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MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA CULTURA

UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL SIMÓN RODRÍGUEZ


FUNDACIÓN MISIÓN CULTURA

MANUAL DE DIAGNÓSTICO
PARTICIPATIVO COMUNITARIO

CARACAS, ENERO 2008


INDICE

PRESENTACIÓN………………………………………………………………….. 3

INTRODUCCIÓN………………………………………………………….……… 4

CONSTRUCCIÓN DE CONOCIMIENTO……………………………………. 7
CONCEPTUALIZACIÓN…………………………………………………………
10

Diagnóstico participativo comunitario……………………………………………


10

Para qué un diagnóstico participativo comunitario……………………………..


12

Organización del diagnóstico……………………………………………………...


13

MOMENTOS METODOLÓGICOS………………………….….……………..
14

Medios estéticos alternativos………………………………………………………


14

Planificación del diagnóstico……………………………………………………….


14

Recopilación y análisis de la información…………………………………………


17

Elaboración del informe de resultados……………………………………………


22

Presentación de resultados y evaluación con la


comunidad…………………… 22

Identificación del problema, necesidad o interés de la


comunidad…………... 23

2
COMPONENTE ÉTICO………………………….……………………………….
24

BIBLIOGRAFÍA…………………………………………………………………….
26

ANEXOS……………………………………………………………………………..
27

PRESENTACIÓN

Avanza un nuevo tiempo y con ello el reto de trasformar viejas


estructuras sociales instauradas en el país y construir progresivamente
nuestro proceso Bolivariano.

En el marco de estas transformaciones surge en el año 2004 la


Misión Cultura, iniciativa del Estado venezolano que en su origen tuvo
como propósito fundamental formar veintiocho mil Activadores(as)
Culturales, hoy son cerca de treinta y cinco mil por todo el territorio
nacional en movimiento permanente para afianzar, fomentar, recrear y
construir cultura, identidad e ideología.

Para lograr este propósito se diseñó un programa académico


universitario, bajo Convenio Marco de Cooperación entre el Consejo
Nacional de la Cultura (CONAC) y la Universidad Nacional Experimental
Simón Rodríguez (UNESR), que hace posible el otorgamiento del título de
Licenciado (a) en Educación, mención Desarrollo Cultural a todos los
activadores y activadoras incorporados a la Misión Cultura.

En aras de fortalecer cada día más este proceso formativo, nos


planteamos la producción de todos los materiales que puedan servir de
guía y orientación a tutores (as), facilitadores(as) y activadores(as).

En tal sentido presentamos el Manual sobre Diagnóstico


Participativo Comunitario, con el cual pretendemos brindar una
herramienta de trabajo que facilite esta importante estrategia formativa.

3
En vista de que es este un proceso en permanente construcción,
los documentos que estamos produciendo no están totalmente
acabados y por ello los invitamos a que nos acompañen en su revisión y
nos den aportes para procurar los cambios que reclama nuestra
Revolución Bolivariana.

INTRODUCCIÓN

La aprobación de la Constitución de la República Bolivariana de


Venezuela marcó el inicio de una profunda transformación del sistema
educativo venezolano. A partir de ese momento, la intención educativa
se orienta a la gestación del hombre nuevo, de un sujeto capaz de
construir una sociedad justa, lo cual implica comprender y aceptar la
diversidad multi y pluricultural que nos compone como pueblo y asumir
el ejercicio soberano y solidario de la territorialidad, la igualdad de
género, la inclusión de las minorías, del pensamiento y las formas
emergentes de aprendizaje.

Esta nueva carta magna abre las puertas para proponer sistemas
educativos alternativos, capaces de fomentar la igualdad de
oportunidades de estudio, la flexibilidad curricular, la pedagogía
liberadora, la simplificación de trámites académicos y administrativos, el
fortalecimiento de la formación andrago-pedagógica del sujeto que
aprende y del docente, así como un proceso académico vinculado a las
necesidades de la sociedad, de las comunidades, de la localidad.

En este proceso de transformación se hace indispensable gestar


modelos que se sustenten en el aprendizaje y no en la enseñanza, en la
evaluación formativa y no la evaluación punitiva, en el equipo y no en el
individuo, en el proyecto y no en la materia, en la cultura de la
coordinación y no en la cultura de la subordinación, en la autonomía
como responsabilidad social y no en la autonomía como privilegio.

En este contexto, el Consejo Nacional de la Cultura (CONAC) y la


Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez (UNESR), en el año

4
2004, firman un Convenio Marco de Cooperación que da origen al
proyecto educativo Misión Cultura1, a través del cual se hace posible
el otorgamiento del título de Licenciado (a) en Educación, mención
Desarrollo Cultural.

Las ideas de Freire, Apple, Giroux, McLaren y otros, se hacen presente en esta
propuesta para concebir la educación como una acción política y de resistencia cultural,
cuyo último objetivo es la construcción de una conciencia crítica en el y la participante, ya
que deben asumir el control cogestionario de su proceso formativo, en función de la
generación de espacios educativos y ciudadanos que garanticen la justicia social y la
dignidad de los pueblos.

La modalidad de estudio en la cual se inserta este proyecto


educativo es, fundamentalmente, el Aprendizaje por Proyecto, propuesta
curricular y académica en el marco del Método de Proyecto que ha
venido desarrollando en los últimos 30 años el Centro de
Experimentación para el Aprendizaje Permanente2 (CEPAP). Esta
modalidad responde a una matriz curricular integral e integradora,
abierta y en proceso de construcción permanente, que se centra en la
vivencia, la reflexión y reflexibilidad, la acción transdisciplinaria y la
formación teórico conceptual (CEPAP, 2005), y tiene “un sustento teórico
y una expresión metodológica cuya intención formativa y de
transformación social se canaliza a través de la realización de proyectos
de aprendizaje” (Mirabal, Hernández, González, 2004).

Los Proyectos de Aprendizaje, son un conjunto de actividades


formuladas y diseñadas, así como acciones desarrolladas y evaluadas
en forma sistemática, con la finalidad de transformar una realidad
concreta a través de la práctica cotidiana y adquirir las competencias
necesarias como educador o educadora mediante los objetivos de

1
Actualmente, la Misión Cultura se ha transformado en una Fundación, cuyo objetivo es “desarrollar
acciones destinadas a propiciar el estudio, la formación, la investigación, el análisis y la difusión en materia
socio-cultural, política y educativa en sus distintas manifestaciones; lo cual servirá de base para rescatar,
recrear, fortalecer y fomentar la identidad nacional e ideológica, las culturas populares de los pueblos
indígenas, europeas y africanas constitutivas de la venezolanidad, en pro de la construcción de la patria
socialista fundamentada en el respeto de todas las corrientes humanistas del pensamiento y en la
integración de la cultura latinoamericana, en aplicación del Plan de Desarrollo Económico y Social de la
Nación, así como de los lineamientos, políticas y planes emanados de la Comisión Central de Planificación.”
MISIÓN CULTURA. (2008, artículo 2).

2
El Centro de Experimentación para el Aprendizaje Permanente (CEPAP) es un programa adscrito al Vice-
Rectorado Académico de la Universidad Experimental Simón Rodríguez cuya misión consiste en “generar,
sistematizar, intercambiar y difundir conocimientos en el ámbito socio-educativo que contribuyan, tanto al
mejoramiento constante de la educación como a la transformación de los entornos sociales, comunitarios e
institucionales donde estos conocimientos se producen” (CEPAP, 1996, pág. 9). Su modalidad de estudio se
fundamenta en un sistema curricular flexible, abierto, personalizado y transformador que permite a los
participantes obtener un reconocimiento académico a nivel de licenciatura en educación.

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aprendizaje expresados en el proyecto, los cuales deben estar
vinculados a los ejes temáticos referenciales presentes en la matriz
curricular de la Misión Cultura.

Esta propuesta curricular permite a los activadores y activadores


de la Misión, adquirir y evidenciar aprendizajes para su reconocimiento
académico; elaborar teorías y metodologías que impulsen un nuevo
saber, engendrador de la conciencia crítica y de la conciencia política
como estadios de desarrollo socio-cultural para la liberación; y
desarrollar acciones transformadoras en sus contextos socio educativo y
cultural.

El desarrollo de los Proyectos de Aprendizaje comprende tres


momentos: la proposición de proyecto, la ejecución o desarrollo y la
elaboración del informe de aprendizaje. Sin embargo, para abordarlos se
debe primeramente identificar las necesidades formativas a través de la
elaboración de la autobiografía y los perfiles de aprendizaje.
Posteriormente, realizar un diagnóstico participativo comunitario que
permita detectar los problemas, las necesidades, fortalezas e intereses
de la comunidad en la cual el o la estudiante se encuentra activando, a
fin de seleccionar una necesidad o interés y a partir de ello, plantear
objetivos de transformación que puedan ser asumidos en co-relación con
las necesidades formativas u objetivos de aprendizaje.

En este sentido, se hace necesario presentar un manual de


diagnóstico participativo comunitario que sirva como guía o punto de
referencia para abordar el trabajo comunitario, la jerarquización de los
problemas, intereses y necesidades de la comunidad, y la pertinencia de
seleccionar un tema de estudio acorde a las potencialidades de acción
de los activadores y activadoras y a sus necesidades de aprendizaje.

El presente manual en un primer momento aborda la concepción


epistemológica desde la cual la Misión Cultura concibe la construcción
del conocimiento y, por tanto, el diagnóstico de la realidad en
movimiento; un segundo momento para la conceptualización de lo que
es un diagnóstico participativo comunitario; posteriormente, un tercer
momento dedicado a las estrategias y técnicas metodológicas para el
abordaje del diagnóstico; y finalmente, el cuarto momento para el
componente ético representado por el carácter participativo de la
propuesta.

