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Deargu do Me sk) 3-up, S/2% R. wE2ZHe ~UN NAZISMO COLABORACIONISTA ESPANOL? MARTIN DE ARRIZUBIETA, WILHELM FAUPEL Y LOS ULTIMOS DE BERLIN (1944-45) * Xosé M. Nibiiez Seixas es ninguna novedad afirmar que el fascismo espafil fue un proyecto pricticamente abortado desde su nacimiento, al menos en comparacién con los que serian sus modelos ‘idcaltpicos” a imitar -e incluso teniendo en cuenta la dificultad de definir un “fascismo senérico”-. como eran el alemn y el italiano, pricticamente desde sus origenes remotos ten la década de los veinte.' Carente de masas con anteriordad a julio de 1936, muy condi- cionado por sus concesiones a la cosmovision catélica antes y después de esa fecha. sin ‘autonomia y fuerza suficiente como para imponerse a sus competidores en el bando con trarrevolucionario que se yergue en armas en Ta guerra civil espaol, el proyecto de Est do totaitario falangista, pese a impregnar en muchos aspectos lo que fue el primer fan: quismo, no fue capaz de imponerse frente a la realidad de su débil arraigo social y su supeditacién al Ejercito y a la Iglesia eat6lica. Ademas. los propios pensadores primige- nios del fascismo espafol, con la excepcion quizas de Ramiro Ledesma Ramos. fundador de las Juntas de Ofensiva Nacional-Sindicalista (JONS) en octubre de 1931, se caracteriza ron por el prominente pape! concedido a la religion catdlica y por sus dudas a Iz hora de ‘otorgar un papel totalitario a] Estado, identificado a su vez con la nacién, ‘Que el fascismo espaiiol no consiguiese imponerse como prayecto totalitario no sig- nifiea, empero, que entre buena parte de sus élites intelectuales y entre sus bases militan- tes, entusiasmadas por la victoria frente al bando republicano y revolucionario en 1936-36 yy curtidas por la experiencia de la lucha callejera la disciplina paramilitary el fervor cuar~ lelero de Ia guerra el espejismo de una Espaia fascista libre de concesiones « los poderes “retrdgrados” dejase de esiar presente. El suefio de la “revolucion” falangista. permanente ‘mente hipotecads frente al gran capital, la Iglesia catoica y el Ejérito, pero también fren- te @ Jos allados circunstanciales de Ja guerra civil -el tradicionalismo mondrquico. el inte igrismo eatdlico, a derecha radical, efeétera-. se mamtuvo latente entre buena parte de los mmilitantes de las antiguas JONS. de FE y de la posterior Falange Espafiola Tradieionalists * Uns primers version de et exo fe presenta enc eangrese La rces elope de las derecha 1 Ewona¢ Ibroamerc, Buenos Aire, UBA Liniversdad General San Marin” Uoisersidad Torus 6 Tel, 23-25 de agosto del 2008 El aor agradece alos doctor Foxe Ls det Gran Juan Carlos Jimene? de Abert Femando Molina Apercio su colaboracon ena leaizactn de algunas fenes¥ estos. Eo Fes uesmistons son de niessexcustva responsabilidad, ‘CE. Enric Ucely-De Cal, "Les orgenes ds fascism en Espa: cl miiarisme” oa VV. AA.. Josep Fontana, Hiri project social Reconeicement ona tajectria, Cre, Barcelona, 204 pp. 1380410 sara Soci, n° 51,2005 pp. 21-17 y de las JONS (FET-JONS), partido tnico del nuevo régimen franquista instaurado a ‘de decreto en marzo de 1937. Ese suefio de la revolucion pendiente, alimentado por meti pe foras y discursos que insistian machaconamente en el concepto de “vigilia eterna”. la per manente guardia de luceros compuesta por los camaradas muertos que velaban por el cum: plimiento de los ideales primigenios. y a cuyo frente figuraba el maximo lider ausente desde 1936, José Antonio Primo de Rivera, fue manejado en parte como una eficaz arma ropagandistica y hasta de reclutamiento de nuevos afiliados.