Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
COM
malestar. Algo que no entend me detuvo: la insolencia del jbilo no explicaba ni la estentrea voz ni la brusca proclamacin. Agreg que muy pronto esos ejrcitos entraran en Londres. Toda oposicin era intil, nada podra detener su victoria. Entonces comprend que l tambin estaba aterrado. Ignoro si los hechos que he referido requieren elucidacin. Creo poder interpretarlos as: Para los europeos y americanos, hay un orden un solo orden posible: el que antes llev el nombre de Roma y que ahora es la cultura del Occidente. Ser nazi (jugar a la barbarie enrgica, jugar a ser un viking, un trtaro, un conquistador del siglo XVi, un gaucho, un piel roja) es, a la larga, una imposibilidad mental y moral. El nazismo adolece de irrealidad, como los infiernos de Ergena. Es inhabitable; los hombres slo pueden morir por l, mentir por l, matar y ensangrentar por l. Nadie, en la soledad central de su yo, puede anhelar que triunfe. Arriesgo esta conjetura: Hitler quiere ser derrotado. Hitler, de un modo ciego, colabora con los inevitables ejrcitos que lo aniquilarn, como los buitres de metal y el dragn (que no debieron de ignorar que eran monstruos) colaboraban, misteriosamente, con Hrcules.
HTTP://WWW.LIBRODOT.COM
Pgina 3