Sei sulla pagina 1di 21

PASTORELA

(2005-2006)

Gustavo Alejandro Cedillo García


Instituto Mc Kinley

Personajes:

 Diablo
 Diabluras
 Diabluras (niño de estatura más bien pequeña, flaquito, etc.)

 Diana
 Diablita
 Señora
 Diabla

 Pastorcita
 Pastora
 Rosita
 Pastorina
 Angelita
 Angélica
 Gabriela

 Melchor
 Gaspar
 Baltasar
 Gabriel
 Rafael
 Miguel

PRIMER CUADRO
(Niños)

De escenografía vemos algún motivo visual que recuerde al infierno, se sugiere una mezcla
entre lo clásico y algunas propuestas contemporáneas que los alumnos pueden aportar. De
utilería un sofá o una silla.
Diabluras, muy impaciente camina en proscenio de un lado a otro, mira el reloj.

1
DIABLO.- (entra de prisa y algo molesto) A ver Diabluras, ya estoy aquí ¿qué es tan
urgente?

DIABLURAS.- Muy bien, respire hondo, siéntese, quiero que lo tome con calma.

DIABLO.- ¿Qué, de veras es tan malo?

DIABLURAS.- Ni se imagina...

DIABLO.- No pues no, la verdad no imagino nada, no se que pueda ser más malo que yo;
y yo creo que nadie opina lo contrario, mira: ¡Gigantón!

DIABLURAS.- (asustado) ¿Para que le habla a Gigantón señor?

DIABLO.- Ya ves como tiemblas de sólo oír su nombre; ¿a poco es más malo lo que me
vas a decir? (en off se escuchan los pasos de un gigante, como provocando un temblor a
cada pisada)

DIABLURAS.- Pues... creo que sí.

DIABLO.- ¡Vaya! Eso no me lo esperaba; da igual. Pasa Gigantón.

GIGANTÓN.- (entrando. Contrario al sonido en off, vemos entrar a un niños de estatura


pequeña, inquieto y juguetón, tirándole a hiperactivo) ¿Me hablaba señor? ¿Sí, me habló?
Porque yo oí que me habló y cuando yo oigo que me habla es porque me necesita ¡Y aquí
estoy! ¿Verdad que si me habló? ¡Ah! Porque si no me habló entonces hay alguien que
tiene una voz idéntica a la de usted, igual y sea él (refiriéndose a Diabluras). Hola, tú me
hablaste, porque si el señor no me habló, entonces me hablaste tú ¿tú me hablaste? ¿Eh?
Dime, dime, dime...

DIABLURAS.- ¡No! No, yo no te hablé.

GIGANTÓN.- ¿Entonces, me habló usted señor?

DIABLO.- Si Gigantón, necesitaba asustar a alguien.

GIAGANTÓN.- ¿A quién, a quién, a quién (gruñe), a quién hay que asustar señor?

DIABLO.- Ya no importa... Siéntate aquí, y quédate quieto.

GIGANTÓN.- Está bien, aquí me quedo quie-te-si-to.

DIABLO.- Bueno, a ver continúa ¿qué es eso tan malo?

DIABLURAS.- Es que... es que...

DIABLO.- ¡Dilo ya!

2
DIABLURAS .- ¡Es que va a nacer un niño!

DIABLO.- ¿Y qué? Hace ratito nació uno, ahorita esta naciendo otro, y en un rato va nacer
otro...

DIABLURAS.- No, no me ha entendido... lo que quiero decirle, es que el niño que va a


nacer es un niño especial

GIGANTÓN.- ¡Órale! Un niño espacial, ¿ya oyó señor? Un niño espacial, yo nunca he
visto un niño espacial, puro terrícola. Yo quiero ver un niño espacial ¿verdad que si voy a
poder verlo señor, verdad que si, verdad que si, verdad que si? Ay, yo quiero ver un niño
espacial. ¿Oye, y va a nacer en el espacio o qué? porque si no nace en la tierra entonces
tendremos que conseguir trajes de astronautas porque ya sabes que en el espacio no se
puede...

DIABLO.- ¡Cállate! No dijo espacial, dijo: especial.

GIGANTÓN.- ¿Seguro? Porque yo escuché espacial, pudo escuchar mal señor, digo, todos
cometemos errores. ¿Verdad que no dijiste especial y si espacial?

DIABLURAS.- Si, digo no, digo si... ¡Ah, ya cállate!

GIGANTÓN.- ¡Ah! ¿Me estás callando? Porque a mí nadie me calla eh? porque tu sabrás
que yo soy el gran, el enorme, el grandioso Gigantón, y al gran, al enorme y grandioso
Gigantón, nadie lo calla.

