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Revista de Estudios de la Mujer

Volumen IV, 1999

Área Interdisciplinaria de Estudios de la Mujer


Departamento de Ciencias Sociales
Universidad Nacional de Luján

Inst. Interdisciplinario de Estudios de la Mujer


Facultad de Ciencias Humanas
Universidad Nacional de La Pampa

Centro Interdisciplinario de Estudios de Género


Facultad de Humanidades
Universidad Nacional del Comahue

República Argentina
.....................................................................................................................................................

La Aljaba, segunda época


Revista de Estudios de la Mujer
......................................................................................................................................................
Universidad Nacional de Luján
Rector: Lic. Antonio Francisco Lapolla
Departamento de Ciencias Sociales
Directora Decana: Lic. Amalia Testa
ViceDirector Decano: Dr. José C. Escudero

Universidad Nacional de La Pampa


Rector: lng. Carlos Abel Arenzo
Facultad de Ciencias Humanas
Decano: Lic. Sergio Daniel Maluendres
ViceDecano: Prof. María Marta Cayre

Universidad Nacional del Comahue


Rector: Dr. Jorge Rabassa
Facultad de Humanidades
Director Decano: Dr. Carlos Calderón

Co-Editoras
Cecilia Lagunas (UNLu.) - M. Herminia Di Liscia (UNLP.)
Nélida Bonaccorsi (UNC)

Consejo Editorial de la Revista


Susana Almeida, Rosa María Becerra, M. José Billorou,
Carlos Cansanelio, M. Silvia Di Liscia, Marcela Domínguez, Susa
Fioretti, Leticia García,Margarita Garrido, Liliana Gastrón, Marta
Goidberg, Adriana Hernández, Nilda León, Andrea Lluch, Adriana
Martínez, Silvia Moriconi, Laura Piñero, Mariano Ramos, Ana. M.
Rodríguez, Margarita Romano Yalow, Estela Salles, Amalia Test
Varela, M. Elena Zaudrino, Mirta Zink.

Consejo Asesor
Dra. Reyna Pastor (CSIC - Madrid - España)
Dra. Gloria Bonder (CEM-Argentina)
Dra. Eva Giberti (Psicóloga - Argentina)
Dra. Mary Nash (Universidad de Barcelona - España)
Dra. Eni de Mezquita de Samara (Universidad de Sáo Paulo – Brasil)
Lily Sosa de Newton (Historiadora - Argentina)
Dra. Hebe Ciementi (Fundación Otra Historia - Argentina)
Dra. Dora Barrancos (CONICET - CEIL - Argentina)
Dr. José Carlos Escudero (UNLU, - Argentina)
Dra. Elena Chiozza (UNLU. - Argentina)
Dra. Cecilia Grossman (CONICET - Argentina)
Dra. Karen Offen (Stanford University - USA)
Dra. Donna Guy (Arizona University - USA)
Dra. Susana Socolow (Emory University)
Dr. José Maristany (UNLPam-Argentina)
Dra. Mónica Bendíni (UNCom. Argentina)

Consejo Editorial de la Revista


Susana Almeida, Rosa María Becerra, M. José Billorou,
Carlos Cansanelio, M. Silvia Di Liscia, Marcela Domínguez, Susa
Fioretti, Leticia García,Margarita Garrido, Liliana Gastrón, Marta
Goidberg, Adriana Hernández, Nilda León, Andrea Lluch, Adriana
Martínez, Silvia Moriconi, Laura Piñero, Mariano Ramos, Ana. M.
Rodríguez, Margarita Romano Yalow, Estela Salles, Amalia Test
Varela, M. Elena Zaudrino, Mirta Zink.

Consejo Asesor
Dra. Reyna Pastor (CSIC - Madrid - España)
Dra. Gloria Bonder (CEM-Argentina)
Dra. Eva Giberti (Psicóloga - Argentina)
Dra. Mary Nash (Universidad de Barcelona - España)
Dra. En¡ de Mezquita de Samara (Universidad de Sáo Paulo – Brasil)
Lily Sosa de Newton (Historiadora - Argentina)
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Dra. Dora Barrancos (CONICET - CEIL - Argentina)
Dr. José Carlos Escudero (UNLU, - Argentina)
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Dra. Karen Offen (Stanford University - USA)
Dra. Donna Guy (Arizona University - USA)
Dra. Susana Socolow (Emory University)
Dr. José Maristany (UNLPam-Argentina)
Dra. Mónica Bendíni (UNCom. Argentina)

La Aljaba ,Segundo época


Área interdisciplinaria de Estudios de la Mujer
Departamento de Ciencias Sociales
Universidad Nacional de Luján
Cruce ruta 5 y 7- 6700 - Luján - Buenos Aires

Instituto Interdisciplinario de Estudios de la Mujer


Facultad de ciencias Humanas
Universidad Nacional de La Pampa
Coronel Gil 353 - 6300 - Santa Rosa -La Pampa

Centro Interdisciplinario de Estudios de Género


Facultad de Humanidades
Universidad Nacional del Comahue
Avenida Argentina 1400 - 8300 - Neuquén
Arte: Diseño y Diagramación:
Departamento de Publicaciones e Imprenta UNLu.
Jefe: Sr. Pablo Lulic

Dibujo de tapa: Srta. Alcira Virgili

Responsable de Edición:
Área de estudios Interdisciplinarios de la Mujer
Departamento de Ciencias Sociales
Universidad Nacional de Luján .

,>Universidad Nacional de Luján, 1999


Queda hecho el depósito que establece la Ley 1 1723
I.S.S.N.N"0328-6169

INDICE / SUMMARY

Facsímil de La Aljaba..............................................................................................10

Artículos

Teresa Ortíz Gómez: Feminismo ,Ciencias Naturales y Biomédica:


Debates, Encuentros y Desencuentros .............................................................11
Feminism and natural sciences: Debates and Connetions.

Irene Figá Talamanca: Inequidades de salud y violencia contra las Mujeres.................31


Health ínequities and violence against women.

Lea Fletcher: Apuntes sobre la narrativa de mujeres Argentinas, 1900-1919.................43


Notes on Argentine women writers, 1900-1919.

Lily Sosa de Newton: Mujeres y Tango..........................................................................53


Women and the Tango

Maria H. B. Di Liscia: Relaciones de género y prácticas políticas,


Presidentas de Comisiones Vecinales de una ciudad
Argentina de Provincia....................................................................................69
Gender relations and polítical practíces, presidents of
neighbourhood councils of en Argentinian Provincial Town.

Nélida Bonaccorsi: El trabajo femenino en su doble dimensión:


Doméstico y asalariado.....................................................................83
Double Constraints of women's activities:
Home work responsabilites and employment

Liliana Gastrón: Y que cumplas muchos más...


(Abuso, maltrato y abandono: la cara oculta de la mayor longevidad femenina)...........93
Happy Birthday to you...
(Abuse, mistreatment and neglect: the hidden face of the female's longevlty).
Brisa Varela: Dimensiones de género en el genocidio del pueblo armenio....................107
Gender Implications in the Genocide of the Armenian People.

Biviana Travi: Reflexiones en torno a la intervención profesional


desde el trabajo social con mujeres pertenecientes
a los sectores populares.........................................................................................129
Considerations on the subject of the professional role
of the Social Worker in respect of women belonging lo
working classes.

Adriana Hernández: Razón y Cuerpo. Feminismo, esferas públicas


y prácticas pedagógicas.........................................................................................141
Reason and body. Feminism, public spheres
and pedagogical practices.

Leticia Garcia: Ser Jefe y pobre...


Otra pesada tarea para las mujeres ........................................................................153
To be boss and poor... another hard work for the women.

Mónica Adriana Morales: Género, medicina científica


y medicina popular, una conjunción conflictiva ...................................................167
Gender, scientific medicine and popular medicine,
a conflicting confluence.

Reseñas Bibliográficas ...........................................................................................................183


.

Los artículos y comentarios son de exclusiva


responsabilidad de sus autores.
Está prohibida la reproducción total o parcial,
y por cualquier medio, sin permiso expreso de las editoras.

A Reyna Pastor,
Haydeé Gorostegui de
Torres, Elena Chiozza,

sabias mujeres
queridas maestras.
FEMINISMO, CIENCIAS NATURALES Y BIOMEDICA:
DEBATES, ENCUENTROS Y DESENCUENTROS

Feminism and natural sciences:


Debates and Connetions

Teresa Ortiz Gómez


Profesora Titular de Historia de la Ciencia en al Universidad de Granada

Resumen

A través de una revisión bibliográfica de más de 130 trabajos publicados principalmente en


español y en inglés por investigadoras europeas y norteamericanas, se analizan las relaciones entre
feminismo y ciencias naturales y biomédicas, repasando los elementos conceptuales que ha aportado
el pensamiento feminista, las epistemologías que se han ido configurando y las líneas de
investigación que han sido más fructíferas dentro de estas ciencias. Se hace también un balance del
impacto metodológico, docente y político que han tenido en España estas aportaciones.

Palabras clave: Feminismo, ciencias naturales y biomédica, investigación, metodología.

Abstract

Through a bibliographical survey of more than 130 works published mainly en Spanish and in
English by European and North American researchers, this paper analyses the relationship between
feminism and natural and biomedical sciences, reviewing the concepts developed by the feminist
critique, the newly developed epistemologies and the most fruitful research approaches within the
natural sciences. The article also offers a critique of the methodological, educational, and political
impact of these contributions in Spain.

Key words: feminism, natural and biomedical sciences, investigation, methodology.

En esta ponencia voy a hacer una síntesis de lecturas y reflexiones acerca de las relaciones entre
feminismo y ciencias naturales y experimentales, uno de los campos de conocimiento y práctica
científica en los que el pensamiento feminista ha tenido y todavía tiene, más dificultades de
reconocimiento.'
Quizá por ello, en los últimos años se viene observando en medios feministas y académicos
españoles un creciente interés por analizar la relación entre mujeres y ciencia, entendida ésta en su
acepción más común pero restrictiva, que limita el término a las ciencias naturales, experimentales y
tecnológicas. Buena expresión de este interés es la publicación de libros, artículos y monográficos de
revista (Pérez Sedeño 1993; Mujer 1 994; Ortiz Gómez; Becerra Conde 1996) y la organización de
numerosos foros de debate que, en forma de divulgación científica o de reuniones especializadas ,
están teniendo lugar sobre este tema que también ha merecido la atención de la prensa general.
(Blanco 1994: 29)
El feminismo tiene por la ciencia un interés político, derivado de su enorme poder social, un interés
epistemológico, relacionado con el carácter utópico y visionario que la ciencia posee, y tiene también,
cada vez más, un interés pragmático. Se asume que la ciencia no es siempre libertadora pero que es
un instrumento social e intelectual capaz de cambiar el mundo y generar conocimiento y prácticas
que pueden ser útiles para las mujeres.
En los años ochenta, al mismo tiempo que los Estudios de las Mujeres (en adelante EE.MM.) se
asentaban en España, comenzó a introducirse en nuestro país, principalmente en foros educativos, el
debate sobre feminismo y ciencias de la naturaleza, actividad que tuvo un escaso reflejo bibliográfico
hasta inicios de los noventa ,cuando se avanza en la traducción de obras de las pioneras
norteamericanas y se publican artículos y compilaciones de autoras españolas, muchos de ellos en el
ámbito de la docencia de enseñanzas medias.4 Los estudios feministas en o sobre las ciencias
naturales, sin embargo, nunca han sido uno de los campos relevantes dentro de los EE.MM. En
España y más concretamente dentro de la universidad, hay muy pocas investigadoras y profesoras
dedicadas total o parcialmente al tema. Según información recogida para la Actualización del Libro
Blanco de Estudios de las Mujeres en las Universidades Españolas, los datos de docencia,
investigación, publicaciones y actividades de divulgación en la materia de Ciencias Naturales para el
periodo 1992-95, no alcanzan el 1 % de la numerosa actividad llevada a cabo, como comentaré más
detalladamente en la última parte de este trabajo.'
En mi exposición haré síntesis de los elementos conceptuales, las epistemologías y las líneas la
investigación feminista en las ciencias naturales y biomédicas, así como un balance del impacto o del
reflejo que todo este corpus ha tenido en las ciencias en el ámbito metodológico, docente y político.
Atendiendo a los elementos conceptuales, la mayor parte de los trabajos de investigación feminista
relacionados con las ciencias naturales utilizan los conceptos de género y sistema o relaciones de
género como categorías principales de análisis. De hecho, la expresión «Género y Ciencia», acuñada
hace casi’ veinte años por la matemática y biofísica estadounidense Evelyn Fox Keller, se ha
convertido en una de las formas más utilizadas para nombrar la intercalación entre pensamiento
feminista y conocimiento y práctica en las ciencias naturales y experimentales. (Keller 1995: 80-94).
Su uso, por otra parte, no es exclusivo de investigaciones inscritas en programas feministas lo que
indica la amplia aceptación de esta categoría de análisis En las ciencias experimentales y biomédicas,
sin embargo, no siempre se emplea género en los términos en que el feminismo lo ha definido y que
las ciencias socia han consensuado, es decir como sistema de relaciones sociales, simbólica psíquicas
en las que se sitúa de forma diferente y desfavorable a las mujeres respecto a los varones, sino con un
contenido semántica sinónimo de sexo,6 hecho que aunque abunda en el impacto del concepto
también indica la existen de tendencias hacia su recodificación, banalización y pérdida de contenido
político Los conceptos de autoridad y autoría femenina que se han desarrollado principal, aunque no
exclusivamente, desde el pensamiento de la diferencia sexual, (Rivas Garretas 1994: 179-228;
Cavana 1995: 85-118), han servido para indagar fundamentalmente sobre textos históricos, en los
«contenidos sexuados femenino» que se encuentran en obras científicas escritas por mujeres, así
como en los procesos de reconocimiento o negación de su autoría (Cabré 1993: 41 Keller 1989b: 157-
178; Keller 1983). Autoridad entendida como reconocimiento concedido por iguales aunque
dispares, que introduce una alternativa a la idea poder y relaciones de poder tan estrechamente unida
a la idea de género. (Birul Corral; Larraud; Marcal; Rius 1997:56-67).
Un punto de vista ginecocéntrico en estrecha relación con lo anterior, está e base de la propuesta de
reconceptualización de los saberes técnicos y redefinición de los límites que marcan, desde el
conocimiento legitimado, lo que es ciencia. este modo se señala la existencia de tecnologías y saber
empírico de mujeres que históricamente sólo se han convertido en significativas cuando han pasado a
dominio masculino. (Rivera Garretas 1993a: 23-24; Cabré 1993:46; Ortiz Gómez Sánchez 1995: 239-
246) . En la actualidad, diversas ONG están estudiando contribución técnica de mujeres a sus
respectivas comunidades y las formas femeninas de conocimiento y administración de los recursos
naturales en distintos puntos del planeta, con el objetivo no sólo de conocer otras técnicas, sino de
reconocer y valorar el saber de las mujeres. (McGregor; Harding 1996: 305-320).
Precisamente de la incorporación de realidades y experiencias culturales occidentales, o no
dominantes en occidente, (Harding 1995:13-30) y de movimientos críticos como el ecologismo está
surgiendo un elemento nuevo, todavía no articula que torna más complejas las perspectivas de género
y de la diferencia sex introduciendo en la ciencia elementos como el de «recuperación del principio
femenino» según propone la filósofa de la ciencia hindú Vandana Shiva. (Shiva 19 45-76)
Las epistemologías feministas y, por tanto, el tipo de acercamientos, son distintos entre sí y, en
cierto modo, complementarios. Sandra Harding (una autora con basta impacto en la bibliografía
feminista española, como se puede apreciar en los ensayos de (Magallón Portolés 1995: 113-121;
Pérez Cavana 1995: 77-87; Ortiz Gómez 1997:185-203) ha distinguido tres tipos: empirismo
feminista, punto de vista feminista y postmodernismo feminista, (Harding 1 99 1; Harding 1995- 36-
37), una clasificación probablemente más teórica que práctica debido a la complejidad, pluralidad y
riqueza de los trabajos de las estudiosas feministas y que tiene un carácter heterogéneo pues incluye
dos teorías feministas bien definidas - empirismo y punto de vista un debate abierto, y muy activo,
sobre feminismo y postmodernidad, que atañe conjunto de la teoría feminista, no sólo a los estudios
sobre la ciencia.
El empirismo feminista parte de la idea de que el androcentrismo y el sexismo presente en las
ciencias biológicas y sociales es resultado de la incorporación a la investigación de sesgos y
prejuicios sociales que han interferido el proceso de creación científica, particularmente en la fase de
identificación y definición de los temas de estudio así como en la de diseño de la investigación y
recogida e interpretación de datos. (Harding 1991: 111-1 18; Harding 1986: 161-162). Estos sesgos
son evitables con un correcto seguimiento del método de investigación y con una educación
apropiada del personal investigador, algo para lo que es fundamental el papel de los movimientos
sociales de liberación, que posibilitan una perspectiva del mundo y de la sociedad más amplia y
remueven los prejuicios que dificultan el proceso de conocimiento, favoreciendo la incorporación de
las mujeres a la ciencia.
Se trata, en cierto modo, de una epistemología conservadora que ni critica ni ataca las normas de
la ciencia en general sino lo que consideran la práctica incorrecta del método científico, lo cual
facilita su capacidad de convicción y su aceptación en amplios sectores de las ciencias naturales. Por
otra parte, de acuerdo con sus propios objetivos, produce un conocimiento más veraz, o menos falso,
que el que cuestiona. En esta corriente teórica podemos situar la mayor parte de los trabajos
realizados a mediados de los ochenta por un puñado de biólogas feministas británicas y
estadounidenses como Ruth Bleier, Linda Birke a Anne Fausto-Sterling. (Hammonds 1996:132-134)
Pero, implícita y contradictoriamente, el empirismo feminista cuestiona tres principios básicos del
empirismo científico dominante. Por un lado, el poder del método para eliminar los sesgos, en este
caso androcéntricos, al reconocer su presencia en lo que denomina’ mala ciencia'. Por otro, la
tradicional irrelevancia de las condiciones individuales del sujeto observador para la obtención de
unos buenos resultados de investigación, en tanto en cuanto considera que las mujeres ('como grupo
social') son más capaces de elegir problemas de investigación que no deformen la experiencia social
humana. En tercer lugar desafía la creencia de que la ciencia es ajena a la política defendiendo,
incluso, que las políticas emancipatorias pueden aumentar la objetividad de la ciencia.
Las incoherencias o paradojas del empirismo feminista acerca del papel de las mujeres como
sujeto investigador son retomadas por la epistemología del punto de vista feminista (femínist
standpoint), (Harding 1991: 119-137 y 169-172; Rose 1993: 203-223 (218); Haraway 1995c: 313-
346; Harding 1996: 24-27 y 120-131), que mantiene que las experiencias de las mujeres como
miembros de un grupo socialmente discriminado proporcionan perspectivas únicas para entender el
mundo y construir un conocimiento diferente y menos parcial y distorsionado que el resultante de la
investigación llevada a cabo por los grupos dominantes. No se trata de incluir o no en la
investigación las vidas y pensamientos de las mujeres, sino de partir de sus propias vidas, de su
experiencia para diseñar y llevar a cabo la investigación. (Harding 1991: 268). Para ello, la actividad
política feminista es imprescindible, es lo que permite que en una sociedad estratificada se generen y
se acepten descripciones y explicaciones menos parciales sobre el mundo social y natural.
Esta teoría ha cuestionado muy sólidamente el concepto dominante de la objetividad como
directriz para identificar y eliminar de la ciencia todos los valores e intereses sociales y como actitud
libre de valores, imparcial y desapasionada. (Namenwirth 1988:18-41; Fee 1981:378-392; Longino
1988: 561-574; Longino 1990).
Sorteando las posturas de relativismo epistemológico postmoderno y apelando un relativismo
histórico, social y cultural, (Harding 1991: 138-142) a un relativas, juicioso como lo llama Harding,
se establece la necesidad de una objetividad distintas una objetividad que es denominada’ fuerte',
apasionada o feminista, que permita conocimiento parcial, localizado y crítico frente a las
aspiraciones holísticas universales en las que se opera mediante la ocultación o el subrayado de las
parta Este conocimiento socialmente situado es construido desde la complejidad y desde la simpleza
social y metodológica que el discurso científico hegemónico denomina’ búsqueda de la verdad'. Para
la bióloga y antropófaga Donna Haraway trata de un conocimiento responsable, consciente de las
circunstancias que mediatizan, que permite conexiones que en política se llaman de solidaridad y
epistemología conversaciones compartidas. (Haraway 1995c: 329-335; Hard 1991:142-163).

La teoría del punto de vista feminista resulta más convincente para investigar relaciones entre los
modelos de pensamiento y las condiciones socio-históricas las que se producen, siendo por tanto más
plausible para las ciencias históricas políticas y sociales que para las ciencias naturales, aunque está
presente en muchos de los estudios sobre la ciencia. Entre sus principales riesgos se encuentra
posibilidad de conclusiones esencialistas derivadas de ese punto de vista común al mismo tiempo, la
dificultad de entender que tal referencia exista cuando constatan las experiencias sociales tan
distintas de las mujeres. (Harding 1991133-137)
Tanto las teorías del empirismo como del punto de vista feminista incorporan, mayor o menor
grado según corriente y autora, elementos de lo que Seyla Benhabib denomina versión débil del
postmodemismo. (Benhabib 1994: 241-256). En ambas existe un objetivo de deconstrucción y
cuestionamiento de principios científicos básicos, aunque sean también proyectos reconstructivos,
especialmente los proyectos insertos en la teoría del punto de vista feminista.(Cavana 1995: 86). A
juicio, en el pensamiento feminista no hay posturas postmodernas lo suficientes consolidadas como
para hablar de una teoría de conocimiento, aunque el debate acerca de las relaciones entre feminismo
y postmodernismo es una cuestión abierta y candente. (Amorós 1994: 340-352; Harding 1996: 181-
187; Harding 1991: le 173; Nicholson 1990; Singer 1992:464-475).
Además de las aportaciones epistemológicas y haciendo uso de ellas, investigación feminista no
sólo ha cuestionado principios fundamentales en la ciencia contemporánea, como la objetividad y la
neutralidad,' sino que ha puesto manifiesto el papel de la ciencia como legitimadora de la
discriminación sexual y carácter androcéntrico y sexista de buena parte del conocimiento y la práctica
científicas. (Keiler 198ga; Sánchez 1992:167-176; Sánchez 1993a: 51-66).
La mayor parte de los trabajos de investigación feminista sobre las ciencias naturales responden a
metodologías no propiamente científico-naturales y s acercamientos desde disciplinas como historia y
filosofía de la ciencia, antropología y sociología, realizados principalmente por investigadoras
especialistas en tal áreas, pero también por investigadoras feministas en ciencias naturales, que h
encontrado en estas metodologías ajenas a las propias de su formación, la posibilidad de mirar desde
afuera a su actividad y conocimiento. (Mó 1996: 77-82; Kass-Simc Farnes 1993a; Bindman; Brading;
Tansey 1993).
Las diferentes líneas de trabajo y sus consecuentes resultados podrían reunirse es grupos, a saber:
los que se centran en la construcción del discurso general; los que analizan las ideas científicas
sobre la naturaleza diferencia sexual; los que estudian las repercusiones de la ciencia en vida d las
mujeres y por último los que estudian la organización social de la practica cientifica. Comentaré los
resultados en cada una de estas líneas en las siguiente paginas.
A) los que analizan el discurso de la ciencia y el papel que juegan símbolos y metáforas y sesgos
sexistas en su construcción.
Algunos ejemplos son los trabajos basados en la ciencia moderna inglesa que el de los valores
patriarcales en la metodología baconiana y, en novedades metodológicas de la ciencia del siglo XVII,
consistentes en la sexualización de la naturaleza que deja de considerarse activa como hasta feminiza,
equiparándose naturaleza a mujer y ciencia-mente pensamiento objetivo a hombre (varón). (Keller
1989b; Christie 1990: 100-109; Merse 1993: 206-207; Potter 1988: 19-34; Schiebinger 1991: 121-
143). e se perpetuará en el siglo XIX en la teoría evolucionista y en la socio biológicas , teorías que a
su vez servirán de base para reforzar las posiciones deterministas dentro de la
ciencia.(Kelierlg89a;Sánchezl993b:141-170;Haraway ; Pérez Froíz; Currais Porrua 1991:25-30;
Haraway 1995b: 71-112) textos de biología celular de los últimos veinte años, la antropóloga a puesto
de manifiesto la existencia de una simbología sexual que a explicación científica de la fisiología de la
fecundación, los ritos -y estereotipos- del cortejo sexual occidental, mediante la identificación óvulo-
mujer y -varón y una jerarquización de los procesos biológicos que convierte los masculinos
(espermatogénesis) y más devaluados los femeninos menstruación). (Martin 1987; Martin 1991: 485-
501).
Se trata de un conjunto de una aportación que, además de mostrar los sesgos de genero presentes en
las teorías estudiadas, demuestra que las más válidas son las e concuerdan con las imágenes sociales
dominantes y que la interacción ciencia/ edad es biunívoco y tiene tanto consecuencias sociales
como epistemológicas e afectan, por tanto, al conocimiento científico del mundo natural.
Unas conclusiones a las que llegan también las investigaciones del segundo grupo de líneas de
trabajo
B) las que se centran en las descripciones científico-médicas de la naturaleza es diferencias sexuales.
Se trata de un grupo muy amplio y probablemente uno de los que más haya recibido en los últimos
veinte años. En él incluyo los trabajos que, desde las ciencias sociales, y principalmente la historia,
han analizado las ideas y discursos dominantes sobre la mujer, discursos producidos por médicos que
las lecturas feministas han desvelado, al igual que los trabajos por, las complejas formas de
articulación de la relación sexo / género y el papel epistémico que dicha relación ha jugado en la
construcción científica de biología. Los estudios versan sobre la ciencia médica de todas las su
formulación hipocrática o galénica hasta las más recientes teorías genéticas o endocrinas.
Se ha analizado también el proceso histórico de sexualización del cuerpo humano (Laqueur 1994;
Schiebinger 1989; Fraise 1991: 85-114), y la elaboración, a partir d siglo XVIII de un dimorfismo
sexual que, más allá de constatar las diferencias relativa de los cuerpos, se ha constituido en clave de
justificación de las diferencias sociales Un proceso que se continúa hasta la actualidad con iguales
objetivos, en tanto en cuanto coexiste con un método de conocimiento y una práctica androcéntricos
que invisibiliza a las mujeres y que tiene consecuencias no sólo sociales sino también médicas, pues
afecta a su salud de dos formas al menos: creando una subjetividad femenina profundamente
medicalizada y dificultando una igualitaria aplicación de recursos diagnósticos y terapéuticos. (sobre
lo que comentaremos algo más adelante).
Como señala un trabajo reciente, los resultados de la investigación feminista han tenido un impacto
escaso entre los colectivos profesionales de las ciencia biomédicas. (Esteban 1996:185-206). Sin
embargo, se aprecia la irrupción de línea de investigación centradas en la salud y la enfermedad de
las mujeres que incorporan enfoques alternativos a la tradicional visión fertilista del cuerpo femenino
y permiten ser más optimista al medir el alcance de las críticas feministas a la ciencia médica en los
últimos veinte años. En esta onda, citar los trabajos que estudian lo problemas de salud de las
mujeres en el medio de trabajo tanto doméstico (Femández Ruiz 1990) como profesional (Barañano
1992), diversos aspectos relacionados con su salud mental, (Mas Hesse; Tesoro Amate 1993), o las
propias construcciones que las mujeres elaboran acerca de la salud y la enfermedad la actualidad.
(Informe 1994)
c) los que abordan las repercusiones de la ciencia y la tecnología en la vida d las mujeres y el
acceso de las mismas a los servicios sanitarios y a los producto tecnológicos. En cierta medida son
trabajos que denuncian el mal uso de alguna tecnologías y la retórica de su utilidad para las mujeres,
a quienes se sustrajo cualquier posibilidad de control de las mismas. En el campo de la salud, se ha
analizado el papel de las llamadas viejas tecnologías reproductivas, las contraceptivas, y su papel en
el desarrollo de políticas demográficas anti o pronatalistas, según la parte del planeta en que se
aplicaran. (Esteban 1996). En el plano de la asistencia sanitaria numerosos trabajos señalan la
desigualdad de género en la atención sanitaria a los pacientes, que se suma a otras desigualdades más
asumidas por el sistema como la de clase o etnia. (Ruiz; Ronda 1994). Se apuesta por desarrollos
tecnológicos útiles para las mujeres, diseñados por ellas mismas en función de sus vivencias e
intereses, como una forma de aminorar el sexismo asociado al uso de las tecnologías. (Tremosa 1986)
d) la línea de investigación que estudia el sistema de géneros en la organización social de la ciencia
y la participación en ella de las mujeres es la que cuenta con más aportaciones de investigadoras
activas en ciencias naturales y biomédicas y es, probablemente, el campo de investigación menos
contestado y que goza de mayor consenso y aceptación en el terreno de la investigación científico-
natural, razón por la que le dedicaré algo más de espacio. (Una biografía amplia se recoge en Ortiz
Gómez; Becerra Conde 1996:185-206).
El objetivo de hacer visibles a las mujeres dedicadas a la ciencia a lo largo de la historia fue iniciado
por las propias investigadoras buscando o tratando de construir una genealogía femenina a través de
eslabones de científicas más o menos notables de épocas pretéritas (Cabré Pairet 1996a); una tarea
que ha sido continuada por historiadoras de la ciencia con un objetivo científico y político más
universal. A través de unas y de otras hemos conocido, y reconocido, la existencia y aportaciones
científicas de numerosas mujeres, desde las míticas sabias de la antigüedad greco romana (Pérez
Sedeño 1993b), a las bioquímicas y tecnólogos de nuestro siglo (Keiler 1983; Trescott 1993; Alcalá
Cortijo 1993; Santesmases 1995; Alic 1991) pasando por las filósofos renacentistas de la naturaleza
(Cabré i Pairet 1996b; Rivera Garretas 1990a), las botánicas (Shteir 1990), astrofísicas (Mack 1993)
y diletantes ilustradas (Mataix Molina 1993; Benjamín 1 991) así como las médicas (Chaff 1977),
matemáticas (Millán Gasca 1990; Fernández Llamas 1995; Bilbao Terol; Rodríguez Uría 1995) y
naturalistas que, a lo largo del XIX y comienzos del veinte, ganaron el derecho a la formación
universitaria y a practicar su profesión. (Magalión Portolés 1991; Fólsing 1992a; Magallón Portolés
1996; Alcalá Cortijo 1996). Se trata en general de un tipo de estudios que revelan que las mujeres
han estado discriminadas en la actividad científica, pero que han participado en ella en mayor medida
de lo establecido por la historia de la ciencia, una disciplina que ha ignorado su trabajo y sus nombres
y las ha excluido de sus genealogías reforzando el mito de la masculinidad de la ciencia o, quizá, el
mito de su neutralidad sexual (Kass-Simon; Farnes 1993b; Rossiter 1993).
Además de recuperar a las protagonistas más o menos notables, se ha analizado el papel que ha
jugado el sistema de género en la organización de la ciencia, una actividad que se estructura
reproduciendo los espacios dícotómicos en los que se ordena la vida social: dos espacios físicos y
simbólicos, uno público, espacio de poder y prestigio, de proyección social, eminentemente
masculino, y otro privado, doméstico o no según las épocas, sin proyección social, sin
reconocimiento, invisible, lugar siempre de reclusión femenina. (Longino; Hammonds 1990:178). En
el primero se concentran las mujeres en tareas administrativas o técnicas realizando un trabajo que,
siendo imprescindible, no goza de reconocimiento científico y es formalmente invisible, factor que
ayuda a reforzar el sesgo androcéntrico de la propia actividad científica. (Rossiter 1980). Lo más
importante de este ámbito dúplice de la ciencia, con todo, son las repercusiones metodológicas, pues
se establece de forma definitiva y sin fisuras la reclusión, o la exclusión, del debate interior, las
dudas, dificultades de comprensión, fracasos, inspiraciones súbitas o euforias que experimentan las
personas inmersas en el proceso de conocimiento científico, cuestiones que no se incorporan al
informe o a la publicación científica con la utópica, pero falsa, justificación de permitir la
reproducción del proceso y dotarlo, así, de veracidad. (Rose 1993; Medína 1997).
Aparte del papel de las mujeres en las tareas administrativas y el trabajo menos cualificado,
bastantes estudios históricos han utilizado una perspectiva de género para señalar la existencia de
roles reservados para las mujeres dentro de la actividad científica, tareas muchas secundarias en los
laboratorios y lugares de creación científica. (Alic 1991; Rossiter 1993). En general, se trata de una
estrategia para dotar de género las actividades científicas que ha creado una suerte de tradición
histórica que actúa hoy discriminando a las mujeres y limitando su libertad de elección educativa y
profesional, (Anguita; Robles 1994; Alemany 1995; Field 1996; García de Cortázar; García de León
Álvarez, 1996). En el caso de profesiones altamente feminizadas, como la medicina por ejemplo, no
deja de ser paradójico que las especialistas de hoy sigan concentradas en las mismas especialidades
que lo han estado a lo largo del siglo, básicamente pediatría y especialidades de laboratorio
(promedio de un 70%), las más elegidas por las médicas en convocatorias MIR de los años 91-94, en
tanto que las especialidades quirúrgicas siguen siendo mayoritariamente masculinas (entre el 5% y el
35%).9 El sistema géneros se plasma en los niveles organizativos y de representación de
especialidades en las que varones y mujeres están equiparados, como la más reciente de
especialidades, la Medicina Familiar y Comunitaria (creada en 1978), cuya asocia profesional está
dominada por varones: en 1997 lo eran 15 de los l7 Presidente las federaciones autonómicas (88%),
todos los miembros de la Junta directiva d sociedad andaluza y 9 de sus 11 vocales (82%).
Los mecanismos de segregación según género han sido interpretados como estrategias patriarcales
dirigidas a la perpetuación del sistema y a la construcción de una identidad profesional masculina y
de un prestigio social para el grupo, como sucede en la Europa medieval con los procesos de
exclusión de las mujeres en universidades o con la reorganización de las profesiones sanitarias, que
llevó en Europa moderna a la marginación de las mujeres a ellas dedicadas. Es el caso para la España
del XVIII, de la subordinación de las matronas a la autoridad científica y profesional de los cirujanos
de la época, primero, y a la de los médicos especialistas en obstetricia después. (Ortiz Gómez 1996b;
Marland 1993).
Otra forma muy habitual de exclusión a lo largo de la historia ha sido la negación de autoría y de
autoridad a mujeres que han escrito sobre ciencia, Los mecanismo han sido tan diversos como la
acusación falsa de plagio que sufre en su época científica renacentista Laura Ceretta (Cabré i Pairet
1996b); la negación de identidad que se da con Trótula de Salerno (Rivera Garretas 1990b: 105-130),
la atribución la obra a un varón que se supone oculto tras su nombre, como es el caso de autora
española del XVII Oliva Sabuco de Nantes (Rivera Garretas 1993b: 195-207) simple apropiación de
su trabajo, algo que sucedió numerosas veces con compañeras de científicos (varones) notables, como
Rosalind Franklin (Sayre 1997; Para Bacho 1990), Lisa Meitner o tantas otras. (Rossiter, 1993;
Trbuhovic-Gjuric 19 Fólsing 1992b: 169-249)
Trabajando los textos de las científicas y analizando sus prácticas profesional algunas autoras han
encontrado entre ellas estilos de trabajo diferentes a los habituales en su medio, que se han plasmado
tanto a nivel estructural, es decir, las formas de organizar sus equipos de investigación, líneas de
trabajo elegidas ritmos de publicación, (Malcolm 1996 322-323; Barinaga 1993; Delgado Sánch
1997) como en lo conceptual, afectando al tipo de conocimiento resultante). (Kei 1989b: 157-178).
Toda esta investigación conforma un corpus de conocimiento que ha tenido una desigual
proyección científica y social. En ámbitos científicos su difusión y, también su aceptación, ha sido
mayor entre las comunidades médicas y de estudios social de medicina y ciencia que entre las de
ciencias naturales, una situación que atribuida tanto a la rigidez de la ortodoxia de las disciplinas
científico natural como al escaso número de mujeres en general y de feministas en particular que las
practican. (Keller 1995: 85-86; Lowe 1993:161-171).
En los últimos años, no obstante, importantes revistas generales como Science (Aidhous 1994;
Barinaga 1994; Dresselhaus; Franz; Ciark 1994: Flam 1991; Fía 1994; Gender ... 1993; Osborn 1994)
y Nature (Dickson 1993; Gammie 1994a) han dedicado monográficas para tratar la situación actual
de las mujeres en la ciencia y las barreras sociales que dificultan su actividad, una atención que
ejemplifica y resume las características del impacto que ha tenido en medios científico-naturales la
reflexión y crítica feministas en las ciencias de la naturaleza que, como ya hemos dicho, ha estado
muy centrado en aspectos de la práctica profesional y ha sido muy poco abierto a aceptar
conclusiones de carácter epistemológico y reconocer el papel de las investigaciones feministas en el
cuestionamiento de los discursos totalizadores de la ciencia.
Por su parte, las distintas disciplinas socio-históricas no han sido entre sí igualmente receptivas a
los estudios feministas sobre la ciencia. En el caso de los estudios de sociología y filosofía de la
ciencia, integradas en lo que se viene denominando estudios de Ciencia, tecnología y sociedad (CTS),
Hillary Rose ha señalado su considerable androcentrismo y su resistencia a las críticas feministas, a
pesar de su estatus de herederos del movimiento radical de la ciencia. (Rose 1993: 212). La historia,
por su parte, es más o menos permeable a las nuevas categorías analíticas según se trate de historia de
la medicina o de la ciencia. En la primera se registra un mayor impacto de los estudios de género lo
que, por otra parte, subraya las conexiones metodológicas entre el quehacer historiográfico y la
materia objeto de estudio. (Ortiz Gómez 1997: 201)
Otro ámbito de difusión básico de estos estudios es el de la docencia a todos los niveles de
enseñanza. Desde una perspectiva feminista, fomentar el interés de las niñas por la ciencia desde sus
primeros pasos en la escuela, es clave para conseguir un futuro distinto para las mujeres, no sólo
porque les proporciona una formación de gran utilidad para la vida cotidiana y para su acceso el
mundo laboral sino porque las prepara para ser profesionales de la ciencia y, de ese modo, poder
contribuir a su transformación en beneficio de las mujeres. Por eso, las propuestas de enseñanza de
las ciencias dentro de un marco coeducativo, incluyen el diseño de programas docentes que se
adapten a los intereses de las niñas, eviten y critiquen los prejuicios sexistas de los textos o hagan
visibles a las mujeres que han contribuido y contribuyen al desarrollo de las ciencias. (Cómo 1 991;
Rubio 1991; Actas 1 991; Jiménez Aleixandre 1992)
En la universidad, de acuerdo con los datos de Actualización del Libro Blanco de Estudios de las
Mujeres en la Universidad Española (1 992-95), la característica dominante es, como comentaba al
principio, el escaso número de actividades docentes, investigadoras y de difusión científica que se
realizan y que no llegan al 1% de todas las iniciativas de Estudios de las Mujeres desarrolladas en la
Universidad; unas cifras que, con todo, duplican el total de aportaciones realizadas durante los 15
años anteriores. (Ballarín Domingo; Gallego Méndez; Martínez Benlloch 1995).
La organización de actividades extracurriculares (cursos, conferencias, debates etc.) y las
publicaciones"' muchas veces subsiguientes, han sido más frecuentes que la docencia y la
investigación tanto en términos absolutos como en proporción a la actividad total en Estudios de las
Mujeres (ver Tabla 1)

Tabla 1
ACTIVIDADES DE ESTUDIOS DE LAS MUJERES REALIZADAS EN
MATERIA CIENCIAS NATURALES
EN LAS UNIVERSIDADES ESPAÑOLAS, SEGÚN TIPO DE ACTIVIDAD (1 992-95)

Publicaciones investigación docencia otras actividades total activ.

Materia n° % n° % n° % n° % n° %

ciencias
naturales 23 0.88 5 0.60 4 0.67 34 1.16 66 0.95

todas las
materias 2602 100 828 100 601 100 2928 100 6959 100

Fuente: Ortiz Gómez, Teresa . Base de datos de actualización de estudios de las mujeres (BALBEM)
1992-95.

En la docencia universitaria, la característica dominante es la escasa transmisión de estos


conocimientos en los curricula de Ciencias que son, en general, muy poco receptivos a cualquier
contenido social, con excepción de las asignaturas optativa de historia y/o filosofía de la ciencia en
los planes de estudio de algunas titulaciones Los curricula de medicina de algunas universidades
españolas, como Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Universidad de Sevilla, Universidad de
Zaragoza Universidad de Granada" sí que ofrecen en asignaturas de Psicología de la Salud, Salud
Pública, Anatomía Humana e Historia de la Medicina temas con contenidos feministas. En el nivel
de doctorado la representación es similar, aunque en es caso, la existencia de programas
interdepartamentales e interfacultativos hace m difícil delimitar el impacto sobre la formación de
científicas/os y médicas/os u otro alumnado de postgrado, que tiene además la oportunidad de elegir
cursos programas externos al suyo propio; en cualquier caso, para el cuatrienio 1992sabemos de un
único curso que se impartiera dentro de un programa de ciencia en la Universitat Jaume 1 Castelló de
la Plana. 12 Programas de Estudios de 1 Mujeres, de Historia de la Ciencia o de Salud Pública, por su
parte, vienen impartiera docencia en un total de once universidades, las antes citadas además de
Universidad d'Alacant, Universidad Autónoma de Madrid, Universitat de Barcelona, Universid
Complutense de Madrid, Universidad de Málaga, Universitat de Valencia Estudi General. 13
Las prácticas feministas en torno a las ciencias no se han limitado, con todo, terreno directa o
estrictamente académico de producción y difusión del conocimiento sino que han trabajado también
en el plano de la acción social y la puesta marcha de medidas políticas dirigidas a favorecer la
consecución de sus objetivo La constatación del androcentrismo y el sexismo de buena parte del
saber científico así como de la escasa presencia femenina en las ciencias naturales tecnológicas en los
niveles educativos y profesionales, ha movido a la realizacion de numerosos análisis que, además de
explicar la situación, intentan transforma mediante la adopción de medidas de acción social, de
medidas políticas, (Benit Díaz 1993; Santos; Marco Stiefel; Aguilar García 1993).
En este sentido hay que inscribir la elaboración de directrices específicas sobre mujeres y ciencias
por parte de numerosos instituciones nacionales e internacionales. En el ámbito internacional el
informe de la UNESCO de 1996 sobre la ciencia en mundo, (World 1996: 336), recopila las
numerosas recomendaciones dictadas por las Naciones Unidas a los gobiernos nacionales, desde la
Conferencia de Mexico del 75 hasta la de Pekín, con el propósito de aumentar la participación de las
mujeres en Ciencia y Tecnología, favorecer su acceso a puestos de decisión y modificar el diferente
impacto que tiene las tecnologías en las vidas de varones y mujeres. Recomendaciones que según
dicen Elizabeth McGregor y Sandra Harding, autoras del informe, se han transformado escasamente
en planes de acción a niveles estatales, aunque sí han contribuido a generar un ambiente critico en
medios sociales y científicos.
En la Unión Europea, diferentes direcciones generales de las Comisiones Europeas han organizado
reuniones y talleres para analizar el tema, que tampoco han pasado del plano del diagnóstico de
situaciones. (Logue; Talapessy 1993; Mo Romero 1996).
En España, los planes de igualdad de oportunidades para las mujeres han proporcionado un marco
general que, a su vez, ha servido de base para una de las iniciativas políticas más interesantes y
decididas que se ha producido en materia de investigación dentro de los países de nuestro entorno, la
dotación de fondos por parte del Instituto de la Mujer del Ministerio de Asuntos Sociales para crear
un Programa Sectorial de Estudios de las Mujeres y de Género que está incluido en el III Plan
Nacional de I+D para el periodo 1996-99. Entre los temas prioritarios de dicho programa se hallan
investigaciones sobre «las tecnologías útiles para satisfacer las necesidades y aspiraciones de las
mujeres» así como sobre los «procesos de redefinición de las pautas y objetos de conocimiento
científico desde una óptica de género». El resultado ha sido la concesión de ayudas a 33 proyectos en
la convocatoria de 1996 y a 22 en la de 1997, la mayoría en proceso de realización, entre los cuales
las ciencias de la naturaleza y biomédicas son minoría y siguen muy directamente limitadas a temas
de reproducción. Entre los de la primera convocatoria, hay dos que indagan, respectivamente, sobre
las repercusiones de las nuevas tecnología las en el ámbito doméstico y sobre el papel de las
relaciones de género en las tecnologías reproductivas, en tanto que hay cuatro sobre temas de salud
de las mujeres. En la segunda, uno está relacionado con la salud femenina, otro estudia el trabajo de
las mujeres profesionales de la medicina y un tercero analiza los sesgos de género en la docencia de
ciencias naturales en la enseñanza secundaria.
A partir de todo lo dicho, creo que podemos establecer algunas conclusiones:
La contribución teórica y empírica del feminismo a las ciencias naturales y biomédicas constituye
un corpus rico, coherente, riguroso y socialmente relevante que ha tenido más repercusiones en lo
que podríamos denominar la periferia de las ciencias naturales, es decir, los estudios sociales
sobre la ciencia y, sobre todo, en las comunidades interdisciplinares de Estudios de las Mujeres.
Este corpus de conocimiento ha tenido en nuestro país muy escasa proyección en la docencia y por
tanto en la socialización de los/las futuros científicos y tecnólogos y es un hecho aceptado que las
conclusiones epistemológicas de la investigación feminista, su crítica a la objetividad científica y a la
existencia de sesgos de género en la teoría y la práctica de la ciencia, son principalmente
desconocidos y, en consecuencia, escasamente aceptados en medios científicos naturales. Algún eco,
sin embargo, sí ha llegado, como se pone de manifiesto con el uso del término género, que no del
concepto, de un modo que no se si considerar perverso.
Las preguntas y conclusiones acerca de la práctica de la ciencia, sin embargo han sido mejor
entendidas y aceptadas, probablemente porque los avances en derechos sociales de las mujeres en
los países desarrollados y las políticas públicas de acción positiva han proporcionado un marco
formal y un contexto legislativo que ha favorecido el proceso.
Quizá por ello, las políticas feministas en materia de ciencias naturales y en ciencia en general, se
han centrado más en medidas de garantía para la entrada las mujeres a las profesiones científicas
que en promover políticas científicas apoyo a líneas de investigación feministas o de interés para las
mujeres. Para muchas, lo primero es un camino, quizá lento, para llegar a lo segundo, incluso más
optimistamente, para transformar la ciencia. Un debate común a todas 1as ciencias que se aprecia
más crudamente en las ciencias naturales y experimental a causa, probablemente, de la estructura
formal y metodológica, tan cerrada a 1as cuestiones sociales, que las caracteriza.
Concentraren la incorporación de mujeres al sistema de la ciencia las esperanza de transformación
no deja ser ingenuo y en gran medida esencialista, sobre todo no se introducen en el sistema
educativo y en el proceso de socialización contenido procedentes de la investigación feminista, algo
en lo que nos tenemos que empeñar con ahínco desde ahora mismo.

CITAS

1 Este artículo se basa en la ponencia presentada en las 11 Jornadas de Asociación Universitaria Estudios de las Mujeres
(AUDEM) celebrada en la Universidad de Oviedo en marzo de 1997. publica simultáneamente en España en el libro
Cambiando el conocimiento: Universidad, sociedad y feminismo, Oviedo, universidad de Oviedo, 1999. 2 Por ejemplo la
reunión La mujer y la ciencia de la Universidad de Jaén en 1995; el curso Mujer de ciencia. Pasado y presente, en junio
de 1994, organizado por el Seminario de Estudios de la M de la Universidad de Granada,, las 111 Jomadas de
Coeducación'La mujeron las ciencias', organiza por el Sindicato USTEA-STEs en febrero de 1996 en Granada; el
Congreso Internacional Gón Ciencia, organizado por la Universidad Complutense en Junio de 1996 en Madrid o los
cursos doctorado que bajo esa misma denominación organiza desde 1996 el Seminario lnterdisciplinar Estudios de las
Mujeres de la Universidad de Zaragoza. 3 Entre las primeras muestras de este debate se encuentra el sugerente libro de
DURAN 1982 y capítulos: DURAN 1982: 7-34 y VATICÓN; GARCIA-VALDECASAS 1982:195-203. 1 Bibliografias
amplias sobre esta producción se recogen en ORTIZ GÓMEZ; BECERRA CON 1996: 107-124 y 185-206.

1 Datos de 1992-95 procedentes de ORTIZ GÓMEZ, Teresa (1 996) Base de datos de Actualiza del libro Blanco de
Estudios de las Mujeres en las Universidades espetlolas (BALBEM (1 992-9 1 Una rápida búsqueda en la base de datos de
citas bibliográficas Science Citation Index (pri semestre de 1 996) o en Current Contents revela el gran número de
artículos que incluyen el térmi gender (género en inglés) en sus títulos y resúmenes, la mayoría de ellos con el significado
de se 7 Una crítica en la que el feminismo no está solo, como se puede ver en libros como el de Rodríg Alcázar; Medina
Doménech; Sánchez Cazoria 1997. 1 La bibliografía al respecto es muy abundante para recogerla aquí. Algunos títulos
recientes castellano son los de: Gómez; Perdomo 1993; Ortiz Gómez 1993; Ruiz Somavilla; Jiménez Luce 1994; Ortiz
Górnez; Moreno Rodríguez 1995; Moreno Rodríguez 1995. Uha bibliografía más amor¡ anterior a los noventa en: Ortiz
Gómez; García Cabello; Martín, et aL 1992. 1 Los datos sobre los MIR (Médicos internos Residentes) son una
elaboración propia a partir de estadísticas oficiales de la Oficina de Servicío a la Investigación del Servicio Andaluz de
Salud. P datos anteriores a los años noventa ver Ortiz Gómez, 1985-86. 10 Una bibliografía de las publicaciones
espatiolas en Ciencias Naturales realizadas por personal vinculado a la universidad en el periodo 1992-96, se encuentra en
Ortiz Gómez; Birriel Salce

Martín Parra,1998
11 Las profesoras que las imparten son respectivamente Asunción González de Chávez, Carmen Barral, Consuelo Miqueo
y yo misma. También en las Facultades de Psicología de Universidad Autonóma de Madrid y de la Universidad Pontificia
de Comillas hay contenidos de salud de las respectivamente en asignaturas que imparten respectivamente las profesoras Julia
Sebastián y
Emilce Dío Bleichmar.
12 Las mujeres en la química, por la profesora Pura Escribano.
13 Las profesoras que los imparten son las citadas en las dos notas anteriores además de Rosa ella Martín, Eulalia Pérez
Sedeño, Mari Luz Esteban, Isabel Montero, María José Ruiz Somavilla ,Isabel Jiménez Lucena y Enriqueta Barranco.
14 Resolución 19 de diciembre de 1996, B.O.E. 10 de febrero de 1997.
15 Resolución 19 de diciembre de 1997 , B.O.E. 28 de enero de 1998.

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INEQUIDADES DE SALUD Y VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES

Health inequities and violence against women

Irene Figá Telamanca


Universitá degli Studi di Roma «La Sapienza'
Traducido par José C. Escudero.
Docente Investígador, Depto. Cs. Sociales, UNLU.

Resumen

Se reseñan y comentan factores que afectan la salud de las mujeres, pobreza, horas excesivas de trabajo,
enfermedades reproductivas, la desnutrición , la violencia, el descuido. Se enfatizan algunos problemas: el aborto selectivo
de fetos mujeres, las mutaciones sexuales femeninas, operaciones innecesarias (en general cesáreas e histerectomias),
violencias diversas y la actual epidemia de tabaco.

Palabras Clave: Mujeres, inequidades, salud, violencia

Abstract

A review is made of factors adversely affecting the health of women: poverty, extended working hours, reproductive
illnesses, discrimination, violence, neglect. Some problems are highlighted: selective abotion of female fetuses, selective
gender neglect, female genital mutilation, unnecessary operations, (usually caesarean sections or hysterectomies), assorted
violences and the current tobacco epidemic.

Key words: Women, inequities, health, violence

Sumario:

1 - El círculo viciosa de las privaciones, la desnutrición y el riesgo reproductivo. 2 - La violencia que está
enraizada en las prácticas tradicionales 3 - La violencia médica - 4 - La violencia y el trabajo de las mujeres - 5 - La
violencia
comercial: las mujeres y la epidemia del tabaco.

Han pasado cincuenta años desde la promulgación de la Declaración Universal de Derechos


Humanos y casi veinte desde la Convención Internacional de la Mujer. La primera sancionó las
"Derechos Humanos fundamentales de la dignidad humana, el valor de los individuos y los
derechos iguales para hombres y mujeres". La segunda, adoptada por la Asamblea General de las
Naciones Unidas en 1979, tuvo el objetivo específico de enfrentar la discriminación social, cultural
y económica contra las mujeres.
Pese a estos meritorios esfuerzos, la conferencia de Derechos Humanos celebrada en 1993 en
Viena declaró que "La violencia contra las mujeres es la mas difundida y la menos reconocida
violación de derechos humanos del mundo", La conferencia mundial de 1995 de Beijing, cuyo tema
eran las mujeres, puso de nuevo en evidencia el hecho que, para la mayoría de las mujeres, en el
mundo de hoy, estos objetivos están lejos de hacerse realidad.
Dos de cada tres mujeres del mundo sufren hoy de la enfermedad mas debilitante que conoce la
humanidad. Es una enfermedad que incluye la anemia, la desnutrición, la fatiga, una susceptibilidad
aumentada a las infecciones, y una muerte prematura. Esta enfermedad es la pobreza, y aunque afecta
a hombres y mujeres, son estas las que están sobre representadas entre los pobres.
Las mujeres de todos los países - pobres o ricos - están retrasadas en virtualmente todos los
indicadores de status socioeconómico. Trabajan durante mas horas, ganan menos, y a menudo tienen
que aceptar los trabajos mas indeseables para sobrevivir. Como veremos a continuación, sus riesgos
para la salud vinculados con la función reproductiva son extremadamente altos, Todo esto sucede en
un entorno sociocultural que muchas veces les priva de los derechos mas fundamentales, y en
contraste de todos los bienintencionados acuerdos internacionales que resguardan los derechos
humanos y la salud.
De hecho, en mi opinión, la violencia contra las mujeres va mas lejos de las acciones individuales
y colectivas que ponen en riesgo la vida, la integridad y la libertad de las mujeres, tales como la
violac4n, la violencia, los abusos y las mutilaciones. La discriminación y las injusticias contra las
mujeres en las áreas de ingresos, en la atención médica y en las políticas sociales, son otras formas,
mas sutiles e institucionalizadas, de violencia, que pueden llegar a ser de mas difícil erradicación, y
que persisten inclusive en los países económicamente mas avanzados.
El objetivo de este trabajo es, primero, documentar las consecuencias de esas políticas discrimina
todas, examinando el nivel de salud de las mujeres en el mundo, y tratando de esclarecer los posibles
factores de riesgo que se asocian a las enfermedades y a la muerte. Por añadidura, este trabajo va
también a discutir la epidemiología de la violencia contra las mujeres referida a prácticas sociales,
culturales o médicas, tales como explotación en el trabajo, violencia doméstica , mutilaciones e
intervenciones médicas dañinas.

1 - El círculo vicioso de las privaciones, la desnutrición y el riesgo reproductivo

La violencia y la inequidad contra las mujeres en muchas sociedades comienza antes del
nacimiento. En sociedades donde hay muchas preferencias por los varones, se usan a la
amniocentesis y al ultrasonido como elementos de selección de sexo, haciendo abortos selectivos de
fetos de sexo femenino.
Las clínicas de selección de sexo en la India, hasta que las protestas las obligaron a desistir, hacían
publicidad diciendo que era mejor gastar $ 38 haciendo un a un feto mujer que gastando luego $3800
para su dote. Un estudio que se un gran hospital de Bombay halló que al 95,5 % de los fetos
identificados femeninos se les practicó un aborto ( Ramaanamma, 1 990)
Este círculo vicioso continúa en la infancia de las niñas. Un peso bajo al n un destete temprano
aumenta el riesgo de las diarreas, y de otras enferme infecciosas. A su vez, esto, combinado con la
desnutrición produce un crecí disminuido y emanciación, y dificultades en el aprendizaje. De acuerdo
estimación, alrededor de la mitad de las mujeres en los países en vías de desarrollo tenían crecimiento
disminuido debido a la desnutrición proteico calórica, y al de un cuarto tenían deficiencia de hierro.
Un alto número, estimado en dos millones , estaban ciegas como resultado de deficiencias de vitamina
A. Consciente inconscientemente, la preferencia cultural hacia niños varones determina un
comportamiento discriminatorio, que se refleja en las estadísticas.
Pese a la bien conocida ventaja biológica de las mujeres, que en un a óptimo tienen ventaja de 1, 1
5 a 1,0 sobre los varones en tasas de mortalidad (R y Armstrong, 1989) , en los países donde existe
una preferencia por los v este efecto se revierte. En Turquía, la tasa de mortalidad de niños de ambos
de uno y dos años de edad, es 1,6 veces mas alta para las niñas; en Pakistán , Tailandia y Sri Lanka es
de 1,5; en Bangladesh y Trinidad y Tobago 1,4; en Colombia 113; en Costa Rica 1,7; en Siria 1,6.
(Tabla 1 ). Aunque en tiempos recientes esto se ha corregido en varios países, en otros (especialmente
sudeste de Asia) persiste.
Incidentalmente, la bien documentada ventaja de las mujeres en edad avanzadas en su Esperanza de
Vida, se anula en varios países. De esta mientras las mujeres en todo el mundo tienen una ventaja de
tres años de esperanza de Vida, en los países donde se prefiere a los varones esto no sucede. De este
esquema es mas pronunciado en el sudeste de Asia. Vale también hacer notar que este esquema no se
observa en otros países pobres que tienen una Esperanza de Vida inclusive inferior para ambos sexos,
pero en los cuales no existe tanta preferencia por los varones (Tabla 2).
Se conocen bien los mecanismos de esa masacre silenciosa: desde temprano, un acceso desigual a la
comida y especialmente un acceso des la atención médica cuando los niños se enferman. Es
ilustrativo una observación que se hizo en Corea: cuando se ofrecían gratis las vacunas, la proporción
niños varones y mujeres que se acercaban a los centros de salud era igual, se introdujo un pequeño
cobro, la proporción de niñas disminuyó a un cuarto de los varones (Koblinsky el al. 1993).
Cuando las niñas entran en la adolescencia aumentan las disparidad oportunidades educacionales
para las niñas se reducen dramáticamente d que termina la educación elemental. De nuevo, esto se
nota mas en el sud Asia. En Afganistán, solamente el 8% de las niñas entran a la escuela sec contra el
22% de los varones; En Bangladesh el 13% (contra el 25% de los v en la India el 37% (contra el 60%
de los varones). Las niñas adolescentes la vida reproductiva sin haber alcanzado su máximo
desarrollo físico.
El matrimonio temprano y el sometimiento a su familia política es el siguiente paso en el proceso
de violencia institucionalizada. Las razones para un matrimonio temprano se aceptan culturalmente
en el contexto social: asegurar el futuro de las jóvenes lo antes posible, subir el status de la familia y
asegurar la virginidad de la hija (Dagne, 1994).
La maternidad temprana es un factor bien conocido de riesgo médico y social. No solamente la
mortalidad materna e infantil es máxima en las madres adolescentes, además la maternidad temprana
significa el fin del desarrollo mental, físico y social de estas jóvenes.
La mas alta tasa de natalidad de adolescentes se observa en las regiones menos desarrolladas del
mundo, en particular en Africa central y en América Latina.
Los años fértiles están llenos de riesgos para la salud: la desnutrición, la anemia, el bocio y las
infecciones se combinan con complicaciones del embarazo para producir un cuadro habitual en las
mujeres. Cada sucesivo embarazo que ocurre próximo al parto anterior cierra el círculo vicioso,
agotando los recursos físicos y psicológicos y poniendo en riesgo la salud de la madre y la de sus
hijos.
Las tasas de mortalidad materna varían por un factor de 1 000 a 1. De un valor de alrededor de 1 0
/ 1 00.000 en Europa a valores en el orden de 1600 / 1800 / 1 00.000 en algunos países africanos.
Prácticamente todas esas muertes son prevenibles, con programas de Atención Básica de Salud. La
causa mas común es la hemorragia (25%), seguida por la sepsis (1 5%), y el aborto sin seguridades
(13%).
Se estima que los abortos sin seguridades causan 100.000 de las 500.000 muertes maternas
anuales. Prácticamente todos tienen lugar en las regiones menos desarrolladas, especialmente en Asia
y África, en las que no hay ni anticonceptivos, ni atención prenatal, ni partos institucionalizados a
disposición de la mayoría de las mujeres.
Es interesante constatar también que estas grandes diferencias pueden observarse, no solamente
entre países sino en subgrupos al interior de las países, inclusive en aquellos del Occidente avanzado.
Un análisis reciente de los determinantes de nacimientos con complicaciones en los Estados Unidos,
por ejemplo, mostró un riesgo aumentado para un crecimiento uterino lento y la prematurez (este
grupo consiste de recién nacidos con un peso menor a 2,5 kilos, una edad gestacional de menos de 35
semanas y razón de crecimiento fetal menor a 0,85. Tienen un riesgo de mortalidad que es el doble de
los recién nacidos normales) en los grupos de población minoritarios, especialmente los africano-
americanos. Aquí operan, también, los factores socioeconómicos que determinan inequidades en la
salud del país (Parker Frisbee et al. 1997) (Tabla 3).