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CONSTRUCCIÓN DE CONOCIMIENTO

La Misión Cultura desarrolla su acción educativa en el campo de la


formación de activadores y activadoras culturales como licenciados y
licenciadas en Educación, mención Desarrollo Cultural, brindándole a los
y las participantes una propuesta alternativa con la cual se reconoce su
experiencia y la construcción académica de conocimientos obtenidos en
los diversos contextos donde desarrolla su acción socioeducativa. Para
ello acude al desarrollo de Proyectos de Aprendizaje, cuyos objetivos de
transformación y formación están vinculados a una matriz curricular
semi abierta y flexible.

En el marco de una nueva conciencia social basada en una ética


liberadora, este modelo educativo asume la experiencia como una
fuente de aprendizaje, por lo tanto se inicia con la identificación y el
reconocimiento del sujeto desde lo que es y lo que espera ser como
educador o educadora, de allí la elaboración de la autobiografía y los
perfiles de aprendizaje. Es pues, una propuesta desde la cual subyace
una profunda concepción humanista del proceso de aprendizaje,
integrador de los saberes del pueblo, que articula la realidad y el
proceso académico, tendiente a la generación de nuevos pensamientos,
de una conciencia crítica y de nuevas alternativas sociales de cambio,
en contraposición a la educación que deshumaniza, aquella que genera
una ruptura entre el hacedor y lo que se hace, impulsada por la
“educación bancaria” (FREIRE, 1995).

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En este marco referencial, es importante aclarar qué tipo de
enfoque o de concepción de las ciencias sociales se debe asumir para
realizar el Diagnóstico Participativo Comunitario a fin de seleccionar el
interés, la necesidad o el problema más viable para la elaboración de los
Proyectos de Aprendizaje, asumiendo que estamos en un contexto de
cambio basado en los principios de equidad, de igualdad, de
participación, de soberanía, de desarrollo endógeno y de dignidad
antiimperialista, entre otros, los cuales definen la concepción del estado
y de la convivencia social, como el pleno ejercicio del poder popular, que
se expresa en instancias de gestión, cogestión y autogestión, a través
de un proyecto liberador que integra el contenido libertario del ideario
de Simón Bolívar, Simón Rodríguez y Ezequiel Zamora, con la
cosmovisión amerindia, con la inspiración del cristianismo originario y
con el espíritu afrocaribeño, incorporando los aportes científicos de las
teorías universales de emancipación.

En este sentido, toda acción investigativa y de generación de


conocimiento no puede continuar alimentando, los valores de
individualismo, de competencia y de consumismo lucrativo. Por lo tanto,
las ciencias sociales para la revolución, además de ser dinámicas y
flexibles, deben ser contundentes ante la arremetida del pensamiento
único neoliberal, revistiéndose de una fuerte carga de experiencias
colectivas, de una entramada articulación cooperativa y de una rica
creatividad en lo social, en lo estético y en lo espiritual.

El o la participante debe estar conciente que la realidad


comunitaria que va a estudiar es una construcción social, que no es
preexistente, esta en movimiento constante, y por tanto, debe asumir el
compromiso de construir conocimiento desde la intersubjetividad, desde
la interacción con el otro o la otra, desde la relación con los vecinos y
vecinas, y alejarse de esa concepción objetivista que piensa que el
conocimiento ya existe y solo se debe acceder a él. La corriente que
sustenta esta visión onto- epistemológica es el humanismo radical, el
cual concibe el problema no desde la estructura sino desde la
conciencia, desde el entendimiento reflexivo entre los seres humanos y
que se afianza en el sentido de comunidad3 con otros intérpretes, otras sociedades y
períodos.

3
“Una comunidad es una agrupación o conjunto de personas que habitan un espacio geográfico delimitado y
delimitable, cuyos miembros tienen conciencia de pertenencia o de identificación con algún símbolo local y
que interaccionan entre sí más intensamente que en otro contexto, operando en redes de comunicación,
intereses y apoyo mutuo, con el propósito de alcanzar determinados objetivos, satisfacer necesidades,
resolver problemas o desempeñar funciones sociales relevantes a nivel local” (ANDER-EGG, E. 2003, pág.
33).

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Cabe entonces aclarar, que si bien es cierta la necesidad de la
información estadística en todo abordaje social, obtenida a través del
uso de instrumentos técnicos como la entrevista, la encuesta y otros
recursos de recopilación de información y que en el caso de un
diagnóstico participativo puede ser elemental para la toma de
decisiones, también es verdad, que dentro del carácter transformador
del proceso formativo, debe dejar de confundirse el diagnóstico
con la exclusiva tarea de aplicación de esos medios de
acumulación de información sobre datos cuantitativos.

De acuerdo a estas ideas, un Diagnóstico Participativo


Comunitario en el marco de la construcción de conocimiento y de
organización popular, es esencialmente cultural y socio-político,
orientado al protagonismo de las comunidades en la construcción del
conocimiento sobre su misma realidad. Esta construcción
colectiva del conocimiento, al no realizarse en forma individual por el o
la participante, sino en contextos grupales, constituye un hecho político
porque implica un fenómeno de participación y de ejercicio de
poder popular, pero además, al referirse a la construcción del
conocimiento es también un hecho cultural, ya que las personas de la
comunidad y el activador o activadora tienen una nueva idea, una nueva
visión, una nueva síntesis, sobre sí mismos, no como individualidades
sino como un sujeto colectivo. En tal sentido, el diagnóstico
participativo es un proceso político-cultural, que da lugar a la identidad,
ya que ese autoreconocimiento colectivo promueve el paso de la
conciencia del soy a la conciencia del somos. Este modo de ir
transformando la centralidad en el yo para colocarla en el somos,
además de abrir caminos hacia la autoestima colectiva, constituye el
primer nivel de concienciación de la realidad. Y este proceso permitirá
una mayor asertividad a los y las estudiantes para la selección del tema.

De este modo, los Proyectos de Aprendizaje podrán expresar el


verdadero sentir y hacer revolucionario en la medida en que se asuma el
diagnóstico comunitario participativo como un proceso de
autoreconocimiento comunal, el cual se nutre con la elaboración
de la historia local, censo patrimonial comunal, planificación
participativa vecinal, trabajo voluntario, trabajo colectivo
cogestionario y autogestionario.

De allí que por ahora se puede hablar de tres estadios para el


abordaje del diagnóstico. El primero, donde los y las participantes junto
con la comunidad comienzan a identificar sus intereses, necesidades y
capacidades comunes. El segundo, donde identifican sus potencialidades
y sus recursos endógenos y vincula estas identificaciones con las líneas
estratégicas del proyecto de cambio y aprendizaje. El tercer estadio, es

9
cuando los activadores y activadoras seleccionan el tema en el marco
de la utopía socialista concreta.

Ahora, la posibilidad de interactuar con la comunidad en la cual se


activa, es también un proceso de aprendizaje sobre sí mismos
(construcción colectiva del conocimiento) que modifica las
estructuras intelectuales de pensamiento, cambiando la idea de
abandonar la comunidad, por un principio de arraigo endógeno y de
sentido de pertenencia, lo cual también podría considerarse de acuerdo
a la conceptualización marxista como un primer nivel de conciencia
de clase, el cual no se produce por la mecánica introducción de
conceptos, sino combinando el análisis de la experiencia
cotidiana (lo concreto), con el aporte documental y oral de lo
teórico (lo abstracto), pero a través de didácticas donde se
comienza por lo concreto para llegar a lo abstracto.

Por otro lado, es importante resaltar que el diagnóstico


participativo comunitario no debe en ningún momento expresar el punto
de vista de agentes externos (técnicos, políticos, etc.), sino que el
contenido debe ser un acuerdo entre los miembros de la comunidad, un
consenso y una síntesis colectiva, porque sólo en la medida que los
pobladores de un sector se sientan productores, autores y sujetos de lo
que contenga el diagnóstico, estarán en condiciones de disponibilidad
para la participación, ya que serían los aportes de esas conclusiones, en
las que se autorreconocerían, identificarían y arraigarían, apropiándose
de unidad y alcanzando cada día más y mejores niveles de conciencia de
clase.

CONCEPTUALIZACIÓN

Para realizar un Proyecto de Aprendizaje desde el modelo


educativo que desarrolla la Misión Cultura, se requiere con antelación
determinar las necesidades formativas del activador o activadora a
través de la autobiografía y los perfiles de aprendizaje; pero
igualmente, detectar los problemas, necesidades e intereses de las
comunidades en las cuales los y las participantes se encuentran
activando, a fin de seleccionar la temática de acción a tratar, para ello
es necesario realizar un diagnóstico participativo comunitario.

El término diagnóstico remite a un proceso que nos permite el


conocimiento y la comprensión de una determinada realidad,
identificando las necesidades, los problemas, potencialidades,

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capacidades e intereses sentidos; así como, el análisis de la posibilidad
de respuesta de los mismos. En palabras de Marcos Mejía y Myriam
Award (2007, pág. 176), cuando se habla de diagnóstico se hace
referencia “al logro de una visión clara entorno a un aspecto de la
realidad, sea éste un grupo humano, un entorno sociocultural, una zona
geográfica, teniendo presente que no es posible, en ninguna
circunstancia, agotar de manera absoluta el conocimiento sobre tal
aspecto”.

Sin embargo, ¿a qué nos referimos cuando hablamos de un


Diagnóstico Participativo Comunitario?

Diagnóstico Participativo Comunitario

El diagnóstico tradicional de las comunidades, se ha venido


enmarcando dentro de la manera de actuar que caracteriza a las
ciencias sociales tradicionales, que entre otros principios excluyentes,
plantean la existencia de unos pocos señores expertos (élites o cúpulas
intelectuales y profesionales), quienes determinan y definen el
conocimiento de la realidad, mientras que el resto de la sociedad debe
aceptar pasivamente las verdades que esas minorías académicas
decidan.