* ¥ a la vez. permitia mante rer una esperanza de hegemonia en el nuevo Estado franguista. alimentada en parte por © menos efectivo espejismo que offecian los modelos exteriores. Entre cllos. y sobre todo, la rutilante estrella det III Reich alemain a comienzos de la década de 1940 y la mas dbl de la tala fascista Con todo, entre 1936 y 1939 no emeruid en Espaita ninguna formulacion fascista de nuevo cufo que fuera mis allé de apelar a ja tradicion falangista, al suerio fundacional de la revolueién pendiente y a la memoria de José Antonio Primo de Rivera, Onesimo Redondo y demas lideres faseistas muertos, Desde el “hedillismo” fasta los minoritarios _srupisculos falangistas que se situaban en una suerte de semi-oposicién tolerada al régi- ‘men a comienzos de la década de los cuarenta, pasando por los Dionisio Ridruejo. nto nio Tovar 0 Pedro Lain Entralgo que hasta mayo de 1941 y abn después sofiaban con asen~ ‘ar un ultranacionalismo totalitario “enganchado” a la Europa triunfal de los fascismos, todos ellos se limitaban a invocar més o menos fielmente ¢! legado de los fundadores. Y pese a que se registran algunos conatos en el fulangismo intelectual de los primeros afios cuarenta por asentar un pensamiento totalitario y un nacionalismo fascista diferenciado det nacionalcatolicismo imperante, prdcticamente ninguno Tlegé a cuestionar elementos bisi- cas como el caudillaje de Franco o el caracter profundamente catolico de la nacién espa~ Sola: y menos aiin intent esbozar un racismo de corte mis 0 menos biolduico-zenetico como base de la nacién que fuese mas alla del antisemitismo cultural y religioso. el histo- ricismo y la fidelidad a la herencia intelectual de Ortega y Gasset La sowaa bet IIT Reicu El estallido de la 11 Guerra Mundial, y muy particularmente la invasion de la Unin Soviética por la Alemania nazi el 22 de junio de 1941 parecié ofrecer a ojos de cientos de militantes de base y simpatizantes de FET-JONS una nueva oportunidad. Si Espafia queria ser definitivamente un Estado fascista, debia unirse al carro del vencedor. La germanofilia de las bases falangistas, pero también de simpatizantes de la coalicién antirrepublicana de 1936 que constituia la base sociolégica de apoyo al régimen franquista, se expresaba pot ejemplo en las decenas de cartas de felicitacién que recibié la Embajada alemana en Asi lo sugieren etudios que muesiran fie la retdrca“revolucionaria falangista puso tence cera ef aca la hora de capar militate en zona jmmaleras de radicon inquerds, si bien es doso que esa rts ‘ica haya sido mas efieaz que el miedo y la bisqucds de protccién como esimulo para los nuevos afliados. CE Alfonso Lazo y José Antonio Parejo, “La mltanci flangist en el sureste espaol. Sevilla Aver 52 (2003) pp. 237-253. Sobre la historia del alangismo existe una nutrida biogas, Vid. ene otros Stanley C. Payne, Franco y José antonio. El exirafo caso del fascirmo espaol, Pata, Barcciona 1997. Joan M° Thomas, Lo que foe la Falange, Plaza & lanes, Bacsion, 1999, y José Luis Rodrigue limner, Historia de Falange Espaola de as JONS, Alianza, Madrid, 2000, Sobre el lengoajeflangsta vid. Jost Antonio Pérez Bowie, “En tomo al lenguaje posi fascisia, La metfora de la guardia eterna’, Letras de Deus, 31:15 (1985), pp. 73-96 Yi. Joan MF Thomis, La Folange de Franco, Plaza & Janés, Barcelona, 2001 Sobre el ulranacionalis- mo falingist, vi Ismael Saz, Expat contra Espana, Las nacionalismosjrangustes, Marsal Pons, Modi 2003, Madrid en fechas como Ia capitulacién de Francia, 1os cumpleaftos de Adolf Hitler o el ccomienzo de Ia Operacién Barbarroja. Pero aquella germanofilia no era excepcional, ni privativa de los fascistas.