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1. EL ESTUDIO DE LA FASE DE TRANSICIÓN Y SU IMPORTANCIA EN EL
JUEGO ACTUAL.
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En la práctica, equipos y entrenadores proponen modelos bastante diferenciados
para la concreción de cada una de estas fases del juego, con diferentes organizaciones
funcionales, y formas de entrenamiento distintas. Así, no todas las fases del juego están
igualmente sistematizadas, no se reconoce la misma importancia a todas ellas, no se les
dedica (ni por asomo) el mismo tiempo de entrenamiento, etc... aunque es cierto que en
las prácticas de diferentes países, escuelas y entrenadores pueden observarse
importantes diferencias.
Es común reconocer que casi todos los equipos tienen una fase defensiva más
organizada a nivel táctico, con pautas más concretas de actuación (posicionamiento,
acciones a realizar, protagonistas,....), frente a un ataque más libre (aunque existen
casos de equipos que realizan ataque organizado, éste se ejecuta con premisas de
acción más amplias y abiertas que en el caso de la acción defensiva).
Las situaciones a balón parado, dado que existe un tiempo para su preparación,
permiten llevar a cabo disposiciones y acciones conocidas, siendo el momento del juego
más proclive a una organización más exhaustiva (tanto en ataque como en defensa los
jugadores suelen conocer sus zonas y momentos de actuación, los procedimientos a
emplear, etc...).
Las fases de transición (ofensiva o defensiva) son momentos del juego en los que
resulta más difícil ofrecer pautas de organización concretas, ya que, por su naturaleza,
son imprevistas, abiertas (se desconoce cuántos jugadores podrán participar, en qué
condiciones, en qué zonas, etc...) y lo que habría que añadir unas especiales
condiciones espaciales (la acción de juego en estos momentos se desarrolla en espacios
amplios) y temporales (se trata de acciones que suelen realizarse a altas velocidades).
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años (en torno a los 2,2-2,6 goles por partido) (Gómez, 2000; Mombaerts, 2000; López,
2001; Casáis y Lago, 2006).
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Grehaigne (2001) constata también la importancia de este aspecto, ya que los
ataques rápidos constituyen las acciones de ataque más peligrosas: las jugadas que
acaban en gol no sobrepasan los 3-4 toques (antes, ya Bate, 1988, en Garganta, 1997,
había observado que la probabilidad de marcar disminuye de manera espectacular sea
cual sea la zona de entrada del balón a la zona de finalización contraria si la acción
ofensiva supera los 5 pases, ya que daría suficiente tiempo a una reorganización
defensiva eficaz). Garganta (1997) muestra que la resolución de la acción ofensiva se
caracteriza por una corta duración (menos de 10 segundos) y una secuencia corta de
pases (5 o menos pases). Muchos otros autores (Romero Utrilla y Morcillo, 1997; Castelo,
1999) concluyen en líneas similares. En el reciente mundial, Alemania 2006, los goles
conseguidos con ataques rápidos o simplificados (secuencia de 4 pases o menos) han
supuesto un 33,3% de los goles (un 55,7% del los goles conseguidos en juego), siendo
marcados a través de juego combinativo un 26,5% de los goles (44,3% de los goles en
juego)
2. LA TRANSICIÓN HACIA LA
DEFENSA: DEFENSA
CIRCUNSTANCIAL O BALANCE
DEFENSIVO.
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El proceso defensivo representa la fase del juego en la cual el equipo lucha con
hacerse con la posesión del balón con la pretensión de realizar acciones ofensivas, sin
cometer infracciones ni permitir que el rival obtenga un gol (Teodurescu, 1984). Esta
fase defensiva se establece con
base a acciones de marcaje, que
plasman la presencia física de los
defensores sobre los atacantes
expresando una oposición colectiva
que persigue la anulación de
adversarios y espacios libres,
concretando así dos objetivos
básicos de la defensa: la
recuperación del balón (quitar la
iniciativa al adversario) y la defensa
de la portería (impedir el gol)
(Castelo, 1999). El objetivo básico
de la defensa es restringir el tiempo
y el espacio disponible de los
atacantes, manteniéndolos bajo
presión y negándoles la posibilidad
de poder progresar en el terreno de
juego.
