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LOS ORÍGENES DE LA ESCUELA PÚBLICA Y EL ESTADO EDUCADOR

PROPUESTAS T ACTUACIONES EN LA ESCUELA ESTATAL

Mario Alighiero expone cómo el Estado va intervenir en la educación: las


problemáticas que tuvo que enfrentar con otras instituciones tradicionales, la
necesidad que tuvo de crear un Ministerio de Educación.

También se podrá encontrar en la lectura las preocupaciones del momento


por la creación de las “escuelas normales”, para la formación de profesionales de
la educación.

Mario Alighiero Manacorda.

Mientras Diderot tenía que luchar contra los ataques de la iglesia y las
prohibiciones del estado, llevar a término su enciclopedia, Rousseau solitario
Emilio, otras voces se levantaban para pedir una intervención en el campo de la
instrucción, tradicionalmente confiada a la iglesia.

En 1763 se publicaba el Essai d´ éducation nationale de Louis René de la


Chalotais (1701-1785), uno de los protagonistas de la expulsión de los jesuitas de
Francia, apreciado por Voltaire. En él presentaba un plan para el establecimiento
de escuelas, con sus correspondientes programas, tenían gran importancia la
enseñanza de la historia y de las ciencias naturales. No era un plan de educación
democrática, se oponía, a la acción de los Hermanos de las escuelas cristianas,
porque temía que esto los separara del ejercicio de las profesiones más humildes
y necesarias.

Desprecio de Herder y la burla de Marx, tenía el laicismo y el estatismo:


“Aquí no existen católicos, ni luteranos, ni reformados, sino sólo cristianos”. Y
como la Chalotais, auspiciaba que las escuelas estuvieran dirigidas por criterios
uniformes por parte del estado para el bien civil de todos los ciudadanos,
acabando con el predominio sectario de las iglesias.

La importancia de la educación y de la instrucción requiere la suprema


vigilancia de un autorizado ministerio del estado, un ministerio que pueda ser
escuchado por el soberano, que en su De la législation ou principes des lois
(1976).

Y en Italia tenemos a Filangieri que, legislazione (1780) “las leyes que se


refieren a la educación, a las costumbres y a la instrucción pública”, dando cabida
a un reformismo moderado. Es partidario de la universalidad de la instrucción, no
de la igualdad: “Si una sola clase de ciudadanos fuera excluida de la educación
pública, mi plan sería imperfecto y vicioso”. Pero para ser universal, no debe ser
uniforme.

La instrucción es y seguirá siendo en cualquier época un hecho político.


Estábamos en 1760, durante la guerra de los siete años, y María Teresa
expresaba con absoluta claridad una toma de conciencia determinante en la
historia.

El cuadro organizativo de la instrucción estatal, que resulto de ello,


comprendía: 1. La trivial o deutsche Shule que podía ser frecuentada desde los 6
a los 10-12 años, Las Hauptschulen, escuelas principales destinadas a la
formación profesional, de las cuales formaban parte las normalschulen, escuelas
“normales” para la formación de los enseñantes, de una duración de cuatro años.
Los Gymnasien, intermedias de latín, preparaban para las universidades el vinculo
de la escuela normal con los gimnasios – había dicho María Teresa- un principio
de mucha utilidad. Finalmente las universidades, ya reorganizadas anteriormente.
A esto se ha añadir que en el mismo periodo habían constituido escuela
especiales de diverso tipo: equitación, academia oriental, escuela de diseño
manufacturero para la industria textil, José II, hijo de María Teresa, interpretaba
así el espíritu, principal deber de todo ciudadano es hacerse apto para servir al
estado. Conocimientos, saber y buenas costumbres son los medios mejores y más
seguros para alcanzar el bienestar externo e interno.

¿DE DONDE SALIERON LAS ESCUELAS?

Al ser la escuela una institución en la que se intersectan relaciones entre


individuos, al educación que ahí se realizaba aparece como una práctica
relacionada con el culto y el gobierno.

Características esenciales de la escuela, educación moderna es la


sistematización del conocimiento, aún cuando no siempre fue así. El surgimiento
de la escuela pública, controlada por el estado, van a surgir los modelos de
escuelas que serían retomados por otras sociedades.

Las tipologías y modelos van sufriendo transformaciones, la escuela será


selectiva con quienes acudan a ella. El crecimiento del número de escuelas y
alumnos aparecerán los sistemas educativos y la escolarización a cargo del
Estado.

La siguiente lectura de Everett es más elocuente en el recuento histórico del


surgimiento de la institución escolar – desde la antigüedad hasta nuestros días - ,
mientras que la lectura de Mario Alighiero “La educación en la primera mitad del
siglo XIX”, que la complementa aborda en especifico las necesidades educativas
de la sociedad emanada de la Revolución Francesa y el modelo escolar a las que
éstas dieron origen.

LORD MACAULAY

Minuta parlamentaria acerca de la educación hindú.


