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EN LA ARGENTINA
1976-1983
TESIS DOCTORAL DE
MARTIN MALHARRO
Julio de 2008
1
Los grandes medios gráficos y los derechos humanos en la Argentina 1976-1983
INDICE
INTRODUCCIÓN……………………………………………………….....4
CAPÍTULO I
MARCO CONCEPTUAL Y METODOLÓGICO…………………………7
CAPÍTULO II
RESPIRACIÓN DE LA MEMORIA…………………………………..... 19
CAPÍTULO III
VIAJE HACIA LA NOCHE…………………………………………....... 42
III. I. LA NACIÓN……………………………………………….... 90
III. I. I. 1976……..…………………………………………. 91
III. I. II. 1977…………………………….………………… 143
III. I. III. 1978…………………………………………..…...176
III. I. IV. 1979……………………………………..………...248
III. I. V. 1980………………………………………………. 307
III. I. VI. 1981……………………………………...………..347
III. I. VII. 1982……………………………………………... 371
III. I. VIII. 1983……………………………………………..499
2
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CONCLUSIONES…………………………………………………...........1545
BIBLIOGRAFÍA…………………………………………………….........1570
3
Los grandes medios gráficos y los derechos humanos en la Argentina 1976-1983
INTRODUCCION
Este trabajo recorre la política editorial que cuatro grandes medios gráficos
nacionales, Clarín, La Nación, La Opinión y La Prensa, mantuvieron sobre
las violaciones a los Derechos Humanos ocurridos en Argentina, entre el 24 de
marzo de 1976 y el 10 de diciembre de 1983.
Hemos partido del concepto de que la violencia represiva ejecutada por el
Estado durante el período anteriormente mencionado alcanzó tal magnitud y
virulencia que escapó a toda previsibilidad y teorización realizada
previamente al golpe militar que derrocó al gobierno de María Estela Martínez
de Perón. La instauración de una modalidad represiva basada en el secuestro,
desaparición, tortura y asesinato1 fue el instrumento idóneo del que se valió la
dictadura militar para establecer un sistema de control a través del miedo, el
exterminio de cualquier rasgo opositor y la ruptura del sistema o tejido social
que permitía articular respuestas colectivas2. De esta manera, el gobierno
militar entronizado el 24 de marzo de 1976 eliminó y silenció cualquier
intento de oposición a su proyecto político-económico.
Este modelo represivo, regido por la rigurosidad, la planificación y la
clandestinidad3 necesitó tanto del silencio como de la justificación; silencio
ante los secuestros, desapariciones y asesinatos; y justificación ante las
repetidas escenas de cuerpos masacrados, intentos de fugas fracasados,
desapariciones públicas de miles de personas, encarcelamientos masivos. El
empleo de este doble discurso: negar la violación de los Derechos Humanos y
paralelamente justificar la política represiva del Estado, necesitó contar con
una estructura no sólo represiva sino también comunicacional de vasto alcance
que funcionara en sintonía y concordancia con los presupuestos ideológicos de
este Estado y lo hiciera, en apariencias, de manera autónoma e independiente
del poder represor, reproduciendo desde su órbita de influencia el mismo
discurso, con la finalidad de amplificarlo e instalarlo en una sociedad de
sujetos aislados como la versión única y definitiva. Un discurso que se
implementó bajo el título de “lucha contra la subversión” y que funcionó
como eje justificador de todas las prácticas y excesos represivos cometidos
por las Fuerzas Armadas.
1
Fallo del Tribunal Oral en lo Criminal Federal número 1 de La Plata en el juicio contra el ex jefe policial
Miguel Etchecolatz, en septiembre de 2006.
2
Balza, Martín, “No fue una guerra sino cacería humana, artículo de opinión publicado en el diario Clarín el
20 de marzo de 2006.
3
Consideración de la Sala de lo penal de la Audiencia Nacional de España, en la causa contra Adolfo
Francisco Scilingo, Madrid, 4 de noviembre de 1998.
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tenían por entonces; sin olvidar que también eran dentro de este campo un
espejo informativo de enorme importancia hacia el extranjero.
CAPITULO 1
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A LA JUNTA MILITAR
2. Quince mil desaparecidos, diez mil presos, cuatro mil muertos, decenas
de miles de desterrados son la cifra desnuda de ese terror.
Colmadas la cárceles ordinarias, crearon ustedes en las principales
guarniciones del país virtuales campos de concentración donde no entra
ningún juez, abogado, periodista, observador internacional. El secreto
militar de los procedimientos, invocado como necesidad de la investigación,
convierte a la mayoría de las detenciones en secuestros que permiten la
tortura sin límites y el fusilamiento sin juicio.1
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Desde enero de 1977 la Junta empezó a publicar nóminas incompletas de
nuevos detenidos y de "liberados" que en su mayoría no son tales sino
procesados que dejan de estar a su disposición pero siguen presos. Los
nombres de millares de prisioneros son aún secreto militar y las condiciones
para su tortura y posterior fusilamiento permanecen intactas.
El potro, el torno, el despellejamiento en vida, la sierra de los inquisidores
medievales reaparecen en los testimonios junto con la picana y el
"submarino", el soplete de las actualizaciones contemporáneas.2
Mediante sucesivas concesiones al supuesto de que el fin de exterminar a la
guerrilla justifica todos los medios que usan han llegado ustedes a la tortura
absoluta, intemporal, metafísica en la medida que el fin original de obtener
información se extravía en las mentes perturbadas que la administran para
ceder al impulso de machacar la sustancia humana hasta quebrarla y
hacerle perder la dignidad que perdió el verdugo, que ustedes mismos han
perdido.
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El dirigente peronista Jorge Lizaso fue despellejado en vida, el ex diputado
radical Mario Amaya muerto a palos, el ex diputado Muñiz Bárrelo
desnucado de un golpe. Testimonio de una sobreviviente: "Picana en los
brazos, las manos, los muslos, cerca de la boca cada vez que lloraba o
12
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4. Entre mil quinientas y tres mil personas han sido masacradas en secreto
después que ustedes prohibieron informar sobre hallazgos de cadáveres que
en algunos casos han trascendido, sin embargo, por afectar a otros países,
por su magnitud genocida o por el espanto provocado entre sus propias
fuerzas.5
Veinticinco cuerpos mutilados afloraron entre marzo y octubre de 1976 en
las costas uruguayas, pequeña parte quizás del cargamento de torturados
hasta la muerte en la Escuela de Mecánica de la Armada, fondeados en el
Río de la Plata por buques de esa fuerza, incluyendo el chico de 15 años,
Floreal Avellaneda, atado de pies y manos, "con lastimaduras en la región
anal y fracturas visibles" según su autopsia.
Un verdadero cementerio lacustre descubrió en agosto de 1976 un vecino
que buceaba en el lago San Roque de Córdoba, acudió a la comisaría donde
no le recibieron la denuncia y escribió a los diarios que no la publicaron.6
Treinta y cuatro cadáveres en Buenos Aires entre el 3 y el 9 de abril de
1976, ocho en San Telmo el 4 de julio, diez en el Río Lujan el 9 de octubre,
sirven de marco a las masacres del 20 de agosto que apilaron treinta
muertos a 15 kilómetros de Campo de Mayo y diecisiete en Lomas de
Zamora.
En esos enunciados se agota la ficción de bandas de derecha, presuntas
herederas de las 3A de López Rega, capaces de atravesar la mayor
guarnición del país en camiones militares, de alfombrar de muertos el Río
de la Plata o de arrojar prisioneros al mar desde los transportes de la
Primera Brigada Aérea7, sin que se enteren el general Videla, el almirante
Massera o el brigadier Agosti.
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Una versión exacta aparece en esta carta de los presos en la Cárcel de
Encausados al obispo de Córdoba, monseñor Primatesta: "El 17 de mayo
son retirados con el engaño de ir a la enfermería seis compañeros que luego
son fusilados. Se trata de Miguel Ángel Mosse, José Svagusa, Diana
Fidelman, Luis Verón, Ricardo Yung y Eduardo Hernández, de cuya
muerte en un intento de fuga informó el Tercer Cuerpo de Ejército. El 29 de
mayo son retirados José Pucheta y Carlos Sgadurra. Este último había sido
castigado al punto de que no se podía mantener en pie, sufriendo varias
fracturas de miembros. Luego aparecen también fusilados en un intento de
fuga".
5
En los primeros 15 días de gobierno militar aparecieron 63 cadáveres,
según los diarios. Una proyección anual da la cifra de 1.500. La presunción
de que puede ascender al doble se funda en que desde enero de 1967 la
información periodística era incompleta y en el aumento global de la
represión después del golpe. Una estimación global verosímil de las muertes
producidas por la Junta es la siguiente. Muertos en combate: 600.
Fusilados: 1.300. Ejecutados en secreto: 2.000. Varios: 100. Total: 4.000.
6
Carta de Isaías Zanotti, difundida por ANCLA, Agencia Clandestina de
Noticias.
7
"Programa" dirigido entre julio y diciembre de 1976 por el brigadier
Mariani, jefe de la Primera Brigada Aérea del Palomar. Se usaron
transportes Fokker F-27.
Las 3A son hoy las 3 Armas, y la Junta que ustedes presiden no es el fiel de
la balanza entre "violencias de distintos signos" ni el arbitro justo entre
"dos terrorismos", sino la fuente misma del terror que ha perdido el rumbo
y sólo puede balbucear el discurso de la muerte.8
La misma continuidad histórica liga el asesinato del general Carlos Prats,
durante el anterior gobierno, con el secuestro y muerte del general Juan
José Torres, Zelmar Michelini, Héctor Gutiérrez Ruiz y decenas de asilados,
en quienes se ha querido asesinar la posibilidad de procesos democráticos
en Chile, Bolivia y Uruguay.9
La segura participación en esos crímenes del Departamento de Asuntos
Extranjeros de la Policía Federal, conducido por oficiales becados de la
CÍA a través de la AID, como los comisarios Juan Gattei y Antonio Gettor,
sometidos ellos mismos a la autoridad de Mr. Gardner Hathaway, Station
Chiefde, la CÍA en Argentina, es semillero de futuras revelaciones como las
14
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5. Estos hechos, que sacuden la conciencia del mundo civilizado, no son sin
embargo los que mayores sufrimientos han traído al pueblo argentino ni las
peores violaciones de los derechos humanos en que ustedes incurren. En la
política económica de ese gobierno debe buscarse no sólo la explicación de
sus crímenes sino una atrocidad mayor que castiga a millones de seres
humanos con la miseria planificada.
En un año han reducido ustedes el salario real de los trabajadores al 40 por
ciento, disminuido su participación en el ingreso nacional al 30 por ciento,
elevado de 6 a 18 horas la jornada de labor que necesita un obrero para
pagar la canasta familiar11, resucitando así formas de trabajo forzado que
no persisten ni en los últimos reductos coloniales.
Congelando salarios a culatazos mientras los precios suben en las puntas de
las bayonetas, aboliendo toda forma de reclamación colectiva,
prohibiendo asambleas y comisiones internas,
8
El canciller vicealmirante Guzzeti en reportaje publicado por La Opinión
el 3/10/76 admitió que "el terrorismo de derecha no es tal" sino "un
anticuerpo".
9
El general Prats, último ministro de Ejército del presidente Allende,
muerto por una bomba en setiembre de 1974. Los ex parlamentarios
uruguayos Michelini y Gutiérrez Ruiz aparecieron acribillados el 2/5/76.
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Diario Clarín.
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Entre los dirigentes nacionales secuestrados se cuentan Mario Aguirre de
ATE, Jorge Di Pasquale de Farmacia, Oscar Smith de Luz y Fuerza. Los
secuestros y asesinatos de delegados han sido particularmente graves en
metalúrgicos y navales.
Un aumento del 722 por ciento en los precios de la producción animal en
1976 define la magnitud de la restauración oligárquica emprendida por
Martínez de Hoz en consonancia con el credo de la Sociedad Rural
expuesto por su presidente Celedonio Pereda: "Llena de asombro que
17
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ciertos grupos pequeños pero activos sigan insistiendo en que los alimentos
deben ser baratos".14
El espectáculo de una Bolsa de Comercio donde en una semana ha sido
posible para algunos ganar sin trabajar el cien y el doscientos por ciento,
donde hay empresas que de la noche a la mañana duplicaron su capital
sin producir más que antes, la rueda loca de la especulación en dólares,
letras, valores ajustables, la usura simple que ya calcula el interés por
hora, son hechos bien curiosos bajo un gobierno que venía a acabar con el
"festín de los corruptos".
Desnacionalizando bancos se ponen el ahorro y el crédito nacional en
manos de la banca extranjera, indemnizando a la ITT y a la Siemens se
premia a empresas que estafaron al Estado, devolviendo las bocas de
expendio se aumentan las ganancias de la Shell y la Esso, rebajando los
aranceles aduaneros se crean empleos en Hong Kong o Singapur y
desocupación en la Argentina. Frente al conjunto de esos hechos cabe
preguntarse quiénes son los apátridas de los comunicados oficiales, dónde
están los mercenarios al servicio de intereses foráneos, cuál es la ideología
que amenaza al ser nacional.
Si una propaganda abrumadora, reflejo deforme de hechos malvados no
pretendiera que esa Junta procura la paz, que el general Videla defiende los
derechos humanos o que el almirante Massera ama la vida, aún cabría
pedir a los señores Comandantes en Jefe de las 3 Armas que meditaran
sobre el abismo al que conducen al país tras la ilusión de ganar una guerra
que, aun si mataran al último guerrillero no haría más que empezar bajo
nuevas formas, porque las causas que hace más de veinte años mueven la
resistencia del pueblo argentino no estarán desaparecidas sino agravadas
por el recuerdo del estrago causado y la revelación de las atrocidades
cometidas.
Estas son las reflexiones que en el primer aniversario de su infausto
gobierno he querido hacer llegar a los miembros de esa Junta, sin
esperanza de ser escuchado, con la certeza de ser perseguido, pero fiel al
compromiso que asumí hace mucho tiempo de dar testimonio en momentos
difíciles.
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RESPIRACION DE LA MEMORIA
Con amarga vergüenza recordarán
nuestros descendientes
-cuando hayan vencido a la infamia-
aquellos tiempos extraños
en los que a la simple honradez
llamaban valentía....
Evgueni Evtuchenko
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7
Rotenberg, Abrasha, Historia Confidencial. La Opinión y otros olvidos, Edit Sudamericana, Bs. As, 1999,
págs. 266 y 267. N del A, en la cita, Rotenberg se refiere a Jacobo Timerman, quien se ofreció como testigo
voluntario para testimoniar ante el Congreso de los EE.UU a favor del gobierno de Videla, después que los
congresistas norteamericanos escucharan a los abogados argentinos Gustavo Roca y Lucio Garzón Maceda
denunciar las violaciones a los derechos humanos cometidas en Argentina.
8
Círculo Militar, Los 70. Violencia en la Argentina, Centro de Estudios del Círculo Militar, Bs.As, 2001, pág.
68
21
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9
Blaustein, Eduardo, Zubieta Martín, Decíamos Ayer, Edit. Colihue, Bs.As, 1998, págs. 46 y 47.
10
Rodríguez Molas, Ricardo, Historia de la tortura y el orden represivo en la Argentina, Editorial Eudeba. Bs
As., 1985, pág. 31.
22
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11
Duhalde, Eduardo Luis, El Estado terrorista, Edit. Eudeba, Bs.As, 1999, pág. 88
12
Duhalde, Eduardo Luis, ob.cit, pág .89.
23
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camuflados, para acabar confluyendo en un lugar vago y oscuro, del cual los
medios nunca sabían nada. El director del diario La Opinión, Jacobo
Timerman, al testimoniar en el Juicio a las Juntas relató una charla que
mantuvo, días después del golpe, con el capitán de navío Carlos Bonino: “Me
explicó la tesis de la represión, en tono amable y desapasionado. Dijo que
era irreversible, porque la única manera de terminar para siempre con la
subversión. Cualquiera que estuviera ligado con la subversión, fueran
padres, hijos o parientes tenían que desaparecer. Era un sacrificio que la
Argentina tenía que hacer y que valía la pena.
–Sería preferible que dictaran la ley marcial y aplicaran la pena de muerte,
pero con oportunidad de defensa ante un tribunal- le argumenté.
–Estamos apurados. No tenemos tiempo. En ese caso intervendía el Papa, y
contra la presón del Papa sería muy dificil fusilar- me contestó.
–Pero Franco fusiló pese a la oposición del Papa.
-Nosotros no estamos en esas condiciones- replicó”14.
El argumento del desconocimiento, de la verdad escatimada por las
autoridades, del silencio impuesto en torno a la mal llamada “guerra
antisubversiva” o “guerra sucia”, choca frontalmente con la política editorial
que durante aquellos años tuvieron los grandes medios gráficos sobre las
violaciones de los Derechos Humanos. Argumentar que se ignoraba la verdad
sobre las permanentes violaciones de los derechos humanos es un eufemismo
sin límites y una mentira. “Claro que sabíamos lo que estaba pasando pero
aquí no se podia publicar nada. Algunos de nosotros le dabamos la
información que teníamos al respecto a los diplomáticos extranjeros, ellos
se la pasaban a sus medios nacionales, o sea que la información se
publicaba en el extranjero. Era lo mas seguro”15, reconoció Carlos Quiróz.
No sólo la prensa internacional se hacía eco de las denuncias sino que también
llegaba a las redacciones denuncias y petitorios sin que los diarios los tomaran
en cuenta o se animaran a reflejarlos en sus páginas16. Ante esta información,
la actitud o política editorial adoptada fue no sólo la del silencio sino que en
contrapartida reprodujo in extenso los argumentos con los que el Estado
represor justificaba las atrocidades cometidas y apenas encubiertas. El poder
de los medios se transformó así en los medios del poder, desde los cuales la
información se convirtió en una mercadería neutra, silenciosa y gris, con “los
muertos, los detenidos, los desaparecidos confluyendo contiguos en un
lugar vagamente siniestro, de cuya dimensión informativa los diarios
nada saben”17.
14
Verbitsky, Horacio, El Vuelo, Edit. Planeta, Bs.As. 1995, págs 112 y 113.
15
Entrevista con el autor.
16
Ver Verbitsky, Horacio, Walsh y la prensa clandestina, Ediciones de la Urraca, Bs.As. 1986.
17
Blaustein, Eduardo, Zubieta Martín, ob.cit, págs. 33 y 34.
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Pero ya antes del golpe del 24 de marzo de 1976, los grandes medios
tuvieron una clara manifestación del huracán de muerte y violencia que se
cernía sobre la sociedad toda: “Si es preciso en Argentina deberán morir
todas las personas necesarias para lograr la seguridad del país”, sostuvo el
entonces general Jorge Rafael Videla desde las páginas del diario Clarín el 24
de octubre de 1975, cinco meses antes del golpe. Sin embargo ningún medio
preguntó ¿Quiénes iban a morir?, ¿De qué manera se pensaba implementar la
pena de muerte?, ¿Quiénes iban a determinar quiénes iban a vivir y quiénes
no?, ¿Bajo qué presupuestos ideológicos, morales y políticos iba a ser la
muerte la encargada de pacificar al país?. Lo aclaró posteriormente y sin
eufemismo el general Ibérico Saint Jean: “Primero vamos a matar a todos los
subversivos; después a sus colaboradores; después a los simpatizantes;
después a los indiferentes y, por ultimo, a los timidos”18. O sea: “se está con
nosotros o contra nosotros”. Así lo señalaba también el coronel C.A.
Castagno, en enero de 1976 “Solo hay una forma de victoria: el apoyo al
ejército nacional, en el convencimiento de que los delincuentes
(subversivos) no pueden vivir con nosotros”19.
A partir del 24 de marzo de 1976 “los medios no sólo entraron a transmitir
en cadena”20, según la exacta y funesta definición del entonces periodista
Rodolfo Terragno sino que modificaron sustancialmente su política
informativa; se cargaron de adjetivos calificativos donde subversivos y fuerzas
de seguridad se convirtieron en un campo semántico de inocultables
significados, donde se eliminaron los ¿Quiénes? y los ¿Cómo? para
transformarlos en un espacio invisible asociados a la muerte. El general
Tomás Sánchez de Bustamante explicaba en 1980 “En este tipo de lucha el
secreto que debe envolver a las operaciones hace que no se deba divulgar a
quién se ha capturado y a quién se debe capturar; debe existir una nube de
silencio que lo rodee, todo esto no es compatible con la libertad de prensa”21.
Había silencio pero se sabía lo que ocurría, se sabía que la represión era una
máquina enloquecida que consumía diariamente la vida de la mayoría de los
18
Cable de UPI, New Cork, 25 de mayo de 1977.
19
Castagno en declaraciones publicadas en el diario La Nación, el 22 de enero de 1976.
20
Terragno, Rodolfo, Revista Cuestionario, abril de 1976. En esa publicación escribió: “El 25 y 26 de marzo
se produjo, en la Argentina; un hecho inédito: los diarios entraron en cadena: Todos publicaban exactamente
lo mismo: comunicados oficiales, sin el menor agregado ni la más tenue opinión. El 27 se levantó la cadena;
pero los diarios siguieron –salvo en lo formal- indiferenciados. Fue una repentina toma de conciencia, a través
de la cual comprendieron lo disgregadora que puede ser la prensa. Para muchos, era previsible: los diarios
argentinos, en general, suelen ensañarse con los gobiernos débiles y volverse exageradamente dóciles ante los
gobiernos fuertes. En 1966 eso quedó bien claro: de la osadia, el inconformismo y la impiedad exhibidas para
con Illia, pasaron al recato, el colaboracionismo y la sumisión para Onganía, verse exageradamente dociles
ante los gobiernos fuertes. No sería la última transición de la heroicidad a la disciplina (...)”.
21
Sánchez de Bustamante, Tomás, en declaraciones al diario La Capital de Rosario, 16 de junio de 1980.
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que caían en sus manos, esto no era un secreto. Calveiro recuerda: “Si había
algo que en ese momento no se podía aducir era el desconocimiento. Los
coches sin placas de identificación, con sirenas y hombres que hacían
ostentación de armas recorrían todas las ciudades; las personas
desaparecían en procedimientos espectaculares, muchas veces en la vía
pública. Casi todos los sobrevivientes relatan haber sido secuestrados en
presencia de testigos. Decenas de cadáveres mutilados de personas no
reconocidas eran arrojados a las calles y plazas (...) Era impresionante la
cantidad de gente que sabía del grupo de tareas. ¿Alguien habló? ¿Alguien
dijo algo? Yo no lo recuerdo”22 .
Nunca se cuestionó la falta de libertad de prensa, la mordaza que se les
imponía; era todo lo contrario, no sólo los medios justificaron el silencio de
las fuentes militares respecto a las violaciones encubriéndolas en la necesidad
de comprender el secreto que regía la política informativa en caso de guerra,
una forma de autojustificarse, sino que además se hicieron eco del falso
discurso épico con el cual la camarilla militar camufló el exterminio, la tortura
y las persecuciones, para acabar convirtiéndose en la cadena de transmisión de
las operaciones de propaganda de la dictadura. “Aparece claro que este
movimiento militar no se puso en marcha contra ningún sector, no va
contra el peronismo, como en 1955, ni contra la clase política, como en
1966. Los enemigos son solamente aquellos que han delinquido, ya sea
desde la subversión o desde el poder”, escribía, sospechosa o cándidamente,
el columnista Heriberto Kahn en La Opinión el 27 de marzo de 1976. O sea
que los delincuentes eran “aquellos otros”, esa categoría vaga e indefinible
llamada “subversivo”, a ellos era a los que Videla había prometido matar. Sin
embargo en la afirmación pos golpista de Kahn ya está encerrada la ecuación
del terror que va a ocupar todos lo rincones de la vida argentina durante los
próximos casi ocho años. Cuatro días más tarde, el mismo periodista escribía:
“El proyecto nacional de las Fuerzas Armadas se caracteriza por la
moderación”. Pocos meses después, el 25 de noviembre de 1976, La Opinión
publicó unas declaraciones del General Acdel Vilas donde aclaró el error
conceptual de Kahn: "La ingenuidad y la indiferencia implican complicidad
subversiva”.
“No hay ignorantes hay cómplices” sostenía sin pudor el general Ibérico
Saint Jean. O sea, el concepto primario de lo que era un “subversivo” se había
vaciado de su significado real para encolumnarse en otro de carácter difuso,
amplio y peligroso. Ya antes del golpe del 24 de marzo, la camarilla militar
establecía esa suerte de territorio de sobrevivencia y el requisito para ingresar
22
Calveiro, Pilar, ob. cit, págs.149 y 150.
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Sin embargo, como los campos enemigos eran excesivamente vastos y los
perfiles de los límites podían desdibujarse en el conflicto patria-subversión,
ejército nacional-enemigos, los mismos diarios se encargaban de hacerles
saber a sus redactores las fronteras del conflicto. “Por disposición de esta
dirección y con motivos de las directivas del Comando del Tercer Cuerpo de
Eéercito, en el día de la fecha no se deberán publicar reclamos de familiares
23
Bruschtein, Luis, La lógica del terror en los medios gráficos, en Seminario de Medios y Dictadura, Edición
Colectivo La Tribu, Bs.As.m 2003, página 12.
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25
Documento publicado por Clarín el 22 de marzo de 1998.
26
Neilson, James, En tiempos de la oscuridad, Edit. Emecé, Bs.As., 2001, pág. 13.
27
AUNAR, Subversión, la historia olvidada, impreso en Alfavet, Olivos, Bs.As, 1998, págs. 5 y 6.
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implantada por el gobierno militar y ejecutada por los medios estuvo basada
en el terror que se filtraba día a día desde las páginas y que se conjugaba con
la información recortada que corría boca a boca entre la población y que se
veía confirmada, reforzada, por los efectos visuales que ofrecían las calles
militarizadas. Desde los medios llovió una suerte de cambalache informativo
grotesco, fúnebre y perverso donde se mezclaban asesinatos, cuerpos
acribillados, masacres con triunfos deportivos, declaraciones ampulosas y
omniscientes de jerarcas militares y eclesiásticos que giraban todo el tiempo
en torno a vocablos vaciados ya de contenidos y que se habían transformado a
la vez en una paradoja y en una contradicción en sí mismos, religiosos
promoviendo baños de sangre y militares hablando de los valores
fundamentales del cristianismo.
En medio de esa larga marcha fúnebre que fue la dictadura, los medios
invirtieron no sólo los polos sino también los parámetros informativos,
eliminaron la fuente como medio gráfico para transformarse en meros
reproductores textuales de los partes de guerra falsos que camuflaban bajo el
eufemismo de la palabra “combate” a los asesinatos masivos de prisioneros
indefensos. Estos partes de exterminio y las declaraciones ejemplificadoras
fueron la información habitual que los medios difundieron sin ambages sin
cuestionar jamás la veracidad de la información o la esencia de la misma.
Blaustein y Zubieta citan en su obra “Decíamos Ayer” a Emile Dovifat
“quien usaba la expresión periodismo totalitario como aquella modalidad
del quehacer informativo en la cual se introduce directamente en el cuerpo
de la noticia su valoración política, al mismo tiempo que se sirve de
términos difamatorios o ambiguos, hábilmente utilizados para condicionar
arteramente la reacción emotiva del lector”28, y esta va a ser una de las
características del periodismo gráfico argentino durante esos años, pero la
característica mas lograda, sin lugar a dudas, va a ser: la ausencia de
información.
Estos mismos autores citan en la misma página, el trabajo de Hannes
Maeder, quien analizó “la lengua especial imperante en los medios políticos
y oficiales del Tercer Reich hitleriano. Entre los rasgos principales de esa
`lengua´ destacan los siguientes: predominio de la oratoria, la declamación
y la arenga; el propagandismo triunfalista; la ideologización constante, el
falseamiento y deformación de los conceptos; la abstracción exagerada, el
consignismo mágico, la tensión agitadora; la prevalencia del super-yo (en
nuestro caso, `los argentinos´); la pretensión de poseer la verdad absoluta”.
Esta lengua va a ser la constante, tanto en la faz discursiva de la dictadura
como en la reproducción de la misma por parte de los medios gráficos, una
28
Blaustein, Eduardo y Zubieta, Martín, ob.cit, pág. 43.
34
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29
Entrevista con el autor.
35
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30
Declaraciones al diario Página 12, 7 de junio de 1998.
36
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1970 a 1975 y que sostiene aún una dura lucha contra elementos dispuestos
a tomar el poder por los medios más viles”.
Dos años después de aquellas declaraciones de Claudio Escribano, La
Nación publicaba, el 7 de junio de 2000, una “curiosa” noticia bajo el título:
“Tres diarios bajo una lupa....u otra”, el subtítulo rezaba: “Los informes que
calificaban de izquierdistas a La Nación, Clarín y La Prensa generaron un
debate en el Ejército”. En ella, el diario fundado por Bartolomé Mitre,
afirmaba que la posibilidad de que los tres medios mencionados respondieran
a la izquierda “disolvente” (las comillas corresponden al diario) fue el centro
de un debate entre miembros de inteligencia del Ejército, y quedó registrado
en el expediente “Informes de acción psicológica de la Secretaria General del
Ejército”. Según el artículo “la polémica surgió con los informes de junio,
julio y agosto, que detectaban frases, ideas y personas “disolventes”,
“marxistas”, de “ideología comprometida” y, en general contrarias a la
dictadura. Los diarios citados eran calificados así reiteradamente por artículos
que, según el escriba militar, no favorecían al Proceso”. La objeción contra La
Nación había sido la publicación de una crítica del libro “Crónica de una
muerte anunciada” del escritor colombiano Gabriel García Márquez
“ideológicamente comprometido en su país y en el exterior”, apuntaba
cuidadosamente el mencionado escriba. Lo curioso y contradictorio de este
artículo es la confusión que siembra y la posición que toma el diario respecto a
“la dictadura”, un término que jamás usó durante los años de plomo,
denominándolo “el gobierno militar” o “el gobierno del proceso” y
nuevamente La Nación insiste en colocarse como víctima, al lado de la
sociedad, intentando demostrar que ambas quedaron atrapadas por la violencia
irracional de dos bandos en pugna. En última instancia, la teoría de los “dos
demonios” es la que mejor le cierra a la hora de explicar lo acontecido. Entre
el fascículo anteriormente mencionado, las declaraciones de Escribano y esta
nota, no existen diferencias graduales sino la conformación de una sola idea,
que corresponde a la no asumición de ninguna culpa, tan sólo y tal vez la de
“no haber sido tan recios”.
Al respecto, es esclarecedor el relato que hace el periodista Uki Goñi en su
libro “Judas”, sobre la vida de Alfredo Astiz, cuando narra las visitas de
familiares de desaparecidos al diario Buenos Aires Herald solicitando la
publicación del secuestro de algún ser querido: “-¿Por qué no van a un diario
argentino a contar esto? Es muy poco lo que nosotros podemos hacer. ¿No
han ido a La Nación, La Opinión, Clarín?”.
37
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38
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35
Trobo, Claudio, ob.cit, pág.101.
36
Goñi, Uki, ob.cit, pág. 72 y ss.
39
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CAPITULO 3
VIAJE HACIA LA NOCHE
“Ustedes no tienen idea de lo
que va a pasar en este país”.
“Cacho” Perrota, director de
El Cronista Comercial,
37
Entrevista con el autor.
40
Los grandes medios gráficos y los derechos humanos en la Argentina 1976-1983
El 24 de marzo de 1976 caía sin estruendo y casi sin lamentos por parte de la
sociedad, el gobierno de Maria Estela Martínez de Perón. Su derrocamiento no
tomó por sorpresa a nadie. Durante las últimas semanas la duda no era si iba a
haber golpe o no, sino cuando se daría éste. “En la City se apostaba fuerte
desde semanas antes por el día en el que el golpe se produciría” 39 , escribió
Carlos Turolo. Más amplia y generosa será la afirmación de José Pablo
Feinmann: “Los empresarios, la oligarquía, los sectores medios, todos
reclaman el golpe. Todos reclaman el golpe”40.
Las causas del hartazgo social que precipitó la fractura institucional fueron
varias pero básicamente apuntaban al desgobierno, la violencia política, la
crisis económica, la corrupción, la sórdida lucha que tras bambalinas va a
protagonizar el entorno que rodeaba a la viuda del fallecido general. Estas
causas van a limar velozmente la escasa credibilidad que tenía la presidente,
desde el día de su asunción, en cuanto a su liderazgo y capacidad de gestión y
se van a transformar, por ende, en los argumentos que esgrimirá la camarilla
militar como justificativo a su derrocamiento el 24 de marzo de 1976.
Un año después de la muerte del líder justicialista, Juan Domingo Perón, la
figura más emblemática e influyente del entorno que rodeaba a Maria Estela
Martínez de Perón era José López Rega, el todopoderoso ministro de
Bienestar Social, mentor y gestor de la famosa Triple A, un escuadrón de la
muerte parapolicial y paramilitar, organizado por el mencionado ministro y el
comisario de la Policia Federal, Alberto Villar41 que a lo largo de más de dos
años y bajo la protección del gobierno va a perseguir, atemorizar y asesinar las
voces discordantes y opositoras provenientes de la izquierda42. Más de 600
muertes registra el haber de esta banda de ultraderecha formada en sus
orígenes por ex policías y sectores de la derecha peronista, tales como CNU,
Concentración Nacionalista Universitaria; JPRA, Juventud Peronista de la
República Argentina; ALN, Alianza Libertadora Nacionalista; Comando de
Organización; Agrupación 20 de noviembre, Agrupación 17 de Octubre de
Bienestar Social, etc43 . Bautista Manguzzi, al ser detenido en 1975 por
conducir un auto robado declaró a la justicia: “Yo soy guardespalda de la
38
Dearriba, Alberto, El Golpe, Edit. Sudamericana, Bs.As., 2001, pág.21.
39
Turolo, Carlos, De Isabel a Videla, Edit. Sudamericana, Bs.As., 1996, pág. 50.
40
Feinmann, José Pablo, La sangre derramada, Edit. Planeta, Bs. As. 2006, pág. 77.
41
Bonasso, Miguel, El Presidente que no fue, Edit. Planeta, Bs.As, 1997, págs 599-601; y Gurruchardi,
Eduardo, Bernardo Alberte, un militar entre obreros y guerrilleros, Edit. Colihue, Bs.As, 2001, pág. 361.
42
Paino, Horacio, Historia de la Triple A, Edit. Platense S.A. Montevideo, Uruguay, 1984, págs 37 y ss;
Verbitsky, Horacio, Ezeiza, Edit. Contrapunto, Bs.As., 1987, págs 27 y 28 y Callóni, Stella, Los años del
Lobo. Operación Cóndor, Edit. Biblioteca del Pensamiento Nacional, Bs.As., 1999, pág. 62.
43
González Jansen, Ignacio, La Triple A, Edit. Contrapunto, Bs.As, 1986, pág. 36.
41
Los grandes medios gráficos y los derechos humanos en la Argentina 1976-1983
UOM y trabajo con gente del Ministerio de Bienestar Social- dijo-. Ibamos a
levantar a Galimberti. Ya teníamos detectados sus movimientos con los
montos de zona Norte. Era una boleta nuestra, entiende?”44.
Según el periodista norteamericano Martín Andersen, después de la partida
de López Rega, el Ejército ordenó que unidades de inteligencia controlaran a
los escuadrones de la Triple A: “En Córdoba se integraron a la unidad de
inteligencia de la policía del D-2 y fueron supervisados por el Destacamento
de Inteligencia 141 del Ejército. En Buenos Aires, el Ejército obtuvo el
control operativo de la mayoría de los grupos paramilitares que cooperaban
en la región. Las tardes de los miércoles son tradicionalmente períodos de
descanso y recuperación. Sin embargo, en la base de Campo de Mayo, fuera
de la Capital Federal, el capitán Mohamed Alí Seineldín utilizaba su tiempo
en reuniones con oficiales de la Policia Federal para `marcar´ blancos.
Seineldín, dijo una fuente policial, era el `eslabon visible ´entre el Ejército y
la Triple A. El Comando de Mar del Plata dependía del destacamento local
de inteligencia del Ejército y operaba en la ciudad balnearia y sus
alrededores a 400 kilometros al sur de Buenos Aires, sobre la vasta costa
atlántica. Su contacto era el propietario de una agencia de investigaciones
privadas,`Oasis´, subsidiaria de la agencia `Magister´ perteneciente al
general Otto Paladino”45.
Posteriormente, en la primera semana de 1976, el general Otto Paladino, por
entonces comandante de la Décima Brigada de Infanteria, sería nombrado por
Maria Estela Martínez de Perón jefe de la todopoderosa Secretaría de
Investigaciones del Estado (SIDE). Durante el gobierno militar, Paladino sería
el supremo director del centro de detención y exterminio ubicado en Capital
Federal y conocido como “Automotores Orletti”.
El 2 de junio de 1975, Lopez Rega tomó el control de la economia argentina,
haciendo nombrar a Celestino Rodrigo, un miembro de su entorno, como el
nuevo ministro de la mencionada cartera, en remplazo del renunciado Alfredo
Gómez Morales. Dos días más tarde el nuevo ministro anunció un
“tratamiento de shock” para la destartalada economía nacional basado en una
drástica devaluación: el dólar que cotizaba en el mercado comercial a $ 10 se
elevó a $26 (160 %); en el financiero de $ 15 pasó a $ 30 (100 %); y el dólar
turístico viajó de $ 25 a $ 45 (80 %). El aumento en los combustibles se
disparó también: la nafta comun subió un 187 % y la especial 172 %. Rodrigo
44
Larraquy, Marcelo y Caballero, Roberto, Galimberti, Ed. Norma, Bs.As., 2001, pág.223.
45
Andersen, Martín, Dossier secreto.El Mito de la guerra sucia. Edit. Planeta. Bs. As,
1993, pág. 186. También se puede consultar al respecto a Verbitsky, Horacio, ob.cit.; a
Vicens, Luis, Loperreguismo y Justicialismo, Edit. El Cid Editor. Bs As., 1977, págs. 123 y
ss; y a Sáenz Quesada., María, Isabel Perón, Edit. Planeta. Bs As., 1997, pág. 271 y ss.
42
Los grandes medios gráficos y los derechos humanos en la Argentina 1976-1983
anunció también ajustes en la tarifa de gas, que sería del orden de entre el 40
% y el 60 % y en la electricidad, en proporciones aún mayores a estas últimas;
mientras que las tarifas de los servicios públicos aumentó en un 200%, con la
correspondiente carrera de acaparamiento y remarcación en los productos de
consumo. Se ajustaron las tasas de interes, liberándose las de los depósitos a
plazos fijos transferibles. Esto produjo que todos los precios se dispararan en
cadena junto con una carrera de acaparamiento. Los precios explotaron, la
economía argentina se sacudió como nunca lo había hecho antes en su
historia, jamás había sufrido un shock de estas características. Según
declararía José López Rega: “El ministro Rodrigo tiene a sus espaldas una
carga muy pesada, pero su sentido justicialista va a clarificar muchas cosas
y tomar decisiones que en algún momento podrán aparecer un tanto duras,
pero que redundarán sobre el futuro de la Nación”46.
Para aumentar aún más la tensión, el gobierno insistía en poner topes a los
aumentos salariales que surgieran de las paritarias, que hasta antes de la
asunción de Celestino Rodrigo se calculaba que no pasarían del 38 %. Las
medidas implementadas por el nuevo ministro cambiaron abruptamente el
escenario y obligaron a suspender las paritarias, mientras en los mentideros
políticos circulaba la versión de que serían desplazados de sus cargos
gremiales Lorenzo Miguel y Casildo Herrera, como también el ministro de
Trabajo, Ricardo Otero. Isabel Martínez de Perón quedó en medio del tironeo
de los poderes que desde detrás del trono buscaban eliminarse mutuamente.
Las Fuerzas Armadas se habían declarado aparentemente prescindentes del
conflicto, así lo señalaba la editorial de La Nación del 6 de julio de 1975. “(...)
con riesgo, quizás, de que su ubicación por encima del conflicto resulte
pasivamente más aprovechable para un bando que para otro”. Sin embargo
las FF.AA no se habían declarado tan prescindentes como lo señalaba el diario
sino que se habían unido al sector gremial de Lorenzo Miguel para desplazar
al ministro de Bienestar Social47
Ese mismo 6 de julio, a un año de la muerte del general Perón, el diario La
Opinión publicaba en tapa “la bomba” con la firma de Heriberto Kahn en la
que se relacionaba a López Rega con la Triple A. La información había sido
filtrada al medio, previa depuración de la misma, por el Ejército y partía de
una investigación que había realizado aparentemente el teniente coronel Jorge
Sosa Molina sobre el grupo parapolicial. El mencionado informe jamás fue
publicado. Los políticos y militares consultados al respecto le negaron al autor
la existencia del mismo o manifestaron su desconocimiento absoluto acerca de
su existencia. Numerosas versiones señalan que el informe mencionaba la
46
Deheza, José, ¿Quiénes derrocaron a Isabel Perón?, Bs.As., Cuenca del Plata, 1981, pág.70.
47
Larraquy, Marcelo, López Rega, Edit. Sudamericana, Bs.As., 2005, pág 331.
43
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48
Ruíz, Fernando, Las palabras son acciones, Edit. Libros Perfil S.A., 2001, pág.219.
49
Larraquy, Marcelo, ob.cit, pág.355.
44
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Años después, Jorge Conti, actualmente yerno del extinto José López Rega,
sostendría: “Son todas mentiras. López Rega no inventó la Triple A, nunca
tuvo nada que ver con todo eso que se le endilga. Puede haber cometido
errores, seguro que lo hizo, pero achacarle todos los males del país y del
gobierno de Isabel a un solo hombre me parece poco inteligente”50. Conti,
sindicado por el sospechoso Horacio Paino como ex miembro de Triple A,
revistaba por entonces como jefe de prensa del ministerio de Bienestar Social
y según Paino51, fue quien lo presentó al ministro, el cual le pidió que
confeccionara un plan organizativo para formar un comando que eliminara a
los enemigos del gobierno. Jorge Conti explicó que: “Lopez Rega fue un
peronista cabal, podía tener sus cosas, como esas de la astrología, pero no
nos olvidemos que fue Perón quien lo puso ahí, también quien lo eligió
como su secretario privado y lo mantuvo a su lado durante tantos años,
¿Vos te crees que Perón era tonto, que no conocía a las personas? La
demonización de López Rega fue una operación de los militares y de la CIA
para sacarlo de escena, estorbaba porque le era fiel a Isabel. Fijate que
después de su alejamiento, el gobierno entra en el tirabuzón final que acaba
en el golpe del 24 de marzo. Lo quitaron del medio para aislar a Isabel y
poder derrocarla más fácil. Si López Rega fue el culpable de todo lo que se
le achaca ¿por qué no lo extraditaron cuando estaba en Suiza? ¿Vos te
crees que los militares no sabían donde estaba? No lo fueron a buscar
porque no tenían nada contra él, estaba `limpio´.”52.
El diario que más había batallado contra López Rega había sido La Opinión.
Respecto a los días finales en el poder del entonces ministro de Bienestar
Social, Graciela Mochkofsky en su libro sobre Jacobo Timerman afirma: “En
la primera quincena de julio, La Opinión dio el golpe final sobre López
Rega. Kahn publicó un informe militar que revelaba sus conexiones con la
Triple A. Cuestionado po sectores militares, políticos y sindicales que ya se
animaban abiertamente a sumarse a las pocas voces tímidas que se habían
levantado en un comienzo, López Rega renunció a su cargo cinco días
después. La Opinión denunció que, a pesar de la renuncia, `se mantiene el
influjo de López Rega en el gabinete´. El 15 de julio, Tomás Eloy Martínez
publicó un perfil que, en tapa y contratapa, detallaba la personalidad
esotérica y demencial del ex ministro. Cuatro días más tarde, López Rega
escapaba del país”53.
Atrás quedaban los silencios cómplices y temerosos, los negociados y las
genuflexiones para con un oscuro cabo de la Policía Federal que alzándose
50
Entrevista con el autor.
51
Paino, ob.cit.
52
Entrevista con el autor.
53
Mochkofsky, Graciela, Timerman, Edit. Sudamericana, Bs.As, 2004, pág. 209.
45
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46
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48
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casa cedida a tales efectos por Carlos Pedro Blaquier, dueño entre otras
propiedades del ingenio Ledesma, el más grande de Argentina, productor de
papel, azúcar, citricos, etc. Al mencionado club lo dirigió en un principio
Federico de Alzaga, un coronel de caballería ligado a una de las familias más
patricias del país. Posteriormente mudaron de dirección y Perriaux se hizo
cargo del grupo, que entre otros reunia a Enrique Loncan, Horacio García
Belsunce, ex secretario de Hacienda del gobierno títere de José María Guido;
José Martínez de Hoz; Luis Carlos García Martinez, jefe del gabinete de
asesores de Martínez de Hoz, durante la dictadura; Jorge García Venturini;
Mario Cárdenas Madariaga, futuro secretario de Agricultura y Ganadería
durante la dictadura; Alberto Rodríguez Varela y Guillermo Zubaran,
secretario de Energía durante la dictadura61.
Como siempre fue costumbre a lo largo de la historia argentina, los grupos
de poder han mantenido aceitados contactos con las cúpulas militares y el
“grupo Perriaux” no fue la excepción, sino todo lo contrario. Fue el general de
brigada Hugo Miatello quien puso en contacto al grupo con el Ejército.
Miatello, un hombre clave en el diseño del golpe del 24 de marzo de 1976 y
de los planes represivos de la Junta, habia sido hasta 1973, fecha en el que el
gobierno de Héctor Cámpora lo pasó a retiro por buenas razones, una figura
central dentro del aparato de Inteligencia Militar ya que se había
desempeñado, durante la presidencia de Agustín Lanusse, como jefe de la
Secretaría de Informaciones del Estado (SIDE) y también como director de la
Central Nacional de Inteligencia. Experto en guerra revolucionaria y
“sovietólogo” reconocido sería uno de los principales diseñadores del modelo
represivo que instrumentaría la Junta y producido el golpe sería designado
embajador en Chile62.
Es notable lo que Carlos Turolo dice en su libro respecto al “grupo Perriaux”
y su relación con el general Hugo Mario Miatello: “A pesar de ser un
personaje desconocido para la mayor parte del público, Miatello desempeñó
un papel destacado durante los meses previos al golpe de 1976. Había sido
compañero de promoción de Videla y Viola. El primero lo nombró
embajador en Chile, cargo que ejerció hasta 1981; le tocó, por lo tanto,
participar en los difíciles momentos vividos a fines de 1978, cuando nuestro
país estuvo a horas de entrar en guerra con Chile. (...) Viola, por su parte lo
llevó a Presidencia como asesor. Miatello era muy amigo de Jacques
Perriaux; se conocían desde mucho antes de los contactos, en 1975, entre el
Ejército y el grupo de civiles liderado por este. (...) Se iniciaron entonces los
contactos formales entre el mencionado grupo de civiles y los generales
61
Dearriba, Alberto, ob.cit, págs 199-202.
62
Seoane, María y Muleiro Vicente, ob.cit, págs. 41,42, 58, 66, 242, 346, 388, 433, 494 y 538.
49
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63
Turolo, Carlos, ob.cit, pág. 46.
50
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deuda pendiente que en lo personal ella tenía con las hermanas de Eva Perón,
en virtud de lo dispuesto por la justicia al haber fallado a favor de estas al
reconocerlas como herederas de su extinta hermana. La utilización de fondos
públicos para cumplir con una obligación personal, penado por el artículo 263
del Código Penal, detonó el escándalo y descorrió en parte el telón acerca de
los manejos turbios de gruesas sumas de dinero desde el Ministerio de
Bienestar Social, dinero que entre otras cosas, se habría utilizado para
financiar el funcionamiento de la Triple A66.
Inmediatamente, los diarios salieron a castigar al gobierno, un gobierno que
se desangraba sin pausa, sin salidas visibles, con una crisis que día a día
devoraba su escasa credibilidad, con una lucha intestina que atomizaba los
intereses corporativos y personales de los cabecillas sindicales que se movían
a su alrededor. El mandato de María Estela Martínez de Perón, a la vez que se
vaciaba de contenido y credibilidad, se derrumbaba irremediablemente
víctima del pronunciado desgaste que generaba su propia incapacidad.
Mientras tanto, la camarilla militar escruadriñaba atentamente los sucesos con
una estrategia trazada: impedir por todos los medios que María Estela
Martínez de Perón en estas circunstancias dejara el gobierno. Según María
Seoane: “La idea era vencer la resistencia de una sociedad exhausta, casi
resignada, que estaba exigiendo orden sin conocer el precio”67.
El 11 de septiembre de 1975, tras una semana de afirmaciones y
desmentidas, María Estela Martínez de Perón informó finalmente que se
tomaría un descanso, dejando interinamente el gobierno en manos del senador
justicialista, Italo Luder. Dos días más tarde se realizó la transmisión de
mando y al día siguiente, el 14 de septiembre de 1975, la viuda del general
Perón viajaba rumbo a Ascochinga, una localidad en las serranías cordobesas,
acompañada por Alicia Hardtridge de Videla, Delia Viera de Massera y Lía
Gonzalez de Fautario, las esposas de los tres comandantes. Una estrategia de
relaciones públicas destinada a “ablandar” el frente militar y proyectar sobre
la sociedad argentina una extraña suerte de camaradería que estaba destinada a
un fracaso miserable. Ya por entonces la tesis de bordaberrización del
gobierno comenzaba a ser analizada por sectores del peronismo en el afán de
buscarle una salida “institucional” a la crisis. La idea era que el presidente
provisional del Senado, Italo Luder, asumiera de manera definitiva la
presidencia, previa renuncia de María Estela Martínez de Perón a la misma, y
gobernara con el apoyo de la camarilla militar hasta las próximas elecciones
presidenciales. Sin embargo, el proyecto largamente discutido fue dejado de
lado por varias causas, entre ellas: por la oposición surgida al mismo dentro de
66
Dearriba, Alberto, ob.cit, pág.137.
67
Seoane, María y Muleiro Vicente, ob.cit, pág.47.
52
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las mismas filas del peronismo, principalmente por el sector sindical liderado
por Lorenzo Miguel, al cual la derrota de López Rega le había dejado mayor
amplitud de campo para negociar su creciente influencia sobre la presidente, y
por la intransigencia de un sector militar que veía la oportunidad de dejar caer
al gobierno sin comprometerse políticamente frente a la opinión pública68.
“La opción entre Isabel y Luder, así como la divisoria planteada en ese
momento entre verticalistas y antiverticalistas, constituía enmascaramientos
de operaciones cuyos referentes eran otros y más poderosos. Los
sindicalistas `verticalistas´ como Lorenzo Miguel hacían profesión de
fidelidad y `acatamiento´ a Isabel, pero se trataba de un `acatamiento´ a
una presidenta vaciada, impopular y sin poder tras el alejamiento de López
Rega: la apoyaban porque era débil y porque ellos podrían dominar `su´
gobierno, con lo cual el verticalismo sólo se acataba a sí mismo.
Simultáneamente, los antiverticalistas sabían que la elevación de Luder
constituía un mero dispositivo parlamentario que se podía revertir en
cualquier momento si Isabel decidía terminar sus vacaciones y reasumir su
mandato. Y como Luder carecía de otra base de poder que no fuera el
generalizado rechazo nacional al desgobierno de Isabel, todo movimiento en
su favor necesariamente debía tener su referencia en las Fuerzas Armadas,
la corporación político-militar que se había convertido en depositaria de
aquel descontento”69, afirma Claudio Uriarte.
El primer acto de Luder como presidente interino fue aceptar la renuncia del
coronel Vicente Damasco y producir cambios en la titularidad de los
ministerios del Interior, Defensa y Relaciones Exteriores. Era sólo un cambio
de nombres ya que la política del gobierno iba a continuar siendo la misma,
con el agregado de que ahora las Fuerzas Armadas avanzaban hacia el
gobierno, presionándolo con la necesidad de una legislación represiva que les
permitiría ejecutar desde la legalidad lo que venían haciendo desde las
sombras.
El 24 de septiembre los comandantes de las tres armas participaron de la
reunión de gabinete donde el tema central de la misma fue la creación de
organismos e instrumentos jurídicos para reprimir el accionar de la guerrilla,
un eufemismo que encubría la delegación de poderes extraordinarios a las FF.
AA para ejecutar, a lo largo y ancho del territorio del país, a manos libres y
bajo el paraguas de una supuesta legalidad un modelo represivo sin límites,
igual pero más perfeccionado al que ya se venía implementando en la
68
Fraga, Rosendo, El Ejército: del Escarnio al Poder, Edit. Planeta. Bs As. 1988, págs. 223
y 224.; y Cárpena, Ricardo y Jacquelin, Claudio, El Intocable, Edit. Sudamericana. Bs As.,
1994, págs. 170-172.
69
Uriarte, Claudio, ob.cit, pág. 93.
53
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70
Seoane, María y Muleiro, Vicente, ob.cit, pág. 52.
71
López Echagüe, Hernán, El Enigma del General Bussi, Edit. Sudamericana., Bs As., 1991, pág. 168.
72
Andersen, Martín, El mito de la guerra sucia, Edit. Planeta, Bs.As, 1991, pág. 168.
54
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fue porque tal vez ha sido el período en que se mostró toda su potencialidad
latente para convertirse en el verdadero partido de los desposeídos en
America Latina”75, afirma Luis Mattini, dirigente del Partido Revolucionario
de los Trabajadores (PRT) “Notable” análisis de uno de los jefes perretista en
momentos en que la “Compañía de Monte” comenzaba a entrar en su ocaso
definitivo perdiendo no sólo entre el 5 y el 8 de octubre en Tucumán a sus dos
jefes máximos, sino que las maltrechas filas de sus combatientes empezaron a
ser cazados uno a uno en los cerros mientras deambulaban en busca del sol
redentor de una revolución posible que cada día se hacia más difusa, más
lejana. Según Maria Seoane, es entre finales de octubre y mediados de
noviembre cuando Mario Roberto Santucho, jefe máximo del ERP decide el
ataque desesperado al Batallón 601 de Monte Chingolo con la intención de
hacerse con trece toneladas de armamento: “Estaba decidido, como sea, a
parar el golpe militar y a preparar la resistencia, una decisión que
agonizara en la inmolación de cientos de militantes al grito de :“!A vencer o
morir por la Argentina!”76. Si bien el argumento que da Seoane sobre las
motivaciones de Santucho para el ataque a Monte Chingolo caen dentro de la
lógica o visión de la mencionada organización política-militar, existen otras
versiones sobre el destino que se le daría al referido armamento, entre ellas el
de potenciar la capacidad militar de la guerrilla en Tucumán, como una ex
militante del PRT explicó en una entrevista con el autor. No deja de ser
curioso que se pensara que se podría detener el golpe militar atacando y
robando un regimiento del Ejército.
Montoneros, por su parte, también había ingresado en un militarismo
afiebrado y creía que todo estaba supeditado a un enfrentamiento de aparatos
militares: guerrilla versus todo el aparato de seguridad del Estado: “(...) esa
equivocada apreciación llevó a los Montoneros a socavar la democracia
política como vía al socialismo. Creyeron, en consencuencia, que existían
condiciones para enfrentar con las armas el rumbo del gobierno
radicalizando negativamente la vida política”77. La posición de Montoneros
quedará expuesta en el número 12 de su publicación “Evita Montonera” de
octubre de 1975: “Esto significa el ataque indiscriminado contra todo
representante de las instituciones represivas. La actual etapa de
enfrentamiento justifica esta decisión pero debemos encarar la propaganda
masiva que permita demostrar a la población y a los mismos enemigos
afectados que, desde el momento en que las Fuerzas Armadas tienen el
mando operativo en todos los organismos de seguridad, cada hombre
75
Mattini, Luis, Hombres y Mujeres del PRT, Edit. De la Campana, Cuarta Edición, Bs.As, 2003, pág. 40.
76
Seoane, María, Todo o nada, Edit. Planeta Bs. As., 1991, pág. 271.
77
Gasparini, Juan, Montoneros. Final de Cuentas, Edit. Puntosur, Bs.As., 1988, pág. 118 y 119.
56
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57
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81
Andersen, Martín, ob.cit, pág.189.
82
Revista Siete Días, núm. 827, abril de 1983.
83
Larraquy, Marcelo y Caballero, Roberto, ob.cit, pág. 248.
58
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dentro del año. No hicimos nada para impedirlo porque, en suma, también
el golpe formaba parte de las lucha interna del Movimiento Peronista.
Hicimos en cambio nuestros cálculos, cálculos de guerra, y nos preparamos
a soportar, en el primer año, un número de pérdidas humanas no inferior a
1500 bajas. Nuestra previsión era esta: si lográbamos no superar este nivel
de pérdidas podíamos tener la seguridad que tarde o temprano habríamos
vencido. ¿Qué sucedió? Sucedió que nuestras pérdidas han sido inferiores a
lo previsto. En cambio, en el mismo tiempo la dictadura se ha desinflado, no
tiene mas vías de salida, mientras que nosotros gozamos de gran prestigio
entre las masas, y somos en la Argentina la opción política más segura para
el futuro inmediato”84.
Por parte de la Marina, la planificación del golpe fue elaborado por el
contraalmirante Eduardo Frascassi, secretario general y operador político de
Massera, y un grupo de oficiales entre los que estaban: Jose Segade,
Guillermo Arguedas, Joaquín Gómez y Carlos Bonino.
El 2 de noviembre, el diario La Nación, mientras señalaba elípticamente sus
dudas sobre las capacidades intelectuales de la presidenta de la Nación y
clavaba en su flanco las acusaciones de corrupción que la rodeaban, afirmaba
que las Fuerzas Armadas confiaban en que todavía existía la posibilidad de
superar los graves problemas políticos y sociales que agitaban a la Argentina.
La verdad era que existía una fuerte interna dentro de la cúpula militar en lo
referente a apurar el golpe. Mientras Videla y Viola propugnaban esperar el
desgaste definitivo del gobierno justicialista antes de golpearlo, para no repetir
los errores del golpe de 1955, otros sectores de la Fuerzas Armadas,
principalmente dentro del Ejército empujaban por darlo lo antes posible.
“Aguarden, todavía no”, les aconsejaba Alvaro Alsogaray desde un artículo
periodístico que publicó el 9 de diciembre en el Buenos Aires Herald,
propuesta que repetiría tres días más tarde en otro artículo que publicó Clarín :
“Las Fuerzas Armadas deben saber esperar hasta el último momento, hasta
el instante mismo en que se juegue la supervivencia de la República, antes
de intervenir nuevamente en los problemas políticos“.
Finalmente triunfó la idea de Videla y Viola, el Ejército aguardó entonces a
que el desgaste se hiciera más pronunciado para que la suerte que pudiera
correr el gobierno constitucional no le importase a casi nadie y que su
derrocamiento fuera visto como la única salida aliviadora ante el cuadro
crítico que exhibía la realidad argentina. Mientras tanto, los generales fueron
cerrando filas y colocando las piezas del engranaje golpista, la única que
faltaba de encajar era la cúpula de la Fuerza Aérea, pero de ella se iba a
encargar el brigadier Jesús Capellini, un ultramontano, que estaba en
84
Revista L´Expresso, Roma, Italia, 9 de julio de 1977.
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erosionar rápidamente las relaciones entre medios y gobierno hizo que desde
el mismo gobierno y sectores afines al mismo se tomaran una serie de
medidas, legales e ilegales, con el fin de acabar con la supuesta campaña de
desprestigio, de acallar las voces opositoras. El gobierno comenzó a hablar de
una “guerrilla periodística” y de la existencia de un “terrorismo periodístico” y
paralelamente, la revista “El Caudillo”, portavoz de la Triple A amenazó
desde su portada: “Quien le teme a la Triple A por algo será”. Como sostiene
César Díaz: “En el año 1975, evidentemente, la libertad de expresión no
gozaba de buena salud, pues los distintos medios debieron soportar
imnumerables presiones cuyos orígenes no estaban bien definidos”87. Sin
embargo también 1975 fue el año en que los grandes medios comenzaron una
tarea de desgaste del gobierno y empezaron a trabajar a favor del golpe de
Estado. Sin lugar a dudas la bandera golpista fue portada principalmente por
La Opinión. Como expresa Fernando Ruíz en su libro Las palabras son
acciones:“Las Fuerzas Armadas comenzaron 1976 con una creciente
hegemonía informativa, política y represiva sobre el régimen político y el
espacio público. El golpe aparecía como una consecuencia natural de un
proceso de acumulación de poder , al que contribuyeron de diferentes forma
casi todos los actores políticos relevantes de la época. La Opinión fue uno
de los fogoneros más activos”88. Creer en la inocencia de ellos equivale a
pensar en la inocencia de López Rega respecto a los ataques que sufrieron los
medios y los periodistas durante este período. La muerte del periodista de La
Opinión, Jorge Money, cuyo cadáver apareció acribillado y con muestras de
horribles torturas, se va a sumar al rosario de víctimas que el gremio de la
prensa ya exhibía, todos ellos asesinados por la temible Triple A: José
Domingo Colombo, Julio César Fumarola, Luis Macor, Pedro Leopoldo
Barraza, Carlos Ernesto Lahan y Maurice Jaeger, (este último asesinado en
Tucumán, por tropas del Ejército, supuestamente en el marco del “Operativo
Independencia”)89.
Conjuntamente con los asesinatos, la prensa se vió inmersa en una fuerte
campaña de presión que incluyó: cierres de medios, voladuras de los talleres
gráficos donde éstos se imprimían, amenazas de muerte a los periodistas,
secuestro de ediciones y un largo etcétera. Los medios comenzaron a
responderle al gobierno con munición cada vez más gruesa; la tipografía se
fue cubriendo de una sombra espesa de guerrilla sordida entre estos y las
autoridades de la Casa Rosada. Lo más demostrativo de este período ya lo
plasmaba Clarín el 13 de julio de 1975 cuando editorializaba la visión que
87
Díaz, César, La cuenta regresiva, La Crujía Ediciones, Bs.As., 2002, pág. 74.
88
Ruíz, Fernando, Las palabras son acciones, Edit. Perfil Libros, Bs.As, 2001, pág. 244.
89
Salomone, Franco, Maten al mensajero, Edit. Sudamericana, 1999, pág 47 y ss.
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proclama de los rebeldes fue difundida por todos los medios de comunicación:
“Nuestra conciencia no soporta más la humillación y vergüenza de velar
armas para el festín de los corruptos. (...) Levantemos el velo de tanta
mentira e impudicia en el país. Por la unión moral y material de las Fuerzas
Armadas. Por la erradicación de la corrupción y de la subversión marxista,
sus causas y efectos. Por la restauración del honor y la dignidad nacional.
Ante Dios no se es complaciente, tibio, indiferente ni héroe anónimo”.
Videla, que estaba en viaje oficial a Caracas y sabía por intermedio de Viola
los planes de Capellini y la marcha de los sucesos, guardó un prudente silencio
que se ajustaba a la estrategia de consensuar con todos los mandos supremos
de las Fuaerzas Armadas la acción golpista tramada para marzo del año
siguiente. Además necesitaba observar la reacción que en la opinión pública
causaba el alazamiento, como también en los cuadros intermedios de las otras
fuerzas, los cuales presionaron para sumarse a la sublevación.
Sin embargo, la acción de Capellini, no apuntó sólo a derrocar a su superior,
el brigadier Héctor Luis Fautario, por más que el gobierno intentara relegar los
hechos a una cuestion institucional por un problema de ascenso militar, como
dijo el entonces ministro del Interior, Federico Robledo, en la edición de La
Opinión, el 19 de diciembre de 1975: “Un conflicto institucional relativo a la
conducción del arma aérea, ha sido aprovechado por un reducido grupo de
oficiales retirados y civiles, para convertirlo en un conato subversivo que no
encontró eco ni en las Fuerzas Armadas ni en el pueblo”. La chirinada de
Capellini encerraba en sí mismo un golpe de Estado. En referencia al
alzamiento, la editorial de La Nación del 22 de diciembre de 1975 afirmaba;
“Una de las evidencias más significativas en todo este laberíntico pasaje es
la de que ha habido una suerte de consenso tanto en el campo militar como
en la ciudadanía en torno a la necesidad de que alguna ráfaga de
recuperación moral ventile los diversos ámbitos contaminados por la
desaprension administrativa”.
Pocos días después de que los sublevados de la Fuerza Aérea depusieran las
armas, el ERP, Ejército Revolucionario del Pueblo, atacó el 23 de diciembre al
Batallón de Arsenales 601 Domingo Viejo Bueno, en la localidad bonaerense
de Monte Chingolo. El intento de copamiento fue el séptimo ataque
protagonizado por las fuerzas guerrilleras del ERP contra cuarteles del
Ejército y también fue el más cruento de todos ellos.
Después de una batalla que duró varias horas, las fuerzas atacantes se
retiraron vencidas, dejando sobre el terreno casi 60 muertos, en tanto el
Ejército sufrió siete bajas y una docena de heridos. Sin embargo la
“operación”, que había sido conocida de antemano por el Ejército gracias a la
tarea de inteligencia de un infiltrado, arrojó un número mayor de víctimas, las
63
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90
Plis-Sterenberg, Gustavo, Monte Chingolo, Edit. Planeta. Bs. As., 2003, págs. 430-432.
91
Salinas, Juan y Vilalonga, Julio, Gorriaran. La Tablada y las guerras de inteligencia en America Latina,
Edit. Magin. Bs As, 1989, pág.27.
92
Seoane, María, Todo o nada, Edit. Planeta, Bs.As, 1991, pág. 289
93
Pozzi, Pablo, El PRT-ERP, Edit. Eudeba. Bs As., 2001, pág. 370.
94
Pozzi, Pablo, ob.cit, pág.377.
95
Ruíz, Fernando, ob.cit, pág.243.
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pasividad cómplice. Ante esta dura realidad, que aceptamos con patriotismo,
miramos consternados a nuestro alrededor y observamos con pena, pero
con la sana rabia del verdadero soldado, las incongruentes dificultades en
que se debate el país, sin avizorarse soluciones (...) Frente a estas tinieblas,
la hora de despertar del pueblo argentino ha llegado. La paz no sólo se
ruega, la felicidad no sólo se espera, sino que también se gana. (...) El
Ejército Argentino con el justo derecho que le concede la cuota de sangre
generosamente derramada por sus hijos héroes y mártires, reclama con
angustia pero también con firmeza, una inmediata toma de conciencia para
definir posiciones. La inmoralidad y la corrupción deben ser
adecuadamente sancionados. La especulación política, económica e
ideológica, deben dejar de ser medios utilizados por grupos de aventureros
para lograr sus fines. El orden y la seguridad de los argentinos deben
vencer al desorden y la inseguridad. Así, solo así, la República toda
recobraría su fé y el espíritu nacional que hasta no hace mucho la había
caracterizado”. Una declaración que reprodujeron todos los diarios y un
símbolo que acaso muy pocos entendieron: la “escuelita” de Famaillá
funcionaba por entonces como el centro de torturas más importante del
“Operativo Independencia”, y era una nueva advertencia a la que el gobierno
enfrentó con la debilidad e impotencia de siempre.
Ya por entonces la prensa europea comenzaba a denunciar las violaciones a
los derechos humanos que se estaban realizando en Tucumán, en el marco del
“Operativo Independencia” sin que ningún medio de comunicación nacional
se hiciera eco de las mencionadas denuncias. Entre tanto y mediante
operaciones de los servicios de inteligencia, se le hacía saber a María Estela
Martínez de Perón que el plazo dado por las Fuerzas Armadas al gobierno era
exactamente de noventa días, si en ese tiempo la situación no se modificaba y
los cambios no se producían, la Junta Militar tomaría el poder.
El 29 de diciembre, los tres jefes de las Fuerzas Armadas comisionaron
secretamente a Servando Tortolo, vicario castrense, para que indujera a la
señora presidente a renunciar al cargo. La charla fue tensa y la intransigencia
de María Estela Martínez de Perón lo fue aún más: “No renuncio”. Un mes y
medio más tarde volvería a repetir la misma frase, esta vez con un elocuente
agregado: “No renuncio aunque me fusilen, hacerlo sería traicionar el
legado de Perón”96. El 30 de diciembre de 1974 La Nación reproduciría las
palabras de monseñor Antonio Plaza pronunciadas con motivos de los festejos
del “Dia de la Paz”: “En este contexto de escándalo, desorden y violencia,
las Fuerzas Armadas han asumido la peligrosa, abnegada misión de
combatir la subversión y de dar una imagen de austeridad ante la falta de
96
Deheza, José, ob.cit, pág. 179.
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ella en los cenáculos civiles. Pero en esta patriótica tarea, que incumbe a su
alta misión de defender la nacionalidad y la paz amenazadas por la
guerrilla y el crimen cobarde, se contradice con la irresponsabilidad de los
dirigentes políticos y se perjudica por la falencia del poder. Así nos
encontramos con esta peligrosa perspectiva: el desgaste y la frustración del
brazo armado de la Nación que ha de ser prenda de cohesión y de unidad en
nuestra familia nacional”97.
El cinco de enero de 1976, los tres comandantes se reunieron con la
presidente en la Quinta Presidencial de Olivos. La charla fue tensa, los tres
uniformados le comunicaron a la presidenta que no era voluntad de las FF.AA
derrocar al gobierno pero le advirtieron que “frente al cuadro de caos y
violencia, las Fuerzas Armadas estaban siendo impulsadas a asumir la
conducción del país, porque el control de las bases militares podría
escapárseles de las manos”. Los comandantes se despidieron de la presidente
prometiéndole hacerle llegar un documento conteniendo los puntos que ellos
estimaban necesarios para superar la difícil crisis en las que se hallaba sumido
el país. Sin embargo otra versión, la del embajador norteamericano Walter
Hill en un documento secreto enviado al secretario de Henry Kissinger, daba
cuenta de que Videla, Massera y Agosti le habrían planteado a la viuda de
Perón la necesidad de su renuncia al Ejecutivo como primera medidad para
impedir el golpe de Estado98.
El 8 de enero, el documento elaborado por las FF.AA llegó a manos de
María Estela Martínez de Perón. En él se destacaban las medidas que los
uniformados esperaban del Ejecutivo: saneamiento administrativo y político,
conformación de un gabinete nacional homogéneo, reorganización
democrática del partido Justicialista, modificaciones sustanciales al plan
económico, reorganización de la Justicia, eliminación definitiva de la guerrilla
fabril y de los subversivos infiltrados en los estamentos públicos. Sin
embargo, lo más importante del documento estaba al final: “(...) Si pese a los
esfuerzos impuestos en la implementación de estas medidas no se lograran
los resultados deseados, se considerara que la presidente de la Nación
debe facilitar a las instituciones de la República la apertura de una nueva
instancia política que puede evitar males mayores”. O sea: si el gobierno
de Isabel de Perón no cumplía con lo requerido en el documento, la presidente
debía dejar el gobierno y si se negaba a ello entonces las FF.AA tomarían el
poder.
Los cambios no se produjeron, salvo algunas renuncias ministeriales; la
situación continuó igual: Isabel de Perón enredada en su laberinto y dando
97
Blaustein, Eduardo y Zubieta, Martín, ob.cit, pág. 66.
98
Dearriba, Alberto, ob.cit, págs. 165-170.
66
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99
Deheza, José, Quienes derrocaron a Isabel Perón, Ediciones Cuencia del Plata, Bs.As, 1981, págs 144-147.
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107
Timerman, Jacobo, El Caso Camps, punto final, Edit. El Cyd Editor. Bs As, 1982, pág. 26
108
Graham.Yooll, Andrew, Memorias del miedo, Edit. de Belgrano. Bs. As, 1984, pág. 107. Citado por César
Diaz. ob.cit, pág. 64
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por las calles los nombres de los futuros ministros que asumirían una vez que
se produjera el golpe. José Deheza escribió al respecto: “Le pregunté si no
era posible un levantamiento al margen del Comando General y (Videla) me
respondió que descartara esa posibilidad, pués conocía hasta dónde llegaba
la efectividad de su mando”113. Videla le mentía al ministro de Justicia y
mientras él negaba las posibilidades de un golpe, Lorenzo Miguel recibía en
Mar del Plata la confirmación del mismo por boca del almirante Massera. El
diario La Nación stacaba el 2 de marzo de 1976: “El pronunciado silencio de
las Fuerzas Armadas en los últimos días se relaciona con que estas
sostienen de que se agoten las instancias institucionales en procura de
soluciones en un marco de responsabilidad general y compartida”.
El laberinto institucional en el cual se había ingresado a partir de la muerte
de Perón se angostaba cada vez más. Los adictos y fieles seguidores de María
Estela Martínez de Perón afirmaban que la destitución o renuncia forzada de la
presidente era en sí mismo un golpe de Estado; la otra parte, donde se
agolpaban partidos políticos y un sector del mismo partido gobernante,
afirmaba que si ella no renunciaba se iba a producir el golpe de Estado.
Atrapados en esa trampa de hierro, la Argentina empezó a transitar sus últimos
días de gobierno constitucional. Paralelamente, ese mismo día, La Opinión
anunciaba en tapa que el gobierno “se resignaba” a una inflación del 600 %.
“El país encara la recesión económica” anunciaba en tapa el 6 de marzo
La Opinión refiriéndose a las drásticas medidas tomadas por el gobierno. Ese
mismo día, La Nación disparaba desde su editorial que “Sólo un gobierno
absolutamente divorciado de la realidad puede ser insensible al estado de
saturación ciudadana por la crisis que siembra el caos dentro de las
fronteras nacionales (...)”. El 10 de marzo, las huelgas sacudían a todo el
país, el Plan Mondelli dejaba al descubierto la enorme crisis económica que
desembozadamente se venía a sumar al caos que se había apoderado de la
realidad nacional. Ese mismo día, La Nación afirmaba que el país “(...) ha
sido víctima de una combinación nefasta entre la ineptitud para gobernar y
la corrupción”. Mientras tanto, la denuncia que la Asamblea Permanente por
los Derechos Humanos (APDH) había realizado el día 9 de marzo sobre la
existencia de centenares de secuestrados, torturados y asesinados víctimas de
las bandas paramilitares de la ultraderecha que actuaban impunemente, pasaba
desapercibida. Sin embargo, el Ejército respondió el día 13 de marzo
desmintiendo la información y negando que las Fuerzas Armadas reprimieran
al margen de la ley114.
113
Deheza, José, ob.cit, pág. 223.
114
Dearriba, Alberto, ob.cit., pág. 232.
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115
Blaustein, Eduardo y Zubieta, Martín, ob.cit., pág. 80
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morales que tal hecho implica. Y que no podrán ser salvadas si no se ataca
de frente ese fenomeno con medidas adecuadas que tengan efectiva relación
con las causas que lo producen” .La Prensa, a tono con la aceleración del
desenlace político, endurecía la diagramación resaltando la crisis que vivía el
país y la imposibilidad de encontrar una salida en el marco de la democracia,
mientras continuaba trazando un paralelismo funesto con la guerra civil en el
Líbano: “Aumentaron las entradas para el cine”, “Incendio de ocho
colectivos y cierre del comercio en La Plata”, “Nuevo paro comercial
ganadero en ocho dias” y “Ataque al avión del premier libanés”. La editorial
de ese día llevaba por titulo: “Alegre visión de la crisis económica” y sostenía
que “en una exposición, el ministro de Economía habría manifestado que el
proyecto de presupuesto para 1976 sólo cuenta con un cinco por ciento de
financiación genuina”.
Ese mismo día se celebraba la conmemoración del 164° aniversario del
Regimiento de Granaderos a Caballo y Marí Estela Mrtínez de Perón no
concurrió al mismo por temor a ser detenida por los militares,`por lo que en su
lugar envió al ministro de Defensa, José Deheza, el mismo que desde el
gobierno habia impulsado, junto con el ministro de Justicia, Pedro Saffores, la
aprobación de la pena de muerte y la imposibilidad de los detenidos por el
Ejecutivo a hacer uso de la prerrogativa de abandonar el país. “(...) la Nación
era víctima de un ataque dirigido por organizaciones internacionales y que
en ninguna circunstancias debían salir del país los que se sumarían a los
agresores, de una u otra manera. El Poder Ejecutivo, compartiendo la tesis
del Ejército, se negóo a cumplir resoluciones judiciales (...)117”.
El domingo 21 de marzo, La Opinión publicaba en tapa una pequeña
editorial, en formato de suelto, con el título de “Reflexión” y allí, entre otras
cosas, se aseveraba: “(...) cuando se debe hacer la guerra nada reemplaza a
la guerra (...) (San Martín) llegó al país para la guerra y se lanzó a la
guerra sin prejuicios ni timideces”. La misma tapa informaba que la posición
del ministro de Economía dentro del gabinete estaba debilitada y que en esa
semana el país había sepultado a 37 argentinos, todas ellos víctimas de la
violencia política. En la página catorce, el diario reproducía las declaraciones
del político y ex militar Francisco Manrique quien afirmaba: “(...) el gobierno
y la oposición han caducado y ya hablan con un lenguaje de sepelio.
Vivimos los últimos momentos del régimen que ha demostrado hasta el
cansancio su incapacidad para gobernar (...) El pronunciamiento militar es
inevitable ya que el vacío de poder alguien lo tiene que llenar”. En la
contratapa, La Opinión reproducía parte del texto de una carta que Juan
Domingo Perón le enviara en visperas de su derrocamiento, en 1955, al
117
Deheza, José, ob.cit, pág. 234.
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118
Malharro, Martín y López Gijsberts, Diana, La Tipografia de Plomo. Edit. Ediciones de
Periodismo y Comunicación, La Plata. 2003, págs. 27 y siguientes..
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horas de esa madrugada. El titular lo decía todo: “El país se encuentra bajo el
control operacional de las Fuerzas Armadas”. La crónica de los sucesos de
esa noche iba acompañada con fotografías de Jorge Rafael Videla, Eduardo
Massera y Orlando Agosti.
El impacto que produjo en la opinión pública el golpe del 24 de marzo fue
casi inocuo, había sido el derrocamiento menos sorpresivo de la historia
argentina y el más esperado de todos ellos. No es errado decir que contó con el
beneplácito y apoyo de gran parte de la sociedad. Tal como lo sostiene Robert
Potash: “Esa fue una medida que todos preveían y que fue recibida con
alivio por casi todos los sectores de la opinión, inclusive por los
peronistas”120. Esa madrugada, el periodista de La Opinión, Heriberto Kahn le
dijo con júbilo a Ramiro de Casasbella, refiriéndose a la imagen y al
significado que representaban las tropas militares ya apostadas en la puerta de
la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), una frase que encerraba el espíritu que
en esos momentos tenian los grandes medios gráficos argentinos: “(...) Se va
a terminar con todo esto, es una Argentina que tiene que desaparecer”121.
LA NACION
120
Potash, Robert, Ejército y política en la Argentina, Edit. Sudamericana, Bs. As., 1984, pág. 506.
121
Mochkofsky, Graciela, ob.cit, pág. 230
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1976
Horas después del Golpe que siguió al inicio del miércoles 24 de marzo, el
diario publicó en portada, con título a ocho columnas, todo el ancho, LAS
FUERZAS ARMADAS ASUMEN EL PODER; DETUVOSE A LA
PRESIDENTE. La bajada explicaba: Fue rechazada una propuesta tendiente
a evitar la ruptura del orden institucional; la Junta de Comandantes
Generales se haría cargo del gobierno hoy a las 5; la señora de Perón ha
sido trasladada al Sur. La información incluía una foto, a cuatro columnas en
medio de la página, de un helicóptero que despegaba del helipuerto de la
Rosada en medio de la noche.
Al siguiente día, La Nación tituló ASUMIERON EL GOBIERNO LOS
TRES COMANDANTES GENERALES. Su bajada decía: Disolvióse el
Parlamento; remoción de la Corte Suprema; prohíbese la acción política y
gremial; oportunamente se nombrará presidente.
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“Hasta ahora no pudo prosperar, y a veces ni siquiera ser atendida por las
autoridades, ninguna protesta vecinal contra la barahúnda estrepitosa que se
expande cada noche en los locales de esparcimiento (...)
“El problema no es pequeño ni mucho menos en cuanto afecta a numerosas
personas cuyo derecho al descanso y a la tranquilidad ha pasado a ser letra
muerta (...)”.
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“La violencia
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“Los detenidos: Luis Oscar Mao, Pedro Pablo Márquez, Sergio Mario
Ibáñez, Miguel Trerotola, Omar Guillermo Bustos y María Elena Nin
Sarachaga. Integraban además la banda Luis Antonio Sffaeir, ex secretario del
bloque del Frejuli de la Cámara de Senadores de la Provincia; Adalberto
Alvarez; Norberto Fernández, Luis Alvarez y Norberto Alfredo López,
prófugos”.
“Con frecuencia se está muy tentado de aceptar una imagen patológica para
ilustrar una cierta percepción del país. En verdad no es lo mismo hablar de un
hombre enfermo que de un país enfermo. Las comparaciones son válidas
mientras no hagamos de una mera semejanza una igualdad. Con estos
recaudos, aceptemos la hipótesis de que el cuerpo social argentino padece un
mal complejo.
“Los signos de la perturbación son múltiples y enunciados en distintos
diagnósticos. De entre los síntomas vamos a destacar el escepticismo, cuyas
raíces son hondas y originadas en la dolorosa experiencia de reiteradas
frustraciones, promesas de altos destinos y fracasos ulteriores que las
desmienten. (...) Esta constante de escepticismo reconoce otras fuentes: el
zigzagueo, la discontinuidad de las políticas encaradas en las últimas décadas
(...).
“(...) Es importante estimar que la conducción política debe computar a su
favor en el comienzo de su gestión, la vigencia de otra actitud muy nuestra:
“unirnos para estar contra” el gobierno que se desgastó. Pero al mismo tiempo
debe asumir una cuota de disconformismo escéptico. Es menester entonces no
perder la convicción ni la firmeza. Más allá de los climas afectivos que se
respiren ha de haber confianza en lo que se hace y fe en las propias
capacidades (...)”.
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“(...) No es del caso remover un pasado que debe quedar atrás para bien de
todos. No favorece a la Argentina de hoy exhibirlo como fuente excusatoria
por acciones de las que debamos ser dispensados exhaustivamente. Lo
importante, lo fructuoso, es enfrentar el mañana, los días que se sucederán en
el desenvolvimiento de un país donde los recursos naturales brindan buenas
perspectivas y cuyos habitantes tienen que afirmarse en una intención de
unidad colectiva con valores morales recuperados dentro de un Estado donde
las normas de la ley y de los derechos constituyen el carril único junto con la
ética para regir las interrelaciones. En suma, una Argentina con la confianza
en ella misma, en sus factores de producción y en la responsabilidad de
quienes se vieron obligados a asumir la autoridad como único modo de evitar
el desplome total.
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“El daño material del cual se habrá de salir con esfuerzo continuado y serio,
sin éxitos inmediatos, tiene frente a todo lo que puede obtenerse con la
conducta apuntada muy relativa vigencia. Es más insidioso el efecto deletéreo
de las ideologías disociadoras extrañas destinadas a llevarnos a una diáspora
económica so pretexto de cumplir con determinados “slogans” insinceros.
Nada defiende mejor que la unidad de todos cuando cada uno alcanza a
comprender cómo la tolerancia recíproca en la diversidad es el mejor medio de
lograr la fortaleza integral de la comunidad. Si el ministro de Economía
consigue que en el ámbito externo se perciba este espíritu renovado de una
Argentina dispuesta a salir de la encrucijada verá allanada buena parte de las
dificultades de su misión (...).
“(...) La Argentina es oída, ahora, y ha vuelto ha ser respetada”.
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general de los detenidos en todo el país, aún cuando parcialmente esta tarea ha
sido adelantada por las informaciones correspondientes a diversos lugares del
interior”.
“Es difícil que transcurra un día sin que la sensibilidad colectiva del país no
sea desgarrada por la comprobación de un nuevo acto de violencia sangrienta,
desatado por el furor de las discrepancias políticas o ideológicas, como si el
enceguecimiento de la pasión homicida fuese como una fatalidad inexorable,
producto de un impulso ciego al que no se pudiera detener para asegurar el
restablecimiento de la tranquilidad pública y la paz de los espíritus. Vidas
útiles de jóvenes o de hombres maduros son tronchadas sistemáticamente
víctimas de un clima de encono criminal que viene envolviendo a la República
desde hace algunos años, a partir del momento en que se apeló a los
procedimientos del asesinato alevoso, del secuestro, de las amenazas siniestras
y de los atentados irracionales, como únicos medios para la eliminación de
adversarios, para exterminarlos con impiedad.
“No concluye esa ola de horror, según acaba de advertirse con la muerte de
dos dirigentes políticos uruguayos que se habían asilado en Buenos Aires, y su
continuidad permanente obliga, una vez más, a rogar la reflexión serena de
quienes, cualquiera sea el campo de que proceden, no encuentran otro
expediente que el de matar con saña que toca los últimos límites de la
crueldad. (..) Si hemos entrado un período de restauración de las virtudes
desconocidas allí donde debieron ser más celosamente preservadas; si hemos
emprendido el camino de la recuperación económica; si estamos dispuestos a
unir nuestros esfuerzos para sacar a la Nación del estado de postración a que
se la condenó en los años recientes; si todo esto constituye ahora la meta que
debemos alcanzar para liberarnos de los males que enferman al cuerpo social
argentino, no se comprende por qué no se incorporan a la caravana de la
ciudadanía los que están empeñados en resolver a sangre y fuego los
problemas de sus diferencias con quienes no piensan como ellos. No se
entiende semejante pertinacia y esto determina que nos sumemos, cada vez
más, en el dolor, en la angustia, en el sufrimiento, por tantas inmolaciones
inútiles. Sin perjuicio, naturalmente, de que las autoridades ahonden las
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El artículo relacionó el hecho con el secuestro del coronel Juan Alberto Pita:
El texto concluía reclamando una acción represiva que apelara a todos los
recursos que estuvieran al alcance:
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“(...) La traición no está condenada sólo por las leyes morales de esta época;
lo estuvo en todas las épocas, y quienes la cometieron fueron sometidos a las
penas más infamantes, porque siempre se entendió que la traición violentaba
principios apriorísticos, naturales, cuyo valor el ser humano intuye sin que
nadie haya alcanzado a explicárselos.(...) Seguramente el asesinato del general
Cardozo no levante ninguna voz de condena en los foros internacionales o en
los ámbitos políticos de ciertos países donde deliberadamente o no se prepara
el caldo propicio para esta locura colectiva de la subversión y el terrorismo.
Pero es de confiar, sin embargo, que muchas conciencias indiferentes a estas
manifestaciones de violencia como fenómeno global se sientan por fin
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Los grandes medios gráficos y los derechos humanos en la Argentina 1976-1983
“(...) Si por ventura faltaba algo más para que el noble pueblo argentino se
sintiera solidario con quienes son depositarios de sus armas legítimas; el
sacrificio y las heridas de los tuyos son también un supremo símbolo y una
definitiva evidencia de dónde está la verdad y donde está la mentira.
“De quiénes son los que violan a diario los derechos humanos. Pese a los
que internacionalmente y localmente pareciera que, de buena o mala fe,
pretenden demostrar lo indemostrable y levantan su voz cuando cae uno de
ellos, pero que seguramente callarán ante tu muerte y las heridas de los tuyos”.
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“(...) Y hoy más que nunca –agregó– las Fuerzas Armadas tienen la
convicción plena de su victoria, victoria que no se negociará con la sangre de
nuestros héroes y victoria por la que sin lugar a dudas, habrá vencedores y
vencidos, para bien de nuestra Patria y del futuro de nuestros hijos”.
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espíritu primitivo de los hombres de las cavernas, a aquellos seres que, según
se los puede imaginar en los días actuales, vivieron en la edad primera de la
razón humana, acosados por las fieras y pos sus instintos de impulsos ciegos”.
“(...) Hoy, por el imperio de las circunstancias, les toca el ejercicio /a las
FF.AA./ de una desusada responsabilidad. Por una parte, deben conducir el
proceso de la reorganización nacional; por la otra, se hallan empeñadas en la
eliminación total del enemigo subversivo”.
Día a día se repetían las noticias sobre la muerte de “extremistas” o
“delincuentes subversivos”, invariablemente en “enfrentamientos”. Los
“subversivos” “mueren” o “fueron muertos”, no se utilizaba para ellos la
expresión “fueron asesinados”, reservada para militares, policías y
empresarios”.
“(...) Luego de otras consideraciones el padre Gustin dijo: `En esta hora tan
grande para nuestro país, no es suficiente sólo lamentarnos, sólo reconocer las
culpas y sentirse responsable de la sangre derramada por nuestros hombres y
mujeres. Hay que despertar. Hay que reaccionar. Tenemos el derecho para
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defendernos si nos atacan. Más bien las Fuerzas Armadas y las de seguridad,
en las circunstancias que nos toca vivir, con la colaboración de todas las
fuerzas positivas del país, deben organizar una ofensiva para imposibilitar,
para desarmar, para eliminar todas las fuerzas enemigas de nuestra religión y
de la Patria. Hay que parar y vencer a los que siembran la violencia y quieren
imponer un sistema de vida que es totalmente contrario a nuestra nacionalidad.
Esta lucha es sagrada y total. Nadie puede quedar con los brazos cruzados.
Estamos comprometidos todos los que nos consideramos occidentales y
cristianos´”.
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“(...) Por eso en las acciones de Villa Martelli, Gonnet y sitios aledaños es
posible ver la contracara del documento remitido por el Episcopado a la Junta
Militar. Ese documento está impregnado de una tristeza razonable, que no
conmueve en forma exclusiva a quienes han sentido el amargo deber de
redactarlo. Es en verdad una aspiración unánime la que tiende a reafirmar el
concepto de que nada ni nadie substituya al poder público en la operosa labor
de enfrentar con las armas a la subversión.
“Digamos, por último, que el golpe espectacular descargado el lunes llega a
sólo cuatro meses de la instalación del gobierno de las Fuerzas Armadas. El
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“(...) Por otra parte, de acuerdo con una información extraoficial, el domingo
último, aproximadamente a las 22, se presentaron en la parroquia de
Chamical, cinco personas vestidas de civil, que invocaron y exhibieron
credenciales de la Policía Federal, quienes luego de conversar en privado con
los dos sacerdotes los condujeron en un automóvil sin patente, en calidad de
detenidos y sin tenerse más noticias hasta este momento.
“El ministerio del Interior divulgó un comunicado en el que ratifica su
posición sobre una supuesta campaña antiargentina:
“(...) La violencia desatada busca otra vez –agrega– como en el caso del
asesinato de los sacerdotes palotinos de la iglesia de San Patricio de la Capital
Federal, deteriorar no sólo el proceso de reorganización nacional, sino la
imagen del país en el exterior, a través de estos irracionales episodios que
contrastan manifiestamente con el espíritu cristiano de nuestro pueblo”.
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“(...) Lo indudable es que nada de esto ha sido obra del azar; ha sido obra de
un delicado trabajo de inteligencia, de recopilación y evaluación de
informaciones”.
“(...) `El problema que vamos a tratar hoy –dijo inicialmente– lo podemos
titular +Infiltración ideológica y sociocultural+ ; alerta sobre la actividad de
ideólogos, 17 de los cuales están detenidos.
“Como dijo Su Excelencia el señor comandante general del Ejército en la
comida anual de camaradería de las Fuerzas Armadas, quien expresó lo
siguiente: ‘no se permitirá la acción disolvente ni antinacional de la cultura en
los medios de comunicación, en la economía, en la política y en el
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“Una protesta oficial de los Estados Unidos fue presentada a las autoridades
argentinas ante la negativa de éstas a permitir que funcionarios de la embajada
estadounidense se comuniquen con un ciudadano de este país encarcelado bajo
la acusación de desarrollar actividades subversivas, indicó el Departamento de
Estado
“Frederick Brown, vocero de la cancillería local, indicó que la nota de
protesta fue presentada el lunes, luego de la negativa argentina a permitir el
contacto consular con el reverendo James Weeks, de 43 años, quien fue
detenido hace una semana por soldados argentinos”.
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“`Hay minorías dentro del pueblo argentino que atentan contra nuestro
sentir, contra nuestro estilo de vida; y contra esas personas que atentan contra
los intereses de la mayoría, la totalidad del pueblo argentino –porque son
ínfimas minorías–, el Gobierno tiene la firmeza de manifestar para éstos, que
son los más, la plena vigencia de los derechos humanos; los mismos derechos
humanos que ésos que son minoría nos lo niegan a través del atentado, del
secuestro, de la extorsión y de la intimidación pública, con la idea frustrante
de crear una imagen de una Argentina insegura´. Así lo afirmó el presidente de
la Nación al responder a una pregunta referida a la repercusión en el exterior y
en el país de hechos de violencia que vienen ocurriendo en los últimos
tiempos, acerca de la vigencia de los derechos humanos.
“(...) `Los derechos del hombre están plenamente vigentes, de conformidad
con las leyes. La Constitución Nacional prevé para situaciones de emergencia
–acotó– el régimen de estado de sitio, que está en vigencia actualmente.
Mediante éste el Estado prevé determinadas garantías individuales y se reserva
algunas, a fin de lograr la atención adecuada de las condiciones de emergencia
que se pueden estar viviendo´. (...) Al responder a una pregunta referida a la
repercusión en Europa, de hechos de violencia ocurridos en el país, añadió a
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Los grandes medios gráficos y los derechos humanos en la Argentina 1976-1983
los conceptos antes mencionados que `no es novedad para nosotros saber que
en algún momento podríamos enfrentar esta situación, que entendemos –dijo–
se debe a dos causas fundamentales. La primera –añadió–, es que no podemos
negar la existencia de sectores mal intencionados, a los cuales el despegue y el
desarrollo argentino puede no convenir, por razones que no son del caso
analizar´. (...) Al responder a otra pregunta acerca de la `invasión que sufre la
Argentina a través de sus fronteras´, dijo el teniente general Videla que `la
Nación admite libremente a todos aquellos hombres de buena voluntad que
quieran habitar su suelo´. Añadió que `no nos molesta la presencia del
extranjero, mucho menos de vecinos; pero por cierto hay individuos que no
vienen a colaborar de buena voluntad y que vulneran las leyes, inclusive las
que tienen vigencia en ambos estados: estas personas no nos agradan´”.
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“(...) Por cierto que las deformaciones interesadas y los hechos prolijamente
fragmentados abundan más de lo conveniente, pero lo que a los argentinos
debe importarnos en primerísimo término es la producción de hechos que, por
sí mismos, contradigan las afirmaciones catastróficas con las cuales diversos
sectores internacionales, además de los manejados directamente por las
centrales del comunismo internacional, parecieran regodearse con el vaticinio
de una verdadera guerra interior.
“El terrorismo es una realidad. El Gobierno ha anunciado que ponerle fin es
uno de los objetivos primeros de su gestión. En el combate interno no debe
haber ninguna tregua, porque es evidente que ella sería beneficiosa para las
bandas ahora diezmadas en razón de que experimentan en carne propia los
métodos impuestos por ellas e la acción subversiva. Se trata, pues, de un
terreno en el cual no son concebibles las concesiones, pero las características
de la lucha exigen que no se deje sin respuestas al amplio aparato
propagandístico aplicado a inducir a error a quienes juzgan la peripecia
argentina sin más elementos que los ofrecidos por los núcleos afines con los
agentes de la subversión.
“Por lo pronto, es importante despejar dudas en cuanto a que el Gobierno
trata con igual severidad al terrorismo filofascista y al terrorismo de la
ultraizquierda, en tanto ambos asientan su juego en el crimen, el secuestro, la
bomba y la extorsión. Luego de eso es necesario que la opinión pública
mundial disponga de una documentación fehaciente de la magnitud del ataque
a la república consumado por la subversión terrorista. Por último, es
insoslayable que una parte no secundaria de la política exterior argentina
constituya un factor concurrente con el esfuerzo que hace la Nación para batir
al fascismo de la derecha y al fascismo de la izquierda.(...) El terrorismo es,
entonces, una materia exportable y ningún país está a cubierto del riesgo
consiguiente. Pero si todo Estado tiene la obligación de reprimir el terrorismo,
es imperioso lograr acuerdos internacionales para combatirlo. En rigor, todos
los países que ahora están expuestos al contagio de esa lepra política debieran
sentarse cuanto antes alrededor de una mesa de conferencias, fuera de las
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“El terrorismo trajo al país la mas sucias de las guerras. No han de ser, sin
duda, los delincuentes que se baten en retirada o sus cómplices ideológicos
quienes alivien espontáneamente al país de tanta violencia. A la República la
salvará la propia conciencia de su pueblo, afirmada en la voluntad de que bajo
ningún concepto es posible que algún sector o grupo utilice la fuerza que debe
estar en monopolio a cargo del Estado; esto es, en manos exclusivas de sus
Fuerzas Armadas y de las de seguridad. Es la conciencia que no necesita de
presiones externas para pretender que deje de haber crimen impune alguno en
este suelo”.
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“(...) A esto (la gestión del ministro) se opone una valla en la que tienen
parte consignas distribuidas a los medios de opinión, pero también una
perspectiva errónea que deberá ser conjurada mediante la adopción de precisas
medidas de gobierno. Existe consenso generalizado acerca de la necesidad de
que el gobierno argentino demuestre dominio perfecto de la situación interna.
La información, no sólo periodística, sino aquella que obra en poder de los
Estados, da a entender que existe un duelo entre bandos opuestos en las calles
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de nuestro país, del cual las autoridades serían testigos absortos, por así
decirlo.
