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Sus padres fueron Jaime Hernández Puig -aragonés- y Consuelo Zentella Ramón
-mexicana-, los abuelos paternos Santiago Hernández Ruiz y Josefina Puig Agut
-aragoneses- y José María Zentella Olán y Guadalupe Ramón Isidro -mexicanos-.
El abuelo paterno Santiago fue maestro en Valderrobres y más tarde se trasladó a
Madrid a trabajar. En 1935 ganó la plaza de inspector de Instrucción Pública en
Teruel.
¿Tú sabes cómo llegó tu familia paterna a México, cuándo llegaron, cómo, en
qué barco?
Luego mis abuelos, con mi padre y mi tía, se van en el último barco a México, que
por cierto estuvieron a punto de no subirse al barco porque se ve que ahí había un
espabilado que se le ocurrió hacerse pasar por mi abuelo y estuvo a un pelo de no
poderse ir.
Él era maestro, llevaba una buena carrera aquí en España, había estudiado
magisterio y luego hizo las oposiciones de inspector, de hecho su primer empleo
fue en Madrid y luego de ahí fue designado a Teruel.
Sí, muchas veces, recuerdo de niño las pláticas que llegó a haber de la Guerra
Civil, pero era mi papá quien hablaba de esto, nos contaba de cómo habían salido.
Mi abuelo no, era muy reservado, obviamente a quien más le partieron la vida en
ese momento fue a él, le cortan la carrera y tiene que volver a empezar, entonces
de alguna forma pues no quería hablar de esto.
A lo mejor con mi padre sí que habló, pero con los nietos no, él quería mucho a
sus nietos y hablábamos, pero no de eso, yo creo que era por querer olvidarse de
esas cosas.
Una mezcla sí, hubo mucha influencia española definitivamente, obviamente hubo
más influencia española que mexicana.
Los fines de semana comíamos en casa de los abuelos paternos, era una
costumbre, así como también comíamos en casa de mis abuelos maternos. Había
influencia española pero en realidad era una mezcla.
¿Tu papá o tu abuelo tuvieron contacto con los partidos políticos en México, o
con los grupos republicanos?
Sí mi abuelo fue fundador del Madrid y fue profesor, de hecho estando de maestro
en el Vives, -porque el Vives empezó mucho antes que el Madrid-, lo llamaron
para hacerlo director de la sección de hombres del Colegio Madrid. Desgraciada o
afortunadamente, no estuvo mucho tiempo porque le ofrecen un trabajo en la
Secretaría de Educación Pública de inspector de escuelas y aunque estaba
contento en el colegio, con este trabajo le ofrecen mejores ingresos. Y ya
trabajando en la Secretaría de Educación es cuando le ofrecen el trabajo de la
UNESCO.
Pues por la misma necesidad, de que no eran suficientes los colegios que había
para todos los refugiados, creo que fue Indalecio Prieto quien lo promovió y se
pone de acuerdo con Rebaque, es cuando Cárdenas reconoce todo los títulos y
bueno el colegio empieza con la condición de tener un porcentaje de mexicanos
dentro.
Sí totalmente, primero pues a valorar las raíces porque de alguna forma yo creo
que el colegio sí le daba mucha importancia a todo lo que era España y la
República. Y creo que el Colegio Madrid a parte de la educación que daba -que no
digo que fuera mejor o peor que otras-, era los valores que te inculcaba. Es de los
pocos colegios en el que los valores que inculcan son para toda la vida, te los
transmiten y a mí me ha dado todo, pienso que gracias al colegio y a las relaciones
que tuve, he podido colocarme en diferentes trabajos.
Lo que te transmite el colegio y todos los profesores que pasaron por el colegio
Madrid, fue de una influencia tal, que yo me aferré a no salir del colegio, sí, yo
creo que te formaba mucho.
Jaime, Consuelo y sus hijos
¿Qué estudiaste?
¿Y luego los trabajos que has tenido han estado relacionados con gente del
Madrid o exiliada?
Sí, no digo que todos mis trabajos pero la gran mayoría de mis trabajos sí, he
trabajado con exalumnos del colegio Madrid o con gente que ha tenido que ver
con el exilio, he conocido gente exiliada que nunca los conocí en el colegio
Madrid y que los conocí en el trabajo.