La escuela es una etapa dentro de una sucesión de instituciones
especializadas. Ritos prehistóricos, los mitos y los chamanes, templos y las castas
sacerdotales, escuelas sumerias, griegas, alejandrinas y romanas, ellos han
jugado un papel en la historia de los actuales sistemas escolares estadounidenses
e internacionales.

Dicho aprendizaje incluía originalmente mucho mas de lo que hoy llamamos


educación. Como la escolarización incluye mucho menos.

Desde 1820, la arqueología y la antropología han extendido la historia del


hombre en decenas de millares de años. Hasta donde es posible comprobar
también encontramos evidencias de pueblo y lugares especializados en y para el
empleo del rito y el ritual.

Únicas figuras humanas incluidas en las pinturas son chamanes, los cuales
combinaban el papel del maestro con el del sacerdote, el mago, el actor.

Educación surgió de la práctica de culto y del gobierno. Los chamanes y los


sacerdotes constituyen por tanto el eje no sólo del desarrollo de los maestros y las
escuelas, sino también de la evolución del hombre. El cerebro, la mano y la
lengua; la horda, la villa y la ciudad; la magia, la religión, el arte y la ciencia. Esos
son los pilares del desarrollo físico, social y espiritual del hombre.

Ha establecido con bastante claridad que no solo la escritura, sino también la


contabilidad y las matemáticas, la astronomía y la química, la música, la pintura y
la poesía, tuvieron su desarrollo inicial en el atrio de los templos de las castas
dirigentes egipcias, sumerias y otras, que combinaban las funciones del sacerdote
y del rey.

La otra raíz, mucho más modesta, hace su primera aparición en un aula


sumeria construida para albergar a unos treinta niños. Platón y Aristoranes fueron
los primeros que dejaron perdurable registros escritos del aula y al escuela.
Primeras escuelas de la Atenas clásica. Atenas se fue haciendo más democrática,
y que los alumnos comenzaron a superar numéricamente a los maestros.

Poco después de la primera referencia griega escrita a la instrucción de las


artes literarias y las habilidades técnicas entre grupos de personas, aparecieron
mencionados las escuelas de medicina y filosofía, escuelas por filósofos se
basaban en contratos entre el maestro y un grupo de padres, con el fin de instruir
a los hijos durante un período de la adolescencia de tres o cuatro años. Sofistas
fueron los primeros maestros pagados.

A partir de esos mezquinos comienzos que tuvieron lugar en el siglo de Oro


de Grecia, florecieron, en las colonias helénicas que las conquistas de Alejandro
esparcieron por todo el viejo mundo, sistemas escolares proféticos de los nuestros
en cuanto a organización, curriculum y agrupamiento de los estudiantes por
edades. Primero los niños aprendían a leer, escribir y contar; luego se les
enseñaba gimnasia, música, clásicas literarios, geometría y ciencia.

Los romanos adoptaron la escuela helénica con algunas modificaciones


mínimas, la emplearon para educar, la caída de Atenas hasta la caída de Bizancio
se escolarizó a una infima minoría de la población mundial de manera parecida a
la que se emplea en la actualidad, la escuela no fue una institución importante en
la época grecorromana o en la bizantina.

Las instituciones educativas de la Edad Media fueron las escuelas de las


catedrales y los monasterios.

Los jesuitas revivieron el principio de la educación entendida como


preparación, cuando en el siglo XVI extendieron y racionalización la escolarización
más allá de los límites establecidos.
La escolarización jesuita, que en sus orígenes iba dirigida a miembros de
una orden religiosa elitista, se extendió muy pronto a las élites laicas del mundo
medieval europeo.

El simple crecimiento cuantitativo de las escuelas no tuvo como


consecuencia el surgimiento de sistemas escolares.

Un aspecto del sistema escolar germánico consistió en la enseñanza del Alto


Alemán, lenguaje de la escuela y lengua unificadora del estado. Fue un curriculum
común a todos, dividido en niveles e integrado – diseñado para cubrir las
necesidades militares, políticas y labores de la nación. Tercer aspecto fue una
profesión magistral jerárquica organizada. El aspecto mas importante fue una
filosofía de la educación cuidadosamente pensada, que se reflejaba en la
organización escolar, la logística, el curriculum, el reclutamiento de maestros, los
métodos de enseñanza y el ritual escolar y cuyo objeto era producir una
ciudadanía cortada según el patrón de las especificaciones estado –nación
alemán.

En Francia, la idea de un sistema escolar surgió primero en parte como una


oposisición a los jesuitas, quienes en el siglo XVI se encontraba entre los
principales educadores de élites.

También en Estados Unidos las escuelas públicas han tenido una historia
larga y complicada. Las escuelas iniciales de Nueva Inglaterra eran casi
universales sin ser obligatorias, porque sus promotores participaban de un
concepto común del hombre, d Dios y del mundo. Aún en Nueva Inglaterra, la
escolarización pública se hizo mucho menos que universal bajo la influencia de los
inmigrantes no puritanos que comenzó a principios del XIX.