DIABLO.- Tranquilo Gigantón, nadie te está callando, pero... ya cállate ¿no?

GIGANTÓN.- Está bien, nada más porque usted es el jefe eh, porque si no fuera el jefe, ni
crea que...

DIABLO.- Gigantón: shhh... Gracias. A ver, entre éste y tus rodeos, no te he entendido
nada, habla claro ¿qué tiene de espacial ese niño, digo, de especial?

DIABLURAS.- Que es... ¡el Salvador!

GIGANTÓN.- ¿Qué no el Salvador es un país?

DIABLO.- Gigantón: shhh... A ver, por favor repítelo, que éste interrumpió mi ataque de
neurosis.

DIABLURAS.- Ok: va a nacer ¡el Salvador!

DIABLO.- ¡El Salvador, va a nacer el Salvador, no puede ser, va nacer el Salvador!

GIAGANTÓN.- Señor, ese es mi papel.

3
DIABLO.- Perdón, tienes razón Gigantón, mi papel es otro, debo de guardar la
compostura, tú eres aquí el que debe ponerse así. Por favor, haz los honores.

GIGANTÓN.- El Salvador ¡ah! va a nacer el Salvador, no puede ser, va nacer el


Salvador...

DIABLO.- Suficiente, gracias.

GIGANTÓN.- De nada, cuando quiera.

DIABLO.- Bien, ya que pasó la histeria, ahora vamos a la ira; ¿por qué no me lo habías
dicho? ¿Sabes lo que eso significa para todos nosotros?

GIAGANTON.- No.

DIABLO.- No te hablo a ti, le digo a éste ¿sabes lo que eso significa para todos nosotros?

DIABLURAS.- (sarcástico) No, por eso estoy tan tranquilo. ¡Claro que lo sé!

DIABLO.- ¿Y ya has pensado en algo?

DIABLURAS.- ¿Yo? Sí, usted es el jefe.

DIABLO.- Sí ¿pero para qué crees que te pago?

DIABLURAS.- Ah, pues para: lavar su carro, limpiar su casa, darle de comer al gato,
planchar sus colas, afilar su cuernos, ver que el gas nunca se acabe para que el infierno no
deje de arder, pagar teléfono, hacer publicidad del infierno en revistas, periódicos,
televisión e internet...

DIABLO.- Ya, ya, ya párale, que hasta parece que estás ocupado y en realidad nunca haces
nada. Siempre tengo que hacerlo todo.

DIABLURAS.- ¿Que no hago nada? ¿Que no hago nada?...

DIABLO.- No, y ahora que va a nacer el Salvador, sólo llegas a preocuparme con el
problema y no tiene una solución.

DIABLURAS.- Está bien... (respira hondo) piensa, piensa, piensa... ya está, la solución es
simple: tenemos que evitar que el Salvador nazca, y como no sabemos donde nacerá,
seguiremos a los Reyes que saben donde nacerá y...

DIABLO.- ¡Lo tengo! la solución es sumamente simple: tenemos que evitar que el
Salvador nazca, y como no sabemos dónde nacerá, seguiremos a los Reyes que saben donde
nacerá.

4
DIABLURAS.- A ver... ¿qué Reyes?

DIABLO.- Pues los de España o los de Inglaterra, da igual ¿no?

DIABLURAS.- Señor, son los tres Reyes Magos.

GIGANTON.- ¿Y aparecen conejos?

DIABLURAS.- No, pero...

DIABLO.- ¿Pero qué...?

DIABLURAS.- Pero nosotros sí podemos desparecer a un camello, a un caballo y hasta a


un elefante.

DIABLO.- ¿De qué hablas?

DIABLURAS.- De un plan que no puede fallar.

DIABLO.- ¿Mi plan? Claro que no puede fallar

DIABLURAS.- Ah... sí señor, sí, vamos a la tierra. Pero...

DIABLO.- ¿Pero qué?

DIABLURAS.- Hay que avisarle inmediatamente a las diablas, así, mientras nosotros
vamos tras los Reyes, ellas podrán ir por las pastoras.

DIABLO.- No cabe duda, ¡soy un genio! Comunícales a las diablas mi excelente plan.

DIABLURAS.- Sí, señor.

DIABLO.-Vamos Gigantón, preparémonos, salimos inmediatamente, no hay tiempo que


perder. (salen)

SEGUNDO CUADRO
(Niñas)

Se conserva la escenografía alusiva al infierno, quizá la variante sea el cambio de lugar de


la escenografía, así como algun detalle más femenino en éste.
En proscenio, la Señora, pintándose las uñas, viéndose al espejo, etc. Entran Diana y
Diablita.

