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¿Por qué los brasileños deben aprender español?

João Sedycias (UFPE)

La creciente globalización de la economía mundial y las privatizaciones que han


ocurrido en América Latina en los últimos años son un alerta para que los profesionales
brasileños e hispanoamericanos de todas las áreas procuren adquirir lo más rápido
posible la capacidad de comunicación en diferentes idiomas. En el caso específico de
Brasil, con el surgimiento del Mercosur, aprender español dejó de ser un lujo intelectual
para convertirse prácticamente en una emergencia. Además del Mercosur, que ya es
una realidad, tenemos a lo largo de toda nuestra frontera un enorme mercado, tanto
desde el punto de vista comercial como cultural. Sin embargo, ese mercado no habla
nuestro idioma. Con excepción de tres pequeños enclaves no hispánicos en el extremo
norte del continente (Guayana, Surinam y la Guayana Francesa), todos los otros países
de ese mercado hablan español. Más allá de la América del Sur, está América Central y
México, donde también predomina el idioma español. Por lo tanto, si quisiéramos
interactuar debidamente con ese gigantesco mercado, tendremos que aprender la
lengua y la cultura de nuestros vecinos hispanoamericanos.
Todos los indicadores actuales nos llevan a creer que el inglés continuará ocupando
el lugar privilegiado que conquistó ya hace algún
tiempo como principal idioma internacional de
comunicación. Salvo algún cambio radical en el
actual orden mundial, esa lengua franca seguirá
siendo la herramienta de comunicación internacional
preferida en las áreas del comercio, economía y
negocios. En Alemania, por ejemplo, los dirigentes de
grandes empresas tales como la Siemens, Hoechst y
Deustche Telekom, las cuales tienen una actuación
internacional bastante acentuada, hicieron
recientemente algo revolucionario. Determinaron que
sería mejor para sus respectivas compañías si todos
– tanto los ejecutivos como los funcionarios
subalternos – usasen el inglés para comunicarse
entre sí. Por eso, decidieron que en el futuro van a
adoptar esa lengua no solamente para todas las
comunicaciones internas y externas de la compañía
como también en las reuniones de sus ejecutivos,
aun cuando haya sólo presentes alemanes! Esa actitud inusitada por parte de los líderes
empresariales alemanes refleja un extraordinario grado de sentido práctico,
esclarecimiento y comprensión de las fuerzas que están moldando nuestro futuro, pues
da las debidas condiciones a los funcionarios de esas
empresas para poder competir con el resto del mundo
en igualdad de condiciones.
La situación actual del español no es muy
diferente de la del inglés. La posición que la lengua
española ocupa en el mundo hoy es de tal
importancia que quien decida ignorarla no podrá
hacerlo sin correr el riesgo de perder muchas
oportunidades de cuño comercial, económico, cultural,
académico o personal. El español es de suma
relevancia para la comunidad mundial de la
actualidad, no sólo por el hecho de ser la lengua
madre de más de 332 millones de personas, en su
mayoría concentradas en de los de los más
importantes continentes de nuestra era (Europa y
América), como también por desempeñar un papel
crucial en varios aspectos del mercado mundial contemporáneo. Después del inglés, el
español es la segunda lengua más usada en el comercio internacional, especialmente en
el eje que une la América del Norte, Central y del Sur.
Hasta hace algunos años, no era necesario más que un conocimiento rudimentario
de una lengua franca, como el inglés, para poder comprar y vender entre países de
lenguas y culturas diferentes. Contrariando ese modelo, la actual globalización de la
economía mundial ha requerido que los participantes del comercio internacional estén
mejor preparados para poder competir con más eficacia y rapidez, pudiendo ofrecer así,
productos más diversos y precios más competitivos a los consumidores. La
comunicación entre mercados diferentes ya no depende apenas de una lengua franca,
pero exige que el vendedor de bienes o el prestador de servicios tenga un conocimiento
de la lengua y la cultura de su comprador o cliente potencial.
En el caso de la América Latina, uno de los mercados más promisorios del nuevo
siglo, el portugués y el español representan los medios de comunicación más
importantes para ese comercio global. Quien quiera comprar, podrá hacerlo usando su
lengua nativa (el vendedor se encargará de aprender la lengua de quien tenga dinero
para adquirir sus productos). Por otro lado, quien quiera vender, tendrá que hacerlo con
un buen conocimiento de la lengua y de la cultura del comprador. Es con esa filosofía en
mente que todas las escuelas de MIB (Master’s in International Busines o Maestría en
Negocios Internacionales) de los Estados Unidos exigen que sus alumnos tengan un
conocimiento básico de por lo menos una lengua extranjera, que generalmente es el
español.
