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DONDE ES MAS UTIL LA MUSICA

La música pone a las personas en un estado menos consciente (mente


subconsciente), por ende las relaja porque la mente conciente consume mucha
mayor energía que la mente inconciente (subconsciente). De hecho, la música es un
medio que causa un cierto hipnotismo, digamos parcial, generado por el constante
ritmo y el fluir de una melodía. ¿Por qué gusta tanto? Por lo general – pues existe
el opuesto - gusta porque relaja la mente conciente, o sea, la desconecta y el humano
que la escucha cae en un estado de menor consumo de energía mental.

Digo esto porque se sabe que el hipnotismo esta basado en la repetición y la


relajación. O sea, la mejor forma de llegar al subconsciente de alguien es a través de
la repetición o a través de un estado de relajación. De aquí que los budistas utilicen
para la meditación los “mantras” - que son una repetición de una frase - y el sonido
profundo del “OM”. En comparación, la música se basa en el tiempo, ritmo y
melodía y dinámica (intensidad de volumen), donde el ritmo usualmente representa
un patrón o repetición. Además, por lo general, una melodía sigue una secuencia
específica dentro de un rango particular de frecuencias o escala. Es decir se
mantiene fija dentro de un margen particular, permitiendo la reproducción y
combinación de un selecto grupo de armónicos (ondas secundarias que se producen a partir de una
fundamental, cuyas frecuencias están relacionadas numéricamente a la frecuencia fundamental), factor que contribuye
al carácter constante de la música.

Contemplando esto, vemos que en casos donde una persona este deficiente en
concentración, una música tal vez puede ayudarle, pero en casos normales es mejor
estudiar en silencio y por ello no ponen nunca música en las bibliotecas. En todo
caso, un sonido repetitivo (constante) cualquiera –sutil y agradable, no ofensivo o
estridente- puede ayudar para la concentración, elevar el enfoque, en suma,
intensificar la atención.

Por otra parte, algunos consideran útil la música como “barrera de sonido”. Es
decir, utilizando audífonos logran aislarse de la distracción pública y encuentran
una manera de centrarse otras actividades como leer, estudiar, trabajar, etc. Aún
así, con estos fines es recomendable música con el menor contenido verbal posible –
pues es fuente de distracción –, música clásica, que se caracteriza por contener
melodías guiadas por un alto sentido de correlación y secuencia lógica o
simplemente utilizar música diseñada con ondas repetitivas y relajantes que
promueven la concentración.

Principalmente, la música es útil para liberar “stress” o tensión. Para escucharla


mientras se hace alguna actividad que de otra manera fuese incomoda y no se
necesita demasiada concentración, tal como en la limpieza o cuando se recoge un
lugar. La música es excelente para algunos tipos de meditación donde la mente
divaga libremente, pero no tanto así para la concentración. Para la concentración lo
mejor es el silencio ‘absoluto’, para no tentar a ocupar atención alguna en algo no
relacionado. Esto es con la excepción del sonido requerido de una actividad, trabajo
o labor que se realiza, pues del sonido se recibe información adicional sobre la
actividad que se realiza. En esencia, un lapso continuo de silencio puede ser
considerado algo repetitivo, es decir, es silencio repetitivo segundo tras segundo, es
una de esas repeticiones perfectas.

La música es definitivamente para el disfrute pleno en virtud de la innecesidad de


hacer nada más importante, aunque no significa que sea menos importante que las
demás cosas de la vida, pues hay momentos donde ese desprendimiento divertido y
meditacional que se recibe en la música es ultra beneficioso.

Para dormir tal vez es mejor los sonidos de una naturaleza tranquila que poner
música. De hecho, tal vez una música con los sonidos de una naturaleza tranquila
ayudará a dormir, pero imagínate cómo seria tratar dormir con el rugir de leones o
naturaleza salvaje.

En realidad, preguntémosle a los científicos o físicos y nos dirán que todo vibra. Es
decir, todo emite una frecuencia particular, la escuchemos o no; nuestro cuerpo, el
suelo, las plantas, el agua, etc. Por ello podemos decir que todo el universo ‘canta’ a
nuestro alrededor.

En fin la música es otra muestra de la expresión de belleza que se hizo posible en la


creación del universo…para muchos es otra evidencia de que existe Dios o algo
ulterior. A través de la música nos liberamos, nos llegamos a conocer mejor a
nosotros mismos. La música se baila, se siente, se vive y pinta un panorama
diferente ante la realidad que se percibe. La música nos facilita la comprensión
‘mística’ de la vida; en particular las cosas más difíciles de explicar en palabras.

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