Las escuelas públicas de Mann requerían la asistencia a clase porque era


necesario que personas de orígenes, valores y fe distintas, se reunieran para
compartir la concepción común que los peregrinos originales habían dado por
establecida.

Thomas Jefferson, Orestes, Brownson, y John Dewey, vieron en la


educación universal un medio para equipar a los hombres con lo necesario para
descubrir sus creencias y forjar sus instituciones.

Las medidas organizativas, legales y judiciales, que han amalgamado a


decenas de miles de distritos escolares locales nominalmente independientes y a
miles de colegios y universidades para constituir el sistema educativo nacional
estadounidense, son el lógico fruto de una filosofía para la cual las escuelas sirven
a los objetivos nacionales.

La nominación mundial ejercida por Europa durante los siglos XVIII y XIX
ayuda a explicar la existencia de los sistemas escolares en las antiguas colonias.
Las escuelas japonesas son explicables parcialmente y también como un
fenómeno colonial, desarrollado como una parte del patrón occidental general y
adoptado para impedir la colonización.

En la actualidad lo que se cuestiona son los supuestos de una sociedad


basada en la jerarquía del privilegio. La tecnología que invalida esos supuestos ha
creado el antídoto para sus propios efectos: un sistema escolar que promete
acceso universal a las mercancías tecnológicas pero que de hecho lo niega.

Por primera vez en la historia, al tecnología libera al hombre de tener que


ganarse el pan con el sudor de su frente. Todas las sociedades pre-industriales
requirieron que cerca del 80% de la fuerza laboral se concentrara en la agricultura.
Hoy día, con el empleo de las técnicas existentes, el 5% de la fuerza laboral de
una sociedad moderna podría producir todos los bienes agrícolas e industriales.
Aun hoy, el 10% de la fuerza de trabajo de Estados Unidos produce el 90%
de su producto agrícola e industrial. Si trabajadores y empresarios se pusieran de
acuerdo sobre el objetivo, el 5% de la fuerza laboral estadounidense podría
producir en muy pocos años las mercaderías que la población civil estadounidense
consume corrientemente.

Las instituciones modernas han asumido la carga de mantener y justificar


una continua jerarquía del privilegio, la escuela juega un papel neurálgico. Inicia a
cada generación en los mitos de la producción y el consumo tecnológico, en las
ideas de que todo lo que será consumido debe primero ser producido.

La escuela prepara a los hombres para papeles especializados dentro de


instituciones especializadas, seleccionándolos y moldeándolos tanto en términos
de habilidades como de valores.

La escuela habilita a los hombres para la participación en otras instituciones,


condenado a quienes no satisfacen los requerimientos escolares a no merecer
papeles deseables en otras instituciones.

LA EDUCACIÓN EN LA PRIMERA MITAD DEL SIGLO XIX

La Revolución Francesa pasó a la manufactura y al sistema fabril.


Reconsideraciones a las conquistas ideales de la burguesía revolucionaria (liberal-
democrática) en el siglo XVIII en lo que respecta a la instrucción, las podemos
sintetizar en pocas palabras: universalidad, gratuidad, estatismo, laicismo y
finalmente renovación cultural y primera asunción del problema del trabajo.

El siglo XIX seguirá la tarea de sistematización teórica y la puesta en


práctica de estas instancias ideales. Había hecho política; ¿Por qué no decir en el
XIX la pedagogía se hace social?
Al referirnos al siglo XIX, hablamos a menudo de revolución política y de
revolución social, entendiendo con la primera la revolución burguesa y con la
segunda la revolución proletaria, como su la burguesía se dirigiera sólo a
objetivos políticos.

Junto a la burguesía, protagonista hasta ahora de la historia moderna, surge


una fuerza antagonista, que la misma burguesía suscita y sin la cual no puede
subsistir, o sea el moderno proletariado industrial.

LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL Y LA INSTRUCCIÓN

En la edad moderna, el modo de producir los bienes materiales necesarios


para la vida en sociedad se ha transformado profundamente. El momento posterior
es la llamada cooperación simple, donde, bajo nuevas relaciones de propiedad y
concentrando en un solo local a los artesanos anteriormente dispersos, el modo
de trabajar sigue siendo esencialmente el mismo.

Por último, con la creciente intervención de la ciencia como fuerza


productiva, se pasa al sistema de fábrica y a la industria fundada en las máquinas,
en la que la fuerza productiva ya no está dada por el hombre sino por el agua de
los ríos primero y por el carbón fósil después, desempeñando la máquina las
operaciones del hombre, reducido a un simple accesorio viviente.