Diez razones por las que los brasileños deben aprender español:
Antes de enumerar las muchas razones sobre por qué los brasileños deben aprender
español, me gustaría hacer algunas consideraciones sobre dos premisas básicas que son
raramente mencionadas (tal vez por ser obvias y porque generalmente enfocamos esa
pregunta desde el punto de vista de las particularidades del idioma en cuestión) cuando
discutimos la importancia, para el individuo, en aprender alguna lengua extranjera
específica. Las premisas descritas abajo remiten al punto de vista del aluno (y por esta
razón son llamadas en este artículo de “premisas internas”), cuya vida personal y
profesional generalmente es afectada de forma positiva y permanente con el
aprendizaje de una lengua extranjera:
A. Enriquecimiento profesional. La mayoría de las personas adultas que
comienzan a aprender una lengua extranjera generalmente tienen como objetivo
principal ampliar sus horizontes profesionales. Esos individuos llegan a las
escuelas de lenguas perfectamente conscientes de que el aprendizaje de un
segundo idioma va a enriquecer el proceso de perfeccionamiento profesional de
ellos y puede hasta llegar a contribuir para la cualificación o capacitación de los
mismos en sus respectivas carreras. El conocimiento de una lengua extranjera
puede ser una diferencia decisiva a la hora de la contratación o, más tarde, en el
momento de disputar una promoción dentro de una empresa. Por lo tanto, la
conexión entre el dominio de un idioma extranjero y el avance en la carrera
profesional se vuelve cada vez más tangible y obvio con la creciente globalización
de la economía mundial.
B. Enriquecimiento personal. La mayoría de los alumnos de lengua extranjera
termina teniendo su vida intelectual, académica y personal enriquecida de una
forma o de otra con el aprendizaje de un segundo idioma. Eso ocurre hasta con
estudiantes bastante jóvenes, que hasta puede que no les guste asistir a las
clases y que prefieran pasar su tiempo libre haciendo otras actividades. Sólo en
el futuro esos jóvenes comprenderán realmente el valor de poder ver el mundo
por un prisma lingüístico diferente de aquel de su lengua nativa. Además de
abrirse un universo completamente nuevo en términos de literatura, filosofía,
historiografía, folclor, música, filme, cultura popular, etc., con cada idioma novo
que aprendemos, no debemos olvidar una de las verdades más simples sobre las
lenguas extranjeras: cuando estudiamos un segundo idioma, no aprendemos
apenas a describir nuestra realidad convencional con sonidos nuevos y exóticos;
aprendemos también a crear una realidad completamente nueva. Por eso, a
título de ejemplo, podemos decir que el mismo vaso de agua que cae
accidentalmente de nuestras manos adquiere, casi de una forma mágica, dos
dimensiones ontológicas, dos realidades diferentes, en español y en inglés. La
afirmación en inglés “I dropped the glass” (dejé caer el vaso) ofrece una visión
del mundo, una construcción de la realidad, muy diferente de la versión en
español “se me cayó el vaso” (el vaso cayó accidentalmente o debido a la acción
de una tercera entidad no identificada, de mi mano y eso me afectó, o sea, yo
sufrí las consecuencias de esa acción).
He intentado mostrar arriba, que el aprendizaje de una lengua extranjera puede
tener consecuencias muy positivas en el desarrollo profesional y en la vida personal de
un individuo (premisas internas). A continuación, con referencia específica al español,
me gustaría ofrecer diez razones por lo que los brasileños deben aprender esa lengua
(premisas externas, o sea, las razones que remiten, más que al punto de vista del
aluno, a las particularidades de la lengua extranjera en particular):
Las diez razones:
1. Lengua mundial. El español es una de las más importantes lenguas mundiales de la
actualidad. Es la segunda lengua nativa más hablada del mundo. Más de 332 millones
de personas hablan español como primera lengua. En número de hablantes nativos
queda sólo después del chino (o mandarín), cuya proyección internacional, sin
embargo, no puede ser comparada con una lengua “mundial” como es el inglés, el
español o el francés. Una curiosidad: hay más hablantes de español como lengua nativa
de que de inglés, que cuenta apenas con 322 millones de hablantes nativos.
2. Lengua oficial de muchos países. El español es la lengua oficial de 21 países.
3. Importancia internacional. El español es, después del inglés, la segunda lengua
mundial como vehículo de comunicación internacional, especialmente en el comercio, y
la tercera lengua internacional de política, diplomacia, economía y cultura, después del
inglés y del francés.