Contrario a ello, el Diagnóstico Participativo Comunitario, sin


despreciar el aporte técnico y político de los científicos sociales u otras
áreas del conocimiento, privilegia la participación de los miembros de la
comunidad en la construcción colectiva del conocimiento sobre
la realidad, estableciendo una relación de intercambio democrático,
participativo y protagónico entre los profesionales y los habitantes de
los barrios, caseríos, urbanizaciones o pequeños poblados. No
confundiendo este intercambio, con la transmisión unilateral de
informaciones, sino dentro de un espíritu de diálogo de saberes, donde
los expertos aprendan de las comunidades y donde estas aprendan de
los profesionales. Este aprendizaje, basado en el intercambio, pasa por
asumir que la verdad sobre la realidad de la comunidad siempre es una
búsqueda compartida, que requiere mucha escucha crítica de parte y
parte, mucha creatividad, mucha flexibilidad, pero también de disciplina
y de sistematización para así ser contundente en la confrontación con
las verdaderas de la cultura dominante.

Entonces para los y las profesionales, los activadores y las


activadoras, promotores y promotoras sociales que siempre han
estado acostumbrados a llevarle la información a las comunidades, a
orientarlas y a dirigirlas, el diagnóstico participativo se presenta como
una gran oportunidad para cambiar los estilos de relación con las

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comunidades, transformar métodos de trabajo y modificar los
contenidos con los que se ha intentado explicar la realidad desde el
enfoque de los poderosos. Por eso actuar de esta manera, es un acto
de libertad que permite aprender la comunicación con el pueblo,
evitando que los dogmas castren la verdad de los sectores
desposeídos, sin que ello signifique abandonar el patrimonio
ideológico de los revolucionarios que se ha venido acumulando
durante muchos años de lucha y de debate. Con la incorporación del
saber popular sobre las realidades concretas de las comunidades, los
individuos y grupos revolucionarios, contextualizan, adaptan,
enriquecen y nutren el contenido del patrimonio ideológico. Asimismo,
los sectores desposeídos no sólo comparten información sobre sus
distintas situaciones, sino que también al compartir sus experiencias y
sus puntos de vistas, de cara a los aportes metodológicos de los
técnicos y al marco teórico de los actores políticos, acceden a la toma
de conciencia de clase desde el lugar concreto donde viven.

En este sentido, podemos conceptualizar el Diagnóstico


Participativo Comunitario desde tres dimensiones que se
interrelacionan entre sí:

Desde la dimensión política:


“… es la vanguardia revolucionaria y para los
profesionales, promotores y técnicos de buena voluntad,
una posibilidad para acercarse a la población, y a partir de
allí ayudar a aproximarla al proyecto estratégico de
cambio, partiendo de los intereses y necesidades de las
comunidades y de los postulados básicos del marco
constitucional” (GUARIGUATA, J. 2004)

Desde la dimensión comunitaria:


Es el autoreconocimiento y reconocimiento que los
miembros de la comunidad hacen de su hábitat para saber
y comprender la realidad que los caracteriza y compone
como agrupación, partiendo de la identificación y discusión
crítica de los problemas y necesidades comunes, así como
de los recursos y las potencialidades propias de la localidad
para actuar a favor del desarrollo colectivo.

Desde la dimensión educativa:


Es un proceso que permite conocer y jerarquizar los
problemas, las necesidades, los intereses y las fortalezas
de una comunidad para seleccionar la temática a abordar y
priorizar las acciones educativas a desarrollar a fin de
cubrir unas necesidades de aprendizaje en función de la
transformación social de la localidad donde se activa. La
información que se produzca del diagnóstico servirá para
orientar la elaboración del Proyecto de Aprendizaje. (MISIÓN
CULTURA, 2008)

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Para elaborar el Diagnóstico Participativo Comunitario, el o la
participante puede acudir a la información que brinda el trabajo de
Historia Local y el Censo de Patrimonio Cultural que se ha
realizado en una primera etapa del proceso formativo de la Misión.

Para qué un Diagnostico Participativo Comunitario

El Diagnóstico Participativo permite que el o la participante


mientras desarrolla su acción investigadora vaya comprendiendo la
situación comunal, detectando los problemas y obstáculos que impiden
su desarrollo, así como las capacidades, potencialidades y posibilidades
para superar esos obstáculos, además de proporcionar elementos para
establecer las prioridades educativas y de transformación necesarias en
la planificación y ejecución de los Proyectos de Aprendizaje..

Igualmente, sensibiliza y motiva a los actores de este proceso para


el cambio, la construcción colectiva de conocimiento, el fortalecimiento
de una conciencia crítica sobre si mismo y el contexto donde viven. Los
sujetos se hacen protagonistas activos de un diálogo donde todos
intercambian informaciones, interpretaciones, puntos de vista y
significados, escuchando y construyendo cooperativamente nuevas
interpretaciones. El diagnóstico permite establecer la relación entre lo
coyuntural y lo estratégico, entre el corto, mediano y largo plazo, entre
lo local y lo global. Debe impulsar un proceso de ideologización, donde
intervienen y se transforman los puntos de vista de la comunidad y se
enriquece el elemento teórico para la transformación, reforzando el
poder popular, las experiencias de aprendizaje y la capacidad de
diálogo.

Esta ruta, donde los habitantes de una comunidad entre sí mismos


y estos (as) con los y las participantes, van adquiriendo nuevas
comprensiones de la realidad, contribuye a que el proceso formativo de
los sujetos que aprenden sea una construcción permanente, donde se
combinen el principio de partir de los intereses y necesidades de la
comunidad con los objetivos del proyecto estratégico de cambio y los
objetivos situacionales de formación. Allí radica la pertinencia del
diagnóstico participativo comunitario y el levantamiento de la historia
local, como factores de formación para la identidad autónoma y
soberana, correspondiente a una nueva conciencia de clase, generadora
de arraigo transformador y de sentido de pertenencia.

En este sentido, hay que tener en cuenta que un diagnóstico


participativo “no se hace sólo por la necesidad de dar inicio a un proceso
(formativo) sino que, a lo largo del trabajo educativo, ese conocimiento

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se constituye en insumo básico del proceso mismo de reflexión,
construcción y producción de sentido con los sujetos participantes”.
(MEJÍA y AWARD, 2007, pág. 176).

Igualmente, es importante que el activador y activadora


conciencie que mientras mejor conozca y comprenda la comunidad
donde activa, tendrá más posibilidades de proponer políticas culturales,
promocionar la organización cultural en su localidad y emprender
acciones para afianzar la identidad como pueblo que nos caracteriza a
partir del fortalecimiento de principios éticos y la generación de nuevas
propuestas emprendedoras.

Organización del diagnóstico

La propuesta académica de la Misión Cultura, establece que un


grupo de tres activadores o activadoras se agrupan para trabajar en
colectivo el diagnóstico comunitario y los proyectos de aprendizaje. Sin
embargo, este equipo se complementa con todos los miembros de la
comunidad que deseen participar en el mismo.

La función organizativa tendrá como finalidad establecer los


acuerdos logísticos, de trabajo, de evaluación y sistematización de la
experiencia necesarios para alcanzar los objetivos. Es recomendable que
este esfuerzo de organización se articule con los Consejos Comunales a
fin de unificar voluntades que permitan una mayor viabilidad del
proceso a desarrollar.

El equipo organizador debe garantizar la progresiva inclusión de


los ciudadanos y ciudadanas al sistema de participación comunal, y
además, debe impulsar un saldo de organización y de ética colectiva en
la comunidad expresado en una solidaridad cooperativa, una
participación crítica y un espíritu de convivencia socio productivo.

En este sentido, es importante destacar que “sin liderazgo,


disciplina, orden, decisión, objetivos, tareas que cumplir y cuentas que
rendir no existe organización y sin esta se diluye la acción
revolucionaria” (BLANCO, G. 2005, pág. 68).

MOMENTOS METODOLÓGICOS

El aspecto metodológico es un punto central dentro de la


propuesta, ya que en éste se traduce en forma operativa y

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procedimental la concepción del proyecto de cambio. La coherencia
entre el discurso revolucionario y la acción liberadora se define
precisamente en la aplicación del método (GUARIGUATA, 2004).

Medios Estéticos Alternativos

La primera propuesta que podemos destacar es la que José


Guariguata (2004), llama Medios Estéticos Alternativos, y
conceptualiza como herramientas que se utilizan durante todo el
diagnóstico para estimular la participación o para comunicar los
acuerdos y consensos a que llegan los sujetos participantes en cada
uno de los momentos del diagnóstico.

La manera como se trabajan estos medios estéticos alternativos,


consiste en que los acuerdos de todas las reuniones, conversatorios
problematizadores, talleres, consultas y los resultados de las
observaciones participantes, encuestas, entrevistas participativas y
otros instrumentos de recopilación de información utilizados por las
organizaciones populares, son primero registrados en papelógrafos
desplegables en las paredes a la vista de todos los y las presentes o de
los y las transeúntes. Luego a partir de esa información desplegada que
comenzaremos a llamar contenido, los mismos vecinos y vecinas de
acuerdo a sus capacidades y habilidades, en el ejercicio de la
comunicación comunitaria, conviertan ese contenido en una
manifestación o expresión artística como el canto, el teatro, la danza, la
literatura, la pintura, entre otras. Algunas herramientas de esta
propuesta se pueden ver en el Anexo Nº 1.

Por otro lado, los estudios diagnósticos, generalmente, están


divididos en pasos, etapas o fases que buscan estructurar de una forma
coherente el camino para abordar la investigación de la realidad. En el
caso de esta propuesta la estructura gira en torno a momentos. En este
sentido, los momentos del diagnóstico participativo comunitario que
proponemos, son:
• Planificación del Diagnóstico
• Recopilación y análisis de la información
• Elaboración del informe de resultados
• Presentación de resultados y evaluación con la comunidad

Planificación del diagnóstico

La planificación del diagnóstico comprende un momento en el


cual el equipo de trabajo decide cómo convocar a la comunidad, qué

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información se requiere recoger, qué técnicas se pueden utilizar y qué
instrumentos pueden servir.

