez millones de tarjetas de
crédito en la Argentina, con un volumen de casi 15.000 millones de pesos anuales y una
cantidad de comercios que oscilan entre los 200.000 y 250.000.
Luego de la reestructuración que se hizo en el país y de la desregulación, esta
actividad ha tomado un nivel de competencia importante.
Hecha esta pequeña reseña como introducción, quiero señalar que mi mayor
objeción es tratar sobre tablas este proyecto tal como fue sancionado por la Cámara de
Diputados. Dada la importancia y la resonancia que tiene este proyecto en la opinión
pública, considero que debe ser tratado minuciosamente en el seno de las comisiones
intervinientes, que son las de Legislación General, de Micro, Pequeña y Mediana
Empresa y de Economía. Se trata de una objeción importante porque creo que es el
procedimiento legislativo adecuado. Además, este proyecto de ley no caduca después
del 10 de diciembre. Hace escasamente dos meses y medio o tres que está en
tratamiento en este Honorable Senado.
Señalo todo esto sin crear un ámbito de polémica. Como decía el senador
Cafiero cuando se refería al presupuesto de la Nación, es cierto que el mercado no se
autorregula y, a veces, el Estado tiene que salir a tomar posición y regularlo porque, de
otra forma, se producen desequilibrios, creando un estado de injusticia o una falta de
crecimiento en algún sector.
Creo que el mayor logro de este gobierno ha sido la desregulación. En
consecuencia, tratar de regular -esta es la objeción básica que le hago a este proyecto-
los intereses y las comisiones por ley creo que es de muy mala práctica legislativa y una
señal muy mala hacia un sistema económico que queremos llevar adelante para que
tenga los efectos que deseamos.
La idea que sostenemos es que no deben existir los precios máximos. Si en las
tarjetas fijamos precios máximos, estamos hablando de regulación. Entonces, se
contradice la posición que ha llevado exitosamente este gobierno con lo prescripto en
este proyecto. Si estamos de acuerdo con esa posición, entonces tenemos que regular
todo. No es que yo diga que no hay que regular. Si tenemos que entrar en un plan de
regulación, entonces habría que regular todo el sistema financiero y no hacerlo sólo en
parte porque, de ser así, estaríamos emparchando situaciones que, a la larga, irán al
fracaso.
Debo dejar a salvo que soy absolutamente consciente de que se trata de una
cuestión necesaria y vital para el tráfico mercantil. En consecuencia, es imprescindible
que la estructura jurídica que se sancione no se aparte de la finalidad económica, social
y política que cumple en nuestro país el sistema de tarjetas de crédito.
Es nuestra obligación proporcionar a la sociedad una solución verdadera,
concreta y real, y no una mera utopía o un sistema legislativo que pueda generar
conflictos con posterioridad.
Quiero decir también que estoy absolutamente convencido de que el camino
adecuado para lograr esas metas no es el Congreso de la Nación sino que ya existen los
organismos para realizar esa regulación, que son el Banco Central, en relación a las
entidades financieras, y la Secretaría de Comercio, en lo relativo a las empresas
emisoras de tarjetas de crédito.
Por las razones expuestas, considero que debemos buscar una coherente y
razonable propuesta y no simplemente sugerir soluciones arbitrarias que sabemos a
171
Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
ciencia cierta que van a generar posteriores conflictos. Considero que este tipo de
cuestionamientos minimizan la importancia del proyecto.
Por otra parte, mi preocupación no está destinada a proteger a empresas, bancos
y cámaras empresarias; mi preocupación tiene un solo destinatario, que es la sociedad.
Creo que vamos a producir una mala legislación sobre esta materia.
He traído una serie de consideraciones para formular en particular, pero he
decidido dejar en libertad de acción a los demás miembros de mi bancada para que se
vean liberados del compromiso de bloque y cada uno vote a conciencia lo que considere
más conveniente y razonable.
En definitiva, señor presidente, las consideraciones y objeciones formuladas por
mi parte se pueden resumir en la necesidad de definir qué es una tarjeta de crédito. Debe
existir un clara diferenciación entre lo que es una tarjeta de crédito, una tarjeta de
compra y una tarjeta de débito, lo que no se distingue en el proyecto.
Considero también, en atención a los gravísimos hechos producidos mediante el
manejo de tarjetas de crédito, que resulta indispensable que, con carácter obligatorio, la
entidad emisora incluya una fotografía actualizada del titular. Asimismo, en ocasión de
la compra, el comerciante deberá corroborar la identidad de quien la realiza y el número
de su documento. Debe ser una obligación ineludible del vendedor constatar la correcta
identidad del portador de la tarjeta, bajo apercibimiento de resultar solidariamente
responsable por los daños y perjuicios que pueda provocar esa omisión.
Asimismo, las tarjetas de crédito deben referenciarse a personas determinadas.
Con respecto al artículo 26 del proyecto, considero exagerado el plazo que se otorga al
titular de una tarjeta para impugnar el resumen de su cuenta.
Con respecto a la conclusión o resolución de la relación contractual, debo
también formular una reflexión dado que pensaba proponer un nuevo texto por el cual el
titular de la tarjeta de crédito podrá rechazar su renovación dentro del plazo de diez días
hábiles de la efectiva recepción.
