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Iglesia Centro de Adoración Familiar (C.

A. F.)

Sector 2-A.

Resumen Bíblico “Las Promesas”.

1
Índice.

Libro de Amós.........................................................................................................................3
Libro de Joel............................................................................................................................3
Libro de Oseas........................................................................................................................4
Libro de Daniel.......................................................................................................................5
Libro de Ezequiel....................................................................................................................6
Libro de Lamentaciones..........................................................................................................7
Libro de Jeremías....................................................................................................................8
Libro de Isaías.......................................................................................................................11
Libro de Eclesiastés..............................................................................................................23
Libro de los Proverbios.........................................................................................................24
Libro de los Salmos...............................................................................................................32
Libro de Job..........................................................................................................................51
Libro de Apocalipsis.............................................................................................................52
Libro de 1 Juan......................................................................................................................55
Libro de 1 Pedro....................................................................................................................56
Libro de 2 Pedro....................................................................................................................58
Libro de Santiago..................................................................................................................59
Libro de Hebreos...................................................................................................................60
Libro de Tito..........................................................................................................................63
Libro 2 Timoteo....................................................................................................................63
Libro de 1 Timoteo................................................................................................................64
Libro de 2 Tesalonicenses.....................................................................................................64
Libro de 1 Tesalonicenses.....................................................................................................65
Libro de los Colosenses........................................................................................................66
Libro de los Filipenses..........................................................................................................67
Libro de los Efesios...............................................................................................................68
Libro de Gálatas....................................................................................................................70
Libro 2 Corintios...................................................................................................................72
Libro 1 de Corintios..............................................................................................................74
Libro de los Romanos...........................................................................................................77
Libro de Los Hechos.............................................................................................................81
Libro de Mateo......................................................................................................................83
Libro de Marcos....................................................................................................................87
Libro de Lucas......................................................................................................................88
Libro de Juan.........................................................................................................................91
Libro de Sofonías..................................................................................................................95
Libro de Hageo......................................................................................................................95
Libro de Zacarías..................................................................................................................96
Libro de Malaquías...............................................................................................................97
Libro de Habacuc..................................................................................................................97
Libro de Nahum....................................................................................................................98
Libro de Miqueas..................................................................................................................98

2
Libro de Amós
Amos 5:4 - Pero así dice Jehová a la casa de Israel: Buscadme, y viviréis.

Amos 5:6 - Buscad a Jehová, y vivid; no sea que acometa como fuego a la casa de José y la consuma,
sin haber en Betel quien lo apague.

Amos 5:14 - Buscad lo bueno, y no lo malo, para que viváis; porque así Jehová Dios de los ejércitos
estará con vosotros, como decís.

Libro de Joel
Jl. 2:13 - Rasgad vuestro corazón, y no vuestros vestidos, y convertíos a Jehová vuestro Dios; porque
misericordioso es y clemente, tardo para la ira y grande en misericordia, y que se duele del castigo.

Jl. 2:21-32 - Tierra, no temas; alégrate y gózate, porque Jehová hará grandes cosas. Animales del
campo, no temáis; porque los pastos del desierto reverdecerán, porque los árboles llevarán su fruto,
la higuera y la vid darán sus frutos. Vosotros también, hijos de Sion, alegraos y gozaos en Jehová
vuestro Dios; porque os ha dado la primera lluvia a su tiempo, y hará descender sobre vosotros
lluvia temprana y tardía como al principio. Las eras se llenarán de trigo, y los lagares rebosarán de
vino y aceite. Y os restituiré los años que comió la oruga, el saltón, el revoltón y la langosta, mi gran
ejército que envié contra vosotros. Comeréis hasta saciaros, y alabaréis el nombre de Jehová vuestro
Dios, el cual hizo maravillas con vosotros; y nunca jamás será mi pueblo avergonzado. Y conoceréis
que en medio de Israel estoy yo, y que yo soy Jehová vuestro Dios, y no hay otro; y mi pueblo nunca
jamás será avergonzado. Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán
vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones.
Y también sobre los siervos y sobre las siervas derramaré mi Espíritu en aquellos días. Y daré
prodigios en el cielo y en la tierra, sangre, y fuego, y columnas de humo. El sol se convertirá en
tinieblas, y la luna en sangre, antes que venga el día grande y espantoso de Jehová. Y todo aquel
que invocare el nombre de Jehová será salvo; porque en el monte de Sion y en Jerusalén habrá
salvación, como ha dicho Jehová, y entre el remanente al cual él habrá llamado.

Jl. 3:1-2 - Porque he aquí que en aquellos días, y en aquel tiempo en que haré volver la cautividad de
Judá y de Jerusalén, reuniré a todas las naciones, y las haré descender al valle de Josafat, y allí
entraré en juicio con ellas a causa de mi pueblo, y de Israel mi heredad, a quien ellas esparcieron
entre las naciones, y repartieron mi tierra

3
Libro de Oseas
Os. 2:19-20 - Y te desposaré conmigo para siempre; te desposaré conmigo en justicia, juicio,
benignidad y misericordia. Y te desposaré conmigo en fidelidad, y conocerás a Jehová.

Os. 5:15 - Andaré y volveré a mi lugar, hasta que reconozcan su pecado y busquen mi rostro. En su
angustia me buscarán.
Promesa de Disciplina.

Os. 6:1-3 - Venid y volvamos a Jehová; porque él arrebató, y nos curará; hirió, y nos vendará. Nos
dará vida después de dos días; en el tercer día nos resucitará, y viviremos delante de él. Y
conoceremos, y proseguiremos en conocer a Jehová; como el alba está dispuesta su salida, y vendrá
a nosotros como la lluvia, como la lluvia tardía y temprana a la tierra.

Os. 11:4 - Con cuerdas humanas los atraje, con cuerdas de amor; y fui para ellos como los que alzan
el yugo de sobre su cerviz, y puse delante de ellos la comida.
Promesa del Amor de Dios.

Os. 13:14 - De la mano del Seol los redimiré, los libraré de la muerte. Oh muerte, yo seré tu muerte;
y seré tu destrucción, oh Seol; la compasión será escondida de mi vista.

Os. 14:3-4 - No nos librará el asirio; no montaremos en caballos, ni nunca más diremos a la obra de
nuestras manos: Dioses nuestros; porque en ti el huérfano alcanzará misericordia. Yo sanaré su
rebelión, los amaré de pura gracia; porque mi ira se apartó de ellos.
Promesa del Amor de Dios.

4
Libro de Daniel
Dn. 2:21-22 - El muda los tiempos y las edades; quita reyes, y pone reyes; da la sabiduría a los
sabios, y la ciencia a los entendidos. 22 El revela lo profundo y lo escondido; conoce lo que está en
tinieblas, y con él mora la luz.

Dn. 2:44 - Y en los días de estos reyes el Dios del cielo levantará un reino que no será jamás
destruido, ni será el reino dejado a otro pueblo; desmenuzará y consumirá a todos estos reinos, pero
él permanecerá para siempre.

Dn. 4:2 - Conviene que yo declare las señales y milagros que el Dios Altísimo ha hecho conmigo.
Promesa para el Ganador de Almas.

Dn. 7:14 - Y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le
sirvieran; su dominio es dominio eterno, que nunca pasará, y su reino uno que no será destruido.

Dn. 7:24-27 - Y los diez cuernos significan que de aquel reino se levantarán diez reyes; y tras ellos se
levantará otro, el cual será diferente de los primeros, y a tres reyes derribará.
7:25 Y hablará palabras contra el Altísimo, y a los santos del Altísimo quebrantará, y pensará en
cambiar los tiempos y la ley; y serán entregados en su mano hasta tiempo, y tiempos, y medio
tiempo. Pero se sentará el Juez, y le quitarán su dominio para que sea destruido y arruinado hasta el
fin, y que el reino, y el dominio y la majestad de los reinos debajo de todo el cielo, sea dado al
pueblo de los santos del Altísimo, cuyo reino es reino eterno, y todos los dominios le servirán y
obedecerán.

Dn. 12:2-3 - Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida
eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua. Los entendidos resplandecerán como el
resplandor del firmamento; y los que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas a perpetua
eternidad.

5
Libro de Ezequiel
Ez. 2:4-7 - Yo, pues, te envío a hijos de duro rostro y de empedernido corazón; y les dirás: Así ha
dicho Jehová el Señor. Acaso ellos escuchen; pero si no escucharen, porque son una casa rebelde,
siempre conocerán que hubo profeta entre ellos. Y tú, hijo de hombre, no les temas, ni tengas miedo
de sus palabras, aunque te hallas entre zarzas y espinos, y moras con escorpiones; no tengas miedo
de sus palabras, ni temas delante de ellos, porque son casa rebelde. Les hablarás, pues, mis
palabras, escuchen o dejen de escuchar; porque son muy rebeldes.

Ez. 11:19-20 - Y les daré un corazón, y un espíritu nuevo pondré dentro de ellos; y quitaré el corazón
de piedra de en medio de su carne, y les daré un corazón de carne, 20 para que anden en mis
ordenanzas, y guarden mis decretos y los cumplan, y me sean por pueblo, y yo sea a ellos por Dios.

Ez. 18:21 - Mas el impío, si se apartare de todos sus pecados que hizo, y guardare todos mis
estatutos e hiciere según el derecho y la justicia, de cierto vivirá; no morirá.

Ez. 24:14 - Yo Jehová he hablado; vendrá, y yo lo haré. No me volveré atrás, ni tendré misericordia,
ni me arrepentiré; según tus caminos y tus obras te juzgarán, dice Jehová el Señor.
Promesa de la Fidelidad de Dios.

Ez. 26:19-21 - Porque así ha dicho Jehová el Señor: Yo te convertiré en ciudad asolada, como las
ciudades que no se habitan; haré subir sobre ti el abismo, y las muchas aguas te cubrirán. Y te haré
descender con los que descienden al sepulcro, con los pueblos de otros siglos, y te pondré en las
profundidades de la tierra, como los desiertos antiguos, con los que descienden al sepulcro, para
que nunca más seas poblada; y daré gloria en la tierra de los vivientes. Te convertiré en espanto, y
dejarás de ser; serás buscada, y nunca más serás hallada, dice Jehová el Señor.

Ez. 33:7 - A ti, pues, hijo de hombre, te he puesto por atalaya a la casa de Israel, y oirás la palabra de
mi boca, y los amonestarás de mi parte.

Ez. 33:11 - Diles: Vivo yo, dice Jehová el Señor, que no quiero la muerte del impío, sino que se
vuelva el impío de su camino, y que viva. Volveos, volveos de vuestros malos caminos; ¿por qué
moriréis, oh casa de Israel?

Ez. 34:11-15 - Porque así ha dicho Jehová el Señor: He aquí yo, yo mismo iré a buscar mis ovejas, y
las reconoceré. Como reconoce su rebaño el pastor el día que está en medio de sus ovejas
esparcidas, así reconoceré mis ovejas, y las libraré de todos los lugares en que fueron esparcidas el
día del nublado y de la oscuridad. Y yo las sacaré de los pueblos, y las juntaré de las tierras; las
traeré a su propia tierra, y las apacentaré en los montes de Israel, por las riberas, y en todos los
lugares habitados del país. En buenos pastos las apacentaré, y en los altos montes de Israel estará su
aprisco; allí dormirán en buen redil, y en pastos suculentos serán apacentadas sobre los montes de
Israel. Yo apacentaré mis ovejas, y yo les daré aprisco, dice Jehová el Señor.
Promesa de Descanso.

6
Ez. 34:31 - Y vosotras, ovejas mías, ovejas de mi pasto, hombres sois, y yo vuestro Dios, dice Jehová
el Señor.

Ez. 36:24-30 - Y yo os tomaré de las naciones, y os recogeré de todas las tierras, y os traeré a vuestro
país. Esparciré sobre vosotros agua limpia, y seréis limpiados de todas vuestras inmundicias; y de
todos vuestros ídolos os limpiaré. Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de
vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. Y pondré
dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los
pongáis por obra. Habitaréis en la tierra que di a vuestros padres, y vosotros me seréis por pueblo, y
yo seré a vosotros por Dios. Y os guardaré de todas vuestras inmundicias; y llamaré al trigo, y lo
multiplicaré, y no os daré hambre. Multiplicaré asimismo el fruto de los árboles, y el fruto de los
campos, para que nunca más recibáis oprobio de hambre entre las naciones.

Ez. 37:5-6 - Así ha dicho Jehová el Señor a estos huesos: He aquí, yo hago entrar espíritu en vosotros,
y viviréis.
37:6 Y pondré tendones sobre vosotros, y haré subir sobre vosotros carne, y os cubriré de piel, y
pondré en vosotros espíritu, y viviréis; y sabréis que yo soy Jehová.

Ez. 37:26 - Y haré con ellos pacto de paz, pacto perpetuo será con ellos; y los estableceré y los
multiplicaré, y pondré mi santuario entre ellos para siempre.

Ez. 38:22-23 - Y yo litigaré contra él con pestilencia y con sangre; y haré llover sobre él, sobre sus
tropas y sobre los muchos pueblos que están con él, impetuosa lluvia, y piedras de granizo, fuego y
azufre. Y seré engrandecido y santificado, y seré conocido ante los ojos de muchas naciones; y
sabrán que yo soy Jehová.

Libro de Lamentaciones
Lm. 3:22-23 - Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus
misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad.
Promesa de la Fidelidad de Dios.

Lm. 3:25 - Bueno es Jehová a los que en él esperan, al alma que le busca.

Lm. 3:27 - Bueno le es al hombre llevar el yugo desde su juventud.

Lm. 3:31-33 - Porque el Señor no desecha para siempre; antes si aflige, también se compadece según
la multitud de sus misericordias; porque no aflige ni entristece voluntariamente a los hijos de los
hombres.

7
Libro de Jeremías
Jer. 1:9 - Extendió Jehová su mano y tocó mi boca, y me dijo Jehová: He aquí he puesto mis palabras
en tu boca.

Jer. 3:15 - Os daré pastores según mi corazón, que os apacienten con ciencia y con inteligencia.
Promesa de Dirección.

Jer. 3:22 - Convertíos, hijos rebeldes, y sanaré vuestras rebeliones. He aquí nosotros venimos a ti,
porque tú eres Jehová nuestro Dios.

Jer. 5:14 - Por tanto, así ha dicho Jehová Dios de los ejércitos: Porque dijeron esta palabra, he aquí yo
pongo mis palabras en tu boca por fuego, y a este pueblo por leña, y los consumirá.

Jer. 6:16 - Así dijo Jehová: Paraos en los caminos, y mirad, y preguntad por las sendas antiguas, cuál
sea el buen camino, y andad por él, y hallaréis descanso para vuestra alma. Mas dijeron: No
andaremos.
Promesa de Descanso.

Jer. 7:23 - Mas esto les mandé, diciendo: Escuchad mi voz, y seré a vosotros por Dios, y vosotros me
seréis por pueblo; y andad en todo camino que os mande, para que os vaya bien.

Jer. 15:16 - Halladas tus palabras, y yo las comí; y tu palabra me fue por gozo y por alegría de mi
corazón; porque tu nombre se invocó sobre mí, oh Jehová Dios de los ejércitos.

Jer. 15:19 - Por tanto, así dijo Jehová: Si te convirtieres, yo te restauraré, y delante de mí estarás; y si
entresacares lo precioso de lo vil, serás como mi boca. Conviértanse ellos a ti, y tú no te conviertas a
ellos.

Jer. 15:21 - Y te libraré de la mano de los malos, y te redimiré de la mano de los fuertes.

Jer. 16:21 - Por tanto, he aquí les enseñaré esta vez, les haré conocer mi mano y mi poder, y sabrán
que mi nombre es Jehová.

Jer. 17:7-8 - Bendito el varón que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová. Porque será como el
árbol plantado junto a las aguas, que junto a la corriente echará sus raíces, y no verá cuando viene el
calor, sino que su hoja estará verde; y en el año de sequía no se fatigará, ni dejará de dar fruto.
Promesa de Bendición y de Confianza.

Jer. 17:14 - Sáname, oh Jehová, y seré sano; sálvame, y seré salvo; porque tú eres mi alabanza.

Jer. 18:6 - ¿No podré yo hacer de vosotros como este alfarero, oh casa de Israel? dice Jehová. He aquí
que como el barro en la mano del alfarero, así sois vosotros en mi mano, oh casa de Israel.

8
Jer. 20:13 - Cantad a Jehová, load a Jehová; porque ha librado el alma del pobre de mano de los
malignos.
Promesa de Defensa.

Jer. 23:4 - Y pondré sobre ellas pastores que las apacienten; y no temerán más, ni se amedrentarán,
ni serán menoscabadas, dice Jehová.

Jer. 23:29 - ¿No es mi palabra como fuego, dice Jehová, y como martillo que quebranta la piedra?

Jer. 24:7 - Y les daré corazón para que me conozcan que yo soy Jehová; y me serán por pueblo, y yo
les seré a ellos por Dios; porque se volverán a mí de todo su corazón.

Jer. 29:6 - Casaos, y engendrad hijos e hijas; dad mujeres a vuestros hijos, y dad maridos a vuestras
hijas, para que tengan hijos e hijas; y multiplicaos ahí, y no os disminuyáis.

Jer. 29:11-14 - Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová,
pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis. Entonces me invocaréis, y
vendréis y oraréis a mí, y yo os oiré; y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo
vuestro corazón. Y seré hallado por vosotros, dice Jehová, y haré volver vuestra cautividad, y os
reuniré de todas las naciones y de todos los lugares adonde os arrojé, dice Jehová; y os haré volver
al lugar de donde os hice llevar.
Promesa de Consuelo y de Esperanza.

Jer. 30:11 - Porque yo estoy contigo para salvarte, dice Jehová, y destruiré a todas las naciones entre
las cuales te esparcí; pero a ti no te destruiré, sino que te castigaré con justicia; de ninguna manera
te dejaré sin castigo.

Jer. 30:17 - Mas yo haré venir sanidad para ti, y sanaré tus heridas, dice Jehová; porque desechada te
llamaron, diciendo: Esta es Sion, de la que nadie se acuerda.

Jer. 30:22 - Y me seréis por pueblo, y yo seré vuestro Dios.

Jer. 31:3-5 - Jehová se manifestó a mí hace ya mucho tiempo, diciendo: Con amor eterno te he
amado; por tanto, te prolongué mi misericordia. Aún te edificaré, y serás edificada, oh virgen de
Israel; todavía serás adornada con tus panderos, y saldrás en alegres danzas. Aún plantarás viñas
en los montes de Samaria; plantarán los que plantan, y disfrutarán de ellas.
Promesa del Amor de Dios.

Jer. 31:9 - Irán con lloro, mas con misericordia los haré volver, y los haré andar junto a arroyos de
aguas, por camino derecho en el cual no tropezarán; porque soy a Israel por padre, y Efraín es mi
primogénito.

Jer. 31:11-14 - Porque Jehová redimió a Jacob, lo redimió de mano del más fuerte que él. Y vendrán
con gritos de gozo en lo alto de Sion, y correrán al bien de Jehová, al pan, al vino, al aceite, y al
ganado de las ovejas y de las vacas; y su alma será como huerto de riego, y nunca más tendrán
dolor. Entonces la virgen se alegrará en la danza, los jóvenes y los viejos juntamente; y cambiaré su

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lloro en gozo, y los consolaré, y los alegraré de su dolor. Y el alma del sacerdote satisfaré con
abundancia, y mi pueblo será saciado de mi bien, dice Jehová.
Promesa de Consuelo.

Jer. 31:33-34 - Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice
Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me
serán por pueblo. Y no enseñará más ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo:
Conoce a Jehová; porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande,
dice Jehová; porque perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado.

Jer. 32:37-40 - He aquí que yo los reuniré de todas las tierras a las cuales los eché con mi furor, y con
mi enojo e indignación grande; y los haré volver a este lugar, y los haré habitar seguramente; y me
serán por pueblo, y yo seré a ellos por Dios. Y les daré un corazón, y un camino, para que me teman
perpetuamente, para que tengan bien ellos, y sus hijos después de ellos. Y haré con ellos pacto
eterno, que no me volveré atrás de hacerles bien, y pondré mi temor en el corazón de ellos, para que
no se aparten de mí.

Jer. 32:42 - Porque así ha dicho Jehová: Como traje sobre este pueblo todo este gran mal, así traeré
sobre ellos todo el bien que acerca de ellos hablo.

Jer. 33:3 - Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces.

Jer. 33:6-8 - He aquí que yo les traeré sanidad y medicina; y los curaré, y les revelaré abundancia de
paz y de verdad. Y haré volver los cautivos de Judá y los cautivos de Israel, y los restableceré como
al principio. Y los limpiaré de toda su maldad con que pecaron contra mí; y perdonaré todos sus
pecados con que contra mí pecaron, y con que contra mí se rebelaron.

Jer. 39:17-18 - Pero en aquel día yo te libraré, dice Jehová, y no serás entregado en manos de aquellos
a quienes tú temes. Porque ciertamente te libraré, y no caerás a espada, sino que tu vida te será por
botín, porque tuviste confianza en mí, dice Jehová.

Jer. 46:28 - Tú, siervo mío Jacob, no temas, dice Jehová, porque yo estoy contigo; porque destruiré a
todas las naciones entre las cuales te he dispersado; pero a ti no te destruiré del todo, sino que te
castigaré con justicia; de ninguna manera te dejaré sin castigo.
Promesa de Disciplina.

Jer. 50:34 - El redentor de ellos es el Fuerte; Jehová de los ejércitos es su nombre; de cierto abogará la
causa de ellos para hacer reposar la tierra, y turbar a los moradores de Babilonia.

10
Libro de Isaías
Is. 1:18-19 - Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana,
como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca
lana. Si quisiereis y oyereis, comeréis el bien de la tierra.
Promesa de La Salvación y de Perdón.

Is. 2:2-4 - Acontecerá en lo postrero de los tiempos, que será confirmado el monte de la casa de
Jehová como cabeza de los montes, y será exaltado sobre los collados, y correrán a él todas las
naciones. Y vendrán muchos pueblos, y dirán: Venid, y subamos al monte de Jehová, a la casa del
Dios de Jacob; y nos enseñará sus caminos, y caminaremos por sus sendas. Porque de Sion saldrá la
ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová. Y juzgará entre las naciones, y reprenderá a muchos
pueblos; y volverán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en hoces; no alzará espada nación
contra nación, ni se adiestrarán más para la guerra.

Is. 6:3 - Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos; toda la
tierra está llena de su gloria.

Is. 6:5 - Entonces dije: ¡Ay de mí! que soy muerto; porque siendo hombre inmundo de labios, y
habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al Rey, Jehová de los
ejércitos.

Is. 7:14 - Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un
hijo, y llamará su nombre Emanuel.
Promesa de un Mesías.

Is. 9:6-7 - Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se
llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz. Lo dilatado
de su imperio y la paz no tendrán límite, sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y
confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre. El celo de Jehová de los ejércitos
hará esto.
Promesa de un Mesías, de un Reino Mesianico y de Paz.

Is. 11:1-2 - Saldrá una vara del tronco de Isaí, y un vástago retoñará de sus raíces. Y reposará sobre
él el Espíritu de Jehová; espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder,
espíritu de conocimiento y de temor de Jehová.
Promesa de un Mesías.

Is. 11:4 - Sino que juzgará con justicia a los pobres, y argüirá con equidad por los mansos de la
tierra; y herirá la tierra con la vara de su boca, y con el espíritu de sus labios matará al impío.
Promesa de Protección.

Is. 11:6-9 - Morará el lobo con el cordero, y el leopardo con el cabrito se acostará; el becerro y el león
y la bestia doméstica andarán juntos, y un niño los pastoreará. La vaca y la osa pacerán, sus crías se
echarán juntas; y el león como el buey comerá paja. Y el niño de pecho jugará sobre la cueva del

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áspid, y el recién destetado extenderá su mano sobre la caverna de la víbora. No harán mal ni
dañarán en todo mi santo monte; porque la tierra será llena del conocimiento de Jehová, como las
aguas cubren el mar. Promesa de un Reino Mesianico.

Is. 11:12 - Y levantará pendón a las naciones, y juntará los desterrados de Israel, y reunirá los
esparcidos de Judá de los cuatro confines de la tierra.

Is. 12:1-3 - En aquel día dirás: Cantaré a ti, oh Jehová; pues aunque te enojaste contra mí, tu
indignación se apartó, y me has consolado. 2 He aquí Dios es salvación mía; me aseguraré y no
temeré; porque mi fortaleza y mi canción es JAH Jehová, quien ha sido salvación para mí. Sacaréis
con gozo aguas de las fuentes de la salvación. Promesa de Consuelo y Gozo.

Is. 12:5-6 - Cantad salmos a Jehová, porque ha hecho cosas magníficas; sea sabido esto por toda la
tierra. Regocíjate y canta, oh moradora de Sion; porque grande es en medio de ti el Santo de Israel.
Promesa de Gozo.

Is. 14:30 - Y los primogénitos de los pobres serán apacentados, y los menesterosos se acostarán
confiados; mas yo haré morir de hambre tu raíz, y destruiré lo que de ti quedare.
Promesa de Protección.

Is. 19:23-25 - En aquel tiempo habrá una calzada de Egipto a Asiria, y asirios entrarán en Egipto, y
egipcios en Asiria; y los egipcios servirán con los asirios a Jehová. En aquel tiempo Israel será
tercero con Egipto y con Asiria para bendición en medio de la tierra; porque Jehová de los ejércitos
los bendecirá diciendo: Bendito el pueblo mío Egipto, y el asirio obra de mis manos, e Israel mi
heredad.

Is. 25:4 - Porque fuiste fortaleza al pobre, fortaleza al menesteroso en su aflicción, refugio contra el
turbión, sombra contra el calor; porque el ímpetu de los violentos es como turbión contra el muro.
Promesa de Consuelo y Protección.

Is. 25:8-9 - Destruirá a la muerte para siempre; y enjugará Jehová el Señor toda lágrima de todos los
rostros; y quitará la afrenta de su pueblo de toda la tierra; porque Jehová lo ha dicho. Y se dirá en
aquel día: He aquí, éste es nuestro Dios, le hemos esperado, y nos salvará; éste es Jehová a quien
hemos esperado, nos gozaremos y nos alegraremos en su salvación.
Promesa de Consuelo y de Resurección.

Is. 26:3-4 - Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha
confiado. Confiad en Jehová perpetuamente, porque en Jehová el Señor está la fortaleza de los
siglos.
Promesa de Fortaleza, de Paz y Confianza.

Is. 26:9 - Con mi alma te he deseado en la noche, y en tanto que me dure el espíritu dentro de mí,
madrugaré a buscarte; porque luego que hay juicios tuyos en la tierra, los moradores del mundo
aprenden justicia.
Promesa de Disciplina.

12
Is. 26:12 - Jehová, tú nos darás paz, porque también hiciste en nosotros todas nuestras obras.
Promesa de Paz.

Is. 26:16 - Jehová, en la tribulación te buscaron; derramaron oración cuando los castigaste.
Promesa de Disciplina.

Is. 26:19 - Tus muertos vivirán; sus cadáveres resucitarán. ¡Despertad y cantad, moradores del
polvo! porque tu rocío es cual rocío de hortalizas, y la tierra dará sus muertos.
Promesa de Resurrección.

Is. 27:3 - Jehová la guardo, cada momento la regaré; la guardaré de noche y de día, para que nadie la
dañe.

Is. 28:16 - Por tanto, Jehová el Señor dice así: He aquí que yo he puesto en Sion por fundamento una
piedra, piedra probada, angular, preciosa, de cimiento estable; el que creyere, no se apresure.

Is. 28:26 - Porque su Dios le instruye, y le enseña lo recto.

Is. 29:11-13 - Y os será toda visión como palabras de libro sellado, el cual si dieren al que sabe leer, y
le dijeren: Lee ahora esto; él dirá: No puedo, porque está sellado. Y si se diere el libro al que no sabe
leer, diciéndole: Lee ahora esto; él dirá: No sé leer. Dice, pues, el Señor: Porque este pueblo se acerca
a mí con su boca, y con sus labios me honra, pero su corazón está lejos de mí, y su temor de mí no
es más que un mandamiento de hombres que les ha sido enseñado.

