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10º CONGRESO REDCOM

“Conectados, Hipersegmentados y Desinformados en la Era de la Globalización”


Salta 4, 5 y 6 de setiembre de 2008
UNIVERSIDAD CATOLICA DE SALTA
Facultad de Artes y Ciencias

COMUNICACIÓN Y CULTURA UN ABORDAJE DESDE LAS


MEDIACIONES Y REPRESENTACIONES SOCIALES.

Eje temático: 6. Matrices teóricas para la Investigación en Comunicación


Mesa seleccionada: 6.1Estudios culturales
Título de la ponencia: Comunicación y cultura un abordaje desde las mediaciones y
representaciones sociales.
Docente Expositor: María Alejandra Steigerwald E-mail: asteigerwald@hum.unrc.edu.ar
Cargo y Universidad de procedencia: Departamento de Ciencias de la Comunicación. Universidad
Nacional de Río Cuarto.

Resumen:
El objetivo del estudio es centrarnos en el análisis y vinculación de las nociones de
comunicación, cultura, y vida cotidiana.
Para lo anterior reconocemos las ideas que explicitan las capacidades de los actores para
producir sentidos y del comunicador para ser mediador en el proceso de construcción de la realidad
social.
Revisamos conceptos provenientes de la sociología de la cultura, analizando los aportes de
autores latinoamericanos como Jesús Martín Barbero y Néstor García Canclini, el británico Stuart
Hall de los estudios culturales, entre los principales.
Efectuamos una sistematización de nociones teóricas útiles para pensar el abordaje
comunicacional y sociocultural del estudio del sujeto y algunas situaciones conflictivas - como por
ejemplo la desocupación y subocupación hoy -, desde las experiencias y posibilidades del propio actor
involucrado.

COMUNICACIÓN Y CULTURA UN ABORDAJE DESDE LAS


MEDIACIONES Y REPRESENTACIONES SOCIALES.

Introducción
En el presente trabajo nos centramos en el análisis y vinculación de las nociones
de comunicación, cultura, y vida cotidiana. Reconocemos las ideas que explicitan las
capacidades de los actores para producir sentidos y del comunicador para ser
mediador en el proceso de construcción de la realidad social.

1
Para lo anterior revisamos conceptos provenientes de la sociología de la cultura,
analizando los aportes de autores latinoamericanos como Jesús Martín Barbero y Néstor
García Canclini, el británico Stuart Hall de los estudios culturales, entre los principales.
Se realiza una sistematización de nociones teóricas útiles para pensar el abordaje
comunicacional y sociocultural del estudio del sujeto y algunas situaciones conflictivas
- como por ejemplo la desocupación y subocupación hoy1- desde las experiencias y
posibilidades del propio actor involucrado.

Proceso de construcción de la realidad social

Se parte del supuesto de que la realidad es una construcción social2.


Puede decirse que cada situación conlleva un conjunto de asociaciones que las
personas cotidianamente3 producen y reinventan a través de significados. Ese proceso
significativo no es neutro (avalorativo, sino que implica un juicio de valor desde una
posición teórica determinada); es conflictivo, pues supone intereses contrastados o
pone en tela de juicio ciertas posturas ya generalizadas.
Lo relevante es que la manera de significar interesa porque orienta las actitudes
y formas de concebir la realidad social, cómo proceder cuando se comprende que los
fenómenos son de una forma o de otra, o cuando se naturaliza un modo de conocer lo
que nos circunda. Y además, porque las derivaciones de las formas de conducirnos
tienen implicancias específicas.

