Contra el Estado de derecho
Francesc de Carreras
Barcelona, 4 de julio de 2008
El TSJC ordena aplicar la tercera hora de
castellano en Primaria a partir de
septiembre
El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña
(TSJC) ha solicitado al Departamento de Educación
de la Generalitat que a partir de septiembre las
escuelas apliquen la tercera hora de castellano en
la Educación Primaria, estimando así en parte el
recurso presentado por Convivencia Cívica
Catalana. El auto de la Sección Quinta de la Sala
Contencioso-administrativa requiere que
Educación "adopte las medidas necesarias para
garantizar en lo sucesivo, y a partir del inicio del
curso escolar 2008-2009", "el estricto
cumplimiento" por los centros docentes "de la
impartición del número de horas total destinadas
al área de lengua castellana, hasta alcanzar un
número global de 665 horas, identificando las
materias que se ofrezcan en lengua castellana".
La asociación Convivencia Cívica Catalana
solicitó la suspensión cautelar el decreto de
Educación de la Generalitat que paralizaba la
aplicación de la tercera hora de castellano
contemplada en las leyes estatales.
El auto menciona que un 95% de los 1.427
centros docentes catalanes no alcanzan el mínimo
de horas de enseñanza del castellano o en lengua
castellana que fija el Anexo III del Real Decreto
1513/2006. Según explica, este mínimo de horas
para la educación de lengua y literatura castellana,
se fija, dentro del ciclo inicial de la etapa de
educación primaria, con carácter general entodo el
territorio del Estado, en 315 horas al año. Para el
segundo y el tercer ciclo se prevén 280 horas.
Ahora bien, Cataluña, al igual que las restantes
autonomías que cuenten con una lengua cooficial,
pueden disponer del 10% del horario escolar total
para la enseñanza de su lengua propia, en este
caso, el catalán.
El Tribunal considera que, durante el curso
escolar 2007-2008, no se ha garantizado el
cumplimiento de estos horarios mínimos en el
primer ciclo de la educación primaria.
El País, 4 de julio de 2008.
Sin casi darnos cuenta, la política española se
está deslizando sigilosamente por una peligrosa
pendiente antidemocrática. Ciertos cargos
institucionales de la mayor relevancia y algunos
líderes de importantes partidos desafían
últimamente las normas básicas del Estado de
derecho como si fuera algo natural, como si al
hacerlo estuvieran cargados de razón. La actual
crisis económica tiene en España componentes
internos e internacionales que a todos nos
preocupan. Pero que ciertos partidos hagan
propuestas al margen de las reglas del juego
democráticamente establecidas es una insólita
peculiaridad interna española que también debería
preocuparnos. En otras épocas, a quienes
adoptaban actitudes semejantes se les solía
calificar, acertadamente o no, de fascistas.Hoy
sucede lo contrario: quienes amenazan con
saltarse impunemente la Constitución son los que
tachan de fascistas a quienes exigen respetarla. El
mundo al revés. Todo ello viene a cuento con
motivo del nuevo plan Ibarretxe y del acto que
Òmnium Cultural celebró la semana pasada en
Barcelona, el primero un claro desafío a la
legalidad y el segundo un nuevo intento de
deslegitimar al Tribunal Constitucional. No es
preciso ser un gran experto en derecho para llegar
a la conclusión de que el lehendakari no tiene
competencia alguna para plantear el referéndum
que se propone. Ningún artículo del Estatuto vasco
se lo permite y un órgano político no tiene
potestades si una ley no las prevé. Sin embargo, la
legalidad de la posición de Ibarretxe ha sido
avalada por un dictamen de la Comisión Jurídica
Asesora vasca que se aprobó por el voto de calidad
de su presidente ya que la mitad de sus miembros,
a pesar de estar todos designados directamente
por el propio lehendakari, consideraron que la
propuesta era ilegal.
Nadie ha hablado, sin embargo, de la
politización de este órgano vasco ni ha intentado
deslegitimarlo por su manifiesta parcialidad en
este caso. Ahora, tras la esperpéntica aprobación
en el Parlamento vasco de este plan Ibarretxe II,
debido al humillante voto mendigado por Ibarretxe
al partido que no condena a ETA, el asunto se va a
dilucidar ante el Tribunal Constitucional que, por
supuesto, desde los sectores nacionalistas, será
considerado un tribunal “español” al que no debe
reconocerse autoridad alguna. Como es obvio, de
eso se trataba: utilizar las instituciones
autonómicas para deslegitimar al Estado, manos de los dos grandes partidos nacionales, el
despreciando a la ley y a la democracia. El fin PSOE y el PP. Sólo un acuerdo entre ellos puede
justifica los medios. mantener el cuestionado orden democrático, con
El acto organizado por Òmnium Cultural el apoyo, estoy seguro, de la mayoría de
-asociación subvencionada este año por la españoles, también de la mayoría de vascos y de
Generalitat con casi dos millones de euros- tuvo la la mayoría de catalanes.