¢ Catdlicos de comunién diaria y hasta curas pérrocos rurales vefan en las tropas de la Wehrmacht una suerte de instrumento divino que servia de nuevo Arciingel San Miguel para derrotar al maligno, personificado en la Unién Soviética y el ‘comunismo ateo, pero tambien en la pérfida Albin y sus aliados demécratas. El ser ins- trumento de la derrota final de! Anticristo soviético contribuiria involuntariamente, tal era Ja esperanza del ultracatolicismo hispanico, a que a su vez Ia atea Alemania nazi se redi- 'miese de su pecado origina: la conversién del IMT Reich a la nica Verdad llegaria cuando éste aplastase ala Bestia, * Buena parte, por no decit la mayoria, de la oficialidad interme dia y baja del Ejército espaiol, incluyendo al influyente estrato de los suboficiales y “alfé- reces provisionales” ereados por el bando insurgente durante la guerra civil, compartien jgualmente una admiracién por Alemania que tenia mucho que ver con su entusiasmo ante lo que semejaba ser una maquina militar invencible, Ia consecucidn de un “resurgir nacio- nal” antimarxista y autoritario, y el agradecimiento por la ayuda prestada a Jos rebeldes espatioles durante le Guerra Civil. © Como ha eserito el actual presidente de la Fundacién Division Azul, el sargento toledano Angel Salamanca Salamanca, en aquel entonces "me habia sentido hechizado por los fulminantes avances alemanes en los primeros compases de ta guerra y[.. en 1940 quise ser voluntario en aquel ejército triunfante contra los mis- ‘mos que habian apoyado el Frente Popular durante nuestra guerra”, lo que le llevd @ escric bira la Embajada alemana ofteciéndose como combatiente.” AA fin de cuentas, el anticomunismo era un barniz unificador que hacia afuera limaba diferencias en la coslicion insurgente de 1936. Hasta los catélicos carlistas justificaron su apoyo a Alemania en junio de 1941 haciendo valer la tradicional germanofilia del lider tradicionalista Juan Vazquez de Mella durante Ia F Guerra Mundial y el hecho de que el IIL Reich se enfrentabs por si solo al comunismo.* El antisemitismo compertido, aunque sélo fuese en un nivel retérico y con origenes diferentes del racismo nazi -el integrismo religioso en el caso hispanico-. permitia igualmente expresar un entusiasmo germandfito @ amplios sectores del franquismo socialégico espafiol en 194] GY los falangistas? El reclutamiento de miles de voluntarios entre as bases de FET- JONS a comienzos del verano de 1941 para alistarse en la llamada “Divisin Azul”, envia- a al frente ruso en julio de ese aito ¥ que alli permanecié hasta febrero de 1944, y por la ‘que pasaron mas de cuarenta y seis mil espatioles, hallé en un principio una fervorosa ‘Vig. numeronos ejemplos en Polisches Archiv des Auswitgen Ames [PAAA]. Bet. Akten Deuts- he Bosch Mating, Reg Po. Alls. 55/1, Cajas 74 y 766, * i. Alfons Lage a piesa a Falange ye fictsmo (un estudio sobre le prena espaol de pangue ra), Universidad de Sev, Sevilla, 199, pp 165.15, lgunasinicacions en Gabriel Canons E gigantedesalzo. Et ert de Franco. Aguilas, Mahi 2003. pp $966, Tambien, entrevista de X. M- Nuer Sets al sargenio provisional en T94i svetrane de la Division Azal Joe Grand 'Ourense. 22.12.1987), en Fonde HISTORGA, Univerndade Ge Sania de Com pose ‘Vid Angel Sslumance Salamanca y Franeisca Torres Garcia, Esclvas de Sain: el combate fina de ko Division Azul temorias dun prsiner’ en la URSS). FN Editorial. Mad. 2002. pp. 125-26. Angel Sale. "mane fe lrpresentante de os antguoscembatientes de a Division Azul en el desfile mia del 13 de oct ‘re del 2008, * Cos vation esrits de desi a Alemania de requetés vasos.navaros de otras zonas ene fines se junio y comienzs de julio de 194, ex: PAAA, Geheimakten Desteche Boca Madrid 6,9, eal 796, * rire as vars desrpones dela historia military diplomatica dela Divison Az Raymond Proc: tor, Agonia de un newral: Las elacioneshspancalemaras durante [a segundo guerra mundial la Divison

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