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CRISTO EL PRINCIPAL INVITADO.

PROPÓSITO: Poner a Jesús como el centro de nuestro matrimonio.

I. ¿QUIÉNES SON LOS INVITADOS MÁS IMPORTANTES A NUESTRA HOGAR?


A. las personas allegadas a Jesús. V.1. Porque estas personas son las que nos pueden dar los
mejores consejos para nuestro matrimonio.
B. El principal invitado debe ser Jesús, v.2. ¿Por qué? Porque Jesús garantiza el éxito total en
nuestro matrimonio.
1. Cuando tenemos contrariedades, podemos recurrir a él.
2. Cuando todo está bien, podemos hablarlo con él.
3. Cuando estamos a punto de irnos en el abismo, él puede rescatarnos.
C. Hermanos, no dejemos fuera de nuestros hogares a Jesús.

II. SE ACABÓ EL VINO… YA NO TIENEN VINO… YA NO HAY ALEGRÍA.


A. Hace muchos años visité a una hermana que estaba decidida a divorciarse. Ella pensaba que
seguramente tenía la oportunidad para volver a iniciar otra relación exitosa. También varios
años atrás pude ver la foto del matrimonio de esta mujer, aparecía radiante, y seguramente
nunca se imaginó lo que le esperaba. Pero cuando me dijo aquellas palabras, era porque su
vino se había acabado. No estaba pensando como cristiana, sino como una persona que
nunca conoció al Señor.
B. Una señora nos llamó a otro ministro de la iglesia y a mí para decirnos que ya se había
divorciado, pero pretendían ella con su esposo delante de la congregación que todo era
exitoso, y que eran la mejor pareja del mundo. SU VINO SE HABÍA ACABADO.
C. Cuando volví a ver a muchos de los hermanos que había dejado en una congregación para la
cual trabajé, varios de ellos estaban divorciados, entre ellos, la mayoría, lideres de la
iglesia. Si los líderes actuaban así, cómo estarían los miembros.
D. En nuestra misma congregación puede que en varios hogares el vino se esté acabando

III. CUANDO COSAS ASÍ PASAN, ¿QUÉ DEBEMOS HACER?


A. La respuesta está en la boca de María: “Hagan todo lo que él dice”. V.5.
1. Darse un trato correspondiente de cristianos, 1P.3.1-7.
2. Recurrir a Jesús en busca de respuestas, no a las personas ajenas a la iglesia.
B. El milagro brotará cuando nosotros pongamos el agua de nuestra parte: símbolo de un
poco de esfuerzo humano, Vs.6,7.
1. ¿De qué sirve que oremos sino ponemos el menor esfuerzo de nuestra parte?
2. ¿De qué sirven tantos sermones y lecciones bíblicas si no las practicamos?

IV. JESÚS QUIERE CONVERTIR NUESTRA AGUA EN VINO.


A. Él puede hacer de un matrimonio moribundo, un matrimonio donde vuelva la alegría y el
gozo.
B. Lo que Jesús hace es mil veces mejor que lo que nosotros hacemos. El vino nuevo será
mejor, Vs.8.10.
C. La primera señal pública que Jesús hizo fue en un matrimonio, V.11. porque él quiere
bendecir nuestros hogares con dicha y gozo. Quiere cambiar nuestros odres viejos por
odres nuevos, quiere cambiar nuestro recipiente completamente.
CONCLUSIÓN:

1. Que el primer invitado a nuestro matrimonio sea Jesús, para cuando se nos acabe el vino,
tengamos la posibilidad de recurrir a él en busca de un milagro.
2. Pongamos todo lo que esté de nuestra parte para que el milagro se genere.
3. Cristo quiere hacer un milagro en nuestra vida.

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