1
Esta temática se aborda en el Equipo de Investigación que integro – Proyecto de Investigación que
dirigen los Esp. Mariel Zamanillo y Enrique Grote –SECyT-U.N.R.C. desde 1998 sobre las
consecuencias sociales y psicosociales del desempleo, referido al desempleo y los procesos de exclusión
social, desde un enfoque cuanti-cualitativo. Esta línea se plasma en una continuidad de proyectos: Vivir
en comunidad... cinco años después. Las experiencias laborales y de apropiación del espacio social en
los procesos de subjetivación de un colectivo barrial de reciente localización. Río Cuarto, 2007-2008; La
fragilidad del sujeto frente a los problemas del trabajo y las configuraciones subjetivas emergentes.
Trayectorias vitales y contextos sociohistóricos (2005-2006); y La Fragilidad del Sujeto Juvenil frente a
los problemas del trabajo y falta de trabajo y las nuevas configuraciones subjetivas emergentes. Dicha
temática se profundiza por mi parte en el Trabajo Final de la Maestría en Ciencias Sociales que me
encuentro actualmente realizando.
2
Tanto la sociología del conocimiento elaborada dentro del interaccionismo simbólico (Berger y
Luckmann, 1976), la etnometodología (Ciccourel, 1973) y la fenomenología (Shutz, 1962) entienden a la
realidad social como una construcción consensual establecida en la interacción y la comunicación. En la
misma corriente de pensamiento ubicamos el estudio cualitativo de las representaciones sociales en la
psicología social de Europa del sur y el constructivismo-estructuralista de Pierre Bourdieu (1972) (Pérez
Rubio, A. y G. Saavedra (2001) en Kenbel, C., 2006:23).
3
Cotidianeidad: modo de vivir la vida, modo en que organizamos nuestra vida (Mata, M., 2006). Apuntes
de clase del Seminario “Problemas Teóricos de Estudios sobre Medios de Comunicación” de la Maestría
en Ciencias Sociales. U.N.R.C.

2
Esa construcción de la realidad está situada en y condicionada por un contexto
de espacio y tiempo específicos, contexto en el cual se observan contradicciones y se
libran luchas de poder, entre ellas las de significar la realidad de unas maneras
determinadas, las que con el devenir se aceptan y se naturalizan como las únicas
posibles.
Los actores, a través de sus maneras de razonar y de sus prácticas, participan en
el proceso de construcción de la realidad. Tal proceso es intersubjetivo, es decir se
comparte con quienes poseen en común códigos, ideas, valores, espacios y contextos.
El mundo se elabora mediante procesos de simbolización que posibilitan a los
actores construir esquemas organizadores y referencias para ordenar la vida social
(Pérez Rubio, A. y G. Saavedra (2001) en Kenbel, C., 2006:24).
Si bien la mayoría de los efectos que produce la realidad provienen de la
interpretación que de ella se realiza, también existen matrices socioculturales y
entramados materiales en los cuales los actores se desenvuelven y que condicionan sus
cosmovisiones.
Esas matrices y condicionamientos objetivos se revelan en las representaciones
sociales4, las prácticas5 y las rutinas6 cotidianas de los actores.
Sobre la idea de que las representaciones no se desarrollan en el vacío sino
dentro de una estructura, Stuart Hall (1998), en el marco de los estudios culturales,
señala:
“las estructuras exponen tendencias, son líneas de fuerza, aperturas y clausuras,
las cuales constriñen, moldean y encauzan, y, por lo tanto “determinan”. Pero no
pueden determinar en el sentido más duro de fijar absolutamente de forma
garantizada” (Hall, S., 1998) en Kenbel, C.; 2006:35).

Y en cuanto a los procesos de naturalización de lo social,


“(las representaciones) no están sólo en la cabeza: ellas organizan y regulan las
prácticas sociales, influyen en nuestra conducta y consecuentemente tienen

4
Siguiendo a Pérez Rubio y Saavedra (2001) las representaciones sociales “1) constituyen un modo de
aprender los hechos cotidianos, las características del ambiente, la relación con los otros. Son un modo
entre otros posibles. 2) Al tipo de conocimiento que reúnen se lo denomina”conocimiento del sentido
común”, “conocimiento práctico” que se presenta como necesario para desenvolverse en la sociedad. 3)
No se trata de un conocimiento que viene incorporado en el hombre, sino que se construye, se hereda y se
comunica porque es socialmente elaborado. Participa así, del proceso de construcción de la realidad. 4)
Siempre conlleva tres elementos: contenido, objeto y sujeto. Se trata pues de la representación de algo
que tiene alguien. 5) Las representaciones están unidas a las prácticas y por lo tanto a las rutinas con que
llevamos adelante nuestra vida cotidiana” (Kenbel, C., 2006:32). Lo destacado es nuestro.
5
Entendidas como comportamientos, estrategias.
6
Las rutinas implican “representaciones, nociones, ideas, significados asociados a las actividades
habitualizadas” (Kenbel, C. 2006: 27).