2 - La violencia que está enraizada en las prácticas tradicionales

Hay muchas otras formas de violencia contra las mujeres, la que muchas veces se pone en práctica
en nombre de las tradiciones culturales o religiosas, y en medio de la indiferencia general.
Para comenzar con una práctica que afortunadamente ha sido erradicada, vale la pena recordar a
los pies atados en China. Cuando las niñas cumplían tres años se fracturaba a todos sus dedos del pie,
excepto el dedo gordo, y se les ataba los pies durante tres años para impedir que crecieran y para
doblarlos con máxima concavidad.
El resultado de esto era una forma de caminar sumisa y «femenina». Un estudio reciente que ha
examinado a mujeres china viejas, cuyos pies habían sido atad halló que este procedimiento -
provocaba caídas y afectaba otras actividades (Cummings et. al. 1997).
En la actualidad, muchas sociedades practican otra forma de mutilación, p en las niñas: la
mutilación genital femenina (MGF). Cada año, alrededor de 1 00. niñas reciben esta mutilación
forzada. Esta práctica es un caso extremo de violen de género: ningún hombre en el entorno cultural
donde se práctica la MGF estaría dispuesto a casarse con una mujer que no haya sido operada de
esta forma. supone que la MGF aumenta la satisfacción sexual del hombre y mantiene «pura a la
mujer. las complicaciones, de corto y largo plazo son numerosas: hemorragia shock, la muerte,
complicaciones de los partos, fisturas, infecciones, incluyendo el tétanos, que sobrevienen cuando
operadores sin entrenamiento usan instrumentos rudimentarios. La MGF es más común en África,
pero también en los países árabes y en musulmanes que viven en otros países (Figá Talamanca,
1998). Pese a 1 actividades de organizaciones internacionales y nacionales, de grupos de mujer y de
legislaciones, esta práctica está lejos de haberse abandonado. Los hombres y quienes ponen en
práctica son sus defensores mas fanáticos. De hecho, s parte del mismo sistema de creencias que
comparten hombres y mujeres, q ven a las mujeres como un objeto al servicio de los hombres, y que
pueden sujeto de todo tipo de abusos y humillaciones.
En otras sociedades este sistema de creencias se manifiesta en otras formas de violencia contra
las mujeres. En la India, por ejemplo, el golpear a las esposas es muy prevalente en todos los
ambientes. En un estudio, el cuarenta por ciento las esposas informaron que habían sido golpeadas
por sus maridos, sin haber aparentemente, relación con la religión, la edad o la región. Sin embargo,
pare que esta violencia es menor en los grupos socioeconómicos altos, en la población mas educada,
y en las mujeres que ganan dinero o que han contribuido una dote matrimonio (Jejeeboy y Cook,
1997) (tabla 4). La razón que se da para esta violen es a menudo la «desobediencia», y casi nunca
se la considera justificación para que una esposa deje a su marido.
Una forma extrema de violencia contra las mujeres es llamada la «muerte por dote». Se espera
que una joven aporte a su matrimonio cierta cantidad de dinero de bienes. Si no se entrega la dote
prometida, el marido y su familia pueden acosar a la recién casada a veces hasta el punto de matarla.
El número de estas muertes se estima en India de 5000, pero se piensa que esta es una grosera
subestimación A muchas de estas muertes se las disfraza de suicidio, o de quemaduras. hecho, una
de cada cinco muertes de mujeres de quince a cuarenta y cuatro años se deben a «quemaduras
accidentales», a menudo una forma disfrazada de «quemaduras a la recién casadas». Esto es, por
supuesto, una manifestación extrema de un continua violencia y humillación contra las mujeres, que
comienza con formas suaves de descuido o de reclusión (como en la práctica del «purdáh») y que
termina con abusos físicos, mutilaciones y muertes que a menudo no son sancionadas.

3 - La violencia médica

Por paradójico que parezca,. algunas prácticas terapéuticas pueden ser vistas como una forma de
violencia. Aunque no se pueda acusar a los médicos por el tratamiento que prescriben a los
pacientes - una excepción a esto son los frecuentes juicios por mala praxis- hay varios ejemplos de
intervenciones médicas usadas por la profesión médica que pueden ser etiquetadas bajo el criterio de
«violencia». Las operaciones innecesarias, tales como cesáreas o histerectomías, caen en esta
categoría.
La cesárea es una de las operaciones de las que mas se abusa. Basta ver la prevalencia de cesáreas
en diferentes países para llegara la conclusión que muchas indicaciones para esta operación no tienen
basamento médico. Países que tienen tasas de mortalidad materna extremadamente bajas, como
Bélgica, Holanda y Escocia, tienen una prevalecía que es mucho mas baja que la de Brasil, Italia y los
Estados Unidos (Tabla 5). El caso de Brasil es emblemático. Las cesáreas suelen practicarse en
combinación con la ligadura de las trompas. Sin embargo, esto rara vez sucede en Italia. Un estudio
detallado de las cesáreas en Italia muestra grandes variaciones en el país, de una región a otra.
Algunas de las regiones del norte tienen una prevalencia del 17%,algunasdeisurdel28-29%. Un
análisis multivariado mostró que el mejor predictor de la cesárea es el obstetra (Signorelli el. al.
1995). Las razones médicas y las características de la mujer (edad, abortos previos) son solamente
secundarias. Es evidente que algunos obstetras muestran preferencia por este tipo de parto, por
motivos que quizás no son justificables por la ética profesional.
Se han hecho observaciones similares con respecto a las histerectomías. En EE.UU.,por ejemplo
,se realizan 6OO.OOO histerectomías por año. Sin embargo, la prevalecía de esta intervención es
irregular. En el Noreste en 1983 era de 220/ 100.000, mientras que en el sur era de 351/100.000. En
las mujeres de edad reproductiva, (15 a 44años) la tasa era de 678/100,000 para las blancas. y de 976/
1 00.000 para las de color (Gasterday et. al. 1983). (Tabla 6).
En este caso también no eran los factores clínicos sino las características de los médicos (Geller et.
al. 1996) los mejores predictores de la intervención.
Si las razones médicas no son muchas veces la real causa de este tipo de mutilación, resulta difícil
diferenciar a esta práctica de las mutilaciones genitales que se efectúan en algunas regiones del sur del
mundo. En ambos casos, la práctica se perpetúa debido a los intereses de quienes ganan con ellas, a
expensas de los derechos de las mujeres a las que se les quita su derecho a la autodeterminación.
4 - La violencia y el trabajo de las mujeres

De acuerda a las estadísticas oficiales, las mujeres que se dedican a actividades productivas en el
mundo son solamente el 28% de la fuerza laboral total. Cualquiera que tenga familiaridad con la vida
en las áreas rurales de los países con menor desarrollo reconocerá la falacia que encierra este aserto.
Información reciente de estudios sociológicos muestra que:

1) las mujeres trabajan mas horas por día que los hombres, tanto en la casa (recolectar agua y
combustible, producción de alimentos y su procesamiento, a los chicos y a los viejos) y en la
agricultura. Pero nada de esto entra estadísticas (Koblinsky et. al. 1993).
2) Es común que las mujeres trabajen en tareas sub capitalizadas e insalubres en el sector
informal.
3) Las mujeres, cuando se les da trabajo formal, reciben las tareas especializadas y peor pagadas.

Tradicionalmente, las mujeres han trabajado en la agricultura, una tarea que previamente
requería solamente fuerza física, pero que ahora expone trabajadores a riesgos ocupacionales
causados por productos químicos.
En tiempos más recientes, en los países con menor desarrollo, las trabajadoras (que habitualmente
son muy jóvenes) hallan empleo en fábricas mano d intensivas, principalmente tejidos, costura,
trabajo no especializado por p ensamblaje de electrónica. Las condiciones ambientales son
habitualmente con riesgos para la salud que incluyen una ventilación inadecuada, un ruido excesivo
calor, humedad y hacinamiento, además de los menos obvios riesgos químicos La migración de
industrias microelectrónicas de origen japonés, norteamericanas y europeo a países en vías de
desarrollo (especialmente en México y país Sudeste de Asia), junto con la creación de puestos de
trabajo, ha cread inmensa población de trabajadoras industriales femeninas explotadas. La mayoría
de ellas son adolescentes, y vienen de lejanas áreas rurales. Se las al dormitorios que son primitivos
pero caros y se les paga un salario mínimo. condiciones de empleo son muchas veces inestables, ya
que se las contrata «aprendices» a prueba, una situación que permite una explotación económica
psicológica (Edgren 1984). Se las prefiere a los hombres porque son «maleables», «sometidas»,
«hábiles» y con «dedos ágiles» y, lo que es importante, no se atreven a sindicalizarse. ya que vienen
de hogares dominad los hombres, y que están desarraigadas. Rápidamente se subordinan
«benevolente» capataz, quien les rige sus vidas. De esta forma, la introducción a la producción
industrial de este tipo en las zonas de Comercio Libre, y el empleo mujeres jóvenes, no les ofrece una
oportunidad para progresar, sino que les con los roles tradicionales de género. De hecho la alta
rotación de estas trabaja puede deberse a que se vuelven exhaustas y con «burnout». La mayoría de
abandonan la industria después de unos pocos años de trabajo muy demandada ya sea para volver a su
vida tradicional o para buscar un futuro menos seguro a el sector informal urbano, incluyendo el
circuito de la prostitución.
Estas demandas poco realistas de producción, junto con los riesgos químicos neurotóxicos, el
trabajo rotativo y nocturno, a menudo desembocan en enfermedades Los síntomas psicosomáticos y
neorológicos vinculados con el «stress» han calificados de «enfermedad psicogénica masiva», aunque
han sido hasta a ignorados, ya que se los calificaba de «enfermedades femeninas imaginarias» (B et.
al.1992).
De acuerdo con las «políticas de protección a los fetos» que tenían muchas industrias de los EEUU
las cuales, hasta que la Suprema Corte las detuvo, obligaban a sus trabajadoras femeninas a que
eligieran entre la esterilización y la pérdida

su trabajo (Robinson, 1992), se ha documentado que varias compañías de las zonas de Libre
Comercio ofrecían premios a sus trabajadoras si se esterilizaban, para
ahorrar así el tiempo de no trabajo por maternidad (Loewenson, 1998).
Cuando se hizo una evaluación global de los costos y beneficios de las Zonas de Libre Comercio de
Asia, auspiciado por la Organización Internacional de Trabajo
(OIT), se hizo, notar que «deben criticarse fuertemente dos aspectos importantes del sistema actual:
en primer lugar, el lamentable papel que ofrece a las mujeres, segundo, la violación de los derechos
sindicales», «la práctica actual de cortar de la vida de las mujeres el lapso de tiempo después que
dejan el colegio y antes de que se casan no dejen beneficios permanentes ni a las mujeres ni a la
sociedad» (Edg . ren, 1984).

5 - La violencia comercial: Las mujeres y la epidemia del tabaco

Se estima que en los países desarrollados mueren por año 476000 mujeres a causa de
enfermedades relacionadas con el tabaco (Peto et al. 1 994). Se desconoce hoy el peso de esta carga
en los países menos desarrollados. Lo que si se sabe con certeza es que las muertes relacionadas con
el tabaco van a aumentar dramáticamente en los países desarrollados y en los en vía de desarrollo.
Esto es lo que sucedió con EEUU y Canadá, cuando en los años 60 la epidemia del tabaco llegó a
incluir a las mujeres.
La violenta ofensiva de la industria tabacalera para acceder al vasto mercado que conforman las
mujeres en países desarrollados y en vías de desarrollo esta siendo coronada por el éxito. En Italia, por
ejemplo, las mujeres adolescentes fuman mas que los varones, y estamos empezando a observar un
aumento en las tasas de mortalidad femeninas. En muchos países las tasas de mortalidad por cáncer
de pulmón están sobrepasando a las de cáncer de mama..
Limitaciones de tiempo y espacio no nos permiten continuar con esta larga letanía de violencia
contra las mujeres. Pueden mencionarse otras formas de violencia mas o menos institucionalizadas: la
explotación de la prostitución, violaciones mas o menos toleradas, las violaciones de tiempo de guerra
en la ex- Yugoslavia y en Ruanda, son otros ejemplos para agregar a la lista de horrores.
El movimiento feminista de Occidente, que ha sido muy elocuente en sus denuncias de las
injusticias sufridas por las mujeres en los países desarrollados tiene por lo menos un mérito: al
centrarse en los problemas de las mujeres occidentales ha puesto en evidencia las tétricas condiciones
de vida de las mujeres en los países menos desarrollados, cuyas necesidades básicas de supervivencia
y salud todavía no hallan respuesta.

Tabla1
RELACION ENTRE LA MORTALIDAD FEMENINA / MASCULINA
EN LA NIÑEZ TEMPRANA – VARIOS PAISES
(1983) (WFS) (1)
1990-1995 (ESTIMACIONES DE NN.UU.)

MORTALIDAD INFAN11L
MORTALIDAD DE MENOS DE 5 AÑOS
TURQUIA 1.6
PAKISTAN 1.5
SRI LANKA 1.5
BANGLADESH 1.4
TRINIDAD 1.4
COLOMBIA 1.3
COSTA RICA 1.7
BANGLADESH 1.05
INDIA 1.16
IRAN 1.04
NEPAL 1.12
PAPUA- NUEVA GUINEA 1.05

2 A 5 AÑOS
SIRIA 1.6
TAILANDIA 1.5

(1) World Fertility Survey (Encuesta Mundial de Fecundidad)


FUENTES: UNFPA 1989, UNFPA 1997, Koblinsky el al., 1993
TABLA2

ESPERANZA DE VIDA AL NACER. PAISES SELECCIONADOS

PAIS M F

ITALIA 75.1 81.4


POLONIA 66.7 75.7
YEMEN 57.8 58.4
BANGLADESH 58.1 58.2
INDIA 62.1 62.7
NEPAL 57.6 57.1
KENYA 52.3 55.7
UGANDA 40.4 42.3
SIERRA LEONA 36 39.1

FUENTES: UNFPA 1997.

TABLA3
RIESGOS PARA NACIMIENTOS CON PROBLEMAS.
BLANCOS, AFRICANO-NORTEAMERICANOS Y MEXICANO-NORTEAMERICANOS
BLANCOS AFRICANO-NORTEAMERICANOS MEXJCANO-NORTEAMERICANOS

RETARDO EN EL CRECIMIENTO INTRAUTERINO


(0.7 -1.2) 11.4 (1.2-1.6) 0.9 (0.7 -1.2)
PREMATUREZ
12.8 (1.7 - 4.8) 1.0 (0.0 - 1.8)
PREMATURO DE ALTO PESO
(1.4 - 2.7) 13.7 (2.9 - 4.6) 1.9 (1.4 - 2.7)

FUENTES: ParkerFrisbie et al. 1997.

TABLA4
ESPOSAS GOLPEADAS EN LA INDIA
(PORCENTAJE DE MUJERES GOLPEADAS POR SUS MARIDOS)

STATUS
SOCIO-ECONOMICO %
BAJO 50.2
MEDIO 41.6
ALTO 27.1
EDUCACION
NINGUNA 49.4
ESCUELA PRIMARIA 32.3
ESCUELA SECUNDARIA 23.9
INGRESOS DE LA ESPOSA
NINGUNO 41.8
ALTO 40.5
SUSTANCIAL 30.2
DOTE
GRANDE 33.1
PEQUEÑA 46

FUENTES: Jejeebhoy S.J.y Cook P.J., 1997.


TABLA 5 PREVALENCIA DE CESAREA EN PAISES SELECCIONADOS

PAIS % DE LOS PARTOS


AUSTRALIA 15.9 (1988)
BELGICA 9.8 (1988)
BRASIL 32.0 (1991)
HOLANDA 7.9 (1991)
ITALIA 22.6 (1991)
ESCOCIA 12,6 (1988)
EE.UU. 23.5 (1991)

FUENTES: Signorelli et al., 1995.

TABLA6 HISTERECTOMIAS EN EE.UU

COSTA NORTE 220/100.000


NORTECENTRAL 302/100.000
SUR 310/100.000
OESTE 254/100.000
NEGRAS (EDAD 15 A 44 AÑOS) 976/100.000

FUENTES: Easterday et al., 1983.

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APUNTES SOBRE LA NARRATIVA
DE MUJERES ARGENTINAS, 1900 - 1919

Notes on Argentine women writers, 1900-1919

Lea Fletcher
Dra. en Letras - Directora Revista Feminaria - Argentina

Resumen:

No sabemos prácticamente nada sobre mujeres argentinas que escriben en primera década de este
siglo. Este artículo da cuenta de ocho libros que me ha si posible localizar al margen de otros
veinticinco libros de narrativa, escritos por dieciséis mujeres escritoras argentinas,

Palabras clave: Mujeres, escritoras, narrativa, principio de siglo.

Abstract:
We know practically nothing about Argentine women's literature written in t first decades of this
century. This paper deals with the eight books I’ve been able locate out of the twenty-five books of
narrative written by the sixteen women write that I've been able to identify up to this point.

Key words: Women, narrators, argentine, early xxe century

En orden Sumario: 1 - Las autoras

En realidad, el título que pensaba darle a este trabajo es "Perdón, pero, ¿además de César Duayen y
Alfonsina Storni, qué otras mujeres escribieron en las primeras dos décadas de este siglo?" porque
cada vez que me refería al tema que estaba trabajando, ésta fue la reacción bastante generalizada,
Irónico por un lado, sincero por otro, el casi-título demuestra el conocimiento -si no el interés- de la
vasta mayoría de las personas que estudian las letras argentinas.'
Hace unos catorce años comencé un largo estudio acerca de la narrativa de mujeres argentinas
escrita y publicada entre 1930 y 1945. También desde hace mucho tiempo ya, di un salto muy largo,
hacia atrás, cronológicamente hablando, al ocuparme de las narradoras del siglo XIX, particularmente
de Juana Manso. Hasta llegué a organizar un congreso internacional sobre mujeres y cultura en la
Argentina del siglo XIX. En el interìn escribí dos breves ensayos sobre la tradición de las mujeres
escritoras, desde el siglo XIX hasta 1930 en una y hasta nuestros días en la otra, ambos con notorios
vacíos, debido principalmente, creía yo, a la brevedad exigida por la revista que las publicó. Si
quisiera ser generosa conmigo misma, podría ratificar ésa como la razón, pero puesto que alguien
posiblemente descubra mi mentira piadosa, debo rectificarme y confesar dos hechos: primero, no
conocía -ni pretendía conocer- la obra de todas las narradoras de esa época y segundo, tenía a mi
disposición "solamente" la tercera parte de sus libros. Aún hoy, creo que sigo sin saber quiénes eran
todas -o por lo menos casi todas- las mujeres literatas de aquellos años. Hasta la fecha he podido
identificara dieciséis narradoras que publicaron veinticinco libros de narrativa entre 1900 y 1919, de
los cual pude encontrar "solamente' ocho libros escritos por seis de estas autoras.
Pero, en nuestras condiciones -bibliotecas con presupuestos muy reducidos; salas muchas veces
repletas de alumnos de la primaria y la secundaria, haciendo difícil si no imposible el ingreso: es
decir, la falta de espacio físico, volumen tras volumen en reparación eterna; un catálogo centralizado
cuyo nombre representa un deseo más que una realidad- tal vez sea injusto emplear la palabra
"solamente", pues, son libros antiguos: ya hace entre setenta y nueve y noventa y ocho años que
fueron publicados y no han tenido ninguna re-edición (excepto por las obras de César Duayen y
Alfonsina Storni), que yo sepa.
Toda esta introducción para explicar que, una vez más, me voy a atrever a hablar en base a la tercera
parte de la narrativa de mujeres argentinas, pero esta vez de las obras publicadas en las primeras dos
décadas de este siglo. ¿Por qué?
Ya sabemos: las historias literarias no incluyen a las autoras, en general, y cuando lo hacen es la
excepción que comprueba la regla. Ésta no es la explicación, mi explicación, acerca del porqué he
decidido estudiar a las escritoras de esta época. Es mucho más simple: por alguna razón, las únicas
dos escritoras que figuran regularmente en los trabajos realizadas sobre este período, sean canónicos o
no, son las dos que aparecieron en la pregunta casi-título de esta ponencia. Yo misma, por algún
extraño motivo, en los estudios que ya mencioné y en otros también. he salteado estos años en cuanto
a la escritura de mujeres. ¿Por qué?
Ya sabemos: el modernismo, que duró hasta 1910 -o 1916, según cómo se piense-, era un
movimiento de hombres; es, por lo menos, lo que han revelado los estudios sobre la Argentina hasta
ahora. Después de esto vinieron el movimiento de Martín Fierro y el de la Generación del ‘22,
también de hombres, casi exclusivamente. Es un hecho -por poco conocido que sea- que recién hacia
finales de la década de 1920, y de pleno en la década de 1930, las mujeres comenzaron a publicar
cantidad llamativa .3 Basta leer los estudios de literatura en los que el tema tiene que ver con la mujer
y se observará la falta de información. Pero también es hecho que las mujeres argentinas siempre han
escrito desde los comienzos de historia literaria nacional, siete años después, para ser precisa .4
También es hecho que las escritoras argentinas siempre se han pre / ocupado por la escritura sus
colegas femeninas. Pero sabemos bastante poco de la literatura escrita . mujeres durante la época en
cuestión. En lo que sigue, quisiera ofrecer un primer abordaje a una parte - la que pude encontrar
hasta ahora- de aquella producción

1 - Las autoras

En orden cronológico de aparición de los libros que comentará, las autoras son César Duayen
(Emma de la Barra): Stella (1 905) y Mecha Iturbe (1 906); Ada Maria Elflein: Leyendas argentinas
(1906) y Del pasado (1910); Alma Garza (Isabel Monasterio de Gsell): Mangacha (1 916); Juana
María Piaggio de Tucker: Vida nueva (1 91 7)- Carlota Garrido de la Peña: Como en /a vida. Mar sin
riberas (1 917); y Luisa Israel de Portela: Vidas tristes (1 9 1 8).
Debido al hecho de que todos estos textos se ubican dentro de la corriente literaria del
sentimentalismo, aunque no en el mismo grado ni de la misma mane pues alguno es más realista y
otro tiene notables rasgos modernistas, voy analizarlos principalmente desde la óptica planteada por
Jane Tompkins en su li Sensational Design‘s. Ella considera que la novela sentimental "representa
esfuerzo monumental para reorganizar la cultura desde el punto de vista de la mujer que este corpus
es notable por su complejidad intelectual, su ambición y sus recursos [y] en ciertos casos, ofrece una
crítica [_] más severa que la que hicieron auto más conocidos".5 Quede claro que ella no se refería a
todas las novel sentimentales. En las narrativas que son el objetivo de este estudio, esto es m que
evidente, como veremos más adelante. Me parece legítimo y necesario rebatir el desdén generalizado
hacia este tipo de escritura: es un estilo más entre todo los estilos, y, en algunos casos, una de las
muchas estrategias político-cultura¡ a que han tenido recurso las y los escritores. "El poder de una
novela sentimentalista de provocar una reacción en la persona que la lee radica en que ésta comprende
las categorías conceptuales constitutivas del personaje y del episodio. Esa información incluye las
actitudes hacia la familia y lo social, una definición del poder y relación a la emoción humana
individual, ideas de igualdad política y social y, creencias religiosas que organizan y sustentan todo lo
demás". El poder de una persona muerta o moribunda para redimir a la gente degenerada es un tema
mayor de les literatura. Las madres [o las personas que funcionan como tales] y las y los niños se
consideraban como particularmente capaces de este trabajo. [ ] La popularidad [en su época de las
novelas sentimentales se explica mejor por la relación estas escenas con el mito cultura¡ que inviste el
sufrimiento y la muerte de u víctima inocente justamente con la clase de poder que la crítica deniega
[a esta novelas]: el poder de trabajar en ese mundo y cambiarlo"."
Esta manera de interpretar y valorar la novela sentimental es la que me ha discrepar con un par de
excelentes trabajos recientes de Bonnie Frederick y Marcela Nari en cuanto al significado de la
primera novela en cuestión, Stella, y otras mas.
Creo que el problema estriba en el lugar desde donde recibimos el mensaje. Los dos trabajos
reconocen el harto sabido hecho de que las mujeres -literatas y no, algunos hombres también- del
siglo XIX y de las primeras décadas de este siglo han insistido en la educación de las mujeres, pero
insisten en que esta
novela solamente refleja los valores de sus tiempos sin intentar ningún cambio en ellos. Veamos estas
dos interpretaciones.
Frederick explica que en Stella, "Emma de la Barra no cuestiona las instituciones sociales [ ]. La
novela adhiere al reformismo moral [ ] y propone que los poderes de las mujeres sean desarollados al
máximo para que ellas puedan ejercer su influencia mediante sus roles tradicionales. Aparentemente
crítica de la sociedad argentina, Stella afirma sus valores tradicionales". Nari asegura que a pesar de
que "Stella estuvo en consonancia con las ideas de algunas mujeres y hombres de la época, se enfrentó
a un problema mucho más espinoso: la independencia femenina, [que aunque] aparece profundamente
deseada y anhelada en la novela, no podía lograrse sin quebrar gravemente el paradigma femenino de
la época [es decir: el mandato materna].'
Confieso que cuando yo leí estos dos trabajos por primera vez, estaba totalmente de acuerdo con sus
planteos, pero he comenzado a cuestionarlos porque creo que exigimos, desde nuestros días, una
estrategia que ellas no podían -o no querían utilizar. Quizá porque sabían lo que le había pasado -en
el siglo anterior- a Juana Manso: ella sí la empleó y tanto ella como su obra más conflictiva La familia
del Comendador sufrieron las consecuencias. Manso y de la Barra representan los polos opuestos en
cuanto a cómo lograr el objetivo de la liberación, la independencia de las mujeres: aquélla, el frontal,
directo y ésta, el indirecto.
Retornando las características arriba mencionadas de una exitosa novela sentimental, vemos que las
dos huérfanas, Alejandra y su hermana Stella, desdoblan el rol protagónico: "aquélla ocupa el foco
activo y ésta su centro moral". Alejandra toma sus propias decisiones y desconoce las leyes sociales
para su sexo, todas menos una: el rol maternal; se sacrifica para cuidar a su hermana, cuya muerte
obra cambios morales sustanciales en otros personajes. ¿Pero esta falta de independencia que señala
Nari tendría otra solución que la que tuvo? ¿Qué persona decente -y aun más siendo huérfana-
abandonaría a su hermanita gravemente enferma? No es sólo cumplir con un rol maternal, es
demostrar un desinteresado amor filial, y en última instancia, un acto moral. Tanto la muerte de Stella
como la abnegación de Alejandra producen cambios en una de las malvadas primas y en su tío
maternal, el protagonista masculino. Aquélla, antes arrogante y malvada, descubre que tiene un
corazón y sufre terriblemente la muerte de Stella, y éste, antes un hombre desilusionado con todo y
hastiado de todo el mundo, ahora se ha convertido en un filántropo y líder de la sociedad.
Se puede argumentar que, una vez más, tenemos el rol de la mujer de mejorarse a sí misma para
mejorar a la sociedad. También que la figura de Alejandra ofrecía "la posibilidad de procesos de
subjetivación no convencionales, aunque no por ello alternativos [ y que] Alejandra, a pesar de su
incondicional lazo con Stella, goza en la ficción de una libertad mucho mayor que la realmente vivida
por la inmensa mayoría de sus lectores y, especialmente, de sus lectoras". De hecho, estoy de acuerdo
con estas afirmaciones y justamente por estas y otras razones que ya presenté, creo que la novela
pretende más de lo que se puede apreciar si la juzgamos desde nuestros parámetros actuales.
Tengamos en cuenta que antes de la publicación c esta novela, ninguna tuvo un personaje femenino
con las características de Alejandra Ella personificaba a la nueva mujer: educada, inteligente, culta,
responsable después de cumplir con todas sus responsabilidades, independiente. No es poca cosa.
La segunda novela de Emma de la Barra, Mecha Iturbe, no se presta a la misma interpretación,
aunque sí presenta un tema que la autora no había tratado en s primera obra: la justicia social, que
ocupa un lugar destacado en el argumento. una novedad más, una primicia, si mal no recuerdo, en la
literatura Argentina: un médica. Como en Stella, este personaje, Hellen, no es un cien por ciento
Argentina( es "nieta de artistas italianos e hija de un sabio finlandés" y de una madre argentina -así a
secas-. Había estudiado escultura exitosamente en Londres, pero a la muerte de su padre, tuvo que
cambiar de rumbo: "'He estudiado el cuerpo humano en la academia, lo estudiaré en el hospital",
díjose y se hizo médico"." Como Alejandra ,es educada, culta, responsable y tiene la misma fibra
moral. Aunque no es la protagonista de la novela, su rol es importante en que es ella, junto con el
protagonista principal, un médico y el dueño de una fábrica con fuertes inclinaciones socialista
quienes representan el tema de la justicia social.
Voy a referirme a dos escritoras cuya obra -insisto, que pude encontrar- n ofrece demasiado a que
atenerse. Son Isabel Monasterio de Gsell: Mangacha ( 1916 y Carlota Garrido de la Peña: Como en
la vida. Mar sin riberas (1917). De la prime lo más notable no es el tema sino la técnica: la novela
comienza ín medias res ciento ocho páginas después, la voz narradora interrumpe y se dirige a la
lectora al lector informándole que "Es en este momento que los encontramos en el principio de la
narración". A partir de allí, el resto del argumento se desarrolla cronológicamente Mientras yo no
sabía prácticamente nada acerca de esta autora, no tenía alta expectativas, aunque debo admitir que
una siempre espera encontrar una joya. No esta vez. Pero acerca de Carlota Garrido de la Peña había
leído bastante, aunque nunca una obra suya; sabía que ocupa un lugar notable en la historia de las
mujeres en la Argentina. Maestra, periodista -como colaboradora y fundadora de do periódicos- y
escritora que buscaba profesionalizarse. Sobre esto último, en un estudio que realizó sobre los
prólogos que Garrido de la Peña escribió para tres sus libros, José Maristany observó lo siguiente: "La
escritora " presenta dos cara,, es 'autor' [en el masculino en el original] o 'mujer, pero dos caras que no
s superponen en un sincretismo acumulativo, sino que se muestran como opciones excluyentes. Ante
la inseguridad de lograr reconocimiento en un campo dominad por relaciones androcéntricas, se
reconoce como alternativa la voz privada, en doble sentido de la intimidad y de la privación, del
sujeto femenino que ocupa lo suburbios de la ciudad letrada"." Después de leer estas dos novelas
cortas publicadas en un volumen- creo no equivocarme al aventurar que la crítica no s ocupaba de su
obra, ésta, por lo menos, porque su valores escaso. Las dos novela son altamente moralizantes y dejan
mal parada a la mujer, a quien la autora no 1a ofrece siquiera la salida de ser maestra _ y esto siendo
ella misma docente; n tienen nada preocupante para el orden establecido de las relaciones de poder.
¡Que chasco me llevé!
Lo que sí aporta ese libro de Garrido de la Peña es su reconocimiento de 1 incómoda situación de
una narradora que quiere ser leída por sus colegas y respetada como una de ellos -y empleo la forma
masculina aquí adrede, pues son ellos los poderosos, los que forman y conforman el canon-. Para ella
es más que incómoda, pues entiende que para ingresar en esas filas públicas, tiene que experimentar
una mutación y convertirse en 'autor; considera que ser autora no le posibilita a una mujer ningún
camino hacia el reconocimiento público de sus dones literarios, sola la hace permanecer como una
más, indistinta, del mundo privado de las mujeres. Desde ya, ella no fue la primera escritora argentina
en tratar el tema, pero creo que fue la primera en verse obligada a sufrir estas "migraciones e
indecisiones de género (no literario, sino sexual)" en busca de ese añorado reconocimiento. Sin
embargo, al no cuestionar el orden establecido en su obra narrativa, me pregunto desde qué lugar
hablaba. No quiero ser dura con ella, especialmente en base de haber leído solamente dos novelas
suyas, pero es justamente en los prólogos a éstas donde ella formula sus pensamientos acerca del
deseo de legitimación.
Una última palabra acerca de la obra de Monasterio de Gsell y Garrido de la Peña: me urge señalar
que seguramente sus obras ofrecen otras interpretaciones que no he podido localizar-amén de ser
posible en éstas aquí consideradas, aunque no en cuanto a la "problemática femenina"~.
Tampoco figura esta temática en los dos libros de cuentos de Ada María Elflein y el de Luisa Israel
de Portela, aun cuando en muchos de los cuentos de la segunda autora, la protagonista es una o más
mujeres. Los tres libros traen sendos prólogos: los de Elflein escritos por ella y el de Israel de Portela,
por Manuel Gálvez. Eiflein explica su propósito y con ello anuncia la temática de sus textos. Dice:
"presento mi homenaje a las glorias de mi patria y a los anhelos de alta educación moral que siento
vibrar en esta tierra" escribiendo "de guerreros vencidos y vencedores, de patricios, de mujeres, de
niños, de grandes y de humildes [_] que aportaron [a la creación de] una voz del viejo hogar
argentino". Su estilo es romántico /sentimental pero nunca moralizante. Elflein , como Carlota
Garrido de la Peña, hace mención de un especial honor que obtuvo con su literatura: aquélla fue una
de las personas que ganaron un concurso de novela nacional de El País, de Buenos Aires mientras
ésta informa: "[¡]a dirección de un gran diario argentino, La Prensa, acogió mis trabajos literarios,
distinguiéndome después con la colaboración permanente en los folletines dominicales destinados a la
lectura en los hogares".',, Este reconocimiento de su obra les significaba mucho a las dos, tanto que no
les era suficiente el sólo hecho de recibirlo y ser objeto de toda la publicidad de¡ momento, pues
pusieron de relieve esa legitimación para cualquiera que leyera sus libros. Además de esto, las dos
entregaron sus textos a su público lector "amable" y "de los críticos severos" para su evaluación. A
diferencia de Garrido de la Peña, Elflein no manifiesta ninguna conciencia de una diferenciación del
lugar entre el de la mujer que escribe que el del hombre. También a diferencia de estos dos textos de
Garrido de la Peña, éstos de Elficin están bien escritos.
El ejemplar en mi posesión de Vidas tristes, de Luisa Israel de Portela tiene en la tapa dos indicios
del éxito del libro: el prólogo lo escribió Manuel Gálvez, un reconocido maestro de la narrativa, y esta
edición, de 1918, es la segunda. Evidentemente este prólogo apareció en la primera edición, pues
Gálvez hace referencia a su temor a leer "manuscritas tres o cuatro de sus narraciones [sobre las
cuales tenía una] gran desconfianza, por tratarse de una mujer [escritora] . Sigue con un elogio de
algunos de los cuentos de "un escritor novel [cuyo estilo]
es una buena promesa_[y se pregunta si] ¿tendrá esta joven dama vocación literaria? [_y le aconseja:]
'No haga usted en adelante como todas las mujeres escritoras, que se empeñan en imitara los hombres.
Naturalmente que debe usted ad estilo y llegar a dominar su arte, y que para ello le será indispensable
es obra de los hombres. Pero ponga usted en sus páginas su alma y su con mujer, tal cual es, sin
temores ni disfraces. [] Sé que mi consejo, que hago a todas las mujeres escritoras, es harto difícil de
cumplir. El mundo no permite una mujer hablar de sí". De hecho, Israel de Portela no habla de sí en
sus cuentos , la mayoría escrita en un estilo más realista, aunque con unos toque romanticismo, que
los otros textos considerados hasta el momento. Revelan fina observadora de la naturaleza humana,
pero nada de una conciencia de genero. No obstante, ella no retrata a las mujeres -excepto por una
madre- como sacrificados, ninguna es presentada en inferioridad al hombre y algunas comentarios
agudos sobre la vida y las personas. A pesar de esto y de haber dos ediciones y un prólogo elogioso
de Manuel Gálvez, no figura en la historia literaria argentina.
Aquella joya que una siempre quiere descubrir creo haberío hecho novela Vida nueva de Juana
María Piaggio de Tucker. Uno de esos hallazgos fortuito en una librería de viejo-. No tengo ninguna
referencia a esta escritora, sólo texto publicado en la Biblioteca de La Nación y el dato que ella
escribió -0 al terminó de escribir- el texto en San Nicolás. Y tal vez el vago recuerdo de visto su
firma en algún número de El Hogar.
De todas estos textos, éste es el más novedoso, tanto estilística temáticamente, Formalmente, se
puede apreciar un cuidado técnico y un estilo con toques modernistas en la adjetivación y el uso de
imágenes -hasta una mujer unos versos de la "Sonatina" de Rubén Darío-. Como con la primera nov
Garrido de la Peña, también publicada en 1917, ésta comienza in media res desarrollándose el
argumento mediante una narración cronológica en la cual se intercalan páginas del diario íntimo que
lleva la protagonista y cartas entre ella y su novio. Se encuentran numerosas palabras en inglés y
francés y un poema en ingles traducido al castellano en una nota al pie. Del modernismo no tiene
nada el que es la entereza total de la mujer como modelo para el futuro no sólo de las mujeres sino del
país entero.
Es en el tema donde se encuentran los dejos de la novela sentimental, pues la protagonista y otras
personas más tienen que atravesar muchos reveses sufrimientos para llegar a un buen fin. Una de las
diferencias con los textos Emma de la Barra y éste es el hecho de que la protagonista no adquiere su
cultura ni termina su educación en Europa, sino, a pesar de pertenecer a las clases en la escuela
normal argentina, pues su padre y madre tenían una "manía socialista y creían en la educación pública
nacional, en la libertad religiosa y en la preparación de sus hijas para la struggle -for-life ["lucha para
la vida"; en inglés en el original] Como con el personaje de Alejandra en Stella, Nydia, la protagonista
de Vida es educada, inteligente, culta, responsable. Hija de un rico estanciero y una de ascendencia
irlandesa, Nydia habla inglés fluidamente. La familia vivía en nos Aires, pero cuando el padre se
suicidó para salvar su honor perdido a causa del engaño de su socio, dejando en ruina a su familia,
Nydía rompe su noviazgo con un joven médico, hijo de otra familia adinerada que la despreciaba a
ella y a su familia, vende todos los bienes y muda su familia a Rosario, donde ella consigue empleo
como profesora de historia y literatura. Orgullosa de su recientemente descubierta resolución y
fortaleza, dice: 'Mi sueldo en adelante proveerá a las necesidades del hogar, con relativa holgura. Este
es el día en que empieza realmente mi vida nueva". Es el novio quien tiene que viajara los Estados
Unidos para empezar a "revelársela por comparación la verdadera naturaleza de aquella niña, su
amada, que en el coraje, la decisión y la energía para el bien y su deber, era tan semejante a esas
admirables Minervas americanas, las que él veía discurrir graciosas y despreocupadas, yendo del
hogar al Ateneo, al claustro universitario, a la imprenta, o a la cátedra con entereza viril y sin perder
un ápice de su encantadora ingenuidad femenina. Esa era la verdadera vida, la que ella llamaba con
tanta exactitud su vida s y libres [ ] La nueva, la única tal vez digna de ser vivida por sujetos
consciente. La herencia sajona, pues, acusaba en el carácter de su adorada esa índole de rara
independencia y vivo sentimiento de la dignidad, que la hacía tan fuerte y tan leal como firme y
perseverante. " Ella era, ahora lo veía tan claro, la mujer del futuro para su patria, heredera de las
nobles modalidades criollas de señorial prosapia, unidas a las riquezas del carácter de aquellas gentes
[Y] marcaba hoy para la patria vieja el rumbo luminoso de una vida nueva".
En Vida nueva y en Stella, es a través de la mujer que las personas en ésta, y el país en aquélla,
mejoran, lo que muestra la diferencia en el alcance de los objetivos de sus autoras, En las dos novelas,
las protagonistas son huérfanas -de padre en Vída nueva y de padre y madre en Stella- y se convierten
en cabeza de la familia, tomando las riendas, las decisiones, de cómo llevar adelante no sólo su propia
vida, sino la de sus familias. Las dos novelas recurren a una protagonista que educa a otras personas,
aunque en Vida nueva, es su profesión, tanto para la protagonista como para sus dos hermanas, y no
su vocación, como en Stella -aunque hacia el final Alejandra trabaja como catedrática en Finlandia.
Otra diferencia es que el factor "muerte" de la protagonista principal -o una de ellas en Stella- no está
presente en Vida nueva. Hay dos diferencias más particularmente significativas entre estas dos
novelas que marcan el adelanto temático en cierta escritura femenina argentina. La primera es el
hecho de que la protagonista de Vida nueva, aunque con mezcla de sangre criolla y "sajona" [sic],
vive siempre en el país, la autora no siente la necesidad de hacerle adquirir su cultura en Europa, pues
es de Buenos Aires, una ciudad cosmopolita, perfectamente capaz de proveer todo lo necesario, hasta
en sus escuelas públicas. La segunda es que esta protagonista, Nydia, no muda su familia con algún
pariente cuando se encuentra en la ruina económica; opta por mudarse a Rosario y comprar una casa
modesta. Alejandra y Stella viven con familiares que son el vivo retrato de muchos males de que
adolece el país y su gente. La resolución de Nydia de mantener su independencia y la de su familia es
absolutamente admirable y nueva en la narrativa femenina. No será hasta unos años después, sin
embargo, que otra narradora argentina, Herminia Brumana, levanta la misma consigna.

CITAS
1 Por supuesto hay excepciones, entre las cuales figuran los trabajos de Elida RUIZ, "Las e [1840-1940]', Historia de la literatura argentina.
Vol 3. Las primeras décadas del siglo Aires, Centro Editor de América Latina, 1981, pp. 289-312 y su J. M. GORRITI, C. DUAYE
VILLARINO y otras. Las escritoras. 1840-1940. Antología (Buenos Aires, Centro Editor de Latina, 1980); Lily SOSA de NEWTON,
Narradoras argentinas (1852 -1932), (Buenos Aires, Ed. Plus Ultra, 1995; y los míos: "En busca de la tradición narrativa femenina
argentina", Puro C Año 111, NI' 17, julio/ago. 1989, pp. 34-35; 'La mujer en las letras (1 900-1930)', Puro Cuento, NI' 25, nov.ldic. 1990,
pp. 28-29; "Escritoras y escritura: el desierto que no es tal', Feminaria, Nº 11, nov. 1993, pp. 7 - 13 de Feminaria Literaria.
2 Para los años 1900 - 1930, había detectado (en 1990) sesenta y siete libros de narrativa, te a mi disposición diecisiete de ellos. Hoy, para
los mismos años, he podido identificar diez libros mas-es decir, setenta y siete-, de los cuales tengo veintinueve.
3 Ver mi trabajo "Escritoras y escritura: el desierto que no es tal".
4 Ver FLETCHER: 1989.
5 Jane TOMPKINS, 'Sentimental Power: Uncie Toms Cabin and the Politics of Literary History Sensational Designs. The Cultural Work of
American Fiction, 1790-1860 (New York, University Press, 1985), p. 126. [Esta y todas las traducciones son mías.]
6 Ibid, pp. 126-127,128,130. 1
7 Marcela NARI, 'Alejandra. Maternidad e independencia femenina", Femínaria, Año VI, NO 1993), pp, 7 - 9 de Feminaria Literaria y
Bonnie FREDERICK, Wily Modesty. Argentine Writers, 1860 - 1910 (Tempe, AZ [USA], Arizona Siete University, 1997), pp. 31 - 38; y
sobre novela, mi propia interpretación de la novela El médico de San Luis, de Eduarda Mansilla de en 'Patriarchy, Medicine and Women
Writers in 19 th Century Argentina", en Teh Body and th Comparativa Essays in Literatura and Medicine, Bruce CLARK y Wendell
AYCOCK, comps. (Lu TX [USA], Texas Tech University Press, 1990), pp. 91 - 101.
8 FREDERICK, p. 37.
9 NARI, pp. 8 - 9.
10 NARI, p. 9
11 Mecha ¡turbe, p. 31
12 José MARISTANY, 'Maestras que escriben: entre el aula, el público y la academia', tr presentarse en las V Jornadas de Historia de las
Mujeres y Estudios de Género (Santa R Pampa, 23, 24 y 25 de septiembre de 1998).
13 Ibid., p. 16.
14 ELFLEIN, Leyendas argentinas, p. vii
15 ELFLEIN, Del pasado, p. vi
16 Op. cit., Leyendas argentinas.
17 Manuel GALVEZ, "Prólogo", Vidas tristes, de Luisa Israel de Portela, p. 8
18 ibid, pp. 10 y 12. Este texto merece una consideración detallada desde el punto de vista de género
19 SOSA de NEWTON, Ibid.
20 Juana María PIAGGIO de TUCKER, Vida nueva, p. 98.
21 Ibid., p. 206.
22 Es un poco presuntuoso afirmar esto sin haber leído la narrativa que me queda por encontró en este momento, con los textos de que
dispongo, es cierto.
MUJERES Y TANGO
Women and the Tango

Lily Sosa de Newton

Historiadora, especializada en Historia de la Mujer

Resumen:
Las mujeres comenzaron a destacarse en el tango a comienzos del siglo XX, cuando
esta música adquirió su perfil definitivo. Ellas fueron cantantes y bailarinas y abrieron su
camino en la Argentina y el exterior, actuando en teatro, radio, cine y TV. Asimismo
tocaban instrumentos musicales, dirigían orquestas y escribían partituras y letras para
tangos. También han creado conjuntos de mujeres dedicados al largo moderno. En el
momento presente se advierte que ya han conquistado espacios que parecían, en épocas
pasadas, propiedad de los hombres.

Palabras clave: Argentina, tango, música, cancionista, compositoras.

Abstract:

Women began lo be conspicuous in the tango in the beginnings of the twentieth


century, when this music acquired its definitivo profile. They were singers and dancers,
and opened their way in Argentina and outside, performing in theater, radio and TV. They
also played instruments, directed orchestras and wrote music and lirics for tangos. At the
present, they have conquered spaces that in former times seemed to be the property of men.

Key words-. Argentine, tango, music, singers, composers,

Sumario:

1 - La prehistoria - 2 - Nacen las cancionistas - 3 - Azucena Maizani, la Ñata gaucha 4 -


Rosita Quiroga, de la canción criolla al tango - 5 - Mercedes Simone, La dama del tango - 6
- Libertad Lamarque, cantante y actriz - 7 - Ada Falcón, de los escenarios al retiro devoto -
8 - Tania (Ana Luciano Divis) - 9 -Sofía Bozán, la reina del Maipo 1 0 - Amanda Ledesma
y Dorita Davis - 1 1 - Sabina Olmos - 12 - Nelly Omar, "La Gardel con polleras" - 13 -
Maruja Pacheco Huergo, artista múltiple - 14 - Paquita Bernardo, otras bandoneonistas - 15
- María Luisa Carnelll (a) Luis Mario o Mario Castro - 16 - Tita Merello, cantante y actriz -
17 - Rosita Melo y su vals "Desde el Alma" - 18 - Otros nombres, otras glorias - 1 9 - Las
herederas de las "mitológicas".
1 - La prehistoria
Además de ser personaje protagónico de¡ tango, la mujer ofrece una imagen multiforme
según se aprecie cada uno de sus papeles en la vida y en el arte.
A partir de La morocha, el tango que fue escrito para que lo cantase una mujer, la música
porteña por excelencia fue vehículo de anhelos y frustraciones. En aquellos confusos orígenes,
cuando de los sainetes españoles y de los cuplets que entonaban las actrices se fue pasando a un
ritmo vernáculo, La morocha tuvo éxito inmediato. Fue Flora Rodríguez de Gobbi quien lo grabó
en París, enviada por la casa Gath y Chavés, famosa tienda porteña. Este tango, que todo el
mundo tarareaba, es un claro ejemplo de cómo eran de imprecisos los límites entre la ciudad y el
campo. Ángel Villoldo, autor de la letra, lo expresa en las líneas que dicen: "Soy la gentil
compañera / del noble gaucho porteño". Villoido escribió los célebres versos la noche de Navidad
de 1905, inspirado en la música que su amigo Enrique Saborido había estado pergeñando en esa
confitería de Reconquista y Lavalle. La morocha era para él Lola Candales, una popular
cancionista uruguaya. La pegadiza canción se abrió camino velozmente. El mismo año de su
creación, la Fragata Sarmiento, en su segundo viaje, llevó cinco mil partituras, que repartió en
todos los puertos que tocaron. Así, los dos amigos alcanzaron una fama que creció con el tiempo.
Los discos de la Gobbi y los pianos familiares hicieron oír hasta el cansancio el tango criollo -así
era denominado-, abriendo el camino para nuevas obras.
Por aquellos lejanos comienzos del siglo XX las cupletistas eran las dueñas de los tablados de
café concert o teatros de variedades, destacándose entre ellas Pepita Avellaneda, que dominaba el
ambiente como reina del cabaret Montmartre. El avance del tango y de sus nuevas figuras la
relegó al humilde puesto de encargada del tocador de damas del Chantecler, en los años cuarenta.
Ya en su época de esplendor se había abierto camino Linda Thelma. quien se iniciara junto a
Jerónimo Podestá, Guillermo Battaglia y Atilio Supparo. En la segunda década del siglo se fue a
Europa y actuó en España vestida de gaucho. En París, llevada por madame Rasimi, la que trajo
el Bataclán a Buenos Aires, actuó en el Moulín Rouge. En la primera gira de Francisco Canaro a
París, en 1925, fue cancionista de su orquesta. Establecida después en Perú, donde conquistó al
presidente Leguía, llevó una vida rumbosa, que terminó con la destitución de su protector. Ambas
dejaron algunas grabaciones, lo mismo que Lea Conti y Lola Membrives. Las zarzuelas y sainetes
que se daban en Buenos Aires eran compuestos por músicos españoles inmigrados, de modo que
muchas piezas incluían tangos, tanguillos y habaneras, que de todo esto tiene un poco el
misterioso origen de nuestro tango. Lola Membrives, por ello, conformaba su repertorio con
zarzuelas, tangos y aires pampeanos, pues el campo llegaba hasta muy cerca del centro. Otros
nombres conocidos de la época eran Dorita Miramar, la Pamperito y Delia Rodríguez. De Pepita
Avellaneda asegura un autor que era la mujer de Florencio Parravicini, la cual introdujo la moda
de actuar travestida de varón, que siguieron después otras cancionistas como Azucena Maizani y,
a veces, Mercedes Simone.
La vida de la noche, y cuanto se origina en ella, tiene muchos aspectos retratados en el tango.
Para comenzar, la prostitución, esa lacra social que dio tema a tantas composiciones donde se
pintaba el drama de las muchachas de bardo, engañadas con la promesa de una vida regalada. El
percal y la seda, cuando no existía el jean igualitario y las mujeres no habían asumido la libertad
sexual.

¿Qué papel desempeña la mujer en la vida nocturna? -se pregunta un escritor . En el teatro de
14

la noche es protagonista principal. Si no se contara con su presencia carecería de la


significación que tiene. Porque está la mujer, la noche porteña llevada a la letra del tango y el
tango -quiérase o no confesarlo- es uno de elementos imprescindibles para hacer la radiografía
de Buenos Aires.”
Muchos escritores estudiaron la influencia social del tango, verdadero fenómeno nunca
ocurrido con otra música. El inglés Roberto Cunninghame Graham le dedicó interesantes
observaciones en su carácter de danza, como él la vio bailar en el si pasado y en la época
anterior a la primera guerra. En este caso, refiere su experiencia en París, cuando asistió a un
baile en un hotel de lujo adonde concurrían americanos .-el norte y del sur- enriquecidos, para
gozar de esos años fina, de la belle époque. Después del five o'clock pasaron al salón donde
tocaba orquesta, refiere, y agrega: 'Eran los primeros días del advenimiento del Tango
Argentino, la danza que le ha dado la vuelta al mundo en un contoneo de cadera.
Las señoras lo declaraban encantador... los hombres afirmaban que era la una danza digna
de ser bailada". Y viene la descripción de la sensual coreografía dibuja por la pareja de
bailarines, a la que siguieron otras.
Pero el tango como danza no era ninguna novedad. Hacía mucho que en París pululaban
los "profesores" de tango que lo enseñaban a los ansiosos alumnos mientras en Buenos Aires
todavía era una música marginal rechazada por la mayor aunque secretamente admirada. Desde
principios de siglo la capital francesa fue activo centro de difusión del tango. Andrés M.
Carretero reproduce un testimonio significativo, quizás exagerado, pero digno de atención. Un
escritor de la época sostenía: "Mediante una marcha fulminante ha invadido los salones, los
teatros, los bares, los clubs nocturnos, los grandes hoteles y merenderos. Hay The -tango
exposiciones-tango, tango-conferencias...”

2 - Nacen las cancionistas

Mientras el tango baile desarrollaba su marcha triunfal y había hecho su entra en elegantes
lugares públicos saliendo de cafetines y prostíbulos, la canción tardaba en tomar forma definitiva
y se entreveraba con aires camperos y foráneos. Pero 1 se mostraba imparable y su imposición
iba a acompañar los enormes cambio sociales producidos por la guerra. Se da como valor
indiscutible que Mi noche triste, de 1917, es el primer tango canción, y así debe ser. Pero
también los estudios nos informan que Flor de fango fue grabado por Carlos Gardel el mismo
año, y letra cuenta, en palabras de Pascual Contursi, la historia de una muchacha que
representaba un tipo muy común en esa literatura, con su deslumbramiento por lujo y los
amigos, y su inevitable caída. "Justo a los catorce abriles 1 te entregas a las farras, las delicias
del gotán... / Te gustaban las alhajas, los vestidos a moda y las farras de champán.' El estreno
oficial tuvo lugar dos años después, 25 de junio de 1 91 9, en una pieza de Alberto Novión, El
cabaret Montmartre, que d en el Teatro Nacional la compañía Arata –Simari - Franco.
Acompañada por la orquesta de Roberto Firpo, lo cantó la actriz María Luisa Notar. Se había
impuesto la moda de las obras con escenas de tango, y, de hecho, los más famosos fueron
estrenad así, y por mujeres. A aquél le siguió Mi noche triste, de Contursi y Castriota, que
Gardel cantó en el Esmeralda (hoy Maipo) en 1917, y fue incluido en la pieza Los dientes de/
perro por sugerencia del mismo Gardel. Cantado por Manolita Poli, el tango tuvo gran éxito a
partir de ese 26 de abril de 1918 y dio nacimiento a toda una estética poética y musical que se
renueva día a día.
Otro famoso tango de esos años, Milonguita, de Samuel Linnig y Enrique Delfino, fue
estrenado por la actriz María Esther Podestá el 12 de mayo de 1920 en el sainete Delikatessen
Haus, que se dio en el ópera, es decir, pertenece a los albores del tango canción. Su letra toca
el tema ya conocido de la mujer que cayó deslumbrada por el lujo. Del engaño masculino, ni
una palabra. La propia María Esther Podestá, en sus memo rías, dice: "Fue algo que todavía
hoy da que hablar, incluso por la trascendencia de testimonio social que el tiempo ha dado al
contenido del tango". En agosto de aquel año llegó la cupletista Raquel Meller, que incorporó
Milonguita a su repertorio, convirtiéndolo en un éxito. Por cierto que la Podestá, en años
sucesivos, tuvo bastante que ver con el tango a través de sainetes, como El cantar de los
tangos, donde personificaba a La morocha y entonaba sus versos. Ninguna de las más
prestigiosas actrices de la escena desdeñaba, en esos años, plantarse en el proscenio y cantar un
tango escrito especialmente para ella. Tal el caso de Eva Franco, que, en la obra El rey del
cabaret, de Weisbach y Romero, estrenó ¡Pobre milonga!, el 21 de abril de 1923. La patética
letra reeditaba el drama de Mitonguita: "Condenada a ser capricho, / a no ser jamás mujer... /
Pisoteada por el mundo / ¡que mal fin vas a tener “. Pero las actrices cantoras iban a dejar su
lugar a las auténticas cancionistas, a las que ocuparían el lugar de las cupletistas, a las que se
vestían de varón para interpretar los nuevos tangos. Las revistas daban lugar al lucimiento de
las nuevas cantantes de pelo corto y faldas igualmente cortas, Las audacias llegaban lejos y la
imagen de La garconne, de la novela de Paul Margueritte, en la década de los '20, inspiró un
tango así titulado, que Rosita Quiroga grabó para Víctor en 1924.

3 - Azucena Maizaní, la Ñata gaucha

Quizá la figura emblemático fue Azucena Maizani a partir del estreno de Padre nuestro, de
Vacarezza y Delfino, en el sainete A mí no me hablen de penas" representado en el Teatro Nacional
el 27 de julio de 1923. Eran sus comienzos, por cierto prometedores, impulsada por hechos
circunstanciales como el ser figuranta en la compañía de César Ratti donde, entre bambalinas,
canturreó un tango y la oyó Delfino, o participar en una reunión de gente de la farándula. Lo cierto
es que fue contratada para interpretar Padre nuestro y a partir de ahí su carrera no conoció fracasos.
Vestida a veces de paisano, otras de compadrito, Azucena, "La ñata gaucha", conoció el halago en
su país y afuera. Estrenó importantes tangos: de Esta noche me emborracho, con letra y música de
Enrique Santos Discépolo, se contaba que lo cantó en el Maipo el 22 de marzo de 1928 en la revista
Bertoldo, Bertoldino y Cacaseno. El propio Luis César Amadori, director del teatro, refería que esa
noche el éxito fue increíble y la intérprete debió cantar el tango tres veces. El mismo año estrenó
Malevaje, de Díscépolo y Juan de Dios Filiberto, en la "Fiesta del Tango" celebrada en el Astral,
pero Azucena ya lo había cantado en la Boca, desde el balcón de la casa de Filiberto, en un alarde
de verdadera artista. No importaba si la letra había sido escrita para ser cantada por un varón.
Sabía darle el sentimiento necesario, que era lo que importaba. No conforme con los tangos de los
otros, quiso tener los suyos y compuso algunos que perduraron, como Pero yo sé y La canción de
Buenos Aires, además de otros, a los que no daba Importancia . Falleció en 1970 -había nacido en
1902-, cuando llevaba muchos años de retiro.

