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Un paseo por A Coruña


de la mano de algunas de
sus mujeres ilustres

Este año 2011 se celebra el Centenario del Día Internacional de la Mujer, y


nada mejor que de dedicar a las mujeres coruñesas y en especial a todas las
estudiantes de esta UDC Senior, que son mayoría, este trabajo.

Además también es el 80 Aniversario del Sufragio Universal en España, en


el que tuvo un destacado papel Clara Campoamor, que desde su escaño en
el Parlamento durante la Segunda República, junto con otras destacadas
mujeres, logró que se aprobase la el artículo del derecho al voto femenino.

En la Constitución de 1931 el artículo que lo reconocía quedó así: "Los


ciudadanos de uno y otro sexo, mayores de 23 años, tendrán los mismos
derechos electorales conforme determinen las leyes"

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A CORUÑA EN EL RECUERDO Y EN
LAS ARTES

LAS MUJERES EN A CORUÑA

En unas declaraciones del escritor libanes Amin Maalouf, Premio


Príncipe de Asturias de las Letras 2010 dice <<Qué sería de la mente
humana sin la memoria? Quedaría en vacio. Existimos como grupos,
como individuos, como naciones porque tenemos memoria. Cada vez me
interesa más reflexionar sobre el pasado, explicar porque estamos aquí y
sobre todo porque seguimos cometiendo los mismos errores, y las mismas
equivocaciones>>.

Escritor y ex-ministro de Cultura, el coruñés Cesar Antonio Molina


escribe en el prólogo del libro “Calles con Historia”: <<Nuestra infancia
nos atrapa y caminamos muchas veces arrastrados hacia el pasado, por el
camino melancólico del recuerdo…..

Un ejercicio de didáctica de la ciudad, no sólo por desvelar a


muchos la intrahistoria encerrada en una placa hasta entonces sin
elocuencia, sino también por destacar los valores del patrimonio cultural
de A Coruña>>

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En ese concepto de la memoria que nos comentan los mencionados
escritores, una de la formas de esos grupos, llamémosles ciudades o
pueblos, con las que recuerdan a sus ciudadanos sobresalientes es poniendo
a una calle su nombre, o erigiendo una estatua, o ambas cosas a la vez.

En A Coruña, según un estudio elaborado por una empresa de


cartografía, sólo el 4% de sus calles
tienen el nombre de una mujer.

Una de las circunstancias que


puede ayudar a entender la
preponderancia del sexo masculino
tiene justificación histórica y social
pues, en la época, en la que las calles
comenzaron a recibir nombres de
personas, casi todas honraron la memoria de políticos, militares, santos y
profesiones liberales, etc., puestos que en la sociedad de la segunda mitad
del XIX y gran parte del XX, ocupaban casi exclusivamente varones.

La relevancia histórica de varias


mujeres homenajeadas en espacios
públicos reside, en su condición de
pioneras al haber desempeñado
labores intelectuales que, hasta hace
pocas décadas eran terreno de los
varones.

A pesar de este predomino de


hombres que en mayor o menor medida se cumple en todas las localidades
del país, es importante analizar no solo el número de calles de cada sexo,
sino la relevancia y ubicación de las mismas. A Coruña destaca en este
aspecto y es una de las pocas ciudades del mundo donde la plaza principal
lleva el nombre de una mujer, María Pita. La heroína que protagonizó una
hazaña épica en una batalla contra las tropas inglesas y que simboliza para
muchos el espíritu de los coruñeses.

Damas ilustres como Juana de Vega, Teresa Herrera, Concepción


Arenal, Rosalía de Castro y Emilia Pardo Bazán han dado sus nombres
y sus apellidos a algunas de las calles más importantes y céntricas de la
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ciudad, lo que demuestra que aunque con menor presencia en el callejero,
las mujeres han tenido una especial significación en la historia coruñesa.

Estas son algunas de ellas, pero hay algunas más, e incluso


recientemente se ha dado el nombre de una mujer a una calle, la alcaldesa
Berta Tapia y más recientemente en Octubre de 2010 el pleno del
Ayuntamiento aprobó la ampliación del callejero coruñés incluyendo a la
matemática y Doctora Honoris Causa por la UDC, María Wonenburger.

En este trabajo vamos a interesarnos por la vida e historia de estas


mujeres y de la mano de ellas iremos dando un paseo por los barrios de la
ciudad que premió sus esfuerzos y puso su nombre en algunas de sus calles
y plazas en reconocimiento a su labor.

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Empezamos paseando y encontramos en
una de las calles de la Ciudad Vieja a las Señoras
( Donas o Damas) en la calle de su nombre Rúa
de Damas. En 1208 el Rey de León y Galicia
Alfonso IX concedió a la ciudad un Foro
siguiendo el modelo de Benavente, procediendo
de este modo a su repoblación. Estableció la
fijación de sus límites en dos leguas, incorporando
el lugar del Burgo, comprado a la Orden Militar
de los Templarios. Le reiteró su privilegiada
consideración de ciudad de realengo bajo o
señorío asignándosela sus dos hijas Sancha y
Dulce a las que la tradición señala como lugar de residencia en la calle Rúa
de Damas.

De su mano por la Calle de los Ángeles y antes de llegar a la plaza


del Ayuntamiento encontramos a otra mujer (Calle)María
Barbeito.
María Barbeito y Cerviño nació en A Coruña el
2 de Marzo de 1880, estudió en la Escuela Normal
obteniendo el nº 1 de su promoción. Se le encomendó
la responsabilidad de la Escuela Da Guarda. Fundó
instituciones benéficas como “El niño descalzo”, “El
comedor y ropero Da Guarda”, etc. En 1912 puso en
marcha la “Fiesta de la Flor” para recaudar fondos
con destino a la tuberculosis. Niños y jóvenes
solicitaban una aportación a los transeúntes y a cambio les daban una flor.
Dos años después su campaña recibió el respaldo de la reina Victoria
Eugenia. Esta “Fiesta de la Flor” fue la que más tarde se convertiría en la
“Fiesta de la Banderita” de la Cruz Roja. Perteneció al Instituto de Estudios
Gallegos y a la Real Academia Gallega. Obtuvo varios premios literarios y
recibió diversas condecoraciones. En el año 1937 tuvo que someterse a la
Comisión Depuradora del Magisterio siendo destituida como Maestra

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Directora del Grupo Eusebio Da Guarda y apartada del servicio. Falleció en
A Coruña el 20 de Noviembre de 1970.

María Barbeito no lleva a la plaza del Ayuntamiento, la Plaza de


María Pita.
Mayor Fernández de Cámara Pita que era su verdadero nombre, no
se sabe con exactitud el año en que nació, se cree que sobre 1560, por la
edad que declaró en una de sus muchas comparecencias judiciales que hizo
a lo largo de su vida, y murió en 1643. Fue una mujer “de armas tomar” en
el sentido literal de la palabra. La heroína coruñesa llegó a estar presa en la
cárcel del corregidor de la ciudad, por la querella que contra ella presentó
un soldado por haberlo ofendido, además tuvo muchos pleitos con
familiares por cuestiones de impagos o disputas por propiedad de fincas. Se
casó 4 veces y tuvo cuatro hijos. Sus dos primeros maridos eran carniceros,
el tercero capitán de navío y el cuarto escudero de la Real Audiencia de
Galicia.

Durante el reinado de Felipe II A Coruña fue escenario de


acontecimientos memorables, uno
de ellos fue la defensa heroica de
la plaza ante las fuerzas inglesas
mandadas por el corsario Drake.