También tenía objeciones con relación a los intereses y sus cómputos. Además,
tenía pensado plantear modificaciones para el tercer párrafo del artículo 15 y para los
intereses compensatorios financieros.
En el artículo referido a la personería iba a sugerir modificaciones porque pienso
que es necesario que el titular pueda cuestionar la liquidación dentro de los diez días de
recibida, detallando claramente el error atribuido y aportando todo dato que sirva para el
esclarecimiento mediante una nota girada al emisor.
Señor presidente: también iba a sugerir la supresión de algunos artículos y, en
cuanto a la ejecución, que estuviera expedita la vía ejecutiva o su preparación, que eran
las dos alternativas de las que podía hablarse en este complejo de normas y que en
algunos artículos no están muy claras ni definidas.
No voy a traer a colación algunas reflexiones sobre lo que fue el duro debate que
se produjo en la Cámara de Diputados.
Hubo objeciones de las dos bancadas mayoritarias y expresiones de legisladores
en el sentido de que no sabían qué estaban votando porque hubo marchas y
contramarchas, a punto tal que se votó en dos oportunidades un mismo inciso. Es más:
en alguna oportunidad se pidió la reconsideración de la votación de algún artículo ya
votado.
En definitiva, señor presidente, debo decir que también hubo que pedir dos fe de
erratas porque no coincidía el debate con lo que se nos había remitido, lo que fue
ratificado por la Cámara de Diputados.
Por todo ello, señor presidente, considero que esta situación hace que mi
pensamiento -como presidente de la Comisión de Legislación General, cabecera de este
172
Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
Sr. YOMA.- Señor presidente: tengo en mis manos, y las hice conocer al resto de los
bloques -por lo menos, a los de las primeras minorías de esta Cámara-, distintas
comunicaciones -son más de cien notas- remitidas por pequeñas y medianas empresas y
por comerciantes de todas las provincias argentinas solicitando la sanción del proyecto
tal como vino aprobado por la Cámara de Diptudos que, como todos saben, está
vinculado con la regulación del sistema de tarjetas de crédito.
En el marco de la Comisión de Asuntos Constitucionales, y en virtud de lo
establecido por el artículo 42 de la Constitución Nacional, que establece los derechos
del usuario y del consumidor, realizamos hace pocas semanas una audiencia pública a la
que convocamos a todos los centros comerciales, pequeños y medianos empresarios y
organizaciones de usuarios y consumidores de todo el país -hubo más de cien entidades
acreditadas de todas las provincias- y a diputados nacionales, para debatir la
problemática del sector de las PYMES y de tales organizaciones que utilizan el sistema
de tarjetas de crédito.
Los usuarios de este sistema son ocho millones y, en ese marco, se está
produciendo una formidable transferencia de ingresos de los sectores populares hacia el
sector financiero.
Independientemente del tema de los intereses, también está la injusticia que se
genera en los pequeños y medianos comerciantes que adhieren al sistema, en el que se
les cobran comisiones del 9 ó 10 por ciento cuando a los grandes supermercados no
llegan al 1 ó 2 por ciento. Es decir, hay una discriminación que, obviamente, va en
perjuicio de los pequeños y medianos comerciantes que adhieren a este sistema y que
los coloca en una situación de absoluto quebranto frente a una competencia casi desleal
de los grandes comercios, fundamentalmente supermercados que pagan comisiones
mucho más reducidas, reitero, del 1 por ciento.
La Comisión de Asuntos Constitucionales, a pesar de no ser cabecera en esta
cuestión, se abocó al estudio de este tema. Repaso brevemente lo que nos dice la
Constitución Nacional en su artículo 42: "Los consumidores y usuarios de bienes y
servicios tienen derecho, en la relación de consumo, a la protección de su salud,
seguridad e intereses económicos... y a condiciones de trato equitativo y digno". En el
párrafo segundo dice: "Las autoridades proveerán a la protección de esos derechos". Y
agrega: "La legislación establecerá los procedimientos eficaces para la prevención y
solución de conflictos...".
Hay un mandato claro de la Convención Constituyente de Santa Fe recogido por
el mencionado artículo 42 de la Constitución. Este Congreso debe abocarse a legislar
sobre esta materia en protección de los derechos de los cientos de miles de usuarios y
consumidores de la Argentina, para detener esta formidable transferencia de recursos,
como decía antes, de los sectores populares hacia el sector financiero.
Hace cinco o seis meses que este tema está siendo materia de debate en los
bloques parlamentarios y -como lo planteó recién el presidente de la comisión- fueron
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
Sr. PRESIDENTE (Menem).- Tiene la palabra el señor senador por Mendoza del
bloque de la Unión Cívica Radical.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
otras iniciativas que requerían tratamiento urgente y que, por otra parte, eran vastamente
reclamadas yo diría que por todas las organizaciones no gubernamentales de la
Argentina.
Pero creo que tendríamos que decir con justicia que el Senado se vio
abruptamente sometido a una discusión prolongada respecto de los títulos de los
senadores de distintas provincias que, obviamente, no fue provocada por el bloque de la
Alianza sino por el bloque justicialista.
Si esto no hubiera ocurrido, seguramente este proyecto que vamos a aprobar en
seguida se habría convertido en ley hace varios meses...
Sr. GENOUD.-...Bien han explicado los senadores por La Rioja y por Formosa en qué
consiste el proyecto. Creo que sería redundante señalar los beneficios de esta norma.
