El 30 de agosto de 1821 sancionó el Congreso la Constitución que había
de regir los destinos de la República de Colombia. Múltiples disposiciones dictó este Congreso y, en relación con el tema que nos ocupa, fueron sancionadas tres Leyes fundamentales el 29 de septiembre de 1821 son ellas: Ley sobre ley y peso de las monedas de oro y plata, Ley sobre amonedación de la platina y Ley sobre emisión de una moneda de cobre. Se las conoce también como las Leyes de 1° de octubre de 1821, fecha de su promulgación. Estas leyes tuvieron por objeto poner fin a "los males que sufren los pueblos por la gran variedad de monedas que han introducido la guerra y la consiguiente desorganización en que nuevamente se han hallado estos países que semejantes perjuicios que se experimentan principalmente en el comercio interior, no se podrán evitar si todas las clases de monedas circulantes, no se reducen a un mismo peso y ley conocida". Uno de los actos de vital importancia para el afianzamiento de la soberanía de la República era, pues, acuñar moneda nacional y lanzarla a la circulación lo antes posible. En consecuencia, los cuños de Bogotá y Popayán, así como el de Caracas se mantuvieron en actividad. Sin embargo, a los fines del presente estudio sólo incluiremos las acuñaciones realizadas en el departamento de Venezuela y aquellas disposiciones legales adicionales que tuvieron vigencia local. Pocos días después de la batalla de Carabobo, el 5 de julio, en su Cuartel General de Caracas, el Libertador dictó un Decreto prohibiendo la circulación de "la moneda de cobre que con el nombre de señas, ha introducido en Venezuela el Gobierno español". Introducido debe entenderse por implantado y no por haber sido traídas las monedas de fuera, puesto que eran acuñadas en la ceca de Caracas. La casa de la Moneda de Caracas se puso en actividad inmediatamente. En el Archivo General de la Nación existen relaciones de los gastos del cuño y de los salarios pagados a los operarios. En estas relaciones consta que para agosto de 1821 se estaban acuñando pesetas y cuartos de reales y que los operarios de tales acuñaciones eran Andrés Mexias y Mariano Ponte, respectivamente. Bartolomé Salinas recibió 95 pesos por un cilindro para acuñar cuartos y Santiago Ochoa cobró un peso y medio por grabar cada par de cuños. El Vicepresidente del Departamento de Venezuela. General José Antonio Páez, dio órdenes al Director General de Rentas, quien las trasmitió a Marcelino Plaza el 10 de octubre de 1821, para que "a la mayor brevedad se acuñe toda la moneda de a cuartillo que se ordenó y que el público necesita con urgencia... prevengo a Ud. que toda la plata que exista o pueda comprarse en lo sucesivo se destine precisamente a esta clase de moneda". El 26 de septiembre de 1822, en uso de sus atribuciones, decretó el General Soublette el cierre de la Casa de Moneda de Caracas, considerando que "no se haya establecida o aprobada por el gobierno Supremo ni sujeta a planta o reglamento alguno expedido por él; que no hay en el Departamento metales preciosos que acuñar y que los cuartillos de plata en cuya amonedación se ha ocupado hasta ahora deben hacerse de cobre, en los términos y con las circunstancias prevenidas por la Ley de 29 de septiembre del año undécimo". El 22 de diciembre de 1822 dirigió Marcelino Plaza al General Intendente un informe sobre las operaciones de la Casa de la Moneda. De acuerdo con éste, durante el lapso comprendido entre el 14 de julio de 1821 y el 31 de octubre de 1822, el Cuño de Caracas labró 34.529 onzas de plata. Para los efectos de esta acuñación se utilizó, además de plata en barras, 3.313 onzas, 6 ochavas en moneda "chipichipi" adquirida por 2.899 pesos, 4 2/8 reales y 618 pesos fuertes por 695 pesos, 2 reales, a razón de nueve reales cada uno. De los cuartillos se han conservado algunos ejemplares y sus características, similares a las de las monedas de cobre emitidas por los patriotas en 1812. Las autoridades Republicanas no