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1. ANTECEDENTES.
Se entiende por lugar aquella relación singular y sin embargo universal que existe entre
cierta situación local y las construcciones que están en aquel lugar. La elección del lugar
para una construcción concreta como para una ciudad, tenia un valor preeminente en el
mundo clásico, la situación, el sitio, el estado gobernado por el genius loci, por la divinidad
local, una divinidad precisamente de tipo intermedio que presidio cuanto se desarrollaba en
ese mismo lugar. El concepto de lugar, siempre a estado presente en la tratadistica clásica,
si bien ya Palladio y después en Milizia su tratamiento toma cada vez más un aspecto de
tipo topográfico y funcional. Pero en la palabras de Palladio “hay aun en forma viva el
estremecimiento del mundo antiguo, el secreto de esta relación que es más evidente, por
encima de la cultura especifica arquitectónica”.
El locus así concebido a caba poniendo de relieve dentro del espacio indiferenciado
condiciones, cualidades, cualidades que no son necesarias para la comprensión de un hecho
urbano determinado.
La identificación de estos puntos singulares puede ser debido a un acontecimiento dado que
ha sucedido en aquel punto o que puede depender de otras infinitas causas, pero también
aquí esta reconocido y sancionado un valor intermedio, loa posibilidad de determinada, si
bien esepsional, noción del espacio.
Estos lugares son los signos concretos del espacio, y en tanto que signos están en relación
con lo arbitrario y tradicional.
Nociones de este tipo van vinculadas a la cultura histórica, al vivir en paisajes construidos a
las referencias que hacemos para con toda situación respecto a otra situación, y por lo tanto
también el reencuentro de puntos singulares casi los más proccimos a una idea del espacio
tal cual nos lo hemos imaginado.
“Trasladando este razonamiento al campo de los hechos urbanos me parece que no puede ir
mas halla el valor de las imágenes, como si su contorno no fuese analizable de algún modo
posible, y quizá no pueda más que la afirmación pura y simple del valor de un lugar o
locus, puesto que esta noción del lugar y del tiempo parece inexplicable racionalmente
aunque comprende una serie de valores que están fuera y más halla de los sentimientos que
experimentan al captarlos”(Aldo Rossi, 1982), así la relación entre las formas y el elemento
que esta antes se vuelve a poner como necesidad de un fundamento entonces la
arquitectura, mientras por un lado vuelve a poner en discusión todo su ambito sus
elementos y sus ideales por el otro tiende a identificarse como el hecho sin tener ya en
cuenta aquella separación que se había producido al inicio y que le permite desarrollarse
con autonomía.
Y, por lo tanto los vinculos y la precisión misma del locus o lugar como un hecho singular
determinado por el espacio y el tiempo por su dimensión topográfica y por su forma y por
el ser sede de visicitudes antiguas y modernas por su memoria.
Pero estos problemas son en gran parte de naturaleza colectiva y nos obligan a detenernos
brevemente en el estudio de las relaciones entre el lugar y el hombre, a ver, pues las
relaciones que hay con la ecología y la psicología.
Las verdaderas ciudades están echas por las personas que viven en ellas y no por burocratas
lejanos. El ser humano se encuentra en perfecta capacidad de articular sus nesecidades.
Por lo tanto el entorno urbano no puede ser creado artificialmente ya que los residentes
desean aportar sus propias contribuciones para formar su ambiente y proveer esta
posibilidad a los habitantes es crucial para brindar las condiciones ideales en los espacios
urbanos (Herbert Girardet 1992).
Por tanto para comprender el significado de lugar en el entorno urbano se debe comprender
el proceso mediante el cual los seres humanos se apropian de él.
2. ANÁLISIS COGNITIVO.
Así pues podría desirse que el sistema de valores y los sistemas de normas de los diferentes
grupos ayudan a entender las formas urbanas producidas por su diseño colectivo. En este
sentido, la planificación y el diseño urbanos reflejan el sistema de valores de las personas
participantes o no. Donde el diseño en si de una ciudad basándose en imágenes refleja un
sistema bien concreto de valores y jerarquiza un papel normativo nada ambiguo. Donde se
sugiere que la manera a través de la cual las ciudades son percibidas influye muchisimo en
la evaluación de la realidad de los espacios urbanos.