“(...) Por nuestra parte, parece innecesario señalar la falta de seriedad y la
inconsistencia de los testimonios cuidadosamente atesorados por
subcomisiones legislativas norteamericanas a las que se dio amplia publicidad.
La identidad de esos fiscales–que son a la vez testigo y parte en los ideales
promotores del caos– destruye la supuesta calidad de sus deposiciones,
supuestamente representativas de colectividades representativas de a
comunidad argentina. Otorgar crédito oficial a esos testigos –entre quienes se
incluyen conocidos enemigos de los Estados Unidos–, como algún dirigente
comunista que tuvo mando universitario, es exhibir una palmaria falta de
ecuanimidad que no se justifica por la proximidad de coyunturas electorales.
“Cerraremos esta suma de consideraciones recogidas en diversos medios con
otros conceptos del canciller argentino, confiados a este corresponsal: “Este
viaje ha tenido un sentido positivo. Creo que se han establecido condiciones
que permiten al país reaccionar, neutralizar y hasta remontar cierta imagen
provocada por la propaganda internacional extremista, que realmente está
infiltrada en la prensa, y contrarrestar lo negativo con hechos”.
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En esa misma edición apareció una publicidad oficial a tres cuarto de página
con la fotografía de un hombre vestido de civil, muerto, tirado en la calle y
rodeado de un círculo de gente. El texto decía: “En el camino de la derrota, la
delincuencia subversiva asesina a ciudadanos inocentes. La Patria no los
olvida y les rinde el homenaje que reserva para sus héroes”.
Para La Nación, la muerte tiene diferente valor según se trate de un
“subversivo” o de un militar, empresario o propietario de empresas. A la
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Por lo pronto, esa acción devino en un factor aglutinante para las Fuerzas
Armadas.
“La eficacia de la respuesta militar a la agresión –incuestionablemente
consumada aquí por la ceguera de los fanáticos, pero elaborada con frialdad
por los que han hallado la manera de ensayar mediante terceros una
conflagración mundial –toma día a día rasgos más netos. Todavía las fuentes
militares mantienen en reserva la noticia de que el viernes 12 de este mes se
apagó en los montes de Tucumán la última brasa de lo que pudo ser la hoguera
de la soberanía nacional. En la ciudad misma de Tucumán hace seis meses que
no estalla un petardo. A la vez, las rigurosas acciones antisubversivas en todo
el interior del país han determinado un repliegue de los agentes terroristas
hacia la línea conurbana que une a La Plata con la Capital Federal”.
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“(...) La ley de referencia completa, por otra parte, otras dos promulgadas
recientemente, por las cuales se agravan las penas previstas para algunos
delitos de subversión, por un lado, y por el otro se dispone que la prevención
sumarial de tales delitos correrá por cuenta de las Fuerzas Armadas y de
seguridad. Entretanto, lo que más importa es consignar la existencia de un
nuevo paso por el cual el Estado asume frontalmente toda la responsabilidad y
decisiones concernientes a la lucha contra la subversión, lo que es decir que de
esta manera tiende a reasegurarse el control monopólico del uso de la fuerza
en el país. Porque sin ese monopolio regirá la ley de la selva”.
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La cobertura, que incluye una foto de Arrostito y un croquis del lugar del
hecho, se basaba en el comunicado oficial según el cual “esta operación fue
realizada en base a un proceso de inteligencia que permitió ubicar a la
delincuente subversiva”.
Cerca de fin de año el gobierno dispuso “el cese de arresto de 198
detenidos”. El 10 de diciembre, en tapa, se difundió que “Poder Ejecutivo
Nacional expulsó a trece extranjeros que atentaban contra la seguridad de la
Nación”.
El 14 de diciembre se informó en la portada sobre el encuentro de Videla
con un grupo de periodistas norteamericanos. El tenor de las preguntas
evidenciaba qué tipo de información se estaba filtrando en el exterior, y las
respuestas demostraban los límites que empezaba a encontrar el discurso
oficial:
“(...) Pregunta: –He venido muchas veces a la Argentina durante los últimos
quince años y he visto el caos económico que usted heredó el 23 de marzo,
pero también estoy al tanto de las quejas de mucha gente con respecto a la
desaparición de personas, y en general, a la violación de los derechos
humanos. Estoy seguro de que usted comprende a qué me estoy refiriendo y,
al respecto, quisiera saber qué opinión tiene usted sobre estos temas.
“Respuesta: (...) –Esta situación descripta es generosamente conocida; pero
existía un cuarto elemento: un estado de subversión que pretendía llenar el
vacío institucional, sirviendo a intereses ajenos a los nacionales. Entendemos
por subversión al intento de trastrueque de nuestros valores esenciales,
inspirados en nuestra tradición histórica y concepción cristiana del mundo y
del hombre. (...) Esta lucha no la buscaron las Fuerzas Armadas, ni la
desearon. Esta les fue impuesta por quienes, so pretexto de defender los
derechos humanos, empezaron por conculcarlos a través del crimen, de la
intimidación, el sabotaje a nuestra producción; y entre los destinatarios de esa
acción criminal estaban involucrados militares, policías, obreros, empresarios,
políticos y sacerdotes. Y por ello, contra quienes iban en contra de los
derechos humanos, es que las Fuerzas Armadas libran esa lucha, justamente,
en beneficio de los derechos humanos de la mayoría de la ciudadanía
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argentina y aun la extranjera, que con buena voluntad quiera habitar este
suelo.
“P. –Dentro de la subversión, en la cual incluye a quienes desean cambiar
los valores fundamentales del país, ¿no es posible que ustedes también estén
atentando contra la libertad de pensamiento, al combatir a la gente que no
piensa igual que ustedes, pero que no forma parte de la subversión terrorista?
“R. –Usted insinúa que nuestra actitud puede suponer una persecución de
orden político. Nada más apartado de la verdad”.
Los periodistas extranjeros habían hecho una pregunta que ningún miembro
de la prensa argentina había esbozado siquiera:
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La Nación advertía que todo era obra de esa minoría, le interesaba que
quedara claro para el exterior. Postulaba que eran los subversivos los que
únicos “violan los derechos humanos y se empecinan en mantener en pie de
guerra a las Fuerzas Armadas de la patria”. El artículo continuaba así:
“El hecho debe destacarse ante propios y extraños. En el exterior, desde las
instituciones religiosas del país y del mundo, entre muchos compatriotas, se
alzan a menudo las voces en pro de los derechos humanos, del retorno pleno a
la vigencia de cierto tipo de garantías y de procedimientos, del aplacamiento
de los procesos de represión, del olvido de los agravios y los odios del ayer.
Pero hay un grupo que no quiere esto, que no está dispuesto a permitirlo: se
trata de quienes asesinaron, por ejemplo, al finalizar la última semana del año,
a un coronel del Ejército con ensañamiento cruel, simplemente porque no
quieren la paz, no defienden la vida, no admiten la vigencia de la democracia,
no respetan los derechos humanos.
“A estos homicidas y a estos responsables de la subversión han de dirigirse,
en todo caso, quienes alzan sus voces tantas veces dirigidas a las autoridades
nacionales o a los sectores empeñados en ayudarlas a sacar a la Argentina del
triste estado en el cual se hallaba hace menos de doce meses. Quede pues en
claro quiénes quieren la paz y quiénes la lucha fratricida; quiénes defienden la
vida y quiénes alzan la bandera de la muerte; quiénes violan los derechos
humanos y se empecinan en mantener en pie de guerra a las Fuerzas Armadas
de la patria”.
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“(...) Cabe pues la sorpresa frente a esta campaña mundial por los derechos
humanos y por estas preocupaciones crecientes de tantos gobiernos y
organismos internacionales cuando sus preocupaciones se centran, por
ejemplo, sobre los acontecimientos en la Argentina, pero aparentemente se
interesan apenas superficialmente por cuanto pueda ocurrir en las prisiones
rusas o cubanas.
“Hay algo más: hace también bastante tiempo que la línea divisoria antes
clara y definida entre las situaciones de `guerra´ y `paz´ ha desaparecido para
dejar lugar a una zona intermedia y conceptualmente confusa. La Argentina,
entre otros casos, es un típico caso de una nación empujada –contra su
voluntad y contra la de sus Fuerzas Armadas– hacia esa línea intermedia de
conflicto permanente y de acción bélica no convencional dentro mismo de sus
fronteras, mediante formas de guerra mucho más despiadadas que todas las
conocidas hasta hoy. Si las Fuerzas Armadas argentinas han debido salir a
actuar con todo el peso de su potencia y si el Gobierno se ha visto obligado a
restringir transitoriamente el funcionamiento de algunas instituciones
republicanas, ello ha sido consecuencia directa de la situación descripta y no
representa sino un deber inexcusable en defensa de su soberanía y,
precisamente, de un modo de vida tradicional en el cual los derechos humanos
y las libertades públicas han sido parte importante de su esencia institucional”.
“Es notorio, por otra parte, para cualquier visitante carente de prejuicios y
dispuesto a reconocer honradamente la verdad, que la situación en la
Argentina –si bien significa un ocaso transitorio y necesario de
procedimientos normales para el funcionamiento constitucional pleno– en
modo alguno muestra rasgos autocráticos en su inevitable tarea represiva ni
persecuciones inútiles. También es verdad que la mayor parte de las
libertades, derechos y garantías tradicionales de las democracias siguen
rigiendo con pleno imperio hasta límites que inclusive podrían asombrar para
un país que sale de una crisis como la del período de 1973 a 1975 y que
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sostiene aún una dura lucha contra elementos dispuestos a tomar el poder por
los medios más viles”.
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todo lo que puede objetarse a la actual situación, pero que comprendemos las
gigantescas dificultades de enfrentar el caos al que el país había sido llevado.
Por eso nos contamos entre quienes piensan que un año está muy lejos de
bastar para la reconstrucción plena de una nación arrasada y avasallada, como
lo era la Argentina del 24 de marzo de 1976”.
“ `(...) Fue en tan graves circunstancias que las Fuerzas Armadas tomaron
las riendas del país con patriótico empeño, para evitar su desarticulación total.
Su advenimiento el Gobierno fue apoyado por todos. En aquel momento nadie
medianamente informado creyó en la posibilidad de revertir la situación en un
breve plazo. Un año después, luego de una ardua labor, varios e importantes
son los logros materializados. Quizás mayores aún de lo que nos pueda
parecer sin la suficiente perspectiva.
“`La guerrilla apátrida y brutal, amparada en buena medida por las
anteriores autoridades, han sufrido rudos golpes y está en franca retirada.
Ahora se dedica desde el exterior a atacar al país a través de la prensa
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Como se ve, La Nación hizo mucho más por el golpe que ejercer la
autocensura.
El mismo día en la página 11 el diario publicó la solicitada titulada A UN
AÑO DE LA INTERVENCIÓN MILITAR firmada por la Asociación para la
Defensa de la Verdad, “entidad sin fines de lucro fundada el 7 de marzo de
1973” que defendía la acción del Proceso:
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“(...) En primer lugar, el Estado debe realizar más esfuerzos –por intensos
que hayan sido los que lleva hechos– por evitar que el uso de la fuerza pública
salga de su exclusivo control. Siempre será poco lo que se haga por lograr que
la sociedad recupere plenamente la certeza sobre su seguridad y la de sus
individuos. Y tal certeza se perdió años atrás, con la irrupción de bandas
asesinas alimentadas ideológica y materialmente por muchos de entre quienes
hoy, desenfadadamente, pretenden desde el exterior levantar su dedo acusador
contra el país”.
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el agravante que no pueden optar por salir del país, vemos que se ha
configurado una grave falla constitucional, que desdibuja el sano Proceso de
Reorganización Nacional, proclamado en los motivos revolucionarios de
marzo de 1976”.
“(...) Con relación a la clausura de La Opinión, el informe relata las
circunstancias en que se dictó la medida y analiza los fundamentos de ésta.
`He aquí –agrega–configurada una transgresión a las disposiciones de la
Constitución nacional sobre la libertad de prensa, y aun a las disposiciones del
Código Penal, por las siguientes razones.
“`1) Si se hubiese cometido un delito por el autor del artículo incriminado,
se lo debió acusar ante los jueces competentes, para la condigna sanción. De
ninguna manera se pudo sancionar al diario. Insistimos: es como castigar al
revólver y no al criminal, presentándose así una lesión a la libertad de prensa.
“Recién en este punto del Proceso, empujada por las repercusiones del caso
Timerman, ADEPA expresa sus tibias reservas acerca del tema de la libertad
de prensa:
“`1) Que una serie de acontecimientos desencadenados en la Argentina en
los últimos años ha creado un clima de intimidación colectiva que dificultó
gravemente el ejercicio el periodismo. La violencia –materializada en toda
clase de atentados– dejó secuelas en la sociedad y por lo tanto en los medios
de difusión. Los hechos producidos desde la última asamblea de ADEPA el 24
de setiembre de 1976, no permiten afirmar que existe en plenitud de la libertad
de prensa en la República Argentina, pero confiamos en que el gobierno de las
Fuerzas Armadas haga realidad el punto 4° de los Objetivos Básicos del
Proceso de Reorganización Nacional en el sentido de dar plena vigencia al
orden jurídico, el cual comprende el respeto a la libertad de prensa que la
Constitución consagra.
“Así como son sutiles los señalamientos al Poder, ADEPA comparte sus
objetivos sobre el concepto de subversión:
“`2) Que los diarios argentinos se hacen un deber en condenar la acción
cruenta y despiadada de la subversión y el terrorismo que pretenden someterá
la familia argentina en la zozobra, destruyendo todo respeto por los derechos
que son la garantía de una sociedad civilizada.
“(...) Después de ponderar lo realizado por las Fuerzas Armadas, ADEPA
expresa que `nos sentimos en la obligación de alentarlas en sus difíciles y
nobles empeños, al tiempo que exhortamos a todos al juicio sereno de lo ya
felizmente realizado y a la activa espera de días de ventura para nuestra
Argentina, mientras que los órganos de la prensa seguirán cumpliendo con
objetividad y entereza la función de esclarecimiento que les compete, para
señalar desviaciones, corregir errores, fustigar los abusos que pudieran
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“(...) Calificó a las versiones que circulan sobre las causas de la desaparición
como `demasiado fuertes´, y expresó su temor `de que se trate de un
acontecimiento que pueda derivar en consecuencias muy graves para el país y
quiero evitarlas´.
“Destacó la sensibilidad del teniente general Videla y agregó que le aseguró
que la desaparición del Sr. Sajón `no tenía ninguna relación con las
investigaciones que se realizan en el llamado por el comentario popular caso
Graiver´ ”.
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esa lucha no hemos requerido ni instrucciones ni mentores que por otro lado
no hubieran podido realizar significativos aportes, dado que el problema de la
subversión en la Argentina se diferenció fundamentalmente del producido en
otros países.(...) Es nuestra lucha, la de la sociedad argentina, y es ella la que
reacciona, se defiende y derrota a quienes la han agredido.
“Otra de las preguntas apuntaba a la relación entre el gobierno y la prensa:
“–Durante la guerra que se ha desarrollado y que se desarrolla contra la
subversión, los medios de información oral y escrita pudieron en general
mantener informado al público de los acontecimientos. En el caso de la prensa
filmada no se procedió de la misma forma: salvo en raras ocasiones se nos
permitió filmar un lugar donde se mantenían secuestradas personas, jamás un
procedimiento, nunca una imprenta clandestina. Nuestra experiencia nos dice
que el espectador mundial acostumbrado a ver conflictos como los de Vietnam
o el más cercano en el tiempo como el Líbano, ante la falta de imágenes de la
Argentina, comienza naturalmente a especular que si nada ve es porque algo
curioso está ocurriendo. Distorsiona lo imaginado y no la realidad objetiva que
nosotros pretendemos mostrar, logros realizados por las FF.AA., captura de
imprentas clandestinas, lugares donde se mantenían secuestradas personas,
armamentos, etc.
“Es por esto que preguntamos:
“¿Cuál es la razón por la cual a la prensa filmada no se le ha dado el mismo
tratamiento que a la prensa oral y escrita?
“¿Si no consideran Uds. esto negativo para la labor que están desarrollando
las FF.AA.?
“Respuesta:
“En cierta medida esta pregunta sorprende, por cuanto en las oportunidades
que existió material para hacer una nota, acorde con este medio se procedió a
invitarlos a todos, tales los casos ocurridos con el descubrimiento de los
lugares donde los delincuentes subversivos mantuvieron secuestrados al
Teniente Coronel Larrabure, al general Pita, refugios de delincuentes
subversivos en el que funcionaban imprentas clandestinas, etc.
“Además y mientras se desarrolla la `OPERACIÓN INDEPENDENCIA´, en
distintas oportunidades, delegaciones de periodistas, tanto del país como del
extranjero, visitaron la zona de operaciones, participando de exposiciones
esclarecedoras, sin limitación para filmar y/o fotografiar todo lo que hasta el
momento se hubiera descubierto.
“Se debe tener la certeza de que la Fuerza, conociendo y valorando la
importancia de este medio, lo hará siempre partícipe para que la opinión
pública tenga un canal más de conocimiento de la lucha contra los
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“Las FF.AA.: continuarán la LCS /lucha contra la subversión/ sin prisa pero
sin pausa, con la decisión que pusieron de manifiesto hasta hoy y con la
creciente eficiencia que diariamente se pone en evidencia hasta alcanzar su
objetivo de erradicar la subversión marxista de la Argentina.
“Sin embargo, nuestro accionar tendrá siempre presente que esta lucha, que
no buscamos, se desenvuelve en el seno de nuestra población, de nuestras
familias, y por eso seremos siempre cuidadosos en el empleo medido e
indispensable de la violencia legal que es nuestra obligación ejercer de manera
de contribuir realmente a su tranquilidad, al trabajo fecundo, al aquietamiento
de los espíritus.
“Será aquí donde asumirá un papel fundamental la participación de cada
argentino, sea cual fuere el rol que le corresponde en la sociedad para ejercer a
conciencia y plenamente sus responsabilidades en esta lucha que es de todos, a
fin de erradicar definitivamente la infiltración marxista de nuestro país.
“Finalmente debe quedar claro que la derrota de la subversión es un hecho
irreversible y que se concretará en un plazo más o menos cercano”.
“(...) Por último, ya desde el exclusivo punto de vista del desarrollo interno
del proceso es oportuno subrayar la expresión del general Jáuregui, jefe de
operaciones del Estado Mayor general del Ejército, en cuanto al propósito
militar de causar el menor perjuicio a la vida social argentina en el transcurso
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“Sin duda porque los métodos próximos estarán dictados –tanto en su rigor
como en su lenidad– por las nuevas necesidades, es que el teniente general
Videla se consideró obligado a adelantar alguna medida acerca de las
sanciones destinadas a la connivencia económica con la subversión. Pero, en
su conjunto, todo lo que se dijo anteayer en el Comando en Jefe sugiere una
evolución positiva de este largo y doloroso periodo en que los argentinos
hemos hecho, solos y a costa de ingentes sacrificios, lo que otros hicieron con
ayuda externa para no seguir el camino de tantas democracias derrotadas”.
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“(...) Cabe destacar que tanto los miembros de la Corte como los de la
Cámara Federal han sido nombrados por las autoridades actuales. Ello
valoriza tanto más las resoluciones que procuran ajustar la necesaria fluidez de
la actividad contra la guerra subversiva con las garantías individuales. La
independencia de la Justicia argentina es un honor para este gobierno, y es
lástima que en el exterior, donde tantas veces se ha aludido a la falta de
respeto a los derechos humanos, no se haya mencionado esta circunstancia
enaltecedora.
“La independencia de la Justicia es inexistente en los países que sirven de
modelo a la subversión que aquí se está combatiendo y en los países donde
campean los totalitarismos de otro signo. Pero afortunadamente, por lo menos
hasta ahora, para batir a un enemigo los argentinos no hemos caído en las
redes de otro enemigo igualmente perverso”.
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“En una guerra acontecen muchas cosas anómalas. Casi todas ellas son
inaceptables desde el punto de vista moral por la sencilla razón de que la
guerra misma es una inmoralidad. Pero la guerra, como tal, no es algo que
pueda ser ignorado de acuerdo con la voluntad de omisión de cada uno. Un
terremoto, una inundación, una catástrofe de la naturaleza, no están sometidas
a rechazos individuales. Son sucesos ajenos a la voluntad de las personas y
estas deben `aceptarlos´ como una trágica realidad sólo superable con
disciplina colectiva y solidaridad activa”.
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cuya raíz es la defensa de su propia vida, para hacer con ella una paz digna de
ese alto nombre”.
“(...) La era de la paz completa tardará aún más tiempo en hacerse presente.
La furia de los vientos que han azotado el territorio patrio dejará ver por lago
tiempo sus huellas de dolor y de recuerdo, en unos casos más implacable que
en otros. Tampoco podrá considerarse desaparecida la subversión por el solo
hecho de haberse batido en retirada del campo de la acción directa, deberá
desmontársele también de cualquier rincón desde el cual persevere como una
modalidad operativa destinada a obtener por otros medios sus objetivos de
destrucción. Tanto mayor será el éxito de tal esfuerzo, si, además del Estado,
todos los sectores sociales que se sientan responsables del desenvolvimiento
del país contribuyen a aislar y, por lo tanto, a precisar debidamente el campo
activo de la subversión”.
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la Argentina, por los que se los procesa actualmente”. El diario decía que
“posteriormente, Roca junto con un hermano del Che Guevara prosiguió su
campaña antiargentina en Europa”.
El 21 de junio se reproducían en la portada los argumentos del gobierno
argentino en la Asamblea de la OEA.
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que murieron por el amor y no por el odio´ y saben `que los que quedamos de
este lado de la vida no vamos a desvirtuar su legado de heroísmo con pactos
espurios, pero tampoco vamos a manchar ese sacrificio con el bastardo frenesí
de la venganza estéril´.
“El almirante Massera subrayó, pues, el espíritu con el cual las Fuerzas
Armadas por la nación han afrontado la lucha contra la subversión y
puntualizó, también, los límites racionales y éticos de la represión. Como en
todas las cosas, no hay sociedad posible sin límites. En aquel sentido, han sido
las palabras del comandante en jefe de la Armada reconfortantes e
interpretativas de sentimientos colectivos subyacentes en una población que
desde hace varios años viene padeciendo los ultrajes cotidianos de la
violencia. Esa misma violencia, podría agregarse, que es parte de un fenómeno
que desde sus comienzos fue estimulado por no pocos de los movimientos
políticos extranjeros que hoy pretenden aislar a nuestro país como
consecuencia de la reacción emprendida –y exitosamente– para rechazar la
agresión de la que ha sido objeto”.
“(...) De acuerdo con lo que pudo saberse, se había señalado también a los
legisladores de la unión que en nada beneficia a la Argentina la acogida que se
les da en el exterior a quienes encabezan las bandas subversivas,
fundamentalmente la denominada montoneros. Las críticas de los dirigentes
de nuestro país se habrían centrado en el hecho de que quienes iniciaron la
violencia `pretenden asumir la representación de los partidos democráticos
argentinos, y además deforman la realidad del país´.
“Respecto de algunos excesos que puedan cometerse en materia de represión
de los delincuentes subversivos, se habría señalado a los representantes de los
Estados Unidos que es una aspiración generalizada que el Gobierno
monopolice toda la fuerza para erradicar la acción extremista”.
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“En fecha reciente, el periódico inglés The Times señaló las conexiones que
existen en el terrorismo internacional.
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“El tema nos toca de cerca: se apunta allí que una de las dos principales
organizaciones subversivas que actuaron en nuestro país aportó 30 millones de
dólares para la fundación de un organismo cuya central está en París. Desde
ella se planean y financian las actividades terroristas en el orden internacional.
“Frente a las réplicas de varios gobiernos, los distintos grupos subversivos
buscan la `cooperación´ –tal vez sería más justo decir la complicidad– entre
ellos. El famoso diario inglés agregó que una de las tareas más importantes de
aquella central parisiense es la de `manejar dos beneficiosos grupos de
traficantes de drogas´, como una manera de recaudar fondos. Estos recursos
retratan a quienes utilizan los conceptos de libertad y justicia como pantallas.
“La citada información periodística puntualiza que el éxito obtenido en la
lucha contra la guerrilla por los gobiernos de Chile y Argentina fue uno de los
motivos por los cuales se estableció esa sede en París”.
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confesar varios delitos. Que esos delitos fueran verdaderos o no, nada importa.
El aberrante procedimiento revela cómo la confusión moral penetra en toda la
sociedad y cómo son indispensables actitudes firmes y ejemplarizadoras de los
poderes públicos no sólo para reprimir la subversión y el terrorismo sino para
sanear éticamente al cuerpo social”.
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el cual estas voces harán valer su razón. Entre tanto, la UN sigue cosechando
nuevas notas de desprestigio”.
“En 1975, las Fuerzas Armadas de nuestro país debieron emprender una
campaña destinada a cumplir una de sus funciones específicas. Se trataba en
aquella oportunidad de la preservación de la identidad nacional, amenazada
por la acción facciosa de grupos en estado de abierta subversión.
“La intentona no disimuló en momento alguno su postura sediciosa. Su
objetivo era instalarse en determinada región de la República con amparo de
sus conexiones de orden extranacional para reclamar el status que los
organismos mundiales concedían en aquel tiempo, y aún lo siguen haciendo, a
supuestos movimientos de liberación. Los motivos o pretextos, de discutible
validez en otros puntos del planeta, no tenían el menor asidero en la
Argentina. El gobierno de aquella época era el que parte de tales grupos
hicieron elegir y sostuvieron con actitudes terroristas y apoyo ideológico.
“La denominación de `Operativo Independencia´ correspondía tanto a la
determinación de las Fuerzas Armadas de la Nación de combatir hasta su total
erradicación al alzamiento disolvente como al hecho de que el mismo se
desarrollaba en la provincia donde la Argentina declaró su voluntad de ser
Estado soberano en el concierto mundial. Implicaba, por cierto, que ese
operativo no podía limitarse a una victoria bélica, sino también debía erigir las
bases de una convivencia estable en razón de la justicia y la equidad en los
vínculos de sus habitantes entre ellos y con el resto del país, amén de una
afirmación de la unidad indisoluble en todos los ámbitos de la patria.
“Han transcurrido tres años desde el 9 de febrero de 1975. El balance está a
la vista en el campo de las armas. Ha sido liquidada la amenaza de los
sediciosos y extinguida sin perspectivas de verse repetida la ocasión de
amañarse con la ganzúa de las conexiones sectarias y la ceguera de quienes no
quieren o no saben ver las realidades. Es preciso comprender y valorar la
extensión de los sacrificios demandados por una lucha nada fácil contra
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“Exhibición
“En el microcine del Comando en Jefe del Ejército fue exhibida una película
corta, muy ajustada a la realidad, de un encuentro con delincuentes
subversivos acaecido el 14 de febrero de 1975, donde perdió la vida el capitán
Cáceres y resultaron heridos el teniente 1° Richter, el teniente Arias y el cabo
Orellana, al comenzar el OI. Se trata del combate de Río Pueblo Viejo. La
película será vista en salas cinematográficas y por los canales de TV”.
“Pocos hechos pueden ser tan dolorosamente agraviantes para los argentinos
como el retaceo de un prelado francés a un homenaje al general San Martín.
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con la cual se inició apenas ocurridos los sucesos de marzo de 1976. Una de
esas tácticas fue repetida con toda su simplicidad y eficacia. Quienes hasta
entonces sumían al país en el caos intensificaron tanto en lo económico como
en lo político, quienes cubrían el territorio con sus crímenes y secuestros y
convertían el suelo patrio en tierra franca para el delito común y la
incertidumbre sobre bienes y vidas comenzaron de inmediato –desde su
urgente y a menudo cómodo exilio– a denunciar represiones contra los
derechos humanos y las libertades de sus adictos. En su lenguaje,
desdichadamente escuchado con ingenuidad y con intencionalidad declarada
por numerosos sectores, el orden de la sociedad civilizada se convertía en
represión injustificada y la lucha contra el caos, en tiranía insoportable (...)
Mediante su infiltración en el periodismo y otros medios de información,
algunos de aquellos argentinos sospechables, ayudados por sus compañeros de
ruta el marxismo leninismo y la subversión, desalientan a quien meditan
acerca de la concurrencia al Mundial de Fútbol y les pintan una situación de
inseguridad y desorden desmentida día a día y noche a noche en las calles de
todas las ciudades argentinas. Ante la perspectiva de algunos congresos
internacionales, se penetra en los sectores con la asistencia comprometida, se
los advierte sobre toda clase de riesgos y se los exhorta a no concurrir como
muestra de solidaridad moral con las víctimas de una supuesta persecución
despiadada.
“Los dirigentes sindicales son puestos como víctimas inocentes, no obstante
se ha demostrado que sólo se ha puesto bajo la Justicia a quienes habían
incurrido en flagrantes faltas éticas, cívicas o propias de la delincuencia
común. Es penoso advertir cómo sectores ilustrados han caído en estas
trampas elementales aunque no pocos colaboran a sabiendas del engaño. La
verdad se impondrá a su tiempo, mas no conviene confiar excesiva o
solamente en esta esperanza. Es necesario ayudar a los argentinos que más allá
de nuestras fronteras se debaten para contrarrestar campañas sólidamente
orquestadas y financiadas. Es urgente mostrar la realidad nacional a los recién
llegados al país y, en particular, a los miembros de las delegaciones
diplomáticas reconocidas ante nuestro gobierno (...) Es parte de la gran obra
de recuperación de la patria para un destino al cual no se debe renunciar”.
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desde El Líbano”, y a que “la ONU movilice a sus Cascos Azules en defensa
de la soberanía libanesa”. El diario generaba un discurso en el que aplicaba
entonces el recurso retórico de tomar un hecho internacional para sumarse a la
propaganda que en esos momentos necesitaba la dictadura:
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“Con el rapto de Aldo Moro, parece haber despertado de lo que tuvo hasta
ahora: una aproximación muy cercana al letargo, porque en estos días se la
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pensar que una `democracia adecuada a los tiempos´ –y tal es aquella hacia la
cual se quiere hacer adelantar el actual PRN, según insisten la Junta y el
discurso de Videla– tendrá que ser una democracia protegida contra
eventuales rebrotes de bandas como las que han sido diezmadas por la acción
militar. Los resultados contra las organizaciones subversivas fueron motivos
de análisis castrenses en días anteriores. Representantes de los Comandos de
Cuerpo celebraron (...) sucesivas reuniones en el Comando en Jefe del Ejército
a fin de examinar las fases actuales de la lucha contra los grupos terroristas y
subversivos. Es posible que, junto con la ratificación del designio de proseguir
esa lucha hasta la `destrucción de los elementos residuales de la subversión´,
se hayan acordado métodos operativos que guardan correspondencia con el
estado presente de esa guerra inevitablemente sucia y de límites nebulosos.
“La continuidad protagónica
“Pese a todo –en particular, pese a las consecuencias de los actos de quienes
convierten en una sola cosa al delirio revolucionario y a la estupidez política–
los hechos y las palabras de los últimos siete días señalan algo muy
trascendente. Sobre la conciencia colectiva empieza a gravitar más la ansiedad
por el futuro que la sombra del pasado. Ese pasado está lleno de dolor por los
peligros de la disgregación nacional; lleno de angustia por la visión cotidiana
de una guerra disfrazada y llena de concesiones comprensivas ante los actos
de defensa realizados para superar una situación extrema. No es un pasado que
súbitamente se haya diluido en nada del olvido. Es un pasado que cuenta
todavía y seguirá contando en forma de experiencia en el espíritu de varias
generaciones. Pero una mirada valorativa de nuestro en torno, al concluir
marzo de 1978, nos dice que ese pasado comienza a influir menos en el ánimo
de la comunidad argentina de lo que influye la ansiedad referida a un futuro de
cuya construcción se ven los primeros planos”.
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consideración para juzgar las consecuencias que esa experiencia nos dejó. Y la
reclama en momentos en que Europa se encuentra desarmada frente al crimen
alevoso de la guerrilla amparada por varios de sus dirigentes de izquierda y
promocionada por cierta prensa que se dice democrática e independiente.
Nuestros amigos europeos tienen derecho a conocer nuestra verdad.
“Somos dueños de una triste experiencia que ahora se traslada a esa Europa
que brinda libertad ingenua a los terroristas argentinos y amparo legal y
difusión periodística para que expongan sus delirantes teorías. Es ahora
cuando pedimos a nuestros amigos europeos comprensión y análisis de cuanto
ha ocurrido entre nosotros. Nunca hemos creído que las `causas´ de la
guerrilla pudieran justificar el crimen bárbaro y el secuestro como sistema de
lucha política. El pueblo argentino es democrático y desea vivir en
democracia. La guerrilla le ha impedido hacerlo”.
“Europa ha tenido que pasar por esta prueba horrible para convencerse que
vive en medio de una guerra sucia (...) Claro que el caso de Aldo Moro no
pone término a una propaganda de grupos extremistas que eligen como cifra
de sus ataques al Mundial '78 (...)”.
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Argentina. ¿Acaso Italia es más segura hoy? ¿Lo fue enteramente Alemania
durante los últimos juegos olímpicos? (...) Por lo demás, no ya la inminencia
de los partidos por una copa mundial sino el supremo interés nacional de que
la vida argentina se desarrolle en paz, sigue imponiendo como norma
permanente la necesidad de desarticular hasta la última expresión de
terrorismo cualquiera que fuere su signo ideológico, en el suelo patrio. Esto
supone igualmente que el Estado ejercite sin asomo de duda el monopolio
absoluto del uso de la fuerza”.
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“El embajador Newsom estará en Bs. As. el jueves (...) Tanto sus entrevistas
como las que sostengan aquí sus acompañantes, pueden dejar también algún
buen saldo informativo, no sólo sobre la cuestión de derechos humanos y la
venta de armamentos sino, además, respecto de si EE.UU. sigue siendo un
proveedor confiable de armamentos o no y lo que un cambio en punto a esa
confiabilidad puede significar para la evolución de la industria militar
norteamericana (...)”.
“Entre 1974 y 1975, los adolescentes que salían de las aulas de enseñanza
media fueron prácticamente incorporados a las aulas universitarias en forma
masiva, sin ninguna clase de prueba respecto de su capacidad y hasta
admitiendo a jóvenes con asignaturas todavía no aprobadas del secundario.
Tal actitud demagógica ocasionó dificultades y perjuicios generalizados cuyas
primeras víctimas fueron esos mismos estudiantes, sobre los cuales los
ideólogos de la subversión se dispusieron a una obra de reclutamiento mental
y militante (...)”.
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sobre quienes fusilaron a Aramburu; o sea, los mismos que amenazaron los
intereses de aquella clase. En contraposición, Videla pasaba a ser, en este
editorial, un “demócrata”, quien inauguró los métodos de lo que el diario
llamaba “guerra sucia”, “adverso a los extremismos de izquierda y de
derecha”:
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“(...) Por aplicación de ese decreto nuestro colega La Razón fue clausurado
tiempo atrás. Se reclamó entonces desde éstas y desde otras columnas
periodísticas la revisión de dicha norma que afectaba seriamente la amplitud
del servicio que la prensa argentina está habilitada para entregar a sus lectores.
Es eso lo que ha ocurrido finalmente y, por lo tanto, corresponde dejar
constancia de nuestra congratulación.
En cuanto al discurso del secretario de Información Pública, cabe insistir en
su significación porque no es usual que desde esas funciones –y menos
durante el ejercicio de un gobierno de facto– se haga una exposición tan
convincente sobre la necesidad de articular debidamente un régimen de
libertad de prensa a fin de que sea posible la vigencia de una democracia
auténtica.
(...) Sin duda, no habrá un solo periodista que no haya tomado debida nota
de la invitación republicana hecha por el secretario de Información Pública
para utilizar el derecho de crítica; es más para `no dejar de hacerlo nunca´”.
“(...) Habrá que decir una vez más –o todas aquellas que fueran menester–
que nuestro país emerge de una guerra alevosa y sucia llevada contra su
pueblo. No se trata de mostrar una Argentina silenciada en su oposición,
trabada en sus medios expresivos, puesto que algunas restricciones observadas
no han de negarse. Estas columnas y las de otros colegas han dicho con
claridad su juicio contrario a determinadas medidas que afortunadamente no
persistieron. Ha señalado su crítica sobre errores y abusos, pero nadie puede
desprenderlos como algo independiente de la situación existente entre el 25 de
mayo de 1973 y el 24 de marzo de 1976 y de manifiestas acciones subversivas
animadas por una aleve crueldad. Esto mismo exigió que fueran reprimidas
con proporcionada energía”.
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“En medio de la mayor fiesta colectiva que hayan conocido las presentes
generaciones de argentinos, llega hoy a su término el XI Campeonato Mundial
de Fútbol. El júbilo que se extrovierte aquí desde la noche del miércoles,
cuando el seleccionado nacional se aseguró su participación en el partido final
de esta tarde, es de una intensidad conmovedora. Constituye, además, un
suceso con múltiples derivaciones políticas. Una de las más notables de esas
derivaciones es la magnitud de la exaltación compartida de sentimientos
nacionales frente a la pertinacia de la agresión de una franja gravitante de la
prensa extranjera.
“Sin duda, el exceso de torpeza puesto en algunos ataques al país ha
contribuido a consolidar el frente interno a un punto sin precedentes. No se
equivoca, en efecto, quien observe que nunca como en las presentes
circunstancias han sido más firmes y extendidas las bases reales existentes
aquí para resistir el hostigamiento externo.
“En todo caso, el enérgico discurso pronunciado por el canciller Montes en
la Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos tuvo un
correlato nítido con el fenómeno social que se registró en la semana a lo largo
y ancho de la República”.
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“La leyenda negra sobre España dura mucho tiempo. Puede ser que la
leyenda oscura entretejida alrededor del acontecer argentino tenga existencia
más breve. Hay signos indicativos al respecto. Sabemos que en los últimos
tiempos la Argentina ha tenido mala prensa en el exterior. Se entiende –de
modo general todos deberían entenderlo así– que ha correspondido a una
guerra de propaganda que todavía está en curso. Del otro lado de la trinchera
no se han hecho ejercicios de contrapropaganda, sino simulaciones de lo que
en cierto lenguaje se suele llamar maniobra diversionista. Esa fase de las
operaciones resultó favorable para los terroristas que han encontrado refugio y
apoyo en los países europeos.
“(...) En toda Europa occidental y con particular acento en Francia,
Alemania Federal, Gran Bretaña, Holanda y los Países Escandinavos se han
hecho severas críticas al régimen argentino. Por la razón que sea, las acciones
de contrapropaganda o de simple y natural esclarecimiento de las cosas se han
revelado hasta ahora ineficaces, cuando no contraproducentes”.
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“(...) Precisamente, porque ha querido dar una versión creíble del acontecer
argentino, el periodista firmante del artículo aparecido en The Times señala
que la represión se ha hecho a un costo considerable, con violación de la
libertad del individuo durante 1976 y la mayor parte de 1977. Dentro de ese
cuadro de tonos tan densos, el articulista pone un toque luminoso al hacer el
elogio de la acción emprendida por el ministro Martínez de Hoz. Esa
apreciación la concluye diciendo si Martínez de Hoz podrá sobrevivir a la
tormenta de críticas desatadas por su política económica.
“También señala Frenchman que en abril de 1978 la situación era
completamente diferente en lo concerniente a la tranquilidad ambiente.
Encontró gente más calma, las calles de Buenos Aires llenas de vida, los
negocios repletos de mercaderías nacionales e importadas y, en general, se
percibía una atmósfera de calma en la superficie, pero por debajo la economía
doméstica se encontraba amenazada por corrientes de negras perspectivas.
“(...) Se imponía hacer referencia al artículo aparecido en The Times para
concluir que aportaciones periodísticas de ese tipo, no obstante su particular
naturaleza, incluidas sus agudas críticas al régimen, tienen un alcance
esclarecedor no obtenido hasta ahora a través de ningún servicio oficial o
semioficial. Desde luego, hay necesidad de que nuestras representaciones
diplomáticas en Europa, particularmente, acentúen la difusión de un estado de
cosas que aparece aquí bajo una luz incierta”.
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“Subsiste el malestar
“En importantes esferas del gobierno no se ha atenuado el malestar que
provocó la omisión de cualquier referencia a la subversión en el discurso que
en nombre de la delegación obrera pronunció en la asamblea de la OIT, el
dirigente Serrano. La interpretación oficial a semejante silencio guardado a
pesar de conocer de sobra las consecuencias que ha traído el terrorismo y las
víctimas que se cobró en el plano gremial, es que los dirigentes habían
adquirido compromisos con las entidades sindicales de signo internacional
como en el caso de la Confederación Internacional de Organizaciones
Sindicales Libres. Si se presta crédito a una versión, habría que aceptar que la
falta de definición con respecto a la subversión no fue sino una suerte de
evolución al apoyo que recibió el gremialismo para seguir manteniendo un
representante en el Consejo de Administración de la OIT, tras el retiro de
Casildo Herreras.
“Sea cierto o no, lo que no puede negarse es que los obreros argentinos no
repudiaron en Ginebra, ni con una sola palabra al extremismo y sus actos
criminales. Los intereses de grupo pudieron más que los nacionales”.
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un recurso repetido por el diario para sostener sus argumentos sobre una base
que presumía de ser amplia:
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“(...) El INTA se vio afectado por los lamentables sucesos soportados por el
país y que hicieron necesaria la intervención de las Fuerzas Armadas (...)”.
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cuadro peligroso que, cabe esperar, sea desarticulado antes de que se repitan
las sangrientas fechorías”.
“El crimen cometido en la capital española, del cual han sido víctimas dos
militares, no puede menos que recordarnos muchos de los sucesos que
tuvieron por teatro a nuestro país. Un igual procedimiento sorpresivo, idéntica
sinrazón personal, la revelación a pocas horas de las responsabilidades de la
autoría, testimonian tal coincidencia que nos lleva a pensar amargamente en la
identidad de los autores o en la condición de un aprendizaje de los mismos
maestros. Incluso puede creerse en la obediencia a jefes homónimos dentro de
una mentalidad conformada por desviaciones semejantes.
“En suma, una prueba fehaciente de cómo el terrorismo es un método
practicado tan internacionalmente como de esa naturaleza es la formación de
los militantes y de los líderes e instigadores (...)”.
“La preocupación llega a onda repulsa sin detenerse en la justa sanción que
merecen los autores directos. Va más allá. Es urgente desenmascar a los
instigadores, a los apóstoles de esta redención de orden diabólica que salta
fronteras, creencias y raíces étnicas para inundar al mundo con su marea roja y
negra.
“España no ha de ceder ni recaer en aquellas formas superficiales de
represión que ha visto ineficaces. Debe tener la solidaridad y el apoyo de las
democracias. Así lo reclaman otros países que comprendieron con dolor
propio cómo los perdones exageradamente generosos son tan inútiles como los
castigos anónimos, ciegos e imprecisos cuando no amnésicos”.
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fatales; hay varios heridos y son grandes los daños. La nota daba cuenta del
“atentado extremista”.
Ese día, en el editorial UNA POLÍTICA SUBORDINADA A LO
INMEDIATO, trató de miope al gobierno de Carter por su política de
derechos humanos. Y al mismo tiempo generó discurso al criticar la
permanencia argentina en los No Alineados junto a quienes “han adiestrado” a
los “terroristas”:
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con la fría actitud del testigo. Tal comportamiento de una parte de la población
se prolongó hasta bien entrada la presente década. Pero ya no hay más testigos
frente a la crueldad de hechos como el que cegó en la madrugada del martes
tres vidas, entre ellas la de casi una criatura, la hija del alto jefe naval. No hay
más testigos; ahora hay militantes porque la evidencia de la perversidad
sistemática ha terminado con la indiferencia en el país. Es ésa una derrota más
seria que la de las armas para la subversión; es la derrota civil consolidante de
la derrota militar.
“Esta semana, no sólo hubo compasión por las víctimas y por sus familias.
Hubo también ira colectiva por el ejercicio de tanta violencia repulsiva. En la
expresa manifestación de tales sentimientos se notó un efecto político en
calles y mercados; oficinas y fábricas; desde luego también en los cuarteles.
Su dimensión tan notoria fue percibida por los asesinos porque de otro modo
no se explica que hayan abandonado de pronto el hábito de hacer conocer que
tal o cual célula subversiva se adjudicaba su autoría. De modo que si se
pudiera hablar de “éxitos” en el terreno menos piadoso sobre el que actúa la
voluntad humana, aquí cabría hablar de un fracaso político rotundo porque
contrariamente a su costumbre, después de destruir y de matar, la subversión
se ha visto forzada a esconder su mano”.
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“(...) El gobierno francés, con una interpretación muy particular del uso de
los derechos de quienes se acogen a su hospitalidad, se muestra en extremo
tolerante con estas bandas terroristas y otras que caminan por igual senda y no
cesan de proclamar la simpatía cordial y fraterna que sienten por la posición
palestina y los métodos de lucha aterrorizantes. (...) El resultado es que los
huéspedes no cumplen con las elementales obligaciones de los refugiados
(...)”.
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“(...) Ningún argentino que ame la libertad y la justicia puede discrepar con
la esencia de una política de afirmación de los derechos humanos. Tampoco
puede discreparse con el hecho de que esa política pretenda dar validez a un
principio superior según el cual el hombre está por encima de todo. Si no fuera
así, ¿qué estábamos haciendo cuando impugnábamos en cualquier parte que
ocurriera la persecución por cuestiones raciales religiosas y políticas? ¿O es
que alguna vez creímos carecer de derechos para protestar por la persecución
de los judíos en la Alemania nazi o en la URSS? Sólo regímenes autoritarios
pueden dolerse porque se hayan levantado banderas como aquellas. En nuestro
caso lo que impugnamos no es una política, sino la utilización que de ella
hacen grupos dominantes en el oficialismo circunstancial de los EE.UU. para
atacar a nuestro país. Eso es: para atacarlo con olvido de que Aquí ha habido
una guerra –una guerra no convencional pero guerra al fin–, que la intensidad
de esa guerra ha sido en nuestro suelo mayor que en otras partes y que, si por
una razón u otra ha habido derechos humanos afectados, los principales
responsables han sido los delincuentes que encuentran protección en capitales
políticas de occidente, no sólo entre los países que desde hace mucho
estimulan la subversión (...)”.
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“En un efusivo tono coloquial, el presidente de los EE.UU. remitió una carta
al hombre fuerte de Nicaragua. Contenía un mensaje de felicitaciones por las
`mejoras´ logradas en materia de derechos humanos y expresiones de aliento
para profundizar esos `esfuerzos´.
“La contradictoria actitud epistolar de Carter en momentos en que
arreciaban las denuncias contra ese presidente centroamericano por flagrantes
violaciones de las garantías que preservan la dignidad humana, conmovió a los
medios políticos y a la opinión pública norteamericana. También a los elencos
gubernamentales de países latinoamericanos cuestionados y bloqueados por el
discriminatorio criterio impuesto por el Departamento de Estado (...).
“La polémica suscitada en torno de la epístola caprichosa edifica una serie
de interrogantes sobre los márgenes de credibilidad y sinceridad de la política
de derechos humanos adoptada desigualmente por la administración Carter.
En definitiva, augura un panorama desalentador para muchos países del
continente que deben soportar el peso de una sentencia inflexible sin juicio
previo ni poder de contrarréplica”.
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“El claro contenido de una carta abierta a la opinión pública –firmada por
400 familias, víctimas indirectas del atentado contra el almirante
Lambruschini– deberá agudizar la atención en el campo internacional donde
algunos crueles episodios locales son `desestimados´ en sus denuncias sobre
`derechos humanos´.
“Quienes fueron sacudidos en la noche por el estallido del artefacto
terrorista y vieron con espanto destrozados sus hogares y heridos y muertos a
sus seres queridos expresan su repulsa a la acción solapada y criminal de
quienes se adjudicaron orgullosamente el atentado despreciable. Esos vecinos
vieron pisoteados los mismos derechos esgrimidos devotamente por algunos
gobiernos y como elementos de sospechable identidad, por algunos medios de
prensa europeos.
“Una malsana costumbre, que se apoya en la permisividad oficial de varios
países del Viejo Mundo consiste en preferir algunos temas sobre otros como
parte de la campaña detractora enfocada malignamente contra el país.
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“Será necesario que este hecho terrible haga ver el trasfondo de una realidad
distinta a la que se pretende diseñar. Negar todo apoyo, condescendencia y
publicidad a quienes ya han comenzado a producir estragos en esas latitudes
es un paso prudente. También el transmitir a la opinión pública internacional
(...) este clamor por la justicia y la paz de un conjunto de argentinos que
representan al país todo en su definida posición contra la violencia
subversiva”.
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“La nota publicada días atrás por los vecinos de la zona más afectada por el
atentado contra Lambruschini importa un compromiso político. En tal
condición se suma a otros repudios por la acción terrorista o por las
caprichosas interpretaciones que, de la lucha nacional contra la subversión,
suelen hacerse en el exterior.
“Cada manifestación ciudadana en esa dirección constituye un acto
subrayable de militancia cívica. (...) Es también un alistamiento del cual todos
se notifican, incluso los restos huidizos de las bandas descompaginadas por la
acción de las fuerzas legales.
“En buena hora que la mayor parte de la población tome su puesto y se
enfrente con el riesgo de atacar a los que matan como método para la
conquista del poder. Desde los tiempos en que personas se `abonaban´ a los
servicios clandestinos de la subversión como quien compra una protección
para evitar la arbitrariedad de una mafia, hemos pasado a estos bien
calificados actos de coraje civil. Entre tantos ejemplos, certifican la existencia
de dicha conducta la airosa actitud de más de 300 empresas, cámaras y
federaciones comerciales e industriales de todo el país que salieron al cruce de
campañas difamatorias del nombre argentino. También el contexto nacional
es, desde marzo de 1976, otro con relación al esfuerzo del Estado por abatir a
los enemigos de la sociedad argentina. Sería una arbitrariedad pretender
calificar la respuesta de los ciudadanos frente a la subversión con la misma
vara para todos los tiempos.
“La lucha contra la subversión llevó al surgimiento de una Nación
virtualmente en armas contra quienes han pretendido destruirla moral y
físicamente. Ese comportamiento ciudadano es la llave que garantiza de qué
manera estarán cerradas las puertas para la aventura afortunadamente
frustrada. Cada ciudadano que ha abierto su boca o firmado un rechazo al
crimen organizado, es más que un vigía; es un militante que ha dispuesto
jugarse por su patria y por la suerte de su familia y de la suya propia.
“El único interrogante pendiente respecto de la lucha anti subversiva no
atañe a la medida actualizada de las fuerzas degradantes de la subversión o a
su capacidad de reacción, sino que está referido a la decisión de si debe darse
por terminada o no la lucha anti subversiva en los términos en que se ha
librado a lo largo de más de dos años. Es ése unos de los puntos políticos
capitales del futuro argentino. Implica realizar no sólo una definición militar;
también una política. Lo que sabemos por la fuerza de la intuición es que a
partir del momento en que dicha guerra –no convencional pero guerra al fin–
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sea considerada como terminada, será todavía mayor que hoy el precio
político que pagará el Estado por cada hecho que en adelante sea la
verificación de que es posible disputarle impunemente el uso de la fuerza. Hoy
mismo ese precio es alto”.
“(...) Nada estable podría construirse, por mayor que fuera la sagacidad
gubernamental si la ciudadanía baja su guardia frente a los restos actuantes de
la subversión. O si el Estado cayera en una indiferencia permisiva respecto del
desenvolvimiento de las sectas radicalizadas. Por largo tiempo se ha de vivir
en el mundo una grave etapa de terrorismo y el país deberá mantenerse alerta.
Una de las formas de cumplir este compromiso es a través de la preparación y
actualización permanente de la legislación destinada a poner a la República y
a sus hijos a resguardo del crimen organizado por la paranoia subversiva. La
ley, sólo la ley por encima de todo. Y de todos.
“No debe de haber duda, antes del comienzo de cualquier trabajo
estrictamente político sobre la confiabilidad de las leyes argentinas en esa
materia. Allí donde existiera desconfianza respecto del acierto de las
previsiones legales en vigor, será indispensable introducir modificaciones de
modo que cubran, con el mayor rigor necesario y de la manera más ágil, el
espectro delictual del terrorismo.
“Sin ese punto de partida no podrá hablarse seriamente de la reconstrucción
democrática de la República”.
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“La información oficial hizo conocer que unas personas detenidas por sus
actividades subversivas han sido liberadas a pedido de las autoridades
francesas y que se reclama la libertad y el traslado al mismo país de otros más
(...) por ser de nacionalidad francesa.
“(...) No pueden dejar de interrogarse las gentes sobre cuáles son los motivos
para tener un trato más benévolo para argentinos que han abandonado su
nacionalidad o se escudan en la de adopción para eludir las sanciones en su
contra.
“Se ha sentado un peligroso precedente en la empeñosa acción contra el
terrorismo y la subversión. El interrogante se extiende a saber que si los
detenidos ya no querían ser argentinos para qué vinieron a la Argentina, se
mezclaron en sus cuestiones institucionales y cuáles son las razones para que
en Francia de haya despertado el interés por quienes parecen haberse
preocupado, para mal, más por el país de origen que por el de adopción. Son
tres preguntas que merecen respuesta”.
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“(…) Los métodos arteros preferidos por la subversión para sembrar el caos
y resquebrajar los cimientos de las sociedades democráticas son variados. La
muerte de víctimas inocentes acompañará, inevitablemente, el resultado de sus
`experiencias´ letales y antihumanas que propagan, paradójicamente,
universos artificiales. Ahora, una acción terrorista en la capital uruguaya
consiguió su triste objetivo luego de la distribución de botellas de vino a las
que se agregó un poderoso tóxico. A causa de ello, murió la esposa de un
legislador y miembro dirigente del Partido Blanco. El lamentable caso plantea
la brutal conducta y la patológica identidad de los miembros de las sectas
guerrilleras. Veneno, en definitiva, es el que destilan cada vez que
protagonizan un acto absurdo”.
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las mejores réplicas del país. Será una acción lenta pero con ella se abrirá
camino a la verdad. Una verdad que también exige eliminar situaciones que
puedan oscurecerla”.
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normas generales. De tal falacia presumía que el país era respetuoso de los
derechos humanos:
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verdad. Será la mejor retribución que esperamos por la abierta acogida que se
les tributa.
“No tiene explicación convincente la actitud del gobierno francés que
patrocina oficialmente, con la presencia de un ministro, la realización de un
llamado `contra congreso´, convocado según sus organizadores para hacer
fracasar la reunión por celebrarse en Bs. As.”.
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“Mientras las `cámaras de tortura´ de uno de los tres grupos de seguridad del
omnipotente Idi Amin fueron destruidas para borrar otra prueba de sus
violaciones en el terreno de los derechos humanos, revelose que Dora Bloch,
la inglesa que desapareció durante la incursión de los comandos israelíes a
Entebbe, fue asesinada por el presidente de Uganda. Las reiteradas atrocidades
que historian la sangrienta patología de Amin deberían merecer la atención de
la psicología moderna y, también, de ciertos grupos preconizadores de los
derechos humanos que parecen desentendidos de ciertas actuaciones
protagonizadas en el continente africano”.
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“Tal expresivo museo del terrorismo resume poco menos de una década de
la historia nacional de la que han sido testigos o protagonistas buena parte de
los argentinos que aún ejercen responsabilidades o participan en la pesada
tarea de reorganizar al país. La muestra, no es ociosa, ni mucho menos
indiferente, para quienes por esa causa deben hacer de la experiencia una
compañera inseparable de sus decisiones. Esa representación material de la
violencia subversiva que asoló a la república no puede alcanzar el daño
profundo infringido a las instituciones y a la conciencia ciudadana, cuya
magnitud sólo es mensurable por la reflexión individual de los argentinos.
“Es de suponer también que tan elocuente galería habrá de figurar en los
itinerarios de frecuentes visitantes extranjeros, preocupados por lo ocurrido en
el país y sin mayores referencias sobre tan ominoso proceso. En ella, hallarán
nombres y elementos testimoniales de conductas delictivas cuyo reciente
pasado se pretende blanquear apelando a la desinformación y el olvido.
“Unos y otros, propios y extraños, tendrán, con esta oportuna exposición del
terror, eficaces auxiliares de la memoria y de los juicios que con irritante
ligereza desfiguran la causa del país”.
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Ese día, en página 14, el diario publicó una solicitada MENSAJE A FAVOR
DE LA MUJER, EL NIÑO Y LA FAMILIA, elevada al “Excmo. presidente
de la Nación, teniente general (RE) don Jorge Rafael Videla el 29/8/78”,
firmada por Jaime de Nevares entre otros, costeada por la APDH, amigos y
familiares de las personas afectadas.
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“Viajeros a Vancouver
“(...) En la última reunión del buró político de la II Internacional, un
petitorio de la banda Montoneros para incorporarse a las filas socialista fue
rechazado por 9 votos contra 5, pero al parecer sólo 3 de esos 5 habrían sido
formulados sin ningún condicionamiento. Fuentes de la izquierda actuante en
la legalidad en Bs. As. dijeron saber que el jefe de la delegación austriaca, la
que más empeño puso en la incorporación de Montoneros, estaría influido,
más que por una cuestión ideológica, por `una cuestión de faldas´ (…)”.
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“(...) La elección del señor Carter en los EE.UU., junto con el planteo un
tanto simplista sobre el ejercicio democrático en la América latina y el goce de
la libertad y de los derechos humanos, influyó para que se apartara de Bolivia
el entonces presidente y actual embajador en nuestro país, general Hugo
Banzer (...)”.
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“(...) Una discusión de este tipo difundida en el exterior haría muy flaco
favor a los esfuerzos muy sacrificadamente cumplidos por el gobierno y tantos
órganos de la vida nacional para contrarrestar una campaña propagandística
contraria a la imagen argentina, pues nos pintaría como un país que en una
casa de brujas insensata no teme ponerse aún al borde del ridículo (...)”.
“Se habla mucho de los derechos humanos, para que todo marche como
corresponde.
“Pero, a mí, me parece que el mensaje no ha sido bien transmitido al mundo.
“Yo lo haría así:
“¡DERECHOS, HUMANOS!
“Creo que debería enseñarse más el uso de la coma”.
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como ser trascendente es un valor moral ineludible sin el cual el éxito sería
efímero y la victoria vana. Si se ha vencido con las armas corresponde ahora
mostrar que `nuestras almas no se han contaminado con la pestilencia que
debimos limpiar´. La franqueza ha sido, en este caso, un acertado y prudente
medio para hacer conocer a la ciudadanía que las autoridades comparten sus
justas preocupaciones por los hechos que han seguido impidiendo que la paz y
la tranquilidad pública sean patrimonios totalmente reconquistados para el
país.
“En tanto esto no se logra, seguirán siendo secundarios otros objetivos del
Proceso (...).
“En defensa de esos valores amenazados por el populismo y la subversión,
recordó el ex comandante de la Fuerza Aérea, las Fuerzas Armadas iniciaron
el proceso en curso con iguales responsabilidades en la gestión. Es mucho lo
conseguido desde entonces, por más que ciertas críticas sectoriales parezcan
ignorarlo. Pero en ese mensaje de despedida se ha reconocido y advertido que
la base indispensable del proyecto de organización no alcanzó aún la solidez
necesaria ni la tendrá en tanto la ciudadanía no advierta que esas reflexiones
del brigadier general Agosti, fiel intérprete de sus inquietudes, tienen
adecuadas respuestas a los hechos”.
“Hay un viejo libro que los jóvenes (...) suelen ignorar (...) escrito por
Amadeo (...) En la semblanza del juez Bermejo, Amadeo dice algo que puede
ser la más exacta definición del desenvolvimiento centenario del tribunal
creado durante la presidencia de Mitre: `La fuerza de la Corte ha consistido,
más que en la virtud efectiva de sus fallos, en la actitud silenciosa del
centinela: “De aquí no se pasa”. Amadeo podría haber dicho ahora que ése
`non possumus´ repetido durante más de cien años ha debido ser reiterado una
vez más en poco tiempo respecto de la siempre delicada cuestión de las
garantías individuales.
“Según La Nación informó ayer, la Corte ha dicho en los autos `Pérez de
Smith Ana Maria y otros´, continúa dándose la situación de que, planteado un
recurso de hábeas corpus, `éste no puede llevarse adelante ya que los
organismos del Poder Ejecutivo informan que la persona (...) no se encuentra
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detenida´. El alto tribunal advierte que por el número de esos recursos podría
haberse configurado un estado de cosas que, `de hecho, equivaldría a una
efectiva privación de justicia y ello por causas ajenas a las funciones y
competencia específica de los magistrados a cuyo alcance no está poner
remedio´.
“De aquí no se pasa”. La paz se ha conquistado por la fuerza de las armas y
el acompañamiento fervorosamente agradecido de la ciudadanía. La
subversión armada ha sido derrotada; pero no basta haber conquistado la paz,
es indispensable afianzarla. Y cuando la Corte urge al Poder Ejecutivo para
que disponga `las medidas necesarias a su alcance a fin de crear las
condiciones requeridas para que el Poder Judicial pueda llevar a término la
decisión de las causas que le son sometidas en salvaguardia de la libertad
individual garantizada por la Constitución Nacional´, la República tiene
motivos para confiar en la posibilidad de afianzar dicha paz: sabe que el
centenario y silenciosos centinela está debidamente alerta y hace su parte para
que el país logre tan ansiado objetivo.
“No hay en la Argentina de hoy ningún asunto político que exceda en
importancia al de garantizar la seguridad individual después de haber quedado
garantizada la seguridad colectiva. En tiempos de paz, la responsabilidad de
los gobernantes por la preservación de la seguridad individual de los
habitantes crece extraordinariamente respecto de los tiempos de guerra. Es una
responsabilidad que los contemporáneos y la historia consideran. La Corte
integrada después del 24 de marzo de 1976 ha dicho su palabra en el año en
que se cumplen cinco décadas de la muerte de quien más contribuyó a forjar la
tradición republicana, sólo excepcionalmente quebrantada, de ese prestigioso
tribunal. Por eso pudo decir el biógrafo del Dr. Antonio Bermejo: `En países
de organización volcánica donde todavía los cráteres humean es más fácil
hallar guerreros, oradores, poetas y políticos. La aparición de grandes jueces
es un fenómeno de cultura superior´”.
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“Con todo el rigor prescripto por la ley, el juez federal que intervino en el
proceso a raíz del intento de copamiento en 1973 del Comando de Sanidad,
acaba de dictar sentencia a 13 de los implicados en el grave hecho (...).
“No cabía ninguna tolerancia puesto que no era posible disimular (...) el
grado de peligrosidad de que hicieron exhibición los integrantes del grupo
subversivo actuante y sobre los cuales se ha descargado ahora el peso del
código como no podía ser de otro modo (...)”.
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“No faltan indicios para ratificar la inminencia de una etapa abierta a las
exploraciones y tanteos típicos de la acción política, entendida como
participación activa de anchos círculos de la ciudadanía (...).
“Si el ritmo de los acontecimientos es el que avizoran los más atentos
observadores, la delegación de la OEA que llegará para investigar, encontrará
no sólo los efectos saludables de una serie de medidas normalizadoras
adoptadas con antelación, sino una atmósfera de diálogo cívico. Esa
posibilidad es mucho más firme si ocurriese que la propia OEA tuviese que
extender hasta agosto la fecha de la visita. En efecto, las ratificaciones
concernientes a la Convención Americana de Derechos Humanos son
susceptibles de un tratamiento reglamentario que conduzca a la postergación
por unas diez o doce semanas del comienzo del trabajo de la misión en nuestro
país.
“Que el afianzamiento de las condiciones propias para el ejercicio y el
respeto de los derechos humanos se hará sin desmedro de los requisitos de
seguridad colectiva lo señala un hecho de valor ocasional: después de echar un
vistazo al estado del mundo, al derrocado Sha de Persia pareciera no
disgustarle una eventual instalación en la Argentina (...)”.
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más aún cabe relacionar el hecho de esa libertad respetada con las sociedades
más evolucionadas que hacen un culto de la naturaleza y sus elementos”.
“En Italia, fue detenido uno de los jefes de un grupo subversivo. Resultó ser
un chileno que estuvo en Cuba, donde recibió adiestramiento. Se refugió en la
península tras la caída de Allende. El asilo fue retribuido por él con su
incorporación a la pandilla extremista `Acción Revolucionaria´.
“Descubierto por casualidad en una riña callejera, resulta ser un testimonio
más –al igual que la prueba dada por algunos subversivos nacidos en la
Argentina– de la actividad internacionalizada del terrorismo que viene
desarrollando en los países europeos su tarea nihilista.
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“Aunque hace tiempo que se sabe con certitud absoluta que la extrema
izquierda y la extrema derecha española están empeñadas en una atroz lucha,
como si quisieran exterminarse recíprocamente, (...) en los últimos días fue
posible advertir con mayor evidencia hasta dónde llega la furia homicida de
ambos. (...) el cuadro que ofrece la península ibérica puede compararse al que
presentó nuestro país antes de 1976, es decir, en pleno auge de la guerrilla
protegida por la impunidad (...).
“El único remedio que corresponde aplicar en las circunstancias actuales es
el del redoblamiento de la energía para combatir a los insurrectos de los dos
bandos, más severidad en la prevención y en la represión de los ataques (...)
Quizá el ejemplo argentino resulte útil como prueba de lo que vale la decisión
de salir a la descubierta para impedirle a la subversión el movimiento libre.
Allí, como se hizo aquí, es preciso arrinconarla para restarle totalmente las
posibilidades de operar. Una alternativa distinta significaría la inexorable
caída en el caos o lo que no es mucho menos peor, una intensificación de los
asesinatos que se vienen sucediendo”.
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“(...) La Asamblea Permanente por los Derechos Humanos envió una carta
al presidente de su Comisión Asesora Legislativa, a la Liga por los Derechos
del Hombre y al Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos y Madres
y Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas. En ella se
refiere al proyecto de ley elaborado en el Ministerio del Interior, por el cual se
auspician modificaciones al régimen legal de la ausencia de presunción de
fallecimiento.
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“`Tal proyecto –dice la carta– se presenta como una solución para los
numerosos casos que se registran de personas desaparecidas. No ha de escapar
el elevado criterio de esa comisión que la resolución de los aspectos
patrimoniales y jurídicos –con todo lo importantes que puedan ser– no
constituye el interés primordial de los familiares de los llamados
desaparecidos. Por el contrario, sus derechos básicos y su esperanza residen en
el esclarecimiento de la situación que afecta a sus seres queridos´.
“Agrega que `si, como lo establece el Preámbulo de la Constitución
Nacional y lo reafirman los objetivos del actual proyecto institucional, el logro
del bien común y el afianzamiento de la Justicia expresan la voluntad del
pueblo argentino, quienes ejercen la función pública deben instrumentar
medidas y proyectos normativos que satisfagan esas exigencias.
“Entendemos, por lo tanto, que los conceptos de bien común y de
afianzamiento de la Justicia se posibilitan con el esclarecimiento de las
situaciones de desaparición y no con la declaración judicial de la muerte de los
desaparecidos´”.
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Argentina, notó que ahora `se vive en otro ambiente´ por contraste con la
incómoda presencia de custodios y autos ululantes que había padecido en su
estada anterior.
“Es en sí mismo, ésa, una anécdota casi marginal pero no debe pasarse por
alto su profundo significado. El ambiente que ha encontrado el Sr. Rogers es
otro como c cierto diagnostico; pero tal cambio no es casual sino la
consecuencia de una larga y dura lucha que el país emprendió con resultados
afortunadamente satisfactorios.
“Se ha llegado así a un punto de lo que se trata es afirmar por todos los
medios las condiciones constitutivas de un estado de Derecho. Para que esto
se haya colocado en una instancia de posible cumplimiento fue necesario
librar una guerra sin cuartel contra la subversión. Esa guerra produjo las
consecuencias dolorosas, lamentables e inexorables de todo enfrentamiento
bélico y si dichas consecuencias han sido más graves e intensas que en otras
partes, ha sido también porque la magnitud de las organizaciones subversivas
que asolaron este suelo fue mayor de lo que surge de una comparación con
otros grupos tenebrosos actuantes en el exterior.
“Nada de esto puede dejar de contemplarse si se está dispuesto a analizar
con ponderación, paciencia y equilibrio la situación argentina en el campo de
los derechos humanos. Si el pasado fue una guerra no cabe su examen sino por
las experiencias y comportamientos colectivos propios de un tiempo de
guerra; y, si el presente comienza a ser el de un tiempo con promesas
venturosas, lo principal consiste en saber si la tendencia predominante lleva a
la superación del estado de cosas precedentes o no. El Sr. Rogers se ha
pronunciado en sentido afirmativo y no puede menos que coincidir con su
apreciación quien haya seguido las diversas alternativas de la evolución
argentina de los últimos años.
“Nuestro visitante ha observado que la opinión de un pueblo como el suyo,
habituado a un ejercicio sin (...) intervalos de continuidad institucional, mal
puede entender con facilidad los matices propios de países con una trayectoria
fracturada reiteradamente en ese terreno. Es la suya una observación
decididamente atinada porque invita a adecuar el ojo a realidades muy
concretas en lugar de esperar que esas realidades sean enteramente reflejo de
cartabones cuya validez general no ha sido siempre posible”.
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“`No todos los dirigentes del terrorismo subversivo han caído en la lucha o
fueron detenidos en la acción. Algunos consiguieron alejarse y no se
acordaron de sus bravatas: lucharemos hasta vencer o moriremos en la lucha´.
“`Hay países, no todos ellos marxistas, que les han brindado un generoso e
inadecuado asilo. Gozan de libertades y reciben apoyos para continuar con su
acción disolvente. Están esperando que los argentinos bajemos la guardia o
volvamos a enfrentarnos por mezquinas especulaciones políticas, para volver a
actuar aquí en nuestra Patria´.
“`Estamos acostumbrados a decir o a escuchar que en la Argentina hubo
recientemente una guerra. Tal vez no sea conveniente considerar a esa guerra
como una cosa del pasado y, por el contrario, recordar que hay quienes –con
serios argumentos– sostienen que desde hace ya varias décadas está en pleno
desarrollo la tercera guerra mundial y esto es consecuencia del accionar
sostenido del marxismo internacional´.
“`La paz relativa lograda, gracias a la exitosa intervención de las Fuerzas
Armadas y de Seguridad, exige una eficiente vigilia de armas y de espíritus´.
“`No hay violaciones execrables y violaciones justificables, aunque sean
cometidas en nombre de grandes ideas, como dice el socialismo, la patria o la
justicia social y, sobre todo, si son perpetradas en nombre de esas grandes
ideas´”.
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votos de `paz para las familias argentinas´, señalando también que debe
`desaparecer la subversión´ de nuestro país.
“En las mentes de los oficiales del exterminio –tutelados por los númenes
del caos- germinan las decisiones más siniestras ejecutadas por las manos de
la alevosía o la traición al socaire del anonimato o la soledad. Los fríos y
calculados designios apuntan siempre hacia la destrucción y la muerte. No son
pocos los pueblos sacudidos por la onda expansiva de la violencia y en el
nuestro perduran lacerantes las imágenes de sangrientos estragos. Ello ahondó
la indignación y el horror provocados por la noticia del hallazgo de una bomba
de tremendo poder en el hotel Provincial donde se desarrollaba el seminario
nacional de la Niñez Necesitada. Alertada por un llamado anónimo, la Policía
detectó la máquina infernal (...) se trataba de un mecanismo cargado de medio
kilo trotyl (...). Con la presteza del caso y la serena valentía de costumbre, los
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“(...) `Y llegó al poder (este gobierno) para poner punto final a tanta
inmundicia y dolor, encontrando en la guerra sucia en que estábamos
inmersos, que todo intento de hacer justicia era imposible, porque esa justicia
reclamada y necesaria, sus instrumentos y sus métodos habían desaparecido
frente al matonismo, a las aberraciones políticas, a la sensualidad del poder y a
la concupiscencia de los mismos que hoy se atreven a hablar de principios
morales cuando la inmoralidad ha sido su historia´.
“`Y cayó, ése es su pecado, en ser juez y parte, como última forma, a su
criterio de terminar con una situación de caos. Y actuó, a todo riesgo y
responsabilidad, ése es su mérito, procurando devolver la paz y la seguridad
con una represión necesaria, cuyo estilo puede ser tildado de cruel y
desesperado, como entendiendo que fuera la única respuesta posible al
salvajismo desatado´.
“(...) `Al gobierno argentino, que no ha recibido cheque en blanco alguno de
nuestra parte, lo urgimos a que continúe avanzando hacia el pleno imperio de
la ley. A los terroristas agazapados, de metralleta o de escritorio, activistas e
ideólogos, les mostramos las columnas de los que lloran sus caídos en esta
guerra, para recordarles que la furia de la represión nace de la criminalidad y
el salvajismo de quienes buscan, por el método del arrasamiento de un sistema
que consideran injusto, la imposición de otro sistema, de vida y de ser,
asentado en la muerte y en la esclavitud´”.
“(...) Alrededor de las 17, un grupo de personas llegó hasta la Plaza de Mayo
y se apostó frente a la Casa de Gobierno. Tres de ellas –dos mujeres y un
hombre– se desprendieron, cruzaron la calle Balcarce y concretaron una
gestión en el acceso principal de la Presidencia de la Nación. Esas tres
personas llevaban cinco carpetas que deseaban entregar a las autoridades.
“En principio, se las trasladó a la comisaría de la Casa Rosada y después,
acompañadas, fueron hasta dependencias de la Dirección Nacional de
Seguridad de Interior, en jurisdicción del Ministerio del Interior.
“Mientras tanto, a las 17.25, estalló la primera de las cinco bombas lanza
panfletos en la boca de acceso a la estación Plaza de Mayo de la línea A, que
da a la calle Defensa. Los volantes invocaban la representación de `familiares
de combatientes del pueblo´ y pedían `luchar contra un gobierno reaccionario
´.
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“(...) Súpose que dicho petitorio estaba compuesto por dos exposiciones
avaladas por las firmas de familiares de desaparecidos, incluidas en cinco
voluminosas carpetas. Una de ellas –con 6700 firmas– pide la inmediata
derogación de la ley 22.068, sobre desaparecidos, y la otra –con 39.000–
según se dijo– aboga por la libertad de muchos detenidos especiales y por la
vigencia de los derechos humanos”.
“(...) Tras afirmar que la subversión que nos ensangrentó hoy recorre el
mundo acusando a nuestro país, ocultando que fue la ejecutora de los hechos
criminales que obligaron a la intervención de nuestras Fuerzas Armadas y que
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el luto y el dolor sólo fue padecido por las víctimas de las bandas, dice el MIA
que ` deploramos las pérdidas de vidas de cualquier sector, pero –recalca–
sostenemos que vulnera a la justicia el que pretenda juzgar al que ha ejercido
su legítima defensa y no al que desencadenó la guerra y asesinó incluso a
niños para tratar de lograr sus propósitos´”.
“(...) En una nota dirigida a la CIDH señala que la entidad no puede dejar de
hacer oír su voz, cuando fue precisamente la clase trabajadora y en especial,
sus dirigentes gremiales, quienes tanto sufrieron ante la avanzada terrorista
que se había enquistado en el país, cobrando sus víctimas entre las filas de los
que, con su esfuerzo, buscaban engrandecer a la Patria.
“Y luego señala: `Es hora de que comprendan todos aquellos creadores de
fantasías, que el pueblo argentino valora y aprecia la tranquilidad, reconoce el
orden y está satisfecho con la libertad que hoy vive en el país´”.
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“Hechos y tendencias
“Argentina paradójica: en las horas de mayor interna por hechos suscitados
en torno de la visita de la CIDH llegaba al país el primer contingente de
refugiados indochinos dentro de un programa supervisado por las UN. Por un
lado, la Argentina investigada; por el otro, la tierra promisoria de quienes
escaparon de al persecución comunista.
“Argentina indignada y Argentina perpleja. Por un lado la reacción colérica
a raíz del documento por el cual los dos miembros del Consejo Nacional del
PJ sentaron por igual en un banquillo de acusado sentaron por igual al
terrorismo y al gobierno de las Fuerzas Armadas que, en una guerra abierta
por esas bandas derrotó a la subversión. Por otro lado, la duda y a la
incertidumbre, la cavilación intensa acerca de la procedencia de los estímulos
e incitaciones externos al peronismo e incluso al país que pudieron haber
contribuido a gestar la declaración firmada por Deolindo Bittel (...).
“El contraataque oficial
“El gobierno lo contestó de inmediato con fuerza pero con cautela. Desde el
miércoles ha quedado abierto un período en el cual el peronismo deberá
aguantar un intenso chubasco. Es un periodo en el que se recordarán
vívamente sus responsabilidades históricas en el ejercicio de la violencia en el
país. No sólo desde el asesinato del militar ilustre que fue el también general
Aramburu, sino también desde mucho antes. Se les recordarán las muertes y
las desapariciones de obreros en las huelgas de fines de los años 40; en fin, se
le imputará a Perón haber dicho en los años ’50: `A los enemigos, ni justicia´.
Eso y mucho más. Y si se advierte que la celebración de un nuevo aniversario
de la Revolucionario Libertadora seguirá a lo largo de una semana una
coincidencia destinada a contribuir aun más al énfasis en los sentimientos
adversos al peronismo que han aguijoneado los hechos de esta semana.
“La refutación oficial al señor Bittel exteriorizó un vigor nada común en las
habituales expresiones gubernamentales. Pero simultáneamente, esa refutación
eludió atacar de manera global al peronismo. El comunicado de la Casa
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“(...) Luego, consultado sobre los temas que abordó en Córdoba con
integrantes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, expresó el
general Menéndez: `Yo recibí órdenes para conceder una audiencia a esa
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“–Hacemos votos para que otras naciones no necesiten vivir nuestra pasada
experiencia, que tanto dolor causa en la gran familia argentina, para tomar
conciencia de que las condiciones en que se desarrolla la agresión marxista
contra los valores espirituales de Occidente”.
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“(...) `Han visitado nuestras cárceles, han conversado sin restricciones con
los internos, se hicieron presentes en los juzgados y en las organizaciones
policiales, han recorrido las instalaciones militares que desearon´.
“`Mentiras infames como la de los ‘campos de concentración’ han quedado
definitivamente sepultadas por la verdad incontrastable y comprobada´.
“(...)`El periodismo oral, escrito y televisivo del país, siguiendo las normas
de seriedad y objetividad que caracteriza a la mayoría de ellos, ha informado
ampliamente sobre sus actividades haciendo un uso racional y consciente de la
libertad de prensa que lo enaltece´.
“(...)`La República Argentina nada tiene que ocultar. Su historia y su
tradición la ubican entre las naciones más adelantadas del mundo en el tema
de los derechos humanos´.
“`Es plenamente consciente de la lucha que libró y del precio que pagó
como consecuencia de la violencia desatada por la agresión de la delincuencia
terrorista. Está racionalmente convencida de la necesidad y la irreversibilidad
de las acciones que debieron llevarse a cabo para derrotarla, y apoyó el
esfuerzo y el sacrificio de sus Fuerzas Armadas, de seguridad y policiales, que
de ellas se nutren, para que la Nación siguiese llamándose soberana y su
pueblo pudiera seguir disfrutando el inapreciable don divino de la libertad´.
“`La República sabe que el costo ha sido alto. Comprende el dolor de los
afectados por la agresión violenta, no rechaza el justo reclamo y siente
cristiana piedad por los que erraron el camino de la verdad y la justicia. Pero,
al mismo tiempo, denuncia con indignación a quienes no vacilan en hacer un
manejo político espurio del dolor legítimo y a quienes pretenden obtener
réditos personales o sectoriales de la visita, con fines inconfesables y
antinacionales, tergiversando los hechos y deformando la realidad´”.
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Verbitsky, Horacio, Doble juego: La Argentina Católia y Militar, Ed. Sudamericana, Bs.As. 2006. En la
pág. 411, el periodista afirma que La semana política era escrita en forma regular por José Claudio Escribano.
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“La Corte firmó su sentencia el martes de la semana anterior (...) ¿Por qué la
Corte se pronunció en el asunto trascendencia política más delicada que tenía
en sus manos justo cuando se hallaba en el país la CIDH? Es lo que se
preguntaron los abogados, los políticos y los militares. ¿Por qué incluso, no
hubo en algún nivel del Poder Judicial un guiño, por decirlo así, advertidor a
los otros poderes, de la sentencia que se avecinaba?
“No hay una explicación política; ha ya nada más que una explicación de
juristas netos. La información de la Junta Militar es que la Corte, teniendo en
sus manos el asunto Timerman, no quiso resolverlo antes de la llegada de la
CIDH con el fin de no aparecer como tratando de ganarse la simpatía de los
visitantes. Tampoco quiso resolverlo deliberadamente después que se hubiera
ido la CIDH, en este caso para que nadie interpretara que lo hacía virtualmente
bajo presión psicológica (...)”.
“(...) Uno de los motivos de la afligente pero superada cuestión militar fue,
en definitiva, una cuestión que no tomaron ni el Ejército ni el Presidente por
sus exclusivas responsabilidad, sino la Junta Militar: la medida de actuar el
pronunciamiento por el cual la Corte Suprema dispuso se pusiera en libertad al
ex director de La Opinión. Por más de una razón son comprensibles las
emociones que sacudieron el espíritu militar frente al hecho que, después de
todo, concluyó con la exclusión y pérdida de la ciudadanía de Timerman,
ahora ciudadano israelí. Pero no se ve razonablemente qué podía esperarse,
por un lado, de la Corte Suprema cuando un consejo de guerra –tribunal de
conciencia, tanto o más que de derecho– antes había cerrado el caso sin
aplicarle a Timerman sanción alguna; y, por otro, qué podía esperarse de la
Junta Militar cuando la afirmación del orden jurídico, que empieza por el
respeto de la majestad judicial había sido enunciada hasta aquí como uno de
los objetivos más nobles por alcanzarse en este proceso militar iniciado hace
tres años y medio.
“(...) No queda sino un llamamiento. No hay un solo esfuerzo que merezca
ser realizado; no hay una sola gota de sangre ni una lágrima que puedan
derramarse fuera de lo que la patria necesita todavía de concentrar sus fuerzas
y su inteligencia tanto en la derrota definitiva de la subversión que acaba de
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“(…) Disentir contra los mecanismos del aparato represor instalado detrás
de la Cortina de Hierro implica sumarse a la lista de silenciados en las clínicas
psiquiátricas (...).
“Si es hora de pregonar la defensa universal de los derechos humanos, la
Unión Soviética ofrece un incontable muestreo de injusticias que vulneran la
dignidad, la identidad y la moral de quienes caen en desgracia por haber
profanado férreos límites de la obediencia y el sometimiento forzado. Sí, ya es
hora de sumarse a las voces disidentes que, en la Unión Soviética, desentonan
el sectario palabrerío insensible del Kremlin. En defensa de los derechos
humanos”.
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malevolente del cual son destinatarios directos. Por mayor que sea la actitud
de un hombre para afrontar a pie firme los actos del terrorismo, es
inimaginable un ser a quien no puedan conmover aunque fuera un mínimo
grado la saña contra él o el efecto psicológico que un hecho de la naturaleza
de lo ocurrió ayer está en condiciones de suscitar en su grupo familiar o entre
sus colaboradores.
“Además, hay una cuestión pública que interesa interpretar. ¿Por qué el
blanco de estas tropelías es el equipo económico? Desde el punto de vista
militar, es decir de parte de las instituciones que retienen el poder político de
la república, resulta indispensable examinar con pulcritud el fenómeno. Nada
sería más descorazonante para quienes a riesgo de su vida y de sus familias
perseveran en la función pública que cualquier expresión proveniente de otros
sectores oficiales por la cual se tuviere la sensación –aunque engañosa–de que
se encuentran aislados.
“Sin duda, la dirección económica no ha conseguido todavía que su acción
fructifique en resultados cuyo éxito sea perceptible en las franjas más vastas
de la ciudadanía. Esa puede ser una de las razones –si es que cabe raciocinio
en la cabeza de quienes actúan como bestias– que han decidido la elección del
blanco. Otra razón conjeturable es la evaluación de que la caída de este equipo
por factores de origen no militar sería un hecho de tal gravedad institucional
que podría marcar por sí solo el comienzo de la debacle del proceso político
inaugurado hace 44 meses.
“Esto es tanto como decir que el blanco seleccionado no es sino el
instrumento de una empresa cruel orientada a un objetivo supremo: la derrota
del Proceso y de las Fuerzas Armadas. Después de todo, cualquiera sea la
interpretación, el balance señala daños en múltiples terrenos; entre otros, en el
de la seguridad individual y colectiva”.
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“El tajo
“Sólo la Revolución Libertadora se atrevió a ir casi tan lejos en la voluntad
de poner límites a la omnipotencia sindical. Pero los militares de hoy tienen
que remover todavía más piedras que los de ayer para conseguir igual
objetivo. Además, enfrentan el fantasma de la subversión izquierdista, que en
la década del ‘50 no pasaba de un problema teórico.
“El sable militar vaciló largamente antes de dar el tajo que cortó en la
cuestión sindical con el pasado. Tan ardua es la empresa, que hay quienes
piensan que mientras no se conozca la reglamentación de la nueva ley es
anticiparse un poco a las cosas decir que ha comenzado una nueva época (...).
“Los riesgos
“Difícilmente se hubiera llegado a esta ley sin los excesos sindicales de
1973 a 1976. Los sindicalistas peronistas se cavaron su propia fosa política y
han empujado a los militares a una decisión con riesgos. Pero entre el
inmovilismo y los riesgos, han optado por estos últimos, ante la evidencia
elocuente de los males del pasado.
“El riesgo es que por vía de fracturar la concentración de un enorme poder
político y económico en pocas manos se llegue a una atomización que
contribuya en favor de la penetración y afianzamiento de la izquierda en el
campo sindical (...).
“Los militares están advertidos y el hecho de que no se hayan detenido en la
decisión de cambiar radicalmente las cosas en el campo sindical, señala un
nuevo fracaso de los viejos sindicalistas del peronismo. Han fracasado hasta
aquí en la intención de presentarse como una oposición de hierro frente a la
extrema izquierda, porque los militares –y no pocos civiles– tienen el
convencimiento de que si no hacen nada por cambiar en nada la situación
anterior, el país volverá a paralizarse y a quedar igual, a la larga, a merced de
la subversión.
“Dos discursos
“Tanto el discurso en Córdoba del comandante en jefe de la Fuerza Aérea
como el que dijo el jefe del Ejército, coincidieron en que la lucha contra la
subversión no ha terminado. Es ése un punto vital en el cual la doctrina militar
no ha sido siempre uniforme. La tendencia ha sido la de afirmar uno u otro
matiz según la inmediatez de hechos terroristas de extrema gravedad o según
el transcurso de periodos prolongados sin sobresaltos.
“El discurso del brigadier subrayó que la guerra mal podía haber terminado
cuando la subversión no ha sido más que un fenómeno local dentro de una
operación internacional de dimensiones gigantescas. Es decir, que los
Montoneros, o quienes fueren, constituyen no más que piezas de una facción
sin autonomía propia. Como organización subversiva radicada en el país fue
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“Derechos humanos
“(...) La cuestión ha tomado un punto crucial en sus concomitancias
externas.
“(...) La Comisión de la UN (lo trataría) hacia fines de febrero, y la CIDH a
comienzos de marzo.
“(...) Si el peso instrumental del informe de la CIDH cayera ya mismo sobre
el platillo de la UN enseguida se invertiría la perspectiva.
“La diplomacia
“(...) Por más que la cuestión de los derechos humanos esté en el primer
plano de la atención internacional (...) es, sustancialmente, un asunto de orden
interno. Y no sería oportuno apreciar que la salud de la Nación ha de
remediarse por la eficacia de la diplomacia; la comprensión y el juicio
externos, quizás sí, en la medida de lo razonable”.
“Nuevamente el terrorismo
“(...) Alentada por Perón cuando hizo de ella un grupo de compañeros y
apostrofada por él, en el instante en que la relación era peligrosa para su
estabilidad en el poder, la subversión se caracterizó por intentar frenar todo
proceso de convivencia. Sus objetivos más específicos fueron el de irritar a las
Fuerzas Armadas para que éstas, en defensa de las vidas y patrimonio
nacional, adoptasen medidas de fuerza. Creyeron que contaban con consenso
popular a fin de transformarse en la `vanguardia armada´ que conquistaría el
poder por la violencia. Se equivocaron a un precio demasiado elevado como
para merecer el olvido o el silencio. Estos arsenales descubiertos demuestran
que sin aprender la lección intentaban reincidir mediante su aparición en el
momento en que habría anuncios e instrucciones de tipo político.
“Con un pueblo que no comparte los medios ni los fines de ese nihilismo
nefasto, el terrorismo no pudo postularse al frente de ningún movimiento. Está
solo en el ejercicio sistemático de la violencia. Pero carece de sentido político,
de ubicación histórica. No existen los `ideales extremistas´. Están las acciones
de la subversión y los intentos de explicación por parte de sus `ideólogos´.
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“La nómina de las desinteligencias entre nuestro país y los EE.UU. incluye
cinco puntos importantes: a) la visión manifiestamente defectuosa que el
Departamento de Estado tiene de la guerra que se ha librado en nuestro país
como consecuencia de la respuesta nacional al ataque del terrorismo; (...) d)
disposiciones discriminatorias hacia la Argentina en materia de venta de armas
(...)”.
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“Ardua tarea
“Ha quedado concluida esta semana la redacción preliminar de la
contestación del informe de la CIDH.
“(...) Pero el apartamiento y la postergación de los efectos del informe de la
CIDH pueden tener ahora un nuevo condicionamiento en el juego del tiempo
por otra emergencia; el informe del departamento de Estado al Congreso de
los EE.UU. sobre la situación mundial en materia de derechos humanos
cursado el último día de enero, de muy próxima divulgación.
“Esta información, no obstante puntualizaciones negativas para nuestro país,
tendrá una apreciación favorable en cuanto a la evolución del problema y por
lo tanto a la tendencia prevaleciente con vista al futuro. Es decir, algo que se
aspiraba a obtener de la CIDH.
“(...) De cualquier forma debe verse como muy difícil la posibilidad de que
el informe final de la CIDH pueda satisfacer a la Argentina (...)”.
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“(...) ¿Será acaso excesivo pedir que los gobernantes mediten más las
decisiones en las cuales están en juego los vínculos de su país con los demás?
No es pedir demasiado que los gobiernos comprendan que la defensa de los
derechos humanos consiste más en garantizar la vida de las personas que en
dejar el campo libre a la acción homicida de los grupos facciosos
erróneamente tenidos por liberadores cuando no son otra cosa que verdaderos
delincuentes contra la humanidad”.
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“Las Fuerzas Armadas han querido evocar el cuarto aniversario del Proceso
que emprendieron como esenciales protagonistas el 24 de marzo de 1976 y lo
hicieron con la mayor sobriedad mediante una declaración tan desprovista de
rencores como de autoelogio en la cual resulta necesario subrayar ante todo
que la afirmación o, mejor dicho, la reafirmación de que los hechos de hace
cuatro años no pueden ser considerados un triunfo sino apenas el punto de
partida de un largo camino”.
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trató a Videla con todo respeto; aún cuando se imponía algún límite para
coincidir con él respecto de que en la Argentina había “libertad”:
“(...) Nada ha favorecido más en los últimos meses a la gestión del gobierno
militar que los giros producidos desde principios de año en la política
internacional. En virtud de esos cambios, los EE.UU. han comenzado una
política de revisión de sus actitudes hacia países amigos como la Argentina.
Paralelamente se han notado los esfuerzos de otros Estados vinculados con el
nuestro a fin de llevar a mejores términos las relaciones comunes. Los casos
de Italia o Alemania Federal merecen en ese punto una mención especial (...).
“(...) El Presidente refutó denuncias de origen externo acerca de una
supuesta negación de la libertad para disentir en la Argentina. El teniente
general Videla dijo que `hay plena libertad´. Lo que no puede discutirse es que
el país se desenvuelve con un grado de libertad razonable dentro de las
posibilidades que brinda un régimen de excepción”.
“Si se observa que el vandalismo terrorista tiene como objetivo directo a los
países occidentales, mientras que en los llamados `países socialistas´ la
violencia es monopolizada por el Estado, resulta fácil determinar a quién
favorece la política de terror que suele ser enmascarada con rótulos tan
seductores como el de `lucha por la liberación nacional´. Incluso, ideólogos de
la ultra izquierda llegaron a la sutileza de distinguir entre el terror represivo y
el terror liberador. Aunque, lamentablemente, las víctimas del terrorismo, que
son las que debieran opinar en primer término, muy pocas veces quedan en
condiciones de transmitirnos la naturaleza del distingo”.
“Con optimismo
“(...) El avenimiento con los EE.UU., con el Brasil, y con el grupo Andino,
ha abierto perspectivas novedosas y en principio plausibles, mientras se
advierte una contención de contingencias desgastadoras como las cuestiones
por los derechos humanos, aún cuando está pendiente el muy delicado asunto
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humanos sólo a los violentos, lo que era una falacia; y por el otro, negaba una
afirmación que el propio diario sostenía desde enero:
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comprensiva. Para las cosas fueron de una manera tal que la defensa legítima
del Estado agredido, de la nación mancillada por la subversión, no podía
efectuarse con requiebros versallescos. Los agresores eligieron el terreno y los
métodos que practicaron constituyeron una befa a la dignidad de las personas.
Si la reacción resultó vigorosa y honda, no alcanzó ni con mucho la media
excedida de los conspiradores.
“La CIDH ha preferido ser un fiscal y no el juez que pudo haber actuado. Ni
`mansos ni de buena palabra´. Los argentinos no pueden ver en sus integrantes
y en quienes los apoyen, sino gente hostil (...). La respuesta dada por el
Gobierno lo puntualiza con claridad e invalida las consecuencias del informe,
documento que rezuma una total incomprensión. No es justificativo el no
percibir la realidad ni una excusa, apenas explicación para la opinión pública
de la criticable conducta de la CIDH.
“La ciudadanía nacional acompañó la acción de defensa. Comprendió
cuanto ocurrió. Por haberlo comprendido, se siente al lado de quienes
afrontaron un muy duro deber, imperioso y difícil”.
“(...) Hemos vivido una guerra pero ya hemos salido de ella. Sabemos que
las características no convencionales de esa guerra aspiran a ser utilizadas por
aquellos que, perdedores con las armas, suponen poder cabalgar sobre los
efectos de su propia derrota a fin de enjuiciar la acción cumplida por los
vencedores. Pero el que ha vencido es el pueblo argentino. El brazo armado de
la Patria ha cumplido el deber de la defensa que, dentro de la tradición
nacional, le confía el pueblo. En la Argentina, no hay castas militares ni la alta
oficialidad es la criatura de una clase social. Basta averiguar de dónde
proviene la inmensa mayoría de los soldados con mayores responsabilidades
de mando para verificar el substrato de pueblo que otorga a sus Fuerzas
Armadas una sociedad abierta como la nuestra. Para vencer a las formaciones
subversivas, las Fuerzas Armadas tuvieron la ventaja psicológica de sentirse
parte de un pueblo, además de saberse obligadas a la defensa de la Nación.
Sería un contrasentido invocar al pueblo o a la Nación como fundamento de
una inquisición sobre lo hecho en términos militares por las Fuerzas Armadas
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“La perspectiva temporal allana, al cabo de una década, el camino hacia una
cabal valoración de los hechos relacionados con el asesinato del teniente
general PE Aramburu. Entre el demorado anuncio del secuestro, y la
revelación del crimen se vivió un tenso intervalo (...).
“Al auto identificarse, ufanos de su vileza, como miembros de un grupo
subversivo adicto al retorno de Perón, los ejecutores del crimen pusieron al
descubierto las oscuras raíces de un ímpetu de terror, proclamado en su
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“(...) Surge la necesidad de que los dirigentes asuman su papel para evitar
que el movimiento gremial se descontrole y se transforme en un campo
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“El episodio que se ventila en Italia por las acusaciones al primer ministro
de favorecer la escapatoria de un terrorista, trae a la mente recuerdos que nos
son mucho más cercanos. Italia ha ido reaccionando paulatinamente contra el
ataque irracional de la violencia gestado en el seno de su sociedad a despecho
de la convivencia y del respeto humano con la pretensión inicua de ampararse
en las garantías del mismo sistema de vida civilizado que escarnece.
“(...) La violencia se ha convertido en un fin en sí mismo contra la sociedad.
Es como un gran ataque patológico, según se la ha caracterizado en Italia
precisamente”.
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“Incomprensión, egoísmo
“El discurso del presidente Videla, el miércoles, al rendirse homenaje al
teniente general PE Aramburu, tuvo una no común doble virtud: Constituyó
una perfecta semblanza ética del ex presidente provisional, ubicado en el duro
tiempo que le tocó vivir y, simultáneamente, sirvió para que Videla efectuara
una reflexión política a propósito de una frase –amarga y lúcida– de la ilustre
figura evocada. `Le preguntaron –recordó Videla– cuál era la mayor dificultad
con que había tropezado en su gobierno, y simplemente señaló: por sobre
todo, la incomprensión y hasta el egoísmo de las clases dirigentes´”.
