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1. ¿QUE ES LA LOGOTERAPIA?
Viktor Emil Frankl, quién nació en Viena el 26 de marzo de 1905 y falleció en 1997; de
origen judío, estudió Medicina y la Especialidad en Neurología y Psiquiatría. Fue
fundador de la Logoterapia. Sobrevivió desde 1942 hasta 1945 en varios campos de
concentración nazis, incluidos Auschwitz y Dachau. A partir de esa experiencia,
escribió el libro El hombre en busca de sentido.
Viktor nació en Viena en una familia de origen judío. Su padre trabajó duramente desde
ser un estenógrafo parlamentario hasta llegar a Ministro de Asuntos Sociales. Desde
joven, siendo un estudiante universitario y envuelto en organizaciones juveniles
socialistas, Frankl empezó a interesarse en la psicología.
Uno de los aspectos que marcaron su vida fue el suicidio de uno de sus compañeros
cuyo cuerpo fue encontrado sosteniendo un libro de Nietzche, lo que lo convenció de la
relación que existe entre las concepciones filosóficas y la manera como se enfrenta la
vida.
Rollo May define el movimiento existencialista como “tomar como centro a la persona
existente”, donde el énfasis se pone en el ser humano como surge y deviene.
Cuando el ser humano se enfrenta a los supuestos básicos de la existencia: la libertad, el
aislamiento, la carencia de sentido vital y la muerte, entra en conflicto y angustia
existencial. Sin embargo, no enfrentarse a ellos significa vivir dormido. Siguiendo la
línea de Kierkegaard, Martín Heidegger desarrolla una “ontología
fundamental”. Heidegger fue alumno de Husserl, el creador de la fenomenología.
Plantea que el ser humano -por ser consciente de sí mismo- está en situación de
preguntarse acerca de su ser, de su existencia y con ello ser simultáneamente en relación
con otros seres humanos y objetos del mundo. Este ser-en-el-mundo es “arrojado” a su
existencia.
Otros existencialistas empiezan a surgir y a hacer sus propios aportes. Por un lado, el
existencialista francés Jean Paul Sartre, quien desde una postura atea enfatiza el
sinsentido de la existencia y por otro lado el alemán Karl Jaspers quien se ubica dentro
del existencialismo teísta junto con Gabriel Marcel.
Jaspers considera las “situaciones límite” que nos presenta la vida como la ocasión para
el hombre de trascenderse. Tanto para Jaspers como para Kierkegaard abrirse a la
trascendencia implica “devenir lo que se es”, asumir la angustia de la propia condición
del ser.
Por su lado, Martin Buber, destaca la filosofía del diálogo y plantea que la existencia
auténtica sólo se logra en el “encuentro” con el otro, en el diálogo yo-tú.
Los analistas existenciales como Ludwig Binswanger, Medard Boss, E. Minkowsky,
Roland Kuhn, Igor Caruso y el propio Frankl, investigaban y publicaban sin ser
conocidos. Estos autores permanecieron ocultos para América hasta que el libro de
Rollo May “Existencia” fue publicado en 1958.
1. “El hombre, sobrepasa la suma de sus partes (o sea, que el hombre no puede
explicarse simplemente a partir del estudio científico de sus funciones parciales)
2. El hombre es un ser dentro de un contexto humano (es decir, que el hombre no
puede entenderse estudiando simplemente sus funciones parciales y dejando de lado su
experiencia interpersonal)
3. El hombre tiene una conciencia (y solo puede explicarse psicológicamente desde
teorías que reconozcan el curso continuo de la autoconciencia humana, tomada por sus
distintas capas).
4. El hombre tiene una capacidad de elección (no es un espectador de su propia
existencia, sino que crea sus propias experiencias).
5. El hombre tiene una intencionalidad (tiende hacia el futuro, tiene un propósito,
unos valores y un significado)” (Yalom, 1984)
3. PSICODIAGNOSTICO
Este “Psicodiagnóstico Existencial” podría también ser definido como “un modelo de
abordaje existencial del proceso psicodiagnóstico”.