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1988; Conde y Argibay, 1994; Vales, 1996; Mercé, 1998; Castelo, 1999; Martín, 2000;
Grehaigne, 2001; Cano, 2001).
La fase de transición defensiva será el momento del juego que se sitúe entre la
pérdida propia del balón (interrupción del ataque) y la fase de defensa organizada. En
función del tipo de defensa organizada a asumir, podrán darse diferentes formas de
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reorganización defensiva en la fase de transición defensiva: transición hacia una
defensa presionante o transición hacia una defensa de contención.
Se realizará a través de
diferentes procedimientos tácticos o
modelos tácticos específicos. Un
modelo táctico específico es un
conjunto de ejecuciones técnico-
tácticas, realizadas por el equipo sin
posesión del balón (formas de
organizar-llevar a cabo la defensa).
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número posible de jugadores pueda retornar (repliegue) a las posiciones defensivas
establecidas para la defensa organizada. Si ello se logra, finaliza la defensa
circunstancial y se pasa a establecer la acción defensiva en base al formato de defensa
organizada previamente determinada.
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- parte de los jugadores hacen presión al jugador con balón para recuperar la
posesión y el resto adelantan su posición para provocar fuera de juego de los
posibles receptores
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- Ataque posicional: caracterizado por una alta elaboración de la fase de
construcción del proceso ofensivo, con el equipo manteniendo un bloque
permanente para crear condiciones favorables para la progresión y
finalización de la acción ofensiva.
Konzag (1995), entiende que el ataque puede llevarse a cabo a través del ataque
rápido o contraataque, o bien con el ataque de posición (diferenciando un ataque con
foco de progresión más rápido y convergente, que sería el ataque por el centro, y un
ataque más elaborado con foco de progresión divergente, o ataque de banda).
De esta manera, habrá equipos que privilegien un uso inmediato y preferente del
momento de desorganización defensiva que se da en este periodo del juego para activar
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el contraataque, mientras que otros equipos, que opten por un mayor control del juego a
través del juego combinativo, emplearán la recuperación del balón como inicio del
ataque organizado con énfasis en la conservación y progresión controlada del balón.
Contraataque organizado:
En él se determinan las bases para la realización de la acción ofensiva: zona
prevista de recuperación, acciones de inicio y finalización del contraataque.
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- Fase inicial: tiende a buscarse la recuperación del balón en zonas favorables:
dejar que el rival se despliegue en ataque y deje espacios a su espalda
- se necesita aplicar procedimientos de recuperación activos (presión)
- después de la recuperación se construye rápidamente el ataque a través de la
progresión individual o pases en profundidad, acompañados de desmarques
de ruptura
- Fase intermedia: busca la progresión hacia la portería rival en el menor
tiempo posible, aprovechando los espacios libres y la desorganización
defensiva del rival
- Los jugadores de segunda línea acompañan la acción para crear una línea de
rechace o para ofrecer una continuación de la jugada en caso de no prosperar
la progresión directa
- Finalización: los jugadores implicados en el contraataque deben buscar de
forma vertical la portería o a los últimos defensores, ya que usualmente se
encuentran en situación de desventaja (sin ayudas defensivas, sin posibilidad
de cobertura, con riesgo de expulsión por cometer una falta,…)
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3.1.2. La transición hacia el ataque organizado
Existen otros equipos que encaminan su filosofía ofensiva hacia el control del
juego, dejando de lado la realización del contraataque. Suelen ser equipos que, o bien
no están dotados de las condiciones necesarias para explotar con éxito el contraataque
(jugadores que recuperen activamente el balón a través de la presión, delanteros o
jugadores de segunda línea con altas prestaciones de velocidad,….) o bien consideran
que obtendrán mayor éxito en las acciones ofensivas a través del juego combinativo. Se
trata de equipos que buscan un mayor control del juego y que prefieren realizar una
acción ofensiva más organizada, buscando tiempo para activar los mecanismos que
utilizan para su idea principal de ataque. En el caso del ataque directo se hace llegar el
balón a los lanzadores del ataque y se deja que los jugadores protagonistas de la acción
ofensiva lleguen a sus posiciones prioritarias de actuación (jugadores de disputa,
jugadores de rechace o segunda línea). En el caso del ataque combinativo se pretende
una construcción, progresión y finalización ordenadas, buscando que los responsables
de dichas labores participen más activamente, para lo cuál debe darse tiempo para que
ocupen determinados espacios, etc.
