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LA PUTA POLITICA César INDIANO 13" Lapua polities / César Indian, Ta | (Tegucigalpa: (Livgralls Lp}, (2005) 248 p. | ISBN 99926-29-33.9 1 NARRATIVA La Pues Pola © Char Indiano Primera ec, 2005 Disco de cart: Hektor Varela Diagramacin: Lilian Aguila ‘Apoyo Técnico: Rubén Dalo Pu, Jot Antonio Montoya, “Melisa Alvarenga y Karna Egigurens. Derechos reservados conforme sale. Impreso por Litogra Lipes, S. de RL. echo en Honda, fae ‘oy ese hombre al que de poco sirvieron todas la lecturas sobre el éxito", soy acaso el nico ciudadano de este mundo que hhabiendo leido atentamente AV arte de ls guerra perdi una a una todas las batalla, soy ese don adie que jamais pudo ser alguien, «esa marioneta des vida aquien todas a estrategias para salir avante le fueron adversas. Heme aqui cumpliendo artesto domiciliario y esperando una sentencia favorable, incomunicado, comiendo lo que lanzan los vecinos del otro lado de la tapia,enfermo del baz sin otra ropa aque mis pijamas y sin otra compadia que los rerratos de mi ex familia Por as mafanas amane2co hambrienra, hacia el mediodia me pongo neurbtico, por las tardes siento el horrible tdi de mi reclusién y porla noche me veo tentado al suicidin, Sega la ley (no sé cual de todas) tengo derecho a la visita de todos mis familiares, ambién puedo realizar una llamada por dfa (antes de que me corearan la linea) y mis ain, puedo contar con la asistencia de una psicéloga, Al principio todo me parecié humillante pero con los meses he tenido que ceder al fin de cuencas no mesien apto pata morit de inanicién y no me veo llevando una vida en absolutasoledad. Hay ddos guardias, quid tes, que permanecen ene poreén frontal y no ‘cuento con na slida trasera para un potencial escape, si fuera rns ingeniosoa lo mejor descubririael modo de sale pero sa dénde jee ga quien acuelir? quien garanciza que mi fuga no seria al final otro disparate, [En defiativa no tengo opciones, cod lo que sucede en est casa, Infuz que entra, laoscuridad que viene, el tiempo que transcurre al, smargen de mi desgracia, el agua que aun sale de los gritos, todo todo, ¢s el montaje de una gran hipocresia.Sé que todo es fctcio, 3 me quieren mantener aljado iniilmente de mi elided, el abogado Osorio insite en que las “medidas sustiutivas” aventi padecimiento, la psicdloga me quiere persuadir de que vale ma la soledad segura que el hacinamiento entre delincuences y yo solo «allo. Dejo que mi destino se cumpla y que todo transcusra como si mi opinién importara menos que un bledo, Nunca ha habido percances que valga la pena recordar aunque todavia no consigo ser el “presidiario modela” que pretende la psicdloga. Ella es une mujer de éxito y no lo digo con ironia, dos meses de visitas y conversaciones han sido mds que suficiente para que enteellay yo seafiance una amistad, terapéutica es verdad, pero amistad al fin Reconozco que al principio la detestaba y se lo hacia saber pero con los dis, cuando noté que mi detencién y mi lberacin se iba centedando de forma inusitada, fui cambiando mi acttud para con, cella. Comenzé por hablarme de sus propios traumas, tratando de rebajarse a mi condicién pero guardando la distancas. Después sme detallé una a una sus hazahas académicas y finalmence me ppropuso un plan de sobrevivencia emocional que al principio me parecié burlesco. Me dijo que tatarade aceprar y de aceprarme, es decie,aceptar mi realidad y aceptarme en mi situacién. Que ella no posea facultades para librarme de los cargos juices pero si ‘estaba autorizada para conseguie que mi encierto fuera lo menos traumatico posible. No recuerdo cuantas veces la mandé al catajo pero su persstencia tindié fruros cuando un dia le ped un favor dificil y ella me lo concedié: introduc un cuchillo 2 expensas de los guardias. No cuve que darle demasiadas explicaciones, sencllamente le demostré que esta vida es una completa porqueria uno no tiene un cuchillo consiga “trate de imaginar por un ‘momento ~ recuerdo haberle dicho ~la vida de cualquier persona

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