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¿ES LÍCITO EL SEXO ENTRE NOVIOS?

Muchas parejas en el noviazgo están experimentando sensaciones propias del


preámbulo a la unión carnal de ambos cuerpos en uno. Regularmente las
caricias que se prodigan ambas personas estimulan áreas eróticas y coloca en
ambos cerebros el fuerte impulso de unirse en un solo cuerpo.
Es en esta fase cuando la pasión y la conciencia inician una feroz batalla,
donde muchas veces vence la pasión.
Sin embargo, en algunos casos las bases morales y los principios inculcados
en el hogar más el conocimiento de la palabra y voluntad de Dios, fortalecen
el espíritu de dominio propio y abruptamente dan marcha atrás.
Entonces viene una sensación de culpa muy similar a la sensación de culpa
que también aparece en aquellos que no pudieron frenarse y sí consumaron el
acto sexual.

En aras de justificar este tipo de experiencias, algunas parejas aseguran que la


única regla válida para llevar a cabo la relación sexual es que exista entre la
pareja el verdadero amor, toda vez que lo único que justifica y santifica la
relación sexual entre un hombre y una mujer, es el vínculo perfecto, esto es, el
amor.
Por lo tanto, la pareja de novios justifica la práctica del sexo con el argumento
que ambos se aman. ¿Es esto correcto?

El apóstol Pablo escribió: "Digo, pues, a los solteros y a las viudas, que bueno
les fuera quedarse como yo; pero si no tienen don de continencia, cásense,
pues mejor es casarse que estarse quemando" 1 Corintios 7:8-9

Mencionó la "continencia", palabra que Larousse define como "abstinencia de


los deleites carnales".
Esto significa evitar actitudes de tipo sexual que producen placer, como lo son
los besos apasionados y las caricias de zonas erógenas y de los mismos
órganos sexuales.
Cuando no se tiene el don de la continencia también llamado "dominio
propio", la pareja debe casarse. Ya que es dentro del matrimonio donde la
pareja sin ninguna restricción podrá disfrutar de su sexualidad.

¿Cómo controlarse? ¡Pues los besos y las caricias son una forma de demostrar
amor!
Ciertamente los besos y las caricias se pueden considerar como expresiones
físicas del amor y toda vez que los seres humanos somos los únicos
organismos del reino animal dotados de la capacidad de disfrutar la relación
sexual, luego entonces toda actividad que abarca la relación sexual es
placentera.
Así que, reconociendo el camino que nos lleva a motivar nuestros deseos de la
unión carnal, tendremos que comprender los elementos para definir cómo
controlarse.

La mayoría de las parejas que se aman, se prodigan besos y caricias tiernas en


público.
Sin embargo, ambos buscan la intimidad donde puedan estar ambos solos,
lejos de la mirada de los demás, y es ahí donde se da rienda suelta a los besos
y caricias con fuerte carga pasional.
Así que quienes practican este tipo de actividades definitivamente sí están
manteniendo una relación sexual activa.

Siempre en las charlas con los jóvenes hay una frase a tener muy en cuenta "el
hombre es fuego, la mujer estopa, el diablo viene y sopla".
Lamentablemente llegan decenas de jóvenes creyentes a pecar, con sus vidas
destrozadas, ya que han caído en pecado.

Hablando de estos temas me han escuchado personas que no tienen al Señor.


Algunos me han tildado de anticuado, aun de represor de la mente de los
jóvenes.
Sabemos que la visión del mundo es totalmente distinta, pero ¿a quién
queremos agradar?
Los creyentes al Señor queremos vivir como él nos enseña. Y sus siervos
debemos enseñar lo que el Señor dice, yendo en contra de la corriente de este
mundo.

Lamentablemente entre los ancianos, líderes y responsables de iglesias cada


vez se ve más el cristianismo liviano, el no compromiso.
Se permite todo para tener las iglesias llenas y ofrendantes constantes. Se
predica sobre cuestiones livianas sin declarar el pecado y sus consecuencias.

En este punto hay que ser muy claro: que es perfectamente comprensible que
no es fácil mantener un control total y que el amor que existe en la pareja
fácilmente genera el tipo de confusión que hace que cada día se llegue más y
más lejos en la relación íntima de los novios.
Sin embargo, esto no significa que se deba aprobar, ya que las Sagradas
Escrituras enseñan que: "Honroso sea en todos el matrimonio, y el lecho sin
mancilla; pero a los fornicarios y a los adúlteros los juzgará Dios (Hebreos
13:4).

Los adúlteros son personas casadas que mantienen relación sexual con un
tercero.
Los fornicarios son personas que tienen relaciones sexuales sin estar casados.

El matrimonio es la unión de un hombre y una mujer en una sola carne


motivada por el amor y legalmente unida. Esto significa en los términos que
establece la ley.

Basado en lo anterior, es claro que los novios que mantienen relaciones


sexuales caen en el pecado de la fornicación y para evitarlo, si no es posible
casarse, entonces deben procurar evitar el ambiente que propicia caigan en
pecado, básicamente evitar estar completamente solos.
Y además de todo esto, orar al Señor pidiendo fortaleza y sabiduría para
vencer la tentación. Pues, "Ustedes no han pasado por ninguna prueba que no
sea humanamente soportable.
Y pueden ustedes confiar en Dios, que no los dejará sufrir pruebas más duras
de lo que pueden soportar. Por el contrario, cuando llegue la prueba, Dios les
dará también la manera de salir de ella, para que puedan soportarla."
(1 Co. 10:13).

Finalmente, vivir en pecado va a desembocar en resultados muy tristes. No


olvides que el pecado rompe la comunión con Dios y sería muy triste pagar las
consecuencias de pecar en forma deliberada.
Si tú estás viviendo una situación difícil como la que tratamos en este escrito,
te animo a charlar con tu pareja para que juntos tomen la decisión de no
ofender a Dios.
Te puedo asegurar que la relación sexual la podrás disfrutar plenamente en el
momento que sea bendecida tu relación con el matrimonio.
También debes saber que la vida en pareja es mucho más que la unión carnal.
Así que bien vale la pena esperar a su tiempo gozar plenamente la bendición
de Dios a través de una relación sexual lícita bendecida por Dios.

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