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LOGOTERAPIA

1. ¿QUE ES LA LOGOTERAPIA?

“Psicoterapia orientada a la búsqueda del sentido que se focaliza en lo espiritual.


Como psicoterapia, tiene una aplicación específica y no específica”

Podemos comenzar diciendo que la Logoterapia es a su vez teoría, metodología


(técnica) y filosofía que combina conocimientos del campo científico (ciencias
naturales, ciencias físicas, ciencias médicas, ciencias psicológicas, ciencias
antropológicas, ciencias sociológicas, etc) y filosófico cuyo objeto y sujeto de estudio e
intervención es el Ser-Humano. Esta metodología de investigación, técnica de
intervención y filosofía de vida constituyen los tres aspectos complementarios de una
Antropología Filosófica, una concepción sobre lo que significa el Ser-Humano, tanto
como especie, como individuo, que lejos de ser aspectos separados constituyen formas
de abordaje complementarias para tener una comprensión más clara del mismo.

Ángeles Noblejas de la Flor, define la Logoterapia de una manera muy acertada:


“Corriente psicoterapeútica y de orientación que se centra en la respuesta a la
pregunta sobre el sentido de la vida de un ser humano y está basada en una imagen
analítico-existencial del hombre y del mundo”.

1.1 Víctor E. Frankl

Viktor Emil Frankl, quién nació en Viena el 26 de marzo de 1905 y falleció en 1997; de
origen judío, estudió Medicina y la Especialidad en Neurología y Psiquiatría. Fue
fundador de la Logoterapia. Sobrevivió desde 1942 hasta 1945 en varios campos de
concentración nazis, incluidos Auschwitz y Dachau. A partir de esa experiencia,
escribió el libro El hombre en busca de sentido.

Viktor nació en Viena en una familia de origen judío. Su padre trabajó duramente desde
ser un estenógrafo parlamentario hasta llegar a Ministro de Asuntos Sociales. Desde
joven, siendo un estudiante universitario y envuelto en organizaciones juveniles
socialistas, Frankl empezó a interesarse en la psicología.
Uno de los aspectos que marcaron su vida fue el suicidio de uno de sus compañeros
cuyo cuerpo fue encontrado sosteniendo un libro de Nietzche, lo que lo convenció de la
relación que existe entre las concepciones filosóficas y la manera como se enfrenta la
vida.

Estudió medicina en la Universidad de Viena y se especializó en neurología y


psiquiatría. Desde 1933 hasta 1937 trabajó en el Hospital General de Viena. De 1937 a
1940 practicó la psiquiatría de forma privada. Desde 1940 hasta 1942 dirigió el
departamento de neurología del Hospital Rothschild (único hospital de Viena donde
eran admitidos judíos en aquellos momentos).
En diciembre de 1941 contrajo matrimonio con Tilly Grosser. En otoño de 1942, junto a
su esposa y a sus padres, fue deportado al campo de concentración de Theresienstadt.
En 1944 fue trasladado a Auschwitz y posteriormente a Kaufering y Türkheim, dos
campos de concentración dependientes del de Dachau. Fue liberado el 27 de abril de
1945 por el ejército norteamericano. Viktor Frankl sobrevivió al Holocausto, pero tanto
su esposa como sus padres fallecieron en los campos de concentración.
Tras su liberación, regresó a Viena. En 1945 escribió su famoso libro El hombre en
busca de sentido, donde describe la vida del prisionero de un campo de concentración
desde la perspectiva de un psiquiatra. En esta obra expone que, incluso en las
condiciones más extremas de deshumanización y sufrimiento, el hombre debe encontrar
una razón para vivir, basada en su dimensión espiritual. Esta reflexión le sirvió para
confirmar y terminar de desarrollar la Logoterapia, considerada la Tercera Escuela
Vienesa de Psicología, después del Psicoanálisis de Freud y de la Psicología individual
de Adler. Siendo muy joven, había mantenido relación epistolar con Freud, quien le
publicó algunos de sus escritos, pero muy pronto abandona la escuela psicoanalítica y se
orienta hacia la Psicología individual de Adler, de quien se apartará también junto con
Schwarz y Allers (de quienes fue discípulo), por diferencias doctrinales.
Dirigió la policlínica neurológica de Viena hasta 1971. En 1949 recibió el doctorado en
Filosofía. En 1955 fue nombrado profesor de la Universidad de Viena. A partir de 1961,
Frankl mantuvo cinco puestos como profesor en los Estados Unidos en la Universidad
de Harvard y de Stanford, así como en otras como la de Dallas, Pittsburg y San Diego.
Ganó el premio Oskar Pfister de la Sociedad Americana de Psiquiatría, así como otras
distinciones de diferentes países europeos.
Frankl enseñó en la Universidad de Viena hasta los 85 años de edad de forma regular y
fue siempre un gran escalador de montañas. Anteriormente, a los 67 años, había
conseguido la licencia de piloto de aviación.
Publicó más de 30 libros, traducidos a numerosos idiomas, impartió cursos y
conferencias por todo el mundo, y recibió 29 doctorados Honoris Causa por distintas
universidades.
Falleció el 2 de septiembre de 1997, en Viena.

2. LA FILOSOFÍA EXISTENCIAL- HUMANISTA

En sentido amplio, el concepto de existencialismo es confuso y oscuro. No hay una


definición teórica clara y unánime. La filosofía existencialista representa un parte aguas
para la filosofía tradicional. Emergió como movimiento en el siglo XX, en el marco de
la literatura y la filosofía, heredando algunos de los argumentos de filósofos anteriores
como Schopenhauer, Kierkegaard, Nietzsche y Unamuno.
El existencialismo es una corriente, movimiento o serie de doctrinas filosóficas y
culturales que tiene por objetivo y disciplina, el análisis y la descripción del sentido
individual de la vida humana en cuanto “existe”. Sostiene que el existente humano
piensa, actúa, se refiere y relaciona consigo mismo, con su propia trascendencia, con sus
contradicciones y sus angustias. Para el pensamiento existencialista el individuo no es
una porción mecánica o “parte” de un todo, sino que el hombre es en sí una “integridad”
libre por sí. Esta doctrina filosófica considera qué es la existencia del ser humano libre y
qué es lo que define su esencia, en lugar de entender que su esencia o condición humana
determina su existencia. Para esta corriente del pensamiento la existencia del ser
humano no es nunca un “objeto” sino que, desde el momento que el ser humano es
capaz de generar pensamiento “existe”; en consecuencia el reconocimiento de esa
existencia tiene primacía y precedencia sobre la esencia. No obstante, la existencia del
hombre puede ser inauténtica o falsa si éste renuncia a su libertad. La carencia de
libertad es carencia de existencia. En un sentido estricto para el existencialismo las
cosas materiales en cambio "son", pero no "existen".
El existencialismo implica que el individuo es libre y, por ende, totalmente responsable
de sus actos. Esto incita en el ser humano la creación de una ética de la responsabilidad
individual. Según el filósofo e historiador de la filosofía Nicola Abbagnano, «Se
entiende por existencialismo toda filosofía que se conciba y ejercite como análisis de la
existencia siempre que por "existencia" se entienda el modo de ser del hombre en el
mundo. La relación hombre-mundo es, pues, el único tema de toda filosofía
existencialista (...) Los antecedentes históricos más cercanos del existencialismo son la
fenomenología de Husserl y la filosofía de Kierkegaard.» Abbagnano considera
pensadores fundamentales de esta corriente a Heidegger, Jaspers y Sartre.

Rollo May define el movimiento existencialista como “tomar como centro a la persona
existente”, donde el énfasis se pone en el ser humano como surge y deviene.
Cuando el ser humano se enfrenta a los supuestos básicos de la existencia: la libertad, el
aislamiento, la carencia de sentido vital y la muerte, entra en conflicto y angustia
existencial. Sin embargo, no enfrentarse a ellos significa vivir dormido. Siguiendo la
línea de Kierkegaard, Martín Heidegger desarrolla una “ontología
fundamental”. Heidegger fue alumno de Husserl, el creador de la fenomenología.
Plantea que el ser humano -por ser consciente de sí mismo- está en situación de
preguntarse acerca de su ser, de su existencia y con ello ser simultáneamente en relación
con otros seres humanos y objetos del mundo. Este ser-en-el-mundo es “arrojado” a su
existencia.