Para convocar a la comunidad los organizadores pueden utilizar un


medio estético alternativo4 para impulsar el desarrollo de asambleas,
conversatorios, talleres, presentaciones artísticas o cualquier otra
estrategia que de acuerdo a las características de la comunidad se crea
más efectiva. Es importante para el momento de la planificación y el
intercambio de experiencias tener en cuenta algunas observaciones:

• Comprender todos estos encuentros como un conjunto de


actividades de calentamiento, construcción de confianza,
motivación y conocimiento mutuo. Se considera siempre oportuna
una ronda de presentación social no importa que ya todos se
conozcan. En esta ronda cada uno expondrá: su nombre y apellido,
el número de hijos, los años de vida en la comunidad, el vecino o
vecina en el que más confía y la dirección exacta. Se propone
orientar esta pauta de conocimiento, de tal manera que si son
muchos los y las asistentes, se sugiera que la presentación sea
elemental, pero si son menos de veinte, cada quien puede
extenderse con alguna anécdota de su vida. No se debe suspender
ninguna reunión aunque sean muy pocos los asistentes.
• Cuando ya existe un Consejo Comunal y los vecinos y vecinas se
conocen demasiado e incluso pueden existir conflictos, se inicia de
una vez la evaluación de la situación en éste aspecto. Después de
esta evaluación se procede a estructurar el trabajo de diagnóstico.
• Tener claridad con respecto a las fases del diagnóstico y al
programa de acción a desarrollar para realizar ese diagnóstico, a
fin de presentar una propuesta coherente de los aspectos a tomar
en cuenta.
• Promover con la comunidad un primer intercambio sobre los
distintos tópicos a desarrollar. Este intercambio primero se realiza
en asamblea y si hay suficientes participantes (si hay más de
treinta y cinco) se organizan mesas de trabajo, una por cada
aspecto. Luego en plenaria cada vocero o vocera de mesa expone
en papelógrafo la información que se ha acumulado. Después se
consulta a la asamblea aspectos por aspectos a ver si falta algún
rubro.
• Es probable que quienes hayan asistido a las primeras asambleas
no sean la mayoría de los vecinos o vecinas, entonces es
4
Recordemos que los medios estéticos alternativos son herramientas que se utilizan en el diagnóstico para
estimular la participación o para comunicar los acuerdos y consensos a que llegan los miembros de la
comunidad.

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necesario desatar una campaña de masificación del
intercambio, usando medios estéticos alternativos de
consulta.
• Es importante sistematizar toda la experiencia en cuadros e irla
chequeando a ver si está completa y actualizada.
• Se sugiere que desde el principio en la promoción del diagnóstico
participativo comunitario se convoquen a todas las misiones, al
personal de la escuela, del centro de salud, de otros organismos
que funcionen en la Comunidad y a todos los grupos organizados,
de tal manera que no se repita un trabajo ya realizado, no se
sature a la comunidad y también para que se inicie la articulación.
• Establecer unos criterios para la jerarquización de los problemas,
intereses o necesidades. Esta jerarquización debe ser decidida en
las primeras reuniones o asambleas, sin que haya suficiente
procesamiento o análisis, porque esa esquematización inicial, la
hace el equipo organizador a través de la comisión de registro, a
partir de la información que ha venido acumulando. (ver cuadro Nº
1).
• Establecer una clasificación de las situaciones de acuerdo al orden
de urgencia y de ubicación en el tiempo de la planificación. Los
activadores y activadoras deben jerarquizar en el análisis los
problemas que pueden abordar de acuerdo a sus competencias y
a las necesidades formativas que les establece los ejes
referenciales de la matriz curricular.

Otro de los aspectos a tomar en cuenta es la información que se


desea recoger para conocer y comprender los problemas, necesidades e
intereses de la comunidad, esta información se puede construir a partir
de los rubros que se señalan a continuación:

• Las necesidades y problemáticas (servicios, empleo, hábitat y


vivienda, educación, salud, alimentación, derechos sociales en
general, calidad material de vida, situaciones ambientales,
conflictos intrafamiliares, conflictos intervecinales , situación de
los programas de alcaldía y gobernaciones, de las instituciones en
general, de las misiones).
• Capacidades presentes en la comunidad (oficios que dominan
los vecinos y vecinas, saberes artesanales, saberes técnicos,
medicina tradicional, artes culinarias, profesionales, etc., conviene
que esta información refleje las cantidades en cada área, para ello
el equipo promotor puede diseñar encuestas, entrevistas y

17
censos, cuya información luego se reflejaría en cuadros de
resumen).
• Potencialidades de la comunidad (ubicación geográfica:
cercanía a industrias, a empleos, a fuentes naturales de vida,
recursos naturales como el agua, el tipo de suelo y materiales
como máquinas, utensilios de trabajo, todo tipo de herramientas,
instrumentos de carpintería, plomería, de albañilería y de otras
labores similares presentes en el vecindario, espacios territoriales
disponibles, locales a la disposición, parques, escuelas,
ambulatorios y otras instituciones, capitales autóctonos
disponibles, posibilidades de créditos, de inversiones y otras
condiciones favorables que puedan beneficiar a todos).
• El desarrollo organizativo (número de organizaciones, sus
creaciones, sus trayectorias, sus impactos en la comunidad, la
capacidad de sus lideres, sus oportunidades de participación, la
articulación con otros grupos dentro o fuera de la comunidad, las
formas de participación en el consejo comunal, la credibilidad,
etc.).
• El territorio y la población (límites geográficos, número de
niños, número de madres solteras, número total de mujeres,
número de jóvenes, estudiando, trabajando o sin actividad regular,
número de ancianos, número de médicos, situación general de
todos ellos, usando gráficos, instrumentos cuantitativos y
descripciones como resultado de las observaciones y
recopilaciones).
• La convivencia (los valores, los principios, las actitudes y la ética
con sentido positivo dentro de la comunidad, los conflictos
intrafamiliares, los conflictos intervecinales, los abusos de poder,
los atropellos burocráticos y los excesos entre los vecinos y por
parte de instancias externas a la comunidad).
• El catastro (viviendas: tipos, número, forma de propiedad,
número de familias, calles, bodegas y uso del territorio, situación
general de cada uno de estos, a través de croquis, mapas y
descripciones).
• Imaginario colectivo comunal: se refiere a la Comunidad que se
aspira tener: servicios, infraestructura, convivencia, articulaciones,
relaciones de poder, desarrollo cultural y calidad material y
espiritual de vida, usando dibujos, imágenes, representaciones e
invitando a niños, jóvenes, adultos y ancianos a ejercicios de
prefiguración.

18
Para el abordaje del diagnóstico participativo comunitario existen
muchas técnicas e instrumentos que son de gran utilidad, primeramente
por su carácter participativo y, en segundo lugar, por su capacidad para
incorporar al sujeto que aprende a la investigación. Sin embargo, a
continuación se presentaran tres técnicas que se consideran las más
frecuentes para el estudio de la realidad comunal, como lo son: la
observación participante, las entrevistas participativas y los
conversatorios problematizadores.

Recopilación y análisis de la información

Como se viene indicando para la recopilación de información


existe una gama de técnicas (ver anexo Nº 2) que desde hace mucho
tiempo han venido empleándose en experiencias orientadas por el
enfoque de Educación Popular Liberadora, entre las cuales tenemos:

VISITA A LAS
ORGANIZACIONES
POPULARES HISTORIA DE LA VISITAS
PRESENTES EN LA COMUNIDAD CASA POR CASA
COMUNIDAD

OBSERVACIÓN
ENTREVISTAS PARTICIPATIVA
INDIVIDUALES COMUNITARIA

VISITAS A
INSTITUCIONES
ENTREVISTAS
¿COMO? PRESENTES EN
GRUPALES
LA COMUNIDAD

RECOLECCIÓN Y
ANÁLISIS DE
INFORMACIÓN ENCUESTAS
ESTADÍSTICA

TÉCNICAS
PARTICIPATIVAS
SOCIO DRAMA
CONVERSATORIO
LLUVIA DE ASAMBLEAS
COMUNITARIO
IDEAS COMUNITARIAS
ÁRBOL SOCIAL
OTRAS

19
De todas estas técnicas consideramos importante ahondar en tres
de ellas por su importancia y frecuencia de utilización en el trabajo
comunitario, ellas son: la observación participante, las entrevistas
participativas y los conversatorios problematizadores.

