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Krugman y Obstfeld: “Economía Internacional”

Capítulos 14 y 15

Los tipos de cambio y las transacciones internacionales

El tipo de cambio es el precio de la moneda de un país en términos de la moneda de otro


país. Los tipos de cambio tienen una función en las decisiones, porque permiten expresar los
precios de diferentes países en términos comparables. Suponiendo todo lo demás constante, una
depreciación de la moneda de un país con respecto alas de otros países (un incremento del
precio de las demás monedas expresados en moneda nacional) abarata las exportaciones y
encarece las importaciones. Por otro lado una apreciación (lo contrario al caro anterior)
encarece las exportaciones y abarata las importaciones.

El mercado de divisas

Los tipos de cambio son determinados por el mercado de divisas. Los principales
agentes que participan en este mercado son los bancos comerciales, las empresas
multinacionales, las instituciones financieras no bancarias y los bancos centrales. Los bancos
comerciales desarrollan un papel primordial en este mercado, ya que facilitan el intercambio de
depósitos remunerados, que constituyen la parte principal del intercambio de divisas. Aunque el
intercambio de divisas se desarrolla en muchos centros financieros, repartidos por todo el
mundo, la tecnología de los actuales sistemas de comunicación, enlaza dichos centros formando
un único mercado que está abierto las 24 horas del día. Una clase importante de intercambios de
divisas es el intercambio a plazo, mediante el cual las partes acuerdan intercambiar divisas, en
algún futuro dedo, a un tipo de cambio previamente negociado. Por otro lado los intercambios al
contado son acordados y realizados de forma inmediata.

La demanda de activos en divisas

Ya que el tipo de cambio es el precio relativo de dos activos resulta más fácil
considerarlo como el precio de un activo. El principio básico de la determinación del precio de
un activo es que su valor actual depende del poder adquisitivo que se espera tenga en el futuro.
Para evaluar un activo, los ahorradores consideran la tasa de rentabilidad esperada que ofrece,
es decir, la tasa a la cual se espera que se incremente su valor a lo largo del tiempo. Es posible
medir la tasa de rentabilidad esperada de un activo en formas diferentes, cada una de ellas
dependerá de las unidades que venga expresado el valor de dicho activo. Los ahorradores
consideran la tasa de rentabilidad real esperada, es decir, la tasa a la cual se espera que se
incremente su valor esperado, expresado en una canasta de bienes representativa.
Cuando las rentabilidades relativas de los activos son importantes, como sucede en el
mercado de divisas, es conveniente comparar las variaciones esperadas en los valores de las
divisas, después de haber expresado dichos valores en una misma divisa (por ejemplo el dólar).
Si el factor riesgo y el criterio de liquidez no influyen de forma importante en la demanda de
divisas, los agentes que participan en el mercado, prefieren mantener, aquellos activos que
ofrezcan la tasa de rentabilidad esperada más alta.

Equilibrio del mercado de divisas

La rentabilidad de los depósitos que se intercambian en el mercado de divisas depende


de los tipos de interés y de los tipos de cambio esperados. Para comparar las tasas de interés
ofrecidas por los depósitos denominados en dólares y en pesos, por ejemplo, la rentabilidad de
los depósitos en pesos se debe expresar en términos de dólares, sumando para ello el tipo de
interés de los depósitos en pesos la tasa de depreciación (o apreciación) esperada de dólar con
respecto al peso durante el período en el cual se mantiene el depósito.

El equilibrio en el mercado de divisas exige la paridad de intereses, es decir, los


depósitos en cualquier moneda deben ofrecer la misma tasa de rentabilidad esperada en cuanto a
las rentabilidades que vienen expresadas en los mismos términos.