2.1. LA PERSEPCION EN LOS ESPACIOS, LUGAR
Por ejemplo, en casi todas las ciudades del mundo existen zonas catalogadas y evaluadas
como de clase acomodada, su localización se define mediante determinadas estructuras
cognitivas. Puede tener lo que comúnmente se asocia con un nivel de vida alto, es decir
zonas verdes y pavimentos bien cuidados, lo que se quiere demostrar es como la percepción
capta la estructura urbana y el esfuerzo cognitivo la organiza, siendo en este rango la
preferencia a ciertos lugares de otros, el indicativo de evaluación y como sin embargo,
muchas veces la respuesta de los usuarios es global y afectiva.
Al expresar los seres humanos su preferencia por ciertos lugares es cuando estos empiezan
a despertar a la urbanidad y a brindar cierta sensación de lugar, esta preferencia como se
analizo anteriormente depende de los factores cognitivos, raza, credo, ambiente y muchas
veces independiente de la calidad del entorno como tal.
Por ejemplo tomemos el mercado central de San José capital de costa Rica, un ambiente
que presenta un pobre nivel de diseño urbano, sin embargo la posesión del lugar es
inminente, creando dinamismo y vida, propios de las actividades comerciales que en el se
generan. El observador foráneo podría concluir que este fenómeno responde a que no
existe otro lugar donde realizar este tipo de actividades y por ello los habitantes se ven
obligados a ocupar este espacio tan desprovisto de calidad urbana, nada más lejos de la
realidad en San José existen lugares que reúnen mejores condiciones a este respecto como
la plaza de las garantías sociales, sin embargo esta no padece ni el mas mínimo síntoma de
aprehensión urbana por parte de las personas que por ella circulan.
El ejemplo anterior no deja de ser paradójico lo que genera la siguiente pregunta ¿Por qué
los seres humanos se apropian de lugares poco adecuados, generando con ello infinidad de
actividades en él? La pregunta anterior podría responderse mejor si se toma en cuenta que
los seres humanos aplican filtros en el momento de apropiarse de los espacios.
Por lo que se deduce que cualquier tipo de apropiación espacial del lugar depende de la
imagen o de lo que se cree que es el mundo percibido y por imagen se entiende todo el
conocimiento subjetivo acumulado por el individuo acerca del mundo y sí mismo.
(Rapoport 1970).
Por tanto es muy probable que dependiendo de la cognoción y los mapas mentales
construidos por el individuo, el ambiente que lo rodea no sé percibido tan garafalmente
como el diseñador se lo imagina, sin embargo ciertos lugares facilitan la creación de los
mapas mentales y por ende agilizan el proceso cognitivo de la apropiación urbana, esto
explica la preferencia de algunos josefinos por el mercado central y no por la plaza de las
garantías sociales, podría decires con base en lo anterior que esta preferencia de lugar es
algo que forma parte de la cultura metropolitana, poniendo en evidencia que la urbanidad o
disfrute de los espacios tiene mas que ver con la percepción humana y la cultura
aprehendida en dicha condición, fortaleciendo la necesidad de los valores históricos,
culturales y sociales de la ciudad donde radica y se desenvuelve el medio urbano.
El entorno urbano debe, pues, ajustarse a los criterios de calidad ambiental y al nivel
imaginativo de sus posibles usuarios, además a un nivel mas general, la organización
espacial de las ciudades son el resultado de la interacción entre las diferentes limitaciones y
posibilidades de actuación, los procesos cognitivos de los individuos reunidos en sociedad.
Los sistemas espaciales, sociales y temporales de la ciudad, que proporcionan los indicios
“perceptivos”, el material de los esquemas cognitivos y las evaluaciones afectivas, son el
resultado de una gama amplísima de factores culturales. Entre ellos destacan la
organización de la comunicación, la naturaleza de las relaciones sociales, el carácter y la
yuxtaposición de los diversos grupos culturales y el sistema de lugares. Todos estos
factores completan las variables psicológicas (Petonnet 1972, Rapoport 1971).