Otros existencialistas empiezan a surgir y a hacer sus propios aportes. Por un lado, el
existencialista francés Jean Paul Sartre, quien desde una postura atea enfatiza el
sinsentido de la existencia y por otro lado el alemán Karl Jaspers quien se ubica dentro
del existencialismo teísta junto con Gabriel Marcel.
Jaspers considera las “situaciones límite” que nos presenta la vida como la ocasión para
el hombre de trascenderse. Tanto para Jaspers como para Kierkegaard abrirse a la
trascendencia implica “devenir lo que se es”, asumir la angustia de la propia condición
del ser.

Por su lado, Martin Buber, destaca la filosofía del diálogo y plantea que la existencia
auténtica sólo se logra en el “encuentro” con el otro, en el diálogo yo-tú.
Los analistas existenciales como Ludwig Binswanger, Medard Boss, E. Minkowsky,
Roland Kuhn, Igor Caruso y el propio Frankl, investigaban y publicaban sin ser
conocidos. Estos autores permanecieron ocultos para América hasta que el libro de
Rollo May “Existencia” fue publicado en 1958.

Las corrientes filosóficas existencialistas y la fenomenología de Brentano y Husserl, se


desarrollaron paralelas en el tiempo pero en forma independiente una de otra hasta que
se cruzan en la figura de Heidegger.

Todos los autores existencialistas concuerdan en usar el método fenomenológico al


abordar un tratamiento con un paciente. “Esto significa entrar en el mundo de su
experiencia y escuchar los fenómenos que relata sin ningún presupuesto previo que
distorsione la comprensión”. (Yalom,1984)
Es la tradición existencialista europea junto con algunas circustancias históricas,
sociales y económicas como la depresión económica que vivía Estados Unidos, la
migración de los intelectuales europeos perseguidos por el nazismo, entre otras, lo que
da lugar al surgimiento de la Psicología Humanista en ese país.
Dicha migración significó una renovación cultural y humanista. Hubo un gran interés
por la filosofía existencialista que los inmigrantes llevaban consigo.
Los escritos de Kierkegaard, Husserl, Heidegger,Buber, Jaspers y Sartre que planteaban
una nueva visión del ser humano y de la vida fueron tan bien acogidas como las ideas de
la filosofía oriental (Zen y Tao).

Muchos de los inmigrantes pertenecían también al mundo de la psiquiatría y de la


psicología. Por un lado los representantes de la Escuela de Berlín de la psicología de la
Gestalt: Max Wertheimer, Wolfgang Köhler, Kart Koffka y Kurt Lewin quienes
emigraron juntos a los Estados Unidos. Del campo del psicoanálisis los que se oponían
al dogmatismo de Freud: Alfred Adler, Erich Fromm, Wilhelm Reich, Otto Rank, Fritz
Perls, Ruth Cohn, Karen Horney, Frieda Fromm-Reichmann y Helene Deutsch. Y del
área de la psiquiatría: Ludwig Binswanger y Medard Boss con su “análisis de la
existencia” y la orientación organísmica de Kurt Goldstein que fueron menos
comprendidos en América.Tras esta revolución ideológica, se establece en 1950 una
nueva escuela ideológica encabezada por Abraham Maslow a la que llamaron
“psicología humanista”, pero no fue hasta 1961 que aparece públicamente con la
aparición del Journal of Humanistic Psychology, y un año más tarde se funda la
Asociación Americana de Psicología Humanista presidida por A. Maslow. En 1963
James Bugental formula cinco principios básicos de la psicología humanista:

1. “El hombre, sobrepasa la suma de sus partes (o sea, que el hombre no puede
explicarse simplemente a partir del estudio científico de sus funciones parciales)
2. El hombre es un ser dentro de un contexto humano (es decir, que el hombre no
puede entenderse estudiando simplemente sus funciones parciales y dejando de lado su
experiencia interpersonal)
3. El hombre tiene una conciencia (y solo puede explicarse psicológicamente desde
teorías que reconozcan el curso continuo de la autoconciencia humana, tomada por sus
distintas capas).
4. El hombre tiene una capacidad de elección (no es un espectador de su propia
existencia, sino que crea sus propias experiencias).
5. El hombre tiene una intencionalidad (tiende hacia el futuro, tiene un propósito,
unos valores y un significado)” (Yalom, 1984)

2.1 Sören Kierkegaard

Sören Kierkegaard (1813-1855) es considerado el padre de dicha filosofía. Pero hasta


casi un siglo después fue retomada y continuada en Alemania por Martin Heidegger.
Kierkegaard hablaba de la existencia concreta de la persona con su singularidad,
autonomía, con su sentido de libertad y responsabilidad. Fue el primer autor en señalar
que cuando surge la angustia, la impotencia, la desesperación, el quebranto y la culpa,
es cuando el ser humano puede concientizarse de su humanidad.
La reaparición de sus ideas en Alemania y después Francia, reflejaban la situación de
inseguridad, inestabilidad y angustia que se vivía en Europa tras la primera guerra
mundial. Y se vio reforzada –asentándose como fuerza independiente- después de la
vivencia de la segunda guerra mundial.
Sus temas resonaban en lo más profundo de las personas de esa época: la preocupación
por la “existencia”, lo humano concreto. La explicación de la existencia humana desde
el plano de lo inmediato de la experiencia personal. No se trata de entender ni analizar
racionalmente la existencia humana, su fragilidad, su angustia, su finitud
Sören Kierkegaard nació en Copenhague el 5 de mayo de 1813. Físicamente era
jorobado y algo deforme; tenía una pierna más larga que la otra. Su padre era un rico
comerciante y un estricto luterano, cuya tenebrosa piedad, dominada por un sentimiento
de culpa, y fantasías morbosas influyeron y obsesionaron a Kierkegaard.
Estudió teología y filosofía en la Universidad de Copenhague (1830), donde conoció la
filosofía hegeliana, contra la que reaccionó con apasionamiento. En la universidad
abandonó el protestantismo luterano y durante un tiempo llevó una extravagante vida
social, en situaciones conflictivas y atormentadas, convirtiéndose en una figura en los
teatros y cafés de Copenhague. Concluyó sus estudios hacia 1841 con la redacción de
una tesis sobre el concepto de ironía.
Tras la muerte de su padre en 1838, Kierkegaard tuvo una profunda experiencia
religiosa que lo llevó a intensificar su dedicación y concentración en problemas
religiosos. No en vano su filosofía se ha caracterizado como un existencialismo
cristiano. En 1840 se comprometió con Regine Olson, de 17 años, pero muy pronto se
dio cuenta de su incapacidad para aceptar ese vínculo a causa de su naturaleza
melancólica y de su vocación filosófica. Rompió el compromiso matrimonial en 1841,
pero este hecho fue muy significativo para él ya que le enseñó a ser poeta y escritor,
porque liberó en él la primera ola impetuosa de su actividad estética y aludió al mismo
repetidas veces en sus libros. En esa época se dio cuenta de que no quería ser un pastor
luterano. La herencia recibida de su padre le permitió dedicarse por completo al
pensamiento filosófico y durante los 14 años que vivió trase este episodio escribió más
de 20 obras.
La filosofía del danés tiene tres características básicas que deben ser tenidas en cuenta:
está encuadrada dentro del romanticismo, es mayormente una respuesta a Hegel y está
teñida por una introspección marcada por la propia historia de Kierkegaard. Esto hace
presente ese subjetivismo (que no es relativismo) del que tanto habla, la lucha para
restaurar la existencia (lo concreto) frente a lo absoluto de Hegel, la lucha por
reivindicar la libertad perdida en la marcha de la conciencia y la presencia del pietismo,
la melancolía y la culpa, productos de su propia experiencia personal.

