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Distribución de la herencia en el primer orden de sucesión.

Si sólo hay hijos, la herencia se divide por iguales partes entre todos ellos. Si los
hijos concurren con el cónyuge sobreviviente, éste lleva una porción igual al doble de lo
que por legítima rigorosa o efectiva corresponda a cada hijo; pero si hay un solo hijo, la
porción del cónyuge es igual a la legítima rigorosa o efectiva de ese hijo. Pero jamás el
cónyuge llevará una porción inferior a la cuarta parte de la herencia o de la mitad
legitimaria en su caso. De este modo, si hubiere, por ejemplo, cinco hijos y cónyuge
sobreviviente, sin que el causante hubiere dispuesto parte alguna de su herencia por
testamento, el cónyuge no podrá llevar menos que una cuarta parte de la herencia y el
resto
se dividirá por 5. Si hubiere 2 hijos y cónyuge, el cónyuge llevará dos cuartos de la
herencia y cada hijo un cuarto.
Si el causante hubiere dispuesto por testamento de todo o parte de la cuarta de
mejoras o de la cuarta de libre disposición, la regla del art. 988 se aplicará entonces a la
parte restante, es decir, a la mitad legitimaria propiamente tal o aumentada con el
acrecimiento a que se hace referencia más adelante en relación con el art. 1191 (legítima
efectiva).

casado (sociedad conyugal, separación de bienes o participación en los gananciales). Si


tienen hijos/as, deberá compartir esos bienes con ellos. Si el marido tuvo hijos/as fuera del
matrimonio, éstos también tienen derecho a herencia.

La cantidad de bienes a que tiene derecho varía según el número de hijos/as existente:
En el caso de que haya un sólo hijo/a, la cónyuge sobreviviente recibe lo mismo que éste.
En el caso de que haya más de un hijo/a, a la cónyuge sobreviviente le corresponde el doble de
lo que recibe cada hijo/a.
Los hijos/as se llevan toda la herencia si el padre y la madre han fallecido.
Si no hay hijos/as, la herencia se divide en dos tercios para la cónyuge sobreviviente y un tercio
para los padres o abuelos del difunto marido.
Si el difunto marido no tiene hijos, ni padres ni abuelos, toda la herencia queda para la cónyuge
sobreviviente.
En cualquier caso, la cónyuge sobreviviente no podrá recibir menos de un cuarto de la herencia
(25%).

Al momento de repartirse la herencia entre los herederos, la cónyuge sobreviviente tendrá el


derecho preferente a quedarse en la casa en que vive. Es decir, tiene derecho a que su parte
de la herencia se pague preferentemente con la casa en que viva y que es o haya sido la
residencia principal de la familia y también con los muebles que estén dentro de ella. Si su
parte de la herencia no alcanza para hacerse dueña de la totalidad de la casa y los muebles,
podrá pedir que en su favor se constituyan el derecho de uso sobre los muebles y el de
habitación sobre el bien raíz, los que serán concedidos en forma gratuita y por toda la vida de
ella.

Para que la mujer pueda efectivamente gozar de los bienes de la herencia, debe solicitar la
Posesión Efectiva de la Herencia, para lo cual debe dirigirse a la Corporación de Asistencia
Judicial o al Programa de Acceso a la Justicia que le proporcionará asistencia legal gratuita y
llevar el certificado de matrimonio, el certificado de defunción, una lista de los bienes del marido
y el testamento si lo hay.

El marido tiene los mismos derechos que la mujer, si es ésta la que fallece.

Mucha gente tiene la errónea idea, que cuando muere el esposo o esposa, su
viuda o viudo hereda la mitad de los bienes más otra parte equivalente a la
de un hijo. Nada menos cierto!.- No es que la viuda o cónyuge
sobreviviente herede la mitad de los bienes, sino que dentro de las normas
del matrimonio, la muerte de uno cualquiera de los cónyuges, hace cesar la
comunidad conyugal extinguiéndola, hecho equivalente al divorcio; por lo
que necesariamente la división de los bienes debe ser de por mitad,
correspondiéndole al esposo o esposa sobreviviente su respectiva cuota
parte de la liquidación de esa comunidad conyugal, constituyendo el resto
de los bienes la masa hereditaria a repartir de acuerdo a la ley, entre todos
los herederos y, es allí donde entra ese cónyuge (viudo o viuda) a formar
parte de los herederos como si fuese un descendiente del causante.
La primera regla establecida en nuestra legislación sucesoral es la

TITULO IV - Sucesion del conyuge

Articulo 822º.- Concurrencia del conyuge con descendiente


El conyuge que concurre con hijos o con otros descendientes del causante, hereda una parte
igual a la de un hijo.

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