DIABLITA.- Ay Señora, ya dígale algo, está hable y hable y hable, y hable ¡no se calla!

SEÑORA.- ¿Es cierto eso Diana? (Diana va a hablar pero la interrumpe)

5
DIABLITA.- ¡Ah! o sea que duda de mi palabra. ¿Me está diciendo mentirosa?

SEÑORA.- No, pero es que yo a ella la veo callada, y generalmente tú eres la que no dejas
ni decir una palabra.

DIABLITA.-Ah, ahora me está diciendo habladora, parlanchina. Está bien, ya me callo,


pero ni crea que le voy a volver a dirigir la palabra.

SEÑORA.- Sólo en el cielo existen esos milagros, aquí no.

DIABLITA.- ¿Qué quiso decir?

SEÑORA.- Nada...

DIABLA.- (entra gritando) Señora, señora, señora, señora, por fin la encuentro.

SEÑORA.- ¿Qué pasa?

DIABLA.- Vengo de ver a los diablos.

SEÑORA.- ¿Y?

DIABLA.- Dicen que va a nacer.

SEÑORA.- ¿Quién va a nacer?

DIABLA.- El Niño.

DIABLITA.- Quien sabe, también podría ser niña, o a lo mejor y sean cuates, se imagina
que sean trillizos...

SEÑORA.- ¿No que ya no ibas a hablar? A ver, explícate

DIABLA.- Va a nacer el Salvador.

SEÑORA.- ¡No!

DIABLA.- ¡Sí!

SEÑORA.- No

DIABLA.- Sí

SEÑORA.- No

DIANA.- (jala la manga a la Señora y le asiente con la cabeza)

6
SEÑORA.- Está bien, hay que tomarlo con calma.

DIABLITA.- Señora, aquí la única neurótica es usted

SEÑORA.- (muy nerviosa) ¿Yo? Yo no estoy neurótica, tú estas neurótica, ella está
neurótica, ella sí que está neurótica, pero yo, yo no estoy neurótica.

DIABLA.- Bueno, neurótica no, quizá un poquito nerviosa.

SEÑORA.- Nerviosa, nerviosa ¿yo nerviosa?

DIABLA.- Señora, no hay tiempo que perder, debe de superar la crisis, hay que ir tras las
pastoras que irán a adorar al niño, los diablos ya van tras los reyes.

SEÑORA.- (como entrando en shock) Reyes, pastoras, el Salvador, Reyes, pastoras, el


Salvador...

DIABLA.- Tenemos que tranquilizarla en el camino, no hay tiempo que perder.

SEÑORA.- Reyes, pastoras, el Salvador, Reyes, pastoras, el Salvador...

DIABLITA.- Sí, vamos.

DIANA.- Yo tengo una pregunta.

DIABLITA.- ¡Ay! ya vas a empezar de preguntona y habladora, vámonos ¿qué no


escuchaste?: no hay tiempo que perder.

TERCER CUADRO
(Niñas)

Se deja la escenografía que alude al infierno, para cambiara una más campirana,
recreando nuevamente montañas, campo, etc. De tener el recurso se cambia el matiz en
rojos de iluminación, con una luz clara
Entran Angélica y Angelita, ésta última con un mapa entre manos; están perdidas.

ANGELITA.- Que sí, es por aquí.

ANGÉLICA.- Que no.

ANGELITA.- Que sí.

7
ANGÉLICA.- Que no, mira, teníamos que dar vuelta a la izquierda.

ANGELITA.- Por eso, dimos vuelta a la izquierda (señala hacia la derecha).

ANGÉLICA.- Angelita... ¿cuál es la izquierda?

ANGELITA.- Pues ésta es la derecha y ésta es la izquierda (señala al revés) ¿o es al revés?

ANGÉLICA.- ¡Ay, Dios! Mira, mejor yo llevo el mapa desde ahora ¿si?

ANGELITA.- Creo que es buena idea.

ANGÉLICA.- Creo que sí.

PASTORCITA.- (inicia en off y termina dentro) Ve por leña, ve por leña, que nosotras ya
hicimos ésto, que nosotras ya hicimos aquello, que tú no has hecho nada, que tú te la vives
en el chisme y nunca haces nada productivo, que ahora te toca a ti, ve por leña, ve por
leña...

ANGÉLICA.- ¡Qué suerte! una pastora, ella nos llevará con las otras.

ANGELITA.- Hola Pastora, no tengas miedo.

POSTORSITA.- (reaccionando incierta) ¡Jah! No tengas miedo, ¡Jah! Que chistosos, unos
ángeles se te aparecen así como si nada y te dicen: “no tengas miedo”. (dando vueltas como
loca por todo el escenario) ¡Ah! sálvese quien pueda, es el fin del mundo, el Apocalipsis,
los ángeles vienen a la tierra, ah....