4 - Rosita Quiroga - De la canción criolla al tango

Cuando murió, el 17 de octubre de 1984, a los ochenta y tres años, Rosa Rodríguez Quiroga -
tal su nombre completo- dejaba tras sí una trayectoria brillan en el mundo del tango. Comenzó a
estudiar guitarra guiada por Juan de Dios Filiberto y se dedicó a los estilos y tristes, pero pronto el
tango la conquistó y ella le dio un acento muy personal con su voz y su dicción, Ya desde 1922
grababa discos para la casa Víctor aunque nunca estudió canto y se resistió a hacerlo. Era como una
flor silvestre llena de encanto y así triunfó. Pronto debutó en Radio Cultura y paso a Radio
Nacional. Recordemos que en esa década de los '20 la radiotelefonía había abierto paso,
contribuyendo a la expansión de las cancionistas y poniéndolas más al alcance del público, que las
seguía devotamente. Pero el gran ámbito Rosita Quiroga fue el disco: grabó casi seiscientos.
Triunfó también en Japón, donde era muy conocida gracias a sus grabaciones. Actuó en teatro pero
no se sentía cómoda frente al público. Fue desapareciendo, aunque no sólo pensó en ella si también
en o tros cantores, a los que recomendaba generosamente. En los años '30 dejó de trabajar,
convirtiéndose en un mito de la época heroica. Resurgi6 mucho años después, cuando se sintió la
nostalgia de un pasado que había perdido a s principales figuras. Era convocada por la televisión
corno un mito viviente, llena simpatía. Dejó escritas algunas composiciones, como Carta brava, De
estírpe porte y Campaneando mi pasado, que estrenó por Canal 11 en 1984.
5 - Mercedes Simone - La Dama del Tango

Nacida en 1904 en Villa Elisa, cerca de La Plata, Mercedes Simone se inicio, en giras por la
provincia de Buenos Aires, cantando en Bahía Blanca en 1925, dúo con su marido, Pablo
Rodríguez. Vino a Buenos Aires e integró el pequeño elenco que animaba las noches del café El
Nacional. Pasó después al ópera, otros teatros, entre ellos el Nacional, donde cantaba Leguisamo
solo. Actuó en el Maipo y con esta compañía viajó a Chile y a Montevideo. En Buenos Aires la
oyó Rosita Quiroga, quien la presentó en la Víctor, donde grabó, en 1927, su primera placa. Eran
los comienzos del cine sonoro y fue contratada para actuar en Tango dirigida por Daniel Tinayre
(1935), La vuelta de Rocha en 1937 y Ambición en 1939. Realizó muchas giras por América y tuvo
una tanguería, Cantando, adonde iban a escucharla sus admiradores.

6 - Libertad Lamarque, cantante y actriz

Nacida como las otras en la primera década del siglo XX, tuvo también consagración en los
años'20, cuando el sainete y la revista encontraron un filón el tango interpretado por esas jovencitas
que disputaban a los varones el decir arrabalero, y lo hacían muy bien. La radio y el cine
completaron los escenarios posibles. Venida de Rosario en busca de horizontes, Libertad logró
incorporarse a la compañía de Pascual Carcavallo en El Nacional y debutó con el tango Mocosita,
que ya había sido estrenado por Pepita Cantero en 1925 y grabado por Rosita Quiroga. Poco
después ella misma comenzaría a trabajar para la Víctor. En 1929 tuvo su gran éxito con el papel
de la Doce Pesos en El conventillo de la Paloma y luego llegaron las giras para cantar en las
provincias y en Paraguay. En 1931 fue designada Reina del Tango en el Teatro Colón y en 1932
Amadori la contrató para encabezar el elenco del Maipo junto con Florencio Parravicini, actuando
en la película Tango junto a Azucena Maizani, Mercedes Símone y Tita Merello. Se casó, tuvo una
hija, un divorcio, y una carrera intensa en el país y en México. Su repertorio se amplió con otros
géneros, pero en el tango conservó siempre el cetro que había conquistado con su voz y su estilo
personales. Se convirtió en una verdadera estrella del cine y del canto, trabajando hasta hace muy
pocos años y recibiendo continuos homenajes.

7- Ada Falcón, de los escenarios al retiro devoto

Es un caso curioso el de esta cancionista de la época de oro que repentinamente, tras haber
alcanzado un alto nivel y de popularidad y de retribuciones económicas que le permitían vivir con
el boato de una estrella de Hollywood, modelo entonces de frivolidad y despilfarro, decidió
repentinamente su retiro a la vida privada. Nacida en Buenos Aires en 1905, se inició a los once
años con una compañía infantil en el Apolo. Pasó por todas las radios y llegó a ser la artista mejor
pagada. Desde esos días en que, con el apodo de "Joyita Argentina" se presentaba en escena, hasta
sus triunfos en revistas y sainetes en los teatros San Martín y Excelsior y luego con compañía
propia en el Hippodrome, pasaron años hasta convertirse en estrella indiscutido. En 1925 hizo sus
primeros discos con la orquesta de Osvaldo Fresedo y luego con Francisco Canaro. En cine actuó
en ídolos de la radio y antes, en el cine mudo, en 1919. Una de las reinas Tangueras de la radio y el
varieté, mimada por el público y los empresarios, de golpe se volcó al misticismo. Cambió su
forma de vida, renunció a los lujos que tanto amaba y terminó recluyéndose, en 1942, en un
establecimiento religioso de Córdoba. A los noventa y cinco años, continúa retirada, ajena a la
leyenda de su propia vida. 1 9
8 - Tania (Ana Luciano Divis)

Tania fue una prolongación de Enrique Santos Discépolo, cuyas obras cantó repetidamente a lo
largo de casi sesenta años. Hasta poco antes de su muerte, en 1999, rondando el siglo, la cantante
continuó presentándose en teatro y TV. Había nacido en Toledo, España, y empezó su carrera
como cupletista y después integrante de un trío y de una troupe, con la que, a mediados de los'20,
llegó a Buenos Aires. Ya había incorporado algunos tangos a su repertorio, como Fumando espero
y A la luz de un candil. Después cantó Esta noche me emborracho, que había estrenado Azucena
Maizani en una revista, en 1928. Poco después se produjo el encuentro con Discépolo, de
quien no habría de separarse. Intervino en algunas películas como El pobre Pérez, Cuatro
corazones y en obras de teatro de Discépolo.
A partir de 1930 grabó muchos discos de Columbia, Pathé y Víctor. Realizó giras por países
de América y se presentó en radio. Después de la muerte de Discépolo, en 1951 ,continuó
actuando e instaló un "boliche" de tango frente al teatro Cervantes, en la calle Libertad.

9 - Sofía Bozán, la reina del Maipo

Había nacido en 1904 en Buenos Aires y su prima Olinda, actriz y cancionista la ayudó a
entrar en el teatro, Entonces cambió su apellido Bergero por Bozán. Debutó en 1922 y luego, en la
compañía de Muiño-Alippi, cantó su primer tango Canillita, en el teatro San Martín. En 1935
estrenó Cambalache, de Discépolo , en una revista del Maipo, tango que se convirtió en éxito
perdurable. Su forma de cantar, su estilo porteño desenfadado y su enorme gracia y simpatía
personal de ella, la "negra Bozán", como se la conocía, la favorita de los frecuentad teatro de
revistas. En 1931 fue a París con la compañía de Bayón Herrera y Romero, y allí surgió la
posibilidad de filmar Luces de Buenos Aires, con Carlos Gardel ,donde Sofía cantó los tangos La
provinciana y Canto por no llorar. A su vuelta actúo en el Maipo y filmó varias películas, Entre
sus grandes éxitos como cancionista están Cambalache, Haragán, Yira, yira. Se retiró en 1950 y
falleció el 9 de 1958.

10 - Amanda Ledesma y Dorita Davis

Lejos del estilo arrabalero y humorístico, estas dos cancionistas impusieron una modalidad
distinta, romántica y delicada, que les conquistó así misma favor del público. Amanda Ledesma
debutó en 1930 y pasó de empleada mercería a intérprete en las principales radios de la capital. De
allí a los escenarios sólo hubo un paso, facilitado por su belleza y elegancia. Actuó también en de
los teatros Maipo, Porteño y Nuevo. En 1933 participó en el film Dancing y luego en otros. En
1943 salió en gira por países de América, lo cual le abrí horizontes que le permitieron hacer cine en
México, donde residió varios a llamada "La diosa rubia del tango". Se retiró en 1955 después de
haber conocido la fama en toda América
Dorita Davis fue una típica cancionista de radio, con un público que gustaba sus trinos -la
llamaban "la calandria"- y su melodioso voz. Se inicio compañías de revistas de El Nacional y el
Maípo y tuvo intervenciones en la radio y El alma del bandoneón. Durante doce años cantó en
Radio Belgrano pasó a Argentina, Prieto y El Mundo. Se retiró en 1946.

11 -Sabina Olmos

Sabina Olmos había nacido como Rosa Gómez en 1916. Debutó en 1934, con temas
folklóricos, aunque prefería el tango, que adoptó muy pronto. La oportunidad del cine no se hizo
esperar, con un papel en Mujeres que trabajan (1938), Así es la vida (1939), La vida es un tango,
Albéniz y muchas compañía del cantante Charlo realizó muchas giras por América y gustó
interpretaciones de tango. En los últimos años dirigía la galería de arte de canal 11.Tuvo algunas
oportunidades en cine pero se sentía olvidada y sola, lo que determinó su suicidio el 14 de enero de
1999, que llevó a cabo arrojándose desde el noveno piso de su departamento de Villa Lugano.

12 - Nelly Omar, "la Gardel con polleras"

Oriunda del interior de la provincia, comenzó cantando motivos camperos, al principio sola y
después en dúo con su hermana Nilda. El comienzo fue por Radio Rivadavia, en 1932. Integró un
conjunto nativista con el que realizaban presentaciones en los barrios y pueblos del interior. Otra
vez sola, adoptó el repertorio de Carlos Gardel. En 1937 ganó un concurso de popularidad de
Caras y Caretas, Por Radio Belgrano protagonizó importantes audiciones, pero sólo después de
cantar catorce años fue llamada para grabar, llevada por Canaro, en Odeón. Hizo giras por el
interior y actuó en Montevideo. Intervino en dos películas y su presencia en las radios fue
constante hasta 1955, cuando fue excluida. En los últimos años hizo algunas presentaciones,
demostrando que siempre conserva el buen gusto que la caracterizó.

13 - Maruja Pacheco Huergo , artista múltiple

Hubiera bastado el tango El adiós para demostrar su valía artística, pero fue la suya una vida
fecunda en creaciones dentro del mundo del espectáculo. Compuso más de seiscientas obras
musicales, muchas de ellas destinadas a los chicos e incorporadas al repertorio oficial escolar. Es
autora de dos álbumes con Juguetes musicales, escribió libretos y novelas para radio y TV y se
hizo conocer ampliamente en periodismo. Grabó más de un centenar de piezas y ha vendido miles
de ediciones de sus obras impresas. Sus trabajos son conocidos en América, España y hasta
Japón, Su célebre tango El adiós nació de una improvisación en el piano que, una vez concretada,
hizo escuchar a Ignacio Corsini, quien la aprobó. El mismo cantante pidió a Virgilio San
Clemente que escribiese una letra y así nació el éxito perdurable que, a partir de 1937, fue un
clásico cantado en todo el mundo. Publicó libros de poemas, cuentos y una novela. Fue también
actriz y cantante y compuso más de doscientas piezas para canto, piano y orquesta. Había nacido
en 1916 y falleció en Buenos Aires en 1983.

14 - Paquita Bernardo - Otras bandoneonistas

Existían las 'orquestas de señoritas" cuando Francisca Bernardo se lanzó a tocar un


instrumento no convencional para mujeres. Ella estudió música como pudo, casi en secreto, y se
convirtió en la primera que se presentó en público, y no como aficionada sino como seria
profesional. Apareció en el Bar Domínguez, de Corrientes al 1500, y provocó asombro por la
audaz novedad. En ese tablado clásico del tango la Orquesta Paquita congregó multitudes
ansiosas de oírla. En cierto momento, la policía tuvo que desviar el tránsito de Corrientes para
evitar las aglomeraciones. Allí estrenó algunas de sus composiciones, como el tango Floreal.
Ganó concursos y fue contratada para actuar en Montevideo, donde causó iguales tumultos de sus
admiradores que en Buenos Aires. Allí compuso el vals Cerro Divino. Aquí participó en las
funciones que Blanca Podestá realizó en homenaje a Amadeo Vives en el teatro Smart , así como
para Pastora Imperio, la célebre tonadillera. Era mimada de la música popular, la compositora
inspirada, la intérprete del nivel artístico que los mejores. Poco pudo disfrutar de la merecida
gloria, veinticinco años, el 14 de abril de 1925, falleció en su barrio de Villa Crespo Émulas de
Paquita Bernardo, otras ejecutantes hicieron lo suyo y buen recuerdo de su trayectoria. Fermina
Maristany, "La Maristany", estudió con su madre, y en el Conservatorio Santa Cecilia, Como
intérprete de bandoneón y acordeón, integró orquestas de señoritas. Acompañó a veces al piano a
Paquita Bernardo y debutó en Mendoza como bandoneonista y director, Orquesta Típica
Maristany. Formó y dirigió conjuntos de música internacional actuó como acordeonista. También
ejecutó bandoneón y acordeón en la origen de Francisco Canaro, con quien intervino en festivales
en el Colón y otros tea Buenos Aires y Montevideo. Había nacido en Las Flores (B.A.) y falleció
e julio de 1985.
Celia -o Tita- Maldonado era profesora de música, compositora y pintora había nacido en
Asunción del Paraguay. Estudió en el Conservatorio Will integró orquestas de señoritas como
pianista y acordeonista. Dirigió su orquesta "Tita Maldonado", actuando en confiterías, bailes y
espectáculos. Ha intensa actuación como ejecutante y profesora de música y compuso numerosas
canciones.

15 - María Luisa Carnelli (a) Luis Marlo o Mario Castro

La conocida periodista y escritora resolvió adoptar esos seudónimo enmascarar su faz de


autora de letras de tango. Pocos sabían que esos s eran la conocida María Luisa Carnelli, pero
según refirió ella en un reportaje, el nombre falso se debió a una imposición paterna. Nacida en La
Plata a fines siglo XIX, su vocación la impulsó a escribir- para las revistas. La primera Hogar, a la
que siguieron los principales diarios, como Noticias Gráficas, Nación, Clarín, Caras y Caretas.
Atlántida y Ahora también contaron colaboraciones. En 1922 publicó el primer libro de poemas, al
que siguieron Su primer tango fue El malevo, de Julio De Caro, estrenado en 1928 y escrito en
homenaje a Carlos de la Púa, conocido como "El malevo Muñoz". Lo firma Castro y luego, como
Luis Mano y con De Caro, estrenó Primer agua. El seudónimo respondía al nombre de su hijo.
También en 1929 hizo Se va la vida, éxito, Azucena Maizani; Cuando llora la milonga, con música
de Juan de Dios Filiberto ; Quiero papita, letra para un viejo tango de Ponzio, y otros igualmente
celebrados. Como corresponsal de la revista Ahora fue a España en 1936 para escribir sobre la
guerra civil. Falleció en La Plata en 1987.

16 - Tita Merello, cantante y actriz

La que llegó a ser una de las más destacadas actrices de la escena y el cine comenzó, como
muchas otras figuras de primer nivel, en la revista porteña semillero de talentos artísticos. No fue
poco pasar del humilde coro a los protagónico del teatro clásico o moderno. Tita Merello lo logró, a
lo largo de años de empeño afanoso en esa década de los'20, cuando la farándula era algo como
trabajo forzado y sus integrantes hacían varias funciones diarias, además de ensayos agotadores, y
muchas veces con el estómago no muy satisfecho. Las muchachas que sabían cantar tenían bastante
a su favor, y así apuraron etapas enfrentándose al público con sus números de tango, en sainetes y
revistas. Y ese público les respondió fervorosamente. Al final de la década, como un milagro, la
radiotelefonía las puso al alcance de los aficionados, el cine las lanzó al estrellato, aquí y en el
exterior.
Tita también recorrió el duro camino a partir de la pobreza extrema, la orfandad y la carencia
de educación escolar. Empezó muy de abajo. Un papelito en el Avenida en 1920 -había nacido en
1905-, cancionista en locales de la calle 25 de Mayo, donde se lucía con Titina, el Maipo en 1923,
donde cantaba Trago amargo y Pedíme lo que querés. Ya la tenían en cuenta porque debutó en cine
con Tango, de Moglia Bart. En 1926 habla estrenado ¿Qué vachaché?, de Discépolo, anticipo de
Cambalache, que la Bozán lanzaría en 1935, año en que Tita haría Noches de Buenos Aires, de
Manuel Romero. Con sus tangos y rancheras ya habla definido un estilo, que siempre cultivó, pero
el teatro y el cine afirmaron su capacidad histriónica, que se lució ampliamente. Filomena
Marturano, Arrabalera, Los ísleros, Mercado de Abasto, Para vestir santos, Amorína, El andador,
La madre María, son algunos de los títulos con los que mostró su garra interpretativa. Pero nunca
dejó el tango. Desde 1929, cuando grabó su primer disco con la Víctor, afirmada ya como
personalísima intérprete de la música popular, y a lo largo de los años, con frecuentes apariciones
en escenarios, radio y TV, fue fiel a la música que sentía como auténtica porteña. Algunas
composiciones, como Llamarada pasional, con Stamponi, y Decíme, Dios, dónde estás, con
Sucher, la revelaron como letrista. Retirada desde hace largo tiempo, pasa sus días en la Fundación
Favaloro como una reliquia del pasado.31

17 - Rosita Melo y su vals "Desde el alma

En medio de la avalancha de tangos y milongas -a veces alguna ranchera -los valses criollos,
románticos y pegadizos, matizaban el recio compás del dos por cuatro. Rosita Melo, nacida en el
Uruguay en 1900 y habitante de la Argentina desde 1904, fue la autora del célebre vals Boston -así
era definido- Desde el alma. Lo había compuesto casi como un juego, en 1917, improvisando con
el piano. Cuando, casada en 1922 con el poeta Víctor Piuma Vélez éste escribió la letra para el
vais, la obra pareció quedar completa. Pero un día de 1948 Homero Manzi llamó al matrimonio
Píuma Vélez pues quería incluir la pieza en la película Pobre mi madre querida para que la cantara-
Hugo del Carril. Necesitaba una letra que hablara de amor, y que escribió el propio Manzi. El vals
figuraba en todos los repertorios pianísticos caseros de ese tiempo y ha quedado como un clásico
perdurable que siempre logra conmover a los corazones sensibles, Por cierto que Rosíta Melo
compuso algunos tangos, que no alcanzaron la difusión de Desde el alma, pero mencionar este
título es nombrar a Rosita Melo o María Rosa Mele, su verdadero nombre-, fallecida en Buenos
Aires en 1981.

18 - Otros nombres, otras glorias

"Los años locos” fueron prolíficos en figuras del mundo artístico que merecen ser evocadas.
Ellas, a la par de quienes venían de otras geografías a deslumbrar con su fama, se abrieron
camino y muchas, a su vez, abordaron aquellos vapores que nos unían con Europa y se
lanzaron a la aventura. Orquestas, autores y can colocaron una cabeza de puente y lograron
afianzar el tango a fuerza de tal sacrificio.
CELIA GÁMEZ fue una de estas artistas privilegiadas y mimadas por el publico. Había nacido
en la Argentina en 1905, pero, curiosamente, hizo su fama en España , adonde viajó en 1929. Era
muy celebrada y ganó mucho dinero, que dilapidaba en los casinos. Entre los primeros tangos que
cantó estaba A media luz y compartío la escena con Gloria Guzmán, Carmen Lamas, Iris Marga en
algunas de sus visitas país al natal. Falleció en Buenos Aires, en un geriátrico, en 1992, cuando ya
recordaba sus glorias.
MARÍA ESTHER GAMAS es una reliquia viviente de la época de oro del tango, cuando las
revistas y sainetes eran la plataforma de lanzamiento de cancionista y vedettes. María Esther nació
en Rosario en 1911, comenzó su carrera a los diez años y no la abandonó hasta mucho después tras
haber actuado en las temporadas del Maipo, el Porteño, el Variedades y otros escenarios. Participó
en las famosas comedias musicales de Francisco Canaro, entre ellas Rascacielos y Tangolandia.
Trabajó en cine desde 1931, cuando intervino en Luces de Buenos Aires, la película de Carlos
Gardel filmada en Francia junto con Sofía Bozán y Gloria Guzmán. Retirada hace muchos años,
vive junto a su hija María Rosa Fugazot evocando la historia que le tocó compartir con otras figuras
entrañables del pasado teatral porteño.
EBE BEDRUNE fue un caso muy poco frecuente en la historia de las mujeres tangueras. Hija
de un director de orquesta de Rosario, tenía veinte años cuan puso al frente del conjunto para
reemplazar al padre enfermo y no tardó en venir a Buenos Aires. Vestida con elegantes atuendos
masculinos y con su melena dorada, fue personaje destacado del ambiente musical. "La mujer
tango" -así la llama estuvo algunos años en el primer plano de la atención en radios, teatros y
confiterías. Luego se retiró y falleció en Buenos Aires el 8 de enero de 1996, tras medio si su
meteórico comienzo.
CARMENCITA CALDERÓN bordó arabescos con sus piernas de danzarina intuitiva.
Comprendió el tango y lo bailó junto a los mejores compañeros, durante muchos como un desafio a
quienes intentaban descifrar los cortes y quebradas, los ochos sentadas y demás asombrosas figuras
que dibujaba con el compañero del momento. Benito Ovidio Bianquet, conocido como El Cachafáz,
tuvo con Carmencita momentos de gloria en nuestro país y otros de América, en los teatros de
revistas porteñas cine, en bailes elegantes y no tanto, El Cachafáz murió en 1942 en una actuación
Mar del Plata y la célebre pareja quedó en la historia del tango bailado cor sorprendente recuerdo.

BEBA BIDART fue otra bailarina de tango -también cantante- que deleitó su elegancia y
gracia. Debutó como corista en el Teatro Casino y fue conquistando posiciones hasta ocupar la
marquesina del Nacional, En TV, donde se lucía bailarina en Tropicana Club acompañada por el
gran Ángel Eleta , comenzó a cantar tangos en estilo canyengue. Puso un boliche, "Taconeando",
que animaba con su simpatía habitual. Falleció en 1994, a los setenta y un años.
Habían pasado muchos años desde que el tango se bailaba "entre hombres” como lo certifican
fotografías de principios de siglo, pero, según un autor, se hacía para que los muchachos perdieran
su timidez y no hiciesen papelones cuando “sacasen" a las muchachas. Nada de ambigüedad
sexual, entonces, y sí ganas de aprender debidamente el baile. Pero lo importante era despojar al
tango de todo halo pecaminoso y se llegó a presentarlo ante el Papa Pío XI, que daría la palabra
final. Así fue como, en 1924, el embajador Daniel García Mansilla, acreditado ante el Vaticano,
llevó a Casimiro Aín, el famoso vasco, para que hiciese una demostración. Con toda su fama, Aín
era el indicado para mostrar que el baile, reprobado por la Iglesia, no tenía nada de pecaminoso.
Acompañado por una empleada traductora de la embajada, Aín bailó Ave Maria, de Francisco
Canaro. Por supuesto, ese tango, despojado de todo adorno sensual, mereció la aprobación del
Papa. 38
Ya nadie pone en duda la belleza intrínseca del baile que ha embelesado a todo el mundo.
Desde los humildes “peringundines" de los tiempos heroicos, pasando por los más empinados
cultores que le dieron jerarquía de arte indiscutible en escenarios que no permiten la menor
discusión; desde "la Calderón", pasando también por Beba Bidart y Eleonora Cassano, que trajinó
las tablas del Maipo con suprema gracia, las bailarinas de tango pusieron la sal y la pimienta en
brazos de los orgullosos compañeros del dos por cuatro. 39

19 - Las herederas de las "mitológicas"

Muchos hombres han ido quedando en el camino, merecedores de una semblanza. Entre las
del pasado, por ejemplo, ocuparon también un espacio no desdeñable en la vida artística de los
años'20,'30 y'40: Adhelma Falcón, la hermana de Ada, popular figura de la radio; Mercedes
Carné, que hizo música internacional y tango, actuando en novelas radiales y grabando discos con
importantes orquestas; Juanita Larrauri, que empezó en 1931 y se convirtió en estrella de la radio
para dedicarse después a la política y llegar a senadora nacional por Entre Ríos en las primeras
elecciones en que votaron las mujeres; Anita Palmero, andaluza de trajinada vida, que logró éxito
y dinero; Fedora Cabral, otra figura con activa trayectoria; Chola Bosch, Zulema Ucelli, Tita
Vida¡, Herminia Velich, Tita Galatro, María Turgenova , Fanny Loy. La lista podría completarse
con más nombres y agregar los de María de la Fuente, Carmen Duval, Chola Luna, Alda Denis,
Susy Leiva, Alba Solís, que supieron mantener en alto la jerarquía del tango. 40
La mujer continúa ocupando su espacio de maneras diversas. Como protagonista de las letras
-esto es un estudio aparte- a veces en el rol de víctima, otras en vengadora. Hay intérpretes que
siempre revalidan sus títulos de estrellas, tal Virginia Luque, quien en cada aparición muestra su
invariable talento. 41
Innecesario es resaltar la magnífica trayectoria de Eladia Blázquez, que, a través de una
prolongada y ascendente actuación como música, intérprete y poeta logró dar un sello
cautivante a la canción de Buenos Aires, proyectándola hacia ámbitos lejanos. 42
A la manera de broche para una apretada reseña, es pertinente señalar una nota
periodística reciente que pone el acento en nuevos avances femeninos dentro del ambiente
tanguero. Son cantantes, instrumentistas, adaptadoras y autoras que han venido
mostrando una realidad estimulante que, como bien se dice, tuvo a Paquita Bernardo
como pionera. Y, por supuesto, la historia continúa... 43

CITAS
1.FRANCISCO GARCIA JIMÉNEZ, 'La Navidad de' La morocha"', La Prensa, Buenos Aires 1965. JOSÉ GOBELLO, Tangos, letras y
letrístas 1, Buenos Aires, Plus Ultra, 1979.
2.ESTELA DOS SANTOS, La historia de/ tengo. Las cantantes, Buenos Aires, Corregidor JOSÉ GOBELLO, "Las mujeres del tango',
Lyra, Buenos Aires, Año XXXIII, NI, 321-322,197
3.BLAS MATAMORO, 'Las cancionistas del tango", Lyra, cit,
4.FRANCISCO SUAITER MARTINEZ, Buenos Aires, ciudad y provincia, Buenos Aires, Biblioteca Nueva, 1942, p. 99.
5.ROBERTO B. CUNNINGHAME GRAHAM, El río de la Plata, Buenos Aires, Joaquín Gil Editol p. 181, Cap. 'El tango argentino".
6.ANDRÉS M. CARRETERO, Tengo, testigo social, Buenos Aires, Librería General de Tomás 1995. Cita a Jacques Boulanger, De la
walse au tango, París, 19201 y Les possedées, París
7.JOSÉ GOBELLO, Conversando tangos, Buenos Aires, Peña Lillo Editor, 1976.
8.JOSÉ GOBELLO, JORGE A. BOSSIO, Tangos, letras y letristas 1, Buenos Aires, Plus Ultra,
9,MARIA ESTHER PODESTA, Desde ya y sin interrupciones (Memorias), Buenos Aires, Corregidor 1985. La foto de tapa muestra a la
actriz con el violín, que aparentaba tocar en la obra (192 P. 85.
1O .JOSÉ GOBELLO, Conversando tangos, cit,, p. 107.
11 MARIA ESTHER PODESTÁ, ob. cit., p. 92 y sig.
12.GOBELLO y BOSSIO, Tangos... 1, cit., p. 172.
13.Caras y Caretas, Buenos Aires, 19/4/1924.
14.TINA HELBA, Un paseo por el teatro argentino, Buenos Aires, Artes Gráficas Corín Luna La Razón, "Cuarenta años después',
4/1/1968 (se refiere al Maipo como centro revisteril, inició este género en 1928).
15.JOSÉ GOBELLO, Tangos, tetras y letristas 5, Buenos Aires, Plus Ultra, 1995. La Nació 1970. DOS SANTOS, ob. cit. JOSÉ
BARCIA, Tengo, tangueros y tangocosas, Plus Ultra, 1976
16.LUIS ALPOSTA, "Rosita Quiroga'. Comunicación académica NI' 1093, del 511011985, a la A Porteña del Lunfardo. DOS
SANTOS, 'Rosita Quiroga, un estilo de chamuyo arrabalero', 1011987.
17.Los Grandes del Tengo. Mercedes Simone, Buenos Aires, Año 1, NI' 16, febrero 19 Nación, 'Murió Mercedes Simone, una gran voz
del tango", 311 011 990. JORGE GOTTLING, ayer Mercedes Simone', Clarín, 3/10/1990.
18.Los Grandes del Tango, Buenos Aires, Año 1, NO 14. LIBERTAD LAMARQUE, Autobk Javier Vergara Editor, 1986.
19.IRENE AMUCHASTEGUI,'LA increíble historia de Ada Falcón', Clarín, 17/8/1995. E. DOS SA ob. cit., p. 2287. Los Grandes de/
Tango, cit. NI' 24, abril 1 99 1.
20.La Nación, "Por Tenía, el tango quedó sin voz", 19/2/1999. Los Grandes del Tango, cit., AA 45, septiembre 1991.
21 El Hogar, "La que sueña con París. Entrevista fotográfica con Sofía Bozán". 21/12/1932 Prensa, 'Sofía Bozán, gracia y
espontaneidad", 25/6/1989.
22.Ibídem, p. 2387.
23.Ibídem, p. 2299.
24.Ibídem, p. 2350. Págína l2, 'Se suicidó Sabina Olmos. Por siempre Margot', 15/1/1999.
25.DOS SANTOS, ob. cit. IRENE AMUCHÁSTEGUI, "Neily Omar, Gardel con polleras". Clarín, 1994. MÓNICA MARTIN, "la
novia del tango", Víva, Revista Clarín, 111 2Jl 996.
26.LILY SOSA DE NEWTON, Diccíonario biográfico de mujeres argentinas, Buenos Aire Ultra, 1996. JOSÉ BARCIA, ob. cit., p. 53.
27.RICARDO M. LLANES,'Recuerdo de la primera bandoneonista porteña". La Prensa, 14111 La Gaceta, Tucumán, "La primera dama
que sedujo con el tango', 15/4/1990.
DOS SANTOS, ob. Cit., p.2241. RUBÉN PESCE, "Paquita Bernardo, bandoneonista, en el cincuentenario de su muerte ed. citada.
28.LILY SOSA DE NEWTON, ob. cit.
29. Tengo, 100 años de historia, Vol. 1, Editora Conosur, Buenos Aires, 1992. GOBELLO, Conversando tangos, cit., p. 129.
30.TITA MERELLO, La calle y yo, Buenos Aires, Kier, 1972.
31.DOS SANTOS, ob. cit., p. 2372. La Gaceta, 'Una mujer llena de coraje y vida", Tucumán, 11/10/ 1992. CLAUDIO ESPAÑA, 'Tita
Merello cumple felices noventa años", La Nación, 9/10/1994. TITA MERELLO, op. cit.
32.JOSÉ GOBELLO, Conversando tangos, cit., p. 53.
33.La Nación, "Falleció Calla Gámez, mítica figura de la canción española", 11/12/1992.
34 IRENE AMUCHÁSTEGUI, "María Esther Gamas, la primera bataclana", Clarín, 21/4/1996.
35.Clarín, 'Murió Ebe Bedrune, la mujer tango', 10/1/1 997.
36.JOSÉ GOBELLO, Conversando tangos, cit., p. 39.
37.PEPE ELESENNE, 'Beba, tanguera de ley", La Razón, 29/8/1994.
38.ABEL POSSE, "Lejanas batallas del tango", La Nación, 15/9/1997.
39.FRANCISCO GARCIA JIMÉNEZ, El tango. Historia de medio siglo. 1880-1930. Buenos Aires, Eudeba,1965.
40.Ver la exhaustiva obra de ESTELA DOS SANTOS, La historia del tango. Las cantantes, ya citada.
41.La Nación, "Virginia Luque, el tango dicho al oído", 5/10/1997.
42.VARGAS VERA, RENÉ,'Rinaldi, en la cumbre', La Noción, 11/8/1999.
43.La Gaceta, Tucumán, "Eladia Blázquez, una mujer que no se cansa de soñar y de dar amor', 12/ 7/1987. La Mago Colección, "Las
voces femeninas han recorrido un largo camino. Eladia Blázquez", agosto 1994. JORGE GöTTLING, 'Eladia, una manera de querernos
y aceptarnos'. Clarín, 13/4/ 1989.
44.La Nación, 'El otro sexo del tango', 30/7/1999.
RELACIONES DE GÉNERO Y PRÁCTICAS PÓLITICAS.
PRESIDENTAS DE COMISIONES VECINALES DE UNA CIUDAD
ARGENTINA DE PROVINCIA

Gender relations and political practices, presidents of neighbourhood


counclis of an Argentinian Provincial Town

María Herminia Beatriz Di Liscia.


Directora Instituto Interdisciplinario de Estudios de la Mujer
Facultad de Ciencias Humanas. Universidad Nacional de La Pampa.

Resumen

En este artículo se intenta caracterizar las modalidades de participación de las mujeres en las
comisiones vecinales de una ciudad de provincia del interior argentino y cómo inciden y se
construyen las relaciones de género vinculadas a esa participación.

Palabras clave: género, participación, comisiones vecinales, política.

Abstract

This article we try lo characterize the different ways in which women join in the neighbourhood
councils in a city of Argentina. Besides, is important to remark the roles they do and practices
related with the gender relations.

Key words: gender, participation, neighbourhood councils, politics.

Sumario:
1 - Mujeres en la provincia de La Pampa - 2 - Las comisiones vecinales y la municipalidad - 3 -
Las comisiones vecinales y sus presidentas - 4 - Acción social municipal - 5 - Perfil de las
presidentas y como llegan a serio - 6 - La burocracia municipal - 7 - Cualidades femeninas, tareas y
participación en las comisiones.

En este artículo se intenta caracterizar las modalidades de participación de las mujeres en las
comisiones vecinales de una ciudad de provincia del interior argentino y cómo inciden y se
construyen las relaciones de género vinculadas a esa participación.
Organizaciones de mujeres y su presencia en la vida urbana y en el espacio
local ha sido un tema que ha tenido un importante desarrollo dentro de la literatura e investigación
en América Latina, ya sea como movilizadoras de grupos para la toma y recuperación de tierras; la
organización del espacio y la gestión de servicios públicos, como así también en el rol de líderes
barriales para resolver necesidades de subsistencia y servicios sociales: ollas populares, comedores
y roperos comunitaríos,etc. (Herzer y Feijoó, 1990; Raczynski y Serrano, 1992; Aguiar, 1990 y
Massolo, 1994), Las características de estos trabajos es que están situados en grandes
conglomerados urbanos y generalmente son sobre grupos de mujeres pobres exclusivamente. Estos
estudios buscan reflejar también las diferentes modalidades de responder frente al ajuste y la
redefinición de los géneros.
Nuestro tema está anclado en la participación de las mujeres en el espacio local pero tiene
características diferentes: se trata de una pequeña ciudad de provincia -aunque es la capital de la
misma- , las organizaciones no son exclusivamente de mujeres, han nacido al calor del poder
municipal y sus miembros pertenecen a sectores medios, medios empobrecidos y bajos. A partir de
estos aspectos, se busca identificar las formas de participación y las prácticas políticas que se llevan
a cabo. Pretendemos aproximar elementos para llenar un vacío en el área de conocimiento de las
prácticas públicas de mujeres a partir de su inserción en organizaciones comunitarias de servicios:
las Comisiones Vecinales.
Por otra parte también, presentaremos el análisis desde una realidad donde las políticas de ajuste
comenzaron a aplicarse más recientemente que en otras provincias argentinas y donde los efectos de
la crisis son moderados. En la provincia de La Pampa, los índices de pobreza y de desempleo son
bastante inferiores a la media nacional y, si bien se han producido cierres de industrias y el sector
público ha implementado sistemas de retiros voluntarios, este último aún sigue sosteniendo -a partir
del empleo estatal- a gran parte de la población. Los salarios públicos se abonan puntualmente, los
servicios estatales de salud cubren medianamente a la población históricamente demandante y a los
sectores medios empobrecidos en los últimos años.
Esta sucinta descripción tiene por objeto situar nuestro estudio, a fin de que se pueda interpretar
los elementos que influyen y condicionan la participación de los actores sociales, Por otra parte, el
contexto desde donde se realizará el análisis está enmarcado en las siguientes cuestiones: las
características de la provincia de La Pampa (Argentina) y de su ciudad capital (sede del estudio) con
relación a la presencia /ausencia de las mujeres en los espacios públicos, políticos e institucionales y
las relaciones con la Municipalidad, organismo político de contacto directo con las Comisiones
Vecinales.
¿Qué modalidades de participación tienen mujeres de sectores medios y bajos en una ciudad y
una provincia donde no hay movimiento de mujeres, donde la participación formal en partidos
políticos y en otras organizaciones es escasa y también escasas las trayectorias? Se intentará dar
respuesta a esto a través de interpretar las valoraciones que ellas manifiestan, sin realizar
comparaciones que las encuadren con mayor o menor conciencia con respecto a otros grupos de
mujeres de otras geografías y otras experiencias.

1 - Mujeres en la provincia de La Pampa

La presencia de las mujeres en espacios no tradicionales ha sido esporádica. En la década del '20
un Comité exclusivamente femenino luchaba Provincialización del territorio paralelamente a las
acciones masculinas, La local las registra escuetamente y no se conocen documentos de esta
experiencia. Como en muchas provincias del país, el acceso al voto implicó una importante
participación en la Legislatura en el año 1951 y 1953 (8 diputadas mujeres en los que además La
Pampa se constituye en provincia. También como en país, esa participación mermó en forma
importante.
La década de los'70, muestra la aparición de una organización específica de mujeres: se forma la
filial de la UMA en la ciudad de Santa Rosa. Esta organización constituida por mujeres de sectores
medios y medios bajos, tuvo una corta actuación, ya que desapareció en la época del golpe militar.
La recuperación democrática de los años'70, encuentra a las mujeres ir en algunos movimientos
sociales, como el de Derechos Humanos, aunque el protagonismo femenino que tuvo en los grandes
conglomerados urbanos,
Con la profundización de la crisis económica que se agudiza a fines de 1 se forma la Agrupación
de Amas de Casa, cuyas preocupaciones principales luchar contra la carestía de la vida. Este grupo,
formado por mujeres de inserción popular, tuvo también una corta vigencia (Di Liscia, 1993).
El contexto entonces nos muestra una provincia donde no se ha constituido movimiento de
mujeres, la trayectoria y presencia es escasa y donde tampoco existen organizaciones no
gubernamentales que se ocupen de la problemática de la mujer.
Sin duda no puede dejar de mencionarse la aparición del Movimiento de Mujeres Agropecuarias
en Lucha, iniciado en esta provincia a poco del triunfo electoral del gobierno de Menem y hoy con
una red que incluye mujeres de gran parte provincias argentinas, expresando una postura de
enfrentamiento contra la económica del gobierno actual.
En las dos organizaciones específicas de mujeres (Agrupación de Amas de Casa y Mujeres
Agropecuarias), las mujeres se encuentran posicionadas desde su rol familiar, como madres, y como
tales, defensoras de la vida, de la familia, del sustento y de la integración familiar. Reclaman ser
parte interesada en organizar y gobernar la sociedad a partir de su inserción doméstica y de las
capacidades específicas que entienden devienen de tal inserción. Podemos decir entonces que la
interpretación que hacen de sus intervenciones, prácticas y de su presencia posee el carácter de
evidencia en el ejercicio del poder y la política. « Movilizadas; convocadas a participar,
mayoritariamente en torno a lo que es apropiado para mujeres en la sociedad, su participación ha
quedado registrada más bien como prolongación de las responsabilidades maternales, éticas y
valóricas que en la sociedad que como expresión de una forma particular de ejercicio del de la
política.» (CEPAL, 1996)

2 - Las Comisiones Vecinales y la Municipalidad

Los movimientos y organizaciones vecinales tienen un importante desarrollo en estas últimas


décadas. Asociados a las transformaciones que supone la vida urbana, relacionan los problemas de
la vida cotidiana y los servicios esenciales de las personas concretas (el agua, la luz, el gas, la
seguridad, etc.) con el organismo de poder local. Las organizaciones vecinales son las que
establecen nexos, canalizan demandas, y en algunos casos, frenan conflictos que podrían suscitar
los vecinos hacia el poder político.
El nivel más desagregado de planificación y ejecución de las políticas públicas se constituye en
el Municipio, ámbito ligado a la problemática cercana y agente primordial del desarrollo local. Por
su carácter local está expuesto a ser la arena cotidiana de los conflictos sociales y se convierte por
tanto en un ámbito central para que el poder constituido regule la acción y participación de los
agentes sociales.
Los municipios latinoamericanos, sobre todo en las grandes ciudades y en las capitales de
provincia se han constituido en los últimos años en importantes agentes de acción política y social.
En el análisis de su funcionamiento, se advierte que el poder local aparece como un poder más
cercano, menos frío y abstracto que el del gobierno nacional, con una gestión que es más visible y
más fácil de evaluar. Es también una instancia a la que es posible plantear desde problemas
cotidianos como ruidos molestos o falta de recolección de basura- hasta los grandes problemas
sociales, como el de la vivienda, salud, minoridad, educación, etc.
Pensemos que en la ciudad donde se desarrolla nuestro estudio, las relaciones interpersonales
son más directas y menos formales. Por otra parte, al ser un espacio más recortado -por lo tanto
menos comprometido- y vinculado a los valores de lo comunitario y solidario, aparece más
propenso para la participación de las mujeres.
Los primeros antecedentes encontrados con respecto al funcionamiento de las comisiones
vecinales en la ciudad de Santa Rosa, datan de 1963 (la redacción de la primera ordenanza referida
al tema), aunque recién diez años más tarde, coincidentemente con el gobierno democrático, se
organizan las primeras. En 1974 se constituyen 9 comisiones, todas ellas con integrantes mujeres.
El próximo antecedente aparece recién en 1988-89, cuando, desde la Municipalidad, se divide a la
ciudad en 19 comisiones.
Las Comisiones actuales se rigen por la Ordenanza N. 792190 del Consejo Deliberante de la
Municipalidad de Santa Rosa, cuyo objeto es regular la creación y funcionamiento de las mismas.
En esta ordenanza se normaliza -entre otros aspectos ~ la elección de las autoridades (que deberá
ser por elección secreta con listas y no por asambleas como en las comisiones anteriores) y se
faculta al Departamento Ejecutivo a determinar la extensión territorial que abarcará cada comisión
vecinal.
La ciudad de Santa Rosa ha tenido en los últimos años un importante crecimiento, por lo cual las
necesidades de servicios públicos, espacios verdes, mejoras viales, infraestructura, etc. se han
multiplicado. La Dirección de Asuntos Vecinales (creada en 1991) se ha constituido en el puente
para canalizar las demandas y «ordenar» el desarrollo social y urbano. En función de esto es que ha
realizado un trazado delimitando barrios de la ciudad para constituir comisiones. Al momento hay
funcionando 33 Comisiones Vecinales, de las 39 planificadas. De estas 33, sólo 9 son presididas
por mujeres, más de la mitad cuentan con mujeres en otros cargos especialmente en el de
secretarías.
Por ser organizaciones de servicios, las Comisiones Vecinales son espacios que aparecen
legitimados dentro del escenario local. Por sus orígenes liga Estado Municipal y por la actuación
que han desarrollado hasta ahora, no aparecen como organismos de contestación, sino como formas
actuales de participación ciudadana, aceptados por la comunidad, por lo cual pueden ofrecer un
campo pi para la inserción femenina. Según puede observarse en el siguiente cuadro, últimos
cuatro años ha aumentado la participación de las mujeres, tanto presidencia como en las comisiones
directivas.

Año Comisiones C/Presid.Fem. C/Part.Fem.


1993 23 3 11
1994 25 3 16
1996 32 5 24
1997 33 9 26
1998 33 9 27

3 - Las Comisiones Vecinales y sus presidentas

Se ha compilado material documental sobre la organización y funcionamiento de todas las


comisiones y se ha entrevistado a todas las mujeres que han sido presidentas durante 1996 y 1998.
Así la muestra femenina quedó constituís trece mujeres pertenecientes a doce comisiones vecinales.
De acuerdo a la estratificación socioeconómica realizada por la Encuesta Permanente de Hogares,
perteneciente a 1993, la ciudad de Santa Rosa está divido cuatro estratos: medio alto, medio medio,
medio bajo y bajo. La distribución presidentas entrevistadas, de acuerdo al estrato de la comisión es
la siguiente Estrato medio alto: 1; Estrato medio medio: 3; Estrato medio medio y medio bajo: 1;
Estrato medio bajo-. 4; Estrato medio bajo y bajo: 2 y Estrato bajo: 1.
También se conformó una muestra intencional masculina, integrada presidentes y dos miembros
de comisiones distintas de las presidenta seleccionados a partir de pertenecer a comisiones vecinales
de carácter¡ similares a las presididas por mujeres. En ambas muestras la información recogida en
entrevistas semiestructuradas. En la muestra femenina también realizaron dos reuniones grupales
de las que participaron además de las presidentas algunas vicepresidentes y secretarias, totalizando
20 mujeres entrevistadas.

4 - Acción social municipal

A través de la Secretaría de Gobierno y Acción Social y más específica de la Dirección de Acción


Social, la Municipalidad de Santa Rosa tiene una amplia red de programas sociales a partir de los
que realiza una serie de acciones de asistencia y promoción comunitaria. Estas se concretan a
través de los Centros de Acción Social que atienden las solicitudes de los pobladores, que están
distritos en varios barrios (son circunscripciones mayores que las comisiones vecinales ) y de
programas específicos.
Sin pretender realizar una enumeración exhaustiva, diremos que hay programas de apoyo
alimentarlo para familias carenciadas, ancianos y niños, comedores escolares y comunitarios,
guarderías, reducción de tasas y contribuciones municipales, recreación y deportes para niños y
ancianos, etc. En muchas oportunidades la Municipalidad convoca a las Comisiones Vecinales para
la organización y apoyo de estas actividades, estas convocatorias, sin embargo, no son interpretadas
de la misma manera por todas las comisiones. También, aunque se elude el tema, se plantea
desconocimiento o se lo niega rotundamente, algunos/ as integrantes de las comisiones son
asalariados las municipales o contratados para actividades especiales, lo que supone una forma clara
de cooptación del poder local sobre los representantes barriales.

5 - Perfil de las presidentas y cómo llegar a serio

En gran parte de nuestras entrevistadas, la participación en la comisión vecinal ha estado


precedida de una sede de experiencias previas, sobre todo en instituciones intermedias:
cooperadoras escolares, benéficas, comisiones barriales por asuntos específicos. La mitad es
militante de partidos políticos (sólo una fue concejal y llegó a ser presidenta de¡ Consejo
Deliberante por un breve período) y dos en sindicatos.
Sólo una es exclusivamente ama de casa, las demás trabajan, algunas en relación de dependencia
con el Estado y las restantes son comerciantes. Son mujeres maduras (entre 40 y 60 años), 5 están
separadas, 7 casadas y una es soltera. La etapa de la crianza de los hijos ya ha sido superada por la
mayoría de ellas, y así lo relata Emilce:
«la mujer tiene dos etapas en la vida: una cuando sos madre, que tenés bebitos, bueno, como
habrás notado, yo soy una mujer muy de la casa, entonces a pesar de haber siempre trabajado,
haber atendido el negocio, siempre he dejado el espacio para leerles los cuentos a mis hijos,
tenerles su tiempo. En un momento de esos, haber ocupado un puesto como el de ahora, me
hubiera sido muy difícil».
La mecánica de acceso a la presidencia de una comisión vecinal, según prevé la ordenanza, es a
partir de la formación de listas y a través de votación cuando hay más de una lista. En los casos
analizados, sólo en cinco oportunidades se realizaron elecciones, en los restantes las listas
accedieron a la comisión sin este proceso. Esta situación no parece estar asociada a la condición de
género de quienes presiden la comisión, pues sucede tanto en el caso de mujeres como de varones,
ni tampoco con respecto a la antigüedad del barrio. La razón podría encontrarse en la existencia de
modalidades más participativas y movilizadas en algunos barrios hacen que se conformen más de
una lista y se concreten las elecciones.
Gran parte de las mujeres manifiestan el pedido del barrio para aceptar el cargo, otras, la
existencia de elecciones en reuniones previas a la formación de las listas, en la que han competido
siempre con otros varones. En el primer caso, las mujeres relatan no haber deseado ni buscado la
presidencia, sino que su voluntad era trabajar por el barrio y que los vecinos les solicitaron que
ocupara el cargo. Estas mujeres asumen a partir de una disponibilidad subjetiva, el desafío de
conducir una comisión barrial, Entienden, como constitutivos de su propia naturaleza femenina y de
las mujeres en general, la existencia de cualidades especiales que las habilitan específicamente para
llevar a cabo estos roles, Estas creencias que establecen una superioridad femenina, sin embargo
refuerzan una legitimidad diferente tarea más al servicio hacia los otros, no identificándoselas como
actividad políticas.
Nélida: A mí me parece que la mujeres en muchas cosas, en los problema comunidad, entiende
más, creo que sabe donde buscar las soluciones, no está más dotada psicológicamente o qué para
entender los problemas. veces cuando discutimos los problemas en la comisión, desde el punto de
que lo ve el hombre y el que lo ve la mujer, algunas cosas son diferentes. »
Otras explicaciones, como la de Amelia, alientan también el estereotipo fe que asocia a las
mujeres con subterfugios, acciones encubiertas, mezcla de privacidad y semi publicidad, argucias
para lograr la presidencia.
« Y bueno, te repito, yo trabajé con bastante picardía, fui y hablé con cada uno de los
integrantes que son 24, uno por uno, muy calladita, sin hacer ningún alharaca ni propaganda y
traté de rescatar los mejores de la lista que habla mi esposo en el'93. Ninguno me dijo que no, hoy
en día están todos los que YO rescatables en la cv.
- Cuando te presentaste a elecciones tuviste alguna lista opositora?
- Amelia: No, por eso te digo, que lo hice todo tan calladita que nadie se e nada más que los 24
integrantes».

Una vez que son presidentas, hay una preocupación común: lograr que la de¡ barrio participe y
«se acerque». ¿Qué mecanismos se utilizan para esto? R el barrio y visitar a los vecinos, sobre todo
«escucharlos», organizar actividad recreativas que nucleen a la gente, planificar y priorizar las
necesidades que s relevado en los censos previos a la asunción y difundir, a partir de gacetillas y
boletines, lo realizado. Estas formas legitiman su accionar y ellas se sienten partícipes de
problemas y penurias no sólo de la vecindad sino de personas y familias particulares, a la vez que
las informan de las complejidades y los cambios en la sociedad.
En las comisiones con presidencia masculina, por referencias de mujeres otras comisiones, hay
una delegación constante de los hombres de todo tipos tareas, en algunas mujeres que son líderes
naturales del vecindario, Al preguntarse por qué estas mujeres no fueron presidentas -o al menos
candidatas-, la respuesta más común es que no quisieron.
Las Comisiones, al ser organizaciones mixtas, plantean un perfil multifacético generan una rica
y compleja dinámica de interacción social entre los género mayoritaria presencia femenina en las
tareas concretas pone en evidencia solamente las razones, intereses y capacidades de las mujeres
sino posibilidades de acción y los resquicios que ellas se dan para actuar, tanto e organizaciones
como en los hogares.

6 - La burocracia municipal

Al indagar cómo son las relaciones con la Municipalidad mujeres y va coinciden en señalar a la
burocracia como el principal problema. El tener que se una serie de pasos y trámites, esperas,
redacción de notas y entrevistas funcionarios se convierte en una inversión de tiempo que no es
pagado por nadie que supone salir del trabajo o dejar la casa. Las resoluciones y solicitudes que se
originan en el barrio demoran muchos meses en ser respondidas.
El contacto permanente con los vecinos permite buscar los canales más rápidos y adecuados para
resolver necesidades sociales urgentes (familias indigentes, niños golpeados, ancianos solos) como
también ser las co-ejecutoras de algunos planes asistenciales de la Municipalidad. La magnitud e
importancia de¡ trabajo es valorada por estas mujeres que coinciden en que «les hacemos un gran
trabajo a la Municipalidad, y gratis». « Yo les frené una nota que te iban a sacar los vecinos al
intendente, y bastante dura», explicó Matilde. Otra presidenta dijo: « Yo al intendente lo conozco
de toda la vida».
Estas relaciones con el poder local, sólo en muy pocas oportunidades son evaluadas como
relaciones políticas, advirtiéndose por ejemplo ciertas prerrogativas para algunos barrios y no para
otros, pero no globalmente como pujas de poder. También, el conocimiento de funcionarios y el
contacto en diferentes ámbitos con los mismos en esta pequeña ciudad, suaviza y /o modera lo que
podrían constituirse en enfrentamientos en otros ámbitos donde las relaciones son más
impersonales.

7 - Cualidades femeninas, tareas y participación en las comisiones

Las condiciones especiales que las presidentas destacan de sí mismas son trasladadas a las
demás participantes de la Comisión. Así, varias consideran que han formado sus comisiones
mayoritariamente con mujeres porque son más trabajadoras, más dispuestas y pueden interpretar
mejor las necesidades de la gente.
Una de ellas (separada) pretendió armar su lista exclusivamente con mujeres, aunque desistió ya
que esas mismas mujeres le indicaron que tendrían problemas con sus maridos y que no sería votada
masivamente por esa razón. A través de su experiencia concreta en la presidencia, ella insiste en
que no se equivocaba. Para la mayoría de las presidentas, de algunos informantes claves
entrevistados (funcionarios y presidentes) las comisiones, constituidas formalmente por 24
miembros terminan funcionando a lo sumo con diez, casi todas mujeres. Las presidentas actúan en
combinación directa con las secretarias, ignorando a los vicepresidentes varones.
Si bien se admite que las dificultades en la participación está vinculada directamente con los roles
domésticos, estos se cumplen igualmente y las mujeres buscan el tiempo para dedicarse a las tareas
barriales: las cuestiones administrativas de notas y vinculaciones con la Municipalidad, la recorrida
y visita a los vecinos, la formación de consorcios para el gas o el pavimento, la organización de
festejos, etc. es cumplida sobre todo por mujeres.
La disponibilidad del tiempo para la tarea comunitaria es menos complicada para las separadas o
la soltera. En el caso de las presidentas casadas, sin embargo, el tener hijos mayores (que en
algunos casos no conviven con los padres) y relaciones matrimoniales más horizontales (por lo
menos en estos aspectos) no les obstaculiza su trabajo en la comisión. Estas mujeres han construido
parejas más democráticas que muchas otras de sus sectores sociales cimentadas a lo largo de los
años junto y en relación a una serie de actividades que han llevado a cabo allá del hogar y el trabajo
. Su propia historia entonces y el estar más desligadas de las labores hogareñas no sólo les posibilita
la participación sino que no las culpabiliza. Por el contrario, disfrutan de su acción comunitaria y
algunas bromean acerca ausencia de la casa. Nélida lo relata así:
«- Y su marido que dice del cargo?
- Del cargo? (se ríe) que nunca estoy en casa, eso ya no lo puede solucionar él. Toda /a vida ha
sido así. Antes, cuando los chicos eran chiquitos, salíamos, mi mamá conmigo, salíamos a ensayar
todas las noches y volvíamos a cualquier hora. Después seguía yendo él porque yo estaba en el
consejo, yo tenía reunión del consejo. Nosotros hemos sido muy independientes en ese sentido,
jamás hace un problema porque yo vuelva tarde ni yo a él porque vuelva tarde, nunca nos hemos
dado motivos, hemos sido muy independientes. »
En las entrevistas realizadas a las casadas no se advierten conflictos oste con sus maridos, más
bien, pactos o acuerdos apoyados en el cumplimiento tareas hogareñas o -en algunos casos-
compartiéndolas, y una gran confía si mismas para desempeñar las tareas comunitarias, lo que les
posibilita di de su tiempo.
En el patrón de socialización de estas mujeres, la política aparece con como una actividad que
para ellas debe estar justificada -frente a sí misma su familia-, legitimada comunitariamente y
enmarcada dentro de su rol de s de los demás. Sus prácticas, por lo tanto, remiten a referencias que
no la de su papel de esposa y de madre. Como lo dijo Victoria, que lo remarcó en una entrevista:
«Yo no te doy motivo a mi marido para que me reprocha porque cumplo lo que tengo que hacer
como esposa».
Tampoco la interacción con los miembros varones de las comisiones grandes enfrentamientos,
Más bien, ellos descansan en estas presidenta bien justifican la falta de tiempo de algunos varones o
les reservan algunos t específicos vinculados a la fuerza física, porque ellas u otras mujeres no
hacerlo,
¿Cómo puede ser interpretado esto desde la perspectiva masculina? Los entrevistados afirman
categóricamente que tanto mujeres como varones realizar las mismas tareas en las comisiones y que
en sus comisiones participan mucho las mujeres. Carlos (vicepresidencia ocupada por una mujer en
su comisión) dice:
« Yo creo que las mujeres tienen el mismo rol que el hombre. Nosotros tenemos la secretaria
que es una mujer, es la mujer que más trabajó al lado nuestro, de los hombres, Las mujeres tienen
el mismo rol que el hombre, si bien que todo pasa por mí, las mujeres pueden hacer todas las
tareas».
Esta apreciación que resulta muy autoritaria y responde al estereotipo masculino muestra un
estilo de resolución de tareas y modalidades de ejercicio de participación que también llevan a cabo
las mujeres presidentas. El liderazgo de presidentes y presidentas no sólo se ejercita en la presencia
constante en el barrio canalización de asuntos concretos, sino que, quienes han armado su lista han
recorrido el barrio no sólo para buscar apoyo eleccionario, sino para realizar un censo barrial que
les requiere la municipalidad. Esto les permite conocer e las opiniones y necesidades de los
vecinos, más que otros miembros de la funda la legitimidad de sus propuestas y finalmente de sus
decisiones.
Como opina Massolo (1992),»las relaciones sociales de género son un crucigrama de pros y
contras dentro de los hábitat populares y los movimientos urbanos (...).

Esto es porque a ciertos hombres las mujeres les deben la primera mano fraterna que las ayudó a dar
el brinco de cambio hacia espacios y objetivos de participación antes inimaginables». Así como las
mujeres sufren agresiones de todo tipo (y algunas casi ni se advierten pues se consideran
«naturales», otros las han estimulado a aprender, capacitarse, opinar, tomar la palabra en público,
desenvolverse como actores sociales y políticos. Una de nuestras entrevistadas, Amelia (separada)
manifestó: «Yo tengo que reconocerle a mi ex marido lo que él me enseñó, yo aprenda al lado de él,
y ahora hago las cosas sola».
También puede observarse personalidades decididas y luchadoras que han conseguido en otras
oportunidades logros positivos para el barrio, previamente al desempeño de la presidencia. Esto las
posición a favorablemente no sólo junto a sus convecinos varones sino también con respecto a otras
mujeres, que acompañan su accionar, más como ejecutaras que como decisoras «La Secretaria y yo
definimos las cosas y luego se las presentamos a la comisión» o «en las reuniones me dicen:
confiamos en lo que digas y en lo que decidas, te respaldamos en lo que hagas» son más o menos,
con leves variaciones las formas que adoptan estas mujeres para tomar decisiones y ejecutarlas. Sin
embargo, ellas dicen que intentan consensuar las decisiones, pero pareciera que en realidad, el
proceso previo de evaluar medios y fines, costos y beneficios, corre por cuenta exclusivamente de
las presidencias de las comisiones.
Esta racionalidad en algunos casos ha sido adquirida en las trayectorias anteriores a la
participación en las comisiones, pero también en el propio trabajo en las mismas. Ellas dan
explicaciones a sus prácticas sin realizar un discurso contestatario en términos de género. Así es
que no es válido clasificar sus planteos dentro de una dicotomía tradicional o feminista, sino que
creo que es la modalidad de construcción, acomodamiento y posibilidad que se está construyendo
actualmente en estas mujeres provincianas y que, tal vez, más adelante se animen a verbalizar otras
demandas que, no me atrevería a asegurar- por lo menos por la información contenida en esta
investigación- que no existen o que no se plantean.
¿En qué medida o en qué aspectos se alude hacia la discriminación femenina? De las cinco
separadas, tres reparan en algunas cuestiones que afectan la vida de las mujeres en general y muy
tangencialmente al trabajo en las comisiones; para la soltera no es un problema relevante en cuanto
a su propia experiencia, ya que por su trabajo (es ingeniera agrónoma) siempre ha tratado con
hombres y «de igual a igual».
Las casadas, refieren a la discriminación en general no incluyéndose y cuando se trata de la labor
vecinal, esta puede ser sorteada a partir de demostrar la concreción de acciones, lo que evidenciaría
igualdad y la posibilidad de llevar adelante la comisión, mencionan también la inclusión de sus
maridos en alguna tarea, tal vez para no despertar celos y no crear competencias.
La situación desventajosa de las mujeres (no preparadas para el espacio público, con escasa
trayectoria en la política) se compensaría con las cualidades «especiales» (que provienen del
maternaje según las feministas maternalistas) y posibilitan una cierta igualación con los varones y
un reconocimiento tanto de ellos como de sus congéneres.

