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SIMBOLISMO DEL DAATH

"Casi puede decirse que el que saluda a la estrella de la mañana pierde para siempre el
uso de la vista y de la razón, pues queda fascinado por su falsa luz y es precipitado en el
abismo."
(Savignies) (*) "El Misterio de las Catedrales - Fulcanelli"

Dice el Sefer yetzirah: "Diez números primordiales, diez y no nueve, diez y no once. Comprende con
Sabiduría y sé Sabio con Inteligencia; examínalos y sondéalos..."

Daath es considerado un sefira oculto, se lo llama el Abismo. No le pertenecen atributos tan objetivos como
a los otros diez.
Pocas veces se hace referencia a Daath como sefira. Casi siempre es considerado como uno aparte, también
se lo denomina "El Conocimiento". Porque Daath no es uno de los diez, Daath es el "Conocimiento" de los
diez.

Figura simbólicamente en el árbol aunque siempre está una octava mas arriba con respecto a los diez
sefirots. No comparte el mismo plano.
Daath es el Fundamento (yesod) del Arbol superior.
Si tomamos al Arbol de Assiah, Daath está en Yetzzirah, si lo contemplamos en Yetzzirah, Daath está en
Briah; si nuestro Arbol está en Briah, Daath está es Azziluth. Ahora bien, si tratamos de imaginar el arbol
en Azziluth, Daath sería entonces el puente, una suerte de puerta por la que Ain(la nada) entra y sale.
Si Daath es un vano reflejo del En Soph, podemos relacionarlo entonces con el número 0. Ya que el 0 sin
ser la Nada (porque la Nada implica una ausencia de algo) es lo mas identificativo del vacío, del lugar en
blanco y del enigma.

Daath es el Conocimiento, el Abismo, el Desierto.


Daath no es el Fin sino el Medio. Como fin implica la aniquilación total del alma, la fundición en el Todo
(o quizá en la Nada?).

Representando el Arbol en el cuerpo humano, Daath está en la garganta, por lo tanto es el "centro de la
palabra". El misterio central de la iniciación, se encuentra en buscar la palabra. El "Verbo Divino" es la
Palabra. El "Nombre de Dios", es la Palabra.

La tradición Hebrea guardo un maravilloso sistema de signos, que son las letras, en donde primitivamente
no existían las vocales y por lo tanto solo se escribían las consonantes de cada palabra, su pronunciación se
transmitía oralmente. Hoy, ese sistema de signos permite también la escritura de las vocales, pero el
Nombre de Dios quedo reducido, por su antigüedad, a cuatro letras (JHVH) sin sonido, impronunciables
por la cantidad de variantes vocálicas que puede llegar a abarcar. Los Hebreos también buscan El Nombre,
la Palabra Perdida.

Si el alma entra y descansa en Daath, cae en ese Abismo y se duerme eternamente (creo que tampoco diría
"eternamente" porque en esa instancia ya no existiría el tiempo).
Pero como Medio, Daath representa alcanzar el Conocimiento, es la última prueba antes de llegar al punto
de donde partimos y al cual debemos retornar.

"Poco a poco, cuando llega el Conocimiento llega también el Recuerdo. Conocimiento y Recuerdo son la
misma cosa"
(Gustav Meyrink).

Puede asociarse a Daath con aquella Torre de Babel, que es simbólica de una generación de hombres que a
través del Conocimiento pretendieron llegar a Dios, y que no pasaron ésta, la peor de las pruebas. Se
desmoronó entonces el Ideal y ese Conocimiento pasó por un prisma que proyectó innumerables formas de
un mismo objeto, y La Palabra ya no fue un símbolo sino un medio diverso.

Entonces también asocio a Daath con Los Mitos, ya que "Mito deriva del griego "Mythos", cuya raíz "My"
se relaciona con un sentido de Murmurar, de emitir sonidos con la boca, de hablar: en efecto, Mitos, en
griego, /en el nivel mas primitivo equivale a discurso" (Mitología / Viscontea )
Las mitologias nórdicas hablan de Ginnungagap el Gran Abismo, Ojo de la Nada, del cual parten los
innumerables rios y al cual, luego de su trayecto, retornan.

Si bien Daath es la puerta por la que la Existencia Negativa entra y sale, sus llaves están en Kether.

"Las sefirots superiores pueden ser consideradas como Reales e Ideales, y las siete inferiores como
actuales, y el espacio en blanco, entre el concepto mental de Ideal y Actual, puede considerarse que
corresponde al Abismo, donde todas las cosas existen en potencia.
El Abismo es la fuente de la fuente de todas las impresiones y el almacén por así decirlo, de los
fenómenos."
Israel Regardie.