Los tipos de interés, las expectativas y el equilibrio

Dados unos tipos de interés y unos tipos de cambio futuro esperado, la condición de
paridad de intereses nos dice cual es el tipo de cambio de equilibrio. Cuando la rentabilidad
esperada de los depósitos en pesos excede a al de los depósitos en dólares, por ejemplo, el dólar
se deprecia inmediatamente respecto del peso. Si se supone todo lo demás constante, una
depreciación del dólar hoy reduce la rentabilidad esperada de los depósitos en pesos,
disminuyendo la tasa de depreciación del dólar esperada en un futuro respecto al peso. Caso
contrario ocurre sí la rentabilidad de los depósitos en pesos en inferior a la de los depósitos en
dólares.

Todo lo demás constante, un incremento en los tipos de interés de los dólares da lugar a
una apreciación del dólar respecto del peso, mientras que un incremento en los tipos de interés
de los pesos se traduce en una depreciación del dólar respecto al peso. El tipo de cambio actual
también se ve afectado por las variaciones en el nivel del tipo de cambio futuro esperado. Si se
produce un incremento en el nivel del tipo de cambio futuro esperado del dólar respecto al peso,
por ejemplo, entonces para unos tipos de interés constantes, el tipo de cambio del dólar de hoy
respecto al del peso también se incrementara.

La demanda agregada de dinero

El dinero se mantiene por su liquidez. Cuando se considera en términos reales, la


demanda agregada del dinero no es la demanda de un cierto número de unidades monetarias,
sino que en su lugar es la demanda de una cierta cantidad de poder adquisitivo. La demanda de
dinero agregada total depende negativamente del coste de oportunidad de mantener el dinero,
expresado mediante el tipo de interés interno, y positivamente del volumen de las transacciones
de la economía, expresadas como el PNB real.

Los tipos de interés de equilibrio: la interacción de la oferta y la demanda de


dinero

El mercado monetario se encuentra en equilibrio cuando la oferta de dinero en términos


reales es igual a la demanda agregada de dinero en términos reales. Dados el nivel de precios y
el nivel del producto, un aumento de la oferta monetaria reduce el tipo de interés y una
disminución de la oferta monetaria lo sube (gráfico 1). Dado el nivel de precios, un incremento
en el producto real aumenta el tipo de interés, mientras que una disminución del producto tiene
un efecto contrario (gráfico 2)

Gráfico 1
R

R1
R2
L(R, Y)
M1/P M2/P M/P

Gráfico 2
R

R2
R1
L(R, Y2)
L(R, Y1)
M/P
La oferta monetaria y el tipo de cambio a largo y corto plazo

Reduciendo el tipo de interés interno, un incremento en la oferta monetaria origina una


depreciación de la moneda nacional en el mercado de divisas (incluso cuando las expectativas
acerca del tipo de cambio futuro no varíen). De modo similar una disminución de la oferta
monetaria nacional hace que la moneda nacional se aprecie respecto a las monedas extranjeras.

El supuesto de que el nivel de precios viene dado a corto plazo constituye una buena
aproximación a la realidad en los piases que tienen una inflación moderada, pero es un supuesto
inadecuado a largo plazo. Las variaciones permanentes de la oferta monetaria empujan el nivel
de precios de equilibrio a largo plazo proporcionalmente a la misma dirección, pero no influyen
en los valores a largo plazo del producto, del tipo de interés o en cualquiera de los precios
relativos. Un precio monetario importante, cuyo valor de equilibrio a largo plazo aumenta en
proporción a un incremento permanente de la oferta monetaria, es el tipo de cambio, el precio
en la moneda nacional de las monedas extranjeras.

Un incremento en la oferta puede originar que el tipo de cambio desborde a corto plazo
su nivel de largo plazo. Si el producto viene dado, un incremento permanente de la oferta
monetaria, por ejemplo, origina una depreciación más que proporcional de la moneda a corto
plazo, seguida de la apreciación de la moneda a su tipo de cambio a largo plazo. El
desbordamiento del tipo de cambio, que aumenta la volatilidad de los tipos de cambio, es el
resultado directo del lento proceso de ajuste a corto plazo y de la condición de paridad de
intereses.

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