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INFORME SOBRE ESPECIES

OBSERVADAS EN EL MUSEO
DE HISTORIA NATURAL DE LA
FACULTAD DE CIENCIAS
BIOLOGICAS DE LA PEDRO
RUIZ GALLO

1
La peor forma de extrañar a alguien es estar sentado a su
lado y saber que nunca la podrás tener.
(Gabriel García Márquez)

Para Rosa Adilia, Gladys y Liz

2
INDICE
La piel..........................................................................................................................12
Aparato locomotor ......................................................................................................12
Sistema nervioso y órganos de los sentidos.................................................................12

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INFORME SOBRE ESPECIES OBSERVADAS EN EL
MUSEO DE HISTORIA NATURAL DE LA FACULTAD DE
CIENCIAS BIOLOGICAS DE LA PEDRO RUIZ GALLO

I. PECES

I.1 Introducción

Los peces son animales vertebrados acuáticos que suele tener branquias en la
fase adulta y cuyas extremidades, cuando existen, adoptan la forma de aletas.
Al contrario que otros grupos de animales comúnmente reconocidos, los peces
son un conjunto heterogéneo de grupos que no pueden ser identificados por
ningún rasgo definitorio (por ejemplo, los mamíferos se caracterizan por la
presencia de glándulas mamarias o pelo). Hay, por tanto, excepciones a la
definición que aquí se ofrece. Por lo general, se da por supuesto que los peces
engloban a los vertebrados carentes de mandíbulas, como la lamprea y el
mixino; también se cuentan entre ellos el tiburón, la raya, la quimera, los
dipnoos o peces pulmonados y los peces óseos. Este último grupo comprende
los individuos que acostumbramos a llamar peces.Pez, animal vertebrado
acuático que suele tener branquias en la fase adulta y cuyas extremidades,
cuando existen, adoptan la forma de aletas. Al contrario que otros grupos de
animales comúnmente reconocidos, los peces son un conjunto heterogéneo de
grupos que no pueden ser identificados por ningún rasgo definitorio (por
ejemplo, los mamíferos se caracterizan por la presencia de glándulas mamarias
o pelo). Hay, por tanto, excepciones a la definición que aquí se ofrece. Por lo
general, se da por supuesto que los peces engloban a los vertebrados carentes
de mandíbulas, como la lamprea y el mixino; también se cuentan entre ellos el
tiburón, la raya, la quimera, los dipnoos o peces pulmonados y los peces
óseos. Este último grupo comprende los individuos que acostumbramos a
llamar peces.

I.2 Edad y diversidad

Los primeros vertebrados conocidos eran peces sin mandíbulas que dejaron
restos fosilizados en las rocas del ordovícico, periodo que comenzó hace unos
500 millones de años. Las formas más primitivas eran de pequeño tamaño —
rara vez superaban unos pocos centímetros de longitud—, y tenían las
branquias en una serie de sacos. Los primeros peces con mandíbulas
evolucionaron durante el devónico, la llamada era de los peces, y se
convirtieron en la forma dominante de vida vertebrada, tanto en hábitats
marinos como de agua dulce. Los principales linajes de peces, como los
tiburones, el celacanto y los peces óseos, aparecieron hacia finales de este
periodo.

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Los peces representan más de la mitad del total de los vertebrados modernos
conocidos. Los científicos reconocen un número total estimado de 22.000
especies vivas, en comparación con las 21.500 de anfibios, reptiles, aves y
mamíferos. Al contrario de lo que ocurre con los demás vertebrados, siguen
descubriéndose nuevas especies de peces a buen ritmo; se espera que se
aproxime a las 28.000 el número final de especies reconocidas.

I.3 Anatomía

En general, los peces tienen forma ahusada, con el cuerpo moderadamente


aplanado en los lados y más afilado en la zona de la cola que en la de la
cabeza. Sus principales rasgos son el juego de vértebras repetido en serie y los
músculos segmentados, que permiten al pez desplazarse moviendo el cuerpo
de forma lateral. Por lo general el cuerpo está dotado de una serie de aletas,
formadas por membranas con una armadura de espinas, que actúan como
medio de propulsión o de orientación del movimiento. En la línea dorsal, en la
parte superior del cuerpo, puede haber una o más aletas dorsales. En el
extremo de la cola hay una aleta caudal que es el principal órgano para generar
el empuje por el que se mueve la mayoría de las especies. En la línea ventral
hay una o más aletas anales, situadas entre la abertura anal y la cola. El
cuerpo tiene dos pares de aletas laterales: las pectorales, que suelen estar
situadas a los costados, detrás de los opérculos que cubren las branquias, y las
pélvicas, que se encuentran en la zona abdominal, entre la cabeza y la
abertura anal. Entre los peces hay gran diversidad de formas y peculiaridades
anatómicas, que oscilan desde las de la anguila (similar a una serpiente) hasta
las del pez luna, que tiene forma de globo, o los peces planos como el
lenguado. Las aletas pueden estar muy modificadas o ausentes, de acuerdo
con los distintos modos de vida. Algunas especies de anguilas de las ciénagas
carecen de casi todas las características que distinguen a los peces, como las
branquias, las aletas y las escamas, e incluso pueden llegar a ser sobre todo
terrestres. Unas 50 especies de peces óseos carecen de ojos.

También hay gran diversidad en lo que se refiere al tamaño. Un gobio recién


descubierto en el océano Índico mide sólo 10mm de longitud, mientras que el
tiburón ballena puede alcanzar hasta 15m y pesar 68.000 kilogramos.

Los peces muestran también gran variedad de colores, y exhiben múltiples


coloraciones y dibujos. En general, su coloración es más clara en la zona

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ventral que en la dorsal, pero en el agua los peces parecen tener un color
uniforme debido a que la luz procede de la superficie. Una serie de peces
tropicales (en especial el pez mariposa) tienen colores y dibujos llamativos. Su
coloración puede servir como medio de reconocimiento o, en el caso de las
especies venenosas, como advertencia para sus depredadores potenciales.
Muchos peces tienen la capacidad de alterar sus colores para confundirse con
su entorno. En los acuarios se ha observado que la platija puede cambiar de
color adoptando un diseño a cuadros que imita el del fondo del recipiente.

Muchas especies tienen formas especializadas y órganos que les ayudan a


cazar y alimentarse. Entre éstas se encuentran varias especies abisales que
disponen de órganos luminosos para atraer a sus presas. El rape reposa sobre
el fondo oceánico y exhibe un señuelo en forma de gusano en el extremo de
una larga espina a modo de cebo para atraer a otros peces.

I.4 Escamas

El cuerpo de la mayor parte de los peces está cubierto de una capa de


escamas, placas óseas o córneas dispuestas en hileras solapadas en las que
el extremo libre de una escama se superpone al extremo superior de la
siguiente. Las escamas suelen estar cubiertas por una delgada capa
epidérmica. En cierto número de especies las escamas se transforman en
placas óseas; en algunas, como la anguila, las escamas son diminutas,
mientras que en otras, como el siluro, están casi ausentes.

En ocasiones, los peces se han clasificado de acuerdo a la forma y


características de sus escamas. Los tipos más importantes de éstas son las
escamas ganoideas, con forma de rombo y cubiertas con una capa similar a un
esmalte; las escamas cicloideas, que son casi redondas con bordes lisos, y las
escamas ctenoideas, que también son redondeadas pero tienen los bordes
expuestos y serrados, o en forma de peine. Las escamas placoideas son
estructuras cónicas pequeñas, parecidas a dientes, y son características de los
condrictios. La capa epidérmica del cuerpo presenta unas células que
contienen pigmentos y dan al pez su color característico. En la capa epidérmica
hay también células que segregan una mucosidad escurridiza que cubre la
totalidad del cuerpo.

I.5 Esqueleto

La cubierta escamosa del cuerpo de un pez constituye su esqueleto dérmico. El


endoesqueleto (o esqueleto óseo interno) de la mayor parte de los peces
actuales está formado por un cráneo con mandíbulas equipadas de dientes,
una columna vertebral, costillas, un arco pectoral y una serie de huesos
interespinales que sustentan las aletas. En los peces antiguos, representados
en nuestros días por especies como el esturión, el esqueleto es cartilaginoso
en lugar de óseo.

I.6 Órganos internos

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El aparato digestivo de los peces consta, por lo general, de una boca dotada de
hileras de dientes afilados o en forma de cepillo, una faringe, un esófago, un
estómago y un intestino que termina en un orificio anal. Los diferentes órganos
que componen el sistema digestivo no están diferenciados con claridad en
todas las especies, aunque todas ellas tienen páncreas e hígado.

El aparato respiratorio de los peces mandibulados consiste en una serie de


hendiduras branquiales que comunican la faringe con las cámaras branquiales
situadas a ambos lados de la cabeza. Estas cámaras se comunican con el
agua exterior, pero pueden estar cubiertas por una serie de huesos llamados
conjuntamente opérculos. En el interior de la cámara y las hendiduras
branquiales están las branquias, que adoptan la forma de delgadas láminas o
filamentos a través de los cuales circula la sangre. Cuando el pez absorbe
agua y la expulsa a través de las branquias, el oxígeno disuelto en ella
atraviesa la delgada membrana de las branquias y se disuelve en la sangre,
mientras el dióxido de carbono sale de ésta y se disuelve en el agua. Unas
pocas especies, no obstante, como los dipnoos (o peces pulmonados) pueden
respirar también el aire atmosférico por medio de un pulmón bien desarrollado.
La mayoría de los peces óseos tienen un órgano que utilizan para controlar su
flotación llamado vejiga natatoria. Este precursor del pulmón es una cámara
que comunica con el canal alimentario y se llena de oxígeno y nitrógeno
extraídos de la sangre. Su principal función es adaptar al pez a la presión
existente a diferentes profundidades para que tenga una capacidad de flotación
neutra, lo que permite permanecer a cualquier profundidad sin esfuerzo.

El sistema circulatorio de la mayoría de los peces es sencillo; está formado por


un corazón con dos cámaras que impulsa la sangre hacia adelante, en
dirección a las branquias, desde éstas hacia la cabeza, y desde aquí al resto
del cuerpo a través de una gran arteria situada debajo de la espina dorsal. El
ritmo circulatorio es inferior en los peces que en otros vertebrados.

I.7 Músculos

Los principales músculos del cuerpo de los peces están dispuestos a lo largo
de los costados del tronco y la cola. La masa muscular de mayor tamaño
recorre el dorso a cada lado de la espina dorsal y la masa de menor tamaño se
encuentra debajo de la primera. Cada masa muscular está compuesta por una
serie de segmentos entrelazados. En la natación ordinaria, la contracción
sucesiva y alternante de los segmentos musculares de cada lado (de adelante
hacia atrás) da a la aleta caudal un movimiento ondulante lateral. Unos
músculos pequeños controlan los movimientos de la boca, las branquias, las
aletas y los ojos. Unos cuantos tipos de peces, como la anguila, nadan por
medio de movimientos serpentinos del cuerpo, mientras que otros, entre ellos
el pez cofre, se mueven por la acción de sus aletas, casi sin mover el cuerpo.

I.8 Sistema nervioso

El sistema nervioso central de la mayor parte de los peces consiste en una


médula espinal, un gran cerebelo, un par de lóbulos ópticos, un cerebro
pequeño y una médula oblongada o bulbo raquídeo. La forma y tamaño de las

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diversas partes del cerebro varían mucho de una especie a otra. Los ojos
tienen cristalinos casi esféricos con una córnea aplanada. La totalidad de la
lente del ojo se mueve hacia adelante y hacia atrás respecto a la retina para
enfocar la vista a diferentes distancias. Los ojos de algunos peces cavernícolas
que viven en total oscuridad son rudimentarios o están ausentes. Los peces
huelen por medio de un par de orificios nasales dobles que conducen a una
cámara olfativa; muchos de ellos detectan los estímulos olfativos a través de
órganos sensoriales o tentáculos (barbelos) que llevan alrededor de la boca o
en otras partes del cuerpo.