Cada metal, por las características que lo componen, es asociado a un sefira en particular. Daath es la llave
y la llave es el alquímico disolvente universal y este disolvente es el acero y el imán.
Daath es el disolvente universal, la llave que abre los gabinetes, los gabinetes son los sefiras, los sefiras son
los metales. Daath es el acero y Imán, y el conocimiento de todas las cosas; también es un imán que nos
atrae sin descanso.
Y dice Hermes Trimegisto:

"...El vicio del Alma es la Ignorancia. En efecto, cuando un Alma no ha adquirido ningún conocimiento de
los seres, ni de su naturaleza, ni del Bien, sino que está por completo ciega, sufre las violentas sacudidas de
las pasiones corporales. Entonces la desventurada, por haberse ignorado a si misma, se convierte en esclava
de cuerpos monstruosos y malvados, lleva el cuerpo como una carga, no gobierna, es gobernada. Este es el
vicio del Alma.

Durante las sucesivas encarnaciones construímos un "Cuerpo de Luz" con el fin de unir nuestro cuerpo con
nuestra esencia, es el "Angel Solar", y a medida que evolucionamos aspiramos a su contacto, aunque
inevitablemente al llegar a él su existencia ya no tenga sentido.

Detrás y por sobre Daath, se encuentra la "Yechidá", que es la razón de nuestra búsqueda (Kether).
La función de este "Angel" o "Cuerpo Causal" es mantener la unión entre nuestra "Nefesh" (Yesod) y
nuestra "Neshamá" (Binah), que serían las pasiones del alma todavía animal con la conciencia superior (lo
que la Teosofia llama nuestro "Kamamanas" con nuestro "Manas").
Entre ese "Aliento" que es Nefesh y aquella "Brisa" que es Neshamá, quizá ahí se encuentra, casi
infranqueable, Daath. Casi infranqueable porque quien lo alcanza atraviesa la mayor de sus pruebas.
Entonces ese "Cuerpo Causal" o "Cuerpo de Luz", que es la "Ruach", provisorio hasta llegar a el, es inútil
después.

Daath es como un espejismo. Es Yesod de nuestro espíritu, su fundamento. Y de la misma forma que Yesod
es el medio mediante el cual desarrollamos nuestras fuerzas pránicas; Daath es el medio y fundamento en el
cual asentamos (no fijamos) nuestras energías mas sublimes.

Al morir nuestro cuerpo, también muere nuestra personalidad, que en definitiva no es otra cosa que la
"Ruach".

Quien aspira a Daath como Fin (para llegar y fundirse a el) es como quien después de obtener un trofeo se
duerme en los laureles.
El Conocimiento sirve a la Inteligencia y acrecienta la Sabiduría.

El Fin no está en obtener el Conocimiento sino en Ser el Conocedor.


Todo Conocimiento implica un paso adelante en la evolución, aunque también una pérdida. El
conocimiento es responsabilidad.
Al llegar y atravesar ese Real Conocimiento conquistamos la grandeza del Espíritu.

El Arbol representa al simbólico Rey Adam Kadmón.


Sabemos que Kether es su Corona (Yechidá), que su corazón es Tipheret y sus atributos (Ruach) son la
Misericordia, el Juicio, la Victoria y la Gloria; que su Trono es Yesod (Nephesh) y su Reino Malkuth
(Guph); alguien dijo que su Cerebro, era entonces Daath.
Hay una estrecha relación entre el "cerebro" (que tambien es la mente) y la "palabra", porque los
pensamientos son imposibles sin un lenguaje, sin palabras que a suerte de simbolos puedan ordenarlo.

Quien conquista Daath es un Iniciado, en el sentido mas glorioso y sublime. Un Iniciado que cierra su ciclo
Kármico y no necesariamente retorna a su cuerpo en la Tierra. Qué hay mas allá no lo sé, seguramente otro
plano y otra evolución. La oruga muere como tal para desplegar sus alas, ahora como mariposa y volar.

Creo en la evolución constante. Y ese Iniciado que conquistó la vida humana aspira ahora a la divina.
Herejía o no; pero así como hay discípulos que aspiran a ser luego maestros, porqué no puede haber almas
tan puras que aspiren a ser dioses, si a su vez los dioses evolucionan constantemente.

“Este es, en efecto, el fin bienaventurado que aguarda


a los que poseen el conocimiento: Llegar a ser Dios."

HERMES (Poimandres)

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