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“(...) La declaración que el Sr. Bittel firmó en septiembre del año pasado, a
días de la llegada de la CIDH causó consternación en el ámbito militar. Junto
con la de Bittel iban otras firmas al pie de un documento que se evaluó como
el más crítico para las Fuerzas Armadas, al cabo de cuatro años de lucha
antisubversiva”.
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“El enérgico e incontenible repudio que suscita toda acción criminal –más
aún la que lleva la marca perversa del fanatismo ideológico casi siempre
escudado en las cobardes ventajas que aseguran la fría premeditación y la
sorpresa– no debe impedir que el asesinato de Anastasio Somoza perpetuado
ayer en Paraguay abra paso a una severa reflexión acerca de la trágica
predestinación que parecería pesar sobre una vida signada permanentemente
por la violencia.
“(...) Frente a la noticia de su muerte, que conmueve al mundo, sería
imposible dejar de recordar que su nombre está indisolublemente unido a una
etapa sombría de la vida centroamericana”.
“Muerte en Paraguay
“(...) Sobran motivos para seguir desde la Argentina hasta en sus más
mínimos aspectos la investigación que se hace en el Paraguay en torno del
asesinato del ex dictador de Nicaragua, Anastasio Somoza. No hay dudas de
que ha habido una confabulación internacional (...) y hacia la cual han
confluido dos aportes de entraña argentina: 1) la del aparato Montoneros
subsistente en el exterior y caracterizado por la estrechez de sus vínculos con
los elementos más radicalizados de la Junta revolucionaria de Nicaragua y 2)
la de los elementos aislados que restan del desaparecido erp y obran en
sucesos como el de Asunción casi como mercenarios de singular aptitud por
su elevada profesionalidad terroristas.
“En definitiva, el extraordinario ejercicio de la violencia terrorista y
subversiva en la Argentina posterior a medidos de los años 60, ha terminado.
Si cabe decirlo, nuestro país se halla colocado no sólo en el papel de un
exportador de know-how en tan tenebrosas materias sino también en cuanto a
las formas y métodos más eficaces para contrarrestarlas”.
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“(…) Cierto es que no hay autoridad más fuerte que la que se ejerce por
imperativo del deber moral. De ahí que actualmente y en nuestro país, rescatar
ese contenido para la organización policial debe ser un empeño prioritario, tal
cual lo sugieren reflexiones oficiales. Es comprensible que ninguna institución
de la República haya podido sustraerse a los efectos de lo que con tanta
justeza quedó definido como `guerra sucia´. Más aún si se ha tratado de
quienes, desde el primer instante del terror, tuvieron por responsabilidad
hacerle frente con tan pesado y notorio sacrificio. La certeza de que ha sido así
tiene su testimonio en la credibilidad pública, pero ello no debe ser
justificación para que se deje de “insistir prioritaria y obsesivamente”,
utilizando la propia expresión oficial, en la necesidad de recuperar con
plenitud este imprescindible instrumento del orden justo”.
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“`Soy un portavoz de los que no tienen voz´, señaló ayer el premio Nobel de
la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, durante una conferencia de prensa realizada en
la sede de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, en cuyo
transcurso se refirió a la situación política del país, el silencio oficial ante los
reclamos de las madres de desaparecidos y la labor que se desarrolla a favor
de los derechos del hombre. Se hallaban presentes en la reunión el presidente
de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, Eduardo Pimentel; el
vicepresidente, doctor Augusto Conte McDonald, y el secretario, coordinador,
señor Jaime Schmiedgel; los ex senadores peronistas Vicente Leonides Saadi,
Alberto M. Fonrouge y Armando Caro; el ex subsecretario de Justicia, doctor
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“`La importancia del Premio Nobel de la Paz a Adolfo Pérez Esquivel radica
en que el mundo tendrá ahora una idea clara del problema de la violación de
los derechos humanos en la Argentina´, declaró a EFE Jacobo Timerman, ex
director del diario La Opinión, de Buenos Aires.
`Es la primera vez, creo, que en la historia de los premio Nobel, se entrega el
galardón de la paz a un periodista, por su trabajo como periodista´, señaló
Timerman a EFE.
Pérez Esquivel, recordó Timerman, dirigía una revista católica en la
Argentina dedicada a la lucha por los derechos humanos”.
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combatir contra ella con eficacia rotunda. En los extremos en que fuera
planteada la urgente, necesaria y justa represión de los desmanes que tantas
víctimas inocentes causaron, es posible la existencia de errores y
extralimitaciones. Estos pudieron llevar a Pérez Esquivel a una protesta
susceptible de ser sincera aunque no siempre acertada.
“De todos modos, los fundamentos invocados por el Comité Noruego
ayudan a suponer que en futuras distinciones podría acordarse el premio
simbólicamente a quienes resultaron muertos, sufrieron heridas físicas o
lesiones morales por la actividad criminal del terrorismo. De esta manera, la
innegable trascendencia de la recompensa sería ejemplificadora y serviría de
reparación en cierto sentido para las personas o países que fueron sus
víctimas.
“En nuestra historia y en el período al cual ha hecho referencia el organismo
concedente figuran el teniente general Aramburu, los generales Juan Carlos
Sánchez y Jorge E. Cáceres Monié, Cesáreo Cardozo, Carlos O. Actis, el
teniente coronel Larrabure, el capitán Viola y una larga lista de militares de las
tres armas, de empresarios, dirigentes laborales y personas ajenas a toda lucha
política. Todos ellos perecieron por ataques de los grupos subversivos y las
“formaciones especiales”. Su memoria reclama justicia, la cual, en forma
póstuma podría concretarse tal como se enuncia o de alguna manera
semejante.
“(...) Determinaciones como las que confiere un lauro a un conciudadano
argentino constituyen una oportunidad para expresar que en nuestro país se
desea la integral vigencia de los derechos humanos sin que ello signifique
ponerle color político o ideológico a una protesta. Para ser ella efectiva y
auténtica habrá de ser universal, sin retaceos de sector o fracción.
“Nadie puede eludir su solidaridad con la no violencia y en esa corriente de
opinión cabe congratularse de la designación comentada. Ella muestra que por
dos veces la Argentina ha suscitado por obra de uno de sus hijos la atención
mundial con una invocación a la conciencia responsable del hombre”.
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“El Centro Británico del PEN Club Internacional (…) afirma que en los
últimos “diez años de lucha interna en la Argentina, 70 escritores y periodistas
de ese país han desaparecido y se estima que unos 30 están encarcelados”.
“(…) Quienes por estar vinculados con los grupos extremistas debieron
abandonar el país simulan ser los voceros de una democracia que fueron los
primeros en conculcar. Con las metralletas y las bombas de plástico,
contribuyeron a crear condiciones determinantes de una represión por ninguno
desconocida pero que no los convierte en víctimas `inocentes´ y en adalides de
una libertad que utilizaron para sembrar el caos y la violencia.
“(…) Los auténticos escritores argentinos, que trabajan sin el apoyo
brindado a sus servidores por el terrorismo internacional continuarán, en su
patria, la no fácil tarea de construir una cultura sólo destinada a adquirir
sentido en el contexto de la democracia estable que desea la mayor parte de
nuestro pueblo”.
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“(…) Carter se deslizó más debajo de lo que una nación con dignidad está en
condiciones de admitir. En ese sentido, la elección es una respuesta que
alcanza a toda la estructura de los demócratas, arrastrada por el populismo y
las concesiones al extremismo internacional”.
“(…) Durante años, una comisión de generales estudió (…) las secuelas que
pudieran haber quedado en el Ejército tras las actividades de los tenientes
1ros. Francisco Julián Licastro y José Fernández Valoni.
“Ambos eran oficiales cuando se produjo el grave fenómeno subversivo que
se conoce ordinariamente con el nombre `cordobazo´. (…) Licastro sostenía
que `la patria´ estaba en las barricadas desde las cuales se pretendía que
Córdoba ardiera en fuego revolucionario.
“(…) Valoni sostuvo en 1973 que `los jóvenes de las Fuerzas Armadas no se
prestarán a nuevas aventuras, inmovilizarán al Partido Militar y estarán junto
al pueblo´.Se refería a la generación de los actuales capitanes, mayores y
tenientes coroneles, hoy veteranos de una guerra contrarrevolucionaria en la
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que enfrentaron a las que tal vez hayan sido las organizaciones subversivas
numéricamente más fuertes y mejor entrenadas y armadas de Occidente (…).
“Lo que está fuera de dudas es que las razones de los (30) retiros (forzosos
de oficiales) son (…) ajenas a las dos hipótesis especulativas en medios
políticos: a) que se trataba de desentendimiento político con la conducción del
Ejército; b) que se trataba de situaciones muy delicadas derivadas de una larga
y sacrificada lucha llevada a través del peso del Ejército contra la subversión”.
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Pero puede ocurrir que los derechos humanos estén amenazados por
individuos singulares, por grupos políticos, etc.
“Hay Estados que niegan los derechos humanos aunque hayan firmado todas
las declaraciones (…).
“¿Se tiene derecho a lo imposible? ¿Puede hablarse de un derecho a la
prosperidad antes de la prosperidad?
“Propuse un instrumento práctico de medida que consiste en responder a tres
preguntas: 1) ¿Qué puede hacer?; 2) ¿Qué no puede hacer?; 3) ¿Qué me
pueden hacer? (no hay que pensar únicamente en el poder del Estado, sino en
la situación total concreta en que se vive en cada país, época, situación).
“La respuesta sincera a estas preguntas daría una imagen bastante precisa de
la libertad y los derechos humanos en cada sociedad (…)”.
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“Oslo, 10.- En ceremonia que contó con la presencia del rey de Noruega, el
argentino Adolfo Pérez Esquivel recibió el PNP. En 1936, la alta distinción
fue otorgada a Carlos Saavedra Lamas”.
“A partir de ahí, el periodista relataba la historia de los otros dos nobeles
argentinos Afirmaba que `es interesante la historia del Nobel´, dedicaba el
tercer párrafo al rey y el cuarto al aula con pinturas de E. Munich, para recién
continuar con la información en las páginas 4 y 5, con dos nots tituladas:
PEREZ ESQUIVEL RECIBIO EL NOBEL DE LA PAZ y EL REY OLAV
ENTREGO EL PREMIO. En la primera parte, hablaba del sol; de que cuando
entra el rey, no debe aplaudirse y recién allí pone el primer dato relevante al
destacar que los diplomáticos argentinos estuvieron “ausentes”. Tras citar a la
orquesta filarmónica, reproducía parte del discurso del presidente del Comité,
y en la sexta columna podía leerse:
“Habló del fuerte compromiso de APE por los derechos humanos y por los
métodos no violentos, ubicado en el contexto de la situación especial que se
desarrollaba en la Argentina. Habló de su arresto sin acusación. Añadió que no
fue interrogado y que por lo demás, APE no cuenta cómo fue tratado en la
cárcel (…).
“(…) El texto subsiguiente del discurso tiene dureza enjuiciadora.
Gradualmente añade elementos que conceden sombrías tonalidades al cuadro
argentino y, de allí, extrae conclusiones para luego mostrar a Pérez Esquivel
en posición inconmoviblemente firme y como partidario de amplias reformas
políticas y sociales. Repitió palabras de Esquivel denunciando la represión de
cualquier clase, el asesinato de generales, coroneles y miembros de las
familias de militares: `no tenemos relación con grupos armados y actuamos
mediante la no violencia evangélica´.
“Habla Pérez Esquivel
“El tono estuvo dado, nuevamente. En suma, sin atenuaciones, riguroso en el
juicio (…).
“Había llegado el momento de su discurso (…) Fue el suyo un juicio global
sobre la violencia, los sistemas políticos y económicos creadores de
injusticias. Suerte de sermón laico, despojado de aristas, y al mismo tiempo
requisitoria sobre el plano social. Su llamamiento para `construir una sociedad
con las manos abiertas, fraternas, sin odios, sin rencores para alcanzar la
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“En una plaza, dijo algunas palabras, estaba estacionado un auto policial. El
Premio Nobel se acercó y estrechó la mano de los policías”
“(…) Nada fácil es desligar esta presencia de la visita de otra comisión –la
CICH (sic)– cuya actividad en territorio argentino generó muy lógicas
protestas por parte del Gobierno que epilogaron en un largo y enojoso debate
en la Asamblea de la OEA. Por cierto, sería un error equiparar una y otra
situación o prejuzgar sobre la forma en que se conducirán los enviados de la
OIT, aunque no está de más y es harto prudente formular algunas
consideraciones. La OIT no viene a investigar ya que esto no sería juicioso
aceptarlo.
“(…) Es de lamentarlo, pero la verdad y la justicia no suelen correr como
asociadas básicas de las determinaciones y decisiones de tales organismos.
“Los EE.UU. han venido practicando una estrategia caracterizada por la
búsqueda de aliados para combatir y poner obstáculos al control comunista en
la OIT (…).
“Quien mire con objetividad estos enfrentamientos en el seno de la OIT no
podrá entender porqué han de enviarse misiones más o menos inquisitoriales a
nuestro país. El que se sienta tocado por esa inquietud deberán interrogarse
acerca de cuáles serán los medios de los que se valdrán los observadores, a
quienes entrevistarán y con qué cartabones evaluarán las situaciones anteriores
a 1976, las connivencias de facto con el terrorismo y el contraterrorismo,
especies la una y la otra de dos quehaceres coincidentes en su espíritu
nihilista, que se tradujo en muchas muertes”.
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“(…) por quinto año consecutivo los militares ejercieron el poder sin
amenazas de ser desbordados por una oposición que no sólo vacila en
calificarse de tal, sino que todavía actúa abrumada por el peso de la situación
de desquicio general que precedió al pronunciamiento de marzo de 1976. Pero
nada de esto ha sido aprovechado por los militares a fin de echar las bases
prácticas que posibiliten, a través de una nueva fuerza política, la continuidad
por medios civiles del proceso que lleva cinco años (…)”
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1981
Este año marcó una cierta apertura, dada por el recambio en el Poder
Ejecutivo. Roberto Viola sucedió a Jorge Rafael Videla, y su ministro del
Interior Horacio Tomás Liendo reemplazó en la cartera política a Albano
Harguindeguy. Comenzó el diálogo político, si bien se estableció que Viola
gobernaría hasta 1984, y que tal vez ese año sería sucedido por otro militar.
A pesar de que la cuestión de los derechos humanos había tomado
preponderancia desde la concesión del Premio Nobel de la Paz a Adolfo Pérez
Esquivel, a fines de 1980, el presente año estuvo marcado por los vaivenes de
la vida económica, hecho que La Nación difundió en sus portadas, al igual que
hizo con varios acontecimientos internacionales. En el orden político, la
situación procesal de María Estela Martínez de Perón, detenida desde su
derrocamiento en marzo de de 1976, tuvo preeminencia a lo largo de este año.
Con todo, 1981 significó un cambio de paradigma en la mirada exterior
sobre la cuestión de los derechos humanos. El republicano Ronald Reagan
sucedió al presidente James Carter en Estados, y con él llegó al poder una
nueva visión del tema, centrada en profundizar el diálogo, más que en el
enfoque agresivo que la administración saliente tuvo hacia los gobiernos
dictatoriales del Cono Sur.
En los días previos a la asunción de Reagan, La Nación definió su posición
sobre este último aspecto. El 14 de enero publicó en página 10, un editorial
titulado VISITA DE LEGISLADORES NORTEAMERICANOS, a propósito
del arribo al país de una delegación de congresales norteamericanos, un hecho
que retrotrajo al sentimiento crítico de la prensa argentina en ocasión de la
visita de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, 15 meses atrás.
En el artículo generó discurso al insistir en la no injerencia extranjera en
suntos internos:
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“Una vez más se tratará en un foro internacional un tema que atañe a nuestro
país a causa de la situación a la que fue llevada por las campañas subversivas
organizadas con la conducción de quienes nada tienen que hacer en el campo
de la democracia.
“(...) Bastará no haber olvidado cuanto fue ocurriendo entre nosotros desde
fines de los años 70123, para comprender cabalmente la dimensión de una
guerra interior desatada sin escrúpulos ni fundamento, definida dentro de un
nihilismo absurdo. En suma, uno de los pasos dados por la agresión terrorista
internacional estrellándose ante la decidida acción del gobierno argentino, que
en marzo de 1976, asumió la carga de reconstruir un Estado en tren de
liquidarse ante la ineficiencia e incumplimiento de sus deberes por quienes lo
conducían entonces.
“(...) Será preciso desbrozar las falsedades y exageraciones, la mendacidad
sistemática con que se presentan los hechos en detrimento de la sociedad. (...)
Requieren ser explicados, y, en ese sentido, podemos decir que así se ha hecho
a propósito de la guerra sucia declarada contra la Argentina.
123
Textual en la nota editorial. La referencia posterior, en el mismo párrafo, al gobierno asumido en marzo de
1976, da la impresión de que se trata de un error y que se tipeó 70 en vez de 60.
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“(...) De todas formas, está bien que el país acepte el debate como en su hora
aceptó incluso la visita de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
La validez universal de las cuestiones que conciernen a los derechos más
elementales del hombre está por encima de cualquier frontera. Es sobre la base
de razones tan vigorosas que el mundo libre se interesa y lucha
permanentemente por la suerte de los pueblos a los que el comunismo oprime,
a pesar de que este oponga al éxito de esa lucha el escudo de ser tal opresión
`una cuestión interna´”.
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decir que se violan derechos: esa es una terminología de paz. ¿Qué nación en
guerra –en la historia de la humanidad- puede decir que respetó total y
absolutamente los derechos humanos? Pero gracias a Dios, esto pertenece ya a
un pasado doloroso, que todos queremos y debemos superar. El tiempo es el
elemento que curará y cerrará muy lenta y dificultosamente las heridas y
borrará sus secuelas”.
Días antes de asumir el mando, Viola viajó a los Estados Unidos, donde se
entrevistó con las principales autoridades. Allí, ante cada consulta sobre los
derechos humanos en la Argentina, insistió con su teoría de una guerra en la
que “es incorrecto decir que se violan derechos”. El viaje de Viola fue
comentado por el corresponsal Enrique Ardissone, quien generó discurso al
realizar este balance de la visita a Washington, el día 19 de marzo, en la
página 18:
“(...) A pesar de que el futuro presidente dio una explicación sobre las
razones por las cuales resulta muy difícil dar una lista de desaparecidos, el
Washington Star, en su edición de ayer, señala que el Teniente General Viola
`podría publicar, en un gesto de buena voluntad hacia los grupos
`derechohumanistas´, una lista de las 7 mil a 10 mil personas que
desaparecieron durante la guerra sucia contra los terroristas de extrema
izquierda´”.
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Ese mismo día 26, en la última página del diario, la 18, se reseñaba el
balance de Albano Harguindeguy, saliente ministro del Interior. La cuestión
de los derechos humanos era resaltada aparte, en un recuadro titulado
DESAPARECIDO: “NO TENEMOS LA SOLUCIÓN”, donde se
reproducían en forma textual sus palabras:
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Así como el diario publicó una noticia donde en forma subrepticia se tocó el
tema del secuestro y desaparición de una persona, y lo hizo en la última
página, la visión de aquellos que hablaban de la agresión subversiva y
justificaban la respuesta del estado era tratada con preeminencia. Así quedó de
manifiesto en una solicitada del 9 de mayo, en la página 3, de la agrupación de
Familiares de Muertos por la Subversión (FAMUS), bajo el título LOS
FAMILIARES DE LOS MUERTOS POR LA SUBVERSIÓN A LA
OPONIÓN PÚBLICA. Al final de la misma se especificaba que esta “ha sido
solventada por los familiares de los 2.500 muertos asesinados por la
subversión”:
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“El general (R) Ramón J. Camps señaló ayer que el ex director del diario La
Opinión, Jacobo Timernam, `está jugando ahora con intereses marxistas, de
los que forma parte´, para tratar de `reducir el margen de maniobra de la
Argentina, debilitarla y desestabilizarla.
“(...) El militar dijo que había ordenado la detención de Timerman por su
vinculación con la subversión en el aspecto económico, `por ser socio de
Graiver y por la apología que, a través de su diario, hizo del terrorismo´, y
recordó que David Graiver `administraba en ese momento una parte de los
fondos de los Montoneros, calculada en 17 millones de pesos´.
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Graciela Mochkofsky sostiene, en su biografía de Jacobo Timerman, que el texto titulado “Anda a cantarle
a Gardel”, publicado sin firma, fue obra de José Claudio Escribano. A propósito de la aparición de Preso sin
nombre, celda sin número, afirma que “en las redacciones argentinas, su éxito resultaba insoportable. Tanto
que José Claudio Escribano olvidó por un momento el habitual tono medido de La Nación y en julio publicó –
sin firma- un largo artículo, destemplado y violento. Se tituló `Andá a cantarle a Gardel´, y pintó a Timerman
como un cínico, un resentido social y un judío vergonzante”. Ver Mochofsky, Gaciela, Timerman. El
periodista que quiso ser parte del poder (1923-1999). Debolsillo, Buenos Aires, 2004, pág. 401.
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contra él no sean las confesiones que se han hecho públicas estos días y que le
fueron tomadas durante su detención. Tal vez se agarren, también, aunque
oblicuamente, del hecho de que el general Camps cuestionó la decisión, que
adjudicó al general Videla, de haber dado la libertad a quien hoy se pasea por
el mundo injuriando no ya a los militares argentinos, sino a la sociedad
argentina en su conjunto.
“(...) ¿Qué no hubieran dicho a estas alturas los que viven rasgándose las
vestiduras a propósito de las condiciones de libertad de prensa y de las
garantías individuales en el país de haber sido un general con menos fama de
reciedumbre quien afirmó que “el poder está para usarlo” e, implícitamente,
que no debió acatarse la decisión de la Corte Suprema de Justicia en el caso
Timerman? ¡Una decisión de la Corte designada por los militares, pero que
mucho ha hecho para ganarse el respeto de la opinión civil!
“Ya sabemos que en aquel asunto la palabra final la tuvo la Junta Militar, no
Videla; y además, en honor a la verdad, debe decirse que fue la Armada la
fuerza primera en sostener, tanto en este asunto, como en el de la detención de
la Sra. de Perón, que cuanto antes se les pusiera fin, mejor.
“(...) Solo faltaría que, con la misma agudeza con la cual se forjó la idea de
refutar a Timerman libro por libro, se piense en los nombres de los
traductores, gente de prosa experimentada, que podrían llevar bien al inglés, al
alemán, al ruso o al francés la obra por aparecer. Entonces, sí, ya no habrá
forma alguna de contener el grito que, siguiendo el dicho anónimo, popular y
colectivo, de nuestra tierra, le de este adiós definitivo entre rumores de
violines y bandoneones: `Timerman, andá a cantarle a Gardel´”.
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Así como el tema era expuesto en primer plano cuando el gobierno opinaba
al respecto, los organismos de derechos humanos tuvieron también su espacio,
pero el diario lo relegaba a las últimas páginas, como ocurrió el 16 de octubre,
cuando con el titulo de OTRO PEDIDO POR LOS DETENIDOS
POLÍTICOS, reprodujo el petitorio entregado en Casa de Gobierno por parte
de siete entidades: la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, el
Centro de Estudios Legales y Sociales, las Madres de Plaza de Mayo, el
Servicio de Paz y Justicia, la Liga Argentina por los Derechos del Hombre, el
Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos y Familiares de Detenidos
y Desaparecidos por Razones Políticas. La Nación colocó esta noticia en la
última página, la 20, y terminó resaltando los inconvenientes que la
movilización implicó, desde su óptica, para la circulación por la zona:
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Criticado en mayo por el contenido de su libro “Preso sin nombre, celda sin
número”, Jacobo Timerman volvió a estar en el centro de la escena con la
concesión del prestigioso premio María Moors Cabot, entregado por la
Universidad de Columbia.
El tema ocupó la portada de La Nación el 26 de octubre, bajo el título
OTORGAN A TIMERMAN EL PREMIO MOORS CABOT. La bajada
informaba: “Protestas de argentinos galardonados anteriormente”:
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Otra voz que adhierió fue la de Elena Mangieri de Valmaggia, viuda de Juan
S. Valmaggia, subdirector del diario:
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“(...) Nos apena el pensar que tras de todo esto, hay una ideología; que este
premio conquistado una vez más por alguien que no es merecedor de él,
constituye una burla de los principios morales y sociales.
“Es hermosa la JUSTICIA y la PAZ cuando se llega a ellas por el camino de
la nobleza y la sinceridad”.
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“(...) Opina que `el premio Moors Cabot otorgado a Jacobo Timerman el 27
del mes pasado en los Estados Unidos, no fue entregado a un argentino, dado
que el ex director del diario La Opinión cuando fue dejado en libertad, perdió
la ciudadanía argentina por expresa resolución de la Junta Militar´”.
“(...) En declaraciones formuladas para una radio local, dijo que `quien
acaba de recibir el premio Moors Cabot, cuando fue necesario derrocar a un
gobierno lo apoyó; cuando fue necesario hacer la apología del gobierno
militar, lo apoyó; cuando fue necesario apoyar a la subversión, la apoyó;
cuando fue necesario hablar de la democracia, lo hizo; cuando fue necesario
hablar de los derechos humanos, también lo hizo. Yo diría –puntualizó
Camps- que Timerman siempre hizo todas esas cosas por razones económicas.
Como punto final de todo esto – dijo –Timerman es dos pesos´”.
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“(...) A este respecto puntualizó que `ningún aspecto de los asuntos de las
Naciones Unidas ha sido más pervertido y politizado que el relativo a los
derechos humanos´, y sostuvo que los países no comunistas de América Latina
han sido el blanco de condenas en la materia, debido a que no disponen de
mecanismos de protección en las Naciones Unidas, cuerpo en cual las
sanciones se aplican a través de la acción de asociaciones ilícitas, que amparan
a los miembros de ciertos grupos.
“(...) Paradójicamente, los falsos adalides de la causa de los derechos
humanos, amén de proscribirlos drásticamente allí donde gobiernan, tutelan
las prácticas criminales y subversivas de las agrupaciones especialmente
adiestradas para asestar sus golpes destructivos y arteros contra la democracia;
es decir, contra el sistema político más adecuado para asegurar al hombre las
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“VEINTE AÑOS
“Juntamente con las condenas referidas, aplicó también penas de prisión de
20 años a Horacio Luis Romero y Víctor Hugo Gootmand, y de 13 años a
Julio Medardo Bentos Alvarez, por la participación que les responsabiliza el
tribunal superior en los hechos graves que tuvieron ejecución, por parte de la
organización subversiva a fines de 1975 y principios de 1976.
“Para el caso de Juan Luján Medaño, la cámara estableció una pena de 5
años de prisión como conclusión del análisis de sus responsabilidades
delictuosas, según se señala en una información oficial”.
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“(...) Diez vagones quemados y daños en otros cinco, en poco más de una
semana, (...) no pueden considerarse un hecho aislado. Si lo es, se convirtió en
el punto de partida para un trabajo de alteración del orden.
“(...) Una vez más se está frente a un intento de crear un estado de
inseguridad y efervescencia susceptible de ser capitalizado con fines que no
son desconocidos para los argentinos.
“(...) Un alto funcionario policial no descartó que responda a `un rebrote de
la actividad subversiva´”.
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“(...) una reciente sentencia de la Corte (...) revocó una (condena) por robo.
En el caso se comprobó que el procesado había sido torturado (...).
“El procurador consideró que se había violado el principio de que `nadie
puede ser obligado a declarar contra sí´ (...)
“La Corte, con el voto de todos sus miembros, en fallo breve pero ejemplar,
dejó en claro la importancia de los principios (...).
“Es cierto que puede decirse que a veces entran en conflicto `dos intereses
fundamentales de la sociedad; su interés en una rápida y eficiente ejecución de
la ley y su interés en prevenir que los derechos de sus miembros individuales
resulten menoscabados (…).
“La difusión de la sentencia constituye el mejor modo de instrucción cívica
(...)”.
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publicación de las listas, lo que había sido `rechazado de plano por Videla y
Agosti´”.
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“(...) Sin duda, el terrorismo tiene aún fuerzas como para seguir golpeando
en todo el mundo (...).
“La demencial violencia del terrorismo todavía es una amenaza concreta.
Pero en tanto ella no se enfrente con inclinaciones permisivas ni tolerantes es
posible mantener la esperanza de proteger a la comunidad. Algo de esto ha
ocurrido en Italia”.
“(...) Estarán por cumplirse seis años desde que las Fuerzas Armadas
asumieron el poder para combatir a la subversión y establecer las condiciones
de la estabilidad constitucional. Entre estas últimas condiciones una, esencial,
es la (...) de modificar la creciente estatización que ha llegado a frustrar los
mejores impulsos creadores de la comunidad, al presionar negativamente
sobre la iniciativa privada”.
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“Fue realizada por la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, por
la Liga Argentina por los Derechos del Hombre, por el Movimiento
Ecuménico por los Derechos Humanos, por el Servicio de Paz y Justicia, por
el Centro de Estudios Legales y Sociales, por las Madres de Plaza de Mayo y
por Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas y
gremiales, sobre apremios ilegales en la persona de un detenido, negó que la
institución tuviera vinculación con el hecho y agregó que no tenía ningún
comentario que formular al respecto, debido a que la institución no se sentía
afectada por la situación a que hacía referencia la denuncia.
“El 28 de enero, a las 18 horas, Jorge Oscar Bulacios fue interceptado en su
domicilio, en la localidad de San Miguel, por tres personas, una de las cuales
dijo ser oficial de Policía Federal y tener que interrogarlo por un
procedimiento de rutina. Llevado en u Ford Falcon color verde oscuro,
encapuchado, luego de 10 minutos fue bajado del vehículo y encerrado en un
lugar, donde fue interrogado mientras recibía golpes de puño y castigo con
una especie de látigo. Posteriormente –según la denuncia- fue desnudado.
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“Fue confirmado por la Corte Suprema de Justicia el fallo dictado por la sala
II de la Cámara en lo Contencioso Administrativo en cuanto declaró
manifiestamente inadmisible el amparo iniciado por Bella Epsztein de
Friszman y otras 200 personas contra el Estado nacional, tendiente a obtener
que se condenara a éste `a cesar la injustificada retención de información
sobre la situación de las personas secuestradas y o desaparecidas´”.
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“Distintas fuentes del gobierno nacional, por otra parte, hicieron una
referencia concreta a la vinculación de la víctima con una organización
subversiva de extrema izquierda, y se abrieron conjeturas no sólo acerca del
origen del caso, sino también sobre los efectos que perjudican al gobierno.
“Una fuente del gobierno rebeló, ante una consulta efectuada anoche, que
entre los años 1976 y 1977 la asesinada `había estado vinculada con el erp´, si
bien se desconoce, en concreto, cual era la actividad que cumplía en esa
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“El anuncio oficial sobre la aparición del cadáver de AMM enrareció (la)
semana.
“Ni las deliberaciones de la Multipartidaria, ni los estruendosos aprestos
gremiales de la llamada CGT (...) alcanzaron la gravitación que aquel penoso
hecho tuvo en la ciudadanía y, de modo particular, en las Fuerzas Armadas.
“Dos hipótesis
“(...) fuentes oficiales expresaban a La Nación, dos hipótesis.
“Según la primera, se trataría de un `ajuste de cuentas´ entre elementos
subversivos. Señalan que la mujer tenía vinculaciones con el Ejército
Revolucionario del Pueblo y aportan datos técnicos que circunscriben el hecho
al ámbito terrorista.
“La segunda, (lo) atribuyen a un grupo paramilitar, presumible aunque no
necesariamente ultraderechista, actuante al servicio de sectores militares
resentidos que alguna vez formaron parte del Proceso.
“En cualquier caso, la opinión unánime, tanto en civiles como militares, es
que todos los factores de poder han quedado lastimados por la misteriosa
muerte.
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“El coronel Bernardo José Menéndez, subsecretario del interior afirmó que
`el suceso constituye un ataque contra el propio gobierno´. También señaló
que tenía la creencia de que el episodio `provendría de ultraizquierda o de
grupos de origen incierto que, sin medir procedimientos, intentan
desestabilizar al gobierno´”.
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subversión luchaba en montes y ciudades, los que se iban de sus casas se decía
que habían pasado a la clandestinidad y en esa situación permanecían´.
“Respecto de una lista de desaparecidos, Menéndez dijo a la revista que es
imposible hacerla porque no la hay `¿De donde saldría esa lista?
¿Preguntando? ¿A quienes? No tendría ninguna seriedad. Un desaparecido
puede estar luchando en El Salvador o ser uno de los secuestradores del
general Dossier, o estar viviendo con otro nombre en nuestro país o algún
otro, o bien fue ajusticiado por alguna falta que mereció el rigor de la +justicia
revolucionaria. Nosotros siempre hemos publicado lo que sabíamos: quines
estaban detenidos y quiénes habían muerto en los enfrentamientos. Otra cosa
no sabemos´”.
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1976, a las 11.30, en que uno de los atacantes dio muerte al cabo Jorge
Antonio Bulacio, y fue incendiado el camión en que viajaban los soldados.
“Tras su detención, ocurrida el 31 de mayo de 1979, Porta fue procesado y
condenado en la forma antes indicada, sentencia contra la que recurrió en
queja a la Corte, tribunal que ahora la deja firma al desestimar, de
conformidad con el fiscal doctor Mario Justo López, la presentación del
recurrente.
“Juridicción militar
“La corte reitera la doctrina según la cual no es contrario a la Constitución
Nacional el sometimiento de civiles a la jurisdicción militar en circunstancias
excepcionales como son las que dieron lugar al dictado de las leyes 21.264,
21.272, 21.461, de juzgamiento de delitos de subversión por tribunales
militares”.
“Con la firma de Ernesto Sábato y Adolfo Pérez Esquivel, fue enviada una
nota a la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en la que se
plantea el problema de los bebés desaparecidos, tema sobre le cual también se
pronunciaron las `Abuelas de Plaza de Mayo´, a través de un comunicado.
“Señala luego `dos conclusiones básicas: a) la gran mayoría de las criaturas
a que nos referimos se encuentran, al menos, con vida; b) es imperativo que
las autoridades informen acerca del paradero de las criaturas´.
“Abuelas
“Por su parte las `Abuelas de Plaza de Mayo´ expresa que `esperamos la
resolución de los representantes de las naciones del mundo con respecto a
nuestros niños y bebés desaparecidos desde 1976´.
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Señalan luego que `hemos agotado los recursos en nuestro país. Hemos
anunciado a la junta militar que habríamos público nuestro reclamo. Por esta
razón –agregan- pedimos ahora al mundo entero que sume su voz a la nuestra
para que estas criaturas sean restituidas a sus legítimos familiares´.
“Uruguayos
“Familiares de 121 ciudadanos uruguayos refugiados, detenidos y otros en
calidad de desaparecidos en la Argentina presentaron ayer una nota a la Corte
Suprema en la que se plantea la situación y destino de todos ellos, así como su
situación legal carente de protecciones gubernamentales”.
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“Obra en poder del presidente de la Nación una propuesta del Ministerio del
Interior para encarar la solución al tema de los desaparecidos, aunque en
definitiva será la Junta Militar la que resolverá en particular.
“Así lo declaró ayer el titular de la cartera política, general de la división
Saint Jean, por los canales de televisión 11 y 13.
“Especificó, además, que entre hoy y mañana se darán a conocer nuevas
listas de personas que dejan de estar a disposición del Poder Ejecutivo.
“´Libro blanco´
“El ministro del interior reiteró que existe el firme propósito oficial de
informar en detalle sobre el tema de los desaparecidos, ´hasta donde sea
posible, porque efectivamente hay casos totalmente imposibles de esclarecer
definitivamente´.
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Pero con razón debe exigirse que el tono autoritario (...) desaparezca (...)”.
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“Hay aún 627 detenidos a disposición del Poder Ejecutivo, mientras que el
máximo de arrestados que ha detenido en determinado momento el Proceso de
Reorganización Nacional fue de 8.737. Así lo informó ayer el ministro del
Interior, en una conferencia de prensa de dieciocho minutos, que incluyó
consideraciones sobre desaparecidos, la lucha contra el terrorismo y otras
cuestiones de rigurosa actualidad.
“El general Alfredo Oscar Saint Jean –a quien acompañó el subsecretario de
asuntos institucionales coronel Bernardo José Menéndez- formuló un llamado
a los partidos políticos y otros órganos que actúan en el quehacer nacional.
Les solicitó ‘respeto mutuo, cordura, comprensión, grandeza’. Añadió que ‘ el
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“(...) no puede pasarse por alto (...) que las contingencias por las cuales ha
pasado la Nación en las etapas críticas –asumidas por el pueblo y las Fuerzas
Armadas– y los valores que se hayan perseguido, quedan remitidos al juicio
de Dios y de la historia. Con lo cual se aporta a una verdadera posibilidad de
avenencia y de acuerdo plausible, exenta de exigencias pactistas dudosamente
eficaces (...)”.
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idénticas reservas, sin olvidar que, también él, fue parte de otra guerra sucia
como ministro del Interior de un gobierno constitucional.
“Las responsabilidades por la concluyente victoria que habrán de
usufructuar todos los sectores genuinamente democráticos, no pueden ser por
principios de esta naturaleza, para exigir no ya la absolución de los legítimos
vencedores sino la reconsideración de la causa de los agresores. Las
necesidades políticas –aun por estrategia circunstancial– no deben pasar por
encima de esa realidad. La comunidad espera que se satisfagan genuinos
derechos de muchas familias argentinas que suman su dolor al de tantas otras
sacrificadas al terror de los agresores, pero la Nación no acepta que se ponga
en tela de juicio su derecho a la existencia”.
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“En presentación efectuada ante el juzgado federal del Doctor José Nicasio
Dibur por la secretaría de la doctora Stella Maris Pan, quedó radicado un
amparo a favor de la libertad del capitán de corbeta Alfredo Astíz, retenido
ilegítimamente, dice en su escrito el señor Juan José Taboada, por fuerzas
británicas que desembarcaron en las islas Geogias del sur. El señor Juan José
Taboada es el presidente del Centro de Estudios San Juan Apóstol. En el
amparo se pide al magistrado se provean los medios necesarios para obtener la
libertad del capitán de corbeta Astíz y su traslado a la ciudad de Buenos Aires.
“Dícese que, tras ser detenidos los integrantes –según las informaciones
periodísticas- fueron trasladados a la isla Ascención, donde permanecieron
varios días retenidos hasta ser entregados a las autoridades argentinas, con
exclusión de Astíz.
“Añádese que no fue entregado a las autoridades argentinas porque se
pretende interrogarlo por la desaparición de las religiosas Alicia Dumont y
Leonie Duquet y de Dagmat Heheien. Tal interrogatorio por el Parlamento
francés y el sueco, señálase crearía una seria violación de la libertad personal
del capitán Astíz al ordenamiento jurídico nacional y al derecho de guerra.
“‘Ilegalidad de la detención’
“Añade que la ilegalidad de la detención dentro del ordenamiento jurídico
nacional consiste en que se le pretende incriminar por hechos ocurridos en
territorio nacional, es decir, que es aplicable el Código Penal argentino como
este mismo cuerpo normativo lo indica en su art. 1°, inciso 1°, máxime cuando
la competencia es de la Justicia argentina por aplicación de la territorialidad y
de la jurisdicción del magistrado natural.
“Astíz, se aclara en la presentación, no se encuentra procesado ni condenado
por delito alguno cometido en la Argentina. A todo ello se suma la pretendida
injerencia de normas jurídicas y autoridades extranjeras dentro del ámbito de
validez y señoría de la República Argentina, con lo que se pretende formar un
nuevo tribunal de Nurenberg, donde la falsa acusación de torturas y
desapariciones son productos de otra guerra que libró la Argentina, que
precisamente fue contra la subversión marxista, en que nuestras Fuerzas
Armadas han defendido los postulados de orden, libertad y justicia, mientras
los delincuentes subversivos fueron defendidos por los llamados foros de los
derechos humanos. Se pide por consiguiente al juez que arbitre todos los
recursos necesarios para hacer cesar la restricción de la libertad del capitán
Astíz”.
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“Las abuelas de Plaza de Mayo entregaron una nota a los partidos políticos
que integran la Multipartidaria, con ‘documentación probatoria’ –expresan-
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acerca de la suerte corrida por numerosos niños, algunos de los cuales han
desaparecido con sus padres, otros solos y otros han nacido durante el
cautiverio de sus madres en lugares secretos de detención’.
“La nota –que está firmada por María I. De Mariani y Estela B. De Carlotto,
presidenta y vicepresidenta, respectivamente, de las Abuelas de Plaza de
Mayo- indica que ‘hoy los niños desaparecidos son 96’, y que ‘no es con el
silencio, ni cerrando los ojos, como se curará esa llaga viva infringida en los
cimientos de la nueva generación’.
“La nota pregunta luego si la Multipartidaria ‘mencionó en algún momento
la necesidad de reintegrar esos niños a sus legítimas familias, como
corresponde a una sociedad civilizada, hasta tanto sean liberados sus padres,
hoy desaparecidos’.
“Sostiene más adelante que con sacrificio y tesón se podrá recomponer parte
de lo destruido: la credibilidad, el orden y la economía. Pero ¿Se podrá mirar a
los ojos de los niños y los jóvenes, si no se supo o no se quiso bregar por sus
más elementales derechos?
“‘El juicio de la historia será inexorable, pero es futuro –agrega-. Nosotras
exigimos que la dignidad humana de nuestros niños sea respetada ahora, en el
presente. Es tarea de los hombres argentinos de hoy hacer que sean
preservados los valores esenciales del hombre argentino del mañana’”.
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enfrentamiento bélico con Gran Bretaña, sino que fueron detenidos vivos por
fuerzas de seguridad y llevados de sus hogares, lugares de trabajo o de estudio
o de la vía pública en su inmensa mayoría ante testigos’”.
“(…) Durante la década del 70, y en especial entre 1973 y 1976, se agudizó
un proceso de disolución institucional. Los grupos terroristas, las
`organizaciones especiales, proliferaron por doquier, y mucha sangre argentina
corrió (…).
“(…) El innegable vacío político condujo al poder a las Fuerzas Armadas
que eliminaron el terrorismo, y aunque no siempre los métodos empleados
fueron ortodoxos, la mayor parte de la ciudadanía comprendió que los salvajes
atentados perpetrados sistemáticamente por la guerrilla incitaban a una
lamentable heterodoxia en la respuesta.
“Han pasado seis largos años, y vencido hace ya tiempo el terrorismo, es
preciso, si de veras se quiere que el país normalice el libre juego de las
instituciones, que ningún organismo de seguridad, ninguno de los servicios de
las distintas armas, pueda actuar `espontáneamente´. Todo el poder debe estar
concentrado en manos del Estado y nadie, salvo la Justicia, puede dictaminar
la pena que debe cumplir un presunto infractor (…).
“(…) Esta última etapa del gobierno militar debe apuntalar la
institucionalización. La impunidad debe ser erradicada. Si esto no es asumido
como una meta prioritaria por las Fuerzas Armadas, el gobierno civil que surja
se encontrará con una situación caótica.
“Las FFAA deben enarbolar el legado sanmartiniano, superar con grandeza
fricciones coyunturales y ser un factor decisivo en la consolidación de la
unidad nacional (…)”.
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“El presidente Reinaldo Bignone conversó ayer con los cardenales Juan
Carlos Aramburu y Raúl Francisco Primatesta, presidente y vicepresidente del
1º episcopado, respectivamente, acerca de diversos problemas de la actualidad
nacional, particularmente la situación de los familiares de desaparecidos y de
los detenidos sin proceso
“El diálogo –calificado como `muy franco y cordial´ por los dignatarios
eclesiásticos- se desarrolló en la residencia de Olivos.
“De todos modos, esta es sin duda una reunión particular por sus
características, pero no la única que la iglesia ha mantenido con el Gobierno
para hacer gestiones por los detenidos sin proceso y la situación de los
familiares de los desaparecidos”.
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“(...) En los últimos años, estas reuniones artísticas fueron el único canal de
expresión que la juventud argentina tuvo a su alcance.
“Al haber dispuesto el gobierno nacional el levantamiento de la veda política,
es de prever que esa situación va a modificarse sustancialmente. Los jóvenes
tendrán la posibilidad de encauzar sus voces y sus reclamos por los múltiples
canales que la actividad política deberá proveerles. Como se ha dicho con
razón, la sana participación de los sectores juveniles en la vida política
nacional constituye uno de los objetivos fundamentales que el país debe
alcanzar en esta hora decisiva y es, a la vez, el camino correcto para facilitar la
progresiva renovación generacional en todos los niveles de la dirigencia
argentina.
“En cuanto a las reuniones multitudinarias de carácter musical, es de desear
que se desarrollen, de ahora en más, sin interferencias políticas de ninguna
clase. Y, sobre todo, que ningún sector partidario pretenda instrumentarlas o
convertirlas en pretexto para la propaganda proselitista”.
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"`Si ellos matan a un terrorista está bien; pero si ellos matan a Héctor
Hidalgo Solá, el embajador en Venezuela, en circunstancias que llevan a creer
que no eran terroristas, esto tiene que ser investigado en profundidad´.
“H. Solá fue secuestrado en 1977 en esta capital, a la que había viajado para
asistir al casamiento de su hija.
“Según lo establecido en su momento, el automóvil Peugeot en el que
viajaba Solá fue detenido por otros vehículos desconocidos, mientras circulaba
por la avenida del Libertador que lo llevaron con rumbo desconocido. El
cuerpo del diplomático no fue encontrado”.
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“P: En los días previos al secuestro, H. Solá manifestó algún temor o alguna
preocupación
“R: La única preocupación que nos consta fue a raíz de un artículo publicado
en la revista Somos donde se tergiversaron sus declaraciones al llegar a
Buenos Aires.
“P: ¿Pudo haber estado el embajador en posesión de alguna información que
hubiese tenido que silenciar a cualquier precio?
“R: A la familia no le consta. Hasta ahora la única explicación es que el
secuestro haya respondido a finalidades políticas de los ejecutores del hecho.
“La declaración final de la familia expresa: `Con este breve relato de las
gestiones realizadas en el país queremos demostrar el desinterés y la
despreocupación de las altas autoridades de la Nación para profundizar la
investigación y alcanzar el pleno esclarecimiento de un hecho delictivo que
afectaba a un dignísimo ciudadano que al mismo tiempo en un acto patriótico
y de desinterés personal asumió, con el pleno aval de la Unión Cívica Radical,
partido al que pertenecía, la responsabilidad de representar a la Argentina, en
momentos tan difíciles, ante un país hermano (…)´”.
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pero no le asignan a esta función un carácter político: son una transición, una
emergencia hasta que el mal antiguo sea eliminado. Gobiernan pero `no hacen
´ política. Esto significa que permanece en los umbrales de la comunidad, no
entran en ella; en consecuencia dejan sin llenar un espacio político vacante en
el seno de la sensibilidad ciudadana y que necesariamente debe ser cubierto
mientras se gobierna. Porque no pueden existir sin convertirse en peligroso
abismo, el vacío abierto entre el Estado y la sociedad civil. Quien ocupa el
primero debe integrarse en esta última”.
“El terrorismo
“Aludió luego a la lucha contra la subversión y dijo que fue `una guerra en
la que el enemigo no peleó de frente, una lucha sin vanguardia ni retaguardia.
El mejor combatiente terrorista era el que más perfectamente evitaba su
identificación´.
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pero su opinión merece ser tenida en cuenta como síntoma del estado de
ánimo y los problemas de un grupo humano representativo, observados por
quien cuenta con especiales condiciones para advertirlos”.
"`En nuestra corta vida como nación, pasamos por muchas y duras
experiencias que de nada servirán, si de ellas no extraemos las conclusiones y
enseñanzas que pagamos al altísimo precio de nuestra sangre´.
“`Si hoy, esperanzados, miramos un futuro mejor es porque muchos
argentinos dieron su vida por ellos´.
“`Sí señores, eso ocurrió en nuestro tiempo; olvidarlo sería un crimen de lesa
patria, una traición al coraje, a la decisión y a la grandeza con que se erradicó
para siempre de nuestra tierra la subversión apátrida, con su secuela de dolor,
angustia y muerte´.
“`Las Fuerzas Armadas estamos orgullosas de esa victoria de la Nación,
inédita en el mundo de hoy y lograda también con espíritu soberano´.
“`Quede claro que no permitiremos que nadie, so pretexto de nada, nos
acuse en nombre de los mismos derechos humanos que defendimos
fervientemente y mucho menos aceptando ataques de los mismos siniestros
personeros del terrorismo, enmascarados nuevamente bajo el disfraz de
inocencia artera y solapada´".
Ese mismo día, en página 6, el diario informó que Massera había querellado
al ex diplomático Gregorio Dupont y reproducía la desmentida del marino:
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“Cuestionamiento
“Cuestiona también el ocultamiento de Dupont, como persona del servicio
Exterior de la Nación, de lo que le reveló Elena Holmberg según lo obligaba
en ese sentido el art. 104 del Código de Procesamientos en lo criminal; y
expresa que su tardía declaración –al cabo de cuatro años- es coincidente con
una campaña intencionada de sensacionalismo difamatorio y abre un sin
numero de interrogantes sin respuesta”.
En esa misma edición, en página 5, el diario publicó una noticia breve que
informaba sobre la desaparición de Marcelo Dupont, hermano del ex
diplomático, de quien reproducía información al respecto:
“Desde las últimas horas de anteayer se carece de noticias acerca del
paradero de Marcelo Carlos Dupont, hremano del ex piplomático Gregorio
Dupont, quien recientemente efectuó una denuncia pública contra el almirante
Massera, por el caso Holmberg.
“La desaparición de Dupont estaría relacionada con aspectos estrictamente
privados. Es dable agregar que el desaparecido es propietario de una
importante agencia de publicidad que atraviesa por una difícil situación
económica.
“El ex diplomático, por su parte, señaló que recorrió infructuosamente
diversas dependencias policiales y sanitarias en busca de su hermano, lo que
luego fue confirmado en el Departamento Central de Policía, donde se
informó que Marcelo Dupont no se encuentra detenido en su juridiscción”.
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“Dentro de la Armada han resonado del mejor modo las palabras del
almirante Anaya. Ha operado en el mismo sentido la precisión hecha por el
general Reston en cuanto no se debe esperar del gobierno una solución total al
problema de los desaparecidos.
“(…) Contra la previsión de las autoridades, este avance de Reston en tan
delicada cuestión ha sido bien asimilada por la sociedad civil, enfrascada en la
preparación de un dispositivo político de recambio”.
“(...) La manifestación, que según cifras oficiales llegaba a las tres mil
personas, intentó converger en la Plaza de Mayo pero ante el dispositivo
policial se desvió hasta Paseo Colón y Belgrano, donde a las 19.10 se disolvió
sin registrarse incidentes.
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“La Marcha por la Vida que no se hizo en la Plaza de Mayo, pero que fue
virtualmente tolerada por las autoridades en zonas aledañas, parece haber
puesto de nuevo en dificultades al gobierno del general Bignone.
“Esta es la impresión de numerosos observadores de la vida militar después
de haber detectado un generalizado malestar en las filas de las tres Fuerzas por
lo que se considera un súbito y preocupante crecimiento del tema de los
desaparecidos en la opinión pública.
“La discusión no está planteada alrededor de la salomónica táctica ensayada
por el Poder Ejecutivo, que logró conciliar una severa prohibición verbal con
una infrecuente cordialidad de trato (…) policial.
“El cuestionamiento apunta a identificar las causas y los responsables de una
atmósfera general que, muy por encima del reducido nivel de activismo, ha
permitido ganar a la campaña por los derechos humanos terreno adicional en
la preocupación ciudadana.
“A juicio de fuentes militares, el efecto de la marcha ha sido enervante de la
conciencia institucionalizadora que había empezado a imponerse entre los
cuadros de oficiales”.
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“(…) En otro orden de temas, Massera descartó que haya habido casos de
aprovechamiento durante la guerra antisubversiva con fines particulares.
Admitió que “puede haber habido errores, pero no de aprovechamiento, lo
descarto”. Grondona acotó “errores que son horrores, porque usted no puede
confundir a Hidalgo Solá a plena luz del día, ni a Elena Holmberg, con
Firmenich”.
“Massera contestó: “Ud. está entendiendo que ese es un error de la guerra
que cometieron las F.F-A.A. Yo no estoy convencido de eso, no tiene ningún
sentido haber eliminado o haber hecho desaparecer al embajador Solá, que
era un hombre del proceso, ligado a las FFAA y democrático”. Luego admitió
que “pudo haber grupos extras, no de las F.F-A.A, que aprovecharon la
coyuntura para efectuar esos delitos y asesinatos. En estos casos deben haber
sido terroristas con alguna intención política o algún grupo suelto” ".
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“Parece indispensable que el poder militar haga algo para descartar las dudas
en cuanto a que los recientes episodios puedan ser una respuesta irracional,
dictada por el miedo, de ex combatientes de la guerra sucia alarmados por la
atmósfera de denuncia reinante.
“Una zona de amortiguación
“La aparición del cuerpo del publicista se registró en momentos en que las
tres Fuerzas (...) encaraban temas tan urticantes como el de las secuelas de la
lucha antiterrorista”.
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“Agregó que `necesitamos saber qué ha ocurrido, aunque más no sea para
perdonar después, pero es imprescindible un conocimiento de la verdad para
que no crezca la angustia que los argentinos tenemos en este tiempo´".
“`El primer bien para una sociedad es la justicia´ y `después vendrá la paz´.
En otro pasaje manifestó que `la paz no es el bien social fundamental y
primero´.
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“De las expresiones transcriptas emerge una doctrina que de ser aceptada,
podría llevar a conclusiones tan riesgosas como intranquilizadoras”.
“Si la paz fuera el bien primero, la justicia sería una utopía. No hay
posibilidad de instaurar una convivencia justa si no se asegura el imperio de la
paz y no se extirpa el cáncer de la violencia. Ningún juez puede administrar
justicia en un medio dominado por el miedo, la amenaza o el terror.
“(...) Si fuera necesario establecer una prelación o jerarquía, la doctrina
correcta sería la que considera la paz como el bien primero e insustituible,
pues es el presupuesto fundamental de todas acción encaminada a alcanzar la
justicia como fin (...)”.
Ese mismo día, en página 10, el diario informaba, bajo el título UN LIBRO
DEL GENERAL CAMPS, sobre la publicación de un libro que revelaba
detalles del cautiverio del periodista Jacobo Timerman y en el artículo se
reproducían declaraciones del jefe policial en las que justificaba la represión:
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apasionamiento vital con que llevó a cabo esa labor y el grado de compromiso
moral con que se siente ahora tomado por la historia.
“En las primeras páginas y en el capítulo I, Camps sale al cruce de dos
temas fundamentales. Refuta con argumentaciones severas y con testimonios
objetivos y valederos tanto la decisión de liberar a Jacobo Timerman como las
conocidas denuncias de torturas que éste formuló ulteriormente en su obra
`Preso sin nombre, celda sin número´.
“La lucha contra la subversión
“Para el general Ramón Camps, la lucha contra la guerrilla y la subversión
no se ha vivido en vano en la Argentina. Y cuando se titula su obra con el
añadido de `Punto final´, el subconciente lo traiciona. Ese final es sólo por
ahora. El testimonio de Timerman, las declaraciones claramente reveladoras
de una asociación ideológica y subversiva que, a juicio del autor, no merecían
el premio final de la libertad. Pero el mismo Camps deja entrever en sus
páginas que los mayores responsables del terrorismo fueron los ideólogos que
se infiltraron en las mentes y entonces justifica: `El empleo de la fuerza para
doblegar la violencia no implica odio pues no es otra cosa que la búsqueda
afanosa del amor´".
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“La Junta militar emitió ayer una resolución en la que señala que “algunos
medios de comunicación social han incurrido en abusos” del derecho a la
libertad de prensa, y advierte que “no permitirá, de ninguna manera, acciones
desestabilizantes o disociadoras que permitan un rebrote subversivo” “.
Ese mismo día, en página 14 también publicaba una nota que reproducía
una denuncia judicial efectuada por familiares de desaparecidos sobre el
hallazgo de fosas comunas:
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“Es difícil distinguir dónde comienza una gran exageración. Por lo pronto,
en cuanto a índices de seguridad y tranquilidad, hay mucho que decir.
“El gobierno debe comprender la gravedad del caso Dupont. Sería una
equivocación gruesa que tendiera a escudarse en un aparato impecable de
orden policial y judicial porque el problema es de otra naturaleza y el paso del
tiempo no traerá tranquilidad ni olvido.
“Hasta que no se llegue (a la verdad), y mientras el secreto, las confusiones,
las contradicciones y las declaraciones o las respuestas inadecuadas sean el
único material informativo disponible, la repercusión del episodio no hará sino
crecer y, entonces sí, cualquier “explotación política” será factible”.
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Ese domingo, el diario asignó casi toda la página 24, a reproducir textual el
documento dado a conocer por la Conferencia Episcopal, bajo el mismo título
del documento: PRINCIPIOS DE ORIENTACION CIVICA PARA LOS
CRISTIANOS. Su bajada era la siguiente: En su compromiso político deben
trabajar por la reconciliación y la paz, valorar la familia, proteger la libertad
y defender la justicia; “no es lícito el indiferentismo y la abstención”.
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“Por otra parte, vecinos con antigüedad suficiente en la zona, indicaron que
los féretros del sector de sepulturas no identificadas fueron trasladados por
coches fúnebres.
“Cuando entidades defensoras de los derechos humanos hicieron pública la
denuncia sobre el caso dejaron entrever la posibilidad de que los ataúdes
hubieran sido transportados de noche en vehículos pertenecientes a fuerzas de
seguridad, afirmación que desmintieron ayer vecinos del lugar y empleados
del camposanto.
“Dos o tres por coche
“El propietario de un local de bebidas instalado frente a la necrópolis dijo
que los cajones eran llevados “generalmente a la tarde, y a veces traían dos o
tres cajones cada noche. Si hubiera pasado algo de noche lo habríamos visto,
por que acá como es un descampado se escucha y se ve todo” “ .
“Aclaró que la presencia de vehículos fúnebres era constante `especialmente
en el año 1976´, pero que luego se habían reducido los servicios.
“Testimonio coincidente
“El comerciante, coincidentemente con otros moradores del lugar, dijo que
durante la noche no se observaba el tránsito de vehículos de fuerzas de
seguridad, palabras que corroboró un hombre que vive a escasos veinte metros
del sector denominado “de los N.N.” quien dijo: “mire que hace siete años que
vivo en este rancho con mi familia y acá yo no vi nada raro durante la noche”.
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“ROMA (ANSA). – Las Madres de Plaza de Mayo solicitaron ayer del Papa
Juan Pablo II una `ulterior, paternal y urgente´ intervención para resolver el
problema de las millares de personas denunciadas como desaparecidas en la
Argentina durante la guerra antisubversiva.
“(...) En su carta al Papa las madres indican que “ocho personas han
reaparecido de improviso en estos días, lo cual es una ulterior prueba de la
existencia de cárceles clandestinas”.
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“La corte suprema de justicia hizo lugar al hábeas corpus interpuesto a favor
de Horacio Héctor Crea, detenido a disposición del P. E. Por decreto 192 del
28 de Enero de 1975 y dispuso que en el término de quince días de ser
comunicada su decisión al Presidente de la Nación deberá modificarse la
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“La Unión Soviética, a través del órgano oficial Pravda, tomó partido en
apoyo a los guerrilleros salvadoreños. (…) cuando menos, producen un hecho
concreto de intromisión en los asuntos internos de un país (…).
“(La URSS) dispone de los medios necesarios como para ofrecer la imagen
de que sólo aporta un respaldo ideológico, cuando detrás de esa apariencia
está la intromisión de los socios comunistas”.
“LA PLATA.- El Juez en lo penal de esta ciudad, doctor Pedro Luis Soria,
dirigió sendos oficios a distintas reparticiones públicas tendientes a determinar
si los cadáveres enterrados en el cementerio de esta ciudad como NN, entre
1976 y 1979, pertenecen a los hijos de los denunciantes que se presentaron en
el juzgado el miércoles pasado.
“Esta determinación haría remota una declaración de incompetencia por
parte del juzgador ‘dado que se trata de una cuestión puramente local’
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“El presidente Reynaldo Bignone prefirió ‘no abrir juicios sobre el pedido
del gobierno italiano para que se esclarezca la suerte de unos 300 italianos
desaparecidos en la Argentina’. Afirmó que ‘todos queremos encontrarle la
mejor solución’ al problema y sostuvo que ‘hay quienes se empeñan en
remover permanentemente este tema, para mantener latente una suerte de
división de los argentinos.
“Bignone formuló estas declaraciones luego de la ceremonia religiosa que se
realizó en la capilla Stella Maris, del vicario castrense, en homenaje a los
caídos por la patria y con motivo de cumplirse ayer el día de los Fieles
Difuntos.
“El mandatario sostuvo que ‘nosotros al revés, estamos empeñados en ver
cuál es la mejor solución que se le pueda encontrar a este tema que, por
supuesto, nos aflige y que de ninguna manera nos es indiferente’.
“‘No hay plazo’
“En un breve contacto con los periodistas Bignone afirmó que ‘no hay fecha
ni plazo’ para la solución del problema de los desaparecidos durante la
represión, y al ser consultado sobre las declaraciones formuladas por el
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“La investigación fue confiada al fiscal Antonio Marini, quien esta mañana
abrió un expediente sobre el caso titulado ‘Actos relacionados con la
desaparición de ciudadanos italianos’.
“El magistrado procede, según se supo en ambientes judiciales, por varias
hipótesis de delito: secuestro de persona, homicidio múltiple, agravado,
matanza, complicidad y comisión de actos de oficio. Estas dos últimas
hipótesis de delito podrían ser imputadas durante la investigación a quienes,
aun sabiendo los hechos y habiendo mantenido contactos con los familiares de
los desaparecidos y con exponentes de organismos internacionales que se
están ocupando de ‘desaparecidos’ no han informado sobre la cuestión a las
autoridades judiciales italianas competentes.
(…)
“Amnesty
“ROMA, 3 (ANSA).- En la sección italiana de Amnesty International se
dieron a conocer los nombres de otros 14 ciudadanos desaparecidos en estos
años en la Argentina que se agregan a los 297 publicados el domingo pasado
por el diario Corriere Delle Sera, de Milán.
“Estos nombres aparecen en una lista de 2700 desaparecidos, procedentes de
varios países, en poder desde 1979 de la sección italiana de Amnesty. Se trata
de Francesco Bartucci, Davide Guillermo D’Amico, Luid Rodolfo D’Amico,
Marta De Vito de Prieto, Generosa Frattasi, Lucio Leone, Rachele Lorenzani
Mannagn, Olga Manotti, Rosanna Perrotta, Norberto Horacio Poggio,
Francesco Ringa, Miguel Spinella, Angelo Strazzeri y Francesco Horst
Venturi”.
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cuenta –tal como informó LA NACIÓN- que la misma estaba certificada por el
informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA que
daba cuenta de la inhumación de numerosas personas jóvenes entre los años
1976 y 1979 bajo la denominación “NN”.
“El total de cadáveres enterrados en ese período sería de 295 y respecto de
los mismos el magistrado interviniente ya habría dispuesto no innovar aunque
se trate de indigentes”.
“La Justicia de Mar del Plata está ventilando casos de exceso policiales. Por
prudencia es imperativo no adelantarse a dichos juicios, pero esto no obsta a
que se reflexione.
“(…) Aparece la cuestión de cuál es el criterio que la Policía tiene para su
proceder.
“(…) Es cierto que las prácticas delictivas no permiten asumir una actitud
candorosa que excluya de ellas a nadie. Pero el avance de la criminalidad no
debe empeorarse con el retroceso de formas civilizadas.
“(…) Aunque fuera por exceso de celo se cae en el delito por obra de querer
combatirlo. Con esto, la Policía no ayuda a la justicia y la Justicia no puede
tolerarlo”.
“(…)
“En Lomas de Zamora
“El juez penal de Lomas de Zamora, doctor Ernesto Devoto, habría
comprobado –al investigar archivos de la necrópolis de esa localidad- que
sobre 140 cadáveres inhumados como NN. 70 de ellos figuran con anotaciones
que indican que murieron en enfrentamientos militares.
“Dicha especie fue difundida por el dirigente Emilio Fermín Mignone, del
Centro de Estudios Legales y Sociales, entidad denunciante de la existencia de
posibles desaparecidos inhumados en ese cementerio.
“Cementerio de Grand Bourg
“Por su parte, el juez penal de San Martín, doctor Hugo Gándara, dictó la
interdicción sobre un sector del cementerio Parque Grand Bourg sobre el cual
pesa una denuncia por la inhumación de 400 cadáveres bajo la denominación
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“NN”, entre los cuales podrían contarse los de desaparecidos entre 1976 y
1979.
“Al respecto, el magistrado, conocida la resolución del Tribunal de
Apelación de San Martín que dispuso la competencia del juez para seguir
interviniendo en el caso, designó un instructor policial en la causa y libró
oficio al intendente del partido General Sarmiento, José Lombardo
prohibiendo la exhumación de cadáveres enterrados en el sector conocido
como ‘de indigentes’ de la citada necrópolis, al tiempo que dispuso que ésta
fuera puesta bajo vigilancia policial.
En otro orden de cosas, es dable agregar que el doctor Gándara rechazó el
pedido de los denunciantes, Augusto Conte Mc Donell, Graciela Fernández
Meijide, Sofía Epelbaum, Emilio Mignone, Alberto Acosta y Ruth Gutierrez,
quienes habían solicitado ser considerados como ‘particulares damnificados’”.
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“También, señaló que la más reciente gestión estuvo contenida “en una carta
que yo mismo presenté al general Bignone no hace más de un mes atrás” ”.
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“Una mera reflexión sobre los puntos de esta agenda imprescindible subraya
el de los desaparecidos (…) En torno de él las teorías sobre su dilucidación
pueden ser opuestas; no sólo entre los cinco aliados (…) sino en el PJ. Uno de
(los) dirigentes consultados estima que “dada la cuantía y naturaleza del tema,
adquiere una proyección de tipo político y moral. Si todas las Fuerzas
Armadas está involucradas, se trata de buscar una responsabilidad política
máxima; en cambio, con algunos delitos típicamente penales, como los casos
de Elena Holmberg, Edgardo Sajón o Hidalgo Solá, el análisis y las decisiones
corresponden a la Justicia”.
“Quien sostuvo eso no dejó de admitir que el tema de la represión `negra´
puede llevar a la investigación de la responsabilidad política a un periodo
anterior a marzo de 1976, hasta el pecado original de las Tres A `e inclusive a
una explicación sobre la guerrilla y de quienes la alentaron. Pero lo que
importa es que la cuestión se trate en un ámbito válido donde al mediador no
se le pueda decir que no´.
“Estas reflexiones pautan rápido el sesgo hasta ahora imprevisto pero no
calculado que puede tomar un tratamiento con bisturí del tema de los
desaparecidos, por alguna corriente interna de la izquierda peronista como la
que tiene en su principal exponente al Dr. Vicente L. Saadi”.
“El nuncio apostólico, monseñor Ubaldo Calabresi, reveló ayer que el Papa
Juan Pablo II realizó gestiones por los desaparecidos durante la represión
cuando visitó nuestro país en junio último, y que pidió a la iglesia argentina
que intervenga en el problema.
“Calabresi –que formuló estas declaraciones en Ezeiza, donde fue a recibir a
su secretario, Antonio Lucibello- declinó hacer comentarios sobre las
respuestas del Gobierno y se limitó a señalar que se dieron ‘las respuestas que
tenían’.
“‘Requerimientos’
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“‘6) Cualquier otra interpretación sobre las palabras del Cardenal Aramburu
corre por cuenta de quien la emita.
“Al entregar el documento a la prensa, monseñor Canale comentó que ‘todo
esto (por las declaraciones que se atribuyen a Aramburu) está dentro de un
contexto de versiones y manifestaciones que se hacen desde Europa respecto
de la vida argentina, que no es la correcta. Desde hace tiempo que en Europa
hay quienes intentan desprestigiar a la Argentina’”.
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articulado de una ley generosa, que según algunas opiniones debería incluir a
ciertas categorías menores de ciudadanos comprometidos con la subversión.
“Es decir, el convencimiento cada vez más unánime es que el problema no
tiene sólo resolución jurídica: antes que nada requiere de una solución política.
“Ahora bien, aun los más entusiasmados con la idea reconocen que para
hacerla efectiva hacen falta pasos operativos previos. El primero debería estar
apuntado a lograr un respaldo por parte de los principales estamentos del
frente militar.
“El segundo, llevaría al tejido de una trama sutil de relaciones con los
políticos con el propósito de que sean éstos los que, de la manera más
homogénea posible, reclamen en conjunto que la solución al problema de los
desaparecidos debe ser hallada por los actuales gobernantes militares.
“Algo así como un reaseguro para evitar que mañana se diga que los
militares se amnistiaron a ellos mismos (…)”.
El 23 de noviembre, en tapa y página 10, el diario realizó una amplia
cobertura sobre la reunión que miembros del Epicospado mantuvieron con
jefes de las Fuerzas Armadas. El diario remarcaba que los militares no
hicieron declaraciones tras el encuentro y reproducía la opinión de las
autoridades eclesiásticas que asistieron:
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“No obstante ello, pudo saberse que la reunión comenzó dentro de un marco
de cierta tensión y expectativa y que ambas partes procuraron aclarar algunas
situaciones como, por ejemplo, el alcance preciso de las funciones de
Monseñor Laguna, quien por un lado integra la comisión de enlace y por el
otro preside el Equipo de Pastoral Social, que en estos días lleva adelante un
diálogo con los sectores políticos y sociales del país (…)”.
“Los desaparecidos
“De los temas, surge sin duda como el más acuciante y difícil el problema de
los desaparecidos. Las Madres de Plaza de Mayo insistieron en que no pocos
de ellos están vivos, detenidos. La entidad ha procurado influir para que el 19
de diciembre –fecha en que el Episcopado ha invitado a convertir en un día de
reconciliación y oración por los muertos por la guerrilla, por la represión que
la sucedió (…)– sea extendida a quienes están vivos y detenidos por causas
políticas.
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La edición de ese día, que incluía además noticias sobre nuevas denuncias
de tumbas NN, reproducía en página 20 declaraciones de un militar retirado.
El título era LA SUBVERSION ESTA LATENTE. LO AFIRMO UN
CORONEL DE LOS QUE PASARON A RETIRO:
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Esa página incluía una nota que reproducía declaraciones del ex presidente
Arturo Frondizi en las que afirmaba que debían darse listas de las víctimas de
la guerrilla y de la represión y remarcaba que en el país no había campos de
concentración:
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debe pedirle perdón a esas madres y que todo el país tendrá que hacer un gran
acto de contrición.
“Reiteró su denuncia sobre los muertos en Pilar en vinculación con el
atentado al general Actis y puntualizó que antes había cometido un error en
relación con la fecha y exhibió el ejemplar de un diario del 21 de agosto de
1976 en el que se daba cuenta de aquel suceso.
“‘Pidamos a Dios por esos muchachos –añadió- y tomemos el compromiso
de nunca más usar la violencia para solucionar los problemas’”.
“(…) El error de la Casa Blanca fue presentar su posición de manera tal que
pareció destinada a lograr mayores posibilidades para intervenir en los asuntos
de otros países –lo de la Argentina es el ejemplo más categórico– en lugar de
constituirse en una legítima defensa de los derechos humanos.
“La posición del gobierno argentino fue categórica al señalar que los puntos
de vista de la CIDH, en cuanto a nuestro país, no eran ni objetivos ni
ecuánimes y que parecieran no encaminarse a `establecer la verdad, sino a
buscar argumentos para probar conclusiones elaboradas de antemano´.
“(…) El firme enfrentamiento argentino con la posición de los Estados
Unidos no puede ni debe ser analizado como producto de una oposición a la
vigencia de los derechos humanos. Fue, eso sí, parte de una estrategia
diplomática, de una mecánica instrumental tendiente más allá de los abusos de
poder que eventualmente se hubiesen cometido en el fragor de la lucha contra
la subversión, a defender el principio de no intervención en los asuntos
internos de los Estados.
“(…) El gobierno argentino no aceptó el banquillo de los acusados e
impugnó la jerarquía de fiscal con la que quisieron investirse los Estados
Unidos y la CIDH (…)”.
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“(DYN). - El canciller Juan Aguirre Lanari dijo ayer que en los casos de
reclamos de desaparecidos de países de Europa occidental ‘no podemos
agregar más de los que sabemos’ y que ‘en todos los casos se les ha
respondido lo que sabíamos’.
“Cuando nos han preguntado sobre la suerte de determinadas personas –
agregó- se respondió lo que se sabía o no se sabía, pero no podemos decir lo
que no sabemos’ y reiteró: ‘no podemos agregar más de lo que sabemos’.
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pertenecer a la Base Naval Río Santiago interrogó a Devoto ‘si estaba armado’
y luego de recibir respuesta negativa se retiró.
“Posteriormente, y ante el poco eco hallado en esa delegación policial se
dirigieron a la policía provincial, mas en el camino fueron obligados por
hombres de civil armados, a dirigirse a los bosques de La Plata, donde
secuestraron a Bettini, de quien se desconoce hasta la fecha el paradero.
“Devoto fue abandonado en el lugar, con amenazas de muerte y el 19 de
marzo hombres de civil allanaron su domicilio donde realizaron un ‘metódico
saqueo’ y según el documento el marino no se encontraba allí.
“Ese día Devoto presentó un hábeas corpus a favor de su suegro, al tiempo
que interesaba a diversas personas e instituciones en el caso, entre ellas el
Colegio de Abogados, al igual que distintas universidades, aunque ninguna
gestión le brindó resultados satisfactorios.
“El lunes 21 Devoto se dirigió al Edificio Libertad a efectos de conversar
con oficiales de inteligencia sobre la situación de su suegro y allí se perdieron
sus pasos hasta el día de hoy.
Poco después oficiales de la Armada, autoridades eclesiásticas y de la
policía señalaron en distintas versiones que ‘se encontraba detenido a
disposición de la Marina a la espera de ser sometido a proceso’ de acuerdo a la
presentación.
“El escrito dice que el 9 de noviembre de 1976 había ‘sido asesinado en La
Plata Marcelo Bettini, hijo del doctor Bettini y cuñado del teniente Devoto’,
quien pese a portar documentos fue enterrado como NN.
“Devoto tomó a su cargo entonces la cuestión del reconocimiento del
cadáver y mientras examinaba varios cuerpos, identificó también al de Luis
Bearzi, médico, que había sido asesinado junto a su cuñado e informó que ‘por
razones humanitarias’ dijo a su familia que lo consideraba ‘desaparecido’.
“Añade la presentación que luego de esto comenzó a ser vigilado al igual
que otros miembros de su familia y que el 3 de noviembre de 1977, a las 14
horas, fue detenida y secuestrada la señora María Mercedes Hourguebie de
Francese, madre política del Dr. Bettini y abuela política del teniente Devoto,
quien tenía entonces 77 años, sin que nada se sepa hasta el momento de su
destino y paradero’.
“Tiempo después, y de acuerdo con versiones atribuidas al entonces coronel
Camps, jefe de la policía de la Provincia de Buenos Aires, se señaló que ‘la
anciana se encontraba detenida’, dice el documento.
“Devoto se retiró voluntariamente de la Marina en 1975 y se incorporó a la
flota de Yacimientos Petrolíferos Fiscales; su desempeño en la Armada
Nacional fue ‘sobresaliente’ habiéndose especializado en el área de control de
armas antisubmarinas”.
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“`Lo único que falta es que nos juzguen por haber perdido la guerra de las
Malvinas y por haber ganado la guerra contra el terrorismo´, dijo a La Nación
una fuente militar.
“En altos estamentos del Gobierno circula un informe (que) ilustra acerca
del endurecimiento (…) Son formulaciones: 1) la violencia fue desatada por la
subversión, no por las Fuerzas Armadas; 2) éstas se vieron obligadas a
intervenir por orden de un Estado débil que no pudo reprimir el fenómeno con
las fuerzas policiales; 3) en el fragor de la lucha se registraron desbordes en
ambos bandos; 4) consecuentemente, cualquier acuerdo al que se llegue sobre
esta cuestión debe partir de una descalificación expresa de los iniciadores de la
violencia y un reconocimiento de la legitimidad del uso de la fuerza para
combatirlos; 5) el informe que se prepara sólo podrá contener una lista parcial
de bajas comprobadas y una apreciación general sobre los casos restantes, a
través de la cual se sugerirá que están muertos o residiendo clandestinamente
dentro del país o del exterior.
“`Más de esto, no se puede esperar´, reiteró esa fuente militar, la que señaló
que la reserva que las Fuerzas mantienen sobre sus asuntos internos ha
impedido que trascienda la existencia de militares y ‘socios civiles’ que
cumplen condenas por delitos cometidos durante la represión. Esos “socios
civiles” habrían sido miembros de las `3 A´ (…).
“Pero las divergencias no sólo están referidas al contenido del informe.
Mucho más trabajosa sería la compatibilización de los criterios militares sobre
la eventual sanción de una ley de amnistía que podría llegar a favorecer a
ciertas categorías de subversivos.
“En esto, es evidente que la contradicción está planteada entre las
necesidades políticas de las respectivas cúpulas militares y aquellos oficiales
que participaron `materialmente´ en la represión. Estos no aceptan ser
`amnistiados´, pues insisten en que han actuado en cumplimiento de órdenes
de la superioridad (…)”.
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“(…) la jueza señala el uso arbitrario que las autoridades del penal han
hecho de las atribuciones disciplinarias. Reprueba los procedimientos
empleados según una interpretación harto discutible del reglamento interno,
porque no cabe duda, subraya, `que el personal penitenciario ha recibido la
instrucción necesaria como para manejar situaciones límite en las que la difícil
personalidad de los detenidos juega un papel preponderante´.
“Corresponde que las observaciones de la jueza (…) sirvan como indicación
de las verdaderas funciones que competen a los institutos carcelarios y de la
responsabilidad que asumen sus agentes y autoridades”.
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“(…) La Argentina, como cuerpo social, afronta una situación delicada. Así
como en un organismo vivo, ciertos acontecimientos pueden provocar
consecuencias que en modo alguno sobrevendrían en medio de la salud de las
instituciones. La renuncia del juez Narvaiz no puede considerarse un hecho
menor. Sumada a su importancia la compleja realidad institucional del país,
resulta (de) un significado indisimulable.
“(…) La apelación ética que el dimitente siente respecto a la vigencia
irrestricta del orden constitucional debe conciliarse con su juramento inicial
por los objetivos del `Proceso´, puesto que es un magistrado nombrado por
este gobierno y cuya carrera se inicia en 1967, también con el orden
constitucional suspendido.
“(…) El juez admite el origen de su nombramiento, pero siguiendo un
razonamiento nada desdeñable, sostiene que ese `Proceso´ ha expresado su
voluntad de conducir a la República al orden constitucional y de sostener al
imperio de la Justicia cuantas causas corresponda. Todo lo cual exige una
subordinación integral del Poder Ejecutivo a los reclamos judiciales. Según la
renuncia, tal subordinación no se da y obliga a una limitación, ya mismo, de
los poderes de excepción hasta ahora fundados en circunstancias también de
excepción.
“(…) La intención de la renuncia podría inscribirse en una voluntad al
servicio del reencausamiento de la Nación en los carriles constitucionales,
sobre todo en la plenitud del imperio de la Justicia para sancionar a quienes
desde cualquier posición se hayan alzado o se alcen contra la ley.
“(…) El retorno a la forma republicana encuentra, desdichadamente,
contradictores, minoritarios pero no poco significativos. Para un alto número
de ideólogos del terror o de las dictaduras, cualquier perturbación o tropiezo
en la marca hacia la vida constitucional es un buen caldo de cultivo.
“(…) La moral del magistrado renunciante no queda afectada. Los matices
de naturaleza política (…) no significan desconocer la legitimidad de un
derecho a ejercer la función o abandonarla de acuerdo con principios sobre los
cuales sólo la propia conciencia puede dar un dictamen final”.
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“Por enésima vez, hay que señalar el error del gobierno al invertir los pasos
de su acción respecto a órganos de prensa. (…) Lo primero que debió hacerse
es poner en movimiento a los órganos judiciales.
“(…) Cuando cualquier publicación desborda el cauce normal de la libertad
y cae en el desmán delictuoso, la palabra castigante se alza desde el Código
Penal, no desde el despacho de un funcionario”.
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“La misa había sido encargada por el Círculo de la Prensa. Al ser consultado
acerca de las declaraciones formuladas por el general (R) Ramón Camps,
declinó comentarlas. Señaló, sí, que `en la Argentina no hay cárceles
clandestinas ni campos de concentración´.
“Otra pregunta estuvo referida a las afirmaciones atribuidas a un alto jefe
militar retirado acerca de que sus únicos jueces son Dios y su conciencia.
Procurando despersonalizar la respuesta y recordar la vigencia de
instituciones, monseñor Medina hizo notar que en la sociedad civil existen
otros jueces, y que, en el orden espiritual, existe también el sacramento de la
reconciliación.
“En ese improvisado diálogo, que lo tomó por sorpresa, monseñor Medina
alcanzó a manifestar su deseo de que se institucionalice el país, `dentro de lo
posible –añadió– cuanto antes´”.
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“Las Fuerzas Armadas, por intermedios del general Bignone, han puesto
término definitivo al proceso abierto al 24 de marzo de 1976. No es oportuno
hacer ahora, con tal motivo, ni siquiera un esbozo de balance ni de formular
un juicio sobre éxitos y fracasos. Inclusive, parecería hasta inadecuado, en el
instante en que se afirma la voluntad irrenunciable de volver al orden
constitucional, no señalar la complacencia republicana más allá de toda otra
consideración.
“(…) El presidente Bignone ha hablado, en fin, con altura cívica, y sus
palabras, sin ir más allá de cuanto las circunstancias y la oportunidad lo
permitían, representan un llamado a la moderación y a un esfuerzo conjunto
detrás de un objetivo que bien vale todos los sacrificios”.
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“(…) Cumplió una tarea protocolar (al) saludar a Indira Gandhi y Fidel
Castro. Si esta explicación pudo llegar a obrar como un bálsamo de la
justificada irritación despertada por ese párrafo entre quienes siguen
considerando la libertad y la democracia como no negociables, las
declaraciones de Bignone en conferencia de prensa, admitiendo por razones de
protocolo el amistoso intercambio con reconocidos líderes internacionales de
la subversión quedaba explicado, llevaron al cuota de asombro en nuestro país
a un grado extremo (…).
“El valor de la causa de las Malvinas no está en discusión. Lo que señalamos
aquí es el valor de la causa de la República”.
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“(…) Son varios los defectos del procedimiento de faltas que ponen
seriamente en peligro la libertad individual, desde la facultad dada a la Policía
Federal de aplicar penas sin control judicial, que es la característica
inconstitucional señalada por la Corte en el fallo comentado, hasta la
aplicación de reglas probatorias irrazonables y condiciones absurda para la
excarcelación. En conjunto, el sistema de represión de faltas y
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“La agitación gremial organizada por los dos grupos que se disputan
actualmente la primacía en la conducción de la vida sindical argentina
concluyó, sin dejar –como es natural– ningún saldo beneficioso para el país y
sí muchos negativos. La semana corrida entre el 28 del mes anterior y el 1 del
actual quedó, en los hechos, transformada en nada desde el punto de vista de
la actividad laboral. Desde otro enfoque, el país debería preguntarse –de no
mediar un manto de indiferencia y de escepticismo vastamente extendido– qué
objetivo se ha alcanzado y quiénes, si no dirigentes gremiales preocupados por
su propia situación, han obtenido algún resultado.
“El gobierno se conformó, una vez más, con un logro que, indudablemente,
no debe desdeñarse: el mantenimiento del orden.
“(…) Otros paros seguirán a éste; otras manifestaciones y concentraciones
se anunciarán y se dejarán sin efecto. Por supuesto, los argumentos para
explicar las razones de todo ese ir y venir no faltarán. Siempre serán
necesarios aumentos de salarios; la reactivación económica será muy difícil de
lograr en breve plazo; los problemas sociales harán sentir su peso
concretamente. Pero quizá nadie se hará la única pregunta que debería
formularse: ¿son estos los procedimientos idóneos para solucionarlos?
“La respuesta es obviamente negativa, no sólo desde el frío punto de vista
del análisis racional sino porque la experiencia de muchas décadas lo
demuestra.
“Es lamentable que el país entero deba seguir padeciendo estas dificultades,
estas alteraciones de su ritmo normal de actividades, a pesar de que existe
consenso absoluto sobre la inutilidad de las agitaciones y los conflictos
sociales así enfocados.
“Es imposible calcular o prever las derivaciones que un acontecimiento
semejante puede llegar a ocasionar en la vida privada de muchísimos
habitantes o en cuestiones económicas o administrativas (…)
“Supone que organizaciones que actúan al margen de la ley, y grupos
dirigentes que sólo responden ante sí mismo, ejercen sobre la población algo
así como un sucedáneo efectivo del imperium que es propio, exclusivo e
indelegable del Estado.
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hizo eco la prensa– una serie de reflexiones y advertencias que merecen ser
analizadas y tenidas en cuenta, no sólo por estar referidas a cuestiones
candentes de la vida argentina sino también por la decisión con que ha
abordado asuntos harto espinosos sin caer en fáciles demagogias y sin temor a
decir verdades difíciles.
“Manifestó el titular del CELAM que la decisión de derivar a la Justicia toda
la responsabilidad de encontrar soluciones para el problema de los
desaparecidos y de las secuelas de la lucha contra la subversión podría llevar
`a un envenenamiento de las relaciones humanas en el país´. A su juicio, la
sociedad argentina debería estudiar la elaboración de un instrumento jurídico
que señale caminos para la superación y el olvido, una ley que reconozca el
hondo drama que vivió el país y la responsabilidad de quienes lo promovieron.
Esa ley –que monseñor Quarracino prefiere llamar de `olvido´y no de
`amnistía´– estaría encaminada, fundamentalmente, a evitar que se reinstalen
en la vida nacional el odio y el afán de venganza (…).
“(…) Nadie estaría en condiciones de establecer si la revisión debería
comenzar en 1976, en 1973 o –quizás– en 1968, cuando comenzaron los
movimientos subversivos. También se plantea el alto prelado si habrá que
tomar en cuenta o no, en esas revisiones ante la Justicia, a los responsables
intelectuales o morales de la iniciación de la guerrilla o a los educadores y aun
a los padres que encaminaron a los jóvenes hacia la violencia (…).
“(…) Sus declaraciones, son severas y es probable que disgusten a muchos.
Pero constituyen un testimonio de cuya seriedad no se debe dudar (…)”.
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“Podría pensarse que las autoridades cedieron sus posiciones para permitir la
descompresión de la atmósfera que se respira desde hace algún tiempo en la
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“Los obispos argentinos han hablado con prudencia y con ánimo elevado
desde el punto de vista propio de los hombres de la iglesia. Un análisis
cuidadoso y desapasionado de las palabras de los obispos permite advertir que
la Argentina de estos días y del futuro tiene mucho que agradecer a la
sabiduría y al patriotismo de sus pastores, así también que en el conjunto del
continente latinoamericano, el episcopado nacional ocupa un lugar destacado
y es una reserva valiosa para los difíciles caminos hacia la democracia y la
superación de las injusticias.
“(…) En estos momentos, pareciera que los `yerros cometidos´ pueden
reducirse solamente a los de los adversarios y éste es un pecado político muy
común en la Argentina. En un momento, por ejemplo, cuando los militares
tomaron el poder en1976, esos yerros quedaron reducidos a los de los partidos
políticos. Hoy, parecen quedar reducidos, para muchos, a los militares que lo
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ejercieron desde ese año hasta hoy. Los obispos llaman a un examen de
conciencia que abarca a unos y a otros.
“Nadie duda que se cometieron excesos y errores en la lucha contra la
subversión y el terrorismo. Más no es lícito, ni justo, pretender que esto se
admita pero se ignore que antes hubo terrorismo y subversión. Nadie quiere,
ahora, responsabilizarse de ese fenómeno y ningún sector político está
dispuesto a admitir la tolerancia y hasta la complicidad con que las peores
manifestaciones de aquel terrorismo fueron acogidas en su momento. (…)
“(…) El documento episcopal no ha dejado de nombrar, directamente, los
grandes temas que afligen hoy a la familia Argentina. Señala como
fundamental el problema de los desaparecidos en la lucha contra la subversión
y pone –como no podía ser de otro modo– sólo el punto de partida para llegar
a encontrarle alguna solución, que siempre será imperfecta (…)”.
“Las amenazas de que han sido objeto el director del matutino Bs. As.
Herald y dos periodistas extranjeros, todos los cuales habrían sido conminados
a abandonar el territorio nacional en plazos perentorios, constituyen un nuevo
intento de restablecer en el país el imperio de la violencia y el miedo (…)”.
“La presunción sobre un acta institucional por la cual se determine que todos
los hechos judiciales acaecidos en la represión antisubversiva corresponden al
fuero militar deviene de un viejo proyecto encarpetado en la Junta Militar y al
que alguien le sacudió el polvo días pasados.
“(…) La mayor parte de los analistas consideran muy difícil, por ejemplo,
que un delito atribuido a la Triple A –cuya triste memoria ha sido refrescada
en estos días– puede encontrar un lugar en el fuero militar por el mero hecho
de considerarse un episodio antisubversivo. Como en este caso, los caminos
posibles son tan numerosos que resulta inabarcables por una decisión
anticipada como la que se comenta”.
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generaba un discurso que daba cuenta del temor de que ésta última se
reeditara; planteaba que los métodos represivos “contradicen” la ética y
“sumergen a la sociedad en la angustia” y era “por eso” que la Justicia debe
investigar la muerte de dos montoneros; para que “la subversión” no resulte
“triunfadora”. Hacia el final concedía, ahora, que en “oponer a la violencia
subversiva el orden de la Justicia, radica la virtud más preciada”:
“(...) En los últimos años (hubo) tanto violencia política como represión
indiscriminada de la subversión (...)
“Episodios recientes que cobraron especial notoriedad inducen a pensar,
ahora, que la violencia aspira a instalarse de nuevo entre nosotros. Primero fue
la muerte de un prominente cabecilla montonero, en Córdoba; luego, el
abatimiento de otro, en el norte de Buenos Aires (...)
“Tanto difieren la información policial y oficial por un lado, y por el otro la
que sobre el hecho proporcionan fuentes políticamente interesadas, que para
nada contribuyen a despejar las incógnitas de un episodio confuso en sí
mismo. (...)
“Pero hay, de todos modos, elementos de juicio como para suscitar en la
comunidad la impresión y el temor de un incipiente restablecimiento de la
subversión, aun cuando esos indicios sean reales o creados ex profeso para
justificar actitudes represivas como las que tan elevado costo político ha
tenido para los gobiernos de estos últimos siete años y tanto han contribuido a
nuestro aislamiento internacional (...).
“(...) Las metodologías represivas no sólo contradicen –como el terrorismo
mismo– normas elementales de orden ético y jurídico sino que también
concluyen por sumergir a la sociedad en la inseguridad y la angustia (...).
“Con lo cual, la subversión resulta triunfadora de cualquier manera. La
Argentina pasó por ese trance una vez y no puede repetir la experiencia. Por
eso la Justicia debe tomar ahora en sus manos, con todos los medios que le
asigna la ley y con la mayor urgencia, la investigación del caso hasta su
completo esclarecimiento y la sanción de los responsables directos e
instigadores, si los hay.
“Más importante aún, sin embargo, por cuanto afecta directamente el
proceso de recuperación institucional de la República, es que el Gobierno y
sus organismos responsables mantengan informado al país y a organizaciones
políticas, en forma permanente y con la mayor claridad (...).
“La ciudadanía sacará sus conclusiones, pero las autoridades deberán
ocuparse de inspirar con sus actos el mínimo de confianza indispensable.
“Si los indicios recientes apuntan, en efecto y lamentablemente, en tal
dirección, será necesario afrontarlos pero teniendo en cuenta que la distancia
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En otro orden, la misma nota avanzaba sobre el tema que venía: la ley de
amnistía:
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impedir la organización y los liderazgos que son clave del éxito alcanzado por
ésta”.
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“La situación procesal del almirante Massera –cuya prisión preventiva acaba
de ser ordenada– constituye un factor de profunda preocupación cívica y
política. Es inútil pretender reducir los hechos a un episodio más de los que
ocupan la acción de la Justicia. (...)
“El almirante Massera desempeñó durante un lapso considerable y en
momentos muy especiales de la historia de estos (sic) días un papel de primer
rango (...).
“Apenas dejó esa posición y pasó a retiro, Massera se consagró a estructurar
un partido político y recientemente ocupaba la atención del periodismo
especializado en todo el mundo por sus presuntos contactos o influencias con
la figura a la que todavía se le atribuye un poder absoluto y carismático en el
seno del peronismo.
“Su nombre está mezclado en algunos de los episodios más desdichados o
más oscuros de los últimos años, entre los que deben citarse la desaparición de
Hidalgo Solá, los asesinos de Elena Holmberg y Marcelo Dupont y su
presunta participación en la internacionalmente famosa logia Propaganda Dos.
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militares. Hace dos años, España dio pautas de cómo pueden las instituciones
afrontar esos ataques (...)”.
“(...) Llama la atención, y alarma, que nada menos que la entidad llamada a
ser el auxiliar directo de la Justicia –es decir, la Policía– encuentre inadecuado
el proceder de aquélla en materia del ejercicio de los poderes del Estado.
Tal es la situación que se ha presentado entre la Policía de Buenos Aires –
por boca de su jefe, un general en actividad– y la magistratura que entiende en
la causa por la desaparición y muerte de dos terroristas. (...)
“El caso que se ventila trasunta uno de los debates sustanciales de la Nación
en la hora actual y con vistas a lo futuro. No puede reducirse a la sola
referencia de la contienda entre subversión y anti subversión sino que
requiere, aunque sea a partir de ello, una ampliación de miras como la que se
ha propuesto en estas mismas columnas el viernes último a propósito de la
defensa de la democracia.
“La ciudadanía aguarda ahora con la mayor expectación el curso de los
acontecimientos.
“Porque han de revelar la posibilidad y la medida factibles de reintegrar el
país a un estado de derecho, obligadamente regido por el imperio de la ley. En
otras palabras, el sentido de la República”.
“La tortura es una acción vil. Es, además, un acto cobarde, pues se ejerce
con fría impunidad sobre un ser imposibilitado de defensa; es ejercicio de
sadismo; es una afrenta a la dignidad de la persona. Quien ejecuta la tortura,
como el que la ordena o la tolera pudiendo prohibirla, es merecedor del más
extremado rigor legal. Cualquier margen de tolerancia no sólo es permisivo
sino cómplice.
“Nuestro siglo ha tenido que contemplar horrores, desmedros casi
inimaginables de la condición humana.
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“(…) Con menos ansiedad que el gobierno nacional, y mayor serenidad que
los sindicalistas, también los empresarios esperan que la Iglesia pueda asumir
finalmente su papel de mediadora, capaz de posibilitar la estructuración de un
acuerdo económico y social adecuado para hacer más llevadero este complejo
tránsito hacia la institucionalización.
“No albergan demasiadas expectativas pero admiten que varias propuestas
formuladas en los últimos días, incluso a algunos de los partidos, coinciden
con sus reclamos”.
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(…) El episodio Kelly evidencia que hay todavía vastas zonas en que nadie
puede preservar la vida de los argentinos, ha sido apenas un dato de esa
realidad que el protagonista –cuya situación genera muchas dudas– no podrá
explicar suficientemente a una ciudadanía que muy rápido pasó de la angustia
por una posible tragedia al descreimiento más ostensible. En la misma madeja
de contradicciones se apretaron durante sólo tres o cuatro días otros hechos
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“(…) Desde ahora, el gobierno sólo será poco más que un guardián del
tránsito electoral, lo cual es considerablemente más que lo que podía esperarse
cuando la quebrada Junta Militar le encomendó su tarea.
“La intensa actividad de la justicia federal en torno de las investigaciones de
hechos tan oscuros y desestabilizadores como los que culminaron con el
episodio de GP Kelly –dentro del sombrío tono que entraña– ha sido
confortante, por la libertad con que los medios de comunicación actúan y la
amplitud con que los jueces informan”.
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“Con escaso margen de error podría afirmarse que pocas veces en nuestra
historia política hubo una decisión legislativa con tan reducido consenso ni
con tan generalizada oposición como el “conjunto de medidas políticas y
normativas tendientes a sentar las bases de la definitiva pacificación del país”,
para decirlo con términos oficiales, que precedió a la ley 22.924.
“Por una causa u otra, en consecuencia, el instrumento provocó reacciones
en sectores muy diferentes, incluyendo a quienes, desde el propio entorno
castrense, no han terminado de compartir el tratamiento igualitario de
terroristas y represores. Un analista comentaba la paradoja de que, con esta
amnistía, el gobierno militar anula lo que se le reconocía como el mayor –o el
único– logro de su gestión: la derrota subversiva. Sin duda, la amnistía de los
terroristas resultó indispensable para contra balancear y hacer posible la propia
amnistía.
“La doctrina y sus intérpretes presenta más recovecos que respuestas claras,
por lo cual el país debe preparase para un debate políticamente áspero y
judicialmente complejo.
