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Hay varios factores que hacen que ser funcionario en España sea especialmente
atractivo. Veamos algunos de ellos:
-Un trabajo seguro. Ser funcionario implica tener un empleo seguro para toda la vida,
implica poder perder el puesto pero no la plaza de trabajo. Esto, en tiempos de crisis y
cuando el estrés laboral está muy presente en nuestra sociedad, es un gran aliciente,
porque a pesar de los duros momentos económicos que viva el país, siempre tendremos
un sueldo fijo. Además, este sueldo fijo y de por vida permite al trabajador poder
plantearse y organizar su futuro a largo plazo, sin tener que estar pendiente de si en unos
años seguirá en el trabajo actual o estará desempleado, etc.
En el caso de las personas de una cierta edad es algo especialmente importante, ya que,
por lo general, si una persona mayor se queda sin empleo le será mucho más difícil
encontrar un trabajo que a una persona más joven.
- Un buen horario laboral. Los funcionarios disponen de un buen horario laboral que
les permite tener tiempo libre. En muchos empleos públicos se trabaja solo por las
mañanas, de manera que los funcionarios tienen más horas libres que otros trabajadores
de empresas públicas, en las que a veces las horas extras son demasiado habituales.
Además, a menudo se libra los fines de semana y se hacen menos de 8 horas diarias.
Estos horarios permiten tener más tiempo libre para dedicar al descanso o a hacer otras
actividades y hobbies…
- Por último, una de las características más gratificantes para los funcionarios: los días
de vacaciones. Los trabajadores de la administración pública tienen derecho a un mes
de vacaciones, pero además pueden disponer de 6 días de asuntos propios al año.
También optan a una excedencia ilimitada por motivos personales (aunque esta
requerirá haber trabajado al menos 5 años en la Administración), además de las
excedencias por maternidad, licencia por estudios, etc.
Todas estas ventajas concluyen en lo que podríamos llamar una gran ventaja general:
una mejor calidad de vida. Los horarios y salarios de los funcionarios, sus periodos de
vacaciones y su protección ante la ley hacen que estos trabajadores dispongan de unas
mejores condiciones de vida, que puedan conciliar mejor la vida laboral y la familiar,
que estén más a gusto con y en su empleo y menos preocupados. En resumen, una
mayor comodidad, tranquilidad y calidad de vida que hace que muchos quieran ser
funcionario.
Funcionario de carrera
Se trata de aquellas personas que trabajan para la Administración Pública de forma
permanente. Son funcionarios que han superado un proceso selectivo o de oposición y
ocupan plazas dotadas con presupuestos establecidos para ello.
Funcionario interino
Los funcionarios interinos trabajan cómo tales, o bien para un programa de carácter
temporal o bien debido a un exceso o acumulación de tareas en la Administración en un
momento determinado. Su contrato es de un máximo de 6 meses dentro de un período
anual.
Personal eventual
Los trabajadores de esta categoría se caracterizan por su función no permanente en la
Administración. Realizan funciones expresas y concretas, normalmente trabajos de
confianza o de asesoramiento no reservados a funcionarios. Su cese se acuerda
libremente y no requiere ninguna indemnización.
Personal laboral
Forman parte del personal laboral todos aquellos trabajadores que prestan servicios
retributivos a la Administración Pública. Podrán tener un contrato fijo, por tiempo
indefinido o temporal.
Según el tipo de trabajo que realizan los funcionarios, las competencias que
desempeñan, así como la especialidad y titulación requeridas, se dividen en varios
grupos. Dentro de cada uno de estos grupos existen diferentes cuerpos, dependiendo de
la titulación que tengan los funcionarios y las funciones asignadas. A su vez, los
cuerpos se dividen en Escalas, dependiendo de las funciones específicas que realizan
dentro de cada cuerpo.
Grupos de funcionariado
Grupo C (grupo C1 y C2): forman parte de este grupo los funcionarios a los que para
ejercer su trabajo se les exija alguno de los siguientes títulos: Bachiller Superior, BUP o
Ciclos Formativos de Grado Superior. Son trabajos de carácter administrativo,
secretaría y oficina, de mantenimiento de archivos, etc.
Grupo D: para ser funcionarios del grupo D es necesario tener el Graduado en ESO. En
este caso las tareas a realizar son administrativas de apoyo.
Cuerpos de funcionariado
Cuerpos generales: son aquellos cuerpos en los que se realizan tareas comunes en el
ejercicio de la actividad administrativa.
Además, el hecho de que existan pocas plazas de trabajo en comparación con el número
de personas que se presentan a una oposición, todavía complica más las cosas.
Pero aprobar es posible y puede no ser tan duro si se tienen en cuenta una serie de
pautas a la hora de estudiar para una oposición. Os dejamos con algunos de estos
consejos:
¿Cómo estudiar?
Ha llegado el momento de empezar a estudiar, así que con constancia, paciencia y
algunos consejos más tendremos que preparar todo el temario.
- Dosificarse. A pesar de necesitar de bastantes horas diarias para estudiar, también hay
que dosificarse para no saturarse ni agobiarse más de lo necesario. Insistimos que lo
mejor es ser constante.