estaban en capacidad de emitir moneda en cantidad suficiente para amortizar todo el numerario en circulación. Las monedas acuñadas por orden del General Morillo, dada su buena calidad, eran aceptadas por el público sin reservas y así, con el objeto de no causar serias perturbaciones a la circulación con la emisión de limitadas cantidades de moneda nueva, las autoridades republicanas optaron por resellar monedas con las características de las "morilleras", eliminando sólo el nombre del monarca y sustituyéndolo por marcas sin significación específica. Parece reforzar este punto de vista la existencia de pesetas españolas de la época de Carlos III y Carlos IV (colección del Banco Central de Venezuela) reselladas en Caracas y que difieren de las "morilleras" sólo en que las cifras y las letras son más pequeñas y en que la F y el 7 de Fernando VII están sustituidos por flores de cuatro pétalos. Todos los resellos tienen fecha de 1818. El 4 de junio de 1823 el Congreso dictó un Decreto por el cual se autorizaba la acuñación de una moneda la cual se dio a conocer con el nombre de "china" esto se debía a que era frecuente, para la época, llamar a las indias chinas. La figura de una india estampada en estas monedas dio origen al nombre, el cual se generalizó por todo el país. El 14 de marzo de 1826 se decretó el retiro de circulación de la moneda macuquina, la cual era una moneda de plata de baja ley, cortada y de fábrica grosera que en su origen circulaba en Cartagena y sus alrededores, pero luego se extendió a Venezuela , Puerto Rico y otras regiones. Se usaba en el expendio y comercio interior, no tenía valor fijo, porque subía y bajaba en proporción a la escasez o abundancia de la moneda legal, llamada fuerte o de cordoncillo. En esta época se gestaba en Venezuela un movimiento separatista que propició el desconocimiento de las órdenes emanadas del gobierno central. En relación con el problema monetario, Páez dictó un decreto por el cual restablecía la Casa de la Moneda de Caracas que había sido suprimida por el gobierno de Bogotá. Esta medida trataba de beneficiar al Erario Público y a los particulares pero fue tomada a la ligera y no llegó ni siquiera a ponerse en funcionamiento. El gobierno de Colombia deseaba unificar la circulación monetaria y retirar todas aquellas que estuvieran desgastadas y recortadas, pero esto fue imposible por el mal estado de las máquinas. A tal efecto el Libertador dictó un decreto en Bogotá el 6 de noviembre de 1828 limitando la prohibición de la moneda falsa, sin embargo la moneda fue profusamente falsificada y llegaron a conocerse hasta 37 cuños diferentes.
República de Venezuela 1830 – 1863
Al consolidarse la Independencia, la necesidad de bienes de toda
especie que tenía el país favoreció un activo comercio con el exterior, especialmente a través de las colonias europeas en las Antillas. El abandono de actividades productivas a causa de la guerra, hizo imposible que este comercio se hiciese a cambio de bienes nacionales, acentuándose cada vez más el déficit de la balanza comercial. Las mercancías importadas debían pagarse en moneda aceptable en el exterior, de manera que la plata fuerte, fue desapareciendo de la circulación. De este modo se originó un comercio con el propio dinero. Se importaba moneda de buena calidad y se vendía a precios que excedían su valor intrínseco. La ganancia encarecía naturalmente las mercancías y al fin y al cabo las monedas volvían a salir del país en pago de importaciones. Sólo quedaban para las transacciones internas las monedas de baja ley, gastadas y cercenadas, a pesar de lo cual, y por su escaso número, se vieron también sobre valoradas. La escasez de numerario y su ínfima calidad, causante de muchos inconvenientes, no podía ser solucionada sino mediante la amortización y la sustitución de la mala moneda por otra de buena ley, en cantidad suficiente a las necesidades de cambio. El problema no pasó inadvertido a los hombres de la época, quienes, con