2.2 Similitudes y diferencias entre la psicoterapia existencial y la psicología


humanista

A pesar de que la psicoterapia existencial (a la que pertenece la Logoterapia) mantiene


relaciones un tanto confusas con la psicología humanista, comparten muchos supuestos
básicos y no son pocos los psicólogos humanistas que tienen una orientación
existencial. Entre ellos Maslow, Perls, Bugental, Bühler y Rollo May. (Yalom,1984)
H. Quitman nos dice que la filosofía existencial y la fenomenología europeas
constituyen el fundamento más importante para los conceptos de la psicología
humanista.
Oscar Oro coincide al decir que los humanistas comparten con los existencialistas
europeos varios supuestos básicos y tienen una orientación existencial. Comparten
también el valorar lo que el ser humano posee de superior: la razón, la libertad, la
autonomía, la creatividad, lo indeterminado.
Otro aspecto que tienen en común tiene que ver con el planteamiento de Kierkegaard:
“la verdad existe para el individuo sólo en cuanto ésta se traduce en acción”.
“En América, la psicología existencialista ‘se ha unido con la nueva psicología de la
tercera fuerza’, así la mayor parte de los expertos en este campo hablan de la psicología
existencial-humanista.” Nos dice Giordani. Oscar Oro por su lado afirma que más que
un auténtico vínculo filial entre la psicología humanista y la existencial, existe no más
que un parentesco.
A pesar de tener un transfondo común, varios autores marcan una línea divisoria. Rollo
May subraya particularmente la falta de un sentido de lo trágico en la existencia humana
por parte de los americanos, “su represión del sentido ontológico, su huida de la
conciencia de su propio ser”. (R.May,1978)
Otro aspecto que omite la psicología humanista son los conceptos clave del
existencialismo: la situación límite y la dimensión del sufrimiento.
Oro destaca una radical distinción entre la expansión del ser –concepto central en la
psicología humanista- y el ser-en-el-mundo y la trascendencia de la filosofía existencial.
Igualmente marca la diferencia entre el concepto de espiritualidad según unos y otros.
Afirma también que los psicólogos humanistas han ido “americanizando” el
pensamiento existencial, adaptándolo a una visión empirista e individualista y no han
integrado el pasado cultural europeo en su totalidad sino en forma muy parcializada,
desligándolo de sus raíces filosóficas.
La teoría que Víktor Frankl desarrolla, al estar fundamentada sobre la tradición
existencialista, toma en cuenta las limitaciones humanas y la dimensión trágica de la
existencia. Es un gran optimista pero no basa ese optimismo en la negación u omisión
de las limitaciones sino en la posibilidad de trascenderlas y de encontrar sentido, incluso
en la tragedia. Intuye que el sufrimiento puede no ser en vano, puede abrir nuevas y
profundas perspectivas en la persona y transformarse en un logro personal.
Frankl menciona el concepto central de su teoría –el sentido de la vida- desde muy
temprano (1925), pero es en los campos de concentración donde lleva a la práctica su
teoría. “Las auténticas facultades humanas de la autotrascendencia y el
autodistanciamiento fueron verificados y convalidados en forma existencial en los
campo de concentración. Este empirismo en su más amplio sentido de la palabra
confirmó “la voluntad de sentido” y la autotrascendencia y sus efectos terapéuticos.
Parte de su persona, más aún, responde a través de su vivencia a la pregunta que, como
psiquiatra, intenta responder: “¿Cómo puede uno despertar en un paciente el
sentimiento de que tiene la responsabilidad de vivir por muy adversas que se presenten
las circunstancias?” (Frankl,1989)
Gordon Allport –en el prefacio de “El hombre en busca de sentido”- pregunta: “¿Cómo
pudo él –que todo lo había perdido, que había visto destruir todo lo que valía la pena,
que padeció hambre, frío,brutalidades sin fin, que tantas veces estuvo a punto del
exterminio-, cómo pudo aceptar la vida como digna de vivirla?”
Se podría afirmar que la psicología humanista va de más (el potencial humano) a más
(la autorrealización) mientras que la logoterapia va de menos (limitación y sufrimiento)
a más (logro personal, sentido).

3. PSICODIAGNOSTICO

En la formación como psicólogo, se dedica mucho tiempo y estudio al


aprendizaje del “psicodiagnóstico” o estudio de personalidad. Luego, como
profesionales se solicita desde diferentes ámbitos un psicodiagnóstico, cada vez que un
psiquiatra por ejemplo necesita esclarecer la personalidad de su paciente para realizar un
buen tratamiento. Esta demanda también proviene desde las escuelas cuando se presenta
el caso de un niño o adolescente agresivo o emocionalmente inestable, o viviendo la
separación de sus padres.
En definitiva, parte del ejercicio profesional, junto con la psicoterapia es la realización
de psicodiagnósticos.
Es por eso que se realiza lo que he llamado psicodiagnóstico existencial; es decir,
un estudio de personalidad que incluya la tridimensionalidad del ser postulada por la
logoterapia. Esto no implica utilizar exclusivamente técnicas propias de la logoterapia
sino trabajar también con otras técnicas y “leerlas” desde nuestra antropología.

Para la realización de este psicodiagnóstico, se propone tomar en cuenta tres pasos


fundamentales:

1º Establecer un encuentro existencial con el paciente.


2º Aplicar técnicas logoterapéuticas y sumar otras técnicas.
3º Trabajar en equipo interdisciplinario, junto a otros psicólogos, psiquiatras y
educadores.

Este “Psicodiagnóstico Existencial” podría también ser definido como “un modelo de
abordaje existencial del proceso psicodiagnóstico”.

3.1 El encuentro a “chispa divina” de la relación terapéutica.

El terapeuta, estará con el paciente siempre en el mismo plano, el plano de la


comunidad de la existencia. No hará del enfermo un objeto sino que verá en el enfermo
una pareja existencial. Encuentro es un estar uno con otro en el presente propio, es
decir, en un presente tal que se sazona totalmente a partir del pasado y que también
lleva en sí, la posibilidad de futuro. L U D W I G B I N S W A N G E R

En un trabajo anterior se ha presentado la propuesta de que el encuentro existencial


entre paciente y terapeuta es la primera técnica con que cuenta el Logoterapeuta.
Personas que sufren. Sufren por no encontrar sentido a sus existencia, por lo que han
perdido, porque son incomprendidas, por sus afectos; sufren porque no pueden lograr lo
que quieren, por temor a enfrentarse con su destino. Todo este sufrimiento necesita de
nuestra comprensión, de nuestro estar-con-el-otro, padeciendo con él su dolor; no
sufriendo por él, porque nadie puede sustituir a otro en su dolor. Debemos saber que
todo sufrimiento tiene sentido, y muchas veces nuestro trabajo se limita a acompañar a
estas personas mientras no encuentran el sentido.
La tarea hacia la salud, es aumentar la capacidad de sufrimiento del paciente, la
capacidad para lidiar con el sufrimiento y con los conflictos fundamentales de la
persona.
Charlando con estas personas nos hemos dado cuenta que realmente nuestro primer
objetivo es establecer un encuentro existencial. Repasando el trabajo en el consultorio,
se ha tomado conciencia de que sin pretenderlo directamente, al buscar establecer este
encuentro existencial con el otro, empleo las tres características fundamentales de las
que hablaba Carl Rogers: la empatía, la autenticidad y la aceptación incondicional. Si
los logoterapeutas insisten en que la logoterapia suma, pues deben saber frente a qué
suma y cómo es esta “sumatoria de sentido”.
Por lo tanto, se cree en primer lugar, que la logoterapia puede tomar como base para
lograr el encuentro existencial, las tres actitudes fundamentales destacadas en el
Enfoque Centrado en la Persona de Carl Rogers.
Se sabe que la empatía es la capacidad de ponernos en el lugar del otro, pero como decía
antes, esto no implica sufrir por él sino acompañarlo en su sufrimiento.
Por autenticidad, se entiende la capacidad del terapeuta para ser auténtico consigo
mismo, con sus sentimientos y pensamientos. Esta cualidad lleva directamente a que el
paciente perciba que el terapeuta esta dispuesto a ser sinceros con él, y que si nos
animamos a mostrarnos, él también puede hacerlo y puede ser auténtico.
En este punto se entiende que se puede agregar el concepto de autorrevelación como
una forma de autenticidad. Este concepto refiere al momento en que el terapeuta elige
revelar algo de sí mismo (un sentimiento, una anécdota, algo íntimo) y compartirlo con
su paciente, con fines terapéuticos. (En este sentido vale la recomendación de la lectura
del libro “Mamá y el sentido de la vida” en donde Irvin Yalom aborda este tema
magistralmente).
La última actitud es la aceptación incondicional. Esta actitud nos resulta muy familiar
en logoterapia. Aceptar al otro incondicionalmente, implica amarlo tal cual es (o tal cual
se nos muestra). El otro, el hombre doliente debe sentir la certeza de que nosotros lo
aceptamos en su sufrimiento. También debe percibir que aceptarlo no implica justificar
su dolor ni justificar sus culpas sino comprenderlo y acompañarlo en el camino de
trascender su padecer.

Binswanger decía que muchas veces el médico es responsable por “...la incapacidad de
despertar o encender en el enfermo la “chispa divina”, que sólo se puede despertar o
encender en la verdadera comunicación entre existencia y existencia...”
Este es nuestro desafío, establecer un encuentro genuino que permita encender la
“chispa divina” y podamos “comunicarnos” con el otro.