Los peces oyen sin ayuda de oídos externos. Las vibraciones del sonido son
transmitidas a través de los huesos hasta el cráneo y un oído interno que
contiene tres canales semicirculares, el cual actúa también como órgano del
equilibrio. Los peces tienen también órganos sensoriales especiales llamados
líneas laterales; consisten en canales que recorren los costados de la cabeza y
el cuerpo y están comunicados con el exterior por medio de pequeños poros.
La principal función de la línea lateral es detectar vibraciones de una frecuencia
muy baja, pero en algunas especies también puede detectar campos eléctricos
de poca potencia.

I.9 Reproducción

Los peces tienen diversos mecanismos de reproducción. Aunque la


heterosexualidad es el más común, algunas especies son hermafroditas —es
decir, sus miembros desarrollan tanto ovarios como testículos, bien en fases
vitales distintas o simultáneamente—. Algunas especies de rapes exhiben
parasitismo sexual; en este caso, el macho se fija sobre el cuerpo de la hembra
de forma permanente, obteniendo su alimento del sistema circulatorio de ésta.

Los peces ovíparos son los que ponen huevos, que son fecundados en el
exterior del cuerpo de la hembra; en estos casos, el desarrollo de las crías es
también externo. Las especies que dispersan sus huevos en el agua producen
a menudo cantidades prodigiosas de ellos. Un único bacalao, por ejemplo,
puede producir hasta 7 millones de huevos. Otros peces ovíparos, como el
salmón del Pacífico, pueden efectuar notables migraciones de regreso a su
lugar de origen para desovar. La atención familiar tras la puesta puede estar
totalmente ausente, o ser muy elaborada, lo que implica la defensa del territorio
o el nido. En la amia y algunos cíclidos africanos, los peces jóvenes penetran
en la boca de uno de sus progenitores para huir de la amenaza de los
depredadores.

Los peces vivíparos presentan fecundación interna y alumbran las crías en un


estado de desarrollo avanzado. El viviparismo se ha dado a menudo entre los
peces y perdura en el tiburón, el celacanto y algunos peces de acuario como el
guppy. Hay diversos mecanismos para proporcionar nutrientes a los embriones,
que pueden multiplicar hasta mil veces su tamaño antes del alumbramiento.
Ciertas especies son ovovivíparas, lo que quiere decir que las crías salen del
huevo en el oviducto de la hembra y, por tanto, nacen vivas.

I.10Diversidad de los hábitats

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Los peces ocupan casi todos los hábitats acuáticos concebibles. Ciertas
especies de cipronodóntidos abundan en el lago extenso más alto del mundo,
el Titicaca, en la frontera entre Perú y Bolivia (a 3.810m); se han detectado
otras especies en el fondo del lago más profundo, el lago Baikal (1.637m de
profundidad) en Rusia, y en las profundidades abisales de los océanos (a
7.000m de profundidad). En un manantial de aguas termales de México, los
ciprinodóntidos toleran temperaturas de hasta 45ºC, mientras que algunos
peces del Antártico vive a unos -2ºC; el agua no se congela a estas
temperaturas debido a su elevado contenido en sal, y el pez logra vivir porque
su sangre contiene una forma de anticongelante biológico. Algunos peces viven
en agua dulce casi pura, mientras que algunos cipronodóntidos toleran
salinidades cuatro veces superiores a las del mar. Los peces cavernícolas
pueden pasarse toda la vida en completa oscuridad, mientras que los de las
ciénagas de los desiertos experimentan niveles máximos de irradiación solar.
Un grupo de peces anuales de Sudamérica sobreviven a la desecación
periódica de su hábitat atravesando la estación seca en forma de huevos en
estado latente, saliendo de éstos y desarrollándose cuando llega la siguiente
estación húmeda.

En las aguas tropicales es donde vive un número mayor de especies marinas,


sobre todo en asociación con los arrecifes de coral. La mayor diversidad de
especies de agua dulce se da en los grandes lagos de África y en los arroyos
de las selvas tropicales (pluvisilvas), en especial en la cuenca del Amazonas,
en Sudamérica.

I.11Valor económico

Los peces constituyen una de las fuentes más importantes de proteínas


animales para el ser humano, y muchos de ellos se aprovechan como alimento.
Otros usos son la fabricación de fertilizantes nitrogenados a partir de peces y
sus desechos, la extracción de aceites de hígado como fuente de vitamina D, y
la fabricación de alimentos para animales domésticos. Las escamas de
pescado se usan a veces para la fabricación de perlas artificiales. La cola de
pescado (colapez o gelatina de pescado), un tipo de gelatina, se obtiene de las
vejigas natatorias de ciertas especies, y además se hace cola o pegamento con
restos de peces.

I.12Peces observados

Condrictios

Tollo común
FILO : Cordados
SUBFILO : Vertebrados

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CLASE : Chondrichthyes
SUB-CLASE : Elasmobranchii
ORDEN : Carcharhiniformes
FAMILIA : Carcharhinidae
GENERO : Mustelus
ESPECIE : Mustelus whitneyi

Osteictios

Pez globo
FILO : Cordados
SUBFILO : Vertebrados
CLASE : Osteichthyes
SUB-CLASE Actinopterygii
INFRACLASE Teleostei
ORDEN : Tetraodontiformes
FAMILIA : Tetraodóntidos
GENERO : Sphaeroides
ESPECIE : Sphaeroides sechurae

Cabrilla
FILO : Cordados
SUBFILO : Vertebrados
CLASE : Osteichthyes
SUB-CLASE Actinopterygii
INFRACLASE Teleostei
Guabina
ORDEN
FILO : : Perciformes
Cordados
FAMILIA
SUBFILO : : Serranidae
Vertebrados
GENERO
CLASE : : Paralabrax
Osteichthyes
ESPECIE
SUB-CLASE : Paralabrax humeralis
Actinopterygii
INFRACLASE
ORDEN :
FAMILIA :
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GENERO : Phylipevis
ESPECIE : Phylipevis masculatus
Congrio
FILO : Cordados
SUBFILO : Vertebrados
CLASE : Osteichthyes
SUB-CLASE Actinopterygii
INFRACLASE
ORDEN :
FAMILIA :
GENERO : Brotula
ESPECIE : Brotula clarkae

II. ANFIBIOS

II.1 Introducción

Los anfibios son animales vertebrados que tienen una doble vida, cuyo ciclo
vital pasa por dos etapas: una terrestre y otra acuática, ya que se encuentran
en un nivel intermedio entre los peces y los reptiles. Si bien dependen del agua
para sobrevivir en sus etapas juveniles, cuando son adultos necesitan salir a
tierra firme y respirar, para cazar insectos, que serán el alimento que los
mantenga vivos.

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Características generales

Los representantes más conocidos de los anfibios son las ranas y los sapos.
Se clasifican en tres Órdenes: ápodos, que no tienen patas y al que pertenecen
las cecilias; urodelos, que incluye salamandras, tritones, proteos y sirenas; y
los anuros, donde están los sapos y las ranas.
Poseen cuatro patas, aunque muchos han perdido algunas a lo largo de su
evolución. Su esqueleto es bastante sencillo, al igual que el sistema digestivo.
La mayoría come insectos, cazados gracias a una lengua pegajosa que
proyectan hacia afuera.

La piel

La piel de los anfibios no tiene más recubrimiento que su propia dermis, salvo
en los anfibios sin extremidades, como los ápodos. Al tocarlos, lo único que se
siente es una textura muy fina y húmeda; esto es muy importante, ya que
desarrollan su respiración cutánea a través de ella.
Pero también hay algunos que poseen glándulas venenosas parecidas a
verrugas, que perjudican a otros animales y les sirven de defensa ante
eventuales depredadores. Ciertas especies tienen dos de estas verrugas en la
cabeza, conocidas como glándulas paratoideas.
Muchas veces la piel de los anfibios pasa por cambios o mudas, siendo su
color muy variable. Puede ir desde el verde con distintos matices, hasta el rojo,
pasando por el amarillo, blanco o anaranjado, entre otros.
La piel de algunos anfibios tropicales (como los del Género dendrobates)
produce secreciones muy venenosas, las que son recolectadas por los
aborígenes para confeccionar el curare, uno de los venenos más letales del
mundo, utilizado para untar la punta de sus flechas.

Aparato locomotor

La adaptación a la vida terrestre hizo que los anfibios desarrollaran


extremidades con dedos, cuatro de ellos en las anteriores y cinco en las
posteriores. Además, este cambio impuso ciertas modificaciones de la columna
vertebral, dentro de las cuales la más importante es el refuerzo de la pelvis y la
aparición de una vértebra especial en el cuello, el atlas, que ayuda a la
movilidad de la cabeza del anfibio. Ante la necesidad de desplazarse en tierra,
a lo que no estaban muy acostumbrados, sus extremidades comenzaron a
desarrollar fuertes músculos.

Sistema nervioso y órganos de los sentidos

Los ojos de los anfibios se encuentran a ambos lados de la cabeza, aunque su


campo de visión no es muy amplio. La pupila se dilata fácilmente, y en algunos
anfibios tiene forma de franja vertical, mientras en otros puede presentar una
forma circular o como un corazón.

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Tras los ojos se encuentran los tímpanos, que cierran las aberturas externas de
los oídos, donde se captan las vibraciones sonoras a las que se expone el
animal. El olfato, en cambio, se relaciona con dos sacos ubicados tras las
narinas (aperturas externas del aparato respiratorio) y se denomina órgano de
Jacobson, muy desarrollado en las salamandras.

II.2 Reproducción

Por lo general, en los anfibios anuros la reproducción es externa; es decir, el


macho fecunda los huevos mientras la hembra los va expulsando de su cuerpo.
En los urodelos y ápodos la fecundación suele ser interna.
Cada especie se comporta a su modo en asuntos sexuales. Por ejemplo, el
macho de los anuros se abraza a la espalda de la hembra; se cree que,
mientras pone sus huevos, la hembra realiza ciertos movimientos que atraen e
inducen al macho para descargar sus espermatozoides.
En todo caso, sea cual sea la técnica de seducción, el escenario es casi
siempre el agua, donde la hembra deja los huevos para que, más tarde, nazcan
los pequeños, provistos de branquias que los ayudan a respirar en sus etapas
juveniles. Al ir creciendo, su aspecto juvenil o de renacuajo cambia
considerablemente, debido a un proceso llamado metamorfosis, el que implica
modificaciones notables, tanto externas como en ciertas funciones, como ser la
respiración, la circulación y la digestión.
¿Has visto alguna vez un renacuajo? Bueno, cuando recién llegan al mundo no
son muy parecidos a sus padres. Es más, no poseen extremidades y en lugar
de ellas tienen una gran cola, que finalmente es reabsorbida y desaparece, al
tiempo que aparecen las patas.

II.3 Temperatura corporal

Al igual que los reptiles, los anfibios son de sangre fría. Su temperatura
corporal varía en función de la temperatura ambiental y es, por lo general, muy
inferior a la de las aves y los mamíferos. Debido a que dependen de fuentes
externas de calor, los anfibios que viven en regiones frescas hibernan durante
los meses fríos.

II.4 Comportamiento

En lo que se refiere a la obtención de comida y apareamiento, los anfibios son


bastante activos durante la noche. La mayoría de ellos pasa al menos parte de
su vida en ambientes húmedos y suele poner sus huevos, frágiles y
gelatinosos, en el agua. En la mayoría de las especies, de éstos salen larvas
llamadas renacuajos, que respiran por medio de branquias y sufren una
metamorfosis, es decir, sus cuerpos cambian y se transforman hasta
convertirse en adultos que respiran en el medio aéreo. Algunos anfibios, no
obstante, maduran sexualmente durante la fase larvaria y jamás experimentan
la metamorfosis. Los anfibios adultos son carnívoros y se alimentan sobre todo
de insectos, babosas y gusanos; los renacuajos son básicamente herbívoros.
La mayoría de los anfibios vive en regiones cálidas y húmedas, pero unos
cuantos viven en la zona templada y la distribución de algunas ranas llega
hasta regiones muy septentrionales.