El 4 de Mayo de 1589 las


tropas inglesas, habiendo cercado
la ciudad de La Coruña, abrieron
una brecha en la muralla y
comenzaron el asalto de la ciudad vieja, dirigidas por un alférez que, con la
bandera en la mano, logró subir a la parte más alta de la muralla. María Pita
mató al alférez inglés. No se sabe realmente con que arma dio muerte al
alférez, hay quien dice que con la espada de su marido, Gregorio
Recamonde, muerto en ese mismo asalto. La tradición dice que este hecho
se llevó a cabo al grito de “Quien tenga honra, que me siga” y que esto
desmoralizó a la tropa inglesa y provocó su retirada. Una vez acabada la
batalla, ayudó a recoger los cadáveres y a cuidar a los heridos. Junto a

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María Pita, otras mujeres de A Coruña ayudaron a defender la ciudad, está
documentado el caso de Inés de Ben, que fue herida por dos balas inglesas
en la batalla. El Conde de Andrade, que acudió en socorro de la plaza, en
un memorial dirigido al Rey Felipe II, le dice, asombrado de la heroicidad
de las mujeres coruñesas en el sitio.

Al enviudar María Pita por última vez, el Rey Felipe II le concedió


una pensión que equivalía al sueldo de un alférez más cinco escudos
mensuales y le concedió un permiso de exportación de mulas de España a
Portugal.

Dejamos a María Pita y antes de abandonar la Ciudad Vieja, por la


Rúa de Santiago nos dirigimos a la Plaza Azcarraga y luego la Plaza de la
Constitución donde se encuentra la Capitanía General, por detrás, Calle
Príncipe y Calle Santo Domingo y Calle Tinajas para salir al Rectorado de
la Universidad tomaremos la Calle Isabel López Gandalla.

La Real Expedición Filantrópica de la


Vacuna (REFV) dirigida por Francisco Xavier
Balmis contó entre sus expedicionarios con una
mujer, Doña Isabel, la cuidadora de los niños
portadores de la vacuna, Rectora de la Casa de
Expósitos de A Coruña, un ejemplo pionero en
la historia de la enfermería pediátrica española.
La vida de esta gran desconocida ha quedado unida para siempre a la
primera campaña organizada de inmunización en la historia de la salud
pública. Al vacío de datos biográficos, comenzando por la confusión en
torno a su propio nombre, hay que añadir su papel de actriz secundaria en
la REFV, a cuyo periplo parece circunscrita su trayectoria vital.

Todas las fuentes coinciden en que la Rectora de la Casa de


Expósitos de A Coruña se llamaba Isabel y de forma mayoritaria convienen
que su segundo apellido era Gómez. Sobre su primer apellido, sin embargo,
se viene manteniendo desde hace 200 años una notable confusión, a la que
sin duda empezó a contribuir el propio Balmis. La llama Dña. Isabel
Sendala y Gómez. Resulta paradigmático que en una misma obra colectiva
del año 2004 correspondiente a las celebraciones del bicentenario de la
REFV, se la pueda encontrar con 3 nombres diferentes, prueba de la

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fidelidad a las propias fuentes o del rol subsidiario de la Rectora. Otro
ejemplo anecdótico es la propuesta que se hizo en 1971 por el
ayuntamiento de A Coruña para dedicarle una calle y que tuvo como
resultado final la adjudicación a Isabel López Gandalla. El comentario
reivindicativo de su figura realizado por el autor de un artículo en 1966,
llevó a esta situación, que él mismo intenta remediar tras una revisión y,
admitiendo sus fuentes, proponiendo en 1981 que se corrija la placa y rece
sólo: “Calle de Doña Isabel, Rectora de la casa de Expósitos, 30-XI-1803”.

Continuamos nuestro paseo volvemos a la


Plaza de María Pita y por Riego de Agua, calle
Real, Obelisco y salimos al Cantón Grande,
después Cantón Pequeño y de allí a la llamada
abreviadamente Plaza de Mina y que en realidad se
llama Plaza del General Espoz y Mina, nos
encontramos con la calle que lleva el nombre de su
esposa Calle Juana de Vega y como en vida los
dos esposos juntos así como compartieron alegrías
y tristezas comparten plaza y calle.
Excma. Sra. Dª. Juana de Vega

Condesa de Espoz y Mina

Nació en A Coruña el 7 de Marzo de 1.805 en el seno de una familia liberal


e ilustrada. Sus padres, D. Juan Antonio de la Vega, de Mondoñedo, y de
María Josefa Martínez, de Monforte de Lemos, pronto le ponen un profesor
que le instruye en letras y humanidades.

El 25 de diciembre de 1.821 se casa por poderes con el General Progresista


Francisco Javier Espoz y Mina en su casa paterna de la calle Real, aunque
el acta matrimonial está levantada en la Iglesia de San Nicolás.

Debido a sus éxitos militares en la lucha contra los franceses sería


premiado por la regencia con el nombramiento de General.
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El regreso de Fernando VII obligó a Mina a exiliarse debido a sus ideas
liberales, y no regresa hasta el año 1.820 en que se inicia el Trienio Liberal
y es nombrado Capitán General de Navarra, Galicia y Cataluña.

La llegada de "los cien mil hijos de San Luis" en apoyo de Fernando VII en
el año 1823, lleva a Espoz y Mina nuevamente al exilio. Dos años más
tarde Juana de Vega se reúne con su marido en Gran Bretaña donde
permanecen hasta que en 1.833 regresan a España.

El 24 de Diciembre de 1.836 fallece el General en Barcelona. Juana pide


permiso para llevarse el corazón de su esposo a su casa de la Calle Real.
Entre los honores póstumos que concede el gobierno a Espoz y Mina,
figura el de otorgar a su viuda el título de Condesa de Espoz y Mina.

En Abril de año 1.837 regresa Juana de Vega a la ciudad que la vio nacer y
se instala en su casa de la calle Real. Los salones de la Condesa de Espoz y
Mina se convertirían en el punto de reunión de la sociedad liberal coruñesa
y de personas notables que pasasen por la ciudad.

Aunque dos etapas importantes de la vida de doña Juana fueron el


matrimonio con Espoz y Mina y su posterior exilio en Gran Bretaña,
también hay que destacar los cargos que desempeñó como Aya de Su
Majestad la futura Reina Isabel II y de su hermana la Infanta Luisa
Fernanda, así como camarera mayor de Palacio, durante el periodo 1.841 -
1.843. Es durante esta época cuando escribe Historia Interior de Palacio.

Libre ya de sus obligaciones en Palacio, la Condesa de Espoz y Mina


regresa A Coruña, y sus salones se convierten otra vez en centro de
reuniones liberales. La Condesa de Espoz y Mina no sólo celebra tertulias a
las que concurren destacadas figuras de la intelectualidad coruñesa y
gallega, sino que apoya a jóvenes figuras, a niños del mundo musical, como
sucede que en el año 1.852 escucha al violinista Pablo Saraste y consigue
que toque en público en el Circo de Artesanos. Juana de Vega se convertirá
en su protectora y le sufraga todos los gastos durante sus estudios en
Madrid.

En 1.853 y 1.854 en A Coruña van a tener lugar importantes epidemias: el


hambre, la peste y el cólera.

El Alcalde Juan Flórez pedirá a doña Juana de Vega que la Asociación de


Señoras que ella preside, se haga cargo de la dirección y mantenimiento del
hospital provisional que fue preciso habilitar, así como acoger bajo su
tutela el nuevo hospicio.
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A mediados del mes de noviembre de 1.854, la Condesa de Espoz y Mina
recibe una carta del Presidente del Consejo de Ministros, el General
Espartero, donde se le ofrece el título de Duquesa de la Caridad con
Grandeza de España.

Los testimonios de gratitud se siguen produciendo y a finales de noviembre


de 1.854, el Alcalde de A Coruña, Montero Telinge, le envía una carta
testimoniándole su admiración y gratitud por la práctica de un "caridad
ardiente".

En enero de 1.856, la Reina le otorga la distinción de viceprotectora de los


establecimientos de Beneficencia de A Coruña.

A pesar de todas estas distinciones y del respeto del que goza Dª Juana de
Vega, ella siempre se mostrará humilde y alejada de las fiestas de sociedad,
no haciendo gala de sus títulos y dedicando su vida a la ayuda de los
necesitados.