Binswanger decía que muchas veces el médico es responsable por “...la incapacidad de
despertar o encender en el enfermo la “chispa divina”, que sólo se puede despertar o
encender en la verdadera comunicación entre existencia y existencia...”
Este es nuestro desafío, establecer un encuentro genuino que permita encender la
“chispa divina” y podamos “comunicarnos” con el otro.
“El mundo es eso –reveló-: Un montón de gente, un mar de fueguitos. Cada persona
brilla con luz propia entre todas las demás. No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos
grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que
ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas. Algunos
fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas
que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende.”
Los logoterapeutas deben hacer terapia personal o logoterapia para poder luego ejercer
como tales; lo que sí se, que antes que nuestra propia terapia, quizá nuestro principal
testimonio sea vivir una vida plena de sentido, arder con ganas para que el otro se
encienda y se contagie de la alegría de vivir.
Binswanger afirma que el primer elemento es investigar la historia vital del paciente.
En todo proceso de psicodiagnóstico es muy importante abordar la historia de la
persona, y sus vivencias con respecto a lo que ha vivido.
En este punto me es de muchísima utilidad el Cuestionario sobre la historia de la vida
de Arnold Lazarus.
Se trata de un cuestionario muy completo que aborda desde los datos familiares, padres,
madres, hermanos, enfermedades de la infancia, hasta los temores y miedos más
importantes de la persona, ambiciones, aspiraciones, etc. Recorre su infancia,
adolescencia, juventud y madurez. Aborda también la sexualidad y los aspectos
religiosos.
Por último presenta a modo de “frases incompletas” una pequeña autodescripción que la
propia persona debe llenar.
En suma, es un cuestionario concreto y rico en cuanto a la calidad e información que
podemos obtener para conocer mejor a la persona.
4.2 Logotest
Es un test creado por Elizabeth Lukas, publicado por vez primera en el libro de Frankl
La voluntad de sentido.
Sirve para medir la “realización interior del sentido en la vida” y la “frustración
existencial”. Brinda información acerca del reconocimiento de un sentido en la vida por
parte de la persona y de los contenidos en que se basa, o si su vida sufre una falta de
sentido. Nos da datos respecto a la realización interior de sentido que ha logrado la
persona y también una pronóstico presuntivo de cómo evolucionará.
Es una escala existencial que valora la responsabilidad (como posibilidad de optar por
lo que tiene mayor relieve, por lo más valorable), la libertad (como capacidad de optar),
la autotrascendencia (como posibilidad de volcarse en la tarea y en los otros) y el
autodistanciamiento (como posibilidad de separarse del sí mismo propiciando una
existencia heterocentrada).
Señala Längle que la toma de postura personal ante el destino, juega un papel
importante en la vida, en la medida en que la persona con buenos recursos propios
puede hacerle frente a ésta de mejor manera en momentos críticos, como así en
situaciones vitales difíciles.
4.4 PIL
Según Crumbaugh, creador del PIL, esta prueba mide la “voluntad de sentido” y el
“vacío existencial” de una persona. Esta prueba se divide en tres partes: la parte A está
compuesta por 20 preguntas que investigan el grado en que una persona experimenta
“propósito en la vida”. La parte B consiste en 13 ítems de “frases incompletas” y la
parte C es una descripción biográfica sobre metas, ambiciones y esperanzas, planes
futuros y motivación del pasado y del presente de la vida del paciente.
Este cuestionario es útil para:
a.- detectar la presencia de vacío existencial en poblaciones tales como jubilados,
alcohólicos etc; y a partir de ahí evaluar la posiblidad de tratamiento logoterapéutico.
b.- investigar y medir el grado en que una persona ha desarrollado el sentido de su vida.
Cabe aclarar que este tipo de prueba no debe nunca ser usado en exclusividad
para tomar decisiones importantes. Es útil como recurso de investigación y para detectar
aquellos casos más comprometidos en su estabilidad psíquica.
En mi experiencia clínica, utilizo este cuestionario dialogando con el paciente, de
modo tal que me permite ir profundizando las respuestas que la persona va dando en el
momento.
