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La Guerra Civil de Nigeria, también conocida como Guerra de Biafra (6 de julio de

1967 a 13 de enero de 1970), fue el conflicto armado político-étnico causado por el intento
de secesión de las provincias del sudeste de Nigeria bajo el nombre de República de Biafra.
La guerra saltó a los medios por la hambruna en diversas zonas sitiadas, y la consecuente
acusación de genocidio procedente en gran medida de los igbo de estas regiones. Bernard
Kouchner y otros doctores franceses que estuvieron en la Biafra sitiada crearon, en 1971, la
ONG Médicos Sin Fronteras como resultado de la guerra.

Contenido
[ocultar]
• 1 Golpe militar
• 2 La secesión
○ 2.1 Los estados beligerantes
• 3 Guerra civil
○ 3.1 Ofensivas biafreras
○ 3.2 Contrataque nigeriano
○ 3.3 Abagana
○ 3.4 El Asedio de Biafra
• 4 Secuelas
• 5 Veasé también
• 6 Referencias

[editar] Golpe militar


A Nigeria le fue concedida la independencia total en 1960, como una federación de tres
regiones, cada una reteniendo un sustancial grado de autonomía. Entonces los igbos
componían el 60 o 70% de la población del sudeste, los fulani el 65% de los del norte y los
yorubas el 75% de los del suroeste.
Las sospechas de fraudes en las elecciones anteriores, la crisis económica, las acusaciones
de corrupción a importantes funcionarios y la creciente polarización política llevaron el 15
de enero de 1966 a un golpe militar por parte de los oficiales más jovenes del ejército, en su
mayoría igbos de mandos medios o bajos de tendencia izquierdista y dirigidos por el mayor
Chukwuma Nzeogwu.
Sin embargo, la mayoría del ejército permanecio fiel al gobierno y a su comandante en jefe,
general Johnson Aguiyi-Ironsi, quien rápidamente encarceló a los golpistas, restableció el
orden e instauró un régimen militar, convirtiéndose en jefe de Estado en reemplazo del
presidente Nnamdi Azikiwe, que se encontraba en Londres recibiendo tratamiento médico.
El general Aguiyi-Ironsi, un ibo de religión católica, conocido afectuosamente como
“Johnny Ironside” desde su época de comandante en jefe de las fuerzas de las Naciones
Unidas en el Congo, suspendió la constitución, disolvió todos los cuerpos legislativos,
prohibió los partidos políticos, nombró gobernadores militares en todas las regiones y
formó a un gobierno, integrado por un Consejo Supremo Militar y un Consejo Ejecutivo
federal. Mientras tanto, creció el resentimiento en las regiones norte y oeste donde el golpe
militar fue interpretado como una maniobra de los ibos para hacerse con el poder, esto iba
especialmente en contra de los oficiales yorubas o hausas.
El 29 de julio de 1966, los norteños realizaron un contra-golpe, dirigido por el alférez
coronel Murtala Mohammed. Esto situó en el poder al alférez coronel Yakubu Gowon. Las
tensiones étnicas consecuencia de los sucesivos golpes aumentaron y condujeron, en
septiembre de 1966, a las masacres a gran escala de igbos cristianos residentes en el norte
musulmán, produciéndose unas 8.000 a 30.000 muertes de igbos.[7]
El descubrimiento de grandes cantidades de petróleo en el delta del río Níger, con su
enorme red de ríos y ciénagas en la punta más al sur del país, entre las regiones del este y
sudoeste, llevó a las provincias del sudeste a anexionarse esta región para ser
autosuficientes y cada vez más prósperos. Sin embargo, la exclusión del poder de las
regiones orientales hizo que muchos temieran que los beneficios obtenidos del petróleo
fueran empleados en beneficio de las áreas del norte y suroeste, y no en el sudeste. Todos
estos factores llevaron a los igbos a reclamar la secesión.
[editar] La secesión
El gobernador militar del Sudeste igbo, el coronel Odumegwu Ojukwu, aludiendo a las
masacres norteñas y al fraude electoral, anunció en el parlamento sureño la secesión de la
región del sudeste de Nigeria y proclamó el 30 de mayo de 1967 (29 de mayo en diversas
fuentes) la República de Biafra como nación independiente. Aunque gozaban de la simpatía
europea y de muchas otras partes del mundo, sólo cuatro países reconocieron la recién
fundada república. También se dice que una de las principales razones por las que Ojukwu
proclamó la República de Biafra fue que no reconocía a Gowon como jefe de estado ya que
no era el siguiente oficial en la jerarquía militar tras Ironsi. Los diferentes acuerdos de paz,
y especialmente el de Aburi, Ghana (Acuerdo de Aburi) no tuvieron resultado y los tiroteos
continuaron.
[editar] Los estados beligerantes
Entre los distintos estados que combatieron se distinguen tres países:
• Nigeria: con 60 millones de habitantes (incluyendo los territorios seccionados),
gobernado por militares con recursos petroliferos y mayoría musulmana en el centro
y norte. Su ejército era uno de los mejores de África junto al de Egipto y Sudáfrica.
• Biafra: con 14 millones de habitantes, rico en petroleo con una mayoría ibo de 8
millones, cristianos y animistas.
• Benín: estado proclacmado por tropas biafreras llegó a tener 3 millones de
habitantes.
[editar] Guerra civil
[editar] Ofensivas biafreras
El gobierno nigeriano lanzó una "acción policial" para recuperar el territorio secesionista
tras una avance de las fuerzas de Biafra en territorio adyacente no perteneciente a los igbos.
La guerra empezó el 6 de julio de 1967, cuando las tropas federales nigerianas avanzaron
en dos columnas hacia Biafra. La columna derecha entró en la ciudad de Nsukka, que cayó
el 14 de julio, mientras que la columna de la izquierda tomó Garkem, que fue capturada el
12 de julio. Pero Biafra respondió con una ofensiva el 9 de julio, cuando las tropas se
movieron a través del río Níger, desde el oeste hacia las tierras del centro del país, pasando
por la ciudad de Benin City (tomada entre el 11 y 16 de agosto tras duros combates),[9] que
se había proclamado también "república independiente", hasta alcanzar el 21 de agosto la
ciudad de Ore, justo sobre la frontera del estado, a 130 millas al este de la capital de
Nigeria, Lagos. Aunque Benin City volvió a manos de los nigerianos el 22 de septiembre,
Biafra cumplió con éxito su primer objetivo de sitiar el máximo de tropas federales de
Nigeria posible. Se necesitaron cuatro batallones de la Segunda División de Infantería de
Nigeria para hacer retroceder a Biafra y eliminar las conquistas territoriales conseguidas en
la ofensiva. Pero los nigerianos fueron expulsados tres veces al intentar cruzar el Níger en
octubre.
[editar] Contrataque nigeriano
Los nigerianos, en ese momento, calmaron sus ofensivas y empezaron un periodo de asedio
a Biafra. Desembarcos anfibios de la flota naval nigeriana llevaron a la conquista de las
ciudades sureñas de Bonny, al sur de Port Harcourt, el 26 de julio y del puerto de Calabar el
18 de octubre por parte de miembros de la tercera división de Marina de Nigeria. Al norte,
las fuerzas de Biafra fueron obligadas a retroceder a su propio territorio, y la ciudad de
Enugu (capital de Biafra) fue capturada por las fuerzas nigerianas de la Primera División de
infantería el 4 de octubre de 1967. Los biafreños resistieron en las tierras centrales igbos,
siendo en seguida rodeados por las fuerzas nigerianas.
Sin embargo, la reorganización del ejército nigeriano, la reticencia de la armada biafreña a
lanzar nuevos ataques y los efectos del bloqueo naval, aéreo y terrestre sobre Biafra
llevaron a un cambio en el equilibrio de las fuerzas. El excéntrico conde sueco Carl Gustav
von Rosen dirigió una brigada de aviones miniCOINS (MFI-9b), la BAF o Fuerza Aérea de
Biafra, formada por tres suecos y dos biafreños.
[editar] Abagana
El 31 de marzo de 1968 una columna de 6.000 soldados nigerianos de la Segunda Division
al mando del coronel Mohamed Ali se dirigía de Enugu a Onitsha en 96 camiones por un
camino selvático, cuando cerca del pueblo de Abagana fueron emboscados por fuerzas
rebeldes al mando del teniente coronel Achuzia, con el camino bloqueado, rodeados y bajos
un intenso fuego enemigo los soldados fueron masacrados. Muy pocos lograron escapar, los
rebeldes tuvieron menos de 1.000 bajas. Fue la mayor victoria de los biafreros y humillante
golpe al gobierno nigeriano, que perdió además al comandante del área de Onitsha. Tras la
batalla los nigerianos prefirieron rodear Biafra matando de hambre a su población,
esperando que esta se debilitara para atacar de nuevo.[10]
[editar] El Asedio de Biafra
Fotografía de un pequeño niño sufriendo kwashiorkor en un campo de refugiados de la
guerra civil.
Desde 1968 en adelante, la guerra cayó en unas largas tablas, con las fuerzas nigerianas
incapaces de realizar avances significativos en las zonas todavía bajo control biafreño. No
obstante, otra ofensiva nigeriana, realizada de abril a junio de 1968, empezó a estrechar el
círculo sobre Biafra, gracias a los avances en los dos frentes del Norte y a la conquista de
Port Harcourt el 19 de mayo de 1968. Este asedio tuvo como consecuencia el desastre
humanitario de hambruna e inanición en las áreas igbas, ya que una de las tácticas más
utilizadas por las fuerzas nigerianas fue el sabotage de las tierras de cultivo. Las imágenes