“El proceso electoral controlado
“(…) El jueves, la plaza de mayo –que durante 24 horas fue el campo de
acción de uno de los extremos por los que escapa la tensión del país– era un
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“Desde la perspectiva de los comicios del ‘73, el proceso electoral que está
por culminar se corresponde mejor con la idea que comúnmente se tiene de la
normalización institucional.
“(…) Se trata de uno raro, por no decir único, donde es difícil hallar un
sector que no haya tomado ostensible distancia del gobierno militar.
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“Una de las decisiones que tomará el gobierno esta semana estará referida al
levantamiento del estado de sitio, vigente sin interrupciones desde el gobierno
de María Estela Martínez de Perón. El actual, es el periodo más largo vivido
por la Argentina bajo el estado de sitio.
“(…) Si las Fuerzas Armadas asimilaron recientemente la liberación de
detenidos, no hay motivo para suponer que no ocurrirá lo mismo con respecto
al levantamiento del estado de sitio”.
“(…) Son muchos los temas que el país tiene para resolver y más de uno –
como el de la deuda externa– se agrava por lo impostergable de las decisiones.
“(…) Si este periodo de indefinición se prolonga por treinta o cuarenta días,
la circunstancia impedirá también cualquier decisión del gobierno saliente que
deba ser consultada con las futuras autoridades constitucionales. Tal
circunstancia, por otra parte, puede agudizar la imagen actual de vacío de
poder.
“(…) El país, durante el difícil lapso de transición, tendrá que dar una
elevada muestra de sentido común. Las autoridades que cesan no serán
entonces sino administradores de la cosa pública lo cual no es una actitud de
castigo sino de eficiencia.
“Se trata, en suma, de que el cuerpo vivo de la nación no se detenga para lo
cual será menester que todos cumplan con su deber postergando demandas
impropias de tan singular paréntesis institucional”.
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“La JP
“(...) Desde ese mismo sector, el de la Juventud Peronista, se avanzó algo
más en una conferencia presidida por Juan Carlos Dante Gullo. No sólo se
criticó a la cúpula del justicialismo, sino que expresamente se hizo conocer el
apoyo de la JP al futuro gobierno constitucional.
“La posición que asumió públicamente la Juventud Peronista –cuya imagen
está asociada para muchos con el recuerdo del grupo subversivo montoneros–
introduce un elemento también novedoso dentro de la realidad política de la
Argentina.
“(...) Pero, por encima de todo, parece estar bastante en claro que la
Juventud Peronista entró en la lucha por la conducción del Partido
Justicialista. Para librar esa batalla necesita desligarse de aquella sombra de
vinculación con montoneros y conquistar, claramente, una imagen dentro de la
legalidad (...)”.
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“Estructuras y nombres
…”Desde el Comando en Jefe del Ejército, a pesar de todo, no se descartaba la
posibilidad de una negociación. Pero si esto ya era difícil antes de las
elecciones, el caudal electoral que dio el triunfo a Alfonsín ubicó esa
aspiración, de manera decidida, en el terreno de la fantasía (...)”.
“Las Fuerzas Armadas del Uruguay parecen decididas a dar un nuevo giro
en la situación política. Es decir, retomar el camino a la apertura y al diálogo
con el frente civil. (...)
“El punto crucial que subsiste es la intención de estipular un acuerdo
constitucional previo a las elecciones, acerca del papel futuro de las Fuerzas
Armadas y de las previsiones antisubversivas.
“De cualquier manera, los sucesivos cambios en las actitudes del poder
militar van cediendo espacio de negociación ante el frente político. Un
ejemplo de ello es que las proscripciones recién levantadas habrían regido,
según se pensó siete años atrás, hasta septiembre de 1991. Todo parece
indicar, también, que los procesos políticos de sus grandes vecinos no pasan
inadvertidas en el Uruguay y que también allí se aspira colectivamente a la
vida democrática sin ceder por ello el paso a la subversión o al terrorismo”.
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“Con esa hipótesis, se pretendía llegar hasta fines de 1984 con los actuales
jefes militares. Después, la idea fue dejar armada una cúpula, con lo que se
limitaba la capacidad de opción. Finalmente, se intentó proponer el ascenso de
cuatro generales de brigada para que uno de ellos fuera jefe del Estado Mayor
del Ejército.
“El margen resultó cada vez más estrecho. Ahora parecería que ya no
importa tanto quienes quedarán al mando del Ejército. La decisión del general
Nicolaides de entregar el mando el 7 del mes próximo no sólo es un paso más
en el eclipse de la Junta Militar sino que indica claramente la reducción de
aquel margen negociador con que se contaba disponer para este momento.
“Por eso, ahora, la cuestión fundamental es la actitud del próximo gobierno
frente a lo ocurrido durante la represión. Allí está el tema crucial.
“El resto, o sea la necesidad del Gobierno de dar forma a un nuevo sistema
de lealtades, ya fue asumido.
“La primera aclaración sobre este tema que se suele hacer entre los
allegados al presidente electo es que no existe intención de agraviar a las
Fuerzas Armadas. Esto no impide que aspectos como el de los ilícitos y los
excesos en la lucha antisubversiva resulten condicionantes para cualquier tipo
de decisión”.
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humanos. Esto impone pagar otro precio, también alto, también doloroso: es el
sacrificio de admitir aún los derechos de quienes han demostrado no
merecerlos; de conceder los beneficios de la libertad que señala la
Constitución para todos los habitantes a quienes han mostrado hasta el
hartazgo que sólo se amparan en la Constitución para imponer una ideología
que aspira a destruirla.
“Es el precio de la libertad; es la exigencia de la democracia. Estas son las
reglas de juego de vida política que los argentinos hemos elegido el 30 de
octubre. Debemos acatarlas hasta sus últimas consecuencias. Pero no como
ciudadanos inocentes o temerosos sino como guardianes severos para que
nadie se aparte de ellas. La democracia impone el respeto de todas las ideas,
siempre y cuando se luche por ellas dentro de las normas de la democracia. El
sistema constitucional admite todas las propuestas, pero no debe tolerar a
quienes se cobijan a su sombra y simultáneamente intentan destruirlo.
“La libertad exige tolerar a los enemigos de la libertad, pero impone el deber
de no dejarlos avanzar en sus propósitos. Si la Argentina admite en su seno a
quienes la condujeron al caos por los métodos del terror y la subversión,
porque así lo señala ahora la ley vigente, y si debe seguir tolerándolos porque
esa ley no ha encontrado todavía la forma de impedir su retorno, debe hacer
saber públicamente que no está dispuesta a permitir, de nuevo, ni los errores ni
los crímenes cometidos por quienes parecen dispuestos a aprovecharse, otra
vez, del espíritu y de la letra de la Constitución que nunca respetaron y que
impunemente destrozaron.
“Ninguna conciencia sana podrá jamás olvidar en la Argentina a los asesinos
de Aramburu. La ley podrá, quizá, protegerlos ahora; la libertad y la
democracia exigirán tolerar, quizá su presencia en esta tierra. Pero principios
más altos todavía que la ley y la Constitución imponen señalar que está escrita
de una vez para siempre la condena moral dictada por ese crimen y por todos
los que le siguieron o le precedieron, así como es definitivo el rechazo que por
sus autores sienten los hombres y las mujeres de esta tierra”.
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que la Argentina ya pagó una vez –la experiencia es muy reciente– y no quiere
volver a pagar.
“Y significa, también, y finalmente, que la suerte del país no debe confiarse
a hombre alguno ni a líderes carismáticos ni a caudillos populares (...)”.
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LA PRENSA
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“En dos horas, sin el asomo de una sola falla, al cabo de una operación
impecable, precisa, sin estridencias vanas y sin disparar un solo tiro, las
Fuerzas Armadas de la Constitución pusieron término al desempeño ilegítimo
del gobierno instaurado el 25 de mayo de 1973. Lo hicieron para salvar -como
dice la proclama de la madrugada del 24- `un tremendo vacío de poder´ y tras
de `serenas meditaciones sobre las consecuencias y irreparables que podría
tener sobre el destino de la Nación una actitud distinta a la adoptada´. El
documento inicial de la revolución reviste el significado de una cabeza de
proceso no menos que el carácter de una exposición de los móviles
fundamentales que lo inspiran cuando puntualiza las `reiteradas y sucesivas
contradicciones´. El gobierno depuesto la `falta de una estrategia global´, la
`carencia de soluciones´, el `incremento permanente de todos los extremismos
´, la `ausencia total de ejemplos éticos y morales´, la `manifiesta
responsabilidad en el manejo de la economía´, el `agotamiento del aparato
productivo´, la `especulación´ y `la corrupción general izadas´.
“Estas líneas de fuerza de la proclama revolucionaria constituyen la base de
un `trascendente compromiso´ para `terminar con el desgobierno, la
corrupción y el flagelo subversivo´, rechazar `las acción disociadora de todos
los extremismos´ y `el efecto corruptor de cualquiera demagogia´, ciñendo su
acción a `pautas determinadas´: entre otras, `el orden, el trabajo´, y la
`observancia plena de los principios éticos y morales´, al servicio de una
finalidad manifiesta, esto es `erradicar los vicios que afectan al país´ y
`combatir la delincuencia subversiva, abierta o encubierta´.
“Por su carácter afirmativo, algunos enunciados principistas de la proclama
parecen inspirarse en las promesas liminares de la Constitución, cuando en su
preámbulo formula el propósito de `constituir la unión nacional, afianzar la
justicia´, `consolidar la paz interior´, `proveer a la defensa común´, `promover
el bienestar general´ y `asegurar los beneficios de la libertad´.
Esa identificación del lenguaje aparece corroborada por la unidad de
pensamiento que se advierte en otros documentos de la Junta Militar,
caracterizado por la mesura de sus términos, la claridad de sus conceptos, la
brevedad de sus juicios, la ausencia de toda altisonancia. Apreciándolos en su
conjunto, se advierte que nada ha quedado librado a la inspiración del
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momento, por más alta o feliz que fuese. La improvisación, la mera frase, el
párrafo sonoro, la grandilocuencia no han tenido cabida en estos documentos.
“Hay aceptación plena dictada, seguro, por una convicción profunda, de las
mejores tradiciones cívicas e institucionales del país, sin que una sola
expresión o término proyecte la menor duda en contrario. No se han invocado
dogmas ni ideologías ni recurrido a difusos trascendentalismos. Sólo la idea de
patria aparece como común denominador de una ciudadanía ávida de
reparaciones salvadoras, como la suprema invocación destinada a que todos
concurran a la realización de una `tarea ardua y urgente´ emprendida con el
`absoluto convencimiento de que el ejemplo se predicará de arriba hacia abajo
´.
“Ese documento, por los males que condena, las ideas que consagra, los
fines que proclama y los métodos que preconiza está destinado a presidir y
guiar una acción histórica de incalculables proyecciones. Es un documento -
programa, necesariamente global, insertado en la tradición viva de nuestras
instituciones republicanas y democráticas. Necesitará ser desarrollado y
ejecutado con vigor de pensamiento y energía de conducta, sin desmayos ni
vacilaciones, ceñido en todos sus aspectos y detalles a los rumbos
fundamentales que surgen de su texto. La jerarquía, ya la competencia, de sus
futuros colaboradores podrán coronar equilibradamente esa calidad del poder
que acaba de instaurarse.
“La revolución del 24 de marzo no sólo ha puesto fin a una época de
ignominia y a un régimen corrupto y corruptor sino que ha abierto el cauce por
el cual podrá ir derramándose un nuevo modelo de comportamiento colectivo.
Basta recorrer a ciudad, terciar en las conversaciones de un grupo callejero,
prestar oídos a la tertulia del café, de la sobremesa, anotar los comentarios en
el ámbito del trabajo, de la familia, para percibir en todos una sensación de
alivio, un aflojamiento de la tensión psíquica, un despertar de la pesadilla en
que fue envolviendo todo, aún a los propios usufructuarios del régimen
abatido, la prolongación de una situación de insostenible defensa, simple,
repetida, estremecida a veces, la queja era común: "esto no puede seguir".
“Ahora, se necesita orden, ese orden que sólo es fecundo cuando nace como
una manifestación de la propia conducta y precede a los hechos. Ese orden, así
concebido, hará bien al país después del desvarío desatado por el gobierno
iniciado en mayo de 1973 y tras el frenesí verbal que asomó a los actos de la
gestión oficial. Hay que restar espacio al fanatismo, a la adhesión servil, al rito
adulatorio. Hay que elevar la condición del ciudadano y mejorar no sólo el
nivel de vida sino también la dignidad de vida.
“La revolución del 24 de marzo había a comenzado por prometer seguridad
al que trabaja, estímulo al que produce, garantías a la existencia individual y
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Ese jueves 1°, junto al editorial de la “limpieza”, Raúl Oscar Abdala escribió
(Especial para La Prensa) una nota titulada TRAS LA PESADILLA, en la que
generaba discurso favorable al Golpe, sin nombrarlo así:
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“(…) Tras la pesadilla, esta límpida alegría nos estaba haciendo falta. Y
como ocurre siempre que emergemos del espanto en que, durmiendo, nos
habíamos precipitado, la evocación del horror padecido vuelve una y otra vez,
tercamente. Con relación a la pesadilla de la que los argentinos acabamos de
salir, digamos que su evocación no sólo está impuesta por esa propensión del
alma a avivar el placer actual recordándolo sobre el fondo de la angustia
padecida, sino por un deber inexcusable: el de prometernos no volver a
incurrir en las inadvertencias que nos condujeron con paso presuroso al
desquicio moral y a la ruina económica.
“Ninguna otra pesadilla
“(…)Muchos de los que a última hora, ya en pleno desencanto, se sumaron a
la protesta que terminó por adjudicar a la revolución del 24 de marzo, tan
formidable consenso debe preceder a una profunda revisión de sus miras y sus
creencias, para evitar la posibilidad que siempre acecha, de recaer en idolatrías
suicidas (…) aún subsisten amenazas como la guerrilla y los infiltrados, y
sobre todo el poderoso reguero ideológico del totalitarismo vigente en
distintas alturas y aspectos de la realidad nacional, en especial en los medios
intelectuales y sindicales (…)”.
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esos debates han quedado resueltos (…) a favor de los intereses castristas, es
decir, de la URSS. Son muchas las denuncias que sobre la situación de los
presos políticos en Cuba se han elevado a la mencionada comisión, entre ellas
una suscripta por miles de ciudadanos argentinos. Todas las peticiones
concluían con el pedido de designar una comisión que verificase, en Cuba, las
acusaciones.
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“La Secretaría de Prensa hizo saber que a partir del jueves `queda prohibido
informar, comentar o hacer referencia a temas relativos a hechos subversivos,
aparición de cadáveres y muertes de elementos subversivos y/o de integrantes
de las Fuerzas Armadas o de seguridad por estos hechos, a menos que sea
informado por fuente oficial responsable. Incluye a secuestrados o
desaparecidos´. Por ese motivo, no publicamos información de esa
naturaleza”.
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“El presidente de la Nación, teniente general Jorge Rafael Videla, dijo ayer
al reunirse con directores de medios del interior del país que, `lejos de nuestro
ánimo y espíritu estaría pensar en tener una prensa complaciente y no objetiva,
y esa objetividad, justamente, es lo que motiva mi ponderación y
reconocimiento en nombre del gobierno argentino´.
“Con relación a la función que le compete a las Fuerzas Armadas en la
actualidad, expresó Videla que lo asumieron `con profunda vocación de
servicio, frente a una crisis institucional y en este cometido están
comprometidas, como institución, las Fuerzas Armadas, en pos de objetivos
que no son patrimonio de un sector, persona o grupo de personas, sino
objetivos que entendemos son los de la Nación´.
“(...) Si logramos la comprensión inicial podemos producir hechos, si
podemos producir hechos, entonces podremos exigir adhesiones a ellos. Y si
logramos hechos, la reciprocidad nos obligaría a dar participación a quienes
encuentran que esos hechos son hitos en el camino hacia la concreción de
nuestro objetivo.
“(...) Como decía, la demagogia ha generado la subversión de valores, y esa
subversión es una realidad lamentable en la Argentina. La subversión no es
solamente la manifestación objetiva de un grupo armado. La subversión es un
fenómeno bastante más complejo, profundo, global, donde están justamente en
juego los valores subvertidos.
“`Esta es nuestra doble función: combatir los efectos de la subversión, y en
esta decisión creo que las Fuerzas Armadas han dado testimonios más que
objetivos, han dado en ella lo mejor que pueden brindar, la sangre de sus hijos
muy queridos, mártires algunos, héroes los otros. Pero el problema ahí no
termina. Además de combatir la subversión es menester gobernar, y gobernar
empieza por poner en claro los valores tradicionales de nuestro estilo de vida,
trastocados a veces por la demagogia y exaltados otras por subversión´”.
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Lo decía el diario.
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“(...) Añadió que nuestro país tiene una posición tradicional de respeto por
los derechos humanos y así lo expuso el presidente de la Nación
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recientemente. `Es un tema muy delicado que debe ser considerado con
objetividad y prudencia, en un marco de respeto por las soberanías nacionales
y sin hacerse eco de campañas internacionales eficientemente orquestadas y
que generalmente tienen un único y definido sentido´”.
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guerra civil, desatada por las organizaciones terroristas cuyos designios todo
el mundo –aquí y en el exterior– conoce.
“No se trata de una simple confrontación que, en otro caso, habría bastado
con el concurso de las fuerzas regulares de seguridad para conjurarla, sino de
una agresión abierta, permanente, aquí y allá, con métodos decididamente
crueles y destructores (...) La capacidad ofensiva de la guerrilla ha quedado
evidenciada en los numerosos ataques, felizmente repelidos con eficacia, a
bases, cuarteles, guarniciones, arsenales y dependencias de nuestras fuerzas
armadas. Ellas no iniciaron esta guerra y sólo la eventualidad de la quiebra
irreparable de la seguridad interior determinó su salida de los
acantonamientos. Lo demás es conocido.
“Que en esta lucha haya habido víctimas numerosas, de uno y otro bando, no
tiene nada de extraño. Los analistas de la escena internacional han señalado
repetidas veces que los principales focos de la guerrilla y del terrorismo en el
mundo son tres: Irlanda del Norte, la frontera israelí con Siria y Líbano y la
Argentina.
“Esas mismas fuerzas armadas que han venido combatiendo a la guerrilla y
a sus diversas connotaciones políticas se vieron forzadas en marzo pasado a
ocupar el vacío de poder dejado por la inepta y corrompida administración
justicialista. El análisis de lo realizado hasta ahora por las nuevas autoridades
es materia aparte de este comentario, ya no puede caber duda alguna de que el
fracaso de su misión reparadora constituiría uno de los logros más auspiciosos
de la subversión. El descrédito del gobierno argentino en el orden
internacional será buscado por muchos caminos, algunos de ellos
insospechados. A partir de ahora, si la conjura no es frenada, el foro exterior
podría adquirir contornos de fácil y superficial tribuna, como lo tuvo en su
momento el `tribunal Russell´ o el Llamamiento de Estocolmo. En materia de
denuncias caprichosas y de ardides verbales siempre ha resultado posible un
concierto de voces previamente ensayado.
“(...) Hay que calar hondo, muy hondo, en los modos de ser de la acción
subversiva en procura de una señal o de una pista que despeje el interrogante
hasta ahora insatisfecho del asesinato de los dos políticos uruguayos y de su
súbito y uniforme aprovechamiento para ofender al gobierno porque enfrenta
la lucha contra la criminalidad internacional. En la medida en que los móviles
del luctuoso suceso no sean puestos a luz está en el terreno de lo posible que
un elaborado, conducido y sucio manojo de sospechas se lance sobre nuestras
fuerzas armadas, silenciando ahora la responsabilidad de las brigadas asesinas
que pretenden diezmarlas. Así lo querría la `izquierda latinoamericana´, que a
estas horas, mediante declaraciones de unos y documentos de otros, pugnan
por crear un abceso de fijación que levante en el exterior una ola de
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que encuentra en sus propios crímenes un estímulo cada vez mayor, para su
persecución. Si alguna vez las tuvo, ya no reconoce fronteras, piedades ni
circunstancias. Llevado de su propio arrebato ha hecho del homicidio su ley
suprema (...) No es un secreto, pues sobre el particular vienen corriendo
insistentes versiones, que los exiliados uruguayos en nuestro país estaban
divididos en torno de la estos aspectos de la vida pública en la vecina orilla.
Uno –o Michelini o Gutiérrez Ruiz– eran partidarios de llegar a un
entendimiento con el gobierno de Bordaberry; otros, entre los que se
encontraría el ex parlamentario Wilson Ferreira Aldunate venían propugnando
una acción frontal opositora, teniendo a la extrema izquierda como columna
vertebral. Repentinamente, el señor Ferreira Aldunate, que en ningún
momento había tenido dificultades mientras residió en Buenos Aires en
calidad de exilado, viajó a París y a poco de llegar declaró a la prensa que `la
represión política ha convertido tanto a mi país como a la Argentina en
regiones peores que el infierno´. No vaciló en acusar a nuestro gobierno de
responsable del asesinato de sus dos compatriotas presentándolo como la `obra
de la maquinaria represiva argentina´. Afirmó que los asesinatos constituyen
una `violación flagrante´ del derecho de asilo y aseguró que la Policía
Argentina había colaborado con los autores del múltiple crimen, organizado,
subrayó, por `las más extremas y represivas acciones facciones´ existentes en
el Uruguay.
“(...) Se trata de una conjura destinada a perfilar la imagen de la Argentina
como `país inseguro´, donde `no hay garantías de vida ni siquiera para los
extranjeros ´ que allí residen y `que habían huido del suyo –sigue la retorcida
interpretación– para escapar, precisamente, de persecuciones, o peor aun, a
destinos cruentos como el que acaban de sufrir´.
“(...) La conjura no ha pasado por alto tampoco la próxima visita del
ministro de Economía argentino a los Estados Unidos y Europa, destinada a
lograr para nuestro país el respaldo de los organismos internacionales de
crédito.
“De modo que excedería el marco de la mera hipótesis la existencia de un
plan poco menos que diabólico, manejado desde el exterior y ejecutado aquí
con el concurso de elementos locales, cuyo fin no podría ser otro que el de
presentar a la Argentina como tierra apta para el crimen político y la
`violación de los derechos humanos´. No hará falta recordar de qué modo,
desde septiembre de 1973, el nuevo gobierno chileno fue objeto de la feroz
embestida, en todo el mundo, de (...) la agitación y propaganda del
comunismo internacional.
“Moscú perdió entonces una base de primer orden para extender y
consolidar su campaña de penetración en América Latina, usando al castrismo
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“(..) Por eso los hechos que nos ocupan no pueden considerarse ajenos a la
campaña de engaño y difamación denunciada y cuyas finalidades ya no se
ocultan. Esta evidencia descalifica de antemano toda la propaganda destinada
a convertir un crimen, de origen todavía dudoso, en bandera de planes
totalitarios”.
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objetivo primordial pero los que más directamente sufren sus efectos, la que
ha impulsado la reforma. La suerte de la población depende de que sus
esforzados y sufridos defensores sean efectivamente resguardados, para que la
convivencia normal, pacífica y tolerante, que ha sido una característica
invariable de nuestra evolución política y social, pueda reanudarse como lo
ansía la inmensa mayoría de los argentinos.
“Por otra parte, la sanción dictada corrobora que el gobierno reserva para el
Estado el monopolio de la violencia legítima. Es esta violencia ejercida por
medio de jueces que investigarán y fallarán conforme a derechos, con las
garantías del debido proceso legal, la que se ejercerá para aplicar la pena de
muerte. Ello corrobora que, contrariamente a lo que ocurría antes del 24 de
marzo, no habrá grupos u organizaciones toleradas por los poderes públicos, a
las que se permitía actuar libremente para castigar o vengar por su cuenta
atrocidades cometidas por la subversión”.
“(...) En esa tarea defensiva se hallan las fuerzas militares, los organismos
judiciales y las autoridades administrativas, cuya eficacia se ha hecho evidente
en forma proporcionada a la gravedad del desafío. Los elementos subversivos
habían tenido hasta hace poco como campo predilecto la universidad,
conquistada por ellos, como ya era común a las de todo el país, por la
existencia de alumnos enrolados en la subversión y utilizados por el
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extremismo sin respeto alguno por las exigencias del estudio ni las
necesidades de la cultura”.
“(...) No hubo información oficial del hecho, pero, por datos obtenidos entre
los vecinos, se habría establecido que las personas habrían sido ultimadas en
el lugar, dado que cerca de las 2 de la mañana se escuchó una descarga de
armas de fuego”.
“(...) `El Comando de la Zona I informó que en horas de la mañana del día
de la fecha, elementos subversivos asesinaron cobardemente a los sacerdotes
Alfred J. Kelly, Alfredo Leaden y Pedro Duffau, y a los seminaristas Salvador
Barbeito Doval y José Barletti´.
“`El vandálico hecho fue cometido en dependencias de la iglesia San
Patricio, sita en la calle Estomba 1942, lo cual demuestra que sus autoridades,
además de no tener patria tampoco tienen Dios´.
“Efectivos de las fuerzas conjuntas se hallan abocados a las investigaciones
correspondientes”.
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“(...) Hay que limpiar los cuadros profesorales, para erradicar no sólo a los
docentes que poseen creencias e ideas disolventes sino también a los que no
hayan demostrado sólidas convicciones y conductas republicanas. Porque
aquí, y en eso estamos de acuerdo con el ministro de Educación, no puede
haber educación neutra. Quien quiera encarar una función docente debe
encararla con un sentido republicano militante.(...) El soldado, el gendarme y
el policía que afrontan a los guerrilleros con el arma en la mano, tienen que
estar apoyados por cuadros docentes integrados por hombres y mujeres que
aceptan luchar a cara descubierta contra la subversión. Cuando el frente de
lucha no está solamente en Tucumán o en La Plata, sino en cada aula, taller o
despacho, no optar francamente equivale a apoyar al enemigo; éste vence cada
vez que una conciencia vacila y no se atreve a decir que los argentinos
estamos decididos a oponernos al comunismo, al populismo y a sus aliados de
distinta catadura y de insospechada ubicuidad”.
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“(...) Hay consenso en admitir que la Policía enfrenta una situación hasta
estos años desconocida en nuestro país al cumplir funciones que no fueron
previstas en sus orígenes y para las que solo ahora está mejor pertrechada. No
se trata de un aumento de la tasa de criminalidad –siempre posible en
circunstancias dadas en cualquier país– ni siquiera del auge persistente o
pasajero del delito en cualquiera de sus típicas expresiones sino de una virtual
guerra urbana, con las calles, plazas y edificios como renovado espacio de
batalla”.
“(...) Hoy, por imperio de las circunstancias /a las Fuerzas Armadas/ les toca
el ejercicio de una desusada responsabilidad. Por una parte, deben conducir el
proceso de reorganización nacional, por la otra, se hallan empeñadas en la
eliminación total del enemigo subversivo”.
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“(...) Hoy no nos podemos engañar; está en juego nuestra libertad; el ateísmo
no deja dormir a sus secuaces y anhela provocar la definitiva y aniquiladora
lucha fratricida.
“Unidamente la superación de las divergencias de los hombres de bien, tras
el ideal común de los valores fundamentales de la Patria, podrá asegurar la
necesaria unidad que afiance nuestra capacidad de resistencia ante el enemigo
común que nos acecha”.
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“(...) Otro tanto podría decirse respecto de algunos países europeos, donde el
tema de la guerrilla y del terrorismo argentino viene gozando últimamente de
cierto grado de tratamiento preferencial por parte de algunos medios de
comunicación. No debe deducirse de esta circunstancia que esos medios
presten apoyo o alienten la acción subversiva en nuestro país, mas parece
indudable que la relevancia que se viene concediendo a los grupos terroristas,
a la persona de sus jefes y a la `ideología´ que sustentan, contribuyen en no
escasa medida a otorgar patente de respetabilidad y aun de legitimidad a
asociaciones y métodos de lucha política que, precisamente, en esos mismos
países no serían admitidos y concentrarían sobre aquellos grupos todo el peso
de la ley y de la represión.
“(...) No se concibe que esa perturbación de criterio sea compartida por
gobiernos europeos que se hallan al tanto de los vínculos internacionales de la
guerrilla, al punto que Alemania, Inglaterra y Francia, con el respaldo de los
Estados Unidos vienen trabajando de sonsuno para crear un organismo que
actúe en el campo de la seguridad y del orden jurídico más allá de sus
respectivas fronteras. Esa creación es cada día más necesaria en la medida en
que el extremismo aspira a convertir los medios de comunicación en un
segundo frente de lucha. Es curioso que quienes no creen en la opinión
pública, ni en la prensa libre, agiten a diario esa bandera y la utilicen al
servicio de sus fines. Pero resulta menos explicable que pos su inseguridad,
ignorancia o simple mala fe haya en comunidades cultas de nuestra propia
civilización quienes se presten a hacer el juego a los que conspiran contra el
orden universal”.
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“(...) `Frente a esa decisión nuestra, frente a esa decisión de la mayoría del
pueblo argentino, hay minorías dentro del pueblo argentino que atentan contra
nuestro sentir, contra nuestro estilo de vida, y contra esas personas que atentan
contra los intereses de la mayoría, la totalidad del pueblo argentino –porque
son ínfimas minorías, el gobierno tiene la firmeza de manifestar para éstos,
que son los más, la plena vigencia de los derechos humanos, los mismos
derechos que esos que son minorías, nos niegan a través del atentado, del
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“(...) No hace falta mayor análisis para llegar a la conclusión de que estos
hechos dañan el buen nombre del país en el exterior y tienden a desprestigiar
al gobierno surgido el 24 de marzo último, en cuanto proporcionan `material a
quienes fuera de nuestras fronteras están empeñados en crear dificultades´ a la
tarea de reorganización material y saneamiento moral en que se hallan
empeñadas las nuevas autoridades.
“Las declaraciones condenatorias a que nos referimos coinciden en señalar
los hechos de violencia como testimonios reveladores de la existencia de un
clima generalizado de inseguridad. Pero los documentos a que aludimos no
sólo coinciden en los términos condenatorios empleados sino también en las
extrañas omisiones en que incurren. Nada dicen del origen de la violencia
entre nosotros, sobre cuyos mentores políticos y doctrinarios guardan el más
persistente y sintomático silencio!”.
“(...) Ahora no debe caber duda alguna acerca de los verdaderos designios de
la subversión en la Argentina. Ya no se trata de juveniles alardes de rebeldía o
de respaldar mediante el concurso de la fuerza planteamientos políticos o
ideológicos determinados sino de un verdadero plan bélico perpetrado contra
todo el país, por encima y más allá de la ‘clase capitalista’, invocada al
comienzo como pretexto para desencadenar los primeros ejercicios de guerra.
Para encarar la fabricación de 10.000 ametralladoras hace falta mucho dinero,
material e implementos, cuya adquisición en grandes cantidades requiere la
adopción de infinitas precauciones y una serie de complicidades destinadas a
salvar escollos y obstáculos que aparecieran eventualmente en distintas etapas
del proceso. Requiere asimismo apoyo del exterior y el concurso sostenido de
una vasta organización ilegal, no menos que de una considerable red
distribuidora del armamento en cierne de la fabricación.
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los días, esto es, una guerra sórdida, despiadada y absurda. El mal ha sido
hecho. Pero todavía no es tarde para reflexionar sobre él e impedir que se
perpetúe. Despolitizar, restituir a su verdadera esencia las diversas realidades
que componen la vida social e individual parece necesario y urgente”.
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Luego elogió una nueva reglamentación del derecho de salir del país para
detenidos a disposición del Poder Ejecutivo: la libertad sólo sería concedida
exclusivamente a los detenidos que el gobierno considerara “que no pondrán
en peligro la paz y la seguridad de la Nación”. Para el diario La Prensa esta
disposición constituía “un progreso”:
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“(...) La inmoralidad más absoluta, el desprecio por los valores más altos de
la filosofía de la religión, la ausencia de sentimientos humanos y el rechazo de
las formas tradicionales de la convivencia, son otras de las características de lo
que en el discurso se calificó acertadamente de `novedosa y alucinante
epidemia: la voluntad de matar´.
“Es lamentable la morosidad que se advierte en los gobiernos de los países
occidentales y ciertos organismos internacionales para reaccionar contra esta
tentativa alentada por el comunismo de destruir a los pueblos por dentro,
insidiosamente, y sin que sus autores y sus cómplices deban asumir el riesgo
de un conflicto beligerante entre estados. Por otra parte es notorio que algunas
de las más peligrosas organizaciones subversivas tienen su asiento en ciudades
de países europeos democráticos, sin que sean controladas o perseguidas por
las autoridades respectivas. Ellas parecerían no advertir que la amenaza es
universal y que ningún país de Occidente, más tarde o más temprano, escapará
a sus consecuencias, si no se la contiene en todo el mundo con la energía, la
decisión y la voluntad de triunfar con que están luchando nuestras fuerzas
armadas”.
“(...) Como se dijo en el notable discurso, los que han caído por la patria
entre nosotros enfrentando a la subversión, no han caído en vano, pues han
muerto por el triunfo de la vida”.
“(...) Está de visita en el país una delegación compuesta por Lord Averbury,
presidente de la comisión parlamentaria por los derechos humanos del Reino
Unido, y por el padre Robert Drinan, miembro demócrata del gobierno de los
Estados Unidos. Ambos parlamentarios representan asimismo a la Amnesty
Internacional como organismo privado que se preocupa por el respeto de los
derechos humanos. Manifestaron, según indicó la Secretaría de Información
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A continuación marcaba que los enemigos no eran sólo los guerrilleros sino
también “los peronistas, los marxistas y los tercermundistas”:
“(...) Alguien habrá creído que los guerrilleros son el enemigo. Si así fuera,
no sería tan grave el problema, porque recientemente se aseveró que para fin
de año estaría totalmente dislocado su movimiento. Pero entonces no se
advierte cómo, si faltan apenas unas semanas, para terminar con eso, el
ministro de educación, que algo sabe de aquellos pecados, afirma que estamos
en guerra. Es claro, que la guerrilla no es el único enemigo. El enemigo es
también quien echa agua o arena en los generadores de energía eléctrica, quien
paraliza las tareas portuarias; quien emplea sólo el 20 por ciento de su
capacidad y voluntad de realizar su trabajo; quien ocupa un cargo para el cual
no está capacitado; quien utiliza bienes del Estado para su particular beneficio,
quien enseña o difunde juicios denigratorios el país; quien, so capa de lealtad
partidaria hace un panegírico de un guerrillero o de un defensor de
guerrilleros. Pero el enemigo más temible es quien dice que está con la
Reorganización pero sigue apuntando con aquellos que provocaron,
precisamente, lo que es necesario reorganizar”.
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“(...) Las fuerzas de seguridad están realizando una eficaz y abnegada lucha
contra el terrorismo, que la población aprueba y agradece. Se confía en que
tales esfuerzos, que desgraciadamente no pueden ser frontales debido a la
técnica de inhumanas emboscadas que caracteriza a esta subversión de origen
confuso, a carecer efectos definitivos. En medio de su trágico desarrollo,
importan un fuerte estímulo a la solidaridad nacional, afirmado desde que la
reacción militar permitió a todos los sectores sociales sentirse más seguros de
su destino. Esta es la gran conquista destinada a destacar en la historia del año
que termina.
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(...) Los zares se valieron de las minorías religiosas; los nazis, de las minorías
étnicas, y los comunistas y la guerrilla, de las minorías ideológicas. Tiene,
pues, mucha importancia filiar el origen del `método sutil´ a que se refirió el
general Menéndez y que, en sustancia, al ponerse esas minorías al servicio de
intereses ajenos a los del propio país convierten su acción en un acto de
`traición a la Patria´.
“La inconducta del gobierno abolido el 24 de marzo, su indiferencia por la
guerrilla –a la que dio vida y alentó reduciéndola a una mero `caso policial´;
negándose sistemáticamente a declarar la ilegalidad de la organización
subversiva salida de su propio seno e impidiendo (`mientras ya sea Presidente,
dijo la señora de Perón, las tropas no saldrán de los cuarteles´) la
indispensable acción de las Fuerzas Armadas– constituye la suma de otras
tantas pruebas relativas al origen de la guerrilla en la Argentina. El país debe
agradecer al comandante del III Cuerpo de Ejército la docente claridad de su
mensaje”.
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“Un cronista expresó que era inexplicable cómo los asesinos pudieron entrar
y salir indemnes de la `ratonera´, atravesando sin dificultades dos puertas (...)
fuertemente custodiadas (...).
“La noticia de que el Comando del II Cuerpo de Ejército está en
conocimiento de que uno de los guerrilleros abatidos el día 19 `fue jefe de un
grupo operativo que colaboró con los asesinatos de Vandor y Alonso´,
constituye un imprevisto indicio de que acaso se posean mayores elementos
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“La gama de recursos de que se valen los grupos activistas para desarrollar
sus planes de adoctrinamiento sectario presenta matices más heterogéneos. En
Mendoza, por ejemplo, se han puesto de manifiesto las actividades de una
`Asociación de Padres de Alumnos de Escuelas Secundarias´, que aparentaba
ser una entidad sin fines de lucro y de apoyo a la labor educativa pero cuyo
verdadero cometido era el de captar la voluntad de jóvenes y adolescentes para
vincularlos con determinada orientación ideológica.
“(...) La entidad estaba vinculada con otras de índole gremial, política y
cultural dirigidas por las mismas personas, incluyendo a un representante de la
Federación Nacional de Estudiantes y a un sacerdote tercermundista.
“(...) La comprobación de que personas de conocida actuación comunista en
Mendoza integraban el cuerpo directivo de la asociación y, de acuerdo con
otros elementos de juicio obtenidos después del allanamiento, el Poder
Ejecutivo emitió una declaración señalando que se trataba de una
`organización dedicada al adoctrinamiento (...) para utilizarlos en los fines
inconfesables que andan en la subversión´.
“Detrás de una institución de apariencias inocentes se agazapaban los
mensajeros de una extraña ideología, siempre dispuestos a la seducción de
jóvenes inexpertos y a la `captación´ de no pocos adultos desprevenidos. Pero
lo más grave es que estas actividades se hayan desarrollado con el beneplácito
y el apoyo de funcionarios provinciales, cuyos rastros todavía se advierten a
casi un año de su destitución”.
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bajada se informaba: Así lo afirma una nota que entregó ayer el embajador
Aja Espil al gobierno de EE.UU.. Y reproducía un cable de UP.
El 24 de marzo, en el editorial UN AÑO DE GOBIERNO, La Prensa
generó discurso en el que ponderó a las Fuerzas Armadas, resaltando su
“honradez” y afirmando que “corresponde destacar el mérito”. Además,
consideraba a los derechos humanos “asuntos internos”, con lo que
desmerecía las preocupaciones internacionales. Era su balance que “estamos
en el buen camino” pero hacía falta más represión sobre los trabajadores:
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“(Videla) expresara, con absoluta verdad, que nadie podría acusar a las
Fuerzas Armadas de innobles apetitos, ya que su intervención fue el supremo
recurso al que no hubo más remedio que apelar.
“No se podría tampoco desconocer la exactitud de lo dicho acerca de lo que
representó la guerrilla (...).
“Reviste indudable trascendencia la propuesta de unidad nacional que se
anticipa que se realizará durante una `período de creación´, que culminará con
la erradicación de la subversión, la recomposición de las relaciones entre los
habitantes, la actualización de los sectores sociales (...).
“Aparte de lo relacionado con la necesidad de erradicar la subversión, sobre
lo que existe conciencia de la inmensa mayoría de los argentinos, los demás
objetivos requieren futuras aclaraciones (...).
“Lo que se aguardaba era que se desarmara cuanto antes el aparato
totalitario que de diversas e insidiosas maneras había terminado por derogar,
en los hechos, la Constitución Nacional. (...).
“Hay que aceptar como hecho incontrovertible la conveniencia de que no se
fijen plazos electorales, pues el cumplimiento de los objetivos debe preceder a
la restauración de las instituciones (...)”.
“La equívoca campaña mundial `en favor de los derechos humanos´, que se
lleva a cabo en varios países, ha girado en torno a una idea erróneamente
simplificadora. Ha consistido en afirmar que la actividad terrorista y la acción
subversiva están alentadas por un fondo de `protesta social´ y de `lírica
rebeldía´ encarnadas, como es lógico –dicen sus panegiristas– en la `juventud
idealista´ que `pretende un mundo nuevo´, `sin vínculos con el pasado´.
“El argumento es conocido pero van quedando pocos de sus primeros y
fervorosos sostenedores. En la engañosa tesis se da por sentado que mientras
unos países `persiguen a los jóvenes que ofrendan sus vidas en aras de un
mundo mejor´, otros, en cambio, están predestinados para recibirlos con los
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“(...) Está visto que las condiciones de franca cordialidad que siempre
prevalecieron en la comunicación y el trato de América latina y la nación
norteamericana han sufrido en los dos últimos meses una sensible declinación
a consecuencia del controvertido tema de los derechos humanos. Washington
ha convertido la aplicación de tales derechos en parte básica de su política
exterior, y ha condicionado toda forma de ayuda económica a la vigencia
plena e incontrovertible de aquellos. Los países que de alguna forma se
sintieron aludidos por tal advertencia se han apresurado, por su parte, a poner
en claro su situación y a demostrar que es precisamente en defensa de los
derechos humanos que han debido asumir una actitud firme e irreductible
frente a las bandas terroristas e ideológicas que han hecho tabla rasa con la
vida y la propiedad de las personas. Muchos gobiernos sudamericanos, en
especial, han debido recurrir al uso de las armas, no con afán de exterminio ni
agresión, sino para proteger los derechos no respetados por las organizaciones
guerrilleras internacionales y los grupos terroristas locales que dan su apoyo.
El problema se origina, pues, en la incomprensión de la realidad de cada país y
de las circunstancias que gravitan en forma directa y angustiosa. Más de una
vez nos hemos ocupado de la campaña sistemática realizada a nivel
internacional con el fin de presentar como víctimas a quien no vacilan en
atentar contra el orden público y la paz social mediante el uso de la violencia
criminal y destructiva. El respeto de los derechos humanos debe exigirse,
pues, a los ejecutores e instigadores de asesinatos, secuestros y toda suerte de
atentados contra el patrimonio público y privado.
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“Las Naciones Unidas han actuado con lentitud desde que un proyecto para
limitar las actividades terroristas fue presentado a la Asamblea General en
1972. (...) Recientemente nos hemos referido a la ilimitada extensión mundial
del fenómeno subversivo.
“Este año, la organización mundial ha reanudado los intentos de llevar a
término lo proyectado, buscando una solución al problema del terrorismo (...)
Que esa norma sea reconocida no significa que los gobiernos se manifiesten
públicamente responsables por ella en un documento internacional.
“Y allí reside el problema de la lentitud, porque hay regímenes renuentes a
aceptar ese compromiso. Mientras el proyecto cuenta en Occidente con
generalizado respaldo, hay países que piden mayores estudios; otros que
apelan a todos los bizantinismos dilatorios y otros que defienden abiertamente
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ocupan, junto con los que se registran en EE.UU. y Suecia, los primeros
puestos de la escala mundial? La respuesta puede hallarse en los planes de
dominación mundial de la Unión Soviética”.
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Las noticias que aparecieron a partir de la segunda mitad del año buscaban
instalar la idea de que la fase cruenta de la guerra había finalizado y que la
tarea del gobierno consistía ahora en “ganar la paz”.
“La unidad que impera en las Fuerzas Armadas y el éxito obtenido por ellas
en la lucha contra la subversión, la prudencia y la discreción con que
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Marcos Osatinsky y Roberto Quieto. Según los datos suministrados por las
autoridades militares, Roca contribuyó a organizar la fuga del penal de
Rawson en combinación con activistas chilenos y el propio presidente
Salvador Allende. Mantuvo, además, íntima amistad con Roberto Mario
Santucho y Enrique Gorriarán Merlo. Con el dinero obtenido mediante el
secuestro del presidente de la ESSO –diez millones de dólares que Roca ayudó
a cambiar–, una organización subversiva declarada ilegal pudo intensificar su
actos subversivos y terroristas.
“En suma, el abogado que en estos días ha debido hacer abandono del
territorio danés registra antecedentes de militante comunista que se remontan a
la década de los años 50 y que no pudieron ser ignorados por quienes, en
1976, recabaron sus opiniones sobre la situación argentina y respecto de la
supuesta violación de los derechos humanos por parte del actual gobierno. Su
campaña difamatoria fue compartida en el exterior por su correligionario
Lucio Garzón Maceda, promotor de los hechos de violencia ocurridos en
Córdoba en 1969 y confinado más tarde a la unidad carcelaria de Esquel por
infringir la ley de Seguridad Nacional. Según las últimas noticias, Roca
prosiguió su campaña en países de Europa en compañía de un hermano del
Che Guevara.
“Al `currículum´ de este singular `defensor de los derechos humanos´ se
agregan los hechos vergonzosos –sustracción de prendas en una tienda y
portación de documentos falsos– que determinaron su expulsión de
Dinamarca. Como si esto fuera poco, la Justicia argentina ha solicitado su
detención por parte de Interpol, ya que se encuentra procesado por infracción
a la ley 14.034 –dictada durante el segundo gobierno peronista–, que impone
castigo a quienes propiciaren sanciones contra su país. En su momento, Roca
instó al gobierno norteamericano a suspender cualquier forma de asistencia
militar a la Argentina.
“La divulgación de estos antecedentes ha de contribuir, sin duda, a explicar
y comprender el origen de una campaña difamatoria que apunta
exclusivamente contra los gobiernos desafectados a los altos mandos del
comunismo internacional”.
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En otro punto del documento, que tenía 13 páginas, afirmaba "El debate
interno se basa en la hegemonía de la mayoría sobre la minoría... Al no estar
legalizada, la constitución de una línea minoritaria y la habilitación de canales
de expresión el argumento de la hegemonía se transforma en una herramienta
coercitiva que conduce a le aplastamiento de cualquiera postura divergente...
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“El propósito de vivir dentro del orden legal exige que cada uno cumpla con
su deber, en primer lugar porque ´los imperios sin justicia, serían sociedades
de bandidos´. Esta es la hora de extremar los esfuerzos a fin de esclarecer los
hechos, aliviando la congoja de los allegados a las víctimas y eliminando
angustias y clamores colectivos, y desvaneciendo, con el conocimiento de la
verdad, a la desfiguración sistemática de la situación en nuestro país, para lo
cual hay que corregir los abusos que pudieran cometerse”.
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“(...) Algunos de los últimos episodios terroristas que han alcanzado notoria
resonancia estarían destinados a interferir en los esfuerzos que está efectuando
la Argentina para contrarrestar la campaña de descrédito que se viene
realizando desde hace más de un año en el campo internacional. (...) El intento
de asesinato contra el ex canciller; el secuestro de un hijo del afiliado al PSD
Luis López Comendador y la reciente desaparición de Hidalgo Solá.
“(...) ¿En qué consistirá el método? Todo llevaría a creer que se trata de una
inversión del mecanismo empleado hasta hace poco, consistente en informar
desde Bs. As. a los `corresponsales´ de la subversión en el exterior. Ahora
serían esos corresponsales quienes informan a Bs. As. de la presencia en el
exterior y de las gestiones realizadas, de personas o delegaciones que procuran
dar cuenta de lo que realmente ocurre en nuestro país y por qué ocurre,
enfrentando así la campaña de descrédito que tiene por instrumento a algunos
medios masivos de comunicación, en especial en Europa. Desde el exterior –
recuérdese que ya no están en nuestro país las figuras de mayor relieve– se
impartirían las ordenes destinadas a castigar en diversos grados de severidad a
las personas a que nos referimos más arriba.
“El propósito intimidatorio resulta evidente, no menos que la circunstancia
según la cual cada retroceso o debilitamiento de la acción subversiva sería
seguida, a manera de procedimiento supletorio, de nuevas formas de `lucha
revolucionaria´”.
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“(...) Los nombres de los implicados se dieron a conocer hace poco, a la vez
que las autoridades francesas arrestaban al argentino Héctor Villalón (...) se le
atribuye haber efectuado un relevamiento de las actividades de Rivelli
Beaumont en Francia.
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“(...) La acusada como tal tiene derechos que no pueden serle desconocidos
y la opinión también tiene fundamentales razones para que se satisfaga la
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vindicta pública si los delitos fueran comprobados. Puede decirse con verdad,
en este caso, que el país entero aguarda que cuanto antes `la Justicia sea hecha
´, según la expresión de los procesos en países de vieja tradición jurídica. Por
ello resulta necesario que las causas se aceleren hasta su total terminación”.
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“(...) Los antiguos valores, las creencias antiguas, las instituciones en la vida
que discurría han sufrido un hondo proceso de subversión, de trastrocamiento
y de poner abajo lo que estaba arriba. Hay muchos que todavía no se dan
cuenta de la real dimensión de este proceso subversivo. Para saber cuánto
hemos descendido, basta recordar que, si la subversión no hubiera sido tan
honda, ni la guerrilla hubiera prendido por raíces tan vigorosas ni hubiera sido
posible la vuelta del peronismo. Esos son los indicadores más fieles para
medir la magnitud que la subversión alcanzó entre nosotros: la guerrilla
reclutando jóvenes de alto nivel de vida y de instrucción, ya que no de
educación, y vastos sectores apoyando al peronismo y a sus aliados marxistas
y populistas.
“Hasta que no haya conciencia de que la invisible subversión de los espíritus
produjo la más visible alteración de las instituciones y de la vida social y
política, no será posible intentar salir de la situación; pero ¿cómo podremos
lograr esa toma de conciencia? Sólo por la instalación de nuevas creencias, las
convicciones que dieron sustento al régimen peronista demostraron, más allá
de toda posible discusión, que sólo sirven para producir violencia, desorden y
corrupción. Hay que sustituirlas por convicciones republicanas para obtener
un orden justo. Este es un problema de educación. (...)
“Pero no podremos ni internar esta obra si no empezamos por sacarnos de
encima al Estado expoliador que traba los esfuerzos y que impide avanzar a
los ciudadanos (...)”.
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“(...) Noticias como las que anteceden han menudeado en las columnas
periodísticas desde el 24 de marzo de 1976. Transcurridos casi 17 meses de la
caída del régimen justicialista, no pasa día sin que la crónica, ya policial o
judicial, informe de hechos que exhiben entre sí una estrecha semejanza. De
ahí que resulte fácil unirlos con el hilván que recorre la tela del delito común.
Se trata de miles de casos siempre iguales. Pero es necesario analizar los
caracteres esenciales que definió la naturaleza del sistema abolido a
comienzos del año anterior. No es del caso la nómina de ex funcionarios
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Por ello es que se le facilitan ahora los medios para que logren vivir en paz,
con utilidad para ellos, sus familias y el medio en que deben desenvolverse.
“Las penas se reducen a un tercio y se cumplen en lugares separados de
otros procesados.
“Se les encomiendan tareas útiles, pueden aprender oficios y, cuando se trata
de estudiantes, se arbitran medios a fin de que puedan continuar su carrera. El
propósito es evitar que corran riesgos con los anteriores asociados y poner a su
alcance la posibilidad de reconstruir su vida. Esos jóvenes, engañados con
falsos ideales, tienen ahora la posibilidad de seguir por el buen camino
dejando de lado la maléfica experiencia del terrorismo”.
“Un episodio trágico ha sacudido a la opinión del país y puesto una nota de
pesadumbre y horror. Nos referimos al alevoso secuestro y asesinato del que
fue víctima un niño de 21 meses (...).
“Nada autoriza a creer que el crimen haya tenido incitaciones ajenas al
móvil confesado: la percepción de una suma importante de dinero de rescate.
Pero se debe dejar constancia, como detalle marginal, que la orden de poner
fin a la vida de la criatura partió de un empleado del Ministerio de Educación
de la provincia de Bs. As. cuyas funciones asumió en junio de 1973, no
obstante haber cumplido una condena de 8 años por hurtos y robos. Este
antecedente es significativo de la desaprensión culposa con que eran
designados los agentes públicos en aquella época.
“No todos los que participaron en el horrendo delito poseían antecedentes, lo
que demuestra cuán profundo ha penetrado la inmoralidad en la sociedad. (...)
“A los hombres y mujeres inmolados en los últimos años con fines
ignominiosos se suma esta vez el nombre de una pequeña víctima arrebatada a
sus mayores mediante una confabulación siniestra. Esclarecido el hecho tras
una paciente investigación, sólo cabe esperar que el rigor de la ley se haga
sentir sobre sus ejecutores a fin de que nunca más la conciencia moral de
nuestro pueblo pueda ser ofendida por semejantes actos de barbarie e
inconcebible crueldad”.
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“El secuestro del industrial Schleyer que culmina una serie de atentados por
la banda Baader-Meinhoff autoriza a preguntar si los supuestos del derecho
tradicional se adecuan totalmente a los retos y exigencias de la `guerra
revolucionaria´
“(...) ¿Cómo se explica el creciente terrorismo en un país donde ni el
pretexto la `injusticia social´ podría invocarse para llevarse a cabo? La única
respuesta es la de procurar el desprestigio de un gran país y la destrucción de
sus instituciones”.
“El movimiento cívico militar que en 1955 liberó al país merece ser
recordado, no sólo por lo que representó sino para que nos sirva para el
restablecimiento de la República.
“(...) Sólo si las Fuerzas Armadas se apoyan en los ciudadanos republicanos
podrá recuperarse la República. Hay que reconstituir el binomio cívico militar,
binomio de clara y definida vocación republicana para limpiar al país de los
restos del pasado totalitarismo, estabilizarlo para que la continuidad
constitucional no vuelva quebrarse y proyectarlo hacia destino de grandeza
por el que trabajaron nuestros próceres.
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“(...) Dijo que si era designado, haría saber al gobierno argentino `que en
bien de los mejores intereses propios y de los EE.UU. debería adoptar una
política de respeto de los derechos humanos´. La manifestación se aparta de
principios elementales y normas consuetudinarias que rigen las conductas de
los diplomáticos. Ella es imprudente e indiscreta y vulnera prerrogativas de
que goza nuestro país como miembro de la comunidad internacional al incluir
consejos sobre lo que éste debe hacer dentro de sus fronteras. Inaceptable es
que en esas manifestaciones se afirme que se nos aconsejará así, no sólo en
defensa de los mejores intereses argentinos, que no están, por cierto, confiados
al cuidado del embajador, sino que ello se hará también protegiendo los
mejores intereses de los EE.UU., que no se acierta a comprender cuáles
puedan ser.
“Llama la atención esta actitud del futuro embajador al cometer un error tan
garrafal, ya que no carece de experiencia diplomática. Las especiales
condiciones en que se desenvuelven las relaciones entre EE.UU. y Argentina
imponen que ellas sean llevadas por delegados que actúen con la mayor
ponderación evitando percepciones y actitudes que puedan perturbarlas. La
que comentamos no condice con la cordial invitación de que acaba de ser
objeto el presidente Videla por el presidente Carter que originó la visita de
aquel a los EE.UU. para asistir a la ceremonia de firma de los nuevos tratados
del canal de Panamá. Las noticias que han llegado acerca de la entrevista
mantenida por ambos jefes de Estado confirman el respeto y la consideración
con que el presidente Videla fue recibido por el presidente Carter y tornan, por
lo tanto, más inexplicables las declaraciones que comentamos.
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“La violencia asume las más variadas formas como flagelo. Se la ejerce
desde el poder o se la práctica desde organizaciones subversivas consagradas a
la guerra revolucionaria, en ambos casos, despiadadamente, pero la raíz del
fenómeno hay que buscarla en las ideas.
“Marx, con su desprecio a la moral burguesa; su interpretación materialista
de la historia y su fe en revolución universal, proclamó la violencia como el
único recurso que hay disponible para acelerar una transformación que creía
inexorable. Lenin y sus seguidores corrigieron a su maestro (...).
“También Nietzsche y sus acólitos hicieron de la violencia un fin en lugar de
un instrumento (...)”.
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“El director del Bs. As. Herald ha sido sobreseído en el proceso por presunta
infracción a la ley 21.322 que reprime la difusión de hechos y comunicaciones
vinculadas con grupos sediciosos (...).
“La causa se originó en la publicación, el 21 de abril, de una noticia titulada
Los líderes terroristas han abandonado el país, y un comentario sobre la
reunión en Roma de dirigentes terroristas de la organización Montoneros.
Tanto la noticia como el comentario fueron difundidos después de una
conferencia de prensa celebrada por los militares en la que se formularon
juicios vinculados con la actividad de los grupos sediciosos dando pie a las
publicaciones del diario (...).
“La libertad de prensa, condición ineludible de la convivencia civilizada,
permite descubrir la verdadera naturaleza de un régimen. El actual gobierno
encontrará, mediante el respeto pleno de su libertad, removiendo las
restricciones que la afectan, su más firme sustento en la opinión pública (...)”.
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“El Excmo. Señor Presidente de la Nación Tte. Gral. Videla, en una reciente
conferencia de prensa celebrada en EE.UU. expresó “QUIEN DIGA
VERDADES NO VA A RECIBIR REPRESALIAS POR ELLO”.
“¿A quién debemos recurrir para saber LA VERDAD sobre la suerte corrida
por nuestros hijos? Somos la expresión del dolor de cientos de madres y
esposas de DESAPARECIDOS.
“ También prometió el Sr. Presidente en la misma oportunidad “UNA
NAVIDAD EN PAZ”, LA PAZ tiene que empezar por LA VERDAD.
“LA VERDAD que pedimos es saber si nuestros DESAPARECIDOS
ESTÄN VIVOS O MUERTOS Y DONDE ESTÄN. ¿Cuándo se publicarán
las listas completas de DETENIDOS? ¿Cuáles han sido las víctimas del
EXCESO DE REPRESIÓN al que se refirió el Sr. Presidente?
“No soportamos ya la más cruel de las torturas para una madre, la
INCERTIDUMBRE sobre el destino de sus hijos. Pedimos para ellos un
proceso legal y que sea así probada su culpabilidad o inocencia y, en
consecuencia, juzgados o liberados.
“Hemos agotado todos los medios para llegar a la VERDAD , por eso hoy
públicamente, requerimos la ayuda de los hombres de bien que realmente
AMEN LA VERDAD Y LA PAZ, Y DE TODOS AQUELLOS QUE
AUTËNTICAMENTE CREEN EN DIOS Y EN EL JUICIO FINAL, DEL
QUE NADIE PODRÁ EVADIRSE”.
Ese año el diario había comenzado a publicar algunas notas sobre el tema de
derechos humanos, como las firmadas por Manfred Schönfeld. En ellas se
defendía el punto de vista oficial que asociaba los reclamos provenientes del
exterior con la llamada “campaña antiargentina”.
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“Fuimos invadidos por una doctrina, que en su origen tuvo conexiones nazi-
fascistas y finalmente estuvo influida por el marxismo-leninismo. Esa doctrina
desvertebró el espíritu público y sus representantes empobrecieron el país.
“(...) Si abstraemos que no ha existido esa tremenda obra de destrucción, el
diagnóstico será equivocado y las medidas que se adopten no estarán en
consonancia con la envergadura de los problemas. En cambio, si aceptamos
que nuestro país ha padecido una guerra devastadora e innoble, adoptaremos
la actitud mental y el estado de ánimo requerido para tomar las medidas
pertinentes. Hemos visto que esa contienda dejó sus marcas en los espíritus y
en las instituciones. Por allí, por lo tanto, debe comenzar la reconstrucción del
país. Si se plantea la cuestión de esta manera, se nos presenta la evidencia que
la primera y más urgente tarea es de índole educativa. Se trata de recuperar las
mentes y los espíritus destruidos por esa doctrina (...) La segunda gran tarea es
la de suprimir el colectivismo en el Estado y la sociedad. Si la primera
empresa se impulsa decididamente, la que estamos considerando se verá
sobremanera facilitada, porque al eliminarse la mentalidad colectivista se
habrá dado un paso gigantesco para que desaparezca el colectivismo de la
cultura, de la economía y de las demás actividades.
“Deberá aprenderse también a reconstituir las instituciones desnaturalizadas.
(...) La política de hibernación ha demostrado, con el proceso denominado
Revolución Argentina, que deja subsistentes los males, con la consecuencia de
que la posterior apertura política produce desorden y violencia.
“Otra gran tarea es conseguir una eficaz administración de Justicia (...). Una
burocracia ágil al frente de los administrados, que sea un eficaz instrumento
para cumplir planes de gobierno en lugar de ser un `seguro de desocupación´,
como lo calificó un ministro de Economía, es otro de los objetivos.
“Hasta ahora no se ha cumplido ninguna de las grandes tareas que dejamos
enunciadas y, por lo tanto, (…) subsisten las prácticas del colectivismo y se
resiente cada vez más la prestación de servicios esenciales para la comunidad.
(…) Es urgente recuperar las instituciones; imprescindible desinfectar las
mentes y los corazones enfermos de doctrinas subversivas”.
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“`En toda guerra hay personas que sobreviven, otras que quedan
incapacitadas, otras que mueren y otras que desaparecen. La Argentina está
finalizando esta guerra y, consiguientemente, debe estar preparada para
afrontar sus consecuencias. La desaparición de algunas personas es una
consecuencia no deseada de esta guerra. Comprendemos el dolor de aquella
madre o esposa que ha perdido a su hijo o marido, del cual no podemos dar
noticia, porque se pasó clandestinamente a las filas de la subversión, por haber
sido presa de la cobardía y no poder mantener su actitud subversiva, porque ha
desaparecido al cambiarse el nombre y salir clandestinamente del país, o
porque en un encuentro bélico su cuerpo al sufrir las explosiones o el fuego o
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“`El señor Timerman no está detenido por ser periodista. El señor Timerman
no está detenido por ser judío. El señor Timerman está detenido por cuanto no
está del todo clarificada su relación con un grupo económico que sí estaba
directamente relacionado con la subversión y es el grupo Graiver´.
“`El terrorista no es sólo considerado tal por matar con un arma o colocar
una bomba, sino también por activar a través de ideas contrarias a nuestra
civilización occidental y cristiana a otras personas´”.
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“Su secuaz, ahora refugiado en una embajada extranjera, hizo aprobar una
ley de amnistía que abrió las puertas de la cárcel a todos los agentes de la
subversión (...).
“(...) El régimen que había destruido la República heredada de los
fundadores y los próceres fuera derribado por el PRN con el auspicio de la
ciudadanía. Ese acto de salvación nacional carecería de sustento moral si no
hubiera estado justificado por la necesidad de desalojar a los culpables de la
más entristecedora y costosa de las vicisitudes que soportamos desde que se
sancionó la Constitución”.
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Carter´ y que éste es el motivo por el cual ha dicho a todos los países que (...)
`no está interfiriendo en los asuntos internos sino determinando la propia
conducta (norteamericana) en respuesta a lo que se ve´.
“(...) Lo que hemos citado en el párrafo precedente señala la esencial
contradicción que tal política encierra. Que un Estado subordine su relación
con otro, igualmente soberano, al tratamiento que éste dé a sus propios
ciudadanos, importa una interferencia inadmisible de aquel en los asuntos
internos de este último (...) seguro, con una buena intención que concuerda
con la ingenuidad y desconocimiento que muchos gobernantes
norteamericanos han evidenciado respecto de América latina, el disertante
terminó por sumirse en una confusión creciente de conceptos y una
contradicción manifiesta entre objetivos que son inconciliables.
“La síntesis de lo expuesto es que, con prescindencia del éxito o las ventajas
que la política del presidente Carter pueda haber tenido para los EE.UU, lo
que no puede dejar de mencionarse es que la campaña de los derechos
humanos en la forma practicada por el gobierno norteamericano vulnera el
derecho de las naciones y no reconoce la necesidad en que éstas se encuentran
de dominar la violencia y el terrorismo”.
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“Varias conclusiones se pueden obtener del fallo de la Corte que dejó sin
efecto una sentencia del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas por
entender que la jurisdicción competente no era la militar sino la civil federal”.
“(...) Más de una vez hemos debido señalar que la misión de la prensa
independiente no es sustituirse a los gobernantes indicándoles cómo tienen
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que gobernar sino, fundamentalmente, informar al pueblo sobre `el mal que se
hace y el bien que no se hace´. Sin embargo, circunstancias excepcionales
obligan a expresar, con la seguridad de ratificar con ello un juicio de la
ciudadanía, la prudencia, la rectitud y la elevada inspiración de la Junta Militar
y del presidente de la Nación. A ello habría que evidenciar el esfuerzo que
éste último ha evidenciado por ceñir su conducta y la del régimen que
encabeza, en circunstancias difíciles, al principio de legalidad emanado de la
Constitución. Hecha esta salvedad, corresponde analizar la situación (...).
“Dominada la subversión por la acción sacrificada que tantas víctimas
produjo en las Fuerzas Armadas y los organismos de seguridad, corresponde
aplicar sin restricciones el principio de legalidad. El restablecimiento
inmediato del derecho en toda su plenitud sería, sin duda, uno de los mejores
títulos que el gobierno podría exhibir ante la opinión.
“Falta destacar la obligación ineludible del PRN (N del A: Proceso de
Reorganización Nacional) de contribuir a esclarecer el juicio de la ciudadanía,
exhibiendo la culpa del gran responsable, de sus secuaces y del movimiento
que engendró la última frustración nacional. Como dijimos hace dos años, esto
habría que hacerlo `sin ira y sin odio, pero también sin olvidar el pasado
inmediato, cuya tremenda y desoladora lección debe incorporarse a la historia
para que las generaciones sucesivas se mantengan alertas´”.
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“El secuestro de Aldo Moro y la información que hace temer por su vida (...)
constituye un agravio a toda la humanidad.
“(...) La experiencia sufrida en nuestro país puso de manifiesto la ineficacia
de las formas tradicionales empleadas para enfrentar con éxito la subversión y
la violencia organizadas, lo cual no significa que la represión no deba ser
restringida, como dijimos, limitada en el tiempo e inspirada únicamente en el
propósito de defender y proteger y no de perseguir o maltratar. Por el
contrario, si estos límites se excedieran en Italia, si una reacción totalitaria,
bárbara e injustificable se desatara, todo se habría perdido allí. Son las fuerzas
morales las que impulsaron a Aldo Moro durante toda su vida y son ellas las
que han sido lesionadas con su secuestro y su probable desaparición. Son ellas
las que deben prevalecer, porque se confunden con la causa de Occidente y
son ellas también las que han producido una cultura que, como se ha
sostenido, quizá sea la verdadera justificación de la peregrinación emprendida
por la especie desde sus remotos orígenes.
“En nuestro país no puede dejar de asociarse el recuerdo del sacrificio del
general Aramburu al de Aldo Moro. Nadie que tenga conciencia entre
nosotros de su condición humana podrá dejar de relacionar ambos holocaustos
(...) No se puede transigir con los enemigos mortales de la moral y los
principios.
“(...) Debe desecharse la tentación de negociar con los seguidores de Perón
que no vaciló en utilizar a las organizaciones subversivas para sus proyectos,
premiando luego con la amnistía a sus agentes. La ilusión de lograr tal
entendimiento, aunque fuera con los más elevados propósitos, puede costarnos
muy caro, pues provocaría, dentro y fuera del gobierno, la discrepancia entre
quienes deben afrontar unidos a la subversión y la violencia, a los marxistas y
totalitarios.
“Si quienes tienen hoy altas dosis de responsabilidades descartaran la
posibilidad de que los hombres y los partidos, las concepciones y los sistemas
del pasado inmediato puedan ser nunca legitimados, la opinión reconocerá el
valor moral y la energía cívica de quienes así procedan”.
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“En el curso de muy pocos días se han sucedido hechos que ponen en un
plano relevante las relaciones argentino-norteamericanas (...).
“No parece aventurada la hipótesis de que forman parte de un intento de
nuevo examen de las relaciones. A darle fuerza contribuye el homenaje
rendido en Rosario a los militares caídos en la lucha contra la subversión, en
que el embajador norteamericano depositó una corona de flores al pie de la
placa conmemorativa en la que están inscriptos los nombres de los militares
víctimas del terrorismo. La ceremonia adquirió una significación singular por
haber sido presidida y organizada por primera vez en los últimos años, por el
representante de un país cuyo gobierno no ha evidenciado conocer a fondo el
origen y características de la acción de nuestras Fuerzas Armadas contra la
subversión (...).
“Acaso estemos en el comienzo de una etapa (sic) en las relaciones
argentino-norteamericanas. Hay cosas que en los EE.UU. no deben ignorarse.
En primer lugar, que aquí ha habido una guerra y, en segundo, en qué lugar de
la política internacional está la Argentina. Al ser condecorado, el coronel
Coughlin dijo que nuestras Fuerzas Armadas han restaurado la paz y que
ahora `prevalece el optimismo. Es también alentador –agregó– ver que el
Ejército Argentino continúa trabajando para asegurar que todos sus
ciudadanos disfruten de la libertad y la democracia garantizados por la
Constitución´”.
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apuntadas y que son alrededor de quince veces mayores que las difundidas por
las mencionadas organizaciones en nuestro medio.
“No habría que descartar que las nóminas proporcionadas por dichas
organizaciones pequen incluso de excesivas, pues no se consignan las posibles
puniciones de la propia guerrilla contra adictos caídos en desgracia, lo cual es
bien sabido que ocurre en el seno y en el historial de las organizaciones
paramilitares clandestinas. La búsqueda de la verdad requiere, en quienes
dicen emprenderla, una probidad mental y fines claros y nobles que están lejos
de ser los que alientan las organizaciones que en el exterior coquetean con la
guerrilla bajo disfraz de cordero, con el que pretendan ocultar sus propósitos
de provocar la disolución de las instituciones y, en consecuencia, el caos
social”.
La citada edición del día 17, como espacio de publicidad, había ocupado tres
hojas sábanas bajo el titulo CARTA REMITIDA AL EXCMO. SR.
PRESIDENTE DE LA NACION SOBRE CIUDADANOS
“DESAPARECIDOS”. Al pie de la primera parte, ya en la 2ª hoja, los
organismos habían aclarado algo que el editorial de La Prensa pasó por alto:
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sido llevada más allá de nuestras fronteras y exige, para contrarrestar sus
sutiles embates, un examen a fondo del cambio de frente que se ha operado”.
Al día siguiente, la portada también fue dedicada casi por completo a FUE
CELEBRADO EL DÍA DEL EJÉRCITO; y HONROSE A ARAMBURU A
OCHO AÑOS DE SU MUERTE. Ese día, el editorial fue UNA
MULTINACIONAL CONTRA EL TERRORISMO, ya conocido el homicidio
de Aldo Moro. Generaba discurso en el que sugería que el “terrorismo” del
Norte aprendió de los refugiados que huyeron del sur:
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“(...) `Sobre derechos humanos –dijo–, nuestro país sostiene que su análisis
debe ser efectuado en forma conjunta con el del terrorismo, aunque en el seno
de la OEA han sido planteados como aspectos separados´.
“(...) Consultado sobre su opinión acerca de la presencia de la entidad
Amnesty International como invitado especial a la Asamblea recordó la
posición sostenida por nuestro representante ante la OEA cuando se produjo la
votación sobre el caso. `Nosotros –añadió– votamos en contra de la admisión
de Amnesty, junto con otros países´”.
“(...) En la misma fecha, un vocero del Ministerio del Interior informó que
se estaban realizando todos los esfuerzos necesarios para establecer el
paradero del señor delgado.
“(...) Expresó, además, que había causado `profundo desagrado´ un
comentario periodístico publicado el día anterior por el diario Buenos Aires
Herald, vinculando la desaparición del citado hombre de prensa con la de
otros periodistas desaparecidos en circunstancias aún no aclaradas, esto es,
Edgardo Sajón, Rodolfo Pérez Pondal, Rafael Perrota y el ex embajador
Héctor Hidalgo Solá.
“Así están las cosas hasta este momento, en que el episodio continúa
envuelto en el mayor misterio. Si bien no existen razones fundadas para
establecer una analogía entre la desaparición del periodista y otras que
continúan sin aclarar, nada autoriza a descartarla. Las manifestaciones de
`desagrado´ no se justifican en circunstancias en que pueblo y gobierno
comparten la profunda preocupación provocada por hechos de difícil
explicación. Si algo se impone, con urgencia, es extremar las medidas para
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evitar que situaciones tan ingratas se repitan. En el caso particular que nos
ocupa puede admitirse la posibilidad de que la extraña desaparición tenga
origen en el estado de salud del nombrado periodista, lo cual debería incitar a
reclamar la colaboración pública para establecer su paradero. Los medios para
hacerlo están al alcance de las autoridades”.
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tiempos, según la cual un caballero nunca da vuelta para fuera –y menos sin
que se lo hayan pedido– el interior de sus bolsillos.
“(...) El vicealmirante Montes hizo bien en rechazar `sus modelos de
integración´ para América Latina. Hizo mal en ofrecer a un sector de ellos –
porque se trata, en el fondo, siempre de la misma gente– la aludida `visita de
inspección´ a la Argentina.
“Si no estamos dispuestos a seguir sus modelos, tampoco les incumbe
inspeccionarnos”.
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grupos de argentinos opuestos al actual gobierno del país, ora exiliados, ora
exiliados sedicentes, en ciertos casos elementos de izquierda más o menos
extrema, en otros, activistas de ideología indefinida, adictos al peronismo, ex
usufructuarios de él, así como miembros de organizaciones terroristas que han
logrado crearse la aureola de ser luchadores libertarios. La acción de tales
grupos de composición y motivación heterogéneas, se hizo sentir, por
ejemplo, también en un país como Venezuela, durante la visita que está
efectuando allí el almirante Massera”.
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“Videla no esperó ser agredido para `dar la cara´, sino que fiel a una de las
normas que rigen la profesión en que se formó a saber la de que `la mejor
defensa es el ataque´, hizo un uso cabal de su viaje a Roma (...)
“Así, estuvo perfectamente adecuado a las modalidades que en materia de
relaciones con el periodismo, son usuales en Europa occidental, el hecho de
que el presidente hablase sin tapujos de ninguna especia, de la guerra que se
libró en nuestro país, de esa `guerra sucia´ en la que se registraron, como en
toda guerra, muertes y desapariciones.
“Llamar a la verdad por su nombre es lo mejor que, en tales circunstancias,
pudo haberse hacho. Lo propio se refiere a la energía con que el general
Videla defendió la imagen argentina, desligada del problema del terrorismo,
sino una compleja realidad, capaz de desenvolverse como la de cualquier otro
país.
“(...) No hay que creer que, por ello, que el eco que el presidente argentino
está recibiendo o recibirá en Italia será necesariamente positivo. Lo importante
es que reciban eco y que no lo cosechen únicamente aquellos que nuestros
conciudadanos que, en el exilio, están actuando acuciosa e intensamente en la
campaña destinada al desprestigio argentino.
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periodicidad se renuevan ante su tumba, sin que haya sido necesario ningún
`altar de la patria´ para rescatar su memoria.
“Los cuadros castrenses acaban de dar el testimonio de adhesión a un
hombre que, salido de sus filas, escaló las más elevadas funciones públicas y
cayó en circunstancias históricas en el cumplimiento del deber, iniciando la
trágica cronología de la subversión”.
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“El hecho, de por sí muy grave por lo que tiene de intromisión extranjera en
nuestros asuntos internos, lo es todavía más, si cabía, por la circunstancia de la
mencionada comisión vendrá a la Argentina no por efecto de la tolerancia o
anuencia disimulada de su gobierno, sino como resultado de una invitación
formal de sus autoridades de la que en su oportunidad se hicieron eco los
medios.
“(…) Los Estados con alguna tradición histórica han sido siempre celosos
custodios de su soberanía, una de cuyas características consiste en poder
bastarse para resolver sus asuntos sin necesidad de intervención foránea
provenga ya sea de un tercer país, ya de un foro internacional. La Argentina
no constituye una excepción a esta regla y su pueblo ha sabido salir de las
situaciones más sombrías y comprometidas sin tener que recurrir para nada ni
al auxilio ni a la protección de ninguna organización oficial ni privada del
exterior menos aún si se trata de obtener una suerte de interesado "visto
bueno" por parte de una oficina interamericana con respecto a nuestro
comportamiento en derechos humanos. Es inaceptable que se nos quiera
colocar en el mismo nivel o medir con la misma vara que a otras sociedades
políticas que de Estado tienen sólo el nombre ya que persiste en ellas el
esquema de clan (…).
“(…) La experiencia reciente demuestra la virtual inutilidad de este tipo de
intromisiones con propósitos de investigaciones y fiscalización de ciertas
actividades en una nación determinada, ya que a la corta o a la larga el
gobierno que las consiente concluye por rechazarlas, terminando por donde
debía haber empezado. Es lo que acaba de ocurrir en Chile donde sus
autoridades habían permitido la actuación de una comisión de derechos
humanos de la ONU que pretendió crear un `grupo especial para continuar con
el control de las violaciones de derechos humanos´ (…).
“Esto nos lleva a pensar que la única actitud que corresponde es oponerse
categóricamente a estas formas de intromisión no sólo por convicción sino
también por cálculo, desalentando a quienes equivocadamente creen que en
tolerarlas redituará algún beneficio que compense o mitigue la ofensa inferida
a la dignidad del país. (…) Nuestro gobierno y sus representantes y delegados
en el exterior deben rechazar con energía cualquier intento de injerencia como
la que comentamos y denunciársela abiertamente en el foro u organismo
internacional pertinente.
“No hay en esta materia de los derechos humanos que no son otros que los
que garantiza nuestra Constitución en sus 35 primeros artículos, quien pueda
hablar con mayor autoridad que este diario pues desde la fundación hasta el
presente ha denunciado y combatido incansablemente su desconocimiento y
violación viniera de donde viniese. Ello lo habilita cabalmente para atacar la
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“(…) Nunca serán exageradas las advertencias que se hagan para defender la
libertad de expresión allí donde esté amenazada, ni vanos los esfuerzos que se
realicen para restaurarla allí donde fue conculcada.
“Este anhelo se ha cumplido, al menos parcialmente en la Argentina. De este
modo, también en alguna medida, se ha logrado el deseo que formulábamos en
esta columna, cuando hace un año comentábamos la reunión de la SIP en
México. Señalamos: `De allí que deba esperarse en los países rescatados para
la democracia por la represión y la eliminación de la violencia, a costa del
sacrificio de las Fuerzas Armadas y los organismo de seguridad, un sustancial
mejoramiento de la libertad de prensa y un progresivo y completo respeto a
los derechos humanos que no puede existir sin aquélla´.
“Es necesario, para que esa esperanza pueda convertirse en realidad, que el
gobierno remueva las trabas que todavía entorpecen en nuestro país el
ejercicio de una irrestricta libertad de expresión (…)”.
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“La propuesta política de las Fuerzas Armadas, una vez eliminadas las
estructuras heredadas del peronismo, no debe ser otra que la de la
Constitución, que está arraigada en la conciencia de los argentinos”.
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(…) Ante la negativa, el agente manifestó que iba a averiguarlo por el servicio
de informaciones de la repartición, profiriendo amenazas (…).
“Difícil opción
“La opción se torna sumamente difícil. La agresión subversiva es un hecho
que nadie puede negar, la instigación a ella por parte de los que están dotados
de autoridad espiritual, también constituyó una realidad que pudo ser
comprobada; quizás todavía exista o pueda volver a aflorar en cualquier
momento.
“Pero el severo humanismo de un hombre como Juan Pablo II se alza, no
obstante, frente a toda clase de abuso de poder, es decir, frente a los que
prohijan la subversión lo mismo que frente a los aherroian
indiscriminadamente al ser humano, so pretexto de combatirla y salvar de ella
a la estructura comunitaria (…)”.
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Unidas y pidió una reunión de emergencia, en vista de que `en siete días
extraordinarios de asesinatos a sangre fría, en doce países hubo personas
sentenciadas a muerte, ejecutadas, asesinadas o encontradas muertas´.
“Amnesty se refirió a Paquistán, a Irán, a la República de Sudáfrica; pero
también a Nigeria, Mozambique y El Salvador, a este último como escenario
del asesinato de un hombre de empresa secuestrado por terroristas. Esa
enumeración es la que nos induce a pensar que, en el seno de dicha entidad
con sede en Londres, está operándose una vuelta a la actitud original que
nunca tendría que haber sido abandonada (…).
“Terrorismo intensificado
“Es saludable que la opinión pública mundial tome conciencia de la
equiparación a que alude la equiparación a que aludimos. Demasiado a
menudo, en tiempos recientes, las atrocidades cometidas por razones políticas
eran puestas en evidencia por organismos y entidades mundiales del tipo de
Amnesty, con particular énfasis cuando las perpetraban los gobiernos.
“Había cierta tendencia (…) a considerar que las organizaciones terroristas
no eran moralmente imputables de sus actos, ya sea porque se partiese de la
premisa -que nunca podría ser una justificación- de que tales actos eran la
respuesta a provocaciones `desde arriba´ o la consecuencia de presiones, por
ejemplo, económicas o sociales, `desde abajo´, ya sea porque prevalecía el
criterio de que se trataba de una expresión más de la criminalidad y que
entonces no era de la incumbencia de ningún ente internacional.
“En efecto, si no se tratase más que de delincuencia corriente, es decir, no
orgánicamente orientada desde ciertos lugares del mundo, ni financiada y
alentada incluso por determinados gobiernos, ni puesta al servicio de
inconfundibles causas políticas, podría llegarse a la conclusión de que
protestar contra tales criminales tendría el mismo sentido que dirigir un
sermón a la `mafia´.
“Pero no es así, y el informe dado a conocer ayer por la CIA da cuenta de
cómo se intensificó el terrorismo, en casi todo el mundo occidental, en el
curso del año pasado, cómo creció más que nada en Europa y en América
latina, así como sus centros internacionales de coordinación y fuentes de
financiación.
“Común denominador contradictorio
“(…) El terrorismo establece un común denominador enteramente
contradictorio para países y gobiernos que no pueden ser comparados entre sí:
ataca con la misma saña a añejos regímenes dictatoriales, como el de
Nicaragua, donde la subversión terminará por desacreditar a la oposición
democrática que se alza contra Somoza; o a gobiernos respetuosos de los
derechos humanos, como el italiano, el alemán accidental (sic) o el británico.
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Es más: está haciendo lo posible, por no decir que lo imposible, para socavar
un proceso de genuina democratización como el de España posfranquista, del
mismo modo como ha declarado una guerra sin cuartel al gobierno de
Colombia, que pese a sus insuficiencias, intenta mantener en el país un
esquema de gobierno democrático, representativo y respetuoso de la libertad
de expresión.
“La muerte del enemigo político
“Es importante, por ello, que una organización como Amnesty haya
encarado, de acuerdo con pautas similares, las acciones gubernamentales que
buscan la muerte del enemigo político como medio de combatir la oposición y
mantenerse en el poder, y a las acciones de las fuerzas subversivas que
también ven en la muerte -o en la amenaza extorsiva de muerte- del enemigo,
y a menudo de personas enteramente ajenas a todo planteamiento conflictivo
(...) un instrumento para llegar al poder o crear la anarquía a través del
proverbial `vacío de poder´.
“Pese a que nuestro siglo ha hecho de la matanza política, de las masacres,
de las exterminaciones masivas y del genocidio otros tantos fenómenos con
los cuales están familiarizadas incluso las mentes infantiles, o bien debido a
ello, es indispensable luchar contra el concepto según el cual la vida humana
puede ser sacrificada bajo el imperio de un pretendido realismo político social
o de aparentes razones de estado.
“Esa lucha no sólo es esencial por razones elementales éticas, sino para
prevenir que termine por cerrarse un círculo vicioso, en cuya agitada y
alienante rotación se confundan los gobiernos y el terrorismo”.
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Para quienes afirman que `todos somos culpables´ y que por ello hay que
`superar pasadas antinomias´ no puede parecer aceptable el concepto de que
los pueblos aprenden cuando conservan su buena memoria. Sin embargo, la
experiencia universal indica que para avanzar es necesario asimilar las
lecciones del pasado, sin odios que esterilizan, pero sí con firme resolución de
evitar fatales recaídas. Con este espíritu actuaron también recuperaron su
libertad, su bienestar y su honor los pueblos otrora sojuzgados por el nazi
fascismo, que fue también un resabio de barbarie.
“Está bien que desde las esferas oficiales se formulen llamados de atención
sobre los males que sufrió el país en su momento y también sobre la necesidad
de no ceder el lugar de la razón al mito y al slogan. `Avanzar sin olvidar´
puede ser la fórmula que nos lleve a restablecer para siempre las formas de
vida civilizada, fundadas en el respeto del hombre por el hombre y en la
aceptación del deber común”.
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se han dignado informar a la opinión pública del país por qué adoptan tal
actitud y en qué consistiría ese supuesto `perjuicio´. (…) Podría deducirse que
las autoridades no creen tener el deber de rendir cuentas (…).
“Si fuese ésa la convicción (…), nos hallaríamos ante una negación del
estado de derecho o ante la disimulada intención de abolir ese imperio. Sería
alarmante en lo que concierte a la vida institucional del país y a su futura
evolución en ése y otros órdenes.
“Cuestión de principio
“En el fondo, se trata de eso y no del caso individual de JT. No es
infrecuente que individuos se vuelvan la encarnación de un planteamiento
principista (…).
“Poco interesa el juicio de sus coetáneos (…). Sólo tuvieron importancia las
cuestiones de principios. Y eso es lo único que debería tenerse en cuenta al
considerar el caso de JT. Lamentablemente no es así.
“Actuación periodística
“Timerman fue una figura controvertida. Su carrera, casi siempre
ascendente, lo llevó a verse involucrado en actividades que, a juicio de
muchos observadores, no eran puramente periodísticas, sino también políticas.
En la redacción de La Opinión, cuyo director y copropietario fue, hubo
periodistas que se dedicaban a actividades subversivas o tenían conexiones
(…).
“Lamentablemente, lo mismo sucedía en muchas otras empresas
periodísticas –o en otras instituciones, ya que la guerrilla se nutrió como se
sabe con elementos de los más diversos estratos (…)– sin que ello pudiese
considerarse responsabilidad de los empleadores.
“(…) Las imputaciones que se hicieron a Timerman no condujeron a
acusación concreta. Su conexión con la esfera de los intereses financieros del
llamado `grupo Graiver´ existió, pero no implicó que él compartiese la índole
delictiva de ese grupo. Sus supuestos `delitos económicos´ –concepto que es
invención del lenguaje político– pueden haber consistido en actividades
empresariales desplegadas durante el gobierno peronista entre 1973 y 1976,
ruinoso y fatal para el país.
“Pero tampoco en ese orden –suponiendo (…) que puede considerarse un
delito– JT estaba solo (…).
“Muchos hicieron excelentes negocios al amparo de la política económica
de Perón y su viuda. No por ello se los considera delincuentes (…).
“En cuanto a la calificación que pueda merecer la actividad periodística de
JT, su estilo y manera de enfocar su profesión (…), se trata de gustos (…).
“Sospecha de racismo
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“Es una sospecha que, por un lado se ha prestado a una intensa y, a veces
malévola, magnificación, presentando en el extranjero la imagen de una
Argentina racista y antijudía. Esa imagen es falsa, pero (…) tampoco hay que
dejarse tentar por minimizaciones frívolas y autoengañosas.
“Para desgracia de la Argentina hay sectores que no sólo son racistas sino
que lo son en forma virulenta y que, además, están adquiriendo influencia
creciente.
“(…) El nazismo, igual que el comunismo, son inerradicables, no se trata de
posturas ideológicas, sino de excrecencias patológicas. De acuerdo con
Adorno, el nazismo es más compatible con las personalidades de tipo
`autoritario´, lo cual explicaría el puente que, con cierta espontaneidad, suele
tenderse entre nazis y ciertos elementos militares. (…).
“(…) Si ha cundido la sospecha de racismo, no se trata de algo enteramente
gratuito. Ello se debe también a que fue y es lastimosamente mal manejado
por las autoridades.
“Las presiones de afuera
“Calificamos de `mal manejado´ un proceso que termina por atribuir mayor
importancia a las presiones ejercidas desde fuera del país que a las justificadas
exigencias de la ciudadanía argentina, en cuanto a que el gobierno informe
sobre lo que hace y respete la división de poderes y el estado de derecho.
“(…) El caso de JT corresponde al Poder Judicial argentino. No es de la
incumbencia ni de nuestra cancillería, ni de nuestro embajador en los EE.UU.,
ni mucho menos del Departamento de Estado en Washington, o de la OEA, o
de ninguna otra entidad, pública o privada.
“No tenemos necesidad de que nadie venga a enseñarnos a administrar la
justicia en el país, (…) esa es la convicción a la cual debemos aferrarnos, pase
lo que pasare. No tenemos necesidad de `inspecciones´ visitantes o, mejor
dicho, no deberíamos tenerla.
“Si (…) la justicia se hubiera administrado como corresponde, no nos
veríamos en la irrisoria situación de tener que `arreglar´ de alguna manera,
para `hacer buena letra´ antes de la llegada de la OEA. Teóricamente, nunca
tendría que habérsela invitado ni tendría que haber surgido la necesidad de
semejante planteamiento.
“No hay términos medios
“JT no puede haber sido sino una de dos: inocente o culpable. Si lo segundo,
que se lo hubiese juzgado y sentenciado. Si lo primero, sólo debe ser liberado
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“(…) Es nada menos que `el gran responsable´ del caos que reinó en la
Argentina por mucho tiempo, de acuerdo con lo que publicó un diario
mexicano, atribuyéndole esa opinión al presidente Videla. Y no hay ningún
motivo para no dar crédito a El Heraldo de México (…) no fue desmentido
desde la Casa de Gobierno.
“(…) ¿No sabe acaso el presidente Videla, no saben todos los argentinos,
quién fue el gran responsable? ¿Es necesario designarlo con todas las letras de
su nombre, como ha debido hacerlo La Prensa, es necesario decir que fue
Juan Domingo Perón, antes, por encima y de manera más destructivamente
dañina y corruptora que cualquiera de sus sirvientes o bailarina?
“Parece que hay que hacerlo. Hay que impedir que se olvide demasiado
rápido el pasado y se establezcan presuntas diferencias de matiz, orientación,
ideología o oculta actitud moral, donde no hubo sino una y la misma ciénaga
de corrupción, crimen e infamia.
"`Si tuviera cincuenta años menos...´
“… no sería incomprensible que anduviera ahora colocando bombas o
tomando la justicia por propia mano.
“Esa afirmación no procedió del dentista de Giles sino de su amo desde el
exilio. Cuando, después del retorno del peronismo al poder, se produce la
ruptura entre `Montoneros´ y lo que podría llamarse la pandilla `isabelina –
lopezreguista´, los primeros pudieron darse el lujo de refregarles a sus rivales
y ex compinches la carta en que Perón expresaba su beneplácito respecto del
crimen de Aramburu.
“(…) La amnistía para los delincuentes
Mucho se ha dicho acerca de la amnistía decretada a favor de los
delincuentes subversivos durante la breve presidencia ficticia de Cámpora y
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épocas. Esa persistencia en el error ha sido la mayor ayuda recibida por los
terroristas italianos”.
“En el salón de actos de un colegio particular de esta capital tuvo lugar una
demostración de extremismo por parte de un dirigente político español. En
momentos en que la actividad política todavía está suspendida para los
argentinos, llama la atención que un dirigente extranjero no haya tenido
inconveniente en exponer sus puntos de vista (…).
“La reunión fue una exaltación del totalitarismo franquista (…).
“(…) El régimen franquista otorgó cálido refugio al general Perón,
derrocado en 1955 por las Fuerzas Armadas. Después, abriría las puertas a
guerrilleros y terrorismo que huían de nuestro país. En Madrid, violando todas
las disposiciones relativas al cumplimiento y deberes de las leyes de asilo, el
dictador organizó y dirigió todos los actos de subversión política, gremial y
terrorista destinados a desestabilizar a los gobiernos militares del período
1966/73. La capital española fue el cuartel general de la conspiración
peronista. Allí ultimóse la creación de las `formaciones especiales´,
eufemismo que el dictador prófugo (…) empleaba para designar a las
organizaciones terroristas que cumplían sus órdenes y directivas (…).
“El orador del acto recordado denunció los peligros del avance y de la
penetración comunista en el mundo. Este diario y los demócratas argentinos lo
vienen haciendo desde hace muchos años. Pero la alternativa del comunismo
no es el franquismo o el fascismo, ni la muerte del liberalismo ni la
cancelación de la democracia. La Argentina acaba de superar la encrucijada
sangrienta del extremismo de izquierda. ¿Quién o quiénes quieren sumirla en
otro extremismo que, aunque exhiba distinta portada, coincide en lo
fundamental con aquél?”.
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“(…) Era más fácil conquistar los cargos eminentes a través de la actividad
sindical en gremios organizados monolítica y compulsivamente sirviendo
intereses respetables sin duda, pero sectoriales. Desde entonces, la política no
premia a sus esforzados servidores pues lo que tuvimos hasta 1976 en el
gobierno, no fueron políticos sino en apariencia, al carecer del sustento de
ideas y principios éticos y republicanos (…)”.
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“(…) Todo indica que ha concluido una etapa sin duda trascendental de la
gestión de gobierno iniciada el 26 (sic) de marzo de 1976, la que sin embargo,
no ha satisfecho plenamente a sus propios responsables y ejecutores según se
ha reconocido en discursos oficiales. Hemos salido del caos político y social al
que el gobierno peronista nos había precipitado pero a más de tres años de su
caída no es posible conformar a la ciudadanía con la mera mención de que se
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“(…) Una etapa que arroja un saldo positivo de errores y aciertos, de éxitos
y fracasos, ha concluido, y si esto no se comprende el PRN correrá el riesgo
de agotarse como ocurrió con experiencias análogas. El poder político es algo
mucho más sutil y complejo que lo que resulta de su apariencia, de los
símbolos y títulos con los que se manifiesta, con los apoyos y compromisos de
los que disfruta que son siempre revocables, pues en definitiva la autoridad de
un gobierno reposa en la convicción ampliamente comprometida de su
legitimidad. Esta legitimad fue concebida por el pueblo al Proceso pero para
que dure y se afiance se requiere hace falta que haya claridad y vigor en la
nueva y promisoria etapa, en la cual la inseguridad jurídica y personal, el
desaliento de la opinión pública y el desacreditado `gradualismo´ no deben
prolongarse.
Roca, después de la Campaña al Desierto y de someter a la rebelión de 1880,
se rodeó de verdaderos estadistas para cumplir su programa de `paz y
administración´. Pellegrini, apenas vencida la revolución de 1890 y en medio
de la crisis, puso orden y restableció la confianza mediante una inaudita
demostración de capacidad y energía. Así se gobierna”.
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Ese día 19, Manfred Schönfeld recordó que HACE CUATRO AÑOS SE
ESFUMO LÓPEZ REGA, EL FAMULO DEL AMORALISMO
SUBCULTURAL DE PERÓN.
“(…) Hay que destacar como muy positiva la buena disposición que hay en
la gran mayoría de la población y en todos los sectores sociales, para favorecer
el éxito de las Fuerzas Armadas en el compromiso histórico que han adquirido
con la ciudadanía. A pesar de los obstáculos que conspiran contra la unión
nacional, ésta se mantiene alrededor de los ideales y objetivos proclamados
por el Proceso en 1976. Prevalece aún la confianza en que serán alcanzados y
no se advierte que se aspire a la sustitución del régimen imperante. Todo lo
cual es expresión de la sensatez y moderación de un pueblo que aguarda con
esperanza esta vez no se frustren sus legítimas expectativas.
“Uno de los factores que más perjudica al Proceso ante la opinión es el de la
imposibilidad en que se encuentran las autoridades de prevenir desapariciones
y esclarecerlas una vez ocurridas, aplicando las pertinentes sanciones a los
autores materiales y a los culpables, que pudieran existir, de haberlas tolerado.
Sin duda, se explica, como hemos dicho reiteradamente, que durante el auge
del terrorismo y la subversión se produjeran excesos y errores imposibles de
evitar durante el desarrollo de la represión impuesta por las necesidades de
una `guerra sucia importada´. También corresponde expresar el
reconocimiento que merecen los miembros de las Fuerzas Armadas, de la
Policía y otros organismos que sufrieron irreparables pérdidas de vidas. Pero
aniquilada la subversión como fuerza combatiente organizada, según ha sido
proclamado por voceros oficiales, nada es más urgente que erradicar el
fenómeno que señalamos, que alimenta la propaganda de nuestros enemigos
en el exterior y está originando un creciente sentimiento de repulsa a lo que
amenaza convertirse en una vergonzosa constante en la vida nacional.
“(…) Desde luego, gobernar no es fácil, sobre todo después de tantos años
de demagogia, de corrupción y de incuria. Pero hay que gobernar, (…) no es
imposible (…)”.
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“(...) Señaló más adelante que la invitación /a la CIDH/ se hace `sin aprontes
´ utilizando un término empleado por el periodista que le hizo la pregunta,
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`porque entendemos que no tenemos nada que ocultar, por lo que podría
significar un apronte como una maniobra de ocultamiento´.
“`La Argentina, enfatizó, no tiene nada que ocular y mucho menos nada que
de qué avergonzarse. Aquí han pasado cosas, no lo vamos a negar porque
hemos vivido una guerra que no buscamos ni deseamos. Que nos fue
impuesta, la que aceptamos con toda responsabilidad porque estaban en juego
nada más y nada menos que los derechos humanos de todos los argentinos que
quieren vivir en libertad y con dignidad y estaban amenazados de ser
conculcados por el terrorismo subversivo´.
