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Sales Disueltas

Se aplican en disoluciones acuosas, mezcladas con material inerte bajo la forma de


pastas o papetas y, eventualmente, con jabones neutros. Las sales más usadas son:

· Bicarbonato de Na (NaCO3H)

· Bicarbonato de amonio (NH4CO3H)

· Sales bi o tetrasódicas del ácido etilendiamintetracético (EDTA)

· Bifluoruros de Na

· Bifluoruros de amonio

Las tres primeras son aplicadas en rocas carbonatadas, mientras que los bifluoruros se
aplican para costras en rocas silicatadas ya que se produce ácido fluorhídrico FH. Este
último ácido puede añadirse diluido, 2-15 % en volúmen, para incrementar la
agresividad de la solución, aunque es necesario lavar abundantemente la superficie
tratada.

Los soportes inertes (pastas) son colas celulósicas (metilcelulosa, carboximetilcelulosa)


o arcillas con fuerte poder absorbente (sepiolitas, atapulgitas). La función de estos
soportes es importante, ya que:

· se adhieren a las superficies verticales, lo que permite una acción prolongada de la


solución acuosa,

· controlan la penetración de la disolución desde la superficie,

· ejercen un efecto disgregador sobre la suciedad atacada por la solución debido a su


naturaleza tixotrópica, y

· permiten extraer la suciedad a medida que se va secando, ya que las soluciones


tienden a volver hacia el exterior.

A medida que la densidad y grosor de la papeta es mayor, se incrementa el espesor


atacado de piedra y el tiempo de acción. Las pastas celulósicas son preferibles porque
son transparentes y poco costosas, aunque pueden dar problemas en su ulterior retirado.
Además, las arcillas tienen un elevado poder absorbente, por lo que sustraen
rápidamente las soluciones de la superficie e impiden en parte su acción. No obstante,
este problema puede solventarse cubriendo las pastas a base de arcilas o de colas
celulósicas con hojas de polietileno que impiden la evaporación.

La papeta AB57, desarrollada por I.C.R. de Roma, se ha comprobado como un


excelente agente de limpieza de suciedad variada y, particularmente, de costras negras.
Su composición es:

H2O .........................................................................................................1l
Bicarbonato de amonio ........................................................................30 g

Bicarbonato de sodio ............................................................................50 g

Sal bisódica del EDTA ..........................................................................25 g

Tensoactivo ....................................................... ..................................10 cc

Carboximetilcelulosa ...........................................................................60 g

Esta mezcla presenta un pH algo básico, cercano a 7.5. No debe sobrepasarse un pH de


8, por lo que, aunque otras proporciones de los componentes son posibles, no deben
añadirse cantidades mayores de sales de amonio y sodio. Así, otra receta recomendable
sería (en un litro de agua):

Sal bisódica del EDTA ...................................................................50-100 g

Bicarbonato de sodio ............................................................................30 g

Carboximetilcelulosa ......................................................................50-60 g

El efecto del bicarbonato es facilitar el desprendimiento de la costra. No obstante, debe


evitarse su uso en la medida de lo posible para impedir la infiltración de sales solubles
en las rocas. En cualquier caso, deben realizarse pruebas sobre el material deteriorado.
Las sales del EDTA se acomplejan con el Ca de la costra (presente en forma yeso o
calcita), transportándolo en solución. A medida que su proporción se incrementa en la
papeta, la agresividad de la solución es mayor. Se pueden añadir jabones líquidos
neutros (5-10 cc/litro) para favorecer la bañabilidad, sobre todo si en la costra hay
sustancias grasas como hidrocarburos alifáticos, y sustancias que los disuelvan como el
hidróxido de amonio (NH4OH) y trietanolamina (N(CH2CH2OH)2).

