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Por su parte Rodríguez (s.f.) expresa que la técnica de PERT, se basa en:
La utilización de una red en la que figuran las actividades en los nodos y
los arcos representan demoras de tiempo entre los puntos (comienzo o fin
de nodo) que unen, a la vez que muestran las dependencias. Permiten
reflejar distintas relaciones de precedencia entre tareas. (p.8)
Cabe destacar, que las últimas acciones que emprende la empresa, antes de
comenzar propiamente la ejecución del proyecto privado, son revisar nuevamente la
oferta inicial y posibles cambios, detectar fallos o inconsistencias, verificar el
contrato y asegurar los recursos necesarios. Una vez finalizadas dichas actividades se
procede propiamente con la ejecución del proyecto.
A partir de este punto, las metodologías para la gestión de proyectos tanto
públicos como privados encuentran pocos puntos de discordancia. Al ocuparse de la
ejecución del proyecto, seguimiento del mismo y evaluaciones finales. Por tales
razones a partir de este momento se hará referencia a ambos. Por lo tanto, posterior a
la aprobación de los puntos de proyecto, se inicia la ejecución del mismo, en los
ámbitos: Financiero (entradas y salidas de recursos); presupuestal (desembolso de
recursos); y físico (desarrollando las actividades que conllevan al logro del objetivo
central).
Con el transcurso del tiempo en el desarrollo del proyecto, se debe hacer un
seguimiento y control del mismo a fin de “evaluar el nivel de cumplimiento de los
objetivos de un proyecto y en segundo lugar, conocer cuales han sido las dificultades
y errores que se han cometido en el desenvolvimiento del proceso del proyecto”
(Dirección de Inversiones y Finanzas Públicas, 2003, p. 65).
Es en este punto donde se utilizan los indicadores de impacto, producto y
gestión antes planteados (en el caso de los proyectos públicos). Que permitirán medir
el desarrollo del proyecto en términos cuantitativos. A su vez se propone una
evaluación cualitativa, es decir, la aceptación del proyecto por parte de la comunidad
que próximamente se beneficiará del mismo. Dicho seguimiento debe realizar de
igual forma en el ámbito presupuestario, monitoreando el manejo de los recursos
económicos; y financiero evaluando el avance del proyecto con relación a la cantidad
de recursos económicos entregados.
Para finalizar, se realiza lo que se conoce como la evaluación ex-post, es decir,
externa y posterior al desarrollo del proyecto, debe ser lo más completa posible,
puesto que busca conocer: si todo lo que se planificó, se realizó de esa misma manera,
es decir la correlación entre metas y objetivos, con la ejecución del proyecto; cuáles
fueron las metas y objetivos alcanzados; desfases que pudieron presentarse en los
cronogramas, recursos y desarrollo del proyecto; conclusiones y recomendaciones,
entre otros.
Por su parte, en el proyecto privado, el seguimiento se lleva a cabo verificando:
El cumplimiento del estado de las acciones según se vayan realizando, así como
también, el control de los costos y gastos. Con toda esta información se podrá realizar
lo que Parra y otros (2011), definen como informe de situación del proyecto, el cual
debe contener “Tareas realizadas; Modificaciones; Dificultades; Acciones futuras”.
Todas estas acciones dirigidas a cumplir con el seguimiento tanto en el proyecto de
gestión pública como privada van a determinar:
- Estado del proyecto en función del tiempo establecido para el desarrollo del
mismo.
- Cumplimiento de las actividades especificadas en la planificación. Si se han
realizado en ese orden o no.
- Traspiés que se presenten y como solventarlos, sin que ello implique grandes
costes, pero realizando un trabajo de calidad.
- Requerimiento de más recursos económicos por subidas de precios de la
materia prima en el mercado.
- Aspectos que se pudieran mejorar para la realización de futuros proyectos.
- El proceso de toma de decisiones se ha realizado correctamente.
- En fin, si se está por buen camino o no.
Cabe destacar que en el caso del proyecto privado es mucho más rigurosa que
en el público. Caracterizándose por la cuantitividad, evidenciándose el uso de muchos
cuadros, tablas gráficas. Es por ello que puede existir evaluación externa, por parte de
los entes beneficiados como la comunidad en el caso de los proyectos públicos, o los
inversionistas en el caso de los proyectos privados. Está última es mías común
porque, son los inversionistas que han aportado dinero de su bolsillo para el
desarrollo del proyecto, por tanto necesitan saber que si su dinero se está invirtiendo
debidamente o si son victimas de una estafa o parecido.
Toda la fase anterior, se ve sumergida en infinidad de iteraciones hasta que
finalmente, ha llegado la culminación de la etapa de desarrollo del proyecto. Por lo
tanto, debe entregarse el mismo a los entes responsables: Inversionistas en el caso del
público y el estado en el caso del privado, quien luego hará entrega del mismo a la
comunidad respectiva.
Particularmente en el proyecto de inversión privada el visto bueno lo dan los
inversionistas, es decir, que hasta que estos no aprueben el proyecto, no se puede
afirmar que se ha finalizado. Una vez culminado el proyecto (público o privado) es el
momento de realizar la última evaluación, conocida como Ex – post (es decir,
después que ocurrió). La misma consiste en:
Un recuento y análisis del proyecto a través de las etapas del proyecto,
comparando como se planeó la intervención, los factores y como lo
hicieron en la práctica, es decir se realiza una comparación y verificación
de las metas que se plantearon para alcanzar los objetivos propuestos por
el proyecto y lo que se consiguió en realidad. (Dirección de Inversiones y
Finanzas Públicas, 200, p. 65).
Cabe destacar que en este punto toman protagonismo los indicadores, de los
objetivos y metas, definidos al inicio del proyecto, por tanto hay que volver a esas
fuentes que permitan dar valor a dichos indicadores. Con toda esta información se
realiza la documentación final a fin de “Evaluar los resultados; resumir lo sucedido;
detectar errores; establecer nuevas estrategias” (Parra y otros, 2011, p.87).
Concluyendo, es importante resaltar que el fin de los proyectos públicos es
procurar mejor calidad de vida para la sociedad y el de los proyectos privados es
generar recursos económicos. De igual forma, es importante mencionar, que los
proyectos públicos no están desligados del sector privado, por el contrario este
perfectamente puede apoyarse en el sector privado para desarrollar el proyecto,
ejemplo de ello: la construcción de un hospital, es un proyecto público porque lo
costea el estado. Sin embargo, la empresa que construye el hospital (infraestructura
física) es de tipo privada, las empresas a la cual se le compran todos los artefactos,
mobiliarios, medicinas e insumos para dotar el hospital, también son de tipo privadas.
Todo ello porque el estado no es propietario de todas las empresas del país.
En este sentido, en un ejemplo como el anterior puede que un mismo proyecto
puede ser de tipo público y privado: En primer lugar público porque, como se señalo
anteriormente, es el estado quien lo desarrolla, y con el hospital se pretende ofrecer
servicios a la comunidad. A su vez es privado porque la empresa que construye la
infraestructura se lucra con este trabajo. Y para ser una determinada empresa la
seleccionada para desarrollar el proyecto, ésta tuvo que pasar por un proceso de
concurso para obtención de la licitación, para posteriormente llevar a cabo el
proyecto, tal cual como lo descrito en los proyectos privados. Es de decir, la
constructora ejecuta el proyecto del hospital para obtener recursos económicos.
Mientras que el estado desarrolla el proyecto del mismo hospital para proporcionar un
bien a la sociedad.
REFERENCIAS