Sucede, en efecto, que el desarrollo industrial, hecho posible por la


acumulación de ingentes capitales, gracias a la explotación de los nuevos
contingentes descubiertos, y de ingentes conocimientos científicos dirigidos no
solo al conocer sino también al hacer, considerado desde el punto de vista del
artesano de las corporaciones, se traduce en un largo e inexorable proceso de
expropiación. Al entrar en una fábrica y dejando su taller, el ex artesano es
formalmente libre, como el capitalista, respecto a los viejos vínculos corporativos.
En un primer momento, nada: los trabajadores pierden su antigua instrucción
y en la fábrica no adquieren más que ignorancia. Después, a medida que la
“modernísima ciencia de la tecnología” lleva a una cada vez más rápida sustitución
de instrumentos.

LOS PROBLEMAS DE LA INSTRUCCIÓN EN LAS DEMOCRACIAS


BURGUESAS

El siglo XIX se caracterizó por el despunte industrial de algunos países


europeos.

A fines del siglo XIX y principios del presente, surgió del socialismo como
forma de organización. Con base en estos dos fenómenos, en el presente siglo se
ubican dos propuestas educativas muy generales.

John Dewey, Bertrand Russell, con el socialismo en el poder había


aparecido no solamente un nuevo interlocutor en la carrera pedagógica, sino
también un nuevo demiurgo, capaz de intervenir operativamente en la
construcción de una escuela nueva.

Es también una característica de Dewey, y no una prerrogativa del


socialismo, al fuerte acentuación de la relación de interacción entre la vida social y
la vida escolar, o mas en general educativa: su juvenil Credo pedagógico.

La escuela es antes que todo una institución social…, vida social


simplificada. La educación es el método fundamental del progreso y de la acción
social. La escuela es el instrumento esencial y más eficaz de progreso y de
reforma social… el enseñante está comprometido no sólo en la formación de los
individuos, sino en la formación de la justa vida social.
“Social” o socialidad quiere decir socialismo, por ello una socialidad,
burguesa, Dewey no es insensible a los problemas sociales y a la presencia de
instancias socialistas, sin embargo en su insistencia en la función de la escuela se
ha de señalar un matiz de lo que podríamos llamar la ilusión pedagógica, sobre la
cual y aoímos hablar a Chernishevski, a Tolstoi y a Marx.

Al proponer su ideal educativo en una conferencia de 1932, publicada en La


educación de hoy, Dewey sintetizaba agudamente la historia pasada y futura de la
escuela definiendo el sistema de instrucción del viejo mundo “la escuela como
monasterio”, con su enseñanza de las “tres erres” (Reading, (w)riting), (a)rithmetic:
o sea, leer, escribir y hacer cuentas, con su rígida separación y selección.

El laboratorio implica acción, trabajo y fatiga…; tiene lugar una actividad que
implica contacto con el material técnico, y que puede extenderse hasta
comprender también la fábrica.

Y lo más importante pedagógicamente es que aquel contacto activo con una


notable cantidad de materiales ofrece al mundo el acceso a todos los recursos de
la ciencia, y más aún a la comprensión de la sociedad, un medio de estudio y de
descubrimiento que “confiando una responsabilidad mucho mayor a los mismo
estudiantes…da también la posibilidad de suscitar la curiosidad de los alumnos y
de proporcionarles métodos adecuados al descubrimiento de las cosas”.

En escuela y sociedad él aprecia como nuevo y positivo el ver niños y niñas


de diez, doce y trece años cosiendo y tejiendo. Si observamos esto desde el punto
de vista de la preparación de los niños para coser un botón o para poner un
remiendo, adoptamos un modo de ver estrecho y utilitario, el cual difícilmente
puede inducir a justificar esta clase de trabajo en la escuela.

Hace algunos días estaba leyendo que mas de la mitad de la gente que hoy
trabaja en las fabricas y plantas, lo hace en industrias que hace cuarenta años ni
tan solo existían. En otras palabras, en el mundo de la producción de bienes
materiales el progreso del conocimiento y de la ciencia ha revolucionado.

Ciertamente, Dewey puede ser considerado uno de los más geniales


observadores de la relación entre educación y producción, entre educación y
sociedad, la fórmula, ya recordada, de su pedagogía, el learninng by doing, el
aprender haciendo, centra la unidad de instrucción y trabajo. Pero no es la misma
unidad de la que hablaba Marx; se trata ciertamente de la adecuación dinñamica
de la escuela a la vida productiva real, dinámica en el sentido de que la escuela
puede ser llamada a colaborar en el cambio.

Se trata sobre todo de una apelación a una enseñanza de laboratorio, con


las implicaciones que hemos visto sobre los individuos llamados a convertirse a
través de la educación, en Marx una referencia a los procesos económicos y
productivos, pero no existe aquel análisis dialectico de lo real, cuyas
contradicciones explotar, Marx esperaba un cambio, aquella perspectiva, utópica
si se quiere, pero muy sugestiva, una totalidad de individuos completamente
desarrollada.

Otro pensador, perteneciente a la tradición liberal democrática, el inglés


Bertrand Russell, intenta en cierto modo una mediación entre una y otra línea, se
preguntaba sin embargo en la educación y el orden social, el pleno desarrollo
individual puede combinarse con el mínimo necesario de cohesión social.