¿Sabes qué pasa? Lo que nos pasó a nosotros y yo creo que a la mayoría de los
nietos o hijos de refugiados es que el 80% de nuestro círculo social siempre fue en
un medio español o de hijos o nietos del Colegio Madrid, del Asturiano o lo que
quieras, entonces de alguna forma tu círculo social se desarrollaba con gente igual
que tú.
Aunque sí tuve en alguna ocasión círculos netamente mexicanos y sí que lo sufrí,
por ejemplo, hubo casos en los que era ‘el
gachupín’ y me decían “fuera el gachupín”,
pero era un rechazo de alguna manera
momentáneo, porque después cuando ya te
conocían y estabas con ellos, se borraba
totalmente eso, al contrario te valoraban
mucho y te veían de otra forma.
Sí, yo había venido en el 69, vinimos con toda la familia, mis padres pudieron
traernos a conocer España, yo tenía 15 años. Después en el 74 vine de vacaciones
antes de entrar en la universidad, estuve un mes aquí, conocí a la que es ahora mi
mujer, pero luego me regresé a México y estuve unos tres o cuatro meses antes de
decidir venirme a estudiar aquí, a Zaragoza y estuve casi cinco años, me casé y
me regresé a México. Y ya estando en México fue cuando empecé a trabajar y
cuando vi que la situación estaba muy difícil.
Primero, que la persona con la que estoy trabajando ahora, la conocí en México,
es catalán e hicimos una gran amistad. En el último viaje que hizo a México, en el
2002 le comento mi inquietud de venirme a España, tanto por el hecho de haber
crecido aquí antes, el que mi
mujer era española y tenía la
familia aquí, y por la
oportunidad de darle a conocer a
mis hijos este país. Él me dijo
que si me interesaba no había
ningún problema, que tenía
lugar para mí, claro que tenía
que ser en Manresa, él vivía aquí
y entonces por eso vine a
Cataluña.
Cuando yo vivía aquí conocí el pueblo donde nació mi padre y el pueblo donde
nació mi abuelo, fui con él a su pueblo, un pueblo chiquitito cerca de Zaragoza y
curiosamente estuve con él en la casa donde nació mi abuelo.
Vine varias veces y mi padre venía casi cada dos años a ver su familia y en uno de
estos viajes, en el 98, presentan la biografía de mi abuelo aquí en España y vine a
la presentación del libro en Zaragoza, vine con mi padre e hicimos un recorrido
por Zaragoza y por Extremadura, nos encantó.
En el 2000 decidimos con mi mujer y con los hijos ir a pasar unas Navidades a
España con su familia y aprovechamos porque queríamos que mis hijos
conocieran el pueblo donde nació su abuelo y su bisabuelo. Para mí era muy
importante, así como mi padre me lo transmitió, para mí era muy importante que
mis hijos conocieran el lugar donde había nacido su abuelo, un poco las raíces de
la parte española.
Lo que me refiero es que era importante porque todo esto que nos habían
trasmitido a nosotros de chicos, me interesaba que mis hijos lo conocieran y
afortunadamente se dio.
Afortunadamente, vine con trabajo y viene con papeles, soy español pero tengo la
doble nacionalidad, pero no sé si te acuerdas que hubo un periodo de gracia para
que los que no eran españoles recuperaran su nacionalidad. Sin embargo mi padre
nunca lo hizo, así que tuve que venir como extranjero y a través de mi mujer pedir
la nacionalidad, pero para eso me pedían estar un año aquí, o sea que hubiera
tenido que trabajar de ilegal. Afortunadamente unos meses antes había empezado
a tramitar mis papeles y me dieron mi pasaporte español una semana antes de
venir, eso me solucionó muchísimas cosas.
No los entiendo, me han tratado muy bien la verdad, no tengo ninguna queja, me
han tratado bien, nunca he tenido ningún problema con ellos, pero creo que son
demasiado cerrados, muy suyos, es difícil socializar con ellos, a lo mejor en una
ciudad más grande hubiera sido más fácil como en Barcelona que es una ciudad
mucho más cosmopolita, a lo mejor habría gente de otro tipo. Te digo te saludan y
tal, pero a veces piensas que deberían de ser un poquito más abiertos ¿no? No
abren mucho las puertas, como somos nosotros en México que estamos más
acostumbrados a eso.
