Sei sulla pagina 1di 2

Guillermo Peña Hernández

2010-07-01
Religiosidad – Padre Gustavo Garay Sánchez

Distrito Federal, México.- Es una realidad que en México, en el ámbito


religioso, la iglesia católica, ha disminuido su número de feligreses,
mientras que otras creencias religiosas –cristianismo, mormonismo, etc.-
han venido creciendo.

Poco a poco se va palpando un desinterés de la población por conocer su


propia cultura y su espiritualidad, el ascenso inminente de las diferentes
religiones hace pensar que un “monopolio católico” dejara de existir,
aunque otros organismos no piensan así.

El jueves, el vicario de la iglesia de las nazaritas del templo de arcos de


belén, el padre Gustavo Garay Sánchez, nos brindo su punto de vista de el
porque algunos feligreses han perdido la fe y también de cómo se puede
hacer para recuperar esta misma:

“Hay muchos que no tienen fe, ya sea por otra religión no creen en el
verdadero Dios, o simplemente no han conocido a Dios, sin embargo,
como dice el concilio Vaticano II, tenemos que echar mano de todos los
medios posibles, esa es la manera de convocar a los jóvenes por medio
de la catequesis, una continuidad que después de su primera comunión
se les exhorta a seguir viniendo en la participación religiosa, que de
alguna manera se les inyecte esta fe, este amor por Dios”, dijo.

Aunque también se señalan diversos factores que disminuyen la


necesidad de la creencia en un Dios único, un ser espiritual, como a su
vez la existencia de detractores que afectan a la sociedad.
Dice el padre Garay que “la realidad de esta comunidad es muy concreta,
con problemas de drogadicción, movimientos de rehabilitación, que con
un poco de información, la gente puede involucrarse con la palabra de
Dios”.

Con el paso del tiempo, se espera que la sociedad católica no vaya


decayendo, que la fe se conserve intacta, que el interés de cada persona
aumente, ante la necesidad de la creencia divina y de la existencia del
amor de Dios, en los corazones de los feligreses.

Concluye el padre Garay: “Importa mucho la cultura de las mismas


personas; sobre todo lo que me parece una tristeza, es que la gente no le
toma interés por conocer su religión, de ahí el decrecimiento y la
ignorancia, se dejan persuadir y engañar fácilmente, sin saber antes lo
que realmente significa la fe, la fe es un don de Dios, que se va
incrementando en la medida en la que la practicamos, si no lo hacemos,
estamos dejando morir nuestra vida espiritual”, señala.

Potrebbero piacerti anche