Llegaba a admitir que, para este fin, “se requerirá, como una condición
mínima, que se establezca un estado mundial y, posteriormente, un sistema
mundial de educación, implicara de todos formas, durante un siglo o dos, algunas
cosas que amenazarán el desarrollo del individuo”.
La educación del individuo es, a mi parecer, una cosa más bonita que la
educación del ciudadano; pero considerada bajo el aspecto político, en relación
con la necesidad de la época, la educación del ciudadano de tomar el primer lugar.

Precisamente porque se mueve a partir de la constatación de que “la


educación se ha convertido en parte de la lucha por el poder entre religiones,
clases y naciones”, y que “con la excepción de Rusia, está siempre dirigid a
favorecer los intereses de los ricos y, en todas partes, enseña una exclusiva
fidelidad al propio estado”.

Oscilando todavía entre pesimismo y optimismo, expresa por una parte su


desconsoladora denuncia: “nuestro mundo es un mundo loco…la religión anima a
la estupidez…las fuerzas del estado se empeñan en producir en los jóvenes
locura, estupidez, disposición al homicidio, injustica económica y crueldad” pero
por otro lado deja florecer la esperanza.

Pero es importante que en el, como en Lenin o como en Dewey, la relación


entre educación y sociedad, y entre educación y política, esté claramente
planteada como vía de solución de los problemas educativos, convertidos cada
vez más netamente, en las sociedades modernas, en un politicum y en un sociale.

El Estado moderno y su responsabilidad educativa

EL PROCESO DEL NEOHUMANISMO

Concepto Pedagógico del Neohumanismo

La revolución francesa exhibe claramente este hecho. ¡Qué visibles y


explicables diferencias en la doctrina pedagógica de Mirabeau, Lepelletier,
Lakanal, no obstante que todos, por igual, laboran dentro del concepto común de
la pedagogía política!.
El curso del siglo XVIII habiéndose desarrollado poderosamente las
modernas ciencias naturales y filosóficas emancipándose plenamente de la tutela
de la Antigüedad. Las literaturas nacionales habían alcanzado ya su época de
florecimiento, estimación de la elocuencia humanista y la demanda de discursos y
poemas en latín habían perdido mucho terreno.

Surge una serie de personalidades que comparten con los humanistas del
renacimiento la admiración por la antigüedad clásica, pero se diferencia de éstos
en que no ponen el acento de sus trabajos en la limitación de la lengua. El ideal de
la vida del neohumanismo es, como se dijo por los mejores pensadores del tiempo
“el griego moderno”.

Aunque el neohumanismo nace y se desenvuelve prácticamente en


Alemania, no fueron ajenos a él otros países. Tiene precursores en Inglaterra
como Shaftesbury, los primeros representantes del neohumanismo en Alemania,
J. Mateo Gesner, Cristian Teófilo Heine y Juan Augusto Ernest, comprendieron el
valor formativo de la literatura clásica con más profundidad que el antiguo
humanismo. Gesner puso de relieve la importancia de las relaciones espirituales
con la grandeza del alma de la antigüedad para el desarrollo del pensar y juzgar
rectamente, el cultivo de la memoria, de la inteligencia, de la voluntad, del sentido
de la belleza y para disciplinar la expresión lingüística.

Federico Augusto Wolf y sus discípulos J. ASt, F. JAcobs, F. Passow y otros,


así como los grecomanos entre los poetas, elevan una ética estética a la categoría
de evangelio. Vio efectivamente en la religión cristiana “el mas alto ideal de
humanidad, el más espléndido florecimiento del alma humana”. Por humanitas
entendió el pura y simplemente la humanidad ético religiosa. Wolff por el contrario,
pone en lugar del cristianismo la folosofia como la verdadera cultura et corporis et
animi ducens at perfectione humanitatis (educación del cuerpo y del alma que
condice a la perfección de la humanidad). Coincide con el en el entusiasmo por las
excelencias de los griegos y en la importancia de su cultura para la educación
Guillermo de Humboldt.

KANT: EL CRUCE DE LA CORRIENTE HUMANÍSTICA CON EL


IDEALISMO ALEMÁN.

Con Kant, el fundador del idealismo alemán, corriente neohumanista,


experimenta un desarrollo ejemplar en la historia de las ideas. Kant (1724 - 1804)
crea el sistema de la filosofía de la cultura, cuyo método crítico tiene por tarea
encontrar las leyes objetivoas y creadoras de la cultura. En la crítica de la Razón
Pura presenta Kant la fundamentación lógica del conocimiento científico.
Demostrar la existencia de Dios, la finalidad del mundo y la inmortalidad del alma,
problemas que en rigor son meros ideales en Kant. La segunda obra de Kant, la
Crítica de la Razón reflexiona acerca de la conciencia moral.

En la tercera crítica, la Crítica del juicio, dilucida Kant, la esencia del arte y
de lo bello.