Is. 29:19 - Entonces los humildes crecerán en alegría en Jehová, y aun los más pobres de los hombres
se gozarán en el Santo de Israel.
Promesa de Protección.

Is. 30:15 - Porque así dijo Jehová el Señor, el Santo de Israel: En descanso y en reposo seréis salvos;
en quietud y en confianza será vuestra fortaleza. Y no quisisteis.
Promesa de Descanso y de Confianza.

Is. 30:18 - Por tanto, Jehová esperará para tener piedad de vosotros, y por tanto, será exaltado
teniendo de vosotros misericordia; porque Jehová es Dios justo; bienaventurados todos los que
confían en él.
Promesa de Misericordia.

Is. 30:20-21 - Bien que os dará el Señor pan de congoja y agua de angustia, con todo, tus maestros
nunca más te serán quitados, sino que tus ojos verán a tus maestros. Entonces tus oídos oirán a tus
espaldas palabra que diga: Este es el camino, andad por él; y no echéis a la mano derecha, ni
tampoco torzáis a la mano izquierda.
Promesa de Dirección y a los Maestros.

Is. 30:29 - Vosotros tendréis cántico como de noche en que se celebra pascua, y alegría de corazón,
como el que va con flauta para venir al monte de Jehová, al Fuerte de Israel.
Promesa de Liberación.

13
Is. 31:4-5 - Porque Jehová me dijo a mí de esta manera: Como el león y el cachorro de león ruge
sobre la presa, y si se reúne cuadrilla de pastores contra él, no lo espantarán sus voces, ni se
acobardará por el tropel de ellos; así Jehová de los ejércitos descenderá a pelear sobre el monte de
Sion, y sobre su collado. Como las aves que vuelan, así amparará Jehová de los ejércitos a Jerusalén,
amparando, librando, preservando y salvando.

Is. 32:1-2 - He aquí que para justicia reinará un rey, y príncipes presidirán en juicio. Y será aquel
varón como escondedero contra el viento, y como refugio contra el turbión; como arroyos de aguas
en tierra de sequedad, como sombra de gran peñasco en tierra calurosa.
Promesa de un Reino Mesianico.

Is. 32:17-20 - Y el efecto de la justicia será paz; y la labor de la justicia, reposo y seguridad para
siempre. Y mi pueblo habitará en morada de paz, en habitaciones seguras, y en recreos de reposo. Y
cuando caiga granizo, caerá en los montes; y la ciudad será del todo abatida. Dichosos vosotros los
que sembráis junto a todas las aguas, y dejáis libres al buey y al asno.

Is. 33:2 - Oh Jehová, ten misericordia de nosotros, a ti hemos esperado; tú, brazo de ellos en la
mañana, sé también nuestra salvación en tiempo de la tribulación.

Is. 33:6 - Y reinarán en tus tiempos la sabiduría y la ciencia, y abundancia de salvación; el temor de
Jehová será su tesoro. Promesa de un Reino Mesianico y de Salvación.

Is. 33:17 - Tus ojos verán al Rey en su hermosura; verán la tierra que está lejos.
Promesa de un Reino Mesianico.

Is. 33:22-24 - Porque Jehová es nuestro juez, Jehová es nuestro legislador, Jehová es nuestro Rey; él
mismo nos salvará. Tus cuerdas se aflojaron; no afirmaron su mástil, ni entesaron la vela; se
repartirá entonces botín de muchos despojos; los cojos arrebatarán el botín. No dirá el morador:
Estoy enfermo; al pueblo que more en ella le será perdonada la iniquidad.

Is. 35:4-10 - Decid a los de corazón apocado: Esforzaos, no temáis; he aquí que vuestro Dios viene
con retribución, con pago; Dios mismo vendrá, y os salvará. Entonces los ojos de los ciegos serán
abiertos, y los oídos de los sordos se abrirán. Entonces el cojo saltará como un ciervo, y cantará la
lengua del mudo; porque aguas serán cavadas en el desierto, y torrentes en la soledad. El lugar seco
se convertirá en estanque, y el sequedal en manaderos de aguas; en la morada de chacales, en su
guarida, será lugar de cañas y juncos. Y habrá allí calzada y camino, y será llamado Camino de
Santidad; no pasará inmundo por él, sino que él mismo estará con ellos; el que anduviere en este
camino, por torpe que sea, no se extraviará. No habrá allí león, ni fiera subirá por él, ni allí se
hallará, para que caminen los redimidos. Y los redimidos de Jehová volverán, y vendrán a Sion con
alegría; y gozo perpetuo será sobre sus cabezas; y tendrán gozo y alegría, y huirán la tristeza y el
gemido.
Promesa de Consuelo.

Is. 38:17 - He aquí, amargura grande me sobrevino en la paz, mas a ti agradó librar mi vida del hoyo
de corrupción; porque echaste tras tus espaldas todos mis pecados.
Promesa de Protección.

14
Is. 40:1-5 - Consolaos, consolaos, pueblo mío, dice vuestro Dios. Hablad al corazón de Jerusalén;
decidle a voces que su tiempo es ya cumplido, que su pecado es perdonado; que doble ha recibido
de la mano de Jehová por todos sus pecados. Voz que clama en el desierto: Preparad camino a
Jehová; enderezad calzada en la soledad a nuestro Dios. Todo valle sea alzado, y bájese todo monte
y collado; y lo torcido se enderece, y lo áspero se allane. Y se manifestará la gloria de Jehová, y toda
carne juntamente la verá; porque la boca de Jehová ha hablado.
Promesa de la Gloria del Señor Jehová y de Consuelo.

Is. 40:8 - Sécase la hierba, marchítase la flor; mas la palabra del Dios nuestro permanece para
siempre.
Promesa de la Palabra de Dios.

Is. 40:10 - He aquí que Jehová el Señor vendrá con poder, y su brazo señoreará; he aquí que su
recompensa viene con él, y su paga delante de su rostro.
Promesa de Recompensa.

Is. 40:11 - Como pastor apacentará su rebaño; en su brazo llevará los corderos, y en su seno los
llevará; pastoreará suavemente a las recién paridas.
Promesa de Misericordia y de Protección.

Is. 40:26 - Levantad en alto vuestros ojos, y mirad quién creó estas cosas; él saca y cuenta su ejército;
a todas llama por sus nombres; ninguna faltará; tal es la grandeza de su fuerza, y el poder de su
dominio.

Is. 40:29-31 - El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. Los
muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; pero los que esperan a Jehová
tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y
no se fatigarán.
Promesa de Esperanza y de Fortaleza.

Is. 41:10-20 - No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te
esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia. He aquí que todos
los que se enojan contra ti serán avergonzados y confundidos; serán como nada y perecerán los que
contienden contigo. Buscarás a los que tienen contienda contigo, y no los hallarás; serán como nada,
y como cosa que no es, aquellos que te hacen la guerra. Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te
sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudo. No temas, gusano de Jacob, oh
vosotros los pocos de Israel; yo soy tu socorro, dice Jehová; el Santo de Israel es tu Redentor. He aquí
que yo te he puesto por trillo, trillo nuevo, lleno de dientes; trillarás montes y los molerás, y
collados reducirás a tamo. Los aventarás, y los llevará el viento, y los esparcirá el torbellino; pero tú
te regocijarás en Jehová, te gloriarás en el Santo de Israel. Los afligidos y menesterosos buscan las
aguas, y no las hay; seca está de sed su lengua; yo Jehová los oiré, yo el Dios de Israel no los
desampararé. En las alturas abriré ríos, y fuentes en medio de los valles; abriré en el desierto
estanques de aguas, y manantiales de aguas en la tierra seca. Daré en el desierto cedros, acacias,
arrayanes y olivos; pondré en la soledad cipreses, pinos y bojes juntamente, para que vean y
conozcan, y adviertan y entiendan todos, que la mano de Jehová hace esto, y que el Santo de Israel
lo creó. Promesa de Ayuda, Victoria y Confianza.

15
Is. 42:1 - He aquí mi siervo, yo le sostendré; mi escogido, en quien mi alma tiene contentamiento; he
puesto sobre él mi Espíritu; él traerá justicia a las naciones.
Promesa a las Misiones.

Is. 42:3 - Quebrará la caña cascada, ni apagará el pábilo que humeare; por medio de la verdad traerá
justicia.

Is. 42:6-7 - Yo Jehová te he llamado en justicia, y te sostendré por la mano; te guardaré y te pondré
por pacto al pueblo, por luz de las naciones, para que abras los ojos de los ciegos, para que saques
de la cárcel a los presos, y de casas de prisión a los que moran en tinieblas.
Promesa a las Misiones y de la Presencia de Dios.

Is. 42:9 - He aquí se cumplieron las cosas primeras, y yo anuncio cosas nuevas; antes que salgan a
luz, yo os las haré notorias.

Is. 42:16 - Y guiaré a los ciegos por camino que no sabían, les haré andar por sendas que no habían
conocido; delante de ellos cambiaré las tinieblas en luz, y lo escabroso en llanura. Estas cosas les
haré, y no los desampararé.

Is. 43:1-5 - Ahora, así dice Jehová, Creador tuyo, oh Jacob, y Formador tuyo, oh Israel: No temas,
porque yo te redimí; te puse nombre, mío eres tú. Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y
si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti.
Porque yo Jehová, Dios tuyo, el Santo de Israel, soy tu Salvador; a Egipto he dado por tu rescate, a
Etiopía y a Seba por ti. Porque a mis ojos fuiste de gran estima, fuiste honorable, y yo te amé; daré,
pues, hombres por ti, y naciones por tu vida. No temas, porque yo estoy contigo; del oriente traeré
tu generación, y del occidente te recogeré.
Promesa de Aliento, de la Presencia de Dios, de Confianza, del Amor de Dios, de Aliento, de
Defensa, a las Misiones y Ayuda.

Is. 43:19-21- He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis? Otra vez abriré
camino en el desierto, y ríos en la soledad. Las fieras del campo me honrarán, los chacales y los
pollos del avestruz; porque daré aguas en el desierto, ríos en la soledad, para que beba mi pueblo,
mi escogido. Este pueblo he creado para mí; mis alabanzas publicará.
Promesa de Protección.

Is. 43:25 - Yo, yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mí mismo, y no me acordaré de tus
pecados.

Is. 44:3 - Porque yo derramaré aguas sobre el sequedal, y ríos sobre la tierra árida; mi Espíritu
derramaré sobre tu generación, y mi bendición sobre tus renuevos.

Is. 44:22 - Yo deshice como una nube tus rebeliones, y como niebla tus pecados; vuélvete a mí,
porque yo te redimí. Promesa de Perdón.

Is. 45:1 - Así dice Jehová a su ungido, a Ciro, al cual tomé yo por su mano derecha, para sujetar
naciones delante de él y desatar lomos de reyes; para abrir delante de él puertas, y las puertas no se

16
cerrarán.
Promesa a las Misiones.

Is. 45:6 - Para que se sepa desde el nacimiento del sol, y hasta donde se pone, que no hay más que
yo; yo Jehová, y ninguno más que yo.
Promesa a las Misiones.

Is. 45:22 - A mí, y sed salvos, todos los términos de la tierra, porque yo soy Dios, y no hay más.
Promesa de Salvación.

Is. 45:25 - En Jehová será justificada y se gloriará toda la descendencia de Israel.

Is. 46.4 - Y hasta la vejez yo mismo, y hasta las canas os soportaré yo; yo hice, yo llevaré, yo
soportaré y guardaré. Promesa en la Ancianidad.

Is. 46:11 - Que llamo desde el oriente al ave, y de tierra lejana al varón de mi consejo. Yo hablé, y lo
haré venir; lo he pensado, y también lo haré.

Is. 46:13 - Haré que se acerque mi justicia; no se alejará, y mi salvación no se detendrá. Y pondré
salvación en Sion, y mi gloria en Israel. Promesa de Paz.

Is. 48:17-18 - Así ha dicho Jehová, Redentor tuyo, el Santo de Israel: Yo soy Jehová Dios tuyo, que te
enseña provechosamente, que te encamina por el camino que debes seguir. ¡Oh, si hubieras
atendido a mis mandamientos! Fuera entonces tu paz como un río, y tu justicia como las ondas del
mar.
Promesa de Dirección y de Paz.

Is. 49:1 - Oídme, costas, y escuchad, pueblos lejanos. Jehová me llamó desde el vientre, desde las
entrañas de mi madre tuvo mi nombre en memoria. Promesas a las Misiones.

Is. 49:6 - Dice: Poco es para mí que tú seas mi siervo para levantar las tribus de Jacob, y para que
restaures el remanente de Israel; también te di por luz de las naciones, para que seas mi salvación
hasta lo postrero de la tierra. Promesa a las Misiones.

Is. 49:8 - Así dijo Jehová: En tiempo aceptable te oí, y en el día de salvación te ayudé; y te guardaré,
y te daré por pacto al pueblo, para que restaures la tierra, para que heredes asoladas heredades.
Promesa de Salvación.

Is. 49:10 - No tendrán hambre ni sed, ni el calor ni el sol los afligirá; porque el que tiene de ellos
misericordia los guiará, y los conducirá a manantiales de aguas. Promesa de Misericordia y
Protección.

Is. 49:12-13 - He aquí éstos vendrán de lejos; y he aquí éstos del norte y del occidente, y éstos de la
tierra de Sinim. Cantad alabanzas, oh cielos, y alégrate, tierra; y prorrumpid en alabanzas, oh
montes; porque Jehová ha consolado a su pueblo, y de sus pobres tendrá misericordia.

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Is. 49:15- ¿Se olvidará la mujer de lo que dio a luz, para dejar de compadecerse del hijo de su
vientre? Aunque olvide ella, yo nunca me olvidaré de ti. Promesa de Amor de Dios y Misericordia.

Is. 49:24-26 - ¿Será quitado el botín al valiente? ¿Será rescatado el cautivo de un tirano? Pero así dice
Jehová: Ciertamente el cautivo será rescatado del valiente, y el botín será arrebatado al tirano; y tu
pleito yo lo defenderé, y yo salvaré a tus hijos. Y a los que te despojaron haré comer sus propias
carnes, y con su sangre serán embriagados como con vino; y conocerá todo hombre que yo Jehová
soy Salvador tuyo y Redentor tuyo, el Fuerte de Jacob. Promesa de Defensa.

Is. 50:4 - Jehová el Señor me dio lengua de sabios, para saber hablar palabras al cansado; despertará
mañana tras mañana, despertará mi oído para que oiga como los sabios.
Promesa a las Misiones.

Is. 50:10 - ¿Quién hay entre vosotros que teme a Jehová, y oye la voz de su siervo? El que anda en
tinieblas y carece de luz, confíe en el nombre de Jehová, y apóyese en su Dios.
Promesa de Dirección.

Is. 51:3 - Ciertamente consolará Jehová a Sion; consolará todas sus soledades, y cambiará su desierto
en paraíso, y su soledad en huerto de Jehová; se hallará en ella alegría y gozo, alabanza y voces de
canto.

Is. 51:5 - Cercana está mi justicia, ha salido mi salvación, y mis brazos juzgarán a los pueblos; a mí
me esperan los de la costa, y en mi brazo ponen su esperanza. Promesa a las Misiones.

Is. 51:7 - Oídme, los que conocéis justicia, pueblo en cuyo corazón está mi ley. No temáis afrenta de
hombre, ni desmayéis por sus ultrajes.

Is. 51:11-12 - Ciertamente volverán los redimidos de Jehová; volverán a Sion cantando, y gozo
perpetuo habrá sobre sus cabezas; tendrán gozo y alegría, y el dolor y el gemido huirán. Yo, yo soy
vuestro consolador. ¿Quién eres tú para que tengas temor del hombre, que es mortal, y del hijo de
hombre, que es como heno? Promesa de Consuelo y Gozo.

Is. 51:15-16 - Porque yo Jehová, que agito el mar y hago rugir sus ondas, soy tu Dios, cuyo nombre
es Jehová de los ejércitos. Y en tu boca he puesto mis palabras, y con la sombra de mi mano te cubrí,
extendiendo los cielos y echando los cimientos de la tierra, y diciendo a Sion: Pueblo mío eres tú.

Is. 52:1 - Despierta, despierta, vístete de poder, oh Sion; vístete tu ropa hermosa, oh Jerusalén,
ciudad santa; porque nunca más vendrá a ti incircunciso ni inmundo.

Is. 52:7 - ¡Cuán hermosos son sobre los montes los pies del que trae alegres nuevas, del que anuncia
la paz, del que trae nuevas del bien, del que publica salvación, del que dice a Sion: ¡Tu Dios reina!
Promesa a las Misiones.

Is. 52:9 - Cantad alabanzas, alegraos juntamente, soledades de Jerusalén; porque Jehová ha
consolado a su pueblo, a Jerusalén ha redimido. Promesa de Consuelo.

18
Is. 53:4-6 - Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le
tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas él herido fue por nuestras rebeliones,
molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros
curados. Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas
Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros. Promesa de Sanidad, Perdón y Salvación.

Is. 53:11 - Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho; por su conocimiento
justificará mi siervo justo a muchos, y llevará las iniquidades de ellos.

Is. 54:2-3 - Ensancha el sitio de tu tienda, y las cortinas de tus habitaciones sean extendidas; no seas
escasa; alarga tus cuerdas, y refuerza tus estacas. Porque te extenderás a la mano derecha y a la
mano izquierda; y tu descendencia heredará naciones, y habitará las ciudades asoladas.
Promesa a las Misiones.

Is. 54:5 - Tu marido es tu Hacedor; Jehová de los ejércitos es su nombre; y tu Redentor, el Santo de
Israel; Dios de toda la tierra será llamado. 6Porque como a mujer abandonada y triste de espíritu te
llamó Jehová, y como a la esposa de la juventud que es repudiada, dijo el Dios tuyo.

Is. 54:7-8 - Por un breve momento te abandoné, pero te recogeré con grandes misericordias. Con un
poco de ira escondí mi rostro de ti por un momento; pero con misericordia eterna tendré compasión
de ti, dijo Jehová tu Redentor.

Is. 54:10 - Porque los montes se moverán, y los collados temblarán, pero no se apartará de ti mi
misericordia, ni el pacto de mi paz se quebrantará, dijo Jehová, el que tiene misericordia de ti.
Promesa de la Fidelidad de Dios y de Misericordia.

Is. 54:13-17 - Y todos tus hijos serán enseñados por Jehová; y se multiplicará la paz de tus hijos. Con
justicia serás adornada; estarás lejos de opresión, porque no temerás, y de temor, porque no se
acercará a ti. Si alguno conspirare contra ti, lo hará sin mí; el que contra ti conspirare, delante de ti
caerá. He aquí que yo hice al herrero que sopla las ascuas en el fuego, y que saca la herramienta
para su obra; y yo he creado al destruidor para destruir. Ninguna arma forjada contra ti prosperará,
y condenarás toda lengua que se levante contra ti en juicio. Esta es la herencia de los siervos de
Jehová, y su salvación de mí vendrá, dijo Jehová. Promesa de Defensa y a los Padres.

Is. 55:4-7 - He aquí que yo lo di por testigo a los pueblos, por jefe y por maestro a las naciones. He
aquí, llamarás a gente que no conociste, y gentes que no te conocieron correrán a ti, por causa de
Jehová tu Dios, y del Santo de Israel que te ha honrado. Buscad a Jehová mientras puede ser
hallado, llamadle en tanto que está cercano. Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus
pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será
amplio en perdonar. Promesa a los Maestros, de Misericordia, Perdón y de Misiones.

Is. 55:10-13 - Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega
la tierra, y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come, así será mi
palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será
prosperada en aquello para que la envié. Porque con alegría saldréis, y con paz seréis vueltos; los
montes y los collados levantarán canción delante de vosotros, y todos los árboles del campo darán
palmadas de aplauso. En lugar de la zarza crecerá ciprés, y en lugar de la ortiga crecerá arrayán; y

19
será a Jehová por nombre, por señal eterna que nunca será raída.
Promesa de Gozo y de Misiones.

Is. 56:7 - Los llevaré a mi santo monte, y los recrearé en mi casa de oración; sus holocaustos y sus
sacrificios serán aceptos sobre mi altar; porque mi casa será llamada casa de oración para todos los
pueblos.

Is. 57:1-2 - Perece el justo, y no hay quien piense en ello; y los piadosos mueren, y no hay quien
entienda que de delante de la aflicción es quitado el justo. Entrará en la paz; descansarán en sus
lechos todos los que andan delante de Dios. Promesa de Luto.

Is. 57:15 - Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo
habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el
espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados.
Promesa de Consuelo y de Protección.

Is. 57:18-19 - He visto sus caminos; pero le sanaré, y le pastorearé, y le daré consuelo a él y a sus
enlutados; produciré fruto de labios: Paz, paz al que está lejos y al cercano, dijo Jehová; y lo sanaré.
Promesa de Protección, de Consuelo y de Luto.

Is. 58:8-11 - Entonces nacerá tu luz como el alba, y tu salvación se dejará ver pronto; e irá tu justicia
delante de ti, y la gloria de Jehová será tu retaguardia. Entonces invocarás, y te oirá Jehová;
clamarás, y dirá él: Heme aquí. Si quitares de en medio de ti el yugo, el dedo amenazador, y el
hablar vanidad; y si dieres tu pan al hambriento, y saciares al alma afligida, en las tinieblas nacerá
tu luz, y tu oscuridad será como el mediodía. Jehová te pastoreará siempre, y en las sequías saciará
tu alma, y dará vigor a tus huesos; y serás como huerto de riego, y como manantial de aguas, cuyas
aguas nunca faltan. Promesa de Salvación, de Seguridad, de la Fidelidad de Dios, de Protección, a la
Oración, de la Presencia de Dios y de Bendición.

Is. 58:14 - Entonces te deleitarás en Jehová; y yo te haré subir sobre las alturas de la tierra, y te daré a
comer la heredad de Jacob tu padre; porque la boca de Jehová lo ha hablado.

Is. 59:1-2 - He aquí que no se ha acortado la mano de Jehová para salvar, ni se ha agravado su oído
para oír; pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros
pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír. Promesa a la Oración.

Is. 59:19-21 - Y temerán desde el occidente el nombre de Jehová, y desde el nacimiento del sol su
gloria; porque vendrá el enemigo como río, mas el Espíritu de Jehová levantará bandera contra él. Y
vendrá el Redentor a Sion, y a los que se volvieren de la iniquidad en Jacob, dice Jehová. Y este será
mi pacto con ellos, dijo Jehová: El Espíritu mío que está sobre ti, y mis palabras que puse en tu boca,
no faltarán de tu boca, ni de la boca de tus hijos, ni de la boca de los hijos de tus hijos, dijo Jehová,
desde ahora y para siempre. Promesa de Defensa y de un Reino Mesianico.

Is. 60:1-3 - Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti.
Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad las naciones; mas sobre ti amanecerá

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Jehová, y sobre ti será vista su gloria. Y andarán las naciones a tu luz, y los reyes al resplandor de tu
nacimiento. Promesa a las Misiones, de Protección y de un Reino Mesianico.

Is. 60:10 - Y extranjeros edificarán tus muros, y sus reyes te servirán; porque en mi ira te castigué,
mas en mi buena voluntad tendré de ti misericordia. Promesa de Gozo.

Is. 60:13-22 - La gloria del Líbano vendrá a ti, cipreses, pinos y bojes juntamente, para decorar el
lugar de mi santuario; y yo honraré el lugar de mis pies. Y vendrán a ti humillados los hijos de los
que te afligieron, y a las pisadas de tus pies se encorvarán todos los que te escarnecían, y te
llamarán Ciudad de Jehová, Sion del Santo de Israel. En vez de estar abandonada y aborrecida,
tanto que nadie pasaba por ti, haré que seas una gloria eterna, el gozo de todos los siglos. Y
mamarás la leche de las naciones, el pecho de los reyes mamarás; y conocerás que yo Jehová soy el
Salvador tuyo y Redentor tuyo, el Fuerte de Jacob. En vez de bronce traeré oro, y por hierro plata, y
por madera bronce, y en lugar de piedras hierro; y pondré paz por tu tributo, y justicia por tus
opresores. Nunca más se oirá en tu tierra violencia, destrucción ni quebrantamiento en tu territorio,
sino que a tus muros llamarás Salvación, y a tus puertas Alabanza. El sol nunca más te servirá de
luz para el día, ni el resplandor de la luna te alumbrará, sino que Jehová te será por luz perpetua, y
el Dios tuyo por tu gloria. No se pondrá jamás tu sol, ni menguará tu luna; porque Jehová te será
por luz perpetua, y los días de tu luto serán acabados. Y tu pueblo, todos ellos serán justos, para
siempre heredarán la tierra; renuevos de mi plantío, obra de mis manos, para glorificarme. El
pequeño vendrá a ser mil, el menor, un pueblo fuerte. Yo Jehová, a su tiempo haré que esto sea
cumplido pronto.

Is. 61:1-3 - El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a
predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a
los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel; a proclamar el año de la buena voluntad de Jehová,
y el día de venganza del Dios nuestro; a consolar a todos los enlutados; a ordenar que a los afligidos
de Sion se les dé gloria en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar
del espíritu angustiado; y serán llamados árboles de justicia, plantío de Jehová, para gloria suya.
Promesa para el Ganador de Almas, de Protección y de Consuelo.

Is. 61:8-11 - Porque yo Jehová soy amante del derecho, aborrecedor del latrocinio para holocausto;
por tanto, afirmaré en verdad su obra, y haré con ellos pacto perpetuo. Y la descendencia de ellos
será conocida entre las naciones, y sus renuevos en medio de los pueblos; todos los que los vieren,
reconocerán que son linaje bendito de Jehová. En gran manera me gozaré en Jehová, mi alma se
alegrará en mi Dios; porque me vistió con vestiduras de salvación, me rodeó de manto de justicia,
como a novio me atavió, y como a novia adornada con sus joyas. Porque como la tierra produce su
renuevo, y como el huerto hace brotar su semilla, así Jehová el Señor hará brotar justicia y alabanza
delante de todas las naciones. Promesa a las Misiones.

Is. 62:1-3 - Por amor de Sion no callaré, y por amor de Jerusalén no descansaré, hasta que salga
como resplandor su justicia, y su salvación se encienda como una antorcha. Entonces verán las
gentes tu justicia, y todos los reyes tu gloria; y te será puesto un nombre nuevo, que la boca de
Jehová nombrará. Y serás corona de gloria en la mano de Jehová, y diadema de reino en la mano del
Dios tuyo. Promesa de la Gloria del Señor Jehová.

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Is. 62:8-12 - Juró Jehová por su mano derecha, y por su poderoso brazo: Que jamás daré tu trigo por
comida a tus enemigos, ni beberán los extraños el vino que es fruto de tu trabajo; sino que los que lo
cosechan lo comerán, y alabarán a Jehová; y los que lo vendimian, lo beberán en los atrios de mi
santuario. Pasad, pasad por las puertas; barred el camino al pueblo; allanad, allanad la calzada,
quitad las piedras, alzad pendón a los pueblos. He aquí que Jehová hizo oír hasta lo último de la
tierra: Decid a la hija de Sion: He aquí viene tu Salvador; he aquí su recompensa con él, y delante de
él su obra. Y les llamarán Pueblo Santo, Redimidos de Jehová; y a ti te llamarán Ciudad Deseada, no
desamparada.

Is. 63:9 - En toda angustia de ellos él fue angustiado, y el ángel de su faz los salvó; en su amor y en
su clemencia los redimió, y los trajo, y los levantó todos los días de la antigüedad.
Promesa de Misericordia y de la Presencia de Dios..

Is. 64:4 - Ni nunca oyeron, ni oídos percibieron, ni ojo ha visto a Dios fuera de ti, que hiciese por el
que en él espera.

Is. 65:1 - Fui buscado por los que no preguntaban por mí; fui hallado por los que no me buscaban.
Dije a gente que no invocaba mi nombre: Heme aquí, heme aquí.
Promesa a las Misiones.

