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EL PASO DE PORFIRIO DÍAZ POR LA EDUCACIÓN EN MÉXICO.

Juan Carlos Arias Vázquez


Universidad veracruzna

Conocer y analizar cuál fue la postura del Presidente Porfirio Díaz en el ámbito
educativo de nuestro País, y así poder realizar una reflexión de tipo crítica,
sobre el proceso evolutivo de la instrucción nacional.
En definitiva la enseñanza en México, ha estado en constante cambio, ya que
desde la instalación de las escuelas lancasterianas (Impuestas por la iniciativa
privada); las cuáles también eran conocidas como instituciones de “enseñanza
mutua”, realizaron una doble función: proporcionar educación e instruir a los
jóvenes monitores para que se convirtieran en profesores.
Posteriormente la instrucción (primordialmente el nivel básico) se volvió un
asunto público, gracias al empeño de Lucas Alamán cuyo postulado era: “sin
instrucción no puede existir la libertad”. Después se dio un cambio importante
para la educación, cuando la Constitución de 1857 proclamó la secularización
de la enseñanza y específicamente en el artículo 3 se afirmó que: “La
enseñanza es libre y que la Ley determinará que profesiones necesitan título
para su ejercicio”.
Ya en el año de 1833, con Valentín Gómez Farías al frente del poder ejecutivo,
separa la enseñanza del clero y se organizan y coordinan las tareas educativas
del gobierno, lo cual desencadeno la creación de la Dirección General de
Instrucción Pública para el Distrito Federal y territorios federales, en la cual se
decreto la secularización de la enseñanza y el nombramiento de profesores
sólo a través de esta Dirección, es en este periodo cuando se empieza a
centralizar la enseñanza y culmina con la creación de un plan de enseñanza y
una Junta Directiva de instrucción.
En esta etapa Manuel Baranda es nombrado Ministro de Justicia e Instrucción
Pública, aquí me permito referir, que me parece una aberración el hecho de
que en una misma persona se encuentren dos cargos de tanta relevancia para
el País; pero a su vez tan diferentes entre sí, ya que no logró comprender la
relación de administrar justicia con la educación.
Durante el Porfiriato la educación recibió un mayor impulso, y es hasta el año
de 1905, cuando se crea (con este título), la Secretaría de Educación Pública y
Bellas Artes cuyo representante era Justo Sierra, a quién en lo personal
consideró un personaje notable, dado sus aportaciones valiosas para el
despliegue educativo nacional; además de ser a mi juicio el autor intelectual de
muchos de los aciertos que se le atribuyen a Porfirio Díaz en materia
educativa, cuyo clímax fue cuando decide otorgarle a la educación la misma
importancia que al desarrollo económico.
Por último señalaré bajo qué circunstancias se dio el tránsito entre el antiguo
régimen de Díaz y la Revolución Mexicana con sus ideas liberales; hacia el año
de 1906, se producen nuevos planteamientos educativos, entre los que
destaca el Programa Manifiesto del Partido Liberal Mexicano, este documento
es considerado el principio de una reforma educativa; ya que postula a la
libertad y a la educación laica como el mejor tipo de instrucción. Algo que
considero sobresaliente en esta etapa, es el hecho de que la revolución al
emergen con un carácter netamente popular no solamente se fundamentará
en acciones sociales, económicas y políticas si no que también estuviera
fundamentado en la educación, al señalar que esta debería estar al servicio de
las mayorías.
A título particular consideró que la época del Porfiriato fue novedosa y
apropiada, en materia escolar, sin embargo. Su error primordial lo consideró
en el hecho de que la educación tuvo un alcance muy elitista, olvidándose que
la instrucción era elemental para todas las clases sociales y desarrollo del País.
A manera de cierre puedo concluir, que aunque efectivamente la educación es
un proceso que debe de estar en evolución constante, así como en busca de
mejoras debemos darle el tiempo suficiente a los proyectos educativos para
poder analizar si realmente funcionan o no.
Bibliografía
Tania Carreño King. Historia de México II Del siglo XX a nuestros días. Editorial
Santillana.
Larroyo, F. (1986) Historia comparad de la educación en México. Porrúa.