“`En esa guerra, como en toda guerra, hubo muertos, hubo prisioneros y
hubo desaparecidos, y la Argentina tiene una cuota de muertos, de prisioneros
y de desaparecidos, que solamente los argentinos hemos de juzgar y decir
cómo se van a manejar. Eso no quita que esta comisión pueda venir y
entendemos que, con toda objetividad, van a ver lo que es nuestra realidad,
muy distinta por cierto de esa caricatura argentina que se pretende vender en
determinada prensa del exterior´”.
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“(...) `La defensa de los derechos humanos tiene un valor ético absoluto y su
violación no puede ser justificada en ningún caso´.
“(...)`No hay violaciones execrables y violaciones justificables, aunque sean
cometidas en nombre de grandes ideas, como dice el socialismo, la patria o la
Justicia social, y sobre todo si son perpetradas en nombre de esas grandes
ideas´.
“(...) `Por tal motivo, sólo tenemos derecho a denunciar violaciones en la
Argentina los que también hemos denunciado los cometidos en los países
comunistas, como el atroz genocidio camboyano donde, sobre una población
de 8 millones, hubo 2 millones de desaparecidos´.
“`Los que no protestaron también contra esto, deben callarse´.
“`A los crímenes del terrorismo, por otra parte, se debe responder con la ley,
la ley más dura, pero la ley, en los tribunales más severos, pero tribunales´”.
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“Hace pocos días un argentino como usted, como nosotros, envió esta carta
al Presidente de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Hoy,
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“(...) `Debe quedar claro que no nos hemos confesado ante la CIDH. La
Argentina sólo se confiesa ante su Dios. Nos hemos limitado a exponer los
hechos, dejando librado a sus integrantes el extraer todas las conclusiones
pertinentes´.
“(...)`Mentiras infames como la de los campos de concentración han
quedado definitivamente sepultadas pro la verdad incontrastable y
comprobada”.
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“(...) En Argentina (y otros) países la guerrilla fue aniquilada por las Fuerzas
Armadas, único instrumento técnicamente apto para enfrentar los actos de
violencia ejecutados por la subversión ideológica. Repárese que los medios
empleados por ésta responden a un mismo patrón, ya sea que los terroristas
reclamen por la `falta de consulta popular´ o porque las elecciones
`constituyen una farsa´. En el fondo, no son razones sino pretextos (...)”.
“(...) Es del caso preguntarse si es por `caridad cristiana´ que estados recién
independizados, y con gobernantes de semejante categoría, tienen asiento en
las Naciones Unidas, con injerencia en el manejo de la política mundial. Y si
es, también, por espíritu de caridad cristiana que las Comisiones
Investigadoras de Derechos Humanos no perciben ni se ocupan de
aberraciones como las aquí comentadas (...)”.
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eco de que hablamos pasaría por ser mera casualidad si los impugnadores del
gobierno argentino observasen idéntica conducta respecto de lo que ocurre en
otros países cuya mención resulta obvia.
“No hace mucho, Francia tomó parte a favor del Zaire en la guerra desatada
desde Angola. (...) El mundo democrático y civilizado entendió pronto qué
valores estaban en juego en el Zaire y en la tierra ensangrentada de Bokassa.
Nadie manifestó un parecer contrario a la acción del gobierno francés, clara,
enérgica y que perseguía un fin superior. París no ve con igual espíritu, a la
luz de una misa doctrina, la guerra librada en la Argentina”.
“(...) Cerca de tres años y medio han pasado desde que se inició el Proceso
de Reorganización Nacional y sus representantes asumieron el ejercicio de los
poderes de la Nación. Las vicisitudes sufridas, la amenaza de la subversión
ahora militarmente aniquilada, la participación del país en el orden político
internacional, son algunos de los aspectos más importantes de la realidad que
hubo que afrontar. Los resultados satisfactorios (...) no han despejado otras
dudas que gravitan en la opinión pública. Ellas provienen, sobre todo, de la
incertidumbre que subsiste acerca del porvenir político y de las formas de
convivencia que en definitiva prevalecerán”.
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“Sin embargo, un alto jefe militar al que se había confiado el insigne honor
de mando de una de las grandes unidades de batalla, intentó un levantamiento
absurdo (...).
“El último refugio de la ley; la única garantía contra la anarquía, la
subversión y el terrorismo; la efectiva protección de la paz interna; el
mantenimiento de la unión nacional frente a la crisis interna y externa que
comprometan los valores supremos de la sociedad o los derechos inalienables
de la soberanía; todo eso y el porvenir de la Nación hoy están confiados al
patriotismo de la Fuerzas Armadas a sus sensatez y a su responsabilidad. El
primer deber de ellas es conservarse unidas y hacer que la disciplina y el deber
militar sean escrupulosamente observados para garantizar la convivencia
manifestada en el acatamiento a la ley y a los jueces (...).
“Este diario ha sido constante y severo al señalar errores del gobierno,
exhibir desviaciones del poder, descubrir alteraciones que pudieran malograr
el éxito del PRN. Nada la apartará del cumplimiento de su deber, que no
consiste en celebrar aciertos en la gestión de la autoridades, sino en señalar `el
mal que se hace y el bien que no se hace´. Pero el PRN es el único camino
disponible para restaurar las instituciones, vencer la adversidad e impulsar la
grandeza de la Nación. Quienes ejercen su representación y han asumido el
poder público que, por consenso general, ha sido confirmado por el pueblo, a
pesar de las inevitables limitaciones de su condición humana, merecen la
confianza de sus conciudadanos”.
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“(...) La acción aleve del terrorismo perpetró otro atentado que costó la vida
de un conocido industrial y empresario y un cabo primero de la Policía
Federal. (...) Afirmamos en (reciente) ocasión que ya no podía hablarse de
episodios esporádicos o aislados sino de un recrudecimiento de la acción
subversiva.
“Este nuevo hecho sangriento nos ha dado, infortunadamente, la razón. El
terrorismo sigue actuando en nuestro medio, lo que equivale a decir que no ha
sido definitivamente derrotado. Podrá admitirse que no lo hace ya
impunemente ni con la ominosa continuidad con que se manifestaba en épocas
frescas en la memoria de todos y felizmente superadas. Pero habrá que
convenir en que todavía perdura manteniendo su siniestro vigor, a pesar de
que algunos optimistas –hoy seguramente desilusionados– lo consideraban tan
sólo un trágico recuerdo.
“Por ello adquieren significativa relevancia las expresiones vertidas por dos
altos jefes militares en diferentes oportunidades y escenarios que confirman
esa tesis. El jefe de estado mayor del Ejército afirmó que ese organismo `tiene
presente que el éxito militar obtenido contra la subversión no implica que la
lucha ha terminado´, agregó que, por el contrario, la acción subversiva es
permanente y adecua sus estrategias y tácticas a nuestras propias deficiencias
y vulnerabilidades. Se trata de un diagnóstico duro pero realista y acaso
resultara desalentador si no la hubiera acompañado con una conclusión
reconfortante: `Esta lucha, que se desenvuelve en el campo político- militar,
sólo se llevará a feliz término si realmente se entiende que sólo la violencia no
detiene a la violencia, si no va acompañada del sólido fundamento ético y
moral de proceder honestamente, cumpliendo las reglas que la vida en libertad
exige como tributo de cada uno´. Quiere decirse con ello, que en este áspero
combate que libra el orden contra el caos, sólo se alcanzará la victoria si la
causa del orden está sustentada en altos valores del espíritu, entre los que
figuran en primer término, los del respeto a la ley y el acatamiento a los
jueces.
“Más directo aún, si cabe, fue el comandante en jefe de la Fuerza Aérea, que
señaló en un discurso que la lucha contra la subversión no ha terminado (...) El
orador señaló el carácter internacional del movimiento terroristas; y dejó
expresada la posibilidad de que aun desterrado de las fronteras geográficas de
un país, pueda emerger de nuevo en su territorio por obra de quienes desde el
extranjero con la tolerante o activa complicidad de otros gobiernos, impulsen
su acción.
“Es esto lo que ocurre en la Argentina, donde la lucha frontal contra la
guerrilla había terminado. Ahora soporta el país la sorda, solapada y
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“(...) Que Cox tenga que alejarse de la Argentina, constituiría una derrota
para el proceso.
“Quizás fue eso lo que quisieron quienes vienen aterrando a Cox y a su
familia desde hace tiempo, intimidándolos de la manera más vil y cobarde.
(...).
“Se trató de que el hombre que molestaba se determinase a irse (...).
“Pero, además, y por elevación, el tiro se dirige contra el gobierno –`la
dictadura videlista´ como curiosamente se lo denomina en el anónimo que
desencadenó la decisión de Cox– en el sentido de que demuestra que ese
gobierno no es capaz de garantizar la integridad física de figuras destacadas
(...).
“Sectores remanentes
“Hay sectores remanentes, desencaminados y minoritarios de entre los que
cooperaron con la acción represiva a los cuales les sobran ahora las ganas de
seguir con esa acción, por cuenta propia (...).
“Son elementos totalitarios de ideología borrosamente nazi- peronista, y
probablemente `antividelistas´.
“El gobierno no está en condiciones o no se atreve a destruir esta nueva
fuente de la subversión con la misma energía con la cual aplastó el terrorismo
`de izquierda´.
“Para esa gente, es obvio que sea una especie de ofensa viviente un
periodista de las agallas de RC, ideológicamente colocado levemente a la
izquierda del centro –como tantos intelectuales británicos de su generación– y
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“(...) A todos ellos los precedió Perón, que echó anclas en Madrid (...).
Acaso sea éste el motivo que llevó a subversivos y guerrilleros a buscar
refugio en España en momentos en que todavía vivía Franco. Ahora
reaparecen como intelectuales, apelando a gastados artificios para confundir a
la opinión pública española y latinoamericana. Uno de los anfitriones quiso
parangonar a los terroristas argentinos con los exiliados de la dictadura
franquista, absurdo intento de identificación entre quienes nada hay que
pudiera unirlos. La emigración política española expandió por el mundo una
variedad infinita de inteligentes creaciones en el campo de las letras del arte,
de la ciencia, de la historia y del derecho. Ahí están los nombres de Angel
Ossorio y Gallardo, Manuel Blasco Garzón, Leandro Pita Romero (...) ¿Qué
nombres podría oponer a éstos la colonia subversiva argentina en España?
(...)”.
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“El recurso de hábeas corpus constituye la más noble de las garantías con
que el estado de derecho protege la libertad individual (...).
“A raíz de la reciente decisión de la Cámara en lo Criminal confirmatoria de
la del juez, por la que se rechaza el recurso de hábeas corpus a favor de
Hidalgo Solá, desaparecido o secuestrado el 18 de julio de 1977. Al margen de
la decisión, formalmente correcta, ya que aparecería demostrado en la causa
que aquél no se halla detenido por autoridad del Estado, lo que provoca
verdadero estupor es que el fallo se haya pronunciado dos años y medio
después de producido el hecho.
“Carece de toda explicación tan prolongada demora. Debe señalarse que en
este caso, que en su momento conmovió a la ciudadanía, no están en juego
cuestiones patrimoniales o de intereses, que de ninguna manera revisten un
valor comparable al de libertad y seguridad de la persona humana. Resulta
inadmisible que la Justicia haya empleado un lapso tan prolongado en
establecer un simple hecho negativo, cual es el de que un individuo no esté
detenido en ningún instituto dependiente del gobierno. Semejante lentitud en
la tramitación, convierte el hábeas corpus en un lamentable fracaso judicial y
reduce la ley que lo consagra a un simple enunciado.
“El resultado es que sólo ahora, después de dos años y medio, comenzará la
Justicia la investigación sobre la desaparición del diplomático. Esta tarea, sino
imposible, se verá dificultada por el tiempo transcurrido. A nadie se le escapa
que un final previsible será un sobreseimiento en la causa debido a la falta de
elementos que a esta altura pueden conducir a su esclarecimiento. No es
fácilmente comprensible que ante la eventualidad de un hecho criminal cuya
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la represión, dentro de los límites que la ley manda, deben continuar para
erradicar este flagelo inspirado por una “central lejana” de conocida
inspiración marxista.
“Las Fuerzas Armadas han continuado su tarea de adiestramiento y
adaptación profesional a las condiciones siempre cambiantes que debe
afrontar la defensa nacional, con una eficiencia y una seriedad que es justo
reconocer (...)”.
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las ventas de cereales por parte de los EE.UU.´. El mismo vocero añadió que
se había estudiado `Las relaciones entre la Argentina y EE.UU.´.
“Mientras que esto sucedía, noticias de Washington daban cuenta de que el
subsecretario de agricultura norteamericana había expresado que cualquier
acción de nuestro país `para satisfacer deliberadamente la demanda soviética
de granos´ generada por el embargo cerealero será `miope´ (...).
“El 11 de este mes, nos referimos al embargo cerealero propuesto por los
EE.UU. y sostuvimos que la reacción de aquel país ante la inicua invasión de
Afganistán debía ser la de cortar las entregas de trigo que la Unión Soviética
necesita desesperadamente (...).
“En cambio, lo que no puede ser objeto de negociación (...) es lo relacionado
con el respeto a los derechos humanos en nuestro territorio, lo que no puede
haberse incluido en el examen de las relaciones entre la Argentina y los
EE.UU. Aquello constituye una cuestión interna en la que ningún gobierno
que no sea el nuestro y ninguna organización internacional (...) puede
intervenir. De acuerdo con el sistema institucional imperante en la República,
en ella los derechos humanos están garantizados por la Constitución Nacional
y custodiados por los jueces.
“Reiteradamente hemos expresado nuestra discrepancia con la invitación
que se formuló por nuestro gobierno a la CIDH (...), como lo recordamos el 14
de este mes. Con mayor razón habría que rechazar cualquier insinuación o
interferencia del enviado especial norteamericano en esta materia y cabe
suponer que las manifestaciones oficiosas del funcionario de la Cancillería han
de referirse a otros aspectos de nuestras relaciones con los EE.UU.
“Sin embargo, lo expresado precedentemente no debe interpretarse como
una despreocupación de este diario por los abusos y excesos cometidos ni por
las violaciones comprobadas a las garantías constitucionales y los derechos
humanos. Lejos de ello, cumplimos con nuestra obligación de recordar
nuevamente a nuestras autoridades que deben extremar sus esfuerzos para que
no sean tolerados, y que corresponde que se activen investigaciones
pendientes como, por ejemplo, la de las amenazas que provocaron el
alejamiento del director del Bs. As. Herald”.
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importa una intervención en nuestros asuntos internos que no debe ser tolerada
por nuestras autoridades. Ningún gobierno extranjero puede arrogarse la
autoridad de controlar lo que ocurra dentro de nuestras fronteras, como surge
del respeto debido a nuestra condición de estado soberano y de que jamás
dejamos de pertenecer a la comunidad civilizada de las naciones. El presidente
Carter y otros gobernantes tienen que estar advertidos de que la opinión
pública argentina reacciona desfavorablemente ante actitudes como la que
señalamos y que ellas perjudicarán las relaciones de la República con los
estados que incurran en ellas. Manuel Quintana y Roque Sáenz Peña, en la
Primera Conferencia Panamericana, al reaccionar ante una conducta que
afectaba los fueros de la delegación argentina, sentaron al respecto una
jurisprudencia que debe ser mantenida.
“No es el juicio que pueda merecer nuestro país del gobierno de EE.UU. lo
que motiva que nos ocupemos de los derechos humanos, sino la repercusión
que tal vez tenga en la vigilante opinión mundial, expresión de la conciencia
de la humanidad, a la que debemos atender celosamente en defensa del
prestigio de nuestro país. En cumplimiento del deber de ilustrar a la
ciudadanía garantizado por la Constitución Nacional, formulamos a
continuación algunas reflexiones inspiradas por lo ocurrido desde que la
subversión y el terrorismo comenzaron su acción deletérea.
“La llamada `guerra sucia´ que padecimos se caracterizó por un estallido de
inaudita violencia y crueldad, impulsado por el propósito de sus autores de
conquistar el poder e instaurar un régimen afín a conocidas formas del
marxismo. Después del asesinato del general Aramburu estimulado por Perón
que felicitó a sus ejecutores; de la ley de amnistía que en 1973 abrió las
cárceles a los más peligrosos elementos de la guerrilla; de la corrupción y la
demagogia practicadas en escala gigantesca desde el poder; de la
transformación de la universidad en centro de reclutamiento para la subversión
y de los trágicos sucesos de Ezeiza, el terrorismo internacional eligió nuestro
país para sojuzgarlo creyendo que la situación había madurado como para
lograr sus oscuros designios.
“En 1976, después de la caída del régimen peronista, que había llevado el
país al borde de la disolución nacional, la sociedad reaccionó ante el peligro
inminente por medio de las Fuerzas Armadas y los organismos de seguridad
que debieron pelear la `guerra sucia´ en las condiciones que la subversión
había impuesto. El país se defendió como pudo y se cometieron abusos y
excesos que denunciamos y censuramos permanentemente. En declaraciones
emanadas de las más altas jerarquías oficiales, se ha reconocido que
desgraciadamente, ellos existieron.
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“(...) habría que abandonar las modalidades tradicionales para afrontar con
éxito las nuevas exigencias, máxime por cuanto el país ha librado una guerra
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“(...) Los conceptos del teniente general Galtieri dan definiciones e implican
un compromiso (...) El Ejército `continúa atento y vigilante en la idea de que
mientras no se resuelva el conflicto global que es el choque de nuestra
civilización y la marxista, la agresión terrorista será un peligro siempre
presente, incrementado en nuestro caso por la acción de aquellos grupos de
traidores a la Patria que después de huir actúan contra el país desde el exterior
´.
“(...) Consideramos que a más de cuatro años del cambio institucional que
puso fin a los desbordes del poder anárquico y discrecional, el comandante en
jefe del Ejército ha hecho bien en reiterar ideas, propósitos y compromisos
que no por repetidos dejan de estar expuestos al olvido o al riesgo de ser
desvirtuados en su real significación”.
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“La terrible experiencia vivida desde 1973 hasta 1976, no habría ocurrido y
la embestida de las fuerzas del mal no se habría producido si él (Aramburu)
hubiera estado, porque el peronismo no habría retornado al poder. El trágico
impulso que la subversión y el terrorismo tomaron se habría debilitado si las
universidades no se hubieran convertido en centro de reclutamiento para la
violencia, y si las cárceles no se hubieran abierto por la nefasta ley de amnistía
(...) No hay que olvidar que Perón desde Madrid estimuló a los terroristas y
felicitó a los asesinos del teniente general Aramburu (...).
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“(...) Se informó que el terrorista Schiavone había puesto fin a su vida por
asfixia apretándose el cuello con una sábana.
“La primera conclusión es que esta vez, las autoridades actuaron con
celeridad para poner en claro los pormenores y causas del suceso (...).
“Las informaciones suministradas sobre el reciente suicidio de un terrorista
preso son por el momento satisfactorias, pero quedan dudas por aclarar sobre
la situación de detenidos sin proceso”.
“·Por primera vez (...) en una audición televisiva un ex ministro del interior
del justicialismo admitió que existió una alianza entre el gobierno peronista y
las `Formaciones Especiales´ (...)”.
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“No cabe duda de que esta tesis es la correcta, no sólo porque permite
brindar una protección más que efectiva a la garantía constitucional de la
libertad individual, sino porque además se adecua a la realidad de nuestro país
convulsionado en años recientes por un creciente número de atentados,
secuestros y misteriosas desapariciones de las que dieron cuenta en su
momento los medios de difusión. El caso del examen integra ese vasto
repertorio de flagrantes violaciones al más preciado de los atributos del
hombre: su derecho a ser y permanecer libre. No sería suficiente, en base a los
antecedentes a que hemos hecho referencia, una simple declaración formal de
un tribunal en el sentido de que no estaría comprobada la detención de una
persona determinada por una autoridad (...) Era imprescindible, ante ese
resultado negativo, completar la investigación en procura del esclarecimiento
del suceso mediante la averiguación de la verdad.
“Un principio elemental de economía procesal está indicando que esa
tramitación ulterior debería hacerse en la misma causa promovida por la
interposición del hábeas corpus en la que presumiblemente se encuentran
agregados los elementos de juicio indispensables para proceder a las
diligencias y actuaciones correspondientes. Esta es la sana intención que
inspira la doctrina de la Corte, al ampliar los alcances del recurso tuitivo. Se
llenará así su propósito esencial, el de la defensa de la libertad individual
agotando todas las posibilidades que su amparo pueda suscitar.
“(...) Existe otra razón primordial para que esta doctrina sea aplicada. El
caso que da pie tardó más de tres años en sustanciarse con la negativa
comprobación de que el diplomático desaparecido no estaba detenido en
ningún instituto oficial. Sólo ahora podrá comenzar la segunda parte de la
investigación consistente en esclarecer la forma en que se perpetró su
presumible secuestro. Esta tarea, si no imposible, se verá entorpecida
notoriamente por el largo tiempo transcurrido. A nadie podrá escapar que su
final previsible será un sobreseimiento en la causa debido a la falta de
elementos que a esta altura puedan conducir a la averiguación de lo sucedido.
La jurisprudencia, ahora reafirmada, de la Corte, permitirá que desde un
principio, o sea, desde que se deduzca el recurso, la Justicia pueda investigar
con toda amplitud, este tipo de hechos criminales sin limitarse a la mera
comprobación de que obedezcan a actos arbitrarios”.
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como acaba de ocurrir, para nombrar un solo caso, con el del ex embajador en
Venezuela, Hidalgo Solá, desaparecido o secuestrado a mediados de 1977.
“Bien es cierto que mucho y bueno se ha venido realizando en los últimos
años. Bien es cierto también que las manifestaciones del jefe de Estado
conforman el ánimo e inspiran confianza. Pero todo empeño será ineficaz si
no se pone remedio a los males que hemos denunciado (...)”.
“(...) La guerra sucia que soportó el país, como es sabido, fue producto de
ideologías perniciosas y la acción criminal favorecidas por la intervención de
Juan Domingo Perón cuya directa y persona responsabilidad al respecto, sin
embargo, las autoridades omiten sistemáticamente recordar.
“(...) Nadie podría negar, sin notoria injusticia, el valor incalculable del
servicio que las Fuerzas Armadas prestaron al país para enfrentar y derrotar a
la violencia organizada que a partir del 25 de mayo de 1973, se agravó hasta
convertirse en una amenaza para la subsistencia misma de la Nación (...)”
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“El director del Bs. As. Herald denunció haber recibido nuevas amenazas
telefónicas (...).
“El 19 de julio, se colocó una bomba en su domicilio, la cual pudo ser
desactivada (...).
Asimismo, recibió una carta supuestamente suscripta por el grupo terrorista
`Montoneros´ advirtiendo que si continuaba apoyando el plan económico del
gobierno, denunciaría hipotéticas vinculaciones de la publicación con la CIA
(...).
“En diciembre, abrumado por las persistentes amenazas del mismo origen, el
anterior director, Robert Cox, abandonó el país. (...) El ministro del Interior
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restó importancia al reclamo. Las nuevas denuncias del actual director del
Herald (...) no sólo afectan a una persona (...) sino también al periodismo
independiente y al país mismo, por cuyo prestigio en el exterior demuestran
tanto celo las autoridades.
“El gobierno no puede despreocuparse del justo reclamo sobre la seguridad
del periodista porque no hacerlo agraviará al periodismo todo.
“Se requiere una decidida acción legal de las autoridades, preventiva y
represiva, que infunda en la opinión pública la convicción de que la libertad de
prensa y la seguridad personal están garantizadas en nuestro país”.
Este día, La Prensa dió media página a Ramón Camps para que escribiera
acerca de Occidente y el marxismo, en una nota titulada FUNDAMENTOS,
ESTRATEGIAS Y OBJETIVOS DE DOS MUNDOS EN PUGNA.
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integral de sus antecedentes, del objetivo finalista que persigue y del tránsito
elegido para su consecución.
“(...) Si la realidad argentina no fuera como queda expresado, si el Proceso
de Reorganización Nacional no tuviera los objetivos finalistas y legítimamente
enmarcados y si en su cumplimiento no hubiese trabajado con destacada
eficacia y autenticidad de propósitos, el flamante Premio Nobel de la Paz:
No estaría viviendo en las condiciones en que mora en la República, pues
destaquemos que el arquitecto Pérez Esquivel no está recluido en un lugar
inhóspito. Vive en el barrio residencial de San Isidro y goza de plena libertad
de movimientos y expresión. Además sigue desarrollando en plenitud sus
actividades como titular de la Comisión Justicia y Paz
“La prensa nacional no hubiera difundido la noticia del otorgamiento de la
distinción como lo hizo, sin limitaciones, censura ni restricciones.
“La acción desarrollada por el arquitecto Pérez Esquivel en momentos en
que el país vivía la máxima intensidad de la lucha armada contra el terrorismo
fue efectivamente utilizada –al margen de sus intenciones– para facilitar la
impunidad de miembros de distintas organizaciones terroristas, por lo que
debió ser detenido y puesto a disposición del Poder Ejecutivo Nacional
conforme a las normas que rigen el estado de sitio. Pese a ello, cuando
menguó la virulencia de la lucha, fue puesto en libertad por una decisión
autónoma del Poder Ejecutivo Nacional.
“Porque, en definitiva, el proceso de reorganización nacional, ha trabajado y
luchado por la paz, libertad y democracia –derechos humanos fundamentales–
de todos los argentinos, incluido el actual premio Nobel, Adolfo Pérez
Esquivel”.
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“Entre esos ideales figuran, claro está, los derechos humanos, pero Carter no
los cita”.
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“Bajo sospecha
“(…) El flaco favor que se le ha hecho a la política internacional argentina
se registró cuando se aguarda una aparición pública, en EE.UU., de Jacobo
Timerman, quien estuvo detenido a disposición de la Junta Militar y del PEN,
no por su condición de judío, sino por haber sido socio de David Graiver,
agente financiero de los `montoneros´. Timerman será presentado por Patricia
Derian, a quien se conoce bastante en áreas que corresponden al manejo de las
cuestiones internacionales argentinas”.
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“Si se examina la historia del país, resulta difícil hallar una explicación
satisfactoria que dé razón al desconcierto de la ciudadanía. Gobiernos de
diferente origen y características; elecciones con mal resultado; la subversión
y el terrorismo; la intervención de las Fuerzas Armadas en el curso de los
acontecimientos y su participación en el poder hasta ejercerlo en plenitud; (...)
el surgimiento del gremialismo compulsivo, constituyen aspectos
significativos y aparentes de una sociedad que no logra el equilibrio y la
estabilidad, ni el orden que nace de la vigencia de una ley justa”.
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peligro de ser colocado por sus pares en la vindicta pública mundial, el trabajo
democratizador se le ha hecho al presidente designado menos áspero que antes
de la asamblea.
“También más complicado, porque exigirá el aporte de mayores dosis de
realismo (y) de realidades”.
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el de los inocentes– ese dolor no podrá ser confortado nunca con actitudes
arrogantes, soberbias e infatuadas. No hay, en términos históricos, `capítulos
cerrados, clausurados, sellados y lacrados ya en un cajón´. Los hombres
humildes pueden esperar que, en el mejor de los casos, sea la Providencia la
que selle y la que lacre.
“El pasado no se borra con declaraciones altisonantes (…) pero puede ser
rectificado en lo que concierne a aquellos que fueron el producto del error y de
la insuficiencia humanos.
“(...) Podrá aplacarse y no volverá a producirse (...) una situación similar que
fue resultado de un desquicio y de un resquebrajamiento total de las normas
del estado de derecho, mucho antes de tomar el poder el gobierno actual (...)”.
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El domingo 21, Ramón Camps opinó sobre el Desafío para Reagan (I) EL
MUNDO QUE ENCONTRARA EL NUEVO PRESIDENTE DE LOS
EE.UU.
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A lo largo de este año, hubo una presencia sostenida del tema en las páginas
del diario, sobre todo en las columnas y editoriales y en especial al tratarse de
la revisión del pasado, la duración del estado de sitio, vigente desde 1974 y los
reclamos de familiares de víctimas de la represión. Las críticas a Jacobo
Timerman, por su ataque al gobierno militar primero, y por la concesión de un
importantísimo premio después, fueron una constante.
Aún así, habrá preeminencia a temas económicos, dada la gravedad de la
situación financiera del país este año, y a cuestiones internacionales: primeros
meses de gobierno de Ronald Reagan, atentado contra Juan Pablo II, crisis
política en el Ulster y asesinato del presidente egipcio Anual El Sadat, entre
los más importantes.
El cambio de política de la nueva administración norteamericana en materia
de derechos humanos será un tema de análisis en comparación al saliente
gobierno demócrata, encabezado por Jimmy Carter, el cual fue blanco de
críticas.
A diferencia de otros medios, La Prensa dio espacio en sus páginas para el
reclamo de familiares de desaparecidos a través de solicitadas que llevaban
como encabezamiento la leyenda “Espacio de publicidad”. El 6 de enero, en la
página 3, en el extremo inferior derecho, se publicó un extenso texto, firmado
por Edmundo Ramón Landin y titulado ¡SOLICITO JUSTICIA! NO
CLEMENCIA:
“Hace cuatro años en una noche de Reyes fui secuestrado juntamente con mi
esposa; después de permanecer treinta horas en una hedionda celda con los
ojos vendados y las manos atadas a la espalda fuimos liberados, pero qué son
treinta horas si lo comparamos con los 47 meses de cautiverio que sufre mi
hijo Martín Ramón (22-11-77) y 40 meses de mi hijo Horacio Ramón (9-9-77)
DESAPARECIDOS por SECUESTRO, pero qué son dos personas si las
comparamos con más de 6000 (seis mil) personas (según Amnistía
Internacional) desaparecidas en la Argentina; entre ellas un Sr. Embajador de
la Nación, un ex Secretario de Prensa y Difusión de la Presidencia de la
Nación, periodistas, religiosos, profesionales, obreros y estudiantes.
Recordando recientes palabras pronunciadas por el Sr. Comandante en Jefe de
la Armada en reunión con periodistas (22-11-80) `Nos preocupa
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“(...) `Fue una guerra no querida por el conjunto de la Nación, pero las
Fuerzas Armadas tuvieron que responder a la agresión terrorista´, explicó el
presidente designado a los integrantes de la Comisión de Relaciones
Exteriores y Asuntos Bancarios y Financieros del Congreso de los Estados
Unidos. La fuente consultada precisó que el futuro presidente indicó que la
lucha contra la subversión `dejó las secuelas de toda guerra, con excesos de
uno y otro lado´, tras lo cual reiteró que el objetivo de este proceso militar en
`fundamentalmente, instaurar una democracia estable y fuerte´.
“`A su turno –añadió el general Viola- la Argentina retornará a la
democracia, que deberá ser fuerte y estable, pero antes habrá que alcanzar
otros objetivos para consolidar nuestro propósito, que no es otro que el que se
inició el 24 de marzo de 1976´, cuando las Fuerzas Armadas asumieron el
poder”.
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Aquí el diario se apartó del comentario del 7 de febrero para disentir del
desplazo casi total de la cuestión por parte de Haig:
“Todo ello está bien, pero lo que dista de estarlo es la frase poco feliz
empleada por dicho funcionario, al señalar que `la lucha contra el terrorismo
ocupará el lugar de la campaña contra los violadores de los derechos humanos
´ por la categórica y definitoria significación que de ella se desprende. Habrá
que decir que la batalla antisubversiva no es sino una de las formas –hoy por
hoy acaso la más evidente- que revista la contienda a favor de los derechos
humanos. La vigencia de éstos constituye la meta de la civilización occidental,
y uno de los modos de alcanzarla consiste precisamente en combatir el
terrorismo”.
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“El gobierno argentino entregó, por intermedio del Palacio San Martín, al
embajador de los Estados Unidos, señor Harry W. Schlaudemann, una nota de
protesta como consecuencia de la difusión dada por el Departamento de
Estado, al informe preparado por ese sector del gobierno norteamericano con
respecto a la situación de los derechos humanos en la Argentina.
“La información de prensa del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto –
que se conoció anoche, minutos después de las 20- expresa textualmente lo
siguiente:
“`El señor director interino de política exterior de la cancillería, embajador
Héctor Subiza, recibió en la fecha al embajador de los Estados Unidos de
América, señor Harry S. Schlaudemann a quien hizo entrega de una nota
mediante la cual el gobierno argentino reitera su desagrado por la publicación
del informe sobre la situación de los derechos humanos en la Argentina,
presentado por el Departamento de Estado al Congreso de ese país´.
“La nota señala, además, que `dicha publicación constituye una violación al
principio de no intervención en los asuntos internos de los Estados Unidos´ y
expresa su `seria preocupación por la práctica de `análisis y juicio político
crítico´ entre estados soberanos, que no condice con el marco de buena
voluntad que preside la relación entre ambos´”.
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forma tácita, que no puede hacer nada, que hay innegablemente un estado
dentro del estado, que existen áreas donde y para las cuales no rigen ni las
garantías constitucionales ni las leyes ni ningún poder civilizadamente
constituido. (...) Semejante admisión tácita entrañaba admitir, al mismo
tiempo, que este presidente y el gobierno que lo acompañaba en su gestión,
carecían de autoridad efectiva, no controlaban enteramente el país”.
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uno no puede menos que hacer profesión de sus convicciones y decirse que
uno está aquí y que de otro modo no puede. Y que Dios lo ayude a uno”.
“(...) Han sucedido cosas terribles en este país, y hoy las madres y parientes
de los desaparecidos, así como los de las víctimas de los terroristas, han de ser
objeto de respeto y solidaridad, y recibir una respuesta adecuada del poder, no
`razzias´ en la Plaza de Mayo. No hay justificación de ninguna naturaleza para
la tragedia vivida, y cada cual debe asumir, como a todo lo demás, la
responsabilidad que le quepa.
“Lo cual no significa, 1) que este problema pueda ser utilizado por ningún
sector con finalidades políticas; 2) que el país en su conjunto haga recaer
exclusivamente en el poder público y exclusivamente en el terrorismo, las
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“(...) Por otra parte, Marshall Meyer, el rabino a quien Timerman dedicó su
libro, opinó que a pesar de haber sido declarado inocente, todavía es
cuestionado. `¿Por qué no nos centramos en la cuestión real?´, se preguntó
Meyer. `Quién está empañando la imagen de la Argentina, la gente que torturó
a Jacobo Timerman o Jacobo Timerman?´ Meyer sostuvo que hay
antisemitismo en la Argentina. Entre las manifestaciones antisemitas, el rabino
mencionó avisos que aparecían en periódicos para misas en memoria de Adolf
Hitler y Adolf Eichmann y el hecho de que no hay judíos en altos cargos del
Ejército”.
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“El general Camps hizo notar que el tono de voz y aún el énfasis puesto por
Timerman en sus declaraciones no denotaban en modo alguno a una persona
que había sido sometida a tipo alguno de apremio”.
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“`Fui arrestado porque mi diario luchó por los derechos humanos´, dijo
Timerman al columnista Colin Campbell, según lo publicado por The New
York Times el 6 de julio de 1981.
“Cuatro años antes, en abril de 1977, así explicaba Timerman la posición
adoptada frente al problema de los desaparecidos.
“TIMERMAN: `Recientemente el diario entendió que habría una apertura
política, tal como se desprendía de algunos mensajes y discursos del
presidente Videla. Supuse entonces que los sectores políticos juveniles
volverían a jugar un importante papel en las luchas electorales y que la
publicación de +habeas corpus+ los iría ligando al diario, y es por ello que
inició la publicación antedicha´.
“PREGUNTA: `¿Fue obligado por alguna autoridad gubernamental...con
relación a tales publicaciones?´.
“TIMERMAN:`Sí, por el señor ministro del Interior, general Eduardo
Albano Harguindeguy. Yo le dije al ministro del interior: Mire general, todo lo
que está en el diario125 está a su disposición pero, avíseme con tiempo. Si
usted consideraba que esto era campaña, al primer día usted me lo hubiera
avisado y nosotros no publicamos nada´.
“PREGUNTA: `¿Qué resolución tomó Ud., señor Timerman?´.
“TIMERMAN: `Les comunique que no se debía publicar más habeas corpus
´.
“PREGUNTA: `¿Desapareció la columna de los habeas corpus?´.
“TIMERMAN: `Si señor´.
“PREGUNTA: `¿Desapareció, señor Casasbellas?´.
“CASASBELLAS: `Desapareció la columna´.
“PREGUNTA: `Desapareció, Señor Jara?´.
“JARA: `Si, señor´.
“PREGUNTA: `¿Hace aproximadamente una semana se publicó en la
página de La Opinión alguna nota relacionada con una presentación judicial
referida al caso Levitan?´.
“TIMERMAN: `Sí, lo han publicado´.
“PREGUNTA: `¿Fue esa publicación contradictoria a la observación que le
hiciera el señor ministro del interior?´.
“TIMERMAN: `No, el ministro del interior me expresó que de vez en
cuando podía publica algunos +habeas corpus+´ (...)
“Relaciones con el proceso
125
En bastardilla en el original. Un intento del diario para resaltar los momentos en que Timerman mismo
parece demostrar que tiene un estrecho vínculo con los militares en 1977; los mismos militares a los que
denuncia en 1981.
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La noticia de la muerte del líder radical Ricardo Balbín ganó todos los
titulares. La cobertura de este hecho dejó de lado otras cuestiones. El 10 de
septiembre, en la edición donde se informaba sobre su deceso, La Prensa
realizó un amplio despliegue. Las páginas 6 y 7 estuvieron ocupadas en forma
íntegra por textos y fotos sobre la muerte del dirigente político. En la página 7
se publicó, sin embargo, un pequeño recuadro. Era la única porción de texto
que no aludía a la noticia del día. Se trataba de una solicitada, ubicada en un
Espacio de Publicidad, firmada por Mercedes Lagrava de Martínez, madre de
un joven, cuya foto aparecía impresa. Era un conscripto desaparecido en el
Comando de La Plata, la ciudad donde de harían las exequias de Balbín, justo
el mismo día en que este desaparecido, Atilio César Martínez Lagrava,
cumpliría años.
El texto decía:
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“(...) Pero todo esto tiene poco y nada que ver con un número sumamente
elevado –imposible de de ser precisado, debido al miedoso hermetismo oficial,
de personas que, al margen de cualquier acción bélica, y sin que se les hubiera
hallado armas encima o en los lugares donde se los encontró, fueron llevados
–en innumerables casos ya mucho tiempo después de haberse proclamado
`oficialmente´ el fin de la `guerra sucia´ y la erradicación de la subversión –de
sus casas, de sus lugares de trabajo o de estudio por efectivos que invocaban
representatividad oficial (policial o militar) ¡y de los cuales jamás volvió a
saberse nada!
“La monstruosidad que entraña semejante situación desde el punto de vista
humano –así se hubiese tratado de una sola persona y no, más que
probablemente, de varios miles -solo queda eclipsada por la monstruosidad
que entraña desde el punto de vista jurídico.
“El total –el miedoso– silencio gubernamental, el débil amago de algún
gesto enérgico – una vez hubo un severo llamado de atención y después no
pasó nada –por parte del Poder Judicial, la indiferencia general de la opinión
del país que parece no darse cuenta de qué lo que aquí está en juego es uno de
los precedentes más graves y aterradores que se ha sentado y que se proyecta
como una amenazante sombra totalitaria sobre el futuro institucional
argentino; la ridícula manera de argüir, preguntando que `quién sale en
defensa de los derechos de las víctimas de los terroristas´, con la cual el
gobierno admite estar equiparándose él mismo con los terroristas, con su
mentalidad y sus modalidades operativas (es como si un asesino fuese matado
a palos y sin juicio, por sus guardiacárceles y se dijera: ¿Y acaso no mató el
también?, dando de ese modo por concluída la cuestión); todo eso confluye
para formar un cuadro paranoico tan siniestro, que –posiblemente, se nos
ocurre –descolocaría incluso a un visionario intérprete de la realidad argentina
como lo fue Ezequiel Martínez Estrada.
“`El miedo queda en pie´. Fue eso lo que escribió –y el miedo engendra la
mentira. Y la mentira engendra el amoralismo- y el amoralismo engendra el
caos, que es donde se debate, institucionalmente estancado, el país. De modo
que hay que erradicar el amoralismo, para luego erradicar el miedo. Y eso sólo
se logra diciendo la verdad, y exigiendo que se la diga, cueste lo que costare”.
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El tema caló hondo en los altos mandos, quienes habrían estado preparando
un informe final, según reprodujo Jesús Iglesias Rouco en su columna de
tapa el 16 de octubre, bajo el título LOS DESAPARECIDOS:
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afrontar nuestra historia con los ojos bien abiertos. Es mejor que la afrontemos
antes.
“Como ya informamos, eso es lo que aparentemente estarían tratando de
hacer algunas de las máximas instancias militares del `proceso´, aunque los
niveles gubernamentales intermedios, sobe todo los informativos, no quieran
darse aún por enterados”.
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principios. Es decir, que hizo cualquier cosa con el periodismo, menos lo que
cabe esperar de un potencial `Moors Cabot´”.
“Lo que también logró es coronar todo el proceso con un gran `coup theátral
´ –y al mismo tiempo un gran negocio- final: la publicación de su testimonio
de mártir, valga la redundancia, que se ha convertido en un `best-seller´ de
primer orden, ya que con una sagacidad digna de mejor causa, especula con el
temor que, subconscientemente, flota en estos momentos en el alma de la
colectividad judía en los propios Estados Unidos –temor que sus miembros
proyectan, igualmente en forma irresponsable e inescrupulosa, hacia la
Argentina- y ha venido desatando allí una verdadera campaña psicótica en su
favor... o sea a favor de la venta del libro.
“Es más: como ingenuamente lo admite la Universidad de Columbia, el libro
es parte del mérito que lo hizo acreedor al Premio `Moors Cabot´.
“Nosotros nos inclinamos a creer que fue el factor decisivo, con lo cual el
galardón queda no sólo desjerarquizado, sino que se ha convertido en un ahora
ya poco codiciable objeto del manipuleo de los espejismos”.
Schönfeld pasó luego a rebatir la idea de que La Opinión haya sido al mismo
tiempo un diario sionista y marxista y revindicó el rol de la comunidad judía
en la Argentina durante el cautiverio de Timerman, así como también afirmó
que el ahora premiado utilizaba al Estado de Israel como “nueva base de
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una foto del galardonado con el siguiente epígrafe: “Jacobo Timerman con la
plaqueta del premio María Moors Cabot, que le otorgó la Universidad de
Columbia, en Nueva York”. La palabra de Timerman era reproducida en la
nota. El diario no destacaba en ningún momento la parte más sustanciosa de
las declaraciones de Timerman: la prisión y asesinato de otro par, el director
de El Cronista Comercial, Rafael Perrota:
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Con ánimo de conocer qué es lo que había sucedido con los desaparecidos,
se formó un movimiento en el marco de la lucha por los derechos humanos
sobre un aspecto que casi no había sido tratado: el de los niños desaparecidos
o nacidos en cautiverio. El 12 de diciembre, en la página 7, se publicó una
nota titulada UN MOVIMIENTO POR LOS NIÑOS DESAPARECIDOS.
Allí se informaba del surgimiento del “Movimiento por la recuperación de los
niños desaparecidos”, que integraban entre otros Adolfo Pérez Esquivel, Jaime
de Nevares, María Elena Walsh y Ernesto Sabato, cuyas declaraciones
reproducían:
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1982
Durante este año, el diario La Prensa puso en portada, excepto los lunes, un
panorama político a cargo de Jesús Iglesias Rouco, columna con información
exclusiva desde la cual se opinaba acerca del devenir político.
El 6 de enero, Iglesias Rouco tituló esa columna DESMILITARIZACIÓN y
en ella daba cuenta de la situación de varias empresas del Estado. Sobre el
final, bajo el subtítulo Triste Noticia, generaba discurso al criticar la
continuidad de las desapariciones de personas:
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“Había 8200 a disposición del PEN entre 1974 y 1980. En 1981, no hubo
detenciones de esa clase. Según información de organismos de derechos
humanos denunciaron, en diciembre de 1980, dos desaparecidos”.
“`La mayor parte de los observadores creen que muchos miles de personas
contadas como desaparecidas durante esos años por organizaciones de
derechos humanos, están probablemente muertas´, añade”.
En esa edición, uno de los tres editoriales apuntaba a la ONU y sus posturas
en materia de derechos humanos, generando discurso al acusarla de haber
desvirtuado sus objetivos porque “olvida” las violaciones cometidas por la
izquierda.
El resumen semanal estaba firmado por “Observador”. Se publicó en la
página 3 de la segunda sección, bajo el título ASESINATO QUE PREOCUPA
y amplificaba la tesis militar reivindicatoria de la represión:
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“De acuerdo con el nivel que fijan los estratos más altos, se comportan los
inferiores, salvo alguna honrosa y heroica excepción (...)
“Si el presidente de la Corte acepta, sin protestar, que se nombre a un nuevo
miembro de ese tribunal sin que se hubiese tenido la cortesía de consultarlo,
¿qué puede esperarse de los camaristas o de los jueces de primera instancia?
¿Qué de los de instrucción, de algunos de los cuales no debe asombrar que no
haya llegado a correrse la voz de que cumplen su cometido tranquilamente
sentados al lado de los torturadores, mientras estos efectúan su `tarea´ con el
imputado o acusado?”.
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“Es posible que los grupos y entidades que se han formado y expresan su
protesta, estén alentados por oscuros personeros de sectores o intereses
disolventes, pero los reclamos que postulan, no por ello dejan de tener
sustento genuino y un auténtico fundamento”.
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“Por primera vez en forma cuasi orgánica, numerosos sectores del país,
incluida la Justicia, se muestran abierta, tajantemente preocupados por
problemas muy graves de nuestro pasado reciente, hasta ahora objeto
únicamente de manifestaciones esporádicas, sobre todo el de los desaparecidos
y el de la falta de garantías individuales; o por lo menos se preocupan de
mostrarse preocupados, señal de que el asunto va cobrando, día a día, mayores
dimensiones políticas. Hasta las declaraciones de los portavoces del gobierno
tras el secuestro y asesinato de Ana María Martínez demuestran que se está
resquebrajando el muro de silencio o de indiferencia (de) años.
“Pero lo que aún no se sabe ni mucho menos, es cómo podrán resolverse, o
siquiera limarse sus aristas más afiladas. Tal como anticipamos desde esta
columna hace más de nueve meses, al dar a conocer el texto de las `pautas´
elaboradas por la junta para el Estatuto de partidos, los mandos militares se
disponen a introducir en su texto una cláusula por la cual las agrupaciones
políticas deberán comprometerse a no `revisar´ lo actuado por las fuerzas de
seguridad durante la llamada `guerra´ antiterrorista. (...) en esta cláusula
descansa gran parte del andamiaje que los jefes del `proceso´ quieren darle a
cualquier `salida´ más o menos democrática. Obviamente, el régimen militar
pretende `institucionalizar´ el `olvido´, de manera tal que todo recuerdo o
intento de examen de lo ocurrido, equivalga a un atentado contra las futuras
instituciones o `status´ democrático y justifique así una nueva intervención
militar. Por lo que sabemos, el proyecto –aunque no acaso la forma que
adquiriría– fue en su momento concebido de acuerdo con los principales
partidos, incluidos los de izquierda y los de las diversas líneas peronistas,
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todos ellos proclives a aceptar el `olvido´ como la vía más idónea hacia la
`reconciliación nacional´.
“(...) Como sugirió el señor Tróccoli, el compromiso de olvido conlleva las
seguridades del régimen en el sentido de que los métodos empleados durante
la represión no se reeditarán; y en este instante, el asesinato de Ana María
Martínez indica la inexistencia, no sólo de esa contrapartida, sino también de
capacidad suficiente del `proceso´ para garantizarla. (De ahí, en buena
medida, la inquietud del gobierno ante este suceso). (...)”.
“Es el primer caso del mundo que se pide cuentas a las Fuerzas Armadas
victoriosas. Y lo más grotesco es que son los conciudadanos de esas fuerzas
los que piden cuentas...”
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Galtieri y Vaquero presentados por los jefes de los cinco cuerpos del Ejército.
Generaba discurso al deslizar un reconocimiento a los militares:
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pueda revestir el empleo de apremios ilegales, los que aún sin llegar a la
aplicación horrible de la tortura, en diferentes formas son también gravemente
lesivos de la salud y la integridad de los ciudadanos. La Corte debió
recientemente anular el fallo que, según el Procurador, contenía `una larvada
justificación de la tortura´(...).
“En virtud de los antecedentes expuestos, se puso en marcha, por inspiración
de los tribunales citados y el magistrado, el mecanismo instituido para
proteger a la sociedad, cuyos más altos valores son agraviados cuando para
investigar delitos se cometen otros tan repugnantes como los que ahora hay
que esclarecer.
“Lo fundamental en el caso es lograr erradicar toda forma de excesos y
abusos que puedan sufrir los acusados durante su detención por la policía u
otros organismos de seguridad. Cualquier otra circunstancia, incluso las que
puedan relacionarse con apreciaciones del artículo periodístico que originó las
resoluciones de la Corte y la Cámara Criminal, pierde significación ante la
gravedad y trascendencia (...) de la tortura, como posible realidad en nuestro
país y en nuestro tiempo.
“En nuestro comentario sobre el fallo de la Corte (...) el mes pasado, dijimos
que había sido memorable. Corresponde agregar que (...) ordenar la
investigación, por los elevados fines que persigue interpreta adecuadamente el
espíritu de la Constitución y constituye un resguardo del respeto debido a la
condición humana”.
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“En un panel, se indicó que en algunas partes, los informes sobre derechos
humanos están condicionados por intereses políticos y por la defensa de esos
derechos.
“La reunión se caracterizó por un punzante ataque a la prensa argentina de
parte de James Neilson, director del Bs. As. Herald. El moderador fue Robert
Cox, ex director. Entre otros participantes estuvieron Schönfeld (y) Raúl
Kraiselburd.
“Schönfeld dijo que hay un enfrentamiento entre los medios de prensa y el
Estado.
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“`Nadie con un dedo de frente, con responsabilidad, con los pies sobre la
tierra puede tener vocación de revisar la guerra horrorosa que hemos vivido´”.
“Junto a las diversas dictaduras peronistas, estos seis años de ‘proceso’ serán
recordados como una de las etapas inconcebibles de la historia argentina (...)
Salvo sus objetivos que nunca se cumplieron (...) y la decisión de no seguir
negociando con el terrorismo sino de hacerle frente con las armas en la mano
–con las armas pero no con la ley, lo cual condujo (...) a un drama de sangre y
vacío de responsabilidad de cuyas secuelas estrangulan la conciencia de
muchos argentinos y el porvenir político de la república (...) Aún así, mañana
(se celebrará) con la devastación a la vista”.
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“Al margen del resultado de las batallas, Argentina tiene que irse preparando
(sic) para la postguerra que no será más fácil que la preguerra. Disponemos sin
embargo de un instrumento que no teníamos: un cierto espíritu de
colaboración; de postergación de intereses de grupo en beneficio del bien
común (...)”
“La `alternativa´ volverá a ser como en 1972 ó 76, dictadura o `salto al vacío
´”.
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quiera que les venga, así sea de parte de quienes quizá los exploten
políticamente.
“No temer
“El país ya está maduro para ampararse y defenderse. No debe temer”.
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“En la causa 4588 instruida por denuncia del Dr. Mario Angel Oderigo, a fin
de que se investigase `quienes son los jueces de instrucción que se sientan
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caso del cliente del primero, Vucetich, y del asunto Fischman (...) pero que no
les constaba la complicidad judicial con esos apremios.
“`La imputación más seria´
“También aparecen otros casos como el de Juan Carlos Cardozo `quien
expresa que fue sometido a apremios por la policía, pero a diferencia de
(Vucetich) imputa a la magistrada interviniente, ante su solicitud de negarse a
declarar, haberlo enviado detrás de un biombo donde fue golpeado por los
funcionarios policiales quienes lo llevaron de nuevo a presencia de la jueza,
quien comentó: ´Ah, se decidió, aclarando que al momento de la declaración
se encontraba con la camisa ensangrentada´ (...).
“ Dr. Bourel llega a la conclusión de que `al analizar cada asunto en
particular, fundadas en las pruebas oportunamente reseñadas, demuestran
acabadamente, en forma precisa y categórica, que los jueces de instrucción
son totalmente ajenos a la actividad ilícita descripta por el periodista
Schönfeld en su artículo y que a través de infundados rumores, les pretendiera
atribuir`(...)”.
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“Todo eso confluía con respecto a la `voz que se corría´ y a la cual habíamos
aludido, a título ilustrativo de algo que sucedía dentro de un marco de
irregularidades más amplio.
“El dictamen judicial
“Aún así –y a pesar de que no era el tema central– el dictamen no
desaprovecha la oportunidad para imputar a quien esto escribe la pretensión de
atribuir, a través de infundados rumores, a los jueces de instrucción `una
actividad ilícita´ que habríamos descripto; y para sostener que `la afirmación
contenida en el artículo constituye un injusto agravio para el Poder Judicial y
resulta lesiva a la dignidad y majestad de la Justicia´.
“La frase constituye una típica reacción nacida del espíritu de cuerpo, que es
uno de los más grandes males que aquejan a la Argentina.
“La pretendida `afirmación´ sigue en pie, porque no fue la que se desprende,
tácitamente, del citado párrafo del fallo (a saber, la de que hay jueces que
presencian torturas), sino la que daba a entender que había en ese momento un
rumor al respecto y que era lo bastante digno (...) como para llamar la atención
acerca de su existencia.
“Eso fue lo que hicimos y, lejos de creer que con ello agraviamos al Poder
Judicial ni lesionamos la dignidad y majestad de la Justicia, estamos
convencidos de que hicimos a ambos un considerable servicio, haya llegado el
juez a la conclusión a la que hubiese llegado, en cuanto a la verosimilitud del
rumor en cuestión.
“Lo que llama la atención
“Porque hay en el sobreseimiento –lo mismo que en el dictamen del fiscal–
varios detalles.
“Se menciona prolijamente una serie de testimonios, la amplia mayoría de
los cuales –originados en buena medida en las declaraciones testimoniales que
depusimos– convergen, una y otra vez, y desde los más diversos ángulos e
incluso desde épocas diferentes, hacia la figura de una jueza de instrucción.
“No es mencionada nunca por su nombre, lo cual es comprensible, si se
tiene en cuenta que el fallo es de sobreseimiento y por ende no tiene porqué
desparramar el nombre de alguien que no es considerado como culpable por el
juez sumariante (al mismo tiempo, no se tuvo en cuenta que, al obrar así,
podrían quedar bajo la sombra de una mala opinión todas las demás juezas de
instrucción, aunque es verdad que, en una ocasión se hace alusión a la
magistrada que está al frente del juzgado de instrucción número 12 de esta
Capital.)
“Si tomamos en consideración que un juez de instrucción sólo puede
sobreseer definitivamente cuando –según el artículo 434 del Código de
Procedimiento penal– resulta con evidencia que el delito no ha sido
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“La seguridad jurídica debe ser condición indispensable para alcanzar las
metas de normalización institucional que se han fijado las autoridades y que
tendrán efectividad dentro de los plazos que se impusieron. De ninguna
manera podría olvidarse que existe un ordenamiento constitucional fundado en
normas de cumplimiento ineludible, tanto más cuanto que de estos dependen
la libertad y la seguridad de los ciudadanos.
“El ministro del Interior se ha dirigido a los gobernadores destacando la
necesidad de `afianzar el clima de tranquilidad y transparencia que debe
caracterizar el actual proceso de institucionalización´, dejando en claro que
ese llamamiento está dirigido a evitar extralimitaciones en la esfera de la
función policial (...).
“Después de recabar a los gobernadores inmediatas medidas conducentes y
eficaces para evitar toda posibilidad no sólo de torturas, sino de maltrato a los
detenidos (...).
“Faltarían motivos para atribuir a las directivas ministeriales un significado
distinto del que surge de las palabras si no fuera porque reconocen la
existencia de abusos. Al parecer, se han tenido en cuenta diversos
pronunciamientos judiciales e informaciones periodísticas que atribuyeron a
personal policial un trato indebido. Es decir que el estigma de las torturas, o de
los llamados `apremios ilegales´, continúa siendo una dolorosa realidad.
“(...) Nos atenemos a experiencias no muy remotas y hay que admitir que las
formas de maltrato son muy diversas y que rara vez dejan alguna huella. Tal
vez sea por esta razón que algunos miembros de la institución policial
persisten en violar las normas establecidas por las leyes y los reglamentos.
“(...) Ello no obsta recordar que los jueces tienen responsabilidad directa
respecto de las condiciones en que son tratadas las personas detenidas, sea
cual fuere el lugar de reclusión. El Poder judicial tiene injerencia ineludible en
el control interno de tales establecimientos, y es su deber impedir la
desnaturalización del régimen penal.
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El 22, en portada, Iglesias Rouco denunció que “lo espíaban”. Ese día,
Schönfeld publicò un artìculo titulado LO QUE MASSERA NO DIJO, donde
generaba discurso crítico sobre afirmaciones del marino:
“(...) El país vive `el desbande´ de lo que ha quedado del `proceso´. Una de
las características es la proverbial búsqueda de chivos expiatorios. En tren de
buscarlos, vuelve a atribuirse –por enésima vez– la brecha entre hombres de
armas y civiles.
“A un cierto sector de estos últimos –en particular a determinados
economistas y, más precisamente, al equipo ministerial presidido por Martínez
de Hoz– se lo quiere arrojar a la arena del circo, para que sea devorado por los
leones de la ira popular (...)
“Pero algunos de los candidatos a víctimas no son lerdos para defenderse
(...)
“(...) Echan una densa mano de bleque sobre ciertos hombres de armas (...)
dando a entender que ora estaban enterados y toleraban ciertos crímenes
atribuidos –bajo el disfraz de la lucha antisubversiva– a `la pesada´, ora hacían
la vista gorda y no se daban por enterados. (...) A menudo no hay acusador
directo.
“La confrontación Alemann- Massera
“(...) Se halla encuadrada dentro del contexto que acabamos de delinear (...)
hubo en ella un innegable componente de franqueza. El ex secretario de
hacienda de Martínez de Hoz sostuvo cosas que deberá probar en un juicio
que el ex comandante en jefe de la Armada le ha incoado. (...)
“(Con el caso P2) aparece un nuevo factor que echa una nueva duda sobre la
persona y las actividades del almirante Massera.
“El almirante explica
“Es entonces cuando éste rompe su parquedad o cuasi silencio, bastante
comunes en Massera (...)
“Esta vez publicó una declaración extensa (...) en la cual alude a: el
secuestro de Hidalgo Solá, el asesinato de Elena Holmberg, el manejo de los
fondos que fueron gastados para el Mundial de 1978 (...)
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“Esas explicaciones (...) venían ya un poco tarde (...) Hay causa judicial
abierta... donde saldrá a relucir la verdad acerca de estos graves asuntos.
“Poca claridad en cuanto a Gelli
“En cambio, no pertenece al temario lo que se refiere a la supuesta relación
del almirante Massera con Licio Gelli y su Logia P2.
“De ahí que hubiese sido necesario y aconsejable –se nos ocurre– que en
lugar de mezclar las dos vertientes de la temática que es el objeto de la
controversia (lo que dijo Alemann; lo que otros sostienen del nexo con Gelli)
el almirante se dedicase exclusivamente e `in extenso´ a este segundo tema, y
no le destinase únicamente algunos pocos –e incluso bastante crípticos–
pasajes de su larga declaración.
“Massera vuelve a esa parquedad que sabe usar con mucha destreza, cuando
dice simplemente que conoció a Gelli y que lo trató en persona. Añade `como
lo trataron desde el presidente Perón hasta el presidente Viola´.
“¿Qué quiere decir ese `desde... hasta´? ¿Equivale a decir –como pareciera
desprenderse de la redacción un tanto anfibológica de la frase– que a Gelli lo
trataron todos los presidentes argentinos, desde Perón (se supone que durante
su tercera presidencia) hasta inclusive Viola, o sea que también mantuvieron
ese trato con él `Isabelita´ (...) y el general Videla? Y si es así, ¿no se
desprendería entonces de ese corto y oscuro pasaje que, para el almirante
Massera cuyo afán de llevar electoralmente en pos de sí al huérfano voto
peronista es un afán notorio, existe una especie de continuidad, perfectamente
admisible, encarnada en la invariable permanencia e influencia de un hombre
como Gelli entre los tiempos de Perón y de su viuda, por un lado, y los del
`proceso´, los de Videla y Viola, por el otro?
“Creemos que este punto debería haberse abordado con mayor claridad. Es
más: creemos que el almirante Massera todavía está a tiempo para aclararlo.
“La lucha antisubversiva y la catadura de Gelli
“(...) No es el único pasaje que requiere más aclaraciones.
“El ex comandante en jefe de la Armada encomia (a esta altura) la
colaboración activa de Gelli `en difundir en Europa la verdad de nuestra
guerra contra el terrorismo´.
“Si el almirante Massera está al tanto de ese tipo de servicios supuestamente
brindados por Gelli a la causa argentina, debe estar al tanto de muchos otros
detalles de la actividad del jefe de P2 en relación con nuestro país. Y que,
hubiera sido (...) su obligación moral decir al país algo, en lugar de esconder
bajo el evangelio celemín la luz de los méritos de don Licio...
“(...) Si el (afamado) Poder Judicial italiano (...) ha llegado a la conclusión
de que Gelli es sospechosos de ser un criminal (...) Massera le está haciendo
un flaquísimo favor a `nuestra guerra contra el terrorismo´ al sostener que un
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“La otra señala que Rico tenía previsto encontrarse esa noche con un coronel
de apellido Montiel, que se desempeñaba en la Casa de Gobierno, y al parecer
habitualmente proveía de información a su camarada de armas.
“Montiel desapareció misteriosamente el mismo día del asesinato de Rico.
Según se dijo luego, la señora de Montiel había sido llamada posteriormente
para reconocer un cadáver que identificó como el de su esposo.
“Este dato va a ser desmentido por el hijo en Carta a la Prensa, el 22 de
octubre: `Desde su lamentable desaparición, nada se ha sabido de su suerte,
razón por la cual creo pertinente establecer lo correcto´.
“Los nombres de Rico y Montiel aparecieron mencionados en relación con
las investigaciones de López Rega en un proyecto de juicio político
presentado en la Cámara de Diputados contra el ex ministro de Bienestar
Social, cuando éste todavía estaba en el país, y que no prosperó.
“Detalles extraños
“Los que conocían de cerca de Rico no se explican la forma en que fue
capturado por sus asesinos, ya que aquel tomaba extremas precauciones,
conducía siempre por caminos distintos, no se detenía en los semáforos y
difícilmente habría abandonado su vehículo sin certeza de su propia seguridad.
“El automóvil que Rico conducía esa noche fue hallado en las cercanías del
domicilio de Montiel, en el centro de esta capital. Era un Ford Falcon blanco
que el ejército le había asignado para su desplazamiento.
“El informe policial que este diario incluyó en su crónica sobre el asesinato
de Rico dijo que el auto Falcon blanco encontrado en la playa de
estacionamiento de la avenida 9 de Julio y Brasil era el que habían utilizado
los autores del atentado.
“¿Y el informe?
“Al despedir los restos de Rico, su compañero de promoción, coronel
Saverio Salvatti, dijo: `Amaste la verdad y para llegar a ella no aceptaste
fronteras´.
“El general Della Crocce señaló: `Esa tremenda frustración que has sufrido
ante la imposibilidad de un combate franco (con los asesinos) la hemos
asumido nosotros, los que quedamos´.
“Rico no fue ascendido post mortem (cosa que sólo ocurre con los caídos en
acto de servicio, dicen los que aseguran que su investigación era una empresa
personal), las pesquisas sobre su asesinato se cerraron por falta de pruebas, y
del informe que preparaba no volvió a tenerse noticia”.
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si la policía actuará con tanta pasividad, en caso de que las `madres´ y otros
grupos similares, de aquellos que no tienen el temible `poder de convocatoria´
multitudinaria ni emplean bombos, llegasen a desafiar la autorización.
“Prejuicios y conjeturas
“Se nos ocurre que, en vista de los antecedentes que existen, los parientes de
los `desaparecidos´ recibirían un trato bastante diferenciado. Y a quienes nos
digan que estamos prejuzgando acerca de una conjetural actitud
gubernamental, replicaremos que es el gobierno –al desautorizar el acto– el
que prejuzga sobre las finalidades que persiguen sus organizadores.
“El gobierno –`aperturista´– no tiene porqué anticiparse a suponer que la
finalidad de un acto `no conlleva fines auténticos de bien común´. (...)
“Se puede limitar ese derecho si todo hace prever que de una reunión
anunciada resultará un tumulto o una grave alteración del orden o el
enfrentamiento hostil y físico de bandas.
“Pero desautorizar un acto porque el gobierno cree que los organizadores
`apuntan a ahondar las heridas´ (cabe suponer que espirituales) que han
quedado de tal o cual episodio de la historia reciente, es como prohibir un
funeral.
“A quitarse pues la careta.
“El `aperturismo´ no es algo que pueda hacerse a medias (...) La vuelta del
grifo debe ser completa, si no, mejor no abrirlo del todo.
“La política del avestruz
“(...) El grave problema de los `desaparecidos´ (que, naturalmente, no son en
la mayoría de los casos, genuinos `desaparecidos´, sino simplemente personas
secuestradas a sabiendas o con la tolerancia de las autoridades del momento, y
de las cuales jamás se volvió a saber nada), ese trágico problema no se
resolverá mediante pequeñas `políticas del avestruz´.
“(...) No recibir en audiencia a quienes imploran por ella desde hace años,
prohibir un acto o desbandar otro, poner en escena con bombos y platillos a
algún `desaparecido´ que reapareció y cuyo caso aislado sirve a la finalidad
obvia de desprestigiar a las `madres´ o a otras agrupaciones de parientes, dar
publicidad desmesurada cuando, de tanto en tanto, puede probarse o cree
poder probarse que se ha detectado algún `autodesaparecido´ o a alguno que
fue víctima de la llamada `justicia montonera´: con tales menudencias no se
resuelve la cuestión.
“O va en serio o no va
“¿Cómo se la resuelve? Con sinceridad, por lo pronto, y dando a conocer el
mayor número de datos precisos y concretos, asignando y asumiendo
responsabilidades, investigando hasta donde pueda investigarse y castigando a
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los que hayan incurrido en abusos del poder sin necesidad explicable alguna, y
sin circunstancia (...) atenuante.
“No se puede correr el velo sobre el pasado y decir que
`institucionalizaremos´ el país, pero sólo a partir de un punto ‘X’ en adelante,
de modo que lo que quede atrás no será alcanzado ni retroactivamente por la
`institucionalización´.
“Volvemos a decirlo: No son un juego las instituciones, la Constitución y la
apertura hacia la democracia. O va en serio o no va. Y, al paso que va, no
estamos muy seguros de que vaya”.
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“Un estado de inseguridad volvió a apoderarse del país ante la aparición del
cadáver de Marcelo Dupont. (...) en momentos en que se ventilaban
escandalosas vinculaciones con el asesinato de Elena Holmberg y era hermano
de uno de los denunciantes, Gregorio D.
“Nadie pudo aceptar, sin desaprensión o ligereza, que no fuese más que un
`hecho policial´.
“(...) Gregorio Dupont involucró a Massera con el asesinato de Holmberg, y
quien mencionó un supuesto pago de un millón de dólares a la banda
“montoneros” durante una visita efectuada a París.
“(...) Parece indicar que existe en el país un `centro de terror´, lo
suficientemente poderoso e incuestionado, que se propone que detrás de cada
acción delictiva se cierren los caminos a los investigadores y a los jueces.
“La memoria pública no se borra por decreto
“(...) Para los flojos de memoria, es necesario recordar que no había un día
en el que no se registrara un crimen. Los enfrentamientos entre los `gángsters´
del sirviente de Perón, José López Rega, y los bastoneros de las diversas
comparsas sindicales amarillas que sirven al fascismo, era un tema cotidiano,
como las acciones de la izquierda terrorista.
“Investigaciones sin resultado positivo
“La reapertura de la investigación (por Holmberg) también reabrió,
parecería, las puertas del `centro de terror´.
“Las reiteradas promesas del esclarecimiento tuvieron el mismo resultado
que la investigación del `manoplazo´ que recibió Schönfeld: nada (...). Lo
mismo, con hechos más recientes (Ruiz Guiñazú o Urtizberea, quien la
semana anterior recibió amenazas).
“En cuanto a la muerte de Dupont, hermano de un virtual acusador de
Massera, obliga a preguntarse si alguien sería capaz de ponerse en evidencia,
ante semejante acusación, e instigar a que se mate al hermano de su acusador,
lo cual parece inverosímil”.
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“La característica fue la cordura (...) y, sobre todo, la prudente actitud que
exhibió la policía que hablando o simplemente escoltando a la manifestación,
impuso autoridad para impedir el acceso a la Plaza de Mayo”.
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“Un magistrado federal dispuso la libertad de una persona que llevaba siete
años detenida a disposición del Poder Ejecutivo por el estado de sitio. (...)
“Lamentablemente, no es un caso aislado, la prolongada vigencia del estado
de sitio ha permitido que se produjera (el) notorio desmedro de los derechos
constitucionales. (...) la gravedad de la lesión se acrecienta cuando (en este
caso) no ha habido motivo genuino para el arresto (...)
“Si hubiera alguna razón más (...) para levantar el estado de sitio, los
fundamentos del fallo serían suficientes (...) En tanto no ocurra, es de esperar
que la sana doctrina de nuestros tribunales rectifique los excesos y demasías a
que ha conducido a la larga aplicación de ese mecanismo restrictivo”.
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“Se entiende que en este medio de harúspices y de augures que bajan las
miradas, unos frente a los otros– todo el mundo está convencido que la única
índole que pudo haber tenido el escalofriante crimen fue la política. Porque es
obvio que Marcelo Dupont, ora fue confundido con su hermano, ora fue
elegido como víctima para intimidar y a fin de que Gregorio no dijera lo que
quizás sepa sobre el caso Holmberg.
“(...) Todo eso lo sospechan los harúspices y los augures. Pero siguen
estudiando los unos el vuelo de los pájaros y los otros, las vísceras de los
animales como si aquí no hubiera pasado nada...
“El hallazgo macabro
“¿Qué dirán ahora (respecto de G Bourg) nuestros harúspices y augures
castrenses? ¿Dirán que se trata de víctimas de la justicia `montonera´ o de
`autodesaparecidos´ que se suicidaron colectivamente con el sólo objeto de
desprestigiar al `proceso´ y crearle dificultades? ¿O dirán que es un invento
para `desestabilizar´ la marcha de la `institucionalización´?
“¿Qué dirán nuestros honorables dirigentes políticos, aquellos que –de
acuerdo con el complaciente dicho de que `ojos que no ven...´, ya se habían
apresurado a manifestar que los `desaparecidos´... en fin, eran víctimas
naturales de toda guerra y que el país experimentó una guerra y... bien... que al
respecto no había nada más que hacer ni qué decir y que el enojoso tema había
que darlo por terminado?
“¿Qué dirán ahora, con los 400 anónimos cadáveres que tienen encima de su
conciencia si no dicen nada, es decir, si se hacen los harúspices y los augures
y esquivan la mirada, fijándola en el horizonte futuro: En elecciones, en una
banca de diputado, en la concertación?
“Asuntos más importantes
“(...) Lo más probable es que no digan nada.
“Después de todo, ¿qué es un crimen aislado como el de Dupont en un país
cuya ciudadanía y cuyos dirigentes han aceptado pasivamente que se sentase
el precedente de que `desaparecer´ es uno de los riesgos que se corre no sólo si
se ha sido terrorista o subversivo, sino si se es pariente o si oscuros
organismos que no dan la cara han llegado a la convicción de que uno tiene
algo que ver con esos elementos subversivos o con sus amigos o con los
amigos de sus amigos?
“(...) ¿Qué puede importar si la dirigencia está `en otra cosa´? Los políticos,
en cuidar que `nadie haga ola´, no sea que se les escapen sus preciadas
elecciones. Los militares (...) en asegurarse la permanencia en el poder (...)
mediante la `concertación´, un rótulo para ocultar el tantas veces insinuado eje
militar - sindicalista (...).
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vigencia (...) de principios con los cuales decidimos vivir los argentinos (...).
Y demostrar, que en las declaraciones, derechos y garantías de la Constitución
están las bases invariables y permanentes para el retorno a la
institucionalización (...)”.
El segundo editorial generaba discurso que sentaba las bases de lo que sería
la tesis de los dos demonios: los desaparecidos,lo fueron en el contexto del
“terrorismo y la subversión”. Brindaba un argumento legitimador del entierro
clandestino y lo consideraba un “problema político” que desprestigiaba al
país:
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“(...) Un juez se vio obligado a emplazar al jefe del Ejército para que, en
término perentorio, contestase un informe en relación con un hábeas corpus.
(...) No puede haber ninguna excusa que justifique el incumplimiento de una
requisitoria semejante, proveniente de una autoridad legítima en el ejercicio de
sus funciones. La desaprensiva indiferencia de no haber respondido, sin
explicación, a tres oficios judiciales, además de una falta de respeto
incompatible con la investidura de quien los remitió, representa un palmario
desprecio hacia la función jurisdiccional del Estado, que altera las equilibradas
relaciones entre sus distintos poderes.
“La proliferación de estas renuentes posturas (...) lesiona inaceptablemente
la autoridad del poder del Estado:
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“Hace tiempo, tuvimos oportunidad de hablar con quien era una de las
figuras clave del `proceso´ (...).
“El tema por excelencia era el de los `desaparecidos´ (...) el que más
preocupaba al gobierno. Dijimos: `Se está sentando un precedente, si no se
dice la verdad, de consecuencias gravísimas´(...).
“La respuesta era prueba (de) que no se había comprendido. `Bien, ¿ pero
hemos de aparecer ahora golpeándonos el pecho y diciendo + mea culpa+ ?´.
“Nuestro argumento fue que no tenía nada de malo –en aquellos casos en
que hubiera habido culpa, error, exceso o lo que fuese–.
“(...) Pese al tiempo transcurrido, el tema sigue –inmutable, intransformable,
irreductible–. Se ha convertido en el gran trauma nacional y eso se debe a que
sucesivos gobiernos han querido hacer de él, el gran tabú nacional (...) aquello
de lo que no se habla, creen los necios, deja de existir.
“Enfoques, rótulos, distorsiones, contorsiones
“Vinieron después los enfoques distintos (...) `slogans´ como el de los
`autodesaparecidos´ o el de los `ajusticiados a manos de sus propios
compañeros´ –que respondían a una parcial y muy limitada verdad–, pero que
no cubrían numéricamente la necesidad de explicar la ausencia de varios
millares; genuinas explosiones de alegría oficial, cada vez que aquí o allá
aparecía algún individuo aislado, dado por `desaparecido´ a causa de un error
o de una malévola acción propagandística antigubernamental; pero todo eso
era poca y pequeña munición para liquidar el trauma que seguía allí y que
sigue gravitando (...)
“(...) La prueba de cuanto acabamos de señalar está dada por dos
acontecimientos. Uno es la verdadera campaña internacional que ha vuelto a
arreciar, con el pretexto de ese tema, contra la Argentina. El otro es la
reacción intensa que causaron algunas pocas expresiones atribuidas en el
extranjero al primado de la Iglesia Católica, monseñor Aramburu.
“La reacción extranjera
“Nuestros lectores quizá recuerden que –del mismo modo como siempre
insistimos en que la cuestión de los `desaparecidos´ fuese tratada con valentía,
sinceridad, humildad y, sobre todo, sentido humanitario a la vez que sentido
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dejar que después, se explique esa frase alegando que lo que quiso decir era
que ésa era la versión oficial. Hay realidades trágicas que no pueden ser
tratadas como si un príncipe de la Iglesia fuese un subalterno obligado a
repetir la versión `oficial´ (...).
“(...) La campaña internacional y el `faux-pas´ de Aramburu prueban que el
tema de los `desaparecidos´ es algo omnipresente en la consciencia del país
(...).
“Es uno de los grandes temas que deberán ser objeto de una depuración
interna como los señalamos en un comentario reciente, en el cual criticábamos
las bases de la `concertación´ a la que aspira el gobierno.
“Esa depuración interna tiene que producirse antes de entregar el gobierno
(...) Sería injusto –imperdonable– largarle ese fardo de la depuración a un
futuro gobierno que ya bastantes problemas tendrá que encarar”.
“La Iglesia
“(...) No tuvo una semana de actuación demasiado feliz. Produjo un
documento bastante anodino, para que su actitud a favor de una reconciliación
no fuese confundida con proclividad política alguna.
“Que nos perdone nuestra franqueza (...) el documento habría sido
redundante si quienes lo redactaron no hubieran tenido (...) cola de paja. (...)
habían imaginado que la concertación marcharía (...) y que recibiría la
bendición bajo el nombre menos político y más espiritual que el de
concertación y que sería el de reconciliación.
“(...) En cuanto al episodio de las declaraciones atribuidas a monseñor
Aramburu y que se refirieron a la cuestión de los `desaparecidos´, ya
dedicamos a ese asunto, `in extenso´, un comentario anteayer.
“No creemos que sea una cuestión de tanta importancia –no la de los
`desaparecidos´, se entiende, sino la del episodio en torno al cardenal
primado–. (...)
“Subversión
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“Los desaparecidos
“Todo esto no significa que el régimen –y podríamos decir lo mismo de los
partidos– esté haciendo lo necesario para que con las elecciones se inicie en la
Argentina un período de estabilidad. Los comicios no resolverán ninguno de
los problemas de la gestión del `proceso´, como el de los desaparecidos, sin
dudas el más delicado de todos. En consecuencia, la inactividad del poder en
este campo, o sus resistencias a aceptar soluciones razonables, como las
propiciadas por la Iglesia, conspiran contra toda perspectiva constitucional, y
así contra el porvenir de la nación y de las propias instituciones militares. Aun
en el caso de que los jefes castrenses considerasen esas soluciones razonables,
no harían a las fuerzas armadas toda la justicia deseable, deberían tener en
cuenta: 1) Que tal como están las cosas no hay otras salidas posibles en
términos políticos, 2) Que el interés de la nación debe estar siempre por
encima del de una de sus partes, 3) Que las fórmulas del episcopado tampoco
ofrecen toda la justicia deseable a los demás sectores involucrados o afectados
por esta tragedia.
“La reconstrucción del Estado
“En fuentes militares del más alto nivel se viene repitiendo que no son sólo
las fuerzas armadas las que deben reconocer sus `errores´, sino todas las
parcelas del cuerpo nacional. Se trata, en nuestra opinión, de un punto de vista
perfectamente atendible, en especial porque tales `errores´ se refieren,
esencialmente, al `error´ de un sistema de represión que ha descompuesto la
base jurídica del Estado, y hasta la propia estructura jerárquica del mundo
castrense, al extremo de haber atomizado el poder y transformado a la
Argentina en un mero espacio geográfico habitado por tribus o simples
entidades feudales. Al margen de las consideraciones de orden moral o
humanitarios, cualquier solución debe procurar, en primer lugar –y como
condición sine qua non– la recomposición de los basamentos jurídicos, la
reconstrucción del Estado. De ahí que si bien las responsabilidades por el
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`error´ se extienden mucho más allá de los cuarteles, haya de ser el poder
político el primero en dar el paso en esa dirección. Detrás, inevitablemente,
habrán de darlo los representantes de la ciudadanía, e incluso la conciencia de
cada argentino, para que así pueda surgir el punto de confluencia o, como
dicen los obispos, de reconciliación. Unicamente por esta vía puede además
restablecerse en la Argentina el principio de legitimidad.
“(...) Lamentablemente, el régimen no parece comprender todavía la
extraordinaria importancia política de la brecha abierta por la existencia de
miles de desaparecidos, y a veces, se comporta como si para superarla bastara
ignorarla o, peor, tratarla con óptica policial, como ha ocurrido ayer y
anteayer. No entiende que así está haciendo, sencillamente, el juego de la
subversión, pues al arrancar el tema de sus carriles políticos naturales lo
traslada, sin posible vuelta atrás, al campo de la confrontación social, donde
los pescadores de aguas revueltas aguardan su hora. Volveremos por lo tanto a
exponer los factores que, a nuestro juicio, han de guiar la mano del gobierno y
de la opinión pública frente a este desafío:
“En 1976, el país y su Estado habían sido ya desbordados por la acción de
las organizaciones terroristas. El gobierno constitucional de entonces,
infiltrado hasta sus raíces por la subversión, era completamente incapaz de
contenerla. Tal situación fue posible a causa de la indiferencia y de las
manipulaciones políticas con que los grupos representativos de las mayorías
habían encarado el fenómeno desde su inicio, en 1968–70. Hubo sí, como dice
la Iglesia, `culpas concurrentes´ de casi todos los estamentos políticos civiles,
aparte de las de los gobiernos (...).
“Nadie pudo afirmar en 1976, ni ahora, que por hacer frente al terror las
fuerzas armadas debían `arrepentirse´. Por el contrario, la decisión de luchar
las honra.
“El `error´ o como quiera llamárselo, no nace de esa determinación sino del
método elegido para la lucha. El Estado se apropió, por así decirlo, del mismo
instrumento utilizado por el terrorismo con el fin de destruirlo, lo cual en
verdad resulta inexplicable; a menos que se compute el hecho de que tal
sistema ya tenía, desgraciadamente, un antecedente: el de Argelia. No
obstante, también corresponde recordar que por esas fechas vino aquí un
militar francés, técnico en la materia, y explicó a miembros de la junta los
peligros que tal `metodología´ acarreaba; peligros que tras dos años de empleo
del sistema en Argelia habían inducido a los mandos franceses a desecharlo, y
aun así sin poder evitar por ello los gravísimos trastornos que ese período
introdujo en el ejército francés.
“¿Por qué se llevó a cabo tal empresa antiterrorista con semejante recurso y
en forma institucional? (Sólo tres o cuatro generales lo objetaron). En parte,
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quizás, porque los mandos creyeron que lo que no había dado resultado allá lo
daría aquí, mejor aplicado, y acaso también porque no vislumbraron las
dimensiones reales que tendría la lucha. Pero seguro influyeron otras dos
ideas: a) Que por esa vía las fuerzas armadas podrían conservar abiertas sus
`opciones´ políticas, ya que no se granjearían el `enojo´ del pueblo por la
proclamación de la ley marcial y la instauración de tribunales sumarísimos (la
preocupación o el interés `político´ siempre empujó aquí a los jefes militares,
desde hace cincuenta años, a los mayores desaguisados), b) Que, tal como nos
lo explicó un ex miembro de la junta, esa `metodología´ resquebrajaría con
más rapidez los puntos de apoyo de la subversión, y aceleraría así el proceso
de la `guerra´ hacia una victoria con menos sangre y pérdidas materiales para
la nación. Es muy probable también que en la decisión final haya pesado el
ingrediente de irresponsabilidad, o de elusión de responsabilidades, que
subyace en nuestra cultura, y hasta la gobierna, desde sus orígenes.
Igual que durante la etapa de desarrollo del terrorismo, tampoco al dirigirse la
represión por estos canales, ni durante su transcurso, los grupos
representativos de la sociedad argentina alzaron su voz para prevenir a los
militares de las consecuencias nefastas del rumbo tomado, fuera del control de
cualquier gobierno. Salvo individuos aislados, hasta la propia Iglesia guardó
silencio (por eso ha dado a conocer ahora ciertos documentos reservados que
entonces hizo llegar al gobierno). Hay aquí también `culpas concurrentes´ que
deben ponerse al servicio de la reconciliación.
“Esta es nuestra visión desapasionada –quizás demasiado– de un problema
que ha de ser resuelto cuanto antes si los argentinos queremos sobrevivir como
tales. Hace unos días, un ex comandante en jefe del `proceso´ nos dijo que está
dispuesto a asumir, sin retaceo, las responsabilidades y el `sinceramiento´ que
le corresponden. Con el pedido que ha formulado al régimen y a los partidos,
la Iglesia no sólo busca la reconciliación sino la abominación de un sistema
que además de producir miles de desaparecidos, con la secuela de pena y
vergüenza que hoy atenaza nuestra alma, ha colocado a la nación al borde del
colapso. Tal abominación ha de ser colectiva, no sólo de la parte militar; e
igualmente ha de referirse a la actitud suicida, por displicente o interesada, con
que quienes no eran militares asistieron al nacimiento y tropelías del
terrorismo, en nombre de supuestas `justicias´ o ideologías. De otra manera,
no habrá derecho; esto es, no habrá Estado, ni civilización, ni justicia ni
democracia.
“En suma: si queremos salvar el vacío y salvarnos, no olvidemos hoy, sobre
todo hoy, que tanto el problema de los desaparecidos como el de las víctimas
de la subversión es de todos –todos– los argentinos”.
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Esta nota estaba ilustrada por dos fotos, una de ellas con los “destrozos
causados en un vehículo de la Policía Federal” y otra de “Escenas de violencia
callejera promovida por elementos que ostentan el conocido lema de los
‘montoneros’”, según explicaban los pie de fotos.
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“(...) Estado contra el cual escribe con saña de la misma manera que antes
había escrito contra la Argentina a cuya hospitalidad debió (...) la salvación de
sus existencia física (...).
“(...) Su detención, `proceso´, encarcelamiento injustificadamente
prolongado –que fue motivo para que saliésemos, por razones de principios,
en su defensa en momentos en que pocos se hubiesen atrevido– y, finalmente
su expulsión del país”.
“La subversión
“Como bien se señala en un informe elaborado en noviembre por una de las
fuerzas, `la caída del salario real es uno de los aspectos más peligrosos para el
éxito del esquema implementado por Wehbe´ (...).
“Menos sorprendente es el hecho de que se aborde in extenso, el tema
subversivo. `(...) Con el propósito de reactivar su accionar, el oponente
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“En torno del atentado contra el estudio del director del diario La Voz, no
permiten abrir juicio sobre el origen del hecho. Si se tiene en cuenta que el
editor, Vicente Saadi, encabeza uno de los movimientos internos del
peronismo, no puede descartarse que los promotores y ejecutores del atentado
pertenezcan a alguna facción adversa (...).
“Calificamos de grave lo ocurrido (...).
“Sea que el atentado provenga de alguno de los grupos del peronismo o de
los `conocidos de siempre´, según la expresión del diario supuestamente
amenazado, hay un hecho innegable que debe alarmar (...) la renovada
tendencia al uso de la violencia como medio de lucha política. A pocas
semanas del asesinato alevoso de un obrero durante los disturbios de la
`marcha cívica´, nos encontramos ante este nuevo caso de intolerancia. Acerca
de los responsables de la muerte del obrero nada se ha sabido. Está por verse
si ocurre lo mismo respecto del atentado reciente (...)”.
“(…) Un amago de guerra civil que fue la subversión terrorista: grave para
los términos argentinos y medida de acuerdo con patrones cuantitativos (…)
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fue una acción bélica de escala menor (…) a las tremendas guerras civiles del
siglo (…)”.
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“(…) La subversión
“No sorprende que alrededor de estos dos pilares del establishment político
instalado después de la Revolución de 1930, hayan confluido en 1966 los
grupúsculos de intelectuales, empresarios y universitarios que aún no habían
dado el salto final del fascismo al marxismo, pero que no tardarían en
sintetizar ambos extremos. Nos referimos al Timerman y al Eloy Martínez de
Primera Plana, semanario expresamente concebido y financiado por cenáculos
militares para promover el golpe contra Illia, tal como el propio Timerman
reconoció durante los interrogatorios policiales a que fue sometido en 1977
(…) y también de Firmenich, que en aquellos años comandaba los grupos
integristas, aún más fascistas que marxistas, que en la Universidad atacaron
con cadenas y pistolas a los `humanistas´, respaldados por no pocos sables y
sotanas de la vieja conspiración anti democrática.
“Tampoco sorprende que las dos grandes cortes del golpismo, más estos
grupúsculos que pronto habrían de transformarse en la base ideológica del
subversión, establecieran por primera vez en la Argentina lo que dio en
llamarse `pacto social´; todo ello después del derrocamiento de Illia y por
voluntad manifiesta de Perón y de los militares y civiles `comunitaristas´ del
Ateneo de la República”.
“En Roma ha caído el telón sobre el proceso seguido contra los asesinos de
Aldo Moro. La acción penal fue dirigida contra 63 terroristas (...).
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“La justicia se ha hecho en Italia por los medios que las leyes autorizan en
un proceso en el que los acusados gozaron de todas las garantías (...).
“La experiencia será saludable para Italia y el mundo pues ha demostrado
que el terrorismo puede ser vencido sin recurrir a los despreciables e
inhumanos métodos que usan sus representantes. Se ha hecho justicia,
repetimos, sin apelar a recursos que avergonzaran a quienes lograron
imponerla. Es cierto que cayeron, entre tanto, víctimas inocentes, que se
difundió la alarma y el desconcierto en la sociedad, que llegó a dudarse de la
posibilidad de suprimir el terrorismo, y que hubo que pagar un precio muy alto
para que se hiciera justicia por procedimientos justos y honorables y que el
gobierno debió cargar con la tremenda responsabilidad de aceptar el asesinato
de Aldo Moro antes que negociar con sus secuestradores. Pero el precio tan
alto fue el que correspondía porque ha permitido aniquilar prácticamente al
terrorismo, sin que quedaran irremediablemente vulnerados sino, al contrario,
reafirmados los fundamentos morales de la convivencia”.
“Desaparecidos
“(…) Hubo cambios de opiniones entre autoridades castrenses y jerarquías
eclesiásticas alrededor de este delicado asunto, y giraron alrededor del sentido
ético que pretenden algunos sectores atribuir a las acciones de guerra.
“(…) Saben que difícilmente (el documento) pueda satisfacer a quienes
enarbolan las banderas de los derechos humanos desde un punto de vista
completamente politizado”.
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justicia. (...) Trascendió que no hay detenidos y que el juez tomó declaración a
los agentes del vehículo (...) secuestró sus armas y dispuso su libertad.
¿Qué cabe deducir de esta actitud judicial? ¿Que los declarantes se
excedieron en la acción represiva obligados quizás por la violencia que
demostraban los revoltosos o que son ajenos a ella? Esta última posibilidad
abre otros interrogantes relacionados con la impunidad de amparo al autor de
los disparos y a sus acompañantes, que aparece tan extraña como las
dificultades para su identificación que encuentra la justicia.
“La causa amenaza convertirse en una más de las que, con el remanido
recurso del secreto de sumario, se eternizan impidiendo conocer aspectos de
graves sucesos que conmueven a la ciudadanía y determina la justificada
aparición de sospechas y suspicacias sobre el sincero interés del poder público
en llegar al conocimiento de la verdad.
“Por otra parte, reconocer que se carece de medios para la investigación de
los crímenes que pueden calificarse de políticos significa admitir también la
existencia de un estado de indefensión en que se encontrarían los habitantes
del país para ejercer, aunque fuese en forma elemental, los fundamentales
derechos y garantías consagrados por la Constitución.
“Las últimas informaciones según las cuales el juez dispuso nuevas medidas,
han de producir un saludable efecto en la opinión pública”.
“(…) Puede decirse que la actividad terrorista en España e Italia nunca gozó
del silencio o la indiferencia de los partidos políticos, de los gremios y del
Parlamento. No podría decirse otro tanto de lo ocurrido en la Argentina donde
en ningún momento, ni siquiera por excepción, los partidos y los gremios
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“Sería impropio otorgar crédito por anticipado a las quejas que los presos
hacen trascender por sus familiares pero no por ello se puede permanecer
indiferente ante tan graves denuncias. Nuestro régimen carcelario adolece de
las deficiencias señaladas y ello obliga a no descartar posibles desviaciones o
abuso en desmedro el buen trato que se debe dar a los reclusos, expresamente
garantizado por el artículo 18 de la Constitución”.
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“(...) Lo que se le brindará a la opinión nacional esta noche será una especie
de explicación `filosófica´ o `moral´ –con fragmentos de documentales– de lo
que fue la subversión terrorista y guerrillera y de cómo no quedó más remedio
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que recurrir con un sistema de represión severo (tal vez por ello no exento de
excesos) para erradicar dicho mal y salvar al país.
“Nuestras autoridades de facto saben que semejante explicación es
totalmente innecesaria. Son muy pocos los argentinos que sientan simpatía
alguna por el terrorismo, son muy pocos los que la sintieron alguna vez, son
muy pocos los que vieron en él otra cosa que un brote artificial virulento –anti
natural y, por ende, distorsionado y totalmente desmesurado– que intentó
durante algún tiempo, hacer pie en la lucha creada en el país por diversos
motivos de descontento, motivos sin duda justificados pero no por ello
destinados a desembocar en una canalización nihilista, asesina y en última
instancia suicida.
“En todo caso, hubo dos clases de simpatizantes con el terrorismo y con la
guerrillera. Un grupo lo formaban ciertos elementos extremistas,
pretendidamente intelectuales: extremistas de izquierda en su mayoría, aunque
también de ultra derecha, ya que el viraje de una postura extrema a la otra
puede ser como se sabe, tan instantáneo como la caída al vacío del que camina
sobre el filo de una cornisa.
“En el otro grupo figuraban como simpatizantes declarados los integrantes
de la `dirigencia´ peronista, con el ya extinto gran payaso y su tercera esposa a
la cabeza. Se entiende que eso sucedía en aquellos tiempos en que la ilustre
pareja de exiliados y sus adictos azuzaban y aplaudían a los asesinos de
Aramburu, o sea en los tiempos en que todo ellos, el payaso, la bailarina y el
restante `entorno´ todavía no habían vuelto a ser respetables a los ojos de la
cúpula castrense argentina ni ésta negociaba con ellos de igual a igual. Pero
tampoco de eso debe hablarse en la actualidad, no sea que se esté interfiriendo
con la gran reconciliación nacional.
“La coartada cargada de impactos sensoriales
“De cualquier manera, las autoridades salientes –en lugar de dar a conocer
de una vez por todas una información sobre el núcleo esencial de la cuestión
de los `desaparecidos´, a saber porqué, cómo, dónde, y por orden de quién o
mediante la complaciente connivencia de quién o de quiénes, millares de
argentina pudieron desaparecer– parece haber preparada una gran coartada
cargada de impactos sensoriales: la de mostrarle una vez más a la gente qué
horrible es el imperio del terrorismo y de la subversión armada.
“Las autoridades salientes no se dan cuenta de que eso ya se sabe y que
nadie que esté en sus cabales puede estar en desacuerdo con semejante
descalificación del terrorismo, que de tanto en tanto se le recuerdan aspectos
de la época terrorista a la opinión pública –en particular a la gente joven, a los
que en los días del auge del terrorismo todavía eran escolares y que son
adolescentes o concurren a una universidad cuyas aulas en los aludidos días
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eran asoladas por pandillas armadas–, eso también nos parece excelente, útil y
aleccionador.
“Pero que nadie mezcle con mala fe dos asuntos que, si bien ligados
circunstancialmente, pertenecen a esferas diferentes. Los que claman por saber
qué ha pasado con los `desaparecidos´ no son en su mayoría –no somos,
porque quien escribe esto está entre ellos– defensores del terrorismo. Quien
esto escribe, incluso, es un gran defensor de la idea de fusilar a terroristas y a
subversivos sin clemencia ni sensiblerías falsas, pero eso sí, una vez que se los
haya juzgado y se haya determinado (aun dentro de los límites de la falibilidad
humana) su culpabilidad; y siempre que haya quien tenga el coraje –sobre
todo cuando los ejecutores de ese tipo de represión son hombres de armas– de
plantar su firma la pie de las sentencias de muerte.
“La barbarie elevada a ley
2De lo que se trata –por si las autoridades salientes no lo hubiesen notado–
es que este país vuelva a ser civilizado, que el imperio episódico de la barbarie
no sea elevado, a altitud de precedente funesto, al nivel de la majestad de las
leyes. Que es lo que sucede en la actualidad –cuando, a pocos meses de las
elecciones, seguimos en estado de sitio y se producen casos como el del
abogado preso nueve años sin juicio, –y que es lo que pasará en el futuro si,
con el pretexto de la represión, dejamos que se vayan impunes, o tan sólo
sujetos muy poco de ellos a la impenetrabilidad de la Justicia Militar, aquellos
que `liquidaron´ o ordenaron liquidar a varios millares de argentinos sin que se
sepa, caso por caso, la razón y el lugar y el tiempo de semejante decisión de
extrema gravedad.
“Porque, si solo estuviese sobre el tapete la necesidad de lograr efectismos a
través de impactos audiovisuales, se entiende que la causa de los
`desaparecidos´ llevaría las de perder. De los actos de los terroristas hay
documentales y otros testimonios gráficos, de las torturas, de los asesinatos, de
los cadáveres depositados masivamente en tumbas ignotas o arrojadas vaya a
saber uno adónde, se entiende que no se han hecho documentales.
“Si los hubiera y se mostrasen por TV ¿dónde quedarían la coartada `moral,
la lección filosófica´ que tratan de impartir los pobres asesores
propagandísticos de que dispone el gobierno?
“La pregunta es puramente académica y no puede tener respuesta. Lo que sí
tiene respuesta (…) es si se impondrá el respeto por el estado de derecho en la
Argentina. Es lo único que importa”.