Hay que rescatar que este proyecto fue largamente debatido en la Cámara Baja,
donde tomaron intervención todos los bloques parlamentarios de Diputados. En esto,
oficialismo y oposición hicieron un trabajoso esfuerzo para encontrar el consenso, que
dio como resultado este proyecto que, en general, a nosotros nos satisface, aunque bien
podría ser objeto de algunas modificaciones menores, simplemente por razones de
técnica parlamentaria.
Lo importante es que se reglamenta el contrato de las denominadas tarjetas de
crédito y que, entre otros puntos, se establecen taxativamente topes para los intereses
que se cobran, ya sean compensatorios o punitorios, a los usuarios por parte de los
emisores. Se establece que no pueden superar más del 25 por ciento por encima de lo
que se cobra de interés por préstamos personales. Cuando se trate de emisores que no
sean bancos, ese 25 por ciento de más que puede cobrarse se determina por el promedio
de las tasas de interés para créditos personales que fije el Banco Central.
También se señaló con acierto que se pone límites a abusos que se cometen con
algunos comerciantes, toda vez que se les cobran tasas muy superiores al 5 por ciento,
que es lo que determina el proyecto cuya sanción seguramente se va a producir en pocos
minutos.
En cuanto a los intereses punitorios, se establece que no pueden ser más del 50
por ciento de los que se cobren por intereses compensatorios.
Se establece, además, muy bien algo que era controvertido en la práctica,
muchas veces viciosa, de este sistema. Es decir, desde cuándo y hasta cuándo se debe
computar el curso de esos intereses. Se plantean cuatro o cinco supuestos, dando una
gran claridad a la norma.
Creo que uno de los aspectos sustanciales, también, es que se determinan los
requisitos y condiciones que debe tener el resumen de cuentas que, en definitiva, es el
elemento primordial que tiene el usuario.
-Murmullos en el recinto.
Sr. PRESIDENTE (Menem).- Ruego a los señores senadores respetar al orador en uso
de la palabra.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
Sr. GENOUD.- Estoy hablando del resumen de cuentas, que -y esto fue largamente
reclamado por distintas entidades- debe contener claramente la individualización de lo
que hay que pagar, cuáles son las tasas pactadas, las fechas en las que se aplican los
intereses y el monto de los intereses devengados.
Otra cuestión fundamental: se establece un tiempo de anticipación para recibir el
resumen de cuenta a partir del cual debe oblarse o pagarse, que se estipula en cinco días.
También se ha señalado acá que el resumen de cuenta no es un título ejecutivo. En esto,
el Parlamento ha mejorado una concepción equivocada plasmada en el proyecto del
Poder Ejecutivo, que establecía precisamente que el resumen de cuenta era un título
ejecutivo. Se ha subsanado este error, lo que habla de las bondades de nuestro sistema
parlamentario, que a través de audiencias públicas auscultó el pensamiento de la
sociedad, escuchó a cada uno de los sectores interesados y promovió la participación en
debates de comisión. Finalmente, se acordó que no se le otorgara ejecutividad directa, y
la autorización de la preparación de la vía ejecutiva pidiendo el reconocimiento judicial
y acompañando, obviamente, el resumen de cuenta, que es lo más equitativo y justo.
El otro sistema terminaba siendo una suerte de encarecimiento general del
sistema de tarjetas de crédito, y lo pagaba incluso el propio usuario que oblaba en
término las obligaciones contenidas en los pertinentes resúmenes de cuenta.
Queda clara entonces la posición de la Alianza. Hubiera sido nuestro deseo tratar
este proyecto muchos meses atrás. Hoy se dio la ocasión.
Con pocas palabras pero con expresiones de terminante apoyo, vamos a votar
afirmativamente este proyecto, de modo tal que algunas manifestaciones que se
vertieron acá hace una semana por parte del senador preopinante en la práctica han
quedado carentes de fundamento, como expresiones o manifestaciones que pretendían
herir la credibilidad de la Alianza frente a la opinión pública.
Por eso en aquella oportunidad -el miércoles pasado- dijimos que para que no
quedaran dudas íbamos a presentar el mismo día un pedido de sesión especial para tratar
el tema de las tarjetas de crédito.
Llegó el momento de votar el proyecto de ley que va a dar transparencia a estos
contratos denominados de tarjetas de crédito. Además, va a significar una ventaja muy
importante, ya que bajará el costo del crédito originado por este tipo de operaciones
comerciales.
Sr. AGUIRRE LANARI.- Señor presidente: como en el tema anterior, voy a solicitar
que oportunamente esta Cámara permita la inserción del discurso que tenía redactado el
señor senador Romero Feris, quien por razones de fuerza mayor no está presente en esta
sesión.
Voy a intentar ser extremadamente breve. Pasaré por alto una serie de datos de
índole histórica, mostrando cómo nace este instituto, especialmente en Estados Unidos
y, también en Europa, en donde la aceptación de la tarjeta de crédito fue más lenta.
Se impusieron en la década del 60 y del 70, sin que se considerara necesario una
legislación específica, ya que se optó por aplicar analógicamente las disposiciones de
los códigos civiles y comerciales.