Como dice el escritor Eduardo Galeano:

“El mundo es eso –reveló-: Un montón de gente, un mar de fueguitos. Cada persona
brilla con luz propia entre todas las demás. No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos
grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que
ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas. Algunos
fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas
que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende.”
Los logoterapeutas deben hacer terapia personal o logoterapia para poder luego ejercer
como tales; lo que sí se, que antes que nuestra propia terapia, quizá nuestro principal
testimonio sea vivir una vida plena de sentido, arder con ganas para que el otro se
encienda y se contagie de la alegría de vivir.

4. TÉCNICAS ESPECÍFICAS DE LA LOGOTERAPIA Y OTRAS


HERRAMIENTAS COMPLEMENTARIAS.

“Uno de los mayores peligros en América es la tendencia a creer que la técnica en sí


cambia a la gente, que cualquiera puede cambiar con sólo encontrar el método
adecuado. A menudo esta fe sirve como sustituto del coraje interno para enfrentar la
propia existencia, tanto en sus posibilidades trágicas como en las placenteras. Hacer es a
menudo más fácil, y puede aminorar la ansiedad más rápidamente que ser”.
Rollo May
La logoterapia es conocida dentro de la tendencia humanista-existencial de la
psicoterapia, como la única “corriente existencial” que ha desarrollado sus propias
técnicas. Son muy conocidas en este sentido la intención paradójica y la derreflexión.
En este punto no se abordara estas técnicas sino aquellas que atañen específicamente a
la Logoterapia, es decir, aquellos tests o cuestionarios que tomando como base la
antropología frankliana, han sido creados para profundizar y abordar temas tales como
el sentido de la vida, la libertad, la responsabilidad, la autotrascendencia, el
autodistanciamiento, el sentido del sufrimiento, etc.
A continuación se citara brevemente los tests que aplico asiduamente en mi consulta y
que forman parte del “cajón de herramientas” del Logoterapeuta.

4.1 Historia de vida

Binswanger afirma que el primer elemento es investigar la historia vital del paciente.
En todo proceso de psicodiagnóstico es muy importante abordar la historia de la
persona, y sus vivencias con respecto a lo que ha vivido.
En este punto me es de muchísima utilidad el Cuestionario sobre la historia de la vida
de Arnold Lazarus.
Se trata de un cuestionario muy completo que aborda desde los datos familiares, padres,
madres, hermanos, enfermedades de la infancia, hasta los temores y miedos más
importantes de la persona, ambiciones, aspiraciones, etc. Recorre su infancia,
adolescencia, juventud y madurez. Aborda también la sexualidad y los aspectos
religiosos.
Por último presenta a modo de “frases incompletas” una pequeña autodescripción que la
propia persona debe llenar.
En suma, es un cuestionario concreto y rico en cuanto a la calidad e información que
podemos obtener para conocer mejor a la persona.

4.2 Logotest

Es un test creado por Elizabeth Lukas, publicado por vez primera en el libro de Frankl
La voluntad de sentido.
Sirve para medir la “realización interior del sentido en la vida” y la “frustración
existencial”. Brinda información acerca del reconocimiento de un sentido en la vida por
parte de la persona y de los contenidos en que se basa, o si su vida sufre una falta de
sentido. Nos da datos respecto a la realización interior de sentido que ha logrado la
persona y también una pronóstico presuntivo de cómo evolucionará.

4.3 Escala de Längle

Es una escala existencial que valora la responsabilidad (como posibilidad de optar por
lo que tiene mayor relieve, por lo más valorable), la libertad (como capacidad de optar),
la autotrascendencia (como posibilidad de volcarse en la tarea y en los otros) y el
autodistanciamiento (como posibilidad de separarse del sí mismo propiciando una
existencia heterocentrada).
Señala Längle que la toma de postura personal ante el destino, juega un papel
importante en la vida, en la medida en que la persona con buenos recursos propios
puede hacerle frente a ésta de mejor manera en momentos críticos, como así en
situaciones vitales difíciles.
4.4 PIL

Según Crumbaugh, creador del PIL, esta prueba mide la “voluntad de sentido” y el
“vacío existencial” de una persona. Esta prueba se divide en tres partes: la parte A está
compuesta por 20 preguntas que investigan el grado en que una persona experimenta
“propósito en la vida”. La parte B consiste en 13 ítems de “frases incompletas” y la
parte C es una descripción biográfica sobre metas, ambiciones y esperanzas, planes
futuros y motivación del pasado y del presente de la vida del paciente.
Este cuestionario es útil para:
a.- detectar la presencia de vacío existencial en poblaciones tales como jubilados,
alcohólicos etc; y a partir de ahí evaluar la posiblidad de tratamiento logoterapéutico.
b.- investigar y medir el grado en que una persona ha desarrollado el sentido de su vida.
Cabe aclarar que este tipo de prueba no debe nunca ser usado en exclusividad
para tomar decisiones importantes. Es útil como recurso de investigación y para detectar
aquellos casos más comprometidos en su estabilidad psíquica.
En mi experiencia clínica, utilizo este cuestionario dialogando con el paciente, de
modo tal que me permite ir profundizando las respuestas que la persona va dando en el
momento.

4.5 Gráficos

En todo psicodiagnóstico la utilización de “gráficos” o “tests proyectivos” son de


extrema utilidad. En el libro “Humanismo, Logoterapia y Proceso Psicodiagnóstico”,
Marta Guberman nos introduce en el “mapa personal”. Esto fue para mí un gran
descubrimiento. Siguiendo el proceso que esta autora desarrolla, quiero sumar el aporte
del test Persona bajo la lluvia. Este gráfico cuya consigna simplemente es: dibuje una
persona bajo la lluvia, es una técnica muy utilizada en el campo de la psicología laboral
y organizacional.
Para la interpretación de este test, podemos seguir los mismos parámetros que esta
autora plantea respecto al “mapa personal”. Por ser un test gráfico, podemos obtener
datos que en general se obtienen de todo test proyectivo, como son el emplazamiento, el
trazo, la presión y la ubicación de la figura. Pero el elemento distintivo y específico que
se investiga en esta prueba, es la presencia de los recursos defensivos con los que la
persona cuenta o no, para enfrentar las presiones ambientales o familiares.
Para profundizar en esta prueba los remito a la lectura del libro Persona bajo la lluvia de
Silvia Querol, en donde se detalla paso a paso la interpretación del gráfico.

4.6 T.A.T. una visión humanista-existencial

En las Primeras Jornadas de Logoterapia del MERCOSUR, que tuvieron lugar en


Montevideo, se presentó un trabajo muy rico y profundo sobre el TAT. Este trabajo
detalla una interpretación de cada lámina del TAT desde la antropología frankliana.
Esta monografía me ha resultado muy útil en el trabajo con adolescentes en donde
muchas veces se nos hace difícil “entrar a su mundo”. Igualmente, es de suma utilidad
para el trabajo con adultos.
4.7 Trabajar en Equipo

“¿Podemos estar seguros de que vemos al paciente tal como verdaderamente es, de que
lo conocemos en su propia realidad; o estamos simplemente proyectando sobre él
nuestras propias teorías?”

4.8 La intencion paradojica

La intención paradójica es uno de los métodos más rápidos, más poderosos y menos
comprendidos para cambiar la conducta. Mediante una serie de instrucciones que
llamamos “paradójicas” se han conseguido éxitos significativos en trastornos concretos
como pueden ser la dificultad para dormir, el morderse las uñas y el tartamudeo
(disfemia) entre otros.
Los principios teóricos se basan originalmente en las técnicas de la Terapia Breve del
psiquiatra Milton H. Erickson y la logoterapia de Victor Frankl.

La denominación de “paradójica” no es gratuita sino que delata la auténtica naturaleza


del sistema. Se trata de pedirle al paciente que haga precisamente lo que es objeto de
malestar psicológico. Si una persona no puede dormir le pediremos que deje de hacerlo
durante un tiempo o unas horas determinadas. Si un niño se muerde las uñas le
exigiremos que lo haga durante más tiempo o durante intervalos más largos. Si un joven
tartamudea y eso le crea gran ansiedad, le obligaremos a que tartamudee con mayor
frecuencia y durante más tiempo de forma voluntaria.

Son procedimientos construidos para sorprender. Son contrarios a las expectativas de


los pacientes sobre su visión de la naturaleza de la función de la terapia.

La técnica parece de entrada irresponsable y contraria al sentido común. No se entiende


como potenciando lo que se intenta erradicar se va a solucionar el problema. Esta es la
gran paradoja de la técnica que a continuación exponemos.

4.8.1 ¿Cómo funciona?

La eficacia de la Intención Paradójica se basa en el principio fundamental de que los


pacientes intenten llevar a cabo la conducta que están evitando. De esta manera, el
proceso circular, que se mantiene a sí mismo, se rompe, puesto que el intentar realizar la
conducta no deseada es incompatible con la ansiedad anticipatoria y, por tanto, la
neutraliza.