ANGELITA.- ¿Qué parte de no tengas miedo, no entendió ésta?

ANGÉLICA.- Es muy ruidosa (tronando los dedos) ¡congélate!

ANGELITA.- ¡Oye! eso es magia, tenemos prohibido usarla.

ANGÉLICA.- ¿Cuál magia tú? Puro control menteishion, truquitos que se aprenden en los
cumpleaños.

ANGELITA.- ¿Si? ¿A ver...? (tronando los dedos) ¡Descongélate!

ANGÉLICA.- (tronando los dedos en todo el juego) ¡Congélate!

ANGELITA.- ¡Descongélate!

ANGÉLICA.- ¡Congélate!

ANGELITA.- ¡Descongélate!

8
ANGÉLICA.- ¡Congélate!

ANGELITA.- ¡Ah! Que divertido... ahora hay que transformarla en sapo.

ANGÉLICA.- ¡No! ¿Qué te pasa? Eso sí ya es magia.

ANGELITA.- Bueno, entonces hay que seguir jugando.

GABRIELA.- (entra molesta) ¡Qué jugar ni que nada! las mandaron a la tierra para una
misión ultra secreta y súper importante ¿y qué hacen? ponerse a jugar. ¡Y nada de control
menteishion! eso es magia y está prohibido usarla. Ya ve Señor, ya ve porque Gabriel le
dijo: mándeme a mí como todos los años, además ya es una tradición, pero no, tenía que
mandar a dos novatas: ¿por qué? porque Gabriel ya está muy visto. A ver, descongelen a
esa pobre, y hagan bien su trabajo (hace medio mutis).

ANGELITA.- Oye, la jefa se veía enojada.

ANGÉLICA.- Tú que le haces caso; vamos a seguir jugando.

GABRIELA.- ¡Qué no! A ver, Angélica, Angelita: las mandaron a la tierra a cumplir una
misión muy, muy, pero muy importante, si no cumplen esa misión no tienen idea de lo que
podría pasarle a la humanidad; así que dejan de jugar, y hacen bien su trabajo o las
desplumo. ¿Ok?

ANGÉLICA y AGELITA.- Ok...

GABRIELA.- Bien. Adiós (sale).

ANGELITA.- Pues yo creo que hay que descongelarla.

ANGÉLICA.- Yo también. (tronando los dedos) ¡Descongélate!

PASTORCITA.- ¡Ah!... (sale gritando y corriendo)

ANGELITA.- ¿Y ahora?

ANGÉLICA.- Sólo hay que seguir sus gritos, y así daremos con el resto de las pastoras.

ANGELITA.- ¡Ah! Que buena idea; vamos a hacerla gritar más para no perderle la pista.

ANGÉLICA.- ¡Va!

ANGELITA.- Te vamos a comer.

ANGÉLICA.- Podrás correr pero no esconderte.

9
La pastora va aumentando sus gritos y sale corriendo, Angélica y Angelita muertas de la
risa la siguen. Todas hacen mutis.
CUARTO CUADRO
(Niños)

Conservando la escenografía del cuadro anterior. Vemos a los tres Reyes Magos siendo
regañados por Gabriel, lo acompañan Miguel y Rafael.

GABRIEL.- Es que no es posible que de tres no se haga uno.

LOS TRES REYES.- Perdón.

RAFAEL.- ¿Qué no leyeron?

MELCHOR.- Pero es que aquí no había ningún letrero.

MIGUEL.- ¿Me lo juras? (antes de que alguno de los tres hable) acuérdate: “No jurarás el
nombre de tu Dios en vano”

GASPAR.- Es en serio, cuando llegamos, aquí no había ningún letrero.

RAFAEL.- ¿Seguros?

LOS TRES REYES.- Seguros.

MIGUEL.- Esto es sospechoso, muy sospechoso, a ver, reunión: Miguel, Rafael.

RAFAEL.- ¿Ya se dieron cuenta que las letras son rojas?

MIGUEL.- ¿Y que parece que lo acaban de pintar?

GABRIEL.- Y que dice “no estacionar...” con z

MIGUEL, RAFAEL, GABRIEL.- ¡Los diablos!

GABRIEL.- Sí, no hay duda.

MIGUEL.- Señores, parece que ya descubrimos lo que sucedió, sus animales fueron
secuestrados.

MELCHOR.- ¡Ay no! pobre de mi camello.

GASPAR.- Pobre de mi caballo.

BALTASAR.- A mi elefante ¿qué le pueden hacer? ni me preocupo.

10
MELCHOR.- Lo pueden vender a cualquier circo.

BALTASAR.- ¡Ay, mi elefantito!