de niños biafreños afectados por la hambruna dieron la vuelta al mundo, mientras que el
gobierno de Biafra acusó a Nigeria de utilizar el hambre y el genocidio para ganar la
guerra, reclamando la ayuda del resto de naciones.
Numerosos grupos de voluntarios organizaron vuelos de ayuda a Biafra, con comida,
medicinas, e incluso en ocasiones armas (según diversas fuentes). Nigeria también acusó al
gobierno de Biafra de reclutar mercenarios extranjeros para prolongar la guerra. Bernard
Kouchner fue uno de los doctores voluntarios de la Cruz Roja francesa que trabajó en
hospitales y centros de nutrición en la sitiada Biafra. La Cruz Roja requería a sus
voluntarios la firma de un acuerdo, considerado por muchos (como Kouchner y sus
partidarios) como un “acuerdo-mordaza”, y diseñado para mantener la neutralidad de la
organización, sin importar las circunstancias. Kouchner y otros doctores franceses firmaron
este acuerdo.
Tras entrar en el país, los voluntarios, así como los trabajadores de hospitales y centros de
salud biafreños, fueron atacados por el ejército nigeriano y fueron testigos de los asesinatos
e inanición de civiles.
Kouchner fue también testigo de estos acontecimientos, y particularmente del gran número
de niños hambrientos. Cuando regresó a Francia criticó públicamente al gobierno nigeriano
y a la Cruz Roja por la supuesta complicidad de sus comportamientos. Con el respaldo de
otros doctores franceses, Kouchner situó a Biafra en el centro de la atención pública y
reclamó una respuesta internacional para solucionar la situación. Estos doctores, liderados
por Kouchner, vieron la inexistencia de una organización humanitaria que ignorara las
fronteras político-religiosas y que priorizara el bienestar de las víctimas y en 1971
constituyeron Médecins Sans Frontières (Médicos sin fronteras).
Durante todo 1968 y parte de 1969, las dificultades logísticas hicieron que las fuerzas
federales nigerianas no dieran el golpe de gracia a una guerra que se decantaba a su favor.
A pesar de la ayuda exterior y el daño político causado en Nigeria, el área controlada por el
gobierno biafreño era cada vez más y más pequeña. El 22 de marzo de 1968 cayo Onitsha,
el 28 de octubre cayo Aba en poder de tropas nigerianas, el 18 de septiembre cayo Ogoja y
Owerri. Pero en mayo de 1969, los biafreños lanzaron una ofensiva desesperada con el
objetivo de mantener el desequilibrio entre los nigerianos y prolongar la existencia de la
nación separatista el máximo posible, logrando recuperar Owerri (26 de mayo) y Onitsha
(23 de julio). Les apoyaron pilotos mercenarios extranjeros, que seguían proporcionando
comida, medicamentos y armas. Uno de los mercenarios más notables fue el conde sueco
Carl Gustav von Rosen, que dirigió a cinco MFI-9b MiniCOINS, pequeños aviones con
motor de pistones, armados con lanzacohetes y ametralladoras, en el ataque a los campos de
aviación militares de Nigeria en Port Harcourt, Enugu, Benin y Ughelli en junio. En esta
acometida, se consiguió alcanzar algunos de los jets nigerianos (utilizados para atacar los
aviones de ayuda humanitaria) y tres de los seis bombarderos Ilyushin Il-28, usados
diariamente para bombardear los pueblos y granjas de Biafra. Aunque desprevenidos ante
la sorpresa de la ofensiva de Biafra, los nigerianos se recuperaron pronto y contuvieron a
los biafreños lo suficiente como para paralizar su ofensiva. Los ataques aéreos biafreños
desbarataron las operaciones de combate de la fuerza aérea nigeriana, pero sólo durante
unos meses.
Las fuerzas federales nigerianas lanzaron su ofensiva final con 120.000 hombres[7] contra
Biafra el 23 de diciembre de 1969, con una gran acometida por parte de la tercera división
Marine Commando, que consiguió dividir el territorio biafreño en dos partes hacia finales
de año. La ofensiva final, llamada “Operación viento de cola”, se lanzó el 7 de enero de
1970 con la incursión de la tercera división Marine Commando, respaldada por la primera
división de infantería en el Norte y la segunda en el Sur. Las ciudades biafreñas de Owerri
y Uli cayeron el 9 y 11 de enero, respectivamente. El 13 de enero cayo Amichi, el día
anterior el líder rebelde Effiong se rindio.
La guerra acabó el 15 de enero de 1970 con la rendición final de las fuerzas de Biafra en
Umuhaia, última ciudad controlada por su ejército. El 8 del mismo mes, Ojukwu huyó al
exilio hacia la república de Costa de Marfil, dejando los detalles de la rendición a su
vicepresidente y sucesor Philip Effiong. Para sorpresa del resto del mundo, la mayoría de
las represalias y masacres prometidas no tuvieron lugar, y se intentó de manera sincera la
reconciliación.
[editar] Secuelas
Más de una docena de golpes han tenido lugar en Nigeria desde 1960. La guerra fue muy
costosa para Nigeria en términos de vidas humanas, dinero e imagen exterior. Se estima que
alrededor de tres millones de personas murieron a causa del conflicto, básicamente por
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[7]
hambre y enfermedades; cerca de 3 millones de ibos huyeron a Camerún como refugiados reli
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durante el conflicto (otro millón huyo durante el caos previo a la guerra).[3] La gió
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reconstrucción, impulsada por el dinero procedente del petróleo, fue rápida. Sin embargo, div
las antiguas tensiones étnicas y religiosas han seguido caracterizando la vida política ide c
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nigeriana. El gobierno militar mantuvo el poder durante muchos años, y los habitantes deen
a
las áreas productoras de petróleo reclamaban una repartición justa de los beneficios dol
procedentes del combustible. Se aprobaron leyes por las cuales los partidos no podía tener s:a
orígenes étnicos o tribales. Sin embargo, este punto ha sido difícil de llevar a la práctica.Nig
eri
El 29 de mayo de 2000, el periódico The Guardian of Lagos informó que el presidente a.R
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Olusegun Obasanjo retiraba los cargos contra todos los militares que lucharon por la Dup
secesión de Biafra en la Guerra civil nigeriana. En una retransmisión nacional, afirmó que ran
ú
esta decisión estaba basada en el principio de que "la justicia debía estar siempre suavizadateb
por la compasión". También se cree que Obasanjo intentó a través de sus declaraciones los li
últi
apaciguar a los igbos, ya que, durante las elecciones que tuvieron lugar el año anterior, mo c
había recibido un respaldo electoral masivo de estas regiones. a
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[editar] Veasé también añ
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Musulmanes contra cristianos. En las últimas ana
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cuatro décadas la intransigencia religiosa se ha C
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cobrado cientos de muertos en Nigeria. La fe ha sido un motivo de odio. mu
Escándalos como el vivido durante el certamen de Miss Universo 2003, cuando sul p
la
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declaración de una periodista -«Mahoma seguramente hubiera elegido como ma
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esposa a una de las candidatas»-, provocó enfrentamientos que dejaron más de nea
100 muertos, o las condenas a Safiya y Amina Lawal a morir lapidadas por sl
adúlteras, finalmente revocadas, dan ejemplo de la dureza de la Ley Islámica ha :
en un país en el que gran parte de la población es cristiana. El conflicto está nA
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servido.
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Nigeria es el país más poblado y étnicamente más diverso de África. Convivenoj
en él más de 200 etnias, lo que históricamente ha provocado conflictos cer
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políticos, territoriales, culturales y económicos... Allí todo se resuelve por la ca S
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vía de las armas. i
12.
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Los enfrentamientos más numerosos se circunscriben al ámbito religioso. Y es 0t
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que la fe divide a Nigeria en dos: por un lado, los musulmanes, religión mum
mayoritaria y predominante en el norte, y por otro, los cristianos, que se ert
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agrupan en los estados del sur. En los últimos 20 años, las disputas entre ambos os.
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han dejado más de 12.000 muertos. El motivo principal son las presiones de Ae
los musulmanes para que el Gobierno instaure la Ley Islámica o sharia en sus est g
ao
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zonas de influencia. El primer estado en conseguirlo fue Zamfara, en 1999. Le
siguieron Kano, Sokoyo y Kaduna, desatando una serie de sangrientos combates
con los cristianos de estas regiones que causaron más de 10.000 muertes,
éxodos masivos hacia el sur y la proclamación del estado de emergencia. En
2001 las luchas volvieron a agudizarse con un saldo de 1.000 muertos.

