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Las indagaciones de Gabriel John Utterson comienzan por curiosidad e inquietud, a

pesar de las promesas insistentes por parte de Jekyll que su nuevo amigo Hyde no
constituye peligro alguno. Todo cambia cuando Hyde asesina a un respetado
parlamentario inglés, sir Danvers Carew ante un testigo. Mientras Utterson ayuda en la
investigación del crimen, Jekyll se vuelve cada vez más solitario y melancólico, y
Utterson llega a pensar que el doctor está encubriendo a Hyde.

Llega un momento en que Jekyll se encierra estúpidamente en su laboratorio atenazado


por una angustia que nadie comprende. Otro amigo de Utterson, Lanyon, muere de un
shock espiritual con el que el señor Jekyll parece estar relacionado. Un día el
mayordomo de Jekyll, Poole, pide ayuda a Utterson para tratar con un individuo
desconocido que, de alguna forma, ha conseguido entrar en el laboratorio y matar a
Jekyll. Ambos descubren que el extraño es Hyde, y cuando consiguen entrar en el
laboratorio, encuentran el cadáver de Hyde, que se ha suicidado, mientras que Jekyll no
aparece en ninguna parte.

Finalmente, Utterson lee las cartas escritas por Lanyon y la confesión del Dr. Jekyll. La
primera revela que Lanyon ha sido testigo de la transformación física de Hyde en Jekyll
por medio de un brebaje inventado por éste último. Fue el horror ante tal
descubrimiento lo que le llevó finalmente a la muerte.

La otra carta es una confesión del propio Jekyll: en su juventud, se dio cuenta de que la
conciencia de cada ser humano se compone de dos aspectos - el bien y el mal - que
están enzarzados en una lucha continua. Siguiendo la hipótesis de que es posible
polarizar y separar estos dos componentes del yo, creó una poción y su correpondiente
antídoto, que podía transformar a una persona en la encarnación de su parte maléfica,
consiguiendo al mismo tiempo depurar el lado bueno. Después de tomar la poción,
Jekyll disminuía un tanto su estatura, tomaba un aspecto desagradable para con todos
sus semejantes, adquiría la fuerza y la astucia de doce hombres, su naturaleza malvada
se volvía dominante, además su inteligencia se hacía extrañamente brillante y sus
reflejos extraordinarios; a esta "persona" la llamó Edward Hyde. Inicialmente los
efectos de la pocíon erán temporales y no era necesario el antídoto. Después de unas
cuantas transformaciones a Hyde, y viceversa, Jekyll se acostumbró a realizar
regularmente la metamorfosis con el fin de poder entregarse a placeres antisociales
prohibidos, que nunca se permitiría en la persona de Jekyll. Sin embargo, su parte
maléfica se fue haciendo más y más fuerte,rebasando la capacidad de Jekyll para
controlarla, necesitando el uso del antídoto para recuperar su forma humana. Después
del asesinato del parlamentario, Jekyll, horrorizado, decidió dejar de tomar la poción.

Desgraciadamente para el doctor, después de algún tiempo de tranquilidad, las


trasformaciones a Hyde se producían espontáneamente, mejorando sus "facultades" y
Jekyll solo podía permanecer de esta forma mientras durasen los efectos, cada vez más
debilitados, del antídoto. Finalmente se agotó un ingrediente fundamental del antídoto,
una sal que había adquirido inicialmente en gran cantidad. Las nuevas remesas de esta
sal ya no producían un antídoto efectivo,. Al principio, Jekyll lo atribuyó a impurezas en
estas remesas, pero finalmente llegó a la conclusión de que la impureza desconocida se
hallaba en el lote inicial, siendo ésta la que otorgaba efectividad a la mezcla, por lo que
nunca más podría obtener una poción efectiva, ni su antídoto y quedaría convertido en
su oscuro alter ego Hyde permanentemente.

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