En el año 1.868 Juana de Vega coincide con la ferrolana Concepción


Arenal, en protestar públicamente cuando el Gobierno prohíbe las
Conferencias de la Congregación de San Vicente de Paúl, o en las
peticiones de indulto para los condenados a muerte.

Uno de los temas en que la Condesa también coincidía plenamente con


Concepción Arenal, era en la necesaria difusión en Galicia de temas
agrícolas, base del desarrollo de la región. El gran pensamiento de Juana de
Vega era la creación de una escuela teórico - práctica de agricultura, en su
casa de San Pedro de Nós, semejante a la que tenía la Diputación de Álava.

Juana de Vega, fallece el día 22 de junio de 1.872 en su casa de la calle


Real. Es enterrada en el Cementerio de San Amaro, junto al corazón de su
difunto marido; la ciudad puso sus nombres a dos enclaves desde entonces
también inseparables: la Plaza de Mina y la calle de Juana de Vega.

(Texto de la biografía de la Fundación Juana de Vega en San Pedro de


Nós- Oleiros)

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Dejamos a Juana de Vega y
nos dirigimos a la Plaza de
Pontevedra, al final de esta calle y
allí nos encontramos de frente con el
Instituto Eusebio da Guarda, la calle
que sale a su izquierda y que lleva a
la Playa tiene el nombre de otra
ilustre mujer Modesta Goicouría;
nacida en La Habana (Cuba) , sus
padres importantes comerciantes la mandaron junto a su hermano Domingo
a la Península, donde contrajo matrimonio con el socio de su hermano Juan
Menéndez, vivieron junto a sus hijos en
el número 75 de la Calle Real, a la
muerte de su marido parece que contrajo
matrimonio de segundas nupcias con
Eusebio da Guarda, junto a su segundo
marido financiaron la construcción del
instituto público que lleva su nombre y
la iglesia de San Andrés donde están
enterrados detrás del Altar Mayor

En la misma plaza Pontevedra y junto enfrente de la calle Modesta


Goicouría nos encontramos con otra calle que lleva en nombre de otra
mujer ilustre por sus obras.

Teresa Herrera. Teresa Margarita Herrera y Posada nació en la


coruñesa calle Cordonería el 10 de noviembre de 1712. Fue una mujer que
tuvo una vida muy difícil, su madre quedó viuda y con diez hijos, siete de
los cuales morirían jóvenes. Siendo apenas una adolescente, Teresa se hizo
cargo de su familia, tarea que cumplía simultáneamente con la de ayudar a
indigentes y enfermos. Sus paisanos, inclinados con frecuencia a la
superstición, la apodaron enseguida “Teresa dos Demos”, que en gallego
significa Teresa de los demonios, porque pensaban que estaba embrujada.
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Esa creencia se basaba en
una práctica que la joven
Herrera había adoptado y
consistía en recorrer de
rodillas una distancia
considerable desde su
casa hasta la Iglesia de
San Nicolás, en A
Coruña, para rezar.

Teresa abandonó su
hogar a una edad muy
temprana y se entregó el resto de su vida a luchar para ayudar a los
desfavorecidos. En el año 1789, decidió donar sus bienes a la congregación
de la Virgen de los Dolores para que llevase a cabo su viejo objetivo de
fundar un hospital de caridad en la ciudad. Dos años más tarde, en 1791,
ella misma pondría la primera piedra de dicho hospital, llamado de Los
Dolores, pero la buena de Teresa ya no lo vería construido, pues las obras
terminaron tres años después. Teresa Herrera un entrañable ser humano,
que hizo de la filantropía un modo de vida, en una época en la que la lucha
por causas sociales era muy complicada. A pesar de sus orígenes humildes
y de haber vivido la tristeza en su propia familia, se armó de valor y dedicó
36 años de su vida a ayudar a ancianos, enfermos y gente incapacitada. El
Hospital de Dolores tiene hoy, el nombre de "Hospital Teresa Herrera" y es
el núcleo principal de la atención especializada en Pediatría y Ginecología.

Casi 300 años después de su


nacimiento, Teresa Herrera es toda
una institución en A Coruña, su
nombre lo siguen llevando eventos
de todo tipo, uno de ellos el trofeo de
futbol que lleva su nombre, aunque
lo más bonito sería mantener vivo su
espíritu enseñando lo que hizo y
recordando su figura a todo el
mundo. Sus restos descansan en la coruñesa iglesia de San Nicolás.

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Al finalizar la calle Teresa Herrera giramos a la derecha por la calle
Betanzos y salimos a otra calle la de la mujer que da nombre a nuestro
Taller, la calle Rosalía de
Castro, la poetisa gallega por
excelencia, la musa del
Rexurdimento, no en vano su
poema “Cantares Gallegos”
fue considerado por la crítica
de su época el punto de partida
del Renacimiento de la
Literatura Gallega. Nació en
Santiago de Compostela pero
vivió de 1870 hasta 1874 en A
Coruña junto con su marido Manuel Antonio Martínez Murguía y sus hijos,
en la coruñesa calle Príncipe, donde nació una de sus hijas Amara. Rosalía
de Castro (Santiago de Compostela, 24 de febrero de 1837 — Padrón, 15
de julio de 1885) fue una poetisa y novelista española que escribió tanto en
lengua gallega como en lengua española. Considerada en la actualidad
como un ente indispensable en el panorama literario del siglo XIX,
representa junto con Eduardo Pondal y Curros Enríquez una de las figuras
emblemáticas del Rexurdimento gallego, no sólo por su aportación literaria
en general y por el hecho de que sus Cantares Gallegos sean entendidos
como la primera gran obra de la literatura gallega contemporánea, sino por
el proceso de sacralización al que fue sometida y que acabó por convertirla
en encarnación y símbolo del pueblo gallego. Además, es considerada junto
con Gustavo Adolfo Bécquer, como la precursora de la poesía española
moderna. Es en la capital gallega donde Rosalía recibió la instrucción que
por aquel entonces era la más adecuada para una señorita (nociones básicas
de dibujo y música), asistiendo de forma habitual a las actividades
culturales promovidas por el Liceo de la Juventud junto con personalidades
destacadas de la mocedad intelectual compostelana como Manuel Murguía
(se duda si fue en este momento cuando conoce a Murguía o
posteriormente, en su traslado a Madrid). Un año después de llegar a
Madrid, Rosalía publicó un folleto de poesías escrito en lengua castellana
que recibió el título de La flor, siendo este acogido con simpatía por parte
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de Manuel Murguía, quien hizo
referencia a él en La Iberia.
Posiblemente fue en Madrid, y no
en el Liceo, donde Rosalía conoció
a Murguía, con quien contrajo
matrimonio el 10 de octubre de
1858 en la iglesia parroquial de San
Ildefonso. Al año siguiente de
casarse, Rosalía dio a luz en
Santiago de Compostela a su
primera hija, llamada Alejandra. A
esta siguieron Aura (1862), que
vino al mundo en el mismo año que
feneció la madre de Rosalía; los
gemelos Gala y Ovidio (1871);
Amara (1873); Adriano Honorato (1875), que falleció a los diecinueve
meses al precipitarse desde una mesa, y Valentina (1877), que nació
muerta. Todos los hijos de Rosalía de Castro nacieron en Galicia, ya fuese
en Lestrove, A Coruña o Santiago de Compostela. Los últimos años de la
vida de Rosalía transcurrieron en la comarca de Padrón, lugar en el que se
había consumido su infancia, así como buena parte de su juventud. Después
regresó al lugar de La Matanza, donde el cáncer de útero que padecía se fue
complicando progresivamente desde 1883, mermando cada vez más a la ya
de por sí débil salud de la escritora. Tras tres días de agonía falleció al
mediodía del miércoles 15 de julio de 1885, en su casa de La Matanza, a
consecuencia de una degeneración cancerosa del útero.