Cuando salgo de Cataluña siento que estoy en la España que yo conocí, cuando
fui a Zaragoza me acuerdo que se me abrió un mundo, la cantidad de gente que
conocí, me sentí como en México, por eso me identifiqué y por eso tenía tantas
ganas de venir aquí con mis hijos, pero en Cataluña no me pasa esto, salgo ahora
de Cataluña, voy a Zaragoza por ejemplo o a Madrid y me siento en España, en
aquello que realmente conocí.
¿Desde que llegaste hasta ahora qué es lo que más valoras de tu vida en
Cataluña?
Yo fui una familia muy unida y una de las cosas que más valoro, que me
inculcaron, fue la familia. Yo creo que toda mi vida me he preocupado por tener
una familia unida con mis hermanos y mis hijos y bueno, aunque en México yo
creo que estábamos muy unidos, cuando uno está trabajando pues a lo mejor no
compartes tanto. Entonces el venir a Cataluña y el sentirme un poco aislado, yo
creo que me ha hecho mucho más fuerte, ahora estoy mucho más con mis hijos y
con mi mujer y creo que eso es muy positivo para la familia.
Otra cosa que he sentido a nivel de España es que aprecian poco a la familia, lo
que yo veo aquí es que los hijos van por un lado y los padres por otro, aquí te
dicen pero “¡a dónde vas con los hijos!” creo que han perdido un poquito esto.
¿A nivel de vida por ejemplo, te sientes más seguro aquí que en México?
¿Cómo en qué?
Yo creo que vivía mucho mejor en México que aquí, económicamente y eso que
me va muy bien aquí, vivo bien aquí, pero desde luego mi nivel era mucho mejor
en México, esto no es algo fundamental, pero en algún momento como que
también lo valoras un poco ¿no?
Pues mira yo estoy muy inconforme con lo que están haciendo, creo que es más
bien político, es por partidos, la guerra de partidos en España está tan fuerte que a
veces me acuerdo de lo que contaban de la Guerra Civil, que gran parte de la
guerra fue porque había tal cantidad de partidos que no se ponían de acuerdo,
claro ahora afortunadamente vivimos en el siglo XXI, porque si no podría suceder
lo mismo, porque no se ponen de acuerdo.
¿Tú crees que esa política que ahora dicen algunos de borrar cicatrices y
empezar como hermanos todos con todos, sin saber realmente qué ha sido la
guerra, qué ha sido toda esa parte de la historia borrada? ¿No crees que
nosotros sabemos más de la Guerra Civil que la gente española?
Ahora, lo que se está haciendo para mí, es posición política más que otra cosa. Y
lo que es triste, es que a lo mejor mis hijos no saben mucho de la Guerra Civil,
pero tú les preguntas y saben cosas, tienen noción de lo que fue la historia y saben
que hubo una guerra en este país, saben que su abuelo y su bisabuelo tuvieron que
emigrar por culpa de la guerra, pero compañeros de ellos no tienen ni idea de lo
que pasó en este país, eso es lo que es triste.
Es triste que este país se haya olvidado y que ahora quieran meter este tipo de
homenajes que no sirven para nada. Que lo hagan, pero lo que realmente tienen
que hacer es trabajar con los niños de la escuela y decirles a los niños lo que pasó
y enseñarles la historia realmente de su país, no de la historia como se enseña
ahora, que es triste que se enseñe la historia de su región nada más, de la de
España no tienen prácticamente ni idea, pasan por encima.
Y claro, para que tus hijos conozcan la historia de sus abuelos y de sus bisabuelos,
primero tienen que conocer la historia de su país. Te hablo porque he vivido aquí
en Cataluña y es lo que yo he visto. Parece que la historia de la Guerra Civil sólo
existiera en Cataluña, pero fue en toda España ¿no? En mayor o en menor
intensidad fue una Guerra Civil, de todo el país y esto tiene que quedar como
parte de la historia, lo que pasa es que no conocen la historia.