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II.5 Evolución

Los anfibios parecen haber evolucionado a partir de peces de aletas lobuladas


a comienzos del devónico. Es probable que durante los periodos de sequía
estos animales salieran arrastrándose de estanques casi desecados y con el
tiempo se volvieron menos dependientes del agua. Los anfibios prosperaron
durante el carbonífero, pero muchos de ellos se habían extinguido antes de que
aparecieran los anfibios modernos, en el mesozoico.
Aún existe una gran variedad de anfibios, pero cuentan con menos especies
que cualquier otra clase de vertebrados terrestres. Amenazados principalmente
por la destrucción de sus hábitats debido a la presencia humana, el número de
anfibios sigue disminuyendo.

II.6 Anfibios observados

Anuros

Sapo común
FILO : Cordados
SUBFILO : Vertebrados
CLASE : Amphibia
SUB-CLASE : Salienta
ORDEN : Procoela
FAMILIA : Bufonidae
GENERO : Bufo
ESPECIE : Bufo spinolosus

Sapo común
FILO : Cordados
SUBFILO : Vertebrados
CLASE : Amphibia
SUB-CLASE : Salienta
ORDEN : Procoela
FAMILIA : Bufonidae
GENERO : Bufo
ESPECIE : Bufo sp.

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III. REPTILES
III.1Introducción

Reptil, nombre común de los miembros de la clase Reptilia (véase Animal), que
engloba a las serpientes, los lagartos, las tortugas, los cocodrilos, el tuátara y
numerosas especies extintas. Hay unas 7.000 especies vivas que se
encuentran en una gran variedad de hábitats terrestres y acuáticos.

Los reptiles son vertebrados, es decir, animales con columna vertebral. A pesar
de que comparten características con otros vertebrados como peces, anfibios,
aves y mamíferos, los reptiles muestran una combinación única de
características que les distingue de todos estos grupos. Los reptiles modernos,
como los anfibios, son animales ectotérmicos o de “sangre fría” (véase
Poiquilotermia). Esto significa que no son capaces de regular su temperatura
corporal, es decir, no pueden generar calor, por lo que dependen del que
reciben del Sol. Por eso, ajustan su comportamiento para adaptarse a los
cambios de la radiación solar y, de esa manera, regular la temperatura de su
cuerpo. Como las aves, la mayoría de los reptiles nacen de huevos con
cáscara que la madre deposita sobre el terreno. Respiran a través de
pulmones, como la mayoría de los anfibios adultos, las aves y los mamíferos.
Además, como los anfibios y los mamíferos, la mayoría de los reptiles, con la
excepción de las tortugas, tienen dientes. Su piel dura, seca y escamosa es
única en el reino Animal. No es húmeda ni permeable, como la de los anfibios,
ni con plumas, como la de las aves, ni cubierta con pelo, como la de los
mamíferos.

Los reptiles habitan en casi todos los lugares del planeta, incluyendo la mayoría
de los océanos del mundo. Los encontramos en un gran número de hábitats,
desde el fondo de los estanques y lagos hasta en la vegetación arbórea de
gran altitud. Sin embargo, son especialmente abundantes y diversos en los
trópicos y en los desiertos. El único factor que parece limitar su distribución
geográfica es su incapacidad para generar su propio calor corporal. Este es el
motivo por el que no hay reptiles en la helada Antártida ni en los océanos
polares, y sólo algunos en el círculo polar ártico.

III.2Características Físicas

Su característica piel seca y escamosa impide que sus tejidos internos se


sequen. En muchas especies también juega un papel importante en la defensa
y el apareamiento. Las escamas de los reptiles están formadas principalmente
por queratina y derivan de la capa exterior de la piel o epidermis, a diferencia
de las escamas de los peces que son estructuras óseas y dérmicas. La capa
interior de la piel o dermis contiene muchos vasos sanguíneos y nervios,
además de células con pigmentación que proporcionan a muchas especies sus
vistosos colores.

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El color de la mayoría de los reptiles presenta matices verdes, pardos y grises,
lo que permite a los animales adaptarse mejor a su entorno. Sin embargo,
muchas tortugas, lagartos y serpientes muestran marcas brillantes en azul,
verde, amarillo, naranja o incluso púrpura. Algunos reptiles, en especial los
camaleones y los lagartos del género Anolis, son capaces de cambiar el color
de la piel mediante la dispersión o concentración de unas células portadoras de
pigmentos denominadas cromatóforos. Los cambios en la pigmentación les
permiten mimetizarse con el entorno y, de esa manera, evitar ser descubiertos
por sus depredadores. Estos cambios de color también son importantes para
comunicarse con otros reptiles, por ejemplo, para atraer a una hembra o
atemorizar a un rival . A medida que crecen, los reptiles mudan regularmente la
capa exterior de la piel bien perdiendo trozos a intervalos o bien, como las
serpientes y las culebrillas ciegas, mudando la piel de una sola vez.

Los reptiles se valen de sus sentidos para buscar alimentos y evitar a los
depredadores. Las especies que cazan para alimentarse suelen tener los ojos
en la parte anterior de la cabeza, lo que les permite tener una visión binocular.
Muchos lagartos, como los camaleones, pueden mover los ojos de forma
independiente para ver en distintas direcciones a la vez. Las serpientes y
algunos lagartos presentan una membrana transparente protectora cubriendo
cada ojo y carecen de párpados que se abren y se cierran, por lo que dan la
impresión de que miran implacablemente.

Los reptiles poseen un órgano olfativo especial, denominado órgano de


Jacobson, situado en la parte superior de la boca. Se trata de una pequeña
cavidad equipada con detectores sensoriales que reconoce las moléculas
olorosas y permite a los reptiles localizar a sus presas, encontrar pareja y, en
general, obtener información del medio que les rodea. Los varanos y las
serpientes sacan continuamente sus bífidas lenguas fuera de la boca para
recoger las partículas olorosas y llevarlas al órgano de Jacobson. La serpiente
de cascabel y el mocasín buscan sus presas utilizando las fosetas
termosensitivas que tienen en la cabeza y que detectan el calor corporal. Por
medio de esta extraordinaria capacidad las víboras de foseta pueden incluso
perseguir y matar a sus presas en la oscuridad. Las boas y las pitones también
tienen receptores térmicos.

El esqueleto de los reptiles está osificado casi en su totalidad (no es


cartilaginoso). Su cráneo está unido a la columna vertebral por un único
cóndilo, o superficie articular, como ocurre también en las aves. Las costillas
torácicas están unidas al esternón y, cuando existe un hueso sacro (parte de la
espina dorsal conectada a la pelvis), las costillas sacras se articulan con la
cintura pélvica. Pueden tener dos juegos completos de extremidades o haber
perdido uno o ambos, como ocurre en las serpientes y algunos lagartos.

Tienen un sistema nervioso más avanzado que los anfibios. Respiran por
medio de pulmones; carecen de branquias. En la mayor parte de las serpientes

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y algunos lagartos sólo hay un pulmón funcional; en otros reptiles, ambos
pulmones están igualmente desarrollados. El tórax y el abdomen no están
separados por un diafragma y la respiración se realiza con la ayuda de
músculos de la pared del cuerpo. Presentan un corazón formado por tres
cámaras: dos aurículas y un ventrículo. En los cocodrilos, no obstante, el
ventrículo está casi totalmente dividido en dos cámaras por un septo o tabique.

El material procedente del intestino, del aparato urinario y del aparato


reproductor se vierte a una cámara posterior que recibe el nombre de cloaca.
Presentan sexos separados y la fecundación es interna. Los machos disponen
de un órgano copulador para introducir el esperma en el sistema genital
femenino.

III.3Comportamiento

Aunque es común referirse a los reptiles como animales de sangre fría, sin
embargo son capaces de mantener la temperatura corporal prácticamente
constante. La diferencia importante en lo que se refiere a la fisiología de la
temperatura corporal es que los reptiles dependen de fuentes externas de calor
para mantenerla, mientras que los mamíferos generan el calor por procesos
internos. Los reptiles regulan su temperatura aprovechando diferentes fuentes
de calor externo, como la luz solar directa o el calor que despiden las piedras,
los troncos y el suelo. Mediante el uso equilibrado de estas fuentes, las
diferentes especies de reptiles mantienen una temperatura corporal más o
menos constante, característica de cada especie, que suele ser superior a la
del aire que les rodea. Sólo cuando el animal está en estado latente o inactivo
la temperatura de su cuerpo es más o menos igual que la de su entorno.

Cuando la cabeza y el cerebro están demasiados calientes en relación al resto


del cuerpo, los reptiles abren su boca para permitir que la humedad interior se
evapore, creando así un efecto refrescante. Este comportamiento se observa
muy a menudo en los cocodrilos. Algunos lagartos del desierto jadean, como
los perros, para bajar la temperatura al evaporar la saliva de su boca. Lagartos
y serpientes pueden desplazarse a zonas frías o cálidas según el momento del
día, e incluso pueden adoptar posiciones distintas en los árboles. Las tortugas
semiacuáticas y los cocodrilos pueden moverse desde la tierra al agua y
viceversa, y los reptiles acuáticos pueden nadar en las partes más frías o más
cálidas del agua según les interese.

Cuando hace frío, muchas especies buscan un lugar seguro bajo tierra o en
madrigueras para pasar el invierno en una estado letárgico o de inactividad,
muy parecido a la hibernación. Las tortugas suelen retirarse al fondo de los
estanques donde permanecen incluso después de que queden cubiertos por el
hielo. Son capaces de absorber todo el oxígeno que necesitan del agua a
través de los pliegues de la boca y la garganta, la piel y de unos sacos de
paredes muy delgadas que se encuentran en su cloaca. Cuando en primavera

17
la temperatura mejora, salen a la superficie para comenzar una nueva
temporada de actividad y reproducción.

III.4Defensa y territorialidad

Los reptiles son presas buscadas por muchos depredadores, como peces
grandes, aves, mamíferos y otros reptiles. Muchas especies pueden morder si
son amenazadas, aunque su primera iniciativa para defenderse es esconderse
o escapar. Cuando la escapatoria no es posible, algunos pueden realizar
elaborados sistemas de aviso para asustar o confundir al depredador, y otros
pueden aparentar un tamaño mayor del que realmente tienen. El lagarto de
Kingy hace frente a su enemigo desplegando el ancho volante que tiene en
torno a su cuello, a la vez que abre la boca. La inofensiva serpiente de hocico
de cerdo puede emitir silbidos y expandir el cuello como las cobras, además de
despedir un olor desagradable a través de sus escamas. Si estas acciones no
consiguen espantar a su rival, esta serpiente puede revolcarse en el fango y
darse la vuelta sobre su espalda, como si estuviera muerta. Muchos reptiles
intentan aparentar el aspecto y el comportamiento de otras especies más
peligrosas. Por ejemplo, las bandas brillantes en rojo, amarillo y negro de la
coral ratonera, una especie no venenosa, son similares a las de la serpiente
coral, extremadamente venenosa. Para las serpientes venenosas un buen
ataque puede ser la mejor defensa: la cobra escupidora puede escupir veneno
a los ojos del depredador, alcanzando a veces objetivos de más de 3 metros.

A menudo, los reptiles tienen conflictos con miembros de su propia especie


sobre el control del territorio. En algunas especies de lagartos, los machos
realizan ritos para poner de manifiesto sus derechos sobre un terreno. Por
ejemplo, en muchas especies de varanos, los machos que rivalizan por un
territorio se mantienen sobre sus patas traseras empujándose unos a otros
para tratar de derribarse. Algunas serpientes, como las serpientes de cascabel,
también realizan estas exhibiciones. A veces, las tortugas macho golpean sus
caparazones para elegir al macho dominante.