• Observación participante: es una actividad sistemática que


busca el registro y la descripción detallada y analítica de la vida
cotidiana de las personas de una comunidad o de la comunidad en
sí misma, con el objetivo de conocer desde adentro la realidad
que se construye en un determinado espacio o situación. El
observador participante “se convierte en el principal instrumento
de recogida de datos, en el sentido de actor del proceso que
implica la captación de la realidad, y con la capacidad para aportar
datos tan fiables como los generados por medios más objetivos”
(ANGUERA, M. 1995, pág. 73). Esta técnica exige del activador o
activadora una actitud empática, de comprensión y curiosidad
científica desde una mirada horizontal que se refleja en los ojos del
otro. Para realizar una buena observación participante el o la
participante debe tener siempre claro los aspectos a tomar en
cuenta en el diagnostico: qué deseamos diagnosticar, por qué
queremos diagnosticar, y particularmente que se tiene que
observar. Entre los instrumentos que se pueden utilizar para esta
técnica están las notas de campo o los cuadernos de registro de
observación y grabaciones.
• Entrevistas participativas: Esta técnica se realiza
colectivamente para conocer el interés común de las personas en
relación a una determinada situación a partir de las preguntas
formuladas por el (los) investigador (es). Las personas convocadas
se consideran informantes claves, ya que, poseen un conocimiento
basto de la situación plateada o pertenecen algún grupo
organizado e institución presente en la comunidad. Para
implementar esta técnica debemos tener en cuenta que los
entrevistados o entrevistadas deben estar de acuerdo con la
entrevista y tener una buena disposición para la misma, elaborar
una guía de preguntas de acuerdo a los aspectos considerados
importantes, evitar los debates y controversias y formular
preguntas sencillas que estimulen la libre expresión de los
entrevistados o entrevistadas (KAPLÚN, P. 1994). Igualmente, es
importante realizar la entrevista en un lugar cómodo. El

20
instrumento más utilizado en esta técnica es la grabación auditiva
o audiovisual.
• Conversatorios problematizadores: son reuniones o tertulias
con personas o grupos organizados de la comunidad donde se
plantea la realización de un análisis crítico de los problemas e
intereses, capacidades y potencialidades de la comunidad. En
estos, se planifican soluciones posibles, se evalúan estrategias, se
toman decisiones, se reflexiona por qué pasa o pasó lo que pasó,
se discute sobre lo aprendido, se analizan los errores y aciertos.
Con esta técnica se inician procesos de problematización5 y
concienciación comunitaria. En este sentido, es importante tener
en cuenta en el desarrollo los objetivos del diagnóstico para que la
discusión no se desvié, la palabra no sea acaparada por unos
pocos participantes y no se abran procesos de controversia que no
sean productivos para la discusión. Estos conversatorios
problematizadores buscan movilizar la conciencia del colectivo
desde una visión liberadora, ello según Barreiro (1974), es la
adquisición de conciencia de sí mismo como persona integrante de
una sociedad con la cual está comprometida porque en ella vive.

Para el análisis de la información es conveniente organizar la


información según los diferentes aspectos consultados, para ello se
pueden utilizar matrices como se presenta en el cuadro Nº 1, de tal
modo que se haga fácil analizarlos grupalmente, intercambiar ideas,
experiencias, hacer aportes sobre los aprendizajes obtenidos, sobre las
dificultades que se presentaron, es decir, que el análisis de la
información sea participativo y sirva para definir el próximo paso a
seguir.

Cuadro Nº 1
Matriz de Aspectos Consultados
Situación Área a la que Causas y Organismos Acciones, Actitudes y
pertenece la Efectos responsables Obras o valores de la
situación Proyectos comunidad y
organizaciones

Situación: aquí se debe describir el asunto de interés para la comunidad y puedan incluirse en el cuadro el
número de situaciones que los vecinos decidan. ( no necesariamente una problemática, puede ser una
virtud, una capacidad, unos recursos, una tradición a preservar, unos valores ). Área a la que pertenece la
situación: se refiere al área en la cual debe ubicarse la situación y puede ser: área social, área producción,
convivencial u otras.

5
Paulo Freire (1995) consideraba la problematización como un método para la liberación. “El educador
problematizador rehace constantemente su acto cognoscente en la cognoscibilidad de los educandos. Estos
en vez de ser dóciles receptores de los depósitos, se transforman ahora en investigadores críticos en dialogo
con el educador, quien a su vez es un investigador critico.” (BLANCO, G. 1994, pág. 51)

21
Con este cuadro y en asamblea con los vecinos y vecinas, se inicia
una clasificación de las situaciones de acuerdo al orden de urgencia, la
ubicación en el tiempo y la prioridad formativa. Con la comunidad se
decide cuales son aquellas situaciones que se deben abordar con
emergencia y son de atención inmediata con acciones de
contingencia, diferenciándolas de otras situaciones que se puedan
abordar con obras, programas o proyectos. De igual manera también se
decide cuales son las situaciones y aspiraciones que ameritan un
proceso formativo y que estén más vinculadas al mejoramiento
de la convivencia y al hecho socio-productivo.

En otras palabras, en este momento del diagnóstico la comunidad


debe llegar a consensos, entendidos como la síntesis o acuerdos de
carácter colectivo, que debe estar siempre precedido de un debate. El
consenso es el resultado del intercambio de las experiencias y de un
análisis colectivo de esas experiencias que constituyen la realidad de la
comunidad.

En el diagnóstico participativo comunitario debemos hablar de dos


consensos:
• Consenso para el diagnóstico de los problemas, intereses,
necesidades, capacidades, potencialidades y posibilidades de la
comunidad.
• Consenso para el diagnóstico de las necesidades formativas
presentes en la localidad de acuerdo a sus prioridades.

En este sentido, cabe preguntarnos ¿cómo llegar al consenso en una


metodología participativa como la que se propone?. Sobre este
planteamiento, José Guariguata(2007), manifiesta que es necesario
tomar en cuenta algunas consideraciones:

• La técnica fundamental es el registro abierto, cerrado y a través


de técnicas de recopilación de información y de cuadros síntesis.
• El debate es abierto, libre, respetuoso y establece normas para el
ejercicio equitativo de la palabra y para respetar el curso de la
toma de decisiones.
• Desde el inicio del intercambio de experiencias, se deben
establecer en forma colectiva, normas, principios, acuerdos, que
garanticen la escucha crítica, el respeto mutuo, el seguimiento a
los acuerdos, la defensa de las decisiones alcanzadas
progresivamente. Por ejemplo, que todo el que dice algo, debe
esperar que los otros expongan sus puntos de vista o solicitar

22
permiso a la asamblea para retirarse. Es decir creando una cultura
de responsabilidad con lo que se opina, se escucha o se debate.
También deben considerarse las maneras como se van a sancionar
los acuerdos y la distribución de responsabilidades en cuanto a
actas, registros, papeles desplegables.
• Se deben ir anotando y resaltando en forma especial las ideas,
aportes y propuestas que van apareciendo con mayor frecuencia
en el intercambio de experiencias y en el análisis colectivo.
• Se somete a la consideración de la asamblea y/o referéndum, las
tendencias y frecuencias que van apareciendo con mayor peso.
• La frecuencia o la tendencia que tenga mayor aprobación en la
asamblea y/o referéndum sería el consenso. Es necesario
comprender que el consenso para este caso es un cuerpo
compuesto por: la situación, su contexto local, político-ideológico,
global y sus posibles comportamientos.
• Es necesario tener en cuenta que el consenso puede venir
apareciendo desde el intercambio de experiencias o desde los
primeros momentos del análisis colectivo, lo que hacen los pasos
siguientes es confirmarlo o reafirmarlo, pero como eso no siempre
ocurre, considerando que el diagnóstico no es un fenómeno
meramente técnico sino sobre todo educativo y político, es
conveniente agotar el debate y formalizar los acuerdos en el acto
asambleario o en el acto refrendario.
• Al finalizar cada reunión, asamblea, taller, presentación estética o
cualquier actividad, el equipo que lleva registro o el grupo cultural
debe chequear con los vecinos lo que considera que es el
consenso, solicitando la sanción (aprobación, corrección o
desaprobación) y en la misma reunión debe también solicitarse
una evaluación de la actividad.

Para sistematizar el consenso, se sugiere que los acuerdos se


organicen en instrumentos de síntesis como los cuadros que
recomendamos a continuación. Los cuadros son sólo medios para
fijar y organizar la información y los consensos. Sin embargo, para
evitar el riesgo de que los cuadros limiten la flexibilidad es
conveniente que sean acompañados de otros instrumentos de registro
y sistematización (actas, registros etnográficos, abiertos o cerrados,
fotografías, videos, muestras y medios estéticos alternativos que
complementen lo que los cuadros no pueden expresar)

Cuadro Nº 2

23
Matriz para Sistematizar la Síntesis del Consenso del
Diagnóstico

Determinación de Prioridades de Acción


Alternativas de Solución Acuerdos
A ejecutar por A ejecutar por la generales
Análisis del contexto de la Situación Estado comunidad y
Descripción de la (política, económica, geográfica, actividades
Situación cultural) de difusión
de éste
consenso

Determinación de Necesidades Formativas


Especialida Nº de Vecinos a formar Acciones Responsables Acuerdos y
Área de Metas que
d de la a de las tareas
formación Niños Jóvenes Mujeres Ancianos se aspiran
formación adelantar acciones inmediatas

Elaboración del informe de resultados

Finalmente se elabora un informe de los resultados del


diagnóstico. Para ello podemos producir un material comprensible y
atractivo que refleja la información y los acuerdos más importantes. Con
la presentación de estos resultados se busca motivar a los miembros de
la comunidad a una discusión crítica sobre los hallazgos y problemas
reflejados y acordar juntos las acciones a emprender.

Igualmente, este informe permitirá comunicarle al colectivo la


información sobre las decisiones alcanzadas, de tal manera que para la
próxima etapa de planificación, los vecinos y vecinas de la comunidad
en progresiva incorporación, lo hagan teniendo alguna referencia para
participar. Cuando decimos esto, recordamos que al culminar el análisis
y el consenso para el diagnóstico de las prioridades, se debe iniciar el
diseño de la Proposición del Proyecto de Aprendizaje.

Presentación de resultados y evaluación con la comunidad

Para la presentación de los resultados al colectivo se pueden


utilizar los “medios estéticos alternativos”, sin embargo, es preferible
que con respecto a los instrumentos, medios, recursos y estrategias de
difusión del consenso y evaluación de los resultados, sea la inventiva

24
popular la que decida cuales se van a usar y a elaborar, combinando lo
tecnológico, con la creatividad y con lo artesanal.

Con relación a la evaluación, la idea es partir de la experiencia,


conocer y reflexionar sobre los factores que intervienen en una
determinada situación y las relaciones que se tejen entorno a ella. En
este momento, se contrastan las acciones pretendidas por la comunidad
con los objetivos de transformación y de aprendizaje que busca el
activador o activadora.