Imaginemos una persona que sufre insomnio. Se acuesta puntualmente pero no logra
conciliar el sueño hasta una determinada hora de la madrugada. Ello le comporta
problemas para despertarse por la mañana. Además, cada día, al acercarse la hora de ir a
dormir, manifiesta mucha ansiedad ya que anticipa su fracaso en el intento de dormir.
Pues bien, la técnica consiste precisamente en pedirle, como parte del tratamiento, que
no trate de dormirse hasta más tarde de lo que lo hace (las horas deben concretarse
según las circunstancias). ¿Qué conseguimos con ello? De entrada situamos el origen
del problema en una causa externa al paciente (ahora ya no duerme debido a que no
logra conciliar el sueño, sino porque así se le ha exigido). El primer efecto es disipar la
ansiedad de anticipación con lo cual es muy probable que el resultado sea la aparición
del sueño antes de lo esperado.

En el caso de las disfemias (tartamudeos) al permitir e incitar a que el niño tartamudee


voluntariamente, durante un tiempo controlado, puede tener también unas
consecuencias reductoras de la ansiedad y producirse una mejora.

Otro ámbito de aplicación puede ser en el de la cama mojada (enuresis). ¿Qué sucedería
si le diéramos permiso o le pidiéramos a un niño que se hiciera pipi cada día durante un
tiempo? Probablemente si ese problema va asociado a unos altos niveles de ansiedad
por parte del niño, el sentirse liberado del mismo podría significar una mejora.

No estamos afirmando que esta sea una técnica milagrosa sino que tiene una gran
capacidad terapéutica si se sabe utilizar con creatividad y en combinación con otras
técnicas mas usuales. Evidentemente tiene sus límites. El principal es que su mayor
eficacia está condicionada a que junto con el problema que queremos tratar se de un
cierto nivel de ansiedad en la persona o niño. Como se ha expuesto la técnica incide
directamente sobre las propias cogniciones al invertir los roles.

Otra limitación importante es que debe utilizarse con preferencia en aquellos casos en
que las técnicas convencionales han resultado inútiles. Por ejemplo, en un caso de
insomnio, donde se ha podido utilizar un entrenamiento en relajación con mal resultado,
podría ser un buen candidato a la intención paradójica. Ahora no hablaríamos de
intentar dormirse relajándose progresivamente sino preparar la habitación con la
intención de mantenerse el máximo tiempo despierto posible. En concreto, los máximos
beneficios se lograrán en aquel tipo de paciente que experimente “esfuerzos para
dormir” y que padecen una ansiedad considerable sobre las consecuencias negativas
de la perdida de sueño.

En general, pues, podemos afirmar que la técnica funcionará mejor con personas con
preponderancia de síntomas cognitivos que no con aquellos en los que predominen los
conductuales.

4.9 Tecnica de la derreflexión

La derreflexión encuentra su campo de aplicación en el caso del insomnio. Es


comprensible que si se está preso de la angustia de una noche insomne, quiera dormirse;
pero es precisamente este querer el sueño el que impide dormirse, ya que la premisa
indispensable para dormir es la de relajarse. “Con razón el sueño se compara a una
paloma que se posa espontáneamente sobre la mano y se queda si se la deja tranquila,
mientras que emprende el vuelo apenas se intenta atraparla”. Además de en el insomnio
se puede aplicar en el caso de escrupulosidad y pedantería. De hecho, una
hiperconciencia y una hiperconcientización llevan a una hiperreflexión que se
manifiesta particularmente en las neurosis sexuales en las cuales a la intención forzada
del placer sexual se acompaña una reflexión forzada del acto sexual por lo que la
intención provoca alteraciones funcionales. Queda claro entonces, que tanto la intención
como la atención forzadas son por su misma naturaleza obstáculos en el curso normal
de las funciones. De esto se desprende el que la psicoterapia considere más urgente
quitar la atención que está concentrada en el síntoma que el síntoma mismo. La
desreflexión busca precisamente evitar la autobservación compulsiva, haciendo que el
paciente se ignore a sí mismo.
Pero para ignorar algo, se necesita que actúe prescindiendo de eso y se dirija a otra cosa.
Y en la medida en que logre poner en primer plano en su consciencia un objetivo que
pueda restituir a la vida su plenitud de sentido, como para que valga la pena vivirla,
pasarán a segundo plano su persona y sus dificultades. Entonces, más que investigar
sobre complejos y conflictos no resueltos de la edad infantil, en el intento de eliminar el
síntoma, es más importante en muchos casos esforzarse en separar la atención del
síntoma. El principio de fondo de la desreflexión consiste en aprender a ignorarse a sí
mismo, en el reconocimiento de que para llegar a lo más íntimo, a la propia realización
se necesita atravesar el camino de los otros, del mundo. Se necesita ignorar a sí mismo.
Recordando la frase de Bernanos: “Odiarse a sí mismo es más fácil de lo que se cree; lo
difícil está en olvidarse de sí mismo”, Frankl escribe: “Mucho más importante que el
exagerado desprecio de sí mismo (hiperconcientización) o la soberbia autoconsideración
(hiperconciencia), está el completo olvido de sí. Pero nuestros pacientes no logran
olvidarse, como no lo logró Kant cuando tuvo que despedir a un sirviente un poco
ladrón y, como no lograba quedarse en paz, para obligarse a olvidar, escribió sobre una
pared ‘mi sirviente debe ser olvidado’. Acerca de las aplicaciones concretas, la
desreflexión encuentra resultados óptimos en el caso de la dificultad para deglutir, para
hablar, escribir, pensar, dormir, hacer. Y también aquí la casuística reportada por Frankl
es abundante como en el caso de la intención paradójica.

Las consideraciones hechas hasta el momento, permiten entrever la importancia de


clarificar los objetivos de la psicoterapia: hoy día se ha abandonado el concepto de que
debe a toda costa proponerse, como fin último, la autoconciencia del paciente, mientras
parece útil despertarla de modo solo provisional. El terapeuta debe hacer consciente el
inconsciente espiritual, sólo para hacerlo regresar al inconsciente, debe convertir la
potentia inconscia en un actus conscio, pero únicamente con el objetivo último de
restablecer una espontaneidad en las operaciones inconscientes. Según Hans Urs von
Balthasar “uno de los errores imperdonables del psicoanálisis consiste precisamente en
haber descuidado este hecho. Sólo cuando las raíces de la planta están cubiertas y
escondidas en la tierra, puede esta florecer en todo su esplendor. Es característico de mi
calidad de hombre, en cuanto a ser libre y espiritual, que una parte de mí mismo deba
ser olvidada”.

4.10 Analisis existencial

El Análisis Existencial es un método terapéutico que parte de lo filosófico hacia lo


psicológico, sin excluir los aspectos orgánicos o psicológico-emocionales de la persona.
Busca ayudar al paciente a responder a las 3 cuestiones básicas de la filosofía
existencial: ¿Qué es el hombre? ¿Quién soy yo? y ¿Para qué existo?
El Análisis Existencial es un análisis “sobre la” existencia humana y no “de” la
existencia, ya que la existencia en si misma no puede ser analizada. Marta Guberman y
Eugenio Perez Soto definen de una forma muy comprensible este concepto: “Se
entiende por Análisis Existencial la interpretación y caracterización de la existencia
concreta, que se realiza a través de la biografía del “análisis de la existencia”, sino
“análisis sobre la existencia”, ya que la existencia en sí es un fenómeno primario e
irreductible”.
El Psicoanálisis tiende a tornar consciente lo psíquico. La Logoterapia torna consciente
lo espiritual. Se la concibe como un análisis de la existencia, que se esfuerza por hacer
que el hombre cobre conciencia de su responsabilidad. La cual significa siempre
responsabilidad ante un deber que puede se interpretado cuando partimos de un sentido
concreto de la vida humana.