De acuerdo con la corriente de la Epoca de las luces, Kant proclama la


emancipación del individuo de los prejuicios de la tradición y de la autoridad.
Iluminismo como “la salida del hombre de un estado de incapacidad de que el
mismo es culpable”. Sapere aude , atrévete a servirte de tu razón.

Los medios conducentes a tan alto propósito formación, la normalización, la


civilización. “el hombre no es otra cosa que lo que la educación hace de el…en la
educación se oculta el secreto de la perfección humana”.

El hombre se educa por propio y activo desarrollo de la conciencia,


poniéndose a sí mismo sus ideales.
SCHILLER Y EL PROBLEMA DE LA EDUCACIÓN ESTÉTICA

Federico Schiller afina y extiende este ideal del neohumanismo. Extrema


sensibilidad plantea y resuelve el tema de la educación estética. El arte tiene un
doble oficio en la formación del hombre: un fin y un medio en la obra de la
educación.

Roussear ni sus discípulos, dice Lehmann, habían comprendido esta función


del arte en su programa educativo.

Tiende desde el principio a la función social y colectiva del arte. En la


Conferencia del Teatro, de Manheim, considera precisamente, que la educación
estética sirve para adquirir la conciencia nacional. En los Artistas, introduce el
concepto más general de la educación humana.

La educación por el arte, tiene como ideal el “alma bella”.

GOETHE Y EL PROBLEMA DE LA EDUCACIÓN INDIVIDUAL.

En Goethe encuentran la mejor realización estos pensamientos al


considerarlos en sus relaciones profundas con el problema de la educación
individual. Para el gran poeta, cada hombre es, en su persona esencia y la tarea
de la educación reside en desarrollar y aprovechar estas del mejor modo.

Lo importante es que un hombre entienda completamente una cosa y en ella


rinda productos excelentes como no es fácil lo haga otro en su alrededor.

FICHTE Y EL PROBLEMA DE LA EDUCACIÓN NACIONAL

Juan Teófilo Fichte trata de dar a esta pedagogía social un sentido nacional.
Para no doblar la cerviz ante el yugo del conquistador se fue a Königsberd y
surgió el Plan de sus discursos a la Nación Alemana. Los discursos sintetizan
mejor que nada sus proyectos de reforma con lo que quería venir en auxilio de las
generaciones hermanadas. Es el ennoblecimiento moral del hombre. Las leyes
psíquicas de nuestro yo – el desarrollo de nuestras fuerzas internas para la
autoactividad. Los Discursos son un ardiente llamamiento amor a la patria.

El estado mexicano, la constitución de un sistema de escuela pública


y los primeros intentos de formar maestros.

LOS ORÍGENES DE LA EDUCACIÓN PÚBLICA EN MÉXICO

La educación es un hecho social cuya importancia resulta indiscutible si


recordamos que todos los seres humanos, en todos los momentos de su vida,
están sujetos a ella.

La educación es una de las superestructuras de la sociedad, íntimamente


relacionada con las características y problemas de cada grupo y época, vinculada
a la sociedad, dispone de tanta capacidad para modelar a los hombres y para
influir en la estructura general de la sociedad.

Podemos considerar a la educación como el factor primordial de la


producción cultural del grupo, función orientadora de la sociedad y con capacidad
suficiente para colaborar de manera decisiva en la organización institucional del
Estado. Por estas razones la educación debe preocuparse por crear en los
hombres la conciencia del mundo presente mediante la asimilación de la cultura
que se les entrega y, una vez logrado esto, debe pugnar por dotar a las
generaciones jóvenes de una nueva mentalidad, que les permita comprender el
mundo del futuro, del que serán actores principales.
La educación pública como el instrumento mediante el cual todo estado
trata de formar hombres capaces de dar solución a los grandes problemas de la
nación y esfuerzo para hacer operativos los proyectos sociales que se propone.

El marco de la educación pública es lógico que el Gobierno atienda con


particular interés los dos aspectos mencionados, la educación elemental y la
formación de profesores; que no estén dispuestos a dejar que instituciones
privadas administren libremente y en beneficio de intereses particulares estas dos
importantes tareas.

PRIMERAS INQUIETUDES EN MATERIA EDUCATIVA

En México, grandes civilizaciones indígenas, la mexica, formaban, en


instituciones educativas como los telpochcallis y el calmécac, los hombres para
que cumplieran satisfactoriamente las tareas que mejor convenían a la sociedad
de la formaban parte.

El Estado español en ocasiones dispuso algunas medidas en materia


educativa, éstas no llegaron a ser determinantes en la organización y control de
tan importante función, ni mucho menos logró que los peninsulares radicados en
nuestro país las cumplieran, como sucedió con algunas disposiciones dictadas por
Fernando el Católico y Carlos I.

La guerra de Independencia, como proceso revolucionario por el cual los


sectores humildes de la población novohispana pretendieron imponer un profundo
cambio en la sociedad colonial, concluyó en 1821. Situación que determinó que la
independencia no resolviera los más serios conflictos sociales de México, al
contrario, mantuviera vivas las grandes contradicciones de la sociedad colonial.