3
efectos prácticos, reales” (Hall, S. (1997) en Kenbel, C.; 2006:37). Lo subrayado
es nuestro.

Así pues, los hechos/situaciones por sí mismos no poseen un sentido acabado,


inmutable sino al decir de Hall “es por nuestro uso de las cosas y por lo que decimos,
pensamos y sentimos acerca de ellas que les damos un significado” (Hall, S. (1997) en
Kenbel, C.; 2006:37)7.
En la línea de los mencionados estudios culturales se entiende que los procesos
simbólicos/culturales son no sólo reflexivos sino constitutivos de la elaboración del
mundo. Tan fundantes como los procesos económicos, políticos o sociales.
De este modo, la construcción del conocimiento en una sociedad se desprende de
las interacciones sociales y vinculaciones de poder entre los grupos (Pérez Rubio, A. y
G. Saavedra (2001) en Kenbel, C.; 2006).
El tipo de poder que se pone en juego en el proceso de construcción de la
realidad es el poder de significar el mundo social desde ciertas formas y en esa tensión
hay visiones que quedan postergadas.
Por eso, resulta relevante comprender la manera en la cual algunos fenómenos
son semantizados, particularmente cuando son
“problemáticos, o rompen el marco de las expectativas previas, o cuando están
involucrados intereses sociales poderosos o están en juego intereses
radicalmente opuestos. (...) el poder involucrado es un poder ideológico: el poder
de significar los acontecimientos de una manera particular” (Hall, S. (1982) en
Kenbel, C.; 2006:38).

Es bueno destacar que ese poder no constituye una fuerza neutra:


“las significaciones entran en cuestiones sociales conflictivas y controversiales
como una fuerza social real y positiva, afectando sus resultados” (Hall, S. (1982)
en Kenbel, C.; 2006:38).

Lo anterior refiere al tipo de concepción del mundo social, de las situaciones y


de los actores que se propaga en una comunidad, y que se propone como válida en
desmedro de otras. Una lucha de intereses y de poder por los cuales los actores pactan y
se confrontan y en su cotidiano devenir.

La comunicación en la construcción de la realidad

7
Sobre esta noción de uso y su lógica volveremos más adelante al retomar a Barbero.

4
Podemos decir que la comunicación no es extraña al proceso de construcción de
la realidad y constituye en ese encuadre una dimensión desde donde se aborda el
estudio8. En ese sentido, se comparte la concepción comunicacional de Jesús Martín
Barbero (1999) que la entiende como:
“puesta en común de la experiencia creativa, reconocimiento de las diferencias y
apertura al otro. (...) Comunicación como la puesta en común de la vida y la
sociedad” (Martín Barbero, J. (1999) en Kenbel, C.; 2006:20).

Esta postura entraña otorgar un lugar relevante a las “distintas hablas”, a la de