Alrededor de los años 30, Frankl usó la expresión “Existenzanalyse”, como alternativo a
Logoterapia, aperturando una nueva etapa en su sistema terapéutico. Desde entonces la
logoterapia quedó integrada con el análisis existencial. Poco a poco sumando la
necesidad de incluir la dimensión espiritual del hombre en la antropología y la terapia,
surge la necesidad de desarrollar un método que torne consciente la visión
antropológica propuesta, sobre todo su naturaleza básicamente espiritual, orientando al
hombre a asumir su responsabilidad. Poco a poco fueron perfeccionándose ambos
sistemas, sin embargo la diferencia entre uno y otro suele ser una de las principales
confusiones e inquietudes de las personas que inician el estudio de la Logoterapia.
Según Viktor E. Frankl: “La Logoterapia y el Análisis existencial, ambos son las dos
caras de una misma teoría. Es decir, la Logoterapia es un método de tratamiento
psicoterapéutico, mientras que el Análisis Existencial representa una orientación
antropológica de investigación”

Al pretender el análisis existencial ser un método psicoterapéutico, se dirige de manera


especial al modo de ser neurótico, y ello como a algo deteriorado o quebrantado: algo
caído víctima de la neurosis. Su meta última será, pues, hacer al hombre (aquí
concretamente al neurótico) consciente de su ser responsable, o también traer a su
conciencia el tener responsabilidad de su propio ser”.

Nos dice Viktor E. Frankl: “El Análisis Existencial despierta la conciencia de ser
responsable y esta se acrecienta a base de una tarea concreta y personal: misión. El
hombre que comprende el sentido peculiar de su propia existencia singular, se sentirá
paralizado en las situaciones difíciles de la vida (…) Es el Análisis Existencial el que
descubre el sentido del sufrimiento, quien revela que el dolor y la pena forman parte de
la vida, del mismo modo que la indigencia, el destino y la muerte. El querer amputarle
a la vida esto sería quitarle su forma propia y específica. (…) La misión que el hombre
tiene que cumplir en la vida existe siempre, necesariamente, susceptible de ser
cumplida. Lo importante para el Análisis Existencial es que el hombre sienta y viva su
responsabilidad en cuanto al cumplimiento de todas y cada una de sus misiones, tal
como en cada caso se le planteen, cuanto mejor comprenda el carácter de misión que
la vida tiene, tanto mayor sentido tendrá su vida para él”.

4.11 El encuentro

Viktor E. Frankl: “Hace ya mucho tiempo que he comprendido que aquello que
importa en la terapia no son las técnicas, sino, más bien, las relaciones humanas entre
el terapeuta y el paciente, o el encuentro existencial personal”.
Alejandro de Barbieri, que ha realizado diversos artículos sobre la importancia del
encuentro y su poder curativo nos dice: “No cura el psicólogo, no cura la técnica. Lo
que cura es la relación. El encuentro entre dos personas, una dispuesta a ayudar y la
otra dispuesta a ser ayudada”.

Abordar a los seres humanos meramente en términos de técnicas implica manipularlos y


hacerlo meramente en términos de dinámicas implica cosificarlos, convertirlos en cosas.
“El terapeuta, estará con el paciente siempre en el mismo plano, el plano de la
comunidad de la existencia. No hará del enfermo un objeto sino que verá en el enfermo
una pareja existencial. Encuentro es un estar uno con otro en el presente propio, es
decir, en un presente tal que se sazona totalmente a partir del pasado y que también
lleva en sí, la posibilidad de futuro”. LUDWIG BINSWANGER54

TABLA 13. Técnicas Logoterapéuticas de uso frecuente


Diálogo Socrático (Mayeútica)
Base de la dialéctica y método educativo por excelencia, basado en promover el conocimiento
a través de las preguntas en cuya dinámica el aprendizaje se produce por una interacción
entre paciente y terapeuta, con un constante trabajo de “darse cuenta” o “insight”.
Las Preguntas ingenuas de Elisabeth Lukas.
Incorporar preguntas que revelen al paciente ciertas características irracionales o paradójicas
de su actitud, pensamiento o emociones y lo conlleven a un “insight”.
El Cambio de Actitud.
Para Frankl es necesario aprender a cambiar la actitud ante la enfermedad de un “por qué a
mí me pasa esto” a un “para qué a mi”. Siempre el hombre podrá escoger qué actitud asumir
ante determinado problema, enfermedad, tragedia, sufrimiento o síntoma, así el síntoma no
sea posible de cambiar. Esto le confiere a la Logoterapia la capacidad de entrar en juego
cuando ninguna terapia podría ofrecer una solución. Es decir “usar el sufrimiento” o la
“Enfermedad” como una oportunidad para encontrar un sentido.
La Bibliologoterapia.
Estudio de libros para la autoterapia. Frankl dijo: “Un libro de Logoterapia, ya es Logoterapia”.
Biografía Existencial.
Se realiza un análisis sobre la existencia de la persona, separando los eventos subjetivos de
los objetivos e indagando en el sentido de la cada situación, los valores realizados y su
articulación con el Sentido de Vida. Su objetivo es lograr un mayor conocimiento de uno
mismo, despertar la conciencia sobre la libertad y la responsabilidad individual.
Otras herramientas de psicodiagnóstico y auto-conocimiento
Existen herramientas de psicodiagnóstico, tests y cuestionarios de auto-conocimiento que
tratan de abordar al Ser-Humano desde su integralidad (Bio-Psico-Socio-Espiritual). Los
principales son: Cuestionario sobre la Historia de la Vida de Arnold Lazarus, Logotest,
Cuestionario de propósito vital (PIL), Escala de Längue, Cuestionario para aumentar el
conocimiento de uno mismo del Dr. Ricardo Sardi, etc.
Derreflexión.
Para Frankl muchas de las patologías se deben a un exceso de focalización sobre uno mismo,
un pensamiento o un síntoma lo que se llama “Hiperreflexión” y equivaldría a “Mirarse mucho
el propio ombligo”. La Derreflexión se trata de desfocalizar la atención del paciente a través de
algunas estrategias o actividades. Por ejemplo en pacientes que tienen sufrimiento por
enfermedades, se recomendaría visitar hospitales o hacer otro tipo de actividades para darse
cuenta: 1. Que no es la única persona que sufre o tiene el problema que piensa y 2. Para
enseñarle que es posible vivir haciendo otras cosas interesantes, gratificantes y productivas “a
pesar” del problema que tiene y 3.Disminuir la angustia y preocupación sobre el síntoma,
pensamiento o problema que lo aqueja “ocupando el tiempo y la mente”.
Intención Paradójica.
Consiste en promover actitudes contrarias a lo que esperaría el paciente. Por ejemplo en caso
de insomnio se sugiere al paciente “esforzarse por no dormir”, en caso de “dificultad para
concretar el acto sexual, el logo terapeuta prohíbe al paciente tener sexo durante un intervalo
de tiempo, en un caso de obsesivo-compulsión de un hombre que tenía la manía de abrir y
cerrar la puerta que se esforzara por apuntar cuántas veces cierra y abre la puerta en un día y
que se propusiera superar cada día el record anterior. En todos los casos descritos los
síntomas cedieron.
Grupos de Reflexión.
Grupos en los cuáles se debate, discute y aprende en grupo los conceptos de la logoterapia.
Grupos de Diálogo Existencial.
Es una propuesta del Dr. José Arturo Luna que consiste en implementar grupos para
promover una comunicación significativa y existencial.

5. EL PROCESO LOGOTERAPEUTICO

Según Elisabeth Lukas:


a. Poner distancia entre el paciente y sus síntomas: Capacidad de auto-
distanciamiento y antagonismo psiconoético utilizando diferentes técnicas
logoterapéuticas (intención paradójica, derreflexión, diálogo socráticos, etc.)

b. Modificar actitudes: Ayudando al paciente a obtener nuevas perspectivas de ellos


mismos y de su realidad. Busca el cambio de la actitud enfermiza por una actitud sana.
Al respecto Viktor Frankl clasifica en el campo de las neurosis cuatro tipos de actitud:
a. La pasividad mala: Sumisión ante la enfermedad, b. La actividad mala: Lucha
perdida para cambiar algo. c. La pasividad justa: Disminuir, ignorar o ironizar el
síntoma para restarle poder y d. La actividad justa: Enfrentarse con dignidad, elevarse
por encima del síntoma y orientarse al sentido.

c. Reducción de síntomas: Se da casi automáticamente tras la modificación de


actitudes, refuerza el cambio.
d. Orientación hacia el sentido: Se esclarecen valores y se orienta hacia el sentido.

Según Guillermo Pareja Herrera las metas del proceso logoterapeútico serían:

Busca hacer consciente lo existencial-espiritual.

Descubrir en los padecimientos humanos la dimensión existencial-espiritual par ala


toma de actitud frente a su situación personal.

No sólo busca lo enfermo, sino lo humano en la enfermedad.

Facilita la autoexploración de capacidades y posibilidades latentes.

Busca ubicarse en el contexto histórico-social que rodea al paciente.

Que la persona haga consciencia del asumir la responsabilidad de su propia existencia.

Y que dicha responsabilidad se da en términos de buscar y descubrir el sentido de su


vida.