Durante la época que hemos reseñado, la educación, como muchas otras


actividades nacionales, sufrió constantes desajustes, parecía avanzar y
organizarse definitivamente, como sucediera en 1833 bajo la sabia conducción de
Valentín Gómez Farías. Cuando se pretendió relegarla a las condiciones
retrógradas del escolasticismo, ya para entonces superado.

A pesar de las dificultades de la lucha y los frecuentes tropiezos, los


liberales mexicanos promovieron, en 1854, la revolución de Ayutla; esta impuso
cambios y transcendentales en el país mediante disposiciones como la ley Juárez,
la ley Iglesias, la ley Lafragua, la ley Lerdo y finalmente la Constitución Política de
1857.

LA PREOCUPACIÓN POR LA INSTRUCCIÓN

A principios del siglo XIX la necesidad de atender la educación era


manifiesta no solamente en México sino en todos los territorios del Estado
español.

La acción liberal hizo posible promulgar en Cádiz la Constitución de 1812, el


plan general de enseñanza sea uniforme en todo el reino, se faculta a las Cortes
para que por medio de los planes de estudio organicen la instrucción pública para
dar solución al problema educativo, se establece en el Articulo 366 la creación de
escuelas de primeras letras en donde se enseñe a los niños a leer, escribir y
contar, y el catesismo. Preocupó también a quienes luchaban por conseguir la
independencia de nuestro país. Entre otros a los miembros del Congreso instalado
en Chilpancingo bajo la protección de Morelos.

En el artículo 38 se establecía la religión católica como única y se ordenaba


que ningún género de cultura, industria y comercio podía ser prohibido a los
ciudadanos del país.

El artículo 40 otorgaba uno de los grandes derechos que hoy nadie discute:
libertad de hablar, discurrir y manifestar las opiniones por medio de la imprenta.
Consideramos el artículo 69, que glosamos al final de estos comentarios de
la Constitución de 1814, la más importante manifestación de las inquietudes de
nuestros revolucionarios insurgentes fundamentalmente de Morelos.

El artículo 39 dice “La instrucción como necesaria a todos los ciudadanos ,


debe ser favorecida por la sociedad con todo su poder”

Este hermoso documento, que anunciaba al mundo el nacimiento de un


nuevo Estado Americano, jamás entro en vigor, pues al poco tiempo de su
expedición, Morelos fue aprehendido en Texmalaca, conducido a la ciudad de
México y fusilado en el pueblo de Ecatepec. Consumada la independencia en
1821, los antiguos bandos en pugna continuaron la lucha, pero ahora con el
propósito de conquistar el poder y organizar las instituciones políticas en beneficio
de sus intereses particulares.

La intervención de Lucas Alamán nos parece de gran transcendencia, pues


contrariamente a lo que acostumbran algunos gobiernos reaccionarios que niegan
toda oportunidad de preparación al pueblo, el mas connotado conservador
mexicano.

PROPÓSITO DE PARTICIPACIÓN DEL ESTADO EN LA EDUCACIÓN

Desde principios del siglo anterior diversos grupos del país se habían
preocupado por la instrucción, pero era pocos los que se atrevían a llamar la
atención respecto a la necesidad, ya insoslayable, de intervenir. Cuando menos es
la impresión que nos produce el análisis de nuestra primera Constitución política,
expedida en 1824, ya que en la fracción I del Artículo 50.

Los constituyentes de 1824 no fijaron condiciones precisas a la educación


nacional, pero tuvieron buen cuidado de proteger el derecho de las cantidades
recién federadas por esta Constitución a que organizaran su educación de
acuerdo con sus necesidades específicas.

José María Luis Mora pronuncio “Nada es mas importante para el Estado
que la instrucción de la juventud.Ella es la base sobre la cual descansan las
instituciones sociales”.

Mora coincidia con Alamán, pero iba más lejos que éste al demandar que
daba la transcendencia, debería ser organizada y controlada por el Estado, porque
solamente así podría imponérsele al filosofía propia del Estado Mexicano.

En las elecciones de 1832 resultó electo Presidente de la Nación Antonio


López de Santa Anna y Vicepresidente Valentín Gómez Farías.

Se partía de un principio “La instrucción del niño es la base de la


ciudadanía y de la moral social”

1. Se determino el control del estado sobre la educación.


2. Se estatuyó que la enseñanza seria libre, debía respetar las
disposiciones y reglamentos que al efecto diera a conocer el gobierno
nacional.
3. Se sustrajo la enseñanza de las manos del clero, como recurso para
encontrar una sólida formación ciudadana y para fundamentar la
educación de los mexicanos.
4. Se fomento la instrucción elemental para hombres y mujeres y para
niños y adultos.
5. Se promulgo la fundación de escuelas normales con el propósito de
preparar un profesorado consciente de su función social y debidamente
capacitado.
Muchas otra medidas se tomaron en 1833, algunas de ellas relacionadas con los
planes y programas que tuvieran que manejar las escuelas, disciplina escolar.
Esta primera reforma no pudo favorecer mucho al conservador Santa Anna, en
mayo de 1834, el Plan de Cuernavaca.

