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3- La prosa: la herencia del romanticismo

3.1 Las novelas sentimentales románticas


Muchas de las novelas románticas del siglo XIX revelan una acentuada preferencia por los
protagonistas femeninos. Podemos citar a María de Isaacs, Manuela (1866) de Eugenio Díaz,
Cecilia Valdés (1892) de Cirilo Villaverde, Cumandá (1879) de Juan León Mera y Amalia de
José Mármol. Otra constancia en esas novelas es la repetición del mismo esquema
argumental: heroínas cuyos amores terminan en tragedia.
En María (1867) del colombiano Jorge Isaacs se advierten varias influencias: Paul et Virginie
de Bernadin de St Pierre, Atala de Chateaubriand, La Nouvelle Eloise de Rousseau. En María
aparece la vida inquieta de Isaacs, sus desazones sentimentales. El valor más grande de la
obra reside en la sensibilidad nueva con que la novela se abre al paisaje americano.
La historia de María es contada por Efraín ; el hijo de un terrateniente que, después de haber
permanecido ausente durante unos años en un pensionado, vuelve a la hacienda de su familia
y descubre entonces a sus hermanas y su prima María ya crecidas. El y María se enamoran en
las idílicas cercanías del valle del Cauca, en una naturaleza en armonía. Pero esta belleza esta
como a la espera de la catástrofe y refleja y comunica tristeza. La salud de María, siendo
frágil, muere cuando Efraín se va para estudiar en Inglaterra.
El cubano Cirilo Villaverde (1812-1894) participó en la conspiración de la Mina de Rosa
cubana de 1848 y fue condenado a morir por garrote vil, pero acabó en la cárcel con una
sentencia de cadena perpetua. En 1849 huyó de la cárcel y consiguió llegar a los Estados
Unidos, donde, exceptuando una breve estancia en Cuba en 1858, vivió en el destierro hasta el
final de sus días.
En Cecilia Valdés (escrito en 1839 pero que no se publicó hasta 1882), una muchacha mulata
se enamora de un hombre blanco con trágicas consecuencias, puesto que se trataba de una
relación tabú en la sociedad de la época y porque ignora que se trata de su hermanastro. Este
amor incestuoso se consuma y Cecilia queda encinta. Al enterarse de la boda de su amante
trama un plan para matar a la novia, pero el hombre al que encomienda el cumplimiento de
esta venganza es Pimentón, que también está enamorado de ella y que da muerte al amante en
vez de a la muchacha.
Identidades ocultas, una heroína de origen desconocido, amor y venganza, son los rasgos más
frecuentes de los argumentos románticos. Es también una denuncia de la esclavitud, una
condena eficaz de una sociedad anacrónicamente cerrada y retrograda, es un documento rico
sobre las relaciones entre razas. Cecilia Valdés anticipa el afro-cubanismo de los años 20 al
presentarnos 2 sociedades contrastadas: una negra, vital y otra blanca, moribunda.

3.2 La novela indianista


Con la influencia de Rousseau, de Chateaubriand, de Saint-Pierre dentro la narrativa
hispanoamericana surgió un interés folklórico hacia el personaje del indio (sus condiciones de
vida difíciles), con cierta nota pintoresca. El tema del buen salvaje, así como el de la política
de la colonización sirven de argumentos.
Entre las novelas indianistas cabe señalar la del ecuatoriano Juan León de Mera, Cumandá; la
del uruguayo Alejandro Magariños Cervantes, Caramurú (1848), Los mártires de Anáhuac
(1870) del mexicano Eligio Ancona y el Enriquillo del dominicano Manuel de Jesús Galván.
El ecuatoriano Juan León de Mera fue partidario del dictador Gabriel García Moreno y
enemigo de Montalvo (escritor y político ecuatoriano que luchaba contra la tiranía de García
Moreno). Como político y como escritor representa la corriente conservadora de
romanticismo, influida por Chateaubriand. En su obra principal, Cumandá o un drama entre
salvajes (1871), el argumento es similar al de René. La heroína, una hermosa muchacha india
se enamora de Carlos Orozco, hijo de un hacendado español. El odio que siente su tribu por
los hombres blancos provoca la separación y Cumandá se vio obligada a casarse contra su
voluntad con un jefe). Al morir éste, según la tradición la viuda debe ser inmolada. A pesar de
sus esfuerzos Cumandá y Carlos mueren y se descubre solo después que Cumandá era la hija
perdida de Orozco y la hermanastra de Carlos. La novela tiene interés por su crítica de la
explotación de los indios durante la colonización. Sin embargo Mera cree que el cristianismo
es la única fuerza que puede mitigar la codicia del explotador y moderar la crueldad de los
indios, que no saben diferenciar entre el bien y el mal.
Entre los narradores indianistas cabe mencionar a la escritora peruana Clotilda Matto de
Turner (1854-1909), que creció hablando 2 lenguas: quechua y español. Su buen
conocimiento de la cultura de los indios es patente a través de sus obras literarias. Aves sin
nido (1889) es una mezcla de argumento romántico y detalles realistas. En esta obra Matto de
Turner denuncia la subordinación de los naturales peruanos por parte de la vieja aristocracia y
crítica la iglesia, lo que le causó ciertas persecuciones. Sin embargo los protagonistas de dicha
novela no son los indígenas, sino los que les tienen oprimidos. Matto de Turner se revela muy
pesimista acerca del futuro de los indígenas:
“¡Ah! Plegue a Dios que algún día, ejercitando su bondad, decrete la extinción de la raza
indígena, que después
de haber ostentado la grandeza imperial, bebe el lodo del oprobio. ¡Plegue a Dios la extinción,
ya que no es posible que recupere su dignidad, ni ejercite sus derechos!”.