III.5Alimentación

Las serpientes y algunos otros reptiles son carnívoros. Los lagartos se suelen
alimentar de insectos mientras que las serpientes comen pequeños
vertebrados, como pájaros, roedores, peces, anfibios e incluso otros reptiles.
Para muchas serpientes, los huevos de aves y reptiles son un bocado
suculento. Muchas tortugas, además de algunas especies de lagartos como la
iguana común o iguana verde, son herbívoras y se alimentan de hojas y frutos.
Otras tortugas, como la tortuga pintada, son omnívoras; es decir, se alimentan
tanto de carne de otros animales como de materia vegetal.

Las especies carnívoras tienen formas muy diferentes de capturar a sus


presas. Algunas tortugas acuáticas cazan a sus presas con un movimiento
rápido de sus largos cuellos, a la vez que se meten agua en la boca para tragar

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mejor a la presa. Muchas serpientes pequeñas, como la serpiente piloto y la
serpiente real, además de especies grandes, como la pitón o la boa, golpean y
agarran a sus presas, enroscándose a su alrededor para estrangularlas antes
de tragarlas. Casi todas las serpientes pueden dislocar sus mandíbulas para
engullir presas más grandes que su propia cabeza. Aunque no es usual, se han
visto pitones africanas tragarse impalas: pequeños antílopes de 1 m de altura.
Las serpientes venenosas muerden a sus presas y les inyectan veneno y,
normalmente, en vez de luchar con ellas, las dejan marcharse mientras el
veneno hace su efecto. Después, utilizan la lengua y el órgano de Jacobson
para encontrar el cuerpo. Los camaleones tienen una lengua larga y pegajosa
que lanzan con precisión y velocidad extremas a los insectos que pretenden
engullir. Los enormes varanos a veces acechan a otros animales de presa pero
suelen alimentarse de carroña. Los cocodrilos comen peces pequeños aunque
también son capaces de capturar grandes mamíferos, como ciervos o vacas
que estén bebiendo agua en la orilla de un río o lago.

III.6Reproducción Y Ciclo De Vida

La mayoría de los reptiles llevan a cabo ritos de apareamiento (véase Cortejo y


apareamiento). Los lagartos acompañan su cortejo con cambios de color. Por
ejemplo, los camaleones macho experimentan cambios de color durante el
cortejo y las hembras preñadas muestran una coloración viva para indicar que
no están disponibles. El lagarto anolis macho infla su papada para impresionar
a las hembras e intimidar a sus rivales. Las tortugas macho pueden incitar a las
hembras agitando su cabeza o tocando la cara de la hembra con las uñas de
sus extremidades. Los tuátaras macho caminan en lentos círculos alrededor de
la hembra hasta que ésta desaparece en su madriguera o permite al macho
cruzarse con ella. Las serpientes hembra atraen a sus compañeros expulsando
aromas químicos llamados feromonas. Cuando el macho encuentra a una
hembra receptiva la corteja pasando por encima de ella varias veces y luego
alinea su cola con la de ella de manera que se pueda producir la fecundación.

La fecundación de los reptiles es interna: los óvulos se unen con el esperma


del macho dentro del cuerpo de la hembra. Las tortugas y los cocodrilos macho
sólo tienen un pene pero los lagartos y las serpientes macho tienen dos,
llamados hemipenes, que se encuentran protegidos por pliegues y espinas que
mantienen al pene en posición durante el apareamiento. Estos animales sólo
utilizan un hemipene cada vez que se aparean. En las especies que se
aparean sucesivamente, los machos alternan sus hemipenes. Los tuátaras
macho no tiene pene, por lo que utilizan la abertura muscular de su cloaca para
introducir el esperma en la hembra.

La mayoría de los reptiles son ovíparos (ponen huevos), pero muchas especies
de serpientes y lagartos son ovovivíparas (alumbran crías vivas). El huevo con
cáscara dura que presentan los reptiles permitió a este grupo independizarse
del medio acuático. Este huevo consta de una serie de membranas
extraembrionarias que posibilitan el desarrollo del embrión: un amnios

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protector, común a los reptiles, aves y mamíferos, que impide que el huevo se
seque, de modo que las primeras fases del ciclo vital de estos animales no
tiene que depender del agua; un alantoides respiratorio o membrana vascular
fetal, que sirve como superficie respiratoria; y el corion que regula el paso de
oxígeno y dióxido de carbono. Rodeando a estas membranas está la cáscara
calcárea o coriácea exterior.

El número de huevos o de crías de los reptiles varía mucho de una especie a


otra e incluso dentro de una misma especie. Por ejemplo, ciertas tortugas
africanas de pequeño tamaño sólo ponen un huevo en cada puesta, mientras
que algunas tortugas marinas ponen hasta 150 huevos. La serpiente de
jarretera puede dar a luz entre 3 y 100 crías.

Los reptiles normalmente depositan sus huevos en un nido excavado en la


arena, en la tierra o sobre las hojas, pero luego los abandonan y no se ocupan
de las crías recién nacidas. La pitón es una excepción, ya que se mantiene
cerca de los huevos para protegerlos de los depredadores. Las hembras de
cocodrilo, y a veces también los machos, vigilan sus nidos. Si una de las crías
tiene problemas para salir del cascarón, sus padres la ayudan metiéndose el
huevo en la boca y rompiendo la cáscara con suavidad, sin dañar a la cría.

Los reptiles se encuentran totalmente desarrollados y preparados para llevar


una vida independiente desde que nacen. Sin embargo, las crías de los
reptiles, en particular las crías de las tortugas marinas, tienen muy pocas
posibilidades de sobrevivir durante los primeros meses de vida. Estos animales
son la presa favorita de muchas aves, serpientes, mamíferos e, incluso en el
caso de las tortugas marinas, de tiburones. Son muy pocos los reptiles que
sobreviven al primer año de vida, pero los que lo hacen suelen tener una larga
existencia. Por ejemplo, se cree que algunas tortugas viven hasta 120 años en
condiciones de libertad y los tuátara parece que también pueden alcanzar esa
edad. Los caimanes viven cerca de 70 años. Por el contrario, algunos lagartos
de pequeño tamaño sólo viven 4 o 5 años.

III.7Reptiles Observados

Cocodrilo de Tumbes
FILO : Cordados
SUBFILO : Vertebrados
CLASE : Reptilia
SUB-CLASE : Archosauria
ORDEN : crocodilla
FAMILIA : Crocodylidae
GENERO : Crocodrylus
ESPECIE : Crocodrylus acutus

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Mata mata
FILO : Cordados
SUBFILO : Vertebrados
CLASE : Reptilia
SUB-CLASE : Anapsida
ORDEN : Chelonia
SUB-ORDEN Pleurodira
FAMILIA : Chelidae
GENERO : Chelos
ESPECIE : Chelos fimbriata

Motelo
FILO : Cordados
SUBFILO : Vertebrados
CLASE : Reptilia
SUB-CLASE : Anapsida
ORDEN : Chelonia
SUB-ORDEN Cryptodira
FAMILIA : Emydidae
GENERO : Testudo
ESPECIE : Testudo tabulata

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Iguana verde
FILO : Cordados
SUBFILO : Vertebrados
CLASE : Reptilia
SUB-CLASE : Lepidosauria
ORDEN : Squamata
SUB-ORDEN Lacertilia
FAMILIA : Iguanidae
GENERO : Tropidurus
ESPECIE : Tropidurus occipitalis

Camaleón rojo
FILO : Cordados
SUBFILO : Vertebrados
CLASE : Reptilia
SUB-CLASE : Lepidosauria
ORDEN : Squamata
SUB-ORDEN Lacertilia
FAMILIA : Telidae
GENERO : Dracaena
ESPECIE : Dracaena guianensis

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Macanche
FILO : Cordados
SUBFILO : Vertebrados
CLASE : Reptilia
SUB-CLASE : Lepidosauria
ORDEN : Squamata
SUB-ORDEN Ophidia
FAMILIA : Crotalidae
GENERO : Bothrops
ESPECIE : Bothrops barnetti

Boa o Mantona
FILO : Cordados
SUBFILO : Vertebrados
CLASE : Reptilia
SUB-CLASE : Lepidosauria
ORDEN : Squamata
SUB-ORDEN Ophidia
FAMILIA : Boidae
GENERO : Boa
Boa constrictor
ESPECIE :
constrictor

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Falsa iguana
FILO : Cordados
SUBFILO : Vertebrados
CLASE : Reptilia
SUB-CLASE : Lepidosauria
ORDEN : Squamata
SUB-ORDEN Lacertilia
FAMILIA : Telidae
GENERO : Callopistes
Callopistes
ESPECIE :
flavipunctatus

Pacaso
FILO : Cordados
SUBFILO : Vertebrados
CLASE : Reptilia
SUB-CLASE : Lepidosauria
ORDEN : Squamata
SUB-ORDEN Lacertilia
FAMILIA : Iguanidae
GENERO : Iguana
ESPECIE : Iguana iguana

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Lagarto
FILO : Cordados
SUBFILO : Vertebrados
CLASE : Reptilia
SUB-CLASE : Lepidosauria
ORDEN : Squamata
SUB-ORDEN Lacertilia
FAMILIA : Telidae
GENERO : Tupinambis
Tupinambis
ESPECIE :
nigropunctatus

Anaconda
FILO : Cordados
SUBFILO : Vertebrados
CLASE : Reptilia
SUB-CLASE : Lepidosauria
ORDEN : Squamata
SUB-ORDEN Ophidia
FAMILIA : Boidae
GENERO : Eunectes
ESPECIE : Eunectes murinus

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IV. AVES
IV.1Introducción

Ave, nombre común para cualquier miembro de una de las clases de


vertebrados que incluye animales con plumas. Todas las aves adultas tienen
plumas, aunque algunos tipos como el pelícano, el martín pescador, el pájaro
carpintero y el arrendajo están completamente desnudos cuando salen del
huevo. El término pájaro se aplica a cualquier ave con capacidad para volar y
de pequeño tamaño.

Las aves comparten ciertos rasgos con los mamíferos, como ser animales de
sangre caliente y tener un corazón de cuatro cámaras. Sin embargo, se
diferencian de éstos en que evolucionaron de los dinosaurios mucho tiempo
después de que se separaran los grupos de reptiles y mamíferos. Como la
mayoría de los reptiles y algunos mamíferos primitivos, se desarrollan a partir
de embriones localizados en huevos que están fuera del cuerpo materno. Los
huevos de las aves tienen cáscaras duras, son muy fuertes en los de las
especies grandes y bastante frágiles en las de pequeño tamaño. Esta
característica los diferencia de los huevos de los reptiles.

IV.2Características

La mayoría de las aves puede volar y desciende de antepasados que podían


hacerlo, aunque hay especies que no son voladoras (véase Aves no
voladoras). Además, el cuerpo de las aves está modificado para aumentar la
eficacia del vuelo. Los huesos de los dedos y las articulaciones de las patas
delanteras están fusionados formando un soporte rígido para las grandes
plumas de vuelo de las alas. También existe fusión ósea en el cráneo y en la
cintura pelviana, así se obtiene una mayor resistencia y ligereza. En las aves
adultas muchos de los huesos están huecos, carecen de médula y están
conectados con un sistema de sacos o bolsas aéreos dispersos por todo el
cuerpo. El esternón, o hueso del pecho, de la mayoría de ellas es grande y
tiene una quilla o cresta central llamada carina. El esternón y la carina soportan
algunos de los principales músculos utilizados en el vuelo. En las aves de la
subclase Ratites —como el avestruz, el kiwi y afines— que han perdido la
capacidad de volar, el esternón tiene un tamaño más reducido y la carina se ha
perdido.

Las mandíbulas de las aves actuales se alargan como picos sin dientes y están
cubiertas con una capa córnea llamada la ranfoteca. En la mayoría de las
especies es dura, pero también puede ser correosa, como en los andarríos y
en los patos. La ausencia de dientes reduce el peso del cráneo.