Desde esta calle hasta la Glorieta de Cuatro Caminos tenemos cuatro


figuras históricas del siglo XIX en las reivindicaciones del progreso social
y sobre todo en el de la condición de las mujeres. La propia Rosalía, Pardo
Bazán, Cigarreras y Concepción Arenal.

Seguimos la calle Rosalía de Castro hasta el final y llegamos a la


Plaza de Galicia seguimos derecho pasamos la Plaza de Vigo y entramos
en la calle Marcial Adalid, hacia la mitad nos encontramos con la

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Calle Emilia Pardo Bazán. Era Emilia hija de una familia gallega
noble y muy pudiente de España: el conde
José Pardo Bazán. Fue su madre quien la
estimuló a leer y escribir. A la edad de nueve
años ya empezaba a mostrar un gran interés
por la escritura. Fuera de la casa de la calle
de Tabernas poseían otras dos residencias,
una cerca de Sanxenjo, un pueblo de
pescadores, y la otra en las afueras de A
Coruña, el Pazo de Meirás. En la biblioteca
paterna encontró acceso a una gran variedad
de lecturas; declaró que sus libros preferidos
entonces fueron Don Quijote de la Mancha,
la Biblia y La Iliada. Se dio a conocer como
escritora con un Estudio crítico de las obras del padre Feijoo (1876), con
el que ganó un premio, compitiendo en este certamen con Concepción
Arenal. Escribe además poemas (Jaime, dedicado a su hijo), novelas
(Pascual López, Un viaje de Novios, La Tribuna, con la que empieza su
evolución hacia el Naturalismo, Los Pazos de Ulloa, llevada a la pantalla,
Cuentos de Marineda, etc. Escribe también libros de viajes (Por Francia y
Alemania, Por la España pintoresca, Por tierras de Portugal y España),
ensayo (Los poetas épicos cristianos, La cuestión palpitante, Nuevo Teatro
crítico, etc.), biografías(San Francisco de Asís). Funda y dirige en 1892 la
publicación La Biblioteca de la mujer. Asiste a congresos como el
Congreso Pedagógico, en donde denuncia la desigualdad educativa entre el
hombre y la mujer. Aún consciente del sexismo dentro de los círculos
intelectuales, propone a Concepción Arenal a la Real Academia de la
Lengua, pero es rechazada; tampoco aceptaría ésta a Gertrudis Gómez de
Avellaneda ni a ella (fue rechazada tres veces, en 1889, en 1892 y en
1912), por más que en 1906 llegó a ser la primera mujer en presidir la
Sección de literatura del Ateneo de Madrid y la primera en ocupar una
cátedra de literaturas neolatinas en la Universidad Central de Madrid,
aunque solo asistió un estudiante a clase.

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Emilia Pardo Bazán además de una
calle con su nombre, tiene un grupo
escultórico en uno de los rincones más
románticos de los Jardines de Méndez
Núñez (en la imagen).

Dejamos esta zona y nos dirigimos a la Plaza de Cuatro Caminos, antes de


llegar y al lado mismo de la Plaza de la Palloza y junto a la Fábrica de
Tabacos, dos mujeres ligadas a la anterior dan nombre a dos calles, la
primera y al lado de la fábrica, la Calle
Cigarreras. En Junio de 1989 se
rotulaba con este nombre a la calle
frontal de la antigua Fábrica de Tabacos
en homenaje a estas sufridas, aguerridas
y pioneras trabajadoras de la industria en
la ciudad y se descubrió una escultura
conmemorativa a estas trabajadoras
coruñesas.
Citadas en dos obras de la Condesa de
Pardo Bazán, La Tribuna : << La
Fábrica de Tabacos de Marineda fue
centro simpatizador (como ahora se
dice) para la federal. De la colectividad
fabril nació la confraternidad política; a
las cigarreras se les abrió el horizonte
republicano de varias maneras: por medio de la propaganda oral, a la
sazón tan activa>>, en esta novela Dñª. Emilia da vida a Amparo, una
joven cigarrera independiente, fuerte, que tomó parte activa en la
revolución antimonárquica de 1868; para dar mayor realismo a su trabajo
conversó con algunas de las cigarreras que trabajaban en la fábrica de la
Palloza. En Cuentos de Marineda en uno de sus capítulos, El Señor
Doctoral escribe << Marineros, artesanos y cigarreras al verle pasar
arrastrando los pies ….En la Fábrica de tabacos (donde no hay noticia que
se ignore ni suceso que no se comente referían mil anécdotas de la vida
privada del doctoral…>> . De los 500 trabajadores iniciales a menos 400
eran mujeres. Las cigarreras siempre fueron mujeres reivindicativas que
defendían sus derechos de forma contundente.
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Seguimos esta calle hasta el final y tenemos la
Calle Concepción Arenal. Aunque nacida
en Ferrol, vivió en A Coruña en la Calle
Herrerías. Su padre, Secretario político del
Gobierno Superior de Galicia bajo el reinado de
Fernando VII, fue perseguido y muere muy
joven. Su madre y sus hermanas se trasladan a
Santander. En 1834 muere una de sus hermanas
y se instalan en Madrid donde su madre quiere
enviarla a un colegio distinguido para aprender
buenos modales. Asiste a la Universidad bajo un
disfraz de hombre, dada la discriminación de la época hacia la mujer.
En 1848 se casa con Fernando García Carrasco, a quien conoció en la
Universidad y fueron perseguidos por el Gobierno por defender sus ideales
políticos. En 1854 muere su primera hija y en 1875 su esposo. En 1868 es
nombrada inspectora de Casas de Corrección de Mujeres.
Concepción Arenal fue una mujer de ideas renovadoras que mantuvo una
independencia política, social y en cierto modo religiosa. Para ella la única
base estable de una sociedad es la justicia, nunca la intimidación. Su
producción literaria comienza en el año 1851 con la publicación de Fábulas
y romances. En 1854 colabora junto con su marido en el periódico liberal
Iberia. En 1858 escribe ¡Dios y la libertad!, un libro inédito que refleja su
profundo dolor y trauma de la niñez por la
muerte de su padre. A partir de aquí serán
muchos los trabajos de Concepción Arenal,
siempre reflejando el ansia de justicia, derecho a
la educación, abolición de la discriminación, etc.

Además del homenaje que supone la calle que


lleva su nombre, en los Jardines de Méndez
Núñez tiene un monumento cuya primera piedra
de colocó en 1914.

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Seguimos esta calle hasta el final y
llegamos a la Glorieta de Cuatro
Caminos y tomamos la calle General
Sanjurjo, bajamos por esta calle y
llegamos a la zona llamada A Gaiteira y
tenemos la Calle Gaiteira que da
nombre a este barrio. El nombre de esta
calle está directamente enraizado con la
configuración que poseía el barrio
coruñés, con las costumbres populares de
la tierra y guarda relación con una tradición según la cual en el puente que
cruzaba el rio Monelos, había una guardesa que entretenía la vigilancia
tocando la gaita. Este puente constituyó durante mucho tiempo el límite del
término municipal coruñés, ya que a partir del río comenzaba el
Ayuntamiento de Oza. Hasta el año 1912 todas las parroquias situadas al
otro lado del puente no pasaron a integrarse en A Coruña. Sin embargo en
el relato de la invasión de las tropas inglesas en 1589 se habla de que el
capitán Troncoso defendió el Puente del Gaiteiro. La zona tuvo una
estrecha vinculación con el ferrocarril desde la llegada de este medio de
locomoción, ya que la Estación del Norte se ubicaba en sus proximidades y
las vías atravesaban lo que hoy es la calle Ramón y Cajal. La
transformación de la calle en una vía de
carácter peatonal supuso un vuelco total en su
aspecto, ya que su estrechez y el tráfico
impedían disfrutar de su recorrido. Hoy en día
A Gaiteira es una calle dedicada al paseo que
se beneficia de la proximidad de los centros
de ocio y comercio situado en A Cubela.