Is. 65:18-20 - Mas os gozaréis y os alegraréis para siempre en las cosas que yo he creado; porque he
aquí que yo traigo a Jerusalén alegría, y a su pueblo gozo. Y me alegraré con Jerusalén, y me gozaré
con mi pueblo; y nunca más se oirán en ella voz de lloro, ni voz de clamor. No habrá más allí niño
que muera de pocos días, ni viejo que sus días no cumpla; porque el niño morirá de cien años, y el
pecador de cien años será maldito. Promesa de Consuelo y de un Reino Mesianico.

Is. 65:24 - Y antes que clamen, responderé yo; mientras aún hablan, yo habré oído.

Is. 66:2 - Mi mano hizo todas estas cosas, y así todas estas cosas fueron, dice Jehová; pero miraré a
aquel que es pobre y humilde de espíritu, y que tiembla a mi palabra.

Is. 66:13 - Como aquel a quien consuela su madre, así os consolaré yo a vosotros, y en Jerusalén
tomaréis consuelo. Promesa de Consuelo, Protección.

Is. 66:18-19 - Porque yo conozco sus obras y sus pensamientos; tiempo vendrá para juntar a todas las
naciones y lenguas; y vendrán, y verán mi gloria. Y pondré entre ellos señal, y enviaré de los
escapados de ellos a las naciones, a Tarsis, a Fut y Lud que disparan arco, a Tubal y a Javán, a las
costas lejanas que no oyeron de mí, ni vieron mi gloria; y publicarán mi gloria entre las naciones.

22
Libro de Eclesiastés
Ec. 2:26 - Porque al hombre que le agrada, Dios le da sabiduría, ciencia y gozo; mas al pecador da el
trabajo de recoger y amontonar, para darlo al que agrada a Dios. También esto es vanidad y aflicción
de espíritu.

Ec. 3:11 - Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que
alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin.

Ec. 3:13 - Y también que es don de Dios que todo hombre coma y beba, y goce el bien de toda su
labor.

Ec. 4:9-12 - Mejores son dos que uno; porque tienen mejor paga de su trabajo. 10 Porque si cayeren,
el uno levantará a su compañero; pero ¡ay del solo! que cuando cayere, no habrá segundo que lo
levante. 11 También si dos durmieren juntos, se calentarán mutuamente; mas ¿cómo se calentará
uno solo? 12 Y si alguno prevaleciere contra uno, dos le resistirán; y cordón de tres dobleces no se
rompe pronto.
Promesa de Amistad.

Ec. 5:12 - Dulce es el sueño del trabajador, coma mucho, coma poco; pero al rico no le deja dormir la
abundancia.

Ec. 7:1 - Mejor es la buena fama que el buen ungüento; y mejor el día de la muerte que el día del
nacimiento.

Ec. 8:12 - Aunque el pecador haga mal cien veces, y prolongue sus días, con todo yo también sé que
les irá bien a los que a Dios temen, los que temen ante su presencia.
Promesa de Bendición.

Ec. 9:9 - Goza de la vida con la mujer que amas, todos los días de la vida de tu vanidad que te son
dados debajo del sol, todos los días de tu vanidad; porque esta es tu parte en la vida, y en tu trabajo
con que te afanas debajo del sol.

Ec. 11:1 - Echa tu pan sobre las aguas; porque después de muchos días lo hallarás.

Ec. 12:11 - Las palabras de los sabios son como aguijones; y como clavos hincados son las de los
maestros de las congregaciones, dadas por un Pastor.

23
Libro de los Proverbios
Pr. 1:5 - Oirá el sabio, y aumentará el saber, y el entendido adquirirá consejo.

Pr. 1:7 - El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; los insensatos desprecian la sabiduría y la
enseñanza.
Promesa de Dirección.

Pr. 1:23 - Volveos a mi reprensión; he aquí yo derramaré mi espíritu sobre vosotros, y os haré saber
mis palabras.

Pr. 1:33 - Mas el que me oyere, habitará confiadamente y vivirá tranquilo, sin temor del mal.
Promesa de Descanso y sobre el Espíritu Santo.

Pr. 2:6-7 - Porque Jehová da la sabiduría, y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia. El


provee de sana sabiduría a los rectos; es escudo a los que caminan rectamente.
Promesa de Dirección.

Pr. 2:20 - Así andarás por el camino de los buenos, y seguirás las veredas de los justos.

Pr. 3:1-2 - Hijo mío, no te olvides de mi ley, y tu corazón guarde mis mandamientos; porque largura
de días y años de vida y paz te aumentarán.

Pr. 3:4-19 - Y hallarás gracia y buena opinión ante los ojos de Dios y de los hombres. Fíate de Jehová
de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él
enderezará tus veredas. No seas sabio en tu propia opinión; teme a Jehová, y apártate del mal;
porque será medicina a tu cuerpo, y refrigerio para tus huesos. Honra a Jehová con tus bienes, y con
las primicias de todos tus frutos; y serán llenos tus graneros con abundancia, y tus lagares
rebosarán de mosto. No menosprecies, hijo mío, el castigo de Jehová, ni te fatigues de su corrección;
porque Jehová al que ama castiga, como el padre al hijo a quien quiere. Bienaventurado el hombre
que halla la sabiduría, y que obtiene la inteligencia; porque su ganancia es mejor que la ganancia de
la plata, y sus frutos más que el oro fino. Más preciosa es que las piedras preciosas; y todo lo que
puedes desear, no se puede comparar a ella. Largura de días está en su mano derecha; en su
izquierda, riquezas y honra. Sus caminos son caminos deleitosos, y todas sus veredas paz. Ella es
árbol de vida a los que de ella echan mano, y bienaventurados son los que la retienen. Jehová con
sabiduría fundó la tierra; afirmó los cielos con inteligencia.
Promesa de Dirección y de Disciplina.

Pr. 3:23-26 - Entonces andarás por tu camino confiadamente, y tu pie no tropezará. Cuando te
acuestes, no tendrás temor, sino que te acostarás, y tu sueño será grato. No tendrás temor de pavor
repentino, ni de la ruina de los impíos cuando viniere, porque Jehová será tu confianza, y él
preservará tu pie de quedar preso.
Promesa de Ayuda y de Descanso.

24
Pr. 3:32-35 - Porque Jehová abomina al perverso; mas su comunión íntima es con los justos. La
maldición de Jehová está en la casa del impío, pero bendecirá la morada de los justos. Ciertamente
él escarnecerá a los escarnecedores, y a los humildes dará gracia. Los sabios heredarán honra, mas
los necios llevarán ignominia.
Promesa de Bendición y de Ensalzamiento.

Pr. 4:18 - Mas la senda de los justos es como la luz de la aurora, que va en aumento hasta que el día
es perfecto.
Promesa de Bendición.

Pr. 4:20-22 - Hijo mío, está atento a mis palabras; inclina tu oído a mis razones. No se aparten de tus
ojos; guárdalas en medio de tu corazón; porque son vida a los que las hallan, y medicina a todo su
cuerpo.

Pr. 5:18-19 - Sea bendito tu manantial, y alégrate con la mujer de tu juventud, como cierva amada y
graciosa gacela. Sus caricias te satisfagan en todo tiempo, y en su amor recréate siempre.

Pr. 5:21 - Porque los caminos del hombre están ante los ojos de Jehová, y él considera todas sus
veredas.

Pr. 6:22-23 - Te guiarán cuando andes; cuando duermas te guardarán; hablarán contigo cuando
despiertes. Porque el mandamiento es lámpara, y la enseñanza es luz, y camino de vida las
reprensiones que te instruyen.

Pr. 8:17 - Yo amo a los que me aman, y me hallan los que temprano me buscan.

Pr. 8:32-35 - Ahora, pues, hijos, oídme, y bienaventurados los que guardan mis caminos. Atended el
consejo, y sed sabios, y no lo menospreciéis. Bienaventurado el hombre que me escucha, velando a
mis puertas cada día, aguardando a los postes de mis puertas. Porque el que me halle, hallará la
vida, y alcanzará el favor de Jehová.
Promesa de Bendición.

Pr. 9:9 - Da al sabio, y será más sabio; enseña al justo, y aumentará su saber.

Pr. 10:2-3 - Los tesoros de maldad no serán de provecho; mas la justicia libra de muerte. Jehová no
dejará padecer hambre al justo; mas la iniquidad lanzará a los impíos.

Pr. 10:9 - El que camina en integridad anda confiado; mas el que pervierte sus caminos será
quebrantado.

Pr. 10:12 - El odio despierta rencillas; pero el amor cubrirá todas las faltas.

Pr. 10:22 - La bendición de Jehová es la que enriquece, y no añade tristeza con ella.
Promesa de Bendición.

25
Pr. 10:24-25 - Lo que el impío teme, eso le vendrá; pero a los justos les será dado lo que desean.
Como pasa el torbellino, así el malo no permanece; mas el justo permanece para siempre.
Promesa de Bendición.

Pr. 10:28-29 - La esperanza de los justos es alegría; mas la esperanza de los impíos perecerá. El
camino de Jehová es fortaleza al perfecto; pero es destrucción a los que hacen maldad.
Promesa de Fortaleza.

Pr. 10:31-32 - La boca del justo producirá sabiduría; mas la lengua perversa será cortada. Los labios
del justo saben hablar lo que agrada; mas la boca de los impíos habla perversidades.

Pr. 11:1 - El peso falso es abominación a Jehová; mas la pesa cabal le agrada.

Pr. 11:16 - La justicia de los rectos los librará; mas los pecadores serán atrapados en su pecado.

Pr. 11:18 - El impío hace obra falsa; mas el que siembra justicia tendrá galardón firme.

Pr. 11:20-21 - Abominación son a Jehová los perversos de corazón; mas los perfectos de camino le
son agradables. Tarde o temprano, el malo será castigado; mas la descendencia de los justos será
librada.

Pr. 11:24-25 - Hay quienes reparten, y les es añadido más; y hay quienes retienen más de lo que es
justo, pero vienen a pobreza. El alma generosa será prosperada; y el que saciare, él también será
saciado.

Pr. 11:28 - El que confía en sus riquezas caerá; mas los justos reverdecerán como ramas.
Promesa de Bendición.

Pr. 11:30 - El fruto del justo es árbol de vida; y el que gana almas es sabio.
Promesa para el Ganador de Almas.

Pr. 12:1 - El que ama la instrucción ama la sabiduría; mas el que aborrece la reprensión es ignorante.

Pr. 12:3-4 - El hombre no se afirmará por medio de la impiedad; mas la raíz de los justos no será
removida. La mujer virtuosa es corona de su marido; mas la mala, como carcoma en sus huesos.
Promesa de Bendición.

Pr. 12:7 - Dios trastornará a los impíos, y no serán más; pero la casa de los justos permanecerá firme.

Pr. 12:15 - El camino del necio es derecho en su opinión; mas el que obedece al consejo es sabio.

Pr. 12:19-21 - El labio veraz permanecerá para siempre; mas la lengua mentirosa sólo por un
momento. Engaño hay en el corazón de los que piensan el mal; pero alegría en el de los que piensan
el bien. Ninguna adversidad acontecerá al justo; mas los impíos serán colmados de males.

26
Pr. 12:24 - La mano de los diligentes señoreará; mas la negligencia será tributaria.
Promesa de Bendición.

Pr. 12:28 - En el camino de la justicia está la vida; y en sus caminos no hay muerte.

Pr. 13:4-7 - El alma del perezoso desea, y nada alcanza; mas el alma de los diligentes será
prosperada. El justo aborrece la palabra de mentira; mas el impío se hace odioso e infame. La
justicia guarda al de perfecto camino; mas la impiedad trastornará al pecador. Hay quienes
pretenden ser ricos, y no tienen nada; y hay quienes pretenden ser pobres, y tienen muchas
riquezas.

Pr. 13:13 - El que menosprecia el precepto perecerá por ello; mas el que teme el mandamiento será
recompensado.

Pr. 13:18-21 - Pobreza y vergüenza tendrá el que menosprecia el consejo; mas el que guarda la
corrección recibirá honra. El deseo cumplido regocija el alma; pero apartarse del mal es
abominación a los necios. El que anda con sabios, sabio será; mas el que se junta con necios será
quebrantado. El mal perseguirá a los pecadores, mas los justos serán premiados con el bien.

Pr. 13:24 - El que detiene el castigo, a su hijo aborrece; mas el que lo ama, desde temprano lo corrige.

Pr. 14:1 - La mujer sabia edifica su casa; mas la necia con sus manos la derriba.

Pr. 14:4 - Sin bueyes el granero está vacío; mas por la fuerza del buey hay abundancia de pan.

Pr. 14:14 - De sus caminos será hastiado el necio de corazón; pero el hombre de bien estará contento
del suyo.
Promesa de Bendición.

Pr. 14:23 - En toda labor hay fruto; mas las vanas palabras de los labios empobrecen.

Pr. 14:26-27 - En el temor de Jehová está la fuerte confianza; y esperanza tendrán sus hijos. El temor
de Jehová es manantial de vida para apartarse de los lazos de la muerte.
Promesa de Confianza.

Pr. 14:32 - Por su maldad será lanzado el impío; mas el justo en su muerte tiene esperanza.
Promesa de Esperanza.

Pr. 14:34 - La justicia engrandece a la nación; mas el pecado es afrenta de las naciones.
Promesa de Bendición.

Pr. 15:1 - La blanda respuesta quita la ira; mas la palabra áspera hace subir el furor.

Pr. 15:4 - La lengua apacible es árbol de vida; mas la perversidad de ella es quebrantamiento de
espíritu.

27
Pr. 15:13 - El corazón alegre hermosea el rostro; mas por el dolor del corazón el espíritu se abate.

Pr. 15:15-17 - Todos los días del afligido son difíciles; mas el de corazón contento tiene un banquete
continuo. Mejor es lo poco con el temor de Jehová, que el gran tesoro donde hay turbación. Mejor es
la comida de legumbres donde hay amor, que de buey engordado donde hay odio.
Promesa de Bendición.

Pr. 15:23 - El hombre se alegra con la respuesta de su boca; y la palabra a su tiempo, ¡cuán buena es!

Pr. 15:29 - Jehová está lejos de los impíos; pero él oye la oración de los justos.

Pr. 16:3 - Encomienda a Jehová tus obras, y tus pensamientos serán afirmados.

Pr. 16:7-9 - Cuando los caminos del hombre son agradables a Jehová, aun a sus enemigos hace estar
en paz con él. Mejor es lo poco con justicia que la muchedumbre de frutos sin derecho. El corazón
del hombre piensa su camino; mas Jehová endereza sus pasos.
Promesa de Defensa.

Pr. 16:20-24 - El entendido en la palabra hallará el bien, y el que confía en Jehová es bienaventurado.
El sabio de corazón es llamado prudente, y la dulzura de labios aumenta el saber. Manantial de
vida es el entendimiento al que lo posee; mas la erudición de los necios es necedad. El corazón del
sabio hace prudente su boca, y añade gracia a sus labios. Panal de miel son los dichos suaves;
suavidad al alma y medicina para los huesos.
Promesa de Bendición.

Pr. 16:31-32 - Corona de honra es la vejez que se halla en el camino de justicia. Mejor es el que tarda
en airarse que el fuerte; y el que se enseñorea de su espíritu, que el que toma una ciudad.
Promesa a la Ancianidad.

Pr. 17:6 - Corona de los viejos son los nietos, y la honra de los hijos, sus padres.

Pr. 17:13 - El que da mal por bien, no se apartará el mal de su casa.

Pr. 17:17 - En todo tiempo ama el amigo, y es como un hermano en tiempo de angustia.
Promesa de Amistad.

Pr. 17:22 - El corazón alegre constituye buen remedio; mas el espíritu triste seca los huesos.

Pr. 18:10 - Torre fuerte es el nombre de Jehová; a él correrá el justo, y será levantado.

Pr. 18:22-24 - El que halla esposa halla el bien, y alcanza la benevolencia de Jehová. El pobre habla
con ruegos, mas el rico responde durezas. El hombre que tiene amigos ha de mostrarse amigo; y
amigo hay más unido que un hermano.

Pr. 19:8 - El que posee entendimiento ama su alma; el que guarda la inteligencia hallará el bien.

28
Pr. 19:14 - La casa y las riquezas son herencia de los padres; mas de Jehová la mujer prudente.

Pr. 19:16-17 - El que guarda el mandamiento guarda su alma; mas el que menosprecia sus caminos
morirá. A Jehová presta el que da al pobre, y el bien que ha hecho, se lo volverá a pagar.

Pr. 19:23 - El temor de Jehová es para vida, y con él vivirá lleno de reposo el hombre; no será
visitado de mal.
Promesa de Descanso.

Pr. 20:3-4 - Honra es del hombre dejar la contienda; mas todo insensato se envolverá en ella. El
perezoso no ara a causa del invierno; pedirá, pues, en la siega, y no hallará.

Pr. 20:7 - Camina en su integridad el justo; sus hijos son dichosos después de él.

Pr. 20:21-22 - Los bienes que se adquieren de prisa al principio, no serán al final bendecidos.
No digas: Yo me vengaré; espera a Jehová, y él te salvará.
Promesa de Defensa.

Pr. 20:24 - De Jehová son los pasos del hombre; ¿Cómo, pues, entenderá el hombre su camino?

Pr. 20:28-30 - Misericordia y verdad guardan al rey, y con clemencia se sustenta su trono. 29 La
gloria de los jóvenes es su fuerza, y la hermosura de los ancianos es su vejez. 30 - Los azotes que
hieren son medicina para el malo, y el castigo purifica el corazón.
Promesa a la Ancianidad y de Disciplina.

Pr. 21:5 - Los pensamientos del diligente ciertamente tienden a la abundancia; mas todo el que se
apresura alocadamente, de cierto va a la pobreza.

Pr. 21:21 - El que sigue la justicia y la misericordia hallará la vida, la justicia y la honra.

Pr. 21:23 - El que guarda su boca y su lengua, su alma guarda de angustias.

Pr. 21:26 - Hay quien todo el día codicia; pero el justo da, y no detiene su mano.

Pr. 21:31 - El caballo se alista para el día de la batalla; mas Jehová es el que da la victoria.
Promesa de Defensa.

Pr. 22:1 - De más estima es el buen nombre que las muchas riquezas, y la buena fama más que la
plata y el oro.

Pr. 22:4 - Riquezas, honra y vida son la remuneración de la humildad y del temor de Jehová.
Promesa de Bendición.

Pr. 22:6 - Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.

Pr. 22:9 - El ojo misericordioso será bendito, porque dio de su pan al indigente.

29
Pr. 22:29 - ¿Has visto hombre solícito en su trabajo? Delante de los reyes estará; no estará delante de
los de baja condición.
Promesa de Ensalzamiento.

Pr. 23:10-11 - No traspases el lindero antiguo, ni entres en la heredad de los huérfanos; porque el
defensor de ellos es el Fuerte, el cual juzgará la causa de ellos contra ti.
Promesa de Defensa.

Pr. 23:13-14 - No rehúses corregir al muchacho; porque si lo castigas con vara, no morirá. Lo
castigarás con vara, y librarás su alma del Seol.

Pr. 23:22 - Oye a tu padre, a aquel que te engendró; y cuando tu madre envejeciere, no la
menosprecies.

Pr. 23:24 - Mucho se alegrará el padre del justo, y el que engendra sabio se gozará con él.

Pr. 24:3-4 - Con sabiduría se edificará la casa, y con prudencia se afirmará;Y con ciencia se llenarán
las cámaras de todo bien preciado y agradable.

Pr. 25:21-22 - Si el que te aborrece tuviere hambre, dale de comer pan, y si tuviere sed, dale de beber
agua; porque ascuas amontonarás sobre su cabeza, y Jehová te lo pagará.

Pr. 27:5-6 - Mejor es reprensión manifiesta que amor oculto. Fieles son las heridas del que ama; pero
importunos los besos del que aborrece.
Promesa de Disciplina.

Pr. 27:9-10 - El ungüento y el perfume alegran el corazón, y el cordial consejo del amigo, al hombre.
10 No dejes a tu amigo, ni al amigo de tu padre; ni vayas a la casa de tu hermano en el día de tu
aflicción. Mejor es el vecino cerca que el hermano lejos.
Promesa de Amistad.

Pr. 28:1 - Huye el impío sin que nadie lo persiga; mas el justo está confiado como un león.
Promesa de Confianza.

Pr. 28:5 - Los hombres malos no entienden el juicio; mas los que buscan a Jehová entienden todas las
cosas.

Pr. 28:13-14 - El que encubre sus pecados no prosperará; mas el que los confiesa y se aparta
alcanzará misericordia. Bienaventurado el hombre que siempre teme a Dios; mas el que endurece su
corazón caerá en el mal.

Pr. 28:19-20 - El que labra su tierra se saciará de pan; mas el que sigue a los ociosos se llenará de
pobreza. 20 El hombre de verdad tendrá muchas bendiciones; mas el que se apresura a enriquecerse
no será sin culpa.
Promesa de Bendición.

30
Pr. 28:23 - El que reprende al hombre, hallará después mayor gracia que el que lisonjea con la
lengua.

Pr. 28:27 - El que da al pobre no tendrá pobreza; mas el que aparta sus ojos tendrá muchas
maldiciones.
Promesa de Bendición.

Pr. 29:17-18 - Corrige a tu hijo, y te dará descanso, y dará alegría a tu alma. Sin profecía el pueblo se
desenfrena; mas el que guarda la ley es bienaventurado.

Pr. 29:25 - El temor del hombre pondrá lazo; mas el que confía en Jehová será exaltado.
Promesa de Ensalzamiento.

Pr. 30:5-6 - Toda palabra de Dios es limpia; el es escudo a los que en él esperan. No añadas a sus
palabras, para que no te reprenda, y seas hallado mentiroso.

Pr. 31:10-13 - Mujer virtuosa, ¿quién la hallará? Porque su estima sobrepasa largamente a la de las
piedras preciosas. El corazón de su marido está en ella confiado, y no carecerá de ganancias. Le da
ella bien y no mal todos los días de su vida. Busca lana y lino, y con voluntad trabaja con sus
manos.

Pr. 31:28-31 - Se levantan sus hijos y la llaman bienaventurada; y su marido también la alaba:
Muchas mujeres hicieron el bien; mas tú sobrepasas a todas. Engañosa es la gracia, y vana la
hermosura; la mujer que teme a Jehová, ésa será alabada. Dadle del fruto de sus manos, y alábenla
en las puertas sus hechos.

31
Libro de los Salmos
Sal. 1:1-3 - Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de
pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado; sino que en la ley de Jehová está su delicia, y
en su ley medita de día y de noche. Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su
fruto en su tiempo, y su hoja no cae; y todo lo que hace, prosperará.

Sal. 2:7-8 - Yo publicaré el decreto; Jehová me ha dicho: Mi hijo eres tú; Yo te engendré hoy.
Pídeme, y te daré por herencia las naciones, y como posesión tuya los confines de la tierra.

Sal. 3:5 - Yo me acosté y dormí, y desperté, porque Jehová me sustentaba.


Promesa de Descanso.

Sal. 3:8 - La salvación es de Jehová; sobre tu pueblo sea tu bendición. Selah

Sal. 4:1 - Respóndeme cuando clamo, oh Dios de mi justicia. Cuando estaba en angustia, tú me
hiciste ensanchar; ten misericordia de mí, y oye mi oración.

Sal. 4:3 - Sabed, pues, que Jehová ha escogido al piadoso para sí; Jehová oirá cuando yo a él clamare.

Sal. 4:7-8 - Tú diste alegría a mi corazón mayor que la de ellos cuando abundaba su grano y su
mosto. En paz me acostaré, y asimismo dormiré; porque solo tú, Jehová, me haces vivir confiado.
Promesa de Descanso.

Sal. 5:8 - Guíame, Jehová, en tu justicia, a causa de mis enemigos; endereza delante de mí tu camino.
Promesa de Dirección.

Sal. 5:11-12 - Pero alégrense todos los que en ti confían; den voces de júbilo para siempre, porque tú
los defiendes; en ti se regocijen los que aman tu nombre. Porque tú, oh Jehová, bendecirás al justo;
como con un escudo lo rodearás de tu favor.

Sal. 6:8-10 - Apartaos de mí, todos los hacedores de iniquidad; porque Jehová ha oído la voz de mi
lloro. Jehová ha oído mi ruego; ha recibido Jehová mi oración. Se avergonzarán y se turbarán mucho
todos mis enemigos; se volverán y serán avergonzados de repente.
Promesa de Defensa.

Sal. 7:10 - Mi escudo está en Dios, que salva a los rectos de corazón.

Sal. 9:9-10 - Jehová será refugio del pobre, refugio para el tiempo de angustia. En ti confiarán los que
conocen tu nombre, por cuanto tú, oh Jehová, no desamparaste a los que te buscaron.

Sal. 9:12 - Porque el que demanda la sangre se acordó de ellos; no se olvidó del clamor de los
afligidos.

Sal. 10:3 - Porque el malo se jacta del deseo de su alma, bendice al codicioso, y desprecia a Jehová.

32
Sal. 10:14 - Tú lo has visto; porque miras el trabajo y la vejación, para dar la recompensa con tu
mano; a ti se acoge el desvalido; Tú eres el amparo del huérfano.

Sal. 11:1 - En Jehová he confiado; ¿Cómo decís a mi alma, que escape al monte cual ave?
Promesa de Confianza y de Defensa.

Sal. 11:4-7 - Jehová está en su santo templo; Jehová tiene en el cielo su trono; sus ojos ven, sus
párpados examinan a los hijos de los hombres. Jehová prueba al justo; pero al malo y al que ama la
violencia, su alma los aborrece. Sobre los malos hará llover calamidades; fuego, azufre y viento
abrasador será la porción del cáliz de ellos. Porque Jehová es justo, y ama la justicia; el hombre recto
mirará su rostro.

Sal. 12:7 - Tú, Jehová, los guardarás; de esta generación los preservarás para siempre.
Promesa de Defensa.

Sal. 13:4-5 - Para que no diga mi enemigo: Lo vencí. Mis enemigos se alegrarían, si yo resbalara. Mas
yo en tu misericordia he confiado; mi corazón se alegrará en tu salvación.

Sal. 14:7 - ¡Oh, que de Sion saliera la salvación de Israel! Cuando Jehová hiciere volver a los cautivos
de su pueblo, se gozará Jacob, y se alegrará Israel.

Sal. 15:1-3 - Jehová, ¿quién habitará en tu tabernáculo? ¿Quién morará en tu monte santo? El que
anda en integridad y hace justicia, y habla verdad en su corazón. El que no calumnia con su lengua,
ni hace mal a su prójimo, ni admite reproche alguno contra su vecino.

Sal. 16:5-8 - Jehová es la porción de mi herencia y de mi copa; Tú sustentas mi suerte. Las cuerdas
me cayeron en lugares deleitosos, y es hermosa la heredad que me ha tocado. Bendeciré a Jehová
que me aconseja; aun en las noches me enseña mi conciencia. A Jehová he puesto siempre delante
de mí; porque está a mi diestra, no seré conmovido. 9 Se alegró por tanto mi corazón, y se gozó mi
alma; mi carne también reposará confiadamente.
Promesa de Ayuda y de Descanso.

Sal. 16:11 - Me mostrarás la senda de la vida; en tu presencia hay plenitud de gozo; delicias a tu
diestra para siempre.

Sal. 17:8 - Guárdame como a la niña de tus ojos; escóndeme bajo la sombra de tus alas.
Promesa de Defensa.

Sal. 17:13 - Levántate, oh Jehová; sal a su encuentro, póstrales; libra mi alma de los malos con tu
espada.
Promesa de Defensa.

Sal. 17:15 - En cuanto a mí, veré tu rostro en justicia; estaré satisfecho cuando despierte a tu
semejanza.

Sal. 18:3 - Invocaré a Jehová, quien es digno de ser alabado, y seré salvo de mis enemigos.

33
Sal. 18:6 - En mi angustia invoqué a Jehová, y clamé a mi Dios. El oyó mi voz desde su templo, y mi
clamor llegó delante de él, a sus oídos.