Adolfo d la huerta
LA FEDERALIZACIÓN EDUCATIVA EN MÉXICO
“Introducción”, “Descentralización
Inconclusa” y Federación” en: La
Federalización educativa en México
1889-1994. México, SEP, pp. 17-27, 265-293.
Introducción:
La historia de un antiguo debate: el de la centralización y la descentralización
de la educación básica y normal en México.
La descentralización denominada también “federalización” consiste en la
transferencia de personal, las escuelas y los recursos de esos servicios
educativos, del gobierno federal a los gobiernos de los estados, conservando y
reforzando el gobierno federal sus facultades normativas sobre el sistema
educativo nacional.
Desde los fundadores del sistema educativo mexicano, tuvieron la idea de
“federalizar” y fue hasta más de un siglo después, en mayo de 1992 que se
consumó la descentralización, usando la misma expresión de “federalización”
con el fin de ocultar o equilibrar un proyecto de descentralización rechazada
principalmente por la dirección nacional del SNTE.
El concepto de “federalización” es ambiguo, porque se interpreta de acuerdo
con el contexto en que se utiliza, concretamente “federalización” se refiere a
un sistema educativo nacional dentro de un régimen federal de gobierno, en el
cual las facultades, las responsabilidades y la función educativa se distribuyen
entre los distintos niveles de gobierno a través de un sistema de facultades
exclusivas y concurrentes entre en gobierno federal y los gobiernos de los
estados.
Con el tiempo logró fundar escuelas en donde no las había, sin embargo debido
a la expansión la calidad de la educación se subordinó al crecimiento y aunque
la ampliación de la cobertura de los servicios educativos ha sido uno de los
compromisos históricos y constitucionales del Estado mexicano, esto
contribuyó a aplazar las reformas requeridas por el sistema educativo para
responder con eficiencia y eficacia a la demanda social de una mejor
educación.
A pesar de lo anterior se tuvieron algunos logros: se impulsó la reforma de los
planes, programas y métodos de enseñanza, llevó la educación a los grupos
marginados, mejoró los salarios y las condiciones de trabajo de los maestros,
impulsó el cambio social y difundió una cultura cívica básica y uniforme en
toda la República.
El sistema educativo nacional ha dado una contribución central en la difusión
del comercio material y cultural del país, y la expansión centralizada fue una
forma, quizá la mejor, de acelerar la integración nacional.
A principios de los cincuentas hubo otro proyecto de desconcentración y
descentralización, pero fue bloqueado principalmente por la oposición del
SNTE. Debido al crecimiento de la Secretaría que se había convertido en un
“gigantesco departamento de personal” se había reducido la capacidad de
control y autocorrección administrativa y técnica y además aunque el
presupuesto era cada vez mayor, era cada vez menor la libertad de la SEP para
disponer del mismo.
A finales de los cincuenta las autoridades educativas habían perdido el control
sobre los maestros, en beneficio de la creciente influencia sindical. En 1958
apareció el primer proyecto de restructuración de la Secretaría de Educación y
en 1969-1970 hubo un segundo. Ambos contemplaban dos aspectos básicos: la
desconcentración de la SEP y la transformación de los inspectores y directores
de Educación en empleados de confianza. Ninguno de los dos proyectos se
realizado, debido a la oposición sindical.
En los sesenta se frustraron los proyectos desconcentradores e incluso se
profundizó la centralización educativa, como resultado de uno de los periodos
de crecimiento más acelerado del sistema educativo federal . A partir de los
años setenta el gobierno federal emprende una serie de políticas
descentralizadoras, comenzando con la creación de ocho Unidades de Servicios
regionales que se encargarían de ofrecer a los maestros y directivos de cada
región, una serie de servicios administrativos, relacionados principalmente con
asuntos laborales. Después se establecieron delegaciones de la Secretaría de
Educación, cuyos titulares dependerían directamente del secretario y, con
amplísimas facultades, se harían cargo de la dirección de la múltiples oficinas
educativas federales en cada estado de la República.

IX. DE LA DESCONCENTRACIÓN A LA
FEDERALIZACIÓN DESCENTRALIZADORA
(1970-1995)

La primera desconcentración

La SEP inició un programa de desconcentración a través de la creación de


nueve Unidades de Servicios Descentralizados (Usedes) una por cada región en
las que se dividió el país para ese fin y treinta Subunidades de Servicios
Descentralizados (Subsedes) establecidas en las capitales y ciudades más
importantes de los estados.

La tarea principal de las Usedes era llevar los trámites de las incidencias del
personal de la región, como los escalafonarios, también se encargaban de los
sistemas de información y estadística.
Los supervisores y directora de educación federal permanecieron como las
máximas autoridades educativas federales en los estados, sin modificar su
relación tradicional con los órganos centrales de la SEP.

Entre la desconcentración y la descentralización.

La política expansiva del sistema educativo, significaba para los maestros


mayores oportunidades de empleo y de movilidad y, para la dirigencia sindical
una mayor disponibilidad de recursos y premios que ofrecer a sus dirigidos.

