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UNIVERSIDAD VERACRUZANA

DIRECCIÓN GENERAL DE LA UNIDAD DE ESTUDIOS DE POSGRADO


FACULTAD DE PEDAGOGÍA
REGIÓN VERACRUZ

MAESTRÍA EN DIDÁCTICA DE LAS CIENCIAS SOCIALES

EXPERIENCIA EDUCATIVA: CIENCIAS SOCIALES

FACILITADOR: MTRO. ARTURO HINOJOSA

TRABAJO FINAL: RETOS Y PERSPECTIVAS DE LAS CIENCIAS SOCIALES


EN EL CONTEXTO ESCOLAR

ALUMNA: SANDRA LUZ ESTRELLA ALONSO

BOCA DEL RIO, VERACRUZ; NOVIEMBRE 28 DE 2009


Retos y perspectivas de las Ciencias Sociales en el contexto escolar

Para entender los retos y perspectivas de la Didáctica de las Ciencias Sociales


que se perfilan dentro del contexto escolar, situado específicamente en la
educación primaria, es obligatorio hacer un fugaz recorrido de la Ciencias
Sociales a lo largo de la trayectoria escolar, actividad idónea para una exploración
de los conocimientos, concepciones y actitudes que hasta hace poco tiempo
permeaban mi postura hacia las Ciencias Sociales, sin intentos de generalizar
pero con la clara finalidad de exteriorizar aquello una buena cantidad de los
profesores expresa con sus gestos, actitudes y palabras al referirse a ésta, y que
por supuesto derivan en su practica docente.

En la formación del bachillerato, recuerdo claramente la preocupación y esfuerzo


dedicados hacia las asignaturas de Matemáticas Física, Química, así como
Lectura y Redacción, la demanda de tiempo de estas asignaturas era intensa en
tanto no cabían errores en la resolución de problemas, era requisito aprenderse
de manera mecánica las formulas y procedimientos, en contraparte se le
destinaba espacio a las lecturas literarias y los productos escritos.

De las otras asignaturas, relacionados a las Ciencias Sociales: Antropología,


Sociología, Introducción a las Ciencias Sociales, Teoría de la Educación y
Psicología, tanto maestros como contenidos se pierden en el recuerdo aunque
obtuve buenas calificaciones, los maestros en general se sentaban a platicar los
lecturas ya leídas en los libros, al final del curso el examen de conceptos y
sucesos era una buena opción, regularmente los profesores repetían asignaturas
así que la metodología para abordar los contenidos no variaba. No existía
articulación entre las diferentes disciplinas, cada profesor delimitaba sus fronteras
de estudio, al final del bachillerato no logré captar el sentido del estudio de las
Ciencias Sociales a pesar de estudiar tres años sobre la misma línea.
En la licenciatura de Educación Primaria, realmente se retoman los contenidos
inherentes a Ciencias Naturales, Geografía, Historia, Formación Cívica y Ética
manera general porque el interés radica en el manejo de la didáctica, el
aprendizaje y la evaluación de las diferentes asignaturas que integran el currículo
de la primaria. La estructura de las licenciaturas de normal no te ofrece a lo largo
de la formación una vinculación directa con otras licenciaturas.

Por lo cual al egresar de la licenciatura ya me había olvidado de los temas vistos


en bachillerato, realmente no me interesaba volver a retomarlos, la concepción
prevaleciente era que en mi labor de profesora de primaria no eran necesarios, lo
que les preocupa a padres son las asignaturas de Español y Matemáticas, ahora
con las evaluación de ENLACE se viene a confirmar lo que debe preocuparnos
también a los profesores. Pero realmente mi escasa formación en el área de
Ciencias Sociales, específicamente en Historia se oculta tras mi dedicación a otras
asignaturas y el poco tiempo destinado a ésta sobre todo por la insuficiencia de
conocimientos, en el momento de hacer la planeación es la última asignatura y
esta situación se presenta usualmente cuando tengo a mi cargo de cuarto a sexto
grado porque Historia se convierte en una asignatura especifica, la disposición
cambia cuando se trata del primer y segundo grado porque se abordan los
contenidos de manera integral, de alguna forma son fáciles de diseñar, abordar y
evaluar. Numerosos maestros coinciden en la pobre formación en Ciencias
Sociales que precede de la licenciatura, ante lo cual prefieren no pasar apuros
dedicándose a los grados inferiores, coincidiendo además en expresar la poca
relevancia de la asignatura dentro del curriculum escolar.