Las aves no tienen glándulas sudoríferas y no pueden enfriar su cuerpo por


transpiración. Durante el vuelo, el calor se dispersa con el paso del aire a
través de su sistema de sacos aéreos y, cuando están en reposo, jadeando.

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Una técnica de supervivencia durante el invierno, muy común en los
mamíferos, pero rara en las aves, es la disminución del ritmo de los procesos
fisiológicos. Esto incluye la reducción de la temperatura corporal y, en los casos
extremos, se alcanza la hibernación. Durante mucho tiempo se pensó que las
aves no hibernaban. Sin embargo, las últimas investigaciones demuestran que
diversas especies de chotacabras, vencejos y colibríes del desierto o de áreas
de alta montaña, donde las noches de invierno son muy frías, pueden entrar en
un estado de letargo, similar a la hibernación, para conservar energía.

IV.3Distribución

Las aves habitan en todos los continentes y en casi todas las islas del mundo y
están adaptadas a todos los hábitats ecológicos. Varias especies viven en
desiertos estériles en apariencia, en la Antártida, en las junglas, encima de la
línea de la vegetación en las altas montañas, en pantanos y marismas, en las
costas rocosas, en los bosques y campos y en las ciudades.

Aunque la mayoría de las aves son móviles debido a su capacidad para volar,
las diferentes especies tienen una determinada distribución geográfica, que
puede abarcar desde varios continentes hasta una única isla de pequeño
tamaño. Dos de las especies más ampliamente distribuidas son el halcón
peregrino y la lechuza común, cuyos nidos se han encontrado en todos los
continentes, excepto en la Antártida. Por contraste, los sílvidos de Semper sólo
se han localizado en la pequeña isla de Santa Lucía, al oeste de la India, donde
podrían estar a punto de extinguirse. A veces, una familia entera de aves tiene
una distribución limitada. Así ocurre con algunas que sólo se localizan en
Sudamérica, África o Australia. Otras cinco están confinadas en la gran isla de
Madagascar, en el océano Índico y cuatro más, entre ellas los desaparecidos
moas, se conocen sólo en Nueva Zelanda. La familia con la distribución más
limitada contiene una única especie, el cagú. Éste es un ave con cresta, de
color gris y del tamaño de un pollo grande que se encuentra sólo en la isla de
Nueva Caledonia, en el Pacífico. Sólo una familia está restringida a Asia
(incluyendo las islas adyacentes al sur y al oeste) mientras que no existen
familias exclusivas de Europa y Norteamérica, aunque suele concederse la
categoría de familia a los pavos (dos especies de las zonas templadas y
tropicales de Norteamérica), en lugar de considerarles una subdivisión de la
familia de los faisanes.

Varias familias de aves se localizan en todo el mundo en zonas cuyas


condiciones ecológicas son similares. Los colimbos y las alcas se crían en las
regiones subárticas y septentrionales templadas de Norteamérica, Europa y
Asia. Algunas familias —entre las que destacan aquéllas a las que pertenecen
las anhingas, los loros y los trogones— habitan en las zonas tropicales de
Norte y Sudamérica, África y Asia, y las dos primeras han alcanzado Australia.

27
IV.4Adaptaciones

En general, todas las aves comparten un esquema corporal similar, aunque


existen variaciones en el tamaño y las proporciones. Las modificaciones para
adaptarse a los diferentes tipos de vida están relacionadas con las distintas
facetas de la supervivencia: búsqueda y captura de alimentos, evasión de los
enemigos y protección de los huevos y crías.

Las aves de mayor tamaño se encuentran entre el grupo que forman la


subclase Ratites, las cuales han perdido la capacidad de volar y poseen unas
extremidades posteriores potentes para correr. La mayor de todas ellas es el
avestruz, que se aproxima a los 2,5 m de altura y 167 kg de peso. Las más
pequeñas son los colibríes del hemisferio occidental, entre los que destaca el
diminuto colibrí abeja de Cuba. Este pájaro mide solamente 3 cm desde la
punta del pico hasta la punta de la cola. Las crías recién salidas del cascarón
no son mayores que las abejas obreras. Los colibríes son la única especie de
pájaros que vuela hacia atrás (retroceden desde las flores de cuyo néctar se
han estado alimentando), realizando verdaderas acrobacias aéreas. Sin
embargo, sus patas traseras y sus pies son demasiado débiles para caminar o
saltar y siempre deben volar de una posición a la siguiente.

Muchas aves persiguen a sus presas buceando, pero ninguna está tan
adaptada para esta tarea como el pingüino. Sus alas se han modificado de un
modo total y se han convertido en unas aletas rígidas como remos, parecidas a
las de una marsopa. Los pingüinos, que son torpes en la tierra, utilizan sus alas
para bucear con tanta eficacia como otros pájaros lo hacen para volar. La
mayoría de las especies de aves buceadoras —como colimbos, somormujos y
zampullines, cormoranes y algunos patos— se impulsan con sus potentes pies,
aunque algunos utilizan sus alas para equilibrarse. Casi todas las aves
nadadoras o buceadoras tienen los dedos de los pies conectados por unas
membranas epidérmicas que originan unas paletas muy eficientes. En algunas
especies acuáticas, como en los somormujos y las fochas, los dedos no están
conectados por membranas, sino que en las proximidades les salen unos
grandes lóbulos o colgajos.

El orden Procelariformes, se compone sólo de especies marinas con ‘nariz en


forma de tubo’: los albatros, los petreles (véase Proceláridos) y las pardelas.
Anidan en tierra, normalmente en islas, aunque pasan la mayor parte del año
en el mar, donde se alimentan de peces e invertebrados. En este grupo de
aves hay mayor diversidad de tamaño que en cualquier otro orden. Incluye
desde los petreles de las tempestades, que tienen el tamaño de un gorrión,
hasta los albatros viajeros, que son los pájaros marinos más grandes, con una
envergadura de alas que supera los tres metros y medio.

El grupo conocido como aves rapaces o de presa incluye el orden de los


búhos, que son cazadores nocturnos, y un orden de cazadores diurnos al que
pertenecen los gavilanes, las águilas, los halcones y los buitres carroñeros.

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Todos son comedores de carne (excepto un buitre africano que se alimenta de
nueces de palma), aunque en las especies de menor tamaño, la ‘carne’
consista en insectos e incluso algunos se alimenten sólo de peces. Estas aves
están dotadas de picos potentes y afilados y, excepto los buitres, tienen las
patas traseras adaptadas para agarrar, ya que acaban en unas zarpas o garras
curvas y cortantes.

Diversas familias de aves se han adaptado a una alimentación basada en


insectos voladores y han desarrollado unas alas largas y una boca de abertura
amplia (aunque con frecuencia tienen picos pequeños). Para esta forma de
vida, los más evolucionados son los vencejos, pertenecientes al orden de los
Apodiformes, que significa ‘sin pies’. Estos pájaros tienen unos pies tan
diminutos que son incapaces de posarse como lo hacen los colibríes y sólo
pueden aferrarse a las superficies verticales. Aunque no están estrechamente
relacionados, los vencejos se parecen a las golondrinas. Estas últimas son
pájaros cantores paseriformes (capaces de posarse). Los chotacabras tienen
una boca enorme para capturar a los insectos voladores; a su alrededor
presentan una fila de plumas largas como pelos llamadas cerdas rictales. Es
posible que estas plumas actúen como una especie de trampa para las
moscas. Algunas familias de aves, como los mosquiteros americanos,
comprenden especies que suelen atrapar a los insectos en las alas y otras que
sólo lo hacen en ocasiones. Las especies que capturan a sus presas durante el
vuelo tienen unas cerdas rictales largas, mientras que en aquellas que los
obtienen de las hojas y ramitas, son pequeñas y finas o carecen de ellas.

Los pájaros carpinteros golpean los árboles no sólo para excavar los huecos
para sus nidos, sino también para comunicarse entre sí por medio de un
tamborileo. Poseen cráneos muy gruesos y un sistema para amortiguar los
golpes en los músculos de su cuello y tórax.

IV.5Plumaje

El plumaje o el conjunto de las plumas de las aves desempeña diversos


papeles. Los de colores intensos, que a veces presentan plumas ornamentales,
son importantes en las exhibiciones de cortejo para atraer a la pareja. De igual
modo, los machos lo exhiben para tratar de intimidar a otros que compitan por
las hembras o por el territorio. Algunas aves están camufladas y se asemejan a
su entorno para escapar de la atención de los posibles depredadores. A veces
adoptan una postura que intensifica la coloración protectora. Las garzas que
viven en los pantanos, llamadas avetoros, se inmovilizan con sus cuellos
rayados y sus picos largos apuntando en línea recta hacia arriba, con lo que
acentúan su semejanza con los juncos circundantes. Las lechuzas tienen un
plumaje similar a la corteza de un árbol. Además, suelen cerrar sus grandes
ojos y estirarse tanto que pueden pasar por una rama achaparrada rota. En
muchas especies de aves, como en la mayoría de los patos y los faisanes, los
machos adultos tienen colores brillantes, mientras que las hembras y las crías,
más vulnerables, se confunden con el fondo. Otras especies, entre las que

29
destacan los chorlitos, tienen un patrón de camuflaje que contrasta de forma
brusca con el entorno. Esto hace que, cuando el ave está parada, se difumine
su perfil y sea difícil de reconocer (es el mismo principio utilizado por las
cebras).

Las plumas protegen a todos las aves contra el frío, ya que el aire que actúa
como aislante queda atrapado entre ellas. Las especies que deben soportar
inviernos especialmente duros generalmente tienen un plumaje más denso que
sus parientes de climas más uniformes. Existen tres especies de perdices
nivales. Son pequeños lagópodos de las tundras árticas y las montañas altas y
las únicas aves que, al igual que algunos mamíferos como los armiños,
adoptan un recubrimiento de color blanco, casi puro, que las hace invisibles en
la nieve. Las aves nadadoras tienden a tener plumas corporales duras que
repelen el agua, detrás de las cuales se extiende una capa densa de plumas
cortas y vellosas llamadas plumón. Las excelentes propiedades aislantes del
plumón, en especial el de patos y gansos, lo hacen un material apreciado para
la elaboración de prendas de abrigo, edredones y sacos de dormir.

La mayoría de las aves adultas mudan, es decir, pierden y reemplazan todas


sus plumas, al menos una vez al año. Sin embargo, en algunas aves de gran
tamaño, como águilas y grullas, la muda de las plumas de vuelo de las alas
puede prolongarse hasta dos años. Estas estructuras están sujetas a desgaste
físico, se decoloran y se vuelven quebradizas tras largas exposiciones a la luz
del sol. En la muda, las plumas nuevas crecen en los folículos epidérmicos y
empujan hacia afuera a las plumas viejas ya muertas. A menudo, los ciclos de
muda se correlacionan con otros. Por ejemplo, en la mayoría de las especies
migradoras, el plumaje nuevo crece después de la reproducción y antes de la
emigración del otoño.

IV.6Sentidos

La mayoría de las aves tienen ojos relativamente grandes, en especial,


aquéllas que son activas a la luz débil del alba y del atardecer, o las que viven
en la profundidad de los bosques. Al igual que los seres humanos, las aves
pueden percibir los colores. Esto se deduce tras observar el importante papel
que el color del plumaje desempeña en sus vidas. Con unas pocas
excepciones, los ojos de las aves se localizan a los lados de la cabeza y no en
su parte delantera. Por esta razón, tienen una percepción pobre de la
profundidad, aunque pueden ver un porcentaje mayor de su entorno sin girar la
cabeza. Los ojos de los búhos están situados en el plano frontal de ésta, pero
no pueden moverse en sus órbitas y, para mirar hacia los lados, el animal tiene
que dirigir la cara hacia el objeto que le interesa. Incluso estas aves necesitan
un poco de luz para poder ver. Los que cazan en una semi o total oscuridad,
por ejemplo en cuevas o edificios viejos, utilizan el oído más que la vista.