4. Muy popular como segunda lengua. Aproximadamente 100 millones de personas
hablan español como segunda lengua. En los Estados Unidos y Canadá, el español es la
lengua extranjera más popular y por lo tanto, la más enseñada en las universidades y
en las escuelas primarias y secundarias.
5. El Mercosur. Por primera vez en su historia, América Latina está no sólo presenciando
uno de los más altos grados de crecimiento económico, tecnológico e industrial como
también celebra el primer acuerdo comercial de ámbito continental. Brasil, Argentina,
Uruguay y Paraguay acaban de firmar un acuerdo histórico, que efectivamente
transforma esos cuatro países en una única zona comercial y económica. EL español es
la lengua oficial de tres de esos países y desempeñará un papel de suma importancia
para cualquier individuo o compañía que quiera tener acceso al mayor mercado de
América del Sur. Si quisiéramos comprar algo de nuestros vecinos sudamericanos,
podremos seguramente usar el portugués. Pero si quisiéramos que ellos compren
nuestros productos, tendremos que hablar la lengua de ellos (el español).
6. Lengua de nuestros vecinos. Todos los países que tienen frontera con Brasil tienen
el español como lengua oficial, con excepción sólo de Guayana, Surinam y Guayana
Francesa. Eso es importante no sólo desde el punto de vista económico y comercial
(por ejemplo, el Mercosur), como también cultural y hasta personal, ya que
compartimos culturas muy similares. Después de todo, somos todos latinos,
iberoamericanos y productos de culturas cuyo Weltanschauung difiere muy poco.
Aunque no tengamos tanto en común lingüística y culturalmente con respecto a
nuestros hermanos hispanoamericanos, el simple hecho de que países como Chile y
Colombia tengan en su literatura algunos de los mejores escritores que el mundo ya
produjo, muchos de ellos ganadores del Premio Nobel de literatura – tales como
Gabriela Mistral, Pablo Neruda y Gabriel García Márquez, entre otros – ya sería motivo
suficiente para que tengamos interés en aprender la lengua en que sus obras fueron
escritas. El hecho de ser vecinos es un motivo más para que aprendamos su lengua y
nos familiaricemos con su cultura.
7. Viajes hacia España o Hispanoamérica. El tener algún conocimiento de español será
una gran diferencia en cualquier viaje que un brasileño haga a un país de lengua
española. Podremos aprovechar más del país que visitemos y tendremos más
oportunidades de establecer amistades o también relaciones más formales
(intercambios económicos, académicos, científicos, etc.) si nos pudiéramos comunicar
en la lengua de nuestros anfitriones. Jamás debemos pensar que, simplemente porque
sabemos portugués, podemos comprender español sin mayores problemas. Si eso
fuese verdad, las siguientes frases serán perfectamente comprensibles para la gran
mayoría de los brasileños:
• ¿Tiene Ud. tijeras para zurdo?
• ¡Mira, qué bonitos son los cachorros del oso!
• A mí no me gusta el berro. Prefiero la lechuga o el perejil.
• La maja azafata me enseñó la butaca morada en el escaparate.
• Este zagal es el chirote recazo quien arrestó el presunto asesino.
• El profesor no tiene ropa y necesita un saco nuevo para ir a la fiesta.
• La chaparrita que lleva la zamarra garza vive en una chabola cerca del malecón.
• Me acordé que tengo que cortar la tela para hacer americanas para los mellizos.
• ¡Qué absurdo! Llamaron al pobre chamaco de “archiganzúa,” “faltrero” y “rapante.”
8. Importancia en los EUA. En los Estados Unidos, el mayor mercado del mundo,
aproximadamente 13% de la población habla español como primera lengua. Ese gran
número de hablantes de español representa un gigantesco mercado de consumidores,
con un poder adquisitivo de más de 220 mil millones de dólares, algo que las grandes
compañías de marketing de los Estados Unidos ya se dieron cuenta hace algún tiempo.
Eso explica el hecho de que veamos regularmente en los medios de difusión
norteamericanos anuncios comerciales dirigidos específicamente para ese segmento de
la población. Si nosotros los brasileños quisiéramos participar de ese enorme mercado,
colocando en él productos oriundos de Brasil, tendremos que tener no sólo algún
conocimiento de inglés como también un buen conocimiento de español.