3.4 El costumbrismo en las Tradiciones peruanas (1872-1883) de Ricardo Palma


La novela histórica tenía una función didáctica, y era considerada como un proyecto nacional:
enseñar al pueblo cual era su tradición nacional. El resultado fue una novela ilegible, cuyo
lenguaje era pobre. La invención de un género nuevo la “tradición” que explotó un lenguaje
más coloquial, permitió a la narrativa de tipo histórico recobrar vitalidad.
El peruano Ricardo Palma (1833-1919) consiguió una visión nueva del pasado histórico
inspirándose en el arte de las narraciones orales (la tradición viva) y en el cuadro
costumbrista. El costumbrismo se había desarrollado en la España del siglo XIX y consistía en
la pintura de tipos populares. En 1872 publicó la primera serie de las Tradiciones peruanas, a
partir de anécdotas y sucesos encontrados en los archivos nacionales. Luego publicó sus
tradiciones a intervalos frecuentes. A partir de 1892 ocupo el puesto de director de la nueva
Biblioteca nacional (destruida en 1882 durante la ocupación chilena), hasta 1912.
Palma contempla el pasado no para extraer de él lecciones morales, sino para buscar un sutil
humor a costa de las flaquezas humanas. Palma participa de las tendencias del Romanticismo
por su predilección por el cuadro de costumbres y por la leyenda. La originalidad de Palma
reside en el hecho de recrear el espíritu de la sociedad peruana, a partir de la verdad histórica
y transformándola usando la fantasía, la ironía y el humor.

3.3 El realismo y naturalismo

En la literatura hispanoamericana es difícil establecer distinciones tajantes entre los


románticos y los realistas. En sus orígenes el realismo europeo intento describir la vida
contemporánea, en oposición a la narrativa de tipo histórico, exótico o imaginario. En muchas
obras realistas hispanoamericanas, las estructuras son semejantes a las de la novela romántica,
con la excepción de que el amor ideal tiene un desenlace trágico. La naturaleza se convierte
en una energía malévola. Lo que caracteriza el realismo hispanoamericano es una fuerte
tonalidad moral.
La vigencia del realismo en Hispanoamérica se puede situar aproximadamente entre 1890 y
1935. Esta tendencia estética cultivó fundamentalmente la narrativa y, con menor resonancia,
el teatro. Es difícil también distinguir el naturalismo del realismo. La influencia de Zola dio
origen a muchas imitaciones en Hispanoamérica. Los imitadores de Zola pusieron más énfasis
en el determinismo del medio ambiente y de la herencia. Las novelas naturalistas y realistas
están concentradas en Argentina y México.
En lo que toca al naturalismo, los escritores hispanoamericanos siguieron a Zola y se
dedicaron a explorar la psique en los estratos más sórdidos de la sociedad. A través de las
novelas de tipo naturalista se lleva a cabo la denuncia de las plagas que azotan a la sociedad
hispanoamericana, las condiciones miserables en que vive, la explotación inhumana del
hombre, las miserias materiales y morales. Destacan escritores como Federico Gamboa (1864-
1939), Baldomero Lillo (1867-1923), Eugenio Cambaceres (1843-1888).
El representante más importante de la narrativa realista hispanoamericana es el chileno
Alberto Blest Gana (1830-1920). El costumbrismo y el realismo están presentes en sus
novelas: La aritmética en el amor (1860), Martín Rivas (1862), El ideal de un calavera (1863),
Durante la reconquista (1897), Los trasplantados (1904) y El loco Estero (1909). Blest Gana
fue un profundo conocedor de las letras francesas, sobre todo de Balzac. Desde su primera
novela, La aritmética en el amor (1860) se propuso analizar las fuerzas ocultas que movían a
la sociedad chilena. En Martín Rivas (1862), Blest Gana critica la sociedad aristocrática
chilena, superficial, provinciana y corrupta en un lenguaje literario que la crítica ha calificado
de muy pobre.
En Hispanoamérica los escritores pronto reciben la influencia del Naturalismo, especialmente
en Argentina, donde sobresalen voces como las de Eugenio Cambaceres (1843-1888). Fue
autor de 2 novelas que combinaban la condenación del lujo y la perversidad de la ciudad con
la tragedia de la herencia. Su obra titulada Sin rumbo (1885) lleva a sus últimos extremos las
consecuencias de la pérdida de la fe y de las normas morales.

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