Algunas conclusiones

El estilo participativo en las Comisiones Vecinales supone el acceso posible mujeres maduras, que
admiten que les agrada conducir la misma, pues encuentran ciertas posibilidades de autoestima
consigo mismas, dentro d grupos de pertenencia y su familia. Pero esta posibilidad no supone
plantear enfrentamientos ni rupturas de género, más bien son prácticas negociadas imagen
tradicional femenina, remozada en estos nuevos tiempos con la salida laboral y la participación en
instituciones.
Asumen sus tareas y dificultades con naturalidad, porque creen que tiene pelear como cualquier
persona, sólo al preguntarles específicamente si a las m las cosas les cuestan más admiten que sí,
pero sin enfatizarlo demasiadas. Las dificultades de las mujeres estarían compensadas por la
creencia en sus especiales, que motivan su altruismo, y que ellas integran con su autoestima. El
testimonio de Marta es revelador en este aspecto:
«Hay gente que no entiende la vocación de servicio, hay gente que se te dice para qué te metiste
en la comisión, todo el tiempo trabajando, porqué no vas a hacer deporte. También hay que pensar
en lo que dijo alguien de la vocación, porque es una vocación, pero también lo hacemos por
nosotras, la gente tiende que también lo hacemos por nosotras, porque haciéndolo nos sentimos
bien. En lugar de estar en la pileta tomando sol, estás en una fiesta del barrio, con calor. ¿Pero
por qué lo hacés? Porque tenés capacidad de dar, te sentís dándolo, la gente no lo ve así, no se da
cuenta. Uno lo hace por los demás , pero también por uno. »
Se ha podido también mostrar las características complejas del género femenino ya que este grupo
de mujeres no parecen dominadas ni subordinadas y la tienen parejas mantienen relaciones de cierta
autonomía y complementación.
Aunque participan en organismos surgidos del poder estatal patriarcal, que un tipo de
participación (recortada, no autónoma, sin permitir rupturas con las concepciones de género
predominantes), estas mujeres han procesado en sus experiencias personales una serie de cambios
que se han operado en las últimas décadas, tal vez más lentamente que en las grandes ciudades,
buscando a sus prácticas a las posibilidades que les marca la estructura social en la que inmersas.
La participación en las Comisiones Vecinales manifiesta entonces modalidad de la presencia
femenina en las organizaciones actuales, lo que también complejiza la visión de las organizaciones
de mujeres.
Si bien nuestras entrevistadas están al tanto de los nuevos roles de las mujeres, ya sea a nivel
nacional e internacional, no mencionan para nada las experiencia locales de sus congéneres. Esto
les permite mostrarse informadas, pero a distantes y no comprometidas con las problemáticas que
están más cerca. Ni reconoció la existencia de la Agrupación de Amas de Casa y tampoco se no las
Mujeres Agropecuarias. El concepto tradicional y hegemónico de la política marginado el
reconocimiento de los escenarios y modalidades que corresponden con los códigos convencionales,
invisibilizando y quitando legitimidad a las acciones de las mujeres. En estas mujeres, la presencia
e intervención otras comprovincianas y vecinas de sus propios barrios, no se registra como
significativa y como contribución a la experiencia de las mujeres en general, reproduciendo la
concepción tradicional de la política.
Aunque en la construcción de su identidad, no se relata haber registrado la historia de mujeres
cercanas, como las de su propia provincia, a algunas no se les escapa la posibilidad de marcar un
camino para otras, como lo dice Mirta:
«Sí, la gente podrá pensar que una es tonta, que puede ocupara¡ tiempo en otra cosa, pero yo
pienso que te das un ejemplo también a otras mujeres como para que se incorporen, no sé si a
una comisión vecinal, pero en muchos lados se puede trabajar desde lo social, a alguien le
puede servir, si hay mujeres que el marido no las deja ir, que vea que hay mujeres que están
participando y que pueda hacerlo, aunque sea en una comisión de cooperadora.
Estas mujeres, si bien con experiencias anteriores en cooperadoras escolares, algunas en sindicatos
y otras en partidos políticos (experiencias sin duda nada desdeñabas para el género femenino), están
construyendo prácticas políticas desde una institución de servicios, en un espacio público y
publicitario, y a partir de estas prácticas, nuevas subjetividades que podrán retomar las que vengan
más adelante.
BIBLIOGRAFIA

- Comisión Económica para América Latina y el Caribe, 1996: Mujer y Política: complejidades y ambivalencias de una relación.
Documento LCIR.1643 - DI LISCIA, María Hermínia B., 1993: Participacíón en el espacio local Una organización de mujeres en la
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Colegio de México, 1992.
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ante la recesión .Venezuela, DAWN/MUDAR y Ed. Nueva Sociedad.
- TORRADO, Susana, 1992: Estructura social de la Argentina, 1945-1983, Buenos Aires, Ediciones de la Flor.

Se trata de una parte de la investigación: «Participación y protagonismo en la política local. Las relaciones de género en las
Comisiones Vecinales de la ciudad de Santa Rosa».

Comentario

"Llenar el vacío en el área de conocimiento de las prácticas públicas de mi a partir de su


inserción en organizaciones comunitarias de servicios: las Cornis, Vecinales", es sin duda un
propósito valioso y necesario. Valioso porque contribuye a poner en relevancia espacios y formas
de participación de las mujeres de sectores medios bajos y pobres - que no presentan el 'glamour"
feminista de organización movimientos de mujeres que despiertan particular interés y admiración -,
como son las Comisiones Vecinales, mixtas y vinculadas al poder institucional de los municipio
trabajo de Di Liscia. Necesario porque las lagunas de conocimiento son bache: obstaculizan el
desarrollo de los estudios de la mujer y, en consecuencia, debilite bases de nuestras
argumentaciones en los distintos campos donde hay que dar lucha por los derechos y la
emancipación de las mujeres. Se destaca en este estudio la importancia del espacio local para la
vida publica de las mujeres, al estar mas vinculado a los valores de lo comunitario y solidario
propiciando la participación de las mujeres, que no surge de la nada sino de antecendentes de
experiencias previas en instituciones intermedias. Interesante, además, el juego de las relaciones
sociales de genero al interior de la dinámica de gestión de las Comisiones con la típica delegación
de múltiples tareas a las mujeres en las Comisiones presididas por hombres hecho, comprobado en
diversos estudios de otros países, de que las mujeres sepa o solteras, y aquellas que han constituido
parejas mas democráticas, disponen de tiempo para dedicarse a las actividades de la organización
vecinal, pueden desligarse mas de las labores domésticas y la participación no las culpabiliza,
disfrutando acción comunitaria.

Magister Alejandra Massolo


Socióloga - Universidad Nacional de/
Comahue
EL TRABAJO FEMENINO EN SU D0BLE DIMENSIÓN:
DOMÉSTICO Y ASALARIADO

Double Constraints of womens activities:


Home work responsabilites and employment

Nélida Bonaccorsi
Directora de/ Centro Interdisciplinario de Estudios de Género
Facultad de Humanidades, Universidad Nacional de/ Comahue

Resumen

En este artículo presento una exposición y reflexión sobre el mundo del trabajo de la mujer.
Analizo por un lado, la desvalorización del trabajo doméstico, por ser gratuito, en una
sociedad donde todo se mide por lo monetario. Y por otro lado, de que manera el lugar que
ocupa la mujer en la familia se expresa en la discriminación en el mercado laboral para
acceder a un puesto de trabajo o para capacitarse y ascender a lugares de planificación y
determinaciones.

Palabras claves: Trabajo asalariado, trabajo doméstico, división sexual del trabajo,
producción reproducción, discriminación.

Abstrat

Based on the complexity of women's duties, this paper examines the relationship between
domestic, unpaid work and female labor force participation. Home based activities are often
considered unproblematic, "natural", and thus unimportant as activities in a money-based
economical society. At the same time, one implication is that women's household
responsibilities can reinforce an exclusionary process that produces and maintains
occupational segregation.

Key words: paid work, home work, sexual difference on labor market, production/
reproduction, discrimination.

Sumario:

1 - División sexual del trabajo - 2 - Producción/reproducción - 3 - Trabajo familiar/ trabajo


asalariado - 4 - Discriminación ocupacional por género.

Los estudios recientes sobre mujer y trabajo (Balbo, L. 1996; Witz, A. 1997; Rodriquez, A, 1998,
entre otros) han abordado el trabajo femenino desde dos dimensiones, el doméstico y el remunerado,
íntimamente relacionados en la vida cotidiana de la mujer. Una de las críticas que estas
investigaciones realizan se refiere a que, al hablar de la mujer trabajadora, se deja de lado su otro
trabajo, el familiar, debido a que en un sistema cuyos valores son los monetarios, se ignora las
actividades gratuitas de las mujeres, por lo tanto se considera trabajo sólo el remunerado. Otro de los
debates trata que el mundo del trabajo se centra en el hombre. Por lo tanto, la categoría de mujer
trabajadora se diluye en el conjunto de la clase obrera como si ésta tuviera un solo sexo.
En general, se acostumbra mencionar el concepto neutro de clase trabajadora sin hacer ninguna
referencia al sexo de los actores sociales, como si el lugar en la producción fuese un elemento
unificador que comprendiera una serie de comportamientos y actitudes relativamente un unívocos
(Hirata, H. y Keogart, D. 1989). Es decir, la invisibilidad del trabajo de la mujer se perfila en su
doble dimensión.
En este artículo pretendo centrarme en los dos aspectos del trabajo femenino. Abordo la
exposición desde la división sexual del trabajo convertida en división genérica sesgada de
subordinación, prestigio y poder, hasta cómo dicha división se refleja en la discriminación efectuada
en el trabajo asalariado. Para una mejor comprensión del debate recurro a especialistas que han
deconstruido y construido algunos conceptos sobre este tema.

1 - División sexual del trabajo

La división sexual del trabajo practicada en la mayoría de las sociedades y realizada en sus inicios
para poder conseguir un mayor rendimiento en la producción y reproducción se fue convirtiendo con
el tiempo en una herencia cultural-ideológica entendida como división de subordinación y
fundamentada como lo natural. Si bien la fuerza física de los individuos fue una forma de división
sexual del trabajo, -caza/ guerra para los hombres y recolección/ reproducción para las mujeres-, en
épocas de tecnología la avanzada donde no es necesario la fuerza física sino la habilidad, la eficiencia
y la responsabilidad, la división sexual del trabajo continúa con pautas primitivas. La distribución de
roles se asienta en la separación entre el trabajo remunerado, identificado como productivo, y el
trabajo doméstico definido como improductivo. Estos dos tipos de trabajos tienen consecuencias de
envergadura en el mercado laboral. Por un lado, en la valoración pensada en términos monetarios y
por el otro, en la imposibilidad de las mujeres de acceder a cargos considerados tradicionalmente
masculinos.
La división sexual del trabajo se transforma en una división de géneros. Por lo tanto, el "sistema
de sexo-género", construcción social-histórica-simbólica de la interpretación de las distintas
anatomías de los sexos, organiza a la sociedad en tomo a la división funcional de los sexos y así los
sujetos sociales viven de tal modo su experiencia (Saffioti, H. 1992). En esta etapa post-industrial
cada vez más las mujeres tienen que entrar en el mundo del empleo remunerado para asegurar la
supervivencia de la familia. Se abren posibilidades de inserción femenina en el ámbito público, pero
no en igualdad de condiciones, esta desigualdad marca la continuidad patriarcal existente en la
división sexual del trabajo doméstico y salarial.

2 - Producción /reproducción

En los colectivos feministas existe un sistemático propósito de deconstruir categorías entendidas


como universales y a la vez construir un corpus teórico, permita esclarecer las significaciones del
mundo del trabajo de la mujer. Al teóricas marxistas han abordado el estudio lo de la relación
producción-reproducción revisando el paradigma marxista conocido como el desplazamiento del
paradigma de producción. Reformulan la teoría de la producción confrontando este concepto con
otro, el de reproducción. La crítica a la teoría de Marx la centran en la ausencia de la mujer en el
análisis de la reproducción que el marxismo ha definido sólo como reproducción de la fuerza de
trabajo sin asignarle sujeto concreto. Marx en sus escritos describe un mundo masculino y omite la
experiencia de las mujeres feminismo marxista, si bien reivindica el pensamiento de Marx en cuanto a
la t crítica sobre el sistema capitalista, parte del hecho de que las categorías económicas no son
suficientes para explicar la opresión de la mujer.
Veamos sus argumentos. Julie Mitchell 1 sostiene que la subordinación femenina puede
entenderse desde una teoría amplia que dé cuenta del hecho universal opresión de la mujer, y a la vez,
lo suficientemente específica para no perder las peculiaridades históricas que se han desarrollado a lo
largo del tiempo. Así la trabajadora sufre una doble opresión: por un lado la explotación (compartid
los varones) que le inflige el sistema capitalista y por otro la peculiar de las mujeres por su sexo, en la
esfera pública y en el seno de la familia. La autora mencionada señala que no son cuestiones
económicas las que tienen primacía en la economía doméstica sino propias del sistema patriarcal que
es responsable ideológico diferenciación del género.
Según Linda Nicholson (1990: 47/48) las marxistas feministas han critica utilización de la
categoría de reproducción en la teoría de Marx porque ha relacionado la producción con las
actividades de elaboración de alimentos y objetos (mercancías, en el sistema capitalista por su valor
de cambio) quedando eliminada de este modo otras actividades que han sido un componente de
género. La autora expone que para salvar dicha falencia se perfilan dos repuestas: una la de 0'Brian
que sugiere agregar junto a la categoría de producción económica la de reproducción y otra la de
Ferguson y Flobre que proponen la categoría de "producción afectivo-sexual". Concluye Nicholson:
"en la medida que el marxismo interpreta que la producción es necesariamente distinta de la
reproducción son falsamente universalizados algunos aspectos de la sociedad capitalista, resultando
oscurecidas las relaciones de género".
Por otra parte, Nancy Armstrong (1 990:43) amplía el concepto de reproducción indicando que es
un término que se ha constreñido sólo en el entorno familiar reproducción biológica y social sin tener
en cuenta que esta última también realiza en otros ámbitos, por ejemplo la escuela y los medios de
comunica Muchas veces la familia mantiene su poder de reproducción social en el nivel del discurso
y no en la práctica que suele ser reemplazada o complementada por instituciones.
Los estudios sobre la vida laboral femenina, han sido críticos al marxismo también al liberalismo
puesto que dan siempre por supuesto que es posible investigar sobre la actividad económica de los
sujetos de una sociedad prescindiendo de la - ¿O es que se olvidan que el trabajador (hombre) puede ir
a su vida doméstica
trabajo liberado de las tareas del hogar (por lo tanto de su subsistencia) gracias que esas actividades
las realiza una mujer de forma no remunerada (esposa o madre)?

3 - Trabajo familiar /trabajo asalariado

Generalmente las mujeres en la esfera privada privilegian lo doméstico dejando de lado un mundo
privado / individual, espacio para la construcción de la individualidad.
Esto restringe lo afectivo, lo lúdico, lo dialógico. Las restricciones son producto que las mujeres al
incorporarse en el mercado laboral no han pactado una corresponsabilidad
doméstica con sus cónyuges, en algunos casos sólo han solicitado colaboración o ayuda.
El privilegio de la esfera publica se asocia con los criterios aparentemente universales que rigen la
sociedad civil que son en realidad la noción liberal de "individuo' igual a "individuo varón". Celia
Celia Amorós (1 997: 435) subraya que en el espacio doméstico no se desarrolla precisamente la
individualidad de la mujer, sino posibilidad del ejercicio de la
libertad del varón, que es en el espacio público. Por lo tanto ,el desarrollo del hombre en lo publico
puede realizarse en la medida que lo domestico esté garantizado por la mujer. Ante este argumento
nos surge la inquietud de observar dependencia masculina en los asuntos domésticos. La mujer
cuando realiza tareas remuneradas divide su tiempo en trabajar afuera y adentro de la unidad
doméstica, en los hombres esto no es común porque tiene cubierta la esfera doméstica por la mujer.
Pero a la vez, esa doble jornada las dificulta para realizar otras actividades (intervenir en el campo
político, sociocultural). Nos preguntamos ¿cuál es la vida privada del hombre? El tiempo de su vida
privada es el recogimiento en la familia después de una jornada de obligaciones y prestaciones
públicas. El término "privado" en las mujeres carece de ese valor, se subsume con las obligaciones
del hogar.
El trabajo familiar ha sido motivo de minuciosa investigación y sistematización puesto que es
ignorado y desvalorizado en una sociedad donde todo se mide de acuerdo al valor económico. Así,
Marina Bianchi (1 994) ha clasificado las tareas del hogar que realizan las mujeres en: reproductivas
(procreación, chanza, educación, socialización); domésticas (mantenimiento de la ropa, comida,
compras, limpieza); burocráticas (relacionadas con los servicios, las instituciones) y asistenciales
(cuidado de las personas enfermas, ancianas o discapacitadas), Evidentemente, todas estas actividades
se realizan en forma gratuita, por lo tanto no contabilizadas en el volumen de la fuerza de trabajo de
las personas económicamente activas de un país. Aunque el conjunto de las labores y capacidades
que conforman la producción femenina si se la incluyera en la esfera remunerada posibilitaría su
valoración en el mercado laboral.
El mercado de trabajo condiciona la presencia femenina debido a un estereotipo de género muy
arraigado que le impide acceder a algunos puestos o aspirar a un ascenso. El mundo capitalista, no
contempla a la trabajadora corno una persona que ocupa una posición dentro de una unidad doméstica
la cual es parte de una estructura social más amplia. Es decir, no tiene en cuenta que el lugar de la
mujer en la sociedad también está determinado por su papel en la familia. desvalorización se refleja en
los puestos que desempeñan, en general, siempre constituyen una prolongación de la asistencia
realizada en el ámbito doméstico, Las destrezas asistenciales de las mujeres determinan que sean
solicitadas ciertos empleos, en especial aquellos no asumidos por los hombres como CL niños,
enfermos, ancianos o realizar tareas industriales monótonas y repetitivo En el imaginado colectivo 3
se cree que estas mismas capacidades las aparta los lugares de decisiones. Por esta razón las mujeres
a menudo se ven excluidas de la planificación y del modo de efectuar su trabajo.
La duplicidad de las tareas cotidianas femeninas, las concernientes al espacio doméstico y las que
deben cumplirse en el mercado laboral, ha sido denominada doble presencia. Es decir, la mujer
siempre incorpora a su puesto de trabaje condiciones de la presencia a tiempo parcial (aun cumpliendo
8 horas diarias) puesto que nunca abandona su otra dedicación parcial (Balbo, L. 1994:509). Es así,
como el mercado de trabajo capitalista se ha inclinado para determinados trabajos esta mano de obra
puesto que es barata (pocas veces presenta la antigüedad suficiente por su discontinuidad o trabaja a
tiempo parcial) y a la vez es flexible debido a que se puede prescindir de ella, reducir las horas de
trabajo, etc.
Entre las mujeres trabajadoras, la obrera es la que más sufre la doble jornadas no contar con ningún
tipo de ayuda doméstica 4 y es la que asume la múltiple maternidad como obligación y no como
elección. Victoria Sau (1993) considera que la discontinuidad en el trabajo es propia de las mujeres
en su etapa reproductiva. Las mujeres trabajan en mayor proporción en la primera juventud hasta el
momento de casarse o convivir con un hombre, luego se dedican al hogar ya sea definitivamente o
bien hasta que las hijas y los hijos les permitan reinsertarse en el mercado laboral .La reincorporación
al trabajo remunerado generalmente es decidida como estrategia relacionada con el presupuesto
familiar. Pero también en muchos casos con la convicción que el trabajo extradoméstico les permite
un desarrollo humano social. No obstante, ya no lo hacen en las mismas condiciones, han perdido
prácticas actualización, posibilidad de ascenso, años para la jubilación.

4 - Discriminación ocupacional por género

Como hemos mencionado el acceso de la mujer al trabajo asalariado condicionado por el lugar que se
determina debe ocupar en la sociedad. Por razón, la selección de personal que se realiza en el
mercado laboral en genero, efectúa con formas de discriminación ocupacional por género practicada
ya se forma implícita o explícita. ¿Cómo se puede determinar que las mujeres su discriminación en el
trabajo?
Si bien, la remuneración es el objeto de discriminación por razón de sexo antigua, en la actualidad
presenta aspectos diferentes. La discriminación puede estar explícitamente escrita en las leyes
laborales o convenios colectivos que resultan de fácil constatación. Pero también está presente en
actitudes implícitas, por eje en las ofertas de tipos de empleos, en los criterios de selección, en el
restringido acceso a la formación profesional, en la importancia de trabajos “de mujer” en relación a
la importancia de los trabajos "de hombre", en la atribución sistemática de calificaciones inferiores o
la imposibilidad de acceder a la escala de categorías y también en los despidos o formas encubiertas
de los mismos (contratos a término, jubilación anticipada) (Ballester Pastor, A. 1 994).
Sin embargo, el Derecho Internacional, básico en materia de igualdad salarial, está constituido por
diversos instrumentos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que establecen la no-
discriminaci6n en la remuneración por razón genérica. Uno de los instrumentos clave en esta cuestión
es el convenio nº 100 relativo a la igualdad de remuneración entre la mano de obra masculina y la
mano de obra femenina por un trabajo de igual valor, adoptado por la OIT, el 26 de junio de 1951. En
el artículo 2 del mencionado convenio se lee: "Todo miembro deberá, empleando medios adaptados a
los métodos vigentes de fijación de tasa de remuneración, promover y, en la medida que sea
compatible con dichos métodos, garantizar la aplicación de todos los trabajadores del principio de
igualdad de remuneración entre la mano de obra masculina y la femenina por un trabajo de igual
valor'.
A tales efectos se señala que: "Este principio se deberá aplicar sea por medio de: a) la legislación
nacional, b) cualquier sistema para la fijación de la remuneración, establecido o reconocido por la
legislación, c) contratos colectivos celebrados entre empleadores y trabajadores y d) la acción
conjunta de estos diversos medios". Igualmente importante es el artículo 14 del convenio 117 relativo
a las normas y objetivos básicos de la política social, adoptado por la OIT en 1962. En él se establece,
como fin propio de estas actuaciones, la erradicación de "toda discriminación entre los trabajadores
fundada en motivos de sexo (... ) en materia de tasas de salarios, las cuales deberían fijarse de acuerdo
con el principio de salario igual por un trabajo de igual valor, en la misma operación y en la misma
empresa". Para ello propone la adopción de "...todas las medidas pertinentes a fin de reducir cualquier
diferencia en las tasas de salarios que resulte de discriminaciones fundadas en motivos de sexo, raza,
religión o política, elevando las tasas aplicables a los trabajadores peor pagados".
La ONU, en 1979, adoptó la "Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación
hacia las mujeres". Recién después de la Conferencia Internacional de las Mujeres en Pekín, 1995, la
mayoría de los países miembros, entre ellos la Argentina, ratificaron dicha Convención. En forma
clara está escrito en las normas, pero ¿se aplica en la realidad en toda su magnitud ?
Sobre las formas de discriminación ocupacional por género Ann Witz (1997) afirma que se pueden
percibir solapadamente dos dimensiones: una, la horizontal, describe el hecho de que las mujeres y los
hombres están comúnmente trabajando en diferentes clases de ocupaciones, y otra, la vertical,
especifica cómo las jerarquías ocupacionales son también construidas como jerarquía las de género.
La confluencia de factores económicos, estructurales e ideológicos del sistema capitalista explica la
conformación de empleos típicamente femeninos y la segregación de las mujeres en las tareas de
menor calificación. No obstante, las tareas efectuadas generalmente por los hombres comienzan a ser
campo competitivo también de las mujeres debido a la posibilidad del acceso al conocimiento y a la
información. ¿Por qué entonces, no tienen igualdad de oportunidades en el empleo? Una de las
respuestas podría ser que el imaginario colectivo elabora modelos de los sujetos sociales según el
género: la mujer contenida en la vida doméstica y el hombre dedicado a la esfera pública. La
organización de la sociedad y las tradiciones culturales basadas en las relaciones sexuales patriarcales
obstaculizan el desarrollo de la mujer. Aún después de su inserción laboral, tiene dificultades para
acceder a puestos de trabajo mayor jerarquía y menos aun a los cargos de mando y decisión porque el
modelo, femenino de vida cotidiana está fragmentado en esposa, madre, ama de casa y por último
trabajadora. En cambio el modelo masculino se perfila en hombre trabajador y luego jefe de familia
En síntesis, en una sociedad donde priman los valores económicos, el tener trabajo es un indicador
de la identidad de las personas. En estos tiempos de difícil inserción laboral y en especial en el caso
que nos ocupa, las mujeres, obligación replantear la estimación del trabajo y el reparto del mismo.
Creemos que sólo e medida que las tareas domésticas sean valoradas como trabajo, en la mis
dimensión que el asalariado, se podrá competir por igual en la distribución de ambos y la
discriminación por razón de género tendería a desaparecer.

CITAS

1 Citado por MOLINA PETIT, C. (1994). Dialéctica feminista de la Ilustración, Madrid, Antropos 207.
2 Muchas mujeres al tener una independencia económica invierten parte de su salario en la compra de electrodomésticos y otras ayudas
(comidas preparadas, ropas confeccionadas, empleadas domésticas, guarderías infantiles, etc.) que les permiten insumir menos tiempo. En
la realidad, la mujer invierte parte de su salario para estas "ayudas' y no soluciona el problema de fondo, es decir el trabajo doméstico
compartido con el hombre.
3 La feminista radical Shulamith FIRESTONE en su libro La dialéctica del sexo, (citado por PATEM C. 1996) sostiene que la naturaleza de
la mujer es la única causa del dominio de los hombres, Red la historia de la relación femenino/ masculino a naturaleza /cultura. Señala que
el origen del dualidad reside en la propia biología y en la procreación, una desigualdad natural u original que es la básica la opresión de las
mujeres y la fuente del poder masculino. Los hombres, al confinar a las mujeres espacio de reproducción (a la naturaleza), se liberaron así
mismos 'para los negocios del mundo de esta forma crearon y controlaron la cultura. 'La liberación de la mujer vendrá cuando la
reproducción artificial reemplace su cuerpo entonces lo privado quedará abolido y los individuos interactual como iguales en las dos
esferas". A mi entender, este tema enfocado desde un pensamiento la feminista tiene ideas rescatables. Por ejemplo, los medios
anticonceptivos (que permiten la planifica familiar) y algunas formas de reproducción asistida (en la actualidad demasiado manipuladas
intereses económicos), tendrían que ser controladas por el colectivo femenino, no prohibid impuestos como control a la procreación, función
culturalmente obligada' a toda mujer.
4 Cornelio CASTORIADIS, en La institución imaginad de la sociedad (Barcelona, Tusquet, 1 manifiesta que cada sociedad constituye un
sistema de normas, valores, instituciones, orientaciones, de fines de vida colectiva y de vida individual. En el núcleo de estas formas se h las
diferentes significaciones imaginadas sociales.
5 Citado por SALDAÑA, E. (1997) "Discriminación salarial' en PEREZ DEL RIO, T. (coord.) discriminación por razón de sexo en la
negociación colectiva. Madrid, Instituto de la Mujer, p. 1 998/ 9.
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Comentario

Este trabajo de Nélida Bonacorsi pone en el centro del análisis la desvalorización del trabajo
doméstico y la situación de la mujer dentro de la familia, para lo cual recurre
a considerar los dos aspectos del trabajo femenino: el doméstico y el de la esfera pública.
Señala, junto con las autoras que más recientemente se han abocado al tema, que el trabajo
doméstico es ignorado debido a la distorsión de una sociedad que todo lo mide en términos de
dinero o salario. Por otro lado, el trabajo de las mujeres en el mundo público también está
invisibilizado. Es decir que desvalorización e invisibilidad
son las dos constantes que se analizan en este trabajo.
Un punto interesante de este aporte es el que focaliza sobre la diferente realidad la que alude
la expresión 'vida privada' cuando se refiere el varón y cuando se refiere
· la mujer. En el primer caso "el tiempo de su vida privada es el recogimiento en la familia
después de una jornada de obligaciones y prestaciones públicas." En cambio
. el término 'privado' en las mujeres carece de ese valor, se subsume con las obligaciones del hogar.
Nélida Bonacorsi pone el énfasis en el hecho de que la sociedad capitalista no considera a la
mujer trabajadora en su doble papel y en la doble jornada que debe
realizar. Este sistema ignora que 'el lugar de la mujer en la sociedad también está determinado por su
papel en la familia".
Y agregamos: no podría ser de otra manera, ya que la esencia de este sistema patriarcal- capitalista es,
justamente, ignorar la condición humana y considerar sólo a las personas en términos de producción y
rentabilidad.
Se detiene la autora en señalar que las mujeres que más sufren los efectos de la doble jornada son las
de la clase asalariada porque son las que al volver al hogar no cuentan
con ningún tipo de ayuda extra-familiar.
Pero además de esta carga extra derivada de esta duplicidad de jornadas sin que medie algún
tipo de ayuda, las mujeres sufren la discriminación y la segregación¿ los puestos de trabajo.
Otra vez es el sistema capitalista el que demanda la existí de empleos típicamente femeninos
discriminando y segregando a las mujeres.
Es la misma sociedad patriarcalista y el sistema capitalista los que si sosteniendo un modelo
femenino fragmentado que mantiene la secuencia esposa, madre-ama de casa- trabajadora; y en
cambio, coloca en primer lugar varón traba y luego jefe de familia.
Es de destacar la conclusión de Nélida Bonacorsi quien enfatiza que "sólo la medida que las
tareas domésticas sean valoradas como trabajo, en la m dimensión que el asalariado, se podrá
competir por igual en la distribución de ambos y la discriminación por razón de género tendería a
desaparecer."

Hilda HABICHAYN Secretaria General del CEIM Coordinadora Académica de la Maestría


'El Poder y la Sociedad desde la Problemática del Género‘ ,Facultad de Humanidades y Artes, UNR.
Y QUE CUMPLAS MUCHOS MÁS...
(Abuso, maltrato y abandono:
la cara oculta de la mayor longevidad femenina)

Happy Birthday to you...


(Abuse, mistreatment and neglect:
the hidden face of the female's longevity)

Liliana Gastrón

Docente Investigadora de la División Sociología, Miembro de/ Área Interdisciplinaria


de Estudios de la Mujer Depto. de Cs Sociales, UNLU,

Resumen

Actualmente el abuso o maltrato a la vejez es la cara oculta del envejecimiento de la población. En la


medida en que hay cada vez más viejos /as que requieren ser atendidos /as, por sus hijos se han
incrementado las situaciones de maltrato por parte de miembros de su familia. Las víctimas son
generalmente mujeres de 75 años y más. que dependen de otros para su cuidado y protección.

Palabras clave: mujeres ancianas, abuso contra la vejez, violencia familiar, abandono

Abstract

Elderly abuse is considered today the hidden face of the aging population. Situations where older
people become the victims of abuse by family members can are increasing as greater number of parents
live into old age and require care from their children. Victims are often older women, from 75 years
and older, who are dependent on others for care and protection.

Key words: older women, elder abuse, family violence, neglect

Sumario:

1 - Definiendo el maltrato - 2 - Las causas - 3 - Tipos de abuso -4 - La intervención profesional

El mundo está envejeciendo. De acuerdo con las Naciones Unidas la población mundial irá
creciendo de 5.700 millones de personas en 1995 a 9.400 millones en el 2050, 10.400 millones en el
2100, hasta estabilizarse en unos 1 1.000 millones alrededor del 2200. Seguramente ninguno de
nosotros vivirá entonces para saber con certeza si los cálculos no está equivocados.
El tamaño de crecimiento de la población mundial está de acuerdo con una amplia sustitución en la
estructura por edad de la población. La edad mediana de la población crecerá de 25,4 años en 1995 a
36,5 años en el 2050 y llegará a los 42,9 años en el 2150.
La declinación de las tasas de fertilidad y de mortalidad van a acompañar el envejecimiento
poblacional. Quienes tengan 60 ó más van a pasar de un 10% en 1995 a un 31 % en el 2150.
El número de personas de 65 años y más va a incrementarse en 380 millones, que implica un 7%
sobre el total global de población de 5.800 millones en 1996; quienes tienen 80 años y más eran más del
16 % de los de 65 y más.
Pero los grupos etarios no son para nada homogéneos si analizamos las cifras según el género. En
1996, la proporción de mujeres era del 55% entre las personas de 65 y más; esta cifra ascendía al 65%
en el grupo de 80 y más. Es decir que la población se feminiza cada vez más por la cúspide.
En el lustro 1990-1995, las regiones más desarrolladas exhibían una expectativa de vida promedio de
74,2 años. Japón, con una media de 79,5 años, Islandia con 178,7 y Suecia con 78,1 tenían los mayores
valores. Y aquí nuevamente el diferencial por género se hace más notorio. El Informe de las Naciones
Unidas 1998 destaca que en los países industrializados la expectativa de vida para las mujeres en el
mismo período era de 77,9 años y para los hombres de 70,4 años; es decir que una niña nacida en ese
lustro en la región aspiraba a vivir 7 años y medio más que un varón..En Japón, la expectativa es la
mayor del mundo: 82,8 años para las mujeres y 76,7 años para los hombres; le siguen Francia, con 82,6
años y 74,4 años, y Canadá con 81,8 años y 76,3 años, según el género.
Estas cifras son muy distintas en otros contextos geográficos. Así en los países más pobres, al sur
del Sahara, las mujeres aspiran a tener una longevidad de 52,2 años y los varones de 49,1 años; siendo la
diferencia por género mucho menor. El caso más dramático es el de Sierra Leona, con una expectativa
de 34,7 años en 1995, siendo de 31,5 años en 1960. La diferencia en géneros revela 36,3 para las
mujeres y 33,3 para los hombres.
En Latinoamérica y el Caribe, la esperanza de vida en promedio es de 69,2 años, correspondiendo
72,3 años para las mujeres y 66,1 años para los hombres. En nuestro país hemos superado estos
números; una niña nacida en esta época tiene una expectativa de 76,2 años, un varón en cambio, 69, 1,
esto es, siete años menos. Entre nuestros vecinos, Chile nos aventaja, con una expectativa femenina de
78 años, y masculina de 72,2 años; en Uruguay los datos son de 75,9 años para las mujeres y de 69,5
años para los hombres; en Paraguay, los números plantean 71,4 y 66,8 años respectivamente; en Brasil
es de 70,7 años para mujeres y 62,8 años para los varones, y finalmente, Bolivia muestra sólo 62,1 años
para mujeres y 58,9 años para varones.

En resumen, una niña chilena puede hoy aspirar a vivir casi veinte años más que un niño boliviano.
Y veinte puntos es muchísimo ... si estamos hablando en términos de vida humana, pues no se trata de
meras cifras.
Las diferencias de género no siempre han favorecido a las mujeres, Así, e Reino Unido, por ejemplo,
la expectativa de vida en 1901 era de 49 años pare hombres y de 45 años para las mujeres; para el 2001
será de 80 años pare mujeres y de 75 años para los hombres.
Las cifras más significativas se relacionan con los muy mayores. En el Reino Unido, en 1994 había
8000 personas centenarias (1 00 años o más), de las cuales 7000 eran mujeres. Se estima que para el
2031 van a vivir 34000 personas de este grupo, 28000 de las cuales serán del sexo femenino. Esto nos
remite al tema de feminización de la cuarta edad.
Según documentos de las Naciones Unidas sobre las mujeres de edad diferencia de género en la
expectativa de vida crece con la edad; casi las terceras partes de los muy mayores son mujeres. Aunque
muchas de ellas independientes, en esta etapa el cuidado y el apoyo en la vida cotidiana se vuelven cada
vez más importantes.
La tendencia actual a derivar en la familia los sistemas de sostén ha incrementa la demanda de los
cuidadores informales. En todo el mundo, son principales las mujeres los que se hacen cargo de los
familiares más viejos. La sociedades garantizan a través de ellas que se van a realizar estas tareas
gratuitas priva a las mujeres de otra elección y pueden limitar sus posibilidad realización. Muchas
mujeres se sienten cortadas por la mitad entre las necesidades de sus hijos y las de sus padres mayores.
Y aún más, las mujeres que han ingresado masivamente al mercado laboral deben enfrentarse con
dobles o triple cargas generadas en el rol de cuidadora trabajo doméstico, las necesidades de su familia y
su empleo.
Dado que las mujeres viven más que los hombres, hay un mayor porcentaje hogares unipersonales
femeninos que masculinos. En nuestro país, por ejemplo último censo puso de relieve que si bien sólo
el 4% de la población vive sola, cifra trepa al 12% entre los hombres de 65 años y más y al 22% entre
las muja de esa edad (en la ciudad de Buenos Aires, el 29% de mujeres de 65 años y vive en hogares
unipersonales). En los Estados Unidos, 30% de personas di años y más viven solas, y el 80% de ellas
son mujeres. En Suiza, cuatro veces mujeres que hombres viven solas, en Alemania esta cifra es mayor
pues v solos el 37% de mujeres y el 6% de hombres de dicho grupo etario.
En cuanto al estado conyugal las cifras son muy dispares entre los géneros casi todos los países las
viudas sobrepasan a los viudos. En África y en Asia, 10 del 50% de las mujeres de 65 años y más son
viudas, en comparación con el 20% de los hombres. En Argentina, existe un 24% de hombres viudos y
un 60 º/o casados de 75 años y más frente a un 69% de viudas y un 17% de casadas de la misma edad.
Aquí podemos detener todos los cálculos y empezar a preguntarnos qué p con la mayor cantidad de
años de vida.
¿En qué condiciones llegaremos, si llegamos? ¿Cómo viviremos después de la jubilación? ¿Qué
significa superar los 80 años? ¿Por qué se habla de la cu edad? ¿Más vida es mejor vida? ¿Con quién
estaremos en esta última etapa?
Los estudiosos de la gerontología plantean los 80 años como la edad límite para la cual comienzan
las dificultades en la vejez. Si bien esta etapa no es una enfermedad en sí misma, la morbilidad crece
con la edad: en cierto momento ser viejo es casi equiparable a estar enfermo. A esta edad se habla de la
pluripatología, y de una creciente dependencia, que puede ser psíquica y/o física, producto generalmente
de enfermedades crónicas, o como secuela de accidentes.
A este cuadro de dependencias debe añadirse la económica, toda vez que no siempre los haberes
jubilatorios permiten hacer frente a estas circunstancias, y muchas veces los regímenes de seguridad
social no cubren la totalidad de las prestaciones que se requieren.
Las mujeres tienen un mayor riesgo de enfrentarse con enfermedades crónicas y discapacidad, La
ventaja femenina en cuanto a expectativa de vida quedará compensada a menudo por la discapacidad.
El concepto de expectativa de vida saludable es usado refiere al promedio de años que una persona
espera vivir libre de limitaciones funcionales. Es difícil comparar las mediciones de este parámetro
entre países. Diversos estudios realizados en países desarrollados y en desarrollo permiten afirmar, sin
embargo, que las mujeres que alcanzan los 65 años esperan pasar el resto de su vida con discapacidades
funcionales en mayor proporción que los hombres.
En la gran edad, el tema del cuidador y de los cuidados adquiere importancia; la familia, entorno por
excelencia adquiere un rol primordial. Sin embargo, los cuidadores no siempre cumplen el rol asignado;
muchas veces ocurren situaciones no deseadas. En este trabajo hemos intentado descorrer el velo, que
oculta la verdadera cara de la longevidad.

1 - Definiendo el maltrato 1

No existe una única definición de abuso o maltrato, sino varias; cada una de las cuales enfatiza algún
aspecto. Traemos al lector algunas de ellas.
Según el Ministerio de Justicia de Canadá, el maltrato a las personas de edad es cualquier acto
deliberado o la ausencia de una acción que cause daño a un/a anciano/a.
De acuerdo con el Consejo Nacional de abuso a los niños y violencia familiar de los EEUU, el
término maltrato a la vejez es utilizado para describir situaciones de abuso contra los/as viejos/as tanto
en el hogar como en las instituciones geriátricas. Si bien no existe una definición muy rigurosa, se la
define corrientemente como cualquier sufrimiento innecesario, sea infligido por sí mismo o por otros,
que afecte negativamente la calidad de vida de la persona de edad.
Para el Código Reformado de Ohio, el maltrato o abuso es toda lesión hacía un adulto mayor
infligida por sí mismo o por otros, todo encierro irracional, toda intimidación, todo castigo cruel, que
generen como resultado un daño físico o un estado de angustia psíquica.
El Registro de California consigna que el abuso es todo maltrato físico o psicológico, que puede dar
origen a la obtención de beneficios financieros o al descuido hacia una persona de edad
El gerontólogo inglés EASTMANN (1 994) ha definido el abuso contra la vejez como el maltrato
sistemático físico, emocional, o financiero, hacia una persona de edad por parte de alguien de su
relación, que está encargado de su cuidado.
El abuso contra los viejos está vinculado con el abuso contra los niños y e abuso contra el cónyuge
en la cadena de violencia intra familiar conocida como la violencia familiar intergeneracional.
Según un estudio realizado en 1988 y financiado por el ministerio nacional d salud y bienestar social
de Canadá, alrededor de] 4% de las personas de edad (alrededor de 98000) habían sido víctimas de
alguna forma de maltrato. En poco más de la mitad de los casos, el abuso era de naturaleza material, y
en la tercer parte de los casos, psicológica o moral. El estudio se había concentrado en la personas de 65
años y más, que viven en hogares particulares.
En Utah Atti, Canadá, fueron denunciados en 1996, unos 6000 casos. De acuerde con los
especialistas sólo se denuncian 1 de cada 50 situaciones. En este país, existen los denominados
Servicios de Protección del Adulto.
En Gran Bretaña se calcula que unas 500.000 personas de 65 y + son víctimas de abuso por parte de
sus cuidadores.
El los EEUU el maltrato hacia los ancianos, a menudo ocultado, en estos momentos está creciendo.
Si bien la población norteamericana en general está-, envejeciendo, el número de personas de 85 años y
más es la que aumenta en forma, más rápida.
En un documento producido por la Comisión Nacional contra el abuso de niños y la violencia
familiar de dicho país se señala que con el avance de la ciencia médica al contribuir a la prolongación de
la vida para hombres y mujeres, crece e desafío de asegurar a los viejos una vida productiva y saludable.
Para muchas personas la prospectiva de una vida más extendida sólo significa sumar sufrimiento y
pena, debido al maltrato o al abandono. Las víctimas a menudo viven en aislamiento en lugares donde
sus capacidades físicas limitadas, el temor y la creciente vulnerabilidad se combinan con un sentimiento
de soledad conformando un cuadro de deterioro en la salud física, emocional y mental. Muchas de estas
víctimas sufren en silencio, temerosas de lo que pudiera ocurrirles si el maltrato fuera conocido.
Antes de los 80 la literatura de violencia familiar contenía referencias muy limitadas al abuso de
los/as viejos/as por parte de sus hijos adultos, otros miembros de la familia o los cuidadores. En los
últimos años numerosos investigadores y profesionales exploraron esta dimensión de la violencia
familiar.
La primera documentación norteamericana sobre abuso contra los/as viejos/a data de 1978. Desde
entonces fue creciendo la atención prestada a esta problema, social cada vez más habitual.
En 1990 se relevaron los resultados de dos estudios incidentales que implicaban evaluaciones de los
servicios estatales de protección a los adultos y de las agencias nacionales encargadas del
envejecimiento. Una mirada a las estadísticas nacionales confirma que muchos de los/as viejos/as de la
sociedad norteamericana son víctimas de acciones abusivas.
Los hallazgos indicaron que entre 1,6 y dos millones de norteamericanos mayores de 65 años por año
son víctimas de maltrato, abuso o abandono en sus hogares c en las instituciones. Se estima actualmente
que el 1 0% de la población de 65 y es víctima de abuso y maltrato.
El Departamento de Servicios Humanos de Ohio, a través de su programa de Servicios de Protección
al Adulto señala en un estudio realizado en 1992, sobre quejas de personas de edad no
institucionalizadas que se reportaron 12700 denuncias de maltrato de todo tipo. Este servicio considera
que solamente se denunciaban en Ohio en esa época, uno de cada ocho casos.
Según el estudio de Ohio, se puede establecer el perfil promedio del abusador. El 90% son parientes,
y pueden ser ordenados de la manera siguiente: 1º la hija de la víctima, 2º su hijo, 3º la nieta, en 4º lugar
el esposo y finalmente los parientes políticos.
El perfil promedio de la víctima2 consigna a la persona que tiene las siguientes características:
mujer, de 75 años o más, que tiene alguna discapacidad física o mental y es dependiente de otros para el
cuidado y protección.
En épocas pasadas la prospectiva de cuidado de un padre / madre envejeciente o viejo/a en un
período prolongado de tiempo no estaba considerada en muchas familias norteamericanas.
En la actualidad están aumentando considerablemente las situaciones en las que las personas de edad
devienen en víctimas de maltrato por parte de algún miembro de su familia al tiempo que está
aumentando el número de padres / madres muy viejos / as que requieren el cuidado de sus hijos.
En una familia en la que existe una tendencia a ser físicamente débiles o dependientes, los miembros
más viejos de la sociedad, que están entre los grupos más vulnerables, serán las próximas víctimas en el
ciclo intergeneracional de la violencia familiar.
Las investigaciones y los estudios realizados en el ámbito de la violencia doméstica ha identificado
diversos tipos de abuso y una variedad de comportamientos incluidos en lo que podría considerarse el
concepto general de abuso contra los viejos.
2 - Las causas

Todo maltrato tiene una historia. Podemos enumerar las motivaciones más corrientes: antecedentes
de relaciones abusivas entre los miembros de una familia (por Ej. violencia entre cónyuges puede
transformarse en maltrato, o hijos maltratados pueden transformarse en cuidadores que maltraten a sus
padres); dependencia, sea por que el/la viejo/a depende de los miembros de su familia, o porque los
miembros de la familia dependen delta viejo/a para procurarse dinero o vivienda; estrés, atribuible a
numerosas razones al cuidado de enfermedades mentales o físicas, las presiones financieras, la falta de
sistemas de apoyo, la falta de elección de alojamiento para la persona de edad, y el miedo a envejecer
del propio cuidador;
Otras razones pueden ser: consumo de alcohol o de drogas; avidez; falta de conocimientos sobre el
grado de cuidados y las necesidades de las personas de edad; falta de respeto acordada a los mayores en
una sociedad que aprecia la importancia de la juventud, el dinamismo, la autonomía y la belleza física; y
finalmente, falta de sensibilidad de los profesionales al problema del maltrato de las personas de edad,
lo que explica por qué no siempre se lo detecta.
Las actitudes negativas y los estereotipos deshumanizantes hacia los/as viejos/ as los tornan personas
especialmente vulnerables hacia el maltrato tanto entre los miembros de su familia como en el personal
de las instituciones. De acuerdo con Salvarezza, este tipo de actitudes pueden agruparse bajo el nombre
genérico de viejismo3.
En tanto la violencia es una conducta aprendida, si un adulto fue maltratado por sus padres, también se
siente con derecho a maltratar a sus padres cuando son viejos.
Muchos de los/as ancianos/as maltratados/as dependen de su abusador para las necesidades
elementales. La víctima puede sufrir de alguna dolencia física mental, común entre los/as muy mayores,
y exhibir una conducta que indica miedo repliegue o insatisfacción permanente. Esta situación a
menudo trae como consecuencia una situación de dependencia hacia miembros de su familia cuidadores
que pueden no estar preparados emocional o financieramente par enfrentar las demandas. En el
comportamiento que lleva al maltrato pueden influir antiguos resentimientos, estados de agotamiento
y/o hasta de culpa.
El maltrato a las personas de edad es más difícil de descubrir que el que se inflinge a los niños. Si
bien existe desde hace miles de años, nuestra sociedad ha reconocido la gravedad del problema en la
última década. La razón es simple: los niños maltratados pueden ser vistos en la escuela o en lugares
públicos, en cambio resulta mucho más fácil aislar y apartar a las personas mayores.

3 - Tipos de abuso

Básicamente se definen cuatro tipos diferentes de abuso o maltrato. El abuso físico consiste en
lesiones físicas, desnutrición, deshidratación severo, despreocupación por el cuidado médico necesario,
y omisión de brindar la medicación requerido. Se incluye el abuso sexual.
En el abuso psicológico hay amenazas de daño o de internación en hogar geriátrico, aislamiento,
intimidaciones, vejaciones, falta de afecto o seguridad obstáculos a paseos o a visitas en el hogar.
La explotación financiera consiste en el robo o mal uso del patrimonio de un persona de edad.
La violación de derechos implica la usurpación indebida de decisiones correspondientes a las
personas de edad o su confinamiento involuntario en un cama, una habitación o una silla.
Según el estudio de Canadá ya referido, alrededor de 12000 habían sido víctima de violencia física.
En la mayoría de los casos, los autores de la violencia eran la propios cónyuges; en este caso ya no se
trataría de una mujer golpeada sino d una mujer vieja golpeada.
Toda agresión física puede considerarse un caso de violencia, Empujar, d puntapiés, puñetazos y
lastimara una persona de edad, sea cual fuere la forma. La violencia física también se extiende a dar
sedantes en forma abusiva; no dar suficientes medicamentos para tratar un tema médico; exponerle
deliberadamente a condiciones atmosféricas extremas; y obligarlo a un encierro físico no necesaria
llegando al confinamiento forzado a una silla, una habitación o una cama durante, largos períodos.
La violencia física puede constituir el signo más visible del maltrato y se trata tal vez de la forma
más susceptible de ser descubierta.
Algunos signos pueden ser: lesiones inexplicables, tales como contusione, marcas de golpes, marcas
de rasguños, dolores al rozar, quemaduras, corte, lesiones en el cuero cabelludo (como si la persona se
hubiera hecho arrancar el cabello); movimientos malos o pérdida de movilidad que podrían estar
asociados a la utilización de sogas para ataduras; confusión o fatiga que podría estar asociada a una
sobredosis de medicamentos; y ausencia de mejoría de algún problema médico o la presencia continua
de dolor, lo que permitiría dejar entrever que la persona de edad no hubiese tenido acceso a la
medicación.
Los signos de abuso físico más corrientes son las llagas, los magullones, especialmente en los brazos
o por grupos en el cuerpo, sean viejos y/o nuevos, las enfermedades crónicas de larga data cuando no
fueron tratadas, las abrasiones o laceraciones, las quemaduras, las fracturas, los deterioros en la piel, las
lesiones no compatibles con la versión contada, y las lesiones descuidadas.
Entre las situaciones de violencia física se ubica la agresión sexual, que se define como una actividad
sexual forzada 0 un acercamiento inoportuno. Incluye toda forma de contacto sexual que resulta de
amenazas, por uso de la fuerza o en la que existe una incapacidad de la persona de edad para prestar su
consentimiento.
La agresión sexual se manifiesta a través de los siguientes indicadores: dolores, contusiones o
sangrados en la región genital y/o signos de depresión, miedo, retraimiento, angustia o pasividad.
Resumiendo, son indicadores de abuso físico los daños frecuentes inexplicables (contusiones,
miembros rotos, moretones, cortes, y marcas de golpes) acompañados de una búsqueda de asistencia
médica en lugares muy diversos, el rechazo al tratamiento médico de las lesiones o hasta la negación de
su existencia, la desorientación o temblor (también puede indicar mal uso de la medicación), y el temor
u ocultamiento ante la presencia de un cuidador o de un miembro de la familia
El estudio de Canadá antes mencionado refiere que en 1988, unas 34000 personas de edad fueron
víctimas de alguna agresión verbal.
Los signos de abuso psicológico no son directamente observables. Se deducen de las expresiones de
miedo, angustia o resignación, o cuando la persona mayor alterada o miedosa si se le interroga sobre sus
lesiones, También se infiere este tipo de maltrato cuando algún miembro de la familia está temeroso de
dejar solo al profesional con el/la viejo/a, cuando actúa como si ella viejo/a cometiera adrede ciertas
faltas, o como si no estuviera presente o no le presta atención si le habla.
Son observables cuando la persona mayor rehúsa caminar, se vuelve incontinente en forma
intencional, tiene una atención defectuosa, y muestra apatía, retraimiento o depresión sin causa aparente.
Los indicadores de abuso psicosocial más conocidos son la exclusión de/la viejo/a en discusiones
sobre decisiones que le conciernen, la ausencia de calidez emocional hacia el/la viejo/a, el aislamiento
social - impuesto física o emocionalmente -, los ataques verbales (gritos, humillaciones, burlas) y la
infantilización (se lo trata como a un niño pequeño). Pero también se manifiesta cuando el cuidador
minimiza los problemas que le plantea el/la viejo/a
También la vivienda puede mostrar signos de violencia. Los cerrojos en las puertas del dormitorio
pueden indicar confinamiento; los cerrojos en las puertas del comedor o de la cocina podrían indicar que
el acceso a la alimentación está restringido; las marcas no habituales en el mobiliario podrían significar
también encierro involuntario, así como la falta de comunicación de todo tipo, sin teléfono, red lo ni TV
Un tipo particular de abuso es el denominado abandono o negligencia. E abandono o negligencia de un
viejo/a por parte de un cuidador se ubica entre e abuso físico y el psicológico; puede ser activo o pasivo.
El abandono activo significa la privación premeditada de bienes y servicios quE son necesarios
para mantener la salud física o mental. El abandono pasivo es la falta de reconocimiento de las
necesidades de la persona, y por la tanto se le niegan los bienes y servicios requeridos.
Los signos típicos son la desnutrición de un/a viejo/a que no puede comer sin ayuda, hay labios secos,
piel extremadamente pálida, pérdida excesiva de peso sin causa aparente, el deterioro en su higiene
personal (piel sucia, uñas largas), su desprecio en asuntos de familia, la falta de la medicación necesaria
o de ayudas ortopédicas, aparecen necesidades materiales no cubiertas para su vida cotidiana, hay
descuido en la apariencia (mujeres sin peinarse, hombres sin afeitarse), se observa voracidad excesiva
en relación con la comida, la permanencia en lugares inseguros o aislado.
Otros signos de abandono pueden ser: el uso de vestimentas sucias o no adecuadas al clima, los
temblores, la piel azulada o la baja temperatura corporal, la ausencia de dentadura, anteojos, audífonos
u otros complementos necesarios y el debilitamiento físico o mental sin causa médica
En muchos casos puede haber abandono grave sin una conciencia intencional de generar daño
físico o emocional.
En los casos de auto abandono hay quejas de los comerciantes de la zona donde reside y de los
vecinos que denuncian el vagabundeo o el frecuente extravío de una persona de edad, y se observa
falta de comida o restos en estado de putrefacción (en el hogar), prescripción médica no ingerida e
incluso alto consumo de alcohol o de drogas.
Los signos de descuido material y financiero se ponen en evidencia cuando los haberes de la
persona mayor fueron recibidos con atraso en más de una ocasión; no se le pagan intereses ni
utilidades y existe una discrepancia notoria entre lo que se conoce sobre su situación financiera y su
apariencia, así como entre los recursos disponibles y los utilizados para su cuidado personal.
Son observables a través de la condición de la vivienda, el nivel de cuidado personal, la nutrición,
el cuidado médico, la vestimenta, la utilización del transporte y las oportunidades para la interacción
social.
Los indicadores del abuso material más corrientes son: cobro de la jubilación del/la viejo/a sin su
autorización, deudas y expensas continuamente impagas, condiciones de vida que no se corresponden
con su nivel de ingresos, venta repentina de la propiedad de una persona de edad, cambio repentino de
alguna decisión nombrando un nuevo heredero, contribución altamente desproporcionado de/la viejo/
a para los gastos del hogar, nombramiento de un apoderado en circunstancias Sospechosas, cuenta
bancaria en descubierto sin que la persona mayor se hubiese enterado, imposibilidad de pagar alquiler
o cuentas teniendo disponibilidad de efectivo o de ahorros.
En muchos casos, la persona de edad firma documentos sin estar muy informado, demuestra temor
o ansiedad cuando se habla de los recursos financieros con los que cuenta, sólo recibe la visita de un
miembro de su familia el día de la cobranza de su jubilación y/o pensión, y hasta se llega a imitar la
firma para percibir su jubilación o en documentos legales.
El estudio canadiense de 1988 señalaba que la explotación financiera en ese momento representaba
el 50% de los casos de abusos comprobados contra las personas de edad; se constataron unas 60000
víctimas de ellos. El abusador no pertenecía a su familia inmediata; habitualmente era un pariente
lejano o una persona no emparentado. Solamente un 7% de los autores de este tipo de agresión
dependía de su víctima.
Los casos anteriores son también violatorios de derechos individuales. Pasaremos a señalar algunos
de ellos: retener el dinero proveniente de los ingresos y que necesita para su vida cotidiana,
confinamiento sin causa en una cama, una silla, una habitación o una parte especial de la casa, negación
de la posibilidad de recibir visitas, o realizar salidas fuera de la casa, visitar amigos/as o ir a la Iglesia,
ella viejo/a no es informado/a sobre su estado patrimonial, o lo que se hace con su dinero o sus bienes,
y/o se ejerce presiones sobre un/a viejo/a para que realice alguna actividad u ofrezca servicios, sin
remuneración o beneficio alguno.
Llamamos la atención sobre los signos y síntomas de alerta para prevenir un futuro maltrato:
depresión creciente, repliegue o timidez, lesiones físicas, anhelo de muerte, problemas vagos de salud,
cambios constantes de médico, ansiedad, hostilidad, confusión, falta de respuesta a cualquier pregunta,
pauperización injustificada, ansias de agradar, auto abandono reciente, historia de conflictos,
resentimiento acumulado, descuido injustificable, vergüenza, conducta agresiva/ defensiva, abuso en el
manejo de los bienes, fatiga inusual, nueva forma de opulencia, nuevos problemas de salud,
preocupación con depresión, y descuido en la comida o en la medicación
¿Por qué callar? Las personas de edad no denuncian su situación, tal como lo señalan las
estadísticas.
Pasaremos a enumerar las razones más comunes: vergüenza de sentirse obligado/a a denunciar a un
miembro de la familia, miedo a ser objeto de nuevos actos violentos, miedo a ser internado/a en una
institución geriátrica, miedo a perder al proveedor de sus cuidados o el contacto con, al menos, algún
miembro de su propia familia, la falsa creencia que la víctima es merecedora de maltrato, por Ej. por
haber sido una mala madre, la creencia, a veces infundada, que la policía o los servicios sociales no
podrían ayudarla, y la creencia que no podría probar la situación de maltrato.
En la actualidad se sabe que las personas de edad víctimas de abuso frecuentemente evidencian
síntomas similares a las víctimas del síndrome del niño golpeado o de la mujer golpeada.
4 - La Intervención profesional

Si uno cree que una persona está en peligro inmediato de violencia física, hay que denunciar la
situación a la policía o a los servicios sociales sin demora.
Sin embargo, en caso de duda, las intervenciones deben ser examinadas con cuidado, pues el autor
podría tomar represalias contra la víctima. Por otra parte, la persona de edad tiene el derecho de aceptar
la ayuda o de rechazarla. A menos que hubiere problemas de incapacidad mental, el consentimiento de
la víctima debiera ser prioritario. Es decir, los deseos de la persona de edad. valen antes que ninguna
otra cuestión. La intervención debiera ser mesurada en relación con la situación; hay que tener en cuenta
muy bien la forma en que cualquier cambio afectaría a ambas partes, Una intervención inadecuada o
inoportuna podría agravar la situación.
El objetivo de la intervención debiera ser cambiar una situación inmanejable. En general, no sirve de
nada acusar al autor del maltrato. Es importante recordar que la violencia y los comportamientos
relacionados son aprendidos y frecuentemente se transmiten de generación en generación. Un niño
maltratado por su padre será un adulto que usará la violencia hacia su esposa o su hijo, entonces como
encargado de un padre/madre anciano/a, extenderá el maltrato hacia su padre/madre o su pariente.
En junio de 1997, asumió como ministro de Justicia y procurador general de la Nación, la diputada
de la región Edmonton Oeste, Honorable Anne MC. LELLAN, Seguiremos a continuación algunas de
sus planteos realizados sobre el tema del maltrato en el marco provisto por la violencia doméstica y
social genéricamente considerada.
En los organismos especializados se brindan servicios psico-sociales, apoyo práctico y asilo a las
víctimas de la violencia. En todos los casos se trata de romper las cadenas del aislamiento y de hacer
caer los muros de silencio que intentan disuadir o descorazonar con frecuencia a las mujeres y a los
niños de Diversas comunidades a solicitar ayuda.
Hace 25 años la violencia familiar era una forma de tragedia personal que se sufría en gran parte en
silencio, tanto las víctimas como los agresores y los testigos, se trataba de un secreto guardado detrás de
las puertas cerradas.
como sociedad hemos comenzado, no solamente a reconocer y a condenar la violencia familiar, sino
a comprendería, sea física, sexual o emocional, así como los numerosos problemas que genera. La
violencia familiar no respeta ninguna clase, raza, religión o región geográfica. Sin embargo, las mujeres
y los niños son generalmente las víctimas.
En 1996, se registraron cerca de 22000 casos de violencia conyugal en los 184 servicios de policía en
todo el país. Se estima sin embargo que esta muestra representa la mitad del número real de casos de
violencia conyugal para ese año. En nueve de cada diez casos, las víctimas eran mujeres. Un sondeo
telefónico efectuado en 1993 por la Oficina de Estadísticas de Canadá reveló que una de cada tres
mujeres canadienses adultas había sido agredida física o sexualmente por su pareja o su ex - pareja.
Más de la mitad de esas mujeres habían sufrido agresiones graves.
Se ha estimado que los costos de la violencia hecha contra las mujeres en Canadá podrían llegar a
cerca de 1500 millones de dólares para el sistema de salud, sin contarlas hospitalizaciones ni los
servicios médicos. 'Si todos pagamos estos costos, de una forma u otra, directa o indirectamente, por un
problema social tan extendido, todos debiéramos trabajar para erradicarlo" Debemos trabajar sobre las
raíces de/ problema, como la tolerancia hacia la violencia para controlar otros, el estrés asociado a la
desocupación, las dificultades financieras y el consumo excesivo de alcohol y drogas; hay que quebrar
el círculo de la violencia.
Frente a la violencia familiar el gobierno de Canadá reconoce la necesidad de un amplio compromiso
social.
Desde 1988, tres iniciativas federales de lucha sucesiva contra la violencia familiar han buscado
promover el bienestar de la familia mejorar la capacidad de la justicia penal y los sistemas de
alojamiento y de salud para ayudara las víctimas y arrestar a los contraventores.
Las iniciativas de lucha contra la violencia familiar en vigor, anunciadas en 1997, han puesto sobre todo
el acento en la prevención de la violencia hecha contra las mujeres y los niños en el hogar y sobre las
respuestas a esta violencia...
La estrategia sobre la prevención de/ crimen elaborada a nivel nacional es un nuevo programa, con
un costo de 32 millones de dólares canadienses anuales en el curso de los 5 años próximos para
trabajar con las comunidades. Se trabaja con organismos de la comunidad y ONG en todo el país
para ir a la fuente de todas las formas de criminalidad..
La documentación norteamericana señala que la prevención contra el maltrato hacia los/as ancianos/as
depende de numerosos factores. Entre ellos el más importante es una re - educación a nivel nacional y
un cambio en la actitud hacia los/as viejos/as y los discapacitados en toda la sociedad. Asimismo
debiera desarrollarse una mayor toma de conciencia pública sobre la naturaleza y el espectro del abuso
contra las personas de edad.
En los últimos años se ha desarrollado en los EEUU una política nacional hacia el envejecimiento que
fue acompañada de medidas para prevenir el maltrato. Se debe realizar un trabajo adicional para ayudar
a las familias que deben o desean hacerse cargo de los miembros de mayor edad en su hogar. Se
necesita desarrollar programas que supongan mayores recursos para proveer de comida, cuidado de día,
transporte, orientación y ayuda en las tareas cotidianas a fin de disminuir el estrés tanto de los
cuidadores como de los viejos/as que los requieren.
Se debiera realizar una investigación continua sobre las causas y la evaluación e los tratamientos más
adecuados contra el abuso hacia los viejos, e invertir esfuerzos para la educación poniendo el acento en
la prevención.
Es conveniente recordar que el abuso contra los/as ancianos/as nunca debe ser considerado aceptable o
como una "forma natural" de la vida en familia. Sin servicios adecuados de ayuda a las víctimas y a sus
familias, todos los esfuerzos tendientes la prevención no podrán llegar nunca a romper el ciclo del
maltrato.
Debemos reconocer ante todo que la violencia, y en particular, la violencia familiar,
un problema social complejo cuya solución pasa ante todo por tomarse el tiempo e encontrar los
motivos por los cuales existe e invertir los recursos para esta finalidad.
La violencia hacia los viejos, fundamentalmente mujeres, por sus hijos de mediana edad o por otros es
una forma especial de la violencia familiar, que así como el abuso contra los niños, merece ser
reconocida, investigada y se deben proveer de intervenciones adecuadas para salvar a las víctimas de un
sufrimiento innecesario.
Ante todo debe educarse a la gente para reconocer el maltrato, el abuso y el abandono hacia los/as
viejos/as pues son formas destructivas de violencia familiar, trabajar arduamente para prevenirlas. Así
entendemos nosotros será posible llevar delante el lema HACIA UNA SOCIEDAD PARA TODAS
LAS EDADES, que nos proponen las Naciones Unidas para este 1999 Año Internacional de las
Personas e Edad.