El presidente López Portillo (1976-1982) plantea como uno de los objetivos


prioritarios de su política educativa el mejoramiento de la calidad de la
enseñanza, a través de la reforma de dos aspectos importantes: el sistema de
formación de maestros y el sistema de control y evaluacíón del trabajo
docente. Como esto afectaba el poderío del SNTE, se originó una fuerte disputa
por el control de los maestros y los mandos medios de la Secretaría.

La descentralización educativa propuesta por el presidente De la Madrid se


diferenció de la de López Portillo en dos aspectos fundamentales:
• Se trataba de una política más radical, se proponía transferir la educación
básica y normal a los gobiernos locales.
• Una táctica distinta en su ejecución.

La política descentralizadora se moderó a partir de la muerte del secretario de


Educación Pública, Jesús Reyes Heroles, quién tuvo un estilo más activo y
enérgico con los dirigentes sindicales, designaron para sucederlo en el cargo a
Miguel Gonzalez Avelar quien era más cauto y conciliador, desde el comienzo
se mostró dispuesto a mejorar la relación entre la SEP y el SNTE, iniciándose
una etapa de mayor respeto entre ambos organismos.

La política de descentralización de Miguel de la Madrid era más radical y


encerraba una complejidad y un grado de dificultad mayor que la anterior. El
freno de la descentralización también fu el resultado de factores que rebasan
el ámbito de la relación entre la SEP, el SNTE y los gobiernos de los estados, se
refieren a la inserción del sindicato en el sistema político mexicano,
específicamente en el PRI.

Descentralización inconclusa.

Se establecieron delegaciones generales de la Secretaría en cada una de las


entidades federativas, los delegados fueron designados y dependían
directamente del secretario del ramo; la mayoría de ellos eran personas ajenas
al SNTE, la desconcentración fortalecio la autoridad del secretario de Educación
sobre un sistema educativo federal foráneo que estaba bajo el control del
SNTE, pero también la pérdida de influencia del secretario de Educación sobre
las delaciones en los estados.

A partir de la gestión de Fernando Solana la Secretaría comienza a ceder


delegaciones al SNTE, pero sobre todo durante la correspondiente a Miguel
González Avelar, para 1988 aproximadamente 40% de las delegaciones se
encontraban en manos del personal del sindicato.

El carácter inconcluso se debió principalmente a que no fueron afectados


algunos aspectos sustantivos de la relación entre la SEP, su personal y el
sindicato. Sin embargo, la desconcentración afectó varios aspectos de la
relación entre la SEP, el SNTE y el personal de la Secretaría.

Federalización

El proyecto de descentralización radical de la educación básica y normal de


Miguel de la Madrid, fue retomado por el gobierno del presidente Carlos
Salinas, en los primeros tres años del sexenio se dieron algunos de los
primeros pasos preparatorios y propiciatorios de la descentralización. Entre
éstos sobresale la definición de los programas estatales de modernización
educativa, redactados conjuntamente por las autoridades educativas federales
y estatales en cada uno de los estados.

En 1989 debido al conflicto magisterial que culminó con la caída de Vanguardia


Revolucionaria y el arribo de un nuevo grupo a la dirección nacional del SNTE,
el cual decía estar a favor del proyecto de modernización educativa del
presidente y al mismo tiempo impugnaba el Programa Nacional para la
Modernización Educativa.

Finalmente la descentralización educativa se consumó el 18 de mayo de 1992.


Ese día la SEP, el SNTE y los gobernadores de los estados firmaron el Acuerdo
Nacional para la Modernización de la Educación Básica y Normal (ANMEBN).

Una de las tres líneas estratégicas del ANMEBN fue “la reorganización del
sistema educativo”, que comprendió la transferencia de la dirección de los
establecimientos educativos del gobierno federal a los de los estados con los
cuales la SEP había venido prestando los servicios de educación preescolar,
primaria, secundaria y para la formación de maestros, en cada entidad
federativa.

Para asumir sus responsabilidades, veintiséis estados crearon sus respectivos


organismos estatales descentralizados, que se hicieron cargo del personal, los
bienes inmuebles y las funciones transferidas por el gobierno federal. Los cinco
estados restantes absorbieron directamente las oficinas que la SEP tenía en
cada uno de ellos para el control técnico y administrativo del personal de
educación básica y normal.