Que la persona descubra un horizonte amplio en donde pueda realizar valores.

Y el aprovechamiento de la ontología temporal.

6. REFERENCIA GENERAL AL ESPÍRITU DE LA ÉPOCA

Cada época tiene su propio espíritu. A lo largo de la historia del mundo occidental
podemos observar como cada etapa diferente de la historia era acompañada de ciertos
patrones de conducta y pensamiento. La época del renacimiento iniciado a mediados del
siglo XV se caracteriza por un retorno a los conceptos clásicos de Grecia, a la belleza, el
arte y el humanismo, es un espíritu de grandes cambios, descubrimientos y creaciones
de origen artístico, filosófico y científico lo que domina entonces la época hasta el siglo
XVI. Luego el Romanticismo iniciado en Inglaterra y Alemania se propaga a partir del
siglo XVIII con un espíritu de exaltación de la personalidad individual, el valor de lo
subjetivo y las emociones, oposición a las normas y convenciones clásicas, de los
valores heroicos, las pasiones, los conceptos de identidad colectiva de tipo social y
nacionalistas. Luego de las grandes revoluciones intelectuales, sociales, económicas e
industriales que precedieron a la crisis de 1929 y a la Segunda Guerra Mundial, el
mundo desarrolló una batalla entre las dos más grandes potencias Estados Unidos y la
Unión Soviética caracterizado por un espíritu de tensión y competencia ideológica entre
Capitalismo y Comunismo, vivido con grandes cambios entre cada década. Si bien es
cierto se aceleró el proceso de innovaciones científicas, tecnológicas, filosóficas,
intelectuales, culturales y artísticas; se lograron grandes niveles de consciencia política,
movilizaciones pro-humanistas y participación activa de toda clase de naciones y grupos
minoritarios (Mujeres, hombres de raza negra, naciones oprimidas por gobiernos pro-
imperialistas, movimientos homosexuales, etc.), fue también una época caracterizada
por altos índices de deshumanización, experimentos científicos y manipulación política-
económica cuyos campos de entrenamiento fueron sobre todo los países sub-
desarrollados. El desenlace de esos conflictos desembocado en la caída del comunismo
y del muro de Berlín, con la victoria de Estados Unidos dio pie al libre a un proceso de
desarrollo de la economía americana, a la importación de su cultura y modo de vida
hacia otros pueblos, conocido como Globalización. Actualmente vivimos influidos bajo
el espíritu de la Globalización, que determina ciertos patrones de pensamiento y
conducta tanto a nivel individual como colectivo.

7. EL CONTEXTO DE LA ÉPOCA DE VIKTOR FRANKL

La Logoterapia y el Análisis Existencial nacen en Viena, Austria, durante la primera


mitad del siglo XX desarrollando sus principales conceptos y fundamentos a lo largo de
todo el siglo. Entonces el ambiente cultural y filosófico estaba dominado por el
Positivismo, cuyas tesis además de negar toda concepción metafísica (las leyes
universales de la física moderna como la teoría de la relatividad de Albert Einstein),
exigían la corroboración empírica de todo enunciado a través de un método científico y
reducían las conclusiones de todo experimento y/o observación a una dimensión física.
Incluso los problemas sociales y psicológicos tenían una causa “demostrable” de origen
físico. Incluso la filosofía fue reducida a meros procesos de naturaleza lingüista. El
principal enfoque psicológico de esta corriente fue el Conductismo. Así la lucha de
Viktor Emil Frankl se desarrolló en 3 líneas:
1.
Humanizar al Ser Humano, que había sido reducido sólo a un cuerpo (y en el mejor
de los casos un cuerpo con mente) y perdido su identidad y sentido en medio de un
mundo despersonalizado y cada vez más utilitarista. Re-introduciendo la dimensión
Humana en el ambiente académico, científico, psicológico y filosófico de occidente, a
través de una teoría que utilice su mismo lenguaje: La Logoterapia.

1.
Humanizar a la Medicina, la Psiquiatría y la Psicología: Otorgando fundamentos de
origen científico, filosófico, psicológico y antropológico que permitan una reflexión
sobre el paciente desde la perspectiva humana, el concepto de Salud-enfermedad, el
significado del acto médico-terapeútico y la dignidad del paciente a pesar de su
condición deteriorada o su estado no recuperable. La base de este proceso de
humanización es por un lado la consideración del paciente como Ser-Humano y
Persona, y por otro lado, el énfasis en el Encuentro y actitud entre médico y/o terapeuta
con el Ser-humano (al cuál él no denominaba paciente).

1.
Confrontar los problemas de la época y la sociedad actual. Principalmente el
Reduccionismo y Deshumanización en el que había caído la cultura occidental, el Vacío
Existencial, las neurosis colectivas y los problemas derivados de estos, tales como la
depresión, adicción, el suicidio y la agresividad.

Podríamos dividir con fines didácticos el desarrollo y la orientación de la Logoterapia


de Viktor E. Frankl, de acuerdo al contexto de la época. Siendo posible diferenciar
inicialmente dos periodos muy diferenciados: 1. Periodo de concepción del Sistema
Logoterapéutico en complemento a las principales corrientes de la época (Psicoanálisis
y Psicología Individual) y 2. Periodo de maduración y validación como respuesta doble
a la problemática que atravesaba el Ser-Humano luego de la Segunda Guerra: 1. El
Vacío Existencial cada vez más considerable y 2.La Deshumanización de la ciencia
(contemplada en toda su magnitud en Auschwitz e Hiroshima).

8. EL CONTEXTO DE LA LOGOTERAPIA EN LA ACTUALIDAD

Hasta el momento la Globalización ha basado su discurso en cuestiones estrictamente


económicas, dejando de lado temas de carácter filosófico, psicológico, sociológico y
espiritual. Hemos visto por otro lado exacerbación e incremento de los problemas
sociales, la injusticia social, el deterioro de las estructuras familiares y culturales de los
pueblos, el deterioro y explotación intempestiva del medio ambiente, el incremento de
los hábitos nocivos de la población (toxicomanías, consumismo, alimentación
inadecuada, etc.) y aparición de nuevas patologías.
Enrique Rojas, reconocido Psiquiatra existencial español denomina a este tipo de
Ser-Humano “Hombre Light”45, caracterizado por:
1
MATERIALISMO

HEDONISMO

PERMISIVIDAD

REVOLUCIÓN SIN FINALIDAD NI PROPÓSITO

RELATIVISMO

CONSUMISMO

A estos males se añadiría sobre todo el INDIVIDUALISMO que es el rasgo


dominante del carácter neurótico de la época.
Cada vez el incremento de los problemas de carácter existencial y espiritual, son
mayores. Los “Síntomas de las neurosis colectivas” y la “Triada neurótica de masas” de
Viktor E. Frankl está más vigente que nunca. Del mismo modo los problemas de
carácter socioeconómico (pobreza, disgregación familiar, violencia, injusticia social,
pérdida progresiva de las costumbres y tradiciones de los pueblos, explotación, etc.) y
políticos (corrupción, violencia política, etc.). A esto debemos sumarle la problemática
Ambiental cada vez más importante e influyente en diversos aspectos de la vida
moderna.
Viktor Frankl aplicó el Análisis Existencial no sólo en el campo individual, sino
también en el ámbito social, como terapia a lo que él denominó “Neurosis colectivas” y
“Triada Neurótica de masas”

TABLA 9. Triada Neurótica de Masas y correlaciones


DEPRESIÓN Suicidio bio- Muerte
psíquico
AGRESIÓN Suicidio Muerte
social
ADICCIÓN Suicidio Muerte
espiritual

TABLA 10. Síntomas de las Neurosis Colectivas según Viktor E. Frankl


1. Actitud provisional ante la existencia El hombre de hoy está
acostumbrado a vivir al día y para
el día.
2. Postura fatalista ante la vida. El que adopta esa actitud
provisional se dice así mismo que
no es necesario actuar ni tomar el
destino en sus propias manos.
Pero el que adopta una postura
fatalista se dice así mismo: eso no
sería posible en absoluto. El
hombre de hoy está obsesionado
por la creencia supersticiosa en
los más diversos poderes del
destino. En todo caso, la encuesta
realizada por el Instituto Gallup dio
por resultado que únicamente el
45% de las mujeres austriacas “no
creen que el destino de su vida
dependa de la posición de las
estrellas”.
3. Pensamiento colectivista. Si el hombre, en el sentido de
esas dos actitudes existenciales –
La actitud provisional ante la
existencia y la actitud fatalista -,
deja de captar la situación,
veremos que en los dos otros
síntomas de una patología del
espíritu de la época, el hombre
apenas es ya capaz de captar la
persona, es decir, de captarse a sí
mismo y a los demás en cuanto
personas. El hombre de hoy
querría desaparecer en medio de
la masa; en realidad, el hombre
desaparece en la masa, renuncia
a sí para entregarse a ella,
renuncia a sí como ser libre y
responsable.

