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PSICOLOGÍA TERAPIA COGNITIVA CON PAREJAS

Vivieron felices por siempre

Vivir en pareja es un desafío que lejos


está de lo que dejan entrever muchos
cuentos infantiles románticos que nos
fascinaron de niños. Si prestamos
atención, todos esos cuentos terminan en
el preciso momento en que caballero y
doncella, vestidos con sus fastuosos
trajes de novios y al son de las campanas,
enlazan en un amoroso y tierno beso
coronado con la frase: “Y vivieron felices
para siempre”. La cuestión es que nunca sabremos cómo se desarrolla la vida
matrimonial de príncipe y princesa, pues eso ya no forma parte del cuento.
Los cuentos expresan fantasías o idealizaciones del imaginario popular y lo
cierto es que el matrimonio o la vida en pareja están muy lejos de ser una
fantasía ideal.

Cuando dos personas únicas, diferentes, se aventuran a compartir sentimientos,


cotidianidad, sueños, proyectos, hijos y bienes materiales, se enfrentan al
desafío real, concreto de cada día, que implica el compromiso de “hasta que la
muerte nos separe”
En realidad vivir en pareja es un arte y, como tal, algunos poseen un talento
natural para ir descubriendo los secretos de una convivencia mayormente
armoniosa y feliz. “Mayormente” porque casi todas las parejas discuten, se
enfurecen, tienen a veces profundas diferencias en sus estilos personales o en
su forma de enfocar situaciones, a pesar de lo cual, algunas logran generar un
estilo vincular que evita que los pensamientos, sentimientos y conductas
negativas que intercambian opaquen o extingan las positivas. Son parejas
emocionalmente inteligentes que aprendieron a comprender, valorar y respetar
tanto a su compañero /a como a la relación. Mientras esas parejas logran esto
intuitivamente, otras necesitan ayuda para aprenderlo; Y es en esa instancia
cuando, a veces, les toca a los psicoterapeutas vinculares entrar en sus vidas.
En el trabajo terapéutico nos encontramos, con dos paradojas que se enlazan:
PSICOLOGÍA TERAPIA COGNITIVA CON PAREJAS

La primera es que con mucha frecuencia, las personas elijen


complementariamente a su compañero /a, ya que suelen sentirse atraídos por
aquellos rasgos del otro que se distinguen
de los propios y los complementan. Así
un individuo con rasgos introvertidos
probablemente se sentirá atraído por una
persona con rasgos más extrovertidos. En
el inicio de la relación, estas diferencias
son vividas como enriquecedoras y
complementarias del estilo personal. Sin
embargo con el correr del tiempo,
frecuentemente empiezan a generar
malestar y tensión. Estas diferencias, que comenzaron atrayendo y uniendo a la
pareja, son justamente las que empiezan a generar conflictos y eventualmente
distanciamiento si sus miembros no logran acordar posiciones que satisfagan
las necesidades de ambos. Como consecuencias de sus diferencias, las
personas se pasan la vida tratando de cambiar al otro, a quien inevitablemente
considera el principal responsable, si no él único, de los conflictos vinculares.
Aquí es donde aparece la segunda paradoja enlazada a ésta: para impulsar un
cambio en el otro, es indispensable comenzar por uno mismo. Como
consecuencia de la natural resistencia al cambio, es necesario un alto nivel de
motivación para modificar aspectos personales que generan sufrimiento o
frustración en un vínculo. La motivación surgirá, entonces, ante el deseo
personal de dejar de sufrir, de dejar de hacer padecer al otro o ante el temor a
perder el vínculo a causa de esos aspectos.
Cuando se comprende las diferencias y se aprende a convivir con ellas es
cuando a las personas no les resulta tan difícil alcanzar acuerdos o aprender a
convivir con disensos, y eso les permite darle un sentido más trascendente a su
relación. Aceptar las diferencias no significa resignarse o no mejorar el vínculo,
significa plantear la necesidad de cambios a partir de una actitud amorosa y
respetuosa, tanto con uno mismo como con el otro, que son la base para
superarse, evolucionar y crecer.
El modelo teórico cognitivo, constructivita e integrativo, nos dice que las
respuestas emocionales y conductuales de una persona están relacionadas por
su percepción y por las interpretación que hace del estímulo.
PSICOLOGÍA TERAPIA COGNITIVA CON PAREJAS

