Evolución del Trabajo

En todos los años en que el hombre se ha dedicado a trabajar, dicho trabajo ha ido
cambiando conforme lo hacía la humanidad. Partiendo del simple ejercicio de arar la
tierra y producir alimentos, el trabajo en un principio era realizado para satisfacer las
necesidades básicas del organismo (una actividad que es clasificada por Arendt como
“labor”, y no precisamente “trabajo”). A medida que transcurrían las épocas, se fueron
desarrollando tecnologías que facilitaban el trabajo agrícola y dejaban espacio para que
el hombre se empezara a ocupar de otras cuestiones de índole intelectual. De esta forma,
comenzó a popularizarse la educación, que en épocas anteriores al Siglo XIX era el lujo
de una minoría (en Argentina la primer ley de educación universal y gratuita fue
sancionada en 1884); con este gran paso (y el dado por la Revolución Industrial en el
Siglo XVIII) comenzó una era altamente rica en descubrimientos e inventos de elevada
importancia. Durante la primera mitad del Siglo XX la industria se vio particularmente
en gran movimiento por el advenimiento de conflictos bélicos a gran escala. Alemania,
en especial, experimentó una baja considerable en el desempleo debido a las políticas
tomadas durante el mandato de Adolf Hitler, las cuales hacían énfasis en la construcción
de obras públicas y armamento, entre otros. Con el surgimiento de nuevos inventos en
el Siglo XX (radio, televisión), también nacieron nuevas formas de aprendizaje y
trabajo. Este cambio culminó con la creación de la computadora y, por consiguiente,
Internet. Finalmente, en la actualidad, se da que los niveles de comunicación son
altísimos, y un fácil y gran acceso a dicha comunicación facilita el intercambio de
información, lo cual da lugar a un ritmo más rápido de aprendizaje y trabajo.