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CONGRESO EL ARTE DE EDUCAR EN UN MUNDO EN CONFLCITO

MANIFIESTO 10 DE OCTUBRE DE 2008

En una sociedad permeada por el desorden, la descomposición


familiar, la soledad, la fragilidad, la apatía, en donde es fácil
encontrarse con la angustia, se escucha un susurro cada vez más alto
¡hay esperanza! Hay esperanza, porque:

• Hoy, solo se puede educar con esperanza en la convicción de


que nuestros hijos y nuestros alumnos son hijos de Dios, de
cuyo amor brota la fuente de la inteligencia y el amor al bien.
• Jesús, maestro, nos enseña a todos los seres humanos a
descubrir la verdad y a navegar en las difíciles aguas de las
emociones.
• Los padres de familia tienen derecho, pueden y tienen
capacidad natural para educar a sus hijos.
• Padres y maestros deben ayudar a los niños y jóvenes a
encontrar la verdad, aunque ellos exija esfuerzo y constancia; a
vivir con ideales de bien, de verdad y belleza.
• Tanto los padres como los educadores requieren paciencia en la
difícil tarea de educar y esperanza en el logro que quieren
obtener.
• La palabra es los más humano, rico y profundo que tiene el
hombre. Los padres y maestros educan también con las
palabras, con palabras de vida.
• El amor es la única fuerza, capaz de transformar el mundo
(Benedicto XVI) y por eso es necesario para la crianza de los
hijos y para la educación de los alumnos.
• Los amigos son importares en la vida de los seres humanos
porque nos sacan de los límites de la casa, nos ayudan a
enfrentar al mundo sin soledad y nos ayudan a compartir.
• La educación ha de estar rodeada de alegría, que es fruto de la
experiencia de lo bueno que siempre es gozoso.
• Una fuerza poderosa es la labor de crianza y educación de los
hijos y estudiantes, es orar por ellos.
• Los buenos padres y maestros enseñan a pensar y educan las
emociones.
• Los padres de familia y los educadores deben potenciar
permanentemente la fortaleza interior en sus hijos y alumnos,
que les permita enfrentarse a los retos que la sociedad les
presenta.
• El amor de Jesús, Maestro, es el perfume que fascina, exhala y
atrae al ser humano para hacerlo feliz y verdaderamente libre.
LOS BUENOS PADRES Y MAESTROS SIEMBRAN CONSABIDURÍA
Y COSECHAN CON PACIENCIA.

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