Cada año se ofrecen cursos de actualización a los docentes, la formación de


normalista sólo proporciona las bases de la práctica docente, los contextos son
diferentes y el profesor debe echar mano de sus habilidades y conocimientos, a lo
largo de 8 años de servicio los cursos casi en su totalidad se han orientado a las
asignaturas de Español y Matemáticas y en menor medida desde hace algunos
años las Ciencias Naturales, creando la percepción de que son las más
importantes dentro de los propósitos educativos, así los maestros nos hemos
envuelto en esta dinámica de preocuparnos por atender estas dos asignaturas y
dejar de lado las demás.

Por consiguiente, es frecuente advertir indiferencia de los docentes hacia las


asignaturas de Geografía e Historia y pero sobre todo de Historia, no es de
asombrarse que su didáctica sea desastrosa, donde la enseñanza y el aprendizaje
viajan de manera desarticulada, la información proporcionada por los libros de
textos no es cuestionada por el profesor y usualmente representa la única fuente
de consulta de la comunidad escolar. Aunque en contraparte, cabe decirlo hay
contados profesores que sobresalen por su gusto y conocimiento hacia la
asignatura, pero prefieren guardarlo para sí al no encontrar eco en los demás, sin
embargo su gusto no asegura que desempeñen un mejor trabajo didáctico.

Bajo este panorama el conocimiento sobre el mundo social de lo estudiantes,


sobre todo la reflexión, proviene de afuera de la escuela, donde la visión del
mundo es compleja, diversa y pluridisciplinaria, en muchas ocasiones mediada
por la tecnología, chocando con las clases del aula donde se fragmenta su
experiencia a causa de las asignaturas, porque si bien los profesores retoman
situaciones de la vida social de los estudiantes se pierden dentro de los
contenidos academicistas, simples y homogéneos, sólo se quedan como
comentarios dando paso inmediatamente a la enseñanza de definiciones, fechas,
personajes y procesos.

El perfil de los profesores en educación primaria es de carácter análogo, la


mayoría son egresados de Normal, de la Universidad Pedagógica Veracruzana y
de Universidad Pedagógica Nacional, en cierta medida abordan asignaturas
similares donde se refuerzan Español y Matemáticas, por lo cual el conocimiento
de las Ciencias Sociales en el magisterio se encuentra minimizado y poco
valorado, si comienzas a hablar de este tema pronto cambian de asunto, resulta
aburrido, sin sentido, reducido sólo a contenidos relacionados con los valores
asunto primordial en las escuelas pero que encuentra su lugar en Formación
Cívica y Ética.

Así, la situación que atraviesa la educación escolarizada en el mundo


contemporáneo es complicada, se ve envuelta por una ecología mediática: la
nueva era tecnológica, los medios de comunicación, las migraciones que llevan y
traen cultura, las redes de información, las representaciones de la realidad, se
podría decir que la experiencia educativa es producto de una transversalidad de
fuentes de conocimientos.

No obstante la urgente necesidad de ejercer un cambio de prácticas docentes, la


nueva reforma basada en competencias, concretamente en el área de Ciencias
Sociales, sin temor a equivocarme en este momento avanza sobre terreno infértil,
el diseño curricular apunta a la vanguardia, fundamentado en diversas
investigaciones que consideran aspectos didácticos, psicológicos y epistémicos,
sin embargo la implantación de esta reforma, así como otras anteriores, se
extiende sin existir un plan de formación del profesorado para trasladar lo teórico a
lo práctico, siendo el profesor una pieza clave para el desarrollo de los propósitos
educativos. Se deja a los profesores la interpretación y desarrollo del currículo,
ante lo cual ellos con justificada razón exteriorizan mil pretextos para no cambiar
de metodología, porque surgen interrogantes que nadie responde
adecuadamente, también se quejan de los libros de texto reformados,
mencionando la escasa información contenida, se utilizan ahora solamente como
referencia, pidiendo a los padres de familia la compra de guías comerciales,
situación observada en el primer grado, sin embargo se sigue utilizando la misma
metodología de años atrás.

La enseñanza y el aprendizaje de las Ciencias Sociales en la escuela primaria se


remite al aula, rezagada de los cambios transcendentales, como la globalización,
característica central de nuestro tiempo y del futuro previsible marcada por una
gran incertidumbre, el cual se trata de una multiplicidad de procesos sin
orientación, en el que inevitablemente estamos inmersos, comportando aspectos
favorables para la humanidad y otros claramente preocupantes. La volatilidad de
los cambios que van sucediéndose, desfigurándose y descubriéndose hace
imperioso el requerimiento de unas Ciencias Sociales capaces de interpretar y
movilizar saberes hacia una nueva configuración del conocimiento.