toda claridad, plantearon las soluciones, pero fue imposible ponerlas en práctica porque el país había quedado en la ruina después de una guerra tan prolongada. En los años que siguieron a la separación de Venezuela de la Gran Colombia la situación económica no experimentó cambios favorables que permitiesen al gobierno encauzar el problema de la circulación hacia soluciones definitivas. Las medidas adoptadas fueron sólo paliativas. Con el objeto de equilibrar los valores de las monedas, se fijó el precio de la onza de oro y de la plata fuerte de acuerdo con sus relaciones de peso. Las monedas extranjeras fueron llenando el vacío ocasionado por la falta de numerario y circularon con el beneplácito general. El 30 de diciembre de 1830 las autoridades publicaron una tabla que fijaba los valores de conversión al cambio de la moneda corriente del país. En esta forma quedó legalizada la circulación de la moneda extranjera en Venezuela. En 1833 la moneda que circulaba era la antigua macuquina y la acuñada en Caracas antes y después del gobierno republicano, ambas de plata. La de oro era la acuñada en todos los Estados Americanos, pero la que circulaba más abundantemente era la que llevaba las armas de Colombia. El 28 de marzo de 1835 se dictó una ley sobre admisión y valor de las monedas extranjeras, la cual permitía la aceptación de los centavos de cobre norteamericanos en pago de deudas y su libre convertibilidad en monedas de oro y plata. El Ejecutivo, previendo que la circulación de una moneda desconocida hasta el momento, pudiese ocasionar inconvenientes, envió una circular a los Gobernadores, para que publicasen en su jurisdicción las ventajas que la circulación de dicha moneda traería. El 29 de marzo de 1842 el Congreso dictó una Ley para la acuñación de moneda de cobre nacional, la cual sería de obligatorio recibo en las Tesorerías y por parte de particulares, estas se acuñaron en Londres, las monedas con una hermosa efigie de la Libertad, fueron de muy buena calidad, bien grabadas y se emitieron en los valores de uno, medio y un cuarto de centavo. Al poner en circulación estas monedas se derogó el decreto que permitía la introducción de centavos norteamericanos. En 1848 se promulgó la Ley de Monedas, promulgada el 30 de marzo, esta ley promulgó como unidad monetaria de Venezuela el franco francés. En ningún documento de la época aparece alguna consideración que explique el motivo de tan curiosa medida. No es posible pensar que existiese un rechazo público al sistema tradicional español, pues al contrario, se había tratado de conservarlo a fin de evitar agravar aún más nuestra deficiente circulación monetaria. La explicación se acerca más a la actitud del nuevo gobierno que trataba de manifestar por todos los medios posibles su desacuerdo con la política seguida en el período de la Oligarquía Conservadora. Se ordenó publicar una tabla con las equivalencias de las monedas circulantes con relación a esta nueva moneda. El 1° de abril de 1854 se produjo otra disposición curiosa, como la mayoría en esta época. Se promulga una Ley para el establecimiento de una Casa de Moneda en Caracas, destinada a la acuñación de monedas de oro, plata y cobre con similares características a las de 1843. Se establece que las monedas de oro serían la onza, la media onza, el doblón, el escudo y llevarían el nombre de "Venezolano de oro". Las de plata serían el peso fuerte o venezolano de plata, el medio peso, el cuarto de peso o peseta, el real y el medio real. Las monedas de cobre se dividirían en cuartos y octavos, todo lo cual marca una influencia clara del sistema español, tanto en su denominación como en las relaciones en cuartos, octavos, dieciseisavos, etc. La casa de la Moneda no pudo establecerse y tampoco se pusieron en práctica medidas que mejorasen la circulación monetaria. Ley de Monedas de 23 de marzo de 1857: Como no había sido posible el establecimiento de la Casa de la Moneda en la Ley de 1854, y ante la gran