A la falta de tolerancia religiosa se le suman como causa de conflicto las


importantes reservas de petróleo del país -hasta abril de 2008 era el primer
productor de petroleo de África, fecha en la que fue superado por Angola- y el
consiguiente deseo de controlarlas. El 90% de sus exportaciones se deben al 'oro
negro'. En la década de los 70 el Gobierno aprobó un decreto que le otorgaba el
derecho exclusivo sobre la riqueza del suelo y las zonas costeras y firmó
lucrativos contratos con multinacionales como Shell, Texaco o Chevron
que, a la vez que expoliaban el país, ejercían un gran control sobre sus
territorios.

En esa década las ventas petrolíferas permitieron que los indicadores económicos
subieran, aunque no ocurrió lo mismo en el ámbito social, lo que provocó la
indignación de muchas tribus, como los ijaw y los ilaje, que no dudaron en
atentar contra los pozos sufriendo la posterior represión del Ejército.

El último grupo rebelde en sumarse a la lucha ha sido la Fuerza Voluntaria del


Pueblo del Delta, que declaró una "guerra total" al Gobierno a partir del 1 de
octubre de 2004 recomendando a las productoras petroleras extranjeras que
suspendiesen su producción y asegurando que sus trabajadores serían
blancos de la violencia. Cuatro años después, en 2008, seguían atacando las
instalaciones internacionales.

Un estado artificial

El clima de conflicto viene de lejos. Nigeria nació en 1914 con la decisión de


Gran Bretaña de unir tres de sus posesiones africanas creando un estado
artificial en el que la población se estructuró por etnias, creando un caldo de
cultivo para futuros enfrentamientos. En 1960 el país obtuvo la independencia y
tres años más tarde, se convirtió en república. Los enfentamientos entre ijows y
hausas dieron paso, en 1966, al primer Gobierno militar. Un año después, se
produjo la Guerra de Biafra, con la que los ibos, que habitaban al sureste del
país, trataban de lograr la independencia. Después de tres años de conflicto
armado, en los que murieron más de dos millones de personas, Nigeria consiguió
mantener el territorio y, para dar salida a las reivindicaciones tribales, se fueron
creando nuevos estados federados. Así se pasó de los tres que tenía en el
momento de su nacimiento a los 36 actuales, pero no se logró poner fin a las
reivindicaciones tribales, que piden que se otorguen derechos a los grupos
étnicos y no a los territorios.