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Retornamos a la Calle General Sanjurjo
y por ella bajamos hasta la glotieta de
Os Castros y Avda. Puente Pasaje, la
segunda calle hacia el Puente del Pasaje
es la Calle Ángela B. de Soto.
Ángela Blanco Pérez, conocida
popularmente como Angelita, fundó la
institución benéfica conocida como El
Ángel de la Guarda, nació en Ferrol y
llegó a A Coruña en 1918 para trabajar como empleada doméstica en la
Granja Agrícola en la que trabajaba como ingeniero técnico el Sr. Soto,
quien al enviudar contrajo matrimonio con Ángela. Inicia su labor entre los
niños cuando se hace cargo de una pequeña escuela que regentaban dos
hermanas, convirtiéndolo en poco tiempo en la conocida institución
benéfica. Tenía no solo a recibir enseñanza, sino también a la procura del
cotidiano sustento. Ángela fue incrementando su labor asistencial y de
educación especialmente en los años posteriores a la finalización de la
Guerra Civil.

El año 1962 inauguraba un nuevo


edificio escolar en la Calle Monte
das Moas, sufragado con sus
propios recursos y con el apoyo de
la Caja de Ahorros y Monte de
Piedad de La Coruña, en el que
llegaría a atender a casi 500
alumnos. Culminada su obra social,
el 10 de Diciembre de 1975, a los
87 años de edad, dejaba este mundo Ángela Blanco Pérez, gracias a la cual
cientos de niños de humildes familias pudieron labrarse un porvenir. Para
los habitantes de Os Castros, esta mujer fue durante muchos años un
auténtico “Ángel de la Guarda”.

21
Retornamos por General
Sanjurjo y A Gaiteira hacia la
Ronda de Outeiro y de allí a la
Avda. Monelos y junto al nuevo
Parque de Oza y A Cubela
tenemos la Calle Marina
Nieto Álvarez. El matrimonio
formado por José López Ulloa y
Marina Álvarez Nieto fundaron
en 1937 un centro escolar en el
lugar del barrio de Monelos
conocido como Camino de A
Cubela. Al poco tiempo, el
“Colegio Castilla” se hizo popular en la ciudad por el elevado nivel de los
estudios, en el se impartía formación desde párvulos a Profesorado
Mercantil. La escuela llevó a cabo iniciativas poco habituales para aquellos
años, como actividades culturales y sociales, excursiones, sesiones de cine
y representaciones teatrales. Marina Álvarez Nieto se encargó de la
dirección del colegio y exigió siempre el máximo respeto a las normas de
urbanidad por lo que los alumnos del centro se distinguieron por la
educación que recibían. Marina continuó su labor educativa hasta 1980. Sus
vecinos y ex-alumnos pidieron al Ayuntamiento rotulara una calle a esta
profesora que impartió sus clases en este colegio donde “más que enseñar
quebrados enseñó como
desenvolverse en la vida”. Francisco
Ameijeiras Castro, ex–Delegado del
Gobierno, uno de sus antiguos
alumnos de la recordada profesora
fue el encargado de abrir el turno de
discursos durante el homenaje,
hablando de sus vivencias infantiles
en el barrio de La Cubela. Este es un
ejemplo de homenaje en el callejero,
a petición popular, sin que la propuesta saliese de acuerdos previos de la
Corporación Municipal.

Volvemos a la Avda. Monelos y de allí a la Avda. Salvador de


Madariaga, continuamos por esta hasta el final y llegamos al barrio de
Matogrande, una zona nueva y moderna, en esta nueva barriada y junto a la
Carretera de Circunvalación que lleva al Puerto nos encontramos la Calle
22
María Puga Cerdido. El 20 de
Marzo de 1999 A Coruña la
dedicaba esta calle en
reconocimiento a su labor docente en
la ciudad durante medio siglo, en la
academia del Barrio de Santa Lucía.
Como anécdota: en su domicilio y en
la buhardilla mantuvo, durante la
Guerra Civil, escondido a su familiar
Benito Ferreiro, fundador de las
Irmandades da Fala y gerente de la revista Nos.

Dejamos esta zona, cruzamos la Avda.


Alfonso Molina y caminamos hasta la 2ª Fase
de Elviña y en la segunda paralela a esta Avda.
tenemos la Calle María Casares. María
Casares Pérez nació en la coruñesa calle de
Panaderas, donde hoy está situada la Casa
Museo Casares Quiroga, su padre Santiago
Casares fue ministro y Presidente del Gobierno
durante la Segunda República. En 1939 poco
antes de finalizar la Guerra Civil se exilió con
su familia a Francia, donde llegó a convertirse
en una afamada actriz de teatro y cine. Estudió
interpretación en el Conservatorio de París, en el que había conseguido
entrar en 1941 a pesar de sus dificultades con el idioma. En 1944 conoció a
Albert Camus, con quien mantuvo una relación sentimental hasta la muerte
de éste en 1960. En 1949, entra en la Comédie Française y cinco años más
tarde en el Teatro Nacional Popular (TNP), compañía pública con una
fuerte preocupación social. En 1976 regresó a España por primera y única
vez sólo para representar en Madrid la obra El Adefesio, de Rafael Alberti,
pero no volvió nunca a Galicia. Pese a todo el Ayuntamiento de A Coruña
la nombró Hija Predilecta en 1985 y en 1988 el Rey Juan Carlos le
concedió la Medalla de las Bellas Artes. La actriz falleció en Noviembre de
1996. María Casares había aceptado aquel año que los premios de Teatro
de Galicia llevaran su nombre, pero la circunstancia de su óbito le impidió
asistir a su primera edición.

23
Pasamos la 2ª Fase de Elviña para
salir a la Avda. Salgado Torres, después
Avda. Joaquín Planells , Plaza de San
Cristóbal y otra vez la Ronda de Outeiro
y entramos en el barrio de Los Mallos,
en esta zona y saliendo de la Plaza del
Padre Rubinos está la Calle Sofía
Casanova. Sofía Pérez de Eguía
Casanova nació según algunos autores
en Almeiras (Culleredo) y otros sitúan
su nacimiento en A Coruña en la entonces calle Espoz y Mina (luego San
Andrés), también en el año hay diferencias, unos citan 30 de Septiembre de
1861 y otros en 1862, debido quizás a ser hija natural y sus padres Pérez
Eguía, de origen orensano y de Rosa Casanova Estómper celebraron su
matrimonio en 1863, donde quedó legitimado un nacimiento. La
justificación de que Sofía utilizase como primer apellido el de su madre
obedece a que el padre abandonó la familia y ella pasó a residir con los
abuelos maternos en Almeiras. Muy joven, unos dicen que con doce y otros
con trece años se trasladó con su familia a Madrid donde se educa y tiene la
ocasión de introducirse en los ambientes literarios de la capital, como las
tertulias que se celebraban en la casa de Ramón de Campoamor. En 1887
contrajo matrimonio con el filósofo polaco Vicenty Lutoslawski,
perteneciente a la nobleza polaca, con quien se estableció en Varsovia, pero
la pareja y su familia viajarán cada año a Galicia durante el período de
verano, lo que le permitió a Sofía mantener una relación directa con su
tierra. Sus desplazamientos continuos, como consecuencia de la carrera
diplomática de su marido, los combinó con su trabajo de periodista y con
su estudio de los idiomas de los países donde residió, lo que le permitió
dominar ocho lenguas diferentes. En el momento de la fundación de la Real
Academia Galega en el año 1906, Sofía Casanova ya tenía trabajo y
reconocimiento a nivel mundial, lo que motivó que fuera nombrada
miembro correspondiente de este organismo y que en el año 1952 se le
concediese por unanimidad el título de académica de honor.