Sal. 18:16-19 - Envió desde lo alto; me tomó, me sacó de las muchas aguas. Me libró de mi poderoso
enemigo, y de los que me aborrecían; pues eran más fuertes que yo. Me asaltaron en el día de mi
quebranto, mas Jehová fue mi apoyo. Me sacó a lugar espacioso; me libró, porque se agradó de mí.
Promesa de Defensa.

Sal. 18:25 - Con el misericordioso te mostrarás misericordioso, y recto para con el hombre íntegro.

Sal. 18:27 - Porque tú salvarás al pueblo afligido, y humillarás los ojos altivos.
Promesa de Defensa.

Sal. 18:32-33 - Dios es el que me ciñe de poder, y quien hace perfecto mi camino; quien hace mis pies
como de ciervas, y me hace estar firme sobre mis alturas.
Promesa de Fortaleza.

Sal. 18:35-36 - Me diste asimismo el escudo de tu salvación; tu diestra me sustentó, y tu benignidad


me ha engrandecido. Ensanchaste mis pasos debajo de mí, y mis pies no han resbalado.

Sal. 18:39 - Pues me ceñiste de fuerzas para la pelea; has humillado a mis enemigos debajo de mí.
Promesa de Defensa.

Sal. 18:43 - Me has librado de las contiendas del pueblo; me has hecho cabeza de las naciones;
pueblo que yo no conocía me sirvió.
Promesa de Defensa.

Sal. 18:47-48 - El Dios que venga mis agravios, y somete pueblos debajo de mí; el que me libra de
mis enemigos, y aun me eleva sobre los que se levantan contra mí; me libraste de varón violento.
Promesa de Defensa.

Sal. 19:7-11 - La ley de Jehová es perfecta, que convierte el alma; el testimonio de Jehová es fiel, que
hace sabio al sencillo. Los mandamientos de Jehová son rectos, que alegran el corazón; el precepto
de Jehová es puro, que alumbra los ojos. El temor de Jehová es limpio, que permanece para siempre;
los juicios de Jehová son verdad, todos justos. Deseables son más que el oro, y más que mucho oro
afinado; y dulces más que miel, y que la que destila del panal. Tu siervo es además amonestado con
ellos; en guardarlos hay grande galardón.

Sal. 20:1 - Jehová te oiga en el día de conflicto; el nombre del Dios de Jacob te defienda.
Promesa de Defensa.

Sal. 20:6-8 - Ahora conozco que Jehová salva a su ungido; lo oirá desde sus santos cielos con la
potencia salvadora de su diestra. Estos confían en carros, y aquéllos en caballos; mas nosotros del
nombre de Jehová nuestro Dios tendremos memoria. Ellos flaquean y caen, mas nosotros nos
levantamos, y estamos en pie.
Promesa de Defensa.

34
Sal. 21:2 - Le has concedido el deseo de su corazón, y no le negaste la petición de sus labios. Selah.

Sal. 21:7 - Por cuanto el rey confía en Jehová, y en la misericordia del Altísimo, no será conmovido.

Sal. 22:4-5 - En ti esperaron nuestros padres; esperaron, y tú los libraste. Clamaron a ti, y fueron
librados; confiaron en ti, y no fueron avergonzados.

Sal. 23:1-6 - Jehová es mi pastor; nada me faltará. En lugares de delicados pastos me hará descansar;
junto a aguas de reposo me pastoreará. Confortará mi alma; me guiará por sendas de justicia por
amor de su nombre. Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú
estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento. Aderezas mesa delante de mí en
presencia de mis angustiadores; unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando. Ciertamente el
bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa de Jehová moraré por
largos días.
Promesa de Aliento, de Descanso, de Dirección y de Consuelo.

Sal. 24:3-5 - ¿Quién subirá al monte de Jehová? ¿Y quién estará en su lugar santo? el limpio de
manos y puro de corazón; el que no ha elevado su alma a cosas vanas, ni jurado con engaño. El
recibirá bendición de Jehová, y justicia del Dios de salvación.

Sal. 25:3 - Ciertamente ninguno de cuantos esperan en ti será confundido; serán avergonzados los
que se rebelan sin causa.
Promesa de Esperanza.

Sal. 25:5 - Encamíname en tu verdad, y enséñame, porque tú eres el Dios de mi salvación; en ti he


esperado todo el día.
Promesa de Esperanza.

Sal. 25:8-15 - Bueno y recto es Jehová; por tanto, él enseñará a los pecadores el camino. Encaminará a
los humildes por el juicio, y enseñará a los mansos su carrera. Todas las sendas de Jehová son
misericordia y verdad, para los que guardan su pacto y sus testimonios.
Por amor de tu nombre, oh Jehová, perdonarás también mi pecado, que es grande. ¿Quién es el
hombre que teme a Jehová? El le enseñará el camino que ha de escoger. Gozará él de bienestar, y su
descendencia heredará la tierra. La comunión íntima de Jehová es con los que le temen, y a ellos
hará conocer su pacto. Mis ojos están siempre hacia Jehová, porque él sacará mis pies de la red.
Promesa de Dirección.

Sal. 27:1 - Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de
quién he de atemorizarme?
Promesa de Defensa.

Sal. 27:3 - Aunque un ejército acampe contra mí, no temerá mi corazón; aunque contra mí se levante
guerra, Yo estaré confiado.
Promesa de Defensa.

35
Sal. 27:5 - Porque él me esconderá en su tabernáculo en el día del mal; me ocultará en lo reservado
de su morada; sobre una roca me pondrá en alto.

Sal. 27:10 - Aunque mi padre y mi madre me dejaran, con todo, Jehová me recogerá.
Promesa de Consuelo.

Sal. 27:13-14 - Hubiera yo desmayado, si no creyese que veré la bondad de Jehová en la tierra de los
vivientes. Aguarda a Jehová; esfuérzate, y aliéntese tu corazón; sí, espera a Jehová.

Sal. 28:6-8 - Bendito sea Jehová, que oyó la voz de mis ruegos. Jehová es mi fortaleza y mi escudo; en
él confió mi corazón, y fui ayudado, por lo que se gozó mi corazón, y con mi cántico le alabaré.
Jehová es la fortaleza de su pueblo, y el refugio salvador de su ungido.

Sal. 29:11 - Jehová dará poder a su pueblo; Jehová bendecirá a su pueblo con paz.
Promesa de Fortaleza.

Sal. 30:1-3 - Te glorificaré, oh Jehová, porque me has exaltado, y no permitiste que mis enemigos se
alegraran de mí. Jehová Dios mío, a ti clamé, y me sanaste. Oh Jehová, hiciste subir mi alma del
Seol; me diste vida, para que no descendiese a la sepultura.
Promesa de Defensa.

Sal. 30:5 - Porque un momento será su ira, pero su favor dura toda la vida. Por la noche durará el
lloro, y a la mañana vendrá la alegría.
Promesa de Consuelo.

Sal. 30:11 - Has cambiado mi lamento en baile; desataste mi cilicio, y me ceñiste de alegría.
Promesa de Consuelo.

Sal 31:7-8 - Me gozaré y alegraré en tu misericordia, porque has visto mi aflicción; has conocido mi
alma en las angustias. No me entregaste en mano del enemigo; pusiste mis pies en lugar espacioso.
Promesa de Defensa.

Sal 31:19-20 - ¡Cuán grande es tu bondad, que has guardado para los que te temen, que has
mostrado a los que esperan en ti, delante de los hijos de los hombres! En lo secreto de tu presencia
los esconderás de la conspiración del hombre; los pondrás en un tabernáculo a cubierto de
contención de lenguas.

Sal. 31:23 - Amad a Jehová, todos vosotros sus santos; a los fieles guarda Jehová, y paga
abundantemente al que procede con soberbia.

Sal. 32:1-2 - Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada, y cubierto su pecado.
Bienaventurado el hombre a quien Jehová no culpa de iniquidad, y en cuyo espíritu no hay engaño.

Sal. 32:5-8 - Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad. Dije: Confesaré mis transgresiones a
Jehová; y tú perdonaste la maldad de mi pecado. Por esto orará a ti todo santo en el tiempo en que
puedas ser hallado; ciertamente en la inundación de muchas aguas no llegarán éstas a él. Tú eres mi

36
refugio; me guardarás de la angustia; con cánticos de liberación me rodearás. Selah
Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; sobre ti fijaré mis ojos.
Promesa de Ayuda y de Dirección.

Sal. 33:4-5 - Porque recta es la palabra de Jehová, y toda su obra es hecha con fidelidad. 5 El ama
justicia y juicio; de la misericordia de Jehová está llena la tierra.
Promesa de la Fidelidad de Dios.

Sal. 33:10-11 - Jehová hace nulo el consejo de las naciones, y frustra las maquinaciones de los
pueblos. El consejo de Jehová permanecerá para siempre; los pensamientos de su corazón por todas
las generaciones.

Sal. 33:18-21 - He aquí el ojo de Jehová sobre los que le temen, sobre los que esperan en su
misericordia, para librar sus almas de la muerte, y para darles vida en tiempo de hambre. Nuestra
alma espera a Jehová; nuestra ayuda y nuestro escudo es él. Por tanto, en él se alegrará nuestro
corazón, porque en su santo nombre hemos confiado.
Promesa de Esperanza.

Sal. 34:4-7 - Busqué a Jehová, y él me oyó, y me libró de todos mis temores. Los que miraron a él
fueron alumbrados, y sus rostros no fueron avergonzados. Este pobre clamó, y le oyó Jehová, y lo
libró de todas sus angustias. El ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen, y los
defiende.
Promesa de Defensa.

Sal. 34:9-10 - Temed a Jehová, vosotros sus santos, pues nada falta a los que le temen. Los leoncillos
necesitan, y tienen hambre; pero los que buscan a Jehová no tendrán falta de ningún bien.

Sal. 34:12-13 - ¿Quién es el hombre que desea vida, que desea muchos días para ver el bien? Guarda
tu lengua del mal, y tus labios de hablar engaño.

Sal. 34:15 - Los ojos de Jehová están sobre los justos, y atentos sus oídos al clamor de ellos.

Sal. 34:17-19 - Claman los justos, y Jehová oye, y los libra de todas sus angustias. Cercano está
Jehová a los quebrantados de corazón; y salva a los contritos de espíritu. Muchas son las aflicciones
del justo, pero de todas ellas le librará Jehová.
Promesa de Consuelo.

Sal. 34:22 - Jehová redime el alma de sus siervos, y no serán condenados cuantos en él confían.

Sal. 35:27 - Canten y alégrense los que están a favor de mi justa causa, y digan siempre: Sea exaltado
Jehová.

Sal. 36:7-9 - ¡Cuán preciosa, oh Dios, es tu misericordia! Por eso los hijos de los hombres se amparan
bajo la sombra de tus alas. Serán completamente saciados de la grosura de tu casa, y tú los
abrevarás del torrente de tus delicias. Porque contigo está el manantial de la vida; en tu luz veremos
la luz.

37
Sal. 37:1-9 - No te impacientes a causa de los malignos, ni tengas envidia de los que hacen
iniquidad. Porque como hierba serán pronto cortados, y como la hierba verde se secarán. Confía en
Jehová, y haz el bien; y habitarás en la tierra, y te apacentarás de la verdad. Deléitate asimismo en
Jehová, y él te concederá las peticiones de tu corazón. Encomienda a Jehová tu camino, y confía en
él; y él hará. Exhibirá tu justicia como la luz, y tu derecho como el mediodía. Guarda silencio ante
Jehová, y espera en él. No te alteres con motivo del que prospera en su camino, por el hombre que
hace maldades. Deja la ira, y desecha el enojo; no te excites en manera alguna a hacer lo malo.
Porque los malignos serán destruidos, pero los que esperan en Jehová, ellos heredarán la tierra.
Promesa de Defensa, de la Fidelidad de Dios y de Descanso.

Sal. 37:11 - Pero los mansos heredarán la tierra, y se recrearán con abundancia de paz.

Sal. 37:14-19 - Los impíos desenvainan espada y entesan su arco, para derribar al pobre y al
menesteroso, para matar a los de recto proceder. Su espada entrará en su mismo corazón, y su arco
será quebrado. Mejor es lo poco del justo, que las riquezas de muchos pecadores. Porque los brazos
de los impíos serán quebrados; mas el que sostiene a los justos es Jehová. Conoce Jehová los días de
los perfectos, y la heredad de ellos será para siempre. No serán avergonzados en el mal tiempo, y en
los días de hambre serán saciados.
Promesa de Defensa.

Sal. 37:23-26 - Por Jehová son ordenados los pasos del hombre, y él aprueba su camino. Cuando el
hombre cayere, no quedará postrado, porque Jehová sostiene su mano. Joven fui, y he envejecido, y
no he visto justo desamparado, ni su descendencia que mendigue pan. En todo tiempo tiene
misericordia, y presta; y su descendencia es para bendición.
Promesa de Dirección y de la Fidelidad de Dios.

Sal. 37:28 - Porque Jehová ama la rectitud, y no desampara a sus santos. Para siempre serán
guardados; mas la descendencia de los impíos será destruida.

Sal. 37:30 - La boca del justo habla sabiduría, y su lengua habla justicia.

Sal. 37:32-34 - Acecha el impío al justo, y procura matarlo. Jehová no lo dejará en sus manos, ni lo
condenará cuando le juzgaren. Espera en Jehová, y guarda su camino, y él te exaltará para heredar
la tierra; cuando sean destruidos los pecadores, lo verás.
Promesa de Defensa y de Dirección.

Sal. 37:39-40 - Pero la salvación de los justos es de Jehová, y él es su fortaleza en el tiempo de la


angustia. Jehová los ayudará y los librará; los libertará de los impíos, y los salvará, por cuanto en él
esperaron.
Promesa de Defensa y de Fortaleza.

Sal. 38:15 - Porque en ti, oh Jehová, he esperado; tú responderás, Jehová Dios mío.

Sal. 40:1-3 - Pacientemente esperé a Jehová, y se inclinó a mí, y oyó mi clamor. Y me hizo sacar del
pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos. Puso

38
luego en mi boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios. Verán esto muchos, y temerán, y confiarán
en Jehová.

Sal. 40:5 - Has aumentado, oh Jehová Dios mío, tus maravillas; y tus pensamientos para con
nosotros, no es posible contarlos ante ti. Si yo anunciare y hablare de ellos, no pueden ser
enumerados.

Sal. 40:17 - Aunque afligido yo y necesitado, Jehová pensará en mí. Mi ayuda y mi libertador eres tú;
Dios mío, no te tardes.

Sal. 41:1-3 - Bienaventurado el que piensa en el pobre; en el día malo lo librará Jehová. Jehová lo
guardará, y le dará vida; será bienaventurado en la tierra, y no lo entregarás a la voluntad de sus
enemigos. Jehová lo sustentará sobre el lecho del dolor; mullirás toda su cama en su enfermedad.
Promesa de Defensa.

Libro II

Sal. 42:11 - ¿Por qué te abates, oh alma mía, y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios;
porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío.
Promesa de Esperanza.

Sal. 44:3 - Envía tu luz y tu verdad; éstas me guiarán; me conducirán a tu santo monte, y a tus
moradas.
Promesa de Guía y Ayuda.

Sal. 44:8 - En Dios nos gloriaremos todo el tiempo, y para siempre alabaremos tu nombre. Selah

Sal. 45:7 - Has amado la justicia y aborrecido la maldad; por tanto, te ungió Dios, el Dios tuyo,
Con óleo de alegría más que a tus compañeros.

Sal. 46:1-3 - Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Por
tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida, y se traspasen los montes al corazón del mar;
aunque bramen y se turben sus aguas, y tiemblen los montes a causa de su braveza. Selah

Sal. 46:5 - Dios está en medio de ella; no será conmovida. Dios la ayudará al clarear la mañana.
Promesa de Ayuda.

Sal. 46:10 - Estad quietos, y conoced que yo soy Dios; seré exaltado entre las naciones; enaltecido
seré en la tierra.
Promesa de Confianza.

Sal. 48:14 - Porque este Dios es Dios nuestro eternamente y para siempre; El nos guiará aun más allá
de la muerte.
Promesa de Dirección.

Sal. 49:15 - Pero Dios redimirá mi vida del poder del Seol, porque él me tomará consigo. Selah

39
Sal. 50:15 - E invócame en el día de la angustia; te libraré, y tú me honrarás.

Sal. 50:23 - El que sacrifica alabanza me honrará; y al que ordenare su camino, le mostraré la
salvación de Dios.

Sal. 51:14-15 - Líbrame de homicidios, oh Dios, Dios de mi salvación; cantará mi lengua tu justicia.
Señor, abre mis labios, y publicará mi boca tu alabanza.

Sal. 51:17 - Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al corazón contrito y humillado no
despreciarás tú, oh Dios.

Sal. 52:8-9 - Pero yo estoy como olivo verde en la casa de Dios; en la misericordia de Dios confío
eternamente y para siempre. Te alabaré para siempre, porque lo has hecho así; y esperaré en tu
nombre, porque es bueno, delante de tus santos.
Promesa de Confianza y de Esperanza.

Sal. 54:4 - He aquí, Dios es el que me ayuda; el Señor está con los que sostienen mi vida.

Sal. 54:7 - Porque él me ha librado de toda angustia, y mis ojos han visto la ruina de mis enemigos.
Promesa de Consuelo.

Sal. 55:16-17 - En cuanto a mí, a Dios clamaré; y Jehová me salvará. Tarde y mañana y a mediodía
oraré y clamaré, y él oirá mi voz.

Sal. 55:22 - Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará; no dejará para siempre caído al justo.
Promesa de Descanso, Sustento y Confianza.

Sal. 56:3-4 - En el día que temo, yo en ti confío. En Dios alabaré su palabra; en Dios he confiado; no
temeré; ¿Qué puede hacerme el hombre?
Promesa de Consuelo y de Defensa.

Sal. 56:9 - Serán luego vueltos atrás mis enemigos, el día en que yo clamare; esto sé, que Dios está
por mí.
Promesa de Consuelo y de Defensa.

Sal. 57:1-3 - Ten misericordia de mí, oh Dios, ten misericordia de mí; porque en ti ha confiado mi
alma, y en la sombra de tus alas me ampararé hasta que pasen los quebrantos. Clamaré al Dios
Altísimo, al Dios que me favorece. El enviará desde los cielos, y me salvará de la infamia del que me
acosa; Selah
Dios enviará su misericordia y su verdad.
Promesa de Confianza y de Defensa.

Sal. 58:11 - Entonces dirá el hombre: Ciertamente hay galardón para el justo; ciertamente hay Dios
que juzga en la tierra.

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Sal. 60:11-12 - Danos socorro contra el enemigo, porque vana es la ayuda de los hombres. En Dios
haremos proezas, y él hollará a nuestros enemigos.

Sal. 61:1-4 - Oye, oh Dios, mi clamor; a mi oración atiende. Desde el cabo de la tierra clamaré a ti,
cuando mi corazón desmayare. Llévame a la roca que es más alta que yo, porque tú has sido mi
refugio, y torre fuerte delante del enemigo. Yo habitaré en tu tabernáculo para siempre; estaré
seguro bajo la cubierta de tus alas. Selah.
Promesa de Aliento.

Sal. 62:1-2 - En Dios solamente está acallada mi alma; de él viene mi salvación. El solamente es mi
roca y mi salvación; es mi refugio, no resbalaré mucho.
Promesa de Descanso.

Sal. 62:5 - Alma mía, en Dios solamente reposa, porque de él es mi esperanza.

Sal. 62:11-12 - Una vez habló Dios; dos veces he oído esto: Que de Dios es el poder, y tuya, oh Señor,
es la misericordia; porque tú pagas a cada uno conforme a su obra.
Promesa de Fortaleza.

Sal. 64:10 - Se alegrará el justo en Jehová, y confiará en él; y se gloriarán todos los rectos de corazón.

Sal. 65:2-3 - Tú oyes la oración; a ti vendrá toda carne. Las iniquidades prevalecen contra mí; mas
nuestras rebeliones tú las perdonarás.

Sal. 65:5 - Con tremendas cosas nos responderás tú en justicia, oh Dios de nuestra salvación,
esperanza de todos los términos de la tierra, y de los más remotos confines del mar.

Sal. 67:1-2 - Dios tenga misericordia de nosotros, y nos bendiga; haga resplandecer su rostro sobre
nosotros; Selah
Para que sea conocido en la tierra tu camino, en todas las naciones tu salvación.

Sal. 67:7 - Bendíganos Dios, y témanlo todos los términos de la tierra.

Sal. 68:3 - Mas los justos se alegrarán; se gozarán delante de Dios, y saltarán de alegría.

Sal. 68:5-6 - Padre de huérfanos y defensor de viudas es Dios en su santa morada. Dios hace habitar
en familia a los desamparados; saca a los cautivos a prosperidad; mas los rebeldes habitan en tierra
seca.
Promesa de Consuelo.

Sal. 68:9-11 - Abundante lluvia esparciste, oh Dios; a tu heredad exhausta tú la reanimaste. Los que
son de tu grey han morado en ella; por tu bondad, oh Dios, has provisto al pobre. El Señor daba
palabra; había grande multitud de las que llevaban buenas nuevas.

Sal. 68:20 - Dios, nuestro Dios ha de salvarnos, y de Jehová el Señor es el librar de la muerte.

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Sal. 68:28 - Tu Dios ha ordenado tu fuerza; confirma, oh Dios, lo que has hecho para nosotros.
Promesa de Fortaleza.

Sal. 68:35 - Temible eres, oh Dios, desde tus santuarios; el Dios de Israel, él da fuerza y vigor a su
pueblo. Bendito sea Dios.
Promesa de Fortaleza.

Sal. 69:1 - Sálvame, oh Dios, porque las aguas han entrado hasta el alma.

Sal. 69:32-33 - Lo verán los oprimidos, y se gozarán. Buscad a Dios, y vivirá vuestro corazón, porque
Jehová oye a los menesterosos, y no menosprecia a sus prisioneros.

Sal. 71:5 - Porque tú, oh Señor Jehová, eres mi esperanza, seguridad mía desde mi juventud.
Promesa de Esperanza.

Sal. 71:17-18 - Oh Dios, me enseñaste desde mi juventud, y hasta ahora he manifestado tus
maravillas. Aun en la vejez y las canas, oh Dios, no me desampares, hasta que anuncie tu poder a la
posteridad, y tu potencia a todos los que han de venir.
Promesa a la Ancianidad.

Sal. 71:20-21 - Tú, que me has hecho ver muchas angustias y males, volverás a darme vida, y de
nuevo me levantarás de los abismos de la tierra. Aumentarás mi grandeza, y volverás a consolarme.
Promesa de Consuelo.

Sal. 71:24 - Mi lengua hablará también de tu justicia todo el día; por cuanto han sido avergonzados,
porque han sido confundidos los que mi mal procuraban.
Promesa de Consuelo.

Sal. 72:7-8 - Florecerá en sus días justicia, y muchedumbre de paz, hasta que no haya luna.
Dominará de mar a mar, y desde el río hasta los confines de la tierra.

Sal. 72:12-14 - Porque él librará al menesteroso que clamare, y al afligido que no tuviere quien le
socorra. Tendrá misericordia del pobre y del menesteroso, y salvará la vida de los pobres. De
engaño y de violencia redimirá sus almas, y la sangre de ellos será preciosa ante sus ojos.

Sal. 72:16-17 - Será echado un puñado de grano en la tierra, en las cumbres de los montes;
Su fruto hará ruido como el Líbano, y los de la ciudad florecerán como la hierba de la tierra. Será su
nombre para siempre, se perpetuará su nombre mientras dure el sol. Benditas serán en él todas las
naciones; lo llamarán bienaventurado.

Libro III

Sal. 73:1 - Ciertamente es bueno Dios para con Israel, para con los limpios de corazón.

42
Sal. 73:23-24 - Con todo, yo siempre estuve contigo; me tomaste de la mano derecha. Me has guiado
según tu consejo, y después me recibirás en gloria.
Promesa de Dirección.

Sal. 75:6-7 - Porque ni de oriente ni de occidente, ni del desierto viene el enaltecimiento. Mas Dios es
el juez; a éste humilla, y a aquél enaltece.
Promesa de Ensalzamiento.

Sal. 77:14 - Tú eres el Dios que hace maravillas; hiciste notorio en los pueblos tu poder.

Sal. 78:5-7 - El estableció testimonio en Jacob, y puso ley en Israel, la cual mandó a nuestros padres
que la notificasen a sus hijos; para que lo sepa la generación venidera, y los hijos que nacerán; y los
que se levantarán lo cuenten a sus hijos, a fin de que pongan en Dios su confianza, y no se olviden
de las obras de Dios; que guarden sus mandamientos.

Sal. 81:10 - Yo soy Jehová tu Dios, que te hice subir de la tierra de Egipto; abre tu boca, y yo la
llenaré.

Sal. 81:14 - En un momento habría yo derribado a sus enemigos, y vuelto mi mano contra sus
adversarios.

Sal. 84:11-12 - Porque sol y escudo es Jehová Dios; gracia y gloria dará Jehová. No quitará el bien a
los que andan en integridad. Jehová de los ejércitos, dichoso el hombre que en ti confía.

Sal. 85:8 - Escucharé lo que hablará Jehová Dios; porque hablará paz a su pueblo y a sus santos, para
que no se vuelvan a la locura.

Sal. 85:10-13 - La misericordia y la verdad se encontraron; la justicia y la paz se besaron. La verdad


brotará de la tierra, y la justicia mirará desde los cielos. Jehová dará también el bien, y nuestra tierra
dará su fruto. La justicia irá delante de él, y sus pasos nos pondrá por camino.

Sal. 86:5 - Porque tú, Señor, eres bueno y perdonador, y grande en misericordia para con todos los
que te invocan.

Sal. 86:7 - En el día de mi angustia te llamaré, porque tú me respondes.

Sal. 86:9 - Todas las naciones que hiciste vendrán y adorarán delante de ti, Señor, y glorificarán tu
nombre.

Sal. 86:15 - Mas tú, Señor, Dios misericordioso y clemente, lento para la ira, y grande en misericordia
y verdad.
Promesa de la Fidelidad de Dios.

Sal. 87:7 - Y cantores y tañedores en ella dirán: Todas mis fuentes están en ti.

43
Sal. 89:2 - Porque dije: Para siempre será edificada misericordia; en los cielos mismos afirmarás tu
verdad.

Sal. 89:16 - En tu nombre se alegrará todo el día, y en tu justicia será enaltecido.

Sal. 89:18 - Porque Jehová es nuestro escudo, y nuestro rey es el Santo de Israel.

Sal. 89:21-23 - Mi mano estará siempre con él, mi brazo también lo fortalecerá. No lo sorprenderá el
enemigo, ni hijo de iniquidad lo quebrantará; sino que quebrantaré delante de él a sus enemigos, y
heriré a los que le aborrecen.
Promesa de Defensa.

Sal. 89:26 - El me clamará: Mi padre eres tú, mi Dios, y la roca de mi salvación.

Sal. 89:31-34 - Si profanaren mis estatutos, y no guardaren mis mandamientos, entonces castigaré
con vara su rebelión, y con azotes sus iniquidades. Mas no quitaré de él mi misericordia, ni falsearé
mi verdad. No olvidaré mi pacto, ni mudaré lo que ha salido de mis labios.
Promesa de la Fidelidad de Dios.

Sal. 89:36 - Su descendencia será para siempre, y su trono como el sol delante de mí.

Libro IV

Sal. 90:1-2 - Señor, tú nos has sido refugio de generación en generación. Antes que naciesen los
montes y formases la tierra y el mundo, desde el siglo y hasta el siglo, tú eres Dios.
Promesa de Confianza y de la Fidelidad de Dios.

Sal. 91:1-7 - El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente. Diré yo a
Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; mi Dios, en quien confiaré. El te librará del lazo del cazador,
de la peste destructora. Con sus plumas te cubrirá, y debajo de sus alas estarás seguro; escudo y
adarga es su verdad. No temerás el terror nocturno, ni saeta que vuele de día, ni pestilencia que
ande en oscuridad, ni mortandad que en medio del día destruya. Caerán a tu lado mil, y diez mil a
tu diestra; mas a ti no llegará.