Entre nosotros, este asunto de las tarjetas empezó básicamente a fines de la
década del 60, pero tuvo desarrollo a partir del 75, impulsadas por reconocidas
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
empresas internacionales, así como también nacionales de corte local. Hoy en día, y
como a todos nos consta, su uso está más que generalizado.
Algunos de los oradores preopinantes han hablado de los millones de usuarios y
del interés público evidente que tiene este tema, que ya se torna candente dentro de la
economía nacional, y básicamente, dentro de la economía familiar.
El gran desarrollo que ha adquirido la utilización de la tarjeta de crédito hace
necesaria una legislación específica, más allá de que como bien lo señala el artículo 3del
proyecto, los códigos civil y comercial y la ley de defensa del consumidor se aplican
supletoriamente a las relaciones surgidas de su operatoria.
Este proyecto presenta aspectos que eran de uso común con anterioridad y
fueron receptados por la jurisprudencia, o sea que no supone un cambio radical con la
realidad que se legisla. Pero por otro lado aborda aspectos que han sido puestos de
manifiesto por los oradores preopinantes como consecuencia de abusos que habían
existido en la operatoria.
El texto que estamos analizando presenta cuatro capítulos. El primero, que se
refiere a las relaciones entre emisor y titular usuario, tiene un principio orientador que
se advierte en esta parte del proyecto y que juzgo acertado; se trata de la protección del
consumidor, titular o usuario de la tarjeta. A lo largo de las disposiciones se advierte
esta tendencia. Así por ejemplo, en el Capítulo IV, referido al contrato de emisión de
tarjetas de crédito, se establecen requisitos de fondo y de forma que deberán cumplir
estos contratos, que sin duda hacen a la defensa del titular, como por ejemplo algo a lo
que se refirió el señor senador por La Rioja, es decir, la exigencia de que los contratos
tipo estén autorizados y registrados por la autoridad de aplicación, la exigencia para el
emisor de entregar la copia del contrato por parte del mismo y el régimen de resolución
o conclusión de la relación contractual
Se defiende también al consumidor. Hay un régimen de nulidades determinado
en los artículos 13 y 14, al establecerse (las mismas) frente a cláusulas: que importen la
renuncia por parte del titular a cualquiera de los derechos que otorga la ley; que faculten
al emisor a modificar unilateralmente las condiciones del contrato; que prevean
adicionales no autorizados por la autoridad de aplicación; que permitan la prórroga de la
jurisdicción legal -asunto que fue destacado en esta discusión-; o que impongan costos
por informar la no validez de la tarjeta por los motivos que se explicitan.
También resulta positivo y favorecen al consumidor los topes máximos que se
ponen a las tasas de interés sean estos compensatorios o punitorios, pues ha sido
frecuente la desprotección en que ha quedado el titular frente a verdaderos abusos en
esta materia. A esto se agrega acertadamente la previsión de que los intereses punitorios
no serán capitalizables.
El Título II, al igual que en el caso del titular, prescribe que el contrato tipo que
lo vincule deberá ser aprobado por la autoridad de aplicación, estableciéndose las
obligaciones recíprocas y los requisitos que deberán tener esta clase de contratos.
El Título III establece los requisitos para la reparación de la vía ejecutiva, tanto
del emisor contra el titular como del proveedor contra el emisor. El primer caso es una
garantía para el titular usuario al exigirse su reconocimiento frente al contrato de
emisión y al resumen que se adjunte Se exige asimismo al emisor una declaración
jurada de que no existe denuncia de pérdida o sustracción de la tarjeta y de
cuestionamiento del resumen.
Considero que los requisitos exigidos aseguran el derecho de defensa en juicio y
hacen a la configuración de un título completo a los efectos de su ejecutabilidad.
En el Título IV, entre otras cuestiones, se regulan temas como la prescripción
por un plazo razonable y la competencia de los jueces, así como también la autoridad de
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
Texto de la inserción
Sr. AVELÍN.- Señor presidente: creo que la audiencia pública fue la mejor expresión
del pensamiento de cientos y cientos de pequeños y medianos empresarios. Eso es
suficiente para que tengamos en cuenta la dinámica de todo este gran sector de la vida
argentina, que moviliza todos los engranajes de la economía, todos los engranajes que
hacen posible el desarrollo, el trabajo, la actividad, la armonía y el esfuerzo permanente
de muchos argentinos.
Por eso, creo que esta audiencia pública que se ha desarrollado es la mejor
expresión para que tengamos en cuenta este aspecto de la legislación, para evitar la
transferencia de ingresos del sector popular al sector financiero. Se trata de cuidar al
consumidor para evitar que se lo esquilme; de esa forma, creo que la responsabilidad de
este Senado va orientada a ese objetivo: evitar todo lo que signifique el "apriete" a
grandes sectores de la población.
Por eso, voy a apoyar complacido este proyecto de ley tal cual ha sido remitido
por la Cámara de Diputados.
Sr. PRESIDENTE (Menem).- Tiene la palabra el señor senador por Santiago del
Estero del bloque justicialista.
Sr. FIGUEROA.- Seré muy breve, señor presidente. A cuarenta y ocho horas de
finalizar mi mandato como senador, tengo la satisfacción de votar un proyecto de ley
que tanto venían reclamando los pequeños comerciantes.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
Sr. PRESIDENTE (Menem).- Tiene la palabra el señor senador por Catamarca del
Frente Cívico.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
Sr. BRANDA.- Sí. Dado que me dieron la oportunidad de ser el primero en hablar
como miembro de la Comisión cabecera, quisiera decir yo las últimas palabras.