Sofía Casanova publicó novelas, cuentos, una comedia, y más de 1200


artículos en periódicos y revistas en Galicia, España, y Polonia. Su
producción literaria, de narrativa, poesía y teatro fue muy prolífica.
Incluyen cuatro colecciones de poesía, cinco novelas, ocho novelas cortas,
relatos cortos, una obra de teatro, un libro infantil y ocho volúmenes de
comentarios sociales, culturales y políticos, además de más de mil artículos
24
en publicaciones gallegas, españolas, hispanoamericanas y polacas.
Impartió numerosas conferencias sobre la situación de la mujer y relaciones
internacionales, tanto en España como en Polonia, tradujo obras clásicas
desde el polaco y el ruso para el castellano. Como periodista y cronista
destacan los artículos publicados en ABC entre 1915 y 1936 y los títulos
"La mujer española en el extranjero" (Madrid, 1910), "De la Revolución
Rusa" (Madrid, 1918), "Impresiones de una mujer en el frente oriental de
la guerra europea" (Madrid, 1919), "La revolución bolchevique”, “Diario
de un testigo" (Madrid, 1920) y "El martirio de Polonia" (Madrid, 1946). En
uno de sus viajes a España, efectuado en 1919, el Rey Alfonso XIII le
concedió la Gran Cruz de Beneficiencia por sus servicios prestados como
enfermera al poco tiempo de empezar la I Guerra Mundial en un hospital de
Varsovia, con tal motivo el Circo de Artesanos, en A Coruña le preparó un
caluroso homenaje, siendo recibida con honores. En 1938 visitaría por
última vez su ciudad natal, enferma y casi ya ciega. El comienzo de la II
Guerra Mundial le sorprendió en Polonia, donde se la dio por muerta.
Murió en Poznan, Polonia, el 16 de Enero de 1958.

Su nieto Karul Meissner, O.S.B (Orden de San Benito) publica un blog en


el que narra las vicisitudes de su abuela

http://www.galeon.com/razonespanola/re84-mei.htm

En el mismo barrio de los Mallos y saliendo


hacia la Ronda de Nelle y casi paralela esta nos
encontramos con la Calle Dolores
Rodríguez Sopeña. Aunque nacida en
Almería, se puso su nombre a esta calle por su
importante labor social, cultural y de formación
profesional a través de su asociación Instituto
de la Damas de la Caridad y de la Obra Social
y Cultural Sopeña (OSCUS), Desde Madrid
extendió su actividad a otras ciudades entre ellas
en A Coruña. Trabajando en la ciudad hoy a
favor de los inmigrantes, en los barrios de
Labañou y Santa Margarita. Fue beatificada el
día 23 de Marzo de 2003.

25
Dolores Rodríguez Sopeña nos deja en la
Ronda de Nelle y de allí a la calle Gregorio
Fernández y por la calle Páramo, detrás del
Instituto de Salud, encontramos la Calle
Julia Minguillón. Aunque no nació en A
Coruña sino en Lugo, la Academia de
Bellas Artes Nuestra Señora del Rosario
tomó la iniciativa de pedir una calle para
esta pintora.

Julia Minguillón Iglesias nace en Lugo en


1906. Fue la mayor de cuatro hermanos, dos de ellos fallecidos
prematuramente. Ella misma no llegó a cumplir los 60 años. Transcurrió su
infancia en Vilanova de Lourenzá (Lugo), donde su padre era farmacéutico

En 1939 contrae matrimonio con el periodista y escritor Francisco Leal


Insula, buen poeta y entusiasta de la pintura como demostró en sus etapas
de director de Faro de Vigo y de la revista Mundo Hispánico. Más de una
vez Julia retratará a su marido, que figura en la composición «Mi familia»,
muy amada por la artista y que hoy está en el Museo de Lugo, como su
obra más querida y de mayor galardón, «La Escuela de Doloriñas». Ese
cuadro o escena familiar no es, sin embargo, su pintura más representativa.
«La Escuela», sencilla, tierna, magníficamente compuesta, con estructura
en diagonales, que equilibra el conjunto de figuras, consigue la primera
medalla en la Nacional de Bellas Artes de 1941. El cuadro salta las
fronteras de aquella Europa en guerra y se expone en Berlín y en la Bienal
de Venecia, en 1942.

Su primera exposición personal se inaugura en Madrid en 1945. Prosigue


su intensa actividad, y en 1948 gana el premio del Círculo de Bellas Artes y
es objeto de un homenaje al que asisten gallegos ilustres, como Castro Gil,
Julio Prieto Nespereira, Vicente Risco y García Martí. Es elegida
correspondiente de la Real Academia Gallega. Un año más tarde es jurado
de la Nacional de Bellas Artes. Julia desea alcanzar la Medalla de honor de
la Nacional de Bellas Artes, pero se frustran sus aspiraciones.
Intermitentemente, y mientras sus fuerzas se lo permiten, continúa pintado
hasta su fallecimiento, el 20 de agosto de 1965.

26
Dejamos a la pintora lucense y ya en el
barrio del Peruleiro, por la calle Almirante
Mourelle pasamos a la calle Deschamps y nos
encontramos con una dama coruñesa, escritora y
de especial hermosura, en la Calle que lleva su
nombre Fanny Garrido. Nació en A Coruña
en 1846, falleciendo a los 71 años de edad.
Francisca González Garrido García, su
verdadero nombre fue una escritora conocida por
su cultura, se casó con el compositor Marcial de
Adalid y vivió en su pazo de Lóngora en Lians,
municipio de Oleiros, población de la que tomo
el nombre para su pseudónimo, Eulalia de Lians.
Según cuenta el cronista de la ciudad Juan Naya ,
en una visita de la reina Isabel II a La Coruña en septiembre de 1858, para
inaugurar la obras del ferrocarril, vio a su paso por la calle Real a Fanny e
hizo detener su carruaje para hablar con ella, atraída por su belleza, y le
prometió que sería su madrina en la boda, lo que posteriormente cumpliría
cuando se casó con el músico Marcial de Adalid, según algunas versiones,
en otras se que la madrina fue ella en la boda de la reina. Tras la muerte de
su marido contrajo matrimonio con el eminente químico lucense José
Rodríguez Mourelo.

Fanny colaboró con varias publicaciones como Galicia o El Correo de


Madrid. Publicó su primera novela, Escaramuzas, de corte autobiográfico,
en 1885, su segunda novela, La madre de Paco Pardo, vio la luz cuatro
años más tarde. Una de sus novelas, Batallas, permanece inédita, y en la
revista Galicia comenzó una novela por entregas pero no se terminó de
publicar.

Destacó por sus traducciones del alemán, de autores como Heine y


especialmente de Goethe. Fue correspondiente de la Real Academia
Galega, probablemente en 1906.

La hermosa Fanny nos acompaña hasta la Avda. Peruleiro y de allí


tomamos la Ronda de Outeiro hasta el final y aquí enfrente del Milenium,
aunque un poco escondida, pues está en el centro de un edificio
semicircular nos encontramos en la Plaza con Berta Tapia, única mujer
que alcanzó la máxima responsabilidad municipal en la historia del
Ayuntamiento de A Coruña. Berta Tapia Dafonte nació en la ciudad
27
herculina el 1 de Febrero de 1927, en el
número 18 de la Plaza de María Pita. Realizó
estudios de Comercio y accedió como
funcionaria a la administración Provincial.
Posteriormente se incorporó a la
administración local. Cuando el 2 de Marzo de
1974, Jaime Hervada fue designado alcalde de
A Coruña, Berta accedió a la Corporación
Municipal, siendo elegida por el llamado tercio
familiar. Fue Delegada de Acción Social y Vocal de las Comisiones de
Beneficiencia, Abastos, Personal y Cultura. Con posterioridad, Teniente
Alcalde de Gobernación, por lo cual formaba parte de la Comisión
Permanente. Perteneció también a la corporación presidida por José
Manuel Liaño Flores. Al presentar la dimisión Liaño Flores en diciembre
de 1978, Berta se hizo cargo accidentalmente de la alcaldía y ese mismo
mes salió la nueva ley electoral, convocando elecciones municipales para
Abril de 1979. Al aceptar la alcaldía de modo accidental, no se propuso en
llevar a cabo grandes realizaciones, pues no había medios económicos,
motivo por el cual se limitó a desempeñar un papel de transición al régimen
municipal democrático y en los cuatro meses que fue alcaldesa se ocupó
fundamentalmente del tráfico y de la limpieza de la ciudad. Entre otras
cosas que llevó a cabo cabría mencionar la actualización del inventario de
bienes artísticos del Ayuntamiento, la resolución del conflicto de taxi,
aprobación del Primer Plan de Guarderías Infantiles. Poco antes de
abandonar la alcaldía tuvo lugar la inauguración, en Marzo de 1979, de la
nueva sede de la Real Academia Gallega, con la asistencia del rey Juan
Carlos I.