4.5 Gráficos
“¿Podemos estar seguros de que vemos al paciente tal como verdaderamente es, de que
lo conocemos en su propia realidad; o estamos simplemente proyectando sobre él
nuestras propias teorías?”
La intención paradójica es uno de los métodos más rápidos, más poderosos y menos
comprendidos para cambiar la conducta. Mediante una serie de instrucciones que
llamamos “paradójicas” se han conseguido éxitos significativos en trastornos concretos
como pueden ser la dificultad para dormir, el morderse las uñas y el tartamudeo
(disfemia) entre otros.
Los principios teóricos se basan originalmente en las técnicas de la Terapia Breve del
psiquiatra Milton H. Erickson y la logoterapia de Victor Frankl.
Imaginemos una persona que sufre insomnio. Se acuesta puntualmente pero no logra
conciliar el sueño hasta una determinada hora de la madrugada. Ello le comporta
problemas para despertarse por la mañana. Además, cada día, al acercarse la hora de ir a
dormir, manifiesta mucha ansiedad ya que anticipa su fracaso en el intento de dormir.
Pues bien, la técnica consiste precisamente en pedirle, como parte del tratamiento, que
no trate de dormirse hasta más tarde de lo que lo hace (las horas deben concretarse
según las circunstancias). ¿Qué conseguimos con ello? De entrada situamos el origen
del problema en una causa externa al paciente (ahora ya no duerme debido a que no
logra conciliar el sueño, sino porque así se le ha exigido). El primer efecto es disipar la
ansiedad de anticipación con lo cual es muy probable que el resultado sea la aparición
del sueño antes de lo esperado.
Otro ámbito de aplicación puede ser en el de la cama mojada (enuresis). ¿Qué sucedería
si le diéramos permiso o le pidiéramos a un niño que se hiciera pipi cada día durante un
tiempo? Probablemente si ese problema va asociado a unos altos niveles de ansiedad
por parte del niño, el sentirse liberado del mismo podría significar una mejora.
No estamos afirmando que esta sea una técnica milagrosa sino que tiene una gran
capacidad terapéutica si se sabe utilizar con creatividad y en combinación con otras
técnicas mas usuales. Evidentemente tiene sus límites. El principal es que su mayor
eficacia está condicionada a que junto con el problema que queremos tratar se de un
cierto nivel de ansiedad en la persona o niño. Como se ha expuesto la técnica incide
directamente sobre las propias cogniciones al invertir los roles.
Otra limitación importante es que debe utilizarse con preferencia en aquellos casos en
que las técnicas convencionales han resultado inútiles. Por ejemplo, en un caso de
insomnio, donde se ha podido utilizar un entrenamiento en relajación con mal resultado,
podría ser un buen candidato a la intención paradójica. Ahora no hablaríamos de
intentar dormirse relajándose progresivamente sino preparar la habitación con la
intención de mantenerse el máximo tiempo despierto posible. En concreto, los máximos
beneficios se lograrán en aquel tipo de paciente que experimente “esfuerzos para
dormir” y que padecen una ansiedad considerable sobre las consecuencias negativas
de la perdida de sueño.
En general, pues, podemos afirmar que la técnica funcionará mejor con personas con
preponderancia de síntomas cognitivos que no con aquellos en los que predominen los
conductuales.
Alrededor de los años 30, Frankl usó la expresión “Existenzanalyse”, como alternativo a
Logoterapia, aperturando una nueva etapa en su sistema terapéutico. Desde entonces la
logoterapia quedó integrada con el análisis existencial. Poco a poco sumando la
necesidad de incluir la dimensión espiritual del hombre en la antropología y la terapia,
surge la necesidad de desarrollar un método que torne consciente la visión
antropológica propuesta, sobre todo su naturaleza básicamente espiritual, orientando al
hombre a asumir su responsabilidad. Poco a poco fueron perfeccionándose ambos
sistemas, sin embargo la diferencia entre uno y otro suele ser una de las principales
confusiones e inquietudes de las personas que inician el estudio de la Logoterapia.