solemnidad propia de las reuniones que congregan La Vanguardia, 4 de julio de 2008.
a los guardianes de las esencias patrias. Se
celebró en el Teatre Nacional de Catalunya y a él
asistieron Josep Lluís Carod-Rovira como ¿Dónde y contra quién actuará la nueva
vicepresidente del Govern; Artur Mas, líder de la
Crida a la Solidaritat?
oposición; Joan Puigcercós, presidente de ERC;
Jordi Cañas
Jaume Bosch, dirigente de IC. Debe destacarse que
no enviaron representación los demás partidos y
El que fuera uno de sus máximos dirigentes de
es especialmente significativo que no asistieran ni
la extinta Crida a la Solidaritat en Defensa de la
representantes del PSC ni de Unió Democràtica.
Llengua, la Cultura i la Nació Catalanes, Àngel
El objetivo del acto era contraponer la supuesta
Colom, ha anunciado la creación de una nueva
superioridad democrática del referéndum del
Crida a la Solidaritat como respuesta a lo que
Estatut frente a la legitimidad de la Constitución,
denomina el "nuevo españolismo" desatado por la
para así coaccionar a los miembros del Tribunal
victoria de la selección española en la Eurocopa de
Constitucional con el fin de que no declaren
fútbol y la aparición del Manifiesto en defensa de
inconstitucionales ninguno de los artículos del
la lengua común.
nuevo texto estatutario. A pesar de las normas
Desgraciadamente, este análisis banal, fruto de
vigentes, se pretende por lo visto que Catalunya
una profunda debilidad intelectual y mediocridad
sea un territorio exento de la aplicación de dichas
argumental, es preocupante. El comportamiento
normas. Otro claro desafío al derecho y a la
de la Crida en los años 80 cual aprendices
democracia, esta vez presidido por el número dos
adelantados de los métodos utilizados por las SS
del Govern y por los máximos líderes de los
alemanas de las que copiaron sus métodos de
partidos nacionalistas a excepción de Duran Lleida.
acoso y presión, ya se demostró en el pasado
Todo ello tendrá continuación en el próximo
como una amenaza a la libertad de los ciudadanos
congreso de Convergència, en cuya ponencia
de Cataluña. Ya entonces sus activistas vivieron al
política se consagra el “derecho a decidir” de los
amparo y cobertura del poder político nacionalista,
catalanes -es decir, el derecho de
que les jaleaba, financiaba y apoyaba
autodeterminación- por encima de las reglas
inequívocamente. La situación actual de puede
constitucionales y, por tanto, la opinión de los
multiplicar su efecto mafioso sobre la sociedad
ciudadanos catalanes expresada en referéndum
catalana hasta extremos peligrosos.
debe prevalecer por encima de la Constitución: “Si
Hoy, en una Cataluña donde el castellano está
el Estatut no sale íntegro del Tribunal
expulsado del espacio público dependiente de la
Constitucional, el derecho a decidir de los
Administración y sometido al acoso permanente
catalanes quedará alterado”, dice el proyecto de
bajo la amenaza de sanciones en el ámbito de lo
ponencia política.
privado, la inquietante pregunta es ¿dónde y
Por tanto, al parecer los llamados nacionalismos
contra quién actuará la nova Crida? Desde C's
moderados se han echado al monte. Cierto que en
tememos que principalmente contra los
el PNV existe un sector disconforme con Ibarretxe,
ciudadanos catalanes. Contra aquellos que,
cierto que en la misma Convergència puede pasar
ejerciendo sus derechos, exigen el cumplimiento
lo mismo y, en todo caso, su aliada Unió no parece
de las leyes en Cataluña y quieren vivir en libertad.
estar de acuerdo con su actual dirección. Pero
Estos disidentes del nacionalismo dirigente, que no
también está repetidamente comprobado que los
se doblegan frente a sus amenazas, se convertirán
nacionalistas moderados siempre son arrastrados
en el objetivo prioritario de esta futura nueva
por los más radicales. Además, en este caso,
banda de matones nacidos al calor del
arrastran a otros partidos con escasos principios
nacionalismo totalitario.
por el confort que suministra el poder: es el caso
Por eso, Ciutadans-Partido de la Ciudadanía,
del PSC, de IC y de EB.
anuncia que frente a esta amenaza no se va a
Nuestro Estado democrático de derecho, el que
quedar de brazos cruzados. Consideramos que la
instauró la Constitución en 1978, está pues en
amenaza se vuelve criminal en el silencio, y esta
vez no nos van a callar. C's anuncia que en
septiembre empezará una campaña de
normalización real del espacio público, cumpliendo
la ley allí donde las administraciones públicas la
incumplen, acercando la Cataluña oficial a la
Cataluña real.