Sr. PRESIDENTE (Menem).- Muy bien. Después del señor senador por Entre Ríos
hará uso de la palabra el señor senador por Formosa.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
marco regulatorio viene a poner una especie de límite, o por lo menos fijar con claridad
las reglas en la materia.
Los señores senadores se han explayado sobre un determinado tema y han
delineado algunas pautas que establece la ley que conviene tener en cuenta porque lo
que vamos a votar no es menor.
Evidentemente, es necesario tener posiciones fundadas frente a este tema,
porque no tengo ninguna duda de que las influencias se van a ir cruzando a lo largo del
sistema.
No sería raro que cuando esta norma llegue a la esfera del Poder Ejecutivo y se
deba optar frente a los intereses en pugna, surja la discusión sobre cuál debe ser el
derecho a proteger -el del mercado o el de los consumidores-, para pronunciarse
concretamente frente al proyecto de ley que hoy definamos.
Creo, señor presidente, que no se trata sólo de establecer un límite a la comisión.
Aquí hay dos aspectos que el marco regulatorio va a definir: la relación del comerciante
con el emisor y la relación del consumidor con el emisor. En un caso, se habla de
comisión y, en el otro, de interés.
El proyecto de ley establece mecanismos que atienden la situación desde dos
puntos de vista: desde el punto de vista de la comisión, que no puede exceder el 5 por
ciento, y desde el punto de la vista de los intereses por el servicio de crédito que se
presta, que no puede exceder el 25 por ciento. Este marco define, desde el punto de vista
económico, una relación que está tratando de emparejar la situación entre los emisores y
los usuarios.
También creo, señor presidente, que establecer un mecanismo donde se definan
intereses compensatorios que no excedan el 50 por ciento está hablando a las claras de
la decisión de este Congreso de la Nación -frente a este abuso permanente reflejado en
la aplicación de porcentajes del 150, 200, 300 ó 400 por ciento en concepto de
refinanciación de punitorios- de imponer un límite. Evidentemente, este límite es alto y,
si bien permite a las instituciones que promueven la financiación establecer un
mecanismo de salvaguarda, también les impide ir más allá, como acontece con los
abusos que habitualmente se están cometiendo.
Creo que es importante que tengamos al tanto a los señores senadores que se
encargan de la difusión diaria de sus temas en las provincias.
Esta norma constituye un gran avance porque frente a la libertad de mercado, en
esta nueva etapa estamos imponiendo algún tipo de límite.
Señor presidente: el proyecto de ley también define -a mi juicio bien- el tema
relativo a la ejecución posible de los saldos de las tarjetas de crédito.
En este sentido, reitero, el proyecto del Poder Ejecutivo trata de dejar en claro
esta situación. Tengo la impresión de que, tal como lo resuelve, se trata de un
mecanismo que tal vez, en algún momento, deba revisarse, ya que los plazos
contemplados son bastante amplios.
Se establece un mecanismo de impugnación de los resúmenes de 30 días durante
los cuales el consumidor no pueda ser objeto de exigencias. Posteriormente, a la vieja
usanza de los pagarés con protesto o de la preparación de la vía ejecutiva en los códigos
de procedimiento, se podrá establecer un mecanismo que dará al crédito exigibilidad
ejecutiva, previo reconocimiento de las partes de los saldos de las tarjetas de crédito.
Señor presidente: reitero que este proyecto de ley es importante y que resultará
muy útil. Además, a través de su aprobación dará la sensación de que alguna vez, como
en todo país y en toda democracia modernos, es necesario establecer algún mecanismo
mínimo regulatorio frente a esta libertad de mercado.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
Sr. PRESIDENTE (Menem).- Cerrando el debate, tiene la palabra el señor senador por
Formosa.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
Sr. YOMA.- Es para solicitar que se vote por títulos, señor presidente.
-Asentimiento.
Sr. BRANDA.- Señor presidente: hago llegar a Secretaría mis objeciones respecto de
los distintos artículos que votaré en forma negativa.
Sr. PRESIDENTE (Menem).- ¿El señor senador quiere que se lean sus observaciones
o que sean incorporadas?
Texto de la inserción
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
185
Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
TARJETAS DE CREDITO
TITULO I
De las relaciones entre emisor y titular o usuario
CAPITULO I
Del sistema de la Tarjeta de Crédito
c) Abonar a los proveedores de bienes o servicios los consumos del usuario en los
términos pactados.
CAPITULO II
Definiciones y Ley aplicable
b) Titular de Tarjeta de Crédito: Aquel que está habilitado para el uso de la Tarjeta
de Crédito y quien se hace responsable de todos los cargos y consumos realizados
personalmente o por los autorizados por él mismo.
e) Tarjeta de Débito: Aquella que las instituciones bancarias entregan a sus clientes
para que al efectuar compras o locaciones, los importes de las mismas sean
debitados directamente de una cuenta de ahorro o corriente bancaria del titular.
f) Proveedor o Comercio Adherido: Aquel que en virtud del contrato celebrado con
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
ARTICULO 3º.- Ley aplicable. Las relaciones por operatoria de Tarjetas de Crédito
quedan sujetas a la presente ley y supletoriamente se aplicarán las normas de los
Códigos Civil y Comercial de la Nación y de la ley de Defensa del Consumidor
(Ley 24.240).