GABRIEL.- Vamos señores, son Reyes, no se pongan así.

MIGUEL.- Sí, compórtense.

MELCHOR.- Ay sí, ya quisiera ver como te comportarías tú, si te quitaran las alas.

MIGUEL.- ¡Ay no! mis alitas no...

GABREIL.- Ya por favor. Reyes, tienen que llegar a adorar al niño, y para ello...

BALTASAR.- ¡Nos llevarán cargando!

RAFAEL.- ¡Cálmate! ¿Qué nos viste cara de elefantes o qué?

GABRIEL.- Te dije que ya no comieras más nubes.

MIGUEL.- No, no los vamos a llevar cargando a ningún lado, tenemos mucho trabajo.

GASPAR.- Pero que les cuesta, un aventón, son tres y nosotros también, uno por cabeza.

MIGUEL.- ¡Que no!

MELCHOR.- Ándenle ¿si?

MIGUEL, GABRIEL, RAFAEL.- ¡Que no!

BALTASAR.- Está bien, pero no se enojen.

MIGUEL.- Lo que harán, será seguir a pie.

MELCHOR.- ¡Ay! Mira que cómico salió el Angelito, como Belén está de aquí a tres
cuadras, podemos ir caminando ¿no?... (continúa el sarcasmo) Ah sí, por eso trajimos a un
camello, a un caballo y a un elefante, porque somos redelicados para caminar poquito.

MIGUEL.- ¿Es sarcasmo?

MELCHOR.- ¡No!

MIGUEL.- A que bueno, porque clarito pensé que sí.

MELCHOR.- Pues claro que sí, no seas...

11
GASPAR.- (tapándole la boca) ¡Cállate! ¿Qué no ves que son ángeles?

MELCHOR.- Me vale que sean ángeles.

BALTASAR.- (tapándole la boca) ¡Que te calles!

GABRIEL.- Miren, en vez de gastar energías en discusiones, mejor ocúpenlas en caminar,


que todavía les queda mucho que caminar.

MELCHOR.- ¿A poco, no me digas?

BALTASAR Y GASPAR.- ¡Que te calles!

GABRIEL.- Bueno, los dejamos, vamos a tratar de recuperar a sus animales, continúen
siguiendo la estrella que más brilla, así no se perderán. (los tres ángeles hacen mutis)

GASPAR.- Si. Bueno, pues, a caminar.

LOS TRES REYES.- (cantando) Vamos Reyes Magos, vamos a Belén, vamos Reyes
Magos, vamos a Belén, vamos Reyes Magos, vamos a Belén...

MELCHOR.- Yo digo que esa canción es de los pastores.

GASPAR.- Que no.

BALTASAR.- Mira, mientras no nos digan nada o nos quieran cobrar derechos de autor, tú
sigue cantando.

LOS TRES REYES.- (cantan hasta hacer el mutis completo y aún fuera de escucha un
par de líneas en off) Vamos Reyes Magos, vamos a Belén, vamos Reyes Magos, vamos a
Belén, vamos Reyes Magos, vamos a Belén...

QUINTO CUADRO
(Niñas)

Continúa la misma escenografía del cuadro anterior. Las pastoras reunidas en media luna
o caminando en escena.

PASTORINA.-Tengo hambre, mucha hambre, ¡ay que hambre tengo! pobre de mi


pancita… mis tripitas se están comiendo entre ellas.

PASTORA.- Ay, que exagerada.

12
PASTORINA.- ¿Exagerada? Para que veas que no, te voy a comer.

ROSITA.- ¡No te le acerques!

PASTORINA.- En serio, tengo mucha hambre.

ROSITA.- Pues mientras nuestra querida Pastorcita no regrese con la leña, no podemos
cocinar nada. (se escuchan los gritos de Pastorcita en off)

PASTORINA.- Creo que es ella.

PASTORCITA.- (entra corriendo) Sálvense quien pueda, ¡ah...! Los ángeles vienen tras
de mí...

PASTORA.- ¿Y la leña?

ROSITA.- ¿Qué no ves que no la trae?

PASTORCITA.- Claro que no la traigo, porque un par de ángeles me vienen siguiendo y


creo que hasta me quieren comer.

ROSITA.- Mira, mejor di que no quisiste maltratarte el cutis de las manos y por eso no
traes nada.

PASTORCITA.- En serio que vi a dos ángeles.

PASTORINA.- No será que el barniz de las uñas te hizo alucinar.

PASTORCITA.- ¿No me creen verdad?

TODAS.- No...

ANGÉICA.- (entrando) Pastorcita...

PASTORCITA.- Ya ven, ya ven, ya ven.