CITAS
1 Quisiéramos destacar que la información sobre estos casos en nuestro país no está disponible. Hemos consultado a
organismos responsables, con resultado negativo, en virtud de que esta preocupación aún es demasiado reciente.
2 Perfil establecido por el Comité sobre el Envejecimiento de la Cámara de Representantes de los ÉEUU, de acuerdo con las
estadísticas disponibles.
3 Traducción de la palabra inglesa ageism y que supone el conjunto de prejuicios y estereotipos aplicados a las personas
mayores, en razón de la edad.

BIBLIOGRAFIA

Documentos consultados via INTERNET


BENTLEY, Jim, (1999), Elder Abuse-The Hidden Crime, Area Agency on Aging Region 9, Ohio.
CALIFORNIA REGISTRY, (1998), Elder Abuse, Online Senior Housing & Home Care Database.
CONSEIL DE PLANIFICATION SOCIALE DE LA RÉGION DE SUDBURY (Ontario), (1998), Personnes agées negligées..
MINISTÉRE DE LA JUSTICE DU CANADÁ, (1998), Exploitation des personnes ágées. NATIONAL COUNCIL ON
CHILD ABUSE & FAMILY VIOLENCE, (1999), Elder Abuse information.
SMART, Michael, (1 997), Graham: Elderly Abuse is Hidden Crime in Utah, The Salt Lake Tribune, Utah.
UNITED NATIONS, ECONOMICAND SOCIALCOUNCIL, (1998), Older women and support systems: new challenges..
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Referencias

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MC. LELLAN, A. (1 998), Notes pour una allocution, 8éme. déjeuner annuel de levée de fonds pour combattre la violence
envers les femmes et les enfants, Alberta.
NACIONES UNIDAS, Informe sobre el Desarrollo Humano 1998, Madrid. SALVAREZZA, L. (1 988), Psicogeriatría,
Paidós, B.A.

Comentarios

El trabajo de la Lic. Gastron cumple formalmente lo que ella se propone transmitir


conceptualmente: es un trabajo sobre la violencia y nos violenta al leerlo. Y nos violenta no porque no
sepamos la mayoría de las cosas que aquí se dicen, sino porque a pesar de saberlas insistimos en
negarlas, insistimos en hacer como que no pasan y al hacerlo a lo único que contribuimos es a su
perpetuación.

Es interesante como está planteada la problemática. Arranca con el aspecto macro, encuadrado en el
crecimiento desproporcionado de la población vieja a lo largo del siglo que finaliza, lo cual ha sido
erróneamente planteado como un problema en lugar de ser tomado como lo que es: un dato de la
realidad sin precedentes y sin retorno. luego se va centrando en un aspecto genérico al señalar las
crecientes dificultades que experimentan las mujeres por el solo hecho de envejecer, dificultades que no
son o social inherentes a los años en si mismos sino a su ubicación dentro del entramado social que les
tocó en suerte. Si en la ruleta de la vida además de mujer les tocó pobreza sus dificultades pueden ser
irrecuperables.
La autora señala luego el rol familiar que se le exige a las mujeres en el cuidado de los miembros
enfermos, discapacitados o dependientes antes de pasar a ser, en muchos casos ellas mismas enfermas,
discapacitadas y dependientes, cosa que la sociedad hace llamando intempestivamente a la solidaridad
sin tener en cuenta la dialéctica de la violencia a la cual está sometida la misma familia y que atenta
contra esa misma solidaridad. Innumerables autores se han ocupado en señalar que la familia es una
institución violenta y peligrosa y a pesar de los datos estadísticos aportados, como los que aquí nos trae
la Lic. Gastron se insiste en dejarlos de lado. No hagamos oídos sordos a las estadísticas: la mayoría de
los actos violentos contra niños, mujeres y viejos se cometen dentro de la familia como dramáticamente
muestra este trabajo.
Una de las formas de ocultar este problema es que no contemos en nuestro país con estadísticas lo
suficientemente contables para que los investigadores serios como la autora tengan que recurrir a cifras
extranjeras en lugar de ponerlos de frente a nuestra realidad, que no debe ser muy distinta a la de
Canadá que aquí se estudia.
Muchas más cosas se podrían decir sobre el magnífico trabajo que nos ha brindado la Lic. Gastron
pero quisiera remarcar que este tipo de investigaciones sirven para que aquellos que estamos interesados
en estos temas podamos seguir las líneas que a partir de estos estudios se abren. En este sentido quisiera
poner el acento sobre una pregunta que la autora se hace: ¿Más vida es mejor vida?

Prof. Dr. Leopoldo Salvarezza


Prof. Titular Regular, Cátedra Psicología de la Tercera Edad y Vejez,
Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires
DIMENSIONES DE GÉNERO EN EL GENOCIDIO
DEL PUEBLO ARMENIO

Gender implications in the Genocide of the Armenian People

Lic. Brisa Vareta


Área Interdisciplinaria de Estudios de la Mujer,
Depto. de Cs. Sociales. UNLU.

Resumen:

En este artículo pretendemos aportar una mirada articuladora a partir de u estudio de caso referido
a la acción de mujeres -armenias- en defensa de otra mujeres, revalorizándolas como sujetos
históricos activos que, con su participación en diversos ámbitos, condicionaron permanencias o
cambios, demostrara resistencia y luchas en acciones vinculadas a los derechos humanos en el pasado
y en el presente.

Palabras clave: Mujeres, derechos de las mujeres, genocidio, testimonios.

Abstract:
This work presents a case study of Armenian women's actions on behalf of other women, from a
perspective that attempts to articulate a gender analysis looking a women as active historical subjects,
who through their participation in different space,< fostered continuities and change, resistance and
struggle, in the sphere of human rights lo date.

Key Work-. Women, women's rights, genocide, testimonies.

Sumario:
1 - Contexto histórico y legal de la "cuestión Armenia", en el siglo XIX
2 - Resistencia y denuncia femenina durante el holocausto.

Por ser la temática de los derechos humanos transversal e interdisciplinaria es inclusora de


aspectos que pueden abordarse desde diferentes disciplinas y áreas

temáticas.
En el caso que trabajamos, la Historia tributa al derecho una contextualización que explica e
interpreta situaciones que luego se enmarcarán en la legislación desde la teoría y la práctica del
derecho. Se interpelará al pasado sobre cuestiones que persisten y adquieren nueva virulencia en el
mundo actual y que hacen a la violación de derechos humanos en general y de las mujeres en
particular.
Nuestra mirada desea incorporar una interpretación histórica que incluya en su análisis las
categorías de «género» «etnia» y «minoría religiosa» que vuelven a tener, en el presente, fuertes y
grises connotaciones.
Hacia la segunda década del siglo pasado, la Argentina recibía uno de los últimos contingentes del
período de la «gran migración interoceánica» del siglo anterior, se trataba de varones y mujeres
inmigrantes Armenios/as que escapaban del genocidio llevado adelante por el imperio turco en
l9l5.(1)
Fueron numerosas las mujeres que integraron esos contingentes y que organizaron familias cuyos
descendientes forman hoy, parte de la sociedad Argentina, pero con particularidades que dan cuenta
de formas culturales de relación que se remontan a varias generaciones atrás.
Ante la complejidad de un proceso histórico en el cual los derechos de los pueblos fueron y son
sistemáticamente avasallados, las perspectiva de este análisis se centrará específicamente en el rol que
en esa experiencia histórica traumática, cumplieron las mujeres algunas como víctimas otras como
denunciantes y como defensoras de los derechos en una etapa histórica en que poco y nada se prestaba
oídos a las voces femeninas.
Nos planteamos como objetivo central y general de este trabajo reconocer y exponer-en cuanto su
significado original de «poner fuera» y en conocimiento público en el centro de interés aspectos del
holocausto que hacen a la cuestión específica de los "Derechos de la Mujer'.
Desde una perspectiva de género se analizarán los sucesos considerando dos aspectos centrales:
En primer lugar considerar que el genocidio fue aplicado sobre la totalidad de la población
Armenia -y de otras minorías-, pero sobre las mujeres y niñas se ejercieron acciones específicas y que
tienen que ver con su triple condición étnica, religiosa y de género: por ser Armenias, por ser
cristianas y por ser mujeres. En segundo lugar trabajara partir de testimonios producidos por mujeres.
Esto es en síntesis, analizar la violencia sobre las mujeres relatada por mujeres.
Recurrimos a testimonios escritos: presentados por mujeres ante diversos funcionarios y
organismos internacionales europeos o estadounidenses, por denuncias realizadas ante sus estados,
embajadadores o jefes directos (2 )
Hemos estructurado nuestro artículo teniendo en cuenta los siguientes puntos:
Contexto histórico y legal de la« cuestión Armenia» en los siglos XIX y XX.
Resistencia y denuncia femenina durante el holocausto: La victimación de las mujeres por el
Estado turco, delitos de «¡esa humanidad». Resistencia y denuncia femenina durante el holocausto
Reflexiones finales
Sistematización en tablas de las denuncias de las violaciones a los derechos humanos de mujeres
por mujeres residentes en oriente, teniendo en cuenta las siguientes variables:
a)informante
b)Vínculos nacionales
c) Actividad
d) Percepción de los espacios en que se producen los sucesos.
e)Calificación que dan a las situaciones que testimonian.
f) Especificidad de las violaciones de los derechos humanos en función del género (mujeres y niñas).

1 - Contexto histórico y legal de la «cuestión Armenia» en el siglo XIX

La migración de las mujeres Armenias se insertó en un movimiento general que incluyó a personas
de ambos sexo y de todas las edades y que se produjo a escala internacional en diversas fases.
Fue de carácter masivo y estuvo provocada por una crisis política en el área del Cercano Oriente
que en la época se encontraba dominada por el Imperio Turco.
Desde fines del siglo XIX este Estado concretaba una política de persecución y exterminio de las
minorías étnicas, que tuvo su hito culminante con la ejecución del genocidio Armenio en 1915 en el
cual murieron 1.500.000 personas y que se ha constituido históricamente en el antecedente más
cercano al genocidio realizado por los nazis entre 1939 y 1945.(3
A partir de la década del 20 y hasta 1940 quienes lograran escapar al exterior se radicaron
especialmente en Grecia, Francia, EE.UU. y Argentina. Con este exilio forzado se iniciaba la etapa de
la «diáspora», en ella los Armenios reconstruirían sus pautas nacionales fuera de una territorialidad
estatal propia.
Los Armenios fueron entonces, parte de un reino multinacional, multiétnico y multireligioso. En
virtud de pertenecer a una minoría étnica y religiosa dentro de un modelo político totalitario.
En el conjunto de la población Armenia se encontraban dos grupos diferenciados: aquellos que
habitaban las áreas rurales y cuya subsistencia estaba ligada al cultivo y al pastoreo, y un segundo
grupo que habitaba en el medio urbano, especialmente las ciudades, dominaron los circuitos simples
de la economía como pequeños comerciantes, en el abastecimiento en general, trasladando las
materias primas y artesanías; debemos distinguir además a los grandes mercaderes, prestamistas y
banqueros en especial en Constantinopla.
La llegada al gobierno del sultán Abdul Hamid II (1976-1909) apoyado por el movimiento de los
Jóvenes Turcos prometía introducir reformas liberales y fueron apoyados por los Armenios.
En diciembre de 1876 la potencias europeas se reunieron en Constantinopla para resolver la
denominada «cuestión de Oriente», en ese momento Turquía presentó una Constitución que, basada
en la belga de 1830 aunque adaptada al modelo imperial turco, garantizaban los derechos civiles como
libertad religiosa y de propiedad, a la vez que contenía artículos donde se admitía la división de
poderes fue el límite aceptado por los países europeos cada uno enfrascado en propias situaciones
internas (revoluciones socialistas) o enfrentamientos territoriales. Esta Constitución tuvo vigencia
entre 1876-1909, en el Congreso y Tratado de San Stéfano (3-5-1878) se acordó la independencia de
Servía, Montenegro y Rumania, y nada respecto Armenia. Pero el artículo 16 estipulaba que la
retirada rusa estaba ligada a reformas en el territorio armenio, y garantizaba su seguridad ante los
kurdos y circasianos.
Los Armenios pedían autonomía local, tribunales civiles, milicias cristianas y musulmanas,
derecho de voto para los contribuyentes y que los impuestos locales fuesen para reformas locales.
Ante la falta de respuestas en 1880 se constituyen en Armenia sociedades secretas de origen armado,
en 1895 el distrito de Sasun se subleva negándose a pagar impuestos a los kurdos, fue arrasada y
aproximadamente tres mil Armenios fueron asesinados. Entre 1895 y 1896 los turcos unidos a la
minoría kurda inician un ataque sistemático sobre seis provincias armenias :Erzerum, Bitlís, Van
Jarpert, Sivás y Diaberkir (Bournoutián,G. 1993) en ese lapso aproximadamente fueron asesinados
150.000 Armenios ade las aldeas.
La situación en las fronteras turco-rusa se iban tensionando y las minorías migraban internamente
según los territorios cayesen en manos de una un otra potencia. El tratado resultante del Congreso de
Berlín dejaba a Armenia bajo dominio turco.
Paralelamente se vivían en Europa los prolegómenos de la Primera Guerra Mundial con la
exacerbación de los nacionalismos y de la carrera armamentista.
En 1908 los Jóvenes Turcos apoyados por Armenios y azeríes iranios iniciaron una revolución
armada contra el sultán Abdul Hamid y establecieron un gobierno constitucional (24-7-1908), pero en
1913 un golpe de Estado generado por sectores ultranacionalistas enervados por pérdidas territoriales
-y aliados de Alemania y Hungría- anularon la Constitución e iniciaron el sistemático aniquilamiento
planificado de la población Armenia como la «solución final». A partir del momento en que se
iniciaba la Primera Guerra (1914) y ante la «distracción» de las potencias europeas el gobierno turco
planifica y concreta un genocidio que termina con la vida de 1.500.000 de personas. La matanza se
inicia en la noche del 23 al 24 de abril de 1915 accionando en primer lugar sobre dirigentes políticos,
religiosos, maestros e intelectuales Armenios. Miles de niños hijos de padres asesinados y
desaparecidos son entregados y sometidos. (Ashod Artzruni 1975;351).

Al finalizar la Guerra las potencias europeas preservaron la integridad territorial de Turquía y la


firma del Tratado de Lausana ponía fin a las aspiraciones de constituir una nación Armenia
independiente.

Las descripciones de estos sucesos han sido denunciadas en el momento que se producían a
autoridades de países extranjeros y posteriormente llevadas a tribunales internacionales en los que se
refieren a detalles del holocausto.
De las diversos testimonios hemos seleccionado aquellos narrados por mujeres que fueran testigos
presenciales de los acontecimientos, y que aportaron la mirada femenina aún tan poco rescatada.
Los testimonios utilizados pertenecen en su gran mayoría a mujeres occidentales que se
encontraban en territorios del Estado turco ejerciendo su profesión especialmente en el caso de
enfermeras, educadoras y religiosas- como viajeras o bien acompañando a sus esposos en el exterior.
Es en primer término especialmente interesante reconocer la acción de mujeres que -a principios
de siglo- habían salido de occidente europeo e incluso cruzado el Atlántico, procedentes de EE.UU.
movidas por la curiosidad o en otros casos el ejercicio de una profesión para la que se habían
preparado.
Estas mujeres eran solteras en su mayor parte y en todos los casos se relacionaban con instituciones
«contenedores» que actuaban como mediadoras entre el «mundo exterior» y ellas.
No podemos encasillarlas dentro de lo que serían las « transgresoras feministas», por el contrario se
encuadraban dentro de «lo permitido», fundamentalmente en actividades que extienden el rol
femenino asignado socialmente - cuidar enfermos, niños o misionar el cristianismo-.
Pero tampoco son las típicas mujeres de la burguesía occidental urbana decimonónica cuya esfera de
acción se restringía esencialmente a actividades en el hogar y a los espacios a él funcionales. Estas
testigos si bien no escapaban a las normativas, las bordeaban llegando hasta los límites permitidos
pero frecuentados sólo por las audaces.
En sus testimonios esta característica aparecerá una y otra vez, ya que no cuestionan el orden de
los valores establecidos, sino que reflejan -fundamentalmente desde una mirada femenina, cristiana,
occidental y burguesa- los sucesos que se desencadenarán en los años 1915 y 1916.
Las descripciones que les pertenecen son de gran importancia en tanto no hay un prejuicio o previo
compromiso político con alguno de los actores enfrentados.
1 . Su falta de marco de análisis se observa en que no plantean en forma sistematizado las
diferentes políticas llevadas adelante sobre varones y mujeres, así como las responsabilidades
específicas -apareciendo culpas difusas sobre funcionarios en general, soldados, kurdos y en algunos
testimonios claramente señalado el Estado terrorista-. Pero si se realiza una lectura atenta del
discurso, es posible sistematizar los datos, pudiendo extraerse conclusiones claras de lo que fue la
política expresamente decidida, la metodología utilizada para concretarla y las responsabilidades
específicas por parte del Estado.
2. Con el objeto de identificar con claridad algunos elementos centrales del proceso, así como la
denunciante específica del mismo se ha construido un cuadro en el que encolumnamos algunos
conceptos centrales, que permiten comparar las descripciones y obtener similitudes y diferencias así
como sistematizar algunos aspectos que permiten categorizar con claridad los sucesos producidos
durante el gobierno de los Jóvenes Turcos y conducida por su Ministro del Interior Tala.
En función de esquematizar los testimonios hemos seleccionado los siguientes aspectos a enfatizar
por su relevancia:
• Emisora del documento
• Vínculos nacionales
• Actividad
• Percepción de los "lugares" donde se desarrollaron los sucesos.
• Conceptos utilizados para clasificar los sucesos.
• Violaciones de los derechos humanos diferenciadas en función del género.

A los fines de ordenar y organizar la presentación de los testimonios y los conceptos sustanciales
que de ellos se desprenden y, a la vez, evitar tediosas transcripciones que rompan con el hilo de la
ponencia, hemos incluido el cuadro en las últimas páginas de. la ponencia, y adelantando en el
próximo punto las conclusiones a las que llegamos luego de manejar los testimonios, cuya cita
completa presentamos en el Anexo correspondiente.

2 - Resistencia y denuncia femenina durante el holocausto.

Las primeras órdenes de abandono de las viviendas y de expulsión de los se hicieron recaer sobre
la totalidad de la población Armenia incluyendo varones y mujeres de diferentes generaciones -
incluyendo desde ancianos a niños lactantes.
Se mantuvo a la población para ser deportada en «campos de concentración» mayormente al aire
libre y que podían ubicarse desde en las plazas centrales de las ciudades a -mayoritariamente- en las
afueras de la ciudad. Las condiciones de estos campos fueron infrahumanas no contando los
prisioneros con alimentos, agua, letrinas ni posibilidad de protegerse de las inclemencias cismáticas,
esta situación sumada al impacto psicológico y a la política de terror llevó a muchos/as a la locura, la
enfermedad, epidemias y muerte «El campamento de Islahié es la cosa más triste que yo jamás haya
visto. Justo a la entrada estaban tirados un montón de cuerpos sin enterrar. Conté 35 y en otro lugar
22, en la inmediata vecindas de las tiendas de aquellos que habían caído en virulenta disentería. La
suciedad dentro y alrededor de estas tiendas era algo indescriptible»' en un sólo día el comité de
entierro sepultó a 580 personas» (Schafer;389)
En pocas horas las mujeres -junto con ancianos/as y niños/as-eran separadas de los hombres
adultos, a estos últimos se los ataba y preferentemente por la noche amparándose en la «invisibilidad»
se los asesinaba utilizando diversas metodologías - fusilados, asesinados con armas blancas,
despeñados atados desde montes a ríos-.
Una vez separados los varones de las mujeres y quedando absolutamente desprotegidas, se ejercían
sobre ellas permanentes violaciones a sus derechos elementales «Las familias eran dispersadas, los
hombres asesinados y las mujeres y jóvenes entregadas a los turcos, los niños vendidos para
convertirlos en musulmanes» (Holt, p.302),
A las violaciones de los derechos específicamente ejercidas sobre los varones detención torturas y
asesinatos- se agregaron aquellas que específicamente tuvieron como objeto a las mujeres.
• .Marchas forzadas por el desierto sin alimentos, protección del sol y sin agua, .
• Violaciones sexuales permanentes y reiteradas sobre mujeres jóvenes y niñas «Ser mujer
en especial una mujer atractiva, con todos los peligros que acechan a una mujer (algunas
en «Constantinopla me dijeron que desfigurarían sus rostros si fuesen exiliadas» (lbid)
• .Obligación de marchar en avanzados grados de gravidez y en el posparto inmediato -
provocando la muerte de las madres y los bebés- «Entonces en un carro recorrí toda la ruta
a lslahie. Si había visto mucha angustia antes, las escenas que vía allí desafían toda
descripción. Una mujer de débil complexión estaba sentada junto al camino con un cojín
sobre la espalda y un bebé atado encima y en sus brazos llevaba a un niño de dos años; sus
ojos estaban turbados y se encontraba en sus últimos jadeos. La mujer había caído en la
angustia y lloraba de modo desgarrador. La llevé conmigo hasta el próximo campo de
concentración donde el niño murió»(Schafer;389)
• -Asesinatos cuando se negaban a marchar.
• .Raptos de niñas para ser prostituidas o incluidas en los harenes.
• .Conversiones forzadas al Islam.
• Saqueos y robos de las pocas pertenencias que llevaban.
En estas instancias se pone en práctica la violación sistemática de las mujeres como estrategia de
acción de imposición racial deliberada, con el objetivo de embarazarías de niños turcos. Varias de
las ancianas entrevistadas hacen alusión a esta realidad y plantean que muchos de los casamientos
arreglados por sus padres tenían por objeto «buscases un esposo que las protegiera de las
violaciones». Esta situación se ha reiterado en genocidios recientes como el de los bosnios.
Es evidente que la política del Estado turco no fue neutral en relación con el origen étnico, la
religión y el género.
Si bien el máximo responsable y organizador general de las matanzas fue el Estado turco se dio
una participación activa del conjunto de la población que no desconocía los sucesos, al menos en las
ciudades en que ocurrían y en las aldeas cercanas, en estas violaciones a los derechos humanos hay
que recalcar que también participaron mujeres kurdas y turcas « Los ofrecimientos fueron aceptados,
las mujeres entregaron sus joyas a las esposas de los funcionarios de gobierno y obtuvieron promesas
de que no serían deportadas, aunque en todos los casos fueron obligadas a hacerse musulmanas»(Gage
p. 1 1 1)
Las mujeres armenias del común -más allá de la acción de heroínas consagradas luego por la
literatura popular del exilio- desarrollaron formas de resistencia activas y pasivas cuyos contenidos y
formas sólo pueden captarse en todo su dramatismo en el contexto histórico de un holocausto «Los
gendarmes la intimaron a que debía partir en algunas horas, ella fue nuevamente a la Casa de
Gobierno . Fue en vano le dieron dos camellos para ella, los nilos y el equipaje. Bajo el sol abrasador
de Osmanieh nació un cuarto hijo y cuando arribó a Alepo con el niño muerto, lo único que pudo
hacer fue dirigirse al hospital» (Cold;405)
«Uno se entera porque ellos mismos lo cuentan, que muchas mujeres arrojaron sus hijos al río ya
que no tenían medios de nutrirlos y prácticamente todas las familias se vieron disminuidas entre los
hombres que fueron asesinados» (Atkinson;374)
Esto no obsta para aclarar que en la mayor parte de los testimonios aparecen mencionados
pobladores/as turcos/as que asumiendo riesgos personales, ayudaron en diversas formas a esconderse
o escapar a Armenios/as.
A diferencia del estado nazi que explicitó la política de exterminio en diversa documentación y lo
asumió públicamente como un valor a sostener el estado manejado por los Jóvenes turcos mantuvo las
acciones sistemáticas y organizadas en el marco del ocultamiento y la negación pública, esto llevó
también al intento del ocultamiento de los cuerpos de los/as asesinados/as podríamos mencionar
entonces la puesta en práctica de la «desaparición de personas» concepto que se hará tristemente
célebre en Argentina -en la década del setenta- reflejando la política de exterminio y ocultamiento
público de la dictadura militar. Estimamos que para el genocidio armenio pueden reconocerse
elementos que autoras feministas mencionan para el nazismo en el sentido de que la «guerra racial» se
centró en las mujeres como un elemento de singularidad del genocidio nacionalsocialista del pueblo
judío (Bock,1993;179).
Por último consideramos interesante destacar la funcionalidad asignada los lugares, identificando
los «lugares» de la muerte y la vida en los que se desarrolló esta historia y la forma en que fueron
percibidos, cargados de contenidos y diferenciados a partir de los testimonios con los que trabajamos.
Debemos recordar que los territorios bajo dominio turco se caracterizaban por formar parte de un
extenso espacio rural -recorrido por pastores de cabras y ovejas y con producción agrícola y de
frutales en las áreas periféricas a las aldeas-. Las aldeas cuyo origen se remontaba habitualmente a
etapas muy antiguas se ubicaban a orillas de cursos de agua y se constituían en centros de intercambio
local y regional, asimismo constituían el asiento de artesanos -del cuero y textiles- de comerciantes,
de autoridades civiles y funcionarios militares, conservaban aún los muros que las diferenciaban y
protegían del espacio exterior, la pertenencia a tal o cual ciudad-aldea será reconocida aún en la
diáspora -por ejemplo las casas de los descendientes de Hadjin o de Marash-. Los pobladores se
reconocían sin la utilización de apellidos, dentro de estructuras premodernas la identidad la daba el ser
«hijo de « o «hermano/a» o bien definidos por sus actividades y oficios al estilo del medioevo
europeo, porque las historias familiares se encontraban arraigadas desde años en la aldea, si bien los
testimonios dan cuenta de la existencia de «barrios étnicos» también se observa la interacción entre
los distintos pobladores, fue seguramente la pertenencia a diferentes religiones y diferentes pautas
matrimoniales las que mantuvieron separados a los Armenios -cristianos- del resto del universo
islámico.
Sobresaliendo sobre todas ellas, la gran capital Constantinopla sede del gobierno imperial, las
actividades financieras, los bancos y el gran comercio, no fue prácticamente afectada por los sucesos e
incluso se la intentó mantener al margen en tanto los mismos fueron ocultados al conocimiento
europeo «Cuando llegamos a Constantinopla, todo parecía tan apacible y calmo que me sentí
frustrada. No recibimos noticias de la ciudad por un tiempo y pensamos que debía estar en manos del
enemigo. Ver a mujeres y niños vestidos a la última moda y aparentemente indiferentes la miseria del
mundo era un contraste doloroso» (Holt;303)
El Imperio turco de 191 5 ejercía, en especial a partir de las reformas, un dominio de la
territorialidad, y la organización de un espacio a partir del centro reconocible simbólicamente e
indiscutido en Constantinopla y la instalación de ejércitos dirigidos desde el centro en los poblados.
«El Imperio, pensado como un universo «totalitario», no es nunca un no lugar. La imagen que está
asociada con él es, al contrario, la de un universo donde nadie está nunca solo, donde todo el mundo
está bajo control inmediato, donde el pasado como tal es rechazado (se ha hecho tabla rasa con él)»
(Augé 1996;pil7)
A partir de los testimonios utilizados pueden reconstruirse las funcionalidades dadas a los distintos
espacios en el holocausto y las acciones específicas ejercidas en ellos.
a) En los centros urbanos, lugares del contacto cultural cotidiano entre los
pobladores turcos y Armenios, ellas fueron:
• .Reclutamiento de varones para la realización de trabajos forzados en caminos y obras
públicas
• .Detención masiva de los varones líderes religiosos, políticos e intelectuales en un
principio y masiva a posteriori.
• .Instalación en ellos de centros clandestinos de detenciones y tortura en prisiones,
sótanos o -en varios casos- utilizando las iglesias ortodoxas -previo asesinato de los
ministros religiosos-.
• .Confiscación de bienes muebles e inmuebles.
• Deportación masiva de ancianos/as mujeres y niños rumbo a un incierto destino.
Las ciudades fueron también los espacios donde negociar la vida a cambio de:
• dinero o joyas.
• de conversiones al Islam
• de protección por parte de instituciones extranjeras e internacionales (Cruz Roja, Orfanatos,
iglesias protestantes)
• Y en algunos casos -como en Van- el lugar de la resistencia.
b) Las zonas fronterizas y rurales peri urbanas fueron, habitualmente, los lugares en los que se
ubicaron los campos de concentración de tránsito hacia un viaje sin destino fijo conocido. La
concentración de población en estado de crisis emocional y sometida a vejámenes e inanición
convirtió estos lugares en lugares de muerte en especial de los niños y las mujeres -ya que los varones
eran asesinados por separados bajo el amparo de la nocturnidad-.

Estas áreas rurales fueron en algunos caso el lugar del ocultamiento y la huída -entre los campos
cultivados-.

c) Las rutas de escape centradas sobre todo en las vías del FFCC. Atestadas de pasajeros y que se
constituían en una prácticamente única vía de salida del infierno.

Los vagones y estaciones fueron, sin embargo también el lugar de concentración de las deportadas sin
agua ni alimentos, sufriendo epidemias y enfermedades. Los trenes fueron también los lugares del
filicidio y el suicidio femenino ante la angustia de la crueldad y el sufrimiento cuando los FFCC.
atravesaban precipicios.
d) El desierto atravesado por los circuitos de las caravanas de deportadas que recorrían este
espacio signado específicamente como el espacio de la muerte. Las rutas del desierto eran los sitios
preferidos para ataques y violaciones realizados por las tribus kurdas sobre las mujeres y niñas.
Bordeando las aldeas, los itinerarios del traslado forzoso jalonado de etapas y de puntos fuertes en las
ciudades a las que nunca se arribaba componen el lugar de «sentido único» un «espacio» que será
recordado -junto con el de las masacres masivas en las ciudades- como el destino propuesto para la
«solución final» y donde fueron mujeres y niños / as las principales víctimas.
«Ciertos lugares no existen sino por las palabras que los evocan» dirá Marc Augé (1996;.99) el
desierto está por definición sobrecargado de sentido, es el sentido del desamparo, de la no vida, de la
muerte.

Reflexiones finales.

Algunas / os sobrevivieron al genocidio, en muchos casos abandonaron sus ancestrales tierras que
les traían los ecos de la muerte e iniciaron el largo camino de la diáspora, entre otros lugares a la
Argentina. Cada uno de ellas / os traería en sus maletas una mezcla de sentimientos: ansiedad,
tristeza, dolor y nostalgia por un lado, junto con las expectativas e ilusiones esperanzadoras por el
otro. (Grinberg 1996;21)
Entre los países receptores podemos contar a el nuestro donde hoy son aproximadamente cincuenta
mil personas los descendientes de Armenios.

Más allá de la letra, los mecanismos estatales fueron laxos y permisivos en su acción concreta «Como
en tantos otros campos de acción del Estado, tanto antes como después de 1916, el estudio de la
práctica efectiva puede ser mucho mas revelador que el análisis escueto del encuadre jurídico (... ) En
la tensión entre una voluntad política limitacionista y el peso de una tradición cultural de amplitud
inusitada y sólo explicable en función del vacío demográfico y de la tenaz ilusión «civilizadora» de
los padres intelectuales de la Argentina moderna transcurrió la década. La Argentina posponía así
hacia los años treinta la decisión de limitar el ingreso más severamente (... )» (Devoto,1992;91)
A la flexibilidad en el cumplimiento de las normas en la Argentina se oponía el mas estricto control
en los EEUU -otra de posibilidad a los ojos de los Armenios que establecía en 1921 y 1923 «leyes de
cuotas» que limitaban las entradas de inmigrantes.
La Argentina aparecía, por lo tanto, como la alternativa viable, que haría posible la instalación de esta
colectividad en su seno.
La imposición de la partida y la imposibilidad del retorno, sin duda condicionaron fuertemente a las
primeras generaciones, la identidad en crisis debería ser reconstruida colectiva y artesanalmente en el
exilio.
CITAS

1-La palabra «genocidio» fue acuñada por el jurista polaco Prof. .Rapphael Lemkin (1944) Axis Rule in Occupied Europe; Washington
D.C,Carnegie Endowment for Internacional Peace. con ella se hace alusión a crímenes colectivos direccionados específicamente a personas
a las que se condena en virtud de su raza, religión, etnia etc. La palabra tiene origen etimológico griego en «genos» (raza, nación o tribu) y
la raíz latina «cide» (asesinar).
La definición de genocidio para las matanzas de Armenios/as entre 1915 y 1916 ha sido reconocido plenamente en diversos documentos
internacionales:
En Vancouver (Canadá) la Sexta Asamblea del consejo Mundial de Iglesias(1983) reconoció las implicancias contemporáneas del genocidio
Armenio.
En París (Francia) el Tribunal Permanente de los Pueblos(1984) luego de tres días de deliberación declaró culpable al gobierno de los
Jóvenes Turcos por el delito de genocidio perpetrado contra los Armenios/as entre 1915 y 1917, considerándolo un crimen imprescriptible e
internacional, por el cual el Estado turco debe asumir su responsabilidad histórica. el Informe Revisado y Actualizado sobre la cuestión de la
prevención y sanción del crimen de genocidio.(1985) Este Informe fue encargado por el Consejo Económico y Social de las Naciones
Unidas al experto internacional Benjamín Whitaker.
La Subcomisión de Prevención de Discriminación y Protección a las Minorías de las Naciones Unidas, del Parlamento Europeo (1987)
reconoce el genocidio armenio realizado por el gobierno de los Jóvenes Turcos e instó a Turquía a reconocer el mismo.
El historiador Erich Hobsbawm (1995) 'La era de las Catástrofes" En: historia del siglo XX, Crítica, Barcelona también da carácter de
genocidio a las matanzas de Armenios/as 'Así pues el mundo se acostumbró al destierro obligatorio y a las matanzas perpetradas a escala
astronómico, fenómenos tan frecuentes que fue necesario inventar nuevos términos para designarlos:'apátridas" o genocidio'.Durante la
primera guerra mundial Turquía dio muerte a un número de Armenios no contabilizado -la cifra más generalmente aceptada es de 1,5
millones- en lo que puede considerarse como el primer intento moderno de eliminar a todo un pueblo. Más tarde tendrá lugar la matanza
episodio mejor conocido- de unos 5 millones de judíos a manos de los nazis, aunque el número es todavía objeto de controversia.
2-La documentación utilizada ha sido editada por Ohanian,P. (1986) «Turquía,Estado Genocida
(1915-1923),Ed.Akian,Ss.As. El autor ha realizado un minucioso trabajo de recopilación documental. Los
testimonios de mujeres aparecen insertos entre muchos otros correspondientes a diversos actores
sociales de la época.
3-Entendemos por genocidio la planificación y ejecución sistemática de un plan de exterminio
realizado desde las instituciones del Estado.

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Semin. bajo Dir,. de Daniel Devoto, UNLU, (inédito: VARELA, BRISA (1995) «Las mujeres en el proceso migratorio de principios de
siglo, la inmigrantes armenias en Argentina». En: II Jornadas de aportes de la Universidad a lo Estudios de la Mujer. Universidad Nacional
de La Pampa.
Comentario:

Me parece muy oportuno encarar el tema de la situación de la mujer en situaciones de beligerancia


extrema, sea por razones religiosas, étnicas u otras que rondan alrededor de actitudes discriminatorias,
por diversos motivos. Es interesante el tratamiento de una situación muy alejada en el tiempo y el
espacio de nuestras circunstancias actual.
Considero oportuno el haber recurrido a los testimonios no de quiénes fueron objeto de brutal
discriminación, sino de quiénes fueron testigos de esas atrocidades y pueden dar una versión
ecuánime de los hechos, sin dejar de admitir que no se puede ser testigo indiferente.
Desde luego, quiero señalar que la Lic. Brisa Varela ha trabajado este material de segunda mano
con rigurosidad metodológica y técnicas adecuadas para mirar el problema con total objetividad.
Sus conclusiones nos traen a la memoria las actividades que hacia la mujer se han registrado en las
guerras de conquista y más recientemente en los sucesos de que estamos siendo testigos en los
Balcanes.

Dra. Elena Chiozza


División Geografía,
Dpto. de Cs. Sociales Universidad Nacional de Luján
REFLEXIONES EN TORNO A LA INTERVENCIÓN PROFESIONAL
DESDE EL TRABAJO SOCIAL CON MUJERES PERTENECIENTES
A LOS SECTORES POPULARES

Considerations on the subject of the professional role of the Social Worker in respect
of women belonging to working classes.

Biviana Travi
Docente e Investigadora en el Área Metodológica de Trabajo Social
Departamento de Cs. Sociales, UNLU.

Resumen:

Este trabajo tiene como objetivo principal contribuir a la reflexión sobre la posibilidades
/potencialidades de una intervención profesional transformadora desde el Trabajo Social con mujeres
de los sectores populares. Nos proponemos compartir algunas reflexiones acerca de la concepción
tradicional acerca de los sujetos sociales y en particular de las mujeres beneficiarias de la asistencia
pública, del rol del trabajador social y del lugar central de la transferencia de saber es como un medio
para superar el círculo vicioso de la demanda-recurso permitiendo orientar la intervención sobre los
complejos mecanismos que generan y legitiman la desigualdad.

Palabras clave: Trabajo social, intervención profesional, género, sectores populares.

Abstract:

This study's main aim is lo make a contribution lo the considerations related lo the possibilities/
potentialities of an innovative professional approach lo the issue of women belonging lo working
classes in the domain of Social Work. We intend lo share some considerations on the traditional
concept of social subjects and in particular on women who are the beneficiaries of public welfare, on
the role of the social worker and on the central role of transference of knowledge as way to overcome
the demand-resource vicious circle , thus, allowing the orientation of the professional role on the
complex mechanisms that originate and legitimate inequalities.

Key words : Social work, professional role, gender, working classes.

Sumario:
1 - Acerca de las categorías, género, exclusión social y ciudadanía.
-2 - El trabajo social y la intervención transformadora.

Este trabajo tiene como objetivo principal contribuir a la reflexión sobre las posibilidades/
potencialidades de una intervención profesional transformadora desde el Trabajo Social con mujeres
de los sectores populares.2
Partimos de la convicción que a lo largo de la historia de nuestra profesión, el Trabajo Social ha
acumulado una valiosa experiencia y que cuenta con un enorme potencial teórico/ metodológico que
por múltiples razones (internas y ajenas a la disciplina) no siempre llega plasmarse en la practica
cotidiana o en la reflexión teórica.
Creemos que algunas de variadas las razones de esta situación, pueden estar vinculadas con:
las condiciones laborales del ejercicio profesional;
con la definición de los sujetos sociales "objetos de intervención";
y con la histórica dificultad de articular la interpretación y la intervención lo cual se manifiesta, en
algunos casos, en ciertas prácticas profesionales "rutinizadas" y en una escasa profundización o
utilización poco rigurosa de categorías de análisis indispensables para el ejercicio profesional.
El eje de este trabajo estará centrado en la articulación de las categorías de género, exclusión
social, ciudadanía e intervención profesional.
En primer término se presenta una breve definición de dichas categorías haciendo hincapié, en
aquello que aportan de novedoso, de diferente, en la medida que permiten desnaturalizar y convertir
"hechos dados" en problemas de análisis y de intervención.
Luego se hará referencia al impacto diferencial de la pobreza en función de/ sexo, para luego
centrarnos en el análisis de los procesos de exclusión social, considerados como el producto de una
desigual apropiación de los bienes materiales, culturales y simbólicos por parte de los diferentes
sectores sociales.
Por último, nos proponemos compartir algunas reflexiones acerca de la concepción tradicional
acerca de los sujetos sociales y en particular de las mujeres beneficiaras de la asistencia publica, del
rol del trabajador social , y del lugar central de la transferencia de saberes a fin de superar el circulo
vicioso de la demanda-recurso o dentando la intervención sobre los complejos mecanismos que
generan y legitiman la desigualdad.

1 - Acerca de las categorías de género, exclusión social y ciudadanía

A partir de la década del '50, se inicia una nueva etapa en que las mujeres comienzan a tener
presencia y a ocupar un lugar en un ámbito hasta ahora reservado a los hombres, el ámbito público,
irrumpiendo así en la escena mundial, en una lucha por constituirse en sujetos plenos de derecho.
Son por lo menos tres, según A. M. Fernández (1 993), los elementos o ejes de visibilidad que dan
cuenta de ello: la incorporación masiva al mercado laboral, la incorporación a la enseñanza secundaria
y terciaria y la ampliación de la práctica política de los movimientos feministas.
Paralelamente, a partir de los años '60 y '70 se produce un cuestionamiento generalizado en
relación a los modelos teóricos explicativos vigentes, dando lugar posteriormente a la llamada crisis de
los paradigmas totalizantes y omnicompresivos Así, confluyen una serie de elementos que comienzan
a socavar los cimientos que sostenían tanto los principales sistemas de valores, como los modos
conocer e interpretar la realidad y por lo tanto de intervenir sobre ella.
Es en este contexto, que se tornan necesarias nuevas categorías de análisis que permitan una nueva
mirada sobre la realidad. Ya no se trata sólo de elabora incorporar nuevos marcos teóricos para el
análisis de esta "nuevas problemática sociales", sino planteamos las formas de conocer, de concebir el
modo de producción del conocimiento y de su apropiación. (1)
En este sentido el empleo la categoría de género nos permite una nueva visión, explicación de
fenómenos, de situaciones, de "casos cerrados" donde el denomina( común fue el consenso sobre la
inferioridad femenina, la naturalización de la vi cotidiana y del papel subordinado de la mujer en la
sociedad.
Si bien el concepto de género existe desde hace cientos de años, es recién partir de los años'70 que
comienza a ser utilizado como categoría analítica con u acepción especifica. ¿ Por qué surge como
tal?. "Si un objetivo del trabajo teórico es desarrollar o crear herramientas analíticas - conceptos,
categorías, teorías - que permitan entender o visualizar algo que antes estaba desapercibido, ¿que es lo
q permite ver? (Lamas, 1986). Esta autora plantea que lo que básicamente aporta es una nueva manera
de plantearse viejos problemas, interrogantes no sólo acerca, de la relación entre los sexos sino sobre
cuestiones fundamentales de organización económica, política y social.
En términos generales podemos afirmar, que un "hallazgo" central de los estudios sociales basados
en la perspectiva de género, lo constituye la constatación que diferencias entre lo femenino y lo
masculino son construcciones sociales, es de una interpretación social de la determinación biológica, y
que "si bien las diferentes sexuales son la base sobre la cual se asienta una determinada atribución de
papeles sociales, esta distribución no se desprende "naturalmente" de la biología, sino que es un hecho
social (Lamas, 1 986). Así mismo, un aporte de inestimable valor para profundizar y mejorar la
interpretación y la producción teórica, consiste en identificación de los procesos a través de los cuales
las diferencias biológicas se convierten en desigualdad. (En toda propuesta de intervención
profesional subyace paradigmas, marcos teóricos, y la identificación de sus principales categorías
conceptos se torna imprescindible a la hora de un análisis crítico de la misma.)
Más recientemente cobra vigencia la categoría de exclusión vinculada a la noción de ciudadanía.
Según los últimos informes sobre Desarrollo Humano (en particular el informe realizado en 1995
dedicado a la situación de la mujer) numerosos documentos c las Naciones Unidas, de ONGS,
centros de investigación u organizaciones feminista coinciden en que, a nivel mundial, las mujeres
constituyen el grupo excluido mas numeroso.
Algunos datos son más que contundentes. Según el Informe sobre Desarrollo Humano (1 995), a
pesar del notable avance en materia d educación y salud sigue existiendo, una enorme discrepancia
de oportunidades entre mujeres y hombres e el mundo, llegando a la conclusión que "en ninguna
sociedad las mujeres están e condiciones tan buenas como los hombres y que "en lo concerniente a
ejercer u poder real o poseer facultades para adoptar decisiones, las mujeres constituye una verdadera
minoría en todo el mundo".
Esta situación se manifiesta claramente cuando las investigaciones, incorporando la variable
“género", se proponen visibilidad las diferencias notables en la calidad de vida de la población, las
cuales no pueden ser explicadas solamente a partir de las categorías de clase social o ingreso.
Tomar conciencia que las mujeres representan el 70% de los pobres del mundo, las dos terceras
partes de los analfabetos, y que violencia domestica, "es responsable de uno de cada cinco días de
vida saludable perdidos por las mujeres en edad reproductiva" ( OMS, 1994, cit. por Ferreira, G.)
son evidencias lo suficientemente alarmantes como para ser ignoradas tanto en el debate teórico
sobre el tema de la ciudadanía como en el diseño de políticas públicas.
En lo que respecta a la pobreza, su aumento en las últimas décadas y el deterioro de la calidad de
vida de amplios sectores de la población a nivel mundial, requiere volver la mirada sobre cuestiones
que al menos en el mundo occidental avanzado habían encontrado respuesta a través del Estado de
Bienestar, concebido como "un conjunto de instituciones destinadas a elevar la calidad de vida de la
población tendiendo a reducir las diferencias sociales ocasionadas por el funcionamiento del mercado"
(Isuani, E. 1989).
Si bien en sus comienzos, el Estado de Bienestar estuvo centrado en la idea de seguridad (frente a los
riesgos), después de la 2º guerra cobra fuerza la idea de igualdad y solidaridad social basadas en la
noción de ciudadanía, el bienestar social como derecho inalienable de todos los ciudadanos. Surge así
la utopía de un individuo librado de la necesidad y protegido de los principales riesgos (Rosanvalion,
P. 1995).
De manera tal que, desde la lógica del sistema, la inclusión a través del trabajo asalariado y de los
servicios sociales aseguraba el funcionamiento del mismo.
Pero volviendo al tema que nos ocupa, ¿podemos considerar que, aún en momentos de pleno apogeo
del Estado de Bienestar, las mujeres estuvieron plenamente incluidas?
Para Lo Vuolo (1996), "la inclusión social significa englobar al conjunto de la población en el
sistema de instituciones sociales, concierne al acceso a sus beneficios, como a la dependencia del
modo de vida individual con respecto a los mismos. De ahí que la exclusión social refiere a todas
aquellas condiciones que permiten, facilitan o promueven que ciertos miembros de la sociedad sean
apartados, rechazados o simplemente se les niegue la posibilidad de acceder a los beneficios
institucionales. En tal sentido, el autor señala, que se trata mayoritariamente de situaciones de
exclusión en la sociedad. Así, retornando las palabras de Amartya Sen dirá "que la garantía de la
inclusión es entonces el acceso a ciertos bienes, a aquellos que definen la capacidad para funcionar en
el sistema social en cuestión, en tanto lo que la persona puede hacer depende de su control sobre
ciertos bienes que controla".
¿Cuáles son entonces las condiciones que hoy garantizarían la inclusión plena de las mujeres?
¿Cuáles son aquellos bienes cuyo acceso es vital para asegurar la capacidad de funcionar en el sistema
social? ¿Cuál es la situación de los sectores populares en general y de las mujeres pertenecientes a
ellos en particular?
¿La pobreza tiene el mismo impacto según si son varones o mujeres las que la padecen? ¿Qué
efectos tiene sobre la salud (física, síquica y sexual) la desigual carga de responsabilidades
domésticas? ¿Qué incidencia tienen sobre la salud mental los mitos y creencias que legitiman la
desigualdad, y los valores y mandatos culturales que restringen la posibilidad de desarrollar las
capacidades de la mujer?.En la actualidad, en numerosos estudios referidos al tema de la pobre
comienzan a incluir la cuestión del impacto diferencial de la pobreza según sexos. (2.)
En tal sentido, la interpretación desde la perspectiva de género permite u nueva visión en la medida
que su aporte central es que modifica las preguntas acerca de la realidad, desnaturalizando lo,"dado",
problematizando la realidad.
Y entre las cuestiones naturalizadas de hecho, es sumamente interesante revisar la utilización de la
categoría de ciudadana/o.
¿Cómo pensar políticas públicas y sociales que garanticen en el acceso a u ciudadanía plena para
más de la mitad de la población mundial?
En primer lugar, es indispensable reconocer que los procesos de exclusión social tienen una
trayectoria y un impacto diferencial en función del sexo, cuy causas no se circunscriben a la
pertenencia a una clase, una etnia o religión, si que se encuentran imbricadas en los modos de vida,
costumbres, asignación, roles de géneros, y están presentes en todas las sociedades. En segundo
lugar, requiere explicitar que entendemos por ciudadanía plena y a quienes incluye.
Tal como lo plantean diversos autores, un aspecto central del debate actual política social y en la
filosofía política, se desarrolla en torno a la cuestión de ciudadanía al constituirse en un referente
obligado a la hora de discutir cuestión vinculadas con igualdad, justicia, libertad y democracia.
Entre las principales razones de este "renovado interés en los noventa", Kymlicka y Norman (1 997),
señalan, que a nivel de la teoría se trata de una evolución natural del discurso político, ya que el
concepto de ciudadanía parece integrar las exigencias de justicia y pertenencia comunitaria, conceptos
centrales de la filosofía política los años setenta y ochenta, a la vez que, este interés fue alimentado por
una se de acontecimientos (apatía de los votantes, intolerancia, etc.) que ponen en peligro las bases
mismas de la democracia.
T.H. Marshall (1 949), concibió a la ciudadanía, por una parte como un "status que se otorgaba a
los que son miembros de pleno derecho de una comunidad donde todos los que poseían ese status eran
iguales en lo referente a derechos deberes que implica". Asimismo "explica la extensión del status de
ciudadano distintas esferas sociales en sucesivas etapas, proceso en el cual se van diferenciando
distintas instituciones que asumen las garantías de los derechos asociados a ese status. Sus
beneficiarios fueron las clases emergentes en cada fase histórica: la burguesía y el proletariado".
(Noya Miranda, J., 1997)
Si bien coincidiendo con Bustelo, E. (1 998) podemos 'pensar la política social como el desarrollo de
un proceso de expansión de la ciudadanía en el cual partiendo de los derechos civiles se han ido
incorporando los derechos políticos y finalmente los sociales", aún en nuestro país, derechos
elementales como el derecho a vida, a la salud, o a elegir la vida que uno quiera vivir, se encuentran
seriamente comprometidos para millones de mujeres y niñas víctimas de violencia de género en sus
múltiples manifestaciones. (3)
Sí ser ciudadana /o significa entonces pertenecer, ser miembro pleno de sociedad, un sujeto de
derechos, implica tener derecho en primer lugar a la vida a la salud, a la educación, al trabajo, al
tiempo libre a la participación política, opinar acerca del rumbo de la sociedad y fundamentalmente el
derecho a ser protegido por las leyes.
El concepto de ciudadana/o, es en su origen un concepto puramente formal. Sin embargo, el
significado de los derechos del ciudadano no puede entenderse aisladamente, sin considerar las
diferentes relaciones del poder, de status, de recursos. Por lo tanto, el ejercicio pleno de los derechos
legales y políticos requiere una base firme derechos sociales y económicos (Gaviría, 1995).
Siguiendo a Marshall, su noción de ciudadanía se basa en la idea de una "identidad compartida"
como expresión de la pertenencia a una comunidad política . Pero en los últimos años, a pesar del
movimiento internacional por los derechos de las humanos y de las mujeres, de la firma de convenios
internacionales y en el caso de nuestro país de su incorporación a la Constitución Nacional de 1994 de
diversas convenciones internacionales (4), estos derechos ¿pueden ser ejercidos de igual manera por
todos los sectores sociales, por los varones y por las mujeres? ¿Esta igualdad de derecho se
corresponde con una igualdad de hecho? ¿Esta situación es tomada en cuenta en el diseño de políticas
sociales dirigidas hacia la mujer y en la práctica cotidiana de los trabajadores sociales?
En el ejercicio de la práctica profesional, constatamos diariamente la escasa o nula participación de
las mujeres pobres en actividades que trasciendan los tradicionales roles femeninos (atención de
comedores, guarderías, etc.) , o la imposibilidad de acceso a los derechos elementales, lo cual
convierte a un amplio sector de la población en no-ciudadana en función del su sexo y/o del sector
social al que pertenece.
¿Pero este es un fenómeno reciente, producto de la crisis de actual? ¿Las mujeres han estado alguna
vez penalmente incluidas en el desarrollo histórico, económico, social y político? ¿ La Ley de Sufragio
Universal ¿sobre qué idea de “universo” estaba pensada? Es más, ¿eran ciudadanas nuestras colegas
que hasta entrado el siglo XX eran incapaces ante la ley para firmar contratos o cobrar un salado por
su trabajo; las mujeres que en nuestro país no pudieron ejercer el derecho político a elegir y ser
elegidas? ¿y las madres que hasta 1985 no pudimos ejercer la patria potestad sobre nuestros hijos?
¿Son hoy ciudadanas las mujeres víctimas de múltiples formas de violencia o que mueren a diario
producto de una sociedad y un Estado en el que sus instituciones no protegen ni siquiera su derecho a
la vida, ¿o aquellas que como consecuencia de un sistemas de valores se les impide el desarrollo pleno
de sus capacidades bajo el pretexto de que deben ocuparse de su familia por que es lo que les
corresponde?

2 - El trabajo social y la Intervención transformadora.