CAPITULO III
De la Tarjeta de Crédito
a) Su nombre y apellido.
c) Su firma ológrafa.
e) La fecha de vencimiento.
CAPITULO IV
Del contrato de emisión de Tarjeta de Crédito
187
Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
l) Las comisiones fijas o variables que se cobren al titular por el retiro de dinero en
efectivo.
m) Consecuencias de la mora.
n) Una declaración en el sentido que los cargos en que se haya incurrido con motivo
del uso de la Tarjeta de Crédito son debidos y deben ser abonados contra recepción
de un resumen periódico correspondiente a dicha tarjeta.
c) Que las cláusulas que generen responsabilidad para el titular adherente estén
redactadas mediante el empleo de caracteres destacados o subrayados.
d) Que los contratos tipo que utilice el emisor estén debidamente autorizados y
registrados por la autoridad de aplicación.
188
Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
a) No se opera la recepción de las Tarjetas de Crédito renovadas por parte del titular.
CAPITULO V
Nulidades
ARTICULO 13.- Nulidad de los contratos. Todos los contratos que se celebren o se
renueven a partir del comienzo de vigencia de la presente ley deberán sujetarse a sus
prescripciones bajo pena de nulidad e inoponibilidad al titular, sus fiadores o
adherentes. Los contratos en curso mantendrán su vigencia hasta el vencimiento del
plazo pactado salvo presentación espontánea del titular solicitando la adecuación al
nuevo régimen.
a) Las que importen la renuncia por parte del titular a cualquiera de los derechos que
otorga la presente ley.
c) Las que impongan un monto fijo por atrasos en el pago del resumen.
d) Las que impongan costos por informar la no validez de la tarjeta, sea por pérdida,
sustracción, caducidad o rescisión contractual.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
h) Las que permitan la habilitación directa de la vía ejecutiva por cobro de deudas
que tengan origen en el sistema de tarjetas de crédito.
CAPITULO VI
De las comisiones
ARTICULO 15.- El emisor no podrá fijar aranceles que difieran en más de tres
puntos en concepto de comisiones entre comercios que pertenezcan a un mismo
rubro o con relación a iguales o similares productos o servicios.
En todos los casos se evitarán diferencias que tiendan a discriminar, en perjuicio de
los pequeños y medianos comerciantes.
El emisor en ningún caso efectuará descuentos superiores a un cinco por ciento (5%)
sobre las liquidaciones presentadas por el proveedor.
CAPITULO VII
De los intereses aplicables al titular
190
Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
CAPITULO VIII
Del cómputo de los intereses
a) Sobre los saldos financiados entre la fecha de vencimiento del resumen mensual
actual y la del primer resumen mensual anterior donde surgiera el saldo adeudado.
c) Desde las fechas pactadas para la cancelación total o parcial del crédito hasta el
efectivo pago.
CAPITULO IX
Del Resumen
191
Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
m) Tasa de interés punitorio pactado sobre saldos impagos y fecha desde la cual se
aplica.
p) Monto y concepto detallados de todos los gastos a cargo del titular, excluidas las
operaciones realizadas por éste y autorizadas.
ARTICULO 25.- Tiempo de recepción. El resumen deberá ser recibido por el titular
con una anticipación mínima de cinco (5) días anteriores al vencimiento de su
obligación de pago, independientemente de lo pactado en el respectivo contrato de
Tarjeta de Crédito.
En el supuesto de la no recepción del resumen, el titular dispondrá de un canal de
comunicación telefónico proporcionado por el emisor durante las veinticuatro (24)
horas del día que le permitirá obtener el saldo de la cuenta y el pago mínimo que
podrá realizar.
La copia del resumen de cuenta se encontrará a disposición del titular en la sucursal
emisora de la tarjeta
CAPÍTULO X
Del cuestionamiento o impugnación de la liquidación o resumen por el titular
192
Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
b) Podrá exigir el pago del mínimo pactado por los rubros no cuestionados de la
liquidación.
CAPITULO XI
De las operaciones en moneda extranjera
ARTICULO 31.- Cuando las operaciones del titular o sus autorizados se operen en
moneda extranjera, el titular podrá cancelar sus saldos en la moneda extranjera o en
la de curso legal en el territorio de la República al valor al tiempo del efectivo pago
del resumen sin que el emisor pueda efectuar cargo alguno más que el que realiza
por la diferencia de cotización el Banco Central de la República Argentina.
TITULO II
De las relaciones entre emisor y proveedor
CAPITULO I
193
Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
ARTICULO 36.- Pagos diferidos. El pago con valores diferidos por parte de los
emisores a los proveedores, con cheques u otros valores que posterguen realmente el
pago efectivo, devengarán un interés igual al compensatorio o por financiación
cobrados a los titulares por cada día de demora en la efectiva cancelación o
acreditación del pago al proveedor.
a) Aceptar las tarjetas de crédito que cumplan con las disposiciones de esta ley.
CAPITULO II
Del contrato entre el emisor y el proveedor
ARTICULO 38.- El contrato tipo entre el emisor y el proveedor deberá ser aprobado
por la autoridad de aplicación y contendrá como mínimo:
a) Plazo de vigencia.