los actores involucrados, a la palabra que “moviliza las diferentes formas y capacidades
de apropiarse del mundo y de darle sentido” (Martín Barbero, J. (1999) en Kenbel, C.;
2006:20).
En tal sentido, acordamos con Kenbel (2006) y pensamos a la comunicación
como una arista de conocimiento y acción que junto con otras abonen en la comprensión
de distintas situaciones, por ejemplo: actividades de rebusque rurbanas en el caso de la
autora mencionada; desocupación y subocupación urbana en el nuestro.
Y en la línea de Barbero, una comunicación de tipo integral, comprometida con
el otro, con el propósito de aprender de las diferencias; una comunicación de la realidad
cotidiana, heterogénea, contradictoria, conflictiva, multidimensional que busque
escuchar a los excluidos que no tienen voz en los medios masivos (Kenbel, C. 2006).
Coincidimos así con Barbero en cuanto a la tarea que le compete al
comunicador:
“el comunicador deja entonces de tener la figura del intermediario – aquel que se
instala en la división social y en lugar de trabajar para abolir las barreras que
refuerzan la exclusión defiende su oficio: una comunicación en la que los
emisores/creadores sigan siendo una pequeña elite y las mayorías continúen
siendo el mero receptor y resignado espectador – para asumir el papel de
mediador: que es el que hace explícita la relación entre diferencia cultural y
desigualdad social, entre diferencia y ocasión de dominio, y desde ahí trabaja en
hacer posible una comunicación que quite piso a las exclusiones al acrecentar el
número de los emisores y creadores más que el de los meros consumidores”
(Martín Barbero, J. (1999) en Kenbel, C.; 2006:227). La cursiva es nuestra.

La concepción del comunicador como mediador implica para Barbero


comprender a la comunicación como la puesta en común de significados de la vida
cotidiana y la sociedad.

8
Las otras dimensiones consideradas en nuestro estudio son la sociológica y la psicológica social, porque
necesariamente nos vemos obligados a efectuar un recorte; no obstante, somos conscientes de que el
abordaje requiere de un enfoque integrador y multidisciplinar.

5
Mediaciones para Barbero son las zonas de articulación entre los procesos de
producción de sentido a partir de lo que proviene de la comunicación y otras prácticas
de producción de significado. Es decir, son las condiciones, el modo en como se
articulan los sentidos con otras prácticas (Mata, M., 20069)10.
Y en relación a los actores, según Barbero son mediadores los activistas,
maestros, comerciantes, profesionales “que operan en las instituciones barriales
haciendo nexo entre las experiencias de los sectores populares y otras experiencias del
mundo intelectual. Son transmisores de un mensaje, pero insertos en el entramado de la
cultura popular del barrio” (Martín Barbero, J.; 1987:214). Este mismo autor propone
como lugares de mediación la cotidianidad familiar, la temporalidad social y la
competencia cultural (Martín Barbero, J.; 1987).
García Canclini por su parte, reconoce como mediadores a la familia, el barrio y
el grupo de trabajo y propone incluir las interacciones de colaboración y transacción
entre unos y otros para que la comunicación sea eficaz (García Canclini (1995) en
Grimson, A. y M. Varela, 1999).

En nuestro trabajo de investigación, y desde el campo de la comunicación, el


desafío consiste en analizar prácticas, rutinas y representaciones sociales y
desnaturalizarlas, a partir de los encuentros que mantengamos con los desocupados y
subocupados riocuartenses involucrados. Por eso consideramos vital poder acceder a
sus relatos/discursos, a sus maneras de construir/apropiarse del mundo y de otorgarles
significados. Pretendemos ir al encuentro del otro, escucharlo para poder comprenderlo
y analizar los procesos desde su mirada, desentrañando su mundo de significados.
Como dijéramos en la Introducción de este escrito, desde esta dimensión de análisis
podemos preguntarnos sobre: qué papeles le caben a la comunicación, al comunicador
y a los actores involucrados en ese proceso concreto de construcción de la realidad
social.
En relación con nuestro trabajo, podemos interpelarnos sobre: ¿cómo ven los
riocuartenses ocupados a los desocupados?, ¿qué ven y muestran los medios de
comunicación masivos locales sobre esta temática? Y los organismos de gobierno,

9
Apuntes de clase del Seminario “Problemas Teóricos de Estudios sobre Medios de Comunicación” de la
Maestría en Ciencias Sociales. U.N.R.C. 2006.
10
Para Barbero el campo de las mediaciones se halla constituido por los dispositivos a través de los
cuales la hegemonía transforma desde dentro el sentido del trabajo y la vida de la comunidad, el sentido
es modificado en una doble operación de desconexión y recomposición.