En una entrevista para el diario La Opinión de A Coruña, en Marzo de


2009, comentó a la periodista:

-Treinta años, toda una vida, y parece que fue ayer. Lo de ser la primera
mujer no lo noté. Todos se volcaron en facilitarme la tarea. Como era
funcionaria y había estado en servicios próximos a la corporación me era
un mundo conocido.

¿De qué está más orgullosa?

-En cuatro meses... Una de las cosas más importantes fue haber acabado
con el antiguo mercado de Santa Lucía, que estaba a punto de
derrumbarse y las vendedoras se negaban a irse. No fue fácil, tuve que
imponerme. Otra cosa de la que estoy satisfecha es de haber hecho, con la

28
ayuda de Juan Naya, el inventario del patrimonio artístico municipal, que
estaba desperdigado y sin catalogar. También puse mucho interés en la
limpieza y en el cuidado de los jardines, y en que la gente bajase la basura
a partir de las diez de la noche y no a las ocho.

Dejamos a la Alcaldesa en su íntima plaza y salimos al paseo


marítimo a la altura del
Milenium y entre la
Avda. de Labañou y la
Avda. San Roque de
Afuera, al lado del
Colegio Calvo Sotelo se
encuentra la Calle Sor
Joaquina. Joaquina
Zapico García-Ciaño
nació en Mieres en 1897.
Comenzó su labor
religiosa como hermana del
Instituto de la Caridad en el Hospital de Lugo y, desde el año 1922 en la
Casa-Refugio del Patronato de la Caridad de A Coruña, donde
permanecería hasta su muerte en Diciembre de 1986.

En 1945 asumió la condición de Madre Superiora en la comunidad de la


casa-refugio.

Ella y el Padre Antonio Rubinos, jesuita, fueron elementales en el


desarrollo de la institución.

Abandonamos a Sor Joaquina y salimos otra


vez a la Avda. San Roque de Afuera y en el cruce
de la calle marqués de Calvacanti tomamos esta y
salimos a la Plaza de la Marina Mercante, estamos
en pleno CUR (Campus Universitario de Riazor),
de esta plaza y por la calle Almirante Lángara en
la 2ª calle a mano izquierda encontramos la Calle
María Luisa Durán Marquina. Como en el
caso de Juana de Vega y Espoz y Mina, el
matrimonio formado por María Luisa y el poeta
Julio Rodríguez Yordi, están no juntos como en
los anteriores, si no que forman dos calles
29
paralelas.

La escritora y periodista María Luisa Durán nació en A Coruña a finales


del siglo XIX. Dotada de inteligencia y una gran sensibilidad, manifestó
desde joven una inclinación hacia las actividades culturales y artísticas.
Fundó y dirigió varios grupos teatrales de aficionados de la ciudad, de los
que salieron algunos actores profesionales. Durante 20 años, y hasta poco
antes de su fallecimiento, en Diciembre de 1966 fue profesora de
Declamación en el Conservatorio coruñés y Secretaria del mismo. Con
fuerte vocación periodística ingresó el año 1931 en el periódico El Ideal
Gallego, teniendo a su cargo la sección de sociedad y también la crítica
musical, de cine y teatro.

Dejamos al matrimonio
Marquina y Yordi y por la calle de ella
salimos a Almirante Lángara, Manuel
Murguía y a Riazor. Continuamos
nuestra andadura por el Paseo
Marítimo de Riazor y donde empieza
la Avda. de Buenos Aires y acaba la
Calle Rubine está la Fuente de las
Catalinas. Este grupo escultórico es
reflejo de las palabras del escritor
coruñés al principio mencionado Cesar Antonio Molina, cuando hablaba de
la intrahistoria, pues es el recuerdo que los coruñeses tienen de las mujeres
que desde ciudades o pueblos del interior, llegaban a La Coruña para tomar
baños de mar. Su nombre procede de su alojamiento, que eran las múltiples
pensiones que existían en la Plaza de Santa Catalina. Como se ve en las
esculturas una de ellas parece una aldeana y la otra una señorita de ciudad.
Estas últimas tenían justo enfrente de donde se encuentran sus figuras unas
casetas de baño, mientras que las menos pudientes bajaban al Orzán
agarradas de cuerdas, pues no sabían nadar. Las esculturas son como
algunas más de la ciudad del escultor José Castiñeiras.

Seguimos nuestro paseo junto al mar y a la altura de la Glorieta de


María Auxiliadora cruzamos para ir por la calle del Hospital, por el lado de
la iglesia de los Salesianos y pasamos las calles de Don Bosco y la Calle
Zalaeta, la siguiente es la Calle María Victoria Fernández-España.
Conocida como Totora por sus allegados, fue una periodista, política y
escritora española que bajo el seudónimo de Victoria Armesto firmaba sus
30
obras y artículos. Nació en A Coruña en Junio
de 1925, siendo nieta de Juan Fernández
Latorre, fundador del diario La Voz de Galicia,
estudio en las universidades de Madrid, Bonn y
Nueva York. Como periodista ejerció la
corresponsalía en distintos países. Entre ellos
EE. UU., enviando sus crónicas a La Voz de
Galicia, también al diario Pueblo y a la revista
Semana. En 1950 contrajo matrimonio con el
también periodista Felipe Fernández Armesto,
conocido con el sobrenombre de Augusto Assía,
que era corresponsal del diario La Vanguardia.
Autora de libros en castellano, Galicia feudal (1969) y Los hijos cautivos
de Breogán. El rastro de Castelao en América (1986). Los caminos sin
camino, Historias de Nueva York y Los liberales coruñeses.

Como política fue diputada por la provincia de A Coruña desde 1977


hasta 1986, militando en el partido de Alianza Popular, pero precisamente
ese año de 1986 se pasó al Grupo Mixto por su discrepancia con la cúpula
del partido, con motivo del referéndum sobre el ingreso de España en la
OTAN. Fue asimismo vicepresidenta tercera del Congreso.

En 1970 recibió el premio Padrón de Ouro, siendo la primera mujer


que obtenía este galardón. En 1977 fue galardonada con la Medalla
Castelao, que distingue la obra artística literaria o intelectual de ciudadanos
gallegos.

Falleció en 1999 en Madrid, a los 73 años de edad.

Desde esta calle salimos otra vez a la calle Zalaeta y cruzando la


calle Curros Enríquez damos con
la de Ramón del Cueto, la
primera calle a mano izquierda es
la Calle Adelaida Muro.
Estamos en una zona típicamente
coruñesa, el barrio de Monte
Alto. Esta distinguida dama había
nacido en nuestra ciudad, en
fecha no conocida. Estuvo casada
con José Arévalo, también
coruñés y hombre muy acaudalado. El nombre de Adelaida Muro ha
quedado perpetuamente vinculado al asilo de ancianos que existía en esa

31
zona de Monte Alto. El edificio comenzó a levantarse en 1888, conforme a
los planos del arquitecto Juan de Ciórraga, el cual renunció a sus
honorarios en beneficio de la institución. En 1897, el edificio ya pudo ser
habitado por las Hermanitas de los Ancianos Desamparados.