Según Viktor E. Frankl: “La Logoterapia y el Análisis existencial, ambos son las dos
caras de una misma teoría. Es decir, la Logoterapia es un método de tratamiento
psicoterapéutico, mientras que el Análisis Existencial representa una orientación
antropológica de investigación”
Nos dice Viktor E. Frankl: “El Análisis Existencial despierta la conciencia de ser
responsable y esta se acrecienta a base de una tarea concreta y personal: misión. El
hombre que comprende el sentido peculiar de su propia existencia singular, se sentirá
paralizado en las situaciones difíciles de la vida (…) Es el Análisis Existencial el que
descubre el sentido del sufrimiento, quien revela que el dolor y la pena forman parte de
la vida, del mismo modo que la indigencia, el destino y la muerte. El querer amputarle
a la vida esto sería quitarle su forma propia y específica. (…) La misión que el hombre
tiene que cumplir en la vida existe siempre, necesariamente, susceptible de ser
cumplida. Lo importante para el Análisis Existencial es que el hombre sienta y viva su
responsabilidad en cuanto al cumplimiento de todas y cada una de sus misiones, tal
como en cada caso se le planteen, cuanto mejor comprenda el carácter de misión que
la vida tiene, tanto mayor sentido tendrá su vida para él”.
4.11 El encuentro
Viktor E. Frankl: “Hace ya mucho tiempo que he comprendido que aquello que
importa en la terapia no son las técnicas, sino, más bien, las relaciones humanas entre
el terapeuta y el paciente, o el encuentro existencial personal”.
Alejandro de Barbieri, que ha realizado diversos artículos sobre la importancia del
encuentro y su poder curativo nos dice: “No cura el psicólogo, no cura la técnica. Lo
que cura es la relación. El encuentro entre dos personas, una dispuesta a ayudar y la
otra dispuesta a ser ayudada”.
5. EL PROCESO LOGOTERAPEUTICO
Según Guillermo Pareja Herrera las metas del proceso logoterapeútico serían:
Cada época tiene su propio espíritu. A lo largo de la historia del mundo occidental
podemos observar como cada etapa diferente de la historia era acompañada de ciertos
patrones de conducta y pensamiento. La época del renacimiento iniciado a mediados del
siglo XV se caracteriza por un retorno a los conceptos clásicos de Grecia, a la belleza, el
arte y el humanismo, es un espíritu de grandes cambios, descubrimientos y creaciones
de origen artístico, filosófico y científico lo que domina entonces la época hasta el siglo
XVI. Luego el Romanticismo iniciado en Inglaterra y Alemania se propaga a partir del
siglo XVIII con un espíritu de exaltación de la personalidad individual, el valor de lo
subjetivo y las emociones, oposición a las normas y convenciones clásicas, de los
valores heroicos, las pasiones, los conceptos de identidad colectiva de tipo social y
nacionalistas. Luego de las grandes revoluciones intelectuales, sociales, económicas e
industriales que precedieron a la crisis de 1929 y a la Segunda Guerra Mundial, el
mundo desarrolló una batalla entre las dos más grandes potencias Estados Unidos y la
Unión Soviética caracterizado por un espíritu de tensión y competencia ideológica entre
Capitalismo y Comunismo, vivido con grandes cambios entre cada década. Si bien es
cierto se aceleró el proceso de innovaciones científicas, tecnológicas, filosóficas,
intelectuales, culturales y artísticas; se lograron grandes niveles de consciencia política,
movilizaciones pro-humanistas y participación activa de toda clase de naciones y grupos
minoritarios (Mujeres, hombres de raza negra, naciones oprimidas por gobiernos pro-
imperialistas, movimientos homosexuales, etc.), fue también una época caracterizada
por altos índices de deshumanización, experimentos científicos y manipulación política-
económica cuyos campos de entrenamiento fueron sobre todo los países sub-
desarrollados. El desenlace de esos conflictos desembocado en la caída del comunismo
y del muro de Berlín, con la victoria de Estados Unidos dio pie al libre a un proceso de
desarrollo de la economía americana, a la importación de su cultura y modo de vida
hacia otros pueblos, conocido como Globalización. Actualmente vivimos influidos bajo
el espíritu de la Globalización, que determina ciertos patrones de pensamiento y
conducta tanto a nivel individual como colectivo.