El análisis e interpretación de las situaciones mencionadas hace imprescindible recurrir al lugar que
las mujeres han ocupado a través de la historia.
¿Cómo explicar el "estado de pre-ciudadanía" (Bustelo, E. 1997) en el que se encuentran las
mujeres pobres ante la casi imposibilidad de acceder a derechos tan elementales como el acceso a la
salud, los derechos reproductivos, si ignoramos los mecanismos jurídicos, políticos sociales y
culturales que transmitieron y legitimaron la desigualdad, como por ejemplo el status de Incapaz con
la cual fue concebida en la legislación argentina. (5)
Quisiera detenerme brevemente en el concepto de incapacidad.
Bien sabido es que el principio fundamental en el que se basó la ayuda a los pobres (y en particular a
partir de las primeras intervenciones del estado en el siglo pasado) fue la ":ineptitud para el trabajo y
junto con los inválidos, niños abandonada y ancianos encontramos a las mujeres-madres.
Asimismo, hasta hace una década, prevaleció (y prevalece aún) una definición del concepto de
necesidad basado en la noción de carencia, de "falta de".
Las nociones de ineptitud para el trabajo, invalidez y carencia fueron constitutiva de la identidad
de estos sujetos como beneficiarios legítimos de la asistencia y encorcetaron la intervención
profesional en una trampa sin salida.
Por otra parte, los objetivos rectores del ejercicio profesional se basan en un concepción de la
persona como sujeto de derechos y apuntan fundamentalmente a su protagonismo y participación
activa en la en la resolución de sus problema. Es quizás., en el no develamiento de esta situación, que
yacen en gran parte las contradicciones que se observan entre los discursos y la práctica profesional.
¿Cómo promover entonces la autonomía de un sujeto que por definición depende la asistencia de
los otros? ¿Cómo desarrollar las capacidades de aquellos que fueron definidos en función de sus
carencias?.
Para salir de esta prisión conceptual no alcanza con la declamación de principio,, Si no que se
impone una rigurosa revisión teórico-metodológica que sustente tanto la producción teórica como la
intervención profesional.
Como mencionamos al comienzo, la igualdad, la justicia social y la libertad son imperativos
básicos de todo sistema que pretenda considerarse democrático constituye el centro de la discusión de
la filosofía política (demás esta aclarar que el Trabajo social no debería permitirse llegar tarde al
debate).
Conocer estos marcos explicativos es de vital importancia para la práctica cotidiana de nuestra
profesión dado que, por un lado permiten visibilizar procesos, situaciones naturalizadas de hecho.
Pero fundamentalmente hablan, explican, dan cuenta de cuestiones ya conocidas por nosotros, a las
cuales no podíamos ponerle palabras, "nombrarlas' en términos de Bourdieu, o bien nuestra palabra
como profesionales no tuvo la fuerza, el poder necesario para darles "existencia explícita' tema que
ampliaremos más adelante.
Según G. Canclini, las culturas populares se configuran por un proceso d apropiación desigual de
los bienes económicos, culturales y simbólicos de un nación o de un grupo social por parte de sus
sectores subalternos y por un comprensión, reproducción y transformación de las condiciones
generales y propia de trabajo y de vida .
Las dos ideas principales en esta definición son: que la culturas populares son el resultado de una
apropiación desigual en la que alguno sectores son hegemónicos, y otros, los populares son
subalternos respecto de los bienes económicos y culturales de una sociedad.
Este desarrollo teórico es de gran utilidad para la reflexión desde el Trabajo Social, ya que rompe
con la tradición antropológica que plantea las relacione,, entre las culturas como relaciones de
"diferencia" y critica al relativismo cultural en cuanto eluden que el problema de la las diferencia es en
gran parte resultado de la desigualdad.
Parafraseando al economista hindú y reciente premio nobel A. Sen (1992 podríamos afirmar que la
pobreza en general y la discriminación de género en
particular es producto de una desigualdad ¿pero desigualdad de qué?
Como mencionábamos en otro trabajo (Travi, 1997), es relativamente sencillo identificar
situaciones de pobreza caracterizados por una desigual apropiación de bienes materiales y/o
económicos.
Mucho más difícil, es visualizar los complejos mecanismos a través de los cuales se producen
situaciones de exclusión social y de discriminación, donde el determinante no es una consecuencia
directa de lo económico, sino de un sistema de normas y valores que ubican a los individuos en
distintas posiciones de poder en la estructura social, en función de roles asignados social y
culturalmente.
Por lo tanto podemos afirmar que, en gran medida, es particularmente en el campo de los bienes
culturales y simbólicos donde debe centrarse la intervención profesional a fin de revertir esos
procesos.
En tal sentido la transferencia de saberes cumple un papel fundamental en la medida que la
intervención pueda contribuir a la construcción de un saber y una palabra con valor social,
revalorizando el saber cotidiano, que fueron adquiriendo las mujeres a través de la multiplicidad de su
práctica social y vida cotidiana.
M.Rozas (1 994) caracteriza al saber cotidiano como la suma de procesos de aprendizaje que los
sujetos van internalizando y externalizando y constituye el poder de desenvolverse en su medio, saber
que se hace y como se hace.
En tal sentido, define al saber cotidiano como un saber instrumental, validado en la práctica como la
opinión socialmente establecida sobre las cosas empírica y emocionalmente vinculadas.
Asimismo plantea que este saber es transmisible, de generación en generación ,es proyectivo en la
medida en que anticipa un pensamiento separado de su practica inmediata en el tiempo y el espacio y
es pragmático porque adquiere sentido en la medida en que esta vinculado a la resolución de
problemas cotidianos. (negrita de la autora)
Pero que valor social posee este saber? Cómo enriquecerte cómo convertirlo en herramienta de
poder?
Bourdieu plantea que cada grupo social se define por sus posiciones relativas en el espacio social,
definido como un conjunto de relaciones de fuerza objetivas que se imponen a todos los que entran en
el campo y que son irreductibles a las interacciones directas e indirectas entre los agentes, Y agrega
que las propiedades actuantes retenidas como construcción del espacio social, son las diferentes
especies de poder o de capital, En tal sentido adquiere un valor central esta noción de capital si
tomamos en cuenta que el principio según el cual se diferencia los campos es por el tipo de capital en
juego.
Así, los agentes se distribuyen en un campo según el volumen global del capital que poseen y en
segundo lugar según el peso relativo de las diferentes especies de capital en el conjunto de sus
posesiones.
¿Cómo apropiarse y cómo generar capital cultural y simbólico desde y en el trabajo social con las
mujeres y en particular con aquellas pertenecientes a los sectores populares?
Siguiendo con el planteo del autor, la percepción del mundo entraña un acto de construcción donde
los sectores dominantes imponen su visión del mundo, es decir sus categorías de percepción al resto de
los agentes sociales. De esta manera, van generando mecanismos de consenso, acerca de las
desigualdades (pobres hubo siempre ,la mujer se realiza como reina del hogar),logrando que la
discriminación de grupos e individuos, así como el reparto desigual de la riqueza, etc. parezca natural.
Por lo tanto, si la visión del mundo se construye a partir de las cate de percepción que hallamos
incorporado, ello implica que lo que verdadera está en juego en la lucha política, es el poder por
conservar o transformar el social conservando o transformando las categorías de percepción de ese
mundo
Bourdieu nos habla del "poder casi mágico de nombrar y de hacer gracias a la nominación" y
plantea que el trabajo de producción y de imposión sentido se realiza dentro y mediante las luchas en
el campo de la producción cultural.
Podemos concluir entonces que, una práctica profesional transformación implicará intervenir
activamente sobre los procesos que producen, natura legitiman la desigualdad.

Para ello, los trabajadores sociales nos encontramos en una ubicación privilegiada, para conocer
como se procesan a nivel micro los procesos estructurales fenómenos asociados a los procesos de
reproducción cotidiana de los se populares.
Para lograrlo, se impone un uso riguroso de las herramientas metodologicas que dispone la ciencia
social, de manera que nos permita desnaturalizarlos procesos sociales de exclusión y discriminación,
esto es, problematizar la realidad, introducir nuevas preguntas acerca de lo que sucede, transformar
hechos cotidianos o intranscendentes en problemas de investigación mejorando, enriqueciera formas
de intervención y la construcción de categorías y mecanismos adecuados de interpretación.
Los trabajadores sociales podemos realizar un aporte de incalculable valor proceso de dar "existencia
explícita" a situaciones naturalizadas de hecho, a la práctica cotidiana de las mujeres pertenecientes
a los sectores populares, de publico lo privado, de hacer visible lo invisibilizado, de ponerle palabras
a lo no dicho, a lo silenciado, haciendo trascender a lo colectivo la practica y las experiencias
particulares, transformado situaciones dadas en problemas sociales que, en la agenda de los poderes
públicos.
Esta capacidad de nombrar, de dar existencia explícita, entraña una enorme capacidad de poder para
los sectores excluidos, a la vez que es un proceso constitutivo y constituyente del grupo en cuanto
fortalece su identidad y capacidad de diferenciación.
En este proceso, también nos fortaleceremos como colectivo profesional sólo podremos acompañar
a los sectores populares en este camino, en cuanto logremos que nuestra palabra adquiera valor
social, y desarrolle la capacidad de hacer ver y conocer los saberes acumulados a través nuestro
ejercicio profesional

CITAS:
(1)En este trabajo tomaremos la noción de categoría como "esquemas o estructuras formales elaboradas por la reflexión teórica. Por ser
formales, no nos proporcionan por sí mismas objeto de conocimiento propiamente dicho (ya que son en definitiva condición de posibilidad
construcción de objetos, en un espacio de racionalidad especifica. " (Subrayado del autor)
(2)Ejemplo de ello, son los documentos e informes elaborados por la comisión para el Adelanto de la Mujer de la CEPAL, los informes sobre
Desarrollo Humano , estadísticas de la organización de la Salud, además de las investigaciones realizadas ONGS, institutos o ámbitos
académicos
(3) Se entiende por violencia de genero el ejercicio de la violencia que refleja la asimetría existente en las relaciones de poder entre varones y
mujeres, y que perpetua la subordinación y desvalorización de lo femenino frente a lo masculino. Esta se caracteriza por responder al
patriarcado como sistema simbólico que determina un conjunto de practicas cotidianas concretas, que niegan los derechos de las mujeres y
reproducen el desequilibrio y la inequidad existente entre los sexos. La diferencia entre este tipo de violencia y otras formas de agresión y
coerción estriba en que en este caso el factor de riesgo o de vulnerabilidad es el solo hecho de ser mujer. Rico, Nieves. Violencia de genero:
un problema de derechos humanos. Santiago de Chile, CEPAL, 1996. Serie Mujer y Desarrollo, pág. 8, citado en Campana parel derecho a
vivir sin violen0a', Red de Salud de las Mujeres Latinoamericas
y del Caribe, Sgo. de Chile, 1997.
(4)Convención para la eliminación de odas las formas de discriminación contra la Mujer (1979) Convención Internacional por los Derechos
del Niño (1989).
(5)Se puede consultar sobre este tema el articulo "La mujer y el derecho de familia" publicado por las Gras. Martinez, A. y Almeida, S.
publicado en el val. 1 de esta misma revista, 1996.

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Social, Mar del Plata.

Comentario

Este trabajo recurre al aporte de varias disciplinas, marcos teóricos y autores, evitando así una
única mirada.
Pero más allá del abordaje teórico, la preocupación de la autora se dirige a planta su propia praxis
y la del Trabajo Social en la cotidianeidad del contacto con mujeres sectores populares. Supone el
involucramiento de las/los trabajadoras/es sociales una realidad que posee múltiples atravesamientos,
asentada sobre lo familiar-privado y lo barrial-público.
Marie Mies plantea que para ser posible una metodología feminista las investigado deben, de una
manera deliberada y valiente, integrar su reprimida e inconsciente subjetividad femenina -por ejemplo
su propia experiencia de opresión y discriminación dentro del proceso de investigación. Esto significa
que las científicas sociales tiene que entender su propia conciencia doble no como un obstáculo sino
como una ventaja metodoi6gica y política'.
El articulo de B. Travi se dirige a plantear líneas de reflexión acerca de la necesidad de encontrar
métodos, técnicas y discursos que puedan contribuir a un proceso develamiento y transformación.
Este proceso implicará necesariamente desnaturalización de las relaciones de desigualdad y la
construcción de saberes prácticas dentro de una ética de respeto y de equivalencia.

María H. .B. Di Liscia


RAZÓN Y CUERPO.
FEMINISMO, ESFERAS PUBLICAS Y PRACTICAS PEDAGÓGICAS

Reason and body. Feminism, public spheres and pedagogical practices.

Dra. Adriana Hernández


Centro Interdisciplinario de Estudios de Género,
Universidad Nacional de/ Comahue

Resumen:

En este trabajo, anclado en la tradición de la pedagogía la crítica, analizaré le cuestión de lo


público y lo privado desde una perspectiva feminista, proponiendo la conceptualización de las esferas
públicas, en tanto que múltiples, como espacios de prácticas pedagógicas liberadoras. Recrearé el
proceso de teorización, realizando algunas reflexiones sobre el Movimiento de las Madres de Plaza de
Mayo.
Palabras clave: público, privado, esfera pública, pedagogía, feminismo.

Abstract:

This work, within the tradition of critical pedagogy, deals with the question of the public-private split
from a feminist perspective. The proposal is to think public spheres not only as multiple, but as spaces
for emancipatory pedagogical practices. To recreate the process of theorization, 1 will reflect on the
Mothers' movement in Argentina.

Key Words: public, private, public sphere, pedagogy, feminism.

Sumario:

1 - Sobre pedagogía, propósitos y proyectos políticos - 2- Lo público y lo privado y otras oposiciones


binarias

... para modificar los términos de/ discurso público uno debe cambiar las experiencias que tiene la
gente; y para re-estructurar las experiencias, uno debe cambiar el lenguaje disponible para significar
esas experiencias. 1

La necesidad de un lenguaje para articular nuestra experiencia y darle sentido -aunque parcial y siempre
abierto a futuras resignificaciones- es un aspecto fundamental en todo proceso de transformación
personal y social .2 . El lenguaje que tenemos disponible provee un marco de referencia con el que
entendemos, reflexionamos, nombramos y también constituimos nuestras acciones, sentimientos y
deseos como individuos y como sujetos colectivos. El discurso del patriarcado y el discurso del
capitalismo constituyen lenguajes hegemónicos que permean toda la estructura social e influencian
sitios tan diferentes como la familia, el mercado, el estado, el sistema educacional, la iglesia .3
El modo en que nos relacionamos con el lenguaje varía de acuerdo a nuestras distintas posiciones de
sujeto, por ejemplo mujer, Asiática, clase media, gay. Esto significa que el lenguaje puede 'habilitarnos'
o 'debilitarnos'. Constituye una tarea fundamental de la pedagogía abordar prácticas que producen
significación, en tanto intervienen sustancialmente en la conformación de la subjetividad. De este
modo, es posible crear condiciones que conciban al discurso como un terreno dinámico de lucha sujeto a
un proceso continuo de redefinición.

1 - Sobre pedagogía, propósitos y proyectos políticos.

El presente trabajo, que se ubica dentro de la tradición de la pedagogía crítica, entiende la pedagogía
como una práctica concreta que tiene lugar en multiplicidad de espacios -además de la escuela-, y que
está orientada a aumentar las posibilidades personales y sociales interrogando las distintas formas de
poder en términos democráticos. En este marco, la pedagogía aborda cuestiones fundamentales sobre la
producción de conocimiento, de subjetividades, modos de conocer y de aprender. Al analizar prácticas
pedagógicas amplias que incluyen el trabajo cultural, estoy extendiendo la noción de lo pedagógico para
asignarle un proyecto político entendiendo que la democracia provee tanto un lenguaje de crítica, como
de posibilidad. Es decir, el lenguaje de la democracia ofrece posibilidades para transformar la
experiencia y desarrollar un discurso público donde justicia, participación, diferencia, libertad, igualdad
y solidaridad establecen los términos de análisis y discusión. En este trabajo analizaré le cuestión de lo
público y lo privado desde una perspectiva feminista, proponiendo la conceptualización de las esferas
públicas, en tanto que múltiples, como espacios de prácticas pedagógicas liberadoras.

2 - Lo público y lo privado, y otras oposiciones binarias.

Mi propósito, en esta sección, es llamar la atención sobre el aspecto productivo de diversas prácticas
sociales. Esto es, la dinámica de poder al interior de diversos espacios y prácticas culturales establece
las condiciones y límites dentro de los cuales se desarrollan capacidades personales y colectivas
produciendo, en consecuencia, ciertos modos de conocer, comprender, actuar, comunicar, vincularse.
Al reconocer este fenómeno, quiero destacar la posibilidad de transformación que ofrecen las prácticas
pedagógicas, en el sentido en que constituyen esfuerzos deliberados tanto para interrogar conocimientos
y subjetividades particulares, para influenciar el proceso de su producción. El análisis del discurso
democrático, desde una perspectiva pedagógica, permite visibilizar los procesos de constitución, de los
sujetos y de las identidades colectivas. Dentro de este abordaje teórico redefinición de las esferas
pública y privada es una preocupación fundamental democracia más que una "mera preocupación
liberal", en tanto este discurso abarca cuestiones fundamentales tales como acceso, participación,
igualdad, consenso y diferencia.

El liberalismo, como discurso que crea espacios y particiones a través di cuales representa la vida social,
presenta obstáculos para comprender el pro, de constitución de los sujetos y de las identidades
colectivas. Es útil referirnos cita que Bowles y Gintis hacen de Michael Waizer al respecto:

... los teóricos liberales predican y practican el arte de la separación. Ellos trazar líneas, marcaron
diferentes ámbitos, y crearon un mapa sociopolítico que aún resulta familiar... El liberalismo es un
mundo de paredes, y cada una crea nueva libertad . 4

Dentro del marco liberal, la sociedad no se representa como una totalidad, más bien como estructurado
en compartimentos que, aun manteniendo ciertas relaciones, constituyen unidades independientes y
separadas gobernadas por lógicas diferentes, Considero que la facilidad con que los espacios sociales
son divididas entendidos como completamente separados es uno de los grandes obstáculo liberalismo
como medio para entender la vida social y política. Particularmente cuando abordamos la cuestión de la
división entre lo público y lo privado donde la cuestión no es tanto acerca de esferas institucionales
diferentes como lo es acerca de distinciones relacionases.'
Con respecto a la cuestión de dividir la sociedad en espacios, Bowles y Gintis desarrollan un análisis de
la teoría social que considero de fundamental importe, para entender la posibilidad de prácticas
pedagógicas en diferentes áreas de la social. Los autores se refieren al fenómeno de "isomorfismo de
sitios y prácticas como una problemática que sufre la teoría social contemporánea. Desde perspectiva,
una práctica particular es asociada de modo único con un sitio particular del cual es visiblemente
característico; la economía con la apropiación distribución, el estado con la política, y la familia, la
iglesia y los medios mal con la cultura. 11 Dentro de este marco, no es posible percibir cómo la
estructura la economía, por ejemplo, tiene también funciones políticas y culturales además aquellas que
son apropiativas y distributivas. La economía no solamente se refiere al trabajo (apropiativo) o a la
distribución de posiciones dentro de la fábrica; también se refiere al establecimiento de ciertas
relaciones sociales (política) y características del discurso social (cultura).7 Es decir, los diferentes sitios
práctica social no están identificados sólo con una actividad. Las prácticas políticas distributivas,
apropiativas y culturales están toda presentes a la misma vez en diversos sitios. Estas prácticas, en
términos del efecto productivo que tienen constituyo modos de ver el mundo, especialmente nuestros
conocimientos y subjetividades representan el terreno a ser abordado por las prácticas pedagógicas en
un pro de crítica y cambio. La pedagogía constituye así una estrategia para interrogar, transformar el
conocimiento, los intereses, los deseos y las subjetividades en un proceso dialéctico complejo al interior
de las prácticas políticas, culturales, distributivas y apropiativas. Esto nos ayuda a entender cómo cierto
orden económico y político tiene efectos productivos en el sentido de crear, por ejemplo, una cierta
forma de entender el mundo de acuerdo a los intereses o a la historia de alguien. De este modo,
escenarios y prácticas particulares deben ser abordados de acuerdo a su especificidad por una diversidad
de prácticas pedagógicas; prácticas a las cuales Giroux denomina pedagogías locales.

Volviendo a la cuestión de la división de la sociedad en diversos espacios, la partición que ofrece


una posición clave para desarrollar aún más la cuestión pedagógica, es la que el liberalismo crea al
clasificar a los individuos en oposiciones binarias, lo que Bowles y Gintis señalan en términos de "los
que eligen" y "los que aprenden". Estas categorías representan una lógica que produce subjetividades de
un modo que esconde la dominación. "Los que eligen", como agentes racionales, se supone que son los
que poseen libertad, una libertad que ejercitan tanto en el ámbito privado como público. "Los que
aprenden', por otra parte, no tienen libertades o participación en política, y las normas democráticas -en
el sentido de libertad e igualdad- no son aplicadas a ellos. Históricamente, la cuestión de quien llega a
ser parte de "los que eligen" o parte "de los que aprenden” ha variado según las luchas de poder
organizadas a lo largo de categorías de género, raza/ etnicidad, clase, Es decir, por ejemplo, las mujeres,
los negros, y las personas que no poseían propiedad no eran consideradas parte de "los que eligen".

Las categorías de "los que eligen' y "los que aprenden" están vinculadas estrechamente a otras dos
categorías, voz y salida, que Bowles y Gintis toman de Albert Hirschman y usan para criticar la
concepción liberal de teoría de la acción. Bowles y Gintis explican salida y voz, respectivamente, como

...ejercitar la propia libertad para elegir independientemente de los sentimientos colectivos, y entrar
en acción mutua, recíproca y participativa con otros para alcanzar objetivos definidos en común."

Los individuos son concebidos como asociases, siendo capaces de elegir de un modo totalmente
autónomo. Los intereses, la motivación de la acción, son considerados por el liberalismo como dados.
Por lo tanto, la actividad de los individuos como agentes es percibido en términos de "salida". Bowles y
Gintis analizan esta cuestión del siguiente modo:
Los individuos ejercen sus derechos en el mercado y en las elecciones. Ambas presentan un "menú"
de alternativas... El poder del que elige está limitado a su habilidad para abandonar un producto o un
partido político... La economía de mercado y el estado liberal democrático, entonces, enfatizan "salida"
hasta la virtual exclusión de la "voz", y la representación hasta la virtual exclusión de la participación.
Si los intereses están dados y el individuo como elector está completamente formado, no hay ningún
lenguaje para articular el efecto productivo que el mercado, por ejemplo, u otros espacios sociales tienen
constituyendo y dando forma a intereses, deseos, necesidades. Dentro de estos términos, la concepción
de ciudadano está limitada a la acción aislada de un individuo que elige (un cliente, un consumidor). Las
personas se juntan alrededor de objetivos e intereses pre-existentes (de acuerdo a la concepción de los
intereses de grupo) y no hay posibilidad articular los efectos formativos, vinculadores y constitutivos
que el proceso político tiene. En consecuencia, las posibilidades opresivas o democráticas de
instituciones y prácticas permanecen escondidas. No hay un lenguaje para reconocer fenómeno o
desarrollar una teoría de la acción habilitadora en términos colectivos más allá de aquellos que son
individualistas. Esta problemática señala la necesidad de desarrollar prácticas pedagógicas que
desoculten/ desenmascaren la productividad de los fenómenos culturales y cuestionen instituciones y
prácticas opresivas componente central de este proyecto es la noción de esfera pública democrática,,
como un espacio ideal para prácticas pedagógicas liberadoras.

3 - Feminismo y esferas públicas. La tensión Mujer-Mujeres.

La lógica de la esfera contra-pública feminista debe ser entendida como últimamente racional, en un
sentido Habermasiano; esto es, no en términos de una apelación a una idea sustancial de una razón
trascendental no encarnada / no corporizada, sino en el sentido procedimental de generación de procesos
de argumentación discursiva y crítica que buscan contestar las bases de las normas y valores existentes
través de formular reclamos/ planteos de valor alternativos.
En esta sección procuro ofrecer una lectura alternativa de la división entre lo público y lo privado
trasladándome hacia un marco más amplio de discusión consideración del objeto (subject) del
feminismo, la tensión entre Mujer-mujeres. La lógica que sigo consiste en interrogar la construcción
tradicional de las esferas pública y privada en términos de: Quién es/ son el/ los sujetos que
supuestamente habitan esos espacios?. 12 La respuesta tentativa, que está abierta para
problematizaciones futuras, sería que "la Mujer, como un constructo abstracto está confinada a lo
privado; pero "las mujeres", como sujetos históricos concretos cruzan los limites ingresando a lo público
-aunque en condiciones restringir subvirtiendo intentos de establecer límites fijos.
En el contexto de la ideología hegemónico, se supone que las mujeres habitan o están relegadas al
espacio de lo privado, y los hombres habitan/ dominan el espacio público:
¿Cómo se conceptualiza dentro de esta posición lo público y lo privado? ¿Es Mujer o las mujeres
quienes habitan lo privado'? Cómo la tensión entre público/ político y privado/ personal opera con el
telón de fondo de lo macro - político abstracto y lo micro – político/ experiencial?.
La política de la tensión Mujer - mujeres es reconocido por distintas autoras. Teresa De Lauretis
señala:
... la discrepancia, la tensión, y el constante deslizamiento entre Mujer como representación, como el
objeto y la precisa condición de la representación y, por otro lado, las mujeres como seres históricos,
sujetos de 'relaciones reales' ... mujeres están a la vez dentro y fuera del género, a la vez dentro/ con y
fuera/ sin representación,"

Las Madres de Plaza de Mayo recrean esta tensión Mujer-mujeres. Siendo relegadas al rol trans-
histórico de guardianas del orden de la vida dentro de sus hogares, desbordaron las restricciones de
tal representación y se abocaron a un proceso político que comenzó con la defensa de la vida de sus
hijos/as, continuó con la denuncia del terrorismo estatal y, finalmente, el reclamo de la democracia.
Algunas lecturas esencialistas del Movimiento de las Madres las han acusado de politizar su rol
como tales, o bien de no salir fuera de sus posiciones de sujeto como madres para entrar el espacio
público y recrear una concepción de ciudadanía más abstracta y universal. Si sólo se ve 'la Mujer', y
no a las mujeres en relaciones sociales concretas, se pierde de vista la diferencia y se cae en una
oposición binada, sin que pueda articularse, como De lauretis señala, "la diferencia de las mujeres de
la Mujer ... o, quizás más exactamente, la diferencia entre las mujeres" .14

Volviendo a la dicotomía de lo privado - público, entiendo que la mujer que ha sido relegada a lo
privado -y éste como apolítico- no es 'mujeres' sino 'la' Mujer. Ciertamente acuerdo con De lauretis
acerca de que todas las mujeres pasan por el proceso de convertirse en 'Mujer' pero, como ella reconoce,
no somos solamente eso, somos sujetos históricos. Aún más, nosotras/mujeres estamos constituidas a
través de múltiples lenguajes y representaciones culturales, nosotras somos sujetos...
... constituidos en género... aunque no solamente por la diferencia sexual... sujetos constituidos en
género (engendered) experimentado las relaciones de raza y de clase, tanto como las sexuales, ... sujetos
no unificados sino más bien múltiples, y no tanto divididos como contradictorios.15

Por lo tanto, no sólo debemos prestar atención a la cuestión de 'la Mujer' como aquella atrapada en lo
privado, sino también a 'la Mujer' constituida a través de diferentes representaciones. Es decir, ver a las
mujeres desbordando aquellas representaciones como sujetos concretos actuando dentro de relaciones
sociales concretas. Esto ciertamente problematiza el reduccionismo de lo privado/femenino y lo
público/masculino, ofreciendo la posibilidad de una lectura diferente y más compleja de lo político, de
la política de género, y la política de representación. Dentro de este marco, la tensión de lo privado -
público esta constituida como un espacio de lucha sobre diferentes significados y representaciones, una
construcción histórica. Si ciertamente debemos deconstruir y contestar las relaciones de poder
específicas que operan el la Ley/logos masculina y en 'la Mujer’ como representación de una esencia,
debemos considerar también que, la operación histórica y social de la diferenciación de sexo excede la
identificación discursiva de la diferencia sexual. 16

4 - Multiplicidad de esferas públicas.

En esta última sección del trabajo abordaré el concepto de esferas públicas (feministas), basándome
fundamentalmente en los escritos de Nancy Fraser e Iris Young. Estos escritos proveen un análisis
detallado y críticamente subversivo de la comprensión burguesa de la esfera pública, profundizando las
posibilidades radicales de la categoría Habermasiana. Considerando alguna de las conceptualizaciones
más sustanciales, procuro mostrar los modos en que son significativas con respecto al movimiento de las
mujeres y en términos de prácticas pedagógicas más democráticas.
Una idea sustancial es que tanto lo público como lo privado son políticos, y sus límites y fronteras
se superponen muchas veces. Es preciso distinguir el concepto de esfera pública de una comprensión
general del ámbito de lo público. Fraser señala que muchas feministas han superpuesto
problemáticamente dentro de lo público diversos espacios tales como "el Estado, la economía del
trabajo pagado, y arenas de discurso público".17 Ella demuestra que esto tiene consecuencias prácticas,
más que limitarse a ser una cuestión teórica. Cuando las campañas de agitación contra las
representaciones culturales misóginas son confundidas con programas de censura del Estado, o cuando
luchas para des-privatizar el trabajo doméstico el cuidado de los niños/as son consideradas como
equivalentes con su comodificación, se pierde de vista la cuestión acerca de si sujetar el género lógica
del mercado o a la administración del estado es promover la liberación de las mujeres. 18

A fin de proseguir con este análisis, es útil citar a Nancy Fraser en su especificación del concepto de
esfera pública de Habermas,

... un teatro en las sociedades modernas en el que la participación política es reali2 a través del medio
del habla. Es el espacio en el que los ciudadanos deliberan sobre sus asuntos comunes, por lo tanto, una
arena institucionalizada de interacción discursiva. 19

Como tal, la esfera pública es distinta de la económica y de la estatal, en ti puede ser crítica de ellas y
ofrecer formas institucionales alternativa transformadores. Siguiendo a Fraser, podríamos señalar que la
descripción Habermas sobre el modelo liberal de la esfera pública burguesa presenta supuestos
problemáticos que él no tomó en cuenta.

El primer supuesto se refiere a la problemática creencia de que la condición ideal para la existencia de
un orden democrático es sólo una única esfera pública que todo lo abarca, y que "la proliferación de una
multiplicidad de esferas públicas que compiten entre sí" significa un alejamiento en desmedro de esta
esfera pública original. 20 Sobre este supuesto subyace la concepción de la esfera pública burguesa y
Fraser señala que Habermas, más que alejarse del mismo, se apega a él como un principio. Esta idea
extendida de unidad me parece una herencia molesta de las grandes narrativas modernistas que
continúan marginando a aquellos grupos que no reflejan 'categorías universales'.
Al criticar este fenómeno, Iris Young sigue lógica de la identidad de Adorno, la que ella compara con
la crítica de la metafísica de la presencia de Derrida. Young sostiene,
La lógica de la identidad tiende a conceptualizar las entidades en término, sustancia más que de
proceso o relación ... niega o reprime la diferencia. diferencia... nombra tanto el juego de eventos
concretos como la cambie diferenciación sobre la cual depende la significación ... La lógica de la
identidad huye de la particularidad de la experiencia, con sus ambigüedades, y busca generar, categorías
estables . 21
El accionar de las Madres, indudablemente, constituye un "juego de eventos concretos" que desborda
conceptualizaciones esencialistas de lo público. En tanto la desigualdad permea los espacios de
deliberación en las sociedades estratificadas, la diversidad de esferas públicas, más que una esfera
unificada, provee las condiciones para que los grupos subordinados articulen sus necesidades y
discursos, ampliando las posibilidades para un orden democrático más radical.
Un aspecto a considerar dentro de la cuestión de la multiplicidad de esferas públicas, es el de las
posibilidades pedagógicas que ofrecen como "terrenos de entrenamiento para actividades agitacionales
dirigidas hacia públicos más amplios" y también como espacios donde las identidades, necesidades, y
discursos de diferentes grupos sociales pueden ser articulados en un proceso de habilitación colectiva
que les permite reflexionar acerca de su experiencia y situación dentro de la sociedad más amplia .22 De
este modo, las prácticas pedagógicas proveen un discurso moral alternativo que deja al descubierto la
dominación y la opresión mientras estimula la construcción de identidades sociales más emancipatorias.
Ciertamente, las Madres han sido y son un importante factor en la democratización de la esfera pública
en Argentina y una fuente de inspiración para otras contra - esferas públicas tales como diversidad de
movimientos estudiantiles, de renovación de partidos políticos. Las Madres en Argentina se unieron y
organizaron como individuos privados buscando a sus híjos/as, para luego avanzar y articular un
discurso que las desplazó más allá de sus necesidades individuales, construyéndolas como sujetos
políticos que denunciaron activamente el gobierno autoritario y reclamaron el orden democrático. Una
vez en democracia, las Madres permanecieron como una esfera contra-pública subalterna, rechazando
todo intento del gobierno de incorporarlas, o bien de co-optarlas.
La importancia de respetar la diferencia y la pluralidad en democracia reside en que los grupos
subordinados pueden desarrollar sus voces y articular sus necesidades si poseen sus propios espacios, en
vez de ser absorbidos en una esfera pública ampliamente consensuada. Esta cuestión clarifica el rol
clave de las Madres y otros movimientos sociales rechazando su inclusión en el espacio oficial de los
partidos políticos. En vez de la declinación y la fragmentación de la esfera pública, este fenómeno debe
ser visto como un signo saludable de acción política.
Reflexionando sobre las distintas etapas del movimiento de las Madres y reconociendo el efecto
habilitador que sus actividades han tenido, cabe preguntarse por las limitaciones que obviamente sufrió
cuando -tratando de ser más que un grupo de formación de opinión- las Madres lucharon por encontrar
un modo de influenciar el proceso de producción de políticas. Habían rehusado unirse a los partidos
políticos porque, como expresaban, no querían ser manipuladas. Pero, al mismo tiempo, la política de
partido parecía ser el único canal articulado y legitimado dentro del nuevo orden democrático que
proveía acceso a la política de estado. El movimiento siempre ha permanecido independiente en su
organización. Algunas preguntas surgen, tales como: qué organizaciones institucionales pueden ofrecer
a movimientos sociales, tales como el de las Madres, la posibilidad de influenciar el proceso de toma de
decisiones al nivel estatal sin tener que subsumirse en partidos políticos?
En este punto, me parece fundamental realizar preguntas acerca de la distinción entre esferas
públicas como meros espacios de formación de opinión y es públicas como, además, espacios de toma
de decisiones. Nancy Fraser usa categorías de espacios públicos débiles y espacios públicos fuertes para
designarlos respectivamente. Esta autora ofrece una perspectiva muy importante cuando distingue los
parlamentos soberanos como espacios públicos fuertes, en tanto son 'un de deliberación pública
culminando en decisiones que obligan legalmente, es 1 articuladas en leyes". 23la cuestión es entonces:
hasta que punto es el parlan realmente representativo de la voluntad del electorado en una era donde la
dis entre ambos se incremento rápidamente. Fresar considera también la existencia de espacios públicos
fuertes en instituciones auto - gobernadas tales como centros de cuidado de niños/as, lugares de trabajo
particulares.
Iris Young aborda también la problemática de la formación de opinión y toma decisiones dentro de
espacios públicos democráticos demandando mecanismos institucionales y recursos públicos para
garantizar,
... análisis de grupo y generación de propuestas políticas de grupo en contextos institucionales donde
los que toman decisiones están obligados a mostrar que deliberación ha tomado en consideración las
perspectivas del grupo; y el poder de veto del grupo con respecto a políticas específicas que afectan al
grupo directamente tales como políticas sobre derechos reproductivos para mujeres, o políticas s el uso
de la tierra para las reservaciones indígenas. 14
Considero fundamental en la distinción que estas teorizaciones crean, la dinámica habilitadora de
círculos articulados de procesos de "dar cuenta", comprenden solamente a la gente directamente ligada a
la institución que corresponde, también a aquellos directamente afectados por su trabajo. Procesos todo
solamente políticos, sino también pedagógicos.
El segundo supuesto que me quisiera considerar se refiere a la creencia que "el discurso en las esferas
públicas debe estar restringido a la deliberación sobre el bien común", sin que los intereses y los asuntos
privados tengan lugar dentro de sus términos.25 Fraser introduce aquí un interesante análisis sobre los
sen subyacentes de lo público que están en juego dentro de este presupuesto. Fraser afirma,
El punto es que aquí no hay límites naturalmente dados, a priori. Lo que considerado como un asunto
de preocupación común será decidido precisa a través de un proceso de contestación discursiva... lo
público en términos democráticos requiere garantías positivas de oportunidades para grupos
minoritarios a fin de convencer a otros de que lo que en el pasado no fue considerado público el sentido
de ser de preocupación común, ahora debe serio. 26
La autora ilustra esta afirmación con un ejemplo importante acerca de cómo movimiento feminista
pudo transformar la visión de la violencia doméstica contra mujeres desde una percepción privada a un
asunto de preocupación común a través de reconceptualizarla como "una característica sistemática muy
extendida de sociedades dominadas por hombres". 27 De este modo, esta teorización establece las
condiciones para ir mas allá tanto de las concepciones de lo público liberales-
individualistas como de las republicana-cívicas en tanto resiste no sólo la idea de intereses y necesidades
preexistentes alrededor de los cuales la gente se reúne, sin también del todo abarcativo 'nosotros'. Los
intereses y las necesidades son clarificados y constituidos a través de la deliberación y de la acción. El
resultado de la deliberación no puede ser conocido nunca con antelación, y puede ser un bien común o
no. Por lo tanto, los intereses considerados privados o personales no deben ser menospreciados para la
deliberación pública. Iris Young también construye sobre esta línea de pensamiento argumentando cómo
definiciones corrientes de lo público excluyen la mayor parte de los aspectos particulares de las
personas, tales como género, raza, preferencia sexual, edad, despolitizando la ciudadanía .211 Fraser
señala,
Estos términos (público y privado)... no son simplemente designaciones lineales de esferas societales,
son clasificaciones culturales y rótulos retóricos. 29
Volviendo al trabajo de las Madres en Argentina, el gobierno democrático trató de reformular las
preocupaciones de las Madres por la democracia y los derechos humanos en términos de cuestiones
privadas. Trabajando en la identificación de los cuerpos de los desaparecidos, como si ese fuera el
único reclamo, se procuró dar un cierre al movimiento de las Madres. Como consecuencia de ello, el
movimiento de las Madres se dividió. Una facción permaneció radical en su trabajo por la democracia y
la justicia. La otra aceptó ser reducida a una preocupación 'pseudo-privada' de tener sus hijos/as
identificados y enterrados o, en ausencia de los cuerpos, finalmente declarados como desaparecidos para
siempre.
Al reflexionar en las prácticas de grupos sociales como el de las Madres en Argentina, sujetos históricos
concretos actuando dentro de relaciones sociales y espacios culturales concretos, percibo cómo modelos
dominantes de inteligibilidad de lo privado-público fueron desbordados, estableciendo las condiciones
para que un nuevo discurso emerja, brotando de la práctica y, al mismo tiempo, transformando la
práctica. Desde un ángulo más teórico, me parece que al recuperar la percepción de las mujeres a la vez
"dentro y sin representación", las contradicciones y oposiciones binarias superpuestas quedan
desbordadas, contestadas, y dispersadas, dando lugar al reconocimiento de una política de la subversión
y la transformación.-10
No desarrollar esta lectura de la realidad, es permanecer atados a prácticas discursivas y modelos de
comprensión que oscurecen la acción de mujeres concretas en su lucha cotidiana.
La consideración de lo micro, experiencial, abre las posibilidades para una lectura de las dicotomías
tales como privado /público como textos parciales para el abordaje y la transformación.

CITAS
Nota: cabe aclarar que todas las citas del trabajo cuyo texto original está en inglés, son traducciones libres que he realizado personalmente.

1. KathyE.FERGUSON,TheFeminístCaseAgainstBureaucracy(TempleUníversityPress,Phiia-
delphia: 1984),154.
2.Esta cuestión es analizada en detalle en los siguientes libros: Hegemony end Socialist Strategy (Verso, London and New York: 1985); Kathy
FERGUSON, The Femínist Case Against Bureaucracy
3. En el presente trabajo, atendiendo a los límites que su extensión impone, se usa de forma indistinta los términos discurso y lenguaje. En
líneas generales, se sostiene una visión post-estructuralista del discurso que procura hacer visible la materialidad del mismo (disciplinas
instituciones). Para un análisis más amplio de la cuestión, ver: Jennifer GORE, The Strugg for Pedagogies (New York: Suny Press, 1993).
4.Samuel BOWLES & Herbert GINTIS, Democracy and Capitalism: Property, Community, and the Contradictions of Modem Social Thought
(Basic Books, New York: 1987), 16 -7.
5.Sobre esta cuestión, ver Iris M. YOUNG, Justice and the Politics of Difference (Princeton Uí gity Press, Princeton: 1990).
6.BOWLES & GINTIS, Democracy and Capítalism, 1 00.
7.Ibid., 17.
8.Ibid., 17.
9.Ibid., 127.
10.Ibid,, 127
11.Rita FELSKI, Beyond Feminist Aesthetics: Feminist Literatura and Social Change (Ha University Press, Cambridge: 1989), 12.
12.Cercana a esta línea de pensamiento, Nancy FRASER desarrolla un análisis significativo del relato de Habermas sobre la relación entre
instituciones públicas y privadas en sociedades capita clásicas en términos de los roles que las mediatizan. La autora argumenta que esos roles,
como trabajador, consumidor, ciudadano, son de género. Por lo tanto, las articulaciones entre las instituciones públicas y privadas "...están
forjadas dentro de un medio donde la identidad de género es masculina más que, como Habermas señala, dentro de un medio de poder donde el
género neutral. 0 si el modo de intercambio aquí es el poder, entonces el poder en cuestión es un C masculino; es el poder la expresión de la
masculinidad," Nancy FRASER, 'What's Critical a Critical Theory? The Case of Habermas and Gender' en Unruly Practices: Power,
Discourse Gender in Contemporary Social Theory (University of Minnesota Press, Minneapolis: 1989), 1
13.Teresa DE LAURETIS, Technologies of Gender: Essays on Theory, Film, and Fiction (inc University Press, Bloomington, lndionapolis:
1987), 9.
14, DE LAURETIS, Technologies of Gender, 1 0.
15. Ibid., 2.
16.Gayatri SPIVAK citada en Susan Jarratt, 'The First Sophists and Feminism', 29.
17.Nancy FRASER, "Rethinking the Public Sphere", 57.
18.Ibid., 57.
19.Ibid., 57,
20.Ibid., 62.
21.Iris M. YOUNG, Justire and the Politios of Difference(Princeton University Press, Prino

1990), 98
22.FRASER, 'Rethinking the Public Sphere', 68.
23. Ibid. 75.
24.YOUNG, Justice and the Politics of Difference, 184.
25.FRASER, "Rethinking the Public Sphere", 62.
26.Ibid., 71.
27.Ibid., 71.
28.YOUNG, Justice and the Politics of Difference, 120.
29.FRASER, 'Rethinking the Public Sphere", 73.
30.DE LAURETIS, Technologies of Gender, 1 0.
SER JEFA Y POBRE...
OTRA PESADA TAREA PARA LAS MUJERES

To be boss and poor... another hard work for the women

Leticia García
Profesora en Geografía del instituto Interdisciplinario de Estudios de la Mujer
Facultad de Ciencias Humanas, Universidad Nacional de La Pampa

Resumen

El presente artículo retorna algunas apreciaciones sobre Jefaturas Femeninas, surgidas del trabajo:
Mujeres populares.- entre el trabajo productivo y la organización doméstica. Toay, provincia de La
Pampa.

Se parte del supuesto que los procesos globales tienen efectos desiguales a escala local e individual y
por lo tanto, las crisis económicas deben ser reinterpretadas

desde una perspectiva de género, ya que afectan de forma distinta a varones y mujeres.

En el mismo se pretende visibilizar las situaciones cotidianas que enfrentan mujeres jefas de nivel
socioeconómico bajo, ya que sus contextos familiares aparecen aún más amenazados por la crisis.

Palabras claves: Familia, mujer, trabajo, mercado de trabajo

Abstract
This article re-elaboates on the topic women as leads of families, which was first pointed out in the
articie "Mujeres populares: entre el trabajo productivo y la organización doméstica. Toay,
provincia de La Pampa' '

The inicial assumption is that global processes have an egual effect at local and individual scale and
that, therefore, the economic crises must re-interpreted from the perspectiva of gender, because they
affect men and women diferently. In this write we intend lo made visible everday llfe situations that
women face as lead of households of a low socio-económíc level, considedng that the familiar sums
to be even more treatend by a state of crisis.
Key Words: Famiiy, woman, work, labor market.

Sumario:

1 - Introducción - 2- Contexto de estudio - 3 - Situación de las jefaturas del hogar


4 - Aspectos relevantes del análisis cualitativo.
1 - Introducción

En años recientes, la crisis económica y los efectos de las políticas de ajuste sobre el empleo y el
ingreso de los varones, aparecen como los factores gravitantes en la tendencia a prolongar una mayor
presencia de las mujeres en el mercado de trabajo.
El Informe de Naciones Unidas señala que "las crisis económicas y los programas de estabilización y
ajuste han impuesto penurias cada vez mayores a gran parte de la población del mundo en desarrollo, en
particular en países gravemente endeudados, y han afectado en particular a la mujer" (Naciones Unidas,
1992; p 95 en Martínez, Moya y Muñoz, 1995).
Estos procesos globales tienen efectos desiguales a escala local e individual, y por tanto las crisis
económicas también deben ser reinterpretadas desde una perspectiva de Género, ya que afectan de
forma distinta a hombres y mujeres.
Desde esta perspectiva hay que plantear el modo en que las crisis económicas modifican los
comportamientos familiares, qué estrategias se generan desde este nivel y cómo afectan las relaciones de
género.
El presente artículo retorna algunas apreciaciones, acerca de jefaturas femeninas, surgidas de un
trabajo sobre Mujeres Populares de la localidad de Toay. 1 En el mencionado trabajo se abordan
algunas líneas de análisis centrada en identificar y explorar, condiciones y experiencias que se dan en el
lugar de trabajo y en el hogar referidas a contextos de la vida cotidiana de mujeres y varones de estrato
socioeconómico bajo de esa localidad pampeana.
Este artículo pretende visibilizar las situaciones cotidianas que enfrentan las mujeres jefas, ya que
estos contextos familiares, aparecen aún más amenazados por la crisis.

Algunas conceptualizaciones
El grupo está caracterizado como popular o de nivel socioeconómico bajo. Se partió inicialmente con
un universo de 100 familias con Necesidades Básicas Insatisfechas; el relevamiento desnudó las
heterogeneidades socioeconómicas y culturales que a su vez se dan en este grupo. Si bien no se tomó en
cuenta en esta instancia las mencionadas diferencias (al interior del grupo), se advirtieron distintas
contextos que coinciden con el criterio que sustenta R. Kazman (1997), que combina línea de pobreza y
necesidades básicas para determinar tres grupos: Nuevos pobres, pobres crónicos y con carencias
inerciales.
Otra variable independiente que juega un rol importante en el análisis es el de Jefatura de hogar, por lo
que es necesario realizar delimitaciones conceptuales a fin de tener en claro de qué se habla cuando se
menciona una jefatura de hogar. En principio, a fin de identificar algunas jefas se tuvo en cuenta lo
preestablecido en datos censases .32
La idea "generalizada" de considerar como jefe/a de hogar a aquella persona que provee de los
recursos a la unidad familiar encubre situaciones como la de establecer un orden jerárquico entre la
pareja parental, y también deja limitada la situación, a la provisión de los recursos del hogar, dejando
fuera otras dimensiones como, quién toma las decisiones y en qué ámbitos, quién realiza el cuidado de
los niños, etc.
A medida que se avanzaba en las entrevistas se pudo advertir que estas jefaturas surgían,
generalmente, en ausencia del varón; además cuando esta situación era prolongada en el tiempo con
existencia de hijos y trabajo "estable",'continuaban, como jefas a pesar de uniones posteriores.

2 - Contexto de estudio

Toay se halla aproximadamente a 11 km. De la ciudad de Santa Rosa, cabecera del departamento
homónimo, reúne más del 90% de la población del mismo. El censo 1991 arrojó para la localidad unos
6260 habitantes,
Análisis demográficos de la Dirección general de Estadísticas y censos estiman para 1999 unos 7696
habitantes para el departamento. Según el "informe Socioeconómico de Toay y su área de influencia"
(Socolovsky. 1994) la ciudad se encuentra con graves problemas económicos y sociales.
Así mismo los datos de la Encuesta Permanente de Hogares onda Mayo 1995 y Mayo 1997 para el
Aglomerado urbano Santa Rosa Toay, muestran algunas tendencias.
Mientras la población aumentó un 10,6 %, la población económicamente a lo hizo en un 17,6 % y la
población desocupada un 41,24 %, que indudablemente tenderá a aumentar todavía más porque la
creación de empleo crece a m proporción que la cantidad de personas que se van incorporando al
mercado de trabajo.
Datos de la misma fuente sobre ocupación según sexo, demuestran un marcado aumento de las
mujeres, aproximadamente un 5,48 %, por encima de los varones; cifra que no es proporcional al
aumento de las jefaturas de hogares femeninas, ya que en un lapso de dos años (1 995-1997), 2.195
mujeres (1 7,54%) entraron en esta nueva categoría, aunque, no todas se encuentran ocupadas.

Metodología utilizada
El enfoque teórico - metodológico adoptado para abordar el estudio de las condiciones, relaciones y
conflictos entre hogar y trabajo femenino es cualitativo por cuanto permite explorar la experiencia
propia y la subjetividad de mujeres y varones como así también los espacios que consideran como
propios. A par casos concretos, se intenta elaborar información empírica poniendo énfasis
heterogeneidad de las experiencias individuales.
La unidad de análisis y registro es la unidad doméstica familiar, y se parte
consideración de que las mujeres son las protagonistas principales en la organización y distribución de
los recursos, en este sentido se configura la unidad doméstica una unidad operativo - organizativa.
La recolección de la información se realizó a través de entrevistas semiestructuradas que se
perfilaron a través de estos ejes temáticos: Características del trabajo (fuera del hogar), Trayectoria
laboral, Representación sobre Trabajo y Familia, Estrategias de consumo, Organización de la vida
doméstica , Contexto familiar
No se descuidó el análisis cuantitativo que permitió dimensionar los fenómenos estudiados a través
de los Censos Nacionales 1980 y 1991, EPH '95 a'97 y Perfil de Hogares con NBI. Estudios 24. 1996.
Caracterización de la muestra: La investigación general trabajó con una muestra intencional de 15
mujeres y 5 varones. De las 15 mujeres, 9 son jefas de hogar. A fin de detallar aspectos como edad,
ocupación, número de miembros en la unidad familiar, se confeccionó el cuadro N°1 que figura en

Anexo l.
La selección de los casos a entrevistar partió de una serie de 100 encuestas realizadas a familias con
Necesidades Básicas Insatisfechas de la localidad que accedieron al PRANI (Programa Alimentario
Nutricional Infantil). Este relevamiento realizado durante el año 1995, por el municipio, permitió
identificar al grupo de mujeres y tener de antemano datos básicos del grupo familiar, como así también
la situación habitacional, eliminación de excretas, provisión de agua, residuos, programa de asistencia,
salud y discapacidad.

3 - Situación de las jefaturas de hogar

Datos extraídos de "Perfil de los hogares con NBI", preparado por INDEC, en Estudios 24 (Mayo,
1996)1 muestran que las localidades pampeanas del rango de Toay (2000 a 10.000) hab.) presentan los
mayores niveles de liderazgo femenino, aproximadamente el 31,53%.
Cabe mencionar que en Censo Nacional 1991 la jefatura femenina alcanzaba el 22,6 % para el
conjunto nacional. Esto demuestra la significatividad del análisis de las mujeres y las unidades
familiares para visibilizar el rol femenino en espacios tan críticos.
La variable presencia o ausencia de compañero o cónyuge, es de destacar.
Existe un 41,98 % de jefes de hogares multipersonales, con NBI; solas, de las cuales un 70,12 % son
Inactivas, 26,14% están ocupadas y un 3,73 % desocupadas.
Las edades con mayor proporción de mujeres con cónyuge son las menores de 25 años y las edades de
25 a 44 son las que registran los más bajos indicadores. Si se cruza este último dato con los niveles de
ocupación se advierte una elevada incidencia de mujeres Jefas entre 25 y 44 mayoritaríamente solas y
ocupadas. Prácticamente la mitad de ellas se emplean en el servicio doméstico.
Comparando la situación familiar de Jefes varones, la relación presencia o ausencia de cónyuge se
invierte. Existe un 80,42 % de jefes con cónyuge mientras que la misma situación para las mujeres es
solo del 11,36%.
También la composición familiar difiere en las jefaturas según sexo. Una de las características es que
los hogares con jefaturas femeninas albergan un 10,25% de nietos y los hogares con jefes solo el 1,
98%.

Educación y Condición de actividad


El interés de este estudio se focaliza en aquellas jefaturas con NBI; y la única fuente al alcance que
separa jefaturas según sexo y condición de necesidades básicas, es el ya citado "Estudios 24",1996 de
INDEC. El mismo revela que existen diferencias según sexo y condición de NBI en cuanto al nivel
educacional alcanzado.
Para todos los niveles que implican más años de educación, la diferencia favorece a los jefes varones.
La excepción la constituye justamente el nivel más bajo donde el 76.3% de las jefas inactivas nunca
asistió a la escuela o tiene la primaria incompleta. Recordemos que las jefas inactivas son el 84,4 % en
las localidades del rango de Toay.
En la categoría "educación primaria completa o secundaria incompleta” los jefes varones con NBI
nuevamente hacen la diferencia: más del 30 % para ellos y
solo el 7 % para ellas. A medida que aumentan los años de estudios las difiere se disipan aunque los
varones tiene valores más altos que las mujeres.
Habría que resaltar que los niveles de máxima desocupación en jefes y Jefas con NBI se ubican en
la categoría 'nunca asistió y Primaria incompleta. Haciendo una lectura del perfil educativo de las Jefas
y Jefe se puede deducir vulnerables son la mayoría de los hogares liderados por mujeres con
necesidades básicas insatisfechas.

4 - Aspectos relevantes del análisis cualitativo

Este estudio permitió explorar aspectos referidos al trabajo doméstico y extradoméstico de mujeres
populares.
Indagar sus espacios y tiempos y los del grupo familiar permitió esbozar algunas hipótesis y confrontar
con algunos supuestos teóricos.
Las percepciones y valoraciones variaron según la edad y la situación de Jefatura de hogar, como así
también la instrucción.
¿Cómo se autodefinen?
En general las mujeres entrevistadas se definen como jefas, cuando en, momento quedan sin
compañero y a cargo de los hijos. Es ahí cuando ella: visibilizado su rol.
Para las que tienen compañero, pero ellas son las sostenedoras del hogar situación de ninguna manera
las "habilita" como jefas, a pesarle que su compañero, no esté permanentemente en el hogar y ellas se
encargan "de todo".
Los conflictos y experiencias que este grupo de mujeres enfrenta cotidianamente y relacionadas con el
trabajo, la organización doméstica, y las estrategias familiar acercan algunas ideas, del lugar que tienen
las jefas en nuestra sociedad y alimentos algunos supuestos que advierten sobre la vehemencia de la
crisis sobre los hogares liderados por mujeres solas, como así también la dinámica para enfrentaría.

Acerca del trabajo remunerado


Ciertas representaciones sobre el trabajo remunerado, que consideran el ti para los varones una
obligación, mientras que para las mujeres una opción que desvirtuadas. Durante muchos años la
participación laboral femenina ha e condicionada por la subordinación del trabajo remunerado a las
responsabilidades familiares, Según Dolores D'Argemir (1 995) mientras el trabajo para los hombres
considera una obligación, para las mujeres en cambio, es una opción, algo que se puede realizar, pero
que no es prioritario. Mientras que el salario de los hombres considera la base principal del sustento de
la familia el de las mujeres en cambio se considera una ayuda.
Estas percepciones contribuyen a asignar un carácter secundario y complementario al trabajo de las
mujeres respecto a las aportaciones que se consideran necesarias y prioritarias, las suministradas por el
hombre, estas percepciones tienen efectos muy directos en la lógica laboral.
En este contexto que el trabajo sea una opción implica considerar que las obligaciones domésticas son
las prioritarias para las mujeres.
Estos supuesto aceptados en un contexto general, no contemplan que percepciones puedan ser distintas
según clase social y el rol de las mujer interior de la familia. Así se observa a la luz de algunos
resultados de las entrevistas. Entre las mujeres populares pareciera no existir el “ prejuicio patriarcal"
del trabajo fuera de su casa. Quizá la valoración sea un tanto diferente entre las mujeres jefas y las que
no lo son. Mientras las primeras argumentan una obligación indelegable, ya que sus familias dependen
exclusivamente de sus aportes, las segundas lo perciben como una ayuda a 1os ingresos del núcleo
familiar - a pesar que, el marido no tenga un trabajo seguro -.
Quizá esto último tenga que ver con la percepción de "anormalidad que sugiere una jefatura femenina,
con percepción de "anormalidad" y especialmente de su compañero, de ahí la idea de "ayuda" y no
"obligación".
Ni siquiera el trabajo fue opción cuando ellas eran pequeñas; algunas dejaron la escuela con 10 u 11
años, obligadamente para trabajar de domésticas y ayudar a la familia, otras entraron cama adentro para
huir, de abusos y violencia por parte de sus padres.
El trabajo siendo hijas fue para ayudar a sus padres y actualmente para ayuda o sustento de sus hijos,
aún así la actitud hacia el trabajo es muy positiva y no genera conflictos de ningún tipo en las mujeres
que tienen compañero.
Esto advierte ciertas representaciones sobre el trabajo muy distintas a otros sectores sociales, quienes
plantean como síntoma de "salud" económica, el hecho de ser enteramente amas de casa o al menos no
tener que salir de casa a trabajar. (Comas Dàrgemi, 1995)
Aquí la necesidad de encontrar un trabajo, hasta para los hijos, es prioritario. Muchos de ellos, al estar
involucrados en la situación de sus familias, dejando sus estudios para poder trabajar. 5
La situación de pobreza extrema, junto a ser responsable del grupo familiar juegan un papel decisivo.

Situación Familiar
La edad parece como una variable interviniente a la hora de analizar les cambios en la organización
familiar, para las mayores de 35 años el poder de decisión se supedita al del marido, mientras que en las
menores de 36 años las decisiones son compartidas con ellos.
"La mujer en la casa" ya no es la idea dominante; la actual situación de desempleo e inseguridad
laboral dan por tierra estos prejuicios patriarcales. Quien obtiene primero el trabajo, beneficia al grupo
familiar, por otro lado con un solo ingreso les es imposible subsistir.
Catalina Wainerman (1979), argumenta que cualquiera sea el status educacional de las mujeres, su
situación familiar - definida por la presencia o ausencia de un compañero y de hijos en el hogar- impone
límites a sus posibilidades de desempeñar un rol en la fuerza de trabajo.
Al igual que las representaciones acerca del trabajo, esta situación cruzada con el nivel
socioeconómico también se desvirtúa.
De las entrevistadas, muchas de ellas jóvenes, con hijos (varios y pequeños) no surgieron testimonios
de competencia ( manifiesta) entre requerimientos de las actividades productivas y reproductivas.
La prioridad es cubrir las necesidades de alimentación y vestimenta; por eso las estrategias de
sobrevivencia también apuntan a generar lazos de ayuda intrafamiliares, sin ellos sí las mujeres
encuentran conflictos.

Organización familiar
Todas tienen una carga importante de trabajo hogareño que realizan al regresar de su trabajo. Las que
tienen hijas o nietas adolescentes ven aliviada la tarea.
Las que tienen niños pequeños, argumentan que el fin de semana le dedican gran parte del tiempo a sus
hijos ( juegos etc.) y cuando ellos duermen, recién comienzan las tareas de limpieza. Por lo general
estas mujeres trabajadoras 1ogran compaginar ambos roles a costa de un gran sacrificio. Esta carga
doméstica se intensifica con la etapa y la cantidad de integrantes de la unidad doméstica.
El cuidado de los más chicos en algunos casos está a cargo de los hermanos/as mayores -algunos tienen
solo 6 años -, otras recurren a guarderías estatales (Ayelén) y otras, “contratan" alguna mujer, casi
siempre de su familia. Para la mayoría, los familiares femeninos (abuelas, hijas mayores...) son de
capital importancia por permitirles el acceso y permanencia en el trabajo.
Por eso la dicotomía entre la esfera pública y privada resulta artificial; las entrevistas demostraron el
grado de conexión entre familia y trabajo.
Su trabajo siempre está ligado a las necesidades de sus hijos, hermanos y en varios casos las
percepciones de gratificación hacía un determinado trabajo responden, a que, con él cubren las
necesidades básicas de la familia.
En síntesis en este grupo de mujeres no hay "tiempos" para criar y atender familia y "tiempos" para
trabajar fuera de la casa, ellas viven esos tiempos simultáneos tengan o no tengan compañeros. Los
límites no son los internos sino los externos, el mercado, generalmente, no toma mayores de 35 o 40
años y menos aún con una importante carga familiar.