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“Lo menos que se puede decir del documento de la `guerra sucia` es que a
nadie sirve: ni a la conciencia del país ni a las Fuerzas Armadas ni a la
reconstrucción del Estado. Es verdad que los jefes militares reconocen que la
inmensa mayoría de los desaparecidos están muertos, hasta ahora una especia
de –doloroso– secreto a voces; y es cierto que asumen parcialmente sus
responsabilidades, las cuales alcanzan, como bien señalan, a todos los sectores
de nuestra nación, aunque indirectamente. Pero a la declaración le falta lo
esencial: la condena expresa del sistema de represión que produjo la tragedia.
Tampoco la revisión al `juicio de la historia´ encaja en absoluto con las
obligaciones del poder, ni con los principios jurídicos sin los cuales cualquier
forma de Estado resulta inconcebible. En términos políticos, estos vacíos
ahondan el abismo (...).
“Desgraciadamente, tal inconsistencia, más el tono diluido, elusivo del texto,
que nada agrega a lo sabido, y que no recuerda el origen peronista del
terrorismo, se corresponde no sólo con casi todos los demás actos de gobierno
sino también con los de demasiados partidos, corporaciones y hombres
públicos, quien por un lado hostigan a las Fuerzas Armadas sin
discriminación, en –suicida– `revancha´, y por el otro, tratan de entenderse
con algunos de sus jefes, en procura de la preservación del mismo sistema
corporativo –y de su cultura política sustentada en la negación sistemática de
responsabilidades– que nos ha conducido a este desastre.
“Se diría que entre todos están librado una nueva `guerra sucia´ contra un
país inerme. Ejemplos abundan. La campaña tercermundista o ultra
nacionalista, de abierta confrontación con los EE.UU. y Europa occidental, es
uno de ellos”.
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Schönfeld respecto del valor de las imágenes del “terrorismo”; acordaba con
Iglesias Rouco en que faltó hacerse cargo de la “responsabilidad” y echó mano
del sintagma “excesos” en forma reiterada:
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dando pie a una obvia explotación política por parte de ciertas agrupaciones o
partidos. Es una de las facetas de la democracia. No será una faceta
encomiable pero hay que aprender a aceptarla (...).
“Si protestamos enérgicamente contra el `documento final´ (en particular
contra sus manera de soslayar el núcleo central del problema que es la tragedia
de los así llamados `desaparecidos´), hoy criticamos cualquier intento de
inmiscuirse en cuestiones internas argentinas.
“Nuestra propia culpa
“En el trágico capítulo de la historia argentina que trata de los
`desaparecidos´, hemos dado ante la opinión mundial el malísimo espectáculo
de un país gobernado por hombres que abdicaban hasta tal punto de la
soberanía, que estuvieron dispuestos a dar más explicaciones sobre ese
gravísimo problema argentino a, así llamadas, `comisiones´ investigadoras que
vinieron a `inspeccionarnos´, que a la opinión pública nacional (...).
“Ni fueros ni privilegios
“(...) Los países que protestaron por los `desaparecidos´ lo hicieron sobre la
base de que un número de sus propios ciudadanos figuran entre los que han
sufrido ese destino trágico.
“(Esos) gobiernos deben acostumbrarse a que este país no es uno de los
señoríos de Africa (...).
“(...) Hemos pasado y seguimos pasando (...) los argentinos tenemos
sobrados motivos para exigir que nadie del gobierno se vaya a su casa si no se
ha sometido a una investigación a fondo acerca de lo que hizo, de lo que dejó
de hacer, de lo que permitió o de lo que dejó de impedir (...).
“Pero de ahí a que –desde el extranjero– se nos quiera decir cómo gobernar
el país, hay un trecho sumamente largo. Y si hay extranjeros que han venido
ha disfrutar de los beneficios que el país les brinda, también lo hicieron a
sabiendas de los peligros a que se exponían –junto con el resto de la
población– bajo las condiciones creadas por la subversión primero, y por la
represión, después. No puede ni debe haber ni fueros especiales ni privilegios
para nadie.
“Las culpas de los otros
“Podríamos brindar una larga lista de (...) de los horrores que fueron
cometidos (en capitales europeas) (...).
“La Argentina todavía lucha con esa pesadilla (...). Saldrá de ella, hará
justicia. Pero sólo podrá, apelando a su inmanente poder espiritual. Es un
proceso demasiado íntimo como para alterarlo con interferencias de afuera,
(...) de allí donde no nos entienden y sólo nos emplean como factor catárquico
para deshacerse de sus propias angustias, de sus propios desequilibrios
anímicos”.
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“(...) Acaso no haya habido pacto alguno entre las Fuerzas Armadas y el
gremialismo totalitario, pero aun sin él, aquéllas han reconocido ampliamente
no sólo su existencia, sino que han contribuido, mediante una legislación
incomprensible, a que siga gravitando negativamente en el horizonte nacional.
No basta pues con desmentir una supuesta alianza. Hacen falta establecer
reglas de juego honestas para la reinstauración democrática. Y esto último es
lo que no se columbra en las esferas de gobierno”.
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“El público cree que lo ocurrido es una nueva notificación, definitiva, de que
la violencia es autónoma y de que los centros de que emana son invulnerables
y seguirán cobrando víctimas. También piensa que el retorno al imperio
efectivo de la ley, no pasa de ser un sueño inalcanzable y que con elecciones o
sin elecciones, la autonomía de la violencia seguirá manifestándose, ahora y
más adelante, como una descorazonadora constante en la vida del país.
“La verdad es que si las autoridades del Proceso de Reorganización
Nacional, que disponen de abundantes recursos de los que no tienen
obligación de rendir cuenta, de poderosos organismo de seguridad, de bien
dotados servicios de informaciones, de la Policía Federal, (...) que además han
renovado el Poder Judicial y ejercen abusivamente las facultades del estado de
sitio, que si con todos los elementos, no pueden esclarecer nada ni identificar,
ni detener, ni castigar a ningún culpable, no debe sorprender que nadie, dentro
ni fuera del país, crea en la sinceridad del gobierno.
“Esta es la grave situación a que hemos arribado y de allí la necesidad de
que esta vez la opinión pública logre satisfacción plena y de que no ocurra
que, como consecuencia de juicios vertidos por la prensa independiente,
nuevamente haya atentado a periodistas y nuevamente queden impunes, de lo
cual este diario tiene experiencia.
“Corresponde exhortar a las autoridades a que actúen de manera que las
Fuerzas Armadas recuperen el prestigio. La Nación las necesita más que
nunca y no olvida los servicios que le prestaron al aniquilar la subversión y
hacerse cargo del poder en aciagas circunstancias, y por eso el mejor servicio
que puede prestárseles es el de transmitirles el estado de la opinión pública y
las serias consecuencias que podría tener su persistencia”.
“(…) A lo que aún queda del Proceso –si es que algo queda de aquello en lo
que muchos creyeron en 1976– se le acaban los últimos restos de `legitimidad
moral´ porque `legitimidad legal´ nunca tuvo; ningún gobierno de facto la
tiene pero puede poseer legitimidad moral, en grado elevado (…).
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“Hoy sólo faltan algunos golpes de gracia para que se complete la obra de
quienes, desde el vamos (marzo del ‘76) se lanzaron a ahuecar el Proceso
desde dentro (…).
“La ilegítima amnistía
“La amnistía en vías de prepararse es ilegítima desde cualquier punto. Por lo
pronto, –y suponiendo que hubiese detrás alguna intención seria o sana– no
sería asunto del actual gobierno dictarla. Hemos señalado que un gobierno que
sostiene de sí que no es más que un régimen de transición, está exento de la
necesidad de tomar medidas de gravitación nacional.
“Proyectos como el de una ley de amnistía son pruebas de que hay por lo
menos un sector del gobierno que no se halla en una actitud de semejante
juego limpio y que especula con encontrarse a mitad de camino con fuerzas
políticas que tampoco lo están.
“Indigno toma y daca
“¿Cuáles serían, después de todo, el sentido y la finalidad de una amnistía
aun cuando fuese ratificada por un futuro congreso?
“(…) Por un lado, impunidad para un puñado de elementos indeseables que
–en el seno de las Fuerzas de seguridad y bajo el amparo que se obligó a las
Fuerzas Armadas a otorgarles– cometieron toda clase de fechorías más allá de
lo que era necesario para reprimir y desarraigar la subversión armada; por el
otro lado, y siempre dentro del juego del toma y daca, impunidad para
terroristas que de ese modo podrían ingresar de inmediato en el país (porque
se trata, en muchos casos, de elementos que están en el extranjero aguardando
para volver a desencadenar en nuestro medio su campaña destructiva).
“(…) Los lastimosos restos del otrora Proceso, estarían planeado –para
salvar el pellejo de unos cuantos indignos– la apertura del país a una nueva
oleada terrorista que excluiría, en todo caso, de sus planes de amnistía a los
cabecillas más destacados del movimiento subversivo, lo cual mueve a risa ya
que deberían saber que –tratándose de movimientos de acción clandestina–
una de las reglas de su modalidad es el cambio rápido de sus planas mayores,
en primer lugar por un proceso de desgaste, mucho más rápido que las
organizaciones que se dedican a actividades lícitas y, en segundo, para
despistar a las autoridades y hacer aparecer como de segundo o tercer orden a
los que, en el fondo, llevan la batuta.
“El destino de la señora
“Valdría preguntarse si la señora no es considerada cabecilla y si no lo es,
porqué no.
“Desde el exilio, fueron su esposo y ella los que dieron el mayor aliento a la
subversión, expresaron su aplauso y admiración cuando un hombre de bien
como Aramburu fue miserablemente asesinado.
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iniciarán ante jueces que con toda probabilidad `No serán los jueces de la
democracia´ sino `los jueces de los triunfadores en el comicio´.
“La eclosión de centenares de procesos a jefes y oficiales de las tres armas
plantearía la crisis total de las Fuerzas Armadas puesto que, según ha
declarado la Junta Militar, todos los actos cometidos durante la represión han
sido `actos de servicio´. Si bien esta declaración compromete la
responsabilidad de los mandos superiores en los excesos imputados a la
represión, no liberará de la suya a los oficiales de menor rango, porque la
obediencia debida tiene límites que no son infranqueables.
“La alternativa es difícil pero ella debe ser resuelta en virtud de supremas
consideraciones en pro del olvido y la conciliación de los espíritus. La justicia
es el valor más alto de una comunidad civilizada pero ella no es incompatible
con una ley de amnistía. Aún la justicia debe ceder ante la necesidad de
suprimir factores que impulsen una guerra civil, aparte de que, como hemos
sostenido en estas columnas, el enjuiciamiento por lo ocurrido durante la
subversión y la represión debería incluir a la sociedad entera porque ella
permitió que se crearan las condiciones apropiadas para el surgimiento del
terrorismo y toleró que la represión se ejecutara en la forma que asumió.
“Desde luego, nadie debe interpretar que este diario pueda propiciar que con
el pretexto de la amnistía se absuelva a quienes utilizaron poderes que
ejercieron discrecionalmente para cometer o encubrir actos ilícitos inspirados
en fines por completo ajenos a la subversión o a la represión. Tal es el caso de
quienes realizaron despojos o venganzas; procuraron ocultar pruebas de una
conducta dolosa; o perjudicaron al erario desde elevadas posiciones públicas o
privadas.
“Por último, hay que aceptar que la subversión y la represión no pueden
constituir una cuestión que divida a los argentinos en los próximos comicios, a
los que hay que llegar habiendo sepultado las culpas y los agravios del pasado.
“Hace poco estimamos que `es indispensable buscar la paz y hallarla para
que impere en el espíritu de todos´, entre otros motivos porque `la pacificación
del país es condición no sólo de la prosperidad sino de algo mucho más
importante como es la convicción de que construimos una nación destinada a
realizar altos ideales y que la gloriosa historia iniciada en 1810 no terminara
en un fracaso`.
“La amnistía se ha tornado, pues, inevitable”.
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“El caso Massera puso a la Marina ante una situación que –dentro de las
modalidades actuales del gobierno– en cierta forma pudo haber sido
conflictiva; y bueno es decirlo, la institución ha salido de ella –hasta ahora– de
manera bastante positiva.
“A diferencia de sus colegas en el Ejército, que negaron datos pedidos por el
juez Narvaiz, la Armada no sólo dejó que el Poder Judicial siguiera su camino
sino que contribuyó a allanarlo facilitando un rápido regreso de Massera desde
Brasil.
“Estas apreciaciones no son una apología, sino más bien un triste
reconocimiento del momento que vive el país, en el cual una actitud que
tendría que ser normal se vuelve motivo de reconocimiento.
“(... Del) almirante Massera (…) si debe tenerse en consideración su elevado
rango, es sólo por la trascendencia que su conducta pueda tener ante la opinión
pública.
“Por otra parte, el hecho de que un juez haga detener a una persona no
significa que ésta sea culpable de algo, por lo cual el hecho de que Massera
haya sido detenido por orden del juez Salvi no entraña prima facie un cargo
firmemente establecido contra su persona.
“Una última reflexión: si durante el comienzo de su eclipse ya le resulta
difícil al `proceso´ controlar como hasta hace poco, las acciones judiciales,
¿qué sucederá cuando ese eclipse se haya completado? Y en ese caso, ¿habrá
tal eclipse?
“Este último párrafo es el único que está en negrita, una modalidad retórica
que nunca se hace en esta sección sin firma”.
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colaterales como la de los buenos oficios financieros por parte del poder, no se
habrá dado un solo paso en pos de la reconstrucción de la ley (…).
“Algunos indicios
“A pesar de que la resolución del juez Salvi contiene algunos de esos
defectos y pese al silencio que envuelve desapariciones como la de Hidalgo
Solá, o `affaires´como el de la nafta adulterada, sería aventurado afirmar que
ése es el camino que se está tomando. Hay indicios alentadores (…) Entre
tales cabe consignar la nueva investigación de la muerte de Cambiaso y Rossi
que ya ha dado por resultado el arresto de tres policías y el juicio de la señora
Damianovich de Cerredo, que entre otras muchas cosas contribuye a poner de
manifiesto no sólo la extensión y arraigo de nuestros males –la tortura– sino
también la indiferencia con que lo encaran demasiados hombres de leyes”.
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haber muerto a los terroristas en lucha contra ellos los habrían apresado y
posteriormente matado
“¿Nueva modalidad represiva?
“Es evidente que la intempestiva manera de expresarse el general
Verplaetsen –lo cual despertó airada reacción de los políticos– tiene su raíz en
una confusión entre el derecho y la política. (Esto último siempre y cuando las
actividades subversivas de grupos como el de los `montoneros´ merecen ser
abarcadas por el rótulo de `política´).
“Pero sea como fuere, lo cierto es que si los `montoneros´ fueron apresado
vivos y –si no opusieron resistencia armada– debió habérselos llevados ante
un tribunal para juzgarlos por sus supuestas o reales actividades subversivas.
Podría incluso habérselos condenado a muerte, de acuerdo con la legislación
pertinente que todavía tiene vigencia.
“Si en cambio fueron apresados y muertos a sangre fría, –para lo cual ya se
habría significado auditivamente un simulacro de intercambio de tiros– nos
encontraríamos con una nueva modalidad de la represión. Otrora fue la
`desaparición´ –en última instancia para siempre– de los sospechosos. Ahora,
en lugar de la desaparición ¿sería la creación de apariencia de lucha armada
entre los valientes pseudo politizados y las fuerzas del orden?.
“La confusión conceptual
“Se entiende que la mera sospecha de que algo así pudiera estar ocurriendo
requiere de una investigación que es en lo que en este caso se haya empeñado
el poder judicial.
“Tratar de que trascienda una atmósfera de intimidación mediante
expresiones bravías, incluso amenazantes, por parte de un jefe de policía
provincial y, encima, reciba el espaldarazo del comandante en jefe de la fuerza
Ejército y miembro de la Junta Militar, quizás no constituya un conflicto de
poderes pero sí una confrontación, totalmente gratuita, porque se incurre en
una confusión conceptual.
“Lo que se encuentra en el centro de la discusión no es la posibilidad de
reprimir nuevos rebrotes de la subversión, en la medida en que vayan
surgiendo. Esa necesidad, nadie la discute. Sí en cambio la modalidad
represiva, porque la modalidad previa –con su secuela de millares de
desaparecidos, su herida en el alma nacional que no termina de cicatrizar y su
secuela de desprestigio internacional– evidentemente fue una modalidad
errónea.
“El temor de que se la sustituyera por otra también errónea, por no ajustarse
al estado de derecho, es lo que ha motivado las protestas por el caso de
Cambiaso y Rossi, (protesta potenciada por los dichos del general
Verplaetsen).
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“Las versiones sobre el Golpe tienen más fundamento que hace dos meses.
El viernes, hasta el general Trimarco se habría sumado a la postura del general
Verplaetsen y obligado a Nicolaides a avalarlo.
“Ciertas alas de la Presidencia y del Libertador no opondrían ya un rechazo
absoluto a que se disuelva la Junta Militar y se otorguen plenos poderes a
Bignone para dirigir la transición hasta el final. En especial, el periodo
posterior a los comicios y antes de la asunción, según un análisis en poder de
Bignone, sería el de máxima peligrosidad de Golpe”.
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“En momentos en que todos los problemas vinculados con las Fuerzas
Armadas constituyen el meollo de la vida política (...) parece interesante que
se vayan conociendo algunos estudios de las agrupaciones políticas sobre este
tema (...)”.
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El 9 de julio, Juan María Coria escribía Desde la Casa Rosada una nota
titulada EL PROYECTO DE AMNISTÍA, SU PROCEDENCIA Y
POSIBILIDAD DE SANCION, EN DISCUSION. En ella generaba discurso
en el que reseñaba la amnistía de 1973 y, respecto de la actual (sin dejar de
hablar de “excesos”), agregaba:
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“Sería más que peligroso, temerario, que el día de las elecciones llegara
hallándonos sumidos en un agitado conflicto social, político y económico, en
el que se combinarán la exacerbación creada por el paro y el desempleo, la
desesperanza (...) en medio de la irritación popular e intentos de golpes de
Estado. Para aventar esta sombría posibilidad, es menester lograr el aludido
acuerdo el gobierno, las Fuerzas Armadas y los dirigentes políticos respecto
de un conjunto de medidas impostergables incluidas en un plan de emergencia
calculado para dominar la situación, a la que se puede aplicar, con sobrado
fundamento, la histórica pregunta formulada en la víspera trágica de la
Primera Guerra Mundial: `¿Centinela, qué ves en la noche?´”.
“(…) Tal como van las cosas, dos hechos van camino de probarse: primero
que, por su naturaleza y sus fines, el terrorismo peruano excede el marco de
las cuestiones domésticas; segundo, que por la envergadura de sus actos ya
aparece inscripto en una órbita más vasta que la que sus propios dirigentes
pretenden hacer creer”.
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“La Junta Militar y el presidente deben acordar cuál será el lapso que
comprenderá esta ley y existen diferentes proyectos elaborados por las
secretarías militares y por el Ministerio de Interior que prestó su colaboración.
“Los informantes aceptaron que se trata de enfrentar un desafío que abre dos
frentes en los que se ubican, por un lado, las opiniones políticas adversas que
ya comenzaron y, por el otro, el riesgo de contar con militantes subversivos
rehabilitados.
“El candidato radical Alfonsín estaba seguramente en conocimiento de esta
decisión cuando advirtió que la ley de amnistía que dictó este gobierno será
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“Como quiera que se trate de una cuestión muy delicada ya que las
derivaciones de la represión constituyen el más inquietante factor de
incertidumbre de cara a la `institucionalización´, tanto el citado proyecto como
la posición del líder de Renovación y Cambio (RyC) deben observarse en el
contexto de la siguiente realidad jurídica:
“Ninguna ley de `amnistía´ puede quedar sujeta para su aplicación, a la
voluntad de quien en el futuro decida a acogerse a ella, sin habérsele iniciado
proceso.
“En los casos de procesos ya iniciados, pero aún sin sentencia judicial la
justicia deberá aplicar esa `amnistía´ de oficio. Mucho más, en los no
comenzados por cuyos eventuales delitos no se podrá siquiera abrir proceso.
Dicho de otro modo: el poder judicial habrá de desestimar toda denuncia o
querella por los delitos comprendidos en la ley de amnistía, cometidos durante
el periodo que esa ley determine. Si así no lo hiciera, tanto el ministerio
público fiscal como los particulares, podrán exigir su empleo, e incluso
demandar al juez. Pero como la amnistía es siempre una ley de orden público,
pueden reclamar terceros; de ninguna manera su atribución puede estar
supedita a la iniciativa de los eventuales involucrados.
“Sólo en las causa con sentencia, el requisito tiene validez jurídica. El
condenado habrá de acogerse entonces a la amnistía por medio del `recurso de
revisión´.
“Toda ley de `amnistía´ es inderogable por cuanto al regir sobre hechos
pasados –nunca futuros– sus efectos son instantáneos. Mal puede Alfonsín
anunciar su supresión, ni el poder ejecutivo ni el legislativo ni el judicial,
como no sea con la vista puesta en intereses meramente electorales. Y mal
pueden también sus críticos, algunos de ellos notorios abogados, centrar sus
objeciones a esa imposible postura derogatoria en la eventualidad de
fricciones o choques entre las Fuerzas Armadas y su partido, o los partidos.
Así como desde una óptica política resulta imposible decretar el olvido, por lo
cual toda `amnistía´ arrastrará siempre esa falla básica, no menos imposible
es, desde la jurídica, derogar el olvido. Llama la atención, que los políticos
con formación jurídica, como Alfonsín y sus oponentes, demuestren tan poco
interés por la ley.
“La `amnistía´ de Río Negro
“Más llamativo aún es que desde el propio Poder constituido se la esté
vulnerando con formalidades pseudo legales. Tal lo ocurrido con la `amnistía´
decretada la semana pasada en Río Negro, cuyo casi único objetivo no ha sido
otro que el de hacer posible la candidatura del señor Mario Franco, condenado
por delitos comunes. El gobernador de esa provincia, señor San Juan, quien en
su momento se opuso a la `amnistía´, ha llegado ahora al colmo de reconocer
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organización el consabido anónimo (…) la voz dio pruebas de estar muy bien
informada sobre los movimientos de Paiva, hermano de un capitán del ejército
asesinado por un grupo terrorista y le `aconsejó´ que desistiera de su labor,
pues de otro modo sus hijos `perderán, para empezar, la lengua´. El dueño de
esa voz considera que la `guerra´ –la `guerra sucia´– no ha terminado. A su
criterio, estos muertos no murieron, tanto como los otros. O para ser exactos: a
esa voz no le importa la muerte ni de unos ni de otros.
“El hecho de las actividades de grupos como éste tengan, sin punto de
comparación, mucha menos repercusión que la de las `Madres´ y demás
defensoras de los derechos humanos, encuentra su causa no en diferencias de
desgracias o de dolor sino de circunstancia, pues mientras sus caídos son
producto de un terrorismo del cual no cabe esperar otra cosa, los de las
`Madres´ reflejan lo contrario: el horror que, por venir de quien viene, no
puede entenderse. El primero nace de la terrible lógica de la naturalaza y de la
historia contra la que siempre se puede luchar mientras subiste la línea que
separe el bien del mal; el segundo, surge de la ruptura de esa línea, es decir de
la mezcla del bien con el mal que es la sustancia más corrosiva, definitiva, del
mal. Sin embargo, esta diferencia de repercusión tiende a agravar más el
problema en el terreno político y social porque cuando una sangre cubre la
otra, termina por cubrir también a la sociedad hasta hacerla sorda y ciega a las
fuentes, o por lo menos a una de las fuentes, de su propio infortunio. Decía
Unamuno que no hay conciencia cuando sólo hay `consciencia´ parcial. La
Argentina mira hoy el abismo de los desaparecidos, y está bien que así lo
haga; pero jamas podrá mirarse del todo así misma mientras no mire al mismo
tiempo el del terrorismo. Ambos tienen algo en común: la despreocupación, la
pasividad inmoral como las de la inmensa mayoría de los sectores políticos y
sociales argentinos siguieron estos dos desastres. Tal actitud transformó a esa
mayoría –nos transformó– en sepultureros de unos y otros muertos. Nuestros
muertos. No los matamos pero ayudamos a enterrarlos.
“Se trata sin duda de una responsabilidad que los argentinos nunca
podremos transferir únicamente a los terroristas ni a este régimen militar; ni al
peronismo, ni a quien quiera que sea. Querramos o no, parte de ese peso ha de
quedar en nuestros hombros por largos años. Pero en la medida en que
comprendamos y aceptemos el origen y los alcances de esa responsabilidad,
tal peso no será un lastre sino una guía. Porque puede, debe ser, el peso que
nos conduzca de nuevo y con equilibrio a la clave perdida: la ley. Como tantos
otros pueblos, podremos ser mejores, justamente por haber sido peores.
“Lamentablemente, si nos atenemos a los pasos que se dan, tanto desde el
poder como de los partidos, no se ve que ése sea el camino que se está
emprendiendo. Por el contrario, igual que en 1973, se vuelve a la dialéctica de
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“No deben pues extrañar las repercusiones contrarias que han determinado
la renuncia de varios integrantes del gabinete provincial. El gobernador ha
pedido calma y mesura para no agravar la situación del conflicto creado lo que
implica el reconocimiento de que la decisión adoptada ha tenido el efecto de
crear un clima de alteración cívica que supuestamente la ley debía contribuir a
apaciguar”.
“Hace años (...) uno de los protagonistas (del `Proceso´) nos dijo que el
problema principal que el país encara –mayor que cualquiera de las tantas
dificultades que ya se experimentaban– era el de los `desaparecidos´ (...).
“Tenemos algunas impresiones recogidas en aquellos días.
“Recordamos las muchas veces reiterada reflexión: `Por amor de Dios, no
vaya a decirle a estos militares nada que les sugiera una especie de
Nüremberg. Si lo hace, no se irán jamás´.
“Concepción errónea, a nuestro juicio, porque jugaba con el concepto de
`estos militares´, como si los demás reaccionaran únicamente con espíritu de
cuerpo y sin mostrar la capacidad de sentir otra cosa que no fuese ese espíritu
de cuerpo.
“(...) Siempre creímos que las Fuerzas Armadas demostrarían poseer
suficientes reservas morales como para limpiarse desde dentro, como para
sacarse algunas excrecencias; aquellas que florecieron lujuriantemente al
amparo de la impunidad, que deshonraron el buen nombre de sus camaradas,
pero que no son tantas como se cree, aunque se hallen en posiciones claves, y
deben ser desalojas de allí en cuanto antes. Por ejemplo (...) los que en la
lucha contra la subversión hicieron, una vez terminada la fase bélica que costó
la vida a tantos heroicos militares, las veces de las hienas que recorren el
campo de batalla; los torturadores; y los ejecutores a sangre fría de órdenes de
matar a secuestrados indefensos.
“La vasta mayoría no es así
“La vasta mayoría de los militares argentinos no es así y no tienen porqué
permitir que ante los ojos de la opinión pública nacional –la opinión pública
mundial en cuanto a cuestiones internas argentinas nos importa muy poco,
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“El presidente y los militares cuentan con la inestimable ayuda del obispado
católico que, a simple vista y sin duda, está desempeñando un rol significativo
entre aquellos que reclaman soluciones a los que gobiernan.
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“Una prueba muy clara del rol del obispado la dio el ministro de Interior
general Reston, cuando dijo a los periodistas que durante la reunión de la que
participó, el gobierno había requerido a las jerarquías católicas que
`contribuyan con su acción a que profundicemos el diálogo con los diferente
sectores para conversar sobre las propuestas formuladas´ (...).
“Horas antes, el equipo de Pastoral Social había recibido a dirigentes del
sindicalismo y a políticos que plantearon sus preocupaciones.
“De esa manera, el preponderante rol que desempeña Pastoral Social es el
que corresponde a un virtual `gabinete vicario´ del Poder Ejecutivo, ya que a
ellos se recurre para que intercedan o apoyen o intervengan en las soluciones
que son de exclusiva responsabilidad de las autoridades políticas de la Nación.
“La serenidad de la Iglesia es quizás el aporte principal que encontró el
gobierno frente a sus gobernados en este resbaladizo camino abierto hasta las
elecciones.
“La amnistía
“Cuando los secretarios militares y el secretario general de la Presidencia
realicen su primera reunión de agosto, llevarán la carpeta con el proyecto de
amnistía que deberá tratar la Junta”.
“Los sucesivos gobiernos que constituyeron otras tantas etapas del llamado
`proceso´ han demostrado –casi sin excepciones– ser, constituir y poseer la
suma de las ineptitudes para virtualmente todo lo que se refirió al manejo de la
cosa pública (…).
“(…) Existiendo casos de individuos incursos, convictos y confesamente, en
el crimen del asesinato como parte de su subversiva acción de terroristas
dirigida contra la sociedad y existiendo, al mismo tiempo, una ley que pena
esa clase de crímenes con sentencia de muerte, no haya habido una sola pena
de muerte correcta y regularmente dictada por un tribunal de justicia –militar o
civil– y correctamente ejecutada.
“Hubo, en cambio, casos innumerables de personas que, sin haber ofrecido
la menor resistencia, fueron aprendidas en su hogar, lugar de trabajo o estudio,
por fuerzas anónimas; personas de las que nunca jamás volvió a saberse y a las
cuales las autoridades pretenden –después de siete años de empecinado
silencio– involucrar masiva e indiscriminadamente bajo el rótulo de
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Luego, repetía los conceptos ya publicados “el martes” (en verdad, fue el
miércoles) respecto de la crítica a la auto amnistía y a que algunos militares no
creían que debían merecerla por “cumplir su deber”.
“Los `montoneros´
“Sería prematuro fijar alcances o intenciones definitivas a una inesperada
declaración que el llamado `Movimiento Peronista Montonero´ habría
transmitido desde Brasil a partidos y medios de comunicación. Más: sería
incluso prematuro aceptar, sin mejoras pruebas que se trata de una auténtica
declaración de esa organización terrorista.
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“Otro jalón
“Hace poco, jalonó su `cursus honorum´ en materia de actitudes torpes con
otro episodio que ha quedado asociado más con su nombre que con el del
verdadero protagonista. Nos referimos a su modo de solidarizarse
explícitamente a las precipitadas y exaltadas declaraciones de Verplaetsen a
raíz del caso Cambiaso- Rossi.
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“(…) Una especie de declaración o análisis del plan redactado por un grupo
de oficiales del Ejército titulado `La amnistía con que nos amenazan´ (…).
“La supuesta carta de Firmenich
“La presunta postura `pacificadora´ de la izquierda subversiva completa ese
cuadro de inquietudes. En ese terreno la supuesta carta del señor Firmenich
está siendo objeto de exámenes por parte de Alfonsín y el resto de la clase
política (…).
“El `mensaje´
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“Todo es secundario
“Pero todo eso es de secundaria importancia. (…) Lo único que interesa es
que sabía cosas, que removía cosas, que podría ser un poderoso testigo de
cargo contra hombres que resultaron ser más poderosos que él.
“Y resultaron ser más poderosos porque estamos viviendo en el imperio de
la `no ley´, del gangsterismo `institucionalizado´. Ayer eran las `pesadas´ del
Falcon verde. Hoy –con juguetón espíritu cromático– han pasado a ser las del
Falcon crema o del Renault Fuego azul.
“Una cosa debemos comprender (…) lo que le ha pasado a GPK tiene que
servir para que reflexionemos: si el país no liquida de una vez por todas las
`pesadas´, las `pesadas´ terminarán por liquidar lo que aún queda del país”.
“El secuestro y feliz reaparición del señor Kelly y las denuncias que
anteayer circularon con tal motivo, anónimas pero muy minuciosas (…) ponen
al descubierto una vez más la verdadera entraña de la Argentina `política´ de
hoy (…).
“Quizás algunos crean ahora que este es el fin, ya que tocamos fondo. En
nuestra opinión, tal apreciación constituye apenas una expresión de deseos.
Desde hace años, la sangre cae aquí, a pesados goterones, sobre la conciencia
colectiva. (…) Cuesta decirlo pero las mismas manos que se llevaron a Elena
Holmberg, a Hidalgo Solá, a Marcelo Dupont y a tantos otros miles de
ciudadanos, las mismas que asesinaron, torturaron, robaron y violaron,
siempre en medio de la mayor impunidad e diferencia siguen empeñadas en
arrastrar al país al abismo. (…) Y si es verdad la cuarta parte de lo que Kelly
dice saber, (…) habrá ríos de sangre. Y lo que es peor: sangre sobre comedia”.
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Ese día, Juan María Coria, Desde la Casa Rosada, en LAS CONFUSAS
DERIVACIONES DEL EPISODIO EN TORNO DE KELLY ORIGINAN
SOSPECHAS, generaba discurso en el que daba lugar a las sospechas sobre
la víctima y enlazaba su secuestro con dos episodios simultáneos:
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Pero tanto uno como la otra, aparecen desvirtuados en no pocas ocasiones por
el muy particular y subjetivo enfoque que se da al tratamiento de tan delicado
asunto.
“La violación de tan fundamentales derechos de la persona debe ser
denunciada en todo tiempo y en todo lugar, y merece ser condenada con el
mayor rigor y severidad allí donde se la compruebe. No es admisible la
agresiva repulsa que suscita cuando se comete en determinados países, y la
pobre benignidad que produce cuando se perpetra en otros. Curiosamente, la
generalidad de las instituciones a que nos referimos suele aplicar este
censurable criterio diferencial en función de la peculiar ideología que
sustentan los gobiernos que son objeto de su análisis. Resultan tratados con
singular y llamativa lenidad los regímenes comunistas, en los que la propia
índole de su estructura totalitaria, implica una permanente y legislada
conculcación y cercenamiento de las libertades y garantías individuales. A la
inversa, en sociedades libres y estados democráticos, donde esos derechos son
regularmente respetados y sólo excepcionalmente vulnerados, la condena
resulta tan enérgica como descomedida ante la evidencia del contraste que
refleja.
“Si hubiera menester de algún testimonio para ratificar este aserto, bastaría
con referirse a las recientes declaraciones formuladas por el presidente del
Perú, al cuestionar esta selectiva actitud asumida por la organización
denominada `Amnistía Internacional´ con relación a esa nación, que acusó a
su gobierno de autorizar la muerte de campesinos en la convulsionada región
de Ayacucho con el pretexto de eliminar los focos guerrilleros. Según sus
propias y categóricas palabras, aquella entidad representa `amnistía para los
que cantan la Internacional´, y que aunque no tenía objeciones para que
`defienda los derechos humanos del comunismo, no hay razón de que
excluyan a los no comunistas´.
“Si de algo no cabe dudar, es de que el primer magistrado peruano es un
convencido demócrata, que en 1968 fue despojado de su investidura por un
golpe militar que no provocó la menor reacción por parte de la indicada
organización. Difícilmente pueda conciliarse la amortiguada crítica que en su
momento formuló `Amnistía´ contra la acción de la Unión Soviética en
Afganistán, donde desde hace casi cuatro años se está perpetrando un
deliberado genocidio contra su población, con las agresivas imputaciones
hechas contra el gobierno del Perú, cuyas fuerzas de seguridad están
combatiendo contra la peligrosa amenaza terrorista.
“Tan marcada falta de objetividad y tan discriminatoria actitud, pugnan
abiertamente con el desinteresado altruismo que debiera regir la conducta de
una organización de esa naturaleza y desvirtúa los fines para los que fue
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creada. Ello hace presumir con harto fundamento, que las posturas que adopta
responden a mezquinas maniobras de carácter político e ideológico, y no son
sino la expresión de un mal disimulado proselitismo banderizo y sectorial”.
“Hace más de un año dimos a conocer desde esta columna los detalles de la
empresa de producción, que incluye la limpieza de edificios, organizada por el
departamento de inteligencia del Ejército, ahora confirmado por noticias de
los propios usuarios. Este hecho pone de manifiesto el espíritu de iniciativa, e
incluso de sacrificio, que al parecer impera en ciertos círculos áulicos de la
conducción militar. En sus horas libres, nuestros James Bond y Mata Hari
trabajan muy duro para poder comprar sus famosos micrófonos, no mayores
que la cabeza de un alfiler, o las cámaras fotográficas electrónicas camufladas
en escuditos de Renovación y Cambio, con las que siguen las andanzas del
señor Kelly o de las damas patricias del proceso. Con toda razón, en los
folletos de propaganda de esta compañía se ofrecen `servicios muy especiales
de un área muy particular´.
“Semejante trabajo, que como también indican los folletos `no tiene
equivalencia en el país´, debe estarle restando al general Sotera, jefe de
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“Lamentablemente, una vez más, –y la posición viene de los años del último
gobierno justicialista– la Argentina ha tomado partido por los terroristas (...) y
ha aconsejado a nuestros representantes votar en favor de los partidarios de la
violencia armada.
“(...) Fuera de la Argentina, los grupos terroristas `montoneros´ se
presentaron como los `auténticos representantes del pueblo argentino´ y esa
mentira recorrió Europa y el mundo, como lo sigue recorriendo hoy la mentira
de la OLP respecto de los palestinos, aunque lamentablemente para nosotros
con el apoyo del Palacio San Martín y de la Casa Rosada”.
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“(...) Al pacto militar sindical le faltan algunos detalles por ajustar. Veamos:
“Secuelas de la guerra sucia
“Como bien ha anticipado el señor Luder, los efectos de la `amnistía´, que el
régimen militar promulgará antes de las elecciones, serán `irreversibles´,
aunque después la ley se derogue. El paralelo, el pactismo ya coloca en la
picota pública a varias `líneas´ o grupos ligados a la `represión´, como el de
Gordon y el del almirante Massera, sobre lo que se hará recaer buena parte de
las responsabilidades `político operativas´ de la `guerra´, de acuerdo con el
viejo recurso de los chivos expiatorios, de manera que las secuelas de la
tragedia no sobrepasen campos cuidadosamente delimitados. El hecho de que
ningún sector o individuo razonable pueda oponerse a la preservación de las
instituciones completará una obra que también servirá para cobijar culpas y
errores personales en áreas de la máxima responsabilidad del régimen, ajenos
a la naturaleza y al funcionamiento de esas instituciones. Por algo en el
`programa´ peronista se omite el capítulo de los llamados derechos humanos”.
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“(...) Si la libertad individual debe ser preservada a toda costa, por mandato
de la Constitución Nacional, se hará necesario revisar y conciliar todas las
normas legislativas y reglamentarias que no consulten esa exigencia básica.
Sólo así se logrará evitar que la libertad de las personas se vea comprometida
por el simple hecho de no ser portadoras de las pruebas de su identidad
personal”.
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“En una entrevista con Viola, el general Nicolaides habría dicho que
entregarían el poder en mejores condiciones que en 1973. Como se recordará,
el general Lanusse lo entregó en magnificas condiciones para la subversión.
Es muy probable que, tales condiciones sean aún mejores. Algunos datos:
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“La amnistía
“(...) La mayor parte de los pronunciamientos de los líderes de los partidos
contra la `amnistía´ dictada ayer son `pour la gallerie´, ya que en privado, casi
todos han sugerido que simplificará al régimen constitucional las acciones
judiciales por los `desaparecidos´, aunque la `amnistía´ sea derogada, como se
espera. No obstante, ninguno cree que este instrumento legal sirva para llenar
el tremendo vacío político dejado pro esa tragedia. En ese sentido, la posición
de la Iglesia parece la más sólida puesto que apunta al mismo tiempo a la
preservación de las instituciones militares (...)”.
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“En la agitación social que se observa en el país, que por sus proporciones
despierta justificada preocupación, lo más alarmante es la actitud de amplios
sectores de la llamada clase media (...).
“(...) Ahora también la clase media se suma a la causa del desorden, olvida
sus deberes, recurre a la violencia, favoreciendo la tendencia a la disolución
que va cundiendo en el país.
“Nada puede justificar esta conducta de la clase media, ni siquiera la
injusticia que realmente padece, comprimida como está entre sindicatos con
poder, autoridades impotentes y grupos sociales mejor colocados.
“(...) La clase media no ha tomado el camino de la liberación sino el de la
servidumbre, y por esos sus integrantes deben reflexionar que ella será la
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“La salud de la nación es la suprema ley y ante ella deben ceder los
argumentos de quienes miran la realidad desde los capítulos de códigos que no
fueron concebidos para afrontar enfrentamientos colectivos y sociales, en los
que se juega el destino de la Patria. Ella requiere que, como nos enseña la
lección de la historia, en circunstancias que pueden ser trágicas, apacigüemos
las pasiones y marchemos unidos hacia la sensatez”.
“(...) La ley de amnistía siguió originando rechazos, pero es cada vez mayor
el número de los casos en que esa crítica parte de hechos concretos, es decir,
de aquellos que se verían beneficiados por la amnistía dictada por el gobierno
de facto (…).
“(…) Salta a la vista que la controvertida ley puede traducirse en que por
una parte, quedan cubiertos un sinnúmero de actos ilícitos; en tanto que
aquellos actos en que hubo intervención judicial, se esfuman en la nada, al
amparo de la ambivalente ley de amnistía.
“En cuanto a la legislación antisubversiva, también ha sido criticada (…)
debió haber sido sancionada en los días de auge de la lucha contra la
subversión armada, contra el terrorismo y la guerrilla, a fin de que esa lucha
fuese librada dentro de un marco legal y no con métodos similares a los que
empleaban los elementos subversivos. Haber dictado la ley a pocos meses de
la supuesta finalización del `proceso´ encierra una actitud de soberbia, como si
quisieran dar a entender: `para erradicar la subversión tuvimos que emplear
métodos ilegales. Ahora que ya está erradica, le damos al país la legislación
que en el futuro, permita reprimir hipotéticos rebrotes de la subversión con
métodos legales´. Decimos que la actitud es de soberbios, porque por lo pronto
la subversión siempre pudo haber sido combatida y erradicada con métodos
legales, salvo quizás en el primerísimo momento de su estallido que, por su
inusitada fuerza y virulencia, tomó por sorpresa al país; pero una legislación
adecuada se dicta, si se tiene la voluntad de que las cosas permanezcan dentro
de un marco legal, en cuestión de días y de horas. Además, no hay
lamentablemente, garantías en cuanto a que la subversión no retorne. Es más:
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si retorna, el método ilegal con que se la reprimió le dará pie para actuar con
más virulencia.
“El sabor de ilegitimidad y de poder absoluto, ejercido discrecionalmente a
título personal, es lo que se proyecta sobre el `proceso´, a partir –por ejemplo–
de la manera como va configurándose, ante la asombrada opinión nacional, lo
que podríamos llamar el `caso Massera´, aunque se trate del caso Branca.
Todavía está lejos de decirse la última palabra. Un pedido de prisión
formulado por un fiscal no es lo mismo que una sentencia de prisión. Pero si el
fiscal pide prisión por la comisión de delitos por parte de una de las
encarnaciones vivientes del `proceso´ (…) es algo sumamente grave.
“A lo que apuntamos (…) es a un aspecto moral. Ese se daba por
sobreentendido en nuestro país (…) hasta que conquistó el poder presidencial,
para desgracia de la Argentina, JD Perón”.
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“(…) El periodo constitucional que se inicia será difícil para los gobernantes
que heredan una crisis aguda. Las necesidades en general son grandes, las
heridas dejadas en la sociedad por divisiones y enfrentamientos están abiertas,
la situación exterior del país es compleja y delicada, las Fuerzas Armadas y el
Poder Judicial necesitan consideración ecuánime y apropiada, las educación
pública requiere ser renovada y extendida (…)”.
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“(…) Falta mucho por saber, qué camino tomará el peronismo, en particular
de cara a la labor de captación que las organizaciones izquierdistas desarrollan
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sobre sus bases. Al amparo de la nueva guerra fría entre el Este y el Oeste, tal
captación podría vincularse con una franca subversión. Tenemos un
documento reservado sobre este asunto, elaborado hace un mes por varios
organismos de las Fuerzas Armadas. Dice:
“Actualmente, la acción subversiva se ha concentrado en el robo de armas
a personal policial y militar, en las campañas de las autodenominadas
organizaciones de derechos humanos y en la infiltración de los diferentes
ámbitos del país, en especial el cultural y los medios de comunicación (…)”.
“Durante los tres primeros meses de gobierno, (…) Alfonsín deberá afrontar:
“2) El retorno a la Argentina de buena parte de los jefes de las
organizaciones subversivas, junto con el de sus publicaciones y declaraciones
(más fotografías en la prensa), que habrá de coincidir con el de la puesta en
marcha del aparato judicial y político constitucional por la tragedia de los
desaparecidos, y las inevitables convulsiones que esa `revisión´ causará en el
seno de las fuerzas armadas y en las policías (…)”.
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“(…) Bob Cox ha sido, es, uno de los muy contados argentinos que más y
mejor ha trabajado por esta tierra. No sorprende que su vida y la de los suyos
hayan corrido tantos peligros (…).
“En momentos en que la Argentina se apresa a reordenar el pasado con el fin
de abrir camino al porvenir, esta breve visita de Bob sirve de señal para la
memoria. Antes de que nadie hablara, antes de que nadie siquiera prestara
atención a la tragedia más compleja de la Argentina contemporánea, Cox supo
medir no sólo sus dimensiones reales sino sus efectos políticos de largo plazo.
Los primeros desaparecidos de 1974, 75 y 76 no fueron para él bandera
política, ni recurso periodístico, ni siquiera alimento de la desesperación o
motivo de justa ira, sino preocupación, alarma por la suerte del Estado que los
estaba produciendo. Sabía que el exterminio decretado por el gobierno
peronista y confirmado, digámoslo así, por los jefes militares del 24 de marzo,
llevaba en sí la semilla de la destrucción de las instituciones, incluida la de las
propias fuerzas armadas, de modo que al final, la guerra sucia representaría, al
margen de sus resultados militares, la victoria de la subversión, como así
ocurrió”.
“Los desaparecidos
“La cuestión de los desaparecidos y el reordenamiento económico
conforman quizás los desafíos más urgentes (…) en cuanto a los
desaparecidos, las decisiones deben recoger, en nuestra opinión, los siguientes
elementos de juicio:
“Cuanto más se prolongue el proceso de `revisión´, más se desarrollarán los
factores de desestabilización.
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CLARIN
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1976
Horas después del Golpe del miércoles 24 de marzo, el diario salió con esta
portada: La foto del helicóptero recortada y montada sobre la imagen de la
Plaza de Mayo con medio centenar de mujeres y el epígrafe: “sólo unos pocos
adictos a la ex presidente se congregaron anoche en la Plaza de Mayo”. El
título, NUEVO GOBIERNO, ocupaba más de un tercio de alto y todo lo
ancho de la portada. Su bajada decía: La prolongada crisis política que aflige
al país comenzó a tener su desenlace esta madrugada con el alejamiento de
María E. Martínez de Perón como presidente de la Nación. En las próximas
horas, asumirá el gobierno una Junta Militar integrada por los comandantes
generales y presidida por el teniente general Jorge Videla. La ex mandataria
fue trasladada e helicóptero desde la Casa Rosada hasta el Aeroparque y allí
embarcada en un avión que partió hacia el sur. Será alojada en El Messidor.
Al pie, la portada llevaba como segundo título CALABRO ENTREGO LA
GOBERNACION. Su bajada informaba: El gobernador de la provincia de Bs.
As, Victorio Calabró, hizo entrega de esa administración pública al
comandante de la 10° brigada de Infantería, general Adolfo Sigwald. La
ceremonia se realizó esta madrugada en la Casa de Gobierno de La Plata.
Por otra parte, se informó que por la red provincial de radiocomunicaciones
se instruyó a los intendentes de las municipalidades a que entregaran las
comunas a las autoridades militares locales.
En una falsa doble de páginas 2 y 3, el diario publicó un artículo titulado
LAS FF.AA. ASUMEN HOY EL GOBIERNO, con esta bajada: Las Fuerzas
Armadas se harán cargo hoy del gobierno de la Nación ante el evidente vacío
de poder existente. La determinación fue conocida en la madrugada de hoy
tras la detención y el traslado al sur del país de la presidente Maria Estela
Martínez de Perón. Los comandantes se reunieron con el ministro de
Defensa. Sobre medianoche, la señora de Perón abandonó la Casa de
Gobierno en helicóptero. La máquina la transportó hasta el Aeroparque.
Desde allí, un avión de la Fuerza Aérea la llevó presumiblemente con destino
a Neuquén.
En recuadro de página 3, se leía, bajo el título LA CULMINACION DE UN
PROCESO, esta bajada, en la que justificaba el Golpe: La decisión de tomar
el poder por las FFAA no toma de sorpresa a los observadores políticos y
desde hace 48 horas tampoco a vastos sectores de la opinión pública. Fue la
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“La gravísima crisis que afecta a todos los sectores de la vida nacional tiene
ahora un dato que emerge con dramática crudeza: el gobierno ha cesado. La
estructura destinada a imprimir dirección a los asuntos, dar soluciones a los
problemas, administrar los recursos del Estado y garantizar el orden público
ya no parece estar capacitada para cumplir esas funciones. Abrumado por la
descomunal dimensión de las dificultades actuales y desconcertado por el
fracaso sucesivo de las inocuas recetas intentadas para superar una crisis que
en gran medida contribuyó a desatar, el gobierno asiste paralizado al derrumbe
final de las esperanzas depositadas en él hace menos de tres años.
“Y es así como se asiste, sin que se atine a remediarlo, a un descalabro
económico sin precedentes. La Argentina en ese terreno marcha a la deriva,
sin plan conocido y sin que se advierta una efectiva intención –para no hablar
de capacidad– de formularlo. La cesación de pagos externa es una posibilidad
cierta. Los precios internos suben en un mes lo que en otros países no
alcanzan a subir en muchos años. Todo el aparato productivo amenaza
detenerse mientras los esfuerzos se derivan hacia la especulación. Seis
ministros de Economía, algunos de ellos responsables directos de la crisis,
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forma intolerable sin que se atinara a ordenar las medidas adecuadas para
exterminarla y sin que se pusiera de manifiesto la firme voluntad de asumir la
dura responsabilidad del combate. La corrupción se instaló en los estamentos
del Gobierno trepando hasta los más altos cargos, al mismo tiempo que una
política económica insensata a la estipulaba en los negocios privados, donde
se premiaba la maniobra especulativa y se castigaba a quienes aún persistían
en invertir en las áreas productivas.
“Nada de ello indujo al Gobierno a operar el indispensable cambio de
rumbo. Por lo contrario, su inexplicable adhesión a políticas que demostraron
reiteradamente su inoperancia para resolver los problemas nacionales, lo fue
despojando de la imprescindible utilidad institucional que justificaba su
existencia. Al final del proceso y extinguida en la práctica su legitimidad, sólo
quedaban las apariencias formales del poder. Ayer mismo, pocas horas antes
de que se dispusiera su relevo, subrayábamos desde esta misma página esa
circunstancia verificable por todos: en cuanto a los efectos prácticos de su
función institucional, dijimos, el Gobierno ha cesado.
“Se abre ahora una nueva etapa con renacidas esperanzas. Y, si bien el
cuadro que ofrece ahora el país es crítico, no debe olvidarse que todas las
naciones tienen sus horas difíciles y que el temple de sus hijos es capaz de
levantarlas de su ruinosa caída. La Argentina ha llegado a la hora en que
necesita de la virilidad, la lucidez y el trabajo de sus habitantes y, por sobre
todas las cosas, de la inteligencia, el coraje y la determinación de sus
gobernantes”.
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“La Junta Militar, entre las medidas dadas a conocer, ha dispuesto que
aquellas personas que tengan armas o explosivos deberán entregarlos (...)
Mediante otra disposición se limitaron las funciones de las empresas que
prestan servicios de seguridad, las que deberán registrarse y pedir la
habilitación de la Policía Federal. Estarán obligadas a solicitar autorización
para cada oportunidad en que sean contratadas.
“Estas resoluciones coinciden con el hallazgo de arsenales en reparticiones
públicas y privadas. (...)
“Durante los últimos tiempos era corriente el espectáculo de vehículos sin
ningún signo de identificación oficial recorriendo las calles de la ciudad
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Clarín editó ese día una EDICION INTERNACIONAL para la semana del
30 al 5 de abril.
“(...) Las actividades y las palabras del gobierno autorizan a pensar que se
propone efectuar un tratamiento integral de nuestros males. De esa
perspectiva, y con esa seguridad, resulta plausible el ejercicio de la serenidad
y la paciencia recomendada anteayer por el teniente general Videla (...)”.
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“El que corre es tiempo de actuar. (...) El análisis crítico de los actos de
gobierno, como instrumentación adecuada para alcanzar los fines propuestos
al país por sus FFAA corresponde principalmente, y en una primera etapa, a
su propia esfera. Ello sin perjuicio de la obligación ciudadana de colaborar
con las autoridades, observando aquello que esté mal y sea subsanable.
“El diagnóstico general está hecho y aceptado: vacío de poder, inmoralidad
generalizada, pérdida de representatividad de cúpulas sectoriales igualmente
alcanzadas por la corrupción, demagogia extrema, quebranto económico. Por
cada una de estas vertientes debía desembocarse en la ruptura del orden
institucional clásico. Tanto más al darse la suma de ellas y en grado
superlativo (...)”.
“En pocos días se reunirá en Bs. As. el 25° Congreso Mundial de Publicidad
(...).
“La totalidad de las naciones que recibieron auspiciosamente la instauración
del nuevo sistema tendrán oportunidad de visualizar y evaluar al país en el
esfuerzo de reorganización, recuperación y corrección hacia nuevas etapas.
Esta circunstancia constituye también un desafío; pero en tal sentido el reto es
para el país todo, no para un sector”.
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“El hallazgo del cadáver de una mujer mutilada, fuertemente atada, en aguas
del Río de la Plata, frente a Montevideo, reaviva el denominado `caso de los
asiáticos´ que conmovió recientemente a la ciudadanía uruguaya. Como se
sabe, desde abril y con cortos lapsos fueron hallados los cuerpos mutilados de
cinco hombres y una mujer, de origen asiático. Interviene Interpol en las
pesquisas y habría enviado las fichas dactiloscópicas de las víctimas a su
central, en París, para su identificación.
“(...) En los hallazgos anteriores, la muerte databa de por lo menos 20 días,
según determinaron los médicos forenses, pero en el encontrado ayer se
estimó que el deceso de la víctima se habría producido el último viernes.
“No se informó oficialmente sobre la posible identificación de la mutilada,
pero trascendió que la Policía Técnica Uruguaya habría logrado indicios
ciertos de que se trataría de una mujer residente en Montevideo, que
frecuentaba diferentes lugares nocturnos y que –hipotéticamente– podría estar
vinculada con una gavilla de narcotraficantes”.
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“`Por esa vía nos hemos ido confundiendo y hemos sido sido todos un poco
víctimas, porque se han trastocado los valores. Ese trastocamiento de valores
tiene otro calificativo que es el de la subversión, porque la subversión es
subvertir los valores, siendo la guerrilla solamente una consecuencia objetiva
de ello. Cuando los valores están trastocados, hay subversión.
Frente a ese flagelo que ha sido la demagogia y la subversión, hay un solo
antídoto: la autenticidad de nuestro proceso, que debe abarcar a todos y que
debe estar basado en la verdad´”.
“(...) La justificación histórica del proceso que vive nuestro país no sólo se
fundamentará por el término que puso a una determinada situación de cosas,
sino también por la implementación adecuada a su acción política en la
prosecución del bien común de toda la Nación”.
“(...) en el asesinar –con secuestro o sin él– y cualquiera sea el bando del
asesinado”.
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para decir que ha sido secuestrado –es decir, las horas que falta de su hogar–,
podrá alguien decir también que ha abandonado voluntariamente su casa; y
podría yo decir que su desaparición es también parte de esa maniobra de
desprestigio hacia el país, que ya he mencionado.
“Yo les agradezco esta presencia de una cantidad inusitada de periodistas
aquí, en el Ministerio del Interior, y les aseguro que la preocupación por los
presos, respecto de los derechos humanos y por la desaparición de personas
sean personalidades o sea el ciudadano argentino, es una preocupación
permanente del gobierno nacional (...)´”.
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toda la página a esta nota que difundía los principios del “exterminio” e
incitaba a la población a la desconfianza y la denuncia:
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“`(...) Y hoy más que nunca las FF.AA. tienen la convicción de su victoria.
Victoria en la que no se negociará con la sangre de nuestros héroes. Victoria
por la que, sin lugar a dudas, habrá vencedores y vencidos, para bien de
nuestra Patria y del futuro de nuestros hijos´.
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“(...) Señaló el sacerdote que `hay que rogar a Dios no sólo por los muertos,
sino también por las innumerables desapariciones que se conocen día a día´.
En el tramo final de su homilía, el padre Favre expresó que `en este momento,
debemos reclamar a todos aquellos que tienen alguna responsabilidad que
realicen todos los esfuerzos posibles para que se retorne al Estado de Derecho
que requiere todo pueblo civilizado´”.
“(...) Los cinco religiosos, tal como informamos en la víspera, habían sido
asesinados a balazos, mientras dormía, por delincuentes subversivos que
penetraron en la casa parroquial contigua a la Iglesia de San Patricio.
“Ese día, en la misma nota, se informaba del hallazgo de dos cadáveres
acribillados a balazos en Bahía Blanca, uno de Enrique Henrich, ex secretario
general del gremio gráfico, y otro de Miguel Angel Loyola, obrero gráfico del
diario la Nueva Provincia, que también había sido dirigente sindical. También
se informa de la inhumación de los restos de Angel Pisarello, el máximo
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En página 4 así, continuaba con el tema con una nota titulada ¿QUIÉNES
ERAN LOS ABATIDOS?:
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según es consenso en los más diversos sectores representativos del país. (...)
Está claro que el temario de los problemas acuciantes de la Argentina no se
agota con la subversión. Pero ante la guerrilla, perdidosa y desconcertada, que
acaba de sufrir la baja más importante, que da el último trecho para superar un
camino, lleno de violencia y de sangre, y para alejar a la Argentina de
cualquier posibilidad que la acerque al pasado”.
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“(...) Es decir, que involucra a todos los sectores. Que todos deben actuar,
pero hacerlo a partir de una voluntad que arranque del sentido de unidad
nacional que conlleva la dura batalla. De este modo la comunidad no sólo
otorga su consenso sino que actúa preventivamente cumpliendo con su deber
de ahogar a la guerrilla por falta de clima en qué desenvolverse.
“(...) Los discursos y mensajes del presidente de la Nación y las acciones
concretas de los mandos militares proporcionan los elementos que ayudan a
concientizar a los sectores sobre la necesidad de dar su respaldo a las armas de
la Nación”.
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perseguido por esa disolvente empresa –la destrucción del Estado y de las
tradiciones y creencias que éste se funda– la convierte en una acechanza de
máximo peligro. La sociedad argentina experimenta la necesidad de
defenderse de ese riesgo inaceptable. Y el Estado que la engloba y la vertebra
tiene el deber de organizar esa defensa recurriendo a los medios que están a su
disposición para tales emergencias”.
“Fue desbaratada una vasta red subversiva que tenía como centro operativo a
la Universidad Nacional del Sur, en Bahía Blanca, con ramificaciones en otras
casas de altos estudios donde los extremistas –en su inmensa mayoría
docentes universitarios– ejercía su penetración ideológica. Hay 17 detenidos y
más de 30 implicados prófugos.
“(..) El general Vilas tras recordar el pensamiento presidencial referido a la
erradicación de la subversión en todos los terrenos, incluyendo el cultural,
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“La extremista fue interrogada ante las cámaras de televisión por un oficial
del Ejército, quien se encontraba acompañado por dos estudiantes secundarios
que actualmente cumplen el servicio militar.
“(...) Aseguró que la JUP no era como decía una organización peronista,
sino marxista leninista y atea y que pretendía utilizar a la masa peronista para
el cumplimiento de sus fines”.
“(...) señaló que `la guerrilla ha sido aniquilada de la Argentina´. Añadió que
`existe una campaña de difamación contra los objetivos de la revolución del
24 de marzo, pero la realidad es que en este momento estamos tratando de
ordenar el país y ése es un proceso largo y difícil´. Afirmó que `en Buenos
Aires se vive normalmente y nada indica que exista una situación excepcional
´, y que las pérdidas de vidas `no son mayores que las que ocurren en los
demás países que luchan contra la subversión´.
“Añadió luego que `el pueblo apoya al gobierno en la lucha contra la
subversión´ y que la decisión militar de tomar el poder `fue bien recibida por
la mayoría del pueblo´.
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“`Las situaciones sociales que se puedan crear harán que la subversión tenga
mayor o menor eco, mayor o menor facilidad de reclutamiento. No van a crear
subversivos, pero sí serán caldos de cultivo para ideologías que han nacido a
despecho de las situaciones sociales. Hasta ahora –enfatizó–la mayor parte de
los elementos que se han detectado en el área subversiva no son precisamente
los del sector de bajos ingresos, donde puede haber mayores tensiones
sociales. Provienen de la clase media o alta, sin descartar que los haya en otros
estratos´”.
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“Para despedir a los infortunados agentes habló el jefe del Batallón Guardia
de Infantería, comisario Eduardo Cantero, quien expresó: ‘una vez más la
subversión apátrida enluta nuestras filas policiales. Nuevamente la sangre de
nuestros compañeros cae derramada en esta lucha sin sentido. Lucha que
libraremos sin cuartel para erradicar definitivamente a estos hacedores de la
violencia homicida y sin alma, sin Patria ni Dios’”.
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“El Comando del III Cuerpo de Ejército suministró ayer a la prensa los
antecedentes de los abogados Gustavo Roca y Lucio Garzón Maceda, quienes
se encuentran en EE UU y testimonian ante el Congreso de ese país sobre
supuestas violaciones de derechos humanos en la Argentina. Dichos
prontuarios señalan una trayectoria izquierdista y una estrecha vinculación con
las organizaciones declaradas ilegales en 1973–1975 y con la IV
Internacional”.
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“`Lentamente, casi como para que no nos diéramos cuenta, una máquina de
horror fue desatando su iniquidad sobre los desprevenidos y los inocentes, en
medio de la incredulidad de algunos, de la complicidad de otros y el estupor
de muchos´.
“Había comenzado la guerra. Una guerra –agregó– oblicua y diferente, una
guerra primitiva en sus procedimientos pero sofisticada en su crueldad, una
guerra a la que tuvimos que acostumbrarnos de a poco, porque no era fácil
admitir que el país entero se veía forzado a una monstruosa intimidad con la
sangre. Entonces empezó la lucha.
“`Todos tuvimos bajas. Hombres públicos y hombres anónimos, mujeres y
niños, civiles y militares, de las fuerzas de seguridad y de las policías, fueron
alcanzando hora tras hora, dolorosa notoriedad en las páginas de los diarios y
casi no hubo noche en la Argentina que no se cerrara con un llanto. (...) Lo
cierto, lo absolutamente cierto, es que aquí y en todo el mundo, en estos
momentos, luchan los que están a favor de la muerte y los que estamos a favor
de la vida.
“Y esto es anterior a una política o una ideología. Esto es una actitud
metafísica.
“Estamos combatiendo contra nihilistas, contra delirantes en la destrucción,
cuyo objetivo es la destrucción en sí, aunque se enmascaren de redentores
sociales. Por eso vemos sus inexplicables alianzas, por eso vemos sus
inexplicables víctimas, muchísimas de ellas sin valor estratégico ni táctico;
por eso los vemos escribir en las paredes : ¿Viva la muerte! Y esa es la única
vez que dicen la verdad. Así como en otros siglos ha habido pestes que
flagelaron al mundo durante mucho tiempo, así parece la humanidad de hoy
asistir a una novedosa y alucinante epidemia: la voluntad de matar. (...) Por
eso los que estamos a favor de la vida vamos a ganar. Porque mientras
nosotros luchamos para ganar la paz, ellos luchan para mantener la guerra. Por
eso los que estamos a favor de la vida no vamos a tolerar ningún pacto,
ninguna conversación, y aquellos ambiciosos melancólicos –si los hay– que
sueñan con persuasiones imposibles, no sólo serán considerados reos de alta
traición a la Patria, sino reos de alta traición a la vida. No vamos a combatir
hasta la muerte, vamos a combatir hasta la victoria, esté más allá o más acá de
la muerte´”.
Las declaraciones eran comentadas más abajo en un recuadro sin firma pero
de tono opinativo, en el cual el diario elogiaba y amplificaba las palabras
oficiales. El título del artículo era LA TAREA DE CONSTRUIR LA PAZ. EL
VALOR DE LA VIDA:
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“(...) Su muerte significa un duro golpe a la cúpula del grupo que integraba y
un nuevo paso para la erradicación del extremismo en el país, que se va
cumpliendo en forma sistemática tras la muerte de Mario Roberto Santucho y
de sus principales lugartenientes, que dirigían la restante organización
sediciosa”.
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porque depuso las armas o fue muerto. La explotación del éxito es la que
asegura que el enemigo no vuelva a aparecer; es la construcción vigilante de la
paz fecunda como máxima garantía que así será´”.
“(...)`La Patria nos diría (...) Te mando y tu debes ir, para arrancar
definitivamente del camino a otros que pretendiendo ser hijos míos no lo son
(...) tú como soldado `debes´ matar o morir, como última razón ante los que no
entienden razones, para que la vida continúe´”.
“La crisis contra la que lucha a brazo partido el país tiene diversas facetas y
expresiones. La subversión y la batalla que se libra contra ella corresponden a
una y otra. La virtual victoria alcanzada contra las distintas divisas guerrilleras
encuentra al pueblo bien pertrechado espiritualmente para dar apoyo moral y
logístico si así se requiriera a las tropas que están arollando al enemigo. Cada
ciudadano tiene conciencia de qué se trata, y de que integra la reserva que
podría ser llamada a filas (...) No obstante la fuerza moral y material con que
las acciones de la guerra ocupan el primer plano de la atención y la conciencia
de los argentinos, las facetas y expresiones de la crisis reclaman también la
presencia ciudadana. No pueden quedar relegadas. Es la condición de la
guerra de todos los tiempos y mucho más de esta actual, en la que ya en
derrota, el enemigo sigue atacando insidiosamente al frente interno. Después
de todo a él apuntó desde siempre, cuando se imaginaba victorioso, y al
mismo tiempo que intentaba el asalto a bases militares, extremaba un
extrapopulismo fáctico, a lo Robin Hood, distribuyendo alimentos o ropas,
robadas a los `ricos´, en las barriadas más pobres”.
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“(...) `Repito: lucha que no fue buscada, que nos fue impuesta y que hemos
aceptado con la convicción de llevarla hasta la victoria final. No va en esto
una petulancia; va la convicción de poder llegar a la victoria si contamos,
como hasta el momento, con el heroísmo de los hombres de armas, del cual
ustedes son también participes y de la comprensión del hombre común, que ha
tomado partido y que ha dicho no a la subversión´”.
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“Esta empresa, deseo destacar, fue asumida por el pueblo argentino que,
cooperando estrechamente con sus FF.AA., impidió que la subversión fuera
una alternativa de poder en nuestro país.
“El gobierno está satisfecho de los resultados obtenidos hasta el momento.
“Sin embargo sigue siendo una amenaza para la seguridad de los habitantes
de la Nación ya que trasciende el marco exclusivamente militar.
“Como todos saben, han sido desarticulados y descabezados, en las personas
de sus jefes, los aparatos de las bandas de delincuentes subversivos
denominados montoneros y erp–prt.
“En Tucumán, donde concentrando la mayor cantidad de hombres,
armamentos y recursos intentaron segregar parte del territorio de la Patria,
para enarbolar una bandera mercenaria, fueron aniquilados.
“(...) En el contexto de la lucha global que hemos encarado, erradicaremos
sus causas y eliminaremos sus efectos, saneando todos aquellos campos del
cuerpo social que fueron afectados por la acción disolvente de la subversión”.
“Hace exactamente dos años tres mil quinientos efectivos del Ejército
iniciaron, en Tucumán, la más vasta operación integral contra la guerrilla que
haya tenido lugar en el país”.
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“(...) Se ha dicho, con razón, que Tucumán fue el principio del fin de la
organización proscripta en 1973. Habría que agregar que en Tucumán el
ejército entró en operaciones respondiendo a una concepción integral del
problema”.
En ese mes el diario publicó una serie de notas recordando qué sucedía un
año atrás, relatando los hechos previos al proceso sin ahorrar dramatismo.
Para Clarín, la campaña de descrédito internacional era un hecho. No
reflexionaba demasiado sobre el tema, pero reproducía el argumento oficial
conspirativo. Sin embargo, siempre apuntaba a dar una imagen de estabilidad,
sobre todo en la economía. Destacaba que los créditos internacionales no
corrían peligro por el tema de derechos humanos.
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“(...) Preguntado sobre cómo se podría revertir esa equívoca visión que se
tiene de la situación argentina en Europa, dijo que `el problema radica en la
utilización masiva en medios de comunicación de Europa y Estados Unidos de
cierto tipo de prensa que está influida por grupos de agresión de tipo
extremista que están en directa conexión con agrupaciones subversivas que
actúan en el país y en otros países´”.
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“No admitimos los argentinos que Estados Unidos tenga mayor sensibilidad
que la nuestra para luchar por los derechos humanos.
“(...) No seremos más defensores que otros en la afirmación de los derechos
humanos, pero si tan defensores como el que más, partiendo de nuestra
situación particular y con nuestra propia metodología, dijo finalmente”.
“(...) Del desarrollo conceptual y fáctico surge que la Argentina está inmersa
en una guerra no querida, provocada por el ataque `fundado en teorías
surgidas en medios culturales distintos al nuestro sobre el mejoramiento social
´. `La lucha se ha dirigido contra la Nación toda, teniéndola como el objetivo
de esa agresión´.
“Para seguir órganicamente el razonamiento, interesa extraer este dato del
Panorama: `la metodología empleada ha incurrido en todas las violaciones
concebibles al ordenamiento jurídico y a la persona humana: asesinatos, robos,
secuestros, depredaciones, atentados, ataques al patrimonio nacional y a las
instituciones, etcétera´”.
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“(...) Un año más tarde continúa teniendo total vigencia la propuesta de las
Fuerzas Armadas. El general Videla señaló en un reportaje hecho por Clarín
hace apenas dos meses, cuál es la alternativa. O esa propuesta se desarrolla
más allá de sus enunciados generales, o el país vuelve a una situación que
cada vez más agravada se repite desde hace medio siglo”.
“(...) Por último, existe otro factor de no menor importancia que incide en la
acción de gobierno y en la marcha general del país. Se trata de la subversión.
Esta tremenda plaga, felizmente en notorio retroceso en todo nuestro territorio,
ha impuesto al Estado una sacrificada lucha. Las necesidades del combate,
aparte de distraer esfuerzos y energías, han determinado la adopción de
mecanismos jurídicos, excepcionales y de medidas de defensa de severos
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“La Corte Suprema de Justicia resolvió librar oficio al Poder Ejecutivo a fin
de que éste intensifique la investigación sobre el paradero y situación de
alrededor de 400 personas desaparecidas, cuyos letrados iniciaron recursos de
hábeas corpus.
“(...) Tras otras consideraciones, el pronunciamiento señala que `si, tal como
denuncian los presentantes, fueran numerosos los recursos de hábeas corpus
en los que las autoridades han contestado que las personas a cuyo favor se han
interpuesto no están registradas como detenidas, podría verse configurada una
situación que de hecho, equivaldría a una efectiva privación de justicia; y ello,
por causas totalmente ajenas a las funciones y competencia específica de los
magistrados a cuyo alcance no está poner remedio a aquella situación´”.
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“`La victoria final está próxima. El éxito de las fuerzas legales es el fruto del
decidido apoyo de la población. Estos hechos lo demuestran. Así habrá paz´.
De esta manera concluye el comunicado del Comando de Zona I a que se hace
referencia en esta página / que refería que había sido abatido el 29 de mayo
último Julio Roque, alias Lino o Mateo, la máxima conducción nacional de la
organización subversiva montoneros/.
“Los hechos demostrativos son los golpes infligidos a la subversión en los
últimos tiempos. Hasta ayer, las bajas causadas a las bandas terroristas en lo
que va del año totalizaban 325, número que podría ser más elevado,
considerando que en varios casos los extremistas trataron de ocultar sus
muertos y heridos”.
“(…) El país está embarcado en una cruenta lucha que es ante todo, una
defensa de la sociedad contra las fuerzas de la disgregación. Y esa lucha no
tendrá solución definitiva si sólo atiende a los efectos descuidando causas que
pueden recrear una y otra vez lo que se estima en vía de conclusión. Eso
implicaría dar inaceptable gratitud a muchas muertes y a mucho egoísmo ya
ofrendados en la empresa de preservación de la Nación. Es necesario extirpar
las raíces y ello implica avocarse al vital problema de la infancia y de su
educación a conciencia de que lo ocurrido hoy no debe ser una posibilidad del
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“El tema del diálogo se convirtió otra vez en el eje principal alrededor del
cual giró la semana política nacional. La alocución del presidente en Salta
dejó en claro además que las Fuerzas Armadas estaban abocadas a la
elaboración de una propuesta política que conduzca hacia una democracia
fuerte y estable”.
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“(...) Luego de expresar que había conversado durante su viaje `con una
amplia franja de la población y los gobiernos´, indicó que `aún falta mucho
para que se logre un total respeto por los derechos humanos en estos países,
pero debo reconocer que se está progresando en tal sentido´.
“Señaló que los gobernantes son conscientes de que deben encaminar su
política hacia una mayor liberalización y opinó que uno de los puntos débiles
existentes es el de la lentitud con que se tratan los casos que llegan a la
justicia, `de tal manera que los procesos se tornan extremadamente largos´.
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“Un documento dado a conocer ayer por los ciudadanos Frondizi, Frigerio,
Melchor Posse, etc. (dice):
“(…) `Hubo que actuar contra un enemigo solapado que acudió a la + guerra
sucia+ y exigió una respuesta no convencional. En el transcurso de esa lucha
se planteó el problema de los derechos humanos que preocupa a los
argentinos, comenzando por las propias Fuerzas Armadas, a la Iglesia y los
millones de hombres y mujeres del pueblo. En este problema distinguimos
aspectos, lo cual no amengua nuestra condena para quienes perpetran o
permiten los atentados´”.
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“(...) Videla comenzó explicando la situación del país y los esfuerzos que su
gobierno está realizando para restaurar todos aquellos valores morales y
políticos que son tan caros para Estados Unidos, como modelo de democracia.
“Mirando a Carter le expresó que, como ex hombre de armas que era
(recordando el paso del presidente norteamericano por la Armada de su país)
debía conocer las secuelas que deja una guerra, sobre toda una guerra sucia.
“(...) Se refirió luego a la distorsión que sufre la imagen argentina en el
exterior, hecho que fue admitido por Terence Todman.
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haya. Antes bien, reclaman cada vez con mayor énfasis y energía el aporte que
puedan ofrecerle los distintos sectores. Quedan excluidos, sin remisión
posible, quienes alienten la subversión, los delincuentes o quienes atenten de
cualquier forma contra los fines revolucionarios”.
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“(…) Los jóvenes tanto más los de nuestro país, soportan muchas veces con
visible angustia y siempre en forma directa la presión que sobre ellos ejercen
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los grupos subversivos. A lo largo de los últimos años, han dado buena prueba
de su voluntad de vencer esa agresión y encauzarse por el camino de la
construcción pacífica de la Nación y del desarrollo integral de su personalidad.
Este hecho en las actuales circunstancias alcanza un profundo significado.
“La invitación presidencial constituyó ya un reconocimiento concreto de la
presencia activa de la nueva generación en la vida nacional y puso de
manifiesto una vez más la preocupación que por el conocimiento y la solución
de sus problemas se tiene en el más alto nivel de la conducción gubernamental
(…)”.
“La Junta Militar restableció la posibilidad de optar por salir del país para los
detenidos a disposición del Poder Ejecutivo. La resolución fue reglamentada
por ley 21650, sancionada ayer, y se creó una Comisión Asesora del
presidente de la Nación, que estudiará caso por caso la aplicación de la ley”.
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“Si bien resulta evidente que el Estado nacional a través de su brazo armado
no puede disolver la responsabilidad estratégica de la defensa, ni enajenar la
potestad de control de la producción de materiales bélicos, ello no equivale a
que el Estado deba asumir por sí la producción de los materiales básicos para
su elaboración. Su deber consiste en alentar el crecimiento de la industria de
base, donde la actividad privada tiene el más ancho apoyo. (…) para
garantizar su fortaleza, el Estado debe monopolizar el poder, pero no las
actividades que mucho más eficientemente son realizadas por los diferente
sectores sociales que componen la Nación”.
“(...) `Para estas hordas marxistas –manifestó el jefe militar– sólo hubo un
obstáculo insuperable, las Fuerzas Armadas, que velando por la Patria,
supieron una vez más cumplir con su deber y salvar a la Nación´.
“Dijo luego que `se equivocan los que esperan que la acción de las Fuerzas
Armadas se limite al restablecimiento del orden normal a establecer algunas
proscripciones y algunas apariencias republicanas para volverse a los
cuarteles. Ello llevaría inexorablemente a que al poco tiempo tuvieran que
salir a destruir al marxismo nuevamente enseñoreado en los resortes
fundamentales de la nación, y a buscar nuevamente un camino sólido hacia la
república estable´”.
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llegará a Bs. As un verdadero aluvión turístico. El país será (lo es, ya) noticia
importante en el interés de un mundo que habitualmente sólo pone su atención
sobre nosotros en relación con los actos de terror y las versiones sobre
violación de derechos humanos. Llevar adelante el certamen constituye un
triunfo sobre la subversión, que trató de quebrar la moral del país para impedir
su realización.
“Oportunamente decidió defender su derecho a ser sede del Mundial.
Mantuvo ese criterio pasando por encima de las más arduas dificultades. Esa
posición es ya irreversible, cuando el costo de preparación de la
infraestructura requerida se ha elevado muy por encima de los cálculos
iniciales. Frente a estas circunstancias, los recortes presupuestarios harán las
mayores economías posibles hasta el límite de dejar a salvo sólo lo
imprescindible en un marco de dignidad nacional. En otras circunstancias, si
el país hubiera alcanzado un punto de franca expansión, llevar adelante el
esfuerzo sería un resultado natural del proceso.
“De ahora en más ya no hay camino de retroceso. Lo importante es rescatar
cuanto se pueda de una inversión que la Argentina no podía hacer sin provocar
que cedieran sus prioridades naturales. Asimismo se trata de verificar la mejor
manera de utilizar a pleno las obras emprendidas. E introducir en su
construcción futura y uso presente un criterio de racionalidad.
“Existen obras de infraestructura que eran ya impostergables. El
compromiso del certamen forzó su apresurada realización; es el caso de la
remodelación del Aeropuerto Internacional de Ezeiza, la ampliación de
algunas carreteras o la construcción de importante hoteles para cubrir su
notable insuficiencia. La Argentina asimilará este esfuerzo, que si bien no
sigue un estricto orden prioritario para un país que debe reconstruir sus
estructuras desde la base, corresponde a necesidades incuestionables.
“Otras obras se llevan adelante cumpliendo exigencias del organismo
internacional que patrocina el concurso deportivo. Ese es el caso de la
requerida televisión en colores, tan postergada como fuera del alcance
nacional. No contar con tales elementos señala el atraso relativo del país. Al
cabo, deberá estudiarse si la TV en colores no forma ya parte ineludible del
sistema privatizado. Agregada esta característica y preservando dentro de ella
los valores de la cultura, la inversión formaría parte de la obligada
reorganización nacional.
“Finalmente, la construcción y ampliación de estadios agiganta un defecto
de la infraestructura del deporte-espectáculo. Se trata del alto porcentaje de
capacidad ociosa de esas enormes graderías ocupadas por el público con una
periodicidad mucho menor incluso que las de las espaciadas fechas fijadas por
los almanaques del campeonato. Es este un viejo problema ahora agravado. La
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“(...) Indica `que comprendemos bien que vuestro país experimenta una
etapa política difícil y que los casos de los periodistas desaparecidos no
siempre son de fácil solución´ y envía sus `mejores deseos de éxito en los
esfuerzos que realiza vuestro gobierno para devolver la paz y la tranquilidad a
su querido país´”.
Similar tono concesivo tiene la nota elevada a la Junta Militar por Deolindo
Bittel, Italo Argentino Luder, Angel Federico Robledo, Manuel de Anchorena,
Miguel Unamuno Ricardo Guardo y Oscar Albrieu, en la que se pedía
información de la situación de presos “por motivaciones políticas”. El diario la
presentaba así:
“`Esa lista no fue confeccionada por el gobierno de Carter sino por tres
grupos independientes que la hicieron llegar a la Casa Blanca´, aclaró el
embajador estadounidense”.
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“(...) El tema de los derechos humanos fue tratado desde ciertos, muy
esclarecedores datos. Abordar el caso resultó más fácil aun en medio de sus
grandes permanentes dificultades, al hacerlo con gran franqueza pero sin
connotaciones políticas partidistas como las que se filtraron en oportunidades
anteriores durante la visitas de Todman y la señorita Derian. Pudo apreciarse
hasta qué punto es difícil lograr el monopolio de la represión cuando desde las
filas del extremismo, preferentemente de derecha, se lo quebranta para llevar
el actual proceso por rumbos distintos de los queridos por el gobierno de las
Fuerzas Armadas.
“Lo positivo ha sido el nivel de franqueza de los diálogos producidos por el
secretario de Estado, Cyrus Vance, con las autoridades nacionales,
condicionados por la visión que sobre el tema mantiene el presidente Carter.
Las respuestas oficiales tomaron en cuenta ese dato, preservando firmemente
el derecho nacional a reservarse en forma absoluta la toma de decisiones
internas en ese campo como en cualquier otro. Se reconoce sin embargo que
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sociedad argentina han sido dañados . ¿Cuáles son las perspectivas de volver a
una situación más normal y legal al respecto?´. El presidente de la Nación
admitió que existe en el exterior una imagen argentina `que nos es
desfavorable´, explicándola en la `desinformación´, el `desconocimiento´ y en
una campaña internacional que tiende a aislar, mediante la exageración, a la
Argentina. Agregó que `las fuerzas Armadas salen en defensa de la ciudadanía
atacando, como medio de defensa, al terrorismo subversivo; es decir, se
plantea prácticamente una guerra, que es un hecho tremendo; en ella hay
sobrevivientes, hay heridos, hay lisiados, hay muertos y a veces hasta
desaparecidos´.
“Luego afirmó: `La lucha armada está llegando a su fin. Quiero que se
entienda bien: no está llegando a su fin el poner término a los excesos de la
represión; lo que está llegando a su fin es la lucha armada contra elementos
armados de la subversión´. La pregunta se refería a los excesos de la represión
contra importantes sectores de la comunidad argentina y a cuándo estos
sectores podían entrar en la normalidad. `Yo quiero significar que la
ciudadanía argentina no es víctima de la represión. La represión es contra una
minoría a quien no consideramos argentina y en esta represión aún aceptamos
que pueda haber habido exceso, pero ésta no es la norma en nuestra acción, ni
la propiciamos´.
“Al ser interrogado, sobre la situación de tres personas, Jacobo Timerman,
Héctor Hidalgo Solá y Claudia Grunberg, el teniente general Videla, luego de
afirmar que `la vocación democrática cristiana y occidental que pueden tener
los pueblos de Europa no es superior a la nuestra´, subrayó que Timerman `no
está detenido por ser judío´, sino porque `no está del todo clarificada su
relación con un grupo económico que si estaba discretamente relacionado con
la subversión y es el grupo Graiver´.
“(...) Interrogado sobre la cantidad de detenidos por actos de subversión, el
teniente general Videla dijo que `yo sé que en Europa se comenta que en la
Argentina hay no menos de treinta o cuarenta mil personas detenidas´. Dijo
seguidamente: `Yo voy a dar solamente un dato: nuestros establecimientos
carcelarios, aun en las peores condiciones de hacinamiento, de aglomeración,
pueden admitir cinco mil personas´.
“`Con referencia a que en Argentina habría campos de concentración –dijo–
en cuyo caso no sería válida esta cifra de lo que aceptan nuestras instituciones
carcelarias, yo niego rotundamente que existan en la Argentina campos de
concentración o detenidos en establecimientos militares más allá del tiempo
indispensable para indagar a una persona capturada en un procedimiento y
antes de pasar a un establecimiento carcelario´. `Yo vivo con mi familia en
una zona militar y estoy seguro de no vivir en un campo de concentración.
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“(...)`La paz –lo hemos dicho y repetido– debe ser ganada. Pero una paz que
merezca ser vivida, y por eso, para nosotros, la paz que deseamos vivir no es
el olvido de aquellos que, a través de la violencia de uno u otro signo, fueron
justamente quienes quebraron nuestra paz´.
“(...)`Para nosotros, la paz que queremos y deseamos vivir tampoco es la
tregua contra aquellos que aún hoy pretenden perturbarla a través de la
destrucción e incluso de la muerte´”.
Videla pronunció este discurso en Caucete, San Juan y el diario opinó sobre
el hecho en el recuadro SIGNIFICADO DE UNA PRESENCIA, a través de su
enviado especial, Jorge Gottling, quien destacaba que Videla hubiera viajado a
esa localidad afectada con su “presencia solidaria”:
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toda “la ciudadanía” el apoyo que el diario daba a la dictadura, de la que decía
que “nadie puede discutir el imperio absoluto del estado de derecho”. Ese
universo de apoyo “tácito” era definido como un “organismo social”,
aplicación de teorías organicistas a las ciencias sociales:
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“(…) El país está entrando, con plena conciencia, en la segunda etapa del
PRN. Vive un periodo de transición que involucra la doble perspectiva de una
institucionalización a regir durante el cambio, sólida, clara pero provisional; y
otra, aún menos definida y estudiada pero sobre la que descansará su futuro
(…).
“La apertura de la perspectiva institucionalizadora en los dos pasos que
implica genera una vocación renacentista de la partidocracia. Lo curioso es
que en los dos años transcurridos, sus dirigentes y cuadros no parecen haberse
ubicado en una posición diferente de la que mantenían en vísperas del 24 de
marzo de 1976. (…) Resulta significativo. Muestra hasta qué punto el país está
necesitando un cambio total para que su expresión política se modifique en un
sentido claramente constructivo”.
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Días después el diario difundió una medida que buscaba lavar la imagen del
gobierno, presentada oportunamente en el día del periodista. El 6 de junio de
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“El Poder Ejecutivo derogó ayer dos decretos por los que se limitaba la
difusión de noticias en el ámbito nacional: el 587 73 impedía a las agencias
extranjeras difundir información local dentro del país y el 1.273 75 prohibía la
reproducción por parte de la prensa argentina de comentarios llegados del
exterior, referidos a la situación nacional.
“(...) El contralmirante /Rubén/ Franco /secretario de Prensa y Difusión de la
Presidencia/ explicó en su alocución que el gobierno derogó los decretos
mencionados `con la plena convicción de que a pesar de las distorsiones en
que podría caer un periodismo que se desempeñe en un ámbito de plena
libertad, se debe aceptar el reto seguros del triunfo, simplemente porque la
razón no existe´”.
Sin embargo, la economía era la vía por la cual se empezaba a romper la red
de contención informativa. El 7 de junio de 1978 en la página 4 se
reprodujeron las siguientes declaraciones oficiales desde Washington:
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“(...) Por otra parte, un vocero del Ministerio del Interior señaló ayer el
desagrado que causó en ese ámbito el comentario editorial de un matutino
publicado en la víspera y que incorpora el nombre de Delgado a la nómina de
periodistas desaparecidas víctimas de la violencia política.
“Como se recuerda, la Dirección de `El Cronista Comercial´ comunicó el
lunes por la noche, en forma oficial, acerca de la desaparición de Julián José
Delgado. Según lo informado en la oportunidad, el nombrado desapareció el
domingo 4 de junio, en horas de la tarde, poco después de haber visitado a un
médico”.
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Justo debajo, había una nota referida a “las dos monjas francesas
desaparecidas en la Argentina en diciembre de 1977”:
El tema de los derechos humanos había adquirido a esta altura del Proceso
un peso específico importante. Clarín daba cuenta de ello, pero nada
reclamaba, aún cuando se transcribían declaraciones de grueso tenor, como las
que concluían la nota citada:
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“(...) Hemos comprobado, una vez más, que el ser nacional existe y tiene
acusadas características.
“La organización internacional, que alimenta a la subversión y a la guerrilla
en distintos países, ha hecho su más cruenta experiencia en la Argentina. No
obstante, en desenfadada crueldad, cuenta fuera del país con un apoyo
propagandístico que incluye complicidades atadas necesariamente al apoyo
logístico que opera tras ellas. A esta altura del certamen, se encuentran frente
a realidades incuestionables. La primera está dada por la adhesión popular a la
substancia del país, sin concesiones. Resulta claro que la subversión
constituyó un brote que tuvo efímero apoyo político, sin arraigo en las masas.
Es igualmente claro que está derrotada. También que la conciencia de la
victoria se encuentra difundida en todos los niveles del poder y del pueblo.
Sólo así pudo llevarse adelante, con discreta y eficaz vigilancia, una serie de
espectáculos multitudinarios por naturaleza. Por supuesto que la Argentina,
como cualquier país del mundo, está expuesta al eventual hecho violento, pero
lo que ha quedado en evidencia es que toda la propaganda montada para hacer
caer al Campeonato en el vacío no sólo fracasó, sino que es contraproducente.
Ya asoma el día siguiente; se acerca, irremisiblemente, la vida después del
campeonato. Es necesario que el espíritu aparecido perdure y se fortalezca,
que no caiga en languidez tanta experiencia acumulada. (...) De ahora en más,
en la conciencia del pueblo la realización de la competencia será motivo de
didácticas alusiones: si llevamos adelante el campeonato, ¿cómo no
arreglaremos la cuestión hospitalaria’, podrá decirse. De igual manera
parecerán más cercanas las metas requeridas en comunicaciones y
ferrocarriles o, elevando las miras, acero, petróleo, química pesada y celulosa.
El país ha tomado conciencia de que puede hacerlo”.
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“`El Mundial ha terminado, pero no hay que arriar las banderas´, decía, en
una expresión cargada de símbolos, uno de los millares de carteles que la
compacta muchedumbre alzaba en la noche del domingo.
“(...) Era más directa, pero no tan elocuente como la respetuosa alegría de
millares de hombres y mujeres, ricos y pobres, viejos y jóvenes, políticos y
apolíticos, que corrieron por las calles de la Argentina gritando la expresión
del triunfo, sin deslizar una sola agresión.
“Era menos personal, pero igualmente sintomático, que ese grupo de jóvenes
estudiantes que ayer se reunió frente a la plaza de Mayo para exigir que los
saludara el presidente Videla, el menos carismático de los líderes militares
argentinos, configurando una expresión pública que solo se había tributado
antes a Perón, el más importante de los caudillos populares desde Hipólito
Irigoyen”.
“En ese cuadro pitando solo en breves parcelas, no cabe otra conclusión
política que la que indica que en la Argentina renació la paz.
“El Mundial de Fútbol, la condición nacional de campeones del mundo, le
ha ofrecido adicionalmente al país la oportunidad de cancelar la guerra que
laceró los tejidos del cuerpo social.
“La subversión y su contrarréplica –la intolerancia ideológica de todo signo,
en fin–, construyeron en los últimos años el grotesco edificio de la violencia y
del odio politico, la única condición capaz de empujar a un país hacia la
regresión.
“(...) Se ha dicho en los últimos tiempos, una y otra vez, que a la Argentina
le faltaba una mística nacional que no encontraba tal vez, desde el centenario
de la Independencia, en 1916.
“Pero, sobre todo en los últimos años, debe aceptarse que ni siquiera uan
gran obra pública hubo como para despertar la expectativa general.
“Puede decirse que el reencuentro actual de los argentinos fue obra de
muchas cosas juntas.
“Saber, por ejemplo, que el país es capaz de cumplir con los requisitos que
exigía las espectaculares obras del Mundial, que la Selección nacional –centro
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“El general Videla dijo también que `aquellos que han caído murieron en
combate armado con las fuerzas de seguridad y aquellos que han desaparecido
–y son una realidad, como lo he dicho antes– pueden haber desaparecido por
una variedad de razones´.
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“(...) El proceso puede (...) clausurar el tiempo designado por las medidas
excepcionales a partir de una simple certeza: la sociedad misma está en
condiciones de expulsar la aventura subversiva para defender el sistema.
“(...) Este tema fue tratado por los militares. Estuvo por ejemplo, en la mesa
alrededor de la cual se sentaron el martes altos mandos del Ejército. Estuvo
también en algunas consultas no formales en la cúpula de la Fuerzas Aérea.
Hubo dos conclusiones: a) Los nombres de los muertos se conocen en su
mayoría a través de los comunicados que se difundieron por los
enfrentamientos con subversivos. b) En el caso de los desaparecidos, la
información es imprecisa aún, sobre todo tras la guerra que no fue siempre
limpia y que tuvo rasgos de especial crueldad (...).
“(...) La Comisión de Derechos Humanos de la OEA pidió precisiones sobre
la invitación argentina para que visite el país, en una actitud que se entendió a
mitad de camino con la aceptación y el rechazo de la decisión del gobierno
nacional.
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“(...) Sólo una gran dosis de fantasía política puede ignorar hoy el
cuestionamiento que la Argentina padece en muchos países del bloque
ocidental por el problema del respeto a los derechos humanos. (...)
“Por otra parte, si la Argentina antepone a aquel cuestionamiento por los
derechos humanos la categoría de una lucha decisiva contra la subversión en
Italia es, tal vez, el lugar de occidente donde más comprensión puede
encontrar”.
“Si hubiera que definir el tiempo que vivimos por su rasgo sobresaliente,
elegiríamos la palabra cambio. En efecto, la modificación de la situación va
más allá de las meras transformaciones institucionales que establecen un
esquema de poder para el presente mientras determina el futuro. Se trata de un
ordenamiento del Estado y de la sociedad que abarca desde la paz institucional
hasta la distribución de la riqueza, pasando por las normas de educación y
conducta. Implica una filosofía de vida, un código de ética (...)
“Ya Ortega y Gasset, más llanamente todavía, expresaba lo mismo al decir
`política es tener una idea clara de lo que se debe hacer desde un Estado con la
Nación´. Ello implica la acción concreta de diversos grupos, disputándose el
poder o el allanamiento de todos ellos al gobierno, de un sector. En cuanto a la
planificación, debe abarcar a toda la Nación, es decir a todos los grupos
humanos que la componen y a las distintas regiones que la conforman (...).
“Esta acción política en curso necesita un campo para actuar y surtir efecto.
Una porción importante de sus objetivos se cumplieron por la simple
presencia de las Fuerzas Armadas en el poder, que resultó un factor ordenador
sin necesidad de desplegar instrumentación alguna. Bastó que asumieran el
gobierno de la Nación en forma ordenada y tranquila para que sosegaran y
ordenaran a la comunidad toda en sus variados ámbitos. La voluntad de
acatamiento a sus disposiciones por todos los sectores de la comunidad,
determinará este resultado positivo expresado rápidamente al hacer
desaparecer la indisciplina en el trabajo entre otros factores de desorden. Este
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“(...) b) (...) similares medidas fueron adoptadas para con Brasil, El Salvador
y Guatemala. El presidente Carter promulgó la legislación no sin antes
expresar el desacuerdo de su gobierno (...)”.
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“(...) Atrás han quedado ahora todas las insidiosas maniobras orquestadas
desde el exterior para impedir la concreción de la convocatoria. En ese
sentido, la respuesta que ofrecen el número y la calidad científica de primer
orden de quienes hoy participan de aquella, eximen de más prolijas
consideraciones (...)”.
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“En el documento dado a conocer ayer por los obispos es posible hallar la
casi totalidad de los problemas que aquejan a la comunidad nacional. No sólo
eso. El texto pastoral contiene también las propuestas para arribar a las
soluciones que lo constituyen en una auténtica contribución.
“(…) Las jerarquías no obviaron tampoco la angustia que ocasiona en la
comunidad la falta de vigencia plena de un estado de derecho.
“(…) Y también puntualizar que ninguna sociedad que, como la Argentina,
haya sido conmovida por el fenómeno de la violencia, puede pretender
recomponer su cohesión sin la capacidad para el perdón, una de las virtudes
más caras al espíritu cristiano.
“Esta tarea común de construir la paz en el orden interno, debe ser
complementad con un esfuerzo similar en el marco externo, donde aquella se
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“(...) Agosti nunca fue tan directo y novedoso como cuando abordo un tema
espinoso y difícil al hablar de la lucha contra la subversión. Veamos. `Hoy, el
combate ha terminado y todos debemos aceptar y ejercitar la convivencia
pacífica; el disenso sin violencia y el imperio de la justicia. El monopolio de la
coacción es un atributo del Estado y ningún esfuerzo debe escatimarse a
reimplantar totalmente su ejercicio´ (...).
“Esas palabras que llegan oportunas y reconfortantes en una ciudadanía
todavía conmovida por el secuestro y la muerte de la diplomática Elena
Holmberg.
“(...) Hasta el embajador de los EE.UU. Raúl Castro habló con Videla para
expresarle sus condolencias por esa muerte.
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“No puede descartarse que el tema de los derechos humanos haya sido
tocado en su globalidad conociendo que este tema preocupa desde hace
tiempo al diplomático estadounidense, (que) recurre generalmente al trámite
silencioso para evitar las espectacularidades que puedan debilitar la relación
entre ambos países (...).
“En fin, todos estos temas –Chile, Brasil, la economía, derechos humanos–
integrarán el informe que el presidente deberá hacer a la Junta a mediados de
marzo (...)”.