Desde la guerra de Biafra hasta 1999 el país estuvo dirigido por militares del
Norte que incumplieron sus promesas de democratizarlo; por lo que recibieron
sanciones de la UE, EEUU y la Commonwealth en los ámbitos diplomáticos y de
venta de armas. En las primeras elecciones legislativas y presidenciales libres
(1999), venció Olusegun Obasanjo, que revalidó su cargo en mayo de 2003.

A pesar de la llegada de la democracia, los conflictos en Nigeria no se


solucionaron. En el primer semestre de 2004 se produjo un recrudecimiento de
la violencia, especialmente en el centro y norte del país, que sólo durante el
mes de mayo se cobró centenares de muertos. Como ejemplo de la crudeza de
los enfrentamientos queda el 2 de mayo de 2004, cuando los ataques de
cristianos a musulmanes de la región de Yelva dejaron cerca de 600 muertos,
según Cruz Roja Internacional. La respuesta de los seguidores de Alá no se hizo
esperar y en los días siguientes asesinaron a cientos de personas en el estado
norteño de Kano y povocaron cerca de 30.000 exiliados.

Además, desde 2006, el conflicto del petróleo se ha recrudecido. El Movimiento


de Emancipación del Delta del Níger (MEND) ha lanzado varios atentados contra
instalaciones petroliferas, que han hecho que la producción se reduzca en un
cuarto. Según la Agencia Internacional de la Energía, Nigeria produjo en 2007
2,3 millones de barriles de petroleo, lo que le sitúa en el puesto 13 de los
productores mundiales.

Los conflictos en Nigeria son étnicos y políticos no


religiosos: especialista

Rivalidades étnicas seculares, conflictos ligados a la tierra y frustraciones políticas son las
principales causas de la violencia que sacude regularmente la región de Jos, centro de
Nigeria, indicaron los analistas, para quienes los factores religiosos son secundarios.
Al menos 500 cristianos de la etnia de cultivadores sedentarios berom fueron masacrados
en la noche del sábado pasado por ganaderos musulmanes nómadas de la etnia fulani.
Se trata de la última matanza de una serie que en la última década causó la muerte de al
menos 2 mil personas en la región.
Hace poco menos de dos meses, 300 musulmanes habían sido masacrados por cristianos
en Jos y sus alrededores.
Los berom constituyen uno de los principales grupos étnicos del estado de Plateau, pero
en los últimos años los ganadores del Norte que buscan praderas para el ganado
emigraron hacia esa región ubicada entre el Norte musulmán y el Sur cristiano.
Esos movimientos de población provocaron conflictos ligados a la tierra, particularmente
fértil en esa región.
“Es un conflicto entre locales y nómadas que tiene una coloración religiosa”, afirma
Tajudeen Akanji, director del Centro para la Paz y la Solución de los Conflictos de la
universidad de Ibadan, oeste de Nigeria.
El arzobispo católico de Abuja, monseñor John Onaiyekan, abundó en ese sentido en
declaraciones a “Radio Vaticano” el lunes pasado.
“No se matan a causa de la religión sino por reivindicaciones sociales, económicas,
tribales, culturales”, dijo Onaiyekan.
“Es étnico y político, no tiene nada que ver con la religión”, analiza por su parte Sulaiman
Nyang, especialista de África y del islam en la Howard University de Washington.

¿Existe Nigeria?
Conflictos económicos y de identidad sacuden a la federación
Dídac P. Lagarriga, 2006

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Las fotografías que acompañan el artículo son del documental Burning from the Inside, donde Nick Peterson
entrevistó a miembros de los ijaw. Muchos de ellos han sido encarcelados, condenados a muerte o violadas por
defender sus derechos.
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El estado federal de Nigeria fue inventado por el dominio británico, englobando dentro de unas
mismas fronteras un gran número de comunidades muy diversas, con un pasado cultural diferente
(que los europeos se negaban a reconocer) y, por lo tanto, con una manera de entender la gestión
social también diferente (y que el dominio colonial igualmente obviaba): el africano ni tenía pasado
ni era lo suficientemente competente para poder gestionar políticamente la sociedad. Con la
creación de las federaciones, amalgamaron diversas naciones históricamente consolidadas (que
llamaron "tribus", actualizado después por "etnias"), gestando nuevos pastiches que sólo podían
provocar confrontación. Nigeria es uno de estos engendros hechos con perversión e ignorancia: un
invento sangriento (1).
Todos los elementos necesarios para el conflicto permanente se dan en Nigeria. La dominación y
explotación económica, la instrumentación de las "etnias" (con sus favoritismos, corrupciones y
marginaciones) y la peligrosa pero efectiva tergiversación de la historia, forman un bloque
homogéneo que, sin ninguna posibilidad de digestión, tuvieron que incorporar a su presente las
sociedades "independientes" que vivían bajo un Estado artificial llamado Nigeria. Desde 1958 (año
de la primera exportación comercial de crudo), el petróleo se convirtió en el principal factor
económico, y las prácticas neocoloniales de las empresas petroleras, como la británica Shell o la
norteamericana Chevron, perjudicó todavía más la ya de por sí difícil estabilidad de la federación
(2).
Hoy en día Nigeria dispone de un régimen democrático parlamentario basado en la corrupción y la
represión. A pesar de la mejora si lo comparamos con el gobierno militar de Sani Abacha, durante
los años 90, las compañías petroleras siguen contando con la complicidad del gobierno para
continuar sacando provecho de los recursos naturales, especialmente en la región del delta del río
Níger. La población de esa zona, que tiene que sufrir todos los efectos negativos de la extracción de
crudo sin recibir nada a cambio, se ha ido organizando progresivamente para denunciar la precaria
situación en la que viven. La resistencia de la sociedad civil ha provocado una repercusión constante
a nivel internacional, en especial desde 1995, cuando el conocido escritor Ken Saro-Wiwa fue
condenado a muerte por defender las causas de los ogoni, una de las comunidades que viven en el
Delta.