1.
Humanizar a la Medicina, la Psiquiatría y la Psicología: Otorgando fundamentos de
origen científico, filosófico, psicológico y antropológico que permitan una reflexión
sobre el paciente desde la perspectiva humana, el concepto de Salud-enfermedad, el
significado del acto médico-terapeútico y la dignidad del paciente a pesar de su
condición deteriorada o su estado no recuperable. La base de este proceso de
humanización es por un lado la consideración del paciente como Ser-Humano y
Persona, y por otro lado, el énfasis en el Encuentro y actitud entre médico y/o terapeuta
con el Ser-humano (al cuál él no denominaba paciente).
1.
Confrontar los problemas de la época y la sociedad actual. Principalmente el
Reduccionismo y Deshumanización en el que había caído la cultura occidental, el Vacío
Existencial, las neurosis colectivas y los problemas derivados de estos, tales como la
depresión, adicción, el suicidio y la agresividad.
HEDONISMO
PERMISIVIDAD
RELATIVISMO
CONSUMISMO
Más pesada aún es la cruz de aquel que vive en una situación de vida relativa o
totalmente inmodificable. Lo que la clasificación actual de las enfermedades cataloga
como “trastornos de adaptación” a menudo no es otra cosa que una lucha
comprensible por superar un sufrimiento al que no es posible adaptarnos fácilmente”.
Resulta curioso observar que las situaciones positivas incluso óptimas en la vida de una
persona también pueden desencadenar “trastornos de adaptación”, lo que analiza
Reinhard Tausch bajo la denominación “problema de las metas alcanzadas”. “Quien
mucho posee (no sólo en sentido material), quien ha logrado gran parte de los que
ansiaba y se había propuesto se halla en riesgo de vacío” – refiriéndose al vacío
existencial descrito por Viktor E. Frankl.
Fritz Perls, creador de la terapia Gestalt, solía decir que este método terapeútico era
demasiado bueno como para limitarlo a pacientes o personas con problemas mentales.
Considero que tampoco la Logoterapia por su relevancia en la existencia del hombre
podría ser limitada a la terapia o a las personas con problemas de salud, sino que debe
ser extendida a la vida cotidiana y sobre todo hacia el hombre común, aquél que sin
poseer una patología o problema que justifique la intervención terapeútica, comparte las
mismas dudas, problemas, angustias y sufrimientos ante las circunstancias e
interrogantes que plantea la existencia en el día a día… aquellas experiencias,
emociones e ideas que tenemos que experimentar por el solo hecho de Ser Humanos.
Comenta al respecto Elisabeth Lukas: “Y en último término mencionamos a las
personas que si bien no cargan una cruz sobre sus espaldas, deben prescindir de
elementos esenciales en sus vidas; personas que anhelan fortalecer su personalidad,
afianzar su identidad, contar con normas válidas y puntos de referencia para su
comportamiento”
¿Se puede vivir Psicoanalíticamente? ¿Se puede vivir cognitivo-
conductualmente? Quizá se pueda vivir con una visión antropológica, postura
intelectual o actitud desde dichos enfoques, pero jamás podría desprenderse toda una
filosofía de vida a partir de ellos. Si bien es cierto el psicoanálisis y el conductismo han
influido notablemente en la cultura, la ciencia y las artes, no satisfacen las principales
necesidades del Ser humano, sobre todo en la dimensión psíquica-emocional y
espiritual. Quizá de todas las escuelas psicoterapéuticas occidentales las únicas capaces
de establecer dichas filosofías de vida sean la Terapia Gestalt y la Logoterapia.
“No sé si los logoterapeutas debemos hacer terapia personal o logoterapia para poder
luego ejercer como tales; lo que sí se, que antes que nuestra propia terapia, quizá
nuestro principal testimonio sea vivir una vida plena de sentido, arder con ganas para
que el otro se encienda y se contagie de la alegría de vivir”