Cuando Adelaida falleció, ya siendo viuda de Arévalo, en su testamento


legó a La Coruña parte de su fortuna. Dicho legado debería invertirse en la
creación de un asilo de ancianos, como ya estaba en fase de construcción,
los testamentarios decidieron que su legado pasase a la benemérita
institución. Los restos
mortales de Adelaida, de su
esposo José y de la hermanan
de este Elvira Arévalo
reposaron en la cripta tras el
altar mayor de la capilla del
Asilo. El edificio comenzó a funcionar en 1903, y así permaneció hasta su
derribo en el año 2001, envuelto en una fuerte polémica vecinal, al
desaparecer este inmueble catalogado como histórico en A Coruña. En la
actualidad la Residencia de las Hermanitas de los Desamparados,
reconvertida en Residencia de la Tercera Edad se halla en Eirìs.

No hemos podido pasear con algunas insignes mujeres,


pues a pesar de que la Corporación Municipal las honró con el
nombre de una calle, todavía está pendiente de designar:
Margarita Ponte-López, nacida en la Avda. Finisterre ,
fundadora de la Asociación de Viudas de La Coruña y de las
Aulas de la Tercera Edad, Las actividades en favor de la ciudad
la situarían a la cabeza de la Asociación Amigos de La Coruña.

Otra de las damas, María Wonemburger Planells, matemática de


renombre mundial. El Pleno del
Ayuntamiento coruñés el día 2 de
Noviembre de 2010 acordó dar el
nombre de una calle a la insigne
matemática.

María Josefa Wonenburger Planells


nació en Montrove (Oleiros, A
Coruña) el 19 de Julio de 1927. Su
32
infancia y adolescencia transcurren en torno a la ciudad herculina, donde
realizará sus primeros estudios. A la edad de 10 años, inició sus estudios de
secundaria en el conocido Instituto coruñés Eusebio da Guarda. Desde esta
temprana edad, María Wonenburger empezó a destacar por sus buenos
resultados académicos, así como por sus aficiones por el deporte y los
idiomas. En 1945 se traslada a Madrid para cursar los estudios
universitarios, alojándose en la Residencia de Señoritas sita en la calle
Fortuny. En 1950, y tras una brillante carrera, obtiene el título de
Licenciada en Matemáticas por la Universidad Central de Madrid. María
Wonenburger pertenece a la primera promoción de Licenciados en
Matemáticas con una carrera de cinco años. María Wonenburger forma
parte de la primera generación de becarios Fullbright, dichas becas estaban
convocadas por el Instituto de Educación Internacional de los EE.UU. de
América. En la primavera de 1953 le fue concedida una de estas becas para
estudiar en la Universidad de Yale, siendo así la primera española que
obtuvo dicha ayuda para realizar estudios de doctorado en Matemáticas. En
1957 se doctoró en la Universidad de Yale con una tesis titulada ”On the
group of similitudes and its projective group”. Su trabajo estuvo tutelado
por Nathan Jacobson, uno de los algebristas más destacados del siglo XX.

La excelentísima señora Doña María Josefa Wonernburger Planells, a


quien se le reconoce, además de su ejemplo personal, su admirable
trayectoria docente e investigadora en el ámbito del álgebra, por
desenvolverla en tiempos y
circunstancias difíciles en cuanto
mujer y científica, se hizo
acreedora de la más alta distinción
académica de la Universidad de A
Coruña que, en la reunión de la
Mesa del Claustro Universitario
del día 30 de Junio de 2010,
acordó concederle el Grado de
Doctora Honoris Causa

En la Solemne Apertura del Curso 2010/2011 fue investida como Doctora


Honoris Causa, siendo su padrino D. José Luis Freire Nistal, en presencia
de las autoridades académicas.

33
Además de las mujeres con las que hemos paseado existen otras
calles dedicadas a damas con significativa vida: Políticas, como Federica
Montseny, Ministra de Sanidad y Asistencia Social durante la II República
española, siendo la primera mujer en ocupar un cargo ministerial en la
Europa Occidental. Dolores Ibárruri. Histórica dirigente del Partido
Comunista de España. A su lucha política unió la lucha por los derechos de
las mujeres para demostrar “que las mujeres, fuesen de la condición que
fuesen, eran seres libres para elegir su destino”. Dos calles situadas en
Eirís. Santas: Santa Teresa, situada en As Lagoas. La ya mencionada
anteriormente Santa Catalina, en la llamada Pescadería; Santa Bárbara,
una plaza recoleta en la Ciudad Vieja. Damas históricas: Inés de Castro,
situada esta calle en una de la bocacalles de Pla y Cancela y llega hasta la
calle Médico Durán. Amante del infante Pedro de Portugal (posteriormente
rey Pedro I de Portugal). Repudiada por los nobles portugueses, su unión
con Pedro y sus hijos fueron considerados ilegítimos y ello le atrajo el
repudio del rey Alfonso IV el Bravo y los nobles, que culminó en su
asesinato. De manera póstuma fue declarada esposa de Pedro y por lo tanto
reina de Portugal después de muerta. Mariana Pineda, calle que va de la
Calle San Luis a la Avda. Sardiñeira. Fue una heroína española que luchó
por la causa liberal en el siglo XIX. En 2006, el Gobierno de la Unión
Europea rindió homenaje y le otorgó su nombre a la entrada principal del
Parlamento Europeo, como símbolo de la aportación española a la lucha
por los derechos y libertades en Europa. También en el Congreso de los
Diputados, en Madrid, figura su nombre junto a los de otros españoles
héroes de la libertad.

A otras damas el Consistorio no les honró


con el callejero, pero si con una escultura, como
a las Misteireas (cerilleras), que fueron junto a
las cigarreras, uno de los colectivos coruñeses de
mayor y más permanente presencia en la vida
laboral de la ciudad. Los fósforos de uso
doméstico comenzaron a fabricarse en A Coruña
alrededor de 1835, instalándose durante el siglo
XIX, varias fábricas en la ciudad, en A Gaiteira,
en la zona del Orzán y la de la zona de
Castiñeiras, la Vasco-Galaica de Enrique
34
Zaragüeta, esta fábrica proporcionaba ocupación a muchas personas
especialmente mujeres. Con pequeñas reformas en sus instalaciones la
fábrica continuó activa hasta 1960, los edificios estaban detrás de la iglesia
de San Pedro de Mezonzo. La ciudad rindió homenaje a estas trabajadoras
levantando en su memoria, en la Plaza Monforte, lugar próximo a donde
estuvo la fábrica de Zaragüeta, un monumento que representa a una
misteira. La obra de bronce, es del escultor José Castiñeiras.

Trabajo realizado por el Grupo 4 del Obradoiro “Rosalía de Castro”


UDC Senior compuesto por:

Isabel Rubio de la Torre

Luis Ibarra

Agustín Cabezudo

35
Agradecimientos:

Director del Colegio Público Anxo Da Guarda D. Juan José Félez por la
información y la cesión de fotografías de Ángela B. de Soto.

Administrador y Coordinador de Proyectos Europeos de UDC Senior,


Francisco, por la información y el material que nos proporcionó.

A nuestras compañeras de Taller, Manoli, Helena y Aida que nos dieron


datos de algunas mujeres que forman parte del callejero.

A todas aquellas personas e instituciones que nos ilustraron con


aportaciones y conocimientos en diversos aspectos de este trabajo.

BIBLIOGRAFÍA

http://www.juanadevega.org/es/fundacion/historia/biografia/

http://bib.cervantesvirtual.com/bib_autor/rosaliadecastro/pcuartonivel.jsp?c
onten=autor

http://bib.cervantesvirtual.com/bib_autor/pardo_bazan/index.shtml

Recortes de Prensa de La Opinión de A Coruña: las damas del callejero


(Biblioteca de Estudios Locales)

Blog de la Opinión de A Coruña:


http://blogs.laopinioncoruna.es/callejero/tag/calle/

Recortes de prensa de La Voz de Galicia (Biblioteca de Estudios


Locales)

“Calles con Historia” de Alfonso García

“Las Damas coruñesas en el Callejero” de Jesús María Reiriz Rey,


fascículos editados por Unión Coruñesa.

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