Identificación del problema, necesidad o interés de la comunidad

En el diagnóstico se trata de abordar experiencias que posibiliten


cubrir las necesidades de aprendizaje a corto y mediano plazo y alcanzar
los objetivos de transformación social aprovechando las potencialidades
de la comunidad. En tal sentido, es necesario sopesar la viabilidad de
cada proyecto en términos del tiempo y los recursos con que se cuenta.

En el momento de la elección de problemas, necesidades o intereses


que van a orientar el proyecto de aprendizaje es importante
reflexionar sobre lo siguiente: ¿Podemos abordar todos estos aspectos
con los recursos que tiene la comunidad?, ¿Cuánto tiempo requiere un
proyecto para la atención de los aspectos que estamos
seleccionando?, ¿Atendiendo estos aspectos podemos cubrir nuestras
necesidades formativas?, ¿Existen posibilidades reales para atender
los aspectos que estamos seleccionando?.

COMPONENTE ÉTICO

El Diagnóstico Participativo Comunitario, al ser el resultado del


debate y el consenso, gestado al calor del arraigo y el sentido de
pertenencia, teniendo como primera referencia para la comunidad, sus
intereses, necesidades y potencialidades, también va creando las
condiciones para la superación del individualismo competitivo y para la
aparición de una nueva ética en el pueblo, basada en la participación, la
convivencia, la cooperación, la solidaridad y la conciencia critica.

En este sentido, el diagnóstico debe impulsar una relación con el


otro en términos de igualdad, respeto y responsabilidad donde cada
participante sea reconocido como igual en la construcción de su historia,
la cual se gesta a través de una mirada crítica ética de las situaciones
presentes. Para Enrique Dussel (1998), la crítica ética se origina en una
comunidad o colectivo con el re-conocimiento de su dignidad y de su
posición excluyente en la no-participación discursiva de sus problemas e

25
intereses. La misma comunidad, en procesos de discusión y
problematización, va adquiriendo conciencia crítica, y ésta impulsa la
solidaridad y co-responsabilidad de sus miembros, para construir
colectivamente alternativas posibles.

Es así como, el componente ético en la acción de conocer esta


vinculado al carácter participativo del diagnóstico, a la ética relacional
que se establece entre y con la comunidad, a la apuesta por la creación
y el crecimiento de identidades criticas y maduras desde los contextos
comunitarios, que permitan que las personas se descubran a sí mismas,
descubran sus potencialidades, comiencen su transformación de objetos
a sujetos y desarrollen su protagonismo, tanto a nivel de generación de
conocimientos como a nivel del ejercicio del poder y de la toma de
decisiones (UBILLA. 2004). Los sujetos aprenden a diagnosticar, a
evaluar y a dominar herramientas de la planificación y en esa
experiencia abren las puertas para la apropiación de los valores
colectivos de la ética liberadora, reencontrándose con el ser y la
espiritualidad de sus ancestros amerindios y afrocaribeños.

Desde el punto de vista del o la participante, se contribuye a


formar a un educador o educadora con una ética liberadora, asumiendo
valores como la criticidad y la participación en las prácticas comunitarias
en contraposición a la racionalidad y lógica capitalista; la solidaridad, la
cooperación, la igualdad, la disciplina, el trabajo, la honestidad, el
respecto a la diversidad y a los derechos constitucionales.

La dimensión ética surge de la concepción del otro y su lugar en la


generación y en la acción del conocimiento, se expresa en el aspecto
ontológico mediante la definición del objeto de estudio; en la dimensión
epistemológica, a través de la relación de generación de conocimiento
entre los sujetos que conocen y aprenden; y en el aspecto metodológico
porque se transforman los modos y vías para conocer una determinada
realidad.

26
BIBLIOGRAFÍA

ANDER-EGG, E. (2003): Metodología y práctica del desarrollo de la


comunidad. Argentina. Ediciones Lumen.

ANGUERA, M. (1995): La observación participante. En: AGUIRRE, A (Ed.)


Etnografía, metodología cualitativa en la investigación sociocultural.
México. Editores Alfaomega.

BUSTILLOS, G y VARGAS, L. (S/F): Técnicas participativas para la


educación popular. España. Editorial popular.

CEPAP (1996): Lineamientos Curriculares e Investigativos del CEPAP.


Caracas: Ediciones Láser Plott.

27
BARREIRO, J. (1974): Educación Popular y Proceso de Concienciación.
México, Siglo XXI.

FREIRE, P. (1995): Pedagogía del oprimido. España. Siglo XXI.

GUARIGUATA, J. (2004): Gobiernos Comunitarios. Diagnóstico


Participativo comunitario. Guayana. Red Social Guayana.

GUARIGUATA, J. (2007): Automirada del Vecindario Mestizo. (Mimeo).


Guayana, Misión Cultura.

KAPLÚN, P. (1994): La comunidad cuenta su historia. Guía par investigar


una historia local con participación comunitaria. Caracas. CONAC.

MEJÍAS, M y AWARD, M. (2007): Educación popular hoy en tiempos de


globalización. Colombia. Ediciones Aurora.

MIRABAL, E. (2005): Diseño de un material instruccional de apoyo en CD


ROM para la unidad: Autobiografía y perfiles, del curso de Actualización
en método de proyecto. Anexo D.2. Universidad Nacional Experimental
Simón Rodríguez. Decanato de Postgrado. Maestría en Tecnología y
Diseño Educativo. Trabajo no publicado.

MISIÓN CULTURA (2008): Manual de proyectos de aprendizaje. Caracas.

UBILLA, P. (2004): Ética y pedagogía. En: Pedagogía de la resistencia.


Cuadernos de Educación popular. Argentina. Ediciones Madres de Plaza
de Mayo.

ANEXO Nº 1

Medios Estéticos Alternativos


José Guariguata
Automirada del Vecindario Mestizo
Abril, 2007

Medios Estéticos Alternativos que pueden servir para el trabajo de


educación popular en el diagnóstico participativo comunitario, los cuales
no necesariamente deben usarse como una receta, sino que deben
confiarse al uso del pueblo contando con su extraordinaria inventiva,
demostrada tanto en el cotidiano vivir, como en los momentos cuando la
historia ha demandado de su heroísmo liberador. Es así como existe la
plena seguridad que existen miles de iniciativas y producciones
similares a las aquí presentadas, que bien pueden usarse para los fines

28
de la formación ideológica, bajo la misma convicción del poeta Aquiles
Nazoa de creer “en los verdaderos poderes creadores del pueblo”.

Desplegables provocadores.
Se usan en reuniones, talleres, tertulias, donde se les pida a los presentes, que
dibujen, escriban frases o palabras en los papeles desplegados en la pared, señalando
los principales problemas, necesidades, conflictos, capacidades, potencialidades y
otros datos relevantes. Algunos de los papeles desplegados ya contienen previamente
dibujos o frases o palabras que deben provocar en los presentes alguna inquietud,
pensamiento, preocupación o adversión. El uso de esos dibujos, frases o palabras,
cuando se trate de la primera fase del diagnóstico o intercambio de las experiencias,
no debe nunca inducir a los vecinos a aceptar una sola versión de la realidad, sino más
bien a comunicar sus comentarios y luego sus puntos de vista. La idea es que cada
quien se exprese directamente en el papel, pero también se debe respetar a aquellos y
a aquellas que no quieran hacerlo, ayudándolos a que lo hagan de otra manera o
esperando que se manifiesten en otro momento.
Estos desplegados deben estar acompañados por un registro cerrado
(escritura en papel no desplegado) que luego pueda convertirse en acta, llevada por
los líderes vecinales o los promotores del diagnóstico.
Para iniciar el debate en el momento del análisis, se despliegan los
resultados de las primeras consultas y luego se trabaja, reflexionando y anotando en
registro abierto y cerrado, hasta seleccionar entre todos, las ideas de posible
consenso. Con dibujos frases o palabras en desplegables por varios lugares de la
comunidad, se masifica el acuerdo colectivo sobre: el problema más sentido, el
conflicto, la capacidad, la virtud o el recurso más relevantes. Se presenta un inventario
tanto de las necesidades como de las potencialidades. También se expone la
jerarquización, tanto de las necesidades, como de los conflictos, de las capacidades y
las potencialidades. Luego se puede proseguir a una descripción o ampliación de los
datos según el orden de jerarquía. Siempre estas exposiciones deben ser sugerentes,
atípicas, provocativas de opinión, de tal manera que permitan dar rienda suelta a los
pensamientos y puntos de vista de la comunidad.

Buzones Preguntones
Colocando buzones en sitios públicos (bodegas, canchas de bolas criollas, escuelas,
módulo de barrio adentro, iglesias, etc) con propuestas como por ejemplo: “introduzca en este buzón la
respuesta a la siguiente pregunta ¿Cuál cree usted que es el problema más importante de esta comunidad?
descríbalo y señale porque usted piensa que es el más importante”. Pero algo parecido se puede hacer con los
conflictos, con las capacidades, con las potencialidades y otros datos relevantes. Se pueden colocar buzones
por semana para cada aspecto o buzones simultáneos. Para cada fase del diagnóstico se selecciona un tipo de
planteamiento o pregunta, que puede estar acompañado de datos, recortes de prensa. También el buzón puede
servir para hacer el referéndum sobre lo que consideran los vecinos es la situación de mayor interés o
importancia para ellos. En el buzón cada quien tiene libertad de permanecer en el anonimato o hacer pública
su postura.