Redistribución de riqueza, pero también de territorio

En la última década muchas de estas protestas se han radicalizado y diversificado. Si hasta hace un
tiempo las motivaciones políticas y sociales de las revueltas populares eran claras, cada vez la
complejidad se hace más evidente, añadiéndose a la revuelta movimientos armados, milicias y
grupúsculos: a las imágenes donde jóvenes y mujeres de las comunidades más afectadas se levantan
contra las multinacionales a golpes de piedra, u ocupando las instalaciones durante días, debemos
añadir la de pequeños grupos de jóvenes perfectamente entrenados (donde las armas ya no son los
viejos fusiles de caza sino los AK-47 importados) que roban cantidades importantes de petróleo para
revenderlo en el mercado negro. No hace falta caer en los discursos oficiales que tildan cualquier
acto armado de terrorismo, metiendo en un mismo saco mafias, movimientos populares y
desesperación, pero tampoco hace falta llegar al otro extremo y glorificar toda acción que se
aprovecha de una lucha común para hacer un negocio rentable. El listado de movimientos y milicias
es extenso, deforme y mutante. A los que afirman representar a los intereses de una comunidad en
concreto (como el MNED, Movimiento para la Emancipación del Delta del Níger, salido de los ijaw,
los más numerosos del Delta, o el MASSOB, Movimiento para la Creación del Estado Soberano de
Biafra, defendiendo la emancipación de los igbo con la independencia de Biafra (3), como ya
sucedió entre 1967 y 1970), se les suman milicias financiadas directamente por el gobierno (por
ejemplo para desestabilizar regiones controladas por la oposición), o mafias que luchan entre ellas
por el control de centros importantes de petróleo y que, por ejemplo, se declaran seguidores de Ben
Laden. Este escenario puede hacer crecer la tensión entre las comunidades que forman Nigeria, más
allá de la problemática del petróleo, acentuando la necesidad de repensar el Estado hasta
desmembrarlo. El MNED o el MASSOB, por ejemplo, han incorporado en su discurso ideológico las
peores malformaciones del gobierno colonial británico: el recelo a los musulmanes del norte, que
identifican dentro de un único grupo étnico, provoca un goteo constante de peleas y asesinatos
racistas entre comunidades. Por su parte, la población musulmana (más numerosa que en cualquier
país árabe) vive también su propia división entre las clases dominantes corrompidas por los booms
del petróleo, la mediocridad de unos ulemas manipulados por el salafismo y aquellos que apuestan
por la reinvención del antiguo califato de Sokoto (fundado a principios del siglo XIX), con la
instauración de los principios que motivaron la creación de éste: la justicia social comunitaria (4).
Un planteamiento, como sucede también con el proyecto del MASSOB en Biafra, tan sólo realizable
con el desmembramiento de Nigeria y acompañado por una nueva ola de reformismo moral.
Si de entrada estas comunidades están enfrentadas, es posible encontrar puntos comunes de diálogo
si se consigue la emancipación de la sociedad (objetivo primero de los centenares de miles de
personas que forman la sociedad civil de tota la federación), y así poder salir, de una vez por todas,
del agujero negro de un colonialismo que Europa todavía se niega a reconocer como uno de los
peores crímenes contra la humanidad. En estos últimos años ha surgido una corriente revisionista
diciendo que ya basta de responsabilizar al colonialismo de todos los males que actualmente sufre el
continente africano... Pero en muchos de los conflictos se hace difícil, por un lado, encontrar otro
origen y, por otro, ver dónde supuestamente finalizó. Culpando al colonialismo no se pretende
exculpar otras responsabilidades; pero explicar unos fundamentos concretos con unas finalidades
concretas, y que englobamos bajo la etiqueta práctica de "colonialismo", facilita en primer lugar, y
con los riesgos que toda simplificación de la historia comporta, la explicación de la actualidad más
allá de los estereotipos y las manipulaciones.
___
(1) Mazi Kevin Ani: "Nigeria, The Last of Africa's Pseudo-Federations"
(www.biafraland.com/requiem_for_Nigeria.htm)
(2) Dauda Garuba: "Oil and the natural resources curse in Nigeria", a Africa File Issue Ezine Vol. 3 (03/2006): "Oil
in Africa: Heaven or Hell?" (www.africafiles.org/atissueezine.asp)
(3) Unu Habib: "The MASSOB insurgency" (Vanguard, www.vanguardngr.com, 17/06/2005)
(4) Usman Bugaje: "The Sokoto Caliphate in Modern Nigeria: Ending it, Mending it or Reinventing it?" (Usman
Danfodio University, Sokoto, 21/4/97, http://www.webstar.co.uk/%7Eubugaje/ )

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Claudia Marcela González

Conflicto en Delta del Niger

Nigeria es una republica federal ubicada en el occidente de africa la cual se


encuentra compuesta por 36 estados. Su población está integrada por más de
140.000.000 de habitantes, siendo el Estado más poblado de africa el cual
equivaldría como 3 veces españa, y se encuentra estructurada en más de 250
etnias, las cuales a su vez se integran en cuatro grandes grupos etnicos, entre
los que algunos son musulmanes y otros son cristianos y entre los que han
habido grandes enfrentamientos a través de la historia debido a diferencias
politicas religiosas y etnicas. A partir de estos enfrentamientos entre diferentes
etnias que luchan por sus derechos y territorio, se han creado conflictos y
tensiones al interior de la población de nigeria creando la actual crisis y
situacion de miseria. En este contexto De acuerdo con el informe alerta 2010,
realizado por la escola de cultura de pau anualmente, Se pueden entender
como conflictos armados los enfrentamientos dados entre grupos armados
regulares o irregulares que luchan por razones incompatibles o contrarias. Por
otro lado, el mismo informe define las tensiones como situaciones en las que la
persecución de deteriminados objetivos o la no satisfaccion de ciertas
demandas planteadas por diversos actores, conlleva a ciertos niveles de
movilizacion polìtica, social o militar y/o un uso de la violencia con una
intensidad que no alcanza la de un conflicto armado. en este sentido, la
poblacion de nigeria enfrenta actualmente el conflicto armado del delta del
niger, y ciertas tensiones surgidas entre algunas de las etnias existentes, los
cuales si bien configuran situaciones diferetes, se encuentran interrelacionados
puesto que hacen parte de un mismo escenario de violencia y por lo tanto en
conjunto han dado nacimiento a la situacion actual. El conflicto interno que
tiene desarrollo en la región del delta del rio niger, por ser de mayor intensidad
es sobre el cual vamos a centrar nuestro estudio. La region del delta del niger
se encuentra ubicada al sudeste de nigeria y comprende 9 de los 36 estados
que la componen. su caracteristica primordial es que es la productora de
petroleo,constituyendo un 90% de las exportaciones de nigeria. Los
antecedentes más lejanos del conflicto del delta del niger se remontan a la
guerra del biafra, la cual tuvo lugar entre el año 1967 y el año 1970, en la cual
se dieron diferentes enfrentamientos entre los hausas y los igbos por el intento
de independecia de esta ultima etnia. A partir de esta fecha nigeria se rigio por
un gobierno militar central, durante el cual se fortalecio la extraccion petrolera
como actividad economica principal y se aprobo un decreto que otorgaba al
gobierno el derecho exclusivo sobre la riqueza del suelo y laz zonas costeras
para despues firmar diferentes contratos con multinacionales petroleras, las
cuales no solo explotaban el terreno sino que tambien ejercian control sobre el
territorio Al pasar de los años la explotacion del territorio y la extraccion del
crudo generaron malestar a la poblacion ya que tenia efectos dañidos para la
ecologia y su salud debido a las contaminaciones, y
Claudia Marcela González tambien en su economia, ya que los oleoductos
pasaban por zonas de cultivo y destruian los campos. Ante esto algunos grupos
étnicos reaccionaron en la década de los 90 buscando luchar por sus derechos,
sus tierras y su bienestar. Así fueron los ogonis, un grupo etnico que formo un
movimiento pacifista generando reivindicaciones y movilizaciones contra la
shell en los años 90 tras la ejecucion de su lider. Uno de sus lemas era "the
flames of shell are the flames of hell" . ya despues finalizando la década de los
90 las etnias mayoritarias de los delta manifestaron su voluntad de luchar por
sus derechos y su tierra. en 1999 aun cuando se instaura la democracia a
través de las primeras elecciones presidenciales estos problemas de
explotacion persisten, de manera que alrededor del año 2001 se encuentran
los antecedentes mas cercanos y el inicio del conflicto actual. En esta epoca,
los grupos sociales que buscaban identificar a sus miembros con personas de
similiares etnias, adquirieron armas y comenzaron a competir entre ellos por el
control del petroleo adquirido ilegalmente LLAMADO BUNKERING. En el año
2003 mientras se hacía campaña presidencial, los politicos candidatos
manipularon algunos de estos grupos como medio para alcanzar sus
aspiraciones, asentuando a su vez las rivalidades e incentivando los ataques.
EN el año 2004 se creó un grupo rebelde que declaró una guerra al gobierno,
con el objetivo de que las empresas petroleras suspendieran la produccion,
para lo cual usaban como blancos de violencia a los trabajadores. mas
adelante en el 2006 el MEND, un grupo insurgente más, comenzó también a
lanzar amenazas y ataques. se puede identificar que en el periodo que
transcurre entre el año 2001 y 2003 empieza a surgir como tal el conflicto que
existe hoy en día en el delta del niger.