El proceso clave en la interacción párese ser la selección del hábitat o espacio urbano
idóneo. Los resultados son la identidad social del grupo, reforzado a través de clasificación
física, social y simbólica, expresada en las fronteras del lugar.
“Puede mencionarse, entonces del corazón, del dominio y de la esfera de cada grupo”
(Meining 1965). En el corazón se constituye propiamente el grupo, en el dominio se ubican
edificios y las actividades más simbólicamente significativas. En el se consigue la
consistencia más alta con la imagen del lugar ideal, conteniendo los servicios que más se
necesitan: instituciones, bares, clubes, restaurantes entre otros.
Antes, el espacio urbano tradicional era un rosario de centros hoy es un sistema confuso de
centros o una ambigua esfera de todos los grupos.
Esto anima la interacción, que puede reforsarse con el diseño de lugares de encuentro entre
grupos relacionados con el contexto y con los usos temporales para conseguir que sea
lugares realmente agradables, manteniendo la congruencia entre espacio físico y el
conceptual, tomando en cuenta el tiempo de recorrido, el significado, la comunicación y la
organización espacial.
Otro elemento importante son los servicios, las tabernas, zonas recreativas, cafés entre
otros, los que se encuentran siempre combinados con el ciclo temporal de las actividades
consideradas recreativas, por lo que su agrupación es siempre una ventaja.
Por lo tanto la urbanidad en ele lugar genera la mayor variedad posible de signos de
actividad humana lo que puede verse entorpecido por vehículos, falta de jardines la
excesiva densidad entre otros.
El éxito del lugar depende del significado que tenga para los usuarios. El significado en el
entorno urbano es un resultado de la acción del uso y del movimiento expresado en signos,
lo que el individuo entiende y percibe esta en relación con lo que es capaz de hacer en el
medio, ello otorga un sentido de satisfacción y de conocimiento, particularmente en las
áreas urbanas, se trata de que el lugar reúna todos los componentes cognitivos que el ser
humano requiere para apropiarse de él, de no hacerse así se genera un esta “blaseé” (Georg
Simmel, 1910) donde cada día hay menos uso y menos significado.
El elemento más movil de toda la ciudad sigue siendo el hombre que, posiblemente debido
a diversas razones necesita un lugar donde establecerse en sus diversas actividades
callejeras ya sea comerciales, ya de división o de vida social, un punto en el que detenerse.
Pero el proporcionarle un espacio abierto en el que pueda desarrollar todas dichas
actividades, no es, en si, suficiente. Los espacios abiertos en una ciudad, evidentemente,
algo esencial, pero es preciso que un centro urbano cuente además con ciertos elementos
que hagan que la corriente urbana se disgrege formando grupos. La gente precisamente por
ser gregaria necesita del incidente del rasgo característico y del ancla. En el caso de los
arboles puede decirse que proporcionan sombra y cobijo, y en quiosco que sirve de
mercado. Pero el lugar proporciona algo más que una simple atracción del tipo utilitario.
Por el mismo hecho de su fabrica el quiosco es algo inmovible y de aquí por costumbre, se
convierte en un punto de reunión.
El mercadillo se monta a la sombra del quiosco con estructuras temporales y toldos sin
aprovechar en ocasiones la protección que el quiosco podría proporcionarles contra los
elementos su atracción se basa en otras cosas en su movilidad y en la sensación de
seguridad que produce ante la marea de trafico (Gordon Cullen 1971)
BIBLIOGRAFIA.
Rossi Aldo. “La arquitectura de la ciudad”. Editorial Gustavo Gil, S.A. Octava edición,
1986. Barcelona, España.
Cullen Gordon. “El paisaje urbano”. Tratado de estética urbanística. Editorial Blume.
Cuarta reimpresión, abril1981. Barcelona, España.
Rapoport Amos. “Aspectos humanos de la forma urbana”. Hacia una confrontación de las
Ciencias Sociales con el diseño de la forma urbana. Editorial Gustavo Gil S.A. 1978.
Barselona, España.
Girardet Herbert. “The Gaia Atlas of cities. New directions for sustainable urban living”.
Gaia Book. Limited. United Kindom. 1992.
EL SIGNIFICADO DE LUGAR EN EL
ESPACIO URBANO
Aldo Rossi.