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Problemas y Tendencias de la Literatura Hispanoamericana I, 2007 1

Selección de poesía quechua.


Jailli.

Oración al Alba. Himno de Manko y medido llegarán.


Kayak Tú, que me mandaste
el cetro real,
Viracocha1, óyeme,
poderoso cimiento del mundo, antes que caiga
Tú dispones: rendido y muerto.
“Sea éste varón,
sea ésta mujer.”
Señor de la fuente sagrada, Invocación Ritual
tu gobiernas
hasta el granizo. Ten piedad de mis lágrimas,
¿Dónde estás ten piedad de mi angustia.
-como si no fuera El más sufrido de tus hijos,
yo hijo tuyo- el más infortunado de tus siervos
arriba, te implora con sus lágrimas.
abajo, Ten piedad de mis lágrimas
en el intermedio ten piedad de mi angustia.
o en tu asiento de supremo juez? Manda, pues, el milagro de tus aguas,
óyeme . . . manda, pues, la merced de tus lluvias
Tú que permaneces a esta infeliz criatura,
en el océano del cielo. a este vasallo que creaste.
Viracocha!
y que también vives
en los mares de la tierra, Danza de la Tormenta
gobierno del mundo,
creador del hombre. Amanece la tierra
Los señores y los príncipes, y se cubre de luces
con sus torpes ojos a fin de venerar
quieren verte. al creador del hombre.
Mas cuando yo pueda ver
y conocer y alejarme, Y el alto cielo
y comprender, barre sus nubes
tú me verás para humillarse
y sabrás de mí. ante el creador del mundo.
El Sol y la Luna,
el día y la noche, El rey de las estrellas
el tiempo de la abundancia y padre nuestro, el Sol,
y del frío están regidos su cabellera extiende
y al sitio dispuesto a los pies de él.
1
Dios principal de los Incas.
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Y el viento junta Jailli de la Siembra


las copas de los árboles
y sacude sus ramas ¡Ea, ya he triunfado,
y las yergue hacia el cielo. he sembrado el grano!
¡Nacerá la planta mañana!
Y en el regazo de los árboles y habrá que acollarla pasado mañana!
los pajarillos cantan ¡Y vendrá la lluvia, e inundará el agua!
y rinden el fervor de su homenaje ¡Florecerá luego, y ya tendré el maíz!
al regidor del mundo.

Todas las flores, Rito del Triunfo


bellas y ufanas,
exhiben sus colores ¡Ea, el triunfo, ea, el triunfo!
y sus perfumes. ¡He aquí el arado!
Potente . . .
Y en el seno del lago, ¡He aquí el surco, he aquí la tierra!
que es universo de cristal, Sol . . .
es grande el alborozo ¡He aquí mi mano y mi sudor!
de los peces. Grande . . .
¡Hurra, la simiente, hurra!
El río caudaloso, Padre . . .
con su bronco cantar, ¡Hurra, Sol, hurra!
está rindiendo su alabanza ¡Vé al surco y dale tu aliento!
a Viracocha. ¡Hurra, Pachamama, hurra!
¡Al vientre de Pachamana,
El peñasco también que da vida y fructifica!
se atavía de verde, ¡Ea, el triunfo, ea, el triunfo!
y la floresta del barranco
ostenta flores nuevas.
Oración al Sol
Y las serpientes,
habitantes del monte, ¡Oh Hacedor, que diste al Sol y después
van arrastrándose dijiste: haya noche y día, amanezca y
a los pies de él. esclarezca! ¡Salga en paz, guárdenle para
que alumbre a los hombres que criaste, oh
La vicuña del páramo Hacedor!
y la vizcacha del peñasco ¡Oh Sol, que estás en paz y en salvo,
se domestican alumbra a estas personas que apacientas,
cerca de él. no estén enfermos, guárdalos sanos y
salvos!
Así también mi corazón,
en cada amanecer,
te rinde su alabanza,
Padre mío y Creador.
Problemas y Tendencias de la Literatura Hispanoamericana I, 2007 3

Oración para que se multipliquen las pues para esto los hiciste.
gentes.

¡Oh hacedor, que haces maravillas y cosas


nunca vistas, misericordioso hacedor,
grande, sin medida multipliquen las Oración Final
gentes y haya criaturas y los pueblos y las
tierras estén sin peligros y estos a quien Viracocha, origen del universo, creador
diste ser, guárdalos y tenlos en tu mano! de todo,
Para sicula sin fin. oro que arde tan sólo en la noche del
corazón.
Que la alegría de tus ojos venga en el
Oración alba,
Que el calor de tu aliento venga en el
¡Oh Hacedor, señor de los fines del viento.
mundo, misericordioso, que das ser a las
cosas y en este mundo hiciste los hombres
que comiesen y bebiesen, acreciéntales
las comidas y frutos de la tierra, y las
papas y todas las demás comidas que
criaste multiplícalas para que padezcan
hambre ni trabajo, para que todos se
crien; no hiele ni granice; guárdalos en
paz y en salvo!

Oración por el Inca.

¡Oh Hacedor piadoso, que estás en el


cabo del mundo, que dijiste y tuviste por
bien que hubiese Inca señor, a este Inca
que diste ser guárdalo en paz y en salvo,
juntamente con sus criados y vasallos, y
alcance victoria de sus enemigos; siempre
sea vencedor, no acortándole sus días a él
ni a sus hijos ni descendientes, y
guárdalos en paz, oh Hacedor!

Oración por todos los Incas.

¡Oh Sol, padre mí, que dijiste haya Cuzco


y tambos; sean vencedores y despojadores
estos tus hijos de todas las gentes!
Adórote para que sean dichosos si somos
estos Incas tus hijos y no sean vencidos ni
despojados, sino siempre vencedores,

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