Tipología: Recursos, Identidad Interno


Actores Gobierno, MEND, MOSOP, NDPVF y NDV, milicias de
las comunidades ijaw, itsekeri, urhobo y ogoni,
principales: grupos privados de seguridad
Intensidad: 2

Síntesis

El conflicto en el Delta del Níger es fruto de las demandas no


satisfechas de control de los beneficios de los recursos petroleros
que se producen en estas tierras. Diversos grupos armados, entre
los que destaca el MEND (ijaw), exigen compensaciones por el
impacto que las industrias extractivas tienen sobre su territorio,
además de participar de manera más equitativa en el reparto de
los beneficios obtenidos de las explotaciones y una mayor
descentralización del Estado nigeriano. Los ataques contra
instalaciones petroleras y puestos militares, además del
secuestro de trabajadores, son los métodos utilizados
comúnmente por la insurgencia. Por otra parte, esta situación ha
llevado al enfrentamiento por el control sobre la tierra y los
recursos a las diferentes comunidades que habitan en la región.

Año
Origen y evolución

La región sureste de Nigeria que conforma el Delta


del río Níger se encuentra desde los años sesenta
salpicada por la inestabilidad y la violencia que en
los años noventa adquirirá poco a poco la
dimensión de un conflicto armado, aunque con
grupos armados que en ocasiones se entremezclan
y se confunden con organizaciones delictivas que
también operan en la zona. En la región confluyen
el resentimiento hacia un Estado que es incapaz de
cubrir las necesidades básicas de sus ciudadanos, a
pesar de que un tercio de su riqueza provenga de
la extracción de petróleo en el Delta; los agravios
ecológicos de las multinacionales petroleras que
con sus vertidos y derrames de crudo han
deteriorado el ecosistema y la forma de vida
tradicional de los habitantes de la región, la pesca
y la agricultura principalmente; y los recuerdos
ancestrales de un pasado de esclavos y esclavistas,
de etnias autóctonas y otras asentadas en esta
tierra desde hace siglos, que encuentran difícil la
convivencia en medio del oro negro y la falta de
desarrollo, compitiendo por unos recursos a los que
les es negado el acceso.

El Delta fue desde el siglo XV una plataforma para


la exportación de esclavos para Reino Unido y
Portugal, hasta que en el siglo XIX esta práctica es
declarada ilegal y la zona pasa a ser intensiva en la
producción de aceite de palma, donde las
poblaciones locales continúan trabajando en
régimen de semiesclavitud para las plantaciones
británicas. En 1960, Nigeria fue declarada
independiente por el Reino Unido y durante esa
primera década de autonomía se instalaron en el
Delta del Níger las primeras explotaciones
petroleras de la compañía extractiva Shell. En
1966, Isaac Boro será el primer líder de la lucha
secesionista del Delta que llevará a cabo un
levantamiento conocido como la Revolución de los
Doce Días, con la que logró hacerse con el control
del territorio y declaró nulos los contratos
establecidos por las petroleras con el Gobierno
central.

Sin embargo, no será hasta los años noventa que


se producen los primeros movimientos organizados
que denuncian los excesos cometidos por las
petroleras y la falta de inversiones del Gobierno en
una zona con graves problemas de subdesarrollo.
Las dos etnias que han protagonizado estas luchas
son los ogoni y los ijaw, que a su vez se enfrentan a
otras comunidades étnicas de la región que
igualmente desean el control sobre los recursos.

En 1990 surgió el Movimiento para la Supervivencia


del Pueblo Ogoni (MOSOP, por sus siglas en inglés)
que en su Declaración de Derechos solicitaba al
entonces régimen militar nigeriano autonomía
política y el derecho a destinar una parte de los
recursos petroleros al desarrollo del pueblo ogoni.
Su líder, Ken Saro Wiwa, preconizó desde el primer
momento un movimiento de oposición no armada
que a través de manifestaciones pacíficas y
ocupación de terrenos logró que la comunidad
internacional fijase su mirada sobre lo que estaba
pasando en el Delta del Níger. Sin embargo,
diversos sectores del MOSOP decidieron alejarse de
la no-violencia preconizada por su líder y atacar las
sedes de Shell, que en 1993 se vio forzada a
abandonar sus instalaciones en Ogoniland
(territorios ancestrales de los ogoni). Entre 1993 y
1994 se produjeron enfrentamientos por el control
de los recursos entre las comunidades ogoni y las
tribus adoni, ndoki y okrika, fuertemente armadas
y apoyadas por el Gobierno nigeriano. La respuesta
del Gobierno militar fue violenta, y en un operativo
logró capturar a Saro Wiwa y varios de sus
colaboradores, siendo condenados a muerte en
noviembre de 1995. La sentencia, fuertemente
criticada por la comunidad internacional por la
indefensión de los encausados, fue ejecutada
privando de liderazgo al MOSOP. Sin embargo, este
movimiento continúa en activo en Ogoniland
reivindicando su naturaleza pacifista.