Sal. 91:10-11 - No te sobrevendrá mal, ni plaga tocará tu morada. Pues a sus ángeles mandará acerca
de ti, que te guarden en todos tus caminos.

Sal. 91:14-16 - Por cuanto en mí ha puesto su amor, yo también lo libraré; le pondré en alto, por
cuanto ha conocido mi nombre. Me invocará, y yo le responderé; con él estaré yo en la angustia; lo
libraré y le glorificaré. Lo saciaré de larga vida, y le mostraré mi salvación.

Sal. 92:12-15 - El justo florecerá como la palmera; crecerá como cedro en el Líbano. Plantados en la
casa de Jehová, en los atrios de nuestro Dios florecerán. Aun en la vejez fructificarán; estarán
vigorosos y verdes, para anunciar que Jehová mi fortaleza es recto, y que en él no hay injusticia.
Promesa a la Ancianidad.

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Sal. 94:12-14 - Bienaventurado el hombre a quien tú, JAH, corriges, y en tu ley lo instruyes, para
hacerle descansar en los días de aflicción, en tanto que para el impío se cava el hoyo. Porque no
abandonará Jehová a su pueblo, ni desamparará su heredad.
Promesa de Disciplina.

Sal. 94:18-23 - Cuando yo decía: Mi pie resbala, tu misericordia, oh Jehová, me sustentaba. En la


multitud de mis pensamientos dentro de mí, tus consolaciones alegraban mi alma. ¿Se juntará
contigo el trono de iniquidades que hace agravio bajo forma de ley? Se juntan contra la vida del
justo, y condenan la sangre inocente. Mas Jehová me ha sido por refugio, y mi Dios por roca de mi
confianza. Y él hará volver sobre ellos su iniquidad, y los destruirá en su propia maldad; los
destruirá Jehová nuestro Dios.
Promesa de Ayuda.

Sal. 95:6-7 - Venid, adoremos y postrémonos; arrodillémonos delante de Jehová nuestro Hacedor.
Porque él es nuestro Dios; nosotros el pueblo de su prado, y ovejas de su mano. Si oyereis hoy su
voz.
Promesa de Congregación.

Sal. 97:10-11 - Los que amáis a Jehová, aborreced el mal; el guarda las almas de sus santos;
De mano de los impíos los libra. Luz está sembrada para el justo, y alegría para los rectos de
corazón.

Sal. 100:3 - Reconoced que Jehová es Dios; El nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos; Pueblo
suyo somos, y ovejas de su prado.

Sal. 100:5 - Porque Jehová es bueno; para siempre es su misericordia, y su verdad por todas las
generaciones.

Sal. 101:6 - Mis ojos pondré en los fieles de la tierra, para que estén conmigo; el que ande en el
camino de la perfección, éste me servirá.

Sal. 102:17 - Habrá considerado la oración de los desvalidos, y no habrá desechado el ruego de ellos.

Sal. 103:1-6 - Bendice, alma mía, a Jehová, y bendiga todo mi ser su santo nombre. Bendice, alma
mía, a Jehová, y no olvides ninguno de sus beneficios. El es quien perdona todas tus iniquidades, El
que sana todas tus dolencias; El que rescata del hoyo tu vida, El que te corona de favores y
misericordias; El que sacia de bien tu boca de modo que te rejuvenezcas como el águila. Jehová es el
que hace justicia y derecho a todos los que padecen violencia.

Sal. 103:8 - Misericordioso y clemente es Jehová; lento para la ira, y grande en misericordia.

Sal. 103:10 - No ha hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades, ni nos ha pagado conforme
a nuestros pecados.

Sal. 103:12-14 - Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones.
Como el padre se compadece de los hijos, se compadece Jehová de los que le temen. Porque él

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conoce nuestra condición; se acuerda de que somos polvo.
Promesa de Consuelo.

Sal. 103:17-18 - Mas la misericordia de Jehová es desde la eternidad y hasta la eternidad sobre los
que le temen, y su justicia sobre los hijos de los hijos; sobre los que guardan su pacto, y los que se
acuerdan de sus mandamientos para ponerlos por obra.

Sal. 105:3 - Gloriaos en su santo nombre; alégrese el corazón de los que buscan a Jehová.

Sal. 105:14-15 - No consintió que nadie los agraviase, y por causa de ellos castigó a los reyes. No
toquéis, dijo, a mis ungidos, ni hagáis mal a mis profetas.

Sal. 105:37 - Los sacó con plata y oro; y no hubo en sus tribus enfermo.

Sal. 105:39-41 - Extendió una nube por cubierta, y fuego para alumbrar la noche. Pidieron, e hizo
venir codornices; y los sació de pan del cielo. Abrió la peña, y fluyeron aguas; corrieron por los
sequedales como un río.

Sal. 106:3 - Dichosos los que guardan juicio, los que hacen justicia en todo tiempo.

Sal. 106:10 - Los salvó de mano del enemigo, y los rescató de mano del adversario.

Libro V

Sal. 107:1 - 1 Alabad a Jehová, porque él es bueno; porque para siempre es su misericordia.

Sal. 107:9 - Porque sacia al alma menesterosa, y llena de bien al alma hambrienta.

Sal. 107:29-30 - Cambia la tempestad en sosiego, y se apaciguan sus ondas. Luego se alegran, porque
se apaciguaron; y así los guía al puerto que deseaban.

Sal. 109:-26-31 - Ayúdame, Jehová Dios mío; sálvame conforme a tu misericordia. Y entiendan que
esta es tu mano; que tú, Jehová, has hecho esto. Maldigan ellos, pero bendice tú; levántense, mas
sean avergonzados, y regocíjese tu siervo. Sean vestidos de ignominia los que me calumnian; sean
cubiertos de confusión como con manto. Yo alabaré a Jehová en gran manera con mi boca, y en
medio de muchos le alabaré. Porque él se pondrá a la diestra del pobre, para librar su alma de los
que le juzgan.
Promesa de Consuelo.

Sal. 110:-5-6 - El Señor está a tu diestra; quebrantará a los reyes en el día de su ira. Juzgará entre las
naciones, las llenará de cadáveres; quebrantará las cabezas en muchas tierras.

Sal. 111:-5 - Ha dado alimento a los que le temen; para siempre se acordará de su pacto.

Sal. 112:4 - Resplandeció en las tinieblas luz a los rectos; es clemente, misericordioso y justo.

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Sal. 112:7 - No tendrá temor de malas noticias; su corazón está firme, confiado en Jehová.

Sal. 113:7-9 - El levanta del polvo al pobre, y al menesteroso alza del muladar, para hacerlos sentar
con los príncipes, con los príncipes de su pueblo. El hace habitar en familia a la estéril,
Que se goza en ser madre de hijos. Aleluya.
Promesa de Ensalzamiento.

Sal. 115:12-14 - Jehová se acordó de nosotros; nos bendecirá; bendecirá a la casa de Israel;
Bendecirá a la casa de Aarón. Bendecirá a los que temen a Jehová, a pequeños y a grandes.
Aumentará Jehová bendición sobre vosotros; sobre vosotros y sobre vuestros hijos.

Sal. 116:1 - Amo a Jehová, pues ha oído mi voz y mis súplicas; porque ha inclinado a mí su oído.

Sal. 116:6-7 - Jehová guarda a los sencillos; estaba yo postrado, y me salvó. Vuelve, oh alma mía, a tu
reposo, porque Jehová te ha hecho bien.
Promesa de Descanso.

Sal. 116:15 - Estimada es a los ojos de Jehová la muerte de sus santos.

Sal. 117:2 - Porque ha engrandecido sobre nosotros su misericordia, y la fidelidadde Jehová es para
siempre.
Aleluya.
Promesa de la Fidelidad de Dios.

Sal. 118:5-9 - Desde la angustia invoqué a JAH, y me respondió JAH, poniéndome en lugar
espacioso. Jehová está conmigo; no temeré lo que me pueda hacer el hombre. Jehová está conmigo
entre los que me ayudan; por tanto, yo veré mi deseo en los que me aborrecen. Mejor es confiar en
Jehová que confiar en el hombre. Mejor es confiar en Jehová que confiar en príncipes.
Promesa de Consuelo.

Sal. 118:11 - Me rodearon y me asediaron; mas en el nombre de Jehová yo las destruiré.

Sal. 119:1-2 - Bienaventurados los perfectos de camino, los que andan en la ley de Jehová.
Bienaventurados los que guardan sus testimonios, y con todo el corazón le buscan.

Sal. 119:9 - ¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra.

Sal. 119:24 - Pues tus testimonios son mis delicias y mis consejeros.
Dálet

Sal. 119:28 - Se deshace mi alma de ansiedad; susténtame según tu palabra.

Sal. 119:30-32 - Escogí el camino de la verdad; he puesto tus juicios delante de mí. Me he apegado a
tus testimonios; oh Jehová, no me avergüences. Por el camino de tus mandamientos correré, cuando
ensanches mi corazón.
He

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Sal. 119:49-50 - Acuérdate de la palabra dada a tu siervo, en la cual me has hecho esperar. Ella es mi
consuelo en mi aflicción, porque tu dicho me ha vivificado.

Sal. 119:52 - Me acordé, oh Jehová, de tus juicios antiguos, y me consolé.


Promesa de Consuelo.

Sal. 119:67 - Antes que fuera yo humillado, descarriado andaba; mas ahora guardo tu palabra.
Promesa de Disciplina.

Sal. 119:71 - Bueno me es haber sido humillado, para que aprenda tus estatutos.
Promesa de Disciplina.

Sal. 119:75-76 - Conozco, oh Jehová, que tus juicios son justos, y que conforme a tu fidelidad me
afligiste. 76 Sea ahora tu misericordia para consolarme, conforme a lo que has dicho a tu siervo.
Promesa de la Fidelidad de Dios.

Sal. 119:92-93 - Si tu ley no hubiese sido mi delicia, ya en mi aflicción hubiera perecido. Nunca
jamás me olvidaré de tus mandamientos, porque con ellos me has vivificado.
Promesa de Consuelo.

Sal. 119:105 - Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino.

Sal. 119:130 - La exposición de tus palabras alumbra; hace entender a los simples.

Sal. 119:165 - Mucha paz tienen los que aman tu ley, y no hay para ellos tropiezo.

Sal. 120:1 - A Jehová clamé estando en angustia, y él me respondió.

Sal. 121:1-8 - Alzaré mis ojos a los montes; ¿De dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de
Jehová, que hizo los cielos y la tierra. No dará tu pie al resbaladero, ni se dormirá el que te guarda.
He aquí, no se adormecerá ni dormirá el que guarda a Israel. Jehová es tu guardador;
Jehová es tu sombra a tu mano derecha. El sol no te fatigará de día, ni la luna de noche. Jehová te
guardará de todo mal; el guardará tu alma. Jehová guardará tu salida y tu entrada desde ahora y
para siempre.
Promesa de Ayuda y de Fortaleza.

Sal. 124:1 - A no haber estado Jehová por nosotros, diga ahora Israel.

Sal. 124:3 - Vivos nos habrían tragado entonces, cuando se encendió su furor contra nosotros.

Sal. 124:6 - Bendito sea Jehová, que no nos dio por presa a los dientes de ellos.

Sal. 124:8 - Nuestro socorro está en el nombre de Jehová, que hizo el cielo y la tierra.
Promesa de Consuelo.

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Sal. 125:2 - Como Jerusalén tiene montes alrededor de ella, así Jehová está alrededor de su pueblo
desde ahora y para siempre.

Sal. 126:2-3 - Entonces nuestra boca se llenará de risa, y nuestra lengua de alabanza; entonces dirán
entre las naciones: grandes cosas ha hecho Jehová con éstos. Grandes cosas ha hecho Jehová con
nosotros; estaremos alegres.

Sal. 126:5-6 - Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán. Irá andando y llorando el que
lleva la preciosa semilla; mas volverá a venir con regocijo, trayendo sus gavillas.

Sal. 127:1-2 - Si Jehová no edificare la casa, en vano trabajan los que la edifican; si Jehová no
guardare la ciudad, en vano vela la guardia. Por demás es que os levantéis de madrugada, y vayáis
tarde a reposar, y que comáis pan de dolores; pues que a su amado dará Dios el sueño.
Promesa de Descanso.

Sal. 127:5 - Bienaventurado el hombre que llenó su aljaba de ellos; no será avergonzado cuando
hablare con los enemigos en la puerta.

Sal. 128:1-6 - Bienaventurado todo aquel que teme a Jehová, que anda en sus caminos. Cuando
comieres el trabajo de tus manos, bienaventurado serás, y te irá bien. Tu mujer será como vid que
lleva fruto a los lados de tu casa; tus hijos como plantas de olivo alrededor de tu mesa. He aquí que
así será bendecido el hombre que teme a Jehová. Bendígate Jehová desde Sion, y veas el bien de
Jerusalén todos los días de tu vida, y veas a los hijos de tus hijos. Paz sea sobre Israel.
Promesa a la Ancianidad.

Sal. 130:3-4 - JAH, si mirares a los pecados, ¿Quién, oh Señor, podrá mantenerse? Pero en ti hay
perdón, para que seas reverenciado.

Sal. 132:13-16 - Porque Jehová ha elegido a Sion; la quiso por habitación para sí. Este es para siempre
el lugar de mi reposo; aquí habitaré, porque la he querido. Bendeciré abundantemente su provisión;
a sus pobres saciaré de pan. Asimismo vestiré de salvación a sus sacerdotes, y sus santos darán
voces de júbilo.

Sal. 133:1-3 - ¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía! es
como el buen óleo sobre la cabeza, el cual desciende sobre la barba, la barba de Aarón, y baja hasta
el borde de sus vestiduras; como el rocío de Hermón, que desciende sobre los montes de Sion;
porque allí envía Jehová bendición, y vida eterna.
Promesa de Congregación.

Sal. 138:3 - El día que clamé, me respondiste; me fortaleciste con vigor en mi alma.
Promesa de Fortaleza.

Sal. 138:6-8 - Porque Jehová es excelso, y atiende al humilde, mas al altivo mira de lejos. Si
anduviere yo en medio de la angustia, tú me vivificarás; contra la ira de mis enemigos extenderás tu
mano, y me salvará tu diestra. Jehová cumplirá su propósito en mí; tu misericordia, oh Jehová, es

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para siempre; no desampares la obra de tus manos.
Promesa de Ayuda, de Consuelo y de la Fidelidad de Dios.

Sal. 139:4 - Pues aún no está la palabra en mi lengua, y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda.

Sal. 139:7-12 - ¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia? Si subiere a los
cielos, allí estás tú; y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás. Si tomare las alas del alba
y habitare en el extremo del mar, aun allí me guiará tu mano, y me asirá tu diestra. Si dijere:
Ciertamente las tinieblas me encubrirán; aun la noche resplandecerá alrededor de mí. Aun las
tinieblas no encubren de ti, y la noche resplandece como el día; lo mismo te son las tinieblas que la
luz.

Sal. 140:12-13 - Yo sé que Jehová tomará a su cargo la causa del afligido, y el derecho de los
necesitados. Ciertamente los justos alabarán tu nombre; los rectos morarán en tu presencia.
Promesa de Defensa.

Sal. 142:7 - Saca mi alma de la cárcel, para que alabe tu nombre; me rodearán los justos, porque tú
me serás propicio.

Sal. 143:10-12 - Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios; tu buen espíritu me guíe a
tierra de rectitud. Por tu nombre, oh Jehová, me vivificarás; por tu justicia sacarás mi alma de
angustia. Y por tu misericordia disiparás a mis enemigos, y destruirás a todos los adversarios de mi
alma, porque yo soy tu siervo.
Promesa de Dirección.

Sal. 145:8-10 - Clemente y misericordioso es Jehová, lento para la ira, y grande en misericordia.
Bueno es Jehová para con todos, y sus misericordias sobre todas sus obras. Te alaben, oh Jehová,
todas tus obras, y tus santos te bendigan.

Sal. 145:14-20 - Sostiene Jehová a todos los que caen, y levanta a todos los oprimidos. Los ojos de
todos esperan en ti, y tú les das su comida a su tiempo. Abres tu mano, y colmas de bendición a
todo ser viviente. Justo es Jehová en todos sus caminos, y misericordioso en todas sus obras.
Cercano está Jehová a todos los que le invocan, a todos los que le invocan de veras.
Cumplirá el deseo de los que le temen; oirá asimismo el clamor de ellos, y los salvará. Jehová
guarda a todos los que le aman, mas destruirá a todos los impíos.
Promesa de la Fidelidad de Dios.

Sal. 146:5-9 - Bienaventurado aquel cuyo ayudador es el Dios de Jacob, cuya esperanza está en
Jehová su Dios, el cual hizo los cielos y la tierra, el mar, y todo lo que en ellos hay; que guarda
verdad para siempre, que hace justicia a los agraviados, que da pan a los hambrientos. Jehová
liberta a los cautivos; Jehová abre los ojos a los ciegos; Jehová levanta a los caídos; Jehová ama a los
justos. Jehová guarda a los extranjeros; al huérfano y a la viuda sostiene, y el camino de los impíos
trastorna.
Promesa del Amor de Dios y de Confianza y de la Fidelidad de Dios.

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Sal. 147:3 - El sana a los quebrantados de corazón, y venda sus heridas.
Promesa de Consuelo y de Salud.

Sal. 147:6 - Jehová exalta a los humildes, y humilla a los impíos hasta la tierra.
Promesa de Ensalzamiento.

Sal. 147:10-11 - No se deleita en la fuerza del caballo, ni se complace en la agilidad del hombre. Se
complace Jehová en los que le temen, y en los que esperan en su misericordia.

Sal. 149:4 - Porque Jehová tiene contentamiento en su pueblo; hermoseará a los humildes con la
salvación.

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Libro de Job
Job 5:8-9 - Ciertamente yo buscaría a Dios, y encomendaría a él mi causa; el cual hace cosas grandes
e inescrutables, y maravillas sin número.

Job 5:15-26 - Así libra de la espada al pobre, de la boca de los impíos, y de la mano violenta; pues es
esperanza al menesteroso, y la iniquidad cerrará su boca. He aquí, bienaventurado es el hombre a
quien Dios castiga; por tanto, no menosprecies la corrección del Todopoderoso.
Porque él es quien hace la llaga, y él la vendará; El hiere, y sus manos curan. En seis tribulaciones te
librará, y en la séptima no te tocará el mal. En el hambre te salvará de la muerte, y del poder de la
espada en la guerra. Del azote de la lengua serás encubierto; no temerás la destrucción cuando
viniere. De la destrucción y del hambre te reirás, y no temerás de las fieras del campo; pues aun con
las piedras del campo tendrás tu pacto, y las fieras del campo estarán en paz contigo. Sabrás que
hay paz en tu tienda; visitarás tu morada, y nada te faltará. Asimismo echarás de ver que tu
descendencia es mucha, y tu prole como la hierba de la tierra. Vendrás en la vejez a la sepultura,
como la gavilla de trigo que se recoge a su tiempo. Promesa de Disciplina.

Job 8:5-7 - Si tú de mañana buscares a Dios, y rogares al Todopoderoso; si fueres limpio y recto,
ciertamente luego se despertará por ti, y hará próspera la morada de tu justicia. Y aunque tu
principio haya sido pequeño, tu postrer estado será muy grande.

Job 8:21 - Aún llenará tu boca de risa, y tus labios de júbilo.

Job 11:15 - Entonces levantarás tu rostro limpio de mancha, y serás fuerte, y nada temerás.

Job 11:17-18 - La vida te será más clara que el mediodía; aunque oscureciere, será como la mañana.
Tendrás confianza, porque hay esperanza; mirarás alrededor, y dormirás seguro.

Job 12:13 - Con Dios está la sabiduría y el poder; suyo es el consejo y la inteligencia.

Job 19:25-26 - Yo sé que mi Redentor vive, y al fin se levantará sobre el polvo; y después de deshecha
esta mi piel, en mi carne he de ver a Dios.

Job 22:21-23 - Vuelve ahora en amistad con él, y tendrás paz; y por ello te vendrá bien. Toma ahora
la ley de su boca, y pon sus palabras en tu corazón. Si te volvieres al Omnipotente, serás edificado;
alejarás de tu tienda la aflicción.

Job 22:27 - Orarás a él, y él te oirá; y tú pagarás tus votos.

Job 28:28 - Y dijo al hombre: He aquí que el temor del Señor es la sabiduría, y el apartarse del mal, la
inteligencia. Promesa de Dirección.

Job 36:11 - Si oyeren, y le sirvieren, acabarán sus días en bienestar, y sus años en dicha.

52
Job 42:10 - Y quitó Jehová la aflicción de Job, cuando él hubo orado por sus amigos; y aumentó al
doble todas las cosas que habían sido de Job.

53
Libro de Apocalipsis
Ap. 1:3 - Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas
en ella escritas; porque el tiempo está cerca.

Ap. 1:5 - Y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la
tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre.

Ap. 1:7 - He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los
linajes de la tierra harán lamentación por él. Sí, amén.

Ap. 2:7 - El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, le daré a comer
del árbol de la vida, el cual está en medio del paraíso de Dios.

Ap. 2:10 - No temas en nada lo que vas a padecer. He aquí, el diablo echará a algunos de vosotros en
la cárcel, para que seáis probados, y tendréis tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo
te daré la corona de la vida. 11 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. El que
venciere, no sufrirá daño de la segunda muerte.

Ap. 2:17 - El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, daré a comer
del maná escondido, y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita escrito un nombre nuevo, el
cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe.

Ap. 2:23 - Y a sus hijos heriré de muerte, y todas las iglesias sabrán que yo soy el que escudriña la
mente y el corazón; y os daré a cada uno según vuestras obras.

Ap. 2:26 - Al que venciere y guardare mis obras hasta el fin, yo le daré autoridad sobre las naciones.

Ap. 2:28 - y le daré la estrella de la mañana.

Ap. 3:5 - El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la
vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles.

Ap. 3:8 - Yo conozco tus obras; he aquí, he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie
puede cerrar; porque aunque tienes poca fuerza, has guardado mi palabra, y no has negado mi
nombre.

Ap. 3:10-12 - Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora
de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra. 11
He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona. 12 Al que venciere,
yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre él el
nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del
cielo, de mi Dios, y mi nombre nuevo.

54
Ap. 3:20-21 - He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a
él, y cenaré con él, y él conmigo. 21 Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así
como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono.
Promesa de La Salvación.

Ap. 5:9-10 - Y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus
sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y
lengua y pueblo y nación; 10 y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos
sobre la tierra. Promesa de Gloria.

Ap. 7:9 - Después de esto miré, y he aquí una gran multitud, la cual nadie podía contar, de todas
naciones y tribus y pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y en la presencia del Cordero,
vestidos de ropas blancas, y con palmas en las manos.
Promesa de Consuelo.

Ap. 7:15-17 - Por esto están delante del trono de Dios, y le sirven día y noche en su templo; y el que
está sentado sobre el trono extenderá su tabernáculo sobre ellos. 16 Ya no tendrán hambre ni sed, y
el sol no caerá más sobre ellos, ni calor alguno; 17 porque el Cordero que está en medio del trono
los pastoreará, y los guiará a fuentes de aguas de vida; y Dios enjugará toda lágrima de los ojos de
ellos. Promesa de Consuelo.

Ap. 11:15 - Y la serpiente arrojó de su boca, tras la mujer, agua como un río, para que fuese
arrastrada por el río.

Ap. 12:10-11 - Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el
poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el
acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche. 11 Y ellos
le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y
menospreciaron sus vidas hasta la muerte.

Ap. 14:13 - Oí una voz que desde el cielo me decía: Escribe: Bienaventurados de aquí en adelante los
muertos que mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu, descansarán de sus trabajos, porque sus obras
con ellos siguen.

Ap. 18:20 - Alégrate sobre ella, cielo, y vosotros, santos, apóstoles y profetas; porque Dios os ha
hecho justicia en ella.

Ap. 19:6-9 - Y oí como la voz de una gran multitud, como el estruendo de muchas aguas, y como la
voz de grandes truenos, que decía: ¡Aleluya, porque el Señor nuestro Dios Todopoderoso reina! 7
Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa
se ha preparado. 8 Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente;
porque el lino fino es las acciones justas de los santos. 9 Y el ángel me dijo: Escribe: Bienaventurados
los que son llamados a la cena de las bodas del Cordero. Y me dijo: Estas son palabras verdaderas
de Dios.

55
Ap. 20:4 - Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar; y vi las almas
de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían
adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y
vivieron y reinaron con Cristo mil años.

Ap. 20:9 - Y subieron sobre la anchura de la tierra, y rodearon el campamento de los santos y la
ciudad amada; y de Dios descendió fuego del cielo, y los consumió.

Ap. 21:1-4 - Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron,
y el mar ya no existía más. 2 Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de
Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido. 3 Y oí una gran voz del cielo que decía:
He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y
Dios mismo estará con ellos como su Dios. 4 Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no
habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron.
Promesa de Consuelo y de Gloria.

Ap. 21:6-7 - Y me dijo: Hecho está. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Al que tuviere
sed, yo le daré gratuitamente de la fuente del agua de la vida. 7 El que venciere heredará todas las
cosas, y yo seré su Dios, y él será mi hijo.

Ap. 21:22-25 - Y no vi en ella templo; porque el Señor Dios Todopoderoso es el templo de ella, y el
Cordero. 23 La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que brillen en ella; porque la gloria de
Dios la ilumina, y el Cordero es su lumbrera. 24 Y las naciones que hubieren sido salvas andarán a
la luz de ella; y los reyes de la tierra traerán su gloria y honor a ella. 25 Sus puertas nunca serán
cerradas de día, pues allí no habrá noche. Promesa de Gloria.

Ap. 22:1-5 - Después me mostró un río limpio de agua de vida, resplandeciente como cristal, que
salía del trono de Dios y del Cordero. 2 En medio de la calle de la ciudad, y a uno y otro lado del
río, estaba el árbol de la vida, que produce doce frutos, dando cada mes su fruto; y las hojas del
árbol eran para la sanidad de las naciones. 3 Y no habrá más maldición; y el trono de Dios y del
Cordero estará en ella, y sus siervos le servirán, 4 y verán su rostro, y su nombre estará en sus
frentes. 5 No habrá allí más noche; y no tienen necesidad de luz de lámpara, ni de luz del sol,
porque Dios el Señor los iluminará; y reinarán por los siglos de los siglos.

Ap. 22:7 - ¡He aquí, vengo pronto! Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este
libro.

Ap. 22:12 - He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según
sea su obra. 13 Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin, el primero y el último.

Ap. 22:14 - Bienaventurados los que lavan sus ropas, para tener derecho al árbol de la vida, y para
entrar por las puertas en la ciudad.

Ap. 22:20 - El que da testimonio de estas cosas dice: Ciertamente vengo en breve. Amén; sí, ven,
Señor Jesús. 21 La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros. Amén.

56
Libro de 1 Juan
1 Jn. 1:7 - Pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la
sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado.

1 Jn. 1:9 - Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y
limpiarnos de toda maldad.
Promesa de la Fidelidad de Dios.

1 Jn. 2:1-2 - Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado,
abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo. 2 Y él es la propiciación por nuestros
pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo.

1 Jn. 2:12 - Os escribo a vosotros, hijitos, porque vuestros pecados os han sido perdonados por su
nombre.

1 Jn. 2:17 - Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para
siempre.

1 Jn. 2:25 - Y esta es la promesa que él nos hizo, la vida eterna.

57
Libro de 1 Pedro
1 P. 1:2-9 - Elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y
ser rociados con la sangre de Jesucristo: Gracia y paz os sean multiplicadas. 3 Bendito el Dios y
Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una
esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos, 4 para una herencia incorruptible,
incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros, 5 que sois guardados por el
poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en
el tiempo postrero. 6 En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es
necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, 7 para que sometida a prueba vuestra fe,
mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en
alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo, 8 a quien amáis sin haberle visto, en
quien creyendo, aunque ahora no lo veáis, os alegráis con gozo inefable y glorioso; 9 obteniendo el
fin de vuestra fe, que es la salvación de vuestras almas.
Promesa de Esperanza.

