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Como casi todos los accionistas de las diversas minas bonancibles estaban
radicados en la misma ciudad, el dinero se repartía, gracias al trabajo, pero
gracias también a la ambición. (p. 9)

El señor Mariano B«se hizo proverbial en esa época en Guanajuato, por haber
gastado en un año tres millones de pesos. ¿En qué?, se me dirá. En trabajar
algunas otras minas, en comer como Lúculo y en alfombrar las caballerizas de su
casa, las cuales estaban también adornadas con enormes lunas de Venecia. Vivió
como puede vivir un lord o príncipe indio, pero sin su grandeza, y en tres años
concluyó, no sólo con su capital, sino con su salud y con su vida.

«el vestido con dos o tres operaciones como aquélla, quedaba enteramente inútil;
pero en la siguiente semana hacía idéntica cosa con otro que no era de seda, sino
de terciopelo. En esto consistía su lujo y, por su causa, el destajero también
termino con su vida en un lecho de hospital. (p 11)

En cambio los caudales atravesaban el océano y Guanajuato se vestía de


Arlequín. El hecho es que gastó tanto en ocho años sus doscientos millones de
pesos fuertes. (p.12)


«¡alfombraba el piso para los cascos de sus animales! Hay ciertos hombres que
nacen para estar muy debajo de ciertos animales. Perdóneme el lector, pero no
invento, cito. (p. 25)

Presentamos sencillamente los hechos, sin culpa, sin criticar a nadie; pero en las
mismas horas, en los salones de uno de los accionistas de la mina, se bailaba,
lasciva y frenéticamente, sobre una alfombra de terciopelo, tinta como ya hemos
dicho con la sangre de los morongos. (p. 68)

No quiero que se crea que trato de mal describir un ser excepcional; en esa época
había en Guanajuato más de dos mil familias en igual situación, y actualmente la
tercera parte o una mitas de las poblaciones de todos los mineras de la República
viven con idéntica vida. (15)


Una vela de sebo pegada en la pared alumbraba tristemente la pieza y el único


niño, azorado y hambriento, roía en un rincón algunos pedazos de pan duro. 68

«un hombre extrañamente delgado, harapiento, sucio, y cuya fisonomía, si era


blanco, presentaba un color pálido o verdoso, y si era moreno un color cobre semi-
cenicento« (27)

«la violenta combustión de la pólvora en los barrenos, iba envenenado la sangra


de aquellos hombres, que por vigorosos que fuesen no podían resistir más que
dos o tres meses de aquel trabajo. (29)

Su color pálido verdoso y su enflaquecimiento anunciaba la maduración (p. 40)

Hacía algunos días, en efecto, que el cólera morbo diezmaba a la población. (51)

Cada barretero llevaba sobre sus espaldas a uno de sus compañeros ya cadáver.
(52)

Jarabe de los calambres. 53


« los harapos de los maduros, que se agitaban como fantasmas en medio de
aquella multitud que parecía ebria de júbilo«54

Los maduros y los morrongos, los unos como los fantasmas de la muerte y los
otros como sus larvas, se mezclaban en el tumulto«54}

Quitóse el montón de cadáveres dentro de montones de azogues o piedras de


plata, y el trabajo de la mina continuó con indiferencia. (p. 55)

En aquella mañana, los niños de todos y la madre del quebrador, habían perecido
víctimas de la peste que asolaba con rapidez a los dos minerales. P. 62

Sus pies tropezaron con el cadáver de uno de los niños«62




«los hombres trabajaban desnudos, bañados de sudor y con el agua cayéndoles


en finas gotas sobre sus cabezas y espaldas; las velas de sebo se fundían por la
alta temperatura« (p. 28)

Aumentóse el salario a dos pesos por barretero, en lugar de cuatro reales y los
desgraciados abundaron. La miseria y el hambre sirvieron de anfitriones a la
muerte (p. 29)

Pero como los alimentos no podían suprimirse era preciso aumentar el trabajo (p.
48)