PASTORIANA.- Órale... gallinas gigantes

ANGELITA.- ¡Cómo que gallinas gigantes!

ANGÉLICA.- Somos ¡ángeles!

ANGELTIA.- Oye ¿ya viste?

ANGÉLICA.- ¿Qué?

ANGELITA.- Ellas no tiene miedo.

13
ANGÉLICA.- Si, es cierto.

PASTORSITA.- ¿Y por qué deberíamos de tener miedo? Se supone que los ángeles son
buenos.

ANGÉLICA.- Claro, pero su amiga, ni bien nos vio y se hecho a correr.

PASTORCITA.- No es cierto, no me dejaban correr, me hechizaron.

ANGELITA.- Ay no seas mentirosa...

PASTORA.- No le hagan caso, así es de habladora.

ROSITA.- ¿Y por qué están aquí?

ANGELITA.- Porque las estábamos buscando.

PASTORINA.- ¿Y para qué nos estaban buscando?

ANGÉLICA.- Ah, es que tenemos una misión ultra secreta y muy importante que cumplir.
Vengan y escuchen. (mientras todas hacen un círculo en un extremo del escenario, por el
otro entran las diablas, la Señora, sigue con los diálogos de su shock)

DIABLA.- Vean, se nos adelantaron.

SEÑORA.- (saliendo del shock verbal) Pero, que raro, no es Gabriel...

DIABLA.- Vaya, ya lo superó.

SEÑORA.- Esas dos se ve que son nuevas, no hay que temer, la victoria será nuestra.

DIANA.- Pero...

DIABLITA.- La jefa ya habló, dijo que la victoria sería nuestra, no es bueno contradecir a
la jefa.

SEÑORA.- Atacaremos.

DIABLITA.- ¿Así, sin un plan?

SEÑORA.- Son novatas, de sólo vernos se asustaran, ya verás.

DIABLITA.- Bueno, pues la veo desde aquí.

SEÑORA.- No te hagas la graciosa.

14
DIABLITA.- ¿Qué? usted dijo: “ya verás”

SEÑORA.- Sí, pero me refería a... a... ¡va! Olvídalo. A las tres, las cuatro salimos y las
asustamos, ya que nos dejen el terreno libre, nos apoderamos de las pastoras, las hacemos
nuestras víctimas y ellas nos dirán dónde nacerá el Salvador.

DIANA.- Pero...

SEÑORA.- Pero nada, a las tres. Una, dos, tres. (salen para asustarlas) ¡Buh!

ÁNGELES Y PASTORAS.- ¡Ah....! (todas salen corriendo)

SEÑORA.- ¿Qué? ¿Y las pastoras, dónde quedaron?

DIANA.- Eso es lo que quería decir, que de vernos, las pastoras también se iban a asustar.

DIABLITA.- ¿Y por qué no lo dijiste?

DIANA.- ¡Porque nunca me dejan hablar! (salen)

SEXTO CUADRO
(Niños)

Misma escenografía. Entran los tres Reyes Magos cantando.

LOS TRES REYES.- Vamos Reyes Magos, vamos a Belén, vamos Reyes Magos, vamos a
Belén, a ver a ese niño...

BALTASAR .- Ya me cansé.

MELCHOR.- No, no va así, es: a ver a ese niño...

BALTASAR.- ¡Qué no! En serio, ya me canse.

GASPAR.- Si yo también.

BALTASAR.- Y los Ángeles ni sus luces

MELCHOR.- Deben de estar buscando.

BALTASAR.- ¿Y si descansamos un rato?

15
GASPAR.- Sí, es buena idea, vamos a dormir (se acuestan para dormir en un extremo del
escenario, mientras por el otro entran los diablos)

GIGANTÓN.- (entrando) Ya me cansé, ya me cansé, estoy muy cansado ¡ay que cansado
estoy! Ya no siento mis piernitas, ni mi colita, ay...

DIABLO.- Gigantón, todos estamos igual que tú, pero hasta que no encontremos a los
Reyes Magos, no podemos descansar, y todo por culpa de éste.

DIABLURAS.- ¿Mía, por qué?

DIABLO.- Porque fue tu plan

DIABLURAS.- Ah, ahora si ¿no? mi plan...

DIABLO.- Pues sí, tú lo dijiste ¿no?

DIABLURAS.- ¿No que era suyo, y que era brillante y no sé que más?

GIGANTÓN.- Jefe, jefe...

DIABLO.- ¿Y ahora qué Gigantón?

GIGANTÓN.- Mire, allá. (señalando a los Reyes)

DIABLURAS.-Son ellos, están dormidos.

DIABLO.- Te lo dije, mi plan era perfecto, no podía fallar.