194
Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
Además deberán existir tantos ejemplares como partes contratantes haya y de un mismo
tenor.
TITULO III
ARTICULO 39.- Preparación de vía ejecutiva. El emisor podrá preparar la vía ejecutiva
contra el titular, de conformidad con lo prescripto por las leyes procesales vigentes en el
lugar en que se acciona, pidiendo el reconocimiento judicial de :
ARTICULO 40.- El proveedor podrá preparar la vía ejecutiva contra el emisor pidiendo
el reconocimiento judicial de:
195
Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
c) Se omitan los requisitos para los resúmenes establecidos en el artículo 23 de esta ley.
TITULO IV
Disposiciones Comunes
ARTICULO 45.- Incumplimiento del emisor con el proveedor. El titular que hubiera
abonado sus cargos al emisor queda liberado frente al proveedor de pagar la mercadería
o servicio aún cuando el emisor no abonara al proveedor.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
a) El Banco Central de la República Argentina: en todas las cuestiones que versen sobre
aspectos financieros.
ARTICULO 51.- Del sistema de denuncias. A los fines de garantizar las operaciones y
minimizar los riesgos por operaciones con tarjetas sustraídas o perdidas, el emisor debe
contar con un sistema de recepción telefónica de denuncias que opere las veinticuatro
(24) horas del día, identificando y registrando cada una de ellas con hora y número
correlativo, el que deberá ser comunicado en el acto al denunciante.
ARTICULO 54.- Las entidades emisoras deberán enviar la información mensual de sus
ofertas a la Secretaría de Industria, Comercio y Minería, la que deberá publicar en el
mismo período, el listado completo de esa información en espacios destacados de los
medios de prensa de amplia circulación nacional.
El Banco Central de la República Argentina aplicará las sanciones que correspondan en
caso de incumplimiento a la obligación de informar, establecida precedentemente, que
se denuncie por la Secretaría de Industria, Comercio y Minería.
ARTICULO 55.- En aquellos casos en que se ofrezcan paquetes con varios servicios
financieros y bancarios, incluyendo la emisión de Tarjetas de Crédito, se debe dejar bien
claro, bajo pena de no poder reclamar importe alguno, dentro de la promoción, el costo
total que deberá abonar el titular todos los meses en concepto de costos por los
diferentes conceptos, especialmente ante la eventualidad de incurrir en mora o utilizar
los servicios ofertados.
197
Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
ARTICULO 57.- Orden Público. Las disposiciones de la presente ley son de orden
público.
198
Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
TARJETAS DE CREDITO
Decreto 15/99
CONSIDERANDO:
199
Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
Que el inciso i) que declara nulas las cláusulas que importen prórroga
a la jurisdicción establecida en la ley, se relaciona con lo dispuesto en
el artículo 52 del Proyecto de Ley, cuya observación también se
propicia en la presente medida.
200
Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
201
Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
202
Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
Por ello,
DECRETA:
204
Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
205
Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
TARJETAS DE CREDITO
Ley 25.065
TARJETAS DE CREDITO
TITULO I
CAPITULO I
CAPITULO II
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
CAPITULO III
De la Tarjeta de Crédito
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
a) Su nombre y apellido.
c) Su firma ológrafa.
e) La fecha de vencimiento.
CAPITULO IV
208
Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
m) Consecuencias de la mora.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
CAPITULO V
Nulidades
210
Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
CAPITULO VI
De las comisiones
CAPITULO VII
211
Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
CAPITULO VIII
212
Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
CAPITULO IX
Del Resumen
213
Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
CAPITULO X
214
Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
CAPITULO XI
215
Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
TITULO II
CAPITULO I
216
Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
CAPITULO II
a) Plazo de vigencia.
TITULO III
217
Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
TITULO IV
Disposiciones Comunes
218
Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
219
Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
220
Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––
221
Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
Rechazo a la
Observación o veto
Parcial de la ley
25.065 de Tarjetas de
Crédito
222
Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
14 de agosto de 1999
- Resulta afirmativa de 128 votos; votan 136 señores diputados sobre 146 presentes.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
1º de septiembre de 1999
Sr. SALA.- Señor presidente: solicito el tratamiento sobre tablas de esta iniciativa, y
espero la rectificación de los conceptos vertidos en el sentido de que el bloque del
justicialismo quería que otras iniciativas actuaran como cortinas de humo para el no
tratamiento del expediente mencionado. La honestidad con que planteamos el tema
merece una rectificación de esos conceptos, que agravian la gestión realizada en la
reunión de labor parlamentaria.
Sr. PRESIDENTE (Menem).- Tiene la palabra el señor senador por Entre Ríos.
Sr. LÓPEZ.- Señor presidente: es bueno saber que la intención del bloque justicialista,
o por lo menos la del señor senador Sala, es insistir en la sanción. Nuestro bloque
también va a insistir en el proyecto que sancionamos porque - como ya dijimos- es una
cuestión que debe ser regulada.
Hay muchos tópicos que han sido distorsionados, como por ejemplo los intereses
tope o máximos. Los máximos no son tales, sino que se mueven de acuerdo con la tasa
de interés de los préstamos personales que otorgan los bancos o al prorrateo que haga el
Banco Central de las tasas de interés que cobran los bancos. Por lo tanto, aquí se trata
no de un límite sino de un tope puesto a determinadas operaciones, con lo cual
indudablemente se va a beneficiar al comercio minorista y a los titulares de tarjetas de
crédito.
