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Soneto

Ajedrez

Rey preso, a cada paso encuentra un hito


Su suerte está regida por la mano
De un rey mayor y este de un soberano
Aún mayor y así hasta el infinito

Dios comprende al mirar desde un costado


El juego que otro dios está jugando:
No es quien mueve la pieza, sino cuándo
Acaba el juego y cuándo ha comenzado

Avances, jaques, muertes, todo cabe


Juego de suerte en el que juegan dos
Los hombres son las piezas de otros reyes

A quienes los peones con sus leyes


Agobian y aniquilan; no se sabe
Quién es rey, quién peón y quién es dios.

1
Soneto

Destino inexorable

Las piezas rotan súbitas, surtidas


Inquietan los oráculos ansiosos,
Habitan los cuadrados espaciosos
No saben de derrotas y partidas

Y sólo se aniquilan las perdidas


Maderas de colores envidiosos
Astillan a los entes insidiosos
Se miran: tantas vueltas, tantas idas

Caminan y no cruzan avenidas


Los peones luchadores, sentenciosos
Y dos reyes impávidos esperan:

Reportan vidas crueles, aburridas,


Ocultan y se visten asombrosos,
Alfiles y caballos los alteran.

2
Cadáver exquisito

La noche se ha dormido sobre mi alma


Agita el viento oscuro los recuerdos
Respiro, siento el aire olor a tierra
La luna se me duerme enamorada
Cadáver de solemnes abandonos

Soneto exquisito

La noche sobre mi alma se ha dormido


La luna se me duerme enamorada
El sol ya está en su última morada
de tus besos eternos me despido

el ave ya está por hacer su nido


se acuesta triste sobre mi almohada
respiro el olor a tierra mojada
y nadie viene a cumplir mi pedido

cadáver de solemnes abandonos


agita el viento oscuro los recuerdos
mi mente sólo piensa en el reposo

el dios Morfeo sueña separándonos


no hay noche etérea para cuerdos
sólo me dejo caer lenta en el pozo.

3
Soneto

Domingo a la tarde

El domingo a la tarde no hago nada


La siesta dominguera el mejor rito
La vida de los osos es que imito
Mejor no pienso en darme una escapada

La cocina me deja liberada


Y no es que no crea en el simple mito
Por lo menos no veo que me marchito
Y en las sábanas me veo encadenada

No tengo ánimo para una salida


Ni motivos de andar por la Lavalle
Porque no es una obediencia debida

El viento sopla tenue en este valle


El domingo a la tarde de mi vida
No hay sonidos ni perros en la calle.

4
Soneto 1º parcial

A Salta vuelvo…

Ya no encuentro tus valles como antaño,


¿será que el tiempo cambió mi mirada?
casa hermosa que fuera mi morada,
allí dejo uno que otro desengaño.

A pesar que el tiempo pasa por año,


encuentro a Salta como destacada,
no te olvido en las tardes, tierra amada,
puedo verte desde el pueblo aledaño.

Cuando vuelvo es imposible el olvido,


incontables, los nudos que desatas,
y cuánto orgullo de tu crecimiento.

Regresa mi amor al valle perdido,


a cantarle de nuevo serenatas,
allá donde se aviva el sentimiento.

5
Soneto

Educando al enemigo (corrección a Ángela Vargas)

Original: Corregido:

Torrentes cimbreantes el olvido Torrentes cimbreantes lleva al olvido


Montañas y valles dulce inocencia Montañas y valles, dulce inocencia
Cristalinas gotas con impaciencia Cristalinas gotas con impaciencia
Lejanos recuerdos tiempo perdido Lejanos recuerdos, tiempo perdido

Amargo sabor borrame vencido Amargo sabor me deja vencido


Sosiega mi dolor con indiferencia Sosiega mi dolor, indiferencia
Apaga la llama con imprudencia Apaga la llama con imprudencia
Regresa mi amor valles aturdidos Regresa mi amor al valle aturdido

Los ecos amables del viento cantan


No fue la aurora testigo corriente
Ni en la noche ni en el día incipiente

Malos augurios se vienen y espantan


Tu amor envenena como serpiente
Momento propicio de ser consciente.