DIABLURAS.- Bueno, si es su plan, a ver ¿ahora qué hacemos?

DIABLO.- ¿Cómo que hacemos? Pues atacar.

DIABLURAS.- ¿Así, nada más?

DIABLO.- Claro, Gigantón va adelante. Cada quien agarra a uno, a las tres: una, dos, tres,
¡vamos!

LOS TRES DIABLOS.- (cada diablo abraza a un Rey, posteriormente serán los Reyes,
en estado de sonambulismo, quienes abracen a los diablos) ¡Los tenemos!

MELCHOR.- ¡Ah, querido camellito! Cómo te extrañe, me hacías tanta falta.

GASPAR.- ¡Ah, mi caballo! Mi caballito regreso.

BALTASAR.- ¡Elefantito! No te vendieron a ningún circo.

16
DIABLO.- ¿Qué les pasa a estos?

DIABLURAS- No sé, es su plan ¿no?


GIGANTON.- (galopando) Mire señor, mire, soy un caballito.

DIABLO.- Gigantón, deja de jugar, ya es suficiente con estos tres.

GABRIEL.- (se escuchan en off para terminar dentro) Yo digo que no nos van a creer.

RAFAEL.- Da igual, lo intentamos, ¿no?

MIGUEL.- Es que no encontrar un elefante, ¿no nos estaremos quedando ciegos? (los tres
observan hacia el mismo lugar)

LOS TRES ÁNGELES.- ¡Los diablos!

GABRIEL.- ¿Qué les están haciendo a nuestros Reyes?

DIABLO.- ¿Nosotros? ¡Ellos!

DIABLURAS.- Díganles algo.

MIGUEL.- Ustedes tienen la culpa, se lo ganaron,

DIABLO Y DIABLURAS.- ¿Nosotros? ¿Por qué?

RAFAEL.- Por que ustedes les quitaron a sus animales.

DIABLO.- ¿Nosotros? Ay ¿cómo crees?

MIGUEL.- Reyes, despierten.

GABREIL.- Si, despierten, ya tenemos a los que los llevarán con sus animales.

MELCHOR.- (despertando) ¿Eh, qué, cómo, dónde, cuándo a qué hora?

BALTASAR.- ¡Ángeles!

MELCHOR.- Nos dormimos y soñé que ya tenía mi camellito.

GASPAR.- Y yo a mi caballo.

BALTAZAR.- Y yo a mi elefante.

GIAGANTON.- ¿O sea que ya no soy un caballito?

17
GABRIEL.- Ellos secuestraron a sus animales y ellos los llevarán a donde los tienen
escondidos.

DIABLO.- ¡Si! Nosotros fuimos, pero no los llevaremos a ningún lugar, hasta que nos
digan donde nacerá el Salvador.

RAFAEL.- Bueno…

MIGUEL.- ¿Bueno? No podemos decirles.

GABRIEL.- Claro que sí, pueden saberlo, de hecho, todo aquel que quiera puede saberlo.

DIABLO.- Entonces, dime.

GABRIEL.- Primero, los animales.

DIABLO.- Esta bien, Diabluras, Gigantón, lleven a estos tres con sus animales.

MIGUEL.- Yo voy con ellos para cuidarlos. (salen Gigantón, Diablura, los tres reyes y
Miguel)

DIABLO.- Bueno, ahora sí, dime.

GABRIEL.- Esta Navidad, el Salvador nacerá... en el corazón de todos.

DIABLO.- ¿De todos?

GABRIEL.- Sí.

DIABLO.- ¿En el de Diabluras también?

RAFAEL.- Si el quiere que nazca en su corazón, así será.

DIABLO.- ¡Jah! (en off se escuchan las voces de los tres reyes, entran) Diabluras...

DIABLURAS.- ¿Si señor?

DIABLO.- ¿Tú quieres encontrar al salvador?

DIABLURAS.- ¡Claro!

DIABLO.- ¡Gigantón, sobre él, el Salvador nacerá en su corazón!

DIABLURAS.- ¿Qué? (Diabluras sale corriendo, perseguido por los otros dos diablos)

GABRIEL.- Estos diablos, bueno, y ahora que encontramos a sus animales, pueden seguir
su camino.

18
MELCHOR.- (sarcástico) Encontramos...

GASPAR Y BALTASAR.- ¡Que te calles!

GASPAR.- Gracias.

GABRIEL.- Iremos tras de ustedes, ya saben: sigan la estrella.

LOS TRES REYES.- Sí.

BALTASAR.- Adiós, y gracias por todo.

MELCHOR.-Bueno, pues vamos.