1 P. 1:13-16 - Por tanto, ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios, y esperad por
completo en la gracia que se os traerá cuando Jesucristo sea manifestado; 14 como hijos obedientes,
no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia; 15 sino, como aquel
que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir;16 porque
escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.

1 P. 1:18-20 - Sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de
vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, 19 sino con la sangre preciosa de
Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación, 20 ya destinado desde antes de la
fundación del mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por amor de vosotros.

1 P. 1:23 - Siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios
que vive y permanece para siempre.

1 P. 1:25 - Mas la palabra del Señor permanece para siempre. Y esta es la palabra que por el
evangelio os ha sido anunciada.

1 P. 2:2 - Desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella
crezcáis para salvación.

1 P. 2:5-6 - Vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio
santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo. 6 Por lo cual
también contiene la Escritura: He aquí, pongo en Sion la principal piedra del ángulo, escogida,
preciosa; Y el que creyere en él, no será avergonzado.

1 P. 2:9 - Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios,
para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable.

58
1 P. 2:24-25 - Quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que
nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados. 25
Porque vosotros erais como ovejas descarriadas, pero ahora habéis vuelto al Pastor y Obispo de
vuestras almas.

1 P. 3:1 - Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos; para que también los que no
creen a la palabra, sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas.

1 P. 3:7 - Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a
vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan
estorbo.

1 P. 3:12-14 - Porque los ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos atentos a sus oraciones;
Pero el rostro del Señor está contra aquellos que hacen el mal. 13 ¿Y quién es aquel que os podrá
hacer daño, si vosotros seguís el bien? 14 - Mas también si alguna cosa padecéis por causa de la
justicia, bienaventurados sois. Por tanto, no os amedrentéis por temor de ellos, ni os conturbéis.

1 P. 3:16 - Teniendo buena conciencia, para que en lo que murmuran de vosotros como de
malhechores, sean avergonzados los que calumnian vuestra buena conducta en Cristo.

1 P. 3:18 - Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para
llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu.

1 P. 4:13-14 - Sino gozaos por cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo, para que
también en la revelación de su gloria os gocéis con gran alegría. 14 Si sois vituperados por el
nombre de Cristo, sois bienaventurados, porque el glorioso Espíritu de Dios reposa sobre vosotros.
Ciertamente, de parte de ellos, él es blasfemado, pero por vosotros es glorificado.
Promesa de Gloria.

1 P. 5:4-10 - Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible
de gloria. 5 Igualmente, jóvenes, estad sujetos a los ancianos; y todos, sumisos unos a otros,
revestíos de humildad; porque: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes. 6 Humillaos,
pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo; 7 echando toda
vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros. 8 Sed sobrios, y velad; porque
vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; 9 al
cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros
hermanos en todo el mundo. 10 Más el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en
Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme,
fortalezca y establezca. Promesa en el Afán, de Descanso, de Fortaleza y de Ensalzamiento.

59
Libro de 2 Pedro
2 P. 1:1-11 - Simón Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo, a los que habéis alcanzado, por la justicia de
nuestro Dios y Salvador Jesucristo, una fe igualmente preciosa que la nuestra: 2 Gracia y paz os sean
multiplicadas, en el conocimiento de Dios y de nuestro Señor Jesús. 3 Como todas las cosas que
pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el
conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia, 4 por medio de las cuales nos ha
dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la
naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la
concupiscencia; 5 vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe
virtud; a la virtud, conocimiento; 6 al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia;
a la paciencia, piedad; 7 a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor. 8 Porque si estas
cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al
conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. 9 Pero el que no tiene estas cosas tiene la vista muy corta;
es ciego, habiendo olvidado la purificación de sus antiguos pecados. 10 Por lo cual, hermanos, tanto
más procurad hacer firme vuestra vocación y elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis
jamás. 11 Porque de esta manera os será otorgada amplia y generosa entrada en el reino eterno de
nuestro Señor y Salvador Jesucristo.

2 P. 1:19-21 - Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos
como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la
mañana salga en vuestros corazones; 20 entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la
Escritura es de interpretación privada, 21 porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana,
sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.

2 P. 2:9 - Sabe el Señor librar de tentación a los piadosos, y reservar a los injustos para ser castigados
en el día del juicio.

2 P. 3:9-10 - El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es
paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al
arrepentimiento. 10 Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos
pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que
en ella hay serán quemadas.

2 P. 3:13 - Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales
mora la justicia.
Promesa de Esperanza.

60
Libro de Santiago
Stg. 1:4-5 - Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos
abundantemente y sin reproche, y le será dada.

Stg. 1:12 - Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la
prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman.

Stg. 1:17-18 - Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en
el cual no hay mudanza, ni sombra de variación. 18 El, de su voluntad, nos hizo nacer por la palabra
de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas.

Stg. 1:25 - Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no
siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace.

Stg. 2:5 - Hermanos míos amados, oíd: ¿No ha elegido Dios a los pobres de este mundo, para que
sean ricos en fe y herederos del reino que ha prometido a los que le aman?

Stg. 3:17-18 - Pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable,
benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía. 18 Y el fruto de
justicia se siembra en paz para aquellos que hacen la paz.

Stg. 4:7-10 - Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros. 8 Acercaos a Dios, y él se
acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros
corazones. 9 Afligíos, y lamentad, y llorad. Vuestra risa se convierta en lloro, y vuestro gozo en
tristeza. 10 Humillaos delante del Señor, y él os exaltará.
Promesa de Ensalzamiento.

Stg. 5:7-8 - Por tanto, hermanos, tened paciencia hasta la venida del Señor. Mirad cómo el labrador
espera el precioso fruto de la tierra, aguardando con paciencia hasta que reciba la lluvia temprana y
la tardía. 8 Tened también vosotros paciencia, y afirmad vuestros corazones; porque la venida del
Señor se acerca.

Stg. 5:11 - He aquí, tenemos por bienaventurados a los que sufren. Habéis oído de la paciencia de
Job, y habéis visto el fin del Señor, que el Señor es muy misericordioso y compasivo.
Promesa de Consuelo.

Stg. 5:14-16 - ¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él,
ungiéndole con aceite en el nombre del Señor. 15 Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo
levantará; y si hubiere cometido pecados, le serán perdonados. 16 Confesaos vuestras ofensas unos
a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho.

Stg. 5:20 - Sepa que el que haga volver al pecador del error de su camino, salvará de muerte un
alma, y cubrirá multitud de pecados.

61
Libro de Hebreos
He. 1:3 - El cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien
sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros
pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas.

He. 2:6-7 - Pero alguien testificó en cierto lugar, diciendo: ¿Qué es el hombre, para que te acuerdes
de él, o el hijo del hombre, para que le visites? 7 Le hiciste un poco menor que los ángeles, le
coronaste de gloria y de honra, y le pusiste sobre las obras de tus manos.
Promesa de Ensalzamiento.

He. 2:11 - Porque el que santifica y los que son santificados, de uno son todos; por lo cual no se
avergüenza de llamarlos hermanos.

He. 2:15-18 - Y librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos
a servidumbre. 16 Porque ciertamente no socorrió a los ángeles, sino que socorrió a la descendencia
de Abraham. 17 Por lo cual debía ser en todo semejante a sus hermanos, para venir a ser
misericordioso y fiel sumo sacerdote en lo que a Dios se refiere, para expiar los pecados del pueblo.
18 Pues en cuanto él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son
tentados.

He. 3:14 - Porque somos hechos participantes de Cristo, con tal que retengamos firme hasta el fin
nuestra confianza del principio.

He. 4:9 - Porque el que ha entrado en su reposo, también ha reposado de sus obras, como Dios de
las suyas.

He. 4:12 - Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y
penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos
y las intenciones del corazón.

He. 4:14-16 - Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de
Dios, retengamos nuestra profesión. 15 Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda
compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza,
pero sin pecado. 16 Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar
misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro. Promesa de Confianza.

He. 5:9 - Y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le
obedecen.

He. 5:12 - Porque debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os
vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de Dios; y habéis llegado a ser
tales que tenéis necesidad de leche, y no de alimento sólido.

62
He. 6:10 - Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis
mostrado hacia su nombre, habiendo servido a los santos y sirviéndoles aún.

He. 6:12 - A fin de que no os hagáis perezosos, sino imitadores de aquellos que por la fe y la
paciencia heredan las promesas.

He. 6:17-19 - Por lo cual, queriendo Dios mostrar más abundantemente a los herederos de la
promesa la inmutabilidad de su consejo, interpuso juramento; 18 para que por dos cosas
inmutables, en las cuales es imposible que Dios mienta, tengamos un fortísimo consuelo los que
hemos acudido para asirnos de la esperanza puesta delante de nosotros. 19 La cual tenemos como
segura y firme ancla del alma, y que penetra hasta dentro del velo, 20 donde Jesús entró por
nosotros como precursor, hecho sumo sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec.
Promesa de Consuelo.

He. 7:25 - Por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios,
viviendo siempre para interceder por ellos.

He. 8:10 - Por lo cual, este es el pacto que haré con la casa de Israel: Después de aquellos días, dice el
Señor: pondré mis leyes en la mente de ellos, y sobre su corazón las escribiré; y seré a ellos por Dios,
y ellos me serán a mí por pueblo.

He. 8:12 - Porque seré propicio a sus injusticias, Y nunca más me acordaré de sus pecados y de sus
iniquidades.

He. 9:12 - Y no por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por su propia sangre, entró una
vez para siempre en el Lugar Santísimo, habiendo obtenido eterna redención.

He. 9:14-15 - ¿Cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí
mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios
vivo? 15 Así que, por eso es mediador de un nuevo pacto, para que interviniendo muerte para la
remisión de las transgresiones que había bajo el primer pacto, los llamados reciban la promesa de la
herencia eterna.

He. 9:22 - Y casi todo es purificado, según la ley, con sangre; y sin derramamiento de sangre no se
hace remisión.

He. 9:28 - Así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y
aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan. Promesa de
Esperanza.

He. 10:16-19 - Este es el pacto que haré con ellos. Después de aquellos días, dice el Señor: Pondré
mis leyes en sus corazones, y en sus mentes las escribiré, 17 añade: Y nunca más me acordaré de sus
pecados y transgresiones. 18 Pues donde hay remisión de éstos, no hay más ofrenda por el pecado.
19 Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de
Jesucristo.

63
He. 10:23 - Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que
prometió. Promesa de Esperanza y de la Fidelidad de Dios.

He. 10:30 - Pues conocemos al que dijo: Mía es la venganza, yo daré el pago, dice el Señor. Y otra
vez: El Señor juzgará a su pueblo.

He. 10:35-39 - No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón; 36 porque os es
necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa. 37
Porque aún un poquito, y el que ha de venir vendrá, y no tardará. 38 Mas el justo vivirá por fe; y si
retrocediere, no agradará a mi alma. 39 Pero nosotros no somos de los que retroceden para
perdición, sino de los que tienen fe para preservación del alma.

He. 11:6 - Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios
crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.

He. 11:9-10 - Por la fe habitó como extranjero en la tierra prometida como en tierra ajena, morando
en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa; 10 porque esperaba la ciudad que
tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios.

He. 11:16 - Pero anhelaban una mejor, esto es, celestial; por lo cual Dios no se avergüenza de
llamarse Dios de ellos; porque les ha preparado una ciudad.

He. 11:33-34 - Que por fe conquistaron reinos, hicieron justicia, alcanzaron promesas, taparon bocas
de leones, 34 apagaron fuegos impetuosos, evitaron filo de espada, sacaron fuerzas de debilidad, se
hicieron fuertes en batallas, pusieron en fuga ejércitos extranjeros.

He. 12:6-7 - Porque el Señor al que ama, disciplina, y azota a todo el que recibe por hijo. 7 Si
soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no
disciplina? Promesa de Disciplina.

He. 12:9-11 - Por otra parte, tuvimos a nuestros padres terrenales que nos disciplinaban, y los
venerábamos. ¿Por qué no obedeceremos mucho mejor al Padre de los espíritus, y viviremos? 10 Y
aquéllos, ciertamente por pocos días nos disciplinaban como a ellos les parecía, pero éste para lo
que nos es provechoso, para que participemos de su santidad. 11 Es verdad que ninguna disciplina
al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los
que en ella han sido ejercitados. Promesa de Disciplina.

He. 12:28-29 - Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante
ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia; 29 porque nuestro Dios es fuego
consumidor.

He. 13:5-6 - Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo:
No te desampararé, ni te dejaré; 6 de manera que podemos decir confiadamente: El Señor es mi
ayudador; no temeré lo que me pueda hacer el hombre.

He. 13:8 - Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos. Promesa de Confianza.

64
He. 13:14 - Porque no tenemos aquí ciudad permanente, sino que buscamos la por venir

65
Libro de Tito
Tit. 1:2 - En la esperanza de la vida eterna, la cual Dios, que no miente, prometió desde antes del
principio de los siglos.

Tit. 2:13-14 - Aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran


Dios y Salvador Jesucristo, 14 quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda
iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras.
Promesa de Esperanza.

Tit. 3:5-7 - Nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su
misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo, 6 el cual
derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador, 7 para que justificados por
su gracia, viniésemos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida eterna.

Libro 2 Timoteo
2 Ti. 1:7-10 - Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio
propio. 8 Por tanto, no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor, ni de mí, preso suyo, sino
participa de las aflicciones por el evangelio según el poder de Dios, 9 quien nos salvó y llamó con
llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y la gracia que nos
fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos, 10 pero que ahora ha sido manifestada
por la aparición de nuestro Salvador Jesucristo, el cual quitó la muerte y sacó a luz la vida y la
inmortalidad por el evangelio.
Promesa de Fortaleza.

2 Ti. 1:12 - Por lo cual asimismo padezco esto; pero no me avergüenzo, porque yo sé a quién he
creído, y estoy seguro que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día.
Promesa de Confianza.

2 Ti. 2:11-13 - Palabra fiel es esta: Si somos muertos con él, también viviremos con él; 12 Si sufrimos,
también reinaremos con él; si le negáremos, él también nos negará. 13 Si fuéremos infieles, él
permanece fiel; El no puede negarse a sí mismo.

2 Ti. 2:21 - Así que, si alguno se limpia de estas cosas, será instrumento para honra, santificado, útil
al Señor, y dispuesto para toda buena obra.

66
Libro de 1 Timoteo
1 Ti. 1:1 - Pablo, apóstol de Jesucristo por mandato de Dios nuestro Salvador, y del Señor Jesucristo
nuestra esperanza.

1 Ti. 1:15-16 - Palabra fiel y digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para
salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero. 16 Pero por esto fui recibido a misericordia,
para que Jesucristo mostrase en mí el primero toda su clemencia, para ejemplo de los que habrían
de creer en él para vida eterna.

1 Ti. 2:4-5 - El cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad.
2:5 Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre.

1 Ti. 4:8 - Porque el ejercicio corporal para poco es provechoso, pero la piedad para todo aprovecha,
pues tiene promesa de esta vida presente, y de la venidera.

1 Ti. 4:10 - Que por esto mismo trabajamos y sufrimos oprobios, porque esperamos en el Dios
viviente, que es el Salvador de todos los hombres, mayormente de los que creen.

1 Ti. 4:16 - Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto, te salvarás
a ti mismo y a los que te oyeren.

Libro de 2 Tesalonicenses
2 Ts. 1:7 - Y a vosotros que sois atribulados, daros reposo con nosotros, cuando se manifieste el
Señor Jesús desde el cielo con los ángeles de su poder.

2 Ts. 1:10 - Cuando venga en aquel día para ser glorificado en sus santos y ser admirado en todos los
que creyeron (por cuanto nuestro testimonio ha sido creído entre vosotros).

2 Ts. 2:13-14 - Pero nosotros debemos dar siempre gracias a Dios respecto a vosotros, hermanos
amados por el Señor, de que Dios os haya escogido desde el principio para salvación, mediante la
santificación por el Espíritu y la fe en la verdad, 14 a lo cual os llamó mediante nuestro evangelio,
para alcanzar la gloria de nuestro Señor Jesucristo.

2 Ts. 2:16-17 - Y el mismo Jesucristo Señor nuestro, y Dios nuestro Padre, el cual nos amó y nos dio
consolación eterna y buena esperanza por gracia, 17 conforte vuestros corazones, y os confirme en
toda buena palabra y obra. Promesa del Amor de Dios, de Descanso y de Consuelo.

2 Ts. 3:3 - Pero fiel es el Señor, que os afirmará y guardará del mal.
Promesa de Confianza, de Protección, de la Fidelidad de Dios y de Cuidado.

2 Ts. 3:5 - Y el Señor encamine vuestros corazones al amor de Dios, y a la paciencia de Cristo.

2 Ts. 3:16 - Y el mismo Señor de paz os dé siempre paz en toda manera. El Señor sea con todos
vosotros.

67
Libro de 1 Tesalonicenses
1 Ts. 1:10 - Y esperar de los cielos a su Hijo, al cual resucitó de los muertos, a Jesús, quien nos libra
de la ira venidera.
Promesa de Esperanza.

1 Ts. 3:2 - Y enviamos a Timoteo nuestro hermano, servidor de Dios y colaborador nuestro en el
evangelio de Cristo, para confirmaros y exhortaros respecto a vuestra fe.
Promesa de Fe.

1 Ts. 4:11-12 - Y que procuréis tener tranquilidad, y ocuparos en vuestros negocios, y trabajar con
vuestras manos de la manera que os hemos mandado, 12 a fin de que os conduzcáis honradamente
para con los de afuera, y no tengáis necesidad de nada.

1 Ts. 4:14-17 - Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los
que durmieron en él. 15 Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos,
que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. 16 Porque
el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del
cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. 17 Luego nosotros los que vivimos, los que
hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el
aire, y así estaremos siempre con el Señor.
Promesa de Esperanza.

1 Ts. 5:9 - Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro
Señor Jesucristo.

1 Ts. 5:23-24 - Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma
y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo. 24 Fiel es el que os
llama, el cual también lo hará.
Promesa de la Fidelidad de Dios.

68
Libro de los Colosenses
Col. 1:11-14 - Fortalecidos con todo poder, conforme a la potencia de su gloria, para toda paciencia y
longanimidad; 12 con gozo dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia
de los santos en luz; 13 el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de
su amado Hijo, 14 en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados.
Promesa de Fortaleza.

Col. 1:21-22 - Y a vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos en vuestra mente,
haciendo malas obras, ahora os ha reconciliado 22 en su cuerpo de carne, por medio de la muerte,
para presentaros santos y sin mancha e irreprensibles delante de él.

Col. 1:27 - A quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los
gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria.
Promesa de Esperanza.

Col. 2:2 - Para que sean consolados sus corazones, unidos en amor, hasta alcanzar todas las riquezas
de pleno entendimiento, a fin de conocer el misterio de Dios el Padre, y de Cristo.

Col. 2:10-15 - Y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad. 11
En él también fuisteis circuncidados con circuncisión no hecha a mano, al echar de vosotros el
cuerpo pecaminoso carnal, en la circuncisión de Cristo; 12 sepultados con él en el bautismo, en el
cual fuisteis también resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los
muertos. 13 Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio
vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados, 14 anulando el acta de los decretos que
había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz, 15 y
despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en
la cruz.

Col. 3:3-4 - Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. 4 Cuando
Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria.
Promesa de Gloria.

Col. 3:24 - Sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor
servís.

69
Libro de los Filipenses
Fil. 1:6 - Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la
perfeccionará hasta el día de Jesucristo.
Promesa de la Fidelidad de Dios.

Fil. 1:9 - Y esto pido en oración, que vuestro amor abunde aun más y más en ciencia y en todo
conocimiento.

Fil. 1:21 - Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia.

Fil. 1:29 - Porque a vosotros os es concedido a causa de Cristo, no sólo que creáis en él, sino también
que padezcáis por él.

Fil. 2:13 - Porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena
voluntad.
Promesa de la Fidelidad de Dios.

Fil. 3:19-20 - El fin de los cuales será perdición, cuyo dios es el vientre, y cuya gloria es su
vergüenza; que sólo piensan en lo terrenal. 20 Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde
también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo.
Promesa de Gloria.

Fil. 4:6-7 - Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda
oración y ruego, con acción de gracias. 7 Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento,
guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
Promesa en el Afan y de Descanso.

Fil. 4:9 - Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará
con vosotros.
Promesa de Compañia.

Fil. 4:13 - Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.


Promesa de Fortaleza.

Fil. 4:19 - Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo
Jesús.
Promesa de la Fidelidad de Dios.

70
Libro de los Efesios
Ef. 1:3-14 - Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda
bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, 4 según nos escogió en él antes de la
fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, 5 en amor
habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro
afecto de su voluntad, 6 para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el
Amado, 7 en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su
gracia, 8 que hizo sobreabundar para con nosotros en toda sabiduría e inteligencia, 9 dándonos a
conocer el misterio de su voluntad, según su beneplácito, el cual se había propuesto en si mismo, 10
de reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que
están en los cielos, como las que están en la tierra. 11 En él asimismo tuvimos herencia, habiendo
sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su
voluntad, 12 a fin de que seamos para alabanza de su gloria, nosotros los que primeramente
esperábamos en Cristo. 13 En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio
de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa,
14 que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza
de su gloria.
Promesa de Bendición y sobre el Espíritu Santo.

Ef. 1:17-19 - Para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de
sabiduría y de revelación en el conocimiento de él, 18 alumbrando los ojos de vuestro
entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de
la gloria de su herencia en los santos, 19 y cuál la supereminente grandeza de su poder para con
nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza.
Promesa de Dirección.

Ef. 1:22-23 - Y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la
iglesia, 23 la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo.

Ef. 2:1 - Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados.

Ef. 2:4-10 - Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, 5 aun estando
nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), 6 y
juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo
Jesús, 7 para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad
para con nosotros en Cristo Jesús. 8 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de
vosotros, pues es don de Dios; 9 no por obras, para que nadie se gloríe. 10 Porque somos hechura
suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que
anduviésemos en ellas.
Promesa de la Salvación, de Fe, de Perdón y del Amor de Dios.

Ef. 2:13-14 - Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido
hechos cercanos por la sangre de Cristo. 14 Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo
uno, derribando la pared intermedia de separación.

71
Ef. 2:19 - Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y
miembros de la familia de Dios.

Ef. 2:21-22 - En quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el
Señor; 22 en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu.

Ef. 3:6 - Que los gentiles son coherederos y miembros del mismo cuerpo, y copartícipes de la
promesa en Cristo Jesús por medio del evangelio.

Ef. 3:12 - En quien tenemos seguridad y acceso con confianza por medio de la fe en él.

Ef. 3:16-20 - Para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el
hombre interior por su Espíritu; 17 para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de
que, arraigados y cimentados en amor, 18 seáis plenamente capaces de comprender con todos los
santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura, 19 y de conocer el amor de Cristo,
que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios. 20 Y a Aquel que
es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o
entendemos, según el poder que actúa en nosotros.
Promesa de Fortaleza, de Dirección y sobre el Espíritu Santo.

Ef. 4:7-8 - Pero a cada uno de nosotros fue dada la gracia conforme a la medida del don de Cristo. 8
Por lo cual dice: Subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad, y dio dones a los hombres.

Ef. 4:11-15 - Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros,
pastores y maestros, 12 a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la
edificación del cuerpo de Cristo, 13 hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del
conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de
Cristo; 14 para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de
doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del
error, 15 Sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto
es, Cristo.

Ef. 4:32 - Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como
Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.

Ef. 5:2 - Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros,
ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante.

Ef. 5:23-27 - Porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es
su cuerpo, y él es su Salvador. 24 Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las
casadas lo estén a sus maridos en todo. 25 Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a
la iglesia, y se entregó así mismo por ella, 26 para santificarla, habiéndola purificado en el
lavamiento del agua por la palabra, 27 a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no
tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha.
Promesa del Amor de Dios.

72
Ef. 5:29-30 - Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como
también Cristo a la iglesia. 30 porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos.

Ef. 6:2-3 - Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa; 3 para que te
vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra.

Ef. 6:8-9 - Sabiendo que el bien que cada uno hiciere, ése recibirá del Señor, sea siervo o sea libre. 9 Y
vosotros, amos, haced con ellos lo mismo, dejando las amenazas, sabiendo que el Señor de ellos y
vuestro está en los cielos, y que para él no hay acepción de personas.

Ef. 6:13 - Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y
habiendo acabado todo, estar firmes.

Libro de Gálatas
Ga. 1:4 - El cual se dio a sí mismo por nuestros pecados para librarnos del presente siglo malo,
conforme a la voluntad de nuestro Dios y Padre.

Ga. 2:16 - Sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de
Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no
por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado.

Ga. 2:20 - Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que
ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por
mí.
Promesa del Amor de Dios.

Ga. 3:7-9 - Sabed, por tanto, que los que son de fe, éstos son hijos de Abraham. 8 Y la Escritura,
previendo que Dios había de justificar por la fe a los gentiles, dio de antemano la buena nueva a
Abraham, diciendo: En ti serán benditas todas las naciones. 9 - De modo que los de la fe son
bendecidos con el creyente Abraham.

Ga. 3:11 - Y que por la ley ninguno se justifica para con Dios, es evidente, porque: El justo por la fe
vivirá.

Ga. 3:13-14 - Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está
escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero), 14 Para que en Cristo Jesús la bendición de
Abraham alcanzase a los gentiles, a fin de que por la fe recibiésemos la promesa del Espíritu.

Ga. 3:18 - Porque si la herencia es por la ley, ya no es por la promesa; pero Dios la concedió a
Abraham mediante la promesa.

Ga. 3:22 - Mas la Escritura lo encerró todo bajo pecado, para que la promesa que es por la fe en
Jesucristo fuese dada a los creyentes.

73
Ga. 3:24-29 - De manera que la ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo, a fin de que
fuésemos justificados por la fe. 25 Pero venida la fe, ya no estamos bajo ayo, 26 Pues todos sois hijos
de Dios por la fe en Cristo Jesús; 27 porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo
estáis revestidos. 28 Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque
todos vosotros sois uno en Cristo Jesús. 29 Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de
Abraham sois, y herederos según la promesa.

Ga. 4:6-7 - Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual
clama: ¡Abba, Padre! 7 Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero de Dios por
medio de Cristo.
Promesa sobre el Espíritu Santo.

Ga. 4:31 - De manera, hermanos, que no somos hijos de la esclava, sino de la libre.

Ga. 5:1 - Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos
al yugo de esclavitud.

Ga. 5:5 - Pues nosotros por el Espíritu aguardamos por fe la esperanza de la justicia.
Promesa sobre el Espíritu Santo.

Ga. 5:13 - Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la
libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros.

Ga. 5:22-23 - Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, 23
mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.
Promesa de Fe.

Ga. 6:8-9 - Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra
para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna. 9 No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a
su tiempo segaremos, si no desmayamos.

74
Libro 2 Corintios
2 Co. 1:3-7 - Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios
de toda consolación, 4 El cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos
también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con
que nosotros somos consolados por Dios. 5 Porque de la manera que abundan en nosotros las
aflicciones de Cristo, así abunda también por el mismo Cristo nuestra consolación. 6 Pero si somos
atribulados, es para vuestra consolación y salvación; o si somos consolados, es para vuestra
consolación y salvación, la cual se opera en el sufrir las mismas aflicciones que nosotros también
padecemos. 7 Y nuestra esperanza respecto de vosotros es firme, pues sabemos que así como sois
compañeros en las aflicciones, también lo sois en la consolación.
Promesa de Consuelo.

2 Co. 1:20-22 - Porque todas las promesas de Dios son en él Sí, y en él Amén, por medio de nosotros,
para la gloria de Dios. 21 Y el que nos confirma con vosotros en Cristo, y el que nos ungió, es Dios,
22 el cual también nos ha sellado, y nos ha dado las arras del Espíritu en nuestros corazones.
Promesa de Defensa y de la Fidelidad de Dios.

2 Co. 2:14 - Mas a Dios gracias, el cual nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús, y por medio de
nosotros manifiesta en todo lugar el olor de su conocimiento.

2 Co. 3:5 - No que seamos competentes por nosotros mismos para pensar algo como de nosotros
mismos, sino que nuestra competencia proviene de Dios.