6
¿perciben a los desocupados como problema a resolver?, ¿qué políticas públicas
implementan?, ¿cómo se llevan éstas a cabo?
También a cerca de: ¿qué perciben los propios desocupados sobre su situación
de falta de trabajo y/o trabajo precario?, ¿cómo ven a los que sí tienen trabajo más
estable y mejor remunerado?
Y finalmente, del encuentro de las distintas ópticas, preguntarnos: ¿se
corresponden estas miradas?, ¿qué sucede cuando las posiciones son encontradas?, ¿se
restringe lo anterior solamente a un asunto referido a la manera en que se
percibe/representa la realidad social?, ¿o existen otras dimensiones en juego?11
Barbero introduce el análisis del espacio cultural para focalizar el sentido social
predominante de la época y ver cómo la comunicación forma parte de esa trama de
significados12. En este sentido, entiende que
“la comunicación de la cultura depende menos de la cantidad de información
que circule que de la capacidad de apropiación que ella movilice, esto es de la
activación de la competencia cultural de las comunidades” (Martín Barbero, J.
(1999) en Kenbel, C.; 2006:227). La cursiva es nuestra.

Entender entonces al comunicador como mediador también supone jerarquizar


la tarea de activación13 de la competencia cultural, es decir de narrar/construir la
identidad de los actores y sus agrupaciones.
Barbero habla de la capacidad de desviar los significados de los mensajes. Pero
este autor según A. Grimson y M. Varela (1999) no postula el desvío porque los
sectores populares no puedan comprender el mensaje de otro modo, sino interpreta que
lo realizan como resistencia y resignificación de los mensajes masivos. Por eso propone
el análisis de la cotidianidad y el consumo.
Para Barbero, “en la redefinición de la cultura es clave la comprensión de su
naturaleza comunicativa, su carácter de proceso productor de significaciones y no de

11
El trabajo de Claudia Kenbel (2006) A mitad de camino entre lo urbano y lo rural. Actores y
actividades de rebusque retoma a Martín Barbero, Hall y otros autores desde el campo de la comunicación
y otras disciplinas y constituye para nosotros un valioso antecedente de la manera de concebir y abordar
el objeto de estudio y plantearse los interrogantes para comprenderlo.
12
Se asume a la comunicación como hecho cultural, y no que se da dentro del marco cultural.
13
Aquí se observa que Barbero comparte la idea de Lotman de que “la cultura está hecha de conjuntos
textuales, o sea conjunto de mensajes capaces de ser asociados por receptores por elementos compartidos.
Uno recibe el conjunto, no un mensaje; el mensaje activa ese conjunto” (Mata, M. 2006. Apuntes de clase
del Seminario “Problemas Teóricos de Estudios sobre Medios de Comunicación” de la Maestría en
Ciencias Sociales. U.N.R.C.).