El tiempo de contacto de la solución con la superficie sucia es variable, dependiendo del


grado de suciedad, aunque suele oscilar entre 1 y 5 horas. La aplicación debe repetirse
varias veces, modificando la concentración de los diferentes compuestos ya que,
finalmente, la solución ataca a las rocas carbonatadas. Despues de cada aplicación debe
bañarse y cepillarse la superficie y retirar los restos de pasta (con cepillos o espátulas)
ya que éstos contienen sales y además pueden endurecerse. En casos de superficies muy
porosas, donde existen fuertes problemas para el retirado de la pasta, esta puede puede
aplicarse sobre hojas de papel absorbente que se adhieren directamente sobre la roca,
aunque el poder limpiador de la solución se reduce considerablemente en este caso.

Este método es muy efectivo y veloz, superando incluso a los métodos mecánicos
controlados, y es menos peligroso que algunos métodos mecánicos efectivos como el
enarenado húmedo. No obstante, es un método costoso por la utilización de compuestos
químicos. Su aplicación no es recomendable en materiales muy alterados, aunque este
problema puede solventarse si previamente se realiza una preconsolidación con resinas
reversibles. Puede aplicarse también sobre pinturas murales o incrustaciones calcáres de
material arqueológico.
Otros Compuestos
Compuestos como el hexametafosfato sódico (NaPO3)6 o el formato amónico
(HCOONH4), aplicados en disoluciones al 5-10% con o sin tensoactivos, disuelven el
yeso de las costras sin atacar al material pétreo calizo. Se aplican en spray, y tras el
tiempo de ataque, se limpia la superficie con abundante agua.
Limpieza con Arcillas Especiales

Son las ya mencionadas sepiolitas o atapulgitas (filosilicatos magnésicos hidratados del


grupo de la paligorskita). Estas arcillas se caracterizan por su poder absorbente de agua
en relación a su masa. Así, 1 kg de atapulgita puede absorber hasta 1.5 kg de agua sin
modificar mucho su volúmen. Esta propiedad las hace muy útiles para la limpieza de
estatuas o motivos poco sucios (costras de menos de 1 mm de grosor), ya que haría falta
mucho tiempo para que fueran efectivas sobre costras gruesas y duras. Este método
limpia al disolverse las sales (e.g., yeso) de la suciedad y costra en el agua, sirviendo las
arcillas para mantener la humedad en la costra y absorber las sales y productos de
corrosión liberados. Dadas sus propiedades, estas arcillas son particularmente útiles
para la retirada de sales solubles localizadas en el interior del sistema poroso de las
rocas como subeflorescencias.

Antes de ser aplicadas, debe desegrasarse la superfice para favorecer la humedecibilidad


(con acetona o cloruro de metileno). A continuación se aplica agua destilada y una
mano de arcilla muy líquida, y finalmente la pasta con espátula o brocha, que se cubre
con hojas de polietileno. La pasta debe tener entre 2-3 cm de grosor, el tiempo de
aplicación, es variable, pero típicamente oscila entre 1 y 2 días. En cualquier caso,
deben retirarse cuando se obserben fracturas de retacción en la pasta, lo que indica que
el agua se ha evaporado en una elevada porporción. Ulteriormente debe lavarse la
superficie abundantemente.

Las ventajas de este método es que no es dañino para los materiales pétreos, y es
económico ya que las arcillas, aunque son muy caras, son reciclables. Las desventajas
son que es un método lento, no muy efectivo sobre superficies muy sucias y costras
desarrolladas, ni sobre piedras muy porosas. Por ello, suelen ser más útiles para material
de museo.

Cuando los materiales están muy alterados, se pueden utilizar pastas de arcillas con:

H2O .........................................................................................................1l

Urea ((NH2)2CHOH) ..............................................................................50 g

Glicerina ((CH2OH)2CHOH)............................ .....................................30 cc

Estas pastas, protegidas con hojas de polietileno, se aplican durante un mes, y eliminan
gran parte de la costra. Debe añadirse un biocida después del lavado subsecuente a su
retirada (o en la disolución) para evitar el ataque de bacterias nitrificantes (debido al uso
de urea).
Casos Particulares
Costras sobre superficies especialmente dañadas