2 Co. 3:16-18 - Pero cuando se conviertan al Señor, el velo se quitará. 17 Porque el Señor es el
Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad. 18 Por tanto, nosotros todos, mirando a
cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en
la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.
Promesa de Gloria.

2 Co. 4:6 - Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció
en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de
Jesucristo.

2 Co. 4:8-9 - Que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no
desesperados; 9 perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos.

2 Co. 4:14 - Sabiendo que el que resucitó al Señor Jesús, a nosotros también nos resucitará con Jesús,
y nos presentará juntamente con vosotros.

2 Co. 4:16-17 Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va
desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día. 17 Porque esta leve tribulación
momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria.
Promesa de Gloria.

75
2 Co. 5:1-5 - Porque sabemos que si nuestra morada terrestre, este tabernáculo, se deshiciere,
tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de manos, eterna, en los cielos. 2 Y por esto también
gemimos, deseando ser revestidos de aquella nuestra habitación celestial; 3 pues así seremos
hallados vestidos, y no desnudos. 4 Porque asimismo los que estamos en este tabernáculo gemimos
con angustia; porque no quisiéramos ser desnudados, sino revestidos, para que lo mortal sea
absorbido por la vida. 5 Mas el que nos hizo para esto mismo es Dios, quien nos ha dado las arras
del Espíritu.

2 Co. 5:10 - Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para
que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo.

2 Co. 5:17-21 - De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he
aquí todas son hechas nuevas. 18 Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo
por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación; 19 que Dios estaba en Cristo reconciliando
consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la
palabra de la reconciliación. 20 Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios
rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios.
Promesa de La Salvación y de Perdón.

2 Co. 6:2 - Porque dice: En tiempo aceptable te he oído, y en día de salvación te he socorrido. He
aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación.

2 Co. 6:16-18 - ¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el
templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos, y seré su Dios, y ellos serán
mi pueblo. 17 Por lo cual,
Salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo inmundo; y yo os recibiré, 18 -
Y seré para vosotros por Padre, y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso.

2 Co. 7:6-7 - Pero Dios, que consuela a los humildes, nos consoló con la venida de Tito; 7 y no sólo
con su venida, sino también con la consolación con que él había sido consolado en cuanto a
vosotros, haciéndonos saber vuestro gran afecto, vuestro llanto, vuestra solicitud por mí, de manera
que me regocijé aun más.
Promesa de Consuelo.

2 Co. 7:10 - Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación, de que no
hay que arrepentirse; pero la tristeza del mundo produce muerte.
Promesa de Disciplina.

2 Co. 8:9 - Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo
pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos.
Promesa de La Salvación y de Perdón.

2 Co. 9:6-11 - Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que
siembra generosamente, generosamente también segará. 7 Cada uno dé como propuso en su
corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre. 8 Y poderoso es Dios
para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas
todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra; 9 como está escrito: Repartió, dio a los pobres; Su

76
justicia permanece para siempre. 10 Y el que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá
y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia, 11 para que estéis
enriquecidos en todo para toda liberalidad, la cual produce por medio de nosotros acción de gracias
a Dios.

2 Co. 12:9-10 - Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por
tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de
Cristo. 10 Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en
persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.
Promesa de Fortaleza.

2 Co. 13:4 - Porque aunque fue crucificado en debilidad, vive por el poder de Dios. Pues también
nosotros somos débiles en él, pero viviremos con él por el poder de Dios para con vosotros.

2 Co. 13:11 - Por lo demás, hermanos, tened gozo, perfeccionaos, consolaos, sed de un mismo sentir,
y vivid en paz; y el Dios de paz y de amor estará con vosotros.

Libro 1 de Corintios
1 Co. 1:5 - Porque en todas las cosas fuisteis enriquecidos en él, en toda palabra y en toda ciencia.

1 Co. 1:7-9 - De tal manera que nada os falta en ningún don, esperando la manifestación de nuesto
Señor Jesucristo; 8 el cual también os confirmará hasta el fin, para que seáis irreprensibles en el día
de nuestro Señor Jesucristo. 9 Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión con su Hijo
Jesucristo nuestro Señor.
Promesa de la Fidelidad de Dios.

1 Co. 1:30 - Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría,
justificación, santificación y redención.

1 Co. 2:9-10 - Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en
corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman. 10 Pero Dios nos las reveló
a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios.

1 Co. 2:12 - Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de
Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido.

1 Co. 2:14-16 - Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para
él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente. 15 En cambio el
espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado de nadie. 16 Porque ¿quién conoció la mente
del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo.

1 Co. 3:14-16 - Si permaneciere la obra de alguno que sobreedificó, recibirá recompensa. 15 Si la


obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida, si bien él mismo será salvo, aunque así como por
fuego. 16 ¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?.
Promesa sobre el Espíritu Santo.

77
1 Co. 4:5 - Así que, no juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual aclarará
también lo oculto de las tinieblas, y manifestará las intenciones de los corazones; y entonces cada
uno recibirá su alabanza de Dios.

1 Co. 6:11 - Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis
sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios.

1 Co. 6:15 - ¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo? ¿Quitaré, pues, los miembros
de Cristo y los haré miembros de una ramera? De ningún modo.

1 Co. 6:19-20 - ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros,
el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? 20 Porque habéis sido comprados por precio;
glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.

1 Co. 7:14 - Porque el marido incrédulo es santificado en la mujer, y la mujer incrédula en el marido;
pues de otra manera vuestros hijos serían inmundos, mientras que ahora son santos.

1 Co. 8:3 - Pero si alguno ama a Dios, es conocido por él.

1 Co. 10:13 - No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no
os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la
tentación la salida, para que podáis soportar.

1 Co. 11:24 - Y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por
vosotros es partido; haced esto en memoria de mí.

1 Co. 11:26 - Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del
Señor anunciáis hasta que él venga.

1 Co. 11:30-32 - Por lo cual hay muchos enfermos y debilitados entre vosotros, y muchos duermen.
31 Si, pues, nos examinásemos a nosotros mismos, no seríamos juzgados; 32 mas siendo juzgados,
somos castigados por el Señor, para que no seamos condenados con el mundo. 33 Así que,
hermanos míos, cuando os reunís a comer, esperaos unos a otros.
Promesa de Disciplina.

1 Co. 12:7-11 - Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho. 8 Porque a
éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu;
9 a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu. 10 A otro, el
hacer milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversos géneros de
lenguas; y a otro, interpretación de lenguas. 11 Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo
Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere.
Promesa sobre el Espíritu Santo.

1 Co. 12:13 - Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o
griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu.

78
1 Co. 12:28 - Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero
maestros, luego los que hacen milagros, después los que sanan, los que ayudan, los que
administran, los que tienen don de lenguas.

1 Co. 13:1-8 - Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal
que resuena, o címbalo que retiñe. 2 Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda
ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy. 3
Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser
quemado, y no tengo amor, de nada me sirve. 4 El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene
envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; 5 no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se
irrita, no guarda rencor; 6 no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. 7 Todo lo sufre, todo
lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. 8 El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y
cesarán las lenguas, y la ciencia acabará.

1 Co. 13:12 - Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora
conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido.

1 Co. 15:21-22 - Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la
resurrección de los muertos. 22 Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos
serán vivificados.

1 Co. 15:25-26 - Porque preciso es que él reine hasta que haya puesto a todos sus enemigos debajo de
sus pies. 26 Y el postrer enemigo que será destruido es la muerte.

1 Co. 15:49-54 - Y así como hemos traído la imagen del terrenal, traeremos también la imagen del
celestial. 50 Pero esto digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios,
ni la corrupción hereda la incorrupción. 51 He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos;
pero todos seremos transformados, 52 en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final
trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros
seremos transformados. 53 Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto
mortal se vista de inmortalidad. 54 Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y
esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita:
Sorbida es la muerte en victoria.

1 Co. 15:57-58 - Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor
Jesucristo. 58 Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del
Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.

79
Libro de los Romanos
Ro. 1:12 - Esto es, para ser mutuamente confortados por la fe que nos es común a vosotros y a mí.
Promesa de Fe.

Ro. 1:16-17 - Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo
aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego. 17 Porque en el evangelio la justicia de
Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá.
Promesa de Fe.

Ro. 2:10 - Pero gloria y honra y paz a todo el que hace lo bueno, al judío primeramente y también al
griego.

Ro. 3:21-26 - Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, testificada por la ley y
por los profetas; 22 la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en
él. Porque no hay diferencia, 23 por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios,
24 siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, 25
a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a
causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados, 26 con la mira de manifestar
en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús.

Ro. 4:5 - mas al que no obra, sino cree en aquel que justifica al impío, su fe le es contada por justicia.

Ro. 4:21 - Plenamente convencido de que era también poderoso para hacer todo lo que había
prometido.

Ro. 5:1-6 - Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor
Jesucristo; 2 por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y
nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios. 3 Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos
en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; 4 y la paciencia, prueba; y la
prueba, esperanza; 5 y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en
nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado. 6 Porque Cristo, cuando aún éramos
débiles, a su tiempo murió por los impíos.
Promesa del Amor de Dios, de Esperanza y sobre el Espíritu Santo.

Ro. 5:8-10 - Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo
murió por nosotros. 9 Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos
de la ira. 10 Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo,
mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida.
Promesa del Amor de Dios.

Ro. 5:17-19 - Pues si por la transgresión de uno solo reinó la muerte, mucho más reinarán en vida
por uno solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia. 18 Así
que, como por la transgresión de uno vino la condenación a todos los hombres, de la misma manera
por la justicia de uno vino a todos los hombres la justificación de vida. 19 Porque así como por la

80
desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la
obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos.

Ro. 6:6 - Sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el
cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado.

Ro. 6:10-11 - Porque en cuanto murió, al pecado murió una vez por todas; mas en cuanto vive, para
Dios vive. 11 Así también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo
Jesús, Señor nuestro.

Ro. 6:14-18 Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la
gracia. 15 ¿Qué, pues? ¿Pecaremos, porque no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia? En ninguna
manera. 16 ¿No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerle, sois esclavos de
aquel a quien obedecéis, sea del pecado para muerte, o sea de la obediencia para justicia? 17 Pero
gracias a Dios, que aunque erais esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón a aquella forma
de doctrina a la cual fuisteis entregados; 18 y libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la
justicia.

Ro. 6:22-23 - Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por
vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna. 23 Porque la paga del pecado es muerte,
mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.
Promesa de La Salvación y de Perdón.

Ro. 7:25 - Gracias doy a Dios, por Jesucristo Señor nuestro. Así que, yo mismo con la mente sirvo a
la ley de Dios, mas con la carne a la ley del pecado.

Ro. 8:1-2 - Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no
andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. 2 Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo
Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte.
Promesa sobre el Espíritu Santo.

Ro. 8:4 - Para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne,
sino conforme al Espíritu.

Ro. 8:6 - Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz.

Ro. 8:10- 11 - Pero si Cristo está en vosotros, el cuerpo en verdad está muerto a causa del pecado,
mas el espíritu vive a causa de la justicia. 11 Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a
Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros
cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros.

Ro. 8:13-18 - Porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las
obras de la carne, viviréis. 14 Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son
hijos de Dios. 15 Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino
que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre! 16 El Espíritu
mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. 17 Y si hijos, también

81
herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para
que juntamente con él seamos glorificados. 18 Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo
presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse.
Promesa de La Salvación, de Gloria y de Perdón.

Ro. 8:26-35 - Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de
pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos
indecibles. 27 Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque
conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos. 28 Y sabemos que a los que aman a Dios,
todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. 29 Porque
a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su
Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. 30 Y a los que predestinó, a éstos
también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también
glorificó. 31 ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? 32 El que
no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también
con él todas las cosas? 33 ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. 34 ¿Quién
es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a
la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros. 35 ¿Quién nos separará del amor de
Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?.
Promesa de Confianza y sobre el Espíritu Santo y de la Fidelidad de Dios.

Ro. 8:37-39 - Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos
amó. 38 Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni
potestades, ni lo presente, ni lo por venir, 39 ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada
nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.
Promesa del Amor de Dios.

Ro. 9:25-26 - Como también en Oseas dice: Llamaré pueblo mío al que no era mi pueblo, y a la no
amada, amada. 26 Y en el lugar donde se les dijo: Vosotros no sois pueblo mío, allí serán llamados
hijos del Dios viviente.

Ro. 10:9 - Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le
levantó de los muertos, serás salvo.
Promesa de La Salvación y de Perdón.

Ro. 10:13 - Porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.
Promesa de La Salvación.

Ro. 10:17 - Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.
Promesa de Fe.

Ro. 12:1 - Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros
cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.
Promesa de Aceptación.

Ro. 12:3 - Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga
más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la

82
medida de fe que Dios repartió a cada uno.
Promesa de Fe.

Ro. 12:12 - Gozosos en la esperanza; sufridos en la tribulación; constantes en la oración.


Promesa de Esperanza.

Ro. 12:19 - No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque
escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor.
Promesa de Defensa.

Ro. 15:4 - Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de
que por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza. 5 Pero el Dios de la
paciencia y de la consolación os dé entre vosotros un mismo sentir según Cristo Jesús.
Promesa de Esperanza.

Ro. 15:12-14 - Y otra vez dice Isaías: Estará la raíz de Isaí, Y el que se levantará a regir los gentiles;
Los gentiles esperarán en él. 13 Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para
que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo. 14 Pero estoy seguro de vosotros,
hermanos míos, de que vosotros mismos estáis llenos de bondad, llenos de todo conocimiento, de
tal manera que podéis amonestaros los unos a los otros.

Ro. 15:18-21 - Porque no osaría hablar sino de lo que Cristo ha hecho por medio de mí para la
obediencia de los gentiles, con la palabra y con las obras, 19 con potencia de señales y prodigios, en
el poder del Espíritu de Dios; de manera que desde Jerusalén, y por los alrededores hasta Ilírico,
todo lo he llenado del evangelio de Cristo. 20 Y de esta manera me esforcé a predicar el evangelio,
no donde Cristo ya hubiese sido nombrado, para no edificar sobre fundamento ajeno, 21 sino, como
está escrito: Aquellos a quienes nunca les fue anunciado acerca de él, verán; Y los que nunca han
oído de él, entenderán.

Ro. 15:29 - Y sé que cuando vaya a vosotros, llegaré con abundancia de la bendición del evangelio de
Cristo.

Ro. 16:20 - Y el Dios de paz aplastará en breve a Satanás bajo vuestros pies. La gracia de nuestro
Señor Jesucristo sea con vosotros.

83
Libro de Los Hechos
Hch. 1:4-5 - Y estando juntos, les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la
promesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis de mí. 5 Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas
vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días.
Promesa sobre el Espíritu Santo.

Hch. 1:8 - Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis
testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.
Promesa para el Ganador de Almas, de Fortaleza y sobre el Espíritu Santo.

Hch. 1:11 - Los cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este
mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo.
Promesa de Esperanza.

Hch. 2:16-21 - Mas esto es lo dicho por el profeta Joel: 17 Y en los postreros días, dice Dios,
derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; vuestros
jóvenes verán visiones, y vuestros ancianos soñarán sueños; 18 Y de cierto sobre mis siervos y sobre
mis siervas en aquellos días derramaré de mi Espíritu, y profetizarán. 19 Y daré prodigios arriba en
el cielo, y señales abajo en la tierra, sangre y fuego y vapor de humo; 20 El sol se convertirá en
tinieblas, y la luna en sangre, antes que venga el día del Señor, grande y manifiesto; 21 Y todo aquel
que invocare el nombre del Señor, será salvo.

Hch. 2:33 - Así que, exaltado por la diestra de Dios, y habiendo recibido del Padre la promesa del
Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros veis y oís.

Hch. 2:38-39 - Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de
Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo. 39 Porque para vosotros
es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro
Dios llamare. Promesa sobre el Espíritu Santo.

Hch. 2:47 - Alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la
iglesia los que habían de ser salvos.

Hch. 3:19 - Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que
vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio. Promesa de La Salvación y de Perdón.

Hch. 4:12 - Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los
hombres, en que podamos ser salvos.

Hch. 5:31 - A éste, Dios ha exaltado con su diestra por Príncipe y Salvador, para dar a Israel
arrepentimiento y perdón de pecados.

Hch. 5:39 - Mas si es de Dios, no la podréis destruir; no seáis tal vez hallados luchando contra Dios.
Promesa de la Fidelidad de Dios.

84
Hch. 7:17 - Pero cuando se acercaba el tiempo de la promesa, que Dios había jurado a Abraham, el
pueblo creció y se multiplicó en Egipto.

Hch. 9:31 - Entonces las iglesias tenían paz por toda Judea, Galilea y Samaria; y eran edificadas,
andando en el temor del Señor, y se acrecentaban fortalecidas por el Espíritu Santo.

Hch. 10:34 - Entonces Pedro, abriendo la boca, dijo: En verdad comprendo que Dios no hace
acepción de personas.

Hch. 10:36 - Dios envió mensaje a los hijos de Israel, anunciando el evangelio de la paz por medio
de Jesucristo; éste es Señor de todos.

Hch. 10:43 - De éste dan testimonio todos los profetas, que todos los que en él creyeren, recibirán
perdón de pecados por su nombre.

Hch. 11:14 - Él te hablará palabras por las cuales serás salvo tú, y toda tu casa.

Hch. 11:16 - Entonces me acordé de lo dicho por el Señor, cuando dijo: Juan ciertamente bautizó en
agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo.

Hch. 13:23 - De la descendencia de éste, y conforme a la promesa, Dios levantó a Jesús por Salvador
a Israel.

Hch. 13:26 - Varones hermanos, hijos del linaje de Abraham, y los que entre vosotros teméis a Dios,
a vosotros es enviada la palabra de esta salvación.

Hch. 13:32-33 - Y nosotros también os anunciamos el evangelio de aquella promesa hecha a nuestros
padres. 33 la cual Dios ha cumplido a los hijos de ellos, a nosotros, resucitando a Jesús; como está
escrito también en el salmo segundo: Mi hijo eres tú, yo te he engendrado hoy.

Hch. 13:38-39 - Sabed, pues, esto, varones hermanos: que por medio de él se os anuncia perdón de
pecados, 39 y que de todo aquello de que por la ley de Moisés no pudisteis ser justificados, en él es
justificado todo aquel que cree.

Hch. 16:31 - Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa.

Hch. 18:9-10 - Entonces el Señor dijo a Pablo en visión de noche: No temas, sino habla, y no calles;
10 porque yo estoy contigo, y ninguno pondrá sobre ti la mano para hacerte mal, porque yo tengo
mucho pueblo en esta ciudad. Promesa para el Ganador de Almas.

Hch. 26:16-18 - Pero levántate, y ponte sobre tus pies; porque para esto he aparecido a ti, para
ponerte por ministro y testigo de las cosas que has visto, y de aquellas en que me apareceré a ti, 17
librándote de tu pueblo, y de los gentiles, a quienes ahora te envío, 18 para que abras sus ojos, para
que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a Dios; para que reciban, por
la fe que es en mí, perdón de pecados y herencia entre los santificados.

85
Libro de Mateo
Mt. 1:21 - Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará su pueblo de sus
pecados.
Mt. 1:23 - He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Emanuel, que
traducido es: Dios con nosotros.
Mt. 3:11 - Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo
calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu Santo y
fuego.
Mt. 4:4 - Él respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que
sale de la boca de Dios.
Mt. 4:19 - Y les dijo: Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres.
Mt. 5:3-12 - Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. 4
Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación. 5 Bienaventurados los mansos,
porque ellos recibirán la tierra por heredad. 6 Bienaventurados los que tienen hambre y sed de
justicia, porque ellos serán saciados. 7 Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán
misericordia. 8 Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios. 9
Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios. 10 Bienaventurados
los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. 11
Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal
contra vosotros, mintiendo. 12 Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos;
porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros.
Promesa de Bendición y de Consuelo.
Mt. 5:19 - De manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y
así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; mas cualquiera que
los haga y los enseñe, éste será llamado grande en el reino de los cielos.
Mt. 5:23-24 - Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo
contra ti, 24 deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y
entonces ven y presenta tu ofrenda.
Promesa de Aceptación.
Mt. 5:45 - Para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre
malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos.
Mt. 6:4 - Para que sea tu limosna en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en
público.
Mt. 6:6 - Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en
secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.
Mt. 6:11-14 - El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. 12 Y perdónanos nuestras deudas, como
también nosotros perdonamos a nuestros deudores. 13 Y no nos metas en tentación, mas líbranos
del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén. 14 Porque si
perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial.
Promesa de Aceptación.
Mt. 6:25 - Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de
beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo
más que el vestido?
Promesa en el Afán.

86
Mt. 6:28 - Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no
trabajan ni hilan.
Mt. 6:31-34 - No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos?
32 Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis
necesidad de todas estas cosas. 33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas
estas cosas os serán añadidas. 34 Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de
mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.
Promesa en el Afán.
Mt. 7:7-8 - Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. 8 Porque todo aquel que
pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.
Mt. 7:11 - Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más
vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?.
Mt. 7:21 - No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la
voluntad de mi Padre que está en los cielos.
Mt. 7:24-25 - Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre
prudente, que edificó su casa sobre la roca. 25 Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos,
y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca.
Mt. 8:16-17 - Y cuando llegó la noche, trajeron a él muchos endemoniados; y con la palabra echó
fuera a los demonios, y sanó a todos los enfermos; 17 para que se cumpliese lo dicho por el profeta
Isaías, cuando dijo: El mismo tomó nuestras enfermedades, y llevó nuestras dolencias.
Mt. 9:13 - Id, pues, y aprended lo que significa: Misericordia quiero, y no sacrificio. Porque no he
venido a llamar a justos, sino a pecadores, al arrepentimiento.
Mt. 10:19-20 - Mas cuando os entreguen, no os preocupéis por cómo o qué hablaréis; porque en
aquella hora os será dado lo que habéis de hablar. 20 Porque no sois vosotros los que habláis, sino el
Espíritu de vuestro Padre que habla en vosotros.
Promesa de Dirección.
Mt. 10:22 - Y seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre; mas el que persevere hasta el fin,
éste será salvo.
Mt. 10:31-32 - Así que, no temáis; más valéis vosotros que muchos pajarillos. 32 A cualquiera, pues,
que me confiese delante de los hombres, yo también le confesaré delante de mi Padre que está en los
cielos.
Promesa para el Ganador de Almas.
Mt. 10:39 - El que halla su vida, la perderá; y el que pierde su vida por causa de mí, la hallará.
Mt. 10:40-42 - El que a vosotros recibe, a mí me recibe; y el que me recibe a mí, recibe al que me
envió. 41 El que recibe a un profeta por cuanto es profeta, recompensa de profeta recibirá; y el que
recibe a un justo por cuanto es justo, recompensa de justo recibirá. 42 Y cualquiera que dé a uno de
estos pequeñitos un vaso de agua fría solamente, por cuanto es discípulo, de cierto os digo que no
perderá su recompensa.
Mt. 11:25 - En aquel tiempo, respondiendo Jesús, dijo: Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra,
porque escondiste estas cosas de los sabios y de los entendidos, y las revelaste a los niños.
Mt. 11:28-30 - Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. 29
Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis
descanso para vuestras almas; 30 porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.
Promesa de Descanso.
Mt. 12:31-32 - Por tanto os digo: Todo pecado y blasfemia seráperdonado a los hombres; mas la
blasfemia contra el Espíritu no les seráperdonada. 32 A cualquiera que dijere alguna palabra contra

87
el Hijo del Hombre, le seráperdonado; pero al que hable contra el Espíritu Santo, no le
seráperdonado, ni en este siglo ni en el venidero.
Mt. 12:37 - Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado.
Mt. 12:50 - Porque todo aquel que hace la voluntad de mi Padre que los cielos, ése es mi hermano, y
hermana, y madre.
Mt. 13:15-16 - Porque el corazón de este pueblo se ha engrosado, y con los oídos oyen pesadamente,
y han cerrado sus ojos; para que no vean con los ojos, y oigan con los oídos, y con el corazón
entiendan, y se conviertan, y yo los sane. 16 Pero bienaventurados vuestros ojos, porque ven; y
vuestros oídos, porque oyen.
Mt. 13:43 - Entonces los justos resplandecerán como el sol en el reino de su Padre. El que tiene oídos
para oír, oiga.
Promesa de Gloria.
Mt. 16:17-19 - Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te
lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos. 18 Y yo también te digo, que tú eres
Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. 19
Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los
cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos.
Mt. 16:24-28 - Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí
mismo, y tome su cruz, y sígame. 25 Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el
que pierda su vida por causa de mí, la hallará. 26 Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare
todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma? 27 Porque el
Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno
conforme a sus obras. 28 De cierto os digo que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la
muerte, hasta que hayan visto al Hijo del Hombre viniendo en su reino.
Mt. 17:20-21 - Jesús les dijo: Por vuestra poca fe; porque de cierto os digo, que si tuviereis fe como
un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible.
21 Pero este género no sale sino con oración y ayuno.
Promesa de Fortaleza.
Mt. 18:4-5 - Así que, cualquiera que se humille como este niño, ése es el mayor en el reino de los
cielos. 5 Y cualquiera que reciba en mi nombre a un niño como este, a mí me recibe.
Mt. 18:15 - Por tanto, si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele estando tú y él solos; si te oyere,
has ganado a tu hermano.
Mt. 18:18-20 - De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que
desatéis en la tierra, será desatado en el cielo. 19 Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren
de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está
en los cielos. 20 Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de
ellos.
Mt. 19:6 - Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe
el hombre.
Mt. 19:14 - Pero Jesús dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el
reino de los cielos.
Mt. 19:26 - Y mirándolos Jesús, les dijo: Para los hombres esto es imposible; mas para Dios todo es
posible.
Mt. 19:28-30 - Y Jesús les dijo: De cierto os digo que en la regeneración, cuando el Hijo del Hombre
se siente en el trono de su gloria, vosotros que me habéis seguido también os sentaréis sobre doce
tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel. 29 Y cualquiera que haya dejado casas, o hermanos, o

88
hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por mi nombre, recibirá cien veces más, y
heredará la vida eterna. 30 Pero muchos primeros serán postreros, y postreros, primeros.
Mt. 20:16 - Así, los primeros serán postreros, y los postreros, primeros; porque muchos son
llamados, mas pocos escogidos.
Mt. 20:23 - El les dijo: A la verdad, de mi vaso beberéis, y con el bautismo con que yo soy bautizado,
seréis bautizados; pero el sentaros a mi derecha y a mi izquierda, no es mío darlo, sino a aquellos
para quienes está preparado por mi Padre.
Mt. 20:26-28 - Mas entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros
será vuestro servidor, 27 y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo; 28 como el
Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por
muchos.
Mt. 21:16 - Y le dijeron: ¿Oyes lo que éstos dicen? Y Jesús les dijo: Sí; ¿nunca leísteis: De la boca de
los niños y de los que maman perfeccionaste la alabanza?
Mt. 21:21-22 - Respondiendo Jesús, les dijo: De cierto os digo, que si tuviereis fe, y no dudareis, no
sólo haréis esto de la higuera, sino que si a este monte dijereis: Quítate y échate en el mar, será
hecho. 22 Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis.
Mt. 23:12-13 - Porque el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido. 13 Mas
¡ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque cerráis el reino de los cielos delante de los
hombres; pues ni entráis vosotros, ni dejáis entrar a los que están entrando.
Mt. 24:13-14 - Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo. 14 Y será predicado este evangelio
del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.
Mt. 24:30-31 - Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán
todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con
poder y gran gloria. 31 Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos,
de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro.
Mt. 24:35 - El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.
Mt. 25:21 - Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te
pondré; entra en el gozo de tu señor.
Mt. 25:23 - Su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré;
entra en el gozo de tu señor.
Mt. 25:29 - Porque al que tiene, le será dado, y tendrá más; y al que no tiene, aun lo que tiene le será
quitado.
Mt. 25:34 - Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino
preparado para vosotros desde la fundación del mundo.
Mt. 25:40 - Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de
estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis.
Mt. 25:46 - E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.
Mt. 26:28-29 - Porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para
remisión de los pecados. 29 Y os digo que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta
aquel día en que lo beba nuevo con vosotros en el reino de mi Padre.
Mt. 26:41 - Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero
la carne es débil.
Mt. 26:64 - Jesús le dijo: Tú lo has dicho; y además os digo, que desde ahora veréis al Hijo del
Hombre sentado a la diestra del poder de Dios, y viniendo en las nubes del cielo.
Mt. 28:20 - Enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con
vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.

