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PÓLIPOS

Pólipo. Pequeño crecimiento de aspecto tumoral que sobresale de una mucosa


superficial.

Pólipo cervical
Tumoración del tejido epitelial columnar que aparece en el canal
endocervical y por lo general está unido a su pared por un pedículo muy delgado.
No suele dar síntomas, pero, cuando los pólipos son múltiples o presentan
abrasiones, pueden producir hemorragias, especialmente durante el coito. Son
más frecuentes en las mujeres de más de 40 años de edad y su etiología es
desconocida.
El tratamiento de los pólipos sintomáticos es la extirpación quirúrgica por simple
torsión, que consiste en hacer girar el pólipo sobre su pedículo tirando ligeramente
de él hasta que se desprenda. Con esta técnica, la hemorragia es escasa y por lo
general, la curación es rápida. El pólipo extirpado debe enviarse al laboratorio de
anatomía patológica. En la misma visita de la paciente, si se sospecha de esta
patología, puede realizarse una biopsia de endometrio y una toma de muestra
para citología.

Pólipo endometrial
Tumoración pedunculada del endometrio, generalmente benigna.
Constituye una causa frecuente de hemorragia vaginal en las mujeres
perimenopáusicas y suele asociarse con otras anomalías uterinas, como la
hiperplasia endometrial o los fibromas. Pueden crecer mucho y prolapsarse a
través del cuello uterino. El tratamiento consiste en la dilatación quirúrgica del
cuello uterino y legrado.

Fibromas
Tumor no canceroso compuesto por tejido muscular y fibroso. Los fibromas
también son conocidos como fibromiomas, miomas. Los fibromas en el útero son
los tumores no cancerosos más frecuentes del aparato reproductor femenino.
No se conoce la causa del crecimiento de los fibromas en el útero. Sin embargo,
los niveles elevados de estrógeno parecen estimular su crecimiento. En general,
los fibromas aumentan durante el embarazo y lo disminuyen después de la
menopausia.
Los fibromas pueden ser microscópicos o tan grandes como una pelota de
baloncesto. Pueden crecer en la pared uterina, desde la pared hacia el interior del
útero, por debajo del revestimiento interno del útero o en su parte externa.
Síntomas
- Dolor uterino.
- Sensación de pesadez en la región pélvica durante los períodos menstruales o
entre estos.
- Micción frecuente.
- Estreñimiento.
- Aumento de tamaño del abdomen.

Diagnóstico
- Examen pélvico
- Ecografía transvaginal. Se inserta un dispositivo del ultrasonido dentro de la
vagina.
- Sonohisterografía con infusión salina. Se realiza una ecografía tras introducir una
pequeña cantidad de líquido dentro del útero a fin de hacer resaltar su interior.
- Histeroscopia. Se introduce un tubo por la vagina y el cuello uterino.

Tratamiento
Fármacos. Los fármacos pueden utilizarse para aliviar los síntomas o disminuir el
tamaño de los fibromas, pero sólo temporalmente.

- AINES. Solos o con progestina pueden disminuir la hemorragia producida


por los fibromas.

- Formas sintéticas de los agonistas de la GnRH. Pueden reducir los fibromas


y disminuir la hemorragia, haciendo que el organismo produzca menos
estrógeno.

Cirugía. La cirugía puede implicar:

- Miomectomía.

- Histerectomía.
Ecografía transvaginal

Tipos de miomas según localización

Triple citología cervical


Histerectomía abdominal

Bibliografía:
Ginecología y Obstetricia, MANUAL CTO, 6ta Edición, pp. 20-21.
MARTÍNEZ Salmeán J, Escribano Tórtola J.J.,Ginecología y Atención Primaria.
Problemas Clínicos, Schering, España, 2001, pp. 108-113.

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