No se pueden aplicar los métodos anteriores directamente, sino que debe procederse
previamente a una preconsolidación para endurecer la superficie. Para ello se aplica una
disolución del consolidante reversible y su solvente en forma de spray. Para
homogeneizar la solución aplicada o cualquier otro tipo de operación que implique tocar
la superficie no preconsolidada deben utilizarse espátulas de teflón
(politetrafluoretileno). Este compuesto presenta un elevado ángulo de contacto con
muchos líquidos, incluyendo resinas sintéticas, por lo que no se adhiere y no se corre el
riesgo de despegar las partes deflecadas del material arenizado o microfracturado. Una
vez realizada la operación de limpieza se añade solvente para retirar el consolidante.
Limpieza con laser

Este tipo de limpieza se realiza al someter a la suciedad y costras a radiación laser


fuertemente energética, que volatiliza los compuestos que las forman. Al retirarse la
costra, el rayo laser incide sobre la superficie blanca de la piedra y se refleja, sin
producir daño alguno sobre el material sano. Este tratamiento está especialmente
indicado para el tratamiento de mármoles.
Costras calcareas

Son costras desarrolladas esencialmente en zonas donde existe una fuerte escorrentía de
disoluciones acousas cargadas en carbonato cálcico disuelto, tales como fuentes,
albercas, piscinas, aljibes, etc. Estas costras son frecuentemente muy duras y grueas,
llegando a esconder elementos decorativos como relieves, epigrafía, policromía, etc.

Aunque son fácilmente retirables con la utilización de ácidos fuertes, tales como ClH, y
métodos mecánicos muy abrasivos, no se recomienda su uso, excepto de manera muy
controlada.

Un método poco agresivo sobre el material pétreo son las resinas de intercambio iónico.
Estas resinas son polímeros sintéticos que tienen grupos funcionales alcalinos o ácidos,
y que reaccionan con el material carbonatado de la costra intercambiando iones
debilmente unidos a los polímeros con los iones del carbonato cálcico:

H Ca

Resina ácida + CO3Ca Þ Resina + H2O + CO2

OH CO3

Resina alcalina + CO3Ca Þ Resina + Ca(OH)2

OH

Se aplican con agua y se preparan en pastas cubiertas de hojas de polietileno. Su efecto


es lento, aplicándose al menos varios varios días. En el caso de costras muy gruesas (de
varios mm de grosor) puede ser necesarios métodos mecánicos (e.g., microtornos) antes
de aplicar las resinas. Si en las costras hay también yeso, se recomienda la utilización de
resinas alcalinas.
Extraccion de sales solubles

Ya se han mencionado la utilización de arcillas absorbentes como atapulgitas y


sepiolitas. El método más simple y apropiado es aplicar pulpas de papel o papetas de
arcilla con agua desionizada, dejar unas horas para que se infiltre el agua, cubrir con
plásticos y dejar secar. En este proceso el agua disuelve las sales del interior del sistema
poroso de las piedras, y al ir evaporándose en la superficie, migra hacia la misma con su
carga salina que queda atrapada en la pasta. Si existen eflorescencias, deben retirarse
primero con métodos mecánicos simples (e.g., cepillo, bisturí) sin utilizar agua para
evitar su introducción en el interior de las piedras. El proceso debe repetirse varias
veces, controlando la concentración de las soluciones que migran a la superficie.
Superficies policromadas

En la mayor parte de los casos, el procedimiento es similar al caso de superficies muy


degradadas, necesitándose de preconsolidación. Pueden usarse una gran variedad de
productos, tales como

· arcillas + urea,

· amoniaco en disolución acuosa diluida,

· alcohol + acetona en disolución acuosa (para retirar grasas),

· acetato de amilo,

· dimetilformamida en nitro o tricloroetileno,

· AB57, etc.