El golpe que los conservadores asestaron a la Reforma de 1833, determinó que


por algún tiempo la educación en México decayera y fuera atendida de manera
anárquica por las escuelas lancasterianas y algunos colegios del clero.

Los conflictos que tuvo que afrontar la nación durante la guerra con Estados
Unidos y la tarea fundamental de los gobiernos sucesivos que tuvieron que
restaurar el orden después de la pérdida de una gran parte del territorio, llevaron a
una nueva crítica a nuestra educación.

A pesar de las difíciles condiciones que imperaban en México durante la guerra de


los Tres años, el 15 de abril de 1861 se hizo un nuevo intento por controlar la
educación a través de la ley expedida por Juárez.

LIBERTAD DE ENSEÑANZA

La libertad de enseñanza ha sido uno de los principios más debatidos y su


aplicación ha perseguido objetivos diversos de acuerdo con las condiciones
específicas del momento en que se ha intentado.

Después de acabar con la dictadura de Santa Anna, representativa y protectora de


los grupos reaccionarios, se propusieron organizar el país, para lo cual reunieron
un congreso Constituyente en cuyo seno la discusión en materia educativa se
centró básicamente en la necesidad de preservar la libertad antes que cualquier
otro principio; la tesis que prevaleció fue que si no se protegía la libertad de
enseñanza, sería imposible formar hombres respetuosos y conscientes del
sistema liberal, único que por aquel entonces era garantía del progreso de la
nación.
Dentro del marco de la reforma liberal impulsada por Valentín Gómez Farías, la
lley del 23 de octubre de 1833, dispuso por primera vez la libertad de enseñanza.

“En uso de esta libertad, puede toda persona a quien las leyes no se lo prohíban
abrir una escuela pública del ramo que quisiere, dando aviso precisamente a la
autoridad legal y sujetándose en la enseñanza de doctrina, en los puntos de
política y en el orden moral de la educación a los reglamentos generales que se
dieron sobre la materia”.

En ese proceso y en tanto se discutía y aprobaba la Constitución Política de 1857,


el gobierno de Ignacio Comonfort expidió, el 15 de mayo de 1856, el Estatuto
Orgánico, documento que serviría para gobernar al país en tanto se promulgaba
la carta constitucional que se estaba elaborando.

En México, la lucha entre el pasado y el porvenir ha durado 36 años. Al conquista


de cada principio nos ha costado torrentes de sangre. Existe un partido artero y
mañoso que trabaja por hacer retroceder al país hasta el año 8.

No cabe duda que existía un gran número de diputados que creían que la verdad y
el conocimiento científico serían suficientes para destruir todas las trabas que las
fuerzas reaccionarias imponían a la educación, y preparar grupos de jóvenes
dispuestos a militar en sus filas. Finalmente se impuso la opinión mayoritaria, por
lo que en el artículo 3º de la Constitución Política de 1857, se ordeno “La
enseñanza es libre”, Ignacio Ramírez decía al referirse al artículo 3º “todo hombre
tiene derecho a enseñar y ser enseñado”.

Los importantes cambios que los hombres de la Revolución imponían al país para
lograr el proceso nacional, dieron pie a que los conservadores lanzaran el Plan de
Tacubaya (17 de diciembre de 1857) y que para principios llamamos así porque su
propósito principal fue invalidar la Constitución recién promulgada y , como
consecuencia, impedir la aplicación de las reformas, no ignoramos que a esta
guerra se le ha llamado de Reforma.

LA EDUCACIÓN PÚBLICA EN MÉXICO

El Presidente Juárez regresó a México y de inmediato dispuso algunas medidas


para organizar la administración pública.

Por esas razones el número de escuelas era limitado. De todos ellos se tenían
diferentes concepciones de acuerdo con los intereses de cada grupo, los liberales
consideraban a la libertad de enseñanza como una garantía para el progreso del
país, positivistas, con Gabino Barreda a la cabeza, consideraban que ese principio
negaba la libertad y permitía que se fortalecieran las fuerzas que la destruirían.

A partir de la restauración de la República, en los momentos en que se


organizaban la educación nacional y se establecían sus características, se inicio
una franca pugna entre el bando liberal y positivistas.

Los positivistas, por su parte, rechazaban ese tipo de laicismo, al que


consideraban neutral, para lo cual se recomendaba que la educación formara
hombres prácticos con base en la enseñanza de las ciencias positivas; por esta
razón se afirma que la educación positivista propuesta originalmente por Gabino
Barreda en las Leyes Orgánicas de Instrucción Pública de 1867 y 1869, planteaba
la necesidad de formar la generación de mexicanos que se encargara de hacer
realidad el progreso material del país.

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