6
Coplas

Cada que te veo venir


Ya no sé pa´dónde mirar Si tu boca se equivoca
Los ojitos se me cierran No mirés para otro lado
Y vos ni cuenta te das. Aquí están mis suaves labios
Que te esperan sin cansancio.
En mi cuarto de recuerdos
Ya no tengo más lugar Los changuitos de hoy en día
Vos te ocupaste todo No respetan a la dama
Y no te puedo olvidar. Mejor perderlos de vista
O darles una patada.
Decíme dónde te fuiste
Me dejaste en medio´el baile En el valle de mi tierra
No te habrás ido con esa Dicen que hay un picarito
Mirá que te quito el aire. No sé por qué me lo dicen
¡no me movés ni un pelito!
Besar tus labios quisiera
Como esa noche en el campo Dejá que te quiera amor
Las estrellas nos miraban Si olvidarte ya no puedo
Mientras pisabas un sapo. Aunque te escapes de mí
Lo mismo beso tu suelo

7
Romance al gaucho Güemes

En las tierras de Salta


la guerra gaucha asomaba
las horas de incertidumbre
a nuestra patria acosaban
en armas se levantaba
contra el invasor de España
la sangre corre a su paso
mientras el deber la llama.

Aquel triste mes de Junio


en borrosa madrugada
¡le diste al héroe más gaucho
bala malintencionada!
ya los infieles vengados
ya está el alma entregada
nunca se vio en toda Salta
noche tan negra y tan larga.

Ya se va de nuestra tierra
Güemes por una emboscada
el héroe va desangrándose
lo llevan a la Quebrada
con hombres de gran valor
ahí fue su última morada.

8
Romance 2º parcial De su lengua fue privado

A la muerte de Tupac

América lo esperaba
Tupac era demandado
Esperanza y dignidad Tupac, el hijo del sol
Anunciaba a los esclavos En la horca decapitado
Caballo blanco va montando Waycapata vio el suplicio
Tupac entra a Tungasuca Sus deseos arrancados
Varios pretenden matarlo: Su descendencia extinguida
Al fin traición y captura Su cuerpo descuartizado
Los rebeldes derrotados Hoy lo lloran en los cerros
“Que lo lleven a la plaza En los valles y en los vados
Que allí será torturado Una pierna a Carabaya
Ve cómo a su esposa Para Tungasuca un brazo
A sus tíos y cuñados El caudillo sobre el Cuzco
A su padre y a su hijo Todo el hecho consumado
Son allí asesinados” Sangre y fuego de batalla
De cadenas fue cargado Su torso todo quemado
Padre del trueno, ¡Tupac! Cenizas al Watanay
Brazos y piernas atados Resguardan su corazón
Su cuerpo no se partió ¡José Gabriel Condorcanqui
Los caballos han tirado Gracias hoy por tu valor!
Por la mano del verdugo

9
Monólogo con títeres

La moda no incomoda

(una vendedora coreana de una tienda coreana, pero traducido al español)

-¿Cuándo uno está “a la moda”?, ¿cuando ponemos el ojo en lo que se usa ahora o en lo que se usaba antes? Me pasó una vez
haber salido con un abrigo de gamuza y gente que me decía que estaba “ a la moda”, de lo cual dudé un rato ya que dicho abrigo era
de mi madre cuando tenía la edad que yo tenía cuando me lo puse. Otra gente me dijo que probablemente estaba “a la moda” pero
de otra época. Eso me pareció más razonable. Lo que pasaba en esos momentos de la moda es que cuando uno se ponía algo retro
estaba “a la moda”, pero en los dos tiempos: en el pasado y también en el presente, una maravilla. La moda me lleva a pensar que
realmente no hay cosas que pasen de moda bajo esta perspectiva, si la moda es cíclica, cabe la posibilidad de que, o uno nunca esté
de moda, o siempre lo esté, que es lo que me ocurrió con el abrigo de mi mamá. No olvidemos que la moda es fagocitadora de ideas
antiguas, de eso se nutre para volverse vigente. Y pensar que hay quienes miden el tiempo a través del cambio de modas: “No te veo
desde que usabas los oxford”, “Y…la última vez que charlamos tenías una cresta, creo” y ejemplos como estos hay miles. Será que la
gente se ha vuelto un poco más superflua o que realmente para recordar tenemos que recurrir a la moda del momento. A partir de
este razonamiento, me atrevo a decir que cada uno lleva en su psiquis la idea de lo cíclico y circular, sino por qué tantas veces
cerramos nuestras aseveraciones con una pregunta que remite directamente al comienzo de la discusión. La historia es cíclica, la
naturaleza toda genera ciclos: el de la vida, el del agua, las cadenas alimenticias, etc…. Luego de darle vueltas al asunto, diría algo así
como “lo que fue, será (¿?)”. Parece sencillo y hasta categórico, pero a la larga nos damos cuenta de que es así, lo que pasó volverá a
pasar infinitas veces. Como si en la vorágine del tiempo no existiera la posibilidad de un stop, los hechos se suceden
irremediablemente, algunos parecen haber cambiado porque vivimos en cámara lenta, pero si fuera posible pasar nuestras vidas por
un editor de videos a una velocidad considerable de rebobinado nos daríamos con una gran sorpresa. Ahí sí diríamos: cómo hacerle
entender al ser humano que no hay que tropezar nunca con la misma piedra y que de los errores cometidos se aprende.
No podía ser de otra manera, es más fácil poner a un hámster a divertirse en una rueda que dejarlo suelto por ahí porque
podría escaparse. Así es como estamos, en la gran rueda invisible, dando vueltas, descansando, dando vueltas, descansando…
viviendo, en todo caso.