En el caso de las disoluciones se aplican con hisopos. En todos los casos deben
realizarse catas para comprobar la efectividad de los agentes de limpieza.
Manchas de herrumbre

Estas manchas están compuestas por oxi-hidróxidos de Fe3+ (e.g., Fe(OH)3) producto
de oxidación de grapas de hierro, pernos, etc. Estos compuestos son muy poco solubles,
excepto en medios muy ácidos. No obstante, los ácidos fuertes no pueden utilizarse ya
que atacan al sustrato pétreo, particularmente si son carbonatos. En rocas silicatadas
pueden utilizarse ácidos diluidos como fosfórico, fluorhídrico o cítrico. En rocas
carbonatadas, los agentes de limpieza de estos óxidos siempre atacarán a la piedra, por
lo que es necesario controlar el tiempo de aplicación. En estas rocas pueden utilizarse

· fosfato amónico en solución saturada más ácido fosfórico para corregir el pH hasta
6 o 7 (con escaso tiempo de aplicación para evitar el ataque a la piedra),

· solución de bifluorato amónico (NH4HF2) al 1-5 % en agua (este producto puede


incluso atacar la cerámica),
· solución de tiosulfato sódico (Na2S3O3) o ácido sulfuroso (SO3H2) para reducir el
Fe3+ a Fe2+, y a continuación volver a oxidar con agua oxigenada (H2O2) y
acomplejar los hidróxidos de Fe con ácido nítrico, tartárcio, tioglicólico o EDTA en
solución amoniacal.

La aplicación de estos compuestos es a base de papetas o hisopos, y su efecto puede


realzarse si las soluciones están calientes.
Sales de cobre

La oxidación y el ataque ácido sobre el bronce produce sales de cobre (cloruros,


sulfatos, carbonatos) que quedan adheridas tanto a los objetos de bronce como a los
sustratos pétreos. Pueden ser retiradas con soluciones de EDTA o carbonato amónico
(CO3NH4) al 20 % en agua.
Sustancias de origen organico

No es fácil retirarlas. Pueden utilizarse solventes orgánicos, tales como

· solventes alcalinos débiles (butilamina, trietanolamina) para aceites y grasas, o

· solventes clorulados para las ceras.

Su aplicación es en papetas dispersantes. Las manchas bituminosas (asfalto) y graffiti


(resinas acrílicas o celulósicas coloreadas) pueden retirarse con solventes aromáticos
(tolueno, xileno) aplicados con compresas, o alifáticos (solventes clorulados). Cuando
las resinas de los graffiti envejecen por la acción de la radiación ultravioleta es mejor
utilizar metilcloruro suspendido en metilcelulosa, limpiando luego con acetona y
algodón. Una vez retirado el graffiti es recomendable proteger la superficie con resinas
incoloras, como las silicónicas.
Limpieza de costras biogenicas

Como cualquier otro material expuesto a la atmósfera, los materiales pétreos de objetos
escultóricos y arquitectónicos son afectados por especies biológicas muy variadas:

· Plantas superiores

· Animales superiores (incluyendo el Homo Sapiens Sapiens)

· Microorganismos (algas, líquenes, musgos, bacterias, hongos)

El biodeterioro es el resultado de los procesos fisico-químicos y mecánicos inducidos


por estas especies. Los materiales pétreos constituyen el sustrato sobre el que se
asientan las especies vegetales y microorganismos, extrayendo de las mismas nutrientes
de la misma forma que en los suelos. Los animales, por el contrario, inducen deterioros
indirectos, tanto mecánicos (e.g., perforación de túneles por roedores) como fisico-
químicos (e.g., reacciones químicas entre los materiales y excrementos de aves).

Como casuística general, los microorganismos se encuentran (casi) siempre presentes en


las superfies expuestas de los edificios y esculturas expuestas a la intemperie, mientras
que las plantas y animales superiores actuan de forma eventual.
La colonización de una superficie por microorganismos necesita de humedad y ausencia
de fuerte evaporación. Las superficies pueden considerarse como auténticos
ecosistemas, que una vez generados (i.e., construidos) son colonizados siguiendo la
secuencia: algas ® líquenes ® musgos ® bacterias ® hongos. El resultado es la
formación de costras biogénicas que, lejos de actuar como barreras que protegen el
material de deterioros ulteriores, aceleran la degradación del mismo.

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