89
Libro de Marcos
Mr. 1:17 - Y les dijo Jesús: Venid en pos de mí, y haré que seáis pescadores de hombres.
Promesa para el Ganador de Almas.
Mr. 8:35 - Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por
causa de mí y del evangelio, la salvará.
Mr. 9:23 - Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible.
Mr. 9:37 - El que reciba en mi nombre a un niño como este, me recibe a mí; y el que a mí me recibe,
no me recibe a mí sino al que me envió.
Mr. 9:41 - Y cualquiera que os diere un vaso de agua en mi nombre, porque sois de Cristo, de cierto
os digo que no perderá su recompensa.
Mr. 10:15 - De cierto os digo, que el que no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él.
Mr. 10:21 - Entonces Jesús, mirándole, le amó, y le dijo: Una cosa te falta: anda, vende todo lo que
tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme, tomando tu cruz.
Mr. 10:29-30 - Respondió Jesús y dijo: De cierto os digo que no hay ninguno que haya dejado casa, o
hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por causa de mí y del evangelio,
30 que no reciba cien veces más ahora en este tiempo; casas, hermanos, hermanas, madres, hijos, y
tierras, con persecuciones; y en el siglo venidero la vida eterna.
Mr. 11:23-25 - Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el
mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho.
24 Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá.25 Y
cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre que
está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas.
Mr. 13:26-27 - Entonces verán al Hijo del Hombre, que vendrá en las nubes con gran poder y gloria.
27 Y entonces enviará sus ángeles, y juntará a sus escogidos de los cuatro vientos, desde el extremo
de la tierra hasta el extremo del cielo.
Mr. 13:31 - El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.
Mr. 14:62 - Y Jesús le dijo: Yo soy; y veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder de Dios,
y viniendo en las nubes del cielo.
Mr. 16:16-18 - El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.
17 Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas
lenguas; 18 tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre
los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.

90
Libro de Lucas
Lc. 1:33 - Y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.
Lc. 1:37 - Porque nada hay imposible para Dios.
Lc. 1:50 - Y su misericordia es de generación en generación a los que le temen.
Lc. 1:71-72 - Salvación de nuestros enemigos, y de la mano de todos los que nos aborrecieron; para
hacer misericordia con nuestros padres, y acordarse de su santo pacto.
Lc. 1:79 - Para dar luz a los que habitan en tinieblas y en sombra de muerte; Para encaminar
nuestros pies por camino de paz.
Lc. 2:10-11 - Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será
para todo el pueblo: 11 que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el
Señor.
Lc. 5:5-6 - Respondiendo Simón, le dijo: Maestro, toda la noche hemos estado trabajando, y nada
hemos pescado; mas en tu palabra echaré la red. Y habiéndolo hecho, encerraron gran cantidad de
peces, y su red se rompía.
Lc. 5:32 - No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento.
Lc. 6:20-23 - Y alzando los ojos hacia sus discípulos, decía: Bienaventurados vosotros los pobres,
porque vuestro es el reino de Dios. 21 Bienaventurados los que ahora tenéis hambre, porque seréis
saciados. Bienaventurados los que ahora lloráis, porque reiréis. 22 Bienaventurados seréis cuando
los hombres os aborrezcan, y cuando os aparten de sí, y os vituperen, y desechen vuestro nombre
como malo, por causa del Hijo del Hombre. 23 Gozaos en aquel día, y alegraos, porque he aquí
vuestro galardón es grande en los cielos; porque así hacían sus padres con los profetas.
Lc. 6:35 - Amad, pues, a vuestros enemigos, y haced bien, y prestad, no esperando de ello nada; y
será vuestro galardón grande, y seréis hijos del Altísimo; porque él es benigno para con los ingratos
y malos.
Lc. 6:37-38 - No juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y
seréis perdonados. 38 Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en
vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir.
Lc. 7:13 - Y cuando el Señor la vio, se compadeció de ella, y le dijo: No llores.
Promesa de Consuelo.
Lc. 7:50 - Pero él dijo a la mujer: Tu fe te ha salvado, vé en paz.
Lc. 8:21 - El entonces respondiendo, les dijo: Mi madre y mis hermanos son los que oyen la palabra
de Dios, y la hacen.
Lc. 8:39 - Vuélvete a tu casa, y cuenta cuán grandes cosas ha hecho Dios contigo. Y él se fue,
publicando por toda la ciudad cuán grandes cosas había hecho Jesús con él.
Promesa para el Ganador de Almas.
Lc. 8:50 - Oyéndolo Jesús, le respondió: No temas; cree solamente, y será salva.
Promesa de Confianza, de Fe y de Salvación.
Lc. 9:24 - Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por
causa de mí, éste la salvará.
Lc. 9:48 - Y les dijo: Cualquiera que reciba a este niño en mi nombre, a mí me recibe; y cualquiera
que me recibe a mí, recibe al que me envió; porque el que es más pequeño entre todos vosotros, ése
es el más grande.
Lc. 10:19-20 - He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del
enemigo, y nada os dañará. 20 Pero no os regocijéis de que los espíritus se os sujetan, sino regocijaos
de que vuestros nombres están escritos en los cielos.

91
Lc. 10:28 - Y le dijo: Bien has respondido; haz esto, y vivirás.
Lc. 10:42 - Pero sólo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será
quitada.
Promesa en el Afán.
Lc. 11:9-10 - Y yo os digo: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. 10 Porque
todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.
Lc. 11:13 - Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más
vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?.
Promesa sobre el Espíritu Santo.
Lc. 11:28 - Y él dijo: Antes bienaventurados los que oyen la palabra de Dios, y la guardan.
Lc. 12:7-8 - Pues aun los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. No temáis, pues; más
valéis vosotros que muchos pajarillos. Os digo que todo aquel que me confesare delante de los
hombres, también el Hijo del Hombre le confesará delante de los ángeles de Dios.
Promesa de Defensa y en el Afán.
Lc. 12:12 - Porque el Espíritu Santo os enseñará en la misma hora lo que debáis decir.
Lc. 12:24 - Considerad los cuervos, que ni siembran, ni siegan; que ni tienen despensa, ni granero, y
Dios los alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que las aves?.
Lc. 12:29-32 - Vosotros, pues, no os preocupéis por lo que habéis de comer, ni por lo que habéis de
beber, ni estéis en ansiosa inquietud. 30 Porque todas estas cosas buscan las gentes del mundo; pero
vuestro Padre sabe que tenéis necesidad de estas cosas. 31 Mas buscad el reino de Dios, y todas
estas cosas os serán añadidas. 32 No temáis, manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido
daros el reino.
Promesa de Confianza.
Lc. 12:37 - Bienaventurados aquellos siervos a los cuales su señor, cuando venga, halle velando; de
cierto os digo que se ceñirá, y hará que se sienten a la mesa, y vendrá a servirles.
Lc. 12:40 - Vosotros, pues, también, estad preparados, porque a la hora que no penséis, el Hijo del
Hombre vendrá.
Lc. 14:11 - Porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla, será enaltecido.
Promesa de Ensalzamiento.
Lc. 15:7 - Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por
noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento.
Lc. 15:10 - Así os digo que hay gozo delante de los ángeles de Dios por un pecador que se
arrepiente.
Lc. 16:17 - Pero más fácil es que pasen el cielo y la tierra, que se frustre una tilde de la ley.
Lc. 17:6 - Entonces el Señor dijo: Si tuvierais fe como un grano de mostaza, podríais decir a este
sicómoro: Desarráigate, y plántate en el mar; y os obedecería.
Lc. 17:33-36 - Todo el que procure salvar su vida, la perderá; y todo el que la pierda, la salvará. 34 Os
digo que en aquella noche estarán dos en una cama; el uno será tomado, y el otro será dejado. 35
Dos mujeres estarán moliendo juntas; la una será tomada, y la otra dejada. 36 Dos estarán en el
campo; el uno será tomado, y el otro dejado.
Lc. 18:22 - Jesús, oyendo esto, le dijo: Aún te falta una cosa: vende todo lo que tienes, y dalo a los
pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme.
Lc. 18:42 - Jesús le dijo: Recíbela, tu fe te ha salvado.
Lc. 21:15 - Porque yo os daré palabra y sabiduría, la cual no podrán resistir ni contradecir todos los
que se opongan.
Promesa de Dirección.

92
Lc. 21:18-19 - Pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá. 19 Con vuestra paciencia ganaréis
vuestras almas.
Lc. 21:33 - El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.
Lc. 22:29-30 - Yo, pues, os asigno un reino, como mi Padre me lo asignó a mí, 30 para que comáis y
bebáis a mi mesa en mi reino, y os sentéis en tronos juzgando a las doce tribus de Israel.
Lc. 22:32 - Pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte; y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos.
Lc. 22:46 - y les dijo: ¿Por qué dormís? Levantaos, y orad para que no entréis en tentación.
Lc. 23:43 - Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso.
Lc. 24:36 - Mientras ellos aún hablaban de estas cosas, Jesús se puso en medio de ellos, y les dijo:
Paz a vosotros.
Lc. 24:45 - Entonces les abrió el entendimiento, para que comprendiesen las Escrituras.
Lc. 24:47 - y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las
naciones, comenzando desde Jerusalén.
Lc. 24:49 - He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la
ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto.

93
Libro de Juan
Jn. 1:12 - Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser
hechos hijos de Dios.
Promesa de La Salvación.
Jn. 1:16 - Porque de su plenitud tomamos todos, y gracia sobre gracia.
Jn. 1:29 - El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que
quita el pecado del mundo.
Jn. 3:3 - Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no
puede ver el reino de Dios.
Jn. 3:15-18 - Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del
Hombre sea levantado, 15 para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel
que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. 17 Porque no envió Dios a su Hijo al mundo
para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. 18 El que en él cree, no es
condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del
unigénito Hijo de Dios.
Promesa del Amor de Dios.
Jn. 3:36 - El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida,
sino que la ira de Dios está sobre él.
Promesa de La Salvación.
Jn. 4:10 - Respondió Jesús y le dijo: Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de
beber; tú le pedirías, y él te daría agua viva.
Jn. 4:13-14 - Respondió Jesús y le dijo: Cualquiera que bebiere de esta agua, volverá a tener sed; 14
mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será
en él una fuente de agua que salte para vida eterna.
Jn. 4:23 - Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en
espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren.
Jn. 4:35-36 - ¿No decís vosotros: Aún faltan cuatro meses para que llegue la siega? He aquí os digo:
Alzad vuestros ojos y mirad los campos, porque ya están blancos para la siega. 36 Y el que siega
recibe salario, y recoge fruto para vida eterna, para que el que siembra goce juntamente con el que
siega.
Jn. 5:11 - El les respondió: El que me sanó, él mismo me dijo: Toma tu lecho y anda.
Jn. 5:24-25 - De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida
eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida. 25 De cierto, de cierto os digo:
Viene la hora, y ahora es, cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y los que la oyeren
vivirán.
Promesa de La Salvación y de Perdón.
Jn. 5:28-29 - No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que están en los
sepulcros oirán su voz; 29 y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que
hicieron lo malo, a resurrección de condenación.
Jn. 5:39 - Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y
ellas son las que dan testimonio de mí.
Jn. 6:27 - Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece, la
cual el Hijo del Hombre os dará; porque a éste señaló Dios el Padre.

94
Jn. 6:35 - Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí
cree, no tendrá sed jamás.
Jn. 6:37 - Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera.
Jn. 6:39-40 - Y esta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que de todo lo que me diere, no pierda
yo nada, sino que lo resucite en el día postrero. 40 Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que
todo aquel que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero.
Jn. 6:44-45 - Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el
día postrero.
45 Escrito está en los profetas: Y serán todos enseñados por Dios. Así que, todo aquel que oyó al
Padre, y aprendió de él, viene a mí.
Jn. 6:47 - De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí, tiene vida eterna.
Jn. 6:51 - Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para
siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo.
Jn. 6:54 - El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día
postrero.
Jn. 6:57-58 - Como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él
también vivirá por mí. 58 Este es el pan que descendió del cielo; no como vuestros padres comieron
el maná, y murieron; el que come de este pan, vivirá eternamente.
Jn. 6:63 - El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he
hablado son espíritu y son vida.
Jn. 7:37-38 - En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si
alguno tiene sed, venga a mí y beba. 38 El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior
correrán ríos de agua viva. 39 Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él;
pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado.
Promesa sobre el Espíritu Santo.
Jn. 8:12 - Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en
tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.
Jn. 8:31-32 - Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en
mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; 32 y conoceréis la verdad, y la verdad os hará
libres.
Jn. 8:36 - Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.
Jn. 8:51 - De cierto, de cierto os digo, que el que guarda mi palabra, nunca verá muerte.
Jn. 9:31 - Y sabemos que Dios no oye a los pecadores; pero si alguno es temeroso de Dios, y hace su
voluntad, a ése oye.
Jn. 10:9-11 - Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos.
10 El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para
que la tengan en abundancia. 11 Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas.
Jn. 10:15-16 - Así como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y pongo mi vida por las ovejas.
16 También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquéllas también debo traer, y oirán mi voz;
y habrá un rebaño, y un pastor.
Promesa para el Ganador de Almas.
Jn. 10:27-29 - Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, 28 y yo les doy vida eterna; y
no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. 29 Mi Padre que me las dio, es mayor que
todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre.
Jn. 11:25-26 - Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?. 26 Y todo
aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?
Promesa de La Salvación.

95
Jn. 11:40 - Jesús le dijo: ¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios?
Jn. 12:24-26 - De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda
solo; pero si muere, lleva mucho fruto. 25 El que ama su vida, la perderá; y el que aborrece su vida
en este mundo, para vida eterna la guardará. 26 Si alguno me sirve, sígame; y donde yo estuviere,
allí también estará mi servidor. Si alguno me sirviere, mi Padre le honrará.
Jn. 12:32 - Y yo, si fuere levantado de la tierra, a todos atraeré a mí mismo.
Jn. 12:36 - Entre tanto que tenéis la luz, creed en la luz, para que seáis hijos de luz.
Jn. 12:46-47 - Yo, la luz, he venido al mundo, para que todo aquel que cree en mí no permanezca en
tinieblas. 47 Al que oye mis palabras, y no las guarda, yo no le juzgo; porque no he venido a juzgar
al mundo, sino a salvar al mundo.
Jn. 13:1 - 1 Antes de la fiesta de la pascua, sabiendo Jesús que su hora había llegado para que pasase
de este mundo al Padre, como había amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el
fin.
Jn. 13:17 - Si sabéis estas cosas, bienaventurados seréis si las hiciereis.
Jn. 13:20 - De cierto, de cierto os digo: El que recibe al que yo enviare, me recibe a mí; y el que me
recibe a mí, recibe al que me envió.
Jn. 13:34 - Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que
también os améis unos a otros.
Jn. 14:2-3 - En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy,
pues, a preparar lugar para vosotros. 3 Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os
tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis.
Promesa de Confianza y de Esperanza.
Jn. 14:6 - Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.
Jn. 14:9 - Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El
que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre?.
Jn. 14:12-14 - De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará
también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre. 13 Y todo lo que pidiereis al Padre en mi
nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. 14 Si algo pidiereis en mi nombre, yo
lo haré.
Promesa de Fortaleza.
Jn. 14:16-19 - Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para
siempre: 17 el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce;
pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros. 18 No os dejaré
huérfanos; vendré a vosotros. 19 Todavía un poco, y el mundo no me verá más; pero vosotros me
veréis; porque yo vivo, vosotros también viviréis.
Promesa sobre el Espíritu Santo.
Jn. 14:21 - El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será
amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él.
Jn. 14:23 - Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y
vendremos a él, y haremos morada con él.
Jn. 14:26-28 - Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os
enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho. 27 La paz os dejo, mi paz os doy;
yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo. 28 Habéis oído
que yo os he dicho: Voy, y vengo a vosotros. Si me amarais, os habríais regocijado, porque he dicho
que voy al Padre; porque el Padre mayor es que yo.
Promesa sobre el Espíritu Santo.

96
Jn. 15:2-5 - Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo
limpiará, para que lleve más fruto. 3 Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado. 4
Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no
permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. 5 Yo soy la vid, vosotros los
pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí
nada podéis hacer.
Jn. 15:7-11 - Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que
queréis, y os será hecho. 8 En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así
mis discípulos. 9 Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado; permaneced en mi
amor. 10 Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los
mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor. 11 Estas cosas os he hablado, para que mi
gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido.
Promesa del Amor de Dios.
15:14-16 - Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. 15 Ya no os llamaré siervos,
porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas
que oí de mi Padre, os las he dado a conocer. 16 No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí
a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo
lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé.
Jn. 15:26 - Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad,
el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí.
Promesa sobre el Espíritu Santo.
Jn. 16:7-11 - Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el
Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré. 8 Y cuando él venga, convencerá al
mundo de pecado, de justicia y de juicio. 9 De pecado, por cuanto no creen en mí; 10 de justicia, por
cuanto voy al Padre, y no me veréis más; 11 y de juicio, por cuanto el príncipe de este mundo ha
sido ya juzgado.
Jn. 16:13-15 - Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no
hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que
habrán de venir. 14 El me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber. 15 Todo lo que
tiene el Padre es mío; por eso dije que tomará de lo mío, y os lo hará saber. 16 Todavía un poco, y no
me veréis; y de nuevo un poco, y me veréis; porque yo voy al Padre.
Promesa sobre el Espíritu Santo.
Jn. 16:20 - De cierto, de cierto os digo, que vosotros lloraréis y lamentaréis, y el mundo se alegrará;
pero aunque vosotros estéis tristes, vuestra tristeza se convertirá en gozo.
Promesa de Consuelo.
Jn. 16:22-27 - También vosotros ahora tenéis tristeza; pero os volveré a ver, y se gozará vuestro
corazón, y nadie os quitará vuestro gozo. 23 En aquel día no me preguntaréis nada. De cierto, de
cierto os digo, que todo cuanto pidiereis al Padre en mi nombre, os lo dará. 24 Hasta ahora nada
habéis pedido en mi nombre; pedid, y recibiréis, para que vuestro gozo sea cumplido. 25 Estas cosas
os he hablado en alegorías; la hora viene cuando ya no os hablaré por alegorías, sino que claramente
os anunciaré acerca del Padre. 26 En aquel día pediréis en mi nombre; y no os digo que yo rogaré al
Padre por vosotros, 27 pues el Padre mismo os ama, porque vosotros me habéis amado, y habéis
creído que yo salí de Dios.
Promesa del Amor de Dios.
Jn. 16:33 - Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción;
pero confiad, yo he vencido al mundo.
Promesa de Confianza.

97
Jn. 17:2-3 - Como le has dado potestad sobre toda carne, para que dé vida eterna a todos los que le
diste. 3 Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien
has enviado.
Jn. 17:11 - Y ya no estoy en el mundo; mas éstos están en el mundo, y yo voy a ti. Padre santo, a los
que me has dado, guárdalos en tu nombre, para que sean uno, así como nosotros.
Jn. 17:13 - Pero ahora voy a ti; y hablo esto en el mundo, para que tengan mi gozo cumplido en sí
mismos.
Jn. 17:15 - No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal.
Jn. 17:17 - Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad.
Jn. 17:19 - Y por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean santificados en la
verdad.
Jn. 17:21-24 - Para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean
uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste. 22 La gloria que me diste, yo les he
dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno. 23 Yo en ellos, y tú en mí, para que sean
perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos
como también a mí me has amado. 24 Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy,
también ellos estén conmigo, para que vean mi gloria que me has dado; porque me has amado
desde antes de la fundación del mundo.
Jn. 20:22 - Entonces Jesús les dijo otra vez: Paz a vosotros. Como me envió el Padre, así también yo
os envío.
Jn. 20:29 - Jesús le dijo: Porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron, y
creyeron.
Promesa de Fe.
Jn. 20:31 - Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que
creyendo, tengáis vida en su nombre.

Libro de Sofonías
Sof. 3:17 - Jehová está en medio de ti, poderoso, él salvará; se gozará sobre ti con alegría, callará de
amor, se regocijará sobre ti con cánticos.

Libro de Hageo
Hag. 2:4 - Pues ahora, Zorobabel, esfuérzate, dice Jehová; esfuérzate también, Josué hijo de Josadac,
sumo sacerdote; y cobrad ánimo, pueblo todo de la tierra, dice Jehová, y trabajad; porque yo estoy
con vosotros, dice Jehová de los ejércitos.
Hag. 2:8 - Mía es la plata, y mío es el oro, dice Jehová de los ejércitos.

98
Libro de Zacarías
Zac. 1:3 - Diles, pues: Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Volveos a mí, dice Jehová de los ejércitos,
y yo me volveré a vosotros, ha dicho Jehová de los ejércitos.
Zac. 2:7-8 - Oh Sion, la que moras con la hija de Babilonia, escápate. Porque así ha dicho Jehová de
los ejércitos: Tras la gloria me enviará él a las naciones que os despojaron; porque el que os toca,
toca a la niña de su ojo.
Zac. 2:10-11 - Canta y alégrate, hija de Sion; porque he aquí vengo, y moraré en medio de ti, ha
dicho Jehová. Y se unirán muchas naciones a Jehová en aquel día, y me serán por pueblo, y moraré
en medio de ti; y entonces conocerás que Jehová de los ejércitos me ha enviado a ti.
Zac. 4:6 - Entonces respondió y me habló diciendo: Esta es palabra de Jehová a Zorobabel, que dice:
No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos.
Promesa sobre el Espíritu Santo.
Zac. 4:10 - Canta y alégrate, hija de Sion; porque he aquí vengo, y moraré en medio de ti, ha dicho
Jehová. Y se unirán muchas naciones a Jehová en aquel día, y me serán por pueblo, y moraré en
medio de ti; y entonces conocerás que Jehová de los ejércitos me ha enviado a ti.
Zac. 9:9-10 - Alégrate mucho, hija de Sion; da voces de júbilo, hija de Jerusalén; he aquí tu rey
vendrá a ti, justo y salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno, sobre un pollino hijo de asna. Y
de Efraín destruiré los carros, y los caballos de Jerusalén, y los arcos de guerra serán quebrados; y
hablará paz a las naciones, y su señorío será de mar a mar, y desde el río hasta los fines de la tierra.
Zac. 9:12 - Volveos a la fortaleza, oh prisioneros de esperanza; hoy también os anuncio que os
restauraré el doble.
Zac. 9:15-16 - Jehová de los ejércitos los amparará, y ellos devorarán, y hollarán las piedras de la
honda, y beberán, y harán estrépito como tomados de vino; y se llenarán como tazón, o como
cuernos del altar. Y los salvará en aquel día Jehová su Dios como rebaño de su pueblo; porque como
piedras de diadema serán enaltecidos en su tierra.
Zac. 10:12 - Y yo los fortaleceré en Jehová, y caminarán en su nombre, dice Jehová.
Promesa de Fortaleza.
Zac. 12:10 - Y derramaré sobre la casa de David, y sobre los moradores de Jerusalén, espíritu de
gracia y de oración; y mirarán a mí, a quien traspasaron, y llorarán como se llora por hijo unigénito,
afligiéndose por él como quien se aflige por el primogénito.
Zac. 13:9 - Y meteré en el fuego a la tercera parte, y los fundiré como se funde la plata, y los probaré
como se prueba el oro. El invocará mi nombre, y yo le oiré, y diré: Pueblo mío; y él dirá: Jehová es
mi Dios.
Zac. 14:4 - Y se afirmarán sus pies en aquel día sobre el monte de los Olivos, que está en frente de
Jerusalén al oriente; y el monte de los Olivos se partirá por en medio, hacia el oriente y hacia el
occidente, haciendo un valle muy grande; y la mitad del monte se apartará hacia el norte, y la otra
mitad hacia el sur.
Zac. 14:6 - Y acontecerá que en ese día no habrá luz clara, ni oscura.
Zac. 14:9 - Y Jehová será rey sobre toda la tierra. En aquel día Jehová será uno, y uno su nombre.
Zac. 14:16 - Y todos los que sobrevivieren de las naciones que vinieron contra Jerusalén, subirán de
año en año para adorar al Rey, a Jehová de los ejércitos, y a celebrar la fiesta de los tabernáculos.

99
Libro de Malaquías
Malaq. 2:5 - Mi pacto con él fue de vida y de paz, las cuales cosas yo le di para que me temiera; y
tuvo temor de mí, y delante de mi nombre estuvo humillado.
Malaq. 3:1-3 - He aquí, yo envío mi mensajero, el cual preparará el camino delante de mí; y vendrá
súbitamente a su templo el Señor a quien vosotros buscáis, y el ángel del pacto, a quien deseáis
vosotros. He aquí viene, ha dicho Jehová de los ejércitos. ¿Y quién podrá soportar el tiempo de su
venida? ¿o quién podrá estar en pie cuando él se manifieste? Porque él es como fuego purificador, y
como jabón de lavadores. Y se sentará para afinar y limpiar la plata; porque limpiará a los hijos de
Leví, los afinará como a oro y como a plata, y traerán a Jehová ofrenda en justicia.
Malaq. 3:6-7 - Porque yo Jehová no cambio; por esto, hijos de Jacob, no habéis sido consumidos.
Desde los días de vuestros padres os habéis apartado de mis leyes, y no las guardasteis. Volveos a
mí, y yo me volveré a vosotros, ha dicho Jehová de los ejércitos. Mas dijisteis: ¿En qué hemos de
volvernos?
Malaq. 3:10-12 - Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en
esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre
vosotros bendición hasta que sobreabunde. Reprenderé también por vosotros al devorador, y no os
destruirá el fruto de la tierra, ni vuestra vid en el campo será estéril, dice Jehová de los ejércitos. Y
todas las naciones os dirán bienaventurados; porque seréis tierra deseable, dice Jehová de los
ejércitos.
Malaq. 3:17 - Y serán para mí especial tesoro, ha dicho Jehová de los ejércitos, en el día en que yo
actúe; y los perdonaré, como el hombre que perdona a su hijo que le sirve.
Malaq. 4:2-3 - Mas a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de justicia, y en sus alas traerá
salvación; y saldréis, y saltaréis como becerros de la manada. 3 Hollaréis a los malos, los cuales
serán ceniza bajo las plantas de vuestros pies, en el día en que yo actúe, ha dicho Jehová de los
ejércitos.

Libro de Habacuc
Hab. 2:3 - Aunque la visión tardará aún por un tiempo, mas se apresura hacia el fin, y no mentirá;
aunque tardare, espéralo, porque sin duda vendrá, no tardará.
Promesa de Esperanza.
Hab. 2:14 - Porque la tierra será llena del conocimiento de la gloria de Jehová, como las aguas
cubren el mar.
Hab. 2:18 - ¿De qué sirve la escultura que esculpió el que la hizo? ¿la estatua de fundición que
enseña mentira, para que haciendo imágenes mudas confíe el hacedor en su obra?
Hab. 3:17-19 - Aunque la higuera no florezca, ni en las vides haya frutos, aunque falte el producto
del olivo, y los labrados no den mantenimiento, y las ovejas sean quitadas de la majada, y no haya
vacas en los corrales; con todo, yo me alegraré en Jehová, y me gozaré en el Dios de mi salvación.
Jehová el Señor es mi fortaleza, el cual hace mis pies como de ciervas, y en mis alturas me hace
andar. Al jefe de los cantores, sobre mis instrumentos de cuerdas.
Promesa de Fortaleza.

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Libro de Nahum
Nah. 1:7 - Jehová es bueno, fortaleza en el día de la angustia; y conoce a los que en él confían.
Promesa de Fortaleza.

Libro de Miqueas
Mi. 4:2 - Vendrán muchas naciones, y dirán: Venid, y subamos al monte de Jehová, y a la casa del
Dios de Jacob; y nos enseñará en sus caminos, y andaremos por sus veredas; porque de Sion saldrá
la ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová.

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