escasez de circulante el Congreso autorizó la acuñación en el exterior de moneda nacional. Las monedas llegaron a mediados de 1858 y a pesar de algunas discrepancias sobre su peso y ley, fueron puestas en circulación. Las monedas de plata y cobre puestas en circulación resultaron insuficientes y se autorizó una nueva acuñación con iguales características que las anteriores. Iniciada en 1859 la llamada Guerra Larga o Guerra Federal, fueron sucediéndose varios gobiernos provisionales hasta que el 10 de septiembre de 1861 se proclamó Páez Dictador de Venezuela. Durante su gobierno se ordenó una acuñación de monedas de plata con su efigie. Los numerosos incidentes a que dio lugar esta acuñación vinieron a ser testimonio del descrédito en el que había caído el gobierno venezolano en el exterior y de la desconfianza que inspiraba la desorganización administrativa del país. Se especificaba que las monedas deberían llevar por un lado: "La efigie del Presidente de la República con la leyenda Ciudadano Esclarecido y por el otro la indicación del valor de la pieza y el año de la fabricación.." La acuñación sufrió un retardo ya que el grabador de la Casa de la Moneda sugería la conveniencia de que la efigie del Jefe del Estado apareciese de perfil y no de frente, cambio que se aceptó el 7 de noviembre de 1862. Estas monedas luego de una accidentada historia no entraron en circulación, algunas de estas monedas llegaron en momentos en que acababa de triunfar la revolución federalista, y no fueron recibidas por el gobierno. Beneficios del cacao
El cacao podría reparar el daño sufrido en los vasos sanguíneos
Según un artículo publicado el 7 de marzo de 2007 en foodnavigator- usa.com, se debería animar a los fumadores a ser más indulgentes a la hora de endulzar su vida, a juzgar por los resultados de un nuevo estudio que señala que el consumo diario de un preparado especial de cacao mejora el funcionamiento de los vasos sanguíneos. La investigación, publicada en la revista Journal of Cardiovascular Pharmacology, estudió un grupo de 11 fumadores sanos, todos ellos hombres, que consumían tres dosis al día de una bebida de cacao rico en flavanoles. Los voluntarios consumieron un total de 918mg diarios de flavanoles durante el ensayo clínico. En tan solo dos días, los participantes mostraron una mejora importante en el funcionamiento de los vasos sanguíneos y los investigadores observaron que los problemas del flujo sanguíneo se podían resolver casi totalmente al séptimo día con el consumo de una mezcla que contenía 306mg de flavanoles.
La conclusión extraída por los científicos es que el consumo regular de
cacaos especiales que contienen flavanoles puede tener un efecto beneficioso en la salud de los vasos sanguíneos y, posiblemente, incluso reparar el daño sufrido por dichos vasos. Este descubrimiento se une a la creciente literatura acerca de los enormes beneficios del cacao para la salud, especialmente es que contiene flavanoles en el grano sin procesar. Recientemente los fabricantes de chocolate han difundido los aspectos saludables del cacao y algunos, como Nestlé y Mars, han financiado investigaciones en nutrición para combatir las preocupaciones de los consumidores. Además de los beneficios relacionados con la circulación, otras investigaciones sobre los flavanoles, sugieren que podría detener el desarrollo de las células cancerosas, reducir el colesterol y disminuir la tensión sanguínea.
Una semana después de haber finalizado el estudio, los participantes
descubrieron que el funcionamiento de sus vasos sanguíneos había vuelto a los niveles previos al estudio, lo que indica que es necesario mantener el consumo de flavanoles para que los efectos perduren.
El estudio, realizado por la Universidad de California, en los EEUU, y el
Hospital Universitario de Aachen, en Alemania, señala que será necesario realizar más ensayos clínicos para determinar con mayor precisión la influencia de los flavanoles en la salud circulatoria.