4. Fanatismo El individuo que adopta una


postura colectivista hace caso
omiso de su propia personalidad,
pero el fanático hace caso omiso
de la personalidad del otro, de
quien piensa de manera distinta.
No le concede beligerancia, a él lo
único que le importa es su propia
opinión.

9. OTRAS APLICACIONES DE LA LOGOTERAPIA

9.1 COMO TERAPIA CENTRADA EN EL SENTIDO

La Logoterapia debería ser utilizada como un complemento terapeútico en cualquier


caso en el cuál sea necesario darle un significado o comprensión a la experiencia que se
está atravesando. También puede ser usada como una potente herramienta para el
Desarrollo Humano y el proceso de Liderazgo.
La logoterapia Clínica es indicada para cualquier angustia de tipo espiritual;
incluso cuando se presenta un destino adverso. La condición requerida es que el
paciente esté en condiciones de entender una conversación de tipo filosófico. Influye la
personalidad del terapeuta y las características del enfermo. A menudo, se debe
improvisar, recurrir a la intuición. La Logoterapia no pretende ser un tratamiento causal.
No ataca directamente las causas de las neurosis. Actúa en ellas como terapia no
específica.
La logoterapia se apoya en tres pilares:
1
La vida entera en toda circunstancia tiene sentido.

Cada uno tiene un valor de sentido.

El hombre debe elegir su propio camino para vivir y para morir.

Se pretende despertar la propia responsabilidad del paciente enfrentándolo con la finitud


de la vida y la finalidad de ésta.
Al respecto es conveniente citar un fragmento de Elisabeth Lukas: “La Logoterapia de
Viktor E. Frankl es una invitación a avanzar en nuestra búsqueda; a rescatar códigos
olvidados dándoles vestidura moderna y a descubrir las posibilidades de sentido que se
ocultan en la vida concreta cotidiana. Más aún, es un impulso para adoptar y llevar a
la práctica tales posibilidades y dar nueva vida a la esperanza. La regeneración de la
estabilidad psíquica no es apneas más que un efecto secundario, aunque esencial de
este proceso.
Particularmente las personas que cargan una pesa cruz necesitan reflexionar sobre
el sentido de sus vidas y hallar arraigo en el fondo del ser, que yace más allá de lo
puramente físico. No nos referimos sólo a enfermos psíquicos cuyo estado obliga al
médico a indiciar un tratamiento psicoterapéutico, sino a aquellos que cargan con la
cruz de un enfermo crónico o con graves conflictos en la familia: Padres angustiados,
cónyuges desavenidos, parientes enemistados. El propósito es que logren hallar el tono
adecuado en sus relaciones, que desarrollen comprensión, tolerancia y aceptación.

Más pesada aún es la cruz de aquel que vive en una situación de vida relativa o
totalmente inmodificable. Lo que la clasificación actual de las enfermedades cataloga
como “trastornos de adaptación” a menudo no es otra cosa que una lucha
comprensible por superar un sufrimiento al que no es posible adaptarnos fácilmente”.

Resulta curioso observar que las situaciones positivas incluso óptimas en la vida de una
persona también pueden desencadenar “trastornos de adaptación”, lo que analiza
Reinhard Tausch bajo la denominación “problema de las metas alcanzadas”. “Quien
mucho posee (no sólo en sentido material), quien ha logrado gran parte de los que
ansiaba y se había propuesto se halla en riesgo de vacío” – refiriéndose al vacío
existencial descrito por Viktor E. Frankl.

9.2 LOGOTERAPIA COMO FILOSOFÍA DE VIDA

Fritz Perls, creador de la terapia Gestalt, solía decir que este método terapeútico era
demasiado bueno como para limitarlo a pacientes o personas con problemas mentales.
Considero que tampoco la Logoterapia por su relevancia en la existencia del hombre
podría ser limitada a la terapia o a las personas con problemas de salud, sino que debe
ser extendida a la vida cotidiana y sobre todo hacia el hombre común, aquél que sin
poseer una patología o problema que justifique la intervención terapeútica, comparte las
mismas dudas, problemas, angustias y sufrimientos ante las circunstancias e
interrogantes que plantea la existencia en el día a día… aquellas experiencias,
emociones e ideas que tenemos que experimentar por el solo hecho de Ser Humanos.
Comenta al respecto Elisabeth Lukas: “Y en último término mencionamos a las
personas que si bien no cargan una cruz sobre sus espaldas, deben prescindir de
elementos esenciales en sus vidas; personas que anhelan fortalecer su personalidad,
afianzar su identidad, contar con normas válidas y puntos de referencia para su
comportamiento”
¿Se puede vivir Psicoanalíticamente? ¿Se puede vivir cognitivo-
conductualmente? Quizá se pueda vivir con una visión antropológica, postura
intelectual o actitud desde dichos enfoques, pero jamás podría desprenderse toda una
filosofía de vida a partir de ellos. Si bien es cierto el psicoanálisis y el conductismo han
influido notablemente en la cultura, la ciencia y las artes, no satisfacen las principales
necesidades del Ser humano, sobre todo en la dimensión psíquica-emocional y
espiritual. Quizá de todas las escuelas psicoterapéuticas occidentales las únicas capaces
de establecer dichas filosofías de vida sean la Terapia Gestalt y la Logoterapia.

Es posible vivir Gestálticamente a través de un proceso continuo de “Awareness”,


entrenando y perfeccionando la capacidad de “Darse Cuenta”, solucionando
continuamente asuntos del pasado y centrándose cada vez más en el “Aquí y Ahora”,
siendo uno mismo, a través del reconocimiento de las necesidades, de los límites de
contácto, de la recuperación de proyecciones, de la integración de polaridades, etc. Los
riesgos de esta forma de vida son el egocentrismo, el individualismo, el hedonismo, el
relativismo moral, incapacidad para salir del presente y vivir el futuro.

Es posible vivir Logoterapeúticamente superando la facticidad, los


determinismos, el individualismo, el hedonismo y el “Aquí y Ahora” a través de la
capacidad propia del espíritu, reconociendo la individualidad e irrepetibilidad propia y
de cada ser humano, aceptando la tri-dimensionalidad (orgánica-psicológica-noética)
del hombre y comprendiendo sus mecanismos de funcionamiento (equilibrio y tensión),
es ver la vida como una tarea única y específica cuyo principal director y actor es uno
mismo, buscando la auto-trascendencia, realización de valores, el sentido en cada
situación, de la vida y el sentido más allá de la vida, facticidad y capacidad de
compresión del hombre (suprasentido). Los riesgos de esta forma de vida surgen cuando
no se ha desarrollado un estudio profundo del hombre, un proceso de conocimiento de sí
mismo o cuando no se ha comprendido el significado de la Logoterapia. Son frecuentes
el noologismo (reduccionismo del hombre a su dimensión espiritual), la hiperreflexión
existencial (cuando el individuo enferma y genera angustia innecesaria ante temas de
carácter filosófico existencial), la hiperintención (excesiva auto-trascendencia como
mecanismo de evasión de si mismo), incapacidad de aceptar el pasado y vivir el
presente, la incoherencia teórica-práctica (cuando el discurso logoterapeútico se limita
al plano teórico, siendo nulo u opuesto en la vida cotidiana del individuo), o cuando no
han sido integradas al plano noético, respondiendo únicamente a dinámicas psicológicas
de origen emocional (asuntos pendientes) o sociales (normas culturales incorporadas sin
ser entendidas por el individuo. Ejemplo: “Tienes que ayudar siempre a tu prójimo”,
“tienes que encontrar el sentido de tu vida”, “el sufrimiento siempre tiene que tener un
sentido”, etc.).
Auschwitz siempre servirá, en la logoterapia, como un referente. Auschwitz es
Logoterapia vivenciada, no teorizada. Vivir la vida desde la Logoterapia es la mejor
manera de vivencia la vida desde la espiritualidad. Es la vivencia de la espiritualidad la
que nos lleva la vivencia de la autotrascendencia.

“No sé si los logoterapeutas debemos hacer terapia personal o logoterapia para poder
luego ejercer como tales; lo que sí se, que antes que nuestra propia terapia, quizá
nuestro principal testimonio sea vivir una vida plena de sentido, arder con ganas para
que el otro se encienda y se contagie de la alegría de vivir”

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