En el vínculo de pareja, las personas se estimulan continuamente y van


construyendo así las significaciones de las conductas y sentimientos que
intercambian, configurando un circuito donde pensamientos, emociones se
retroalimentan continuamente.
Debemos entender, que el bienestar y la
satisfacción en un vínculo, entonces, son
estados subjetivos e intersubjetivos que
están relacionados con lo que cada
persona define como placentero,
satisfactoria o frustrante, negociable o no
negociable. Para poder comprender una
relación y generar cambios, es necesario
poner el foco de atención en identificar las
creencias y los esquemas que cada persona
tiene acerca de sí misma, del otro, de cómo
debería ser una relación, de cómo es la suya en particular, y cuáles son los
esquemas co-construidos.
A partir de los esquemas, se desarrollan y depositan en el vínculo expectativas
tanto explícitas como implícitas, realistas e irrealistas, consientes e
inconscientes acerca de cómo debería ser su relación, de lo que cada uno
desea dar y lo que espera recibir. Las emociones, por otra parte, tienen un
significado y un propósito: nos informan acerca de lo que sentimos, nos
comunican con el mundo y los otros generando respuestas específicas y
organizando las interacciones. En suma, nos predispone hacia la acción
(Greenberg y Jonson, 1988).
En una pareja disfuncional, las personas se estancan en algunas formas
negativas y rígidas de procesar, organizar y regular sus respuestas emocionales
hacia el otro. Esto determina un intercambio conductual que estará condicionado
por la negatividad afectiva. Conductas como la crítica, la desvalorización, la
evitación, la agresividad verbal y /o física, la manipulación, la desatención
afectiva, generan sentimientos tan negativos que, con el tiempo, van dando
lugar a circuitos o patrones de interacción disfuncionales que dificultan y
empobrecen la comunicación y la posibilidad de resolver problemas o conflictos.
Se generan así escaladas de reciprocidad negativa que hacen del vínculo un
espacio cada vez más insatisfactorio e inseguro.
Sintetizando este enfoque nos permite.
PSICOLOGÍA TERAPIA COGNITIVA CON PAREJAS

 Abordar el sistema de creencias de cada miembro de la pareja,


fomentando reestructuraciones cognitivas a partir de clasificar y redefinir
expectativas, presupuestos y atribuciones de significados distorsionados o
irrealistas que permitan una relación más satisfactoria.
Irrealistas o distorsionadas, no desde la visión y concepto personal del
terapeuta, sino desde la falta de evidencias empíricas en la experiencia
actual de los pacientes. Muchas de esta creencias están ancladas en
modelos o esquemas preexistentes al vínculo, tanto infantiles como de
experiencias vinculares anteriores.

 Correlacionar las emociones con los pensamientos y las conductas.


Explorar e identificar sentimientos, tantos explícitos como subyacentes, de
ira, miedo, frustración, tristeza, daño, etc., en el momento en que aparecen, y
aprender a expresarlos y a responder a ellos de manera más constructivas.

 Trabajar con los patrones negativos y rígidos de interacción, tales como


conductas agresivas, manipuladoras, de desatención o aislamiento afectivo.
Promover mecanismos de reparación cuando se ha dañado al otro y formas
de acercamiento que los conecten desde el afecto, el respeto y la valoración.

 Hacer más circulares las atribuciones de significado sobre la causalidad


de los conflictos mediante el trabajo permanente sobre la tendencia a
responsabilizar al otro por las dificultades vinculares.

PALABRAS FINALES

Es difícil, en pocas páginas, dar una idea cabal de lo que implica trabajar con
una pareja, ya que el desafió suele ser más arduo y complejo de lo que aquí se
puede transmitir.
La relación vincular entre pareja es un arte, que algunas personas poseen un
talento natural para ir descubriendo los secretos de una convivencia
mayormente armoniosa y feliz; mientras otras necesitan ayuda para aprenderlo.
Las personas elijen complementariamente a su compañero /a, ya que suelen
sentirse atraídos por aquellos rasgos del otro que se distinguen de los propios y
los complementan. Así un individuo con rasgos introvertidos probablemente se
sentirá atraído por una persona con rasgos más extrovertidos.
PSICOLOGÍA TERAPIA COGNITIVA CON PAREJAS

En el inicio de la relación, estas diferencias son vividas como enriquecedoras y


complementarias del estilo personal. Sin embargo con el correr del tiempo,
frecuentemente empiezan a generar malestar y tensión. A raíz de que estas
diferencias, que al inicio comenzaron atrayendo y uniendo a la pareja, son
justamente las que empiezan a generar conflictos y eventualmente
distanciamiento, en esta situación las parejas buscan culpabilizar a uno de ellos
y comienzan a forzándoles a un cambio, sin embargo para impulsar un cambio
en el otro, es indispensable comenzar por uno mismo. La motivación surgirá,
entonces, ante el deseo personal de dejar de sufrir, de dejar de hacer padecer al
otro o ante el temor a perder el vínculo a causa de esos aspectos.

Bibliografía
 Sara Baringoltz- Ricardo Levy. Terapia cognitiva “del dicho al hecho”
año 2008

Jacqueline M.R.
Egresada de Psicología

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