- No dejar las cosas para el último momento. En el caso de los opositores es más que
válido el dicho “no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy”. No sirven excusas.
Hacer grandes maratones de estudio sólo servirá para perder el tiempo.
- Hacer simulacros de exámenes, controles periódicos mínimo una vez al mes. Éstos
ayudan no sólo a repasar, también a familiarizarse con el temario de las oposiciones, el
modelo de examen, la extensión, el tiempo de realización… Además también ayuda a
darse cuenta de las cosas que se llevan más flojas, ya que en el momento de
enfrentarnos a un examen preparatorio suelen surgir dudas que no nos habíamos
planteado.
- Utilizar elementos gráficos que nos ayuden con el estudio y a memorizar el temario.
Los resúmenes, las tarjetas índices y los mapas mentales son muy útiles para sintetizar y
retener información.
- Estar tranquilo y evitar todo aquello que nos ponga nerviosos y altere.
- Descansar y dormir bien para estar lo más fresco posible durante el examen. No es
una buena idea estudiar la noche antes ya que lo que haremos será ponernos más
nerviosos y no descansar.
Aquí tienes algunos consejos para aprobar tu oposición y llegar con éxito a tu meta: ser
empleado público.
2.- Busca apoyo: Habla con tu familia y con tus amigos. Explícales lo importante que
es para ti aprobar la oposición. Necesitarás que te entiendan y te animen. Pídeles que te
liberen temporalmente de algunas obligaciones domésticas y que no te presionen
constantemente para salir.
3.- Planifica: No improvises. Con ayuda de un calendario, decide qué temas vas a
estudiar, en qué orden y cuándo. Los expertos aconsejan empezar por los de dificultad
media, continuar con los más difíciles y acabar con los fáciles.
4.- Haz esquemas: Lo ideal es abordar cada tema varias veces, con distintos enfoques:
una primera lectura rápida para tomar contacto; una segunda lectura, fluorescente en
mano, para subrayar lo esencial. A partir de ahí estarás listo para elaborar un esquema,
que te permitirá estructurar mejor los conocimientos. Por último, autoevalúate con un
repaso final. Explicar lo aprendido en voz alta es muy útil para detectar lagunas y ayuda
a memorizar mejor los contenidos.
5.- Sé constante: Una oposición es una carrera de fondo. No sirve de nada pegarse un
panzón de estudiar durante dos o tres días, si después vas a cansarte y a dejarlo durante
una semana. Ponte un horario realista y cúmplelo. Entre 6 y 8 horas diarias serán
suficientes para una oposición de categoría B. Las oposiciones de categoría A pueden
exigir una dedicación mayor, de unas 50 horas semanales.
6.- Descansa: Una cosa es renunciar a las actividades que más te distraen y otra muy
distinta eliminar el ocio por completo. Para rendir bien, necesitas reservar algo de
tiempo para ti. Asegúrate de dormir entre 7 y 8 horas cada noche, tómate 10 minutos de
descanso cada hora y dedica algo de tiempo cada día a algo que te guste.
8.- Visita el lugar del examen. No hay nada más estresante que enfrentarse a lo
desconocido. Evítate esa angustia innecesaria visitando el lugar del examen con varios
días, incluso semanas, de antelación. Sabrás de antemano dónde está todo: el aula, los
lavabos, el punto de información… Y lo que es más importante, cuando llegue el día
clave sentirás que dominas la situación.
9.- Las últimas 24 horas, jornada sabática. Si dedicas el último día a repasar,
solamente lograrás ponerte más nervioso. En lugar de eso, prepara la documentación
que necesitarás al día siguiente (DNI, resguardo del pago de tasas, varios bolígrafos y
lápices, un tentempié…) y déjala en un lugar visible, junto a la puerta de entrada. El
resto del tiempo, pásalo haciendo alguna actividad tranquila: pasear, leer, jugar al
ordenador… Imagina que eres un deportista concentrado en un hotel antes de una final:
ya has entrenado duro durante meses, ahora preocúpate de estar descansado y en forma.
10.- No te rindas. Mantén siempre una actitud positiva. Si te has embarcado en esto es
porque puedes conseguirlo: no dejes que nada afecte a tu autoestima. Si te invaden
pensamientos negativos, del tipo “no lo lograré”, “hay pocas plazas”, “los demás sabrán
más que yo”, recuérdate a ti mismo cuáles son tus puntos fuertes. No dudes nunca de tu
capacidad: tarde o temprano, el esfuerzo habrá valido la pena.
Justicia es la oposición que más plazas ofrece este año, con un total de 1.274. Le
siguen la Administración del Estado, con 795, las Fuerzas Armadas con 277, la
Policía Nacional con 228 y la Guardia Civil con 227.
Por otro lado están las oposiciones más buscadas, ya sea por el número de plazas que
ofrecen, como por sus condiciones laborales, lo que crea un mayor interés entre los
opositores.