El ingreso al trabajo remunerado:


Las mujeres con NBI de esta localidad en su mayoría tienen escaso nivel de instrucción y están
ocupadas en su mayoría en el sector doméstico (del total de jefas con NSI, activas ocupadas, el 44,9%
son empleadas domésticas). Gran proporción de estas mujeres encuentran su mercado laboral fuera de
Toay. Esto agrega otro elemento a contemplar en sus tiempos y costos, que es la movilidad, ya que
algunas tienen traslados diarios de más de 20 Km hasta la ciudad de Rosa.
Pareciera que el empleo en casa de familia ha sido la puerta de entrada en la mayoría de las historias
laborales de las mujeres nacidas y criadas en el pueblo u otras localidades.
Aquellas mujeres con trayectorias de vida rural, han partido de trabajos familiares tradicionalmente
masculinos.
Cuando sus vidas se urbanizaron, su escaso nivel de instrucción les permitió ocupar el "eterno espacio"
laboral del servicio doméstico.
Estas mujeres que comenzaron siendo hijas trabajadoras para convertirse en madres trabajadoras,
reflejan sus propios trayectos en las vidas laborales de sus hijas y nietas.
Similar situación es para los jefes de mayor, edad, algunos prolongan el "oficio" adquirido desde su
niñez a sus hijos y nietos: albañilería, hornos de ladrillos Algunos trabajos (Sautú, 1991) advierten que
la tendencia hacia la incorporación de mujeres a ocupaciones tipificadas como femeninas seria producto
del reclutamiento "autoselectivo" y no de la discriminación de la demanda laboral. Es decir, la
discriminación estaría dada por las estrategias masculinas y femeninas al ofertarse en el mercedo de
trabajo.
Las variadas experiencias de las mujeres entrevistadas dejan entrever que pueden realizar los trabajo
más diversos. Tanto las que tienen trayectos laborales como urbanos, se ofrecen para cubrir espacios
de trabajos que no siempre fueron femeninos. Al menos en este universo estudiado la discriminación
parte da " demanda laboral y no tanto porque las mujeres se ofrezcan "únicamente para el servicio
doméstico"
Un ejemplo de ello queda demostrado cuando en 1995 se dictaron dos cursos de Capacitación Laboral
en la misma localidad, uno se orientó a trabajos rurales y otro a desposte en la industria frigorífica.
Áreas laborales que tradicionalmente no fueron femenina tuvieron una convocatoria en las mujeres muy
superior a los hombres.
Esto tiene distintas lecturas: por un lado las mujeres tienen necesidad de insertarse en otros ámbitos de
trabajo no tan competitivos como los servicios, pero para ello necesitan capacitarse. Por otro lado estos
cursos funcionaron como pasantías pagas-3 meses - cumpliendo jornadas de trabajo Con 1a cual muchas
mujeres paliaron el desempleo por un corto tiempo. O la explicación podría ser que las mujeres son
más flexibles en sus roles. Flexibilidad entendida en la adaptación a cualquier tipo de trabajo, sobre
todo a causa de su ro1 como contribuyente secundaria, convirtiéndose en una mano de obra " barata y
paciente".
Esta situación que por un lado "ofrece salidas', choca irremediablemente con la realidad. Aparece
Como una alternativa válida en cuanto a la especialización, sobre todo de aquellas mujeres que ven
limitado su ingreso a ciertos escalones laborales por su bajo nivel de instrucción.
Las oportunidades de capacitación fueron iguales para mujeres y varones. La lógica diría que la salida
laboral seria igual para ambos, ya que dentro del proyecto se promueve a quienes dictan los cursos
tomen parte de la mano de obra que especializan y así quedan habilitados para futuros proyectos de
Capacitación laboral. En el Caso de Toay, el frigorífico no tomó a ninguna de las mujeres Capacitada. -
solo tenla 5 en tareas administrativas -,
De hecho existe la división sexual del trabajo, que está dada en nuestra sociedad por imágenes
culturales, pautas de interacción y su propia legitimación en todos los ámbitos sociales. Aunque de
hecho, esa división del trabajo, afecte sobre todo a las mujeres pobres y sin instrucción, ellas transitan
por lógicas muy distintas.
Las oportunidades de trascender de empleos en el servicio doméstico a otros del sector público y
privado dejan entrever en un primer plano elementos de identificación y de valoración traducido en
seguridad para sus hijos.
El sueño de poder romper con la historia de siempre...
Catalina Wainerman (1979) aduce que 1a mayor escolaridad mejora la posición competitiva de las
mujeres en el mercado de trabajo, aumenta la información sobre las oportunidades disponibles, y la
probabilidad de acceder a posiciones ocupacionales mejor remuneradas, más gratificantes, con mayor
flexibilidad de horarios... Además una exposición a la educación formal habitualmente incrementa las
aspiraciones económicas, contribuye a redefinir el gusto por las tareas inherentes al desempeño del rol
doméstico y a modificar la posición de las mujeres dentro de la estructura familiar.
Esto se comprueba en los testimonios relevados de las más instruidas, el secundario completo les
permitió ingresar y permanecer en "buenos puestos de trabajo" además son las que han logrado una
"cierta equidad" al interior de la unidad doméstica y las que también tienen una buena identificación con
su trabajo. En todas las mujeres, la seguridad laboral les ha permitido proyectase de otra manera en la
sociedad.
Según distintos estudios, la adquisición de más altos niveles de educación alcanzados previos a la
formación de la familia, en el presente estudio esta situación no se observa, ya que ninguna accedió a
estudios superiores. Respecto a los estudios primarios y secundarios la situación es precisamente a la
inversa. Muchas de ellas los están realizando de adultas y las que tienen el secundario completo e
Incompleto, cuando sus hijos crezcan desean seguir estudiando (Maestra Jardinera, Abogada, Escuela de
Policía, Enfermería).
Las mujeres de distintas edades con primaria incompleta y completa, desean algo más inmediato
aprendiendo un oficio, o comprando alguna maquinaria que les permitiera trabajar en su propia casa.
Acerca del trabajo doméstico y de ayuda familiar
Las representaciones acerca del trabajo doméstico y ayuda familiar (generalmente no remunerado) no se
alejaron en nada a la visión tradicional. Para ellas el trabajo es el remunerado, o pago con el que pueden
solventara el sustento familiar, el otro invisible, doméstico, no es visto como un trabajo, sino como
responsabilidades innatas. Ellas están subordinadas al papel principal de responsables de la
reproducción cotidiana y generacional de la fuerza de trabajo.
Los llamados trabajos de "ayuda familiar" de varias mujeres con historias de vida rural, demuestran un
carácter diversificado en las tareas, que a su vez realizados en forma simultánea.
Comparadas con sus compañeros, los hombres tenían su horario más definido y además un espacio
físico claramente determinado - tanto el hachador como el trabajador en hornos de ladrillos - que
permite identificar el lugar y los tiempos del trabajo productivo. 6/7
La mezcla de ellos, junto con la falta de identidad laboral, dificulta la evaluación del trabajo y su misma
consideración como trabajo real, en ellas mismas es muy evidente cuando se las indaga:
Las propias mujeres tienden a menudo a considerar el trabajo familiar mera ayuda.
Porque en realidad el mismo no es valorado en términos monetarios, al igual que el trabajo doméstico,
que además no lo incluyen en su valoración a pesar de ser imprescindibles.
La visión desde los jefes es exactamente igual, el siguiente testimonio da cuenta de ello:
Entre las mujeres entrevistadas se encuentra un abanico de trabajo que supuestamente son "masculinos".
Ejemplos de ello son: despostadora, faenadoras, carga y descarga de reses, hachera, ayudante en hornos
de ladrillo, sector manejo de maquinarias en industria textil.
Además de ocupar estos escalones laborales, cumplen el rol de Jefas - la mayoría sin compañero- con
grupos familiares numerosos.
Podría concluirse que la visión tradicional de ciertas representación acerca del trabajo en este grupo de
mujeres se "distorsiona" o se "invierte" cuando entran en juego variables como: clase social, estado
civil, al igual que otras variables intervinientes como las políticas de ajuste. De una manera silenciosa
estas mujeres son responsables del grupo familiar - con todo lo que ello involucra - y garantizan a través
de variadas estrategias el mantenimiento y reproducción de la "fuerza de trabajo".

Comentario Final

Si bien la crisis afecta a todos (varones y mujeres), los contextos familiares con jefaturas femeninas
aparecen aún más amenazados. Al menos en esta localidad se advierte una tendencia - bastante
generalizada - que posiciona a las mujeres como jefas, cuando hay ausencia de cónyuge o compañero,
situación que agudiza la organización familiar. Esta situación del doble rol cae pesadamente sobre los
hombros de las mujeres ya que, sean o no jefas, cada vez más - por la situación económica - están
obligadas a extender sus jornadas de trabajo y nunca son desligadas de las obligaciones domésticas.
Este trabajo refleja situaciones cotidianas que enfrentan mujeres de sectores populares. Esta
perspectiva desde la reproducción permite entender su posición en la sociedad y en la división sexual
del trabajo. Entendiendo que las relaciones primarias de subordinación y dominio entre los sexos se
sitúa en la esfera reproductiva del hogar.
La dualidad de roles que enfrentan sobre todo las mujeres a cargo del hogar, dejan entrever un gran
desgaste y sacrificio en favor de la atención familiar, pero en desmedro de las mismas mujeres. Si bien
todas han argumentado una elevada valoración hacia el trabajo remunerado no significa que tomen el
trabajo como síntoma de 'liberación". Indirectamente están atadas de por vida con sus hijos y nietos.
Las repercusiones de esta situación, debieran ser tenidas en cuenta en vista de una igualdad de
oportunidades que redundará en beneficio de la calidad de vida de sectores tradicionalmente
postergados.

CITAS

1 La Investigación: 'Mujeres Populares: Entre el trabajo productivo y la organización doméstica. El caso de la localidad de Toay. Provincia de
La Pampa", fue realizado durante el año 1997 en el marco del programa de Becas de Iniciación en la Investigación de la Facultad de Ciencias
Humanas por la autora de este artículo

2 Jefe/a de Hogar: aquella persona que los demás miembros de ese hogar reconocen como tal.
3 Este estudio preparado por lndec discrimina tres estratos de asentamientos urbanos según cantidad de habitantes para toda la provincia de La
Pampa. Son los siguientes:
1º-Localidades con más de 50.001 a 100.00 habitantes
2º-Localidades de 10.001 a 50.000 habitantes
3º-Localidades de 2000 a 10.000 habitantes.
Es en este último estrato donde se encuentra representada la Localidad de Toay junto a otras de igual rango.

Este estudio permite precisar la información ya que la EPH integra en sus datos a dos localidades de características y rangos disímiles. Según
estimaciones de Estadísticas y censos para 1997, el Departamento Capital cuenta con 94.034 hab. y el Departamento Toay con 7.518. En los
dos casos, más del 80% de esa población mencionada vive en los dos centros urbanos: Santa Rosa y Toay.
4 Jefa.42 años
Yo no terminé, tengo hasta 4º grado, hice hasta 4º y me puse a trabajar.
Y cuántos años tenía?
Tenía 13 años, fui a cuidar unos chicos, Porque entró mi hermana que tenía 15 años en ese trabajo;
la señora era compañera de trabajo de mi papá.
Mi hermana no tenía así ... los chicos la habían encerrado en el baño, ella lloraba y no se quedar.
Entonces le dice a mi papá, a mi me parece que ella va andar; no dice él, es muy chica... no cro ande para los chicos... bueno me llevó y ahí me
quedé trabajando...
Cama adentro?
Cama adentro. La patrona nos traía, el día de franco (el Viernes a la tarde) y nos venía a bus Domingo a la noche
Cómo le pagaban?
Cuando había que cobrar el sueldo nosotros no cobrábamos sueldo. Iba mi papá y él los manejaba él nos vestía, él nos daba lo que
necesitábamos, pero 61 cobraba el sueldo y todo.
Y todas las hermanas tuvieron esa historia?
Si todas igual, la única que no tuvo que salir a trabajar, fue la más chica. 5 Huberlinda
Y Juan, qué hace?
No consigue trabajo, ni de cadete, o algo para ganar para él. El terminó va a 7º...
Ud. quiere que el trabaje, estudie?
El iría al nocturno, pero si que trabaje porque a mí no me alcanza
La de 17 dejó en 4º del secundario, porque se colocó en la casa de acá a la vuelta, y ahora quiere terminar en el nocturno
Ud. cree que es importante que estudien?
Si que lo creo, le aconsejo que termine la escuela, le hago ver, miré nosotros, nuestros padres por su distancia nos sacaban de la escuela y nos
llevaban al campo, así que ahí perdíamos todo. Yo les aconsejo, que es importante que terminen algo, pero el problema es que tienen que
trabajar también.
Yo soy la que más habla con ellos, a la que más confianza le tienen, como el padre no está nunca!
6 Hija de hachadores
Y nosotros le ayudábamos a él; el hacía todo en el horno. Todos ayudaban?
Mi mamá y nosotros... ella le ayudaba! Si había que baquetear, baqueteábamos. Y qué es eso?
Es acarrear los adobes a las hornalla para quemar.
Había que sacar las carretillas con barro de adentro del pisadero, lo hacíamos y era pesados! Pero lo hacíamos
Cada uno tenía un lugar, es decir... bueno, él nos decía: Ud. esa cancha la apila toda y no apilábamos y tapábamos. Después se tapa todo arriba
con pasto para que no se estropee si Y entonces nosotros seguíamos con mi papá, llegaban las 11 de la mañana y mi mamá se iba preparar la
comida, entonces nosotros terminábamos de ayudarle a papá y nos íbamos a comer. Y así siempre mi papá en el horno, y mi mamá también
trabajando en el horno, cuidándonos 1 nosotros y en la casa haciendo la comida y todo...
7 Jefa, 53 años
-Cuándo comienza a trabajar?
-Cuando llego al pueblo
-Y antes?
-Solo le ayudaba a mi marido
-Dónde?
-en los hornos...
-Qué hacía?
-de todo... desde acarrear leña, armar las hornalla, quemaba durante 2 o 3 días seguidos... -Bueno... si lo pienso ... era más duro lo que hacía
antes que cuidar la abuela de ahora...

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ANEXO 1

Cuadro Nº1: Características de las jefes de hogar relevadas.

1-Separada-24 años-Trabajadora en la industria frigorífica-Primaria Completa 3 hijos pequeños


2-Soltera-36 años-Hachera y empleada en Plan de Empleo Precario. (Trabajar II) Secundarla Completa-5 hijos 3-Viuda-actualmente con
compañero-42 años-Portera en planta permanente Primaria Completa-3 hijas y un nieto 4-Soltera-45 años-Desocupada-Primaria Completa-6
hijos y dos nietos 5-Separada-26 años-Empleada Doméstica-Primada Completa-S hijos 6-Separada-53 años-Cuida una anciana-Primaria
Incompletas nieta. 7-Separada-22 años-Desocupada-Primaria Completa-1 hijo 8-Soltera-1 9 años-Desocupada-Primaria Completa-1 hija 9-
Soltera-32 arlos-Empleada Doméstica-Primaria Incompletas hijos

Comentario

El artículo de Leticia García retorna apreciaciones acerca de jefaturas femeninas partir de una
investigación más amplia sobre Mujeres Populares de la localidad dE provincia de la Pampa. Sostiene
que los procesos globales afectan en forma de a hombres y mujeres y que los efectos de la crisis
económica han determinado, aumento de la presencia femenina en el mercado laboral modificando a
comportamientos familiares y las estrategias que generan las jefas de hogar de nivel
socioeconómico bajo.
La autora usa información censal - resultado del Censo Nacional de población y Vivienda de 1 991 -
y datos de la Encuesta Permanente de Hogares - onda mayo 1995 y mayo 1997 - analizados a la luz de
los aportes que sobre la temática abordada tuvieron lugar en los últimos años, recurriendo asimismo a la
información gene partir de sus propias encuestas en un proceso de enriquecimiento para el tema en
cuestión, toma la definición de jefe de hogar establecida en el censo como " E persona que los demás
miembros de ese hogar reconocen como tal" previniendo que tal definición encubre otras situaciones
como por ejemplo quién toma las decisiones en qué ámbitos, quién realiza el cuidado de los niños, etc.
A partir de los datos secundarios García arriba a conclusiones similares a otros estudios y en su
recorrido cualitativo nos permita conocer cómo se autodefinen estas jefas pampeanas; cómo perciben el
trabajo doméstico y el extradoméstico; cual es su situación familiar actual y parte de sus historias de
vida y el rol que cada de ellas asigna a la educación como variable " diferenciadora" para lograr mayor
conciencia de sus potencialidades.
Así este trabajo aborda un tema significativo para comprender una realidad social actual: la
situación de la mujer en general y de las jefes de hogar en particular en un contexto de
profundas transformaciones sociales y económicas que las a empujado al mercado laboral en
estas dos últimas décadas. En efecto, los datos de la evolución de la participación económica
femenina muestra sostenidos incrementos entre 1960 y 1990 numero de mujeres
econornicamente activas en Latinoamérica se triplica de 18 a 57 millones, mientras que el de
los hombres no alcanzó a duplican Argentina, el incremento de la actividad femenina aumentó
casi 7 puntos en el período 1990/95. En este momento la mayoría de ellas no decide buscar
trabajo para independencia económica sino porque su familia necesita un nuevo ingreso a
disminución la desaparición del ingreso del "Jefe de hogar" o porque en el caso jefes de hogar
su ingreso es primordial en la sobrevivencia cotidiana.
Según el Informe Argentino Sobre Desarrollo Humano de 1996 los hogares multipersonales
con jefatura femenina representan alrededor de un 15 % de todos los
hogares pobres y no pobres. El 58,5 % de las jefes de familia que tienen necesidades
básicas insatisfechas son económicamente activas. Su ocupación típica es el servicio
doméstico, que emplea al 53 % de ella son en su mayoría, mujeres acostumbradas a estar sin
hombre y con hijos y cuando se quedan sin trabajo no tiene quién las cubra.
Tanto la baja capacidad de generación de ingresos de la madre como la falta de aporte económico del
padre -en la mayoría de los casos- aluden a una característica que
marca la diferencia básica y fundamental entre los hogares pobres encabezados por mujeres y los
hogares pobres encabezados por hombres. Se trata de la frecuente presencia de un único perceptor de
ingresos real y potencial entre los primeros; los hogares con jefe varón cuenta, en su enorme mayoría,
al menor potencialmente con un preceptor adicional: la cónyuge.
La circunstancia de ser principal o el único perceptor de ingresos del hogar obliga a
muchas de estas mujeres a aceptar ocupaciones o empleos mal remunerados y en no
pocas ocasiones bajo condiciones precarias de trabajo y empleo. Además los ingresos
que perciben en promedio una principal perceptora mujer son menores que los que
perciben principal perceptor varón que trabaja la misma cantidad de horas. Por último,
los magros ingresos de la madre comprometen la calidad de vida actual y futura del grupo familiar como
destaca Leticia García en su trabajo.
En fin, este trabajo aporta en el sentido del desarrollo de estudios que pongan de
manifiesto las variaciones regionales y la incidencia, la intensidad y las características
de la pobreza en los hogares con jefaturas femeninas. Ojalá que la Lic. García siga avanzando en esta
línea .

Lic. Amalia Testa


Economista, Especializada en Demografía Social.
Miembro del Área interdisciplinaria de Estudios de la Mujer
Departamento de Ciencias Sociales
UNLU.
"GÉNERO, MEDICINA CIENTÍFICA Y MEDICINA POPULAR
UNA CONJUNCIÓN CONFLICTIVA
EL TERRITORIO NACIONAL DE LA PAMPA, 1946-1955.'

"Gender, scientific medicine and popular medicine, a contlícting confluen


The National Terrítory of La Pampa, 1946-1955.

Mónica Adriana Morales


Instituto interdisciplinario de la Mujer,
Facultad de Ciencias Humanas, Universidad Nacional de La Pampa

Resumen:
Este artículo expone los resultados de una investigación cuya preocupación central es analizar la
práctica de la medicina alternativa en el Territorio Nacional de La Pampa a mediados del siglo
actual.
El marco general del análisis lo da el ambicioso proyecto sanitario del primer gobierno de Perón,
estructurado desde la Secretaría de Salud Pública a cargo de Ramón Carrillo y graficado en el Plan
Analítico de Salud Pública.
Se trabajó en base a la exploración de fuentes documentales escritas, Documentos de Gobierno,
estadísticos y judiciales, lo que permitió reconstruir la tipología de quienes practicaban la medicina
alternativa, fundamentalmente mujeres trabajadoras funcionales en una geografía marginal de un
sistema sanitario nacional pobre y heterogéneos

Palabras clave: Curanderismo, obstetricia, salud, género.

Abstract:
This paper expounds the resuits of an investigation whose central preocupation
is to analyse the practice of the alternative medicine in the National Territory
Pampa in the middie present century.
The general context is the ambitious sanitary project of the first govern Perón structured from the
Public Health Secretary to charge of Ramón Carril graphed in the Plan Analítico de Salud Pública.
1 have wrought in government documents, statisticals and juridicals, this permited to reconstruct
the profile of the alternative medicine workpeople, fundamentally women, functionals workpeople
in a marginal geography of a poor and heterogeneous national sanitary sister.

Key Words: Quack medicine, obstetrics, health, gender

Sumario:
1 – Prólogo - 2 - La construcción social del rol femenino - 3 - El curanderismo Disposiciones
legales - 4 - Antecedentes en la temática - 5 - La red de atención a la salud en el territorio nacional
de La Pampa, a mediados del siglo actual - 6 - Ejercicio ilegal de la medicina. Perfil de los/ las
acusados / das. - 7 - Penalidad a 1os/as infractores/ ras.

1. Prólogo
La temática de este artículo gira en torno a la estructura sanitaria del Territorio Nacional de La
Pampa, a mediados de siglo y su impacto en él de las políticas llevadas adelante en materia de salud
por el gobierno Nacional, especialmente en la práctica de la medicina alternativa.
En primera instancia he realizado un análisis de la estructura de asistencia sanitaria en el
Territorio Nacional de La Pampa en el período 1935-1945, utilizando fundamentalmente fuentes
estadísticas producidas por las autoridades del entonces Territorio Nacional, a fin de verificar la
capacidad de contención sanitaria de la misma y describir el contexto sanitario en el que se registran
las prácticas médicas alternativas.
En segunda instancia analizo la dinámica impuesta por la institucionalización de la medicina
semisocializada, objetivo pregonado por el gobierno de Perón a través del accionar de Ramón
Carrillo como secretario de Salud Pública del gobierno nacional y su alcance en el Territorio
Nacional de La Pampa, particularmente en la práctica de la medicina alternativa o popular y las
consecuencias que esto trajo para los individuos, tanto mujeres como hombres que profesaban dicho
oficio.
Centrando mi objetivo en la puesta en práctica y las repercusiones de las políticas sanitarias del
peronismo en el período 1944 - 1955 en la Provincia Eva Perón, particularmente en el control del
"curanderismo", he indagado en los expedientes judiciales existentes en el Archivo Histórico
Provincial. Este relevamiento lo acoté a un período de diez años, desde el año 1946 hasta el año
1955, incluyendo aquellos documentos caratulados como Ejercicio llegal de la Medicina, Ejercicio
llegal de la Obstetricia y Ejercicio ilegal de la Odontología, carátulas todas relacionadas con las
prácticas médicas alternativas en el ex Territorio Nacional de La Pampa; conformando un universo
de 23 casos considerados para la producción de éste trabajo.
Asimismo, he trabajado sobre el Plan de gobierno 1947-1951, o Plan Quinquenal (P.Q.), el cual
compila los imperativos del gobierno de Perón en las distintas áreas de interés. No solamente es
interesante por cuanto desarrolla el proyecto que se propone realizar el gobierno, sino porque
también, en ciertos aspectos, hace referencia, incluso con estadísticas, sobre las condiciones
estructurales en distintas áreas socioeconómicas del país.
El Plan Analítico de Salud Pública (P.A.S.P.), obra que grafica el proyecto de gobierno en
materia sanitaria, el cual pretende asegurara la población trabajadora la base asistencial médica
necesaria que, por un lado favorezca las condiciones físicas y productivas de la misma, y por otro
posibilite el incremento de la natalidad (y la correspondiente disminución de la mortalidad), pilar
fundamental para el sistema económico productivo sustentado por el peronismo.

2. La construcción social del rol femenino

Dentro de las diferentes perspectivas analíticas, respecto a la utilidad del género como categoría
de análisis, los lineamientos teóricos marxistas centran su atención en lo que se denomina la
ideología de "esferas separadas", aludiendo a la división sexual del trabajo y su interacción con la
acumulación capitalista.
"La devaluación de las actividades de la mujer (como fuente de mano di barata en el mercado, y de
trabajo libre en el hogar) devaluó también la visión las mujeres como sujetos históricos y como
agentes de cambio" (Scott, 1992:48) La legislación es un recurso ideológico posterior al
establecimiento de ciertas pautas culturales, como es la medicina popular y la generalización de su
gratuidad. Será ésta legislación y las particularidades con que se cumplimenta quien moldea y
formaliza estereotipos que, existentes en las formaciones de antiguo régimen se profundizan y
refuncionalizan en el sistema capitalista.
"El género, entendido como la construcción social de la diferencia sexual señala justamente la
necesidad de enfocar las diferencias entre los géneros como una elaboración histórica que
adscribe roles determinados a hombres y mujer base a sus diferencias biológicas. " (Escandón,
1997:13)
De allí que, aunque la ley no lo establece directamente, se asocia las actividades que no poseen
necesariamente una contrapartida monetaria como la medicina popular (con una importante
presencia femenina y como una extensión del ámbito don, o privado) con lo riesgoso, lo no
efectivo; legalizando e instituyendo, contrapartida, lo controlable, lo remunerado (asociado a
actividades de di presencia masculina, como la medicina occidental).
Por otra parte la feminidad ha estado asociado desde antiguo con la reproducción. La mujer en
su rol histórico de reproductora, " ... debía concentrarse exclusivamente en esta "patriótica" tarea,
relegando y renunciando a todas sus otras aspiraciones personales, caracterizadas como egoístas,
artificiales y dañosas" (Maccio y N 1993:12).
Esta visión femenina, relegada y limitada a su función meramente reproductiva, se relacionaría
conflictivamente con las necesidades crecientes de mano de obra por parte del expansionismo
industrializador del capitalismo, que serían satisfechas en forma creciente por el aporte femenino.
De esta manera, la figura femenina cobra una importancia primordial como actor central en la
política sanitaria del gobierno. Parto de la hipótesis de que desde la política oficial, visualizado
desde sus planteos discursivos, como asimismo en sus realizaciones materiales, una clara apelación
al redimensionamiento tradicional de la mujer. Lo que implica, a primera vista, la acotación de la
figura y el rol desempeñado por la mujer en sus aspectos más tradicionales. Fundamental en su
desempeño en cuanto a sus funciones de "curadora" y de portadora de "saberes" transmitidos
tradicionalmente.
Hay una nueva configuración del rol social que debe cumplir la fundamentalmente en su
inserción en el mundo público, ósea el mundo del trabajo en su acepción capitalista, para aportar a
la viabilidad y concreción de los planes sociales y económicos del gobierno.
Pero este objetivo, sí bien viabilizable en las regiones mas desarrollada, estructura económica
del país, no podrá concretarse en las regiones periféricas la economía nacional, donde la
industrialización será una realidad mucho más tardías y las opciones que el mundo del trabajo
ofrecía a las mujeres eran muy restringidas.

3.El curanderismo. Disposiciones legales.

Dentro de la implementación de la política sanitaria del gobierno nacional encontramos una serie
de reglamentaciones cuyo objetivo es organizar, ordenar, circunscribir y poner bajo la égida del
gobierno todo el sistema sanitario del país.
En mayo de 1946 se crea la secretaría de Salud Pública con jerarquía ministerial, asumiendo el
control de la salud de la población en todo el territorio de la República.
En el proyecto de gobierno se reconoce la situación sanitaria nacional y las falencias, en esta
materia, del territorio nacional.
A fin de abordar esta problemática, se preveé no solo producir la legislación y codificación
adecuadas para organizar el sistema sanitario nacional, sino también la realización de prospecciones
e investigaciones de carácter sanitario con el fin de recolectar información fidedigna tendiente a la
redacción de un proyecto de Código Sanitario de Asistencia Social para el país.
Pero también es importante, para el gobierno, imbuir a este proyecto sanitario de nuevos
conceptos médicos (semisocialización de la medicina) y sociales (posibilitar el acceso de todos los
habitantes de la nación, fundamentalmente de los sectores mas desprotegidos social y
económicamente, al bienestar en materia de salud).
En el Plan Analítico correspondiente a la ya mencionada Secretaría de Salud Pública,
desarrollado bajo la dirección técnica del Secretario de Salud Pública de la Nación, Ramón Carrillo,
como parte integral del Plan de Gobierno de Perón esbozado en el Primer Plan Quinquenal, se
puntualiza en ciertos aspectos demográficos, como la disminución en los índices de natalidad en la
República Argentina y en la urgencia por establecer mecanismos que ayuden a revertir ese proceso.
Esto trasluce una gran inquietud en el seno del gobierno nacional, embarcado en una política
económica de intervencionismo y regulación estatal, y de desarrollo industrial con el afán de sortear
las dificultades económicas que la estructura productiva nacional arrastraba desde la década
precedente.
Por todo ello, tenía un carácter prioritario para el gobierno el establecimiento de condiciones que
permitieran el aumento de la producción y de la renta nacional y el concomitante incremento y
expansión del mercado interno. A esto apuntaba la necesidad de poseer un conocimiento acabado
de la realidad demográfica del país, a través de censos y estadísticas permanentes (Cfr. P.G.,
1946:22), como asimismo el establecimiento de una estructura sanitaria que asegurase la
reproducción de los sectores trabajadores del país y un satisfactorio rendimiento productivo.
En este marco encontramos la intención explícita de reprimir la práctica del curanderismo y su
conceptualización desde el ámbito oficial.
"El curanderismo es el delito en que Incurren las personas que, sin estar legalmente
autorizadas, ejercen cualquier actívidad correspondiente alas profesiones médicas y sus ramas
auxiliaras.'(P.A.S.P.,I, 1 947:392)
El Código Penal de la República Argentina, tipifica la ejercitación ilegal de la medicina;
especificando, en su artículo 208 que: "Será reprimido con prisión de 15 días a 1 año:
1) el que, sin título ni autorización para el ejercicio de un arte de curar o excediendo los limites
de su autorización, anunciara, prescribiera, administrara o aplicare habitualmente medicamentos,
aguas, electricidad, hipnotismo o cualquier medio destinado al tratamiento de las enfermedades de
las personas, aún a título gratuito;... "
Esta legislación es producto de la organización de los modernos estados nacionales en América
Latina, a fines del siglo pasado, bajo los imperativos ideológicos de los estados burgueses
occidentales, lo cual conlleva la difusión la medicina científica en su acepción occidental.
El origen de este modelo médico se remonta a la ilustración cuando la me técnica "hipocrático-
galénica", de fuerte raigambre empírico-naturalista, asume postulados epistemológicos de la ciencia
experimental. Primeramente en Europa industrializada y posteriormente en América del Norte su
extensión hegemónica asociada al estado moderno, favoreció la imposición de criterios médicos
conocimiento tanto de las élites como de los sectores populares.
"Este proceso no se debió tanto al progreso técnico como a estrategias corporativas destinadas
a asegurar el monopolio sobre la atención en salud, implantación hegemónico del modelo médico
fue haciendo a la Medicina dependiente de los parámetros biológicos y más centrada en la
curación-cl que en la prevención (Comelles y Martínez Hernáez, 1 993:7)
La medicina científica, dentro del amplio espectro de métodos curativos única que se instruye
sistemáticamente a través de la educación formal y la legalmente autorizada a practicarla a partir de
profesionales formados con ese fin. Este modelo médico ' ... concibe a la enfermedad como una
ruptura de mecanismos de regulación biológica, psicológica y social, - su etiología, como una
relación analítica de causa-efecto; su diagnóstico, como fruto de exámenes, a y pruebas, - el
tratamiento y la prevención, como una acción racionar a n sintomáticos y etiológicos. " (Magrassi,
Radovich:4)
El ejercicio del mismo está reglamentado y su característica distintiva respecto a otros métodos
curativos, es su divorcio, en términos generales, de otras actividades culturales.
El gran nivel de desarrollo tecnológico y en sus especialidades, etapa actual conocimiento
médico-científico ha acarreado consecuencias inesperadas que ha afectado " ... sensiblemente los
mecanismos de concepción de la enfermedad en su triple relación señalada, distanciando los
aspectos físico-biológicos psicológicos y olvidando comúnmente los sociales. " (Magrassi, Radovic
-.
De allí que se produzca un acercamiento general de las poblaciones a prácticas médicas, o la
reafirmación de prácticas médicas alternativas.
La actividad médica, coloca al paciente en una actitud pasiva ante un " ... universo, extraño
regido por reglas y normas que desconoce y le infunden temor.'(Magrasba desde la década
precedente.
Por todo ello, tenía un carácter prioritario para el gobierno el establecimieto de condiciones que
permitieran el aumento de la producción y de la renta nación concomitante incremento y expansión
del mercado interno.
A esto apuntaba la necesidad de poseer un conocimiento acabado de la realidad demográfica de
a través de censos y estadísticas permanentes (Cfr. P. G., 1946:22), como asimismo el
establecimiento de una estructura sanitaria que asegurase la reproduce los sectores trabajadores
del país y un satisfactorio rendimiento productivo.
En este marco encontramos la intención explícita de reprimir la práctica del curanderismo y su
conceptualización desde el ámbito oficial
"El curanderismo es el delito en que incurren las personas que, sin legalmente autorizadas,
ejercen cualquier actividad correspondiente a las profesiones médicas y sus ramas auxiliares."
(P.A.S. P., 1, 1947:392)
El Código Penal de la República Argentina, tipifica la ejercitación ilegal de la medicina;
especificando, en su artículo 208 que: "Será reprimido con prisión de 15 días a 1 año:
1) el que, sin título ni autorización para el ejercicio de un arte de curar o excediendo los
límites de su autorización, anunciara, prescribiera, adminístrame o aplicare habitualmente
medicamentos, aguas, electricidad, hipnotismo o cualquier medio destinado al tratamiento de las
enfermedades de las personas, aún a título gratuito;.. ."
Esta legislación es producto de la organización de los modernos estados nacionales en América
Latina, a fines del siglo pasado, bajo los imperativos ideológicos de los estados burgueses
occidentales, lo cual conlleva la difusión de la medicina científica en su acepción occidental.
El origen de este modelo médico se remonta a la ilustración cuando la medicina técnica
"hipocrático-galénica", de fuerte raigambre empírico-naturalista, asume los postulados
epistemológicos de la ciencia experimental Primeramente en Europa industrializada y
posteriormente en América del Norte su extensión hegemonizante, asociada al estado moderno,
favoreció la imposición de criterios médicos en el conocimiento tanto de las élites como de los
sectores populares.
“Este proceso no se debió tanto al progreso técnico como a estrategias corporativas destinadas a
asegurar el monopolio sobre la atención en salud. La implantación hegemónica del modelo médico
fue haciendo a la Medicina más dependiente de los parámetros biológicos y más centrada en la
curación-cuidado que en la prevención (Comelles y Martfnez Hemáez, 1993:7)
La medicina científica, dentro del amplio espectro de métodos curativos, es la única que se
instruye sistemáticamente a través de la educación formal y la única legalmente autorizada a
practicarla a partir de profesionales formados con ese fin.
Este modelo médico '...concibe a la enfermedad como una ruptura de mecanismos de regulación
biológica, psicológica y social; su etiología, como una relación analítica de causa-efecto; su
diagnóstico, como fruto de exámenes, análisis y pruebas; el tratamiento y la prevención, como una
acción racional a niveles sintomáticos y etiológicos." (Magrassi, Radovich:4)
El ejercicio del mismo está reglamentado y' su característica distintiva, con respecto a otros
métodos curativos, es su divorcio, en términos generales, de otras actividades culturales.
El gran nivel de desarrollo tecnológico y en sus especialidades, etapcon la medicina académica,
formal, institucionalizada, hasta que en el S. XX se impondrá la segunda. " (Brisa Varela,
1995:214)
Se reconoce la condición de intérprete válida a raíz de compartir los mismos códigos por su
igual condición, para explicar por qué la gente acude a ellas, como así también las deficiencias
estructurales en materia sanitaria en el Chile de entonces.
"En la decisión de recurrir a ellas influyeron seguramente el conocimiento empírico de las
curanderas y las posibilidades de comunicarse fácilmente con un par, pero también la ausencia de
médicos titulados y de toda presencia instituciones desde el Estado, en las áreas de campaña,
donde residía la mayor parte de la población." (Brisa Varela, 1995:212)
La práctica del curanderismo refleja una continuidad de las tareas domésticas no remuneradas.
"A tal punto se refleja ello que habitualmente no reciben retribución en pago por sus servicios. "
(Brisa Varela, 995:213).
Finalmente destaco la conceptualización por parte de esta investigadora, ( tareas realizadas por
las mujeres curadoras como “... agentes sanitarios de, activas participes en la atención primaria de
la salud." (Brisa Varela, 1 995: Concepto que comparto, puesto que he tenido la oportunidad de
verificar fuentes analizadas el importante rol jugado por la mujer en el ámbito de la sal situaciones
geográficas y sociales muy particulares de América.
Antecedentes en investigación, respecto a las prácticas sanitarias alternativas a las médico-
científicas, en nuestro territorio (Di Liscia y Di Liscia, 1996), esclarecen el panorama concreto
respecto al despuntar el siglo actual. Denota la presencia infatigable de la mujer en su rol de
cuidadora de la integridad familiar tanto como psíquicamente, actuando diligentemente en el
cuidado de la salud familiar un contexto general de dificultades variadas para el acceso al sistema
medico formal y en un ambiente cargado de tradicionales preconcepciones en cuanto formas de
relacionarse con los fenómenos de morbilidad de entonces.
"En el territorio pampeano, tal como en otras regiones del país a principios del siglo XX, la
medicina formal era e/ último escalón al que accedían los enfermos. Por una cuestión económica o
bien efectiva, se consideraba que la dolencia debía solucionarse primero en el hogar, luego, se
requería la ayuda de un vecino/a que tuviera algunos conocimientos o habilidades, después, si la
curación no tenía éxito se buscaba a un curandero /a, y por último al médico.' (Di Liscia y Di
Liscia, 1996).
Respecto a la década que estamos viviendo, estas mismas investiga encuentran la persistencia
de un entramado de prácticas médicas científica conocimientos legados por prácticas ancestrales en
nuestras mujeres de hoy

5.La Red de atención a la salud en el Territorio Nacional de La Pampa, a mediados del siglo
actual.

El Territorio Nacional de La Pampa, en sus aspectos demográficos, tiene una heterogéneo


distribución de la población puesto que 3/4 partes de la misma en un 1/4 de la superficie total. La
porción oriental del territorio es la que posee la mayor densidad poblaciones.
A dicha zona privilegiada, tanto por las condiciones edáficas como climáticas corresponde al
área de mayor aprovechamiento productivo, como así misi correspondencia con los mayores e
importantes centros urbanos y redes varas. Los establecimientos de salud se aglutinan,
fundamentalmente, en urbanos de importancia y tanto su capacidad (medida en número de
habitantes y número de profesionales que prestan servicios en ellos) como el de complejidad de los
mismos nos hablan de la restringida capacidad en es de un territorio que desde hacía tiempo pedía
para sí la provincialización hasta tanto se concretara ésta, debió depender de la voluntad del
gobierno nacional para dotarlo de infraestructura adecuada para la atención de su población.
Si bien la red sanitaria existente en el Territorio a fines de la década del '40 ubicada en la porción
del territorio que mayor densidad de población pose así, ésta es insuficiente. Pero más grave aún es
la indefensión sanitaria que los pobladores, con mayoría de asentamiento rural, de la zona
comprendida y Oeste del Territorio, donde no existen instituciones médicas.
Dicha capacidad sanitaria se resume en un total de 705 camas disponible para internación para
una población que, en 1945, sumaba 167.352 habitantes, lo cual nos indica una proporción de
237 habitantes por cama. Pero más aún, un total de 15.368 habitantes de 8 departamentos de la
zona occidental del territorio carecen de asistencia médica brindada por instituciones públicas o
aún privadas.
El criterio básico de los organismos oficiales para medir la capacidad de internación consiste en
tomar como base la cantidad de 1 0 camas para asistir las necesidades asistenciales de cada 1 000
habitantes.
Este sintético cuadro estadístico de la capacidad médico asistencias del Territorio Nacional de
La Pampa, a fines de la primera mitad del siglo actual, nos brinda un panorama poco halagüeño en
materia sanitaria y contextualizar la labor realizada en materia sanitaria por quiénes ejercieron la
medicina alternativa en el Territorio.

6.Ejercicio ilegal de la medicina. Perfil de los/las acusados/das

Es impactante, incluso desde una visión muy superficial de los datos recolectados, la mayoría
relativa de mujeres implicadas en los procesos judiciales.
Las mujeres representan aproximadamente el 61 % del total de los procesados.
En cuanto a la nacionalidad de los procesados, el grupo más representativo son los procesados de
nacionalidad extranjera con el 52 % del total de los procesados. Porcentaje altamente significativo
puesto que la población de origen extranjero representa en 1947 el 13,3 % sobre el total de
habitantes del territorio (Ander Egg,1957:57). Siendo el grupo extranjero con mayor representación
el de nacionalidad española.
En cuanto al resultado de la intersección de las variables género y nacionalidad,
nos encontramos que el porcentaje de extranjeros varía según el género. Son numéricamente más
importantes los hombres extranjeros que las mujeres extranjeras. Las mujeres argentinas son
numéricamente superiores, 57 % dentro de su género, mientras que los hombres argentinas solo
representan el 11 % dentro del total de los procesados de sexo masculino.
Las mujeres, sin lugar a dudas, poseían el monopolio en el ámbito de la obstetricia. Surge
claramente, de los procesos estudiados, la ausencia del hombre de la práctica ilegal en este ámbito
de la medicina.
Por otra parte, hay indicios de que el oficio de curar, esta cruzado por la condición social, o
condición de clase, por datos concretos respecto a condición económica, como también el grado de
instrucción de los procesados.
De los datos fehacientemente comprobados, surge que el 56% de los procesados son
conceptualizados por las fuentes judiciales como alfabetos, y el 34% como analfabetos. Pero claro
que las fuentes documentales no especifican el concepto que utilizan para definir a una persona
como analfabeta y por ende el analfabetismo.
Al cruzar los datos anteriores con la condición de género, vemos que el porcentaje de
analfabetismo se incrementa entre las mujeres y el alfabetismo cobra importancia entre los hombres.
Estos datos son bastante ficticios, si consideramos que son los propios procesados quiénes, a
través de las declaraciones indagatorias, se autodefinen en su condición instructiva.
Respecto a la edad de las mujeres procesada, el 64% de las mismas superan los 50 años, mientras
que el 36% restante tiene edades que oscilan entre los 20 y 50 años.
El total de los hombres están ubicados en la franja etaria superior a los 40 años. Esto indica que,
mientras sí existen mujeres jóvenes que incursionan medicina alternativa y son procesadas, no
sucede lo mismo con los hombres jóvenes. En síntesis, la mujer es la protagonista fundamental en
las prácticas médicas alternativas en la geografía pampeana, fundamentalmente en el ejercicio
curanderismo y en la posesión del monopolio en la obstetricia.
Por otro lado es destacaba la proporción de extranjeros que integran la estructura ilegal de salud,
lo cual pone sobre el tapete la universalidad de las prácticas médicas alternativas.
"América es el producto histórico de la mezcla de diversas raíces aborigenes con variados
elementos europeos y africano. La medicina de sus pueblos, por lo tanto, no es ni puede ser una
sola. Las vigentes prácticas médicas populares encarnan la confluencia de determinados aspectos,
conceptos y acciones de las medicinas aborígenes, las medicinas populares europeas, ciertos
aspectos derivados de las medicinas africanas y algunos elementos de la medicina científica
occidental que alcanzaron a popularizarse en su universalización. Así ocurre en la medicina
popular de la Argentina. " (Magrassi, Radovich: 7)
En esta instancia de la investigación es posible conjeturar respecto al origen los conocimientos
sobre el arte curativo que poseen nuestros actores sociales como confluencia en parte de un cúmulo
de conocimientos enraizados e tradiciones de sus países de origen y de conocimientos adquiridos a
través absorción de elementos culturales de la cultura receptora.

7.Penalidad a los/las infractores/ras

Los procedimientos, se inician por una denuncia o por informaciones que, llegadas por distintas
vías indirectas a la policía, originan en la organización policial una investiga "de oficio" para
confirmar la veracidad de los comentarios.
El 52 % de los procedimientos se originan en la iniciativa policial, mientras el 82,6 % de los
procedimientos tienen su origen en la iniciativa policial y en las denuncias de profesionales
relacionados con alguna rama de la medicina (en los datos que poseemos Médicos y Obstetras), de
lo cual se concluye que solo un porcentaje insignificante de las denuncias se originan en
particulares afectados En la mayor parte de los casos la investigación fue iniciada a raíz de la den
realizada por el médico local (vale aclarar que esta es una profesión monopolizada por el sexo
masculino).
A través de la interiorización en los distintos casos, queda evidencia complementación entre la
estructura de represión policíaca, en su tenaz persecución a las curanderas, y el sistema médico
formal en sus actitudes atentatorias contra la existencia de una línea informal de asistencia a la salud
que compite con Por otra parte, los vecinos no denuncian a los curanderos/as ya que además, de ser
sus vecinos, amigos, parientes, conocidos, los necesitan, ya que representan en algunos lugares el
único recurso sanitario.
La mayor parte de las causas judiciales por ejercicio ilegal de la medicina profesiones conexas
fueron sobreseídas, provisoria o definitivamente, en un período muy breve.
Del total de casos encontrados en el período analizado, solo 9 de los procesados recibieron fallos
condenatorios, de las cuales 7 en calidad de "suspenso" por ser primeras condenas. En dos
condenas efectivamente cumplieron prisión, en ambos casos se trata de mujeres, una de ellas de
nacionalidad rusa, quien tenía como antecedente el haber sido previamente condenada en dos
oportunidades, y la otra nativa. Al resto se le dictó la falta de méritos para procesarlos o fueron
sobreseídos definitivamente.
Evidentemente la justicia no era tan severa con los imputados en casos ilegales de práctica de la
medicina. Esto, desde un punto de vista formal y desde la visión de la cultura occidental, es un
virtual reconocimiento de la funcionalidad de éstos/ éstas a un sistema sanitario nacional pobre y
heterogéneamente establecido. Es posible pensar que esto sea un elemento que contribuye a la
persistencia de quiénes ejercen estas prácticas.
Sostengo la hipótesis sobre la funcionalidad al sistema, de las curadoras de la salud, a pesar de
haber sido sistemáticamente perseguidas. Pero esta funcionalidad tiene una relación inversa
respecto al avance de las instituciones oficiales, por lo que puede construirse una explicación en
función del cambio de situación de la relación de fuerzas. A medida que el sistema médico oficial o
formal se extiende a los territorios de reciente colonización, quiénes ejercen la medicina nativa o
alternativa van siendo acotados en sus libertades y funciones comunitarias, al mismo tiempo que el
Estado (y junto con él, el sistema médico formal) va extendiendo y profundizando el control sobre
todo el territorio.
La relativa permisividad del sistema y su endebles estructural contribuyen a la existencia de éstos
trabajadores y trabajadoras ilegales de la salud, aceptados y necesarios para su comunidad.
Conclusiones

Cuando uno comienza la afanosa y apasionada búsqueda de datos sobre un tema determinado, la
carga preconceptual que lleva suele ser muy pesada. Una de las que formaba parte de mi equipaje,
al inicio de esta investigación, es la relación directa entre la práctica del "curanderismo" y las
poblaciones autóctonas de nuestro país y de América.
Mas allá de esto, es concebible a las prácticas metafísicas de curación como un legado de todos
los pueblos de la humanidad y cuyo origen se remonta y se asocia con las particulares relaciones
que ha establecido la humanidad a lo largo de los siglos con la naturaleza.
En esta instancia de la investigación, en base a la información suministrada por los actores
sociales implicados en los procesos judiciales, es posible concluir que la política sanitaria
estructurado en el marco de la primera presidencia de Juan Domingo Perón e implementada a través
de la Secretaría de Salud Pública, dirigida por Ramón Carrillo, no tuvo efecto inmediato sobre la
práctica del curanderismo en el Territorio de La Pampa.
En el período que se extiende desde 1946 hasta 1955, las prácticas médicas alternativas
virtualmente fueron, en las amplias extensiones rurales y la pequeñas poblaciones del interior, la
única opción a la cual accedía su población.
El curanderismo poseía el exclusivismo en materia de asistencia sanitaria de una población
territorial que debido a su situación periférico tanto en lo político- económico como también en
lo geográfico, carecía de una red sanitaria asistencial acorde con los parámetros sanitario
asistenciales de las sociedades desarrolladas De allí lo infructuoso (por lo menos en el corto
plazo) que resultó la actividad desarrollada en nuestra provincia en pos de la erradicación del
curanderismo cuanto éste siguió subsistiendo en una geografía nacional a la cual no se le
reconocían los derechos de autonomía federal (siguió siendo Territorio Nacional hasta 1 cuya
estructura económica no poseía la diversificación necesaria como para como para ofrecer a la
mujer un mercado laboral alternativo al curanderismo.
¿Porque cio ilegal de la medicina y/o profesiones conexas fueron sobres provisoria o
definitivamente, en un período muy breve.
Del total de casos encontrados en el período analizado, solo 9 de los procesados recibieron fallos
condenatorios, de las cuales 7 en calidad de "suspenso" por ser primeras condenas. En dos
condenas efectivamente cumplieron prisión, en ambos casos se trata de mujeres, una de ellas de
nacionalidad rusa, quien tenía antecedente el haber sido previamente condenada en dos
oportunidades, y nativa. Al resto se le dictó la falta de méritos para procesarlos o fueron
sobreseídos definitivamente.
Evidentemente la justicia no era tan severa con los imputados en casos ilegales de práctica de la
medicina. Esto, desde un punto de vista formal y desde la, de la cultura occidental, es un virtual
reconocimiento de la funcionalidad de o éstas a un sistema sanitario nacional pobre y
heterogéneamente estableció posible pensar que esto sea un elemento que contribuye a la
persistencia de quienes ejercen estas prácticas.
Sostengo la hipótesis sobre la funcionalidad al sistema, de las curadora salud, a pesar de haber
sido sistemáticamente perseguidas. Pero esta función tiene una relación inversa respecto al avance
de las instituciones oficiales, que puede construirse una explicación en función del cambio de
situación relación de fuerza ya habían limitado y agotado su área de influencia en su entorno
familiar, por que sus hijos habían crecido o porque vivían solas, o por ser vi representaba una
alternativa, quizás la única, de relacionarse con los demás, ampliar y poner en práctica su
socializada conducta en cuidar y atender demás. 0 simplemente era la forma de canalizar la
necesidad de expansión con horizontes de relaciones hacia lo extrafamiliar, era la excusa para
"salir” del hogar, recordemos que las parteras por razones obvias debían asistir a la parturienta casa
de ésta.
El curanderismo representaba una opción en el acotado mercado laboral entonces, donde la
mujer tenía la posibilidad de realizar sus capacidades, pone en práctica conocimientos ancestrales,
crear un espacio de influencia sobre la comunidad y colaborar con el sostenimiento de la economía
familiar.
El concepto "curandera" es una denominación que, generalmente, es impuesta externamente
desde el ámbito policial y/o judicial, ya que éstas, muchas veces se reconocen como tales.
Es destacaba la proporción de extranjeros que integran la estructura ilegal de salud, lo cual en
una primera instancia pone sobre el tapete la universalidad prácticas médicas informales.
Es muy evidente el rol social comunitario que cumplía la curandera fundamentalmente en las
regiones periféricas de la estructura económica nacional y mas aún en las localidades del interior y
en las zonas rurales, ante la inexistencia o la precariedad de los centros de salud.
Se destaca la perseverancia de estas trabajadoras ilegales de la salud quiénes continúan con la
práctica del curanderismo, a pesar de las trabas que le imponían a su actividad el sistema legal
oficial y la creciente influencia y extensión del sistema médico formal.
La represión del curanderismo es una faceta que explicita por sí misma la decisión de los
poderes políticos centrales de direccionar y darle un nuevo cariz a las actividades típicas de
nuestras mujeres, acorde con los nuevos impulsos estructurales que se le intentaba proporcionar a
la economía nacional.
Es la estructura represiva policíaca utilizada para perseguir a las curanderas, en conjunto con el
sistema médico formal que, con sus actitudes conspirativas atentan contra la existencia de una
línea informal de asistencia a la salud que compite con ellos (fundamentalmente médicos y
obstetras).
Finalmente, considero de suma importancia el análisis de la evolución de dichas prácticas y la
reconversión de las mismas hoy, ante la estrepitosa retirada del Estado en materia de salud.
Ayer, a la estructuración nacional de políticas sanitarias y la conformación de una estructura
edilicia en todo el territorio nacional, se le imprimió un profundo sentido social redistribuidor
acorde con el surgimiento del Estado social, acompañado por políticas de corte Keynesiano en el
ámbito económico. Hoy, la destrucción del Estado Intervencionista tanto a nivel social como
económico, y su reemplazo por un Estado acorde con las políticas neoliberales implementadas en
los países centrales a partir de la década del'80, tiene su correlato en el desfinanciamiento y en la
desinversión en materia de salud pública.
Entonces es válido y previsorio, preguntarnos sobre el futuro de la salud pública,
fundamentalmente la de los sectores sociales desposeídos de siempre y la de los nuevos pobres,
sectores medios afectados por las políticas de ajuste económico.

Este trabajo es parte del resultado final de un proyecto de investigación presentado a Becas de
Iniciación a la investigación para estudiantes, asignada por la Facultad de Ciencias Humanas,
UNLPam. en el año 1996 y dirigido por la Licenciada Marla Herminia Di Liscia.

Un avance sobre el tema fue presentado en las Undécimas Jornadas de Investigación de la


Facultad de Ciencias Humanas. UNLPam. Septiembre 1997. Morales, Mónica Adriana "Las
prácticas médicas alternativas en la perdería del sístema médico nacional Un rol social
comunitario de carácter predominantemente femenino. El Territorio nacional de La Pampa
(1946-1955)".
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ANEXO
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Territorio Nacional de La Pampa.
PRIMER PLAN DE GOBIERNO (1947-1951)
SEGUNDO PLAN DE GOBIERNO (1 952-1957)
Comentario:

El artículo de Mónica Morales "Género, medicina científica y medicina popular, una


relación conflictiva. El Territorio Nacional de La Pampa, 1946-1955. »nos permite reflexionar
sobre ciertas actividades 'femeninas" por excelencia, las de las curanderas.
Numerosas fuentes históricas y antropológicas nos hablan de las mujeres
involucradas en diferentes tareas relacionadas con el cuidado de la salud: expertas en
herboristería, enfermeras, shamanes, medicine women, parteras, etc. Inclusive las
deidades senadoras eran femeninas: Isis, en Egipto era la diosa de la medicina; en
Grecia, Artemis era la protectora de los partos. En la literatura homérica tanto como en el
Talmud, las mujeres aparecen frecuentemente como curadoras, as! como las monjas,
que preservaban y copiaban numerosas recetas de preparados medicinales y fueron
quienes atendían a los enfermos en los hospitales medievales.
El avance de la medicina académica dejó fuera a las mujeres, a quienes se les impedía
estudiar en las universidades. Situación que se formalizó durante el siglo XVIII, donde la
separación entre medicina institucionalizada y la practicada por legos, hizo que las artes
tradicionales en ese campo, se situaran en la periferia de la profesión.
Mención aparte merece la partera, cuya lucha histórica contra los embates de la
medicalización de los partos, aún continua y existe una amplia bibliografía feminista que
así nos lo informa. Igual de importante es la concepción de la brujería y su relación con
las mujeres senadoras.
Ahora bien, el articulo que comentamos nos sitúa en un periodo muy especial de
nuestra historia y en un contexto muy particular, como lo es La Pampa durante el primer
gobierno peronista y analiza las políticas en materia de salud llevados a cabo por el
gobierno central, políticas que entran en contradicción con la medicina tradicional ejercida
mayoritariamente por mujeres.
La autora, en la necesaria brevedad de su trabajo, nos sumerge en problemáticas
complejas: estructura sanitaria, políticas públicas, medicina no formal, inserción laboral
de las mujeres en el periodo, mundo público y privado, legislación represora del curanderismo, todo
desde una perspectiva de género. Por supuesto, ante tamaña empresa, los resultados no pueden ser
si no provisorios, aunque muy sugerentes.
Concuerdo con la autora en que las curanderas son funcionales al sistema, de ahí que la persecusión
hacia ella haya sido más formal que real. Resulta extraño que un plan de
salud como el de Carrillo, pensado para cubrir amplias franjas de la población, no
pensara incorporarlas, tal vez con un mínimo de formación sanitaria. Existen experiencias al
respecto en otros países, que la autora también menciona, para Argentina, en de la machi en la
actualidad.
Comparto, así mismo, la relación que se establece en el artículo entre prácticas médicas
alternativas y condiciones socio-económicas de la región y el papel que hoy tendrían dichas
prácticas en un contexto de retirada del Estado de sus obliga básicas en materia de salud.
Creo que las respuestas a “por qué las mujeres" necesitarán una revisión cuidadosa para ponerlas a
prueba empíricamente. Carol Shepherd McCiain, compiladora de Women as Healers. Cross-
Cultural Perspectives (Rutgers Unl, Press, 1995) ofrece un panorama muy amplío de la variedad de
experiencias que a la mujer como sanadora, discutiendo los marcos analíticos que han servida
explicar el fenómeno en contextos diversos. En ese sentido la revisión de trabajo provenientes de la
antropología feminista, enriquecerían reflexiones futuras.

Mónica Tarducci
Antropóloga. Docente de la Universidad Nacional del centro de la Pcia de Buenos Aires y de la Primera
Maestría sobre la Problemática de Género de la Universidad Nacional de Rosario
RESEÑAS

Daniel Balderston y Donna J. Guy (Compiladores) -'Sexo y sexualidades en América Latina" -


Buenos Aires, Paidós, 1998 -

La rápida traducción de este texto aparecido originalmente en 1997 - "Sex and sexuality in Latín
America", New York University Press - permite a un amplio público latinoamericano acceder a
quince trabajos de muy buena calidad que van desde la crítica cultural y literaria a la historia,
abordando tópicos de la sexualidad y los géneros en diferentes países de la región. Dígase de paso
que este libro inaugura la colección "Género y Cultura" de Paidós, a cargo de Ana mado y Nora
Domínguez quienes en la Presentación, "Cuerpos que cuentan" , dicen: "Las evidencias anatómicas
perdieron su peso simbólico de definición absoluta y otros signos, figuraciones (poses, vestidos,
apariencias andróginas, mutaciones camaleónicas de sexo y hasta de color) ocuparon un lugar
inédito en distintos escenarios de la cultura contemporánea". Sacudiendo los estereotipos, los
lugares comunes y las confiscaciones, se abren paso estas textualidades.
Se está frente a un esfuerzo singular realizado por los compiladores a quienes no les faltan
antecedentes ni pericia en este tipo de análisis. En el caso de Donna Guy, se trata de una bien
conocida argentinista; su libro "El sexo peligroso. La prostitución legal en Buenos Aires, 1875-
1955"', se ha incorporado como un análisis clásico que no puede dejar de consultarse. Daniel
Balderston ha realizado un examen -en clave de crítica literaria-, de aspectos homofóbicos en la
literatura borgiana y se ha especializado en indagar la homosexualidad en el cine del director
mexicano Jaime H. Hermosillo.
La presentación de los artículos se sustancia en cuatro partes, a saber: la primera lleva por título
'La pregunta por la identidad', la segunda "El control de la sexualidad", la tercera "Los valores de
la familia" y la última, "Redefiniciones" (de las identidades). No hay dudas de que el conjunto es
de gran significado, con aportes innovadores y orientados al gran objetivo de desvelar -valgan sus
múltiples sentidos- la conciencia crítica latinoamericana respecto de las identidades sexuales,
materia en la que no hay dudas se está en franco retraso. Los pavores y fantasmas no sólo
constituyen materia del pasado sino que toman un lugar central en los imaginarios del presente,
habida cuenta ese persistente sofoco del deseo simétrico al prominente lugar que ocupa la censura
en la enorme mayoría de nuestras sociedades. Sin ir más lejos, invito a pensar en el traspié del
progresismo político de la Legislatura porteña a la hora prohibir la "oferta y demanda de sexo en
la vía pública", en el mes de marzo de este año...
Desde luego, resultará una misión imposible demorarme en cada uno de estos
trabajos pero intentaré hacer un mínimo de justicia a cada uno.
De los tres trabajos que integran la primera parte, se destaca por su textura teórica el de
Roger Lancaster, 'La actuación de Guto. Notas sobre el travestismo en la vida cotidiana".
El autor ha trabajado aspectos de la sexualidad nicaraguense desde una vertiente
antropologica crítica, utilizando un acertado repertorio de teorías. En este caso realiza el
examen de un comportamiento "representacional" de un adolescente que imita,
ocasionalmente travestido ante familiares que acompañan sus actos en forma divertida,
comportamientos femeninos. El análisis permite concluir acerca de la actuación
trevestida, "una forma de simulación física mucha más vasta que el acto literal de
travestirse y mucho más amplia que cualquier costumbre o manifestación homosexual".
Empleando hipótesis de Judith Butler, las manifestaciones de travestismo implican
"referencialidad al/los discursos", esto es, .,una negociación con alguna representación
convencional o con alguna imagen compartida, sea la de un género ajustado a un patrón
estable, la de un cuerpo normal, la de un cuerpo prescrito en algún libreto o la forma
como se piensa que alguien actúa habitualmente". Lancaster avanza sobre las
representaciones travestidas de procesos colectivos permitidos, como el carnaval.
Sostiene que todas esas actuaciones representacionales, ficcionales, "transversales", de
"desbordes", en realidad significan un "rodeo del otro" que sitúan o estabilizan un "yo
mismo/a". Su análisis me parece excelente.
El trabajo de Yvonne Yarbro-Bejarano, "Cruzando las fronteras con Chabela Vargas.