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defensiva, en la que el balón es puesto en juego por el rival por parte de su portero o la
línea defensiva, estando prácticamente todo el equipo defensor por detrás del balón.
Igualmente, a la hora de iniciar la acción ofensiva, ésta suele comenzar desde la
posición el portero o la línea defensiva, marcando claramente las pautas
comportamentales para llevar a cabo en la fase de inicio, construcción, y finalización.
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neutralizar la acción ofensiva rival o ganar tiempo para organizarse a nivel defensivo y
pasar a realizar defensa organizada.
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1.3. Neutralizar la acción ofensiva.
Tarea 3: 6*6 con 1 portería (tres cuartos de campo) buscando falta táctica o
provocar fuera de juego.
El equipo rojo comienza con la posesión del balón. Su objetivo es llegar con el
balón controlado hasta la línea de 65 metros. El equipo azul intenta recuperar. Al perder la
posesión, la consigna del equipo rojo es neutralizar la acción ofensiva del rival, mediante
una falta táctica, o adelantando la línea defensiva para provocar el fuera de juego (solo si
hay pase largo o desmarque de ruptura de los delanteros azules); si no se dan esas
condiciones se realiza repliegue colectivo priorizando cerrar el carril central, y uno de los
defensores más cercanos sale a intentar hacer falta de nuevo, hasta llegar al borde del
área propia. En esta zona ya no se busca falta.
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1.4.- Facilitar el equilibrio defensivo para iniciar defensa organizada de
contención:
Tarea 4: 6*8, en tres cuartos de campo con tres porterías.
El equipo rojo comienza atacando y puede hacer gol en 2 porterías laterales. Si
pierde la posesión, el jugador más cercano realiza una temporización (nunca una entrada),
mientras el resto de jugadores realizan repliegue colectivo hacia zonas cercanas al área
propia, priorizando cerrar el carril central y orientando el ataque hacia una de las bandas.
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Tarea 5: 9*9 a todo el campo, con 2 comodines que van siempre con el equipo
que tiene la posesión.
Cuando pierda la posesión repliego a campo propio para iniciar una defensa organizada de
contención, si me hacen gol de contraataque y tengo jugadores en campo de ataque, el
gol vale doble (para forzar a participar en el repliegue o la temporización a los jugadores
más adelantados).
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consigue intenta llegar rápidamente al campo rival con el balón controlado (1 punto), a
través de un pase rápido y vertical a alguno de los 2 jugadores más adelantados, y/o
conseguir gol (2 puntos).
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Tarea 8: recuperación y contraataque: 4*4 en parcela central + 2*2 por
delante.
Dos equipos de cuatro jugadores disputan un balón en la parcela central (30*30m),
tras recuperación de balón se inicia el contraataque a los dos jugadores más adelantados,
luego, incorporar al resto de jugadores (2ª oleada del contraataque).
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de juego hasta intentar hacer gol (2ª oleada del contraataque), mientras el equipo azul
pasa a defender.
Tarea 11: Se inicia con una conservación de balón en zona central, 5*5. Al recuperar el
balón, dar pase atrás a alguno de los 3 defensas e intentar llegar a la línea de meta rival,
dando un mínimo de 5 pases, pasando a realizar un ataque 8*5.
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