7
mera circulación de informaciones y por tanto en el que el receptor no es un mero
decodificador...sino un productor también” (Martín Barbero, J.; 1987:226).
O sea, el mencionado autor comparte la noción de cultura de Williams que
consiste en el conjunto de prácticas, modos en que la sociedad les confiere sentido y
reflexiona sobre ellas. En la línea del mismo Williams se considera una idea de cultura
vinculada a las experiencias de los actores, relacionada al concepto de poder. Estamos
hablando entonces de una doble mirada: comprender la vida de los individuos y cómo
se construye ese poder (Mata, M. 2006. Apuntes de clase del Seminario “Problemas
Teóricos de Estudios sobre Medios de Comunicación” de la Maestría en Ciencias
Sociales. U.N.R.C.)
Decimos entonces que la comunicación no es un proceso lineal sino un proceso
incierto, uno no puede saber completamente lo que se está activando en el otro. Esto
implica la imposibilidad de separar el estudio de la comunicación del estudio de la
cultura.
También se observa la presencia de Williams en Barbero al asumir el análisis del
conjunto de matrices culturales para establecer cuáles son las identidades y para
precisar cómo funciona la comunicación en este proceso.
En vinculación con la vital importancia de la narración en la construcción de la
identidad, Barbero sostiene:
“la identidad – individual o colectiva – no es algo dado sino en permanente
construcción, y se construye narrándose, haciéndose relato capaz de interpelar a
los demás y dejarse interpelar por los relatos de los otros (E. Levinas). Todo lo
cual implica una “ética del discurso” que haga posible la valoración de las
diferentes “hablas”, de las diversas competencias comunicativas, sin caer en el
populismo y el paternalismo del “todo vale si viene de abajo”. Pues lo que la
verdadera comunicación pone en juego no es la engañosa demagogia con la que
se conserva a la gente en su ignorancia o provincianismo sino la palabra que
moviliza las diferentes formas y capacidades de apropiarse del mundo y de
darle sentido” (Martín Barbero, J. (1999) en Kenbel, C.; 2006:227).

Pero no todo lo masivo se entiende desde las matrices, por eso Barbero intenta
explicarlo desde el uso que hacen los sectores populares de la comunicación de lo
masivo (Grimson, A. y M. Varela, 1999).

8
Barbero se detiene entonces en las lógicas de producción y lógicas de uso14, el
sentido que adquieren los mensajes para los individuos, y hasta qué punto las
competencias de los sujetos los resignifican.
Por competencias culturales Barbero entiende no sólo la comprensión y manejo
de códigos, sino también todo el saber que un individuo puede desplegar en el proceso
comunicativo de consumo de medios (Mata, 2006. Apuntes de clase del Seminario
“Problemas Teóricos de Estudios sobre Medios de Comunicación” de la Maestría en
Ciencias Sociales. U.N.R.C.).
En los usos no habla sólo la clase social sino la competencia cultural,
competencia que vive de la memoria y de los imaginarios. El acceso a esos modos de
uso pasa por los relatos – historias de vida – que nos dan cuenta de ellos (Martín
Barbero, J., 1987).
La memoria cultural consiste en la experiencia de lo que estamos hechos,
aquello que nos reafirma como parte de una comunidad; remite a la historia que
posibilita reconocerse y saber quiénes somos.

En vinculación con nuestro trabajo de investigación referido al problema del


desempleo y la desocupación, podemos recobrar dos citas de Barbero:
“en la actualidad, mucha de la gente que vive en la ciudad lo hace sobre la base
de estratagemas ilegales y la mayor parte de esa gente habita en una ciudad que
no es capaz de proporcionarle trabajo. La mayoría vive del rebusque, se rebusca
la vida rehusando saberes, lenguajes, destrezas que la vida moderna ha dejado
desfasadas” (Martín Barbero, J. (1999) en Kenbel, C.; 2006:71).

En relación con la cultura de los sectores más humildes y desprotegidos,


Barbero (1991) retoma a Aníbal Ford cuando habla de cultura de la crisis y alude a las
circunstancias que padecen los grupos más desposeídos, que son los más numerosos y
sobreviven gracias a “un saber de la conjetura y la coyuntura, que no es la síntesis sino
la unión de diversos saberes y de pequeñas hipótesis” (Martín Barbero, J. (1991) en
Kenbel, C.; 2006:72).

A manera de cierre

14
Barbero utiliza estos conceptos para referirse a la recepción de los medios masivos, nosotros los
transferimos y vinculamos más con el proceso comunicativo a nivel interpersonal, que se encuentra más
relacionado con nuestro trabajo.