Homenaje de una chicana", resulta esencialmente una hagiografía de la cantante mexicana (en
realidad nacida en Costa Rica) que de ningún modo ocultó su lesbianismo avanzando sobre el
límite cartorial de las identidades en épocas aún más cerradas. La autora, una mexicana residente
en EEUU, aprovecha el doble juego de las fronteras (geográficas y sexuales) para reconocerle a la
gran "macha" toda suerte de emociones también desde su propia identidad lesbiana, Por su parte,
Ben Sifuentes Jaúregui analiza la complicada trama de las identidades sexuales, invertidas y
reinvertidas - lo que da lugar al "género sin límites" puesto en juego en el drama "El lugar sin
límites' del escritor José Donoso.
En la sección segunda, Peter Beattie hace un interesante análisis de la sodomía en la milicia
brasileña entre 1860 y 1916 mostrando una evolución que parece convincente: estas prácticas
habrían sido crecientemente censuradas a medida que se abría el nuevo siglo y los códigos se
tornaban más disciplinantes e institucionales. Algo no cambió con el tiempo: el agente “pasivo"
de la sodomía era el objeto del escarnio y en quien recaía el verdadero "deshonor", tal como
parece haber sido la regla en las diversas sociedades latinoamericanas. El sujeto homoerótico
"activo" a la postre era un macho, el que verdaderamente sometía a olas mujercitas" y tenía
muchas más chances de infundir respeto.
Susan Caulfield se refiere a la evolución de la prostitución en Río de Janeiro entre 1850-
1942distinguiendojerárquicamenteelvalordedosbarriosconspicuos de la ciudad, Lapa y Mangue.
Este último se constituyó en el emblema ecológico de la condición de meretriz y objeto de
intervenciones de saneamiento, como la "limpieza" ordenada para recibir a los reyes de Bélgica a
principio de los 20. Lapa pudo presentar un otro mapa: la vida bohemia se confundía y
difuminaba en un entorno de mejores categorías de burdeles. De todos modos, Brasil es un buen
ejemplo de las paradojas del "abolicionismo" con fórmulas resistentes de represión policial,
siempre desbordando hacia el 'reglamentarismo'.
Omar Montero realiza un examen sobre la homofobia de Darío y Rodó, aún cuando el primero
tomara como estandarte estético al homosexual Verlaine y el segundo esculpiera parte de su
mensaje renovador a la juventud latinoamericana sobre la imagen -necesariamente asexuada- del
épico efebo Hilas. Por su parte, tanto Rob Buffington como José Quiroga, consideran la
visibilidad de la homosexualidad en México y Cuba respectivamente aunque en períodos
diferentes.
En efecto, el primero registra los enunciados médicos patologizantes homosexualidad a inicios
de la modernidad y los cambios aparecidos con la revolución mexicana en el sentido de resistir con
el 'machismo", una categoría por lo tanto política (no someterse como débiles, como mujeres). La
conclusión es seductora pero me parece precipitada. Quiroga analiza el necesario silenciamiento de
quienes tenían identidad homosexual, tornándose una irreverencia para los postulados de la
Revolución. Es bien conocida la homofobia del régimen y su intolerancia frente "desvíos" de la
sexualidad, entre otras discriminaciones. Se demora especial en el film "Fresa y chocolate" y
concluye que se trata de una readmisión necesariamente "productivista", complaciente tan sólo para
quienes pueden sortear el examen de "identificados con el sistema", y creo que no hay como
discorde con el autor,
En la sección "Los valores de la familia" lucen cuatro trabajos, uno muy interesante de Donna
Guy quien analiza las transformaciones de la expectativas de la maternidad en nuestro país,
tomando como base la importancia otorgada al mero cuidado de la crianza hasta la incorporación de
los mensajes materiales -amor, conocimiento cuidado espiritual - advenidos en las primeras décadas
del siglo XX. Guy nos el pasaje de una posición de madre "pasiva" inicial a otra de madre "activa”,
en caso la madre de la modernidad o la madre republicana que integra todos los valores de un rol
inapelable.
Nina Menendez aborda el papel de las feministas cubanas en la década de y la condición lésbica
-las garzonas- poniendo en escena a la importante feminista y crítica Mariblanca Sabas Alomá y
una homofobia que inflexiona un tanto frente la precursora novela de Ofelia Rodríguez Acosta "La
vida manda'. Esta novela como sub texto una expresa condición homosexual femenina en la figura
de libre, abierta y sensible- quien de manera inequívoca intenta abordar amatoriamente a la
protagonista, Gertrudis, cuyo itinerario no puede ser más dramático período de intensos cambios
para el género.
Daniel Balderston, tal como ya anuncié, trabaja la flimografía del mexicano J H. Hermosillo
enfocando especialmente "Doña Herlinda y su hijo". El film pone escena y sin ambages relaciones
bisexuales en una trama que no puede el dos mujeres: la esposa y la madre.
Entre estas terceras personas del vi principal, Balderston se demora en la madre, la mítica madre
mexicana protagonismo es inexorable en las identidades culturales. Por su parte Eduardo Archetti
vuelve a ofrecernos otro trabajo de su saga sobre la construcción identidades masculinas a propósito
del tango y el fútbol. Y no hay cómo discordar con Archetti sobre los diferentes perfiles que
adquiere la masculinidad en la sociedad argentina, atravesada principalmente por la homofobia. La
recurrencia de los cánticos eróticos en las canchas de fútbol, con letras que aluden sin evasivas a
vínculos homosexuales (penetración de machos poderosos a varones débiles), no se o sino como
marca de la profunda homofobia que está en la base de la construcción de géneros en la Argentina.
Los tres últimos trabajos apuntan a redefinicones de identidades y a nuevas subjetividades.
El aporte de Francine Masiello vincula la experiencia de los géneros especialmente en el Cono
Sur, con algunas balizas fundamentales: el régimen vestimenta en el cruce del mercado y del
Estado. El análisis de Masiello obtiene gran sofisticación pero habría que pensar si este régimen
sintagmático, sobre todo el rol del mercado, ha sido tan persistente como sostiene la autora.
Arnaldo Cruz -Malavé nos ofrece un análisis de literatura y sexualidad, en el marco de la
producción desgarrada de los escritores homosexuales puertorriqueños fundadores de una tradición
literaria neoyorkina. Mundos binarios entre la identidad y la abyección (el sometimiento y la
pérdida de identidad nacional), el abordaje constituye un reconocimiento a la producción obsesiva
de Piri Thomas y Miguel Piñero, con especial mención a quien a su juicio expresó mejor escritura y
necesidad de destruir la abyección, el singular Manuel Ramos Otero.
Finalmente, se sitúa la contribución de Silvia Molloy quien recoge con fino tacto el divertimento
de la inolvidable Alejandra Pizarnik vinculando "Safo a Baffo" (esto es, la relación erótica
homosexual femenina y la panerótica escritura del veneciano del siglo XVII). Molloy trabaja el
texto 'La condesa sangrienta" que Pizarnik escribió bajo la sombra de la escritura de Valentine
Penrose y que ubica en el centro a la mítica exterminadora de muchachas, la Condesa Báthory.
Molloy encuentra esta escritura clave de las transacciones textuales femeninas y sólo femeninas, de
una mirada femenina y sólo femenina (De igual modo -dice- hubiera podido decir: este es un texto
de transacciones sexuales femeninas y sólo femeninas, de una mirada erótica femenina y sólo
femenina"). Con la habitual pericia de Molloy, su analítica rinde el prisma de las múltiples miradas
femeninas entre las que se sitúa la identidad lesbiana, aún cuando Pizarnik se empeñara en
desdibujamientos, en juegos especularas, poniendo de manifiesto "subjetividades escindidas" y
persistiera en "faltas de indicadores de género".
Estamos frente a textos que seguramente convocarán concordancias y refutaciones, consensos y
disensos, gustos y disgustos. Sin duda, las calidades no son idénticas y esto también es materia
opinable. Su valor fundamental consiste en el estado abierto a nuevas interpretaciones, en el
síntoma que produce lo “comportado" y la alteridad radical en materia de sexo, sexualidades y
géneros, expresiones tensionantes de las culturas latinoamericanas que no pueden ya soslayarse.
Sólo una obturación del deseo -del deseo académico en particular puede subalternizar su
incontestable significado.
Estas escrituras felizmente nos conducen a otros escenarios que todavìa aguardan oficiantes,
intérpretes y sobre todo, libertad y creatividad.

Dora Barrancos
Historiadora - CONICET - CEIL

Buenos Aires, Sudamericana, 1994

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Acerca del artículo de Pablo Sacchero: "El evolucionismo cultural y el maltrato mujer en la
Prehistoria". En: 'Mujer. Historia y Cultura.'Editoras Florencia Fe de Cassone y Gladys Granata de
Egües. Grupo de Estudios sobre la C, Municipalidad de Mendoza, 1997. Páginas 229 a 234.
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El artículo del arqueólogo Sacchero contribuye a corregir la tradicional concebida por los
evolucionistas decimonónicos sobre el maltrato que los homínidos machos habrían ejercido sobre
las hembras de la especie. Una particular visión las conductas sexuales, instintos y violencia se
encuentran implícitos dentro de un marco conceptual de aquella corriente de pensamiento. El autor
analiza la reí establecida entre sexo y violencia, dentro de los límites de extensión que, entiendo, le
han impuesto desde la publicación.
Sacchero critica el uso del concepto "conducta instintiva" cuando duran siglos XVIII y XIX se la
equiparaba con irracionalidad. También el uso de pares oposición cuando se trata simplemente de
elementos diferentes. La diversidad conductual no se manifiesta de esa manera tan rotunda y
terminante: existen diversas tonalidades de 'grises' alternativos entre los polos opuestos. Las
conductas humanas hoy no se encuentran atadas a las aventuradas y temerarias construcción
concepciones evolucionistas de otras épocas.
El autor hace una interesante, valiosa y fundada crítica del mal uso del m comparativo durante el
período de predominancia evolucionista. Durante ese período época de "eslabones perdidos",
biológicos y culturales, tanto la Etnografía como Arqueología pretendieron demostrar tal o cual
cosa, en muchas oportunidad gusto y conveniencia de los ideólogos colonialistas y religiosos del
momento Sacchero señala la intencionada creación de un hombre primitivo que... "garrote en mano,
arrastrando una indefensa mujer por los pelos, llegó a insertarse, algo natural, en el folklore de la
época' (pp 231). El mal salvaje había sido c no por una originalidad de los evolucionistas del siglo
XIX, sino porque mil años de querer diferenciarse del otro, culminaban hacia esa época en una que
pretendía la tener un sustento científico. Ese personaje cargaba entonces " estigma de un ser bruto,
ignorante, cruel, agresivo, desagradable, mugriento y epítetos desagradables" (pp 231).
Pero también lo que había sucedido en el seno de las primeras sociedades homìnidas se repetía al
interior de otros grupos humanos vivientes que se suponían "detenidos' en el tiempo. El
responsable de actos brutales para con sus congéneres menos dotados de músculos, entre los que se
encontraba su indefensa mujer podía ni debía regir los destinos de su propio grupo. Para eso
estaban los refinados racionales y sensitivos hombres de la cultura euro-americana decimonónica.
ideas perduraron hasta muy entrado el siglo XX, y los medios de difusión por diferentes vertientes
contribuyeron a su sostén y consolidación.
Aquellos evolucionistas también habían comparado las conductas de los ancestros humanos con
las de los animales más parecidos a los hombres. Sacchero también hace un fugaz análisis de lo que
se conoce como pensamiento primitivo y diferencias fundamentales con el pensamiento del hombre
actual, utilizando la lógica de Lévi-Strauss acerca de una estructura básica semejante entre todas las
len y un correlato en la organización nerviosa básica del cerebro, lo que supone c consecuencia una
indiferenciado lógica del pensamiento del hombre primitiva nuestro.
Sacchero invalida el razonamiento evolucionista cuando considera la agresividad humana.
Allí, con mayor extensión, argumenta desde perspectivas biológicas y culturales.
Considero que su análisis del tema se basa en suficientes argumentos de índole etológica y
sociológica, pero creo que debería haber enfatizado más en una base de sustento arqueológico y
paleoantropológico, que solo ha considerado en forma superficial.
Entiendo que su trabajo contribuye, a desestructurar el edificio lógico de los evolucionistas
unilineales que aún subsisten fuera y dentro de la ciencia. Pero su análisis podría haber sido
mucho más profundo al fundarse en una base de información de aquella índole, que se incremento
en forma lenta pero con ritmo sostenido desde hace más de treinta años.
Los bien fundados estudios de lsaac (1 978; 1984), criticados pero profundizados -Potts 1981;
Shipman 1983; Blumenschine y Cavallo 1992; etc- y difundidos ampliamente por otros -entre
ellos Lewin 1985; 1993- ya nos refieren a un campamento homínido en donde los
comportamientos solidarios entre individuos de diferente sexo y edad constituyen el motor
dialéctico de la evolución biológica y cultural desde hace por lo menos dos millones de años.
Si el análisis de Sacchero se centra en los hombres "primitivos", a quienes se refiere como "los
primeros homínidos hombres y no a los integrantes de las comunidades ágrafas actuales' (pp 233),
deberíamos incluir los aportes científicos sobre la conducta de los Neanderthal y Sapiens Sapiens.
Estos estudios también permitieron inferir, a través de un exiguo pero suficiente correlato -
lesiones traumáficas óseas; ofrendas, etc- conductas poco y nada agresivas entre los individuos.
Esta situación interpretada como de cierta armonía -siempre dentro de los límites que impone
nuestra fuente de información material, recortada, incompleta y transformadase supone que
perduraría hasta por lo menos el Neolítico temprano en el Cercano Oriente (Cohen 1981; Binford
1992; Molleson 1994).
Numerosos casos, bien conocidos, de procesos traumátícos y lesiones ocurridos ya durante el
Neolítico y posteriores momentos de dominio metalífero, los encontramos por ejemplo en San
Juan Ante Portam Latinam, dolmen del Alto de la Huesera, dolmen de Los Llanos, en La Mina y
en la cueva sepulcral de Peña del Castillo 2, todos en Alava. Estos casos como también los
hallazgos alaveses del poblado de La Hoya y el enterramiento colectivo de San Juan ante Portam
Latinam, evidencian signos de violencia ejercida con carácter de intencionalidad, pero sin
discriminación de sexo (Ficha del Museo de Alava 1992).
Sobre el tema de la agresividad extensa -entendida como la institución de la guerra- y la
interpretación de que ella "es un producto de la humanidad cuando ésta ya ha desarrollado la
producción de alimentos, edificado aldeas, posee mercados, ha estratificado su sociedad y ha
producido otras instituciones socioculturales" (pp 232), podría decirse que el diagnóstico sobre el
problema no es claro y definitivo. La cuestión aún no está fehacientemente resuelta. Las
contribuciones y reflexiones de Cohen (1 981), Marvin Harris (1 993, 1995, 1997, etc), las de
Binford (1 992) y otros, por lo menos ponen en duda el origen de algunas instituciones y su
transformación a través del tiempo.
Uno de los aportes más importantes de la obra de Binford es un llamado a la reflexión a sus
colegas científicos -arqueólogos mínimamente- para que la inferencia y la interpretación no se
manifiesten en una forma tan directa, cerrada y obtusa. "Los arqueólogos desconocen todavía las
causas que conducen a la! complejas, los motivos de su aparición." (Binford 1992: 247). La
complejidad diversidad constituyen factores extremadamente difíciles de estudiar.
Pero, a mi entender, también Sacchero cae en la trampa evolucionista decimonónica, cuando
utiliza el concepto "estratificación social', propio de aquella corriente de pensamiento. Su
concepción, durante el siglo XIX, estuvo signada la influencia del evolucionismo biológico
darwiniano y por la imagen secuencial de capas geológicas que ya consideraba la Geología del siglo
XVIII.
Las sociedades pueden ser estudiadas desde diferentes lugares y con diversos enfoques.
Algunos todavía las representan en la actualidad en forma de estractos considerando sectores como
"arriba" y "abajo", 'superior' e "inferior', criterio análisis clasificatorio similar al que tiene en
cuenta "norte" y "sur", o "centro” y "periferia" Esta idea conlleva un fuerte contenido de
jerarquización y polarización, ya sea que se la utilice para el estudio de una sociedad particular o del
conjunto de las sociedades del mundo. La relación hombre-mujer o mujer-hombre, de acuerdo al
enfoque que se le brinde, también se encuentra afectada por el criterio jerárquico y de oposición a la
vez. Todas estas concepciones tienen la contaminación evolucionismo primigenio, marcadamente
etnocéntrico, eurocéntrico, que su en la cultura euro-americana actual (de Europa Occidental y los
Estados Un se entiende).
Ossowski ya señalaba, hace casi treinta años, que durante los siglos XIX y término clase -social-
ha asumido tonos y referencias nada neutrales. científicos sociales representan el contexto social en
forma lineal (Ossowski 1970). Pero aunque en ello siempre haya un "primero" y un "después", esta
manera horizontal, resulta una alternativa válida para ordenar el estudio de la sociedad, escapando
de la significación que le impuso el evolucionismo unilineal.
Al final, una frase de Sacchero me ha llamado la atención, es la que culmina el texto,
sentenciando: 'La mujer prehistórica se convierte en víctima del maltrato por parte de los
evolucionistas culturales y no por la acción de su hombre, que, y aquella época, era un ser
domesticado". Comparto la idea de las primeras afirmaciones, pero luego me pregunto:
¿domesticado por quién?
En la actualidad, teniendo en cuenta los avances obtenidos acero conocimiento de los
comportamientos homínídos, no puede hablarse del sometimiento de los individuos de un sexo por
otro, sino de la complemento e interdependencia de los sexos.
De todas maneras el trabajo de Sacehero, de reducida extensión pero con contribuye a desafinar
el andamiaje relictual de una escuela cultural que aún con fuertes raíces dentro de la estructura
escolar en cualquiera de sus instancia dentro de la sociedad sigue conformando mecanismos
ideológicos en unos cu individuos, machos o hembras de la especie.

Mariano Ramos
Arqueólogo
Docente a Investigador de Colaborador del Área de la mujer

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Donna Gabaccia. From the other side. Women, gender, & ínmigrant life in the U. S 1820-
1990, Indiana Universky Press, Bloomington and lndianapolis, 1994.
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From the other side: women, gender and inmigrant life in the US 1820-1990, fue organizado
en tres partes, la primera dedicada a la llegada de los inmigrantes a los Estados Unidos, la segunda
sobre las mujeres extranjeras y su inserción en la nueva sociedad y la tercera, sobre los cambios y
las continuidades de la migración y la vida de los recién llegados, durante el siglo XX.
El libro analiza las vidas de las mujeres extranjeras que ingresaron a Estados Unidos desde un
lugar al que muchos llaman "El otro lado". El análisis transciende las características de las
experiencias de las mujeres inmigrantes para abarcar en el estudio a los inmigrantes varones,
como también a las mujeres nativas que migraban del campo a la ciudad y que luchaban por ser
aceptadas dentro de la sociedad norteamericana. Esta interacción le permite a la autora lograr una
interpretación general pero también de género. En realidad, El otro lado, adquiere una
representación diferente según los tiempos y espacios del proceso migratorio. Así, nos
encontramos con un primer período 1830-60 donde la migración esta presente en el libro a través
de inmigrantes alemanes, el segundo período abarca 1860-1920 en el cual la migración proviene
del este europeo, asiático y británicos, y finalmente un tercer período 1965-presente donde los
inmigrantes que provienen de Asia, el Caribe y América latina se transforman en mayoría.
La primera sección explora el cambio de espacio de los extranjeros, como se
fueron modificando los roles de género y la influencia del género en los modelos de migración. El
comienzo del libro está destinado a señalar los paralelismos existentes entre la migración y el
crecimiento de una nación. De esta manera, el análisis incorpora el tema de las minorías surgidas
dentro de ésta economía integrada y jerárquica, durante los siglos XIX y XX. El límite que
separaba los diversos tipos de naciones eran la religión, la raza y las clases sociales y serán éstos
mismos aspectos los que regenerarán conflictos en Estados Unidos. Por ejemplo, la tolerancia
religiosa no pudo evitar duros conflictos religiosos, particularmente en el siglo XIX. En cuanto a
los temas de la raza y la clase social, parece existir una relación entre el status social que ocupaban
las mujeres en sus lugares de origen y el que obtuvieron en Estados Unidos. Así, aquellas que
pertenecían a economía de subsistencia parecen haber ascendido más lentamente que las
provenientes de las periferias mundiales en desarrollo.
La segunda parte, se refiere a la comparación de los tipos de mujeres inmigrantes en Estados
Unidos, con diferentes nacionalidades y grupos étnicos en el transcurso de los siglos XIX y XX.
Concluyendo que las mujeres con mayor autonomía tomaban generalmente los trabajos más
tradicionales en Estados Unidos, mientras las que arribaron a Estados Unidos en migraciones
familiares exploraron formas de empleo más nuevas. Fue con el transcurso del tiempo que los
modelos de empleo comenzaron a converger entre las mujeres extranjeras y las nativas.
Asimismo, se observa como en un primer momento las mujeres norteamericanas interactuaban
con mujeres de su mismo medio. Por otro lado, se observa a través de la investigación como la
solidaridad en las mujeres inmigrantes será transformada como consecuencia del empleo basado
en salario.
La tercera parte, muestra la forma en que los cambios culturales y el siglo XX, han redefinido
tanto la adaptación de los inmigrantes a la vida norteamericana, como las identidades de sus
descendientes mujeres .Por otro lado, muestra como poco a poco las mujeres lograron integrarse
exitosamente en la vida, y como a su vez pudieron mantener viva su identidad étnica.
Por otro lado, el libro estudia el tema de "la invención de identidades femeninas étnicas" y
permite observar como partiendo de las costumbres y hábitos propios del ser italiana, japonesa o
alemana, las mujeres inmigrantes adoptaron un estilo de vida que les permitió enfrentar su ingreso a
la vida norteamericana, siendo confrontación muy distinta de la que tuvieron los hombres.
Asimismo, esta adapta implicaba una redefinición del significado de la femineidad norteamericana.
De esta manera, el libro ofrece diferentes puntos de reflexión: colonialismo e inmigración, raza,
grupo étnico, religión, clase social, nacionalismo y nacionalidad y fundamentalmente, la
modernización y la autonomía femenina. Todos ellos analizados profundamente y brindando
valiosos aportes. A través de esta investigación podemos acceder a un estudio que combina
comparaciones entre hombres y mujeres, entre mujeres inmigrantes y mujeres nativas y que,
simultáneamente utiliza diferentes períodos, pasado y presente.

Lic. MARIELA G. Ceva


(Becaria de perfeccionamiento UNLU)

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Graciela Morgade (Comp.) Mujeres en la Educación. Género y docencía en 187,9-1930,
Instituto de Investigaciones en Ciencias de la Educación. Universidad de Buenos Aires; Miño y
Dávila Editores; Buenos Aires, 1998.
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En la presentación, Graciela Morgade señala que la historia de la educación omitido la
experiencia femenina, siendo que las mujeres han sido un sujeto ese en esta historia.
Este libro procura, a partir del aporte de los distintos autores arriba mencione cubrir esa omisión,
visibilizando el lugar que las mujeres hemos ocupado ámbito educativo.
En el prólogo, Tomaz Tadeu Da Silva, nos alerta acerca de que "la historia educación moderna
institucionalizada está implicada en la producción y reproducción de divisiones, jerarquías y
asimetrías sociales: de clase, de género y de raza .Si bien, afirma, escuela y currículum son, en el
punto exacto de instersección entre poder y saber, locales de producción de identidades,
paradójicamente producción de la identidad hegemónico, del sujeto racional, educado, moderno
terminó quedando a cargo de la otra subjetividad, la de la mujer, sin inferiorización la identidad
dominante no tendría sentido'.
La Historia de la feminización de la docencia es, nos muestra este libro historia plagada de
contradicciones y fisuras. Como señala Morgade, 'una ser medidas políticas fueron la mediación
concreta para la conformación de una masa crítica femenina habilitada para educar a los niños en
las escuelas de la ley 1420, Si hubo "una gran e inusual intuición política para detectar el
surgimiento de un cierto movimiento femenino, darle cabida institucional y canalizarlo en la
dirección deseada por los grupos dominantes', también es cierto que las mujeres supieron
aprovechar los resquicios que la sociedad les daba para plantearse nuevos caminos y producir
innovaciones, aunque, como señala Yanoulas, 'es indiscutible que el acceso de las mujeres al
conocimiento y a las nuevas oportunidades de profesionalización estuvo marcado por concepciones
de género que, si bien lo posibilitaron, también lo delimitaron".
Poner el acento en las contradicciones y fisuras que tuvieron lugar en la historia de la
feminización de la docencia implica, a mi entender, una perspectiva teórica e histórica que pone el
acento a su vez en los aspectos transformadores y transgresores del rol femenino, permitiendo que
la mujer ocupe el lugar de "sujeto" en esa historia.
Desde esta perspectiva, la tarea educativa de las mujeres fue y es, como afirma Barrancos en su
artículo sobre las mujeres socialistas, aunque reproductiva, política. Y es desde esta perspectiva
que cobran sentido y se articulan los distintos aspectos innovadores de los cuales hablan diferentes
autores de los artículos que componen este libro: - 'las normalistas y docentes de antaño que
fueron capaces de criticar o actuar contra los modelos femeninos hegemónicos", el hecho de que
"a través de la docencia , las mujeres obtuvieron un espacio propio, legal y legítimo para el
ejercicio del poder', tuvieron la posibilidad de acceder a más y mejores conocimientos y de
circular "libremente por las calles e instituciones urbanas y, osadía total para la época, algunas
viajaron sin la compañía de familiares", "muchas se vincularon al feminismo y al gremialismo
docente, vivieron aventuras y enfrentaron peligros, inventaron técnicas pedagógicas, tradujeron
libros, escribieron otros y recibieron homenajes de las comunidades locales y de los gobiernos "
(Yanoulas); - el comportamiento transgresor de las mujeres mendocinas que fundaron el primer
gremio docente del país que ingresó a una Central Obrera, que sacaron la escuela a la calle y se
permitieron dar clase en espacios alternativos y no delimitados por las normas escolares (Crespi);-
las mujeres socialistas que intentaron emprendimientos de protección a la infancia como
complemento de la educación pública, prefigurando políticas públicas destinadas a la protección
de las mujeres y de los niños (Barrancos);- las mujeres que, "al salir del mundo doméstico, luchar
por una profesión, sustentarse económicamente, mantener un diálogo de igual con un hombre
público, trasladarse del país de origen a otro desconocido,.. , modelan un estilo innovador y
transgresor de mujer' (Belucci),
Así, consideramos que, tal como señala Morgade, la oportunidad abierta en la Escuela normal
fue sin duda resignificada por las mujeres.
El lugar de la mujer en la educación es entonces, el espacio de la heterogeneidad. Así,
Morgade nos dice que 'la apertura de un espacio laboral en las escuelas resultaba evidentemente
atractivo y digno para las mujeres de fines de siglo y comienzos del presente. Algunas, como
estamos descubriendo, acataron las normas hasta sus últimos detalles, mientras otras usaron ese
espacio en sentido creativo e innovador sin trascender los límites de su aula o su institución
escolar. Otras usaron la docencia como estrategia personal de inserción social . Otras, por su
parte, expresaron públicamente una crítica a la escuela y al proyecto político que la sustentaba".
Y es en esta heterogeneidad que tiene lugar en las instituciones educativas, en
la posibilidad que tienen los actores sociales de expresar ambiguedades y conflictos en relación con
las ideologías dominantes de género (aunque ese conflicto, menor o en mayor medida consiente),
donde la maestra, como actora social posibilidades de reproducir los modelos tradicionales de
género, pero también de manifestar conflictos y contradicciones con ellos.
Y pensamos que es sobre todo en las prácticas, como ya decimos en 1994 en nuestra
investigación sobre las concepciones de género de las docentes de escuela primaria, donde las
maestras manifiestan en mayor medida esas contradicciones y conflictos, aunque no siempre
puedan expresarías en su discurso verbal, en el cual más frecuentemente aparece "lo que se espera
de ellas".
Creemos que es desde este espacio de heterogeneidades que presente distintos artículos de este
libro, desde donde podemos pensar en 'la construcción de utopías pedagógicas que no reproduzcan,
a fines del siglo XX, de manera oculta, la misma opción deciminónica: la Singer o la tiza', de la que
nos habla Cucuzza su artículo sobre las mujeres en el Congreso Pedagógico de 1 882.

Alicia ltatí Palermo


Departamento de Educación
Universidad Nacional de Luján

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Celia Amorós (Dir), 10 Palabras clave sobre mujer, Navarra, Editorial Divino, 1995. 371 págs.
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Diez especialistas son convocadas y dirigidas por Amorós - varias de las e ya han trabajado
coordinadas por ella en Historia de la Teoría Feminista, (1 Madrid, Instituto de Investigaciones
Feministas de la Universidad Complutense Madrid) - en esta publicación que constituye una
excelente Introducción adentrarse y familiarizarse con conceptos que alcanzan especificidad en el
estudio de temas referidos a las mujeres.
En la presentación, Amorás aclara que la obra adquiere pertinencia en la medida en que no se ha
logrado aún la igualdad entre los sexos.
En consecuencia, mundo organizado y jerarquizado por los hombres, las implicaciones del
término “mujer” siguen constituyendo un problema con matices y significaciones múltiples en la
realidad que no es obvia ni unívoca.
Por lo tanto el libro se propone, a través de los términos seleccionados, ana visualizar e iluminar
los fenómenos atinentes a la situación de las mujeres medida en que - como se podrá comprobar -
frecuentemente han contribuido distorsionar, ocultar o enrarecer las verdaderas circunstancias que
históricas han determinado la condición social y deber ser femenino así como las relaciones de
género.
Los aportes de las distintas autoras apuntan, desde la conciencia de la jerarquía asimétrica
impuesta entre los sexos, a la construcción de las relaciones sociales entre éstos así como a las
reivindicaciones que desde una óptica feminista se han realizado.
En primer término Alicia Puleo considera la palabra patriarcado, clave para explicar la situación
de las mujeres en la casi totalidad de las sociedades, y que de acuerdo con la teoría feminista
alude a la hegemonía y dominación masculina, así como al androcentrismo cultural derivado.
La difusión y persistencia de la estructura patriarcal han determinado un marco de relación
social que impregna a hombres y mujeres de modo tal que Amorós considera al patriarcado
como sinónimo del sistema de género-sexo.
En esta palabra se analizan algunas teorías sobre su origen, se distinguen los tipos de
patriarcado y se plantean brevemente las transformaciones actuales, considerando que estamos
ante una situación de transición y que, como tal, el patriarcado no es una realidad invencible.
La voz género tratada por Rosa Cobo Bedia es una categoría central en la teoría feminista y
su noción parte de la base de que lo 'femenino" y lo "masculino' no son hechos naturales o
biológicos sino construcciones culturales, esenciales en la estructura patriarcal y de las que se
derivan desigualdades sociales y políticas.
La autora - luego de señalar que el primer propósito de los estudios de género es terminar con
el prejuicio de que la biología determina lo femenino mientras lo cultural o humano es una
creación masculina - rastrea las raíces históricas de este concepto, que ubica en las ideas de
Poulain de la Barre, Mary Wollstonecraft, John Stuart Mill, Simone de Beauvoir y llegando
hasta Kate Millet, A continuación considera las potencialidades teóricas que la introducción de
los estudios de género han abierto para la teoría feminista: 1) la androcéntrica y patriarcal, que
plantea la diferencia como inferioridad femenina derivada de la esencia biológica; 2) la
afirmación positiva de la misma sustentada por el "feminismo de la diferencia' en sus variantes
francesa, italiana, de la 'otra voz' o la moral femenina, y ecofeminista que busca establecer un
progreso de liberación femenina hacia su auténtica identidad, y 3) el análisis materialista de la
diferencia que realiza la socióloga C. Guillaumin. A través de la consideración, breve pero
medulosa, de las perspectivas mencionadas, establece las coincidencias y disidencias que
descubre entre aquéllas, advirtiendo que si no se quiere caer en un planteo místico sobre lo
"femenino', al tratar el tema de la diferencia se debe tener siempre presente la cuestión
fundamental de las relaciones de poder entre los géneros, pues de lo contrario corremos el riesgo
de no ver la relación de subordinación en la que estamos inmersas.
Con respecto al término igualdad , Angeles Jiménez Perona sostiene que se trata de una voz
polisémica que ha sido utilizada en contextos diferentes y por distintas tradiciones de
pensamiento que le han dado diversos matices y significaciones, hallando sus orígenes más
lejanos en la Grecia clásica y los más recientes en la Revolución Francesa. El concepto está
ligado a debates relacionados con la política, la sociedad y la economía pero también con la
naturaleza, pues en las polémicas es ésta la que justifica o legitima la postulación o no de la
igualdad.
La autora rastrea en el pensamiento filosófico de los siglos XVII y XVIII la relación de la
igualdad con la libertad, la naturaleza y la ciudadanía, generando diferentes concepciones de las
que dan cuenta la tradición liberal (Kant) y la democrática radical (Rousseau). Sin embargo en
ambas, a pesar de sus diferentes planteos, hay coincidencia en restringir o limitar la igualdad
cuando ésta intenta aplicarse a los sexos: el pensamiento dominante desde el siglo XVIII' ...
excluye a las mujeres de un paradigma pretendidamente universalista de igualdad... " (p.127).
No obstante, Jiménez Perona rescata las obras de Condorcet y de Olympe de Gouges como más
coherentes con el principio de universalidad, cuyos antecedentes están cartesianismo y su
exponente más destacado sería Poulain de la Barre. luego los dos grandes intentos del siglo XIX
por terminar con la desigualdad: el marxismo (en el que sin embargo "quedaba pendiente el
filtro de exclusión en del género", p.129) y el sufragismo. También considera críticamente los
intentos que históricamente se registran de apelar a la diferencia natural de los sexos negar la
igualdad de las mujeres en función de su esencia. Asimismo denuncia la maniobra clásica del
patriarcado: convertir lo masculino y sus valores asociad paradigma de lo humano en general (en
lugar de la igualdad), mientras lo femenino es lo enteramente otro y particular.
Teresa López Pardina en su tratamiento de la voz autonomía afirma que é pesar de los
importantes avances que las mujeres de la cultura occidental logrado a través de sus reclamaciones,
aún es un estado por alcanzar para la mayoría. Su artículo realiza un análisis histórico de esa
evolución, desde la Ilustración y la Revolución Francesa, pasando por las sufragistas
norteamericanas e inglesas ,los aportes de John Stuart Mill y Harriet Taylor Mill así como del
marxismo ' Sobre todo los de Alejandra Koilontai con su concepto de mujer nueva. Su estudio
desemboca entonces en la obra de Simone de Beauvoir considerando que su ensayo 'El segundo
sexo" constituye un hito en la historia de la teoría feminista en el planteamiento de la autonomía
femenina, si bien le crítica que no cuestione al patriarcado como sistema de organización social.
Señala entonces que será Millet, a través de su obra "Política sexual', quien realice una dura
denuncia patriarcado y "sus trampas", sosteniendo que su eliminación es imprescindible la
consecución de la autonomía. En las páginas finales, la autora realiza evaluación y balance de los
logros alcanzados por la lucha a favor de la autonomía femenina durante las últimas décadas,
señalando que, sí bien son notable países de cultura occidental, en el Tercer Mundo y en los países
islámicos mujeres están tan lejos de alcanzar la autonomía que ni siquiera se la plantea Cristina
Molina Petit retorna aquí el tema de la Ilustración desarrollado en obra anterior (Dialéctica
feminista de la Ilustración, 1994, Madrid, Ed. Anthropos) analizando las modalidades de la
inscripción del feminismo en el movimiento ilustrado a través de sus reivindicaciones de la
universalización de los principios que caracterizan: igualdad, racionalidad y derecho de ciudadanía.
No obstante imbricación entre ambos procesos - Ilustración y feminismo - la autora destaca
limitaciones que el primero impuso al segundo al mantener la exclusión de mujeres del ámbito
público, adscribiéndolas a lo doméstico donde los principios mencionados pierden sus alcances
igualitarios. Luego de analizar críticamente posturas de Locke y Rousseau con respecto a las
relaciones de género y el ámbito apropiado para cada uno de los sexos ' Molina Petit considera que
la Ilustración feminismo mantienen unas relaciones complejas, definibles en términos dialécticos
mientras en muchos aspectos se implican, en otros se oponen abiertamente. Como balance de la
misma, la autora sostiene que la Ilustración, no obstante su proyecto y sus promesas, defendió y
mantuvo el sistema patriarcal, de modo tal que lo femenino quedó fuera de ella como aquel sector
que las Luces no quisieron iluminar (p.211).
La voz feminismos es tratada por Ana de Miguel quien analiza las diferentes etapas históricas en
que las mujeres articulan en la teoría la práctica un conjunto coherente de reivindicaciones
organizándose para conseguirlas. Divide, entonces, su estudio en tres bloques:
1- Feminismo pre-moderno: rastrea, desde la Grecia clásica y el Renacimiento hasta las
postrimerías del siglo XVII, las primeras 'polémicas feministas".
2 - Feminismo moderno: en primer término analiza el aporte fundamental de la ilustración y la
Revolución Francesa en la problemática feminista, tomando en cuenta la contribución del cartesiano
Poulain de la Barre - cuya obra (de 1673) considera como esencial y pionera en la demanda de
igualdad sexual, y por lo tanto encuadrable en el contexto más amplio de la Ilustración, según
Amorós -, de Condorcet, Olympe de Gouges y Mary Wollstonecraft, entre otros. No obstante este
florecer de posiciones feministas, el balance general que puede hacerse de la postura de la
Ilustración tanto como de la Revolución Francesa, incluyendo el Código de Napoleón, es negativo
en la medida en que, como ya se vio en otros artículos, significó una estricta limitación de las
mujeres a sus roles tradicionales de madres y esposas .
En segundo lugar, considera el feminismo socialista de raíz utópica - destacando los aportes de
Fourier y Flora Tristán, así como de los seguidores de Saint Simon y Owen - y el feminismo
socialista marxista, que articuló la 'cuestión femenina" en su teoría general de la historia y explicó el
sometimiento de las mujeres en relación con el surgimiento de la propiedad privada (Engels),
ofreciendo una nueva estrategia para su emancipación ligada a la destrucción del modo de
producción capitalista. Aquí evalúa el aporte de Bebel y Koliontai y plantea los límites que también
el marxismo establece para las demandas femeninas en la medida en que las subordina a la lucha de
clases.
Luego destaca que el anarquismo, como movimiento social, contó con numerosas mujeres que se
sumaron a la pugna por la emancipación partiendo de sus esfuerzos individuales, citando el caso de
Emma Goldman.
3- Feminismo contemporáneo: en el que analiza las tendencias de las últimas
décadas:el neofeminismo, el feminismo liberal, radical - en sus variantes "feministas políticas y
"feministas" -, el feminismo radical norteamericano (Millet y Firestone); el feminismo de la
diferencia en Estados Unidos, Francia e Italia -, así como la renovación de una alianza entre el
feminismo y el socialismo (Rowbotham, Hamilton, Eisenstein, Mitcheli) y las tendencias visibles
en los'90, evaluando sus diferentes aportes y críticas, así como las profundas transformaciones
experimentadas por el feminismo en los últimos años.
Ana Amorós define la división sexual del trabajo como el reparto social de tareas en función del
sexo, a las que, de manera casi universal, se les otorga una diferente valoración social en detrimento
de las mujeres lo que conduce a la desigualdad: mientras a los hombres se les reconoce como propio
el ámbito público, las mujeres son destinadas esencialmente a las tareas domésticas y familiares.
La autora rastrea los orígenes de esta división sexual del trabajo - vinculada a los roles sociales y
no tanto biológicos - y la analiza en el contexto de las sociedades primitivas e industriales,
fuertemente ligada a las costumbres y la tradición y que "las mismas mujeres aceptan como dada
por naturaleza" (p.265). Considera luego el notable incremento de la actividad femenina registrado
en el último siglo, relacionado con cambios en la estructura económica y con la expansión del
sector terciario, enriqueciendo su exposición con numerosos gráficos y cuadros sobre las
actividades y empleos femeninos. Asimismo destaca la influencia del factor cultura] e ideológico
sobre la división sexual del trabajo que , si bien se halla en vías de superación en las sociedades
occidentales más desarrolladas, aún en ellos pueden reconocerse importantes resabios y pesa de
manera notoria en otras regiones del planeta (Mundo islámico, Tercer Mundo, etc.), relegando a las
m determinados trabajos, haciéndolas víctimas de menores sueldos, del desempleo, de la
subcontratación y de la precariedad laboral y acentuando la tendencias, 'feminización de la pobreza'.
A pesar de que se constata un avance en el nivel educativo y profesional mujeres, Amorós detecta
que la persistencia de los estereotipos de género conduce a una segregación horizontal y vertical en
los trabajos por las cuales las mujeres concentran en determinados empleos y en las escalas más
bajas de la estructura ocupacional, respectivamente. Esos estereotipos conservan también toda su vi
en la división sexual del trabajo dentro del ámbito doméstico, aun en la mayo las sociedades
industrializadas donde las mujeres realizan trabajos asalariados extra-domésticos. En este caso,
cuando el sistema de trabajo es a tiempo parcial en la medida en que desarrolla de modo simultáneo
el papel tradicional de esposa y madre con el empleo fuera del hogar, "la división sexual del trabajo
y los estere de género permanecen inalterables" (p.290), con toda la carga negativa que implica para
las mujeres. La autora concluye que mientras el poder de los recursos esté exclusivamente en
manos de los hombres la división sexual del trabajo se mantendrá; de allí que un cambio en esa
situación podrá contribuir a una modificación en los roles sexuales, en la percepción social que de
ellos se tenga y "conducirá a la supresión de la estratificación social por sexos" (p.294).
La acción positiva consiste, según Raquel Osborne, en el establecimiento medidas que, con el fin
de lograr la igualdad de oportunidades en la práctica, pe corregir situaciones que son el resultado de
prácticas o sistemas sociales discriminatorios. Del reparto de roles entre mujeres y hombres de
acuerdo a cánones tradicionales se derivan efectos perjudiciales para aquéllas que las acciones
positivas tratan de eliminar o compensar. Su campo de actuación preferencial son las laboral,
educativa y de la participación política.
La aplicación de estas medidas se ha visto favorecida por la incorporación mujeres al mercado de
trabajo, por resoluciones gubernamentales y legislativas por los movimientos femeninos que, con la
instrumentación de la categoría de genero han facilitado la visualización de la discriminación de las
mujeres.
La autora a distintas definiciones del término (acuñado en Estados Unidos) pero señala que en
definitiva por acción positiva debe entenderse todo instrumento que desarrolla el principio de
igualdad de oportunidades allí donde las actitudes, prejuicios, comportamientos y estructuras
sociales impiden el logro de la igualdad. Sus orígenes se hallan en la década del '80 cuando
comienza a reconocerse la necesidad adoptar acciones positivas o de discriminación positiva, como
por ejemplo el si de cuotas o cupos para favorecerla integración de la mujer a la vida, política.
Osborne realiza el análisis de algunos documentos internacionales constituyen hitos en la
promoción de acciones positivas y finaliza su estudio considerando las legislaciones nacionales
relativas al tema en algunos países europeos, profundizando el caso de España. En ésta la dictadura
franquista s un retroceso con respecto a los logros de la II República, que se superó con la
instalación de la democracia y la concreción de acciones positivas a través Constitución de 1978 y
el Estatuto de la Trabajadores de 1980.
En último término, Luisa Posada Kubissa analiza los pactos entre mujeres partiendo de la
estructura patriarcal y destacando la importancia y trascendencia que dentro de sus marcos puede
alcanzar la sororidad - es decir la hermandad entre mujeres - que, como producto revulsivo de
aquélla es asumida y fructifica a partir de la toma de conciencia feminista. Pero como es además, el
reverso de la fraternidad, de cuyo ámbito ( masculino por definición y en el que se fraguan los
pactos que perpetúan la desigualdad génerica) quedan excluidas las mujeres, la sororidad se
constituye en el fermento de los pactos entre mujeres que posibilitan el acceso a una progresiva
conciencia y a una práctica política develadora de los mecanismos patriarcales, que permite
cuestionar y modificar el relegado puesto que éstos nos han asignado, denunciando y rechazando la
ideología que los impregna.
La autora rastrea históricamente las reivindicaciones a favor de una participación igualitario de
la mujer en todos los ámbitos, que "testimonian la insistencia de las mujeres por 'hurgar' esta vez en
la 'cosa pública' y no sólo entre los cacharros de la cocina" (p.345-346), y que jugaron un
importante papel en el mantenimiento de los lazos de hermandad evitando el aislamiento de las
mujeres. Analiza luego el feminismo político escandinavo, más concretamente el caso noruego,
como resultado de pactos políticos entre mujeres que evidentemente son los que posibilitan un
proceso de actividad política y feminista notablemente eficaz. Concluye el artículo con algunas
reflexiones sobre la necesidad de replantearnos la relación del Estado con los ciudadanos, que
implica a la vez la redefinición de lo privado y lo público así como de la ciudadanía en términos que
incluyan la emancipación definitiva de las mujeres.'(p.361)
Si consideramos que éste deber ser uno de los objetivos básicos de la lucha feminista,
coincidiremos con Celía Amorós en que "el desafío sigue siendo construir un mundo más igualitario
y de profundización de la democracia. Hoy una situación política en que las mujeres estén mal
representadas o discriminadas es un déficit de legitimidad democrática. La situación de la mujer en
la sociedad es un test de democracia." (entrevista publicada por Clarín, 6-XII-98 p.14-1 S). Las
aportaciones de las diferentes autoras de este libro - cuya lectura recomendamos en la medida en
que enriquece la teorización sobre las relaciones de género - se inscriben en esa misma dirección.

María Jorgelina Caviglia


Profesora de Historia, Universidad Nacional del Sur

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María Dolores Mirón Perez, Mujeres, religión y poder.- El culto imperial en el occidente
mediterráneo, Colección Feminae - Instituto de Estudios de la Mujer - Universidad de Granada -
1996
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La autora analiza la importancia del culto imperial romano en el cual las mujeres desempeñaron
importantes y diferentes funciones que hasta ahora se han venido diluyendo en estudios generales
que no contemplaban distinciones de género; por ello el aporte interesante de este libro es el
abordaje del tema desde la perspectiva de los estudios de la mujer y las relaciones de poder entre
géneros, fundamenta respecto al poder religioso y político de la época.
Precisa cómo en la sociedad romana donde los patrones patriarcales plenamente asentados y
asimilados, las mujeres obtienen una importante presencia pública y oficial en actividades religiosas
del politeísmo romano, acentuando la participación en el período alto imperial gracias a la
expansión de los cultos orientales y a la aparición del culto imperial.
Como culto de estado por excelencia ,el culto imperial está vinculado a su m representante el
emperador y a todo el aparato ideológico que lo sustenta poder; por ello constituye el único culto
que fue capaz de implicar, aún bajo diferentes formas, a todas las provincias y a todas las capas
sociales actuando como unificador, justificador social y político y también como expresión de
lealtad politica y de actitud religiosa .
Por tanto ,su análisis le ha ofrecido a la autora una posición privilegiada para conocer las
relaciones de género respecto al poder político a del poder religioso, tanto en el ámbito estatal como
provincial y local.
En este contexto, María Dolores Mirón Perez analiza la integración y participación de las
mujeres en el culto imperial bajo tres aspectos que conforman las diferentes partes del libro :
!" como Augustae ( Diosas) : numerosas emperatrices y princesas de la casa imperial que
fueron objeto de diferentes homenajes de carácter religioso en convertidas en diosas a su
muerte, constituyendo un elemento básico de la propaganda imperial.
como flaminicae (sacerdotísas) : encargadas de llevar a cabo los rituales necesarios del culto a las
emperatrices en todos los ámbitos administrativos (estatales, provincial, conventual y local) actuán
como reproductoras de la propaganda la propaganda imperial.
!" como devotae (devotas).- sea directamente de emperatrices y emperadoras bien rindiendo
culto a las divinidades del panteón imperial , se analiza el papel de receptoras y
reproductoras de la propaganda imperial.
Así la autora logra precisar como esta participación femenina constítuyo una pieza esencial del
aparato ideológico que sustentaba el poder imperial y la misma civilización romana.
Estos tres aspectos de la participación femenina coinciden con otros masculinos : emperadores,
sacerdotes y devotos, de modo que se produce un claro paralelismo entre los ámbitos femenino y
masculino del culto, paralelismo que no ha sido observado hasta ahora, como apunta, en los demás
cultos romanos.
Acota para su estudio un área geográfica que comprende 13 provincia Mediterráneo Occidental
distribuidas en cuatro bloques - Hispania - Galia - A Mauritania ; pese a ser un territorio extenso ,
heterogéneo y de desigual proceso de romanización la autora supo, mediante análisis comparativos,
lograr un acabado y homogéneo estudio del conjunto.
Así analiza el proceso de romanización y su influencia tanto en la interpretación religiosa como
en la transformación de las estructuras familiares que afectan en particular a las mujeres de las élites
provinciales que son las más implica interesadas en el culto imperial, como consecuencia de su
deseo de integración en la civilización romana.
Culto imperial que intenta promover las tradiciones que subordinan a las mujeres pero que
significará para éstas una oportunidad única para intervenir de forma legítima en la vida pública y
con una influencia socio-económica real que las colocará en una posición privilegiada respecto al
poder si las comparamos con las mujeres de otras culturas de la Antiguedad o de la misma Roma
pre-imperial; aunque la relación de las mujeres respecto al poder será siempre lateral, es decir,
estará definido por su transmisión pero nunca por su posesión.
Gracias al detallado análisis de estos tres aspectos de participación femenina en el culto imperial , la
autora concluye que las mujeres romanas de las élites - tanto imperial como local - pese al peso
público nada desdeñable que lograron, estarán siempre fuera de los lugares de decisiones. El culto
imperial cumple una función fundamental de afianzamiento de una determinada idea de la familia y
de la sociedad y por tanto , de consolidación de unos determinados roles de género y de clase ; así
las mujeres dentro de su participación en el culto corno en toda la sociedad romana, reproducirán y
reelaborarán su rol de género.

Prof Susana Fiorettí


Área Interdisciplinatía de Estudios de la Mujer
Depto de Cs. Sociales, UNLu
Michelle Perrot, Mujeres en la ciudad.- Santiago de Chile, Editorial Andrés Bello, 1997.
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Este sugerente texto de Michelle Perrot, ya ampliamente conocida dentro del tema por la obra
Historia de las Mujeres realizado en colaboración con Georges Duby (Taurus, Madrid, 1993),
constituye un trabajo poco convencional, que abunda en datos curiosos y jugosas anécdotas. El
texto se desarrolla mediante una conversación entre la autora y el historiador y periodista Jean
Lebrun. El libro en su edición española tiene una presentación de primer nivel, que incluye
excelentes reproducciones de cuadros de época y fotos.
El objetivo fundamental de la obra es comprender la diferencia de sexos que se manifiesta en el
espacio urbano. En consecuencia, la autora se refiere al proceso y las formas en que las mujeres
van conquistando el uso de la ciudad y el espacio público contemporáneo desde la Revolución
Francesa, momento en el cual aquél se inaugura. El análisis se enfoca en Europa y, sobre todo, en
Francia durante el siglo XIX.
El libro parte de la base que, dentro de la ciudad y en el período de análisis, hombres y mujeres
están situados en dos extremos diferentes. Así, en el caso del hombre se valora que sea público, es
decir que desempeñe actividades de carácter público y, sobre todo, destacadas. En el caso de la
mujer, en cambio, la denominación de pública es peyorativa y, como se sabe, se aplica a mujeres de
vida licenciosa. En otras palabras, el hombre desarrolla sus actividades fuera de la casa, mientras
que lo que se espera de las mujeres es que las desarrollen dentro de la misma.
Partiendo de estas premisas básicas la autora manifiesta que las mujeres van paulatinamente
apropiándose de la ciudad y conquistando un lugar en la misma.
Este libro está organizado en cinco partes diferenciadas denominadas :imágenes de mujeres,
lugares de mujeres, palabras de mujeres, frentes de mujeres y resistencias a las mujeres. Este
orden expresa las conquistas que históricamente desde la Revolución Francesa van adquiriendo
las mujeres y el consiguiente desplazan de fronteras, aunque aún persisten resistencias.
Cuando las mujeres llegan a la imagen pública, apareciendo en la decoración urbana, no modifican
su rol tradicional, sino que en realidad lo refuerzan aspecto decorativo.
El capítulo destinado a los lugares parte de la existencia de una segregación sexual del espacio
urbano, reforzada por otra de carácter social. Es decir, si bien hay lugares específicos para mujeres,
no son los mismos para las mujer clase obrera que para las de clase alta. En el caso de las primeras
se destacan el lavadero como un ámbito dinámico de real intercambio social.
La conquista de la palabra marca un real hito en la incorporación de la muja ciudadanía, al mismo
tiempo que expresa un interesante proceso, La primera conquista vinculada con la palabra es la
lectura, por medio de la cual las mujeres apropian del mundo, pese a que era realizada en el interior
de la casa.
A partir de la lectura llegan a la escritura. El siglo XIX muestra una profusa literatura femenina,
es decir producida, destinada y protagonizada por mujeres.
Piénsese, como ejemplo, en las hermanas Bronte, que en medio de una a sociedad victoriana y sin
salir casi de su casa campesina pudieron describir más complejas pasiones.
Pero la palabra se convierte en un real hito dentro del proceso de integración de la mujer a la
ciudadanía con su incorporación a la prensa, principal canal de formación de la opinión pública.
Las mujeres se apropian lentamente de este mundo apareciendo al principio en las partes bajas de
las páginas ocupándose de crónicas sociales o de viajes, para pasar luego a tratar otros temas.
Así las mujeres fueron ganando durante el siglo XIX y principios del XX distintos frentes, algunas
más fáciles como la escritura y otros más difíciles como la arquitectura y la música. Durante las
guerras ocupan algunos lugares que los hombres vacíos. Pero esto es transitorio, no originando una
real modificación del rol femenino ,ya que cuando la guerra finaliza cada sexo vuelve a su lugar.
El frente que representó el salario fue uno de los más difíciles. Incluso actualidad las mujeres
ganan menos que los hombres. En 1995 el porcentaje del salario no agrícola de mujeres en relación
al de hombres en distintos p seleccionados variaba entre 92,0 y 42,0.(Boda,J. y Castelis, M.- Local
y Global gestión de las ciudades en la era de la información.- Editorial Taurus, Madrid, 1998).
Las mujeres constituyen un ejército de reserva?. En realidad la inclusión mujer en el mercado
laboral más que para igualadas a los hombres ha servido que éstos ascendieran.
Las últimas y más fuertes resistencias se expresan alrededor de tres bastiones masculinos, que
curiosamente representan los tres órdenes medievales: lo político, lo militar y sobre todo, lo
religioso, básicamente lo proveniente de la Iglesia Católica Enfocada en general en Europa y sobre
todo en Francia la última parte obra se refiere a las actuales áreas relegadas. Los países
desarrollados funcionan para las mujeres de las áreas periféricas, más como un modelo de consumo
como un modelo de acceso a nuevos roles públicos. Pero lo más interesante es que en estas últimas
áreas las resistencias se encuentran frecuentemente en los mismos gobiernos. En el ámbito de las
universidades pueden desarrollarse modelos feministas atentos al aporte de los países desarrollados,
pero tales modelos pueden ser manipulados desde el mismo gobierno. Pero esto, que pone en juego
la misma autonomía y poder de decisión de las mujeres tiene, al mismo tiempo, su lado positivo.
La conciencia de situaciones difíciles en ciertas sociedades relegadas mantiene la actitud combativo
de las mujeres y, en última instancia, la solidaridad del género, más allá de las fronteras nacionales
y culturales.

Ana María Facciolo


Docente e Investigadora Depto. Cs. Socíales UNLU.

Colección Cuadernos de Trabajo

Cuaderno de trabajo N* 7 (1998)


"Notas para el análisis de la reestructuración de los espacios rurales bajo la lógica
agroindustrial" Claudia Barros
"El realismo trascendental, una propuesta ontológica alternativa para la economía"
Ricardo Borrello.
Cuaderno de trabajo N' 8 (1998)
"Procesos socioeconómicos y Política Social".
María Laura Lluis.
"La vejez en la pobreza y la desprotección provisional "
María Laura Lluis
Cuaderno de trabajo NI 9 (1998)
"Un Estudio sobre el campesinado en el Noroeste Argenüno"
El caso de Iruya, provincia de Salta. Jorge Osvaldo Morina
"Consumo Aristocrático y Estética Literaria"
Cambio social y cambio material en la formación de la elite dirigente argentina
(1870-1910),Rogelio C. Paredes
Cuaderno de trabajo N 10 (1 998)
"Iglesia, poder y parentesco en el mundo rural colonial. La cofradía de Animas Benditas
del Purgatorio", Pilar. 1774. María Elena Barral
"La 'chacarita de los Colegiales' Trabajo y producción en Buenos Aires a fines de la
colonia".
Gladys Perri.
Cuaderno de trabajo N 11 (1 999)
"El Tema de los Alimentos desde una perspectiva interdiciplinaria"
Almeida Susana; Ferreira Cortes Angélica; Garavano Claudia; Marcos Cecilia;
Menseguez Claudia.
"Los Territorios del Derecho" Alicia N, Iglesias, Adriana N. Martínez.
Cuaderno de trabajo N"12 (1999)
"La motivación para el trabajo"
Juan José Riqué
"La situación habitacional en la ciudad de Chivilcoy,
Gloria Lynch, Bibiana Andreucci.

Otras Publicaciones Departamento de Cs. Sociales

Antimodernidad y Trabajo Social


Orígenes y Expansión del Trabajo Social Argentino
Autor: GUSTAVO PARRA

Cuadernos de Historia Regional NI 19 (1 998)


Contenido:
CANSANELLO, Oraste C.: "Las milicias rurales bonaerenses entre 1820 y 1830".
REGALSKY, Andrés M.: "Crecimiento económico y mercado de capitales en Argentina:
el surgimiento de los Bancos privados nacionales, 1880-1914".
BARRAL, María E.: "La iglesia en la sociedad, economía en la campaña bonaerense
(1779-1821)".
BECHIS, Martha: "Estructuras y procesos políticos de la agrupación borogana pampeana
en un documento inédito de 1830".

Impreso en los Talleres Gráficos


del Departamento de Publicaciones e Imprenta de la UNLU.
dependiente de la Secretaría de Bienestar y Extensión Universitaria
Lic. Guillermo Dell' Inmagine
Septiembre de 1999

Digitalizado por : Cipolla Damián A.


damiancipolla@yahoo.com.ar
Estudiante avanzado de la carrera
Profesorado en historia- UNLu.
Colaborador Àrea de Estudios de la Mujer- D.C.S

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