Como para los búhos, el oído es un sentido esencial para la mayoría de las
aves. Se comunican entre sí de diferentes maneras a través de voces y suelen

30
reconocer a su pareja y a sus crías por el sonido más que por la vista. La
mayoría de las aves oyen una escala de sonidos parecida a la que percibe el
oído humano. Sin embargo, algunas especies de pequeño tamaño no oyen los
sonidos graves, pero pueden detectar frecuencias más altas. Por el contrario,
los grandes búhos y algunas otras especies pueden oír notas demasiado
graves para la escala de audición humana.

El guácharo, de origen sudamericano y parecido al chotacabras, así como otras


especies de Asia y el Pacífico, anida en el fondo de las cuevas en una
oscuridad casi total. Maniobra con la localización del eco. Chasquean sonidos
que rebotan en las paredes y cuando éstos regresan hasta el oído del animal,
un sistema cerebral parecido a un radar les indica la dirección y la distancia del
obstáculo. Muchos murciélagos poseen un sistema similar de percepción de
sonidos, pero no se ha encontrado en ningún otro grupo de aves.

El sentido del olfato está muy desarrollado sólo en determinadas especies de


aves para las cuales es muy importante. En la familia de los buitres americanos
sólo el buitre pavo y el buitre rey tienen unos órganos olfatorios bien
desarrollados. El olfato y la vista les sirven para localizar animales muertos de
los que se alimentan. Tanto el buitre negro, como su pariente el cóndor, y el
buitre eurasiático (que aunque no está relacionado con los anteriores es similar
desde el punto de vista ecológico), tienen el olfato poco desarrollado. Los
petreles, albatros y pardelas tienen un olor fuerte y oleaginoso, por lo que no es
de sorprender que su olfato sea importante. Los indicadores, aves que se
encuentran en África y Asia, son de tamaño pequeño y están algo relacionadas
con los pájaros carpinteros. Se alimentan de las larvas de las abejas y de su
cera y localizan las colmenas por el olfato. Los kiwis, las aves del grupo de las
Ratites de menor tamaño, son casi ciegos y también localizan su alimento
(gusanos y otros invertebrados) a través del olfato. Se caracterizan por tener
las ventanas de la nariz en la punta del pico.

Se sabe poco acerca del sentido del gusto en las aves, aunque los
experimentos realizados con pollos y palomas domésticas muestran que tienen
preferencia por determinados sabores. Sin embargo, a diferencia de los
mamíferos, las aves tienen pocas papilas gustativas en la lengua.

Aunque se ha estudiado poco, se sabe que las aves tienen sentido del tacto y
que sus ojos son muy sensibles a él. Cuando se toca el globo ocular de un ave,
se despliega un tercer párpado llamado membrana nictitante, que recorre la
superficie ocular limpiándola de partículas de suciedad y de restos de comida.
Esta membrana es transparente en parte y cubre los ojos de las aves
nadadoras o buceadoras cuando están bajo el agua.

Las aves tienen un magnífico sentido del equilibrio y pueden percibir pequeñas
vibraciones. Esto es vital tanto para mantenerse posados en lugares inestables
como para corregir las corrientes de viento y aire cuando están volando.

31
IV.7Ciclo Vital

El ciclo vital de las aves está estrechamente relacionado con las estaciones. En
las zonas árticas y templadas de los dos hemisferios, norte y sur, existen cuatro
estaciones anuales: primavera, verano, otoño e invierno. Pero en muchas
regiones tropicales y subtropicales, sólo existen dos: la lluviosa y la seca (o,
incluso, dos de cada por año). La llegada de las lluvias afecta a las aves de
diversas formas. Aparece la vegetación nueva que algunos utilizan para
construir sus nidos y se incrementan las poblaciones de insectos. Se forman
lagos temporales y charcas que rebosan de plantas y animales que les sirven
de alimento. Sin embargo, para algunas especies, la estación seca es más
favorable para anidar y alimentar a sus crías. Algunas aves acuáticas tropicales
construyen sus nidos en las islas arenosas que sólo emergen cuando
desciende el nivel del agua de los grandes ríos, como el Amazonas.

IV.8Apareamiento y nidificación

Suelen ser pocas aves las que permanecen con la misma pareja a lo largo del
año y de un año al siguiente. Incluso, aunque una pareja pueda unirse varios
años, la relación entre los miembros o la unión de pareja debe renovarse o
reforzarse al comienzo de cada época de reproducción. Esto se lleva a cabo
con exhibiciones visuales, auditivas o de ambos tipos. Algunas exhibiciones
visuales de cortejo son complicadas y, como ocurre en las garzas, se utilizan
plumas especializadas. En otras especies, como los patos, la unión de pareja
se establece siguiendo una serie de movimientos muy estereotipada. Si uno de
los dos miembros no responde con la demostración correcta, la secuencia se
rompe. Entre las exhibiciones auditivas está el ‘canto a dúo’ que llevan a cabo
las especies de varias familias de aves, como la familia Pícidos y la familia a la
que pertenecen los chochines, entre las que se encuentra el pájaro carpintero.
Las llamadas de machos y hembras se alternan en una sucesión tan exacta,
que podría parecer que la fuente del sonido es una única ave. En algunas
especies no existe una verdadera relación de pareja. Los machos se exhiben
entre ellos compitiendo por el derecho a emparejarse con tantas hembras como
sea posible. Esta reunión de machos se produce en las aves del paraíso, en los
pavos reales salvajes, en algunos correlimos, en algunos lagópodos y en una
familia de pájaros tropicales de pequeño tamaño llamados manaquines.

Las aves ponen sus huevos en sitios tan variados como el suelo desnudo o
nidos muy elaborados. Los de los pájaros tejedores de África y Asia se
consideran entre los objetos más intrincados que se conocen en el reino
Animal. Los nidos se construyen con una gran variedad de materiales fáciles de
conseguir: hierba, ramitas, cortezas, líquenes, fibras vegetales, hojas, pelos de
mamíferos, telas de arañas, lodo, algas marinas, conchas marinas, guijarros e,
incluso, saliva de los propios pájaros. También pueden usar objetos como
trocitos de papel, plástico y cuerdas. Muchas aves despluman la parte de su
abdomen que se alinea con el nido, de modo que el trozo de piel expuesta
(llamada parche de la nidada) ayuda a calentar los huevos. El número de

32
huevos por nido varía según las especies, entre uno y una docena o más. En la
mayoría de las especies los progenitores se turnan para incubar los huevos o lo
hace sólo la hembra. Sin embargo, en algunas especies los papeles que
desempeñan los dos sexos se invierten y tanto la incubación de los huevos
como la alimentación de las crías corre a cargo de los machos. En estas aves,
también al contrario de lo normal, la hembra suele ser más grande y su plumaje
tiene unos colores más intensos que el del macho.

IV.9Migración

En las regiones árticas y templadas algunas especies de aves residen durante


toda su vida en el área de cría, aunque la reproducción en sí misma es un
fenómeno que ocurre entre la primavera y el verano. La mayoría de las aves
tropicales también pasan en la misma zona el año entero. Algunas de éstas,
cuando la estacionalidad es mínima, pueden anidar casi en cualquier momento.
Sin embargo, la mayoría de las especies de regiones árticas y templadas, así
como algunas tropicales, emigran, es decir, realizan movimientos estacionales
regulares alejándose y regresando a su área de cría. Es posible que
únicamente se trasladen durante el invierno desde las montañas muy
expuestas hasta los valles protegidos. El extremo opuesto es la migración a
larga distancia que realizan cada año muchas especies. La más destacable es
la del charrán ártico que emigra desde las latitudes septentrionales de Eurasia
y Norteamérica hasta las aguas subantárticas.

Las migraciones de aves a larga distancia suscitan la interesante cuestión de


cómo pueden encontrar el camino. Algunos vuelan sólo durante la noche y
otros lo hacen sobre los océanos uniformes, por lo que no pueden utilizar las
marcas de tierra como se cree que ocurre con algunos emigrantes diurnos. En
la actualidad, se sabe que no existe un sistema de navegación único. Algunas
especies parecen guiarse por los dibujos estelares y otras por la inclinación del
Sol. Al menos algunas de ellas pueden detectar la radiación ultravioleta, el
campo magnético terrestre y vibraciones sonoras muy profundas, como las
originadas por las olas de los océanos distantes. Sin embargo, todavía son una
incógnita los mecanismos sensoriales efectivos por los que las aves traducen
las señales del medio en ayudas para la navegación.

Uno de los métodos más utilizados para estudiar los desplazamientos de las
aves es el anillamiento científico. Esta técnica consiste en la individualización
de las aves mediante una anilla metálica que lleva grabado un código numérico
o alfanumérico único y una dirección de contacto conocida como remite. La
recuperación, es decir el posterior control del ave, es la información primaria
que proporciona el anillamiento. Los marcajes más modernos, mediante
radiotransmisores seguidos por satélite, han aumentado considerablemente
nuestros conocimientos sobre la migración, al permitir seguir día a día a las
aves en sus viajes migratorios.

33
IV.10Aves observadas

Cóndor andino
FILO : Cordados
SUBFILO : Vertebrados
CLASE : Aves
SUPER-ORDEN : Neognathae
ORDEN : Falconiformes
FAMILIA : Cathartidae
GENERO : Vultur
ESPECIE : Vultur gryphus

Pelicano
FILO : Cordados
SUBFILO : Vertebrados
CLASE : Aves
SUPER-ORDEN : Neognathae
ORDEN : Pelecaniformes
FAMILIA : Pelecanidae
GENERO : Pelecanus
ESPECIE : Pelecanus thagus

34
Pato crestón
FILO : Cordados
SUBFILO : Vertebrados
CLASE : Aves
SUPER-ORDEN : Neognathae
ORDEN : Anseriformes
FAMILIA : Anatidae
GENERO : Sarkidiorsis
Sarkidiornis melanotes
ESPECIE :
carunculatos

Piquero común
FILO : Cordados
SUBFILO : Vertebrados
CLASE : Aves
SUPER-ORDEN : Neognathae
ORDEN : Pelecaniformes
FAMILIA : Sulidae
GENERO : Sula
ESPECIE : Sula variegata

35
Huerequeque
FILO : Cordados
SUBFILO : Vertebrados
CLASE : Aves
SUPER-ORDEN : Neognathae
ORDEN : Charadriformes
FAMILIA : Burhinidae
GENERO : Burhinus
Burhinus
ESPECIE :
supercillaris

Pingüino de Humbolt
FILO : Cordados
SUBFILO : Vertebrados
CLASE : Aves
SUPER-ORDEN : Impennes
ORDEN : Sphenisciformes
FAMILIA : Spheniscidae
GENERO : Spheniscus
Spheniscus
ESPECIE :
humboltii

36
Guanay
FILO : Cordados
SUBFILO : Vertebrados
CLASE : Aves
SUPER-ORDEN : Neognathae
ORDEN : Pelecaniformes
FAMILIA : Phalacrocoracidae
GENERO : Phalacrocórax
Phalacrocórax
ESPECIE :
bouganvilli

Lechuza de arenal
FILO : Cordados
SUBFILO : Vertebrados
CLASE : Aves
SUPER-ORDEN : Neognathae
ORDEN : Strigiformes
FAMILIA : Strigidae
GENERO : Athene
Athene cunicularia
ESPECIE :
nanodes

37
38
Lechuza o tuco
FILO : Cordados
SUBFILO : Vertebrados
CLASE : Aves
SUPER-ORDEN : Neognathae
ORDEN : Strigiformes
FAMILIA : Strigidae
GENERO : Asio
ESPECIE : Asio clamator

Gallineta
FILO : Cordados
SUBFILO : Vertebrados
CLASE : Aves
SUPER-ORDEN : Neognathae
ORDEN : Gruiformes
FAMILIA : Rallidae
GENERO : Neocrex
ESPECIE : Neocrex erythrops

39
Polla de agua
FILO : Cordados
SUBFILO : Vertebrados
CLASE : Aves
SUPER-ORDEN : Neognathae
ORDEN : Gruiformes
FAMILIA : Rallidae
GENERO : Gallinula
Gallinula chloropus
ESPECIE :
pauxiali