Este cerró los ojos violentamente y cayó hacia atrás. 59

Pobres indígenas vestidos de manta o cuero, a los que no se quiere conceder ni


corazón, sino que hable de hombres que por fuerza han de tener los ojos azules y
los cabellos rubios (p 30)

¡Hay tantos que compran las caricias por medio del hambre! (p. 40)

Es la lucha terrible palmo a palmo. ¿Contra el destino? No. Inclinémonos con


respeto ¡Es el combate contra la conciencia«, eco interior en el alma de la
palabra de Dios! (p. 47)

Como soñador, soy el primero que sufro cuando el realismo me obliga a descubrir
escenas que no quisiera pensar; refiero lo que me ha sido referido, no invento,
copio; no hay en esto fantasía hay realidad profunda. Sólo me queda un derecho.
Sin faltar a la narración, condensar con la rapidez posible los acontecimientos. (p.
61)

Pero yo no critico«Perdono«No perdono«Cito« 69


A veces el destino es cobarde. Se encarniza, se ensaña y multiplica sus golpes.
Ya no es ariete, es tromba. Ya no es flama, es rayo. Ya no es mundo sino el
universo entero«72

¿Lo dudáis? Ved la fotografía. Mucho se ha conquistado, pero es más de lo que


falta por conquistar. En esencia poco o nada sabemos aún«.p. 73
O ciego y la mendicidad por porvenir y, por consiguiente, desgraciado: o la dicha
por el trabajo y por el hogar.


 

«se había puesto a trabajar de aquella manera para sostener a la pobre viuda y
siete niños y niñas, hermanos suyos, de los que el mayor contaba apenas ocho
años«(14)

¿Para qué necesita sala un pobre? (p. 14)

Aquellos, mal alimentados, no podían desarrollarse, viviendo en medio de la


miseria y faltándoles la acción, la luz, el calor y, por así decirlo, la vida. (p 15)

«el quebrador ganaba un real menos y sus hermanitos comenzaban a quedarse


desnudos. (22)

Las noches brillaban millonarias de astros y en el interior de la pieza, la madre


dormía a los niños, que apenas habían mal cenado, para engañarles con sueño el
hambre. (23)

«por consecuencia de su falta de sueño y de su trabajo excesivo, no alcanzaba el


sábado la misma raya o salario (24)

Casarse, eso, eso. ¿Pero cómo? ¿Con qué recursos, con cuáles elementos,
dónde encontrar dinero? ¿Robarlo? no debía hacerlo y tampoco podía. (p. 44)

¡Pero si aquellos niños tenían toda la culpa! Cada una de sus boquitas era como
un chupador. (p. 45)

Abandonarlos« ¡nunca! Prefería morir. 8p. 46)

Su alma, si Satán querían comprarla«Todo«todo con tal de salir de aquella


situación (p. 49)

En vez de trabajar con los maduros sólo durante la noche, trabajaría sin cesar con
ellos. Era precipitarse a la muerte. ¿Y bien? Sea. Suicido pensado, discutido y
aceptado. 49
El suicidio, probable cuando comenzó a trabajar con los maduros, era entonces
definitivo. 49

¡Pobre madre mía! Ha hecho bien en morir«65

-Pero mi vida tu no sabes que para que mi pobre madre y mis hermanos
comiesen«he tenido que trabajar con los maduros y« 67

No podía casarse por miseria. No podía abandonar a su familia por deber. No


podía tampoco casarse, porque tal vez la enfermedad que lo arrastraba a la
tumba, sería transmitida a la inocente y pudorosa virgen. Seguir trabajando era
morir por maduro y suspender era morir por el hambre (p. 48)

¿Dónde encontrar músculos que no se gastasen ¿ ¿Cómo volverse de acero?


¿Cómo evitar el dormir? (p. 49)

Sí. Ofrecen un real más por cabeza y medio más por faenero.

-¡Que Dios bendiga a los patrones!- murmuró el quebrador tristemente. 59

La ingratitud es el primero de los crímenes (p. 46)

Abandonarlos« ¡nunca! Prefería morir. 8p. 46)




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