Manifestamos también que desde C's vamos a
vigilar de cerca las actividades de la nueva
amenaza que contra la libertad de los catalanes
encarna esta nueva Crida a la Solidaritat ,
denunciando a los impulsores y cómplices de sus
actividades por todas las vías que nuestro
ordenamiento jurídico permita, demostrando que
en Cataluña en los últimos 25 años han cambiado
muchas cosas, y entre ellas, singularmente, el
nacimiento de Ciutadans-Partido de la Ciudadanía
como baluarte de las libertades frente al
nacionalismo.
C's, 4 de julio de 2008.
Omnium Cultural y UGT
Jordi Cañas
La asistencia del secretario general de la UGT de
Cataluña, Josep María Álvarez, al acto organizado
por Òmnium Cultural en el Teatro Nacional, y
convocado para presionar y amenazar al Tribunal
Constitucional ante su próximo dictamen sobre la
constitucionalidad de alguno de los artículos del
nuevo Estatuto de Cataluña, marca un antes y un
después en el posicionamiento de este histórico
sindicato respecto a los ciudadanos catalanes. Esta
organización fundada por el socialista Pablo Iglesias
en Barcelona en el año 1888 buscando la
transformación de la sociedad sobre las bases de la
justicia social, la igualdad y la solidaridad, ha
renunciado definitivamente en Cataluña a defender
sus principios fundacionales. El flirteo del
sindicalismo catalán con el nacionalismo ha sido
desgraciadamente una constante en Cataluña desde
finales del franquismo. Esta situación ha servido a
los nacionalistas para manipular y adoctrinar
ideológicamente y simbólicamente a los
trabajadores catalanes, con la complicidad
aquiescente de sus dirigentes. Esta complicidad ha
sido generosamente subvencionada por el poder
político, generando unos sindicatos clientelares y
dependientes, que lejos de defender los intereses de
los trabajadores, se han convertido en una pieza
más del engranaje nacionalista catalán. Ver entre los
asistentes a un acto político que supuraba lo más
reaccionario y rancio del nacionalismo catalán al
secretario general de la UGT produce vergüenza y
repulsa. Es lamentable que el secretario general de
un sindicato socialista haga suyo el argumento
principal que animaba este acto: deslegitimar al
Tribunal Constitucional, máximo árbitro e intérprete
de nuestra Constitución.
Que hace tiempo que José Maria Álvarez decidió
transformarse en Josep María Àlvarez es una
evidencia. Pero el respeto que merece esa decisión
choca con la crítica que merece que arrastre en su
deriva pesebril personal a un sindicato que va a
celebrar el próximo Agosto su 120 aniversario.
Si Pablo Iglesias, socialista y español, viera a
Josep María Álvarez, secretario general de UGT
Cataluña, aplaudiendo junto a aquellos que creen
que la solidaridad entre los españoles tiene límites,
que defienden que quien más paga tiene más
derechos, que buscan romper los lazos fraternales
que unen a todos los españoles, que deslegitiman la
democracia española, y que acaban dicho acto con
gritos de independencia, se revolvería avergonzado
en su tumba.
C's, 27 de junio de 2008.
Barreras
Ángel de la Fuente
Interrumpo temporalmente mis elucubraciones
sobre el sistema de financiación regional para
lamentar la última ocurrencia de nuestros sabios
gobernantes en materia de política lingüística.
Ahora se les ha metido entre ceja y ceja exigir el
nivel C a los profesores de universidad. Y parece
que nuestros no menos sabios y muy autónomos
rectores se han puesto firmes sin rechistar, con
una única y honrosa excepción.
No estamos hablando de una prueba de
comprensión oral y escrita, lo que podría entrar
dentro de lo razonable, sino de un nivel avanzado
de dominio del idioma, pronoms febles incluidos. Si
a un catalanoparlante nativo que tenga el COU un
poco lejos le puede llevar varios meses prepararlo,
para alguien que no lo es, superar el nivel C exige
una inversión muy considerable. Si ese alguien es,
además, un doctor reciente con buenas ofertas
alternativas y bajo una considerable presión para
empezar a publicar en revistas científicas de
calidad, la exigencia se convierte en una barrera
casi infranqueable.
Parece ser que la cosa permite excepciones.