En 1998 aparece un nuevo movimiento de


reivindicación de mano de las comunidades ijaw
que habitan en los estados del Delta. Tras la firma
de la Declaración de Kaiama, en diciembre de ese
año, nace el Ijaw Youth Council (IYC) que dio un
plazo de un mes al ejército nigeriano para
abandonar la región y advirtió a las empresas
petroleras de que serían consideradas como
enemigos si disponían de apoyo militar para su
seguridad. Igualmente, reclamaba el derecho a la
autodeterminación y compensaciones de las
multinacionales extractivas por los vertidos y la
contaminación de las tierras. Como respuesta, las
comunidades itsereki, urhobo e ilajes firmaron una
contradeclaración en la que solicitaban al Gobierno
nigeriano que ampliase su control sobre la zona y
denunciaban el intento de los ijaw, considerados
etnia no local, de querer cobrar unas
indemnizaciones que no les correspondían. La
frustración ante las promesas de desarrollo
incumplidas por el Gobierno civil y democrático de
Olusegun Obasanjo y los favoritismos hacia una u
otra etnia por parte de las compañías petroleras no
hicieron sino aumentar las tensiones étnicas que
explotaron en enfrentamientos cruentos entre
itserekis e ijaws en 1997, 1999 y 2003. Uno de los
episodios más graves de violencia tuvo lugar en el
estado de Warri durante las elecciones de 2003,
donde milicias armadas urhobo e ijaw atacaron a
las comunidades itsereki, esperando obtener una
mayor representación en los gobiernos locales
cuyos principales puestos eran ocupados por
itserekis (etnia minoritaria en Warri). Los
gobiernos locales tenían la oportunidad de
negociar contratos y otro tipo de beneficios con las
empresas petroleras, beneficiando de esta forma a
su comunidad étnica, lo que derivó en una lucha
por el control de estas instituciones.

El IYC se configuró como una coalición de


diferentes agrupaciones de activistas y militantes
ijaw, de la que posteriormente surgieron grupos
armados como el Niger Delta People’s Volunteer
Force (NDPVF), liderado por Mujahid Dokubo-Asari
y el Niger Delta Vigilante (NDV), dirigido por Ateke
Tom. Estas formaciones fueron acusadas de recibir
financiación de partidos políticos rivales que
pretendían afianzar su control en los estados del
Níger en las elecciones de 2003, a través de la
violencia contra votantes y formaciones políticas
opositoras. A mediados del año 2004, el NDPVF se
declaró en guerra contra el Estado de Nigeria, en
protesta por la violenta campaña de represión
contra la población civil llevada a cabo por las
fuerzas de seguridad durante las elecciones en el
estado de Rivers, y prosiguió en sus acciones
violentas contra instalaciones petroleras y
posiciones del ejército. Además, sus militantes
continuaron enfrentándose con el NDV por el
control sobre el tráfico ilícito de petróleo y el
territorio, provocando gran número de muertes y
sembrando el caos en la capital del estado de
Rivers, Port Harcourt. En octubre de 2004, los dos
líderes se reunieron en Abuja invitados por el
Presidente Obasanjo y firmaron un acuerdo de paz
que les garantizaba la amnistía, comprometiéndose
a entregar las armas. Sin embargo, ambos grupos
continuaron en activo, lo que llevó a la detención
en 2005 de Dokubo-Asari acusado de traición y
asociación ilegal.

Por otra parte, la ausencia o la clara incapacidad de


las FFAA y la policía para proveer de seguridad a la
población hicieron proliferar el número de
organizaciones pseudocriminales, conocidas en la
región como cult. Estas agrupaciones se
autodefinen como guardianes de las comunidades y
responsables de su seguridad frente a la violencia
de otros cult o de la corrupción de la policía y el
ejército. Sin embargo, en la práctica sus principales
tareas se centran en la protección de aquellos
grupos o individuos que paguen sus servicios con
dinero, armas o petróleo (extraído ilegalmente de
los oleoductos, práctica conocida como
oilbunkering). Igualmente, se prestan para
asegurar las rutas de tráfico ilegal del crudo,
drogas y armas en la región, controlando
virtualmente este mercado cada vez más
floreciente. Las empresas petroleras también
contrataron sus servicios para proteger sus
instalaciones y suministraron de armamento a sus
miembros. De igual manera, los políticos de la
región financiaron y armaron a estos grupos como
parte de su estrategia electoral para amedrentar a
los candidatos opositores, incluso llevar a cabo
asesinatos políticos. Esta dinámica hizo aumentar
gravemente el número de armas y promovió el
alistamiento de gran número de jóvenes en las filas
de los cults (más de 100 identificados en el Delta
del Níger), como única vía para lograr ingresos
económicos en una sociedad con altos niveles de
desempleo. Estas organizaciones fueron prohibidas
por la ley nigeriana en junio de 2004, aunque
siguen operando en algunas ocasiones aliadas al
NDPVF y al NDV.

Finalmente, en el año 2005 inicia sus operaciones


el Movimiento para la Emancipación del Delta del
Níger (MEND) que se diferencia claramente de sus
predecesores por su preparación táctica, el nivel de
armamento a su disposición y su capacidad para
realizar ataques en todo el territorio del Delta. Sin
embargo, sus reivindicaciones son idénticas a las
del MOSOP y el IYC: mayor control sobre los
beneficios obtenidos por el petróleo, inversiones en
desarrollo en la región y el pago de
compensaciones por parte de las petroleras por los
daños ecológicos en el territorio. Por otra parte,
solicitan la liberación de varios líderes de la
comunidad ijaw, entre ellos Dokubo-Asari, líder del
NDPVF, pero negando cualquier tipo de vinculación
con el grupo. Sus líderes no son conocidos, lo que
dificulta la interlocución en el caso de una
negociación de paz; y su capacidad de realizar
ataques en gran parte del territorio ha llevado a
pensar que diversos grupos, de forma simultánea,
utilizan el nombre del MEND para reclamar la
atención sobre sus acciones. Los ataques del MEND
contra trabajadores e instalaciones petroleras han
llevado al recorte de un tercio de la producción
petrolera nigeriana desde su aparición.