LOS TRES REYES.- Vamos Reyes Magos... (al igual que su mutis anterior salen
cantando y aun en off se escucha su melodía, acompañada esta vez por los ruidos
representativos de sus animales. Los ángeles salen tras de ellos o bien antes, para dejar
vacío el escenario)

SÉPTIMO CUADRO
(Niñas)

Misma escenografía. Instantes después de que los Reyes Magos y los Ángeles han salido,
entran Angelita y Angélica, acompañadas de todas las Pastoras, todas ellas con miedo,
observando, buscando.

ANGELITA.- Que miedo.

ANGÉLICA.- Eran horribles.

ANGELITA .-¿Los viste bien?

ANGÉLICA .-Si, tenían dos cabezas.

ANGELITA .-Y sacaban fuego por la boca

ANGÉLICA .-Y medían dos metros.

ANGELITA.- ¿Y les viste los colmillos?

ANGÉLICA.- Sí.

PASTORA.- ¿De que están hablando?

19
ANGELITA.- ¿Cómo de qué? Pues de los monstruos que se nos aparecieron.

ROSITA.- ¿Monstruos? Querrás decir diablas.

ANGELITA Y ANGÉLICA.- ¿Diablas?

GABRIELA.- (entrando bastante molesta) ¡Si! Diablas, o sea: el enemigo; no seres


imaginarios. Angélica, Angelita, parte de su misión, era, si se presentaba el caso, pelear y
vencer a las diablas. Y ¿qué creen? Se presento el caso, y en vez de pelear y defender a
estas pobres e indefensas pastoras, ustedes huyen primero que ellas

ANGELITA Y ANGÉLICA.- Perdón.

GABRIELA.- Nada de perdón, ya me hartaron, ahora voy a ir con ustedes, vamos a guiar
a estas pastoras a donde nacerá el Salvador, y si es necesario, vamos a pelear y a vencer a
quien quiera impedirlo.

ANGELITA Y ANGÉLICA.- Pero...

GABRIELA.- Nada de pero.

PASTORINA.- (viendo hacia la pierna de donde aparecerán las Diablas) Oigan, creo que
ahí viene alguien.

SEÑORA.- (inicia el dialogo en off) Seguras que se vinieron por aquí.

DIABLITA, DIAN Y DIABLA.- Sí.

SEÑORA.- Yo quiero a esas pastoras.

DIABLA .- (ya dentro) Ahí están.

DIABLITA.- ¡Ah! les llego su hora angelitas, entréguennos a esas pastoras y no les
haremos nada.

GABRIELA.- Mejor, váyanse, y nosotras no les haremos nada.

SEÑORA.- ¿Y tú, de dónde saliste?

ANGÉLICA.- (escudándose tras Gabriela) Ella te dará tu merecido.

ANGELITA.- (escudándose tras Gabriela) Si, ella

GABRIELA.- No sean miedosas, ustedes me van a ayudar.

SEÑORA.- ¡Jah! Podemos con las tres...

20
LAS PASTORAS.- ¿Y contra siete?

SEÑORA.- ¿Eh?

GABRIELA ¿Eh?

PASTORA.- Sí, los ángeles están aquí, ellas nos cuidarán, no te tenemos miedo.

DIABLITA.- Señora, yo tengo miedo (Diana también tiembla de miedo)

SEÑORA.-No sean cobardes.

DIABLA.-Pues ponga el ejemplo...

SEÑORA.-Tú también... ¡Ah....! (se arroja contra Gabriela, pelean, cada cual con su
arma representativa, tridente y espada, respectivamente. Las diablas pierden) Está bien,
me rindo, me rindo. Pero no importa, los diablos tuvieron que tener mejor suerte.

ROSITA.- Yo no creo...

OCTAVO CUADRO
(Niños y Niñas)

Sin que las niñas dejen la escena, en off se escucha el ruido de los diablos, que siguen
persiguiendo a Diabluras, los cuales entrarán, para lograr la última escena, mixta.

DIABLO.- Hay que atraparlo, el Salvador nacerá en su corazón.

GIGANTÓN.- Si, síganlo, cien puntos a quien lo atrape.

DIABLA.- ¿Oyeron? vamos tras él. (diablos y diablas salen persiguiendo a Diabluras)

DIABLURAS.- ¡Ah! ¡No! Ayuda!

PASTORCITA.- Y mientras los diablos pierden el tiempo...

GABRIELA.- Nosotros sigamos nuestro camino. (antes de salir entran por el otro lado
del escenario los Reyes y Ángeles, se encuentran. Y al Centro, todos canción final para
invitar al público a cantar y dar gracias).

MIGUEL.- Ya saben, el Niño, está por nacer, si ustedes quieren, en el Amor, en sus
corazones. (continúan la canción y salen)

21

Potrebbero piacerti anche