Procesamiento del Cacao
PASOS EN EL PROCESAMIENTO DEL GRANO DE CACAO
1. Los granos del cacao se limpian para retirar cualquier material
extraño. 2. Se tuestan los granos con la finalidad de acentuar el sabor y color del chocolate. La temperatura, tiempo y grado de humedad involucrados en el tostado depende en el tipo de granos a procesar y el tipo de chocolate o productos requeridos del procesamiento. 3. Se descascarilla el grano del cacao para dejar básicamente el grano en sí la almendra de cacao. 4. Las almendras son sujetas al proceso de alcalinización, usualmente a través de carbonato de potasio, para desarrollar color y sabor. 5. En seguida, se muelen las almendras de cacao para producir el Licor de cacao (partículas de cacao suspendidas en manteca de cacao). La temperatura y grado de molido varían dependiendo de los productos derivados requeridos. 6. Los fabricantes generalmente utilizan más de un tipo de grano de cacao; de tal forma, los diferentes granos utilizados se mezclan para obtener su fórmula. 7. Se prensa el Licor de cacao para extraer la Manteca de cacao resultando una masa sólida llamada Torta de cacao. La cantidad de Manteca de cacao extra es controlada por el fabricante para extraer Torta de cacao con diferentes contenidos porcentuales de grasa. 8. El procesamiento toma dos direcciones. Por un lado, la manteca es utilizada para producir chocolate; por otro lado, la torta se rompe en pequeñas partículas para después ser pulverizada obteniendo Cocoa en polvo.
Utilidades del cacao
Durante algunos años se han realizado importantes estudios acerca del
cacao trayendo consigo importantes y considerables resultados, los cuales demostraban que este elemento no solo resultaba altamente rico en elementos como ácidos vegetales, vitaminas y minerales muy útiles para estimular diversos aspectos del sistema orgánico humano, sin mencionar que a este también se le atribuyeron propiedades para el tratamiento de cosas como las cargas mentales y los problemas de índole cardiovascular.
La disminución de problemas cardiovasculares gracias al cacao se debe
a que dentro de sus principales elementos se encuentran los fenoles antioxidantes, que contribuyen directamente a disminuir hasta un 42% el envejecimiento celular y retrasan la acción de las enfermedades cardiovasculares. Por otro lado el tratamiento de las cargas mentales también es un aspecto como ya se dijo anteriormente, a destacar del cacao, pues la aparición de estas en la actualidad muchas veces dificulta el buen desarrollo de nuestras actividades cotidianas; esta cualidad se atribuye gracias a la presencia de un gran número de neuro estimulantes presentes en dicho alimento que por consiguiente ayudan a disminuir o eliminar la presencia de dichas cargas. Cabe mencionar que al cacao también se le atribuyen propiedades para evitar y tratar varios tipos de canceres, aunque esta teoría no esta demostrada en su totalidad, los estudios muestran futuros y buenos resultados en dicha materia. En la alimentación el cacao puede ayudar a equilibrar importantes sistemas como el digestivo y el inmunológico, ya que la significativa presencia de un elemento llamado flavonoides, equilibra el desarrollo de ambos; sin mencionar que según diversos expertos incluir el cacao y/o chocolate en nuestra dieta también puede significar algunas virtudes en aspectos físicos como:
• Energía: el cacao es una inmensa fuente de energía que no solo la
aporta, sino que a su vez ayuda a mejorar significativamente las reservas de la misma, permitiendo así obtener una mayor desarrollo en nuestras actividades físicas. • Percepción: el cacao posee dentro de sus elementos más reconocidos los llamados aceites vegetales muy útiles para cuidar y proteger el sistema nervioso central, lo cual aumenta significativamente la percepción física y mental. Aunque este elemento puede colaborarnos en otros aspectos físicamente, los anteriormente mencionados son algunos de los más importantes a tener en cuenta, en especial por las personas deportivas. Dado lo anterior queda demostrado que el cacao no solo se muestra ante nosotros como un excelente alimento altamente beneficioso para nuestro buen desarrollo orgánico, sino que a su vez se da como un elemento delicioso muy aplicable a cualquier tipo de dieta.