10
Cuento

La luna vista por un ciego

Negado el lado oscuro de la Luna, lo tienen todos. Pero


negada la Luna, sólo yo. Aprecio las frases que la nombran
satélite, responsable de nuestros actos irascibles, de los
nacimientos y de las mareas.
¡Qué objeto tan preciado es para otros lo que yo no puedo
ver!, ¡Cuánta belleza innombrada es la que no puedo sentir!

Aún así, cuando los grillos acompañan mi lenta caminata


nocturna y hacia la nada, presiento sobre mis espaldas más
que una sombra, una luz gélida que, como alas invisibles, me
eleva al punto más alto del universo.

11
Cuento

Sosías

Ese día, salió como cualquier otro día de trabajo. Pero no se


dio cuenta de que su atuendo podría delatarlo. Se volvió sobre
sus pasos y decidió elegir algo que lo hiciese parecer todo lo
contrario a lo que era.
El otro, ese día también, salió como siempre: camuflaje de
personalidad profunda, no se le veía ni una pizca de lo que era
realmente.
Se encontraron, se miraron, se olfatearon, se tocaron y se
reconocieron al instante, se supieron de bandos diferentes:
uno llevaba el atuendo del otro y viceversa. Aún así, no hubo
bajas ni enfrentamientos.

12
Metacuento

Abrazando en círculos las letras, la pluma cae rendida sobre


la historia sin fin de los trazos. Las letras se mezclan absurdas
en la inmensidad del mar de papel. Juegan a ser compañeras,
a fundirse en sonidos preciosos. Luego, se alejan, se enfrentan
en diferentes espacios y terminan lo que han comenzado.

13
Cuento breve

Express yourself

Madonna insistía con esto y las demás chicas se quedaron


sin tintura. Un camión de cruces esmaltadas iba directo al
matadero. Así es como suceden las revoluciones.

14
La liebre y la tortuga

Una tortuguita que perdida estaba


consiguió amigos donde no pensaba,
pero una liebre envidiosa miraba
que la tortuga su lugar robaba

así la liebre burlarse quería


de la tortuguita y de su alegría
“una carrera te hago”, le dijo un día
y la pobre, negarse no podía

la carrera empieza, “no puedo ganar”


y ella no podía parar de llorar
la liebre cree que primera va a llegar
y una siestecita se pone a tomar

la tortuga lenta a la meta llegó


todo el bosque alegre la felicitó
es porque pasó lo que nunca pensó
que una tortuga a la liebre le ganó.

Fábula rimada

15
Fábula

El perro y la garrapata

Dicen que la vida del perro es triste


pero más lo es la de la garrapata,
ni bien nace aprende a meter bien la pata
pero un perro triste y una garrapata con patas
pueden contarnos de una amistad sin distancias.

Una garrapata vivir mucho quería


y a sus hermanitas morir veía
los dueños de los perros garrapatas no querían
y con grandes pinzas las extinguían
con tanto miedo ella no salía
pero sin una casita no viviría

Encontró un perrito que solo vivía


y dueños no tenía
le preguntó a la garrapata si casa quería
y ella muy tímida no se decidía

Al perrito no le molestaban ni sus ruidos ni patitas


de noche se contaban todo lo que vivían
amigos se hicieron porque nadie los veía,

muchos años de amistad


muchos cuentos por contar
de esta extraña parejita que nadie entendía.

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