Sólo juntos estamos completos.

Mujer rota, se te caen las sonrisas por el anden, se barren y olvidan en bolsas de
mandando rasgadas, rechinas al caminar como bebe hambriento, caminas balanceándote
entre las lluvias y los días secos que te hacen recordar cuando le tenias miedo al
silencio, cargas tus trozos hasta la estación de tus rezongos, miras con dolor el eterno
fluir de la gente y te fluye el acido mortal de tu estomago hasta el cerebro, matas a la
flor que traes en el cerebro, te guardas entre las páginas de un libro o te bañas en cera.
Siempre muerta y servicial, un mueble de hierba embalsamada recibiendo agua sin
poder beberla. Mujer rota, miras al suelo aunque la tierra no es la respuesta, riegas tus
besos llenos de fertilizante de desaire, te mientes frente al valle y le dices que lo amas,
te quedas esperando otro valle y otro día y una estación más cercana donde bajar y
platicar con alguien, alguien que no existe, alguien atrapado dentro de un libro ó
ahogado en cera de veladora velando el futuro aún ciego. Pronto dejaremos de existir
mujer rota, pronto veremos el cielo con un solo ojo y el otro estará llorando el pasado,
pronto nos soltarán al viento y nos cortaran el hilo de las creencias, pronto abrirán las
puertas de este vagón donde apenas si te notas desecha para desnudar desgracias, pronto
se rasgara nuestra bolsa de mandado y alimentaremos a los muchachos que se arrastran
por un cacho de sonrisa. Nuestras sonrisas son pegamento para el alma mujer rota. Hay
que formar un completo desastre de nuestras diferencias. Hay que rompernos para
recordar que sólo juntos estamos completos.