Con la promulgación de una nueva Ley General de Educación y la reforma del


ARt. 3° la federalización educativa se reforzó, a la vez que adquirió una base
jurídica más sólida que la derivada de la firma del ANMEBN y de los convenios
de federalización con los gobiernos de los estados. De ese modo la
federalización educativa se afirmaba en sus dos principales frentes: en el de la
descentralización, quedaba la prestación directa de los servicios de educación
básica y normal como una facultad exclusiva de los estados y los municipios; y
en el de la integración, el gobierno federal consolidaba sus facultades
esclusivas en los aspectos normativos del sistema educativo nacional.

Agenda

Ya se sentaron las bases constitucionales y legislativas para alcanzar un mejor


equilibrio en la distribución de la responsabilidad educativa. Esta redistribución
de responsabilidades traerá consigo una serie de transformaciones benéficas
para el sistema educativo nacional.

Las tareas pendientes implican problemas técnicos, administrativos y jurídicos;


además, la negociación habrá de realizarse en territorio minado: la nueva
relación del SNTE con la SEP y los gobiernos de los estados.

Descentralización centralizadora

Cuando se abordan las resistencias políticas a la descentralización se detacan


las que provienen de los actores centralizados, como la burocracia central de la
SEP y el Comité Nacional y comités de las secciones federales y únicas del
SNTE.

Entre los actores que ya estaban descentralizados sobresalen los maestros y


directivos de educación básica y normal dependientes de los gobiernos de los
estados, así como las secciones estatales del SNTE y los sindicatos de
maestros estatales que nada tenían que ver con el primero.

Algunas de las razones por las cuales los maestros, los representantes
sindicales y las autoridades educativas de los estados, podrían oponerse al
proceso de federalización son:
• Temor a la contaminación ideológica.
• Temor a la unificación de dos mercados de trabajo y de dos pirámides
profesionales.
• Rechazo a la centralización de los servicios estatales.

Integración de un sistema heterogéneo

El sistema de formación de maestros, desde su origen ha seguido un desarrollo


distinto al de educación primaria, así que cuando se pretende reorganizar el
sistema, nos encontramos con un sistema de educación primaria muy
centralizado y homogéneo, en cambio el de educación normal descentralizado
y heterogéneo.

Con la firma del ANMEBN en mayo de 1992, se consumo la transferencia de


todos los programas federales de formación de maestros a la jurisdicción
estatal, con excepción de los establecidos en el Distrito Federal, bajo la
dependencia de la Secretaría de Educación; por su parte, los gobiernos de los
estados se comprometieron a integrar, en sus respectivas jurisdicciones,
subsistemas de formación de maestros integrados con las instituciones y
programas que se dedican a la formación inicial, actualización, capacitación y
superación del magisterio.
La tarea de integración de un sistema nacional de los sistemas estatales de
formación y actualización de maestros se puede vislumbrar más compleja que
la integración del sistema nacional de educación básica, por la nueva realidad
planteada por la transferencia de los servicios federales a los gobiernos de los
estados.

El Proyecto de Modernización Educativa planteaba que los planes de estudio


serían revisados y adecuados a las necesidades actuales para lograr un mejor
equilibrio entre el medio rural y el urbano. Y anunciaba que los cursos de
actualización serían descentralizados y se integrarían a los de educación
normal, llevándolos también a los grupos de maestros que hasta ahora se
habían quedado al margen de los mismos, sobre todo en las zonas rurales.

Consideraciones finales

La federalización descentralizadora deberá afrontar: el aislamiento, la


marginalidad, la miseria y la escasez de recursos financieros; además de
algunos retos políticos como los intereses políticos, sindicales y burocráticos
creados en torno de un sistema centralizado.

La nueva organización federalizada al igual que la centralización de ayer,


ratificó los compromisos del gobierno federal con las regiones y grupos menos
atendidos por el sistema educativo nacional. Otro argumento de la
federalización centralizadora fue liberar la educación y al magisterio de la
variante política municipal. En términos generales, los servicios educativos y el
magisterio se han liberado de las contingencias políticas externas al sector
educativo.

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LICENCIATURA EN EDUCACIÓN SECUNDARIA


MODALIDAD ABIERTA
ESPECIALIDAD EN ESPAÑOL

BASES FILOSÓFICAS, LEGALES Y ORGANIZATIVAS


DEL SISTEMA EDUCATIVO MEXICANO

PROFR. JOSÉ MANUEL PÉREZ SÁNCHEZ

“LA FEDERALIZACIÓN EDUCATIVA EN MEXICO”


(1889-1994)

Alumna: LEONOR PUEBLA ROSAS

PRIMER SEMESTRE

Toluca, Méx., diciembre 1, 2007.

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