Murales coprotagónicos .
En el curso de las primeras consultas con la comunidad, los grafiteros, los
artistas plásticos, los muralistas o quienes tengan tendencia por la pintura, van

29
recogiendo los acuerdos que aparecen en las reuniones y los van plasmando en los
paredones. En otros casos a través de tomas con los niños, jóvenes y adultos, usando
el mismo contenido de los acuerdos a los que se va llegando en las reuniones, los
artistas plásticos dejan los grafitos, los murales o los cuadros por la mitad y estimulan
a que los participantes terminen esos trabajos con las ideas o reflexiones expresadas
en imágenes. De esa manera, la pintura, el mural o el grafito comenzarían a ser una
expresión colectiva, pero también el diagnóstico participativo sería una oportunidad
para iniciar a los vecinos en el arte de la pintura, a la vez que participa del análisis de
la realidad. Asimismo sería una ocasión para promover redes comunitarias por áreas,
zonas o territorios, de artistas plásticos, muralistas o grafiteros que expresen el sentir
colectivo sin desmejorar la calidad estética de sus obras también de carácter colectivo.
Cabe imaginarse asambleas alrededor de un paredón donde los vecinos intercambian
primero, luego analizan una o varias situaciones y luego llegan a consenso. Mientras
esto ocurre, los artistas y los aspirantes a la plástica dibujan en la pared el contenido
del curso del debate o el acuerdo colectivo. Conviene advertir que es una expresión
artística y el colectivo de pintores tiene el derecho de expresar su interpretación en
forma estética. Su espiritualidad

Teatro visible e Invisible (técnica de Augusto


Boal)
Sociodramas del teatro invisible, donde un sector del equipo promotor, se
convierte en un grupo de teatro de calle y se coloca en paradas, en canchas, en
bodegas y aparentemente comienza a confrontar puntos de vista, sobre las situaciones
de la comunidad, hasta involucrar al resto de los vecinos en la discusión. Mientras ese
teatro se realiza, otro sector del equipo promotor observa como se comportan y lo que
van opinando los presentes( vecinos) a partir del sociodrama planificado previamente
por los activadores culturales y por los líderes comunitarios organizados.
Posteriormente al sociodrama, el equipo promotor se reúne y escribe lo que ha
observado y escuchado.
Con este registro, el equipo promotor se prepara para organizar una nueva
presentación teatral, pero esta vez con una mayor carga de estética mestiza, de
efectos teatrales universales, pero con el mismo contenido socio económico y
sociopolítico, en pro del sentido de pertenencia, del arraigo comunitario y de la
participación creadora de la comunidad. Esta presentación conviene se realice en
asamblea y con un foro teatro.
Para esa segunda oportunidad la actividad debe tener en su contenido una gran
carga de propuestas que conduzcan a la comparación, a la interpretación y al
establecimiento de relaciones de una situación con otra, de tal manera que se
produzcan interrogantes y reflexiones para el análisis colectivo.
Cuando la comunidad haya alcanzado consenso se realizará una tercera
presentación, aún con mayor calidad estética pero con la finalidad de masificar y
consolidar la información sobre los acuerdos construidos colectivamente. También
esta, debe ser una oportunidad para que los vecinos con tendencias hacia el arte
dramático comiencen a experimentar en el área, se inicie la organización comunitaria o
el grupo teatral comunitario y se profundice en un método de creación colectiva de
textos y libretos cuyos contenidos expresen el pensamiento, las ideas, los intereses, las
cosmovisiones, los sentimientos, las necesidades y los niveles de conciencia de la
comunidad. Teatro autóctono y endógeno que debe contribuir a la preservación de la
ritualidad y espiritualidad afrocaribeña e indoamericana. Se puede aprovechar la
oportunidad para adelantar un curso de teatro comunitario.

30
El mismo tratamiento que se hace aquí al teatro puede hacerse con la danza,
preservando tradiciones de bailes indígenas y campesinos pero incorporándole un
contenido contemporáneo que vincule a la vida cotidiana de la comunidad y recoja
los acuerdos a los que va llegando el vecindario, sin quitarle calidad coreográfica a esa
expresión. Estos mismos activadores culturales vinculados a la danza y al teatro,
pueden trabajar también con los zancos y estimular el desarrollo de juegos
cooperativos que vayan combatiendo la recreación individualista, competitiva, violenta
y terrorista, que estimula la sociedad de consumo, de tal manera que en ese combate
cultural se antepongan los valores y las actitudes colectivas del socialismo. Todos estos
bailes, teatros, juegos y expresiones corporales no pueden perder de vista el proceso
de educación popular a partir del diagnóstico participativo.

La Fiesta de las Letras Comunales


En una experiencia como la venezolana, los Círculos comunitarios de lectura y el
Comité de cultura Comunal, deben potenciar las lecturas que los vecinos hacen
tanto del quijote, como de los miserables y la biblioteca temática y otros textos que
lleguen a sus manos, para estimular al desarrollo de ese hábito vinculándolo con la
destreza y el placer de la escritura. Es así como en la perspectiva de explorar y
fortalecer los talentos literarios en la comunidad, se debe aprovechar la experiencia del
diagnóstico participativo para iniciar actividades con los niños, con los jóvenes, adultos
y ancianos, donde estos, vinculados a las misiones educativas y a los curriculums
escolares, comiencen a escribir cuentos, poesías, composiciones, relatos,
descripciones, que vayan recogiendo la vida de la comunidad, la reflexión sobre
ella y los acuerdos que los vecinos en asambleas van alcanzando. Estos
procesos de creación literaria además de descubrir talentos, fomentar hábitos de
lectura y escritura, debe contribuir al desarrollo de la organización de redes literarias
comunales que expresen la realidad popular y consoliden métodos de creación
colectiva que mantengan viva la creatividad personal, pero que no tengan la influencia
competitivista y lucrativa del consumismo neoliberal. En el marco del diagnóstico
participativo comunitario, estos productos deben socializarse a través de festivales
cooperativos, de bautizos, de exposiciones, de lecturas colectivas, de tertulias y otras
actividades, donde esté presente la reflexión sobre la vida diaria del vecindario sin que
eso desmejore la calidad ni mutile la libertad creadora, pero donde prevalezca el
desarrollo de la sensibilidad cooperativa por encima de la competencia individualista,
en la búsqueda de una espiritualidad de trascendencia mestiza. Entonces en los
círculos de lectura se leería la literatura universal y también se leería la literatura local,
convirtiendo estos espacios en encuentros placenteros de lectura y escritura y de
conocimiento de la realidad popular y de análisis y aprendizaje colectivo. Esto significa
convertir la vida cotidiana en una pieza literaria: Composiciones, décimas,
contrapunteos, cuentos, relatos y otras expresiones libres del vecindario y también
articulando lo comunal contemporaneo con lo universal.

Diario de Registro
Para acompañar estas labores estéticas, el equipo promotor debe contar con
un diario de registro colectivo, donde va recogiendo opiniones y observaciones
generales en la comunidad, como si se tratara de las crónicas durante el curso del
diagnóstico. Pero así como existe un diario de registro colectivo, el equipo promotor
debe contemplar el uso de otros cuadernos de registro que pasen de mano en
mano entre los vecinos, para que quienes no tengan la destreza de recopilar
información a través de la escritura vayan desarrollando esa capacidad. En

31
determinados momentos del diagnóstico se hacen paradas y se lee algún fragmento de
lo que se ha escrito. El diario de registro colectivo en manos del equipo promotor debe
ser más riguroso en la recopilación de la información que los diarios que pasan de
mano en mano. Estos instrumentos deben tener un carácter etnográfico de
acumulación de información y de registro del análisis, por lo tanto no deben ser
sintéticos, sino descriptivos y expresivos, como si se tratara de una grabación.

Audiovisuales Para la Reflexión


Se refiere al uso de videos, grabaciones o canciones que aunque no describan
situaciones específicas de la comunidad, presenten hechos o fenómenos similares que
contribuyan al establecimiento cognitivo de relaciones, a la comparación, a la
interpretación y a interrogantes que conlleven a la reflexión, en el momento de hacer
el análisis de la realidad comunitaria, vinculando esta comprensión con una visión
más global y estructural, en la perspectiva de la formación de la conciencia crítica.
Aquí es importante vincular las políticas nacionales de cine y audiovisual con la
formación de la conciencia socialista aprovechando las fases del diagnóstico
participativo para incorporar producciones pertinentes a cada momento y a cada
comunidad y a la vez estimular la capacitación de los vecinos en el uso de esos
recursos y en la producción de medios propios. Este trabajo con audiovisuales
alrededor del diagnóstico participativo, puede articularse con programaciones en las
radios y televisoras comunitarias, de tal manera que haya una sola línea de
articulación y fomento en el arraigo comunal. Colocando esas emisoras y televisoras al
servicio de la participación creadora y de la educación popular.

ANEXO Nº 2

Gobierno Regional Chile y CONAF


Documento de Trabajo 450 Manual del Profesional que
Trabaja en Prevención de Incendios Forestales
Junio, 2006

32
Entrevista

Las entrevistas: permiten recoger información primaria y secundaria, cualitativa y


cuantitativa. Pueden ser aplicadas de forma directa o indirecta, también de modo
individual o grupal.

Uno de los tipos de entrevista más conocido es aquél que implica un cuestionario con
preguntas y respuestas, basándose en algún tema de interés, donde el entrevistador
motiva a su interlocutor para que entregue información al respecto. Otro tipo de
entrevista es la encuesta, que sobre la base de uno o más temas y a partir de un
listado único de preguntas, recoge información del tema de interés.

Lluvia de Ideas

Consiste en escribir todas las opiniones de los participantes de la reunión.

 Hacer una pregunta clara sobre el tema en discusión. Ésta debe permitir que los
vecinos respondan, por ejemplo, ¿Cuáles son los problemas medioambientales
del territorio?
 Solicitar que todos digan las posibles causas y las soluciones del problema.
 Finalmente, se realiza una votación para elegir las más representativas.

Ricardo Cox Aranibar


El saber Local: Metodología y Técnicas Participativas
La Paz, Bolivia, 1996

Sociodrama

El sociodrama es una técnica del teatro popular mediante la cual se representan


situaciones, percepciones, relaciones, problemas, etc. de la vida cotidiana. Esta técnica
ha sido ampliamente utilizada en la educación popular, alcanzando importantes
impactos en la movilización y toma de conciencia social.