9. EL portugués y el español son lenguas hermanas. Por el hecho de derivarse de la
misma lengua, el latín vulgar, el portugués y el español tienen mucho en común,
mucho más que, por ejemplo, el portugués y el inglés. Esa familiaridad ayuda mucho
en el aprendizaje del español por parte de los hablantes de portugués brasileño. En
realidad, es más fácil para un brasileño aprender español que un hablante de español
aprender portugués. Eso se debe, en parte, al hecho de que el portugués, por un lado,
tiene más sonidos vocálicos (12) que el español (apenas 5) y, por otro, a que en su
evolución lingüística ha eliminado ciertos sonidos consonantales que aún permanecen
en el español. Ejemplos de esos sonidos son el “n” y el “l” intervocálicos en palabras
como “cor” y “ter” (“color” y “tener” respectivamente en español).
Con respecto a las vocales, existe en el inventario fonológico del portugués sonidos
que no se encuentran en el español y que, por consiguiente, hacen que su comprensión
sea más difícil para una persona de lengua española. Además de los sonidos vocálicos
nasales, que no existen en español, el portugués tiene variaciones de los fonemas /o/
y /e/ que presentan problemas especiales para el hispanohablante. Por lo general, este
último no comprendería, por ejemplo, la diferencia sutil entre las palabras “avô” y “avó,”
“seu” y “céu,” o “meu” y “mel.”
Con respecto a los sonidos consonantales eliminados en la evolución del portugués,
el brasileño, aunque tenga pocos conocimientos de español podrá, sin mucha dificultad,
deducir que el término castellano “color” (relacionado al vocablo portugués “colorir”) es
apenas una forma más “larga,” tal vez más arcaica, de la palabra portuguesa “cor.” Esa
palabra en ambos idiomas se deriva del termo “colore” en latín. Eliminando el “l” de la
palabra española “color,” que desde el punto de vista del hablante de portugués, en este
ambiente fonético específico, no representa más que un sonido superfluo, se llega al
término correcto en el idioma lusitano. Usando la misma analogía, el hablante de
portugués podrá llegar también al significado correcto de la palabra española “tener,”
simplemente eliminando el “n,” que hace mucho tiempo dejó de figurar en el vocablo
correspondiente en portugués. Así como el término anterior, los verbos “tener” en
español y “ter” en portugués provienen de la misma palabra ancestral, el verbo “tenere”
en latín. Queda claro, por lo tanto, que el proceso de eliminación de sonidos en ciertas
palabras de una dada lengua para llegarse a los vocablos equivalentes en otro idioma de
la misma familia es algo relativamente fácil. Pero, por el contrario,– es más difícil, por
ejemplo, que un hispanohablante pueda “deducir” que las palabras en portugués “ter” y
“cor” significan, respectivamente, “tener” y “color” en español. Al final, es poco probable
que el hablante de español sepa qué fonema, o combinación de fonemas, debe adicionar
a los términos portugueses en cuestión para llegar a las palabras correctas en su lengua
madre.
Esa “jerarquía de habilidades de comprensión” ilustra un aspecto básico de la
fonética de muchas familias lingüísticas. Sabemos que dentro de un mismo grupo
filológico, una lengua que se haya desarrollado más y sufrido un mayor número de
transformaciones y, principalmente reducciones, es siempre más difícil de comprender
que una que haya permanecido fonológicamente más próxima a su origen. Esa es la
razón, – desde el punto de vista del aprendiz hablante de portugués – de que el español
y el italiano sean más fáciles que el francés. Esa es, también, la razón por la que es más
fácil aprender español por un brasileño que aprender portugués por un hispanohablante.
10. Belleza y romance. Aunque no haya pruebas concretas, todos sabemos que el
español hace bien al alma y al corazón, principalmente de aquellos que están
apasionados. El español es una de las lenguas más bonitas, melodiosas y románticas
que el mundo ya tuvo la felicidad de oír. Además de sus obvias cualidades intrínsecas,
tenemos a nuestra disposición en español una vasta y maravillosa literatura – las
obras del Siglo de Oro, por ejemplo – sobre los asuntos más variados, profundos y
refinados del sentimiento humano. Del lado de acá del Atlántico, tenemos los
inolvidables boleros cubanos y mexicanos que nos hacen soñar con un tempo más
romántico y bonito... ¿En qué otra lengua, si no es en español, se pudiera decir “te
amo” de esta forma?: “Mujer, si puedes tú con Dios hablar, pregúntale si yo alguna
vez te he dejado de adorar.”
Notas
1
Esta parte del presente artículo (“Turismo: Viagens de turistas hispanófonos ao Brasil”) contó
con la participación de Maresa Farias Rocha, alumna de graduación en las áreas de español y
japonés en el Departamento de Línguas Estrangeiras e Tradução de la Universidade de Brasília.

Traducción realizada por Gonzalo Abio, del artículo de João Sedycias “Por que os brasileiros
devem aprender espanhol? Disponible en http://home.yawl.com.br/hp/sedycias/porqueesp.htm

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