Lechuza de campanarios
FILO : Cordados
SUBFILO : Vertebrados
CLASE : Aves
SUPER-ORDEN : Neognathae
ORDEN : Strigiformes
FAMILIA : Tytonidae
GENERO : Tyto
ESPECIE : Tyto alba

40
Gallito de las rocas
FILO : Cordados
SUBFILO : Vertebrados
CLASE : Aves
SUPER-ORDEN : Neognathae
ORDEN : Passeriformes
FAMILIA : Contingidae
GENERO : Rupícola
Rupícola
ESPECIE :
peruviana

Pava aliblanca
FILO : Cordados
SUBFILO : Vertebrados
CLASE : Aves
SUPER-ORDEN : Neognathae
ORDEN : Galliformes
FAMILIA : Cracidae
GENERO : Penélope
Penélope
ESPECIE :
allbipennis

41
Cóndor real
FILO : Cordados
SUBFILO : Vertebrados
CLASE : Aves
SUPER-ORDEN : Neognathae
ORDEN : Falconiforme
FAMILIA : Cathartidae
GENERO : Sarcaramphus
ESPECIE : Sarcaramphus papa

Carpintero cabeza roja


FILO : Cordados
SUBFILO : Vertebrados
CLASE : Aves
SUPER-ORDEN : Neognathae
ORDEN : Piciformes
FAMILIA : Picidae
GENERO : Chrysoptilus
ESPECIE : Chrysoptilus atricollis

42
Botón de oro
FILO : Cordados
SUBFILO : Vertebrados
CLASE : Aves
SUPER-ORDEN : Neognathae
ORDEN : Passeriformes
FAMILIA : Fringillidae
GENERO : Sicalis
ESPECIE : Sicalis flaveola

Shansho
FILO : Cordados
SUBFILO : Vertebrados
CLASE : Aves
SUPER-ORDEN : Neognathae
ORDEN : Galliforme
FAMILIA : Opisthocomidae
GENERO : Opistocorpus
Opistocorpus
ESPECIE :
hoatzin

43
Paujil cornudo
FILO : Cordados
SUBFILO : Vertebrados
CLASE : Aves
SUPER-ORDEN : Neognathae
ORDEN : Galliformes
FAMILIA : Cracidae
GENERO : Crax
ESPECIE : Crax unicornis

Martin pescador
FILO : Cordados
SUBFILO : Vertebrados
CLASE : Aves
SUPER-ORDEN : Neognathae
ORDEN : Coraciformes
FAMILIA : Alcedinidae
GENERO : Chloroceryle
Chloroceryle
ESPECIE :
americana

44
Cotorra de Wagler
FILO : Cordados
SUBFILO : Vertebrados
CLASE : Aves
SUPER-ORDEN : Neognathae
ORDEN : Psittaciformes
FAMILIA : Psittacidae
GENERO : Aratingal
ESPECIE : Aratingal wagleri

Gaviota blanca
FILO : Cordados
SUBFILO : Vertebrados
CLASE : Aves
SUPER-ORDEN : Neognathae
ORDEN : Charadriformes
FAMILIA : Laridae
GENERO : Larus
Larus
ESPECIE :
dominicanus

45
Chilalo
FILO : Cordados
SUBFILO : Vertebrados
CLASE : Aves
SUPER-ORDEN : Neognathae
ORDEN :
FAMILIA :
GENERO : Furnarios
ESPECIE : Furnarios leucopus

Paloma doméstica
FILO : Cordados
SUBFILO : Vertebrados
CLASE : Aves
SUPER-ORDEN : Neognathae
ORDEN : Columbiformes
FAMILIA : Columbidae
GENERO : Columbia
ESPECIE : Columbia livia

46
Pato aguja
FILO : Cordados
SUBFILO : Vertebrados
CLASE : Aves
SUPER-ORDEN : Neognathae
ORDEN : Pelecaniformes
FAMILIA : Anhingidae
GENERO : Anhinga
ESPECIE : Anhinga anhinga

Chinalinda
FILO : Cordados
SUBFILO : Vertebrados
CLASE : Aves
SUPER-ORDEN : Neognathae
ORDEN : Falconiforme
FAMILIA : Falconidae
GENERO : Phalcobaemus
Phalcobaemus
ESPECIE : albogularis
megalopterus

47
Flamenco
FILO : Cordados
SUBFILO : Vertebrados
CLASE : Aves
SUPER-ORDEN : Neognathae
ORDEN : Ciconiformes
FAMILIA : Phoenicopteridae
GENERO : Phoenicopterus
Phoenicopterus
ESPECIE :
chilensis

Gallinazo cabeza roja


FILO : Cordados
SUBFILO : Vertebrados
CLASE : Aves
SUPER-ORDEN : Neognathae
ORDEN : Falconiformes
FAMILIA : Cathartidae
GENERO : Cathartes
Cathartes
ESPECIE :
aura jota

48
Urraca
FILO : Cordados
SUBFILO : Vertebrados
CLASE : Aves
SUPER-ORDEN : Neognathae
ORDEN : Passeriformes
FAMILIA : Corvidae
GENERO : Cyanocorax
Cyanocorax
ESPECIE :
mystacallis

Chiclón
FILO : Cordados
SUBFILO : Vertebrados
CLASE : Aves
SUPER-ORDEN : Neognathae
ORDEN : Cuculiformes
FAMILIA : Cuculidae
GENERO : Crothophaga
Crothophaga
ESPECIE :
sulcirostris

49
Perdiz serrana
FILO : Cordados
SUBFILO : Vertebrados
CLASE : Aves
SUPER-ORDEN : Neognathae
ORDEN : tinamiformes
FAMILIA : Tinamidae
GENERO : Notoprocta
Notoprocta
ESPECIE :
pentlandi

Gallo doméstico
FILO : Cordados
SUBFILO : Vertebrados
CLASE : Aves
SUPER-ORDEN : Neognathae
ORDEN : Galliformes
FAMILIA : Phasianidae
GENERO : Gallus
ESPECIE : Gallus gallus

50
Violinista
FILO : Cordados
SUBFILO : Vertebrados
CLASE : Aves
SUPER-ORDEN : Neognathae
ORDEN :
FAMILIA :
GENERO : Thoraupis
Thoraupis
ESPECIE :
episcopus

Aguila común
FILO : Cordados
SUBFILO : Vertebrados
CLASE : Aves
SUPER-ORDEN : Neognathae
ORDEN : Falconiformes
FAMILIA : Accipitridae
GENERO : Buteo
Buteo
ESPECIE : polysoma
polysoma

51
V. MAMIFEROS

V.1 Introducción

Mamífero, nombre común que se aplica a cualquier animal de sangre caliente


(más apropiado es el término homeotermo, es decir, cuya temperatura corporal
permanece constante independientemente de las condiciones ambientales)
perteneciente a la clase en la que se incluyen el ser humano y otras especies
que se caracterizan por tener el cuerpo recubierto de una cantidad variable de
pelo, por la existencia de glándulas mamarias para alimentar al recién nacido, y
por presentar la cavidad corporal dividida en dos partes (cavidad torácica y
cavidad abdominal) por medio de una membrana musculosa denominada
diafragma, la cual desempeña un papel muy importante en la respiración.
Muestran además un gran desarrollo de su sistema nervioso, sobre todo de la
parte frontal del encéfalo, con la formación de una corteza cerebral que se ha
traducido en un desarrollo mayor de la inteligencia; por otro lado, tienen un
único arco aórtico del corazón en el lado izquierdo del cuerpo, presentan una
articulación especial entre el hueso de la tibia y los huesos del tarso en el
tobillo, y poseen tres huesecillos auditivos (martillo, yunque y estribo) en el oído
medio. Por último, la mandíbula está compuesta por un solo hueso, el maxilar
inferior o dentario, que se articula con el hueso escamoso de la mandíbula
superior. La mayoría de los miembros del grupo tienen cuatro extremidades
que pueden adaptarse a la natación (como en las focas) o al vuelo, como las
alas de los murciélagos. Por el contrario, otros mamíferos sólo tienen un par de
extremidades que, en algunos casos, se han reducido hasta convertirse en
apéndices vestigiales (como es el caso de las ballenas) o se han perdido para
siempre, como en la vaca marina. Todos los mamíferos, excepto los
monotremas (que ponen huevos), paren crías vivas (viviparismo), que pasan
las primeras fases de su desarrollo embrionario dentro de una cavidad del
cuerpo de la madre (véase Desarrollo). Algunos mamíferos nacen en un estado
bastante indefenso, mientras que otros son capaces de andar e incluso correr
al poco tiempo de nacer. El tamaño de los mamíferos varía mucho: el más
grande es la ballena azul, que suele medir más de 30 m de longitud, y los más
pequeños (como algunas especies de musarañas, ratones y murciélagos) no
llegan a los 5 cm de largo, sin incluir la cola.

V.2 Anatomía

La capa exterior de los mamíferos es la piel, un órgano elástico y flexible que


se renueva continuamente. Suele estar cubierta por un pelaje más o menos
espeso y cumple diversas funciones: protege ante daños de tipo mecánico,
evita la invasión de gérmenes y regula la pérdida de calor y humedad del
cuerpo. En muchos mamíferos, el color de la piel o del pelo se confunde con el
entorno donde habita el animal, de manera que le ofrece camuflaje y protección
frente a los depredadores. Otras veces existe un gran contraste, lo cual

52
favorece la comunicación visual y proporciona información sobre la identidad
de la especie, el género, la edad o la posición jerárquica o social de un
individuo. La piel también funciona como un órgano sensorial y excretor, pues
contiene diferentes tipos de glándulas especializadas, como las glándulas
mamarias. Éstas son estructuras derivadas de glándulas dérmicas y producen
la leche de la que se alimentan las crías después de nacer. Su existencia da
nombre a toda la clase (clase Mamíferos). Su estado de desarrollo es completo
en todas las hembras adultas, y se encuentran en estado rudimentario en la
mayoría de los machos y de las hembras inmaduras.

Otras estructuras importantes de la piel son las glándulas sudoríparas. Se


hallan presentes en casi todas las especies de mamíferos terrestres, aunque
están ausentes en algunas, como son la rata topo de El Cabo o el oso
perezoso de dos dedos. Los mamíferos acuáticos (las ballenas, los delfines y
las vacas marinas, entre otros) carecen de glándulas sudoríparas. Éstas se
encuentran situadas en la base de los pelos, excepto en aquellas regiones de
la piel que bordean las membranas mucosas, como son las que rodean los
labios o las de los genitales; sin embargo, muchos mamíferos tienen pocas de
estas glándulas en estado funcional, tal y como sucede en los gatos y perros,
en los que sólo las glándulas de las plantas de los pies son funcionales. Las
glándulas sudoríparas tienen una importancia fundamental en la regulación de
la temperatura del cuerpo. Otro tipo de glándulas presentes en los mamíferos
son las sebáceas, que producen una secreción grasienta útil para
impermeabilizar el pelaje (sobre todo en las especies acuáticas). Una
modificación de aquéllas origina otra clase de glándulas que se encargan de
producir diferentes tipos de olores: las glándulas odoríferas. El sentido del
olfato suele ser de vital importancia para muchos mamíferos y por lo tanto no
es de extrañar que estas glándulas estén situadas en casi cualquier zona del
cuerpo. Con los olores, los individuos se comunican entre ellos, bien para
atraer y mantenerse juntos (por ejemplo en la atracción sexual), bien para
separarse (por ejemplo el marcaje del territorio).