Los actores principales son los propios campesinos, indígenas o vecinos del espacio de
interacción concreto con el que se pretende trabajar esta técnica. Se rescata la innata
habilidad y creatividad popular, para representar naturalmente hechos del pasado y el
presente, tanto como situaciones deseadas para el futuro.

Se hace uso de los elementos que están al alcance. Los temas a representar, los
personajes, los momentos del sociodrama deben ser previamente seleccionados por la
plenaria. Luego el grupo de actores debe reflexionar el tema, planificar (guión sencillo)
y ensayar su representación en público.

Los sociodramas deben ser grabados en cinta magnetofónica y/o video por la riqueza
de información que se logra de los diálogos y la expresión corporal.

Pedro Farradas, Adolfo Vargas, Giovana Santillán


Metodologías y Herramientas para la Capacitación en
Gestión de Riesgo de Desastres
Lima, Perú, 2006

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Encuestas

Las encuestas sirven para investigar fenómenos sociales que puedan ser ordenados en
categorías (no así cuando este ordenamiento es irrelevante o imposible). Son
recomendables para obtener datos precisos sobre vivienda, salud, demografía,
infraestructura y actividades económicas. También pueden ser útiles para apoyar la
evaluación de actividades educativas mediante pruebas de entrada y salida.

Consisten en un conjunto de preguntas asociadas a un número limitado de respuestas.


Los resultados permiten un manejo estadístico de las respuestas. Cabe señalar que un
problema de las encuestas es que limitan la información a la estructura de preguntas y
respuestas predeterminadas. Los fenómenos sociales y culturales y los procesos de
aprendizaje son más complejos y es preferible que los pobladores se expresen sobre
estos temas de manera más libre. Las entrevistas semiestructuradas y las historias de
vida son más útiles en este sentido.

Historias de vida

Las historias de vida constituyen una técnica ideal para poder reconstruir los procesos
de generación de las condiciones de riesgo, sin embargo, es muy poco utilizada ante la
errónea valoración de las dimensiones subjetivas de los testimonios.

En la medida en que reconocemos que las condiciones de vulnerabilidad no solo


derivan de lo sucedido y de lo que sucede, sino también de las percepciones y
actitudes de la población, las historias de vida nos pueden ayudar al reconocimiento de
tales percepciones, así como proporcionar información sobre hechos locales soslayados
por los estudios de diversos especialistas. Las historias de vida pueden, además, ser
motivadoras de reflexión grupal que parte de una narración con lenguaje común y de
lo vivido. Más que entrevistas, son conversaciones con personas, cuya vida y visión
permiten conocer diversos aspectos sobre su comunidad. Estas conversaciones son
registradas procesadas y editadas de acuerdo con el interés particular.

Generalmente se debe estructurar los temas que se va a tratar, así como las
preguntas. Algunos temas incluyen su red de relaciones familiares y de amigos, sus
identificaciones, sus actividades económicas, sus expectativas, los momentos clave en
su vida; entre otros. Por ello, es necesario definir las preguntas de acuerdo con las
necesidades del trabajo educativo. Cabe señalar que la clave de una buena aplicación
de esta técnica es que el interlocutor ofrezca sus puntos de vista sin dirigir la
conversación excesivamente con preguntas y/o sin emitir juicios de valor.

Para generar información representativa de una comunidad, las historias de vida deben
aplicarse a más de una persona. Es preferible obtener estas historias hasta que la
información empiece a repetirse. Además, el abordar los diversos aspectos de la vida
de una persona, permite analizar las interrelaciones entre los diferentes ámbitos de la
vida social: familia, economía, religión, etc.

Graciela Bustillos y Laura Vargas


Técnicas Participativas para la Educación Popular Tomo II
Sin fecha

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El árbol social
El árbol social ofrecer una forma creativa y accesible de apropiarse, utilizar y manejar
un modelo de interpretación estructural de la sociedad, así como lograr que se
entienda a la comunidad de un modo, diferenciando 3 niveles: Ideológico-
Superestructura, Jurídico-Político y Económico

Con esta técnica se pretende que a través de la comparación de un árbol con la


sociedad, se inicie la comprensión estructural de la misma, procurando evitar caer en
una simple identificación funcional del árbol con la sociedad; se trata de que,
apoyándose en esta herramienta, se vea y analice la realidad social como un todo
interrelacionado, capaz de entenderse y trasformarse.

El material a utilizar puede ser Pizarra, tiza o Papelógrafo y marcadores.

En esta técnica se comienza preguntando a los participantes: “¿Cuáles son las partes
principales de cualquier árbol?” Conforme van respondiendo se va dibujando, hasta
tener la raíz, el tronco y el follaje del mismo.

Después se pregunta:

¿Qué función tienen estas partes (raíz, tronco y follaje) para el árbol?

El Colectivo irá contestando y se irá anotando donde corresponda la función


mencionada.

Por su que el grupo mencionará muchas más cosas, en el momento en que estén
ampliamente descritas las partes del árbol y sus funciones, se debe enfatizar que esté
en un Todo, un sistema con vida, que necesita de la estrecha interrelación de sus
partes, para garantizar su supervivencia. Un comentario que puede ayudar a esto es
que ni un tronco, ni una raíz o un follaje solos, forman un árbol.

Habiendo resaltado al árbol como un sistema, se procede entonces a compararlo con la


sociedad preguntando:

Si el tronco le da fortaleza al árbol, en la sociedad ¿Qué o quiénes simbolizan la fuerza


y el poder entre las relaciones de los grupos y comunidades humanas?

En la sociedad ¿Qué elementos se asemejan o cumplirían las funciones señaladas para


la raíz, el tronco y el follaje?

Si la raíz le sirve al árbol ara extraer del suelo las sustancias que lo alimentan, en la
sociedad ¿Cómo extraemos de la naturaleza todo lo que necesitamos para vivir?

Si el follaje cubre al árbol, lo protege y es por medio de las hojas o frutos que
identificamos el tipo de árbol del que se trata, en la sociedad ¿a través de qué medios
o elementos los seres humanos se explican (“descubren”), justifican (“protegen”) o
reproducen (“encubren”), la clase de relaciones que establecen entre ellos, y los frutos
que generan esas relaciones?

Con estas y otras preguntas que el coordinador deberá tener la agilidad de formular, el
grupo podrá ir contestando cosas como las siguientes:

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Ideológico, Reproducirse, Religión, Cultura, Político, Leyes, Partidos Políticos,
Económico, Fábricas, Tierra.

Una discusión interesante es la que se genera a raíz de la confusión de elementos tales


como: la escuela y la educación, la iglesia y la religión o la T.V. y las empresas de
comunicación.

Es importante distinguir la función que por ejemplo tienen la escuela o la iglesia, que
es básicamente la reproducción de ideas (educación y religión respectivamente), de la
presencia social, física y política como instituciones poseen…

… la iglesia y la escuela como tales van en lo político, la religión y la educación se


ubican en lo ideológico…

…De igual manera, la T.V. se ubica a nivel ideológico…

…Pero las empresas de comunicación, por ser empresas van en lo económico…

En el desarrollo de la discusión sobre la ubicación de los distintos elementos de la


realidad en el árbol, debe llegarse a “bautizar” a casa uno de los tres niveles de social.

Al follaje, se le nombrará nivel ideológico, donde se reproduce, encubre o descubre


todo el sistema social.

Al tronco, se le llamará nivel político, donde el poder toma forma organizativa,


institucional y jurídica. A estos dos últimos niveles se les puede llamar también
superestructura.

A la raíz y todo lo contenido en ella, se le llamará nivel económico o infraestructura,


donde se ubica todo el proceso de producción de bienes de una sociedad, su
circulación, su distribución y consumo.

Es importante saber sentir como coordinador, cuándo introducir los términos


infraestructura y superestructura, ya que esto va a ayudar o va a confundir al grupo;
esto dependerá del nivel que tenga el mismo.

La reflexión debe darse durante todo el desarrollo de la técnica. Principalmente


resaltando el siguiente punto:

 Que nuestra sociedad como cualquier otra, es un sistema estructurado y un


todo interrelacionado, que se produce, se sostiene y se reproduce
constantemente, que puede ser entendido y trasformado.

Finalmente, como recomendaciones es importante destacar que para que los grupos se
apropien de esta herramienta es conveniente que hagan árboles con elementos de su
propia realidad, ya que distintas realidades sociales pueden representarse con árboles
distintos.

La riqueza simbólica que ofrece esta técnica debe aprovecharse al máximo para
facilitar la interpretación de una infinidad de fenómenos sociales.

Los dibujos de los árboles tendrán que hacerse de manera creativa, de tal manera que
la imagen del árbol por sí misma, ya nos comunique la realidad nacional o local que
vive el grupo; por ejemplo, utilizar raíces grandes o débiles, según sea fuerte o débil la

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economía, troncos gruesos o torcidos, según sea lo político; follajes densos con retoños
o plagas según sea lo ideológico, etc.

Pro último, para lograr un análisis más profundo y dinámico sobre las relaciones que
guardan entre sí los distintos elementos de los tres niveles de la estructura social
recomendamos usar diversos “planos plásticos”, es decir, plástico transparente que se
pueda sobreponer al dibujo del árbol y que por medio de flechas se puedan hacer
conexiones y encontrar contradicciones entre los diversos aspectos de la realidad.

La utilización creativa de los planos plásticos sobre el árbol social permite a los grupos
populares, ver la realidad en movimiento e interrelacionada, como un todo, e ir
accediendo a niveles a mayor análisis, y hasta en un momento dado servirnos de
memoria gráfica progresiva del análisis de la coyuntura social.

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