Por estas razones, el bloque de la Alianza va a acompañar la insistencia.
Sr. GENOUD.- Señor presidente: con motivo de las manifestaciones del señor senador
por el Chubut, debo decir que nos satisface que el bloque justicialista tome la
determinación de votar la insistencia en la sanción del proyecto.
224
Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
Si hubo algún término que puede haber afectado a los señores senadores
justicialistas, presentamos nuestras excusas. Pero también debo decir que hubo distintos
empresarios del mundo de las finanzas que nos han hecho llegar el comentario, nacido
del vientre del bloque justicialista, de que ese bloque se veía obligado a votar la
insistencia porque era la Alianza la que había tomado la determinación de aprobar el
tema, con lo cual en caso de no hacerlo podía llegar a pagar un alto precio electoral.
Sr. PRESIDENTE (Menem).- ¡Por favor, señor senador! Si quiere hablar, pida la
palabra.
Sr. GENOUD.- Como todos estos comentarios, intencionados o no, muchas veces han
servido para dilatar decisiones o perturbar la actividad legislativa, en buena hora que
unos y otros queden desautorizados con la decisión de la insistencia, que seguramente
aprobaremos por unanimidad.
Sr. PRESIDENTE (Menem).- Tiene la palabra el señor senador por Entre Ríos.
Sr. MAYA.- Señor presidente: la acusación formulada es injusta y forma parte de una
prédica ligera y permanente, muchas veces irresponsable, y del perfil electoral con que
se viene desarrollando la campaña.
Yo planteé el tratamiento sobre tablas de este tema en la sesión pasada.
225
Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
Sr. ULLOA.- Señor presidente: coincido en la insistencia en la ley que salió del
Congreso, pero quiero hacer la salvedad de que en el artículo 6 inciso k) hay una
imposición que, realmente, no hace al fondo de la cuestión, no beneficia al usuario, pero
complica el sistema. Me refiero a la obligatoriedad de que haya un contrato firmado por
el usuario.
En realidad, cuando uno toma un pasaje de avión también hay un contrato, pero
no hay que firmar; se trata de un contrato de adhesión. Esto es lo mismo. No tiene
sentido obligar a montar toda una infraestructura para que se realice un contrato
firmado, lo que significa costos, burocracia, etcétera. Esto encarece el sistema, no
beneficia al usuario, no tiene nada que ver con los intereses que generan abusos. Y creo
que está bien que haya sido vetado.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
Sr. ULLOA.- Señor presidente: quiero votar por la afirmativa, es decir, ratificar la
insistencia, excepto en el inciso k) del artículo 6. Ese es el sentido de mi voto.
Sr. PRESIDENTE (Menem).- Señor senador: para evitar invalidar su voto, que sea
inoficioso, usted ha dejado sentado que está en contra de esa disposición, pero en este
caso no podría votar como está proponiendo.
Tiene la palabra el señor senador por La Rioja.
Sr. YOMA.- Para ese caso -y creo que este no es el criterio de esta Cámara- tendría que
ir a la Comisión de Asuntos Constitucionales, que es la encargada de determinar esta
cuestión. Sin embargo, insisto en que creo que no es este el criterio de la Cámara; por
ende, solicito que la Cámara se constituya en comisión; que se autorice -o no- la
insistencia parcial, y que luego se proceda a votar el proyecto de ley, para evitar que
surja luego un problema reglamentario -no respecto de este tema particularmente- que
pueda afectar las sanciones en el futuro.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
Sr. PRESIDENTE (Menem).- Está claro que así como el Poder Ejecutivo puede
observar parcialmente una iniciativa, el Congreso puede insistir parcialmente, con la
única limitación que acabo de expresar, es decir que no afecte el espíritu o la economía
de la ley.
-Votan por la afirmativa los señores senadores Agúndez, Alasino, Almirón, Altuna,
Arnold, Avelín, Baum, Bauzá, Berhongaray, Cabana, Cafiero, Cantarero, de la Rosa,
Gagliardi, García Arecha, Genoud, Gioja, Humada, León, López, Losada, Maglietti,
Martínez Almudevar, Massat, Maya, Melgarejo, Meneghini, Menem, Mikkelsen Loth,
Miranda, Oudín, Pardo, Preto, Pruyas, Raijer, Reutemann, Romero, Sáez, Sager, Sala,
Salum, San Millán, Sergnese, Tell, Ulloa...
Sr. ALASINO.- No tiene que contabilizar ese voto en los dos tercios de la votación del
artículo.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
Sr. ALASINO.- Tiene que buscar los dos tercios también en ese artículo
individualmente.
-Votan por la afirmativa los señores senadores Usandizaga, Vaquir, Verna, Villarroel,
Villaverde, Yoma y Zalazar.
Sr. PRESIDENTE (Menem).- Para una aclaración tiene la palabra el señor senador por
La Rioja.
Sr. PRESIDENTE (Menem).-¿El señor senador por el Chaco quiere hacer una
aclaración?
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
Sr. PRESIDENTE (Menem).- No; el sentido que tiene el acto de hoy es insistir
respecto del veto del Poder Ejecutivo o no.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 25.065
TARJETAS DE CREDITO
Ley Nº 25.065
Confirmación.
PE-413/99
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