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ODA QUINTA

Al mismo Saumis, Vencedor con la cuadriga, el carro milar y el caballo de silla.

Oh t que del Ocano eres prole divina, Recude, oh Camarina, Con pecho bondadoso mi cantar! De sus virtudes clicas La flor, Saumis te dona; Su olimpica corona, Y el que la conquist, carro mular. A tu ciudad esplndida Horan sus hechos nobres; Los ses altares dobles Hizo humear hostias su fervor; Y en fiestas y certmenes, Fiel Hasta el quinto da, Ya en su carro venca Ya en sis mulas potro corredor. Y tu sede novsima Cedi su alto renombre: De acrn su padre el nombre Resuena con el tuyo por doquier; Y del reino de Pnelope Y Enomao tornado Patrona Palas! hozo florecer. Por Saumis celebrrima Es la veloz corriente, Del Oano torrente, Y del lagi que refleja tu esplendor; Y el sacro lecho de Hparis Que sus hogares riega, Y la madera entrega Para tus hechos sublime altor. A construir de alczares Espero bosque empieza; Aleja la pobreza De tus hijos, su prdiga bondad. Place aun al vulgo xito De los proyectos, gastos,

Con las virtudes son piedad. A t vuelvo oh Jpiter! Que al caudaloso Alfeo Y al antro sacro Alfeo Concedes tu santsimo favor; Que entre las nubes crdenas Tu habitacin divina Tienes, y en la colonia Del alto Cronio, Numen salvador! No sesdees las splicas Que, al sn de Lidias caas, Tus piadosas entraas Asporan melodiosas ablandar; Y esta ciudad perinclita De heroicos pobladores, Dgnate tus favores Con generosa mano prodigar. Oh vencedor Olmpico, Seor de mil corceles! Endulcen tus laureles Y tus hijos, tu larga senectud. Ya slo dos de los Nmenes Falta subir al coro, Al que montones de oro Une renombre, y las tierras, y la salud.

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