Por otro lado, la cultura hoy sólo puede entenderse como una realidad
multicultural, ya que no existe una cultura única, sino una diversidad de culturas
que emergen y se relacionan partir de la migración, contando con la ayuda de los
medios de comunicación y la tecnología. Las culturas no son entidades estáticas,
constituyen una mezcla de cada cultura existente, son hibridación de culturas, que
se resignifican a consecuencia de transformaciones de las relaciones de
producción, poder así como en las experiencias que afronta una sociedad y que se
interpretan desde un tiempo y contexto especifico, que ha producido cambios en
los roles sociales femeninos y masculinos, entre otros.

La enseñanza de las Ciencias Sociales no puede estar ajena a fenómenos: la


globalización, la diversidad cultural, derechos humanos, el equilibrio ecológico, la
sobrepoblación, los derechos humanos, por nombrar algunos, estos temas deben
ocupar un lugar privilegiado en la enseñanza y aprendizaje del área.

Bajo este contexto la educación formal tiene una tarea difícil, lograr aprendizajes
significativos en y a partir de la realidad actual compleja. Una pregunta urgente
¿cómo lograrlo? La respuesta no es sencilla porque la labor docente bajo este
panorama incierto implica en un primer paso, pensar el acto educativo como un
todo, a partir del lenguaje y el pensamiento. Considerar que lo educativo sólo se
refiere a un espacio delimitado donde el alumno es el receptor y el maestro la
fuente del saber, es cosa del pasado. Lo educativo ha roto las fronteras del
espacio-tiempo, se puede aprender sin maestro y fuera de la escuela con la ayuda
del Internet y las nuevas tecnologías. A pesar de ello, la escuela desde mi posición
sigue siendo el lugar donde el alumno admitiría una educación integral y humana,
capaz de desarrollar sus dimensiones: personal, interpersonal, afectiva, social y
valoral.

Por ello y aunque la docencia demanda del maestro una integración de


especialidades para sortear los acontecimientos cotidianos, al abordar temas
problemáticos dentro del aula que requieren que apeles a diversas disciplinas
para tratar de entenderlos, también es cierto que no se puede ser todologo, y
muchas de las veces se actúa con base a creencias, habilidades o costumbres
adquiridas al llegar al magisterio, sin tener algún rigor científico social, aquí es
donde las Ciencias Sociales se encuentran olvidadas o devaluadas por la
sociedad y el magisterio.

Al verme en el espejo de los otros, observándome también en la incertidumbre,


dejándome arrastrar con la inercia del sistema, me dio la certeza de reconocerme
como sujeto que actúa con deficiencias en la vida social y dentro de la práctica
docente, pero también con el potencial transformador que la posición de docente
me brinda, y tratando de configurar las problematicas actuales que se presentan
en el ámbito educativo decidí buscar nuevas rutas de solución por medio de la
formación en Didáctica de las Ciencias Sociales, un espacio dedicado a la
reflexión, al conocimiento y al autoconocimiento, donde las Ciencias Sociales van
adquiriendo sentido a la vez que se relacionan con la vida actual, percatándome
que no basta aprender didáctica, es fundamental desarrollar una estructura
conceptual, para atravesar la línea de los sentidos y acceder a los pensamientos
con el fin de entender lo social.
Desde la mirada de la formación normalista, los retos y perspectivas de las
Didácticas de las Ciencias Sociales en el mundo actual y algunos específicos en
el ámbito educativo se engloban en los siguientes puntos:

• Romper con el círculo generado con la formación deficiente en Ciencias


Sociales de los docentes
• Intervenir en el desarrollo y difusión de los programas educativos para evitar
interpretaciones erróneas.
• Generen de propuestas sociales integradoras a la comunidad.
• Concebir visiones integradoras de las Ciencias Sociales, donde exista
puntos de encuentros entre diversos escenarios.
• Diseñar espacios donde los docentes de las Ciencias Sociales lean y
escriban sobre temas sociales, y aumenten su conocimiento.
• Enfrentarse a una serie de fenómenos de carácter multidisciplinarios, con
múltiples aristas, diversas implicaciones sociales, multirelacionados, desde
un paradigma humanista.
• Configurar un trabajo colectivo entre las diversas disciplinas, que tenga
presencia a través del tiempo y el espacio
• Formar científicos sociales con la habilidad, disposición y conocimiento para
trabajar con otros científicos.

Sandra Luz Estrella Alonso

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