En cuanto a los sentidos de la visión y del oído, se puede comprobar con


facilidad que también tienen sus receptores específicos situados en la piel.
Todos los mamíferos tienen dos ojos y algunos poseen, en mayor o menor
grado, visión binocular o estereoscópica, que ayuda en la percepción de la
imagen y en la apreciación de la distancia: en cada ojo se forma una imagen
desde puntos de vista ligeramente distintos y ambas se superponen para dar
una única imagen al integrarse en el cerebro. Otra característica del sentido de
la vista es que la mayoría de los mamíferos son casi ciegos en la apreciación
del color, pues los conos (que son las células nerviosas del ojo sensibles al
color) son muy escasos en número. Respecto al sentido del oído, la expresión
externa de éste lo constituye el pabellón auditivo u oreja, que es un mecanismo
de recepción y ampliación de las ondas sonoras, las cuales serán
transformadas en impulsos nerviosos para ser recibidas por el cerebro. Al
evolucionar los mamíferos, dos de los huesos que formaban la articulación

53
mandibular, el cuadrado y el articular, disminuyeron de tamaño y fueron
arrastrados al interior del oído medio para formar, junto con el hueso llamado
estribo, los huesecillos auditivos anteriormente mencionados; el articular pasó a
ser el martillo y el cuadrado se convirtió en el yunque. En los mamíferos
terrestres y arborícolas, las orejas son estructuras bien visibles de constitución
cartilaginosa, mientras que en los mamíferos acuáticos, como por ejemplo las
ballenas, son simples orificios abiertos al exterior.

Los órganos internos de los mamíferos son los mismos tanto en la forma más
primitiva como en la más compleja. Todos los mamíferos, al igual que las aves
y algunos reptiles, tienen el corazón dividido en cuatro cámaras, dos aurículas
y dos ventrículos. Los glóbulos rojos carecen de núcleo después del
nacimiento. Por último, el cuello consta de siete vértebras cervicales, con la
excepción de las vacas marinas y ciertas especies de perezosos y osos
hormigueros.

V.3 Reproducción

Todos los mamíferos tienen reproducción sexual, que requiere la presencia de


las células reproductoras sexuales (óvulos en la hembra y espermatozoides en
el macho) para realizarse; éstas son las que contienen la información genética
necesaria para que después de la fecundación (unión entre estas dos células),
se origine un individuo completo con las características propias de la especie.
Los órganos donde se producen estas células se denominan gónadas; las
masculinas son los testículos y las femeninas los ovarios. Hay otras estructuras
que intervienen en la reproducción: en las hembras los oviductos (canales que
comunican el ovario con el útero), el útero (cavidad donde se desarrolla el
embrión) y la vagina (canal de recepción del órgano copulador masculino); en
los machos, el órgano copulador o pene que, en comunicación con los
testículos, se encargará de transmitir los espermatozoides a la hembra a través
de la vagina. En el caso de los mamíferos actuales más primitivos (los
monotremas, que carecen de mamas y se reproducen por huevos), existe un
oviducto conectado a un ovario en cada lado del cuerpo; la parte superior
corresponde al útero y la inferior a la vagina de los demás mamíferos. Esta
zona inferior desemboca en un tracto que también recibe la orina de la vejiga y
juntos se abren a un orificio común, la cloaca. La transferencia de las células
sexuales masculinas a la hembra se realiza por una simple yuxtaposición de
las cloacas de ambos sexos. En el resto de los mamíferos dicha transferencia
tiene lugar por medio de la introducción del pene del macho en la vagina de la
hembra, proceso que se conoce con el nombre de cópula; después de la
fecundación del óvulo, el desarrollo embrionario ocurre en una cavidad (útero),
dentro del cuerpo de la madre. En el caso de los marsupiales, el periodo de
gestación dura entre 10 y 15 días, las crías nacen en un estado prematuro y la
mayoría de su crecimiento se realizará en la bolsa marsupial que tiene su
madre. La gran mayoría de los mamíferos van a desarrollar una estructura
especial llamada placenta, que consiste en una envoltura a través de la cual se

54
alimenta el feto en desarrollo y también expulsa los productos de desecho. Las
crías de mamífero nacen en un estado que no es lo suficientemente
desarrollado como para que lleven una vida independiente, por lo que después
del nacimiento recibirán los cuidados maternos durante un periodo de tiempo
que varía según las especies. Véase Reproducción.

V.4 Historia Evolutiva

Es muy probable que la aparición de los mamíferos en la Tierra ocurriera al


principio de la era mesozoica. En esta época había un grupo de reptiles que
poseían características de mamíferos; eran muy frecuentes desde el periodo
pérmico al triásico y se conocen como el orden de los Terápsidos. Con el
tiempo, dieron lugar a distintas ramas evolutivas en las que fueron apareciendo
rasgos típicos de los mamíferos al tiempo que se entremezclaban con los
reptilianos. Esto sucedió hace unos 180 millones de años cuando declinaron
dejando una línea de descendientes que no resurgiría hasta pasados 100
millones de años, durante los cuales los grandes reptiles predominaron en la
Tierra. Los primeros fósiles correspondientes de forma definitiva a un mamífero
fueron encontrados en rocas del jurásico.

Durante este periodo existían ya cinco órdenes distintos de mamíferos. Uno


estaba compuesto por mamíferos pequeños similares a los roedores, que
tenían características dentales típicas de estos animales, pero se extinguieron
durante el eoceno. Un segundo orden consistía en mamíferos pequeños y
carnívoros, con molares de tres cúspides y que también se extinguieron antes
de finalizar el eoceno. El tercer grupo estaba formado por mamíferos del
tamaño de una rata o un topo; tenían un régimen alimentario insectívoro y casi
con toda seguridad los podemos identificar como los antecesores de los
mamíferos actuales. Tras la desaparición de los grandes reptiles al final de la
era secundaria (el mesozoico), esta línea evolutiva se desarrolló con éxito
durante todo el periodo terciario, que se conoce por este motivo como edad de
los mamíferos.

No hay restos fósiles que representen a los monotremas. Los primeros fósiles
de marsupiales y mamíferos placentarios fueron encontrados en rocas que
datan del periodo cretácico. Parece ser que los marsupiales no tuvieron éxito
en la competición con los placentarios y, al principio del eoceno, sólo estaban
representados por la familia del oposum (o zarigüeyas) en Norteamérica, por
varias familias en Sudamérica y por otras tantas en Australia. Los fósiles más
primitivos que se conservan de los placentarios se encontraron en el oeste de
América del Norte y en Europa occidental; parece que este grupo se originó a
finales del periodo cretácico y, según indica el registro fósil, se extendió
después con rapidez durante el cenozoico para formar el grupo actual de los
mamíferos. Los insectívoros, grupo considerado como el orden más primitivo
de mamíferos placentarios, son muy similares en aspecto a los primeros fósiles
de placentarios.

55
V.5 Distribución

La gran mayoría de los mamíferos son animales terrestres y se han adaptado a


vivir en una amplia variedad de hábitats distintos; se pueden encontrar
mamíferos en desiertos, en tundras, en montañas o en bosques de la selva
húmeda tropical. Dos órdenes de mamíferos placentarios y algunos géneros de
un tercer orden, son acuáticos. Los monotremas están restringidos en su
distribución a Australia, Tasmania y Nueva Guinea. Los marsupiales son
dominantes en las mismas regiones que los monotremas, pero dos grupos de
aquéllos son originarios del continente americano. Dos órdenes de mamíferos
placentarios, los Quirópteros y los Roedores, están representados en todos los
continentes, excepto en la Antártida. Los placentarios que existen en Australia
son unas pocas especies de ratas, el perro salvaje o dingo y algunos
murciélagos; el dingo es muy probable que fuera introducido por el ser humano.

Los primates son originarios de las regiones tropicales y subtropicales. Los


insectívoros, los conejos, las liebres, los picas y los artiodáctilos se encuentran
en todos los continentes, excepto Australia y la Antártida; los perisodáctilos son
originarios de Eurasia, África y Sudamérica. Los perezosos, los armadillos, los
osos meleros y los osos hormigueros sólo se encuentran en el continente
americano. Los colugos están restringidos a la península Malaya, Indonesia,
Borneo y el archipiélago de las islas Filipinas. Los pangolines se distribuyen en
África y Asia. Los oricteropos son exclusivamente africanos. Dos especies de
dos órdenes, los elefantes y los damanes, viven en Asia y África.

V.6 Mamiferos Observados

Oso de anteojos
FILO : Cordados
SUBFILO : Vertebrados
CLASE : Mamiferos
ORDEN : Carnivoros
FAMILIA : Ursidos
GENERO : Tremarctos
Tremarctos
ESPECIE :
ornatus

56
Puma
FILO : Cordados
SUBFILO : Vertebrados
CLASE : Mamiferos
ORDEN : Carnivoros
FAMILIA : Felidos
GENERO : Puma
ESPECIE : Puma concolor

Cuy
FILO : Cordados
SUBFILO : Vertebrados
CLASE : Mamiferos
ORDEN : Roedores
FAMILIA : Cavidos
GENERO : Cavia
ESPECIE : Cavia porcellus

57
Armadillo
FILO : Cordados
SUBFILO : Vertebrados
CLASE : Mamiferos
ORDEN : Xenarthra
FAMILIA : Dasipodidos
GENERO : Dasypus
Dasypus
ESPECIE :
novencinctus

Hurón
FILO : Cordados
SUBFILO : Vertebrados
CLASE : Mamiferos
ORDEN : Carnivoros
FAMILIA : Mustelidos
GENERO : Eira
ESPECIE : Eira barbara

58
Venado gris
FILO : Cordados
SUBFILO : Vertebrados
CLASE : Mamiferos
ORDEN : Artiodactilos
FAMILIA : Cervidos
GENERO : Odoicoleus
Odoicoleus
ESPECIE :
virginianus

Sajino
FILO : Cordados
SUBFILO : Vertebrados
CLASE : Mamiferos
ORDEN : Artiodactilos
FAMILIA : Suidos
GENERO : Tayassu
Tayassu
ESPECIE :
tajacu

59
Murciélago
FILO : Cordados
SUBFILO : Vertebrados
CLASE : Mamiferos
ORDEN : Quiropteros
GENERO : Amorphochilus
Amorphochilu
ESPECIE :
s schnablii

Ardilla
FILO : Cordados
SUBFILO : Vertebrados
CLASE : Mamiferos
ORDEN : Roedores
FAMILIA : Esciuridos
GENERO : Scuirus
Sciurus
ESPECIE :
vulgaris

60
Mono de bolsillo
FILO : Cordados
SUBFILO : Vertebrados
CLASE : Mamiferos
ORDEN : Primates
FAMILIA : Cebidos
GENERO : Cebus
ESPECIE : Cebus apella

Conejo
FILO : Cordados
SUBFILO : Vertebrados
CLASE : Mamiferos
ORDEN : Roedores
FAMILIA : Leporinos
GENERO : Oryctolagus
Oryctolagus
ESPECIE :
caniculus

61
Osos hormiguero
FILO : Cordados
SUBFILO : Vertebrados
CLASE : Mamiferos
ORDEN : Xenarthra
FAMILIA : Mirmecofágidos
GENERO : Myrmecophaga
Myrmecophaga
ESPECIE :
trydactila

Zorro
FILO : Cordados
SUBFILO : Vertebrados
CLASE : Mamiferos
ORDEN : Carnivoros
FAMILIA : Canidos
GENERO : Vulpes
ESPECIE : Vulpes vulpes

62
Ronsoco
FILO : Cordados
SUBFILO : Vertebrados
CLASE : Mamiferos
ORDEN : Roedores
GENERO : Dasyprocta
Dasyprocta
ESPECIE :
sp.

63
VI. REFERENCIAS

1. Biblioteca de Consulta Microsoft ® Encarta ® 2005. © 1993-2004

Microsoft Corporation. Reservados todos los derechos.

2. http://natureduca.iespana.es/zoo_cordados_anfibios.htm

3. http://www.alaquairum.com/anatomia_de_los_anfibios.htm

4. http://www.elanzuelo.com/la_pesca/especies/anatomia.htm

5. http://www.geocities.com/Pipeline/6092/peces.html

6. http://www.icarito.cl/icarito/2001/818/osteictios.htm

7. http://www.mdpaquarium.com.ar/infpez.htm

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