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“(...) A todo esto la diplomacia argentina se prepara para la visita que hará al
país la CIDH de la OEA en mayo.
“Se sabe que entraron en la etapa decisiva las tratativas con el gobierno de
México por la situación de Cámpora, asilado en su embajada desde el 24 de
marzo.
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“Por lo que se conoce, antes del final de esta semana, el gobierno mexicano
deberá reponer a su embajador en la Argentina.
“Es posible también que dentro de muy poco se le permita abandonar el país
a Jacobo Timerman, bajo arresto domiciliario.
“Desde los derechos humanos a la apertura política prometida, desde el
difícil frente externo a la agitación de los políticos, configuran la versátil y
ardua realidad.
“Importa el debate sobre el futuro lejano como importa la coyuntura.
“Por eso, para no pecar de ingenuidad política, con esa realidad deberá
trabajar el gobierno de los militares”.
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“(...) Debe consignarse que la CNT sostiene que para dentro de 30 días
habrá hechos internacionales concretos que harán más viables las medidas de
fuerza. Para entonces, estará por empezar la Asamblea Anual de la OIT y será
inminente la visita de la CIDH, elementos que no han dejado de ser
computados por la dirigencia sindical (...)”.
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“(...) Hay un dato que debe retenerse en esta decisión del gobierno por la
alternativa dura. Para los militares, no se puede tender aún una línea divisoria
entre los tiempos de la lucha anti subversiva y los que se viven. Se piensa que
todavía pueden haber elementos extremistas replegados momentáneamente
que tal vez reflotarían en el marco de un movimiento de fuerza.
“Es necesario contabilizar ese dato, porque de alguna manera condiciona
aún el proceso político. Se esté o no de acuerdo con esta apreciación, es una
realidad palpable en el cuadro que gobierna (...).
“Es insólito que después de tomar la resolución, se hayan quedado en sus
casas y hayan concurrido a una citación oficial en el Ministerio de Trabajo
donde luego fueron detenidos (...).
“(Se) desmintió también que hubo total acatamiento a las conducciones o los
sectores donde hay un contacto permanente entre los dirigentes y las bases.
Tales los casos de las grandes industrias metalúrgicas de Avellaneda –que no
pararon– y los de gremios chicos, como molineros y cerveceros, que se
condujeron con una actitud disciplinada en todo el país”.
“El paro del viernes trazó una línea divisoria (...) Primatesta pidió por los
detenidos y expresó preocupación de la Iglesia por la situación económica.
“(...) Este problema forma parte de otro general y con consecuencias más
vastas: la detención de los sindicalistas desencadenó una fuerte fricción con el
gobierno norteamericano.
“La nota de `desagrado´–técnicamente no alcanzó la categoría de una
protesta formal– calificó de `intromisión´ la reacción de Washington por la
detención de `los 25´, algunos de los cuales han cultivado una especial
relación con AFL-CIO (...)”.
“(...) La tercera vertiente estuvo dada por el sector verticalista ortodoxo, que
adoptó una actitud abstencionista aunque apoyando lo actuado por el resto de
los dirigentes. Este último grupo es el más duro de todos y lo aflige la
situación de los dirigentes gremiales presos. Este problema está complicando
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“¿El poder militar está dispuesto a iniciar el largo camino hacia la solución
política? Si es para llamar a elecciones (la respuesta) será negativa.
“Hay otro tema que (absorbe la preocupación militar): La nueva etapa de la
lucha contra la subversión (...).
“La acción está encaminada al plano ideológico ya que se considera a la
guerrilla virtualmente derrotada en el plano militar (...).
“Se sabe que los militares han detectado, fundamentalmente, la acción
subversiva en el estamento estudiantil universitario, en algunos sectores
obreros y en ciertos movimientos vecinales.
“En este asunto, las Fuerzas Armadas canalizarían tanta atención como la
que le dedicaron al conflicto del Beagle se anticipó en fuentes castrenses (...)”.
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“El gobierno del presidente James Carter expresó ayer su `sorpresa´ ante los
repetidos allanamientos de las sedes de entidades argentinas dedicadas a la
promoción de los derechos humanos.
“(...) `El viernes pasado–expresa el documento–la policía argentina ingresó
en las oficinas de tres grupos dedicados a los derechos humanos en Buenos
Aires y se incautó de los antecedentes que esos grupos habían preparado para
la Comisión que tiene programada una visita a la Argentina.
(...) `Destacamos que el gobierno argentino extendió la invitación a la
Comisión con la promesa de cooperar sin reservas con ella, en consecuencia
nos sorprenden los informes, más aún cuando se producen en vísperas de la
gestión de la Comisión´”.
“(...) También se agregó que la orden había sido dada por el juez Martín
Anzoátegui, en relación con una causa que investiga en su juzgado sobre
desaparición de una joven, caso en el que prestó juramento su madre.
“La señora en su testimonio, señaló la información, consignó haber sido
aconsejada para engañar con datos imaginarios a las autoridades judiciales y
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En este período Clarín empezó a darle una mayor cobertura al tema de los
derechos humanos, aunque sin dejar de incluir la visión oficial respecto de la
“necesariedad” de los métodos empleados en la acción represiva de Estado y
la tesis de “la guerra sucia”.
El diario se convirtió en un informador profuso de la visita de la CIDH pero
esa cobertura era un campo para instalar la versión oficial. Apenas se filtraba
algún comentario sobre los familiares de desaparecidos, nunca se le daba
“voz” a estos grupos, aún cuando se publicaban dos fotos borrosas de quienes
hacían largas colas frente a la sede de la OEA donde la CIDH recibía las
denuncias por desapariciones. Para Clarín era un dato anecdótico que le servía
para mostrar “el contraste” entre esos grupos y otros que festejaban la
obtención del mundial juvenil.
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“(...) En otro momento de la diaria rueda de prensa que mantiene con los
periodistas acreditados ante la Casa Blanca, Reston dijo, también, que las
autoridades de Washington estaban tratando `de verificar la autenticidad´ de
denuncias sobre supuestas matanzas de presos políticos argentinos, previas a
la visita que realizará la Comisión Interamericana de Derechos Humanos
(CIDH) a Buenos Aires y presuntamente destinadas, según lo denunciado, a
demostrar la inexistencia de prisioneros por razones políticas en el país”.
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“(...) El texto señala que para cumplir `con esa finalidad, la Comisión invita
a las instituciones políticas, religiosas, humanitarias, profesionales,
empresariales, sindicales, gremiales, etc, que deseen presentarle su testimonio,
a que soliciten en las oficinas que la Comisión tendrá en Buenos Aires (..)´.
“Asimismo, agrega, la Comisión invita a todas las personas que consideren
que alguno de los Derechos y Deberes del Hombre le han sido desconocidos, a
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“–¿Usted cree que terminará con los problemas de las desapariciones y las
denuncias sobre éstas, la nueva ley que se promulgará para reducir el periodo
de ausencias por presunción de fallecimiento?
“–En múltiples casos sí. En otros casos eso queda librado a las decisiones de
los familiares de cada uno de ellos. Es decir, entender si se han aceptado o no
dichas alternativas”.
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“(...) Poco antes del arribo de la Comisión a esa zona, millares de papelitos
con la bandera argentina impresa y la leyenda `Los argentinos somos derechos
y humanos´ fueron lanzados en la Plaza de Mayo”.
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La nota estaba ilustrada con una foto oscura, sacada desde lejos, que
retrataba la avenida congestionada de autos y en segundo plano, contra la
pared, una abultada fila de personas: El epígrafe aclaraba: Una larga hilera de
familiares de desaparecidos se formó en la jornada de ayer ante la OEA para
formular denuncias.
La crónica refería un detalle que mostraba hasta qué punto se seguía
haciendo inteligencia desde el gobierno:
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“Algún día, cuando otras generaciones pregunten cómo fue todo esto que
vivimos hoy, podrá desglosarse el viernes 7 de setiembre de 1979 como una
síntesis.
“(...) La mañana tibia del final del invierno se estremeció con los goles
argentinos en Tokio. Las calles fueron una fiesta protagonizada, en gran
medida, por los estudiantes secundarios, que llenaron de ruidos la ciudad al
son de bombos y estribillos.
“Esos contingentes frenéticos desembocaron en la plaza de Mayo y
reclamaron la presencia del Presidente.
“Por segunda vez en lo que va de su mandato, Videla salió al balcón de la
Casa Rosada para saludar. Lo hizo una vez y fue instado a repetir el gesto,
pero en eso prevaleció la habitual moderación del Presidente. `No, no, ya es
suficiente´, les dijo a sus colaboradores.
“(...) En algún momento, esas manifestaciones de alegría se confundieron en
la Avenida de Mayo, con los familiares de los desaparecidos que hacían cola
frente a la sede de la OEA para formular sus denuncias. El contraste nunca fue
más nítido”.
“(...) Suponer que alguno de estos episodios son más datos de la realidad que
otros, sería tan subjetivo como creer que la guerra contra el flagelo subversivo
dejó víctimas de un solo lado.
“En esto, debe reconocerse que la clase política argentina se ha exhibido con
un alto grado de madurez y conciencia.
“Ayer mismo, tres expresiones distintas de la política argentina como lo son
Lanusse, Balbín y Lorenzo Miguel coincidieron en una sola cosa; hay dolor en
uno y otro lado del cuadro social, que debe compartirse y comprenderse; hay
que mirar el pasado sólo para recoger sus experiencias en la tarea de construir
el porvenir.
“(...) Aunque ninguno de los que participaron en esa reunión habló luego de
lo que pasó, se sabe que Videla comenzó por plantear la legitimidad del
proceso en un “estado de necesidad” nacional. También habría dicho, “para
cumplir con un ideal del pueblo argentino, cual es el de desembocar en una
democracia, camino idóneo para que transite el tradicional estilo de vida
nacional”.
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“(...) Piensa Alfonsín que `la Argentina está siendo empujada hacia un
colapso ético por los partidarios de la violencia de uno y otro signo. En efecto
–agrega– tanto quienes la ejercitaron con la empresa de superar injusticias
como quienes desde otro campo la justifican, porque resulta una manera de
+hacer justicia+, no son sino una cara y ceca de una misma deshumanización´.
“(...) Afirma Alfonsín que `la metodología del terrorismo constituye una
expresión repugnante que el Estado debe sancionar´ y que `la actividad
represiva del Estado no debe atentar contra la vida, los derechos y el honor de
los ciudadanos´”.
“(...)`La guerra total que hubo que librar hasta que las Fuerzas Armadas y
pueblo argentino juntos lograran el triunfo sobre la subversión apátrida y las
inevitables secuelas de esta guerra´.
“`La situación actual de paz, orden y plena ocupación y la necesidad de
consolidar esta realidad´”.
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“(...) `¿Por qué ahora, se oye este coro altisonante voceando inquietudes
presuntivas sobre nuestro quehacer nacional que por ser tal debiera ser de
incumbencia exclusivamente nuestra? ¿Cuál es la razón para que, con tanto
retardo, haya aflorado dicha supersensibilidad y, por otra parte coincidente
con la derrota de la delincuencia subversiva´
“`Quizá los deudos y los que viven mutilados por actos del terrorismo
necesiten estas respuestas. Tal vez, las tareas indagatorias de esa comisión + in
loco+, debieron iniciarse con esta explicación, públicamente, para despejar en
el pueblo las dudas y el malestar que vuestra presencia en el país suscita...´”.
“El documento indica, entre otras cosas, que`la juventud argentina repudia
todos aquellos actos que atenten contra la vida, la seguridad y la libertad de las
personas, y siente una particular repulsión por el crimen´.
“La declaración incluye nóminas de personas desaparecidas, así como los
distintos porcentajes de jóvenes estudiantes y obreros incluidos en ellas.
“Sostiene la presentación hecha ante a CIDH que `la Asamblea Permanente
por los Derechos Humanos, la Liga Argentina por los Derechos del Hombre y
el Movimiento por los Derechos Humanos, tienen registrados 5.470 casos de
denuncias de desapariciones hasta el mes de junio de 1979´.
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“A renglón seguido afirman los dirigentes juveniles que `de dicha cantidad
se tiene registrada la edad de 3.480 casos, de los cuales 2.585 casos
corresponden a víctimas menores de 30 años´.
“`De lo que se deduce –acota– que existe una elevada proporción de jóvenes
desaparecidos, más precisamente el 75 por ciento de los casos registrados con
conocimiento de la edad, siendo que seguramente esa misma proporción se da
en los 1.980 restantes´”.
“(...) Hay un dato político real, del cual debe partirse: el documento de Bittel
erizó, en un grado inédito hasta ahora, la piel militar.
“¿Por qué?
“Por dos razones simples:
“El documento pone el acento, excluyentemente, en los excesos de la
represión y no tiene en cuenta la amenaza de disolución nacional que
constituyó, en su momento, la aventura subversiva.
“Se refiere al gobierno militar como si fuera, poco más o menos, una fuerza
de ocupación política, con lo cual cuestiona su legitimidad.
“La legitimidad del gobierno, fundamentada en el `estado de necesidad
nacional´, había sido reconocida hasta ahora por todas las expresiones
políticas argentinas, incluido el peronismo.
“Con respecto al gobierno, destaca que `finalmente prevaleció el criterio de
ejercer solamente el derecho a réplica, sobre todo porque existe un
compromiso del gobierno con la Comisión de Derechos Humanos de no
practicar ninguna represalia sobre las personas que declaran ante ella´.
“(...) Debe reconocerse, en efecto, que la declaración de Bittel omite la triste
recordación de la violencia cruel y caótica que encarnó en su momento López
Rega.
“También omite decir que la lucha contra la subversión fue una reacción en
defensa del Estado nacional, seriamente amenazado por la intolerancia
ideológica.
“Todo esto, claro está, explica el pasado hasta el momento del triunfo de las
fuerzas nacionales, convirtiendo en inexplicable lo que pueda suceder en
adelante.
“Resulta extraño que estos elementos no estén en ese documento, por el
simple hecho de que fueron parte de una declaración que el mismo Bittel –
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“(...) Sería ingenuo –y falso– suponer que el país que respaldó a las Fuerzas
Armadas en su lucha definitiva contra el terrorismo hoy varió para colocarse
en juez implacable.
“(...) hay una realidad que es inocultable: desde que la comisión de la OEA
se asentó en Buenos Aires, el tema de los derechos humanos pasó a ser el
centro de la cuestión política en la Argentina”.
“(...) Pero en esto /el sindicalismo/ como en que la colisión entre el gobierno
y el peronismo, vale recordar que ya no quedan espacios para los que creen
que todos los civiles, políticos o gremialistas, son réprobos imperdonables.
“Tampoco queda lugar –es cierto– para los que piensan que en la Argentina
ha llegado la hora del antimilitarismo.
“Una y otra son nada más que las antípodas del arco político”.
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“(...) El diario Buenos Aires Herald agrega que con este hecho, suman 16 las
personas que han sido secuestradas desde el 3 de agosto último”.
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justicia locales, las que deben esclarecerlas, pues para eso cada país tiene sus
leyes y su policía.
El titular de la CIDH, que no adhería a la teoría de los dos demonios, había
explicado claramente el objetivo de la comisión: investigar denuncias acerca
de violaciones a los derechos humanos cometidas por el Estado. Amplió sus
conceptos al explicar que “dar trámite a una denuncia sobre violación de los
derechos humanos por grupos subversivos o terroristas, implicaría que
tendríamos que dirigirnos a ellos para que nos rindieran cuentas, y eso
significaría darles condición de beligerantes, darles un status que no tienen y
que ningún gobierno desaría que tuviese”.
“`En ningún caso puede sostenerse que estar dispuesto a luchar para
preservar nuestro estilo de vida represente violar los derechos humanos (...)´.
“`(...) También ciertos dirigentes que parecen no tener patria, que
oportunamente amparan el desarrollo del terrorismo y hoy han perdido la
memoria. Es como si los injustos juzgaran a los justos´.
“(...)`Fue en defensa de esos principios, ideales y creencias –aseguró–
amenazados por la agresión marxista y ante la incapacidad del gobierno para
hallar solución, que las Fuerzas Armadas tuvieron que actuar el 24 de marzo
de 1976, extirpando de cuajo el mal que afectaba nuestro cuerpo social, sin
necesidad de tutelas e influencias extrañas, teniendo sólo como norte la fe en
Dios y el amor a la Patria´”.
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“(...) `Han visitado nuestras cárceles, han conversado sin restricciones con
los internos, se hicieron presentes en los juzgados y en los organismos
policiales, han recorrido las instalaciones militares que desearon´.
“`Mentiras infames como la de los +campos de concentración+ han
quedado definitivamente sepultadas por la verdad incontrastable y
comprobada”.
“`(...) La República Argentina nada tiene que ocultar´.
“`(...) Es plenamente consciente de la lucha que libró y del precio que pagó
como consecuencia de la violencia desatada por la agresión de la delincuencia
terrorista. Está racionalmente convencida de la necesidad y la irreversibilidad
de las acciones que debieron llevarse a cabo para derrotarla y apoyó el
esfuerzo y el sacrificio de las Fuerzas Armadas, de Seguridad y Policiales, que
de ellas se nutren, para que la Nación siguiese llamándose soberana y su
pueblo pudiera seguir disfrutando el inapreciable don divino de la libertad´.
“`La República sabe que el costo ha sido alto. Comprende el dolor de los
afectados por la agresión violenta, no rechaza el justo reclamo y siente
cristiana piedad por los que erraron el camino de la verdad y la justicia. Pero,
al mismo tiempo, denuncia con indignacion a quienes no vacilan en hacer un
manejo político espurio del dolor legítimo y a quienes pretenden obtener
réditos personales o sectoriales de la visita, con fines inconfesables y
antinacionales, tergiversando los hechos y deformando la realidad´”.
Ese día, entre los pronunciamientos por la visita de la CIDH, se reprodujo
la postura de la Liga de las Víctimas del Terrorismo:
“(...) Esta entidad hizo de esta manera pública su protesta por no haberle
concedido la CIDH la audiencia solicitada y señaló, por ello, que `resulta
evidente que a esta Comisión no le interesa el testimonio directo de los
propios damnificados, dejando la represión de que para ella hay víctimas con
derechos y víctimas sin ellos´”.
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“La madrugada del lunes recibió a los más encumbrados exponentes del
poder militar con un fuerte sacudón: El Papa, el día antes, había hablado en
dos ocasiones de la situación argentina. Temprano, desde todos los comandos
militares, se ordenó obtener la versión completa en italiano de las expresiones
de JPII. ¿Por qué tanta conmoción?
“(... El Papa) después entró al tema político que lo desplegó así:
“En el Vaticano `aparece a menudo el drama de las personas desaparecidas´,
en especial en la Argentina y Chile.
“b) Pidió que sea `acelerada la anunciada definición de la situación de los
encarcelados y que sea mantenido un empeño riguroso para tutelar, en toda
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“(... En) los próximos días deben suceder una o dos cosas: Una de ellas tiene
que ver con la situación internacional de la Argentina. Y se refiere al caso del
ex presidente Cámpora (...) Según ha denunciado su sobrino, Cámpora se
debate en estas horas entre la vida y la muerte sólo una operación quirúrgica
urgente puede salvarlo (...).
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1980
“Nunca (...) hubo tanto revuelo en la cresta del poder como cuando se
debatía si la Argentina ingresaba o no en el boicot cerealero contra la URSS
dispuesto por EE.UU. (...).
“Sería irreal suponer que en todo el debate previo a la posición argentina no
se haya tenido en cuenta la cuestión internacional más delicada del país en
este momento: la de los derechos humanos.
“Desprender este problema del cuadro global sería construir una verdad a
medias, en efecto, igual a la de suponer que todo el tratamiento de la cuestión
respondió sólo a la estrategia frente al cuestionamiento por los derechos
humanos.
“(...) el emblocamiento definitivo de la Argentina en la órbita de EE.UU.
(...) hubiera sido el peor negocio del país, porque hubiera perdido su capacidad
para explotar en beneficio de los intereses nacionales aquellas contradicciones
(EE.UU.- URSS) y porque no hubiese ganado nada, absolutamente nada.
“Bien lo dijo el vocero de la Casa Blanca: `EE.UU. no cambiará trigo por
silencio´.
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“En las Naciones Unidas, ahora, el tema no sólo se agravó por una serie de
denuncias recibidas, sino también porque allí tendrá asimismo su influencia el
informe de la Comisión de Derechos Humanos de la OEA.
“Este informe no sólo es muy severo, como ya lo dijimos, sino que también
está cargado de irritativas precisiones, que conmoverán más al frente interno
de la Argentina que a su situación externa (...).
“(...) El problema que más dificulta el mejoramiento de las relaciones
argentino- árabes es la conexión de la organización palestina con el grupo
subversivo montoneros.
“De cuál de las dos relaciones privilegian más los jefes árabes, la del
gobierno argentino o la que condiciona el relacionamiento de palestinos y
montoneros, depende un poco la evolución futura de las conversaciones
actuales.
“En cambio, con EE.UU. la relación ha llegado a un punto de mucha
frialdad y no se puede esperar que el gobierno demócrata de Washington
olvide fácilmente la actitud argentina de los últimos días.
“¿Qué hará entonces? Cuando mucho, podrá intensificar sus críticas a la
Argentina en materia de derechos humanos, porque sobre esto ya ha tomado
posición en lo fundamental.
“(...) Sucede que no sólo rebrotaron los rencores por los viejos
cuestionamientos, sino que también aquí se le atribuye notable influencia al
representante de EE.UU. en la comisión de Derechos Humanos de la OEA,
Tom Farer, en la elaboración del documento que consternó y desilusionó al
gobierno argentino.
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“La última: contestar a través de una nota enérgica, punto por punto, cada
una de las acusaciones.
“(...) De los organismos internacionales no se retiraron Israel, Sudáfrica ni
Chile, que han sido hasta ahora mucho más hostigados que la Argentina, en
los foros donde conviven las naciones.
“Tampoco es válida, aunque menos tremenda, la segunda alternativa, la de
la no respuesta, por el simple hecho de que no es político renunciar al derecho
a réplica y a la defensa propia.
“En algunos sectores de la diplomacia se ha visto mal, también, la actitud
del gobierno de mostrar el informe de la Comisión a `algunos amigos´.
“Se supone que ya lo ha visto Francisco Manrique y algunos dirigentes
federalistas.
“Se sostiene que esto puede ser interpretado por la Comisión como un
rompimiento del compromiso mutuo de mantener en secreto el documento
(...).
“Lo que es más grave: se corre el riesgo de dividir a la comunidad nacional
entre amigos y no amigos en un tema que necesita un respaldo homogéneo y
amplio.”
En ese punto, la nota cambia de tema en forma abrupta para internarse en la
política doméstica. Deja así sobreentendido que la única opción del gobierno
es la tercera. Y luego da paso a una ponderación del dictador que se viene. Da
por sentado que las Fuerzas Armadas evitaron `la disgregación nacional´; usa
un sustantivo genérico (comunidad nacional) para construir su tesis con base
de supuesta amplitud. Y, para el final, cree que el tema debe ser ‘enterrado`´:
“Y ahora que estamos en la arenas de la política estrictamente interna,
digamos que un hombre está dejando huellas personales.
“Para ser menos elíptico: el estilo de Galtieri como jefe del Ejército no es el
mismo que el de Viola.
“(...) Galtieri sabe que la `jefatura natural´ se consigue recorriendo las
unidades y conversando con los oficiales.
“En el año que se preanuncia va a necesitar ser el jefe de todo el Ejército, sin
diferencias de líneas de pensamiento (...).
“Pero el tema más delicado es, hoy por hoy, aquel de los derechos humanos
y la repercusión obvia que puede tener en las Fuerzas Armadas, sobre cuyas
espaldas recayó el mayor peso de la lucha antisubversiva.
“¿Cómo se digerirá internamente este proceso?
“¿Asumirán las Fuerzas Armadas institucionalmente la responsabilidad de
una tarea que evitó la disgregación nacional y en la que estuvieron
acompañadas por la comunidad nacional?
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“¿O acaso el hilo se cortará por lo más delgado, como lo señalan algunos
síntomas?
“¿Solucionarán en algo las impugnaciones actuales algunas medidas aisladas
e ingratas o solo contribuirán a quebrar la unidad del frente interno?
“Queda algo más justo y edificante por hacer: solo una comunidad nacional
puesta de pie, más excitada y menos reclamante, echará tierra sobre aquellos
tiempos sin medidas”.
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“(...) ¿Para qué viene esta segunda misión?, se preguntaban ayer los
observadores (...).
“Los derechos humanos seguramente también estarán presentes en las
conversaciones argentino- norteamericana.
“En este tema crítico, el diálogo parece haber disminuido en asperezas. Y el
gobierno norteamericano se ha mostrado satisfecho y juzgó como `positiva´ la
publicación del informe del Departamento de Estado en la Argentina.
“Ya, para esa época, la respuesta argentina a la Comisión de Derechos
Humanos de la OEA, que ocupa gran parte de la preocupación del gobierno,
estará en Washington. Y también se conocerá el resultado –o la tendencia– del
plenario de las Comisión de Derechos Humanos de la ONU, que sesiona en
Ginebra.
“La respuesta a la CIDH está siendo redactada. El borrador que elaboró el
grupo de trabajo en la Cancillería, encabezado por el embajador Raúl Quijano,
fue a consideración de la Presidencia y de los comandantes. Con bastantes
correcciones al original, el documento que Quijano se llevará de regreso a su
destino estará listo a mediados de la semana próxima, para ser presentado en
los primeros días de marzo en la Comisión de la OEA.
“Es lógico, en ese marco, que la diplomacia argentina haya hecho un gran
esfuerzo y mantenido largos diálogos con miembros de la Comisión. (Cita
nombres)
“Una alta fuente oficial decía la semana pasada que la respuesta argentina no
se incorporará al informe de la CIDH. Tampoco la CIDH redactará de nuevo
su documento, pero es probable que se haga mención de las objeciones al
gobierno argentino.
“El gobierno sí estará dispuesto a difundir el texto de la respuesta, que se
denominaría `Posición argentina´.
“En tanto en Ginebra, por un voto, el informe sobre derechos humanos en la
Argentina no pasará al plenario de la Comisión.
“El Comité de Comunicaciones –organismo dependiente de la Comisión de
Derechos Humanos– trató el caso: Perú, Irak y Yugoslavia votaron por la
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“(...) Otro tema que irá cobrando volumen será el de los derechos humanos a
medida que se aproxime la fecha en que la Comisión de la OEA hará público
su informe definitivo sobre la situación argentina.
“El embajador argentino ante el organismo, Raúl Quijano, partió para
Washington llevando la respuesta argentina, que nadie sabe a ciencia cierta
cómo es.
“Podemos intentar un borrador de agenda:
“Derechos humanos. Posición de EE.UU. en los organismos internacionales
y en sus expresiones públicas y aspiraciones argentinas en el tema.
“Energía nuclear. Se hablará fundamentalmente de cooperación más que de
las impugnaciones norteamericanas.
“Intercambio Comercial.
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“(...) Ha habido sectores que antes de concurrir al diálogo han lanzado duros
ataques al gobierno. Clarín no está de acuerdo. Aún cuando comparta
parcialmente algunas críticas, aún cuando en algunos casos ya haya ido muy a
fondo en el análisis, no está de acuerdo con introducirlas en esta fase del
diálogo (...).
“En otros sectores, inclusive fuera de los partidos, interpretóse la
convocatoria al diálogo como el punto de partida de una carrera electoral. Ya
afortunadamente, las cosas están en claro. Las autoridades se han encargado
de hacer precisiones, quizá corregir errores o imperfecciones de la
convocatoria, y han sido interpretadas. Se estará de acuerdo o no pero nadie
duda sobre los alcances de esta etapa. Clarín está de acuerdo. La política no se
confunde, aunque las incluye con las elecciones y la actividad partidaria; es un
concepto más amplio y trascendente que involucra toda la marcha del Estado,
que compromete en cuestiones no sólo electorales a quienes están en el
gobierno y a quienes están en el llano. Interpretar el diálogo político como
diálogo sobre cuestiones electorales es, sin duda, forzar el sentido de las
palabras (...).
“(...) Y vale para el gobierno, que ha tenido el gesto de que después de
consolidar su posición y obtener una resonante victoria en la guerra
antisubversiva no adoptó una actitud soberbia sino que convocó a dialogar
(...).
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“(...) El Presidente tiene razón en afirmar que el tiempo `no es un factor que
no deba ser considerado en cualquier tipo de apreciación´.
“Pero habló además de la legitimidad del gobierno y dijo dos cosas claves:
“1º) La participación en el diálogo es `la legitimidad formal de la actitud que
asumieron las Fuerzas Armadas el 24 de marzo de 1976´.
“2º) Confesó que se tenía la sensación de `se está deslegitimando no sólo el
hecho trascendente de asumir el poder frente a un estado de necesidad, sino
también todo lo actuado por las Fuerzas Armadas en este período. Se incluye,
por cierto, la lucha contra la subversión´.
“Se trata de dos cosas distintas y como tal hay que tratarlas (...).
“Una pregunta surgió en distintos sectores: ¿Acaso cambió el enfoque
oficial sobre lo que sucedió en marzo del ’76?
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“Debe reconocerse que hasta ahora desde todos los ángulos del poder se
insistió en una tesis: la adopción del poder por parte de las Fuerzas Armadas
fue, por sí solo, un hecho legítimo y esa legitimidad no necesitaba de otros
reconocimientos que los que tuvo en su momento.
“(...) No podría concluirse un cuado político actual sin mencionar un tema
que provocó revuelo en los últimos días: el informe de la Comisión de
Derechos Humanos de la OEA sobre su visita a la Argentina.
“Aunque hubiera sido conveniente que todos conocieran el contenido cabal
de ese informe, puede agregarse que los sectores políticos argentinos se han
pronunciado ya en dos sentidos.
“-Es necesario cerrar aquella etapa dolorosa y es útil evitar el debate sobre
heridas que aún deben cicatrizarse.
“-Para eso es necesario que aquellos procedimientos excepcionales,
productos de una guerra atípica, sean también definitivamente descartados.
“Nada mejor para que todo esto se cumpla que la recreación de un clima
político propicio, con expectativas de grandeza y con capacidad de olvido (...).
“Para la fabricación de ese clima actúa también aquel `reloj que empezó a
caminar el 24 de marzo de 1976´, al que hizo referencia el Presidente.
“Un reloj acostumbrado a zarandear al tiempo político, involucre éste a
civiles o a militares”
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“(...) más secreto es un informe que obra en manos militares sobre presuntos
contactos realizados por elementos subversivos del grupo montoneros con
ciertos dirigentes civiles argentinos.
“El informe se basa en un documento interno de la célula extremista e
involucra a dirigentes de varios sectores.
“Los contactos –según ese documento– se habrían efectuado en el exterior
casi todos y en ellos se habría recabado apoyo. Se sabe que muchas respuestas
fueron un `no´ rotundo y otras fueron ambiguas.
“No obstante, en los reservados medios militares donde se maneja el tema se
evitó cualquier referencia a nombres concretos (...)”.
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digna y compatible con su vocación y las necesidades del grupo familiar, así
como el acceso a una justa y equitativa distribución de la riqueza´ (...)”.
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incluido todas las expresiones que son caras a los jefes militares, como la
autocrítica sobre la gestión del peronismo en el gobierno y el repudio sin
eufemismos a la aventura subversiva. (...)
“Otra vertiente puede ser la que integra el almirante Massera, por un lado, y
el desarrollismo, por el otro, porque se sienten hablando desde adentro mismo
del Proceso (...).
“El desarrollismo (...) recoge aquella expresión de Frondizi –`no queremos
el fracaso del Proceso´– con que abrió el documento que inauguró la etapa de
las críticas y las propias expresiones de su dirigente mendocino Rodolfo
Calvo, tras su entrevista con el gobernador (...), donde puntualiza que el
proceso iniciado en marzo de 1976 `tuvo la legitimidad otorgada por la
subversión y el terrorismo, en el marco de una crisis global´ (...)”.
“(...) que los dirigentes políticos, en los tiempos que corren, no hablen
cuando toman posición pública de los derechos humanos, omitan pedir una
urgente convocatoria electoral y se cuiden de dar por concluida la experiencia
militar, es un síntoma político importante (...)”.
“(...) por ahora, puede afirmarse que la agenda que aguarda a Videla y
Figueiredo está poblada de asuntos importantes (...).
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“Hasta hace poco, un síntoma del nivel intelectual de la Argentina era que
tres de sus hombres (…) hubiera accedido a ese premio, uno de los más
prestigiosos a nivel mundial.
“Pero el arquitecto Pérez Esquivel no tiene la notoriedad nacional e
internacional de Saavedra Lamas ni la asepsia política de Houssay y Leloir.
“(…) Es otra cosa: es un hombre que eligió la lucha por los derechos
humanos por medios no violentos en un momento particular de la Argentina,
en el que la vida y la muerte no eran una opción atroz, sino terriblemente
rutinaria.
“Luchó a su manera en un tiempo político no agotado aún y eso,
obviamente, deja resabios que afloraron fácilmente tras su encumbramiento.
“Decisión política
“Para muchos, aquí, no se trató del premio a un argentino, sino una decisión
política contra el gobierno argentino.
“El gobierno sostiene que en el documento del parlamento noruego, en el
que se informó de la designación, hay un balance desbalanceado de la realidad
argentina.
“Esto es: se historió demasiado los excesos de la represión y se mencionó
muy poco a la agresión subversiva.
“¿Fue bueno ese documento del gobierno en el que se señaló estas falencias?
“Para muchos sectores militares padeció de ambigüedad.
“Era preferible –sostienen– optar entre un rompimiento total con el
Parlamento noruego, la Academia sueca que homologa el premio, y con el
propio premiado, o asumirlo de tal forma que el propio presidente de la
Nación lo saludara, aunque fuera sobriamente.
“(…) no en vano la opinión del gobierno se hizo esperar 36 horas.
“Hubo muchos análisis tras la sorpresa inicial, pero al final se estudiaron tres
alternativas: 1) no opinar y que el silencio fuera la respuesta; 2) que el
presidente Videla recibiera de inmediato a P. Esquivel para felicitarlo y dé por
terminado el asunto; 3) difundir una declaración que replicara al documento
noruego, sin agredir al depositario del Nobel.
“La primera alternativa se descartó por impracticable.
“El gobierno no aguantará la presión de la prensa nacional e internacional
por conocer su opinión, y hubiera tenido que darla después, bajo esa presión.
“La segunda posibilidad se analizó largamente, pero se la descartó
atendiendo, más que nada, al frente militar.
“Se optó por la tercera y la redacción del texto quedó en manos exclusivas
del equipo asesor del Presidente.
“¿De qué se acusa a Pérez Esquivel?
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“Allegados a Pérez Esquivel han ido más allá aún: `Le ha tendido su mano
al gobierno –han dicho– y ahora espera que el gobierno haga lo propio´.
“Este escultor incorporado de pronto en las sutiles arenas de la política, no
debe ignorar que la reconciliación nacional es una tarea difícil en la Argentina
que viene de una dolorosa sangría y que requiere, sobre todo, reconocer las
razones de unos y otros.
“Reconocer, por ejemplo, que las lágrimas no se han secado aún en muchos
hogares argentinos y reconocer, también que la aventura subversiva ha sido
activamente deplorada por el conjunto de la comunidad.
“Para los sectores cercanos a Pérez Esquivel, éste ha tomado ya la iniciativa
`al tender su mano sin odios ni rencores´.
“`Espera ahora –se afirmó– una respuesta inteligente del gobierno, porque lo
que hay que evitar es que la opinión del país se polarice´.
“Los próximos pasos
“(…) entre el 3 y el 7 de noviembre, irá a Chile (…).
“(…) acaba de recibir también una invitación de la cantante Joan Baez para
participar de una reunión por la dignidad humana el 6 y 7 de noviembre, pero
la rechazó porque tiene que estar en Chile.
“No ha descartado un posterior viaje donde sería su propósito hablar con el
presidente Carter y el demócrata Edward Kennedy.
“Pero la más importante para Pérez Esquivel es una entrevista que solicitó
con el Papa.
“El Premio Nobel aspira a que el encuentro con el Pontífice se realice antes
del 10 de diciembre, fecha en que recibirá la distinción.
“Discurso
“Se ha puesto a trabajar en el discurso que pronunciará en Oslo al recibir el
premio.
“La parte medular pasara por cinco posiciones:
“La primera: Es necesaria la paz entre la Argentina y Chile y una solución
justa en el diferendo por el Beagle.
“La segunda: Hay que detener la mirada en la situación de los derechos
humanos en América Latina.
“La tercera: Debe frenarse la carrera armamentista para girar los recursos
que se dedican a ella a la elevación de la condición humana.
“La cuarta: Hay esperanzas en que los pueblos latinoamericanos recobren su
paz interna sobre una reconciliación conseguida en base a la fraternidad y la
justicia.
“La última: Ofrecerá su mediación para lograr primero esa reconciliación en
la Argentina, `en base a un acuerdo que permita el acercamiento de las
posiciones´.
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“(…) Entre esos hombres que frecuentan a Viola, se estima que aquellos
problemas serán:
“(…) La situación de los derechos humanos y, sobre todo, la imagen
argentina en el mundo.
“(…) El asunto de los derechos humanos reconoce dos ángulos: uno interno
y otro externo.
“Como los dos están interrelacionados, se supone que una estrategia
internacional que responda a un pleno estado de derecho interno permitirá
cosechar buenos resultados en el breve plazo”.
“El tratamiento del polémico tema de los derechos humanos, que amenaza
provocar graves disensiones en el seno de la OEA, comenzó a ser
considerado ayer por la asamblea anual del organismo. En su seno, el
representante de EE.UU. dijo que su país no quiere condenas, expresión que
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“(…) dos asuntos delicados, cuya gravitación se extenderá, seguro, más allá
de marzo.
“El primero: las declaraciones del general Antonio Vaquero, jefe del Estado
Mayor de Ejército, afirmando que no se admitirán revisiones en la lucha
contra la subversión.
“No ha dicho nada nuevo –ya lo expresó alguna vez Viola–, pero lo dijo en
un momento especial.
“Ese momento está marcado por el debate en la OEA sobre la situación de
los derechos humanos en la Argentina, cuya conclusión –que ha puesto en
riesgo la propia permanencia Argentina en ese foro– se conocerá la semana
próxima.
“(…) han quedado conformados los tres aspectos más importantes –
situación económica, imagen exterior de la Argentina por los derechos
humanos y el litigio con Chile– de la realidad que el heredero del poder deberá
remontar cuando se convierta en presidente.
“(…) restan cuatro largos meses y el juego de cintura es una buena gimnasia
en política”.
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“El argentino Adolfo Pérez Esquivel, secretario general del Servicio Paz y
Justicia, recibió ayer el Premio Nobel de la Paz en una sencilla ceremonia
realizada en la Universidad vieja de Noruega. (En) el acto televisado, Pérez
Esquivel fue definido como `un campeón de la no violencia en la lucha por los
derechos humanos´”.
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“(...) el hecho de que haya una transición normal y ordenada habla de una
estabilidad política que es propicia en una Argentina acostumbrada a
zarandearse de un extremo al otro (...)”.
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La cobertura que el diario hizo del tema en este año se vió opacada por la
mayor presencia de temas económicos, a raíz de la crisis económica, y otros
cuestiones políticas que repercutieron en forma mayor, como el diálogo
político del nuevo presidente, Roberto Viola, y su ministro del Interior,
Horacio Tomás Liendo, con distintas fuerzas políticas. También le dió mucha
relevancia, desde su portada, a cuestiones internacionales.
Una visita de legisladores norteamericanos, en las postrimerías del gobierno
demócrata de Jimmy Carter, permitió conocer el pensamiento del futuro
presidente, según tituló el diario el 13 de enero, en la página 4, EVALUÓ
VIOLA LA CUESTIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS. El medio
apelaba a una fuente para poder reproducir los dichos de Roberto Viola.
“(...) Viola, según las fuentes consultadas `ratificó la tradicional posición del
gobierno argentino sobre la lucha encarada por las Fuerzas Armadas para
erradicar la subversión y sobre los objetivos de alcanzar una democracia
estable´”.
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“(...) `Pero yo preguntó- continuó- ¿en qué guerra no hay violencia? Nadie
desea la guerra, pero existe una realidad como la que nos fue impuesta y a
veces soluciones indeseables para poder concretar los ideales superiores´”.
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“(...) Resulta evidente que la cuestión de los derechos humanos fue uno de
los puntos de conversación entre ambos.
“Las fuentes se limitaron a expresar que tanto Viola como Haig coincidieron
sobre las bases filosóficas que dan sustento al principio de respeto de la
persona humana”.
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que si en la última guerra mundial hubieran ganado las topas del Reich, el
juicio no se habría hecho en Nüremberg sino en Virginia´”.
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Ya en el país, Viola habló ante los periodistas, tal como reflejó la crónica del
21 de marzo. En la página 5, un recuadro titulado DERECHOS HUMANOS
reprodujo la voz del próximo mandatario hablando sobre el tema y sus puntos
de vista sostenidos en Estados Unidos:
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Viola asumió, tal como estaba previsto, el 29 de marzo. En los días previos,
Videla y sus funcionarios comenzaron a despedirse. El principal interlocutor
sobre la política del gobierno era Albano Harguindeguy, saliente ministro del
interior. El 26 de marzo, Clarín dedicó las páginas 4 y 5 a reproducir su
última alocución con la prensa. Predominaba la voz del ministro saliente a lo
largo de una extensa nota titulada HARGUINDEGUY HABLÓ DE LOS
DETENIDOS Y DESAPARECIDOS:
“(...) Tras dedicar algunas frases al recuerdo `de los caídos´ en la lucha
contra la subversión ofreció un cuadro de los detenidos a disposición del
Poder Ejecutivo entre el 6 de noviembre de 1974126 y el 4 de marzo de 1981.
“`Guerra es sinónimo de violencia –añadió-: durante este siglo los países de
mayor nivel cultural, los que habían alcanzado mayor grado de desarrollo
tecnológico, participaron en conflictos armados que dejaron como saldo 80
millones de muertos´.
“`Desde algunos de estos países –recordó- hoy se elevan voces que
pretenden enjuiciarnos´.
“Luego de recordar que fue `una guerra no declarada, no buscada, no
provocada´ dijo que en la misma `las Fuerzas Armadas –con el apoyo masivo
de la población- lucharon contra los elementos de las organizaciones armadas
terroristas, que agredían a hombres y mujeres de todos los sectores del país, de
un modo artero y solapado´.
“`La respuesta que dieron las fuerzas a la agresión terrorista estaba
políticamente sustentada porque estaba en juego un estilo de vida y la
continuidad histórica de la Nación´.
“`Como en toda guerra hubo excesos. También hubo errores. Lamentamos
lo uno y lo otro. Se han investigado hechos. Algunos merecieron sanciones
para los responsables. Otros no pudieron ser comprobados´, admitió.
126
Ese día, bajo el gobierno constitucional de María Estela Martínez de Perón, se implantó el estado de sitio
en todo el territorio nacional. Al momento de la conferencia de prensa de Harguindeguy, seguía rigiendo en
forma ininterrumpida desde su implantación. Se levantaría recién el 26 de octubre de 1983.
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“(...) Allí está la posibilidad de fundirse en una misma columna con los
empresarios, los obreros, los profesionales, los sacerdotes, los jóvenes y aun
con los políticos con aptitud para adaptarse a la corriente de los tiempos.
“Por eso, mostrar la realidad en su exacta medida, tal como hemos intentado
en esta columna, es un aporte al éxito del proceso militar y al éxito del
flamante gobierno que preside el general Viola”.
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“(...) Respecto de la violencia, dice el texto que `no es (un mal) extraño a
nuestra historia´, recordando que `la violencia terrorista enluta a la Patria´
aunque es `dificultoso dar un diagnóstico de sus causas´.
“`Resulta imprescindible el discernimiento sobre las fuentes que la
alimentaron. Tanto en orden interno como externo, para evitar su
resurgimiento con su consecuente caudal de muerte, atropello e injusticia´,
añade.
“(....) `La represión ilegítima también enlutó a la Patria´, sostiene luego, y
afirma que `no es confiando en que el tiempo trae el olvido y el remedio de los
males como podemos pensar y realizar ya el destino y el futuro de nuestra
Patria´”.
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“(...) Buena parte de esos diálogos han sido ocupados por uno de los temas
más delicados de la relación de estos años entre la Iglesia y el Estado: el
referido a la lucha antisubversiva.
“(...) no deja de de ser significativo que los obispos insistieran en sus
puntualizaciones doctrinarias que llevan a discernir `entre la justificación de la
lucha contra la guerrilla y la de los métodos empleados en esa lucha´.
“Que la Iglesia haya vuelto a decir que la reconciliación está afectada, entre
otros problemas, por la `situación angustiosa de los familiares de los
desaparecidos´, constituye algo así como señalar uno de los caminos que
deberán recorrerse para alcanzar el reencuentro al que se llama. Aunque para
ello tampoco la Iglesia tenga una receta. No debería extrañar que esta temática
haya figurado también ayer en el encuentro celebrado en el edificio
Libertador”.
“(...) Los argentinos, no solamente los católicos, tienen ahora otro auxilio
doctrinal que impulse el compromiso”.
La concesión del Premio Nobel de la Paz le dió a Adolfo Pérez una mayor
presencia en los medios, tras el reconocimiento internacional que esto
implicaba. Pérez Esquivel reclamó que se le concediera una pensión que le
correspondía por haber recibido el premio, tal como estableció años atrás el
Estado argentino. En medio de este reclamo, aprovechó para opinar sobre la
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Ese mismo día, en la página 14, el diario publicó una solicitada a propósito
del destino incierto de los desaparecidos, con la firma de numerosos políticos
escritores y artistas españoles. Un reclamo que ya había sido contestado el
mismo día por el discurso oficial en el mismo diario:
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“(...) La reseña dice también que en 1977 el señor Timerman fue arrestado
aunque un tribunal militar investigador y la Corte Suprema de Justicia de la
Argentina le absolvieron de culpa, se le mantuvo bajo arresto más de dos años.
Finalmente, se le retiró al señor Timerman su ciudadanía y fue expulsado de la
Argentina´”.
El 27, en la página 6, con el título PROTESTAS POR EL PREMIO A
TIMERMAN, se reprodujeron la cartas enviadas a la Universidad de
Columbia por el humorista gráfico “Landrú” (que trabajaba en Clarín),
Máximo Gainza (La Prensa) y Bartolomé Mitre (La Nación), mostrando todos
su disconformidad por la decisión de premiar a Timerman.
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“(...) La filosofía del memorandum que nos ocupa admite que `una política
de derechos humanos significa aceptar tener problemas´, y que si no hay
problemas, una política de derechos humanos no significa nada.
“(...) También se establece en él que si una nación, amiga o no, reduce la
libertad, Estados Unidos debe reconocerlo, declarando que lo lamenta y que se
opone a ello.
“(...) Ronald Reagan se comprometió a modificar la posición del gobierno
de James Carter en busca de una `diplomacia discreta´ sobre la cuestión, y en
cambio el memorandum Clark-Kennedy señala que una política de
`diplomacia secreta´ no puede dar resultados.
“Cualquiera que sea la futura decisión presidencial al respecto, Ronald
Reagan no podrá ignorar esta acendrada tradición política norteamericana de
defensa irrestricta de la libertad”.
“(...) Lo que sigue es, sin duda, el centro conceptual de los problemas: `La
mejor defensa de la humanidad contra la tiranía y la privación es un gobierno
limitado, un gobierno que conceda poder a su pueblo, no a sí mismo, y que
respete el ingenio y el arrojo, la iniciativa y la generosidad del pueblo. Pero
sobre todo, los derechos humanos son los derechos de los individuos: derecho
de conciencia, derecho de elección, derecho de asociación, derecho de
emigración, derecho a la acción por iniciativa propia y el derecho a poseer
propiedad´.
“Y aún Reagan puede decir: `Nunca hay excusas para violación de los
derechos fundamentales del hombre, en ninguna época o lugar, en país rico o
pobre, ni bajo ningún sistema social, político o económico´.
“(...) Si el presidente conservador del país más fuerte de Occidente ensalza
de tal modo la rigurosa observancia de los derechos humanos, no se ve como
podrían las naciones que enfatizan su índole occidental negar, postergar o
atenuar la vigencia de estos derechos. Solo que, en materia de derechos
humanos, haya países avanzados y países subdesarrollados, comunidades que
no pueden elegir por sí mismas y comunidades que tengan tutores que elijan
por ellas.
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“(...) Hay militares que no quieren ningún diálogo con los dirigentes
políticos que no le son adictos y hay otros que piensan que se puede hablar
con todo el mundo sobre el presupuesto básico de que la lucha antisubversiva
es un asunto concluido y enterrado para siempre, como única condición
previa.
“(...) Al gobierno no le ha gustado nada el documento de la multipartidaria
(...) fundamentalmente dos cosas:
“Una: aquel compromiso de revisar en el futuro los actos del régimen
militar, porque supone que esa actitud se puede extender después a muchos
terrenos y porque advierte que tal perspectiva puede debilitar al gobierno,
sobre todo en el plano internacional.
“(...) Para (Alemann), dicen quienes lo conocen, de un proceso similar ahora
sólo se sale mediante una reforma monetaria, rodeada de estallidos sociales.
“(...) El Proceso militar tiene también sus propios desgarramientos internos:
Onganía está preso, Massera está preso y el general Bussi –en cuya figura
hubo centradas muchas expectativas durante un tiempo– acaba de anunciar
que está esperando verle `la pata a la sota´, usando como metáfora una vieja
pasión suya, el truco.
“Que Onganía esté un mes en prisión y Massera sólo diez días, no le gustó
mucho a los hombres del Ejército, sobre todo porque el almirante habló de un
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“¿Por qué las franjas moderadas de uno y otro lado, capaces de conciliar una
solución política, se ignoran, se dan la espalda y prefieren teorizar sobre la
moderación pregonando en el desierto?
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“Esta pregunta fue formulada a quemarropa a uno de los jefes militares más
importantes del actual esquema de poder.
“Respondió: `Dentro de unos días habrá un gran puente tendido entre
nosotros, un gesto sintomático. No pregunten de qué se trata, porque no puedo
anunciarlo´.
“Sea como fuere, los blandos han tomado conciencia de que los duros
vienen empujando, que ya no están lejos, y que la Argentina no merece morir
asfixiada por los extremos minoritarios de su tinglado político”.
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“El Gobierno del 22 de diciembre parece que quisiera que el país tome esa
fecha como punto de referencia y no el 24 de marzo de 1976, hace ya casi seis
largos y duros años.
“(...) Un alto vocero militar delineó los rasgos principales que debería
contemplar ese acuerdo (con los civiles)
“––La coincidencia debe atender a que las agrupaciones políticas pacten no
revisar la lucha antisubversiva, piedra de toque que ponen los militares para
acceder a avanzar en sus planes políticos. En ese sentido, fuentes oficiales
admitieron que el texto explícito del estatuto puede no contener una cláusula
que taxativamente lo `ponga en blanco y negro´, pero se estima en esos
ámbitos que las fuerzas políticas deberán acceder a no revisar los episodios de
la lucha contra el terrorismo.
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“Perdí mi casa, mis muebles, todo. Además, el trabajo, las amistades. Lo único
que me quedó fue mi familia, dijo”.
“Edgar Karle en su casa, con Clarín: `Hay muchos casos iguales al mío. Lo
puedo asegurar, muchos´”.
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Ese martes 16, en página 36, de la sección Policía, dos notas versaban acerca
de derechos humanos. A tres columnas, PROPONEN REFORMAR LEYES
PARA EVITAR LAS TORTURAS, reproducía un comunicado de la
Asociación de Abogados de Bs. As. La segunda era un recuadro a dos
columnas que adelantaba INVESTIGARAN LAS DENUNCIAS DEL EX
CONDENADO, donde Clarín continuaba con su primicia y reproducía que el
Servicio Penitenciario “dispuso iniciar la investigación”.
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“Para (los) hombres que entienden la política como el arte del equilibrio hoy
dos bombas de tiempo colocadas en el camino hacia el acuerdo.
“Una: (la economía)
“La otra: La dureza ultramontana de la izquierda con respecto a los militares
y en relación con el tema que es especialmente irritativo: los desaparecidos
(...).
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“(…) No es apenas una actitud de estos días. Durante todo el actual proceso
militar, la prensa argentina ha demostrado un alto grado de madurez. Quedó
patente en los años difíciles de la lucha contra la subversión, cuando el
remolino de las pasiones hacía necesario afirmarse en la serenidad y el
equilibrio, para impedir la disgregación del Estado y, al mismo tiempo,
defender los derechos humanos (...).
“La última década ha sido, para el pueblo argentino, fuente de muchas
frustraciones. Los enfrentamientos entre facciones, la cruenta acción de la
guerrilla, la lucha antisubversiva, (…) el éxodo de grandes contingentes de la
población en busca de mejores perspectivas, el aislamiento internacional que
sólo ahora comienza a revertirse (…) todo ello ha sido motivo de duelo o
conturbación (…)”.
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tras haber sido durante muchos años el más cercano de los colaboradores de
Videla.
“El eclipse de Bussi –no sabe si circunstancial o definitivo– se habría debido
a la oposición de la Fuerza Aérea y la Armada (...)”.
“Quienquiera que en estos días tenga dedicación (…) para tomarle el pulso a
la calle advertirá un sostenido sentimiento de aflicción, rabia e impotencia. No
se trata solamente de los desgarradores acontecimientos de las Malvinas. La
incertidumbre se extiende al destino mismo de la Nación, que parece sin
rumbo (…)
“(…) El actual proceso militar, se dijo originariamente, consideraba como
sus únicos enemigos a los subversivos y a los corruptos. Los combatía para
luego instaurar una democracia moderna y fuerte. Postulaba una economía de
producción. Con estas proposiciones, el gobierno militar alcanzó una alta
cuota de consenso, que luego se fue desperdigando y perdiendo en la medida
misma en que –salvo el combate a la subversión– las otras postulaciones se
disolvían en la nada, mientras el proceso, por su propia inercia, se estiraba
desmesuradamente en el tiempo.
“La lucha subversiva era necesaria para evitar la disgregación del Estado
nacional. No eran necesarios sus excesos, que los mismos poderes públicos
han lamentado, aunque no restañado en sus consecuencias (...).
“Entonces se produjo la reconquista de las Malvinas. Todos los sectores
olvidaron sus agravios y postergaron sus problemas para apoyar
generosamente esa gran causa nacional. La ciudadanía confiaba, simplemente,
en quienes estaban en condiciones de decidir (…)”.
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“El caso de las personas detenidas a disposición del Poder Ejecutivo, sin
(…) proceso ante la Justicia, o incluso después que la justicia los ha
sobreseído, es una de las anormalidades que deberán superarse en orden al
necesario restablecimiento de las instituciones democráticas. Esas prisiones se
remontan a varios años y constituyen un verdadero contrasentido, puesto que
implican un desconocimiento a la división de los poderes del Estado (…).
“Por supuesto que las detenciones en tal carácter se registraron como
consecuencia de la guerra antisubversiva. Pero esta última tuvo su desenlace
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hace ya demasiado tiempo como para que sus secuelas indeseadas perduren. Si
en algún momento pudo alegarse con verosimilitud la necesidad de retener a
personas cuya actividad en relación a la guerrilla se presumía, sin tener las
pruebas necesarias como para iniciarles proceso, el propio tiempo transcurrido
concluyó por desvirtuar ese argumento para sustituirlo por la simple razón del
arbitrio.
“(…) En estos días, (tuvo repercusión el caso de) un joven juzgado por un
tribunal civil que lo declaró en 1975 inocente de los cargos que se le
imputaban, entre ellos el de asociación ilícita. Lo cual no bastó para que se lo
pusiera a disposición del Poder Ejecutivo. Está en la prisión de Rawson. Su
padre, el científico José Westerkamp, formuló apreciaciones que se
consideraron lesivas para la Justicia. Como corresponde, fue arrestado hasta
tanto se aclaró el sentido de sus palabras.
“(…) Por desdicha, no se trata de un caso aislado. A mediados de 1981 se
informó oficialmente que sobre 475 personas detenidas a disposición del
Poder Ejecutivo, 262 estaban privadas de proceso.
“(…) Entre las instituciones consagradas a la defensa de los derechos
humanos surge preocupación por la situación de muchos detenidos en lugares
que no reúnen condiciones higiénicas y de privacidad. Ello motiva
perturbaciones psicológicas de gravedad que han impulsado al suicidio. Es el
agravamiento de situaciones no sustentadas en pronunciamientos de la Justicia
y que debieran motivar urgentes rectificaciones.
“(…) Nada autoriza a que, cuando de las más altas esferas oficiales se
asegura el retorno de la democracia, persistan situaciones como las reseñadas.
La solución será prenda de convivencia, como en general la abolición de todo
el universo de restricciones a las libertades públicas. Es necesario
desprenderse del angustioso pasado, a favor de un futuro que, de otra manera,
podría resultar afectado e incierto”.
“(…) Eran épocas de los objetivos sin plazos; de los pocos `pero vigorosos´
partidos políticos; del acuerdo para `no revisar lo actuado en la lucha
antisubversiva´; y de la inserción `de las fuerzas armadas´ en la solución
institucional.
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“Hoy, existe un plazo para la entrega del poder; las fuerzas armadas tienen
disensos internos, y la marcha a los comicios comenzó quizá con una
aceleración mayor de la que desearían los arquitectos de Bignone (...).
“Algunos dirigentes sindicales y el verticalismo han comenzado a mencionar
al general Acdel Vilas, ex jefe del Operativo Independencia en Tucumán,
como un hombre que podría luchar por la candidatura (...).
“¿De que habrían conversado el almirante (RE) Emilio Massera con la viuda
de Perón?
El encuentro del ex jefe naval con la ex presidente se habría materializado en
Madrid, una de las escalas de la gira del jefe de la Democracia Social (…)”.
“(…) Para quienes, a la luz de la honda crisis que vive el país y a partir de
un diagnóstico que revela su profunda raíz moral, consideren que la
reconciliación constituye un paso y un marco imprescindible para todo intento
de renovación de las estructuras de la sociedad, el trabajo preparatorio del
sínodo 83 constituirá un valioso elemento de consulta”.
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por las repercusiones que tales opiniones tienen en las Fuerzas Armadas. Pero
quienes –en el extremo contrario– se niegan a tener piedad con padres, hijos,
hermanos y cónyuges, o se muestran renuentes al juego normal de la Justicia
como poder independiente, están obstaculizando la reconciliación argentina
(…). Por eso es tan importante la decisión de la Iglesia de hacer oír
nuevamente su autorizada voz en el tema de los derechos humanos”.
“(...) No es posible separar los problemas que están ligados como el infinito
de los espejos enfrentados; la crisis militar, el drama económico, las secuelas
de la lucha contra la intolerancia ideológica, las culpas y las inocencias de la
guerra austral, el marco ideal y el marco real del proceso de restauración civil.
“El temario en manos de esos generales, cuyos nombres no los conocen ni
siquiera sus camaradas, está conformada más o menos así: 1) cursos de acción
respecto a la recuperación de las Malvinas: 2) Posibles vías de solución para el
tema de los desaparecidos durante la lucha antisubversiva: variantes para
afrontar la mediación por el Beagle; y `proceso al proceso´ según la frase que
la versión pone en boca de Nicolaides.
“(...) No puede desconocer que la necesidad de un acuerdo sobre lo actuado
contra la insurgencia es, para los militares, una prioridad insoslayable.
“(...) Encumbrados uniformados consideran que una purificación del
régimen en materia económica y en torno a lo sucedido en el conflicto con
Gran Bretaña abriría un ancho margen de concertación con los políticos por la
cuestión de los derechos humanos; son los que pretenden un manto de olvido
definitivo, un silencio impenetrable para siempre.
“Tal vez consideran que toda negociación empieza con posiciones de
máxima, pero es conveniente consignar que aun los políticos más moderados
afirman que alguna clase de esclarecimiento debe haber sobre los
desaparecidos para que el resto del acuerdo pueda marchar.
“¿Cómo recomponer el poder? Responden: investigando todo lo que hay que
investigar; sacando con mano dura a los militares de la política hurgando en la
conducción política del conflicto malvinenses, abriendo toda la información
disponible sobre los desaparecidos creando tribunales que absuelvan y
condenen a la conducción política y militar de los últimos seis años. (…)
(Dicen en los pasillos afines a Juan Carlos Onganía)”.
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“(…) Tampoco en los estamentos intermedios del espectro militar hay una
línea política explayada homogéneamente y sólo los unen algunos temas
aislados: la aspiración de acordar alguna solución a las consecuencias de la
lucha contra la subversión y el anhelo, igualmente compartido, de que
investigaciones sobre la administración económica del régimen no involucren
a las fuerzas militares.
“(…) Mientras, el polémico Juan Alemann merece convertirse en el
argentino mejor custodiado: su salud física debería transformarse en `asunto
de Estado´.
“Tras las innumerables dudas que sembró sobre el manejo de los cuantiosos
fondos para hacer el Mundial de Fútbol en 1978, hizo responsables de un
`atentado a mi persona´ que pudiera sucederle –según denunció– al almirante
Lacoste y al ex comandante de la Armada, almirante Massera.
“Lo que Alemann dijo debería conocer en todos sus detalles la luz del día.
Del mismo modo sería conveniente una investigación sobre los episodios
represivos que en los últimos días han vuelto a conmover a los ambientes
culturales.
“Las nuevas sombras sólo harán más larga, más oscura, la destemplada
noche de la Argentina”.
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“El país asiste en estos días a otro doloroso espectáculo. Una oleada de
declaraciones y denuncias se ha desatado en torno de la actividad clandestina
de la logia italiana, con conexiones internacionales, Propaganda 2. (…) Se
trata de una suerte de conspiración en la cual parecen envueltos fragmentos
del poder y que parecen haber tenido aquí, para algunas personas (…)
consecuencias fatales.
“Habrá que saber si es así. Para ello hace falta una investigación a fondo. Si
estuviera funcionando el Congreso, éste sería el organismo más idóneo para
entender en estos hechos (…). No funciona, lamentablemente, y por lo tanto
deben tomar cartas en el asunto los organismos pertinentes del Ejecutivo, así
como la Justicia ha decidido re actualizar expedientes y poner otra vez en
movimiento investigaciones en letargo.
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“Ahora hay militares que afirman que la comparación con la experiencia que
culminó en mayo del ‘73 ha desbordado los marcos de referencia y que ésta
amenaza con ser aún más traumática que aquel notable desbalance de la
política argentina.
“Extraña paradoja: los políticos son hoy mucho más moderados que
entonces y los militares no sienten ahora el hostigamiento de la violencia
subversiva, pero las circunstancias están tiñendo con colores más fuertes y
nítidos el cuadro político.
“(…) Todos los días se conocen nuevos datos de supuestas conexiones
políticas y económicas de militares argentinos –o de civiles vinculados a
ellos– con la logia masónica Propaganda 2 y con el tenebroso financista Licio
Gelli.
“(…) Se reflotaron los casos de dos muertos, una segura y otra supuesta: la
de la diplomática Elena Holmberg y la de Hidalgo Solá, cuyo cuerpo no
apareció nunca.
“Debe reconocerse que en estos seis años hubo otras desapariciones, muertes
y atentados contra figuras insospechadas de cualquier vinculación que las
pudiera enredar en el fragor de la lucha anti subversiva. (…)
“Esta es una sospecha grave porque lo que se supone es que, al calor de la
guerra contra el extremismo, en algún momento en la Argentina se
instrumentó el crimen como herramienta de la natural lucha política.
“Los descarnados relatos que en las últimas horas han hecho los hermanos
de Elena Holmberg y la familia de Hidalgo Solá han aumentado en extremos
insospechados la duda sobre aquella lamentable regresión de la política.
“(…) Si todo esto es cierto, estamos en el amanecer del escándalo, porque
los inculpados empezarán a tirar culpas y sospechas sobre el otro lado del
espectro del régimen, formando así una cadena interminable de resonantes
episodios.
“No es malo que estas cosas salgan a la luz ahora si se conviene en que la
salud moral de los países necesitan ciertos baños de realismo.
“Pero para que esto no se convierta en su propia inmolación, el poder
gobernante debería recurrir al esclarecimiento de estos sucesos y concluir su
lavaje antes, de la transferencia del mando constitucional (…).
“Los políticos han preferido callar para salvar la esperanza de volver a la
democracia, mientras los militares se pelean entre ellos en el melancólico
otoño del régimen”.
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“La cúpula moderada de los políticos argentinos cree que el régimen tiene
dos opciones: o mantiene los plazos de marzo del ‘84 y se pone a trabajar en
serio –resolución del problema de los desaparecidos, esclarecimiento de la
denuncia de corrupción, fijación de una estrategia viable para el drama
económico–o adelanta drásticamente el reloj de la restauración democrática.
“Explican: en la medida que aquellos problemas sigan irresueltos y pase el
tiempo, los sectores radicalizados de los partidos irán ganando espacio y
pueden terminar pasando por encima de la dirigencia moderada.
“Nadie ignora que esos asuntos deben ser resueltos mediante una
concertación con el puñado de hombres y corrientes en condiciones de acceder
al poder.
“Tratar de ocultar el pasado o el porvenir solo rodeará de inseguridad y
extrañeza la homérica faena de la resurrección”
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“La primera consecuencia del llamado de la Junta fue, según coinciden los
testimonios, una suerte de memorando sin membrete que recibieron todos los
interventores y directores de medios de difusión estatales (radios y canales de
tv), por el cual se les prohibía tocar temas relacionados con subversión,
desaparecidos, opiniones de las Madres de Plaza de Mayo, procesos judiciales
en curso sobre secuestros y asesinatos, con inclusión de la veda de reproducir
artículos o asuntos publicados por la prensa escrita. Al parecer, la orden fue
impartida por un alto funcionario de la Secretaría de Información Pública (no
por su titular), e incluyó una sugerencia verbal de no referirse, tampoco, a
situaciones vinculadas a la logia Propaganda 2 (...).
“(…) resulta indiscutible el escaso tacto y la inoportunidad de la advertencia
militar. Lejos de desear el silencio, la opinión pública exige el esclarecimiento
de todos los casos turbios que han contribuido a la difícil crisis que atraviesa
el país, desde los motivos del desmesurado crecimiento de la deuda externa
hasta la conducción estratégica y diplomática de la guerra de las Malvinas,
desde los millares de desaparecidos en la contienda antisubversiva hasta los
arreglos de cuentas entre los propios sectores encargados de la represión. Nada
podrá detener las investigaciones en curso y todo ciudadano responsable
agradece que sus medios periodísticos aun con excesos ocasionales, lo pongan
en contacto veraz con una realidad que durante demasiado tiempo le ha sido
escamoteada. A las puertas de la democracia, ya no es posible ni ético volver a
los años del monopolio informativo y de la verdad única”.
“(… el ministro de Interior Llamil) Reston dijo que no existe solución para
el problema de los desaparecidos, afirmación que levantó una ola de críticas y
se derramó brusca sobre una sociedad ya casi incapaz de tolerar golpes de esa
naturaleza.
“(…) con el problema de los desaparecidos, la retórica oficial se explayó sin
dejar demasiado margen para el optimismo.
“La piel militar aparece estos días especialmente irritada porque las
denuncias sobre secuestros y asesinatos acaecidos a partir de 1978 –sobre todo
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“Proceso (...)
“La resolución oficial de no permitir el acto programado para hoy no supone
de ninguna manera que se haga lo mismo con otras exteriorizaciones tales
como las Madres de Plaza de Mayo, que se reúnen los jueves (...).
“La actitud refuerza la impresión de que el gobierno no avanzará más allá de
lo que pudo hacerse hasta el presente en materia de esclarecimiento de la
época señalada.
“El criterio oficial predominante sería pues, el de dejar en manos exclusivas
de la Justicia, la dilucidación de las peticiones.
“Un detalle que llamó la atención apenas se difundió el comunicado fue la
mención que se hizo de una de las agrupaciones intervinientes: `Madres de
delincuentes terroristas´. La correspondiente explicitación señaló que el
calificativo no correspondía a las autoridades sino a los integrantes de
nucleamiento, que así lo habían hecho constar en los comunicados elevados a
la consideración del Gobierno.
“El comunicado podría haber merecido algunas objeciones de parte del
presidente de la Nación, pero la rápida difusión ordenada por la mañana
imposibilitó de cualquier manera toda enmienda. La evidencia de que se
preveían algunos ajustes estuvo dada por las consultas que se hicieron a
algunos medios a poco de la difusión.
“Desde el Ministerio se insistió ayer en que la prohibición no supone
generalizaciones para otra clase de exteriorizaciones, pero que el tema de los
desaparecidos no deberá prestarse a manejos políticos. Las diferencias no
resultarán sencillas”.
“La foto que este diario publicó ayer en su primer plana que muestra una de
las `madres de la Plaza de Mayo´ abrazándose acongojada, a uno de los
oficiales de policía que le impedían proseguir la llamada `marcha de la vida´
el oficial sosteniéndole contra su corazón, en una mezcla de acto de servicio y
actitud humanitaria, tiene tal vez más elocuencia que muchas de las palabras
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que hasta ahora hayan podido escribirse para demostrar que el problema de los
desaparecidos y presos sin proceso es uno de los más serios que afronta la
comunidad argentina, la cual no podrá avanzar sin dilucidarlo hacia las metas
de la reconciliación y de la prometida democracia.
“La magnitud de la marcha del martes, que se realizó a pesar de la
prohibición oficial y tuvo un discurso pacífico favorecido por la actitud firme
pero dialogante de los efectivos policiales, demuestra que el problema de los
derechos humanos encarna una preocupación legítima no solamente de las
familias afectadas si no también de la comunidad (...).
“Nadie ignora que en la Argentina hubo una lucha antisubversiva, ni
tampoco que una guerra de esa naturaleza entraña crueldades. No se pretende
tampoco volver atrás el reloj de la historia.
“Pero lo que es imprescindible es encontrarle una solución el drama que
enlutó al país.
“Las madres y los familiares de los desaparecidos quieren información. No
se resignan a llorar a sus hijos sobre la base de un sobreentendido. Tampoco
tienen conciencia culpable. La figura de `madre de delincuente terrorista´ no
aparece en nuestros códigos, ni se compadece con el sentido moral. Está en la
naturaleza que una madre brinde protección y comprensión a su hijo más allá
de la calificación que merezca su conducta. No es ése un atributo solamente de
la civilización pues la protección de las crías se registra en las sociedades
primitivas y tiene relevantes ejemplos en la vida animal. Ignorar ese dato
significa renunciar al primero de los valores de nuestra cultura que es la
defensa ardiente de la humanidad.
“De manera que puede predecirse casi con seguridad que las `madres de
Plaza de Mayo´, las madres sin aditamento de los desaparecidos, continuarán
pidiendo todos los días de su vida y por todos los medios imaginables o no el
esclarecimiento de la suerte corrida por sus hijos. No es algo que se pueda
contrariar con una ordenanza o con un decreto, pues corresponde al orden de
los sentimientos y se ubica en la zona del derecho natural, previo a cualquier
legislación positiva.
“El gobierno debe dar los pasos que sea menester al encuentro de estas
preocupaciones para que ellas no se vuelvan obsesivas y terminen
enquistándose profundamente en la vida social y política argentina. Es
deseable una nueva actitud, la cual desde luego, debe partir de la base de que
existen sentimientos respetables en juego y que sin aceptar a la subversión
capaz de erosionar la autoridad del Estado, es posible superar los crueles
tramos recientes de nuestra historia mediante el simple expediente del diálogo,
de las explicaciones, de la comprensión”.
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“El ministro Reston dijo que no existe solución para el problema de los
desaparecidos. Luego, en tono menos drástico, aceptó que el gobierno
intentará dar una respuesta a las secuelas de la lucha antisubversiva.
“Por último, el presidente Bignone afirmó que el tema preocupa seriamente
(...).
“De la lectura del cronológico relato se desprende que el gobierno transita
un camino de idas y vueltas sobre la cuestión que más duele a los militares y
que casi impensadamente para ellos se ha convertido en el eje político de la
Argentina de hoy.
“En este capítulo sobre los desaparecidos –que alguna vez se creyó
concluido– se observan las líneas de la contradicción oficial y otra vez
emergió a la superficie a raíz de la `Marcha por la vida´ organizada por las
entidades que se dedican a la defensa de los derechos humanos y respaldada
por algunas sectores partidarios y sindicales.
“El lunes pasado el gobierno resolvió prohibir la concentración y emitió un
comunicado –no del todo afortunado– para justificar la actitud y ratificar lo
que aseguran será la futura conducta: no se permitirá que se haga un
instrumento político de los derechos humanos.
“La realidad del martes fue otra: después de un inédito parlamento entre
manifestantes y fuerzas de seguridad, la concentración se cumplió más allá del
hecho formal de no haber podido ingresar en la Plaza de Mayo.
“¿Cómo varió la posición oficial en menos de 24 horas? Las bruscas
mutaciones en la política argentina ya no provocan grandes asombros pero
invitan a bucear en sus verdaderas motivaciones.
“En esferas oficiales se explica que la determinación de prohibir el acto
surgió de la interpretación de las decisiones de la Junta Militar que, al
momento de reconstituirse, recordó la vigencia de la legislación.
“Incluso, ayer mismo se insistía en que nuevas exteriorizaciones de ese tipo
serán sistemáticamente censuradas y no faltó quien arriesgara que los actos
con connotaciones políticas sólo serán autorizados en lugares alejados de la
Plaza de Mayo.
“Sin embargo, no parece haber un solo criterio –también en este tema– entre
los militares argentinos.
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“Por lo que pudo saberse, el presidente Bignone tuvo en sus manos dos
proyectos diferentes para encarar el acto (...).
“Uno de ellos, surgido desde el Ministerio del Interior, aconsejaba adoptar
una actitud idéntica a la asumida, en ocasión de la movilización de la CGT
Brasil.
“El otro, también nacido en algún despacho de la Casa Rosada, promovía la
prohibición lisa y llana, criterio que se impuso, en primera instancia, y dio
lugar al comunicado de referencia.
“El martes por la mañana, sin embargo el presidente Bignone, tras consultas
sumamente reservadas, resolvió dar un sesgo algo más realista y fue así como
el jefe de la Policía, general Sasiaiñ, recibió precisas instrucciones para
montar un operativo preventivo y evitar, a toda costa, roces e incidentes con
los manifestantes.
“Los resultados–que fueron recibidos con gestos de alivios en Balcarce 50–
sirvieron para demostrar que las soluciones en la política difícilmente transiten
los extremos. El sentido común suele indicar que existe una amplia franja por
el centro que casi nunca conviene desechar. Por eso, después de haber
sorteado otra prueba de fuego, no son pocos los militares que se inclinan a
pensar que es hora de archivar el recetario de la alquimia política y optar
definitivamente por las soluciones que la realidad dicta.
“Algunos jefes militares –parafraseando al mismo Reston– insisten en que
`no habrá solución mágica´ sobre los desaparecidos. Y es verdad. Mal puede
haberla en un tema que se define con dos términos tajantes: vida o muerte.
“La civilidad tampoco espera milagros pero exige los calmantes
imprescindibles para que las heridas abiertas por la lucha antisubversiva
puedan ir cicatrizando.
“Las fuerzas armadas –o los comandantes en jefe, al menos –parecen haber
comprendido que de la resolución acertada de la cuestión de los desaparecidos
dependen, en gran medida, el alumbramiento de un gobierno institucional más
o menos estable.
“La Junta Militar comenzará la semana venidera a considerar la cuestión en
el marco de la `concertación´ que se propondrá a la dirigencia partidaria.
“Por supuesto que las coincidencias deberán exceder el problema de los
derechos. Pero éste constituye `el tema clave´ según la confesión de un alto
jefe castrense.
“Los mecanismos para afrontar el dilema son aún más difusos pero cobra
cuerpo la impresión de que el Gobierno podrían formular, a través del
Ministerio del Interior una amplia convocatoria a los familiares afectados por
la `la guerra sucia´.
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“Sin desconocer las dificultades, hay quienes coinciden que ninguna otra
institución como la Iglesia está en condiciones de promover la búsqueda de un
acuerdo, sin que la iniciativa sea sospechada como un método para escamotear
los más graves problemas de la realidad, o como una forma de trampear o
condicionar el restablecimiento democrático (...)”.
“(...) No cabe duda que Reston estuvo en la delantera del escenario en los
últimos días. Existen razones: el `caso Dupont´; el ingreso de altos jefes
bolivianos de turbia historia al país; los desaparecidos y los dimes y diretes
sobre la fecha de las elecciones, además de las quejas de los políticos (...).
“Sería bueno preguntarse qué funcionario tendrá a su cargo la delicada
negociación, previendo que los fusibles del operativo bien pueden saltar por el
aire.
“Seguramente, los temas del documento de la Junta serán: 1) desaparecidos
y derechos humanos; 2) investigaciones posteriores a la gestión del Proceso;
3) ley electoral; 4) mandatos de las autoridades elegidas por el voto; 5)
Malvinas y Beagle (...)”.
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“(...) Tal portavoz aceptó que los militares no apuran ahora la concertación
porque `no saben bien qué llevar a la mesa de negociación sobre la ley
electoral y sobre los derechos humanos´.
“(...) Les parece imposible tender una lápida inmediata y global sobre los
desaparecidos; creen que los militares deben abrir toda la información de que
disponen, aunque ella no alcance a todos los casos que se reclaman.
“Les parece que si hubo excesos –como lo reconoció el ex presidente
Videla– debe haber sanción para los responsables de la conducción que toleró
tales desmesuras.
“A partir de allí, suponen, podrán sancionar una ley penal de amnistía,
aunque no la llamen así, que tenga también algunos gestos de generosidad
hacia el otro lado; éste es, precisamente, el mayor obstáculo que los estudios
militares sobre esa ley han encontrado.
“Los análisis sostienen que una amnistía unilateral es impolítica, en tanto es
impracticable para el frente militar una medida más amplia.
“Las secuelas de la lucha contra el extremismo vinieron a enardecerse en
este marco al detectarse un osario, en Grand Bourg, que tendría alrededor de
400 cadáveres no identificados, descubrimiento que seguramente movilizará
con renovadas energías a los familiares de los desaparecidos y a las
organizaciones defensoras de los derechos humanos.
“Sobre el caso, los militares han mantenido en las últimas horas un
hermetismo cerrado y no desprovisto de cierta preocupación (...)”.
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“Porque ése es el propósito, se orará por todos los muertos sin distinciones:
por los caídos en manos de la guerrilla, por los que sucumbieron durante la
represión y por los argentinos y británicos que perdieron la vida en el conflicto
por las Malvinas.
“Será ése el primer gesto solemne imaginado por la Iglesia para llevar a la
práctica su ferviente prédica a favor de la reconciliación nacional, pero hay
razones para creer que no será el único ni el último.
“Fiel intérprete de las opiniones y apreciaciones volcadas en el plenario, el
cardenal Aramburu así lo insinuó.
“(...) Requiere comprometerse seriamente en la búsqueda de la verdad, la
justicia y el amor como camino para superar los actuales conflictos de nuestra
sociedad y cerrar las dolorosas secuelas de la `guerra sucia´ y la corrupción.
“(...) Frente a un auditorio que a lo largo de los últimos seis años, tanto en
presentaciones reservadas ante las autoridades cuanto en documentos públicos
siempre incluyó referencias a la violencia y a la lucha antisubversiva, Reston
no eludió la cuestión. La abordó con un lenguaje conocido: habló de la guerra
sucia y de los excesos de la represión. En esa materia, el ministro se apegó a lo
más tradicional del lenguaje oficial, criterio que también parece haber seguido
el presidente de la República en la nota de respuesta que envió a los
integrantes de la comisión ejecutiva del Episcopado –cardenales Aramburu y
Primatesta y monseñor Jorge López– de la que Reston fue portador.
“(...) De todas formas, no es imposible inferir los términos de ese
intercambio de criterios: si el Gobierno se aferra a sus conocidas
argumentaciones, la Iglesia, a su vez, no podrá desprenderse de los principios
que la guían y las interpretaciones que a partir de ellos ya comprometió con
referencia a la violencia y a la represión.
Si en 1977 los obispos proclamaron que `ninguna teoría acerca de seguridad
colectiva puede hacer naufragar los derechos de la persona´ y sostuvieron que
cuando se viven circunstancias excepcionales de extraordinario peligro el
Estado puede acudir a métodos igualmente excepcionales pero siempre `en el
marco de la ley y bajo su amparo para una legítima represión´, difícilmente
puedan ahora retacear la defensa de ese principio.
“Si en marzo de aquel año, en carta dirigida a la Junta Militar se reclamó por
qué muchos detenidos `han sido sometidos a apremios ilegales de calidad y
características tales que hubiéramos siempre juzgado inconcebibles en el
modo de ser argentino´; se denunciaron abusos `contra la propiedad en las
operaciones de represión´ y se proclamó que `hoy como siempre y como en
toda circunstancia conserva su valor el principio de que el fin no justifica los
medios´, la reacción que ahora puede exponer el Episcopado para replicar a la
misma argumentación oficial no podrá ser sustancialmente diferente (...)”.
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“(...) A los escándalos conocidos, que aparecen como hongos, las presuntas
derivaciones del macabro hallazgo en el cementerio de Grand Bourg se han
sumado para componer un cuadro de conmoción.
“(...) Los puntos de vista disímiles no se agotan en este punto. La cuestión
de los desaparecidos, que seguramente encabezará la nómina de temas a
`concertar´, también provoca enfoques distintos.
“En algunas fuentes se señala que es un tema innegociable (...) la `guerra
antisubversiva´ debe ser asumida tal como fue. Quienes sustentan ese criterio
consideran que no se debe dar ningún tipo de lista de desaparecidos sino
negociar la cuestión en una amplia ley de amnistía (aunque el término no
consideran que sea el apropiado) que comprendería también al otro bando, con
precisas restricciones.
“Otros, en cambio, serían partidarios de ponerle punto final al tema,
brindando la información que se disponga sobre este lacerante problema.
Sostienen que cualquier acuerdo al que arribe ahora en la concertación puede
ser sepultado el primer día que funcione el Congreso, y entonces es mejor
prevenirse adoptando una actitud más política.
“(...) Esa es una opinión para el futuro. Hoy es evidente que el silencio
oficial no puede seguir.
“(...) Es probable que así sea. Pero también, en el tinglado político, existen
dirigentes que creen que los partidos deben ocupar el espacio que están
cediendo respecto de los derechos humanos. Opinan que el tema debe estar
inserto en la estrategia general de todos los sectores que desean obtener una
salida democrática, eliminando antes de las elecciones `herencias políticas´ ”.
“(...) Los militares creen que son víctimas de una conspiración que –dicen–
empezó con la muerte del publicitario Marcelo Dupont, para tirar al proceso
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“(...) Menos bien cayeron las expresiones del ministro del Interior ante el
embajador italiano, a quien recordó las supuestas tumbas anónimas de Sicilia
cuando éste le reclamó una aclaración sobre el osario de Grand Bourg.
“`Fue una bravuconada innecesaria´, indicó la fuente militar, además de un
síntoma de reconocimiento de la realidad italiana.
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“(...) Importantes expresiones del mosaico militar creen que al final triunfará
la ancha franja moderada de civiles y uniformados: estos son, para ellos, los
que tienen que ponerse de acuerdo ahora `si se quiere evitar la dictadura
derechista de Pinochet o la dictadura izquierdista de un Firmenich´ según las
antípodas indeseables citadas por este jefe militar.
“(...) Los principales diarios del mundo han estado informando, en forma
notable y copiosa, sobre el hallazgo de las tumbas de Grand Bourg y sobre la
clausura de tres revistas.
“`Uno ve en el espejo la cara que tiene´ dedujo un viejo diplomático
argentino consultado sobre la actitud de los países europeos.
“La gestión del premier italiano, ayer, pidiendo al secretario general de las
Naciones Unidas que interceda por los derechos humanos en la Argentina, ha
venido a confirmar ambas realidades: decadencia y desprestigio.
“El desprecio por la vida es otra consecuencia de los mitos falsos y de las
sociedades que no han encontrado un equilibrio para gobernar los asuntos
humanos.
“Por eso, Pinochet o Firmenich no pueden ser alternativas razonables; por
eso, también, el realismo debe reemplazar a la fantasía en la desorientada
jerarquía del régimen”.
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“Es que las mentadas expresiones del arzobispo de Buenos Aires sobre los
desaparecidos y la inexistencia de fosas comunes provocaron legítimo revuelo
y las suspicacias crecieron cuando empinados voceros militares se apresuraron
a celebrarlas y a adueñarse de ellas.
“Podría entenderse que el explosivo ambiente creado en Italia por la
cuestión de los desaparecidos y de los así llamados cementerios clandestinos
hubiera impulsado al cardenal a tratar de poner distancia para no participar
con su palabra de un enfoque politizado de la dolorosa cuestión. Pero aún así
no era necesario que llegara a formular aseveraciones que excedían su misión
y que no pueden estar fundadas en su conocimiento directo.
“Las afirmaciones atribuidas al cardenal primado se alejan tanto de los
términos habitualmente utilizados por el Episcopado en sus documentos sobre
el problema de los desaparecidos que se explica entonces que monseñor
Laguna aprovechara para dudar de su legitimidad.
“De todas formas, esas declaraciones obraron como un escollo cierto y
acentuaron aún más suspicacias, en especial de quienes se inclinaron a pensar
que tras el llamado de la Iglesia a la reconciliación podía esconderse algún
intento de echar un manto de olvido.
“Es a esos prejuicios a los que se procuró resolver con el texto difundido
ayer y con la reafirmación de que las gestiones que desarrollen los obispos
tendrán como `marco de referencia necesario´ los últimos documentos del
Episcopado. Justamente, esos en los que se dice que la reconciliación deberá
fundarse en la verdad `por dolorosa que sea´ y en la justicia, para poder
alcanzar esa forma superior del amor que es el perdón, actitud ésta que en la
doctrina de la Iglesia siempre supone el reconocimiento de los yerros y su
reparación.
“(...) El titular del Estado Mayor del Ejército dijo que los subversivos tratan
de infiltrarse en los estamentos políticos, debilitarlos, y tomar el poder por esa
vía. Se trata de una grave denuncia del general Calvi, a la que los partidos le
asignan otro carácter. Cada vez que el régimen se está debilitando, afirman, se
apela a la amenaza de la subversión”.
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“Civiles y militares han ido a parar a las puntas opuestas del arco político y
tal radicalización anuncia, por lo menos, que la concertación fue sepultada en
los términos propuestos por el régimen.
“(...) Entre tanto descontrol, empinados voceros militares han salido para
advertir sobre el peligro de un rebrote subversivo: empezó el ex comandante
de Ejército, general Anaya, y acaba de ratificarlo el general Calvi.
“Fidedignos informes militares señalan, sin embargo, que es imposible la
restauración de los grupos guerrilleros como una amenaza latente al Estado, lo
que no impide –obviamente– la acción de grupúsculos armados en el futuro.
“Tales informes dicen que no hubo captación de jóvenes por parte de la
subversión en los últimos años, y lo que conformaba un peligro serio en 1975
era el número de extremistas armados o en condiciones de disparar: dicen que
estos eran alrededor de 25.000.
“Los específicos organismos militares apuntan que nuclear de nuevo un
número parecido de adeptos no es tarea de un año ni de un lustro, sino de una
década, sobre todo en un país donde civiles y militares están sensibilizados y
difícilmente los dejarán crecer.
“`Efectivamente, no hay peligro armado, pero nos preocupa la reaparición
política de esos grupos´, diferenció un importante jefe militar.
“De ser así, la Argentina se encontraría de nuevo dentro de una cruel tenaza,
porque del otro lado han reaparecido también síntomas alarmantes: atentados
contra artistas, amenazas a periodistas y políticos, viejas y renovadas listas
negras.
“(...) Los obispos han sido claros: no son la herramienta de la concertación
oficial ni el sexto partido de la multipartidaria.
“(...) Para algunos, tal posición significa que la Iglesia retrocedió algunos
pasos en su posición inicial de meter directamente las manos en un acuerdo
fundamental.
“Otros rescatan la valentía de la cúpula religiosa: ratificó, puntualizan, su
actitud reconciliadora a pesar de las críticas que recibió –por primera vez en
muchos años– por la inaugural entrevista con el pentágono político y por las
desacertadas declaraciones de Aramburu en Roma, desmentidas luego por el
cardenal de Buenos Aires (…)”.
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rasgo inusual en sus columnas– para señalar el tiempo que hacía que la Iglesia
reclamaba a la dictadura por los derechos humanos:
“(...) los términos del diálogo entre la jerarquía de la Iglesia y el poder
militar son sobradamente conocidos para las partes.
“Eso constituye una marcada limitación para los obispos: puestos a ofrecer
sus servicios para fomentar un diálogo público y sincero, parece obvio que
necesitan que el régimen gobernante ofrezca indicios inequívocos para dar
respuesta a los reclamos que por largo tiempo le han venido formulando.
“De lo contrario, será difícil que los prelados puedan eludir el riesgo de que
su tarea se confunda con la del gobierno militar o se transforme en una
pantalla de la `concertación´, una de las trampas que inquieta a los obispos y
siembra preocupación dentro y fuera de la Iglesia.
“(...) es ése uno de los carros que más pesa sobre las espaldas de los obispos:
el de haber utilizado preferentemente la vía reservada para cuestionar los
métodos de la lucha antisubversiva y reclamar por los secuestros y las
desapariciones.
“(...) ¿Podría ser de otro modo? Aunque el procedimiento empleado seguirá
siendo materia de controversia y no faltarán los que cuestionan la actitud
episcopal por no haber enfrentado abiertamente al régimen militar, no puede
ignorarse que en todos sus pronunciamientos públicos, desde 1976, la
jerarquía incluyó la demanda por los desaparecidos y el cuestionamiento del
método adoptado en la lucha contra la guerrilla.
“(...) En mayo de 1976, se proclamó públicamente el error que significaba
que `se produjeran detenciones indiscriminadas, incomprensiblemente largas,
ignorancia sobre el destino de los detenidos, incomunicaciones de rara
duración´ a la vez que se condenó el asesinato `con secuestro previo o sin él y
cualquiera sea el bando del asesinado´.
“(...) En noviembre de ese año –¡hace un lustro!– en carta reservada, dijeron
los obispos no haber obtenido una explicación valedera de lo sucedido
“(...) Y según el previsible tono que adquirió el reclamo de las madres, los
obispos tendrán que recordar además que no hace mucho al escribir que `la
violencia guerrillera enlutó a la Patria´ sostuvieron que era imprescindible `el
discernimiento sobre las cuentas que la alimentaron tanto en orden interno
como externo´ como también `discernir entre la justificación de la lucha
contra la guerrilla y la de los métodos empleados en esa lucha´.
“(...) El `manto de silencio´ oficial denunciado cinco años atrás y aún no
quebrado –tema del almuerzo de ayer– y estas exigencias que previsiblemente
figurarán en las reuniones de hoy marcan los puntos extremos de una
dramática y dolorosa realidad que sacude y lastima a toda la sociedad
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argentina. Frente a ese cuadro adquiere una verdadera magnitud el desafío que
significa proponer y realizar una auténtica reconciliación”.
“(...) hay dos cuestiones concretas en que las Fuerzas Armadas tienen
especial interés de discutir –y negociar– con los partidos políticos antes de la
entrega del poder: desaparecidos e inserción del Ejército, la Armada y la
Fuerza Aérea en el futuro esquema institucional.
“Ambos temas tienen especial repercusión y constituyen las vigas del
alicaído edificio de la concertación.
“La Iglesia avanzó decididamente hacia el nervio vivo del tema en la dura
reunión que la comisión de enlace del Episcopado mantuvo, el lunes, con los
secretarios generales de las Fuerzas Armadas y con el secretario de la
Presidencia.
“(...) Es que, en ese almuerzo, los obispos planearon que el meridiano de la
reconciliación pasa por una solución veraz sobre los desaparecidos.
“Concretamente: los prelados pidieron que antes de marzo el Gobierno
alumbre una lista de desaparecidos y haga un gesto decidido hacia la
reconciliación, a la que oficialmente han adherido a través de conspicuos
voceros oficiales.
“(...) La Iglesia insiste en que la piedra de toque de la reconciliación pasa
por un gesto gubernamental, gesto que no puede desconocer la dramática
realidad de los desaparecidos en la Argentina.
“(...) Se sabe que en el Ministerio de Interior, por un lado, y en los
comandos, por el otro, se trabaja en un `paquete´ referido a las secuelas de la
lucha antisubversiva.
“(...) Quienes han leído los primeros borradores, aseguran que se aludiría a
la `aptitud´ de la alternativa elegida para erradicar la guerrilla y se admitirían
excesos cometidos. En ese párrafo –afirman– habría una alusión directa y
contundente sobre los desaparecidos.
“Al mismo tiempo se trabaja en un proyecto de ley de amnistía, que tendría
un amplio alcance, tanto para quienes participaron de la guerrilla como para
aquellos que la combatieron.
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lustro y con ciertas garantías futuras para los hombres que combatieron contra
la subversión.
“Inicialmente se pensaba largar ese ramillete de decisiones en marzo, pero
los tiempos se acortan desesperadamente para el régimen: es posible,
entonces, que entre el 15 y el 20 de diciembre se lo conozca.
“(...) Hay diferencias de criterios entre las tres Fuerzas respecto de las
soluciones, como es distinta también la participación cualitativa y cuantitativa
que cada Fuerza tuvo en la lucha antisubversiva más allá del compromiso
político que equipara su responsabilidad.
“(...) Los militares suelen recordar en estos días, con asidua frecuencia, que
fue el gobierno peronista el que los mandó a pelear contra la guerrilla (...)”.
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“Según ese enfoque, sólo un paso de esa naturaleza, abriría algún resquicio
para hacer posible la mediación episcopal.
“(...) `Si las Fuerzas Armadas no están dispuestas a un reconocimiento de la
verdadera fortaleza, pero si los demás integrantes de la ciudadanía argentina
no están dispuestos al ejercicio de la magnanimidad aún en contra de las
legítimas aspiraciones porque es interés de todos salvar la Patria, la
reconciliación será cada vez más difícil´, afirmó el diocesano de Morón.
“Ese criterio suscita equidistantes resistencias: hay militares que reaccionan
frontalmente, entendiendo que de ese modo se niega al Estado el ejercicio del
legítimo derecho de defensa; las organizaciones defensoras de los derechos
humanos y los familiares de los desaparecidos proclaman que, aún cuando se
produjera el reconocimiento que demandan los obispos, ello no podrá
paralizar el camino de la justicia.
“(...) Esos estrechos márgenes limitan la convocatoria episcopal a la
reconciliación. El mensaje difundido la semana anterior por la Comisión
Ejecutiva del Episcopado para ser leído el domingo con la ocasión de la
Jornada por la Reconciliación, en la que se orará por todos los muertos `que
ocasionaron la subversión, la represión y los que en la guerra en el Atlántico
sur dieron su vida en ambas partes beligerantes´, refleja el criterio
predominante en la Iglesia.
“Para los obispos no es camino de resolución ni es tampoco cristiano `seguir
echándonos mutuamente culpas´, por lo que convocan a `frenar
definitivamente el resentimiento y aceptar cada uno su parte de
responsabilidad de las grandes faltas y desaciertos del pasado´”.
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“La partida a Europa del obispo de Morón, monseñor Justo Oscar Laguna,
contribuyó a certificar la impresión de que `el servicio de reconciliación´ a
cargo del Equipo de Pastoral Social, que presidió aquel prelado, ingresó, junto
con el tradicional período de vacaciones, en una pausa coincidente con cierta
distensión del ambiente sociopolítico.
“Se trata sólo de eso: una pausa que, por lo demás, podrá alterarse si las
circunstancias lo requieren o si los otros integrantes de ese equipo episcopal
(...) resuelven conceder en próximas semanas algunas de las audiencias
pendientes (...).
“La pausa sólo rige para esa acción concreta a través de la cual la Iglesia se
ha comprometido a cumplir con su inexcusable ministerio de reconciliación,
pero no se extiende, en modo alguno, a la predicación a favor de la concordia.
“(...) monseñor Laguna se mostró algo más optimista, aun reconociendo los
escollos que deben sortearse en procura de una reconciliación que se
fundamente en la verdad, la justicia, la libertad y la magnanimidad.
“Este optimismo reconocía fundamentos: antes de viajar, Laguna mantuvo
encuentros con funcionarios del Gobierno y volvió a tomar contacto con unos
de los proyectos del documento oficial en elaboración, para afrontar el
doloroso problema de los desaparecidos.
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“(...) el Gobierno había proyectado que esa explicación sea parte decisiva de
un conjunto de medidas relacionadas con las secuelas abiertas por la lucha
antisubversiva. Sin embargo, se terminó optando por el gradualismo.
“(...) Raramente en estas conversaciones no emergía la cuestión de los
desaparecidos, es decir, la referente a la licitud ética de los procedimientos
empleados para combatir el terrorismo. Casi todos los sectores reconocen que
en ese decisivo y controvertido punto resulta esencial la mediación de la
Iglesia, y ésta ha insistido en la necesidad de la verdad y de la justicia como
pasos inexcusables de un proceso que habrá de incluir, además, la
magnanimidad y es perdón.