9
En este escrito nos propusimos reflexionar sobre el papel de la comunicación, en
vinculación con la cultura, y la vida cotidiana.
Creemos que los aportes de los autores trabajados nos son útiles para abordar
desde el estudio del sujeto algunas situaciones conflictivas como la desocupación y
subocupación hoy, problemática que nos importa en nuestra tarea de investigación.
En el análisis, los procesos de simbolización, las matrices socioculturales y los
entramados materiales nos permiten comprender las representaciones sociales,
prácticas y rutinas de los actores.
Entender el papel vital de la comunicación en el proceso de construcción de la
realidad social, así como los papeles de mediadores del comunicador y los agentes nos
resultan claves.
La consideración de la tarea de activación de la competencia cultural de los
sujetos nos obliga a acceder a los relatos y narraciones de los protagonistas para ver
cómo se da el proceso de conformación de sus identidades. Así se observa que la
capacidad de desviar los significados de los mensajes, de resistencia y resignificación
son dimensiones cruciales en el análisis de la cotidianidad y el consumo.
El desafío consiste en dar cuenta de la cultura vinculada a las experiencias de
los actores, el análisis de los usos de los significados, su vinculación con la clase social
y las competencias culturales, sin olvidarse de cómo operan los conceptos de poder,
hegemonía, memoria e imaginarios en la dinámica del entramado social.

10
Bibliografía
1. - Grimson, A. y M. Varela. 1999. Audiencias, cultura y poder. Estudios sobre la
televisión. Eudeba. Bs. As.
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prácticas significantes en Culture, Society and the Media. Identities, Vol. 2.
Traducción Silvina Berti (2000) en Kenbel, C. 2006. A mitad de camino entre lo
urbano y lo rural. Actores y actividades de rebusque. Trabajo Final de Licenciatura.
U.N.R.C. Inédito.
3. - Hall, S. 1998. Significado, Representación, Ideología: Althusser y los debates
post- estructuralistas en Kenbel, C. 2006. A mitad de camino entre lo urbano y lo
rural. Actores y actividades de rebusque. Trabajo Final de Licenciatura. U.N.R.C.
Inédito.
4. - Kenbel, C. 2006. A mitad de camino entre lo urbano y lo rural. Actores y
actividades de rebusque. Trabajo Final de Licenciatura. U.N.R.C. Inédito.
5. - Martín Barbero, M. 1987. De los medios a las mediaciones. Comunicación, cultura
y hegemonía. Edic. Gustavo Gili. Barcelona.
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el seminario La ciudad: cultura, espacios y modos de vida en Kenbel, C. 2006. A
mitad de camino entre lo urbano y lo rural. Actores y actividades de rebusque.
Trabajo Final de Licenciatura. U.N.R.C. Inédito.
7. - Martín Barbero, J. 1999. Comunicación y solidaridad en tiempos de globalización
(en línea). Ponencia presentada en el 1er. Encuentro Continental de Comunicadores
Católicos. Colombia, en Kenbel, C. 2006. A mitad de camino entre lo urbano y lo
rural. Actores y actividades de rebusque. Trabajo Final de Licenciatura. U.N.R.C.
Inédito.
8. - Martín Barbero, J. 1999. Las transformaciones del mapa cultural: una visión desde
América Latina (en línea) en Kenbel, C. 2006. A mitad de camino entre lo urbano y
lo rural. Actores y actividades de rebusque. Trabajo Final de Licenciatura. U.N.R.C.
Inédito.
9. - Martín Barbero, J. 2004. De la ciudad mediada a la ciudad virtual.
Transformaciones radicales en marcha (en línea) en Kenbel, C. 2006. A mitad de
camino entre lo urbano y lo rural. Actores y actividades de rebusque. Trabajo Final
de Licenciatura. U.N.R.C. Inédito.
10. - Mata, M. 2006. Apuntes de clase del Seminario “Problemas Teóricos de Estudios
sobre Medios de Comunicación” de la Maestría en Ciencias Sociales. U.N.R.C.
11. - Pérez Rubio, A. y G. Saavedra. 2001. De los discursos y las prácticas: Un ejemplo
de la aplicación del modelo de las representaciones sociales en Kenbel, C. 2006. A
mitad de camino entre lo urbano y lo rural. Actores y actividades de rebusque.
Trabajo Final de Licenciatura. U.N.R.C. Inédito.

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