Un ejemplo es el caso de las plazas de auxiliar administrativo, que son de las más
buscadas junto a las de Policía Nacional. A estas debemos añadir las oposiciones a
Cuerpo de Bomberos, Guardia Civil, Auxiliar de justicia, Gestión Procesal y
Administrativa, Ayudante de Instituciones Penitenciarias, Agente de Hacienda Pública,
Mossos d’Escuadra, Policía Local y Cuerpo de la Ertzaintza.
En el primer trimestre del 2011 destacan las ofertas de empleo en medicina general en
las islas Baleares y Canarias, así como en Cataluña. Por otro lado los ingenieros
también están muy buscados en la mayoría de comunidades. Todas las ofertas se pueden
encontrar en el catálogo de ocupaciones de difícil cobertura del primer trimestre del
2011.
Personal interino: Comparten con los funcionarios de carrera casi todas las
características, excepto la más codiciada: la permanencia. Como en el caso de los
funcionarios, sus condiciones de trabajo se rigen por el derecho administrativo, no el
derecho laboral. Es frecuente que se los seleccione mediante oposición o concurso-
oposición, exactamente igual que a los funcionarios de carrera, y deben reunir los
mismos requisitos que éstos. Sin embargo, cuando su presencia ya no es necesaria,
pierden su puesto y su condición de funcionario interino.
• Para ocupar temporalmente una plaza nueva que más adelante se otorgará
a un funcionario de carrera. Esta opción es la más interesante. Convocar una
plaza fija implica una serie de trámites internos que pueden demorarse varios
años. Entretanto, el puesto de trabajo se cubre con personal interino. En el
momento en que se convocan las plazas fijas, ese puesto de trabajo quedará
abierto a cientos de aspirantes, teóricamente en igualdad de condiciones. No
obstante, en estos casos es muy habitual que, junto a la oposición (examen) se
convoque un concurso de méritos. Haber ocupado temporalmente una plaza
similar a la que se oferta suele representar una ventaja para el candidato. El
funcionario interino deberá superar el examen, como todos los demás, pero
contará con algunos puntos extra gracias a su experiencia previa.
La principal diferencia entre los miembros fijos de plantilla y los funcionarios de carrera
es que los primeros no pueden actuar como fedatarios. Es decir, no cuentan con la
presunción de verdad (la palabra de un funcionario en asuntos relacionados con su
trabajo se considera, de entrada, cierta) ni pueden dar fe de la autenticidad de un
documento. Eso sí, su experiencia en la Administración Pública les sirve para
acumular méritos en caso de que decidan presentarse a una nueva plaza mediante
concurso.
Personal eventual: Es la figura menos definida del sistema laboral público. Ocupan
puestos temporales de confianza o asesoramiento especial. La gran diferencia con
respecto al personal laboral temporal es que su actividad no da derecho a acumular
puntos de mérito. A diferencia de los funcionarios interinos y del personal laboral, su
experiencia como empleados públicos no les otorga ventajas para obtener una
plaza fija mediante concurso de méritos.
Puedes encontrar convocatorias activas para todos estos tipos de empleo público en
www.oposicionesaldia.com
Los requisitos para presentarse a funcionario son pocos, pero deben cumplirse a
rajatabla:
El último Estatuto Básico del Empleado Público, de 2007, establece 5 categorías para
empleados públicos:
• A1
• A2
Grupo C:
Sí, pero solamente en casos extremos. Éstas son las razones, todas ellas de peso, por las
que un empleado público puede perder su condición de funcionario:
También son muy demandadas, aunque están claramente por detrás (7,9%) las
oposiciones a los Cuerpos de Seguridad (Policía Nacional, Guardia Civil, Mossos o
Ertzaintza, que también suelen ofrecer convocatorias multitudinarias.
Oposiciones menos solicitadas Las plazas muy especializadas (director de museo, jefe
del servicio de medicina forense de un hospital, etc…) suelen tener menos demanda que
las grandes convocatorias generalistas, aunque el número de plazas ofertadas también
acostumbra a ser menor. En general, las oposiciones de nivel A (judicatura, fiscalía,
notarías, interventores, etc…) son menos demandadas que las de nivel B o C, puesto
que tienen fama de ser extremadamente difíciles y exigir una gran dedicación (entre 4 y
8 años de estudio).
Lo más importante, el ratio No hay que dejarse cegar por un número de plazas
elevado a la hora de elegir oposición. Una convocatoria con 1.000 plazas puede llegar a
atraer a 50.000 aspirantes. La clave no está en el número de plazas, sino en el ratio:
de cuántos candidatos por puesto de trabajo estamos hablando. Para ello es preciso
averiguar cuántas personas se presentaron en convocatorias anteriores para un puesto
similar. Si solamente hay una plaza y se presentan 100 personas, nuestras oportunidades
serán infinitamente mayores (1:100) que si optamos a una oposición con 400 plazas y se
presentan 400.000 personas (1:1000). Tampoco es demasiado aconsejable la estrategia
de presentarse a una plaza que esté muy por debajo de las propias capacidades, para
después ir ascendiendo en la escala funcionarial. Aunque parece un buen plan, conviene
recordar que las oposiciones más fáciles son también las más disputadas.