Pero una de dos: o éstas son lo suficientemente
generosas para hacer que la norma general
carezca de sentido, con lo que estaríamos ante un
mero ejercicio de márketing o, en mayor o menor
medida, seguiremos perdiendo gente que nos
interesaría incorporar a las universidades
catalanas. Los resultados son fáciles de predecir.
Dejará de venir gente de fuera y, poco a poco,
nuestras facultades se irán haciendo más
mediocres, uniformes y aburridas, aunque
seguramente más políticamente correctas, que es
lo verdaderamente importante. Seguiremos sin
inventar casi nada, pero al menos tendremos el
consuelo de poder teorizar, todos a coro y en buen
catalán, sobre las causas (por supuesto externas)
de nuestra decadencia.
En un mundo en el que el conocimiento se está
convirtiendo cada vez más en la fuente primordial
del bienestar económico, intentar competir en el
mercado por talento con una mano atada a la
espalda parece una estrategia casi suicida. Al final,
va a resultar que un exceso de amor por el país es
la forma más segura de cargárselo. Hay amores
que matan. Y si no al tiempo
El Periódico, 26 de junio de 2008.
De batallas y recreos
Antonio López
La semántica bélica del titular de hoy, 20 de
junio, en la primera plana del diario Avui, “El català
perd la batalla als patis dels instituts”, no deja
dudas de quién plantea como guerra lo que
debería ser una convivencia natural (antónimo de
artificial) de lenguas en contacto, una coexistencia
armónica como tantas descritas por la
sociolingüística. “Perder” y “batalla”. Y la causa
belli es que los castellanohablantes no quieran
renunciar a su lengua. El alarde tipográfico y las
cuatro columnas son las que un buen periódico
reservaría sólo para una catástrofe natural… o
verdaderamente bélica. Para los nacionalistas, que
la realidad se resista a acomodarse a sus sueños
es una catástrofe.
Se acusa a Ciudadanos-Partido de la Ciudadanía
de haber nacido para crear un conflicto donde no
lo había o de no tener otro interés que la lengua.
Es algo que los adictos al nacionalismo acaban
sacando a colación ante cualquier comparecencia
de una voz de Ciudadanos en un medio de
comunicación. Cuando Ciudadanos iniciaba su
andadura, un conocido me dijo haber visto y oído
una entrevista televisiva a Albert Rivera: “El
espectador que no supiera que el entrevistado era
el Presidente de Ciudadanos, deduciría, del trato
que recibía por parte del entrevistador (¿Cuní,
Terribas, Miravitlles?), que Albert Rivera había
atracado diez bancos o matado a su madre”.
El intento de “normalizar” (término que en la
jerga de mandarinato del nacionalismo significa
aumentar la cifra de hablantes, bien mediante la
imposición imperativa y punitiva, bien mediante el
uso del talonario y las paladas de efectivo que
hace del catalán la lengua más costosa del mundo)
cumple ahora 28 años y, si bien en los ámbitos
públicos jamás la lengua catalana gozó de tan
extendido uso oficial (¿alguien ha visto en catalán
un billete de tranvía anterior al franquismo? Mis
padres, escolarizados en Barcelona durante la
República, no recibieron ni una clase en catalán),
el efecto en la esfera privada, según refiere el
parte de guerra del diario Avui, resulta ser
insatisfactorio para el Estado Mayor nacionalista:
incluso los hijos de los presuntamente
“normalizados” usan la lengua que está en la otra
trinchera: el castellano.
Regalo al diario Avui esta información: algunos
adolescentes hablan ya de las fuertemente
ideologizadas clases de catalán e historia del
Principado con los términos jocosos o con el
talante indignado que nuestra generación usaba
para el profesor de Formación del Espíritu Nacional
(asignatura que se impartió hasta 1977).
También la prensa de hoy informa de que se
exigirá el nivel C de catalán a los profesores
universitarios de nueva contratación. Cuando en
los primeros años 90 tal imposición afectó a los
profesores de primaria y secundaria, los profesores
universitarios miraron hacia otro lado,
escenificando el poema de Bertold Brecht: miro
hacia otro lado, no pasa nada, a por mí no
vendrán,... Algunos dirán que nació el Foro Babel,
sí, pero las tensiones ideológicas –esto es, creer
que el PSC o el PP debían ser los ámbitos desde
donde afrontar en exclusiva la asfixia nacionalista
y el incremento de la pérdida de libertades-
acabaron con él y la apisonadora nacionalista
siguió su marcha triunfal. La realidad se les resiste
y ello acrecienta su beligerancia. “Perder” y
“batalla”: estos son los términos con los que el
régimen cuatripartito y transversal habla de
lenguas en contacto. ¿Quién busca el exterminio
de una lengua? ¿Ciudadanos o el diario Avui?
C's, 20 de junio de 2008.