“En consonancia con lo que quedó dicho, a lo largo de seis años, en los
documentos públicos del Episcopado y en aquellos que en reserva se
entregaron al Gobierno y que pocos meses atrás, a través de un libro oficial de
la jerarquía, cobraron notoriedad, la posición de la Iglesia a favor de la
reconciliación supone el mayor sinceramiento sobre la larga noche de
violencia y sangre que enlutó al país y el reconocimiento la reparación posible
de los errores cometidos”.
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“(...) Para más, Juan Pablo II reafirmó que `la Santa Sede piensa ayudar a los
pueblos a reencontrar la vía del honor, invitando a los mismos pueblos a
vigilar para que tales prácticas dejen de ser usadas, como otras formas de
arrestos y detenciones arbitrarias, de campos de concentración y de opresiones
diversas´.
“Semejante práctica pontificia que incluyó también la inequívoca condena
del terrorismo y de los secuestros aún escudados en el `pretexto de la lucha
política´ porque para la Iglesia `nada podría justificarlos´, está sostenida en un
fundamento más hondo y radical (...).
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“(...) En medio del ajetreo, los militares perderán el sueño por otra razón: la
conciliación de posiciones con los partidos y la Iglesia por el intrincado tema
de la vigencia de los derechos humanos durante los años de poder discrecional
del régimen.
“Las crecientes declaraciones del general Camps (`No quedan desaparecidos
con vida´) han desencadenado una tempestad de reacciones adversas a este
jefe militar retirado que ya no contaba con la simpatía del esqueleto político.
“Camps fue jefe de la policía bonaerense durante varios años del gobierno
militar y sus declaraciones de ahora –a un diario español– son interpretadas de
diferente manera.
“Hay quienes creen que fue el espaldarazo a un sector militar –el del
Ejército– que pugna contra opiniones contrarias para dar a conocer cuanto
antes un detallado informe sobre el asunto.
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“Alguien recordó aquella primera aparición por TV, de esa figura enjuta que
encarnaba el presidente de la Nación. Videla decía en junio de 1976 que
`durante muchos años han sido tantas las promesas incumplidas, tantos los
fracasos de planes y proyectos, tan honda la frustración nacional, que muchos
de nuestros compatriotas han dejado de cree en la palabra de sus gobernantes
y han llegado a pensar incluso que a la función pública no se llega a servir
sino para servirse de ella´.
“Hoy, tras siete años de régimen militar, esas palabras parecen poseer una
trágica vigencia”.
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“(...) Las quejas militares, claro está, son a esta hora moneda corriente y se
reproducen en la misma medida en que aumentan los reproches de la civilidad.
“Se oyen críticas por la situación socioeconómica, por la conducción
política, por las denuncias sobre ilícitos, por los desaparecidos, solo
recurriendo a un racimo de ejemplos.
“Son las críticas que impone la difícil realidad argentina; son las críticas que
surgen cuando se abre un resquicio para el ejercicio democrático.
“Es la consecuencia, al fin, de un Gobierno que ha compilado un rosario de
frustraciones”.
“(...) Con seguridad, esa legislación y las decisiones del agónico gobierno
militar –desaparecidos, Malvinas, solo por citar unos pocos ejemplos–
prometen ocupar el mes de marzo, siempre un hito en la historia política de la
Argentina (...)”.
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“(...) Pocos días después del arribo de Bignone, las Fuerzas Armadas
prometen difundir el `paquete´ sobre derechos humanos.
“Los documentos conocerán la luz –si la Junta los aprueba– entre el 15 y 20
de este mes.
“Serán los siguientes:
“Una explicación de la guerra antisubversiva, partiendo de los orígenes de la
guerrilla en el país. Se harían referencias a las razones por las que las FF.AA.
debieron enfrentar de la manera que lo hicieron al fenómeno. Existen
forcejeos internos para referirse concretamente a los desaparecidos, tema
sobre el cual no hay coincidencias sobre las armas.
“Un acta institucional donde las Fuerzas Armadas asumirán la
responsabilidad de lo ocurrido en la lucha antisubversiva.
“Una ley de amnistía, que beneficiará a los subversivos y a quienes
reprimieron la guerrilla, aún a aquellos que cometieron fuertes excesos en esa
represión irregular.
“Una `ley de defensa de la democracia´, que daría basamento legal a las
Fuerzas Armadas para actuar si hay un `rebrote subversivo´.
“Todo esto estaría combinado con la decisión de excluir el acta institucional
a la ex presidente Perón y a los hombres más prominentes del régimen
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“(…) Unas cuatro mil causas están abiertas en los Tribunales, referidas a la
represión antisubversiva.
“(…) la Junta habría sido asesorada para que postergue la sanción de la Ley
de Amnistía y de `defensa de la democracia´.
“Se habría sugerido a los comandantes en jefe que esta legislación –sobre
todo de la amnistía– puede despertar una fuerte resistencia política e
incrementar las posibilidades de los partidos se comprometan a derogarla,
cuando sea reactivado el Parlamento.
“El nuevo curso de acción que se habría abierto en los últimos días habría
desechado, por lo tanto, que estas leyes sean anunciadas junto con el resto de
disposiciones que contendría el `paquete´.
“La fecha original para anunciar estas disposiciones era del día 30, tal como
estaba fijada en la agenda de la Junta, y el anuncio iba a ser hecho por el
titular del Interior, general Llamil Reston.
“Temerosos de que la amnistía pueda ser derogada por el futuro Parlamento,
los militares habrían preferido exhumar la `concertación´.
“Es claro que esa `concertación´ no se haría con todos los partidos; ahora se
pretendería negociar la amnistía con las autoridades electas el 30 de octubre.
La ley de `defensa de la democracia´, o como finalmente se llame, también
formaría parte de esta `concertación´ con el futuro gobierno.
“Si este proyecto conoce la luz, quedaría demostrada una vez más cierta
ingenuidad en el manejo militar de las cuestiones políticas.
“Resulta improbable que las autoridades electas adquieran compromisos de
esta envergadura antes de que se reabra el Parlamento.
“Si bien en algunos sectores políticos hay cierta aceptación de la necesidad
de una ley antiterrorista, del tipo de que las que rigen en España, Italia y
Alemania, es indudable que preferirá que sea sancionada por el Congreso y no
heredada de un gobierno de facto.
“Sea como fuere, existe otro dato que los militares habrían computado para
postergar la amnistía.
“La reciente declaración del obispo de Morón, Justo Laguna, cabeza visible
del `servicio de reconciliación´ que practica el Episcopado, deslindó
responsabilidades acerca del proyecto de amnistía, al señalar que la Iglesia
desconoce el texto del proyecto y que, por lo tanto, no ha sido consultada en
tamaño tema.
“El gesto de Laguna desprende a la Iglesia de las versiones que, desde el año
pasado, difunden fuentes militares sobre una presunta aquiescencia de la
cúpula del Episcopado con el `paquete´ sobre los derechos humanos que
elabora el Gobierno.
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“(…) Termine de una vez por todas el Gobierno con sus torpes ataques
contra el periodismo y limítese a facilitar la atmósfera de convivencia que el
país reclama para volver en paz al estado de derecho”.
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“(...) No puede sorprender, por lo tanto, que asomara una idea recurrente: la
de la reconciliación. Esa coincidencia no necesita mayor explicación a poco
que se tenga en cuenta que el llamado a la reconciliación surge de la esencia
misma del tradicional mensaje cristiano.
“(...) `Estamos con vosotros, víctimas del terrorismo, encerrados en la cárcel
o en los campos de concentración, consumidos por los malos tratos o por la
tortura´, proclamó el Pontífice (...)”.
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“Al régimen que gobierna la Argentina le pasa siempre lo mismo: las cosas
mal enterradas le reaparecen de alguna manera, tarde o temprano y en la forma
que menos le conviene.
“El debate que debió seguir a la guerra perdida –silenciado con corsé hace
nueve meses– se produjo ahora, maltrecho y caótico, tras la aparición pública
de Galtieri y durante el juicio del almirante sublevado Zaratiegui.
“(...) Las secuelas de la lucha contra la insurgencia no existieron nunca para
la jerarquía del régimen. Hoy se reconoce que hubo excesos y que hay
desaparecidos, pero la polvareda levantada amenaza con ahogar las soluciones
razonables para un problema que, ya se sabe, carece de una buena solución.
“(...) El régimen se prepara para dar el paquete distensivo sobre los derechos
humanos durante los años omnipotentes, que entrevé como el último gesto
uniformado para terminar con el asunto.
“La comunidad civil aguarda expectante, más que las condiciones de esas
medidas, la actitud que frente a ella tomará la Iglesia argentina: `Si no
podemos respaldarnos en el apoyo de la Iglesia, el cuestionamiento al paquete
será inevitable´, predicen.
“El reciente, secreto e inesperado viaje a Roma del obispo Laguna habría
rozado, por lo menos, este tema; la cima religiosa entiende que los
documentos en preparación no contienen aún los elementos necesarios de
reconocimiento y compromiso como para que cuenten con su aval.
“Si los obispos no respaldan las decisiones oficiales, difícilmente las fuerzas
políticas puedan hacerlo; el problema, en tal caso, quedará flotando en la
superficie política como un bloque sombrío en el camino hacia la restauración
civil.
“Debe consignarse además la actitud de sectores militares –sobre todo la
Fuerza Aérea– renuentes a suscribir el acta por la cual la Junta Militar se hace
cargo de todo lo actuado en aquellos tiempos de lucha contra el extremismo:
`Es vulnerable y no resiste el menor análisis jurídico´, afirman.
“Se habría resuelto volver a la vieja idea de sancionar una ley de amnistía
(...).
“Hay quienes piensan que los miembros de alguna junta o los de todas las
juntas de los años del régimen, con excepción de la actual, deberán tener
alguna sanción; el proyecto se completa con una total exculpación a los
estamentos militares inferiores a esa jerarquía.
“Franjas moderadas del mosaico político suponen, sin embargo, que
cualquier operación en ese sentido debe cuidar de no plantar la semilla del
resentimiento en las instituciones armadas, para evitar que florezca cuando
sobrevenga el natural desgaste de la administración constitucional (...)”.
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“(...) Quizá en los primeros tramos del reciente plenario hubo quienes
temieron –incluidos algunos obispos– que las sesiones de San Miguel se
extinguieran sin un pronunciamiento directamente relacionado con la
actualidad (...).
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“(Su estrategia) Fue una forma de poner distancia con los encontrados
requerimientos externos: los que desde ciertos sectores parecían reducir el
cónclave a la exclusiva consideración del controvertido tema de los
desaparecidos a los que, procedentes del poder, soñaban con rescatar cualquier
signo que pudiera ser confundido con un aval de la gestión oficial en ésa y
otras delicadas cuestiones. (...)
“La reiteración tiene connotaciones de actualidad. Los obispos no ignoraban
que buena parte de las expectativas estaban concentradas sobre su eventual
reacción ante el informe que difundirá el gobierno militar para explicar los
años de lucha contra la subversión.
“Por eso es que uno de los primeros párrafos del documento no puede sino
ser directamente vinculado con ese inminente episodio, convirtiéndose en algo
así como las condiciones mínimas que ha de requerir la Iglesia para entender
que el informe oficial constituye un paso favorable a favor de la
reconciliación. (...)
“Sobre la base de esos requerimientos, se convoca al examen de conciencia
nacional –afirmado en los pilares de la verdad, la justicia y el amor– y se
proclama que sólo si se aceptan esos principios “nuestro pueblo podrá encarar
situaciones tan graves como el doloroso problema de los desaparecidos y de
las víctimas de la subversión, que también desgarra a los hogares y afecta la
convivencia de los argentinos.
“Según se ve, el nuevo texto, coherente con los sucesivos documentos
emitidos por la Iglesia en los últimos años, es un apretado compendio de lo
que ya se llevaba dicho (...).
“Pero también es verdad, aun cuando se trate de principios, que reiterar en
abril de 1983 lo que ya se dijo dos años antes puede resultar exiguo.
“Porque el contexto ha variado notoriamente: la convulsionada sociedad
argentina de estos días, que es la de la posguerra y la de la apertura política
precipitada por el desenlace bélico de las Malvinas, ya no es la misma (...).
“De esa búsqueda se trata. Y aunque los obispos ocupen en ella un lugar
primordial e irreemplazable, es la Iglesia como comunidad de creyentes, la
que debe sentirse interpelada por este mayúsculo desafío”.
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“Una cosa muy diferente es erigir como estilo de vida un recurso que pudo
haber sido inspirado por la desesperación, pero que en definitiva era la
homologación de los mismos métodos que se condenaban en la guerrilla. No
es la primera vez que señalamos la lección que dejan el paso del tiempo y la
experiencia de los países que lograron superar dicho flagelo sin alteración de
los métodos legales.
“Allí, la acción de Justicia fue, en el momento oportuno, el ariete que no
solamente desarmó en los hechos a la subversión, sino que adicionalmente la
privó de su fundamento ideológico falaz, según el cual es posible operar
cambios en una sociedad por métodos violentos reñidos con toda moral y con
toda lealtad comunitaria.
“La abjuración de sus propias ideas por los violentos es –hemos dicho– un
alto triunfo de la democracia.
“Por otra parte, en estos días estamos palpando en toda su gravedad las
secuelas de la `guerra sucia´. Muchas veces nos hemos referido a las heridas
internas y no es necesario reiterar argumentos perfectamente conocidos.
“Pero está también en juego la idea que el mundo se hace acerca de nuestro
país. A los argentinos nos costaría tolerar intromisiones en nuestros asuntos
internos. Que ellas se funden en una preocupación razonable no altera ese
sentimiento. Se considera, desde siempre, que los problemas internos deben
ser resueltos en casa, sin presiones foráneas. Sin embargo, esa actitud está
lejos de resolver la complejidad del problema.
“En efecto, es preciso señalar que el país ha adherido libremente a cartas y
convenciones internacionales que protegen los derechos humanos. Ello
entraña compromisos con la comunidad internacional organizada que no
pueden ser olvidados. Los tratados externos son ley de la Nación y no un
compromiso que unas veces ata y otras veces puede ser descuidado. La
necesidad de rechazar toda intromisión externa tropieza con ese límite –
objetivo– sin cuya observancia los países tienden a aislarse progresivamente y
concluyen por perder la noción de hasta dónde llega la realidad y dónde
comienzan las fantasías omnipotentes y malsanas.
“Todo ello conduce a la necesidad de que el episodio al que hiciéramos
referencia inicialmente sea convenientemente aclarado.
“El país está a apenas cinco meses del hecho comicial que debe llevarlo, lo
más rápido posible, al restablecimiento de la democracia. En tales condiciones
puede pensarse en provocaciones de quienes no quieren el restablecimiento de
las instituciones y preferirían un rebrote de la subversión que la conciencia
pública no solamente rechaza sino que hace imposible.
“Pero aún tomando en cuenta esa probabilidad, el filme del terror no debe
ser rebobinado.
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“La Argentina recibió en las últimas horas otra descarga sobre su cuerpo
social, entumecido por la violencia de los años recientes.
“La reacción fue, sin embargo, la de una comunidad que parece ir
recobrando sus reflejos, como si la anestesia que el horror cotidiano le impuso
en la última década perdiera efecto.
“Todos o casi todos los sectores se pronunciaron sobre el oscuro episodio
que concluyó con la muerte de Osvaldo Cambiaso, militante peronista en
libertad desde noviembre de 1982, y de Eduardo Pereyra Rossi quien, según
todos los indicios, integraba la cúpula de los montoneros.
“Nadie o casi nadie equivocó el camino: no se puso en tela de juicio la
necesidad de preservar a la Nación, si es necesario, de una reincidencia
terrorista; sí, en cambio, se cuestionó el procedimiento utilizado que los
militares idearon incluso antes de acceder al poder en 1976. Ese mecanismo
que sumergió al país en una tragedia de la cuál aún no ha podido recuperarse.
“Debe admitirse que, como mínimo, los militares manejaron con torpeza
este episodio. De otra forma resulta incomprensible, sólo para absurdólogos –
como diría un cultor de neologismos– la falta de coherencia que existió entre
las desapariciones de Cambiaso y de Pereyra Rossi y su posterior
enfrentamiento con las fuerzas policiales.
“¿Quién los sustrajo, entonces, de la confitería céntrica en Rosario? ¿Cómo
transcurrieron 72 horas de silencio oficial, en medio de denuncias y
presentación de hábeas corpus? ¿Cómo uno de los muertos gozaba de libertad
si, como se afirma, estaba vinculado con las organizaciones subversivas?
“Estas parecen todavía preguntas sin respuestas. Como tampoco las habrá,
seguramente, para explicar la actitud del presidente Bignone, quien el lunes
dio su compromiso de que las fuerzas de seguridad no habían intervenido en
ningún operativo y el martes por la noche, al regresar desde el Sur, se quedó
casi sin palabra, frente a la inquietud periodística.
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“Esto revela, por lo menos, una total desconexión entre los mandos militares
y el Poder Ejecutivo, lo cual no parece una admisible falencia si se tiene en
cuenta la crisis que está administrando el régimen militar. Y acaso un dato
más sirva para fortalecer esa impresión: a las 18 horas del martes el Ministerio
del Interior ignoraba lo sucedido con Cambiaso y Pereyra Rossi.
“¿Es que la Argentina ha vivido un nuevo intento de desestabilización del
gobierno de Bignone?, fue el interrogante obligado de ayer.
“El desánimo fue evidente en la jornada pasada en la Casa de Gobierno; en
los comandos hubo, en cambio, hermetismo y nadie se atrevió a apartarse un
ápice de los argumentos conocidos. `Aquí no habrá un rebrote subversivo. Por
eso lucharemos como sea hasta las últimas consecuencias´, fue la única frase
tajante lanzada por un oficial del Ejército.
“Los niveles políticos y diplomáticos, en cambio, hicieron una evaluación
más reflexiva del episodio.
“Pocos comprendían cómo a escasos días del informe sobre los
desaparecidos, que desató un alud de críticas sobre el régimen, se incurría en
un manejo tan desatinado de una cuestión especialmente sensible para el país
y para el mundo.
“No más pretendían entender el sentido político de aquel pronunciamiento:
quiso ser el punto final que no fue; intentó deslizar la promesa –porque no se
dijo explícitamente– de que el capítulo de la represión irregular estaba
definitivamente clausurado. Y tampoco pareciera haberse cumplido.
“Quizás la verdad esconda raíces más profundas, alejadas de las
explicaciones fáciles y maniqueas a que recurre casi invariablemente el
régimen militar.
“Quizás el Gobierno debe admitir –si así lo desea– que para superar un
estado de violencia es necesaria una estrategia para la paz.
“Y que ella no incluye soluciones precisamente mágicas.
“El impulso al retorno democrático seguramente responde a ese proyecto,
aunque resulta insuficiente. Valdría también una solución de fondo al
problema de los desaparecidos, un restable cimiento de las libertades
colectivas individuales, un esfuerzo serio para atacar las inequidades sociales.
“Quizás también la necesidad de delimitar la violencia, y de ella, a la mayor
parte del cuerpo social.
“Los militares, sin embargo, no están cercanos a estas ideas y en todo caso
aspiran a que estos largos y difíciles meses hasta los comicios transiten lo más
pronto posible. El Gobierno parece –y en algunos niveles de decisión se
acepta– incapaz de dar repuesta a todos los graves problemas que lo
conmueven y en ciertos despachos oficiales se han comenzado a barajar las
tesis que hagan menos sufrido el repliegue de las Fuerzas Armadas:
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“(...) Tampoco los sectores militares están de acuerdo sobre el camino que
deben elegir para enfrentar las secuelas de la lucha contra la subversión; por lo
pronto, ayer resonó una nueva advertencia de la Iglesia condicionando su
futura actitud; `Verdad y justicia´, reiteró.
“La proyectada ley de amnistía es el motivo de la discordia: hay oficiales –
sobre todo marinos y aviadores– que no aceptan ser amnistiados, porque
consideran que no cometieron delitos.
“Los partidos políticos aguardan la reacción de la Iglesia sobre los
documentos oficiales en materia de derechos humanos para pronunciarse ellos
en consonancia.
“Debe aguardarse, con todo, una actitud cauta de la Iglesia. En los últimos
días afloraron –como pocas veces antes– discrepancias internas en la cima
católica sobre asuntos terrenales y ella fue criticada también públicamente por
una organización de familiares de desaparecidos.
“Es propósito de la Iglesia no prestarse a nuevos zarandeos para conservar el
prestigio que la elevó a atesorar un caudal invalorable de voluntades: `No
podemos salir despeinados todos los días´, se oyó decir a un conocido obispo
(...)”.
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“(...) Los altos mandos del Ejército, principalmente, están impulsando los
proyectos de amnistía –denominada de Pacificación Nacional, para evitar
similitudes con la dictada en 1973– y de Defensa de la Democracia.
“Tanto en la Armada cuanto en la Fuerza Aérea, aunque con más énfasis en
la primera, la palabra `amnistía´ provoca reacciones emocionales y reflexiones
contrarias al proyecto de ley. También en el Ejército, sobre todo en los
estratos intermedios, existe una actitud de rechazo similar.
“El principal argumento es que si la Junta Militar, en el vapuleado
documento sobre los desaparecidos, calificó la represión –legal o ilegal– como
`actos de servicio´, el dictado de una ley amnistiando al personal militar
convertiría esos `actos de servicio´ en delitos.
“Sin embargo, la Junta parece continuar avanzando en ese curso de acción y
se asegura que los comandantes consideran a esa ley como fundamental para
terminar de `cerrar´ el capítulo antisubversivo. Pero para plasmar esa
intención en un texto de ley se debe superar un obstáculo: ¿cómo dictar una
amnistía parcial? Esto es: bajo qué artilugio legal se dejará fuera de esa ley a
los `máximos dirigentes´ de la guerrilla y al personal de las FF.AA.
presuntamente condenado por tribunales militares.
“Como se debe descartar una nueva acta institucional –las vigentes
caducarán el día de la entrega del poder a las autoridades constitucionales– se
comenzó a elaborar un nuevo proyecto de amnistía, de amplio alcance y sin
excepciones.
“¿Qué tendrían entonces que decir los ex legisladores vapuleados por las
FF.AA. por haber votado un proyecto similar en el Parlamento derrocado?
“Los suspicaces observadores de este turbulento panorama creen ver en ese
curso de acción la transmisión de un nuevo y grave problema para el gobierno
por venir. En efecto, salvo que el Congreso derogase la amnistía, estarán
dadas todas las condiciones para que el `rebrote terrorista´ se manifieste
rápidamente en la Argentina.
“Existe, sin embargo, otro interesante costado para abordar el análisis de la
versión de una `amplia amnistía´.
“En rigor, las Fuerzas Armadas pudieran estar sondeando la voluntad de los
políticos para que éstos respalden resueltamente esa decisión de la Junta.
“¿Por qué? Sencillamente porque a las FF.AA. no les sirve de nada la
amnistía si es que el futuro gobierno piensa derogarla. De allí que no sería
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descabellado pensar que las consultas que discretamente hace el Ministerio del
Interior sobre el tema estén directamente enderezadas a ese objetivo.
“Pero aún existen resistencias evidentes que deberán sortear sus impulsores,
antes de presentarla a los políticos para que éstos se expidan en uno u otro
sentido.
“Por otra parte, hay evidentes contradicciones en el seno del Gobierno sobre
este proyecto. Mientras que el ministro de Justicia, Lucas Lennon, dijo que no
conoce el contenido del proyecto, poniendo en duda que se esté redactando, en
calificadas fuentes de las FF.AA. se afirma exactamente lo contrario (...)”.
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públicos: `Un hombre que quiere ser presidente no puede perder el control tan
rápido´, se comentó con decepción (...)”.
“(...) Una terna de candidatos fue elevada a la Junta para cubrir la vacante
que dejará en La Habana Rafael Vázquez, quien pasará a desempeñarse en
México.
“El placet de Vázquez fue rápidamente otorgado por el gobierno de López
Portillo, al resolverse positivamente la situación de Juan Manuel Abal Medina,
quien pasó más de seis años asilado en la embajada mexicana en Bs. As. (...)”.
“En los últimos días, las noticias del ámbito judicial coparon prácticamente
las primeras planas, el éter y las pantallas de los medios. (...) La opinión
pública se enteró de que un ex presidente de la República iba a ser careado en
Tribunales con la esposa de un diplomático desaparecido; de que una jueza era
sometida a un `jury´ de enjuiciamiento debido a su eventual tolerancia
respecto del maltrato que pudo darse a detenidos; de que un ex comandante en
jefe de la Armada había sido arrestado por disposición de un juez federal; y de
que, por fin, se había decretado la prisión preventiva de varios policías
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memoria de los tiempos sin piedad; hay quienes afirman, inclusive, que
aquella ley de casualidad no tiene cabida en este sonado caso.
“(...) Pero se conoce que los comandantes de Cuerpo traen informes que, con
variedad de matices, dicen lo mismo: debe defenderse el proceso de
institucionalización y procurar una negociación sobre el pasado de la lucha
antiguerrillera.
“(...) Los radicales no esconden que la rápida victoria en la interna y el
discurso de respuesta al general Verplaetsen –donde definió su posición sobre
el restablecimiento de los derechos humanos– le han permitido a Alfonsín
subir sus acciones en la consideración pública (...)”.
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“Sería algo así como una `cláusula de residencia´, que dejaría afuera a
muchos subversivos, o no, que se encuentran en el exterior.
“Otro desacuerdo está radicado en la extensión temporaria de la ley. Para el
Ejército, debe abarcar hasta la fecha de su promulgación, que incluiría
también a los implicados en el caso Cambiaso.
“(...) De cualquier manera, no se puede dejar de señalar que los políticos han
enviado mensajes directos sobre el destino que podría tener en el Parlamento
una ley del tipo de la comentada (...)”.
“Las versiones sobre el retiro adelantado del comandante en jefe del Ejército
no han podido confirmarse pero andan viboreando en los medios políticos (...).
“Esa preocupación central –que, de algún modo, tiene que ver con la
supervivencia de algunos oficiales superiores, pues de otro modo pasarían a
retiro– sólo se equipara con la necesidad de poner límite definitivo a la
revisión de la lucha antisubversiva.
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“La crisis desatada el jueves en el vértice del poder no ha sido zanjada, y tal
vez sea éste el momento más frágil del esquema militar desde la rendición en
Malvinas y la caída de Galtieri.
“La resolución de una amnistía que proteja a todos los estamentos militares
que lucharon contra la insurgencia ideológica no sólo enfrentó a la sociedad
política con el régimen sino que fracturó el mismo mosaico uniformado.
“(...) Las secuelas de la lucha contra la subversión fueron tratadas con
bastante desprecio por los diferentes gobiernos del régimen cuando se sentían
lo suficientemente fuertes como para perder el sentido de las proporciones y la
noción de la historia; el recuerdo de Videla, Viola y Galtieri debió estar en las
últimas horas en las cabezas militares, y no precisamente para elogiarlos.
“Por todo esto el combate se ha tornado desigual: los políticos reconocen
implícitamente la necesidad de una medida política que resuelva los viejos
problemas de la cruzada militar contra la subversión”.
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“Los mismos militares que advierten el descontrol están cada vez más
convencidos que el secuestro de Guillermo Patricio Kelly fue un autosecuestro
o algo parecido: `Fue uno de sus mejores shows´, declaró un convencido total.
“Tampoco se descarta que el secuestro haya sido real y que una orden
urgente haya parado la mano asesina, pero le otorgan poca credibilidad a esa
hipótesis: `Con Kelly en mano de sus enemigos hubieran llegado tarde aún
diez minutos después del secuestro´, se dijo para graficar el odio que el
controvertido ex dirigente nacionalista sembró en algunos sectores”.
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“(...) Con un pie en el estribo, los militares tienen ahora como objetivo
principal dictar la ley de amnistía, que sirva de resguardo sobre posibles
investigaciones de excesos en la lucha antisubversiva. Y están a punto de
lograrlo al, por fin, haber llegado a un acuerdo las tres armas sobre el
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“Si los comandantes del Ejército y la Fuerza Aérea logran superar un `plan
ético´ del titular de la Armada, el Gobierno sancionará mañana la
controvertida ley de amnistía, una de las últimas banderas por las que los
militares están dispuestos a dar batalla.
“(…) Tanto el Ejército como la Armada, aunque por distintas razones,
alimentaron la necesidad de ponerla cuanto antes en circulación, cerrando así,
al menos, el capítulo legal de los excesos antisubversivos”.
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“El gobierno, inmóvil, tuvo aliento sin embargo para producir dos
decisiones que lo terminaron de enfrentar con la sociedad: el contrato de
refinanciación de la deuda externa de Aerolíneas Argentinas y la Ley de
Amnistía que exime de culpa a los militares por la lucha contra la subversión.
“La amnistía estuvo en boca de los militares desde hace un año: algunos
proponían un decretazo hace más de seis meses y otros sostenían que era
conveniente acercarse a la fecha electoral para negociar el instrumento con los
candidatos presidenciales.
“No hicieron lo uno ni lo otro: prefirieron firmar el decretazo sin consultar
con nadie. `Siempre se han hecho las cosas tarde y mal´, reconoció un vocero
militar.
“(…) El miércoles empezó la primavera y terminó el invierno, que esta vez
tuvo el significado tácito de otro final: el del congelamiento de las vocaciones
políticas inaugurado cuando comenzaba el otoño de hace siete años. Por eso
tal vez el 21 de septiembre tuvo una especial dosis de irreverencia y algarabía.
“Ese mismo día –y por 24 horas– una larga columna pidió por los
desaparecidos, en la Plaza de Mayo, convocando la adhesión de importantes
sectores de la sociedad argentina.
“El recuerdo de la muerte y la esperanza de la vida se cruzaron,
seguramente, en alguna esquina de Buenos Aires”.
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“El comunicado manifiesta solidaridad con los que más sufren injusticia,
marginación y violencia, y menciona a los familiares de las víctimas de todos
los tipos de violencia”.
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“Con ese marco, ambos partidos apelan a la fusta en los últimos metros. Sea
cual fuere el ganador, no le espera un lecho de rosas cuando llegue a la Casa
Rosada: desde la llaga de los desaparecidos hasta el apretado nudo de la deuda
externa”.
“(...) Según afirman los sacerdotes de Puente Alto, el precepto `no matarás´
vale para todos, también para las fuerzas armadas.
“(...) La violencia que se enseñorea de las calles en todas las jornadas de
protesta, en muchos casos fomentada y exacerbada por grupos parapoliciales o
de `autodefensa civil´ que actúan bajo la protección oficial, no es la mejor
consejera para proceder a la necesaria apertura que exige el pueblo chileno. La
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“(...) En el otoño del ‘76 los hombres uniformados mezclaron las peores
recetas políticas: el liberalismo económico y la represión política.
“`Lo que no se ve no existe´
“(...) Los resabios de la lucha contra la subversión –con su secuela de dolor
y resentimiento– tampoco existían porque no habían sido incluidos en el
lenguaje oficial.
“(...) Viola asumió convencido de que su misión histórica era crear un
partido oficial y explicó esa `prioridad absoluta´ en la primera reunión que
tuvo con su gabinete de ministros. Galtieri creyó que el país que había visto
desaparecer a miles de jóvenes en la lucha ideológica podía seguir
desangrándose en América Central y en las Malvinas.
“(...) Una guerra externa le siguió sin piedad a la guerra interna y la vida se
convirtió en el valor menos preciado; el país perdió el sentido de las
proporciones enceguecido por la fantasía del discurso oficial.
“Aun después de concluida la guerra en las Malvinas, y también después de
anunciado el retorno a la democracia, el régimen intentó negociar los costados
más dramáticos de su trayectoria; la Junta Militar elaboró una larga lista de
temas –política económica, ilícitos, desaparecidos– que deberían ser
acordados antes de la transferencia del poder.
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“(...) A diferencia del ‘73 no hay grupos que ofrezcan la metralleta como
alternativa política; la ordalía de sangre ha dejado su ejemplo.
“El proyecto de la intolerancia parece ser la única opción invalidada por la
realidad de los hechos en la Argentina de estos días (...)”.
“Pero son tantos los problemas a resolver que durante los últimos meses o
las últimas semanas habían quedado virtualmente congelados a espera de que
la ciudadanía decidiera el rumbo a seguir por la nave del Estado, que toda
dilación más allá de las estrictas necesidades prácticas, significaría un
empeoramiento de la dramática situación heredada y un desconocimiento de
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“La decisión de dejar en manos del Episcopado ese documento –aún abierto
a otras rúbricas– tuvo un claro propósito: hacer a la Iglesia depositaria de ese
pacto que compromete a los partidos a sostener y defender el régimen
democrático y al gobierno electo.
“Pero el sentido del gesto fue aún más amplio. Implica tanto reconocer la
autoridad moral de la Iglesia como valorar los esfuerzos que desplegó en
procura de la reconciliación nacional (...)”.
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LA OPINION
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El 24 de marzo, la edición había sido cerrada antes del Golpe. Prueba de ello
es que aún se anunciaban las actividades de ministros de la democracia. En la
página 6, La agonía del régimen (cintillo) precedía a una volanta, sin título,
que englobaba a todas las noticias de la página: Acompañada Por Una
Guerrilla De Inédita Intensidad, La Crisis Política Parece Hallar Su
Culminación.
Otra de las notas de esa página, bajo la volanta global era NO CEDE LA
ESCALA DE VIOLENCIA QUE COBRÓ NUEVAS VICTIMAS, que se
limitaba a enumerar episodios policiales en una docena de distritos. La nota
adoptaba la forma de una serie de cables picados. Su efecto de construcción de
sentido era la de construir la imagen de un país en manos de la violencia. El
mismo objetivo que el de los militares.
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“Los argentinos vivieron los últimos meses como atontados por la situación,
abrumados por los pesares: era difícil elaborar con raciocinio un aluvión tan
desmesurado de violencia y corrupción de desorden económico, de angustias
concretas en el campo del trabajo, la alimentación, la seguridad; habían
desaparecido las condiciones mínimas de bienestar. Por ello, quizás, los
argentinos están tratando ahora lentamente de entender su nueva realidad. De
asumir una situación que no es usual.
“El primer descubrimiento que se insinúa gira en torno de una nueva
perspectiva de las Fuerzas Armadas: nunca hubo militares que con tamaña
paciencia incitaran a los políticos a encontrar soluciones para la crisis
institucional. Al mismo tiempo, nunca hubo un contingente unificado de
oficiales superiores que entendieran su ingreso a la administración de asuntos
públicos con menor grado de connotaciones políticas. Esta vez, las Fuerzas
Armadas no tomaron el poder político ni estimaron que debían simplemente
reemplazar a un gobierno: se trata de Fuerzas Armadas que se consideran en
operaciones como un conjunto armado que enfrenta quizás el más grande
drama argentino donde la época de la anarquía y las guerras civiles del siglo
pasado. Están en operaciones porque solamente una unificada acción armada,
una disciplina y coherencia de tiempos de guerra, pueden establecer las
soluciones para un país que no sufría sólo de un mal gobierno, sino que había
sido desmembrado y visto destruidas sus estructuras básicas de Nación.
“En la comprensión de esta circunstancias –que es la que se insinuó desde
las primeras horas de ayer, a 24 hs de los hechos– es donde los argentinos
encontrarán la pérdida de solidaridad nacional que debe existir en una nación
y desde donde se podrá elaborar la reparación civilizada que la Argentina
merece”.
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“Si los argentinos, como se advierte en todos los sectores –aun dentro del ex
oficialismo–, agradecen al Gobierno Militar el haber puesto fin a un vasto
caos que anunciaba la disolución del país, no menos cierto es que también
agradecen la sobriedad con que actúan.
“De una etapa de delirios, donde torpes y vanas figuras gritaban sus
amenazas a voz en cuello, vivían en el desplante y la impunidad o daban
lecciones de moralidad exhibiendo sus encendedores o sus corbatas, la
Argentina se abrió en pocos minutos a una etapa de serenidad de la cosa
pública.
“Porque las nuevas autoridades demuestran un pudor, un recato, tan
beneficioso para ellos como para su relación con los gobernados. No han
añadido títulos pomposos y huecos nombres de su gobierno, ni lemas
rimbombantes a sus objetivos: no hacen culto a su personalidad ni se halagan
con la propaganda. Y no se prestarán a ser incluidas en esa especie de álbum
familiar del poder que el semanario Gente ha dedicado a los altos funcionarios
de todos los regímenes”.
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hombre político. Tal vez por ello, imprimirá a su gestión de gobierno un estilo
similar al que utilizara en la conducción del Ejército, caracterizada por un low
profile, por una línea contenida, más inspirada por la mesura que por el
apresuramiento, un esquema preocupado fundamentalmente por la cohesión
de la fuerza y por mantenerla alejada de las pugnas partidistas. En el Ejército,
Videla escucha a su generalato pero no delibera con él, toma las decisiones y
ejerce el mando con firmeza. Hay buenas razones para suponer que esos
rasgos, salvadas las obvias distancias, también se trasladaron ayer a la Casa de
Gobierno”.
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“En los últimos días, volvió a cobrar inusitada fuerza una antigua realidad:
hay dos violencias en la Argentina, y las dos están totalmente aisladas del
pueblo. Pero el pueblo ha demostrado y demuestra su vocación pacífica al
aceptar, asumiéndolas, las responsabilidades del nuevo proceso. Por ello, sin
duda, la violencia de izquierda y la de derecha intentan impedir esta etapa.
“Poco después de asumir el Gobierno militar recrudecieron los asesinatos de
la izquierda –en especial contra funcionarios policiales– y los de derecha
(suponiéndose) ya que utilizaron los mismos métodos de la Triple A y porque
buscan mantener en el anonimato a sus víctimas.
“El pueblo pareció prudente y esperanzado ante las autoridades instaladas el
24 de marzo, y aun procura una forma de acomodarse a las medidas
económicas (...) Pero las bandas subversivas de la izquierda y los escuadrones
de la muerte de la derecha quieren crear un pánico colectivo, un clima de
horror que aparte a la Argentina de la inmensa y trascendental tarea que tiene
por delante las autoridades de la treintena de asesinatos de los últimos días
desoyen la palabra del teniente general Videla cuando anunció: `Sólo el
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“(...) La señora Eva Molina y Vedia, esposa del periodista Eduardo Molina y
Vedia, denunció telefónicamente (...) la desaparición de su esposo desde el
miércoles a la madrugada. El periodista no concurre a cumplir sus tareas en la
redacción sin que mediara comunicación alguna (...)”.
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“El PEN informó ayer que ha ordenado `una exhaustiva investigación´ por
`las desapariciones de periodistas ocurridas en los últimos días´, según un
comunicado de la SIP. El documento reza así: (...)”.
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“El principal objetivo político de la subversión que emana del secuestro del
interventor militar en la CGT, coronel Juan Alberto Pita, perpetrado el
domingo en La Plata, está dirigido a lograr otra cuota de desprestigio
internacional del gobierno, entorpeciendo las relaciones entre éste y el
sindicalismo.
“El secuestro del coronel Pita se produce en momentos en que una
delegación argentina, compuesta por un sector gubernamental, otro empresario
y un tercero sindical, participa en las deliberaciones de la Organización
Internacional del Trabajo, OIT; en Ginebra, principal foro de debate mundial
del gremialismo dependiente de las Naciones Unidas.
“(...) Aunque sean aislados, los golpes subversivos de cualquier índole
siempre buscan la pérdida de posiciones de la Argentina en el complejo
contexto mundial y también que el esfuerzo gubernamental para la
reconstrucción nacional, en pos de una República democrática con
instituciones maduras y estables, se aleje a favor de un caos apto para ensayos
totalitarios.
“No caben dudas, tampoco, que la acción subversiva se concentra en este
tipo de acciones aisladas ya que decrece su poderío bélico. Con menor
esfuerzo logra mayor publicidad en el plano interno, al tiempo que trata de
conseguir que la prensa mundial exhiba al país en un marco de violencia
interna exagerado”.
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“El Ministerio del Interior confirmó ayer como otra muestra del `odio y
primitivismo de la guerrilla interna y externa, el asesinato del ex presidente
boliviano, General Juan José Torres, desaparecido desde el martes pasado´.
“(...) `Este nuevo atentado terrorista, que alcanza al ex mandatario de un país
hermano pone una vez más de manifiesto la sistemática campaña denunciada
ayer por el ministro de Interior, para desprestigiar y no sólo al Gobierno de la
nación argentina, sino al país todo, con el malsano fin de entorpecer nuestro
proceso de reorganización. Campaña ésta que se desarrolla en momentos en
que la nación se encuentra representada en la Organización Internacional del
Trabajo, y está próxima a concurrir a la Organización de Estados Americanos
e iniciando sus gestiones con organismos financieros internacionales´”.
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“La representación local del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para
los Refugiados –ACNUR– confirmó ayer que en horas de la madrugada
`fueron dejadas en libertad todas las personas que habían sido secuestradas en
los hoteles HiIton y Pinot´ en la antevíspera.
“Poco después del mediodía, el organismo internacional emitió el siguiente
comunicado:
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“`Sepan que María Graciela Cardozo confió en su amiga, creyendo que los
sutiles comentarios de izquierda que de tanto en tanto deslizaba eran sólo
inquietudes sociales de una buena compañera y no las palabras de una
peligrosa agente del ERP. Esa indulgencia, esa amistad criolla confiada,
profunda, sirvió para que esta familia argentina quedase destruida por la mano
asesina de un grupo fanático y extranjero.
“`Padres e hijo; compatriotas:
“`Cuiden el hogar. Preserven su seguridad. No acepten generosamente las
ideas implantadas en las mentes jóvenes por expertos internacionales de la
subversión, creyendo que son sólo inquietudes juveniles que no revisten
gravedad. La seguridad y la paz del pueblo se defienden con las armas, pero se
construye dentro del hogar y las escuelas. Padres, hijos y educadores deben
conocer la verdad y defender a través de ella, a su familia y a su patria`
“`Dije al comenzar que este hecho sanguinario llevaba implícito un serio
mensaje y una advertencia:
“`Padres, madres e hijos: las ideas nefastas de la izquierda marxista atentan
contra nuestras familias, nuestra bandera, nuestra patria y nuestra libertad´.
“`Sepamos defenderlas´”.
“La población argentina pudo escuchar anoche, de boca del ministro del
Interior, general Albano Harguindeguy, un estremecedor relato del asesinato
del jefe de la Policía federal, general Cesario Angel Cardozo, suficiente para
explicar hasta qué punto la subversión extremista intenta descomponer
socialmente al país.
“El ministro, en un inusual tono descriptivo para comunicaciones
gubernamentales de hechos de esta naturaleza, narró cómo la guerrilla
marxista utilizó, a través de una delincuente de sólo 18 años, la amistad de
ésta con la hija de Cardozo y la hospitalidad de su hogar para sembrar la
muerte en forma artera y despiadada.
“El general Harguindeguy aprovechó los escasos cinco minutos de su
mensaje para apuntar los efectos de esta triste lección. Parece inevitable que
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“El asesinato del general Cardozo ha asumido las proporciones de una vasta
y aguda toma de conciencia de la opinión pública argentina. A través de todos
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“Siete líderes europeos, tres de los cuales son jefes de Gobierno, publicaron
ayer en Le Monde de París un `Llamado a la Junta Militar Argentina´,
solicitándole la urgente adopción de una serie de medidas en el campo de los
derechos humanos. `Nuestro deseo es contribuir al restablecimiento de la paz
y de la democracia en la Argentina –concluye la nota–, para evitar una lucha
fratricida que comprometería el futuro de un pueblo industrioso y una nación
próspera´.
“Firman el documento los primeros ministros Olof Palme, de Suecia; Anker
Joergensen, de Dinamarca, y Bruno Kreisky, de Austria, además de Mario
Soares, jefe del Partido Socialista Italiano; Francois Miterrand, jefe del Partido
Socialista Francés y Ron Hayward, del Partido Laborista Británico.
“Si es discutible y aun rechazable el planteo que formulan estas siete
personalidades, no lo son ellas, sin duda. Se trata de hombres públicos
relevantes, fogueados en la lucha contra los totalitarismos de derecha pero
también contra los de izquierda, amplia corriente a la que pertenecen. (...) Son,
en síntesis, personalidades respetables, valiosas, dignas de la mayor atención.
Dignas, en fin, de advertirles que el documento publicado en Le Monde de
ayer es sumamente unilateral. Porque el restablecimiento de la paz y de la
democracia en la Argentina sólo procederá cuando se extirpe del país a la
subversión, pues la subversión es la que ya comprometió el futuro de un
pueblo industrioso y una nación próspera.
“Se duelen estos líderes de que las Fuerzas Armadas hayan ocupado el poder
antes de las elecciones generales establecidas por la ley, y ven en ese acto un
ataque a la democracia. Pero olvidan que la democracia estaba aniquilada en
la Argentina ya antes del 24 de marzo, y aniquilada por el fascismo populista
–esto es, el grupo de gobernantes que se adueñara de un triunfo electoral– y
las bandas subversivas de izquierda. (...) En la Argentina se libra una guerra
de la cual depende la supervivencia de la Nación. (...) Miterrand, Palme,
Joergensen, Kreisky, Soares, de Martino y Hayward han luchado contra todos
los extremismos para colaborar en la edificación, dentro de sus países, de
sistemas capaces de aunar los requerimientos de la democracia política con las
necesidades de la convivencia social ¿Cómo suponen que pueda elaborarse
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“De los conceptos del almirante Massera se infiere que la batalla contra la
sedición está inserta en el proceso de reorganización nacional que se ha fijado
el gobierno de las Fuerzas armadas. En otras circunstancias ese proceso podría
discurrir bajo pautas de elaboración técnica o política pero la existencia de la
subversión obliga a salir del laboratorio y dar una batalla frontal tan
implacable como la presenta el miembro de la Junta Militar”.
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La siguiente nota fue una respuesta a una serie de editoriales del diario La
Nueva Provincia de Bahía Blanca, al que Timerman acusaba de argumentar en
favor de una sociedad totalitaria con “un maniqueísmo de derecha”. El artículo
estaba firmado por el director de La Opinión y generaba discurso al sostener
que debía destruirse “los dos extremismos”, el de la izquierda y el de la
derecha:
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gran desafío que tenemos todos por delante: defender la identidad nacional, la
tradición democrática de la Argentina, su carácter civilizado.
“No hay que tener miedo”.
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de extremistas. Todos eran jóvenes y vestían ropas sport, con pantalones tipo
vaqueros.
“Asimismo la agencia Noticias Argentinas informó que, según trascendidos,
los cuerpos presentaban numerosos impactos de bala, pero de acuerdo con
todos los indicios habrían sido ultimados en otro lugar. Los vecinos indicaron
que durante la noche no se oyeron detonaciones de armas de fuego; sí, en
cambio, cierto movimiento de automóviles dentro de la playa, que les llamó la
atención, pues generalmente a esas horas permanece desierta.
“También dijeron que luego de retirados los cuerpos –siempre según la
información de la agencia– la Brigada de explosivos de la Policía Federal
procedió a detonar dos explosivos que habían sido dejados junto a los
cadáveres, con el presumible propósito de destrozarlos, pero que no llegaron a
estallar.
“Respecto a la identidad de las víctimas y al grupo sedicioso implicado nada
se pudo precisar”.
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”El teniente general Jorge Rafael Videla aseguró anoche que la lucha contra
la subversión se librará `en todos los campos, además del militar´, y advirtió
que `no se permitirá la acción disolvente y antinacional en la cultura, en los
medios de comunicación, en la economía, en la política o en el gremialismo´.
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“`Los emboscados tendrán que salir de sus cubiles. Ningún crimen, ninguna
traición, ninguna afrenta, quedarán impunes´, expresó el comandante general
del Ejército al hablar en representación de la Junta Militar durante la
tradicional cena de camaradería de las Fuerzas Armadas, que fue presidida por
ese organismo supremo.
“(...) Fue particularmente enérgico al tratar el tema de la subversión,
denunciando como `una infame mentira´ todo intento de `presentar a una
conspiración contra nuestra civilización como un simple problema de
disconformismo juvenil en un país con grandes desajustes´”.
Ese día se publicaron en la contratapa dos notas sobre la misma idea: los
límites de la aplicación represiva por parte del Estado. La primera se titulaba
LA FUERZA DEBE USARSE DENTRO DE LA LEY, SOSTUVO
HARGUINDEGUY y reproducía declaraiones del militar.
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“Por lo tanto, sostuvo el ministro del Interior, `ningún habitante del suelo
argentino debe sentirse intranquilo ante su presencia (de la Policía Federal), si
él actúa dentro del ámbito de la Ley y el Derecho´”.
Este último párrafo evidenciaba que el miedo ya estaba instalado en la
sociedad. Abajo, en el recuadro titulado CONTINUIDAD, el diario
amplificaba estas declaraciones:
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en Mendoza los jueces militares estaban actuando en estas causas desde hace
más de un mes– siempre puede hallar a un inocente.
“(...) Esta línea de la máxima fortaleza para derrotar a la subversión, pero
con las garantías de que se terminará con los `escuadrones de la muerte´, se
mantiene como una constante a través de numerosas expresiones desde el
Gobierno.
“(...) El discurso del teniente general Videla muestra las dificultades con
suma claridad: en rigor, es un desafío tremendo por que hay que luchar por la
democracia, por la reparación nacional y por los objetivos de bienestar que el
país reclama en el frente armado y en el de la paz.
“Quizá el mayor riesgo consista en que no se puedan crear los mecanismos
hábiles de comunicación con la inmensa mayoría de los argentinos para evitar
lo que podría convertirse en una guerra `privada´ entre los militares y la
guerrilla”.
“El Ministerio del Interior informó anoche que el Gobierno nacional expulsó
a cuarenta y seis ciudadanos extranjeros entre el 24 de marzo último y los
primeros días del mes en curso.
“Expresa el comunicado que tal determinación se adoptó `ante la necesidad
de preservar la paz social y la seguridad interior´, contra personas que gozaron
de `la hospitalidad del pueblo argentino, a pesar de lo cual tuvieron activa
participación en la subversión´”.
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un peligro que ronda en no pocos argentinos y que, si ese paso se da, caeremos
en el abismo del caos nacional´.
“(...) La violencia no es humana ni cristiana –agregó– porque lleva en su
definición una negación de la justicia y la verdad y por lo tanto, jamás podrá
resolver ningún conflicto humano. (...) La fuerza firme cuando sea preciso –
agregó– no será violencia en la medida que se nutra de la verdad y la justicia
en el marco referencial de los derechos humanos, que nunca se pueden
conculcar. Pero, por ejemplo, –finalizó diciendo monseñor Hesayne– una
fuerza que utiliza la tortura moral o física con la pretendida intención de
informaciones de bien común, se convierte ipso facto en la más vil de las
violencias”.
Ese mismo día en la página 12 se publicó una breve nota titulada SOBRE
LA DESAPARICIÓN DE TRES EXTRANJEROS que reproducía
declaraciones del ACNUR: “El representante en la Argentina del Alto
Comisionado de las Naciones Unidas para Refugiados (ACNUR), Roberto
Muller, declaró ayer a la prensa tener conocimiento de la desaparición de dos
hombres de nacionalidad chilena y una mujer uruguaya, quienes el lunes
habían concurrido a la sede del organismo a pedir medicamentos”.
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Argentina declaró no saber cuál era el estado de salud de los refugiados, así
como tampoco las circunstancias que rodearon su desaparición”.
“(...) Es obvio que cualquier intento por bucear la realidad política y hallar
algunas claves de interpretación no pueda sortearse el tema de la violencia. Y,
así, mientras los datos hasta aquí consignados denotan el avance conseguido
por la represión legal, otras referencias, igualmente válidas, dan cuenta de otra
preocupación dominante, en estos días, que también reconoce como raíz la
cuestión de la violencia. La nota cursada por las máximas autoridades de la
Conferencia Episcopal Argentina a la Junta Militar como no podía ser de otro
modo, no cuestiona la validez de la lucha contra la subversión. Pero todo
parece indicar que formula repasos por algunos de los procedimientos
empleados.
“Hace un par de meses, el Episcopado sostuvo que `el Estado no puede
renunciar a su deber de ejercer la autoridad legítima y necesaria, aún en el
plano coercitivo´. Pero la Iglesia también sostiene, con la convicción de un
principio, que la fuerza represiva debe nutrirse `en la verdad y la justicia en el
marco referencial de los derechos humanos´ , para utilizar una expresión
formulada días atrás por el obispo de Viedma, monseñor Miguel Esteban
Hesayne.
“Por provenir de una institución como la Iglesia cuya actitud frente al
fenómeno de la violencia, cualquiera sea su signo, no ofrece resquicios
especulativos, la nota cursada por los obispos desalienta toda posibilidad de
ser empleada equívocamente. (...) Hace ya tiempo, por ejemplo, que los
obispados del país se han transformado en destino inevitable para los
angustiados por la violencia de cualquier signo. A las oficinas de las Curias
acuden tanto quienes afanosamente requieren noticias sobre el paradero de
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“Uno de los muchos peligros que ofrece a una comunidad el ser dominada
por el fenómeno de la violencia es el de limitar sus expectativas políticas.
Gerhard Ritter ha dejado escrito en `El problema ético del poder´, que
`estadista en el más alto sentido de la palabra es sólo aquel que en el calor de
la lucha no cesa de reflexionar en cuál será el producto de la misma, cómo
será el mundo después de ella y a qué nuevo orden nos llevará´.
“Algunos de los gestos y de las palabras pronunciadas por el Presidente de la
República durante su gira patagónica parecen resultado de la comprensión de
ese fenómeno. El teniente general Jorge Rafael Videla ha sostenido `que las
fuerzas Armadas han destinado su potencial a la lucha contra el terrorismo... y
no cejarán en la tarea empeñada hasta el total aniquilamiento de la
delincuencia subversiva´.
“Pero sin resignar ese criterio, casi podría pensarse que por imperio del
mismo, el Presidente, en Comodoro Rivadavia, convocó a los argentinos `a
pensar otro modelo´ nacional porque `el modelo creado por la generación del
80 se agotó´”.
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“Por su parte, el coronel Osvaldo H. Pérez Battaglia, jefe del área militar
314, exhortó en un comunicado a la población riojana a `denunciar de
inmediato toda sospecha sobre individuos o vehículos desconocidos o no al
medio, de los cuales se presuma actividades delictivas´, y anunció que se
intensificarán `las operaciones militares y de seguridad tendientes a erradicar
definitivamente de la provincia a los delincuentes subversivos e ideológicos
que se mueven abierta o solapadamente en la misma´”.
El caso de los estudiantes alemanes había sido seguido por el diario, que el
día 30 de julio reprodujo la versión de Amnesty Internacional en la página
10, bajo el título EL GOBIERNO ALEMÁN PIDE POR DOS
DESAPARECIDOS:
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Por primera vez La Opinión se rindió ante los hechos. Descreía del poder de
la prensa de hacer algo y editorializa en tapa en un dramático recuadro titulado
¿QUÉ DECIR? ¿QUÉ HACER?. Generaba un discurso de tenor pesimista
donde afirmaba que sólo restaba rezar:
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“Hace unos meses recibí en mi diario a una delegación integrada por dos
juristas franceses y uno español quienes reclamaban derechos humanos para
una cierta cantidad de individuos. Llegaban a mí, dijeron, por el prestigio de
que goza La Opinión en los círculos democráticos de Francia. Discutimos
acaloradamente por un par de horas. Mi crítica básica radicaba en que no
parecían importarles los derechos humanos de 25 millones de argentinos,
cantidad mayor que las listas de guerrilleros de izquierda que llevaban en sus
portafolios: todo un pueblo que vive a merced de dos terrorismos. También les
señalé que quien condenaba a uno solo de los extremos de la violencia era
cómplice del otro (...)”.
“(...) Hay todavía una cuestión que no apareció en la serie de audiencias con
el Presidente, pero que, con variantes, constituye tema de inquietud: es la
relacionada con los detenidos y la seguridad. En las tres provincias se
encuentra comprensión por las dificultades propias de la lucha antisubversiva.
No se cuestiona la necesidad de erradicar la acción del extremismo, pero se
aspira a que se encuentren los canales más adecuados para desarrollarla. En
Catamarca, el diario La Unión, propiedad del obispado, incluyó en la primera
página de su edición de ayer una nota editorial solicitando la normalización de
la situación de los detenidos. En muchos casos –dice el matutino–se
desconocen las causas de detención. No se ha iniciado ningún proceso y se
mantiene incomunicación absoluta que incluye la `prohibición de visitas y
privación de leer diarios, libros y revistas´”.
Ese día en la página 16, se publicó una nota titulada SEPULTARON A DOS
VICTIMAS DE LA DELINCUENCIA TERRORISTA. En ella se informaba
que “el decimosexto cadáver de una serie de hombres y mujeres torturados,
mutilados y arrojados al Río de la Plata, apareció ayer en costas del
departamento uruguayo de Colonia. Una docena apareció en abril y mayo y
tres el lunes pasado”.
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“¿En qué momento habrá comenzado toda esta locura homicida? Es decir,
¿qué momento podrían fijar los historiadores para el comienzo de la
subversión guerrillera en la Argentina? El asesinato del general Pedro Eugenio
Aramburu debe haber sido el primer hecho en el que el horror asumía sus
proporciones reales, aunque pocos lo comprendieran así cuando ocurrió: a
partir de ahí, hasta hoy, el desarrollo de los acontecimientos es la
multiplicación cuantitativa de ese episodio. Pero seguramente debe haberse
explicitado en otro comienzo. Reuniones pequeñas en las cuales jóvenes que
no habían logrado asumir el país real en el cual vivían, incapaces de vivir en la
argentina, a la argentina, se esmeraban en realizar su Cuba, su Vietnam,
contexto que les resultaba más fácil de comprender. Pero esa alienación
¿cómo fue creciendo? ¿Incapacidad de la izquierda democrática de derrotarla
ideológicamente? ¿Complicidad de Juan Domingo Perón que los alentaba,
ofreciéndoles sus masas, en infinitas charlas teológicas en Madrid?
¿Utilización de la incapacidad política de esos jóvenes por grupos y
estructuras sindicales, económicas, con proyecto propio? Es posible que, sin
saberlo, por agotamiento o ineptitud, la Argentina fue renunciando, en los
últimos 15 años a sus reaseguros normales, abandonándose en circunstancias
que olvidan lo esencial. Es eso, lo esencial, que las Fuerzas Armadas se han
propuesto retornar al país y a sus ciudadanos. Volver a construir los
reaseguros democráticos, estructurar sin fisuras la legalidad. Con la esperanza
de los argentinos –y la convicción de las Fuerzas Armadas– de que la
legalidad no volverá a servir para amparar la ilegalidad más grave: la que
atenta contra la vida de los argentinos. Este proceso se está cumpliendo ahora.
Es difícil. Pero es el único”.
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“(...) Una viuda, dos huérfanos. Síntesis del drama nacional por que el país
remonta con el precio de la sangre de sus mejores hombres. Cuando la joven
madre se acercó a la tarima donde la aguardaba el presidente de la Nación, con
su hijita de la mano y el paso inseguro de la embarazada cercana a dar a luz, el
teniente general Videla se adelantó a ofrecerle su mano para ayudarla a subir
los tres escalones. Un brazo y un beso en las mejillas y madre e hija quebraron
el protocolo militar y abrieron cauce a la emoción. El comandante general del
Ejército procuraba controlar las lágrimas; en cambio, brotaban incontenibles
de los ojos de su esposa, de las damas que la acompañaban y de muchos
soldados y espectadores curtidos por la vida.
“(...) Todo el acto resultó conmovedor. (...) Mientras se desarrollaba la
liturgia militar, observé el grupo de deudos de los caídos. Rostros morenos
con inocultable raíz autóctona que se unían a caras sanguíneas, cabellos
claros, de sangre gringa, recientemente incorporada al crisol argentino. Pero
reveladores de una comunidad de destino que definen claramente al ser
nacional”.
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“(...) Es por ello, que aquí y ahora, estamos librando una lucha que no hemos
buscado ni hemos elegido. Una lucha cruenta y miserable, que nos ha sido
impuesta por delincuentes subversivos: Y la afirmación, reconoce una base
perfectamente cierta, la que se muestra con nitidez cuando se pregunta: A
quiénes favorece el caos y la desintegración de la Argentina? ¿A los
argentinos? Desde ya que no”.
Luego de explicar que se trataba de una guerra que las Fuerzas Armadas no
buscaron, afirma claramente que no se trata de derrotar, sino de aniquilar:
“(...) Los argentinos no hemos perdido jamás ninguna guerra. Y esta lucha
tampoco la vamos a perder. No importa cuántos caigan de nosotros. La
delincuencia subversiva no sólo será derrotada, sino que será aniquilada sin
misericordia, puesto que ataca los presupuestos esenciales de la existencia y la
vigencia de la nacionalidad”.
En la contratapa ese día apareció una nota firmada por Jacobo Timerman
titulada “EL GOBERNADOR DE BUENOS AIRES PUEDE EXCLUIRSE
DEL PROCESO”, que generaba discurso sobre la guerrilla y el peronismo:
“Creo que fue a principios de 1964 que el país se asombró de saber que
había actividades guerrilleras en la Argentina. En ese tiempo yo dirigía la
revista Primera Plana que había fundado en noviembre de 1962. Me pareció
que el tema era más vasto que la imagen de estudiantina irresponsable y
juguetona que algunos sectores querían otorgarle. Transmití mis temores al
general Julio Alsogaray, en ese momento director nacional de la gendarmería,
que había tenido a su cargo el descubrimiento y represión del foco guerrillero,
y convinimos que el país debía tomar conciencia de algo que, como él mismo
dijo, los argentinos creen que ocurrió en otro continente, o en otro planeta, que
nunca podría ocurrir en la Argentina. Organicé una mesa redonda con el
general Alsogaray que se publicó en Primera Plana el 5 de mayo de 1964,
mientras la tapa de la publicación presentaba el rostro del jefe de la
Gendarmería, bajo el lema: `La lucha contra los guerrilleros´.
“(...) Quizás el país habría podido reaccionar si todos los sectores hubieran
rechazado la tesis que calificaba a la violencia y la guerrilla como un hecho
político. Pero cuando un movimiento masivo como el peronismo, con su líder
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“(...) Un mes y medio más tarde, las Fuerzas Armadas asumían el poder un
una sociedad al borde de su disolución. En la madrugada del 24 de marzo,
titulares y dirigentes de los medios de difusión conversaron en el Comando
General del Ejército, con autoridades militares, acerca del proceso que se abría
y del aporte que se aguardaba del periodismo. Dentro de los márgenes
posibles de perfección, los medios cumplieron y cumplen con ese aporte de la
sociedad argentina”.
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debieran serlo– sin un fin superior, trascendente y, por qué no, poético,
respecto del destino del hombre.
“Ese fin, que es también un sustento, aparece identificado con el concepto
de vida como obra de la divinidad, que el comandante en jefe de la Armada
opuso al concepto de muerte como obra del hombre y, por lo tanto, como
negación del hombre, de la sociedad y de Dios. `Lo cierto, lo absolutamente
cierto, es que aquí y en todo el mundo, en estos momentos, luchan los que
están a favor de la muerte y los que estamos a favor de la vida –dijo el
almirante Massera–. Y esto es anterior a una política o a una ideología. Esto es
una actitud metafísica´.
“(...) Por lo tanto, esta guerra en la que cayeron y caen `hombres públicos y
hombres anónimos, mujeres y niños, civiles y militares, de las fuerzas de
seguridad y de los policías”, es una guerra “contra nihilistas, contra delirantes
de la destrucción, cuyo objetivo es la destrucción en sí´. En síntesis, la nada de
la muerte inútil contra el todo de la vida creadora.
“Y en ese todo de la vida es donde caben el humanismo idealista, las
democracias pluralistas, la libertad, tres elementos que en las palabras del
almirante Massera fueron otros tantos sinónimos de la Nación Argentina. `Por
eso los que estamos a favor de la vida vamos a ganar–añadió–. Porque
mientras nosotros luchamos para ganar la paz, ellos luchan por mantener la
guerra. Por eso los que estamos a favor de la vida no vamos a tolerar ningún
pacto, ninguna conversación, y aquellos ambiciosos melancólicos –si los hay–
que sueñan con persuasiones imposibles, no sólo serán considerados reos de
alta traición a la patria sino reos de alta traición a la vida´”.
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“(...) En la noche del 2 del corriente, mi hijo político Norman Herrera fue
abatido por las fuerzas de seguridad en inmediaciones de su domicilio, donde
llegara en un taxi para ingresar a su hogar. Un procedimiento en la casa
lindera donde se hallaron armas y bombas fue la causa detonante de la
desgracia. Acepto el error con resignación cristiana, pero no puedo aceptar las
causales invocadas en los comunicados a la prensa y la radio. Mi yerno no
apareció en un coche junto a 4 terroristas y que fue abatido por repeler a las
fuerzas con un revólver. Nada más erróneo ¡qué ironía!, él nunca tuvo un
arma. (...) Si terrible ha sido para mi hogar la forma de su muerte, tanto o más
terrible ha sido para un hogar fervientemente católico, como el nuestro, el
desconsuelo de no haber podido velarlo ni sepultarlo, tal como si se tratara de
un terrorista. (...) Quisiera que esta muerte sirviera para evitar otras y que los
responsables de esta tragedia se ubiquen en su verdadera dimensión. Nosotros,
los buenos patriotas, necesitamos que nos liberen de la subversión pero no
queremos que inocentes y subversivos de midan con la misma vara”.
Ese día se reproducían declaraciones del ministro del Interior sobre los
detenidos:
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“(...) Hay que tener presente que la etapa instructoria es de tipo inquisitivo y
que durante ella no hay debate ni defensas. Aunque criticado desde el punto de
vista doctrinario, ese carácter de la instrucción se mantiene debido a la
necesidad de eficacia en la investigación. Porque, si bien es importante la
seguridad individual, también lo es la de toda la sociedad, cuya defensa se
persigue precisamente con la investigación de los delitos, a fin de prevenirlos,
esclarecerlos y aplicar las sanciones del caso”.
“La nueva normativa ha sido sancionada para hacer frente a una situación de
emergencia. Si su aplicación termina asegurando en definitiva el monopolio
de la violencia por el Estado, habrá representado un progreso. Por aquello de
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“(...) Los dramáticos momentos que vive el país, la trágica suerte corrida por
otros abogados como los doctores S. Karakachof y Teruggi de la Plata, y la
carencia de noticias de los secuestrados a medida que pasan las horas, motivan
mi angustia y desazón. Por ello pido la intervención de VE a fin de una
urgente y exhaustiva investigación del hecho. Como antecedente señalo a V.
Consideración que pocos días antes de la desaparición del doctor Valera, el
lunes 25 de octubre, en horas de la noche personal identificado como
perteneciente a la Policía Federal, se presentó en el Estudio Jurídico de mi
esposo preguntando al portero del edificio sobre la hora que aquél solía
concurrir a la oficina. Llama poderosamente mi atención la existencia de
dicho suceso pocos días antes del secuestro, y destaco que a pesar de aquellas
averiguaciones, el doctor Valera siguió desarrollando su actividad profesional
habitual. Ello por una sencilla razón: su proceder honesto y abierto no le hacía
despertar temor alguno”.
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que libran contra el terrorismo´. Esta frase del presidente Jorge Rafael Videla
corresponde a un reportaje que el viernes último le efectuó el director de los
servicios noticiosos internacionales de la UPI (United Press International),
Walter Logan, y cuyo texto distribuyó ayer esa agencia mundialmente.
“(...) Con respecto a las expresiones vertidas en el Capitolio de Washington
sobre presuntas violaciones de los derechos humanos, expresó Videla que
confiaba que se disipen `ante el conocimiento veraz de los hechos que ocurren
en la Argentina´”.
“(...) Tiene razón el general Videla cuando solicita a sus conciudadanos que,
como el Ejército, supriman las `antinomias estériles´, ello no significa abdicar
las ideas, las convicciones, los anhelos, sino adecuarlos al interés de la
Nación, ponerlos por debajo de él, no por encima. No significa renunciar al
pasado, de luz y sombras, no significa escribir una historia que sea
contrafigura de la anterior sino complemento. No es un duelo lo que quiere la
Argentina, sino una reconciliación, cuyos límites ha establecido la Junta al
indicar que están fuera de proceso los subversivos, los corruptos y los que se
automarginan”.
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decir con orgullo que la prensa argentina está a la altura de este compromiso.
Por eso, la prensa argentina se desempeña en un clima de libertad; no a modo
de una concesión graciosa, sino como un derecho que ha conquistado por
haber demostrado una conducta ética que es menester destacar´”.
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“`Si un pez debe ser destruido, podrá ser atacado directamente con una caña
o con una red, siempre y cuando se encuentre en una posición que dé a estos
elementos alguna posibilidad de éxito. Pero si la caña o la red no pueden
triunfar por sí solas, será tal vez necesario hacer algo al agua para así forzar al
pez a una posición en la cual podrá ser atrapado. Es incluso concebible que
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Más que la muerte de Arrostito, el diario resaltaba de qué manera ésta había
matado a Aramburu:
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“El triunfo alcanzado con la liberación del coronel Pita implica un rotundo
fracaso de los propósitos subversivos y un inestimable soporte a la política
seguida por el Gobierno en material laboral”.
“(...) Los conceptos principales del discurso del general Bignone son éstos:
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“Los hombres con los que el coronel Pita lograba, por momentos, dialogar,
demostraban estar sujetos a la tensión psicológica provocada por los hechos
que se producían en su derredor que, en su mayor parte, escapaban a su
capacidad de iniciativa. La muerte de Mario Roberto Santucho y Norma
Esther Arrostito, por ejemplo, los sumió en una crisis depresiva. En cambio,
los alentó el conflicto suscitado en la empresa SEGBA.
“(...) Se plantea en la subversión, por lo visto, una apuesta contra la
capacidad del gobierno de las Fuerzas Armadas de ganar la paz. Confían sus
dirigentes en que el Gobierno Militar fracase en su propósito de convocar a los
argentinos a la unidad nacional, remontar la crisis económica, redistribuir
equitativamente el resultado de un eventual desarrollo y restituir el poder de
decisión al pueblo. De ahí la propuesta de replegarse hacia las fábricas y las
universidades, a la espera de capitalizar el resentimiento y la frustración que
ellos auguran.
“(...) Aquí, en esta amplia franja del espectro, social, económica, política,
cultural se librará seguramente la nueva fase de la guerra antisubversiva. En la
que cada uno de los adversarios, los derrotados y los triunfadores de la acción
militar, procurarán por todos los medios evitar el mayor peligro al que se
exponen: el aislamiento del contexto social”.
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Ya el Papa nos ha dicho que ni siquiera con este pretexto son admisibles.
(...) Desde el punto de vista de las ideologías resulta contradictorio que se
empleen los métodos marxistas y stalinistas con el pretexto de combatir al
marxismo. En realidad, lo que se consigue con ello es dar carta de legitimidad
a cuanto exceso pueda hacer el marxismo”.
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los nazis, sea de los chinos o de cualquier otra nación, hemos conocido
dolorosamente en las últimas décadas.
“Hay también una forma de tortura que los obispos argentinos enumeran:
torturas para los familiares que consisten en detenciones prolongadas y sin
posibilidad de obtener noticias sobre el desaparecido.
“Desde el punto de vista táctico se pretende justificar esta violación de los
derechos humanos por necesidad de guerra, para no dar al enemigo datos. Esta
táctica se puede tolerar si se trata de un período de tiempo corto, lo suficiente
como para ir desbaratando los grupos guerrilleros que pueden ser descubiertos
con la detención de uno de sus componentes. Pero aun así debemos suponer
que la guerrilla está tan organizada que a las pocas horas todo el grupo conoce
que algo anormal ha pasado con el miembro que falta. De modo que ni
siquiera desde el punto de vista táctico se justifica que un gobierno mantenga
presos durante mucho tiempo a gente, sin dar razón de ellos y sin avisar a sus
familiares o responsables.
“Después se refiere a supuestas bandas de derecha que disputaban al
gobierno el monopolio de la fuerza aplicando `la peor tortura: la muerte´:
“(...) Un gobierno responsable debe tener en sus manos el monopolio de la
fuerza de modo tal que no tolere que grupos anárquicos procedan por su
cuenta eligiendo y asesinando a víctimas indefensas. Es ésta la peor forma del
terror.
“Desgraciadamente esto ha venido sucediendo en el país desde hace muchos
años. El país todo anhelaba y confiaba en que el gobierno de las Fuerzas
Armadas terminaría con esos crímenes. Pero no solamente no fue así, sino que
el panorama se ensombreció aún más con crímenes cuya magnitud jamás
habríamos podido sospechar”.
“(...) Hay una coincidencia de testimonios que aseguran que tamaños grupos
asesinos se presentan como si formaran parte de las fuerzas armadas o de la
policía. En algunos casos llama la atención la tranquilidad y seguridad con que
han actuado, como en los asesinatos masivos realizados en varias
oportunidades”.
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No decía que el Estado era la cabeza de esa acción terrorista, pero deslizaba
la posibilidad de que apañara a grupos parapoliciales:
“(...) Ningún gobierno, por más fuerte que se considere puede descuidar el
aspecto político-social que se va creando por medio del terror. El terror tiene
un límite y es que un pueblo aterrorizado puede reaccionar de un modo
totalmente contrario al que se pretende, principalmente cuando ese pueblo
toma conciencia de que el mal manejo de la cosa pública deja aislados a los
que detentan el poder.
“(...) Si se quiere combatir al marxismo se deben respetar los derechos de la
persona, se debe respetar la libertad humana, se deben respetar las
instituciones que predican la justicia y la paz.
“Caer en la trampa de los campos de concentración es ahorrarle trabajo a la
penetración comunista”.
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“Las liberaciones que el Ministerio del Interior viene anunciando desde fines
de 1976, no siempre se corresponden con excarcelaciones efectivas. Se trata,
en todos los casos, de detenidos a disposición del Poder Ejecutivo (en virtud
del Estado de Sitio), que dejan de estarlo; pero aquellos que tienen proceso
abierto en la Justicia, continúan arrestados”.
“Por tal motivo, sería deseable que el Gobierno señalara en cada caso la
situación precisa, la cual obra en su conocimiento debido a las
comunicaciones del Poder Judicial, como una marcha de ayudar a la mejor
información sobre la materia”.
“(...) En la lista expedida ayer figura, entre 31 detenidos durante el lapso 14-
21 de enero, la señorita Patricia Miriam Boreztein; es la misma persona a
quien el Poder Ejecutivo incluyó entre 541 ciudadanos sacados de su órbita
durante el periodo 1° de noviembre - 22 de diciembre de 1976. ¿Tenía,
entonces, proceso judicial pendiente? Sin duda, no, a estar a la nómina de
ayer, que vuelve a colocarla a disposición del Ejecutivo. Y si no tenía proceso
pendiente, ¿recuperó la libertad efectiva entre el 1° de noviembre y el 22 de
diciembre? En caso afirmativo, ¿ello significa que el Poder Ejecutivo, con
posterioridad al levantamiento de su arresto, consideró necesario dictarlo
nuevamente, por alguna razón de seguridad? Y, si no recuperó la libertad
efectiva, ¿qué pudo hacer dentro de la cárcel?”.
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“Es posible que así sea. Pero también es posible que las Fuerzas Armadas
logren reunir la información adecuada sobre lo que ha ocurrido durante la
semana en las principales sedes diplomáticas en Buenos Aires de las grandes
naciones desarrolladas. A casi todas ellas llegaron consultas urgentes sobre la
bomba que estalló en el cine Cinerama, de Córdoba, en donde se exhibió
Victoria Entebbe, film dedicado a narrar cómo fue que los comandantes
israelíes lograron liberar a los rehenes de una avión secuestrado por
guerrilleros palestinos, dirigidos por extremistas alemanes de izquierda.
También esas naciones solicitan a sus diplomáticos que informen sobre el
significado de las últimas listas de liberados y detenidos dadas, en un plausible
gesto, por el Gobierno”.
El artículo advertía:
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“Que el artículo original en forma sutil y hábil para evitar sin duda
consecuencias jurídicas inmediatas, tiende a desprestigiar, por vía de
inferencia, la imagen de las Fuerzas Armadas de la Nación, acusándolas
indirecta y veladamente de actitudes violatorias de los derechos humanos.
“Que aun cuando el artículo, en muchas de sus expresiones, parece estar
escrito en sentido abstracto, aplicable a cualquier nación del mundo, su título
`Los derechos humanos en el presente contexto sociopolítico de Argentina´
pone de relieve aquel velado intento de desprestigio.
“Que, por otra parte, al referirse a presuntos procedimientos realizados por
las Fuerzas Armadas o de Seguridad se atribuye a los mismos características
que le son totalmente inexactas, infundadas y agraviantes.
“Que el artículo en cuestión, en muchos de sus párrafos, coadyuva sin duda
a mantener, agravar o expandir las causas que han motivado la declaración del
estado de sitio vigente.
“Que debe distinguirse claramente entre la exposición y enseñanza de lo que
es doctrina de la Iglesia Católica sobre los derechos humanos a través de
documentos oficiales emanados de la jerarquía Eclesiástica, de un artículo
escrito por un particular en el que abundan las afirmaciones tendenciosa e
inexactas, referidas, como lo dice su título, al contexto socio-político actual de
la República Argentina, con el propósito evidente de provocar divisiones
internas en momentos en que las Fuerzas Armadas de la Nación están
empeñadas en llevar adelante el Proceso de Reorganización Nacional con la
colaboración de toda la ciudadanía.
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“Por todo eso el gobierno había prohibido `la distribución y circulación del
diario La Opinión de los días sábado 29 y domingo 30 de enero de 1977´,
ordenando `el secuestro de los ejemplares correspondientes´”.
“No quisiéramos pensar que con esta sanción que ahora se ha impuesto a La
Opinión se ha querido sancionar a la prensa toda, que ha dado, como está a la
vista de quien quiera verlo, acabadas muestras de responsabilidad profesional
sin necesidad de que sobre ella se ejerzan presiones ni señalamientos
interesados o paternalistas”.
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“(...) Y sin embargo, este desafío fascinante que significa moralizar las
reglas de la política internacional no deja de estar teñido de parcialidades e
hipocresías. Muchas voces prestigiosas se alzan para condenar violaciones en
el extranjero sin reparar en las atrocidades que se cometen en su propio
territorio. La defensa de los derechos humanos se ha desideologizado, es
cierto, pero no se ha despolitizado”.
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“(...) De todas formas, si algo debe quedar claro es que toda estrategia global
dirigida a evitar un aislamiento nacional respecto de la comunidad mundial no
puede tener el precio de no admitir, bajo ningún concepto, lesiones a la
soberanía argentina”.
“(...) Fue un intento del partido de la violencia para sabotear las bases de un
nuevo relacionamiento, maduro y responsable, entre el poder político y el
movimiento laboral”.
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Dos días después La Opinión generó discurso al pedir por los derechos
humanos de Videla, en el recuadro de tapa que aparecía sin firma titulado LOS
DERECHOS HUMANOS. Consolidaba una nueva imagen retórica: “el
partido de la violencia”, suerte de monstruo de dos cabezas, al cual se
atribuían todos los actos de terror. Sólo quedaba limpio el gobierno militar,
responsable del “ejercicio inflexible de la justicia”:
“Para ser consecuentes con sus ideas, los primeros ministros de Holanda y
Austria y demás firmantes del telegrama dirigido a las Naciones Unidas
pidiendo se investigue la situación de los derechos humanos en la Argentina
deberán insistir con una nueva solicitud.
“Esta vez tendrán que exigir que se respeten los derechos humanos del
presidente de la Nación Argentina, los de los miembros de su comitiva y los
de la tripulación del avión presidencial que salió indemne del atentado
perpetrado ayer en el aeroparque metropolitano.
“(...) Sólo este gesto revelará su reconocimiento de que en la Argentina
existe un partido de la violencia que no reconoce fronteras ideológicas y que
conspira contra el conjunto del país.
“Este partido se expresa por uno y otro extremo, es el responsable del
atentado de ayer, como lo es del secuestro del dirigente gremial Oscar Smith y
de los cadáveres de obreros, estudiantes, miembros de las Fuerzas Armadas,
abogados y policías que aún forman parte de nuestra lúgubre historia
cotidiana.
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La Iglesia apoyaba esa tesis, tal como podía leerse en una entrevista del
corresponsal en La Plata, Julio Calle, al arzobispo de esa ciudad, Antonio
Plaza. El 27 de febrero en la página 12 se amplificaron las declaraciones de
Plaza en el artículo MONSEÑOR PLAZA AFIRMÓ QUE SE
INSTRUMENTA EN EUROPA UNA CAMPAÑA DIFAMATORIA. Tras
haber retornado de una audiencia papal en el Vaticano y breves giras por Italia
y España, Plaza señalaba “las importantes declaraciones sobre actividades de
argentinos que han montado campañas de desprestigio muy bien organizadas
sobre la situación imperante en su país”:
“(...) LO: ¿Ese fenómeno se produce por una deformación intencional de los
hechos o por falta de claridad en las noticias?
“MP: No es que lleguen deformados, sino que los deforman allí, porque hay
gente que se ha ausentado del país y entonces trabajan allí en contra del país y
están ayudados y apoyados por intereses que son contrarios al país. Esta es
una realidad que no puede discutir nadie”.
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Ese día Nelson Dominguez escribió sobre los recursos de hábeas corpus y la
desaparición de personas en la nota titulada MEDIR CONSECUENCIAS Y
HALLAR SOLUCIONES. En ella generaba discurso sobre el derecho
argentino y el comunista:
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“La segunda parte del informe (algunos de cuyos párrafos son revelados en
este despacho), sin mencionar específicamente a ningún país, señala que
`(Hay) una práctica muy extendida de refinados medios de torturas en varios
estados americanos´, `La generalización de estos medios de represión se debe
a la falta de normas que protejan eficazmente a los detenidos o al hecho de
que estas normas no se apliquen en la práctica o, lo que es más grave, a la
inhibición de los jueces y de las autoridades superiores de la administración
que no cumplen con su deber´, añade el documento”.
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“(...) Entre los días 5 y 15 de noviembre de 1976 visitaron esta capital lord
Averbury, presidente del Grupo Parlamentario sobre Derechos Humanos del
Reino Unido y el sacerdote jesuita Robert Drinan, miembro del Congreso de
Estados Unidos, quienes son, al mismo tiempo, miembros conspicuos de la
organización Amnesty International.
“El propósito de dicha visita fue el de obtener información de nuestras
autoridades sobre el régimen legal y la situación de los refugiados en el país,
la legislación penal represiva vigente y del estado de sitio.
“(...) Además de las entrevistas oficiales, tanto lord Averbury como R.
Drinan mantuvieron diversas otras con familiares y amigos de los elementos
subversivos detenidos y efectuaron algunas visitas a organizaciones o
entidades privadas cuyos cometidos son los relativos a la ayuda social y
política de tales elementos”.
“(...) Para ello Amnesty International no aporta las pruebas fehacientes que
sería dables esperar, sino que construye sus afirmaciones sobre la base de
juicios apoyados en testimonios de terceros, vinculados de alguna manera al
terrorismo subversivo y que tiende a desvirtuar lar realidad de los hechos para
presentarlos de una manera conveniente a sus intereses espurios.
“Y especifica que `los acontecimientos que originan estas manifestaciones
tienen su fuente en la acción de grupos de filiación política extremista, de
origen interno y externo, que atacan el orden público, la vida, la libertad y la
propiedad de los habitantes, empleando ilegalmente las fuerzas y el terrorismo
´, y `que al responder las Fuerzas Armadas a la acción violenta de tales
grupos, están haciendo uso, según el principio de necesidad del derecho de
defensa legítima y el de la propia conservación de la sociedad, rechazando el
intento de provocar el cambio político social fuera de los cauces del ejercicio
efectivo del principio de representación democrática´”.
“(...) La idea primera fue enviar una carta del Director a un grupo de
políticos argentinos, más o menos de este tenor: Señor, usted ha dedicado su
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“(...) Sin embargo, consta que tanto el señor Timerman como el señor Jara
fueron arrestados en un mismo operativo: la esposa del señor Timerman
reconoció y saludó en su domicilio al señor Jara, durante el procedimiento
vinculado con su marido, procedimiento cuyos autores de identificaron como
miembros del Ejército”.
“(...) Como una serie de periodistas han sido amenazados en las últimas
semanas, uno ha sido asesinado (para sumarse a una cada vez más extensa
lista de periodistas asesinados) y no se había suministrado información oficial
alguna para calmar esos temores, los acontecimientos de ayer no
contribuyeron en mucho en lo que hace a la imagen del país en el exterior.
“(...) Si las fuerzas de seguridad realmente se preocuparan por la imagen que
ofrecen al exterior, hubieran arrestado a ambas personas a la luz del día en sus
hogares u oficinas y producido un comunicado explicando el porqué de
inmediato.
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oportunidad de los contactos mantenidos por los militares argentinos con los
mismos?
“–En principio debemos aclarar que nunca existió una numerosa Misión
Militar de los EE.UU. en nuestro país. La lucha contra la subversión que
realizan las FF.AA. argentinas está basada en nuestra propia doctrina, en
nuestra específica situación y en la experiencia de otros países. El desarrollo
alcanzado por la subversión que ponía en peligro a la sociedad e integridad
nacional, llevó a las FF.AA., en cumplimiento de su misión esencial, a
enfrentarlos y batirlos. Para ello las FF.AA. elaboraron su propia doctrina, que
basada totalmente en nuestra característica situación particular nos permitiría
destruir las bandas subversivas. Para el desarrollo de esa lucha no hemos
requerido ni instructores ni mentores, que por otro lado no hubieran podido
realizar significativos aportes, dado que el problema de la subversión en la
Argentina se diferenció fundamentalmente del producido en otros países.(...)
Es nuestra lucha, la de la sociedad argentina, y es ella la que reacciona, se
defiende y derrota a quienes la han agredido”.
“(...) No era necesaria esa expresión para reconocer la inminencia del triunfo
sobre la agresión subversiva. El mismo carácter de la conferencia brindada en
el edificio Libertador era la prueba irrefutable de la victoria. Sólo un Ejército
dueño de la situación, afirmado en los valores esenciales que nutren su moral
pueden mostrar `su verdad´, reclamar comprensión y formular a una amplia
convocatoria para contruir la paz”.
Al igual que los otros diarios, La Opinión reprodujo las exposiciones de los
generales Martínez y Jáuregui “con abundantes referencias sobre la agresión
subversiva y de la contraofensiva de las fuerzas legales”. El informe detallaba
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“Las FF.AA. continuarán la LCS /lucha contra la subversión/ sin prisa pero
sin pausa, con la decisión que pusieron de manifiesto hasta hoy y con la
creciente eficiencia que diariamente se pone en evidencia hasta alcanzar su
objetivo de erradicar la subversión marxista de la Argentina.
“Sin embargo, nuestro accionar tendrá siempre presente que esta lucha, que
no buscamos, se desenvuelve en el seno de nuestra población, de nuestras
familias, y por eso seremos siempre cuidadosos en el empleo medido e
indispensable de la violencia legal que es nuestra obligación ejercer de manera
de contribuir realmente a su tranquilidad, al trabajo fecundo, al aquietamiento
de los espíritus.
“Será aquí donde asumirá un papel fundamental la participación de cada
argentino, sea cual fuere el rol que le corresponde en la sociedad para ejercer a
conciencia y plenamente sus responsabilidades en esta lucha que es de todos, a
fin de erradicar definitivamente la infiltración marxista de nuestro país.
“Finalmente debe quedar claro que la derrota de la subversión es un hecho
irreversible y que se concretará en un plazo más o menos cercano”.
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“(...) Entre ellos, está el que la sociedad imponga por medios legales los
castigos que indica la ley para los culpables de delitos, pero también la
vigencia del derecho a la defensa en juicio y del principio elemental de que
nadie es culpable hasta que se demuestre lo contrario.
“(...) Por otra parte, resulta lícito expresar que hasta que la Justicia
demuestre lo contrario, el señor Jacobo Timerman es el propietario de este
diario, aunque actualmente no ejerza ningún tipo de vínculo editorial con el
mismo”.
“(...) No hay cosa más triste que una cacería de brujas. La impresión en las
últimas semanas ha sido la de una manada de hambrientos lobos. Y algunos
salvajes ataques personales en diarios que han tenido un sabor a venganza, o el
intento de saldar viejas deudas. En realidad muchas de las versiones son
similares a las que se publicaban en libelos izquierdistas de la época del
presidente Cámpora. Lo único es que las posiciones han cambiado. Hoy a las
víctimas se las llama comunistas, marxistas o izquierdistas. Hace cuatro años
los lobos iban en busca de capitalistas, liberales, imperialistas y la burguesía.
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“Lo cierto es que habría que tratarlo con decencia y la prensa debería dar el
ejemplo en lugar de arrojarle barro. Afortunadamente tiene un gran sentido del
humor. Quizás esté gozando con el asqueante espectáculo que ofrece gente
que otrora le halagó y ahora se ha vuelto en su contra”.
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La Iglesia descubría que los subversivos también tenían esos derechos que
tiempo atrás le había negado:
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CONCLUSIONES
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mostró a uno de los dueños de los cuatro diarios mencionados que no dudó en
encolumnarse detrás del golpe del 24 de marzo de 1976, tampoco dudó de
defender la versión oficial respecto a las violaciones de los derechos humanos
en el país, acabar en la ergástula del proceso, torturado y expulsado del país.
Años más tarde, cuando en octubre de 1981 la Universidad de Columbia le
otorgó a Tirmerman el prestigioso premio María Moors Cabot, los dueños y
editores de los principales medios gráficos nacionales, entre ellos los de
Clarín, La Nación y La Prensa, amenazaron devolver los suyos, en abierta
oposición a la distinción recibida por el ex director de La Opinión. Los tres
medios mencionados se alinearon detrás el gobierno militar e iniciaron una
campaña de descrédito e infamia contra el director de La Opinión, una
campaña durante la cual se lo acusó de ser “antiargentino” y estar ligado a la
subversión. Lo curioso es que la única voz que se alzó a favor de Timerman
fue la del director de The Buenas Aires Herald, Robert Cox.
Los medios hicieron suyos el discurso oficial en lo referente a la
caracterización de la subversión. Así la transformaron en una presencia
enquistada en la sociedad a la cual había que perseguir y exterminar sin
miramientos. Discurso que en los primeros días posteriores al golpe del 24 de
marzo clasificó como “delincuentes subversivos” y “terroristas” tanto a los
miembros de las llamadas organizaciones armadas como a cualquiera que se
opusiera a los dictados del poder militar. Recién a partir de 1980, el discurso
mediático oficial va a comenzar a hablar de la “guerra sucia” como una
denominación justificadora del accionar del aparato estatal represivo. Para
entonces el proyecto político de la dictadura militar se había agotado y
comenzaba, en medio de una dantesca crisis económica, a aflorar una interna
militar que resquebrajaba el frente interno del poder. De todas maneras, el
poder militar empieza a buscar, lentamente, la manera de negociar la salida
con los diferentes partidos políticos. En 1982 se produjo la Guerra de
Malvinas, que no fue otra cosa que el último intento del Estado represor de
retirarse en orden y con un grado de credibilidad que impidiera la revisión de
lo actuado en lo referente a las violaciones de los derechos humanos. Tras la
derrota, tanto Clarín como La Prensa se separaron ostensibemente del
discurso oficial y lo dejaron solo, a la deriva con su carga de muerto y
desaparecidos. El único medio que permaneció fiel al ideario del gobierno, a
pesar de hacerle críticas sostenidas respecto al manejo económico fue La
Nación.
Si bien el año 1982 marcó el quiebre definitivo entre estos dos medios y la
dictadura es de remarcar que el discurso referido a las violaciones de los
derechos humanos se movió en un terreno que variaba entre repartir la
culpabilidad de lo actuado por las fuerzas represivas con toda la sociedad,
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LA NACIÓN
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LA PRENSA
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que el término, “guerra sucia”, apareció cuando los grupos guerrilleros habían
sido prácticamente exterminados. Hasta esa fecha, los medios y el Estado
terrorista había empleado el término “guerra antisubversiva” o “guerra contra
la subversión”, que fue la denominación empleada a partir del Operativo
Independencia, en la provincia de Tucumán.
Este cambio de denominación de la campaña de represión y exterminio por
parte del Estado terrorista, respondía al nuevo período que se abría a raíz de la
destrucción y desmantelamiento de las capacidades operativas de las fuerzas
guerrilleras. La nueva denominación, que había sido acuñada por las fuerzas
francesas que actuaron durante la guerra de Argelia, y que tendía a justificar y
enmascarar la realidad y verdad sobre la metodología represiva implementada,
señalaba también que el aparato represor continuaba en funcionamiento con
todo su potencial intacto ante cualquier atisbo o amague de rebelión contra el
poder del Estado.
Generó y difundió ampliamente un discurso editorial que ligó a la violencia
política con el peronismo, al cual acusaba de haber engendrado a la subversión
y, paralelamente, sostuvo un discurso opositor a las libertades sindicales y
gremiales, a las cuales asociaba con este.
Generó un discurso editorial de corte legalista, instando al gobierno de la
dictadura a respetar el poder judicial, a dar respuestas a los hábeas corpus
presentados a favor de los desaparecidos, a la par que denunciaba los
secuestros de varios abogados.
A partir de 1978, La Prensa generó un discurso crítico acerca de la vigencia
del estado de sitio por no encontrar justificaciones para seguir manteniéndolo.
Paralelamente comenzó a instar al gobierno militar a preservar el orden
jurídico y para que dé información sobre los desaparecidos.
A mediados de 1980 comenzó a apoyar la decisión de la Corte Suprema de
Justicia de permitir los recursos de hábeas corpus para los desaparecidos,
basándose en el caso de Hidalgo Solá y de otras “flagrantes violaciones”. En
ese mismo período también modificó su postura y comenzó a criticar la
situación procesal de los detenidos políticos, a los cuales el PEN mantenía en
las cárceles sin juicio ni cargos, en virtud de la aplicación del estado de sitio.
Generó un discurso opositor a la permanencia y vigencia del estado de sitio,
impuesto en 1974 por el gobierno de María Estela Martínez de Perón.
Generó un discurso a favor de la libertad del ex director del diario La
Opinión, Jacobo Timerman, basándose en el fallo de la Corte Suprema,
impulsando y manteniendo una posición legalista por encima de algunos
designios del gobierno de la dictadura. Sin embargo lo atacó posteriormente
cuando a este le fue otorgado en los Estados Unidos el premio Moors Cabot,
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CLARÍN
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país había habido una “guerra civil”. El cambio más marcado se dio a partir de
la finalización de la Guerra de Malvinas, cuando el diario empezó a hablar de
la “solución institucional” y del regreso de la democracia en el marco de un
proceso de reconciliación, en el que hubiera un reconocimiento de culpas y un
arrepentimiento ya que, según Clarín, “ ningún sector o ciudadano está libre
de ellas”.
A partir de 1982, Clarín entró en absoluta sintonía con el discurso de la
Iglesia en lo referente a la “reconciliación política”, la cual pasaba
necesariamente por un “mea culpa” general, el diálogo y el perdón. Este
discurso lo mantuvo hasta finales de 1983 con ligeras variantes.
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LA OPINIÓN
La Opinión fue uno de los medios gráficos argentinos que con mayor énfasis
colaboró en el desgaste y derribo del gobierno de María Estela Martínez de
Perón, adscribiendo sin cortapisas al golpe militar del 24 de marzo de 1976 y
justificándolo ampliamente con un discurso de agradecimiento a las Fuerzas
Armadas, a las cuales visualizaba como “virtuosos” y “salvadores”, a la par
que les agradecía el derrocamiento del gobierno constitucional con el fin de
evitar “el colapso de las instituciones”. Junto con los demás medios, La
Opinión va a atribuirle la culpa de la violencia política que atravesaba al país a
“la subversión que cometió genocidio político y ante eso reaccionaron los
militares”. Mantuvo un discurso justificador de la violencia desatada por el
Estado terrorista y será otro de los grandes medios gráficos que defenderá al
Proceso, tal como lo reconoció el 1 de febrero de 1977.
Sin embargo, es necesario señalar que La Opinión fue el único de los
grandes medios que publicó algo sobre los secuestros que estaban realizando
las fuerzas represivas del Estado, contraviniendo las disposiciones del
gobierno militar al respecto; también criticó la tortura y deslizó que se estaría
utilizando contra los prisioneros políticos del régimen y abogó por una
represión de corte legalista, opuesta a la metodología implementada por la
dictadura militar. La detención de su director, Jacobo Timerman en abril de
1977 y la posterior intervención del diario por el gobierno del proceso, hizo
que las conclusiones del rol jugado en el campo de los derechos humanos se
vieran sustancialmente acotado. Las conclusiones extraídas se basan en la
política editorial que desplegó al respecto desde el 24 de marzo de 1976 hasta
la fecha de su intervención.
La Opinión, desde los primeros días posteriores al golpe del 24 de marzo de
1976, mantuvo un discurso laudatorio de las medidas que la dictadura militar
instrumentó en todas las áreas, medidas que consideró “necesarias” frente al
“estado de guerra” en el que se encontraba el país.
Enmascaraba la represión ejercida por el Estado terrorista minimizando la
aparición de cadáveres al colocarlos entre las noticias sobre los asesinatos y
atentados cometidos por la guerrilla, los cuales eran publicados de una manera
llamativa.
Generó un discurso altamente laudatorio a la figura de Jorge Rafael Videla,
al cual no dudaba en llamar “democrático”.
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