El Gobierno ha tratado de reprimir estos


movimientos principalmente de forma militar,
negándoles el reconocimiento como grupo armado
con objetivos y reivindicaciones políticas,
calificándoles como boicoteadores, traficantes
ilegales de petróleo o simples ladrones. Además los
partidos políticos más importantes, al igual que las
empresas petroleras, han contribuido al aumento
de la violencia al financiar y armar a las diversas
milicias existentes para obtener seguridad, votos o
control sobre el territorio y su población, con lo que
se ha generado mayor confusión entre grupos con
reivindicaciones políticas y bandas criminales en la
región del Delta. El contrabando ilegal de crudo se
ha convertido en fuente de financiación para las
diversas milicias y mafias que operan en la región.
A su vez, la gran cantidad de juventud
desempleada en los estados del Delta y la falta de
espacios políticos para dar salida a las
reivindicaciones de desarrollo de la población han
creado un caldo de cultivo para el reclutamiento de
jóvenes para las filas de guerrillas, milicias y
mafias.

En 2007, el candidato a la Presidencia del partido


gubernamental PDP, Umaru Yar’Adua, logró la
victoria en unas elecciones generales consideradas
como fraudulentas por la oposición y la comunidad
internacional. Yar’Adua declaró que la solución del
conflicto del Delta sería una prioridad para su
Gobierno. Por esta razón, se iniciaron una serie de
contactos informales con los diferentes grupos
rebeldes, plataformas y organizaciones sociales de
la región del Delta, con la finalidad de iniciar un
proceso de diálogo. El MEND proclamó una tregua
de tres meses, a lo que el Gobierno respondió con
la liberación de Dokubo-Asari, una de las
reivindicaciones expuestas por el grupo para iniciar
el diálogo. Sin embargo, cuatro meses después el
MEND anunció el cese de su tregua unilateral como
respuesta a la detención en Angola de uno de sus
miembros más destacados, Henry Okah, arrestado
en Luanda en septiembre acusado de tráfico de
armas, por lo que el Gobierno nigeriano solicitó su
extradición.

En 2009, tras un fuerte operativo de la Joint Task


Force contra las principales bases de las diferentes
grupos armados afectos al MEND en mayo,
Yar'Adua ofreció el 25 de junio la amnistía a todos
aquellos que depusieran las armas. El MEND aceptó
la propuesta y decretó un alto el fuego indefinido
en octubre, mientras sus principales líderes
iniciaban conversaciones con el Gobierno. Como
muestra de confianza Okah fue puesto en libertad.
Al menos 15.000 insurgentes iniciaron el proceso
de desarme, aunque los retrasos en la
implementación de los programas de ayuda a la
reintegración y la crisis política abierta por la
enfermedad del presidente (que le obligó a
permanecer tres meses ausente del cargo)
provocaron las protestas violentas de los
combatientes acantonados en la región y la
reanudación de las actividades violentas con la
aparición de un nuevo grupo armado, Joint
Revolutionary Council, compuesto de antiguos
miembros del MEND y representantes de diferentes
organizaciones del Delta.

PRIMER TRIMESTRE 2009

abril - junio 2010)

Evolución: =
Intensidad: 1

Durante el segundo trimestre del año el proceso de paz continuó


estancado. Uno de los principales líderes de la insurgencia del Delta,
Ateke Tom, amenazó con abandonar el programa de amnistía junto a
cientos de sus hombres si el Gobierno no empezaba a cumplir sus
promesas en relación al desarrollo de la región del Delta. Goodluck
Jonathan, presidente en funciones desde febrero, fue nombrado jefe del
Estado tras la muerte el 5 de mayo de su predecesor Umaru Yar'Adua.
Éste se encontraba hospitalizado desde noviembre, lo que había
generado un vacío de poder que paralizó el proceso de paz, y que provocó
la suspensión de la declaración de alto el fuego por parte del MEND en
enero. Aunque en un primer momento el grupo armado mantuvo el alto el
fuego, a mediados de marzo reivindicó la detonación de dos coches
bomba, y posteriormente, en junio, señaló que se había enfrentado a una
unidad militar gubernamental de la Joint Task Force (JTF) en el estado del
Delta, produciéndose un intercambio de fuego prolongado. La JTF
desmintió los hechos. El grupo armado Joint Revolutionary Council,
creado durante la primera parte del año por antiguos militantes del MEND
y representantes de las comunidades de la región del Delta, se atribuyó
un ataque contra las instalaciones de la petrolera Shell en Buguma
(estado de Rivers), aunque la empresa negó que éste se hubiera
producido. Las fuerzas de seguridad destacaron que el retraso en la
implementación del programa de reinserción social para los amnistiados
llevó a un aumento de los secuestros, robos y sabotaje de las
instalaciones petroleras por grupos de antiguos militantes que podrían
haberse reagrupado. Un analista del International Crisis Group señaló que
en la medida que se retrasara el proceso de desarme, desmovilización,
rehabilitación y reinserción de los militantes de los múltiples grupos
armados que conforman el MEND, existirían mayores riesgos de que los
combatientes fueran cooptados por los líderes políticos de la región para
llevar a cabo una ola de violencia electoral de cara a los comicios de
2011.

En el primer trimestre del año se produjo un deterioro de la situación que


pone en riesgo los importantes avances que se habían alcanzado durante
la segunda mitad del 2009. La prolongada ausencia del presidente Umaru
Yar'Adua, que desde el 23 de noviembre se encuentra hospitalizado en
Arabia Saudita, generó un vacío de poder que paralizó el proceso de paz.
Esta situación provocó que los líderes del MEND se cuestionaran su
participación e incluso decidieran el 30 de enero la ruptura del alto el
fuego incondicional pactado con el Gobierno el 25 de octubre y
amenazaran con un retorno a las hostilidades, incluidos los ataques
contra las empresas petrolíferas. El anuncio se produjo en un contexto de
incremento del malestar entre los combatientes por el retraso en la
aplicación del programa de reintegración. A principios de febrero la
Asamblea Nacional aprobó una moción declarando a Goodluck Jonathan
presidente en funciones, en medio de un clima de creciente tensión en el
país, nombramiento que el MEND acogió con cautela a la espera de poder
retomar las conversaciones de paz. No obstante, aunque la declaración
unilateral de alto el fuego fue suspendida, el MEND mantuvo el
alto el fuego y no fue hasta mediados de marzo cuando reivindicó
la detonación de dos coches bomba en Warri mientras se desarrollaba
una reunión sobre la implementación de los términos de la amnistía.
Además, se produjo la irrupción de una nueva coalición armada de
antiguos militantes del MEND y de representantes de las comunidades de
la región del Delta, llamada Joint Revolutionary Council (JRC), que
también mostró su desaprobación hacia la gestión del Gobierno y se
atribuyó diversos ataques contra instalaciones petroleras en la región.

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